- Introducción
- ¿Qué es la Economía Solidaria?
- ¿Estamos preparados para aplicarla en nuestro país?
- ¿Puede la economía condicionar la política?
- La Economía Solidaria Vs. La Economía Comunitaria
- La Economía Solidaria y su Inserción en las Políticas Estatales
- ¿Qué corrientes filosóficas nutren este Pensamiento Solidario?
- ¿Qué se entiende por Responsabilidad Social?
- Conclusiones
- Referencias Bibliográficas
"El producto bruto lo mide todo, salvo lo que hace que la vida merezca la pena". Robertt Kennedy
Introducción
Cuando iniciamos nuestros estudios universitarios, por a lla por la década de los setentas, hablar de economía, era recordar a los fisiócratas, a Adam Smith, David Ricardo; era hablar de la economía del libre mercado encabezada por los Estados Unidos; ó en su defecto, la economía socialista liderada por la Unión Soviética. En resumen, o eras Capitalista, ó eras Comunista, no existían medias tintas.
El Capitalismo de libre mercado, basado en el dejar hacer, dejar pasar; el de la concepción social que los deseos privados, en algún momento convergería en el bien común, pero siempre dándole a cada quién lo que por su peculiar e individual esfuerzo se merecía. La economía socialista liderada por Marx, Lennin y muchos otros pensadores, tuvo su razón de ser y surgimiento teórico, en el deterioro de la economía capitalista, su mayor flaqueza; ya que el capitalismo se disfrazó de muchos apelativos a saber: Neoliberalismo, Economía Social de Mercado, etc. Y por ello el capitalismo logra permanecer y extenderse más en el mundo, no sólo por su capacidad de regenerarse y cambiar de filiación, sino también por ofrecer el oro y el moro, es decir buscar el lado más flaco que tenemos los humanos, la vanidad; el capitalismo nos sumergía en una lucha de individualismo mostrándonos exitosos empleados de empresas multinacionales y regordetes gringos bigotudos en sus enormes autos de lujo.
La economía capitalista, se mostraba generadora de enclaves extractores de materia prima y de bolsones de pobreza, creadores de tecnología tan avanzadas que no era aplicable en nuestros pobres países subdesarrollados, ya que la educación que recibíamos, era la de ser siempre empleados, no emprendedores.
A su vez la Economía Socialista, impulsaba los controles del mercado y se empecinaba en la centralización y control de todo lo que se movía ó latía en un estado, llegando inclusive a coartar la libertad de expresión y con ello ahogar un movimiento económico que sucumbe con la caída del muro de Berlín el año 1989, y se van independizando de la Unión Soviética varias naciones que habían permanecido calladas en silencio al lado de la poderosa nación Rusa.
Quizás podíamos escribir mucho más sobre estos dos sistemas económicos que aún con algunos matices, persisten en nuestro mundo, quizás si tuviéramos el tiempo suficiente, pondríamos realizar un análisis más exhaustivo y científico del por qué el inminente fracaso de ambos a la luz de los resultados de su aplicación en una u otra parte del globo terráqueo. Lo que ambos fallaron en su concepción, en su esencia, es que se olvidaron de que todo sistema económico debe fundamentar su accionar en poner como eje principal de todo su accionar al hombre, al ser humano; pero no como finalidad de la estabilidad del mismo en cada concepción teórica de los modelos a aplicarse, sino cómo la esencia en la elaboración y estructura de dicho modelo de desarrollo y crecimiento económico.
El hombre como inicio, centro y finalidad del modelo, el entorno en el cual vive, se desarrolla y preserva, para él, no para las futuras generaciones. El ámbito en el que el ser humano se desenvuelve abarca todo, no sólo la economía, aunque esta ha estado dictando el norte de las políticas sociales a aplicarse, pensando en los costes de aplicación para salvar vidas en el área rural y aplicando el coste beneficio siempre en todo lo que hacíamos; y es que en la escuela, y peor en la universidad, todo se pensaba de acuerdo a la enseñanza recibida, la cual obviamente estaba pensada para vivir en un mundo capitalista, un mundo egoísta, un mundo de los seres humanos inexistentes, un mundo de seres humanos codificados, numerados, estratificados de acuerdo a sus ingresos y posesiones.
Frente a esta bipolaridad, las personas que creemos en los preceptos humanistas quedamos como sándwich, en medio de ó sos capitalista, ó sos comunistas; ó sos de derecha ó sos izquierdista, como si esto se tratara de una forma sencilla de elegir entre uno y otro y algunas veces el mal menor; y los que así pensamos y aún no nos resignamos venimos esgrimiendo el discurso que todo lo que hacemos y pensamos, debe tener su origen, centro y finalidad, el ser humano, para el cual se hacen las cosas (proyectos, planes, etc), y es desde allí, desde esa perspectiva que desechamos seguir la dicotomía a la cual nos vienen empujando ó manipulando como que no hubiese qué más escoger ó decidir, y generación en generación nos preguntamos, cuando ya nuestro tiempo se va pasando, si no hubiésemos podido hacer algo para cambiar, de dar nuevas alternativas a la gente a la humanidad para que tenga otra alternativa, más humana, más creativa, que acompañe más y se adecúe a las épocas en las que vivimos, que rompa esa bipolaridad en el pensamiento rompiendo los paradigmas del viejo siglo XX y retrotraídos por nosotros mismos con otros nombres hacia el nuevo siglo XXI, con otros nombres, pero con la misma finalidad, ambos de ser corporativos y centralizadores del poder en todas sus magnitudes. Tenemos muchas cosas en la cabeza, más no tenemos los canales de comunicación adecuados para llegar a la gente, ya que los canales de comunicación, están copados por la bipolaridad en la que está envuelto nuestro mundo y cuando le cae algo raro, lo desechan y no lo producen ó le hacen un seguimiento.
El cambio no se dá por cambiar de personas que dirijan una nación, un estado; el cambio debe venir acompañado de innovación, es decir de cambios en procedimientos, en cambios de tecnologías, de modelos, en cambio de esquemas mentales, no sólo en cambio de actores para seguir realizando ó incurriendo en los mismos errores de los cuales se reniega.
Para efectuar un cambio con innovación, se requiere de mucha educación y perseverancia en el tiempo, para ello debemos desarrollar modelos y concepciones de desarrollo de acorde a nuestras necesidades y particularidades; la amplitud en la concepción del nuevo orden universal del pensamiento, debe estar fundamentado en la diversidad y capacidad de reconocimiento al ser humano como eje fundamental en esta estructuración de este nuevo orden mundial, el mismo que debe estar acuñado por concepciones políticas, económicas, filosóficas, etc, con poder de demostración y argumentaciones a partir del análisis crítico del desarrollo histórico de nuestros pueblos y naciones, no sólo debe ser este un ejercicio empírico técnico, sino que debe derramarse y contrastarse con la realidad específica en la que se viene desarrollando la gente en sus pueblos, villas, juntas, barrios, etc.
Lo cierto es que esta bipolaridad, no ha dado soluciones adecuadas a las necesidades de la gente, y siguen habiendo millones de pobres, sigue habiendo mucha hambre en todo el planeta y seguimos temiendo a manifestarnos y decir ! basta ¡, necesitamos de nuevas alternativas; y dentro de la estructuración de nuevas alternativas de desarrollo, debemos involucrarnos todos, no esperar a los "iluminatis" que van a solucionarnos nuestros problemas, debemos de despojarnos del pensamiento provinciano ó retrógrado que todo nos va a llegar en su momento, que si no es Dios, ó el papá estado el que va a solucionar nuestros grandes problemas de desarrollo humano; debemos de empezar a ejercitar nuestras neuronas y producir alternativas.
Dentro de las alternativas que se viene desarrollando, como unas de las vías extraordinarias dentro del pensamiento (no es la única), está el de la Economía Solidaria, introducida como pensamiento filosófico, y desgarrado de la concepción de economía social, se presenta como una alternativa democrática y con bases consistentes en su capacidad de convertirse en un sólido concepto integrador no sólo social, sino también político, que genere el norte preciso para lograr un desarrollo más armónico y equitativo. En nuestras sociedades sudamericanas, el concepto de Economía Solidaria, está en pleno desarrollo y consustanciación, a pesar que desde la década de los ochentas se encuentra flotando en el ambiente; esperemos que este pequeño ensayo, aporte un grano de arena, para que pueda desarrollarse este pensamiento en nuestro país, en beneficio del hombre, de la gente, de esas personas que hoy día miran hacia el horizonte sin esperanza, sin perspectivas, sin certidumbre, sin ilusión.
¿Qué es la Economía Solidaria?
¿Más de lo mismo?, esperemos que no, ya que nuestro chip de absorción de conocimientos, tanto como su producción, también se encuentra bipolarizada entre el capitalismo y el comunismo, entre la derecha y la izquierda.
Para hacer un aporte sincero al pensamiento y al entendimiento de este concepto "relativamente nuevo" en nuestro país, tenemos que despojarnos de cualquier preconcepto ó encapsulamiento mental, que no nos permita desarrollar una idea adecuada y coherente con lo que ya hemos adelantado en la parte introductoria.
En los últimos años el concepto de "Economía de la Solidaridad" se ha vuelto protagónico en diversos ámbitos de las ciencias sociales y de la reflexión sobre modelos de desarrollo, tanto desde enfoques macro como microeconómicos.Entre las muestras de tan particular protagonismo, debemos citar la constitución de numerosas Cátedras de Economía Solidaria en varias Universidades del continente dando lugar a redes académicas, como Unitrabalho, en Brasil; la adhesión de muchas organizaciones sociales, sindicales y cooperativas al postulado de una Economía con rostro humano, sensible a las necesidades de la gente.
La Economía Solidaria, no es una propuesta para reivindicar vetustas estructuras microeconómicas que, como el cooperativismo, han cumplido su ciclo vital. La propuesta de Economía Solidaria es integral. Involucra todos los aspectos, ángulos y enfoques que conforman la sociedad y la economía.
Hacemos un paréntesis, en definir la Economía Solidaria, para explicar el por qué no es partidaria del Cooperativismo, ya que este sistema se solidificó como instrumento de cooperación para algunos cuantos y su rigidez administrativa se transformó en excluyente convirtiéndose en elitista, ya que hay agua para algunos y para otros no importa, sólo se ilumina las calles principales y las aledañas en donde hay más necesidades de iluminación no extienden la línea eléctrica, ni hablemos de teléfono y otros servicios.
La Economía Solidaria se circunscribe dentro de la corriente del pensamiento Humanístico Solidario, trasciende las viejas ideologías y se proyecta con bases sólidas en la defensa del hombre y la ecología, para desarrollar un pensamiento integral que apunta a desplegar una red social que permita crear la plataforma sólida en la que puedan manifestarse los marginados de la riqueza, los marginados del desarrollo integral del ser humano, y cuando hablamos de desarrollo integral estamos hablando de las libertades que de alguna medida el encasillamiento ideológico bipolar le estaba regateando a la gente.
La Economía Solidaria, es parte de una ideología coherente en base a postulados y paradigmas doctrinarios que recogen las diferentes experiencias de ayuda mutua; economía sin ánimo de lucro, experiencias comunitarias y cooperativas (en sus aspectos rescatables),en el entendimiento de la responsabilidad del individuo como parte importante del desarrollo, no solo receptor del mismo, sino creador de condiciones y contribuidor de los espacios adecuados para que este se llegue a materializar, es decir la persona es actor activo, y no un mero espectador pasivo. De allí surge la Responsabilidad Social del individuo, del empresario; es decir la responsabilidad del ciudaddano frente a su sociedad, su medio ambiente, su entorno.
La propuesta de Economía Solidaria incorpora el más afinado intento de unidad empresarial sin ánimo de lucro, revisa sus procesos de operación y la libera de los vicios y desviaciones, recoge lo mejor de la organización social en todo el devenir histórico. Estamos frente a la concepción de un nuevo empresariado, al cual se le exige responsabilidad social con sus semejantes y este comportamiento con el transcurso de los años, de una exigencia, se tornará en un ejercicio común en el desarrollo de la empresa.
La Economía Solidaria, cambia el paradigma de la economía para servirse, y más bien transforma la economía para servir al prójimo; es pues una necesidad que impone un cambio en la subjetividad o capacidad de interpretar la realidad del mundo actual. No es posible tratar de acceder a los beneficios de nuevos valores humanos, aferrados a antiguas creencias y prácticas contradictorias, pues impediría que funcionen sistemas políticos y económicos integrados, eficientes y eficaces. Si bien la Economía Solidaria, es ecléctica en su concepción, pero basa su esencia del ser en el cuidado del ser humano y su entorno como lógica de construcción de modelos económicos de desarrollo y políticas sociales.
Para que los empresarios puedan hablar con voz humana, solidaria; deben pertenecer y sentirse identificados, no sólo con su comunidad, sino también con el entorno en que viven, deben compartir los problemas de su región, conocerlos; deben convertirse en parte de la solución y no en agudizadores de los problemas.
La Economía Solidaria no requiere empresarios de enclave, es decir empresarios productores de pobreza con su enriquecimiento y dejando bolsones de marginalidad crónicos y desesperanza en el corazón de la gente, de la región.
Para aprender a hablar con voz humana, y para comportarnos como humanos, no necesitamos de una conferencia magistral, ó ostentar pomposos títulos académicos, necesitamos conocer los problemas de la gente y sensibilizarnos con ellos.
La Economía Solidaria propone una solución humanista dinámica, solidaria y democrática, para el funcionamiento de la sociedad y el manejo de la economía. Parte de la tesis de que el único número que corresponde al ser humano en su proceso de desarrollo es el infinito y, desde este punto de vista, el discurso teórico solidario intenta trascender la crisis de credibilidad y evitar la intromisión de prácticas demagógicas, tan abundantes en este particular tiempo de tan acelerados cambios en los paradigmas éticos, científicos y tecnológicos, y de globalización del conocimiento y de la información.
Para José del C. Moreno Avendaño "la Economía Solidaria es un conjunto de fuerzas sociales, identificadas por ideales solidarios y humanistas, que la habilitan para gestionar talento humano, recursos naturales, científicos, tecnológicos y financieros y, como resultado de esa gestión, para generar procesos de desarrollo integral y sostenible para el género humano en general y para cada comunidad o agrupación familiar en particular" (2001).
La Economía Solidaria, se constituye en una nueva forma de creación y distribución de la riqueza, basada en valores democráticos de participación en forma lo más directamente posible; con un manejo racional de los recursos, bajo un esquema de organización solidaria, en el cual se priorice al ser humano y en general las necesidades de la sociedad.
¿Estamos preparados para aplicarla en nuestro país?
¿Cómo podemos introducir un nuevo concepto de desarrollo, cuando seguimos pensando el desarrollo tan sólo de nuestras comunidades, de nuestro barrio, de nuestro pueblo?, ¿ cómo podemos hacer entender que la Economía Solidaria es un nuevo cambio de paradigma y de desarrollo, que necesitamos cambiar radicalmente todo lo que anteriormente pensábamos del desarrollo por una nueva visión de crecimiento de creación de una nueva cultura, se requiere un cambio radical de las formas de pensar y de interpretar el mundo, en las formas de comunicación, de educación de nuestros hijos.
Se precisa de una cultura de solidaridad que como sujeto individual y social en construcción de sí mismo, abierto al cambio y en permanente transformación, como producto del desarrollo histórico, incluidas las formas productivas, en las relaciones con los demás y en la forma como éste se desarrolla con el medio.
En Bolivia se viene trabajando el desarrollo de la economía solidaria, desde ámbitos cerrados y comunitarios encapsulando los procesos y restringiéndolos a los beneficiarios de un proyecto específico generalmente propuesto, guiado y financiado por el gobierno, en el cual los actores no han participado de su creación, por lo tanto no lo sienten como propio. Por ello hablamos de la Economía Solidaria como un proceso de aplicación de largo plazo, en el cual no sólo se habla de economía, sino va más allá y considera a la sociedad en un ámbito donde el hombre busca satisfacer sus necesidades objetivas. La sociedad se debe entender como un escenario de respuesta a los requerimientos del hombre y como un espacio propio para el despliegue de sus potencialidades. Es un ámbito espacial y temporal en el que el ser humano vive, se organiza, procrea, trabaja, se recrea, hace su historia y construye su futuro.
La Economía Solidaria, es una teoría que, con aplicación diaria y sostenida, criticada y evaluada en forma permanente, impulse y consolide culturalmente valores de validez universal como la democracia, la solidaridad, el pluralismo y la participación, hasta lograr que un nuevo contrato social se convierta en necesidad real de la población, pero en nuestro país, aún seguimos planteándonos la bipolaridad en la estructuración del desarrollo de nuestros pueblos, de nuestros estados, aún no hemos entendido, porque aún no se ha desarrollado este pensamiento solidario en nuestra gente, que la mezquindad en la aplicación de nuestras políticas económicas y sociales son lo que no permiten que ingrese en nuestro mundo teórico, la concepción de la Economía Solidaria.
Brasil ha ido más allá y cuenta con una Secretaría Nacional de Economía Solidaria del Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil, dándonos la pauta, que el desarrollo de este pensamiento, necesita de atención y bastante trabajo aún.
En la medida que en nuestro país nos preparemos ó iniciemos un proceso serio de reeducación colectiva, que nos permita desmarcarnos de la educación basada en el individualismo y no me importismo social, cuando fortalezcamos la autoestima del ser humano, podremos decir que estamos ayudando ó nos estamos preparando para aplicar la Economía Solidaria.
No tenemos que confundir este pensamiento solidario como una idea pasajera ó aventurera, ó porque está de moda hoy en día hablemos de ella, no basta picotear de la misma con algunos proyectos dentro del mismo, como ser: Comercio Justo, Banca Comunal, programas de ayuda a las Pymes y Medianas Empresas, programas de ayuda a la mujer, etc. Por ello decimos que hemos empezado aplicar este pensamiento solidario por sus frutos, sin entrar a sembrar, sin establecer la raíz buena y profunda que precisa este pensamiento para desarrollarse.
Si quisiéramos hacer un pequeño recetario para la aplicación en nuestro país de una Economía Solidaria, diremos que sería necesario:
Desprenderse de dogmas ó doctrinas etéreas, vetustas y en desuso.
Generar procesos de educación abiertos, participativos, en el cual el individuo sea el centro de la enseñanza y el desarrollo, y no así el individualismo ó comunitarismo hipócrita.
Apertura en la implementación de un Modelo Económico inclusivo, pero a la vez de apertura externa.
Cambio en los paradigmas ideológicos formales de pensar y ver el desarrollo.
Prevalencia del ser humano en los procesos y modos de producción.
Entender que el individuo forma parte no sólo del hábitat en el que vive, sino de la sociedad en la que se desenvuelve, y debe ser parte y partícipe principal de todas las propuestas y no sólo aprovechar los resultados.
Revolución y cambio del pensamiento colonial, pasivo del boliviano; que espera que todo le va llegar del cielo ó del papá estado.
Entender que para recibir, también hay que dar.
Responsabilidad Social en todos nuestros actos, sean económicos, financieros, sociales.
Revisión a nuestra escala de valores, que hasta el momento han sido condicionados por el bipolarismo histórico de derecha ó izquierda.
Entender que existe un Mercado, un Estado, y el Individuo Social Solidario.
Alternativas de desarrollo personal igualitarias para todos los habitantes.
Salud, Educación, Cultura por encima de todas las cosas.
Propuesta de vida basada en un desarrollo integral humanista.
Sostener una sociedad basada en: Profundas concepciones Democráticas y Autonomistas; generosidad en descentralizar el aparato de dirección del estado; la igualdad, de oportunidades, de que esas diferencias salariales se vayan reduciendo cada vez más; la sostenibilidad en el tiempo, no sólo de la naturaleza y el medio ambiente, sino de la convivencia social solidaria.
Revisar nuestra actual constitución, que privilegia a un sector determinado de nuestra sociedad, lo que al final implicará un alto costo para nuestra convivencia pacífica y no tardará en pasar la factura ante la discriminación de unos para favorecer a otros.
Pensarán algunos que este es un recetario para lograr la vida eterna, pero no olvidemos que para desarrollar economías fuertes se requiere de una cultura que le acompañe, porque cuando hablamos de la cultura, no sólo estamos hablando de la música y de las letras, sino también hablamos de un modo de vida, una forma de cómo vamos hacer y desarrollarnos como sociedad, para ello se necesita trabajar mucho en la persona, no sólo en proyectos aislados y que beneficien a unos pocos. Por ello la Economía Solidaria basa su estructura fundamental en el desarrollo del ser humano, ya que sin este ser humano, no existe economía, no existe mercado, no existe estado.
La Economía Solidaria debe convertirse en una opción de apertura mental para reconocer que la verdad es una idea en permanente evolución, donde la tolerancia es fuente de solidaridad que fertiliza y germina sólo en una tarea colectiva, actuando en una realidad en construcción. Es lograr que los individuos y los grupos descubran en forma permanente la capacidad para reconocer sus ataduras y no evadirlas sino superarlas y, de este modo, articular colectivamente las realidades particulares hasta lograr una mejorada utopía para nuestra sociedad. El esfuerzo de procurar un horizonte teórico como resultado de la complementariedad,
debe ser, en la práctica, una actitud formativa en la que cada persona asuma su propia incertidumbre y recupere críticamente su propia experiencia para plantear cada vez mayores desafíos y construir una cultura de la solidaridad.
Esto implica crear nuevas redes sociales, nuevas organizaciones sociales, basadas en necesidades reales y válidas para el conjunto de personas, y no para unos cuantos, deben surgir proyectos de vida estructurados a partir de la escuela, de la familia, de los valores de libertad, democracia participativa, de dignificar, respetar la vida y el trabajo humano ante todo.
Que los esfuerzos de gobernar y de hacer gestión, no se diluyan en rencillas arcaicas y llenas de odio de un lado u otro, lo que origina gastar el valioso tiempo en ver y desarrollar planes de cómo tumbar al contrincante; y no de cómo colaboramos al que coyunturalmente dirige y gobierna un estado.
¿Puede la economía condicionar la política?
Economía
es la ciencia social que estudia el comportamiento económico de agentes individuales producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de necesidad humana y resultado individual o colectivo de la sociedad. Otras doctrinas ayudan a avanzar en este estudio: la psicología y la filosofía intentan explicar cómo se determinan los objetivos, la historia registra el cambio de objetivos en el tiempo, la sociología interpreta el comportamiento humano en un contexto social y la ciencia política explica las relaciones de poder que intervienen en los procesos económicos.
es.wikipedia.org/wiki/Economía
Si entendemos a cabalidad la definición presentada, vemos que ambas ciencias, la económica, como la política son complementarias y no puede existir una sin la otra, pero lo político está más relacionado con los comportamientos de grupos, de élites, que influyen en los procesos de producción y en la redistribución de la riqueza, estaremos de acuerdo entonces que la política, ó ese manejo de la cosa pública, por los grupos económicos y élites de turno, es decir que la economía se vería influenciada por la crema y nata del que ostente el poder en esos momentos; el poder económico y el poder político, ya que ambos tienen que consustanciarse para que haya una interrelación de ida y vuelta, ya que tener el poder político, sin el económico llevaría a obtener resistencia en la aplicación de la política, ó viceversa.
Cuando a la economía la comparamos como aquella ciencia tan sólo relacionada a procesos de producción, y de administración de bienes y servicios dentro de una sociedad, liquidamos la esencia de la ciencia hecha y desarrollada para el mejoramiento del hombre, ya que la castramos en su esencia humana y social, al no considerar que producimos y administramos para el disfrute del ser humano en su conjunto y no de unos cuantos; ya Leon Walras (1834-1810) con la introducción de las matemáticas a la ciencia económica, complicó aún más el estudio y aplicación social de esta ciencia, porque no todas las complejidades de las relaciones humanas se las puede enfundar en un método, ó modelo matemático, como este insigne economista lo pretendía, y cuando los seguidores de este pensamiento, lo quisieran aplicar a rajatablas en países con bajo nivel tecnológico y desarrollo de la educación como el nuestro; por ello que tanto la economía, como la política se valen de otras ciencias para explicar la realidad social, en la que aplicarán sus modelos de desarrollo y las políticas para llevarlas a cabo.
En nuestro país cuando hablamos de política, se nos viene inmediatamente a la cabeza, los políticos corruptos y sin identidad nacional, que por mucho tiempo transitaron en nuestro país, y lo siguen haciendo; la política, es pues también la forma técnica y metodológica de cómo se dirige un asunto; por lo tanto cuando hacemos alusión a la técnica, estamos hablando de conocimiento profundo del asunto que nos ocupa y metodológicamente, nos referimos al modo de cómo lo llevaremos adelante, cómo lo llevaremos a la práctica, así vemos que nuestros políticos no se capacitan para tener conocimiento sobre el tema tratado y por lo tanto fracasarán en la forma de cómo encarar la metodología de cómo desarrollar ó llevar adelante un sentimiento de la sociedad ó una demanda de la misma.
Así la practicidad matemática que León Walras intentó aplicar a la economía, como lo hiciera Newton con la física, fracasa en modelos en países subdesarrollados que mantienen varios frentes abiertos aún, en cuanto a su desarrollo tecnológico se refiere. Walras tenía la convicción de que el conocimiento económico debía expresarse con el mismo rigor de una ciencia exacta. La nueva teoría debía fundamentarse en parámetros abstractos, que fuesen la formalización de las relaciones de las personas en la actividad económica real. Esa era la única vía que conduciría a la economía a tener la misma validez lógica que la ciencia matemática. Pero lo que Walras no consideró en su teoría, es que los comportamientos, los deseos, las deficiencias educacionales, la pobreza no se la puede dejar para que la resuelvan los números y en base a ello podamos mantener las condiciones de estos estáticos en el tiempo, ya que las sociedades y las necesidades humanas son dinámicas y crecen en proyección geométrica, y no se puede dejar a la decisión de ecuaciones matemáticas y decisión del mercado insensible quienes deben morir de hambre ó de no contar con las mismas oportunidades a las que todos tiene por derecho. La economía, no debe estar expuesta a los supuestos de adecuación ó formalización de una ecuación manejada por un burócrata en un escritorio, en un organismo internacional ó ONG del momento.
Una nueva economía, pensada para el ser humano como centro de decisión, necesita de políticas creativas y formas de manejar las cosas del estado de una manera diferente, tales como: Crear espacios verdaderamente democráticos y participativos, no sólo en las bases de nuestra sociedad, sino también en la cúspide de nuestras instituciones y organizaciones sociales; Instituciones sólidas, con credibilidad y permeables a los deseos y necesidades de la sociedad; Organizaciones políticas fuertes y organizadas en base a principios y no alrededor de líderes de barro ó títeres de potencia extranjera alguna; multiplicar los canales de participación; hacer entender que los cambios sin innovación, no funcionan; mucho trabajo en educación y formación de cuadros representativos de la sociedad, de la comunidad; impulsar la autonomía como base fundamental para que nos identifiquemos con nuestra región, con nuestra tierra, con nuestra gente.
Ante la pregunta inicial, si la economía influye en la política, ó la política en la economía, es bueno señalar que cuando queremos emplear ambas ciencias a favor del individuo, las dos se conjugan y se confunden, para generar soluciones a los problemas de las personas, de la gente, pero cuando juntas ó de forma independiente se quieren torcer en sus objetivos para el beneficio de grupos ó elites del momento, estas son manipuladas, no siempre con resultados beneficiosos para todos, sino más bien para el disfrute de los grupos para las que fueron diseñadas. Son ambas ciencias permeables pues a los deseos y finalidades de grupo, lo que hace en la esencia de su aplicación, la riqueza teórica y diversa de su estudio y conformación científica.
La Economía Solidaria Vs. La Economía Comunitaria
La economía comunitaria, entendida la misma como una organización económica y social devenida de los ancestros incas y más aplicada en el occidente de nuestro país, retoma la conciencia del conjunto de individuos que viven en una comunidad administrados por ellos mismos, sus rasgos endógenos son fuertes en su concepción y la producción de bienes y servicios para el disfrute de todos los integrantes de la comunidad sin excepción; el compartir y la solidaridad están presentes en todo el desarrollo, no sólo social, sino también económico.
Los rasgo más característicos de esta economía son: Producción limitada a productos de consumo de la comunidad; prevalencia del trueque en su relacionamiento de comercio tanto entre los comunarios, como entre comunidades cercanas; dislocamiento entre otras comunidades en cuanto a producción y canales de comunicación y concertación; preservando sus principios de reciprocidad, redistribución y autarquía (ayni, minka, jayma, waki, laki). Asimismo, la economía comunitaria se caracteriza por su diversidad e interculturalidad, teniendo como sujeto principal a la comunidad (ayllu), es una economía del trabajo colectivo, en función de la colectividad, de la solidaridad, de equilibrio y armonía con la naturaleza (pachamama), del respeto a los seres humanos, integrada a formas de propiedad comunitaria, con una identidad compartida, promoviendo prácticas sociales de producción, distribución, redistribución y consumo. El objetivo principal de la economía comunitaria es el vivir bien (Sumaj Kamaña), donde el crecimiento económico es solo un instrumento para alcanzar este objetivo.
Cuando hablamos de Economía Solidaria, hablamos de Economía Comunitaria, esto es claro por los valores que con lleva la Economía Comunitaria, pero este modelo de economía, no tiene el más mínimo futuro a desarrollarse y expandirse dentro del tejido económico solidario a nivel nacional y mundial, ya que los bolivianos no podemos con un mercado tan estrecho promover desarrollo de economías endógenas y del desarrollo del ser humano mirándose el ombligo, necesitamos proyectarnos dentro de los preceptos de una Economía Solidaria, pero abierta al desarrollo tecnológico, al cambio con innovación, a la inclusión de todos al desarrollo y no a la creación de grupículos comunarios ó nuevas élites indígenas en detrimento del mestizo, del hombre identificado con el desarrollo regional, el desarrollo comunal. La Economía Solidaria abraza la Economía Plural ó Comunaria, claro que sí, pero como una forma de integrarla a una economía abierta, solidaria, como una manera de integrarla al tejido social solidario de instituciones con principios éticos, con Responsabilidad Social, ya que no se puede ser solidario tan sólo con el comunario ó con el que vive en su entorno, también debiera ser solidario con la región en su conjunto, con el país y por último con otros países.
La Constitución Política del Estado (CPE) manda en el artículo 307 que el Estado "reconocerá, respetará, protegerá y promoverá la organización económica comunitaria que comprende los sistemas de producción y reproducción de la vida social, fundados en los principios y visión propios de las naciones y pueblos indígena originario y campesinos".Cuando nos referimos que nuestra nueva Constitución Política del Estado ha naturalizado a su creación más preciada como la gema perfecta y desde la cual se origina todo, a ello nos referimos al indígena ó todo lo que a ello huela ó esté relacionado, es desde mi punto de vista el error más grande que se haya podido realizar al constitucionalizar el apoyo descarado a lo indígena, a lo ancestral, en detrimento de otros u otras clases sociales aún más marginadas y empobrecidas que la indígena, pero no está lo malo en cómo se ha introducido lo indígena a la constitución, sino el marginamiento y separación brusca de otras clases sociales dejadas de lado para hacer visible lo indígena. Un ejemplo de esto, es la clase media que hoy, se encuentra moribunda y sin apoyo de su Estado, languidece en silencio y sus gritos de ayuda llegan tan sólo como un susurro al gobierno.
La Economía Solidaria, es pues inclusiva y no se edifica en el odio y venganza de luchas trasnochadas añejas y milenarias, sino que mira al frente propositiva; integra a la economía comunitaria desde la perspectiva de su esencia solidaria, rescatando sus valores de producción con el objeto de calmar el hambre de la comunidad, pero no está en su ideario el de encerrarse con llave y luchar por grupos, sino más bien integrar a todos los grupos para aplanar esa división de clases sociales y más bien surja una clase social que dignifique al hombre, a la mujer, sea esta indígena ó no; generando los espacios para que no sólo se desarrolle el indígena, sino también el mestizo, etc.
Qué papel juega la propiedad privada en ambas concepciones, sería muy importante desarrollarlo, aunque por su importancia nos atrevemos a dar unos pantallazos en lo que es en una y lo que debiera ser en la otra: En la comunidad, no existe la propiedad privada como tal, ya que la propiedad privada existe, pero es la propiedad comunitaria de los bienes, que formalmente para su relacionamiento con la sociedad es representada por una propiedad comunal de todo lo que tiene la comunidad, en cuanto a los factores de producción, es decir que al interior de la comunidad no existirá propiedad individual, pero para la convivencia social persiste la propiedad privada comunal (que demandará un cambio en el Código de Comercio de nuestro país). En la Economía Solidaria la propiedad privada está presente y coexiste con otras formas de propiedad, pero los activos son entendidos desde otra perspectiva, desde la perspectiva de la explotación racional y responsable del mismo, no desde el punto de vista de explotación del recurso para enriquecimiento propio, sino la generación de producción desde la óptica solidaria de producir riqueza compartida, es decir que llegue a todos y no sólo para unos cuantos.
La Economía Solidaria y su Inserción en las Políticas Estatales
Sin lugar a dudas, no podemos pasar por alto la importancia del Estado en la conformación de leyes, normas y políticas para que el ciudadano pueda desarrollarse de manera pacífica.
¿Estará preparado nuestro Estado, ó más bien poseerá la estructura necesaria para recibir y poner en práctica la Economía Solidaria?, sin lugar a dudas que si inicialmente planteábamos un cambio radical en nuestras concepciones de la realidad actual, de sus paradigmas; con mayor razón el Estado deberá acondicionarse acorde a los cambios que la sociedad viene demandando; ya que a través de la políticas públicas los gobiernos buscan conducir a las sociedades y los Estados a una situación ideal ó de alguna manera preestablecida.
La precariedad de nuestras organizaciones políticas hoy en día en nuestro país, aunado ello a la deficiente capacidad institucional en la que nos sumergimos paso a paso cada día, nos hace pensar que es muy difícil desarrollar un pensamiento económico político que no raye en la actualidad de lo indigenista, cualquiera sea su forma, por lo tanto no avizoramos en estos momentos el escenario adecuado para desarrollar ó implementar políticas serias solidarias en nuestro país, aunque se esté pensando en acciones como : el comercio justo, seguros agrícolas para los pequeños productores, etc. Todos estos programas pensados desde una óptica centralista y encasilladas en compartimientos estancos y especializados hacia ciertos sectores que apoyan al gobierno de turno.
Existe una resistencia institucional actual en nuestro país (por lo menos así lo percibo) a la planeación y a la evaluación de las políticas públicas; existen rígidos sistemas de control de gastos que obstaculizan el desarrollo de programas y proyectos con la celeridad deseada y el miedo en ser juzgados por todo y por nada en la administración de los recursos del estado paraliza a muchas personas y les cohíbe de desarrollar la creatividad en la concepción y producción de planes y proyectos en favor de la gente; este clima de incertidumbre que raya en la peor época de la cacería de brujas de la inquisición, no es bueno para la generación de un clima en el cual se pueda sentarse ó pensar en desarrollar programas de ayuda al más necesitado, es una coyuntura obscura y mezquina, que enfrenta al funcionario público en su condición de subalterno a la espera de órdenes que emanen de lo más alto de la cúspide para recién moverse ó desarrollar el trabajo para el cual fueron contratados.
Corolario de todo lo señalado, es la excesiva concentración del poder por parte del gobierno de turno, el cual quiebra la independencia de los órganos e instituciones que debieran mantener su independencia para que el engranaje que sustenta la libertad de expresión y desarrollo de una sociedad pensante y no pedante u ociosa que se estanca en la nada y por temor esconde sus demandas más apremiantes para sólo sollozar entre estornudos de temor y silencio cómplice; esto origina también la elaboración de agendas públicas en función de los gobiernos de turno; así se quiebra el orden por el cual la sociedad debe de revelarse y no esperar que la agenda baje ya determinada, produciendo un quiebre institucional y un resquebramiento en las organizaciones políticas que se acostumbran a la distribución no sólo de pegas, sino también de dadivas en efectivo.
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