- Economía socialista de mercado: el modelo chino
- El proceso de modernización y apertura
- Reformas y transición
- La incorporación de la República Popular de China al nuevo orden económico internacional
- Otras acciones rumbo a la apertura
- Ahora sí, el concepto de economía socialista de mercado
Las buenas oportunidades comerciales
siempre están relacionadas con las
buenas situaciones económicas de un país
QI LINFA
Consejero Económico y Comercial
de la Embajada de la
República Popular China en Chile
1. Economía socialista de mercado: el modelo chino
Como dice Patricia Coti en su tesis de la Licenciatura en Comercio Exterior por la Universidad Madero, "la historia del comercio exterior chino comenzó con la dinastía occidental Han (206 a.C.-9 d.C.) durante la famosa ‘ruta de la seda’ mediante la cual Asia central era explorada por enviados chinos", y que "durante las dinastías posteriores, los barcos chinos comerciaban por toda la ruta marítima de Asia, logrando como punto final la costa africana, mientras que las caravanas extendieron sus contactos comerciales por Asia central y en el Medio Oriente".
Este y muchos otros datos que sería largo enumerar, nos confirman que, históricamente, China no sólo ha sido cuna de la civilización humana, sino una potencia comercial, ya que, aun en sentido inverso al de la globalización dominante y despiadada, por completo capitalista, evolucionó sus sistemas político y comercial con el fin de sobrevivir en dicho proceso mundial.
Actualmente, la política económica de esta nación se sustenta en el llamado modelo de Economía Socialista de Mercado, pero, ¿de dónde surge esta noción? Véanse enseguida los antecedentes de ésta.
El actual régimen de gobierno de China es una República Popular Comunista fundada en una Constitución Nacional. De igual modo, su economía es regida y dirigida por el Estado y se funda en un pacto entre éste y el sector obrero, en materia de industria; y con el sector campesino, en materia agropecuaria.
La política económica de la República Popular China se fundaba originalmente en la dirección de la política industrial, agrícola, monetaria y comercial a cargo del gobierno y con la asistencia de los demás poderes y el Comité Central del Partido Comunista.
Sin embargo, los líderes del mundo chino, a diferencia del mundo soviético –que se quedó estancado en su modelo económico tradicional sin querer aceptar la necesidad de amoldarse a las transformaciones de la economía mundial, esencialmente comercial–, previeron la necesidad de transformar su economía para adaptarse a las tendencias internacionales en boga.
Así, la inserción de China como competidor comercial estratégico en el nuevo orden económico mundial no es un fenómeno reciente, sino que obedece a un esfuerzo continuo durante más de veinte años. Incluso, mucho antes de que pudiera preverse la caída del muro de Berlín y, posteriormente, el derrumbamiento de la ex URSS así como, por ende, del bloque socialista.
Dicho esto con mayor precisión, "a finales de 1978 los líderes chinos intentaron cambiar su economía, hasta entonces basada en el modelo soviético con una planificación centralizada, por una orientada al mercado, pero controlada por el Partido Comunista".
"Con este fin, pasaron la responsabilidad de la agricultura a un sistema centralizado en vez de la antigua colectivización, aumentaron las responsabilidades de los directores de las industrias, permitieron una gran variedad de pequeñas empresas, y abrieron la economía a la inversión extranjera y al comercio exterior".
De hecho, esta podría ser considerada como la clave del desarrollo y la transformación de la economía china, pues derivó en el establecimiento de relaciones económicas con otras naciones –a través del intercambio comercial, la inversión extranjera y la cooperación económica– así como con diversos consorcios industriales y comerciales transnacionales. Pero vayamos por partes.
2. El proceso de modernización y apertura
En materia agrícola e industrial, "la producción agrícola se duplicó en los 80 y mejoró la industria, especialmente en las zonas costeras cercanas a Hong Kong y alejadas de Taiwán, donde la ayuda exterior y los modernos métodos de producción habían mejorado, tanto la producción local como las exportaciones. El Producto Interno Bruto triplicó el de 1978" .
Gradualmente, en la economía china el PIB fue incrementado aproximadamente en un promedio de un 10% en los años 1990, y se empezó a emplear a la población a la vez que se depuraban los sistemas administrativos del Estado. Con ello se estaban preparando las condiciones para culminar la transformación de la economía centralizada por una economía más dinámica.
A fines de 1993, se aprobaron una serie de reformas a largo plazo para mejorar las leyes del mercado y reforzar el control central financiero, controlando las industrias clave en lo que ahora se llama 'economía socialista de mercado'. Al mismo tiempo, el gobierno se esforzó –entre otras cosas– en mantener a flote las grandes empresas estatales, muchas de las cuales no habían participado en el despegue de la economía.
Así, "en el desarrollo de la economía china, al tiempo que se realizaba su adaptación a las tendencias dominantes de la economía internacional, el Estado procuró llevar a cabo la transformación de un modo gradual, equilibrado –pues incorporaba a todos los sectores productivos– y coherente, pues no se abrió inmediatamente sino que fue preparando las condiciones necesarias para que esto se lograra de manera plena, efectiva y permanente, sin efectos rebote o de tipo negativo.
Asimismo, una de las estrategias que le permitió al Gobierno de la República Popular China impulsar su crecimiento comercial fue abatir una serie de gravámenes que frenaban el consumo interno y, al tiempo que se abren las zonas económicas especiales (América Latina, Unión Europea, etc.), China ha efectuado una serie de reformas de la estructura de comercio exterior.
Con ello, resulta obvio, el Estado chino ha procurado llevar a cabo la preparación de las condiciones tanto para el comercio interior como exterior, equilibrando ambos rubros. Ahora bien, ¿en qué términos se ha dado esta situación?
Entre las reformas al comercio exterior, por ejemplo, se pueden mencionar las siguientes, según informa el sitio web de la Oficina Central de la Embajada de la República Popular China en Perú:
- "La ampliación de las facultades locales de evaluar y ratificar las exportaciones, fomentando la autonomía de la gestión y exportación de las empresas del comercio exterior, etc.
- Se ha cambiado básicamente la vieja estructura en la que el comercio exterior era gestionado de manera monopólica por el Estado y estaba altamente concentrado, no se separaban las funciones gubernamentales de las empresariales y se encargaban unificadamente de las ganancias y pérdidas. El Estado redujo paso a paso la administración de los planes de carácter directivo en el comercio exterior y de las empresas respectivas.
- Se establece poco a poco el sistema de administración en que se regula el comercio exterior con los métodos económicos como los impuestos aduaneros, las tasas de divisas, los créditos, etc.".
Con ello se dotó de facultades a las administraciones públicas locales para fomentar, gestionar y apoyar las actividades de comercio exterior así como para agilizar trámites al no tener que ser sujeto de manejo directo de los órganos centrales de gobierno.
Este sistema, adoptado por la República Popular China como parte de su proceso de incorporación y adaptación a las transformaciones de la economía mundial –propiamente en el marco de la referida globalización–, conserva las características del gobierno socialista.
En él, un punto vital es el correspondiente a lo que la Oficina Comercial de la Embajada de China en México denomina "los sectores definitivos" de la economía china, o sea, industria y campo. Acerca de dichos sectores, el Estado chino conserva la propiedad de más del 80% de las empresas que los integran.
Lo mismo sucede con los sectores estratégicos de la economía china: en materia de petróleo y energía eléctrica, el gobierno conserva la exclusividad de la propiedad y operación de las empresas que explotan, procesan y distribuyen estos valiosos recursos.
De acuerdo con información amablemente proporcionada en 2003 por el señor Zhao Chunjiang, Secretario de la Oficina Comercial de la Embajada de China en México, las empresas del sector consumo (también denominada industria ligera), es decir, motocicletas, electrodomésticos, computadoras, entre otros, están abiertas a la inversión extranjera.
Más aún, el 90% de este sector es propiedad privada y se encuentra en manos de compañías provenientes de otros países.
En esta rama de la producción china no hay control del Estado ni restricciones, pero de ello se hablará en el siguiente capítulo de esta investigación, cuando se aborden las transformaciones de la economía china con mayor profundidad y detalle.
Volviendo al origen de la economía socialista de mercado, China resolvió adoptar este modelo económico de conformidad con lo ocurrido durante la III Sesión Plena del XI Comité Central del Partido Comunista de ese país, efectuada en el año 1978. En el cuadro cronológico que se muestra enseguida, se ilustran con mayor precisión estos informes.
CUADRO 1. Breve cronología del establecimiento de la economía socialista de mercado en China | |
Antes de 1978 | Antes de este año, cuando se inició la reforma y apertura, el Estado fijaba los precios de la mayoría absoluta de las mercancías del mercado chino. |
1978 |
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Principios de los 80 | Después de la reforma y apertura, con la ampliación del mercado de mercancías y el cambio de relación entre oferta y demanda, el Estado realizó de manera planificada y metódica una reforma de los precios. Regían tres tipos de precios: los fijados por el Estado, los orientados por el Estado y los regulados por el mercado. Este último grupo se ampliaba constantemente. |
1984 | La III Sesión Plena del XII Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada en ese año, aprobó la "Resolución acerca de la reforma de la estructura económica" y la reforma y apertura pasaron del campo a la ciudad. |
Fuente: Economía (2002). Sitio web de la Oficina Central de la Embajada de la República Popular de China en Perú. http://www.ofcechina.org.pe/econom1.htm |
4. La incorporación de la República Popular de China
al nuevo orden económico internacional
Como ya se ha visto, desde el año 1978 el gobierno chino empezó a modificar sus ideas y procesos respecto de la economía nacional, a efecto de adaptarse exitosamente a las transformaciones y a las tendencias globalizadoras que ya desde esos años empezaban a imperar. Sin embargo, abrirse a las prácticas comerciales globales dominantes no sería suficiente.
Así, para acomodarse a las practicas internacionales, China presentó oficialmente la solicitud para recobrar su posición de país signatario en el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio en 1986. En el año 1995 se fundó la Organización Mundial de Comercio. China sigue las negociaciones para incorporarse a esa organización.
"En ese período, China redujo muchas veces los aranceles aduaneros, y en los 13 años, el entusiasmo de este país por incorporarse a la Organización Mundial de Comercio no se redujo, mientras que seguía cumpliendo sus promesas: Como un país en vías de desarrollo y sobre la base del Acuerdo de la Ronda Uruguay, China asumió las obligaciones correspondientes a su nivel de desarrollo económico".
Asimismo, "fortaleció activamente las negociaciones con Estados Unidos y los demás países miembros de esta organización, asistió a las actividades de la Organización de Cooperación Económica de Asia-Pacífico y jugó un papel importante en ellas. Las relaciones comerciales bilaterales entre China y Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Japón, etc. se fortalecieron constantemente".
Como antecedente inmediato, se debe decir que, pese a ser una nación hermética y considerada como uno de los dos grandes polos del comunismo mundial, China desarrolló unas relaciones diplomáticas buenas, mismas que, posteriormente, le servirían en su evolución hacia la inversión extranjera y el comercio exterior para convertirse en una economía de mercado.
Pero este proceso no era nuevo ni mucho menos desconocido para los líderes de China, ya que desde octubre de 1949 hasta mayo de 1951, esta gran nación estableció relaciones diplomáticas con 19 países. Durante la segunda mitad de la década de los 50 y las postrimerías de la siguiente, numerosos países recién independizados establecieron relaciones diplomáticas con ella.
"A fines de 1969, cincuenta países tenían esas relaciones con el nuestro". Indica el web de China. "En la década de los 70, debido a la normalización de las relaciones chino-norteamericanas, a la restitución de su legítimo puesto en la Organización de las Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad de la misma, China logró un nuevo e importante avance en las relaciones con el exterior".
Algunos países como Japón, EE.UU. y muchos del tercer mundo establecieron relaciones diplomáticas con China, sumando, a finales de 1979, 121. En la década de los 80, China estableció relaciones diplomáticas con numerosos países de Asia, África, América Latina y Oceanía.
Entrando a la década de los 90, "China estableció relaciones diplomáticas con las diversas repúblicas recién independizadas de la Unión Soviética y con Sudáfrica, la República de Corea e Israel. A finales de 1999 China tenía relaciones diplomáticas con 161 países".
Esa eventual apertura diplomática, en su oportunidad, culminó en una apertura comercial e industrial. Así, gradualmente, China dejó de ser solamente una potencia política, para convertirse, además, en una potencia económica y, esencialmente, comercial.
Además, el logro de consensos, especialmente con la Unión Americana, han representado grandes avances en tal sentido. Por ejemplo, en junio de 2001, "China y Estados Unidos lograron llegar a un consenso sobre los asuntos pendientes en las negociaciones multilaterales para el ingreso de Pekín a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los delegados de ambas partes se reunieron en Shangai, en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que cuenta con la participación de 30.000 funcionarios, expertos y empresarios de 21 países" .
5. Otras acciones rumbo a la apertura
Como se ha dicho antes, la producción agrícola se duplicó en los 80 y mejoró la industria, especialmente en las zonas costeras cercanas a Hong Kong y alejadas de Taiwán, y el PIB se triplicó el de 1978. Por otro lado, "con este sistema híbrido, la dirección ha experimentado los peores resultados en lo que refiere a la burocracia y a la dejadez propias del socialismo y a la corrupción e inflación del capitalismo, lo que ha motivado la vuelta, en algunas ocasiones, al antiguo sistema". Asimismo, se deben resaltar los siguientes datos:
- En 1992-95 se incrementó el PIB, principalmente en las zonas costeras, con un promedio superior al 10% anual.
- Repasando, a fines de 1993, se aprobaron una serie de reformas a largo plazo para mejorar las leyes del mercado y reforzar el control central financiero, controlando las industrias clave en lo que ahora se llama 'economía socialista de mercado'.
- En 1995 la inflación decayó bruscamente, como resultado del fuerte control sobre la moneda y la alimentación.
- Al mismo tiempo, el gobierno se esforzó en:
- Cobrar los impuestos de las provincias;
- Combatir la extorsión y otros delitos económicos, y
- Mantener a flote las grandes empresas estatales, muchas de las cuales no habían participado en el despegue de la economía.
En materia de desgravación, se puede mencionar las siguientes acciones recientemente emprendidas por el gobierno chino:
- A partir de abril del presente año 2002, el Ministerio de Hacienda chino empezó a abolir la política de cobros de restricción al consumo, con el fin de ampliar y fomentar la demanda interna y fortalecer la capacidad de consumo de los habitantes urbanos.
- Además, se proyectó en el corto plazo el gobierno eliminará varios cobros especiales por el uso de coches, reglamentará los cobros por la construcción de viviendas, implementará la política de exención total y parcial de cobros a los trabajadores desplazados y revisará los cobros relacionados a los salarios de los trabajadores en servicio activo.
- Además de estas medidas, el Ministerio de Hacienda fortalecerá la administración del fondo de cobros en los tres aspectos siguientes:
- Reajustar los cobros discordes con los convenios de la OMC, y eliminar los cobros que disturban la formación de un mercado integrado nacional, promoviendo así el desarrollo sano del mercado.
- Reordenar los cobros de administración de los mercados feriales y revisar los cobros en la licitación y el mercado de construcciones.
- Continuar impulsando la reforma de impuestos y tarifas en el campo, reordenar a fondo las tarifas rurales especiales y reglamentar la administración de los cobros relacionados a la agricultura, a fin de aliviar los gravámenes sobre los campesinos y elevar su capacidad de compra.
- Suprimir algunos proyectos financiados con fondos gubernamentales, llevar a cabo la política de exención total y parcial de cobros a las empresas por su conversión en sociedades anónimas y rectificar los cobros por la construcción de carreteras en las regiones occidentales del país, con vista a crear un buen entorno exterior para la producción y operación de las empresas.
Como habrá podido verse, la política económica del gobierno de la República Popular de China se funda en cuatro grandes puntos:
- El desarrollo y reorientación de la agricultura como sector estratégico de la economía nacional, pero con base en un nuevo modo de producción y comercialización.
- La industrialización del país en todos los niveles y tamaños de la industria, pero con un fomento y apoyo importantes a la pequeña empresa.
- La apertura de la economía nacional china a la inversión extranjera y al comercio exterior.
- El combate a la extorsión y otros delitos económicos, y el cobro puntual de las contribuciones públicas.
- La reducción o eliminación de diversos gravámenes que frenaban el consumo interno.
Pero, además, el gobierno chino ha realizado fuertes inversiones en materia de comunicaciones y transportes así como en telecomunicaciones, la incorporación oficial de China como socia de los organismos que conducen el nuevo orden económico mundial. En el siguiente apartado se revisarán algunos aspectos importantes respecto a la industria.
Ahora ya se conocen algunos de los pasos dados por el gobierno chino para modificar su economía y adaptarse a los cambios del orden económico internacional dominante durante el último cuarto del siglo XX. Sin embargo, cabe preguntarse todavía ¿qué es, propiamente dicha, una economía socialista de mercado?
6. Ahora sí, el concepto de economía socialista de mercado
Este concepto tiene una de sus raíces en la concepción de economía social de mercado de Ludwig Erhard, quien fuera ministro de economía de Alemania durante el largo período 1948-1963. La economía social de mercado de Erhard "rechazó de raíz el colectivismo y la planificación estatal no conforme con el mercado libre", o mejor dicho, con las tendencias de la economía internacional de mercado, pero también "partió de un rechazo igualmente firme del laissez faire del liberalismo clásico".
En resumen, podría decirse que esta doctrina de Erhard rechazaba abiertamente aquellos puntos de las doctrinas socialista y capitalista que, representando posturas extremas o demasiado recalcitrantes (por no llamarles pragmáticas), pudieran obstaculizar la libre competencia comercial o favorecer de manera desigual a alguna de las partes involucradas en este proceso.
Así, "la política de la Economía Social de Mercado" se inspira "en la idea de armonizar, sobre la base de una economía de libre competencia, la libertad personal con un creciente bienestar y seguridad social, reconciliando a los pueblos mediante una política de aperturismo mundial".
Evidentemente, esta noción surgió en el máximo punto de la Guerra Fría y la bipolaridad Este-Oeste, y las desigualdades sociales no habían llegado a un punto tan alto como en la actual era de la globalización.
"Con la caída de la Unión Soviética y la reorientación de los mecanismos de crecimiento económico en China y otras sociedades comunistas supervivientes, existe una economía capitalista mundial en un sentido más completo que nunca", con las consecuentes desigualdades a que se hacía referencia antes.
Véase así: la desigualdad en el seno de las sociedades (tanto las industrializadas como las que están en vías de desarrollo) ha aumentado, cosa que también ya se mencionó, pero creciendo de manera alarmante el número de pobres y gente sumida en la miseria más extrema y desoladora.
En fin, que China ha tenido que adaptarse a la economía de mercado pero sin descuidar sus funciones sociales esenciales en las que se funda su política de Estado, a fin de evitar que su pueblo caiga en esa terrible miseria. Definitivamente, "los aspectos destructivos del crecimiento económico ilimitado son tan omnipresentes y visibles que ningún estado ni corporación industrial puede ignorarlos".
"Marx percibió el capitalismo como un monstruo, una manera irracional de conducir el mundo que supedita la satisfacción de las necesidades humanas al mercado", y ello es lo que dio origen a la noción de economía social del mercado, precisamente para aliviar un poco la tensión de estas desigualdades.
En diferentes análisis acerca del socialismo puro, Anthony Giddens, Director de la London School of Economics and Political Science, y David Schweickart, investigador de la Loyola University of Chicago, "consideran que el socialismo de Estado conforma un modelo de gestión de las empresas económicamente inefectivo y políticamente autoritario" y que "las decisiones económicas en un sistema complejo y mundial no pueden ya ser subordinadas efectivamente a una planificación centralizada".
Así, "el Partido Comunista de China decidió implementar un modelo en el que, sin modificar su sistema político ni su régimen de gobierno, pudiera actuar dentro del ámbito internacional de libre mercado, con la regulación del Estado pero sin su intervención directa, permitiendo de ese modo el intercambio comercial con otros países y fomentando la inversión extranjera y el consumo en su mercado interno", a la vez que cuidando el bienestar del pueblo chino.
A grandes rasgos, se puede concluir que es alta la importancia económica que ha tenido China desde la más remota de la época antigua, tanto por ser una de las cunas centrales de la humanidad como por ser cuna de algunos de los avances tecnológicos más valiosos de la humanidad, con todas las implicaciones que ello ha tenido históricamente en el ámbito de la economía (la dominación militar fue posible, entre otras, gracias a la invención de la pólvora; recuérdese que con base en dicha dominación fue como las potencias europeas lograron tener colonias por todo el mundo).
Pero pese a ser un importante centro económico mundial, realmente China nunca ha sustentado ese auge en el comercio exterior, por lo que resulta particularmente atractivo conocer, primero, el por qué de su importancia económica y su evolución de su situación comercial. No obstante, corresponderá a otro estudio ese análisis, por lo que se deja abierta la puerta para futuros y más profundos trabajos sobre el particular.
A mis amigos y hermanos
Jesús Alejandro, Gerardo
y Tayde Guadalupe Cóyotl Reynoso,
así como al Maestro
José Alfonso Trinidad Vázquez Sierra,
por la amistad y las enseñanzas.
EL AUTOR
EMILIO VELAZCO GAMBOA
Mexicano. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad del Desarrollo del Estado de Puebla (UNIDES). Diplomado en Derecho Electoral y Diplomado en Derecho Constitucional por la Universidad Cuauhtémoc. Fundador de la Cátedra Iberoamericana de Ingeniería Política A. C. y Presidente del Consejo de Directores de ésta.