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Fundamentos teóricos y metodológicos sobre la reconversión productiva en el sector cooperativo cañero cubano (página 2)


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En este escenario complejo, adverso y hostil tienen lugar nuestros esfuerzos en primer lugar, por frenar la caída de la economía, y retomar después su crecimiento, realizando las transformaciones necesarias para que pudiera sustentar en condiciones de eficiencia y de adaptación a las realidades que impone el contexto internacional, la continuidad y el desarrollo perspectivo de la Revolución, y la preservación de su esencia socialista (Resolución V Congreso PCC).

Toda esta situación hacia necesario el inicio de un proceso de transformación de las relaciones de producción, que diera como resultado el desarrollo de las fuerzas productivas. Dentro de las medidas más importantes para la agroindustria lo fue la constitución de las Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC), según los acuerdos adoptados por el Buró Político del PCC el 10 de septiembre de 1993.

El surgimiento de las UBPC, debe ser entendido como culminación de un proceso dialéctico de continuidad y cambio. Son consecuencia del desarrollo precedente del camino estatal y cooperativo, síntesis del desarrollo alcanzado y forma de solucionar las contradicciones acumuladas en la gestión estatal de la agricultura.

La creación de las UBPC, en lo fundamental entre 1993 y 1994, modificó las condiciones de trabajo e ingresos de los obreros de las granjas estatales hacia formas cooperativas, recibiendo las tierras en usufructo gratuito e ilimitado en tiempo y los demás medios necesarios en condiciones favorables de créditos, además de exenciones fiscales y subsidios presupuestarios cuando se ha requerido.

Es importante apuntar, que cuando se lleva a cabo la constitución de estas entidades económicas, es precisamente el momento más complejo y difícil de la economía cubana, en los últimos años y en particular para la agricultura, dentro del período de crisis económica. El sector agropecuario se vio seriamente afectado, registrando importantes disminuciones en los insumos básicos para la agricultura y la técnica, contribuyendo a importantes descensos en la producción y registrándose importantes niveles de pérdidas.

Las UBPC heredaron una situación compleja, sobre una economía agrícola con altos niveles de pérdidas, todo esto indicaba la necesidad de acometer un proceso de redimensionamiento y reconversión productiva y tecnológica.

La reconversión productiva es un fenómeno relativamente joven, es un proceso que se ha desarrollado en muchas cooperativas de América Latina para incrementar sus niveles de competitividad en el mercado, buscando la manera de que las entidades utilicen sus posibilidades y capacidades productivas y de gestión para erradicar de forma paulatina sus problemas en la producción y los servicios. Sin embargo, la erradicación de esos problemas es un proceso complejo, donde intervienen muchos factores de carácter objetivo y subjetivo que hacen más difícil lograr esa meta.

Desarrollo.

Reconversión productiva, premisas, necesidad y contexto de desarrollo

En el contexto internacional y nacional, las circunstancias han obligado a las empresas agrícolas, a adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado nacional e internacional, para hacerle frente a la competencia y poder sacar ventajas de esta. De ahí, que los procesos de reconversión, diversificación, redimensionamiento, se han convertidos en categorías que se han impuesto en el escenario de la producción agraria de la década de los 90. En el sector agropecuario, las condiciones de viabilidad y supervivencia de las explotaciones, quedaron sujetas a su adecuación a ciertos factores determinantes: eficiencia económica, escala de producción, nivel tecnológico, mayor productividad del trabajo, diversificación e incorporación de rubros intensivos, integración agroindustrial.

Este proceso, debe llevar a alcanzar una agricultura moderna, sostenible, equitativa, entendida como un sector ampliado, que trasciende la producción primaria, capaz de mantenerse como sector dinamizador de la economía.

Según el Programa de Reconversión Productiva Costarricense (2005) "La reconversión productiva del sector agropecuario, es entendida como la adaptación a las nuevas condiciones de un entorno, que por naturaleza es cambiante, para alcanzar una producción capaz de competir exitosamente en la defensa del mercado local y de lograr una incursión eficiente en los mercados externos"(1) . Esto evidencia, que de acuerdo a las condiciones actuales, las empresas tienen que estar constantemente listas para ser ajustes, con el objetivo de poder incursionar en los nuevos mercados más exigentes y más competitivos.

En el proceso de reconversión productiva, se distinguen tres niveles que se complementan: nivel de la empresa, nivel sectorial y el nivel nacional.

A nivel nacional, hay que tener presente que la reconversión productiva, se gesta como una respuesta para facilitar la transición hacia el nuevo escenario, producto del ajuste económico y cambio estructural hacia un modelo de desarrollo abierto y globalizado.

La reconversión a nivel sectorial, lleva a responder, a ofrecer soluciones para la transformación, para la modernización, que propicien un ambiente adecuado, para que el sector y sus sectores alcancen mayor competitividad.

A nivel de la empresa, lleva a transformación a nivel del predio, finca o explotación, así como a la empresa agroindustrial y a la comercializadora de productos agrícolas, con el fin de que puedan alcanzar mayor eficiencia para competir, defender adecuadamente el mercado local y proyectar con éxito a los mercados externos. (2)

Por tanto, en el proceso de reconversión productiva intervienen intereses que están muy relacionados con el lugar y el espacio productivo donde se lleva a cabo la producción, la cual, va a repercutir a nivel de los productores en particular de la entidad y de la sociedad en general.

La reconversión productiva, tiene por objetivo elevar la competitividad del sector agropecuario para la defensa del mercado local y la inserción eficiente en los mercados internacionales.

Los conceptos de reconversión productiva y de competitividad, son procesos que se complementan. "Se entiende por competitividad la capacidad que posee una actividad o empresa para ingresar con éxito al mercado (interno y/o externo), obtener una participación y sostenerla o incrementarla con el tiempo, derivando a la vez, la más alta rentabilidad. La competitividad es caracterizada por la capacidad de innovar y mejorar constantemente" (3)

La competitividad debe ser vista con una perspectiva dinámica, abarcando factores tales como precio, calidad, costos, servicio, capacidad gerencial, flexibilidad productiva, oportunidad, confiabilidad, adaptabilidad al cliente, entre otros.

La reconversión productiva, es un proceso que se lleva a cabo en la empresa para lograr la reestructuración de las actividades productivas y gerenciales y adaptarlas a las nuevas condiciones del entorno. (4)

Desde el punto de vista macroeconómico, el proceso se fundamenta en el aprovechamiento de las ventajas comparativas del sector y en la creación de ventajas competitivas ofreciendo productos con alto valor agregado para el mercado interno y externo.

"La reconversión productiva es la adopción de nuevos sistemas y procedimientos de producción y gestión empresarial que conduzcan al incremento de la competitividad de la empresa, tanto a nivel local como en mercados más amplios" (Reyes, 2004) (5). La reconversión productiva no puede verse alejada de la propia vida y características de la empresa, la cual debe enfrentar los aciertos y desaciertos del mercado.

A nivel de la empresa, existen muchos aspectos que pueden ser perfeccionados con el fin de que el mismo este en mejores condiciones de competir en los diferentes mercados, por eso, esos cambios no solo se orientan a los mercados sino también a la reorganización productiva, a la integración agroindustrial, etc.

Sin lugar a dudas, la reconversión productiva es un proceso que nace de la propia realidad de la entidad, por lo que su realización debe surgir de ella atendiendo a sus condiciones concretas, ya que los beneficios o prejuicios del proceso repercuten y repercutirán en el futuro en la misma.

Este proceso de reconversión, tiene que lograr satisfacer las necesidades del colectivo y cumplir con la sociedad y para eso tiene que buscar ser eficiente en el uso de los recursos y enfrentar la competencia en el mercado con otras entidades, por lo que siempre tiene que adaptarse a las nuevas condiciones del entorno productivo y del mercado.

"La intención de un proceso de reconversión en una empresa cooperativa, es apoyarse en sus principios y valores para lograr una organización más consolidada y competitiva mediante la convicción de que muchas cosas pueden mejorarse" (6)

Existen una serie de procesos y actividades que tienen el propósito de mejorar la capacidad de las empresas para adaptarse al medio, enfrentar la competencia y satisfacer las necesidades de los clientes.

En la medida que la cooperativa responda a estas necesidades con inversiones, capacitación de personal y desarrollo tecnológico, podrá alcanzar los niveles de productividad y eficiencia requeridos para fortalecer su presencia en el mercado.

Para lograr lo anteriormente planteado se tiene que revalorizar el concepto de agricultura, para que el proceso tenga éxitos, es decir, analizar la agricultura desde una visión sistémica, desarrollada en armonía con el ambiente, moderna, competitiva, equitativa, y dinamizadora del desarrollo.

Se considera que, el proceso de reconversión productiva debe cumplir varios objetivos:

1- Facilitar y apoyar la adopción de nuevos sistemas y procedimientos de producción y gestión empresarial, que conduzcan al incremento de la competitividad de las empresas del sector agropecuario, tanto a nivel local como en mercados más amplios.

2- Implementar programas, proyectos u otros mecanismos que promuevan en el sector agropecuario el desarrollo de nuevas actividades productivas, la utilización de una base tecnológica adecuada, la minimización del riesgo productivo y el riesgo comercial.

3- Mejorar las condiciones de seguridad alimentaría a nivel local, territorial y nacional.

"Para la operacionalización del proceso de reconversión productiva, es necesario conceptualizar las actividades productivas agropecuarias, como complejos integrales de los sectores primarios y agroindustrial, estrechamente vinculados con la comercialización, los servicios y actividades conexas de subproductos y provisión de insumos, de esta forma, el análisis de la competitividad sectorial, requiere que se reconozcan los eslabonamientos de la agricultura hacia atrás (demanda de insumos y servicios) y hacia adelante (transformación, comercialización). En el proceso de reconversión, se atenderá a los sectores en forma integral, con el fin de propiciar la competitividad de cada uno de los eslabones o fases de su actividad" (7)

De lo anterior se desprende, que este es un proceso que tiene que ser participativo, además, se requiere que se establezca la concertación, y que el diálogo franco y reglas del juego claras, estables, consistentes, enmarquen las relaciones entre la directiva de la cooperativa y el resto del colectivo de trabajadores.

Un proceso de reconversión productiva, tiene que apoyarse en los principios y valores cooperativos, para lograr una entidad más consolidada y comprometida a nivel de todos sus miembros en llevar adelante los cambios necesarios, buscando la eficiencia de la misma.

Hay que tener presente, que las cooperativas son empresas que están compuestas por un colectivo de trabajadores, que tienen determinadas necesidades, aspiraciones y por tanto, el proceso tiene que atender de alguna manera para poder aspirar al éxito.

Cuando hablamos de que la empresa esta integrada por un colectivo de trabajadores, estamos incluyendo ahí también a la mujer campesina que forma parte importante de ese colectivo y que juega un papel fundamental en la realización de tareas tan necesarias como las que hacen los hombres. Aunque en nuestro país, no existe esa discriminación con la mujer, en otros países si se mantiene esa desigualdad con el sexo femenino y ese problema puede dificultar el éxito del proceso. En Cuba, la mujer que trabaja en el campo, es altamente valorada, teniendo en cuenta que ella tiene otras responsabilidades dentro del hogar con la familia.

El proceso de reconversión, esta organizado de manera tal, que sea un acto participativo de todos los miembros del colectivo y por ende los resultados del trabajo dependa de ese nivel de participación de forma consciente.

Con frecuencia, los directivos de la entidad, tienen cierta culpabilidad en los posibles cambios que puedan ocurrir en la empresa, porque para muchos de ellos, solo es posible cambiar cuando se ha hecho algo mal. Sin embargo, se ha demostrado, que el entorno donde se mueve una entidad productiva, está constantemente cambiando, por lo que es necesario ir mejorando y transformando el entorno productivo de la entidad si quieren mantenerse en el mercado y crecer.

Por tanto, es necesario que la dirección de la cooperativa este al tanto de toda la situación de la organización, esperando el momento y las condiciones más favorables para efectuar el proceso. Además de que el cuerpo directivo de la empresa, esté convencido de que la misma requiere de un cambio, teniendo en cuenta la manera que ha funcionado hasta el momento.

"La gran mayoría de los empresarios se preocupan y se ocupan de los problemas de la empresa cuando su organización se encuentra en graves problemas, lo cual representa un riesgo adicional, dado que en tal caso las decisiones hay que tomarlas bajo grandes presiones y a corto plazo, limitando la creatividad y la visión estratégica que demanda un proceso de reconversión productiva" (8)

Es necesario poder detectar a tiempo, por parte de la dirección de la empresa, los problemas que le indican que el proceso productivo, está presentando síntomas de deterioro para atender oportunamente los mismos y buscar las vías de solución, que puede ser un proceso de redimensionamiento, de reestructuración o de reconversión productiva.

Según Reyes (2004), existen muchas manifestaciones a lo interno de la organización, que pueden indicar el momento oportuno de actuar. Por ejemplo:

  • Los costos de producción cada día son más altos y los precios tienden a descender progresivamente en el mercado.

  • Imposibilidad de poder incorporar nuevas tecnologías a la producción y el producto mostrar cansancio y rezago.

  • La empresa presenta dificultades para lograr niveles de rentabilidad adecuados comparables a las demás empresas. (9).

La organización y desarrollo de la producción agropecuaria y en particular de la producción cañera, se subordina a un conjunto de particularidades que hacen que sus procesos económicos y naturales se vinculen estrechamente, influyendo de manera notable, en las necesidades de recursos y en los resultados de la producción, por tanto, la eficiencia de la producción cañera dependerá no sólo del proceso de trabajo, sino también, de los procesos naturales que en ella tienen lugar.

Características de la economía internacional y su impacto sobre el entorno empresarial cañero cubano

La dinámica de la economía internacional y su desarrollo ha repercutido sobre la economía cubana y en particular sobre el sector cañero.

El cultivo de la caña y la producción de azúcar han sido, desde el mismo nacimiento de la nación cubana, base de su economía y un elemento significativamente vinculado a su desarrollo social, a su cultura y a sus tradiciones.

A partir del gran desarrollo azucarero de las dos primeras décadas de este siglo y hasta el triunfo de la Revolución en el 1959, el grueso de la producción azucarera cubana fue comercializado a los precios preferenciales de la Cuota Azucarera de los Estados Unidos. Varios meses después del triunfo revolucionario, se promulgó la Primera Ley de Reforma Agraria y la respuesta del gobierno norteamericano fue eliminar la compra de la cuota azucarera cubana, dicha cuota fue distribuida después entre los distintos países latinoamericanos y algunos países asiáticos.

La cancelación de la cuota cubana fue, una de las primeras acciones agresivas norteamericanas, en su intento de derrocar el Gobierno Revolucionario. En aquellas condiciones, que amenazaban con quebrantar la economía del país, Cuba encontró un nuevo mercado en la Unión Soviética y los países del campo socialista, con los cuales se establecieron acuerdos de comercialización del azúcar en condiciones justas y mutuamente ventajosas.

A partir del año 1990, la economía cubana en general y el movimiento cooperativo en particular se ven sometida a un "Periodo especial" caracterizado por una aguda y profunda crisis económica, debido al derrumbe del campo socialista y en especial la URSS y por supuesto la desaparición del CAME, lo que condujo a una reducción de la capacidad de importación en un 85% con relación a 1989 y junto con esto, el sistemático incremento del bloqueo económico norteamericano.

El sector azucarero, al igual que el resto de los sectores del país, se vio sometido a extraordinarias limitaciones financieras y dificultades comerciales.

La desintegración de la URSS, significó para Cuba la pérdida del principal mercado azucarero, lo que obligó a Cuba a tener que incursionar en el mercado internacional del azúcar, dominado por las transnacionales y distorsionado por los subsidios de las producciones internas en Estados Unidos y la Unión Europea, hicieron que los precios bajaran a 6 centavos la libra, lo que hacia insoportable la producción cañera cubana a los costos que se obtenía.

El fenómeno de la Globalización neoliberal que hoy recorre el mundo, ha originado fenómenos nuevos y que necesitan de un pensamiento crítico, para poderlos enfrentar, porque se van del alcance de los propios países, de sus decisiones nacionales, ya que en ello están implicados otros intereses. Hoy el mundo esta sometido y en particular los países del tercer mundo, a un cerco que no pueden disponer ni de sus propios recursos y deben competir en el mercado mundial con grandes firmas, que no pertenecen casi siempre a ningún estado en particular.

Además, la economía hoy se mueve sobre la base de una economía financiera que funciona permanentemente, manejando grandes volúmenes de dinero, pero más del 90% de esas transacciones son especulativas y no tienen ninguna relación con la economía real. Toda esta carrera especulativa ha provocado grandes desajustes financieros, elevación de las tasas de interés por pedido de créditos, problemas en el pago de la deuda externa, valorización de monedas de países desarrollados a través de la implantación de políticas macroeconómicas en sus países.

Es por ello, que la agroindustria azucarera cubana se ve sometida a un proceso de transformación profunda en todos los niveles, buscando la posibilidad de llevar a cabo una producción sobre la base de la eficiencia productiva, que se corresponda su costo con los precios mundiales del azúcar en el mercado internacional.

Proceso de cooperativización en el sector cañero

El tipo económico cooperativo encaja perfectamente en el proyecto cubano de construcción socialista; en este contexto, las CPA y UBPC asumen un relevante papel histórico en las expectativas de futuro del agro y de la nación, no solo por su significación productiva, sino por su singular importancia social y política, habida cuenta de la heterogeneidad de las relaciones agrarias.

El cooperativismo agrícola en Cuba es, históricamente hablando, un fruto autóctono de la Revolución; el capitalismo dependiente en la etapa neocolonial nunca le dio cabida a pesar de esfuerzos aislados por promoverlo. Las ideas acerca del cooperativismo forman parte de la ideología política de la Revolución

Cubana y su portador principal ha sido el compañero Fidel.

El cooperativismo cubano puede considerarse uno de los más jóvenes del mundo, ya que comienza a gestarse a partir del año 1959, año del triunfo de la revolución y el mismo abarca solo al sector agropecuario, por cuanto, en primer lugar la economía cubana en esos años se caracterizaba por depender única y exclusivamente de la producción agropecuaria, en lo fundamental de la caña de azúcar, esfera que era explotada por los grandes latifundios norteamericanos; y en segundo lugar por la situación que como resultado de lo primero presentaba la inmensa mayoría de la población del campo cubano. (10)

Ante esta situación heredada del régimen económico imperante antes del 59, se hacía necesario llevar a cabo un proceso de transformación radical que tributara a resolver la caótica situación social en que vivían miles de obreros agrícolas y campesinos, cuya única vía era entregando la tierra a quien realmente la trabajara, lo que constituía legítima demanda social del movimiento obrero y campesino.

Ante tales demandas una de las primeras leyes promulgadas por la revolución cubana para cambiar la situación social del campesinado la constituyó la promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria, la cual estaba dirigida en lo económico a dos metas fundamentales: (11)

  • Facilitar el surgimiento y extensión de nuevos cultivos que suministraran a la industria nacional de materias primas y que a la vez satisficieran las necesidades de consumo alimenticio, consolidaran y ampliaran los renglones de producción agrícola con destino a la exportación, como fuente de divisa para las necesarias importaciones.

  • Elevar la capacidad de consumo de la población mediante el aumento progresivo del nivel de vida de los habitantes de las zonas rurales, lo que fortalecería el desarrollo de otros renglones productivos.

En el sector agrícola cubano era frecuente el contrato de aparcería y el sistema de censos, lo cual desalentaba a los productores creándoles obligaciones inequitativas, antieconómicas y en muchos casos, extorsionadoras, impidiendo de este modo el mejor aprovechamiento de las tierras cultivables.

Según datos del Censo Agrícola realizado en 1946, en Cuba existían 142 385 campesinos que ocupaban hasta 67 hectáreas, los que representaban el 89 por ciento de los tenedores de tierra y ocupaban el 24 por ciento de ésta para un promedio de 15,7 hectáreas, por cada uno. Por otra parte 18 573 burgueses agrarios y latifundistas y empresas extranjeras que representaban solo el 11 por ciento de los tenedores de tierra, poseían el 76 por ciento de éstas, con un promedio individual de 397 hectáreas. Es decir las clases sociales más pudientes tenían individualmente, como promedio, 25 veces más tierra que los campesinos. De los 142 385 agricultores que ocupaban hasta 67 hectáreas, 94 000 no eran dueños de la tierra y se veían obligados a pagar abusivas rentas en dinero o entregar una parte sustancial de su cosecha (12).

Tabla 1Estructura rural según el censo agrícola nacional del año 1946(13)

Tamaño de la tierra

Cantidad de fincas

Superficie (has)

Hasta 67

28735

627703,8

67-134

4929

483932,7

134-268

3274

640551,2

268-403

1549

517322,6

más de 403

3597

5729811,7

Fuente: Censo Agrícola Nacional del año 1946

El uso, tenencia y explotación de la tierra en Cuba, ha sido objeto de transformación desde la etapa de la república mediatizada (1902-1959). La sociedad cubana quedó dominada en sus primeros años de vida republicana por el latifundio, la monoproducción azucarera. La estructura prevaleciente facilitaba la oligarquía azucarera aliada a otros sectores, el dominio político sobre nuestro país y a su vez aseguraba el imperialismo norteamericano una fuerte presencia en Cuba.

Al instaurarse el poder revolucionario en Enero de 1959, gracias a la incesante lucha del pueblo cubano por alcanzar su independencia, comienza a producirse una transformación radical en la sociedad cubana, siendo la Reforma Agraria el primer cambio fundamental estructural que se implementó para hacer realidad el Programa del Moncada.

El 17 de mayo de 1959, a cuatro meses del triunfo de la revolución, fue promulgada la I Ley de Reforma Agraria que por su contenido y alcance sería la más radical y trascendental medida socioeconómica llevada a cabo hasta entonces. (14)

De esta forma, se fijó un límite máximo de tenencia legal de la tierra de 402.6 ha con acepción de hasta 1342 ha para tierra en óptima explotación, la gran propiedad latifundista, pasó al patrimonio nacional, convirtiéndose así en propiedad de todo el pueblo. A su vez, más de 100 000 familias campesinas recibieron gratuitamente hasta un límite de 67 ha. (15)

Como resultado de la I Ley de Reforma Agraria, la estructura socioeconómica existente en la agricultura cubana comprendía la presencia de cuatro tipos de economía:

1-Sector Estatal Público.

2-La producción cooperativa (fundamentalmente las cooperativas cañeras)

3-La pequeña producción mercantil (representado por el campesinado hasta 67 ha)

4-La producción capitalista (de 67 ha hasta 402 ha)

A estas estructuras le correspondían las diferentes clases sociales: La clase obrera, el campesino y la burguesía agraria.

Al evaluar los resultados de esta primera Ley de Reforma Agraria, cabe destacar que aunque la inmensa mayoría del campesinado cubano se favoreció con la entrega gratuita de la tierra, existían fincas mayores de 67 ha (5 caballerías) cuyos propietarios retenían en sus manos, explotando mano de obra y pagando ínfimos salarios a los mismos niveles que los que pagaban antes del triunfo de la revolución. De igual manera dichos propietarios obstaculizaban la producción de alimentos para la población y en muchos casos utilizaban con fines antisociales los elevados ingresos que obtenían de la explotación del trabajo. (16)

Bajo estas condiciones se hacia necesario establecer las bases definitivas sobre las cuales se desarrollaría nuestra agricultura, con el esfuerzo coordinado de las empresas estatales agropecuarias y los pequeños agricultores, los cuales constituían la gran mayoría de los campesinos beneficiados por la Ley de Reforma Agraria.

No obstante, los resultados que se obtuvieron de esta primera ley fueron muy buenos, si hay que decir que aun permanecían en el campo cubano la propiedad agraria burguesa, ya que supervivían unos 10 000 burgueses con grandes extensiones de tierras. (17)

Es por eso que el 3 de octubre de 1963 fue promulgada la II Ley de Reforma Agraria, la cual establece el límite máximo de 67 ha, disponiendo la nacionalización y por consiguiente el paso a manos del Estado cubano de todas las fincas con una extensión superior a 67 ha, con lo que la propiedad estatal alcanzó el 70% de las tierras del país. (18)

Como resultado de esta Ley quedaron definidos dos grandes sectores en que se asentaría, a partir de entonces, la agricultura cubana: de una parte, el sector estatal, formado por las Granjas de todo el Pueblo, y el sector de la Pequeña Producción Mercantil, representado por el campesinado trabajador, estos últimos ocupaban alrededor del 30% del total de las tierras. (19)

Es obvio señalar que el proceso de transformación de la Pequeña Producción Mercantil en Cuba, tiene como basamento la profunda transformación efectuada en el régimen de tenencia de la tierra, y por consiguiente, en las relaciones de producción imperantes hasta el triunfo de la revolución.

Se considera importante señalar además, que la Reforma Agraria en Cuba no solo se limitó a la entrega de tierra a los campesinos, sino también, se instrumentaron una serie de medidas económicas que permitieron el desarrollo económico de la agricultura cubana, como fueron: créditos bancarios con intereses muy bajos, aseguramiento técnico, precios oficiales y estables para los productos que cosechaban, etc. No puede omitirse tampoco el hecho de las transformaciones llevadas a cabo en la educación, la salud pública, la recreación y el deporte, las cuales beneficiaron a todo el pueblo y representaron una especial connotación en el campo cubano.

Paralelo al otorgamiento de todas las ventajas económicas antes descritas, el estado cubano a través del Ministerio de la Agricultura y el de la Industria Azucarera, brinda a los campesinos el servicio de la maquinaria agrícola, así como el asesoramiento técnico. En resumen, fue realizada en nuestros campos una profunda transformación socioeconómica, sin el estudio de la cual sería imposible conocer y explicar las particularidades del proceso de cooperativización en nuestro país. (20)

La revolución agraria en Cuba promovió desde 1959 el desarrollo rural con una visión integradora: transformación radical de las relaciones de propiedad de la tierra y relaciones distributivas a favor de los trabajadores rurales y del campesinado; apoyo financiero, técnico y comercial de los nuevos productores, creación de industrias y servicios productivos; modernización de la infraestructura productiva; desarrollo científico, técnico y social en materia de salud, educación y relaciones comunitarias.

La solución de los problemas de la tierra y de los problemas rurales tuvo siempre como referencia las características históricas de la economía nacional, el sistema agrario y sus articulaciones intereconómicas y clasistas y las demandas asociadas a los cambios en el modelo económico-social. En el desarrollo histórico del sector agrario se manifestaron elementos del modelo soviético, especialmente en el sistema de administración agrícola. (21)

La característica fundamental del sector agrario cubano, desde el triunfo de la Revolución y hasta 1993, consistió en el predominio de la fórmula estatal. Esta tendencia comenzó con la aplicación de la I Ley de Reforma Agraria (1959) y se consolidó a partir de la II Ley de Reforma Agraria (1963). La tendencia estadista del modelo agrícola tuvo su origen, entre otras razones, en el hecho de que aunque Cuba es un país pequeño y en desarrollo, no era estrictamente un país agrario ni campesino, sino más bien un país agroindustrial exportador de una agricultura de plantaciones en gran escala.(22)

En la década de los sesenta, el cooperativismo campesino resultaba una necesidad debido a la transición al socialismo. En 1959, más de 100 000 productores habían recibido gratuitamente tierras que trabajaban como propiedad privada; sin embargo estas entregas tuvieron un apoyo político, material y financiero discreto. Entre 1966 y 1974, con el paso a la política de estatización voluntaria del campesinado, el cooperativismo fue literalmente suprimido con el objeto de completar lo más rápidamente posible la construcción socialista en el medio rural y establecer los grandes planes agropecuarios estatales. Las Sociedades agropecuarias (SA), que aparecieron en 1961, fueron las primeras cooperativas de producción de origen campesino; a partir de 1964 dichas cooperativas se debilitaron hasta casi desaparecer. (23)

El cooperativismo campesino fue relanzado en los años setenta bajo el principio de la voluntariedad; el objetivo de tecnificar y humanizar el trabajo agrícola y la construcción de modernas comunidades electrificadas atrajo a gran parte del campesinado, especialmente a las mujeres. Casi un tercio de las fincas, que comprendían el 51,3 por ciento de las tierras campesinas, se integraron a las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) entre 1977 y 1987. Con la socialización de la mayoría de las fincas «grandes» (de 30 a 67 ha), se amplió la minifundización. Las CPA adoptaron el modelo de las SA y se reforzaron gracias al apoyo de las Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS). (24)

Según Figueroa (2000), la periodización y evolución del cooperativismo puede enmarcarse en 3 etapas, pero a nuestro criterio son 4 etapas. (25)

  • De 1975 a 1983: multiplicación acelerada del número de cooperativas y de campesinos asociados durante una época de crecimiento económico nacional, y predominio de las pequeñas cooperativas de gestión muy eficiente. Desde 1981 la política de agrandamiento de las CPA tuvo efectos negativos, que se hicieron patentes a partir de 1983.

  • De 1984 a 1987: disminución creciente de la integración a las cooperativas de nuevos campesinos; gigantismo cada vez más acentuado de estas entidades; disminución de la rentabilidad y aumento del número de cooperativas no rentables, con un período crítico entre 1986 y 1987 coincidente con la fase recesiva de la economía nacional.

  • De 1988-1993: agotamiento y parálisis del movimiento de transformación cooperativa del campesinado. El apoyo estatal se concentró en el fortalecimiento del sector de las CPA y no en la expansión del movimiento cooperativo. Si bien la crisis económica de 1991-93 afectó a las CPA, su repercusión fue menor que en 1986-87. Más del 70 por ciento del total de las CPA y el 90 por ciento de las cooperativas cañeras fueron rentables entre 1991 y 1993. En la práctica, el modelo cooperativo reveló sus ventajas frente al modelo estatal, aunque no logró un éxito semejante entre los pequeños productores.

  • A partir de Septiembre del 1993. Constitución de las Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC). coincidiendo con la situación más difícil de la economía cubana en los últimos 40 años, en especial la agricultura.

La reforma del régimen de tenencia y explotación de la tierra tuvo su base jurídica en la Constitución de la República de 1992 (26). La Constitución reconoce la posibilidad de enajenación de una parte de la propiedad estatal socialista al transferir su propiedad o administración a colectivos y personas naturales o jurídicas nacionales y extranjeras. El Estado deja de ser a la vez propietario y productor directo, y actúa como propietario en nombre de la sociedad; los productores se ocupan de la administración de los bienes públicos. La lógica de esta política consiste en que el Estado centra su atención en el manejo del excedente económico y ejecuta, como todo propietario, una labor de control y fiscalización (Figueroa, 2000).(27)

Las UBPC se crean a partir de las sobredimensionadas empresas estatales, donde los antiguos obreros agrícolas se agrupan bajo formas cooperadas de producción y reciben la tierra en condiciones de usufructo indefinido, siendo propietarios del resto de los medios de producción, los cuales deberán amortizar durante un tiempo determinado, mediando un período de gracia e intereses bajos. (28)

Las UBPC son algo más que empresas: constituyen una comunidad económico-social integrada en el medio rural. Se distinguen de las empresas mercantiles convencionales -subordinadas a la maximización de la tasa de beneficio- en que, sin dejar de perseguir un afán de beneficio, están obligadas a tener otros objetivos de índole social-comunitaria. La satisfacción de ambos aspectos es un concepto básico para entender su racionalidad. (29)

Según los acuerdos tomados el 10 de septiembre de 1993 por el Buró Político las UBPC están sustentadas en cuatros principios básicos:(30)

  • La vinculación del hombre al área, como forma de estimular su interés por el trabajo y su sentido concreto de responsabilidad individual y colectiva.

  • El autoabastecimiento de los asociados y de sus familiares con esfuerzo cooperado, así como mejorar progresivamente las condiciones de vivienda y otros aspectos relacionados con la atención al hombre.

  • Asociar rigurosamente los ingresos de los trabajadores a la producción alcanzada.

  • Desarrollar ampliamente la autonomía de la gestión. Las unidades de producción que se proponen deben administrar sus recursos y hacerse autosuficientes en el orden productivo.

De igual forma el 20 de septiembre de 1993 se promulga por acuerdo del Consejo de Estado el Decreto Ley No. 142, que establece las bases para la creación y el funcionamiento de las UBPC, entre cuyos aspectos principales establece los derechos y deberes de estas, señalando entre ellos que: (31)

  • Tendrán el usufructo de la tierra por tiempo indefinido.

  • Serán dueños de la producción.

  • Venderán su producción al Estado a través de la empresa o en la forma que este decida.

  • Tendrán personalidad jurídica propia.

  • Operarán cuentas bancarias.

  • Comprarán a crédito los medios fundamentales de producción.

  • Elegirán en colectivo a su dirección y esta rendirá cuenta periódicamente ante sus miembros.

  • Cumplirán con las obligaciones fiscales que les corresponden como contribución a los gastos generales de la Nación.

Antes de constituirse las UBPC, tan sólo el 16 % de la tierra dedicada a la caña de azúcar se encontraba cooperativizada (CPA y CCS), la creación de las mismas posibilitó a finales del año 1993 disponer del 93 % del área cooperativizada dedicada a caña, de ello la UBPC representó el 78 % (Nova, 2000) (32) (Ver anexo 1).

Como se puede ver en la tabla (anexo 2) la creación de las UBPC, representó un fuerte incremento en la tierra cooperativizada destinada a la caña a partir de 1993, porque era bastante pobre hasta ese momento. No obstante a eso, como se muestra en el (anexo 2), se puede observar el comportamiento de las UBPC y su dinámica desde su creación en 1993 a través de un grupo de indicadores.

Durante el periodo 1993-2000, se observa una sostenida reducción del número de UBPC, es decir, una tendencia a la concentración de las unidades, sin embargo, el tamaño de las UBPC creció de 83.9 cab. en 1993 a 117.8 cab. promedio al cierre de 1999, mientras que el tamaño de las CPA sólo muestra un ligero crecimiento de 67.1 a 69.5 cabs promedio (1.59 y 1.73 socios por cab. en 1993 y 1999 respectivamente, las CPA han crecido en 692 asociados en el periodo señalado). Por otro lado se ha registrado un éxodo importante de miembros de las UBPC (15804 asociados desde su constitución hasta 1999), no obstante, se observa un incremento de socios por caballería dedicada a caña de 1.38 en 1993, a 1.49 en 1999, se considera que esto sucede por la importante reducción del área dedicada a caña.

Hasta el primer semestre de 2005, la cantidad de cooperativas agrícolas pertenecientes al MINAGRI se comportaba de la siguiente manera:(CCS-1 911), (CPA- 701) y (UBPC- 1 651), por otra parte el MINAZ tenía (CCS- 328), (CPA- 371) y (UBPC- 830). (MINAGRI (2005), Información Estadística, MINAZ (2005). (33)

Las cifras antes citadas muestran la extraordinaria importancia del sector cooperativo en la producción agropecuaria cubana, tanto en lo referido a la producción de alimentos para el consumo interno como respecto a los cultivos destinados a la agroexportación. De ahí que el estudio de este sector, en particular la investigación dirigida a revelar y contribuir a solucionar sus dificultades de funcionamiento, adquiera especial connotación para el bienestar de nuestra población.

En este sentido, el investigador Armando Nova expresa que la creación de las

CCS, CPA y las UBPC muestra una importante expresión de la política agrícola del país, confirmando al movimiento cooperativo como la base fundamental sobre la cual se erige el sistema económico empresarial agrícola (Nova, 2004). (34)

El autor opina que en Cuba, el proceso de creación de las primeras cooperativas hasta las más recientes en 1993, ha estado caracterizado por el apoyo material y el seguimiento por parte de las instituciones estatales, resaltando la preocupación existente hacia el ser humano que labora en dichas unidades productivas. (35)

Las CPA y UBPC, actúan en la actualidad en un entorno macroeconómico sumamente dinámico y contradictorio, en virtud de los cambios de tipo estructural y del mecanismo económico ocurridos; en tales circunstancias su desarrollo sostenido dependerá de su capacidad de adaptación y ajuste dinámicos de su funcionamiento y de su capacidad competitiva en interacción con los demás tipos económicos, especialmente respecto a la producción privada campesina. Se trata de una problemática indispensable y urgente que requiere un seguimiento sistemático.

Grandes retos tiene el sector agrícola cubano, uno de ellos es asegurar la continuidad de un desarrollo agrícola que logre satisfacer las necesidades de alimentos de la población y garantice un cuidado del medio ambiente para las futuras generaciones.

Identificación de los indicadores de cambio competitivo. Factores socioeconómicos de la producción cañera

Para establecer la estrategia de competencia de la empresa dentro del proceso de reconversión productiva, hay que tener una visión clara en que condiciones se encuentra la misma para poder sobrevivir y desarrollarse. Es decir, la entidad tiene que estar en un estado económico y financiero aceptable, además tener conocimiento de la disponibilidad de los recursos tanto internos como externos y las posibilidades que tiene de competir en el mercado.

La reconversión productiva, debe tener como objetivo primordial, lograr un gran impacto en la competencia global de la empresa, por lo que se necesitan indicadores de cambio global, que contribuyan a mejorar la situación de la empresa. En los últimos años, la necesidad de producir más y con calidad, ha obligado a las empresas a detenerse no solo en el cumplimiento en valores sino también en físico y con la calidad requerida, por eso, teniendo en cuenta las diferentes deformaciones que presentaron los indicadores para valorar la eficiencia económica de las cooperativas, se propone un sistema de indicadores que midan con mayor exactitud y precisión esa eficiencia socioeconómica en las cooperativas: entre los cuales se encuentran: (36)

– Costo de producción.

– Productividad del trabajo.

– Rendimiento agrícola.

– Utilización de la tierra.

– Cumplimiento de los contratos.

– Producción terminada (físico).

– Nivel de rentabilidad.

– Participación u oportunidades en el mercado.

– Aplicación de tecnologías

– Calidad de los productos.

-Utilización de la información.

-Vinculación de los trabajadores a los resultados finales.

Es importante tener en cuenta, que a la hora de analizar el entorno macroeconómico de una empresa, no solo tenemos que influyen los indicadores antes mencionados, sino también un grupo de factores no solo de índole económico, sino también técnicos, socioculturales, demográficos, etc. que pueden tener y en la práctica tienen un gran impacto en los resultados del proceso de reconversión productiva si no se toman en cuenta.

Entre este grupo de factores tanto internos como externos tenemos los siguientes. (37)

Factores externos:

  • Excesiva tutoría de la empresa y el GEA.

  • Plan de producción con incrementos directivos.

  • Falta de financiamiento en USD que facilite la autonomía financiera para el desarrollo del proceso productivo.

  • Falta de mercado para las producciones.

  • Desconocimientos por parte del GEA y la empresa del funcionamiento de la UBPC.

  • Los recursos asignados no le llegan en su totalidad al productor (las empresa se los dirigen).

  • Dirección fundamental de los procesos productivos (zafra) es llevada a cabo por la empresa y no por los productores (UBPC).

  • Desbalance productivos entre unidades aumentando sus tareas productivas en el mismo tiempo y teniendo que contratar fuerzas para la cosecha, teniendo consigo pérdida económica.

  • No se distribuyen los recursos por la producción declarada.

Factores internos:

  • Falta capacitación de los miembros de la Junta Directiva y Jefe de Colectivos.

  • Pocas condiciones para el trabajo técnico-profesional.

  • Poca estimulación al ubepecista tanto moral como material.

  • La no ubicación del hombre a los resultados finales de algunos colectivos.

  • Baja productividad de la fuerza laboral.

  • Anticipos que no están en correspondencia siempre con los resultados.

  • Poco sentido de pertenencia.

No obstante, es necesario decir, que en las condiciones en que se desenvuelve el proceso productivo en la actualidad, en la cooperativa influyen otros factores tanto internos como externos que favorecen la eficiencia de dicho proceso como son:

  • Conciencia de la necesidad del cambio.

  • La vinculación de la UBPC a la Universidad de Montaña.

  • El dominio por parte de la Junta y ubepecistas de sus fortalezas y debilidades con respecto al uso de la maquinaria y al uso de sus suelos.

  • Poseer una fuerza de trabajo establecida.

  • Correcta estrategia de desarrollo en la UBPC.

  • La organización de la unidad en colectivo y su especialización.

  • El pago de estos colectivo por sus resultados finales.

  • Escenario internacional desfavorable para la producción de alimento que nos obliga a producir y desarrollarnos.

  • Mejora los precios de las producciones agrícolas.

  • Cooperación entre unidades del sector y fuera de este.

Según criterio de la propia dirección de la cooperativa al inicio del proceso de reconversión productiva, los avances, los cambios hacia la eficiencia de la misma prácticamente no se notaban, no se percibían, en sentido general y donde pesaban los factores que ejercían una influencia negativa en el proceso, sin embargo, es justo reconocer que después que la UBPC se insertó en el Programa de Innovación Agrícola Local (PIAL) y sobre todo en lo referente a la producción de semillas: fríjol, maíz, arroz, boniato, y otras producciones con sus diferentes variedades, el vuelco experimentado por la entidad fue visible hacia la eficiencia económica.

Esto se debe a los factores económicos y sociales que promueve el PIAL entre los que se encuentran:

  • Estimulación material y moral según los resultados finales de la producción.

  • Vinculación de los colectivos de trabajo al área.

  • Diversificación de la producción agrícola.

  • Introducción de nuevas tecnologías de producción.

  • Mayor atención en la satisfacción de las necesidades del hombre.

  • Mayor aprovechamiento de la jornada de trabajo.

  • Búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento.

Con la aplicación de estos factores, la entidad experimentó un cambio positivo hacia la eficiencia, reflejado en los resultados económicos en las producciones no cañeras.

Así, tenemos que los resultados en las producciones no cañeras desde el 2003-2007 son como sigue (ver anexo 9).

Como muestran los resultados en la tabla (anexo 9) los ingresos a partir del año 2006 fueron en ascenso, logrando la rentabilidad de la unidad como consecuencia de un crecimiento exponencial en la producción de semillas. El costo de producción, ha mantenido una tendencia a bajar, a pesar de que muchas de las áreas que se dedicaban a la caña, fueron convertidas para cultivos varios, lo que hacia que las labores fueran más costosas, no obstante, la tendencia se ha mantenido de forma positiva hacia la rentabilidad.

Sin lugar a dudas, los cambios efectuados han repercutido, no solo en esos colectivos dedicados a cultivos varios, sino también de forma indirecta en los colectivos dedicados a otras esferas como caña, pecuario, forestal, etc, satisfaciendo sus necesidades materiales y espirituales.

En el cultivo de la caña, la cooperativa hace varias campañas que es rentable y experimenta un incremento sostenido en su eficiencia. Así tenemos que la campaña 2007-2008, los rendimientos fueron de 49,09 Ton/ha, cumpliendo el plan de producción al 105% y manteniendo la rentabilidad en el cultivo. (38)

Es necesario apuntar que esos resultados económicos se han alcanzados sobre la base de la eficiencia productiva en el cultivo a diferencia de las campañas anteriores, a pesar de que las áreas se redujeron, los rendimientos fueron mayores, dando resultado la aplicación de los diferentes factores sociales, productivos y económicos en la cooperativa.

Sin lugar a dudas, estos factores necesariamente hay que tenerlos en cuenta si en realidad queremos tener éxito en el proceso de reconversión productiva

Conclusiones

1- Para lograr un gran impacto en la competencia global de la empresa se necesita utilizar un sistema de indicadores que midan con mayor exactitud la eficiencia socioeconómica del proceso tales como:

-Costo de producción.

-Rendimiento agrícola.

-Aplicación de tecnologías.

-Calidad de los productos.

-Utilización de la tierra.

-Vinculación de los trabajadores a los resultados finales.

2-En los resultados del proceso de reconversión productiva en la cooperativa influyen un grupo de factores socioeconómicos tanto internos como externos que se deben tener en cuenta si queremos que sea eficiente como:

-Falta de mercado para las producciones.

-Falta de autonomía económica.

-Planes de producción impuestos.

-Falta de financiamiento en MLC para garantizar el proceso productivo.

-Mala atención al hombre.

-Baja productividad del trabajo.

-La no ubicación del hombre a los resultados finales de los colectivos de trabajo.

Referencias bibliográficas

1- Programa de Reconversión Productiva del Sector Agropecuario Costarricense. Pág. 8

2- Ibidem. Pág.8

3– Ibidem. Pág.9

4- Reyes, I: Tesis de Maestría. Propuesta de una Metodología para llevar a cabo el Proceso de Reconversión productiva en las Cooperativas Cañeras. Estudio de caso U.B.P.C. Guasimal. Pinar del Río. 2004. Pág. 5

5-Ibidem. Pág.5

6-Valdés, C: Metodología para la Reconversión Productiva de la Empresa Cooperativa Cañera Rafael Ferro Macias. Tesis de Maestría. Universidad de Pinar del Río. 2000. Pág. 10

7- Ibidem. Pág. 12

8-Valdés, C: Metodología para la Reconversión Productiva de la Empresa Cooperativa Cañera Rafael Ferro Macias. Tesis de Maestría. Universidad de Pinar del Río. 2000. Pág. 14

9-Reyes, I: Tesis de Maestría. Propuesta de una Metodología para llevar a cabo el Proceso de Reconversión productiva en las Cooperativas Cañeras. Estudio de caso U.B.P.C. Guasimal. Pinar del Río. 2004. Pág. 9

10-Alfonso, P: El cooperativismo en Cuba: Surgimiento y Desarrollo. Universidad de Pinar del Río. 2000. Pág. 1

11-Ibidem. Pág. 1

12-Álvarez, C: Revolución: Transformaciones en la estructura agraria cubana. Ciudad de la Habana. 2000. Pág. 2

13-Ibidem. Pág. 2

14-Alfonso, P: El cooperativismo en Cuba: Surgimiento y Desarrollo. Universidad de Pinar del Río. 2000. Pág. 4

15-Ibidem. Pág. 5

16-Ibidem. Pág. 3

17-Reforma Agraria. Documento ANAP municipal. 2003. Pág. 3

18- Alfonso, P: El cooperativismo en Cuba: Surgimiento y Desarrollo. Universidad de Pinar del Río. 2000. Pág. 4

19-Ibidem. Pág. 4

20-Ibidem. Pág. 5

21-Figueroa, V y Col. La agricultura cubana y la reforma agraria de 1993. 2000. Pág. 2

22- Ibidem. Pág. 2

23-Ibidem. Pág. 3

24-Ibidem. Pág. 3

25-Elaboración propia del autor

26-Constitución de la Republica de 1992

27-Figueroa, V y Col. La agricultura cubana y la reforma agraria de 1993. Biblioteca Central de la UCLV. Villa Clara 1997. Pág. 4

28-Nova, A. El cooperativismo en la agricultura cañera en Cuba de 1993 a 2000. Revista Economía y Desarrollo # 2 del 2002. Pág. 47

29- Figueroa, V. y Col. La agricultura cubana y la reforma agraria de 1993. Biblioteca Central de la UCLV. Villa Clara 1997 . Pág. 8

30-Acuerdos tomados por el Buró Político. Constitución de las UBPC. Septiembre de 1993

31- Consejo de Estado Promulga el Decreto Ley # 142. Bases para la creación y el funcionamiento de las UBPC. Septiembre de 1993

32-Nova, A: El cooperativismo en la agricultura cañera en Cuba de 1993 a 2000. Revista Economía y Desarrollo. # 2 del 2001. Pág. 49

33- Jiménez, R: Aspectos Fundamentales del Desarrollo Cooperativo Cubano. Pág. 6

34-.Nova, A: El cooperativismo en la agricultura cañera en Cuba de 1993 a 2000. Revista Economía y Desarrollo. # 2 del 2001. Pág. 50

35-Ibidem. Pág. 52

36-Elaboración del Autor.

37-Estrada, D. Primer Taller Nacional sobre Gerencia de Dirección para Productores del MINAZ. Matanzas. 2008. Pág. 5

38-Ibidem, Pág. 6

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Anexos

Anexo 1: Existencia de área destinada a Caña de Azúcar por tipo de unidad productiva dic.31 de 1993 Um: Mcabs.

UBPC

CPA

CCS

Camp. Independ.

MININT

EJT

MINAZ

TOTAL

Superf.

total

130.4

25.8

14.5

0.112

3.3

6.6

1.1

181.8

Área Agrícola

118.4

23.3

12.9

O.937

2.9

6.0

0.9

165.3

Dedicada a caña

111.3

17.I

5.O

0.047

2.3

5.6

0.7

142.0

Con caña

93.1

14.4

3.9

0.045

1.4

4.2

0.6

117.6

Fuente: Evolución de las Unidades Productoras de Caña en el período 1993-00. MINAZ. Nov. 2000.

edu.red

Anexo 2: Dinámica de las UBPC periodo 1993-2000.

Fuente: Sulroca F, Lamadrid E , López O y García L Las UBPC en la Agricultura Cañera Cubana MINAZ, Feb del 2000. Evolución de las unidades Productoras de caña en el Período 1993-2000. Nov 2000.

Anexo # 3. Ingresos y costo/peso de las producciones no cañeras.

Años

Ingresos

Costo x peso

2003

50.959

0.99

2004

37.200

0.99

2005

17.504

1.00

2006

28.361

0.77

2007

84.073

0.93

 

 

Autor:

MSc: Juan Villarreal Domínguez

Profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Pinar del Río. Cuba.

Profesor Asistente.

Partes: 1, 2
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