Las estadísticas Bautistas, según el registro corresponden a 62 congregaciones, distribuidas de la siguiente manera: veinticuatro (24) en el Estado Bolívar, nueve (9) en el Distrito Federal, siete (7) en Miranda, cinco (5) en Falcón, cuatro (4) en Carabobo, cuatro (4) en Monagas, tres (3) en Trujillo, tres (3) en Anzoátegui y uno (1) en Nueva Esparta.
Otros estudios nos indican un número mayor de Bautistas a los mencionados anteriormente. Tal presencia corresponde a los estados Cojedes, Mérida, Aragua, Portuguesa y Zulia (Ayerra, 1980:58-59).
e. Misión Nuevas Tribus.
La "Misión Nuevas Tribus de Venezuela" no la consideramos como pionera del protestantismo. En este punto solamente la ubicamos por su relación con los Bautistas y por la importancia que reviste su presencia en una zona fronteriza de Venezuela.
De todos los grupos religiosos revisados ninguno ha ocupado como éste la atención de la opinión pública nacional. Aunque estuvieron en la palestra a finales de los setenta y comienzos de los ochenta no han dejado de tener importancia puesto que operan en una zona poco asistida por el Estado venezolano. La acción gubernamental se ha delegado, en gran parte de los casos, a misioneros tanto católicos (según Ley de Misiones de 1915) como a protestantes (por intermedio de concesiones por parte del Ejecutivo Nacional). Nos ocuparemos de esta última por ser los que más polémica han generado.
La "Misión Nuevas Tribus" opera en el Amazonas venezolano desde 1946. De procedencia norteamericana se encuentra ligada con las corrientes Bautista ubicadas en Florida. Esta misión emprende su accionar, según ellos, con la finalidad de evangelizar las regiones indígenas. Para tal fin se especializan en traducir e interpretar las lenguas aborígenes y en editar textos bilingües para que el indígena pueda asimilar sus enseñanzas.
La polémica a su alrededor se originó en el Congreso Nacional por denuncias de antropólogos y sociólogos sobre la pérdida de identidad del indígena, aplicada según ellos con métodos compulsivos, así como también por prácticas etnocidas, espionaje internacional, posesión ilegal de aviones en espacio nacional, entre otros.
Estas denuncias dieron pie a una serie de investigaciones en las que fue muy difícil para el Estado discernir el aspecto real de la situación. Se pusieron en juego muchos intereses, entre ellos, los de carácter político y por supuesto los de tipo religiosos. Ya en Venezuela para ese momento existían organizaciones confederadas evangélicas que brindaron su apoyo a la "Misión Nuevas Tribus". Otras, protestaron por la poca autoridad del Estado frente a esa misión. Finalmente, a esta secta religiosa se le permitió continuar en el país y se crearon algunos elementos de control que a la larga no representan mayor regulación que la ejercida en tiempos anteriores.
En síntesis, sobre este tema podemos precisar que:
La "Misión Nuevas Tribus" opera en una basta área indígena (Yanomami, Makiritares, Waicas, Piaroas) en territorio venezolano, colombiano y brasileño. De modo tal que han emprendido un trabajo entre diferentes países con lazos muy estrechos y con un principio de identidad influido por ellos.
La permanencia en el país por más de cincuenta años ha permitido que en un grado bastante alto el indígena del Amazonas se sienta identificado con la misión, sobre todo por la acción socializante educativa con una veintena de escuelas a su cargo donde se imparte educación bilingüe (lengua indígena y castellano) por maestros formados por los misioneros extranjeros.
La prestación de servicios de salud está a cargo de una mancomunidad entre el Ministerio de Sanidad y la misión. Cuando es necesario emprender cualquier emergencia siempre se toma en cuenta el aparato logístico de la misión.
Para tener control de la zona se necesita un basto conocimiento del mismo, para ello la misión cuenta con una red de radiocomunicación legalizada por el Estado y una centena de puntos de aterrizaje.
Como podemos apreciar la decisión que tomó el gobierno en torno a la permanencia de la "Misión Nuevas Tribus" en territorio venezolano estuvo un tanto condicionada por el efecto que ésta pudiera causar si se tomaban acciones de expulsión, pues con el control que tienen, en cuanto a la prestación de servicios básicos (educación y salud), pudiera convertir a los indígenas de esa zona en fuertes aliados.
Por otra parte, la misión sirve como punto de control en las fronteras desguarnecidas por las Fuerzas Armadas Nacionales, convirtiéndose en todo caso en los únicos en prestar información sobre el área a nuestros militares. Quedaría por investigar si en realidad fungen como espías internacionales, en todo caso sería un largo trabajo pues como dijimos anteriormente, el control de la zona lo ejercen ellos, de modo que cualquier investigación superficial pudiera estar amañada, en tanto la incertidumbre prosigue pues informaciones periodísticas recientes afirman que en el Estado Amazonas las cosas siguen igual que hace cuarenta años. Lo único que ha cambiado es la descentralización de los recursos y la elección popular de sus gobernantes: "Tenemos cero producto interno territorial. No producimos en lo absoluto ningún bolívar, no generamos ningún ingreso, no tenemos ni una empresa, todo es producto del presupuesto nacional y de muchas ayudas. Nos llegan miles de millones a través del FIDES, la banca mundial, el BID y la Comunidad Europea" (El Universal, 31-01 99:4-4).
Al parecer el gobierno regional tampoco presta atención a los indígenas, que siguen siendo atendidos por los misioneros de las Nuevas Tribus, quienes no sólo continúan en el territorio amazonense, sino que, además, sus instalaciones se han estabilizado hasta el punto de que solamente con su autorización es posible llegar a las zonas indígenas controladas por ellos" (El Universal, 31-01 99:4-4).
En suma, si el gobierno no actúa en torno a problemas estratégicos de seguridad y de interés nacional para la zona y para el país, mucho menos lo hace para brindarle atención al indígena ya que delega esta responsabilidad en organismos extranjeros, fundaciones o grupos religiosos.
2. Evangélicos Confederados.
Los evangélicos venezolanos responden a un proceso evolutivo que data de finales de siglo XIX. En esta larga trayectoria aún mantienen su línea fundamentalista, es decir, se han adaptado a nuestro espacio pero conservan sus rasgos característicos intactos. Las numerosas misiones prontamente echaron sus raíces en territorios previamente demarcados para luego diseminarse en toda la geografía nacional.
Al hablar de territorio demarcado nos referimos al plan trazado por los diferentes grupos llegados a Venezuela. En el oriente "Asociación de Iglesias Evangélicas del Oriente" (ASIGEO), en el centro "Asociación de Iglesias Evangélicas Libres de Venezuela" (ADIEL) y en el área Occidental "Organización Venezolana de Iglesias Cristianas Evangélicas (OVICE).
Estas organizaciones comenzaron desde puntos diferentes. Cada una fue creando otra denominación hasta confundirse unas entre otras. Por esta razón no es extraño encontrar denominaciones evangélicas fuertemente radicalizadas con respecto a su procedencia madre, negando además cualquier relación con organización estatutaria.
Como es de esperar todas estas corrientes religiosas vienen de los Estados Unidos. El caso de "ASIGEO" tiene su fundación en la "Misión del Río Orinoco" financiada en sus inicios por la Iglesia "Open Door" de California de afiliación Calvinista–Bautista. Cuentan con un gran número de profesionales que prestan sus servicios a la comunidad evangélica. Su interés por los problemas sociales le han generado reconocimiento y aceptación. Su presencia resulta importante en los estados Nueva Esparta, Anzoátegui, Sucre, Monagas, y Bolívar.
ADIEL opera en Venezuela desde 1898 inicialmente con respaldo Inglés, posteriormente recibió el apoyo de la Iglesia Pietista Norteamericana. Cuentan con un Seminario, muchos profesionales a sus órdenes y una organización bastante disciplinada. Tienen como mecanismos de información varios folletos, son dueños de varias tipografías, centros educativos y programas de radio. La presencia de ADIEL se puede notar en los estados Aragua, Carabobo, Guárico, Bolívar, Yaracuy, Zulia y en el Distrito Federal.
OVICE llegó a Venezuela en 1920. Es la derivación de la "Misión Alianza Escandinava" (pietistas) llamada más tarde la "Misión Alianza Evangélica". Su accionar religioso se ubica en los estados: Apure, Barinas, Falcón, Carabobo, Guárico, Mérida, Lara, Zulia, Táchira y Trujillo. Conjuntamente con ADIEL realizan convenios educativos para crear institutos bíblicos con la finalidad de formar pastores venezolanos.
ADIEL, ASIGEO y OVICE han sido los núcleos generadores de muchas congregaciones y sectas que se disputan entre sí la única vía para la salvación.
La Dirección de Justicia y Cultos registra quinientas sesenta y un (561) organizaciones evangélicas repartidas en todo el país, siendo las más numerosas las de Miranda, Distrito Federal y Aragua (ver cuadro estadístico).
3. Los Pentecostales.
Representan un movimiento de rápido crecimiento con características muy particulares. Su corriente religiosa viene marcada por el metodismo y los bautistas norteamericanos. Los pentecostales llegaron a Venezuela en 1940, siendo su fundador el reverendo Irvin Olson, un norteamericano bautista que eligió a Barquisimeto como centro piloto para establecer la primera "Asamblea de Dios" en Venezuela. Posteriormente extenderían su obra hacia Caracas y Falcón.
Tomando en cuenta que con anterioridad ya operaban otras corrientes protestantes, a los pentecostales les fue menos difícil conseguir ser aceptados pues el terreno estaba bastante abonado y solo se necesitaban líderes que alentaran la obra. Es así como muchos de los misioneros norteamericanos se vieron tentados por el emocionalismo y la práctica del evangelio.
El pentecostalismo tiene un componente atractivo en su seno y no es otro que el sentimiento de solidaridad hacia la comunidad cristiana. Dicho en otras palabras, el sentimiento de apoyo para los caídos en desgracias (enfermedades, problemas emocionales, entre otros). En una sociedad cambiante con trabas en cuanto a la movilidad social, con pocas respuestas por parte del Estado hacia las demandas de sus ciudadanos, prontamente surge el pentecostalismo con la finalidad de remplazar las viejas creencias por nuevas que le den respuestas espirituales y materiales al individuo.
Al perder la Iglesia oficial y el Estado la capacidad de respuesta y al no conseguir mecanismos de traducción efectivos, naturalmente que éste se ve inseguro y trata de canalizar sus demandas y expectativas por otros medios. Uno de ellos está presente en los cambios de creencias.
Ante la pérdida de valores, los nacientes grupos religiosos (Pentecostales, Testigos de Jehová, Adventistas, entre otros) ofrecen unos nuevos. Ante la carencia material (crisis hospitalaria y económica) ellos ofrecen sus propias soluciones y la disposición de resolver toda clase de problemas. Con este tipo de acciones, esta corriente religiosa consigue numerosos adeptos. Además, no son exclusivistas ni selectivos y ven en los enfermos y en los pobres un excelente campo para su crecimiento y propagación.
En Venezuela son varias las congregaciones que han experimentado grandes divisiones, pero no por ello dejan su línea pentecostal. Tan fuerte es su influencia que muchos cristianos se han visto en la necesidad de revisar su funcionalidad. Incluso, se ha visto a los Movimientos de Renovación Carismática como respuestas frente a los pentecostales y a otras corrientes con similar acción.
En trabajos como los del padre Eliecer Sálesman (1990), encontramos que los pobres y abandonados son los destinatarios de los pentecostales pero la realidad nos demuestra que son múltiples los sectores que se sienten atraídos por sus prácticas (Sálesman, 1990:74-76).
A este respecto debemos señalar que a los pentecostales se les ha visto como una organización no excluyente que le otorga importancia al sentimiento de comunidad gracias al cual el individuo, como parte de la misma, puede testimoniar, profetizar y hasta imponer las manos sobre los enfermos, práctica ésta, considerada de sanación.
No aceptan otra autoridad que la Biblia, Creen que el Espíritu Santo le otorga poderes especiales al individuo que lo recibe. Es el pentecostés quien da al individuo el "don de hablar lenguas".
En Venezuela las congregaciones más numerosas corresponden a las "Asambleas de Dios" y a la "Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular". Estas han sido las generadoras de nuevas congregaciones pentecostales.
Las estadísticas de la Dirección de Justicia y Cultos del Ministerio de Justicia señalan unas cuatrocientas cuarenta y tres (443) congregaciones pentecostales (ver cuadro estadístico). Ayerra, por su lado, estima un número mayor. Más de mil congregaciones (Ayerra, 1980:98).
4. Religiones Pseudo Cristianas o Milenaristas.
Son religiones que tienden a crecer fácilmente. Tienen en común que sus fundadores hicieron una interpretación personal de la Biblia, creando un nuevo dogma alrededor de ésta, lo que significa darle sentido diferente a lo tradicional creyéndose los poseedores de la verdad absoluta. En Venezuela existen tres organizaciones: Los Adventistas del Séptimo Día, los Testigos de Jehová y los Mormones, estos últimos sin registro en la Dirección de Justicia y Cultos.
a. Adventistas del Séptimo Día.
Se presume que llegaron a Venezuela en la década de los 50. Constan de una estructura disciplinada. Su campo de acción es bastante amplio pues fácilmente se instalan haciendo expandir su misión por todo el país. A diferencia de los Pentecostales, los Adventistas no realizan una labor proselitista emocional, simplemente avanzan dándoles un toque de formación educacional en las escuelas sabáticas. Cuentan con un gran número de misioneros nacionales. Se organizan en comités locales dependiendo éste de uno central compuesto por un director, un secretario y varios asesores o consejeros en diferentes áreas.
El financiamiento de los Adventistas está en la colaboración o el diezmo que otorgan sus seguidores. Otra fuente de ingreso está en la ayuda internacional. El dinero recolectado es utilizado en la construcción de templos o sedes. También se utilizan fondos para la publicación de folletos o libros-guías en los que prestan capital atención a la familia y a una pretendida sociedad utópica. La corriente religiosa a la que pertenecen los Adventistas venezolanos procede de una rama de la Iglesia Adventista Occidental Alemana, con amplios contactos con la norteamericana.
Las estadísticas nos muestran nueve (9)organizaciones registradas en la forma siguiente: una (1) en Nueva Esparta, una (1) en Guárico, una (1) en Lara, tres (3) en Zulia, y tres (3) en el Distrito Federal.
b. Testigos de Jehová.
Este grupo con más de tres décadas en nuestro país es uno de los que más llama nuestra atención, en el sentido de que muy poco se ha escrito sobre ellos. Mucho se dice, pero en realidad poco se sabe ya que no son muy amigos al momento de dar información, la poca que prestan lo hacen luego de solicitar el permiso a la jerarquía de la secta, de modo que las fuentes son manipuladas.
Sin embargo, analizando algunas publicaciones encontramos ciertos datos, uno de ellos es la inclinación antagónica hacia la sociedad actual, la cual es considerada corrupta, dominada por tres poderes malignos; el eclesiástico; el comercial y el político. Afirman que tanto la iglesia como el poder político se han unido para sembrar la mentira y destruir los valores.
El comercial sería un fuerte aliado para traducir y propagar los males sobre la tierra. Para los Jehovistas esto se combate conquistando parte de esa sociedad para transformarla. El procedimiento es bastante sencillo: Sólo se necesita de buenos conversadores los cuales son preparados de forma tal que puedan responder a cualquier pregunta llevando al interlocutor hacia temas como la carencia de valores, los errores de las otras Iglesias y el ofrecimiento de una vida diferente al sufrimiento.
Otro dato importante lo encontramos en su organización fuertemente centralizada, lo cual la hace más obediente al órgano regular transnacional, considerando que el reino de Dios no admite fronteras, ni nacionalismos. Se proclaman libres de la política y la guerra, no reconocen filosofía alguna. La objetan por ser el arma del maligno, en su lugar toman la religión "Testigos de Jehová" como la única y verdadera de Dios.
Este grupo representa un caso atípico en comparación con los descritos hasta ahora. Los Testigos de Jehová han logrado lo que le ha costado tanto a los evangélicos. Mientras los evangélicos se dividen en cientos de congregaciones, los Jehovistas obedecen a una línea central conformada por un presidente y un cuerpo de directores vitalicios (Sálesman, 1990: 51-67).
Por otro lado, en este grupo también existen los precursores que son figuras encargadas de grandes circuitos cuyo propósito principal es conseguir más adeptos y pasar la información exacta de todo lo que acontece, además de llevar registros diarios de novedades. A cambio reciben grandes sumas de dinero en dólares y una posición privilegiada dentro de la jerarquía (Testimonio de un Ex Testigo de Jehová).
Esta estructura es llevada a todas las naciones donde operan un director principal a escala nacional y superintendentes en las localidades cumpliendo este último la tarea de instruir y bajar toda la información proveniente de la sede principal situada en Brooklyn, New York. Esta sede además se encarga de imprimir millones de ejemplares con información variada sobre religión, problemas sociales, etc. con la finalidad de distribuirlos por todo el mundo.
El proceso de entrenamiento es el siguiente. Una vez conquistado y bautizado el adepto recibe la formación consistente en un análisis continuo de revistas (Atalaya y Despertad) y de los libros básicos, finalizando cada sesión con un juego de preguntas y respuestas. Los temas tratados son múltiples sobre todos los referentes a los medios televisivos, la política, la guerra, los problemas familiares y la religión. Desarrollan una importante capacidad en el manejo de la oratoria, utilizan el recurso de la empatía adaptando la realidad a su discurso bíblico. Su campo de acción está en conquistar al individuo para transformarlo, es decir, prepararlo para el ingreso a la nueva sociedad de Jehová.
Las estadísticas nos señalan una sola organización registrada con el nombre de "Watchtower Bible and Traet Society de Venezuela" representado por Dyah M. Yazveck con sede en la Victoria, Estado Aragua. Cifras no oficiales dan cuenta de más de 180 congregaciones en Venezuela, hasta el año de 1989 la Watch Tower en un libro publicado (El hombre en la búsqueda de Dios) sostiene la presencia de 47.000 adeptos en Venezuela, 60.192 congregaciones para 3.787.000 testigos repartidos mundialmente (Watch Tower Bible, 1990:361).
En diez años estas cifras van en ascenso solo que silenciosamente para no tener problemas. Bien vale preguntarse si en los últimos procesos electorales habrán tenido algo que ver, pues se abstienen de participar en política, pero si intervienen en la sociedad con el ánimo de cambiarla aunque su objetivo en estos momentos sea logrado en pequeñas parcelas.
c. Mormones.
Sobre este grupo se encuentra poca información disponible. Sin embargo, los pocos datos que proporcionan Jacinto Ayerra y Eliecer Sálesman nos resultan útiles. No obstante, debemos indicar que sobre este grupo no se encuentran ni los registros.
Hasta el año 1989 contaban con 44 capillas distribuidas en Caracas, los Teques, Guarenas, Anaco, Puerto Ordaz, San Félix, Carabobo, Zulia, Mérida, San Cristóbal (Ayerra, 1980:116). La gran mayoría de sus misioneros son norteamericanos los cuales realizan visitas solicitando diez minutos, tiempo suficiente para dar a conocer el mensaje, mostrando un libro que según ellos recoge las verdades dadas por Dios a José Smith, su fundador. Siempre andan en pareja de misioneros, generalmente son estudiantes universitarios extranjeros, ayudados económicamente por la organización. Si para 1989 contaban con 44 capillas pensamos que también van en ascenso solo en menor grado que los Testigos de Jehová (Sálesman, 1990: 34-43).
El anterior recorrido nos permite señalar que el establecimiento de las creencias protestantes en Venezuela no tuvo un propósito misionero. Su objeto fue brindarle asistencia a sus fieles, casi todos extranjeros. Su crecimiento no se evidenciará sino hasta los años setenta del siglo XX.
Este crecimiento fue el producto de diversos factores. La indudable atmósfera de libertad que inundó al país después del establecimiento de la democracia en 1958, los diferentes cambios políticos, sociales y económicos ocurridos gracias a la bonanza petrolera, la democratización de los medios de comunicación y una educación preponderantemente pública permitieron la creación de espacios propicios para el protestantismo. Aunado a esto, las imprentas evangélicas y los programas radiales crearon en el individuo la posibilidad de formarse nuevos criterios en materia religiosa. Además, quienes ingresaban a estos grupos religiosos ponderaban las bondades de un ambiente comunitario e intereses afines que entusiasmó a muchos. Finalmente, la atención brindada por estos grupos a cada uno de sus miembros resulta estimulante. La aclaratoria de una interrogante en cuestiones dogmáticas; la solución a un problema moral; la asistencia espiritual brindada a los privados de la libertad y a los enfermos y, en fin, el mensaje esperanzador puesto al alcance de los necesitados y soñadores que aspiran una sociedad más justa y solidaria han propiciado el crecimiento de estos grupos.
Hoy nadie niega su importancia y las reacciones frente a ellos no se han hecho esperar. En 1992, por ejemplo, se formalizó un convenio entre la Iglesia Católica y el gobierno para impartir religión en los planteles de educación básica. El resultado, sin embargo, no ha sido muy alentador. La poca preparación religiosa que tenían los educadores y la buena preparación de los niños formados en otras religiones fue, ciertamente, un obstáculo.
No obstante, el crecimiento de estos grupos es también el resultado de su propia organización. La horizontalidad de éste permite la creación de asociaciones por desprendimiento de su raíz madre.
Por otra parte, los evangélicos presionan para que se les reconozca como religión legítima, reclamando el derecho al buen trato y la asistencia gubernamental. Reclaman que el Estado venezolano otorgó más de mil millones en subsidios a la Iglesia Católica durante el año de 1997.
Según la opinión de uno de sus más altos voceros, el Consejo Evangélico Venezolano estima que durante el periodo 96-97 se habían bautizado un millón treinta y cinco mil evangélicos y que el número de quienes asisten al culto sin haber sido bautizados duplica tal cifra. Godofredo Marín, máximo representante del partido ORA sostiene que el 10% de los adultos del país profesan este culto y que desde Venezuela se envían misioneros al resto de América Latina, todo lo cual abona en la necesidad de su reconocimiento oficial como religión legítima.
Tal reconocimiento si bien todavía no se produce a escala nacional, ya es una realidad en algunos estados. Particularmente, en el Estado Miranda se firmaron acuerdos entre el ejecutivo estadal y dos asociaciones evangélicas para impartir educación religiosa escolar cristiana en las escuelas básicas públicas. Este acuerdo generó la respectiva protesta por parte de la Conferencia Episcopal Venezolana, quien en tal oportunidad señaló que "la Iglesia evangélica no tiene unidad de doctrina ni de estructura" (El Nacional, 20– 06– 99: H 1-2).
5. Centros Espirituales.
En los registros oficiales estudiados nos encontramos con una situación bastante particular y muy diferente a lo anteriormente visto. Se trata de la significativa inclinación del venezolano hacia lo esotérico, ritual y astral. En este caso no es cuestión de creencias profesadas en comunidad sino de necesidades individuales. Esto, ciertamente no es algo nuevo; al revisarlo encontramos detalles importantes de nuestra historia, de la asimilación cultural europea y del enfrentamiento y supervivencia de formas distintas de vivir la espiritualidad en clave de sincretismo religioso.
Esta conciliación entre lo sagrado y lo profano tiene su esencia en el animismo y politeísmo primitivo fortalecido por el culto africano con una aparente institucionalidad cristiana. Los indígenas abrazaron la fe de la Iglesia Católica, pero la supervivencia de sus creencias y su cercanía con las de los esclavos africanos produjo una amalgama de sutiles pliegues.
Así catalogados por la Dirección de Justicia y Cultos, los Centros Espirituales conforman un universo interesante y creciente. Según datos del registro pudieran identificarse cuatro organizaciones diferentes.
a. Las de corte indígena popular.
Esta tendencia viene asociada a elementos aborígenes. Así, por ejemplo, el indígena pensaba en el poder de los fenómenos naturales, en las piedras, lagunas, ríos, y en la adquisición de ese poder sobrenatural que concedían sus dioses. Estas creencias fueron trasmitidas a sus posteriores generaciones alimentándose con elementos transculturales entre ellos la santería y el espiritismo. No existe jerarquía que los identifique en la sociedad contemporánea. Lo que para el indígena era una deidad para el curandero actual es un medio de sustento económico visto como una empresa con excelente clientela.
b. Espiritistas.
Conforman con la santería una de las formas más avanzadas de creencias misteriosas basadas en su mayoría en el espiritismo del francés Allan Kardec. Se cree que el ingreso a nuestro país vino por influencia de los inmigrantes del arraigado espiritismo brasileño y colombiano producto de la fiebre petrolera.
No existe una jerarquía en torno a la cual se organizan. El jefe es el que lleva el culto y es el que invoca a seres de ultratumba convirtiéndose en el llamado médium que al decir de estos son los que realizan milagros, curaciones, entre otros de su género.
c. Santería.
Esta forma religiosa es más acabada que las anteriores. Mezcla elementos indígenas con elementos espiritistas, africanos y cristianos originando un híbrido semi-organizado. Tomando la estructura de una antigua religión tribal africana de las costas de Nigeria, presenta tres órdenes sacerdotales: Los Babalaos3, los ministros de los Orishas y los sacerdotes de una deidad particular. Esta religión fue traída por los esclavos africanos y sus principales núcleos se encuentran en Brasil, Cuba, y Haití, posteriormente fue adquiriendo seguidores en Colombia y Venezuela.
Los santeros en Venezuela han hecho una mezcla aun mayor, le buscaron equivalencia a los dioses africanos en los santos católicos, así, por ejemplo, Changó (dios del rayo y del trueno) tiene su equivalencia en Santa Barbara, Oshún (diosa del río) en Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y así sucesivamente, otorgando, además, esta deidad a santos populares como José Gregorio Hernández, María Lionza, Negro Felipe, entre tantos otros.
Para la formación de sacerdotes se asigna una especie de tutor quien se encarga de enseñarle al aprendiz todos los misterios para después ordenarlo como sacerdote. Preparan sus ceremonias en sitios cercanos a ríos o en una montaña como la ubicada en Sorte, Estado Yaracuy. Una vez ordenado, el sacerdote ya está preparado para curar, adivinar y hasta quitar males que según ellos son los que atan al individuo. Constantes peregrinaciones se hacen desde el interior del país hasta la Montaña de Sorte. Hay empresas de transporte que ofrecen sus servicios hacia la mencionada montaña, además de un gran número de ordenados, comúnmente llamados médicos o brujos, que desde sus centros organizan estos viajes. Valga destacar que el comercio alrededor de estos cultos es próspero (consultas, viajes, productos esotéricos, velas, textos, perfumes).
d. El culto a María Lionza.
El culto a María Lionza viene a representar la formación de una religión autóctona venezolana con elementos de otras culturas, en la que prevalece el fundamento originario del culto a una deidad indígena enriquecido con la cultura religiosa africana y el espiritismo.
Al respecto Jacqueline Clarac de Briceño (1983: 29-30) en sus estudios antropológicos refiere la formación de esta religión en cinco fases que pudiéramos resumirlas en cuatro:
Culto indígena:
Propio de la Región Central, hoy Estado Yaracuy. En esta fase se le rendía culto a una diosa acuática (representada por los ríos, lagunas, arco iris, etc.). Esposa del Sol encargada de asegurarle a sus creyentes, tierras fértiles, hijos sanos y buenas cosechas. Pero también infundían temor por lo que los aborígenes los honraban con ofrendas con la finalidad de aplacar la furia con que arremetían cuando eran molestados.
Primera Incorporación:
Influencia de un culto africano (traído por los negros esclavos) y adopción de un nombre español María Lionza, (la diosa comienza a tener representación de mujer blanca) al parecer relacionándola con la Virgen María, al igual que lo ocurrido en México con la Virgen de Guadalupe o la Virgen de Coromoto en Venezuela.
Segunda Incorporación:
Correspondiente a la popularización de la diosa convertida ahora en reina y al ingreso de héroes indígenas y negros a la triple corte conformada por La Reina, Guaicaipuro y el Negro Felipe. En esta fase comienza su expansión hacia los centros poblados.
Tercera Incorporación:
La influencia del espiritismo Kardeciano y el intento de estructuración de los rituales, así como la creación de nuevas cortes que incluyen santos (católicos) y personajes de la vida política (ya fallecidos) uno para cada caso y la propagación del culto por todas las regiones de Venezuela organizando caravanas y peregrinaciones hacia la montaña de Sorte (Yaracuy) (Clarac, 1983: 29-30).
Realmente constituye una de las tantas expresiones religiosas que a diferencia de las evangélicas lentamente han recibido influencia de otras culturas fusionándose en una sola y formando parte de las creencias privadas del individuo.
Las estadísticas nos muestran la presencia de unas cuatrocientas cuarenta y tres (443) organizaciones catalogadas por este organismo como centros espirituales en la que gran parte corresponden al culto de María Lionza.
El retorno a lo no perceptible sensorialmente despierta la curiosidad del individuo. Dejando de ser prácticas rurales, estos cultos se extienden a los ámbitos urbanos convirtiéndose en creencias de carácter privado. Son, el producto final de la asociación de elementos mágicos y cristianos, una mezcla alegórica en su máxima expresión, que lejos de traer respuestas satisfactorias sumergen al individuo en un prolongado vicio alternativo, dicho en otras palabras en la búsqueda continua de una solución a sus múltiples problemas.
En la actualidad los medios de comunicación de masas, especialmente la TV, le brindan grandes espacios a lo esotérico, brujería, tarot, astrología, etc. Obtienen con ello grandes ganancias y ayudan a difundir masivamente creencias cuyas consecuencias sociales a largo plazo resultan inestimables todavía. La penetración e influjo de los medios de comunicación alcanza ahora terrenos impensados hace unos años.
Sectas sin Registro.
No podemos dejar de referirnos a ciertas sectas religiosas que operan en nuestro país sin registro alguno.
a. La Secta Moon.
El nombre que comúnmente recibe se debe a su fundador Sun Myung Moon4, nacido en Corea del Norte en 1920. La organización recibe el nombre oficial de "Asociación para la Unificación del Cristianismo Mundial" (AUCM) y pretende la creación de una sociedad basada en la siembra de valores espirituales y en la conducción de la familia hacia una verdadera paz.
Conciben la sociedad Moon como una gran familia que "ofrece seguridad de espíritu mediante la entrega absoluta y personal al jefe de la secta, y arropan al adepto mediante una organización comunitaria de tipo familiar, con padres adoptivos con su respectivo pastor o jefe del grupo" (Cardin, 1982:52).
Como todas las sectas, AUCM tiene su libro sagrado llamado los "principios divinos". Este sería la guía ineludible para la formación del adepto tanto en la conducta interna como las relaciones con personas ajenas a la secta.
Su accionar es parecido al de las sectas japonesas que lentamente fueron minando la sociedad hasta convertirse en importantes grupos de presión como los "Tenri–Kyo" (doctrina de la sabiduría divina) o la "Sokagakkai" (Asociación para la Creación de Nuevos Valores Para la Vida). Estas agrupaciones crecieron mediante predicando y creando empresas, grupos de trabajo y hasta Partidos Políticos.
Por lo que a Venezuela respecta la AUCM comienza sus funciones a finales de los años 70. Desde entonces operaban ilegalmente hasta que en febrero de 1997 fue legalizada en la Dirección de Justicia y Cultos. Legalización que duró unos seis meses al decir del ente gubernamental. El permiso les fue revocado al recibirse denuncias en su contra por actos contrarios al orden público y las buenas costumbres así como por la violación de la Ley de Extranjería.
En los medios periodísticos se les asocia a importantes empresas multinacionales y como toda empresa aspira ver crecer sus capitales. Venezuela no podría ser la excepción.
Debemos destacar, además, que esta organización ha tenido problemas en varios países: En Norteamérica, por ejemplo, fueron denunciados por evasión de impuestos y por la entrada ilegal de inmigrantes. En Alemania, Reino Unido y Francia cursan denuncias por el mismo caso. Tal parece que en Latinoamérica solamente se ve la cuestión del orden público. Así, por ejemplo, en Brasil los denunciaron por sus métodos religiosos.
b. La Cientología.
Su fundador es el norteamericano Lafayette Ron Hubbard (1911-1986), especialista en 25 profesiones en la que destacan las de escritor de libros de ciencia-ficción (65millones de ejemplares vendidos del libro "el camino a la felicidad") y guionista de cine. La iglesia es considerada una empresa en todos los aspectos. Tienen una estructura bastante diferenciada. Sus principios están basados en la "dianética" que consiste en la curación del individuo por si mismo liberando el espíritu esclavizado.
El procedimiento para lograr tal fin es mediante la asistencia a sesiones llamadas "audición" donde el individuo es sometido a una purificación empleando para ello un instrumento denominado "electropsicómetro", aparato que detecta las zonas de sufrimiento espiritual. Este método es progresivo. El iniciado va desechando sus antiguas creencias y adquiriendo nuevas normas que deberá cumplirlas según la cantidad de ascensos que obtenga.
La Cientología funciona como una empresa transnacional. Se asegura que en los Estados Unidos tienen más de tres millones de seguidores. En Venezuela tienen su sede en la Capital de la República y según sus datos pasan de los dos mil (2000) miembros activos. Contando los que ocasionalmente realizan cursos esta cifra crecería enormemente. No están registrados como asociación religiosa sino como asociación cultural en el Ministerio de Hacienda (buena forma de evadir impuesto).
En su estructura existe jerarquía. Sus miembros van ascendiendo de acuerdo a la cantidad de cursos realizados, cada curso es un grado o nivel por los que el interesado paga. Según Martina Blanes (directora general de la dianética en Venezuela) lo que paga el adepto no es considerado un fin lucrativo sino donaciones: "somos la única religión que te da educación a cambio de una donación" (El Nacional, 28–11– 96 ).
Esta secta ha tenido problemas en otros países. Por ejemplo en Francia fueron denunciados por estafa, por ejercicio ilegal de la medicina, por espionaje y más recientemente por infiltración en el poder judicial. Mientras que en los Estados Unidos fueron aceptados como Iglesia desde 1973.
c. Sincretismos Orientales.
A diferencia de la animadversión que generaron en nuestro país durante una buena parte del siglo XX, las sectas hoy en día son aceptadas y un número importante de venezolanos profesan paralela y simultáneamente a su religión algunas de estas creencias. Es común escuchar cosas como ésta: "soy católico pero recibí el tao"5 o "soy católico pero me gusta ir a las charlas de la metafísica budista". Todo esto se debe a la condición abierta de las sectas orientales quienes concilian muy bien el cristianismo con sus preceptos religiosos y a la condición abierta de la sociedad venezolana en permitir convivir con varias creencias a la vez.
Un ejemplo ilustrativo corresponde a la inclinación de jóvenes universitarios hacia estos sincretismos. En Mérida los centros budistas y las charlas de metafísica cristiana están integradas en su mayoría por jóvenes. La Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de los Andes es centro de reunión los días sábados. Un grupo que en sus inicios se denominó los "seguidores de Conny Méndez", más tarde se convirtió en una fundación llamada "Oromasis". No resulta extraño toparnos con cualquier cantidad de centros de esta categoría operando sin permiso ni control alguno.
El trabajo de estas sectas consiste en cultivar la paz espiritual, alcanzar la sabiduría y la inteligencia necesaria para el crecimiento del verdadero ser. Por eso no entran en conflicto con otras religiones. Al contrario las abordan de manera tal, que cambian sus creencias convirtiéndolas en una mezcla con ingredientes del cristianismo, budismo e islamismo. Es decir, una forma particular de creer en lo sobrenatural y acceder Dios por cualquier medio, llegando al caso de afirmar que en su pensar y en sus prácticas no existe religión sino filosofía, como el único camino hacia lo trascendental.
Debemos destacar que cada vez es mayor la preocupación mundial por los procesos cambiantes en la religión. Recientemente se realizó en Venezuela el XXVII Congreso Interamericano de Psicología (02–07– 99). En el mismo se presentaron varias ponencias en las que figuraba el problema de las sectas. Un psicólogo español de nombre Eloy Rodríguez-Valdez, especialista en el estudio de las sectas, señalaba que Latinoamérica es la región más fértil del mundo para el desarrollo de este tipo de agrupaciones ya que prometen la felicidad eterna. Igualmente aseguró que México es el país con más adeptos hacia la consolidación de sectas. En segundo lugar está Venezuela. Le siguen Brasil, Uruguay, Guatemala y Argentina. El Auge de las sectas según Rodríguez-Valdez se debe a la falta de información y al poco control por parte del Estado. Además, señala la dificultad que crea el someter bajo estudio a estos grupos, pues muchos de ellos se vuelven hostiles a la revisión e investigación pública. Para este especialista, detrás de estas sectas se encuentran grandes imperios económicos, que incluye empresas armamentistas y medios de comunicación como el caso de la secta Moon y su influyente diario The Washington Times (El Universal, 27-06-99:113).
Las aseveraciones de este investigador no dejan de tener importancia por cuanto el control se limita única y exclusivamente a un trámite burocrático. Son muchas las organizaciones registradas que, sumadas a las que operan en forma ilegal, darían como resultado una diversidad alarmante de sectas. Aún así quedaría por establecer sus vinculaciones reales y efectivas con factores de interés económico, religiosos o de cualquier otra índole. Ello requiere un arduo estudio y la disposición gubernamental de controlar las influencias nocivas que atentan contra lo mejor de nuestra sociedad.
Conclusión
Como lo expusimos al comienzo, nuestra investigación aborda el estudio de la religión en Venezuela bajo la perspectiva sociológica. Se trata, entonces, de una descripción de los procesos de cambio religioso que vive nuestra sociedad como resultado del devenir histórico, enmarcado en la dinámica social, política y religiosa que genera la formación de creencias y la búsqueda razonada de significados que satisfagan las necesidades del individuo actual.
Por supuesto, esto viene condicionado por elementos estructurales de orden formal, que obran como mecanismos de socialización, permitiendo así el florecimiento de nuevas creencias y la redimensión de las ya existentes.
En nuestra opinión, dos principios estructuran las aspiraciones del venezolano frente a modelos de creencias foráneos: Uno vendría siendo la búsqueda constante de elementos que lo identifiquen como sujeto capaz de establecer su propio orden de relación, individuo–comunidad. El otro, está enfocado en la asimilación cultural proveniente de Europa y más recientemente de Norteamérica.
El primero intenta la ruptura con lo formal-racional dando paso a su propio orden de creencias, expresada en lo mítico, simbólico y abstracto como mecanismo de respuesta a sus aspiraciones espirituales y materiales. El segundo es el producto histórico de las relaciones creadas desde fuera, es decir, de los sistemas de creencias por la vía del mandato, que dan como resultado final, la mezcla de componentes culturales propios con los asimilados de otras culturas.
En el proceso de conquista y colonización se instauró el cristianismo de raíz católica como religión oficial y se le encargó evangelizar y socializar a los indígenas, blancos, negros y a sus descendientes. Producto de las injusticias y las arremetidas de los colonizadores, tanto indios como esclavos fueron amparándose en protectores sobrenaturales, dando origen a la primera mezcla entre las creencias propias del indígena con la de los esclavos y posteriormente a una segunda con elementos del cristianismo.
Encontramos un ingrediente histórico que aún perdura en nuestra sociedad. Se trata del sincretismo, es decir, se concilian tres o más religiones considerándolas normal y de aceptación colectiva. Aunque la institucionalidad de la Iglesia Católica no lo permita, estas prácticas se hacen más comunes.
Podemos afirmar que los evangélicos fueron entendiendo las necesidades de los sectores más desposeídos, abriéndoles el camino a los pentecostales, quienes establecieron un nuevo modo de relacionar su religión con la sociedad, permitiendo que el individuo acepte sus normas y hasta su culto, así como también, los discursos fuertemente cargados de emotividad. Práctica que les trae muchos adeptos pues estos les brindan atención espiritual y seguridad terrenal en todas las áreas, con unas cuantas restricciones, pero que en el fondo, el individuo las acepta porque se siente identificado con ello.
Por su parte, la Iglesia Católica defiende un espacio considerado "propio". Al surgir nuevas relaciones entre el individuo y las múltiples creencias que ofrecen grupos protestantes, pentecostales, espiritualistas y más recientemente milenaristas, surge cierto enfrentamiento, pues estas corrientes diariamente se hacen de muchos seguidores, porque cuentan con el ofrecimiento de respuestas y además, dotan de significados a sus adeptos. Por ello la Iglesia Católica asume las transformaciones que van ocurriendo en la sociedad, planteando ciertos cambios, con la finalidad de minimizar la acción de las sectas, planteando una visión de acercamiento hacia la sociedad, sobre todo de denuncia ante las injusticias, producto de las desigualdades en la distribución de la riqueza. Es decir, establecen una nueva relación entre la sociedad y catolicismo que permita contar con el sentimiento de adhesión de las mayorías.
Por otro lado, claramente pude observarse el poco control que ejerce la Dirección de Justicia y Cultos sobre las sectas u organizaciones religiosas, así llamadas por este órgano de gobierno. No existe un instrumento legal que garantice objetividad e imparcialidad a la hora de otorgar los permisos o el llamado "visto bueno". Esto quizás explique la multiplicación de estos grupos en el país que llegan, incluso, a operar ilegalmente y sólo proceden a su legalización cuando ya están establecidas. Tampoco existen direcciones descentralizadas por lo que es más fácil operar ilegalmente y hasta convertirse en órganos de presión muy favorable hacia ellos cuando por cualquier circunstancia su estabilidad se vea amenazada.
Finalmente indicamos que la población venezolana experimenta cambios en sus creencias religiosas. Este cambio tal vez no sea tan perceptible porque resulta hasta normal el funcionamiento de diversas organizaciones religiosas. Pero, pocas veces nos preguntamos qué efectos sociales podrán generar sus enseñanzas y doctrinas y en qué momento éstas entrarán en contradicción con el resto de la sociedad. Lo cierto del caso es que crecen a un ritmo acelerado, unos horizontalmente como los evangélicos y pentecostales (no admitiendo jerarquía alguna); otros, se nutren de seguidores (como los Testigos de Jehová), por intermedio de una organización fuertemente centralizada. La cual por identificarse como unidad monolítica provoca ruptura con lo que acontece en el resto de la sociedad, imponiendo su propia empresa generadora de creencias. En fin, tanto Católicos, protestantes Espiritualistas y milenaristas no buscan la secularización del individuo, por el contrario, a las puertas del nuevo milenio nos encontramos en una encrucijada en donde las creencias del pasado se unen al presente, con una deliberada razón de ser, cada a una en su seno, señala la religiosidad del hombre hacia el siglo XXI.
Dedicatoria
A mi padre (In memoria, 1998).
A mi madre: Ejemplo de fortaleza, amor, dedicación y desprendimiento ante los propósitos de sus hijos.
A ti Daniella por ayudarme a cumplir parte de mis metas, aún nos quedan muchas, lo mejor de todo es la satisfacción de realizarlas juntos.
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Autor:
Alexi Valero López
República de Venezuela
Universidad de Los Andes
Facultad de ciencias jurídicas y políticas
Escuela de ciencias políticas
Mérida, enero del 2000.
[1] La religión ha sido entendida como "la creencia en seres espirituales, definición que incluye tanto la religión de los pueblos primitivos y el politeísmo de la antigüedad como las creencias del hindú y el católico, la experiencia del místico y la del espiritualista moderno. Sin embargo, por mucho que abarque, no puede aplicarse al budismo original ni a los confucianos, para quienes la religión es más bien un código de conducta, una forma de vida caballerosa" (Royston, 1960:349). Además, la definición de religión "lleva implícito un conjunto de creencias o dogmas, normas éticas y morales de comportamiento social e individual, y de prácticas rituales de oración o sacrificio que relacionan al hombre con la divinidad: Inferior: La animista en sus varias formas de fetichismo, totemismo, etc. Superior: La que posee teología, liturgia y moral. Natural: La fundada en el reconocimiento del hombre de su dependencia de la divinidad. Revelada: La fundada en una manifestación de la divinidad hacia el hombre. Politeísta: La fundada en la creencia en una pluralidad de divinidades (mitología, mazdeismo, budismo, brahmanismo, confucianismo, etc.). Monoteísta: La que reconoce un único Dios (hebraísmo, islamismo, cristianismo). Católica: La revelada por Jesucristo y conservada por la Santa Iglesia Romana. Reformada: La protestante"
[2] Según Thomas F. O` Dea, se puede hablar de dos clases de sectas establecidas. La primera es la que se aparta de la sociedad en un sentido literal, geográfico, se instala en un lugar solitario para fundar una comunidad total de acuerdo con el modelo por ellos trazado. La segunda es la que permanece en el seno de la sociedad urbana, pero sigue oponiéndose a ella, ejemplo los testigos de Jehová. (Sills, 1979:513).
[3] La raíz "colo", de donde procede "cultura" (como también inquilino) aparece en la época antigua bajo el doble significado de "habitar" y de cultivar. Ulteriormente su significado se amplía para designar también el culto y los honores que los hombres rinden a los Dioses. En la época romana el significado se amplía tanto en sentido físico como moral, pero lleva dentro de sí el rendir culto tanto físico como espiritual (Dictionaire Etymologique de la Langue Latina, en Subirats 1984:126).
[4] Para Briceño Guerrero, los norteamericanos constituyen un Melting-pot de etnias europeas, pero el verdadero melting-pot lo constituye América Latina donde existe un cruce de razas y culturas inicialmente muy alejadas unas de otras (Briceño, 1.983:65).
[5] Existe en la dirección de justicia y cultos un registro bastante significativo de organizaciones que tienen que ver con la brujería y el carácter ritual. Más adelante daremos a conocer el número de estos centros registrados hasta 1989 y la situación por estado
[6] Consta en dicho documento o "bula de donación" que los monarcas españoles sometían al Papa las "tierras e islas predichas y sus habitantes y moradores con el auxilio de la divina misericordia a la fe Católica", y aquel "con plenitud de nuestra potestad y apostólica por la autoridad de Dios omnipotente concedida a nos en San Pedro y del Vicario De Jesucristo que representamos en la tierra, a vosotros y vuestros herederos y sucesores de los reyes de Castilla y de León, para siempre por autoridad apostólica según el tenor de las presentes, donamos, concedemos y asignamos todas y cada una de las tierras e islas supradichas, así las desconocidas como hasta aquí descubiertas…, otorgándoles además, los dominios de las mismas, con ciudades, fortalezas, lugares y villas, derechos, jurisdicciones y pertenencias" (Felice, 1959:11-13).
[7] "La iglesia y la sociedad no son indiferentes la una de la otra; existe entre ellas una relación de interdependencia. los elementos estructurales y culturales de la sociedad influyen en la iglesia, de aquí la necesidad de estar atentos a la reciprocidad y la interacción de esas fuerzas" (Piana, en Pacomio, 1982: 821).
[8] Muestra de ello lo representó el enfoque de tres imágenes "Martí, el Che y Jesucristo", vistos por todo el mundo. También el punto de apoyo recíproco entre Fidel y el Papa en la Plaza de la Revolución.
[9] En Caracas Las Iglesias de La Trinidad y la California Norte (Católicas) un Sacerdote de nombre Vicente es considerado por los creyentes como milagroso por la "imposición de manos". Durante el sermón los feligreses escriben sus peticiones en una cesta, el padre las recibe colocando sus manos sobre ésta, esperando conseguir que la petición se cumpla.
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