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Poesía contemporánea tachirense (página 3)

Enviado por Manuel Rojas


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Desde un pueblo que tiene tan solo dos calles creó un continente llamado Acirema. Antonio Mora, con cierto aspecto de apóstol y mirada de gringo, tal "Viejo Gringo" de Carlos Fuentes, se asoma al siglo XXI como una de las voces más diáfanas y expresivas de finales de este siglo. El escenario de su trabajo, tanto narrativo como poético, se inclina hacia la crítica soterrada pero profunda de un sistema cansado de alimentar una "democracia" mal entendida, en donde la esencia principal, la vértebra que pudiera sostenerla, está igualmente quebrada y sin razón de ser en el laberinto de elementos que la componen. El tema principal de Antonio Mora es, obviamente, la identidad humana, su crecimiento o empobrecimiento intelectual, su razón o sin razón ante las eventualidades sociales; la catástrofe existencial de no saber cómo dirigir su vida en el atollamiento de ideas y acciones que nos exige la sociedad que nos ha tocado vivir. Las virtudes humanas y defectos, se unen en cada uno de sus textos para desnudar la condición del hombre como ente universal, como principio de la creación, como organismo vivo que participa de esa gran orquesta que entona su mejor pieza: el mundo de las ideas del ser, el hombre, su aventura, su desdén, su descalabro, su ambición, su búsqueda de placer en un sistema de cosas que actúan e inter-actúan en concierto de micros circuitos, en caudales, en ríos imaginarios, en mares de pensamientos, ideas, ideas puras que parten de las cosas simples, del itinerario de detalles nimios que nos rodean, de las cosas que se mueven y que sirven – han servido- de hipótesis para desarrollar las más grandes empresas del hombre:

"G.G"

(así se firma pretenciosamente

en su nueva pizarra de cera)

catorce añitos

bozo incipiente

un caramelo pues

ha pasado bajo la ventana

de la rubia Ucelina

y ella

lo ha mirado

Desde ese momento

G.G. jurará a muerte

que la tierra gira

a su alrededor

sin embargo Ucelina …

Su trabajo podría reducirse a una sola frase que encierra el todo de su obra: "el poeta tira el poema y esconde la mano". Esgrime con avidez el peso de la piedra y la arroja contra las vidrieras, con soltura e ironía, satirizando sin prejuicios la sociedad: "Yo/ de puerta en puerta/ como un Whitman devaluado y absurdo/ ofreciendo mis aullidos… Los niños se desbandan/ Las mujeres insinúan su sexo esquivo/ entre los dientes/ "¡Hasta los perros me gruñen!".

Lya

la vaina sigue igual

Ayer hizo bastante sol

Hoy llueve

La ciudad es la misma

Blo brin

Pa sus cos

Pe

Ga

Hay una ca (ra) ja de cartón tirada en la calle

Hoy he vuelto a ver las golondrinas (los campanarios y la

infancia ¿en dónde están?)

la noticia publica los mismos periódicos

hay una nuve que a excepción del error horto-

gráfico no me dice nada

y un policía con su palito parado en la esquina que

me dice mucho

…perdona un momento, llegó el recibo de Cadafe)))

No sé que hacer con tanta luz de afuera

Aunque tampoco encuentro el "swiche" del bombillo

de adentro /// @ *$ asdfghijklñ –probando—probando

¡Mira, en las cuerdas del alumbrado hay como unas

maticas! ¡qué ganas de vida.

(¿qué ganas de vida?)

y vos que ganas de muerte

Ahora ni siquiera recuerdo dónde puse las llaves

Dónde puse aquella idea

Dónde puse el alma

Y eso y lo de los acentos es quedar más mal contigo

que San Emigdio en Cúcuta

de todos modos los hijos ¿no? Siguen empleando el "osea", el

"estéeee" y e "a nivel de…"

aunque mañana etc.

el Sida sigue haciendo estragos

la guerra y la paz siguen haciendo estragos

los buenos más que los malos siguen haciendo

yo quisiera ser ex – tragos

no sé si te lo dijeron

que lloramos (a nuestra manera) tu partida

¡qué carajo de partida…bueno, mejor no nos meta-

mos en esto porque va a llegar el Orlando Ortiz con

sus filosofiadas y es peor

volverán volverán volverán hasta el Santiago que

odia tanto la canción que cantó en honor avísale

ahí viene quien sabemos hablando de transmigraciones

y vainas de éstas

no tiren poemas usados al piso

chao

ANTIPOEMA

Yo

de quien se dice

soy tu enamorado

nunca te he escrito un poema

por temor al desnudo

al ridículo

y en alguna medida también

a quien sabemos.

Para hacer un poema

hace falta un corazón sensible

amor a la vida

inspiración

algún otro detalle olvidadizo

y asegurarse de que el que sabemos

no vaya a ser boxeador o policía.

De todas maneras

mientras algo se me ocurre

aguárdame en el parque

entre las cayenas

sin esperanza alguna de palabras

porque lo nuestro es cuestión de tacto

-mudez que muda al mundo-

y sólo los dos sabemos

qué rumor trae la sangre

qué música nos toca el universo.

………………………………………………………………………………………………

El poeta decente tira el poema y

esconde la mano. No por hipocresía.

Ni por miedo. Simplemente porque el

poema (cuando auténtico) en nada se

parece a ese ser contingente que lo

creó. A ese trozo de miasma que fue

capaz de fabricar una estrella.

DESTINATARIO

Marta da vuelta a mi alrededor:

Está desesperada

y sospecha que estoy loco

(Aunque, aquí entre nos,

Ese es mi estado desde hace mucho tiempo)

Ayer, quiso saber

para quién son mis escritos.

-¡Para el que tenga diarrea,

no ves que sólo son papeles!?

Desde entonces

vive nerviosa

pensando quien sabe qué.

Pero más nerviosa está ahora

cuando ve que trato de poner en la máquina

un rollo de papel higiénico

para que el asunto sea más funcional.

VISIÓN

Yo

de puerta en puerta

como un Whitman devaluado y absurdo

ofreciendo mis aullidos

Nadie me escucha

Todo es indiferencia

…y soledad

Quisiera gritar:

¡Ayúdenme!

¡Por favor!

¡Auxilio!

Pero ya no tengo ni voz

Los niños se desbandan

Las mujeres insinúan su sexo esquivo

entre los dientes

¡Hasta los perros me gruñen!

Un ciudadano gordo

ofrece una moneda

pero no recibe el libro

………………………………………………………………………………………………

Luego

cuando me vuelvo

hace señas a los demás

de que estoy loco

o soy homosexual

Y yo sigo

con mi vida en la mano

ada vez más muerto

implorando

de portal en portal

………………………………………………………………………………………………

III

A la barrida llegó un cura

holandés el tipo

que al hablar gesticulaba como si estuviera comiendo chicle

o cargase un tabaco encendido entre el culo.

Desde el mismo día de su llegada

comenzó a trabajar con los obreros

pegando ladrillo

batiendo argamasa

nivelando cerro

y nos enseñó a jugar fútbol.

Vivía en un cuartucho

carente hasta de luz eléctrica

y su cocina era un fogón de leña

de esos de las películas vaqueras.

"Algo se trae éste"

-murmuraban todos-

y lo vigilaron

Pero era sólo eso:

Trabajo y oración.

A mí

se me parecía cada vez más a Cristo

en su nombre

su cara de loco

sus ropas humildes

y su terquedad inofensiva.

Una tarde

llegó el ejército

y la policía

todos bien armados

y se lo llevaron.

Aún lo volvimos a ver retratado en el periódico

subiendo la escalerilla del avión

que lo pondría fuera de nuestro país

Iba bien afeitado

Y hasta el traje que llevaba parecía nuevo

¡Pero en sus ojos

En sus enfebrecidos ojos!

había una mirada de desolación

como la que tal vez abarcó hace dos mil años

otro cerro aún no urbanizado

de la periferia de Jerusalén.

Y nadie protestó

Ni los buenistas

Ni los malistas

Ni los catolicistas

Ni los adventistas

Ni los capitalistas

Ni los comunistas

Ni los cabroncistas

Desde esa fecha

desde ese día

cargo por dentro un tumor

que me va a reventar feo un día de estos.

DESESPERANZA

Todos los días

a las doce y media

salimos de la fábrica

más muertos que vivos

La calle interminable

Es una sola cuesta empinada

y el hambre

se convierte en un malestar

que afecta más al cerebro

que a las vísceras

Jamás

hemos tenido un mediodía aceptable

siempre

el sol lacerante

o una lluvia que cala y duele

Caminamos

en grupos

en parejas

o en una fila cansina hecha al azar

pero siempre en silencio

siempre solos

Y así

la amarga rutina

el asfalto hirviendo

las marchas y contramarchas

y nuestras propias espoletas desmontadas

para siempre

nos destruyen

cada día más.

Hay muchos cínicos

que pasan en sus autos de lujo

y piropean a las muchachas

o nos apartan a bocinazos

¡Malditos!

Si supieran

cómo uno se siente

en tales momentos

arrojarían sus almas al infierno

Algunas de las chicas

por el hambre

para seguir viviendo

suben a esos coches

dejando a sus amantes

obreros como ellas

en la más negra desesperación

También

pasan homosexuales

en carros rugientes de último modelo

Pero yo

Soy tan feo

y tan raquítico

porque la fábrica me está comiendo

y porque nunca

ni los unos ni los otros

me han hecho una invitación.

PABLO MORA

Nació en Santa Ana del Táchira en 1942. Su obra poética ha sido publicada en parte en Almácigo, título que comprende seis volúmenes; no obstante, su extensa producción lírica ha a la venido apareciendo sistemáticamente en revistas, periódicos, hojas sueltas, plaquettes, etc. Ligado a la vida universitaria y también excelente prosista, P.M. es sin duda el autor más prolífico de la poesía tachirense en la actualidad, al punto de que el Ejecutivo Regional del Estado Táchira, por solicitud de la Asociación de Escritores le confirió en Noviembre de 1994 la Orden "MANUEL FELIPE RUGELES", en su única clase de oro, en reconocimiento a su importante gestión en pro de las letras regionales.

PABLO MORA: CAMARADA, AMIGO

Lubio Cardozo, en su Paseo por El Bosque de la Palabra Encantada (Casa de las Letras "Mariano Picón Salas", Universidad de Los Andes, Mérida, 1997), nos presenta Dos Grandes Tiempos en la poesía de Pablo Mora: primero, regreso a la comarca de la infancia, y segundo, el del dolor presente. En mi caso particular, opino que para abordar la poesía de P.M. es necesario acercarnos a su espíritu de alquimista literario. Ha sabido, este denso poeta de avanzada, orquestar, si quiere, perfectamente, la vida misma con todas sus virtudes y defectos, en una sinfonía pura titulada "Almácigo", que no es otra cosa sino su redención definitiva ante el caos en que se veía inmerso por su preocupación inminente: la vida humana. Exalto ante todo y reconozco esa gran virtud de Pablo, al legarnos, en papiros nuevos, su profunda ansiedad por reconocerse a sí mismo y al mundo que le rodea. Esos papiros, esos palimpsestos, esos documentos históricos contienen todo un caudal de motivos humanos que conforman nuestro sistema espiritual y mental con todas sus emociones y conductas. Almácigo es el espejo donde podemos descubrirnos, iluminarnos, compararnos y si es posible anularnos. Allí estamos. Allí somos. En la guerra y la paz o en la paz y la guerra. Porque no hay quizás ningún elemento de la vida que Pablo no haya tocado jamás. En su banco de ideas, en su presupuesto de inquietudes, en su entrega constante, cualquier cosa inanimada o animada tiene presencia en el universo. Su perenne búsqueda lo ha llevado a descodificarse socialmente; a no pasar inadvertido. Pablo es un poeta, quizás el más objetivo y sensible de esta generación, y no se cansará de gritarlo mientras viva, y aún después, porque su cuerpo es como una esponja marina, porque su cerebro debe moverse dentro, debe electrocutarse a cada instante, porque su sed de vida o de muerte no se sacia. De ahí que su comportamiento parezca fuera de lugar, descodificado, dije, utilizando un término técnico para describir una actitud sensible.

P.M. es sin duda el autor más prolífico de la poesía tachirense en la actualidad, al punto que el Ejecutivo Regional del Estado Táchira, por solicitud de la Asociación de Escritores le confirió en noviembre de 1994 la Orden "MANUEL FELIPE RUGELES", en su Unica Clase de Oro, en reconocimiento a su importante gestión en pro de las letras regionales. Pablo Mora es el camarada y amigo que nos invita a despertar del ensueño para protagonizar la nueva revolución. Sus poemas manifiestan rabia, descontento y sin embargo incitan a luchar por la paz social:

El hombre, "un gran dolor en viaje", a pelo, en la yegua de la poesía…

que nos hemos vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo

que no encontraremos nunca quién nos soporte

que fuimos preteridos en aras de personas más miserables que nosotros

que todo el día tapamos nuestra rebelión

que no hemos ido a las guerrillas

que no hemos hecho nada por nuestro pueblo

que no somos de las FALN y nos desesperamos por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable.

NOCTURNO EN JUAN MAYOR

Nunca más huérfana la vigilia humana que cuando un alma

que en soledad vivía quedó también en soledad herida.

Nunca la soledad sonora fue más noche sosegada que

cuando aquella Esposa sintió que todos cuantos vagan mil gracias

le fueron refiriendo de su Amado.

Nunca más de amor supo la alborada que cuando a aquella

Amada dejóle muriendo un no sé qué quedan balbuciendo.

Nunca más clara Andalucía, nunca más esplendorosa la

noche oscura que aquella madrugada cuando, yendo de vuelo,

un alma, debajo del manzanero, reclinó su cuello sobre los dulces

brazos del Amado.

Nunca el amor fue más que cuando, gozosos de hermosura,

adentro en la espesura, fuéronse aquéllos al monte y al collado,

do mana el agua pura.

Nunca el amor jugó mejor al escondido que cuando aquéllos

entre montes y riberas, entre prados y verduras, anduvieron.

Nunca pacerá Amado entre las flores sin evocar aquellos

valles solitarios nemorosos, por donde entre ínsulas extrañas

sintióse el silbo de sus aires amorosos.

Nunca sabrá mejor de ardor amor alguno que aquél que

se llagó en ojos azules.

Nunca entró más adentro en la espesura sino aquél que a

vista de las aguas descendía.

Nunca más el amor descalabrado que con un no sé qué

que quedan balbuciendo.

Nunca más resplandeciente un no sé qué de travesura y

buen donaire en los pechos de una Amada.

Verdaderamente, nunca más sola la noche que al humano cruza.

Verdaderamente, nunca fue tan claro el Amor de Juan.

Pastores, huertos, rosas, flores, prados, ¿acaso, por

vosotros ha pasado aquél que os decía: Decidle que adolezco,

peno y muero; aquél que, andando enamorado, se hizo perdedizo,

y fue ganado?

Por obra y gracia de la noche – ahora está mirándose su

abismo – un hombre, alquien que huele a desamparo.

Nételo duro, Juan, de madrugada. Perdona a Rimbaud,

porque su temporada en el infierno fue para hacerse evidente

como tú.

Perdona a los poetas porque quieren celebrar tu vida, tu

muerte, tus visiones, tu cantar…y sólo queda un no sé qué que

quedan balbuciendo.

Métele firme, Juan, de madrugada!

(Poesía, Sociedad Anónima Cueva de Los Suspiros, con

la Cruz de Juan, a 400 años de su eternidad).

NOSOTROS

que por fortuna tenemos la montaña que de dolor apacigua

con neblina, sin saber de tanta llamarada viva,

que pendemos del azul, de los troncos, los bejucos,

los colores y las flores.

que sabemos de los sueños de nuestros abuelos, los que

se llevaron los peces de las quebradas entre los piélagos del viento,

que cultivamos las herejías,

que exprimimos los segundos de nuestros días y apretamos

los hilos del tiempo en los peldaños del aire.

que no hemos derramado ni una gota de hambre y menos

una de sangre como aquellas,

que podemos desafiar la muerte de mentiras en plena

madrugada, camuflados en neblina,

que podemos oír riachuelos, radios y cascadas a las dos

de la mañana,

que le oímos a Alvaro Carrera su rabia constreñida antre

sus dientes y su barba aquí en tribuna,

que a diario somos atracados por tantos seguros

sanguijuelos, vagabundos, extranjeros;

que estábamos sin saberlo enamorados de Karina y su guao

erótico, carnal, desnudo;

que empezamos a oírle los truenos a la noche, a sentirle a

los perros sus pisadas,

que no sabemos qué diéramos por una guama de aquellas

que guindaban de la boca de la maestra de nuestra infancia o por

una taza de café o unas onzas del tiempo en la quebrada,

que en el año nuevo oímos que sollozaba nuestro lamento,

cuando honda desolación cruzó nuestro ser, al vernos en los

umbrales de nuestro aliento;

que también salimos corriendo en busca de nuestros hijos

al liceo, llenos de miedo caraqueño, boliviano, nacional, chileno, latino,

colombiano;

que comenzamos a despertarnos con tanto baño de sangre, tanta gente, tanto paria sin rumbo, tanta cara de tanto yo no fui, tanta carne de cañón en cada niño, tanto acaparamiento al desnudo, militar y militante, tanto hermano de sueños que se va allí en Colombia a cada instante sin decir ni adiós, tanto terror inundando nuestra acera, tanta sombra agazapada en los rosados apamates;

que a ciencia cierta no sabemos si creemos en Dios y menos en que estemos vivos, perdiendo como estamos la costumbre vieja de ir por la mañana a la huerta, a los mercados;

que no sabríamos qué hacer ahora: si gritar, pelear, trabajar o meditar;

que no sabemos si seremos capaces de aguantar tanto cuándo, cuándo, cuándo y tanto, tanto que nos roerá de ahora en adelante;

que nos vemos a cada momento interrogados, despellejados, descuerados, desaparecidos, arrastrados en medio de las aguas, de los ríos;

que fuimos testigos del escalofrío que sintiera Bolívar al ver una de sus espadas, camino de la subasta londinense, ultrajada, en el Banco Central de su país;

que no sabemos hasta cuando mantendremos disimulada nuestra locura o nuestra paciencia, este simulacro, esta farsa, que llevamos y bailamos en nuestra garganta;

que presentimos que caerán al infinito nuestros muertos al voleo, que arderán las esperanzas, que volverán los grillos, cepos y Rotundas;

que no sabemos a quién creerle: si a la Francia de hace dos siglos, a Mayo de hace 22 años, al golpe claro, clarísimo, de la helada de hace 73 o al de Caracas de estos días;

que no comprendemos qué hicimos con la luz de Reverón, con los Poderes Creadores del Pueblo, con los ríos que reinaban en la patria ni con el momento en que se imponen las cosas, el vino, la verdad, el hombre, Ludovico, Rafael;

que oscilamos entre cavilaciones, tormentos, necedades, desconfianzas, páramos, temores, arrecheras y berridos;

que hemos sabido de ventisquero amargo, de cementerios enyerbados, de riscos, farallones, auroras y veredas;

que nos hemos vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo;

que no encontraremos nunca quién nos soporte

que fuimos preteridos en aras de personas más miserables que nosotros

que todo el día tapamos nuestra rebelión

que no hemos ido a las guerrillas

que no hemos hecho nada por nuestro pueblo

que no somos de las FALN y nos desesperamos por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable

que perdimos el hilo del discurso que se ejecutaba en nosotros y no hemos podido encontrarlo

que no lloramos cuando sentimos deseos de hacerlo

que llegamos tarde a todo

que hemos sido arruinados por tantas marchas y contramarchas

que nos creíamos predestinados para algo fuera de lo común y nada hemos logrado

que hemos percibido por relámpagos nuestra falsedad y no hemos podido derribarnos, barrer todo y crear de nuestra indolencia, nuestra flotación, nuestro extravío una frescura nueva, y obstinadamente nos suicidamos al alcance de la mano

nos levantaremos del suelo más ridículo todavía para seguir burlándonos de los otros y de nosotros hasta el día del juicio final,

en que nazca esta derrota, esta tarde, esta noche, este ahora, este siempre o este nunca.

………………………………………………………………………………………………

de nuevo. Somos mientras la sombra testifique que estuvimos.

El hombre, "un gran dolor en viaje", a pelo, en la yegua de la poesía.

Las sonatas, por patéticas, la noche nos la oye. Van con nuestras líneas, nuestras letras, nuestro encuentro, el enchufe que el tiempo nos dispuso.

"Dos poetas, cinco poetas, diez poetas, veinte poetas, gallos flacos, desgreñados, cantando junto a la vez".

Con la música, en medio de la música. Con la suerte declaración de estar vivos todavía entre las sombras de esta sombra que anochece.

Las sonatas, danza del alma las sombras de esa sombra que también es alma.

"La poesía, larga quemadura, pávida voz, diadema planetaria, hecha toda de cólera y ternura".

Hijas de los trigales y las piedras, la rabia y la ternura vagando andan por campos, farallones y veredas.

Madrugada del Alma. Aclarada Afuera. En el Planeta, en cada Piedra. En la Alegría. En cada Rama. En esta Lluvia. En su Escampada. En este Etcétera.

¡Vida, Rincón para sembrar el Júbilo!

¡Júbilo de Dichosa Maravilla!

¡Azul de Eternidad en la Belleza"

………………………………………………………………………………………………

DÉVORA MORALES

Nació en San Pedro del Río en 1966. Participó en el Taller Literario "Zaranda". En este libro se incluye igualmente su obra "Del destierro de otro cielo" poemario con el que ganó el Premio Único de los Circuitos Culturales en 1988. Colaboró también como diagramadora del suplemento literario "Encaje" que publicó semanalmente la Asociación de Escritores del Táchira en el Diario Pueblo" de San Cristóbal.

EL DESTIERRO DE OTRO CIELO, es quizás la obra que mejor representa este sainete de la Poesía Contemporánea Tachirense, vol. 118 de la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses. Dévora, en este destierro, nos convoca a vivir, partiendo de dos principios: la vida como una constante matemática de tiempo y acción. Y la vida como una carga o como una mentira. Pero ¿qué es la vida? En esta disyuntiva, los filósofos de todos los tiempos no se explican por qué nos debemos a la muerte. Por qué la muerte nos ronda desde que nacemos. Nos persigue o nos espera. El absurdo de la vida es morir, pero el absurdo de la muerte es dejarlo todo a cambio de oscuridad, de profunda y eterna oscuridad de los sentidos. La muerte no es el tema de esta insigne poeta, y si no es la muerte, es tal vez su regreso: la vida:

Vivir

densidad

acaecer

morada en blancoynegro

torbellino insólito

vago

agudo

vivir

mentira a cuestas

sin resultado aparente

En apenas diez líneas (¿versos?), nos ofrece una hipótesis de lo que ella, en forma categórica, considera que significa el acto de vivir. También se demuestra que el poema, cualquier poema, no está carente de sentido lógico o analógico, cosa de la cual se encargan los críticos de desentrañar. No obstante, en nuestro caso, esta tesis de la vida parte de una función estética alimentada por una verdad subjetiva. Pero lo más importante de este asunto es que la poesía sigue siendo el mejor tratado psicológico del drama humano. Lo humano, lo existencialmente humano, se funde con lo artístico. Lo artístico se visualiza a través de enunciados sensibles que permiten el acceso al alma comprometida con el universo. Y en este acercamiento unísono, la palabra con el poeta, se emancipa una especie de filosofía que no necesita mercado ni consumidores sino lectores ansiosos, ávidos de conocimiento y humanamente sensibles.

Es musicóloga, y estuvo al frente del programa de música ligera y académica que mantuvo la emisora FM 102 del Grupo Lovera Gonzáles en esta ciudad, durante varios años, en el espacio del mediodía. Dévora marcha (literalmente hablando) al ritmo de las últimas vertientes de la llamada, por los críticos, postmodernidad (¿posmodernidad?), sin experimentos fútiles, pero con gran maestría al distribuir sobre la página las imágenes convocadas con las que provoca la sensación en el lector de oír "deshojando en cada esquina" el sonido triste de un piano: "cuando el cáliz se levanta/ Dios se ríe del destino incierto/ de gatos dormidos/ sobre techos/ sobre rocas/ (desciendo de las márgenes de un río/ la límpida oquedad de las serpientes)".

DEL DESTIERRO DE OTRO CIELO

Vivir

Densidad

Acaecer

Morada en blancoynegro

Torbellino insólito

Vago

Agudo

Vivir

Mentira a cuestas

Sin resultado aparente

………………………………………………………………………………………………

Y yo

-con mi fiera dormida-

escribo

Esta noche se me abre toda

para hacer lo que se me venga en gana

y no hago nada

sólo vislumbro un día que se va

Una noche

Sólo yo y ella

-el animal que arrastro de la cola-

O ella y yo

-el animal que arrastran de la cola-

estamos

………………………………………………………………………………………………

Sola

Yazgo inmóvil

-aunque parezca cierto que la tierra gira-

Padezco un grito escaso

Prematuro

Sin que la luna se apiade

Vengo a refutar mi mal

A echar por tierra mi nuevo mal

………………………………………………………………………………………………

Cuando no te tengo

y el huracán desciende

Cuando la carne se estremece con el tiempo

moribundo, vagas en mi ausencia

Y en tu ausencia

………………………………………………………………………………………………

En medio de ti

Dentro de ti

Me empeño para que me

concedas

un día, porque aún

en la más penitente miseria

no has terminado de hacerme

………………………………………………………………………………………………

Cuando el cáliz se levanta

Dios se ríe del destino incierto

De gatos dormidos

Sobre techos

Sobre las rocas

(desciende de la márgenes de un río

la límpida oquedad de las serpientes)

ta

van

le

pero cuando el cáliz se

y nunca llega al cielo

Dios se ríe sin facturas

………………………………………………………………………………………………

Abierta a los caminos

De claras

Lúcidas mañanas

Despliego con las manos el aroma de los fantasmas

-follaje despierto de los pies-

………………………………………………………………………………………………

Meciéndome

Extraño su destino antiguo

y le robo un tiempo más

Cálido impreciso

A su precaria condición de niña

Perseguidora de caminos viejos

de donde brotaron vientos

Aullidos del viento

Y las tardes

Y las lluvias

Y los soles

Y los claustros

Preñarán en ocasiones mis nuevas soledades

………………………………………………………………………………………………

Pobre de mí

Pero más pobre de ti, que en mi

subyaces

faquir antiguo

arboleda sin estrellas

entraña nostálgica y recordadora

del destierro de otro cielo

………………………………………………………………………………………………

Entra

Silábico

Distante noctámbulo

Entra sin sorna

Sin entrañas

Perro grito de las tardes

Enternecedor

Vívido

Mirada que sustrae

Que perturba

Sin acercarse al biombo

de este cuarto

………………………………………………………………………………………………

Deshojado en cada esquina

el miedo vuelve

Ansioso

Con trino de ave necia

penetra mis calzones

(imprevisto)

Por noches desesperadas

(ausencia)

Camino sin objeto

………………………………………………………………………………………………

Voy quedándome sin días

El toro se los lleva para embestir

en otros campos

Ven, embiste otra vez

nada me falta

La luz se empeña en ser mi guía

cuando debiera ser caballo

Lento, caracol muerto de quebrada

Pero ahora no importa la luz

Abrázame

Exime este canto de tu aliento

Atragántate con mi imagen, toro de mil años

ADOLFO SEGUNDO MEDINA

Nació en Casigua (Edo. Zulia) en 1949. Es egresado de la Universidad de Los Andes-Núcleo Táchira como Licenciado en Educación, mención Castellano y Literatura. Fue fundador y principal redactor del periódico "Voz y Rima" y de la revista "Contemporánea", publicaciones que a mediados de la década de los ochenta aglutinaron a un grupo de jóvenes intelectuales ligados a la vida universitaria tachirense. Ha publicado "La muerte de Benedicto Chacón" (Fondo Editorial Apula-Seccional Táchira, San Cristóbal, 1990). Con sus obras: "Poema disperso", "Máximo secreto", "Nuevas Definiciones" (poesía) y "Alberto", "A las ocho y media, Chavela" (narrativa). Ha obtenido sendas menciones especiales en certámenes literarios. Además de "Encuentros a la intemperie" en el presente volumen se incluye también "La rebelión de los personajes" obra con la que obtuvo el Premio Único de cuento en los Circuitos Culturales de 1990. Tiene una significativa obra inédita. Reside en el Estado Táchira desde su infancia. Dirige el suplemento cultural Magin y el taller de literatura Eleazar Silva, de Rubio. El Fondo Editorial Toituna de la Asociación de Escritores del Táchira, le publicó "La Noche de Los Gatos".

"La poesía es un ejercicio para condenados", dice Alvaro Mutis en el prólogo para el poemario de Armando Romero, titulado "El Poeta de Vidrio", de Fundarte. Y Segundo Medina, como le conocemos entre amigos, es más que un condenado, es un poeta del desorden y las definiciones. Su obra trastoca todos los límites de la correspondencia metafísica (sin ser metafísico) y se ubica perfectamente en cualquier área de la comunicación literaria, bien sea como poeta, como narrador o como ensayista; sin embargo, es en el campo de la narrativa donde mejor desarrolla su talento.. Es, por antonomasia, como poeta, un delator de los misterios que se escapan de la inteligencia científica para agregarse, al final de la lectura, al reino de la muerte, al recuerdo y al regreso a la vida como un símbolo de la fecundidad:

…quizás dormía

o había muerto hacía medio siglo…

Seguí buscando en baúles milenarios

la voz del auténtico poeta

extraje

Prostitutas desvencijadas camas

beodos

muebles viejos policías

locos oscuros carromatos

boulevares

perros jorobados jueces

tinteros

mendigos trasnochados sacerdotes

una cuadrilla escrita hacia veinte años

que decía

"Yo buscaba en baúles antiquísimos

la voz del auténtico poeta"

DEFINICIONES

Cuerpo

La acción y la palabra

Voz

El cauce vital

El pensamiento

Voz y cuerpo

La sangre que mueve al universo.

EXORCISMOS

¡Apóstata!

¡He ahí la cruz!

-Sí, la veo

Es la suma del tiempo

Años antes

más (+)

después

un pecado original inmerecido

OTRAS DEFINICIONES

Pensamiento

Líquida esmeralda jugando entre mis labios

Silencio

Puñal de aire clavado en mi palabra

Poesía

Esperma verde pendiente de la noche

SUBTERFUGIOS

Yo no fui quien hurgó aquel libro inverosímil

para saber de dónde provienen las palabras

Yo sólo abrí su contratapa

y vi a Dios cabalgando un basilisco

por la roja garganta de la idea

………………………………………………………………………………………………

Al principio el sonido como si lloviera

pero era la sonrisa cayendo

como un caracol

como un río goteando por aquellas estepas

Después

al anochecer

más oscuro el mar

Las olas rompiéndose sobre los techos

La voz de hombre y la luz de la lámpara

Todo borrado bajo el estrépito

LOS SOLLOZOS DEL RECUERDO

El estruendo crecía por las noches en aquellos

tiempos

como patadas de elefante en mi cabeza

como carcajadas de cíclope metido en mi cuarto

en los libros y en la ropa

en los zapatos

garrapateando papeles

hojas secas

Era un gran murmullo

Una conversación de hormigas

En mitad del silencio de la lluvia

MANIFIESTOS

Es estupendo hacer la guerra

aunque Dios rete diariamente

Con espadas yo lo vencería

pero sólo tengo un lápiz

aferrado como un niño a mi escultura

GRITOS EN EL CREPÚSCULO

El mismo cangrejo inesperado

La mirada el grito la sonrisa

entrando siempre por esa roja fisura

desde el fondo boquiabierto del olvido

Pero yo seguía imperturbable

Su voz abatió mi lejanía

Abatíala siempre todo el día

y la noche saliéndose de mis uñas y mis fauces

Pero yo imperturbable seguía imperturbable

VACILACIONES

Ella vino hacia mí enloquecida

A esa hora no se pertenecía

Quizás aún dormía

O había muerto hacía medio siglo

PASOS TRASPAPELADOS

Seguí buscando en baúles milenarios

la voz del auténtico poeta

extraje

prostitutas desvencijadas camas

beodos

muebles viejos policías

locos oscuros carromatos

boulevares

perros jorobados jueces

tinteros

mendigos trasnochados sacerdotes

una cuartilla escrita hacía veinte años

que decía

"Yo buscaba en baúles antiquísimos

la voz del auténtico poeta"

………………………………………………………………………………………………

Hace siglos tres rostros desandan los bolsillos del

saco

y los compartimientos del maletín

Ellos no ven pero sus lágrimas

caen

como pesadas

piedras

en el inmemorial silencio del recuerdo

TINIEBLAS DEL MEDIODÍA

Entonces las manos – los tres pares-

se fueron estirando tras la meridiana sombra

que bajaba como un molusco

la hondonada del silencio

El hombre siguió esquivando las lagunas

que le crecían en su soledad

pero aquella amargura estupenda

como un bramido sideral

arrastró sus ojos al encuentro del tiempo

que recostado a un milenario bostezo del recuerdo

esperaba su regreso

ORLANDO ORTIZ ARAQUE

Nació en Vélez (Santander, Colombia) en 1962. Obra suya figura en los Vols. VII y VIII de Zaranda. Reside en San Cristóbal desde 1965. Ortiz Araque, es mucho más narrador que poeta, sin embargo, a través de su trabajo poético, se deleita en presentarnos una técnica prodigiosa: la paradoja. "Fulano nacune el cóngolo …" es el comienzo de una descripción que alude a una manera o modo de actuar del hombre ante su propia identidad. Es un fulano que "lo escropula/ lo amoneca", digamos, lo acorrala ante la adversidad. Su manera de enunciar es optimista, viva, desbordante de humor e ironía mordaz. Desencadena con libertad su pensamiento al desnudo, sin limitaciones morales.

CONGOLOS

Fulano nacune el cóngolo

Lo conete en la manaco

Fulana poqueca

Lo escrupula

Lo amoneca

¿No es para la cóngola?

Y fulano lo escrupula

No lo guete

En su tunta

Agueta

Senueca

Enecua

Y porfunca como una coeca

Aquín egueto el cóngolo

Amque la conorosa cóngola

Se aguete

Ataquesa

Lomque

Laqueta

Y lo ton quenam cóngolos

LA PROFESORA

Nuestra profesora de geografía es muy hermosa

Con ella moviéndose elegantemente en la tarima

da gusto estudiar la cordillera

las zonas sísmicas

la ubicación de nuestra patria

en el hemisferio

con tantos grados de longitud y latitud

al norte al sur al este y al oeste.

Nosotros que no somos muy dados

a memorizar cifras

o quizás por puro patriotismo

de vez en cuando respondemos en la hoja del examen

que indudablemente nuestra patria

tiene las medidas perfectas

LUIS JOSÉ OROPEZA

Nació en Caracas el 14 de julio de 1946. Ha publicado los poemarios: "Y hablo conmigo mismo", "Donde nadie te nombra", "Opuscular de sangre", "Por la vaciedad del humo", "La angustia de otros días" y "Canción de pordiosero". En 1992 conquistó el Primer Premio en el Concurso de Poesía de los Circuitos Culturales de la Dirección de Cultura y Bellas Artes del Estado Táchira, con su obra "El pozo de los sueños". Obra suya aparece publicada en los cuadernos de ZARANDA. Encaje, Diario La Nación. Es fundador del Fondo Editorial TOITUNA, dependiente de la Asociación de Escritores del Estado Táchira, sello bajo el cual ha publicado siete títulos, todos de autores tachirenses, salvo "Conversaciones con Encaje", que es de su más reciente autoría. A finales de 1994 publicó el poemario "NOCTURNIDAD".

Ha realizado una importante labor gremial en la Presidencia de la Asociación de Escritores del Edo. Táchira, por lo cual ha recibido una serie de reconocimientos, entre ellos la Orden Botón "HONOR AL MÉRITO", en su primera clase por los méritos acumulados durante años en pro de las letras tachirenses. NOCTURNIDAD Y PAPELES DEL OLVIDO, es un compendio de pequeños manifiestos en donde juega un papel importante el tiempo. El tiempo define, en sentido figurado, la acción de un personaje que tiene un destino señalado por Antígona. El amor filial y fraternal, arrancado de las entrañas de Edipo y Yocasta, a fuerza de sufrimiento y misterio, conduce al poeta a la hoguera y las cenizas. Nocturnidad pretende arrastrarnos al mismo abismo, desde una estética bien lograda, con una dinámica de registros musicales perfectamente diseñados por el autor. Su visión del mundo, en función de estos dos trabajos, es pesimista. Es una espera prolongada donde el final es y será siempre la muerte. A la manera de los existencialistas ve el entorno social colmado de injusticia y crueldad, aferrándose así, sin que el mismo autor lo haya planteado como su frente, a las ideas de lo "existente" como aspecto cargado de angustia, soledad y final trágico, que son las características primordiales de tal modo filosófico de interpretar la existencia humana, según Ignacio Burk, en su "Filosofía de la Existencia" (1976):

Con la piel más allá de ese resplandor

se dejan oír las otras voces,

en un canto que casi nos despierta

en pleno vuelo.

Me acerco hasta el anochecer

con la sombra de Antígona

y pierdo el sentido

de la muerte que vivo.

Pertenece a esa generación u orden de poetas que buscan más el sonido de la palabra, como realización estética, que lo que el poema pueda decirnos: "A veces/ es una línea clara y luminosa/ la que me conduce/ como ahora" Su trabajo se caracteriza porque el ritmo prevalece sobre la información o la intención filosófica del autor, aunque en Nocturnidad ambas categorías se unen para crear un texto bien estructurado y perfecto.

NOCTURNIDAD

El destino

sucede ante mí como un ministerio

sin mayor revelación

A veces

es una línea clara y luminosa

la que me conduce

como ahora

………………………………………………………………………………………………

No veo ni oigo

aunque mi mano se extiende

sin que pueda asirme de la orilla

de este acantilado

donde grito.

y ya no estoy

ni soy más que una sombra

desnuda.

………………………………………………………………………………………………

Y ya no sé qué hacer

para cerrar la aurora

sin abandonar el viejo rito

de la espera

………………………………………………………………………………………………

Con la piel más allá de ese resplandor

se dejan oír las otras voces,

en un canto que casi nos despierta

en pleno vuelo.

me acerco hasta el anochecer

con la sombra de Antígona

y pierdo el sentido

de la muerte que vivo.

………………………………………………………………………………………………

Percibo la luz y un enigma

se transparenta casi sin palabras,

hasta llegar al fondo de la noche

del viento.

es demasiada oscuridad

la que me espera.

………………………………………………………………………………………………

Tal vez algún día nos encontremos

en la indefección del humus

a ras de tierra

con toda nuestra ceniza a la intemperie.

Soñemos de una vez con un refugio

de pájaros y lunas

sin abandonar los años primarios

de la vida.

PAPELES DEL OLVIDO

Bajo la sombra

de este dormir

pesado

un primer sueño

Nace

semejante

a una escarcha

de pájaros

………………………………………………………………………………………………

Abro

los ojos

aquí

al final

del sueño

y

llega el alba

con su relámpago

en silencio

………………………………………………………………………………………………

Ahora

me dejo

llevar

con mano

sola

y

guardo

el resto

de la tarde

………………………………………………………………………………………………

Y

es aquí

donde yo

hambre de luna o de sol

con mi noche

detrás

de la oreja

saquéo

los bolsillos

de la niebla

………………………………………………………………………………………………

Oh

pesadilla

fiel

esclava mía

ahora

te sigo

atónito

no más

indiferente

………………………………………………………………………………………………

Estoy

en mí

remoto

sin sentido

ando

por aquí

sin hallar el viejo sueño

y no recuerdo

y no sé

si soy el otro

otra vez

………………………………………………………………………………………………

No

soy

el único

en conquistar

tal suerte

y

ver

mi crespón

negro

velado

por la luna

………………………………………………………………………………………………

No

soy

un simple ser

no

busco a Dios

porque

estoy

muerto

y

esta tarde

se olvidó

de mí

sin

pensamiento

………………………………………………………………………………………………

Doy un salto

sin pan

sin Dios

sin maldiciones

………………………………………………………………………………………………

Por

un artificio

original

se

inmola

el mar

y

la montaña

estéril

vacía

como una sombra

vaga

………………………………………………………………………………………………

Es

la risa

de Olimpia

la que pienso

como en el pan selvático

del cuerno

………………………………………………………………………………………………

Una

misa

de horrores

es mi labio

roto

quebrado

en la piedra

………………………………………………………………………………………………

Reír

de ser

sin saciar

lejos

es

mi sueño

de

la muerte

MATEO PARRA

Nació en San Cristóbal en 1954. Poeta de auténtica raigambre popular. Combina las duras faenas de su trabajo como albañil con las de la poesía. Ha sido un constante animador cultural en el "8 de Diciembre", conocida y extensa barriada de la capital tachirense en la que ha transcurrido buena parte de su vida, acción que ha extendido también a numerosas aldeas y pueblos de la región a los que se traslada con frecuencia por largas temporadas por razones de trabajo. La temática social es la principal constante de su poesía. Tiene varios poemarios inéditos.

Mateo Parra fue reconocido a través del Concurso de Poesía convocado por la Dirección de Cultura y Bellas Artes de la Gobernación del Estado (1989), en el que obtuvo el Primer Lugar con su trabajo titulado "Sin Ser Hacedor de Nubes". Premio que fue cuestionado por críticos y poetas con mucha más trayectoria, pues, como decimos en criollo, era un recién llegado, además de otras causas que no merecen ser tomadas en consideración. Lo importante es su obra. Y lo que nos interesa, a nosotros, lectores desprevenidos o no avisados, es despertar ante los nuevos manifiestos o voces que pueden abrirnos la brecha para darle un tratamiento diferente a la poética de finales de siglo. Mateo Parra sorprendió con su poemario y creó cierta revuelta en algunos sectores acostumbrados a mantener el status como bandera de sus principios. Sorprendió a la Asociación de Escritores del Estado Táchira, a los miembros del Taller Literario Zaranda, a la Peña "Manuel Felipe Rugeles" y uno que otro poeta errante que vaga por ahí, como una estrella solitaria. M. P. salía de la nada. Nadie le conocía. Nadie se imaginó jamás que en el barrio "23 de Enero" de esta ciudad, alguien se dedicara a profesionalizarse "in vitro" en esta difícil rama de la literatura. No obstante, cuando fue publicada su obra ganadora, tuvimos que aceptar que el jurado no se había equivocado, por lo que se dejaba constancia de que, Mateo Parra era el ganador del Concurso, y Manuel Rojas tenía que conformarse con una Mención Especial. En cuanto a su estilo poético se hablaba de un aporte innovador. Pero lo más sobresaliente que encontramos es el orden con el que elaboró el mensaje, su tema, su código, su enunciado. Descubrimos entonces que "Sin Ser Hacedor de Nubes", es decir, sin ser del todo profesional en la materia, sin ser académico, ni versado, ni erudito, se puede, por razones esencialmente desconocidas, ser un creador nato en el buen sentido de la palabra, y Mateo nos lo demostró. Encuentro en sus poemas un acucioso investigador (más que investigador, observador) de la condición social del hombre. El hombre como estructura básica de un edificio en el que funge de herramienta para sostener sus bases, para levantar los escombros o para reconstruir sus fundamentos. El hombre, por otro lado, como testigo ante el caos que significa remodelar las estructuras. Mateo Parra, observa con afán, cómo el sistema se viene abajo, cómo la ciudad se convierte en un lupanar en donde reina el desorden y la violencia. Testigo mudo del mundo que le rodea, M. P. reconstruye un laberinto interior en donde sus elementos aparecen enmascarados, como ladrones fugaces, y pasan con desdén por su cabeza hacia otros pasadizos donde estarán por siempre esperando escaparse, fugarse entre letras desteñidas de cualquier pared miserable del barrio. Allí, sobre el muro, habrá siempre un poema de Mateo Parra indicándonos que el universo se ha podrido, que huele a estiércol, a mares putrefactos, a suburbio de cloacas y cocina de moscas. Afuera, sobre la avenida, se respira otro aire, igual de fétido pero distinto, y lejos del azul de las cortinas celestiales:

Desando

las risas de los neones

madreselvas urbanas

apabullan mis dedos

¡Qué importan los dioses

si la basura

los gritos

los perros

socavan las piruetas!

Hay una línea

donde la sal es vencida

donde a verdes manzanas

se las comen las cloacas

Y el azul …

Sin duda alguna Mateo Parra es un poeta urbano a quien le duele el estado social en el que se encuentra el sistema. No lucha por corregirlo, ni siquiera por denunciarlo, actúa como protagonista y víctima de las circunstancias. Se vale de signos convencionales para expresar su rabia, su dolor, su desamparo, su inseguridad en un perímetro donde debe moverse con cuidado. Procurar el dominio es imposible. Entonces recurre a mecanismos de autoayuda para ser, finalmente, el depredador de su propia soledad. La simbología universal está de su lado para comprender y sentir. El azul es tan solo un sueño de pobres. Sin pensarlo, recurre a lo que Malinowski, determinó como "función (es) fática" (as), y bajo esa luz profunda del espíritu continúa escribiendo, como un ser que no se inscribió en la lista, que no entró en el círculo. Se escabulló por la ventana:

Heme aquí

Trepando por columnas de humo

La temática social es la principal constante de su poesía. Es todo lo contrario y diferente al trabajo del poeta Luis José Oropeza: se esmera en decir, en informar, en criticar o denunciar a la sociedad. Es un vocero de condición social del hombre ante la vida. Enfrenta al mundo con realismo, descubre la miseria, la inmundicia, el asco que le produce el avance tecnológico, lo urbano, la ciudad por ser el espacio donde se funden la rosa y el concreto donde "las risas de los neones/ madreselvas urbanas/ apabullan mis dedos".

SIN SER HACEDOR DE NUBES…

Por los vericuetos

de mi mohosa sangre

una hiena corre

chilla

desgarra

hiere mis manos

hace de mi ego

un guiñapo.

Tengo rosas

todas desangrando

temiendo de aceites

llorando

ansiando

manos de príncipes

Cubiertas de asperezas.

¡Ay!

Mis ríos se desbordan

Arrasan

Mutilan

Pelean

contra soles

contra hombres malsanos

Los que tienen bóvedas

donde apiñan

arsenales

cristales

modas.

¡Ay!

mi mar se seca

mi huerto

da cicutas.

………………………………………………………………………………………………

Donde la sombra duerme

mi piel despedaza

patea la luz

es asco

es furor

le grita a lo oscuro

"Llaga"

se envanece de gloria

es egoísta

deshace los lazos humanos

y al amo

lo reta a hincarse.

¡Ah! de mi piel

perdición de mi camino

abismo de la locura

templo de la vacuidad.

………………………………………………………………………………………………

Me filtré

a la transparencia

como lombriz

perforando pozos

eludí las cadenas

y los ritos de la mariposa:

agua

barro

raíces secas

desagües inmundos

tentaciones inmensas

busqué descando en cavernas

donde murciélagos ígnaros

se matan unos con otros.

pero me detuvo una roca

–¡Humano insolente

títere de tu tiempo

retorna a tu inmundicia!

No hice caso

y fui castigado

por espinas de hollín.

………………………………………………………………………………………………

Desando

las risas de los neones

madreselvas urbanas

apabullan mis dedos

¡Qué importan los dioses

si la basura

los gritos

los perros

socavan las piruetas!

Hay una línea

donde la sal es vencida

donde a verdes manzanas

se las comen las cloacas

Y el azul

y la nube

se encabritan

se tornan locos

no dejan nada a mis sueños

que son como víboras

arrastrándose tras náuseas

destripan

embisten

me comen

no tengo corazón

ni la carne ardiendo.

………………………………………………………………………………………………

Inmenso lago

donde mi palidez

desbarata augustos días

soy sólo el hombre

que finge

que huye

que pisa lo cándido

se come las palomas

que en trenes los excrementa

y en las campanas gime

No hallo que hacer

si lanzarme al río

o cortar mis palabras

o cruzar desiertos

nada

sin sol

ni sed

graznando sí

la porfía y el odio

Piel podrida de zorro

o tapiz

hecho por hambre

ahí mi asco.

………………………………………………………………………………………………

He aquí

el escozor de mis ojos

buscando en el lecho del amor

o en las espumas del mal

la solvencia de sus lágrimas

Tomé de éter

un caballo,

un puñal,

y partí por torcidas sendas

por fuegos y cabriolas,

fui titán de lo distante

mis días

ae evaporan

mis noches

ae derrumban

y en los imperios desgarrantes

ofrendan sus luchas

es la ciudad

la rutina

el alarido

quienes me vencen.

………………………………………………………………………………………………

Dosificando mis fuerzas

en el titilar de las estrellas

sentí clavos

En mis pies

eran gatos

gotas

humos

teléfonos derramando babas

mis dedos-niños

lamiendo besos

mis uñas

arpones terribles

Canto

hecho trizas por el papel

blasfemado por los "cultos"

tirado a la podrida quebrada

Tiburones

de penumbras

de calles sucias

de puertas herméticas

Así

dosifico

i condición urbana.

………………………………………………………………………………………………

No hay límite

en medio de las fieras

dormita mi cobardía

plomos hurgando almacenes de

aromas

hormigas con cabezas de luna

Y tengo el tiempo

para los desmanes de mi boca

para lo árido de mi amor

para beber tus labios

para luchar contra arañas

venenosas

para derribar muros

Todo

donde ocultas tu desnudez

la pasión

el calor

¡Ay!

no hay límite

tanto quisiera morderte

hacerte gritar.

………………………………………………………………………………………………

Cuando el murmullo mecánico

anunció la acerada noche

me acordé del lucero

de la flor herida

del laurel engañado

Mi voz

lamento

acarreando espinas y llagas

destruidas

apabullada

sintiéndose idiota

pues el sexo

la jeringa

la mala hora

el homicidio

el adulterio

y la noche voraz

como fiera hambrienta

devoran

y el paso

no tiene lecho

Flota una extraña espuma

la luna la rechaza

los árboles sienten miedo

mi piel inmune al cemento

Siente aguijones

pobre de la noche

la ciudad la viola.

………………………………………………………………………………………………

Acumulando los vértices

Desdeñando las plumas

tengo púas

soy cuchillo

soy indócil

contengo las aguas

los cristales

contra sueños voluptuosos

antepongo mi desabrida piel

que se cubre de trapos

que mana porosas mieles

es cal

es hiel

que se cubre de barro

toda

como la brumosa lejanía

donde una voz

castiga.

sin ser hacedor de nubes.

………………………………………………………………………………………………

Apuro

germen que carcome los días

olvida los pájaros

me hace ciego

me desboca los potros

y es como imán

atrayendo

hasta la misma brisa

no dejando de sitio

ni hueco

donde tengan mis venas

simple descanso

no duermo

y por todas las oficinas

se empantanan mis asuntos

ni los aceites

ni los jugos

complacen el apuro.

………………………………………………………………………………………………

Dulce sopor

me hace olvidar

la calle

la angustia

la paradoja

es mota de algodón volando

Ya no soy el autómata

ni siquiera la golondrina

ni soy la hoja

ni el ruido insoportable

Divago

traspaso

me sumerjo en lo más espeso

no hay animales

ni plantas

ni fábricas

ni catedrales

ni el cartel idiota

ni la palabra que engaña

Soy yo

la humana hoja

la roca débil-fuerte

la boca

la mano

Soy yo

el sopor

la razón.

………………………………………………………………………………………………

Heme aquí

trepando por columnas de humo

siendo lagarto de piedras

exterminando perfumes y rostros

cavando hoyos

Quien me dice

"pobre diablo"

a él

me echo a sus pies

revoloteando

como la mosca,

gruño

y en la vitrina

donde relucen sus joyas

echo su idiotez

¿Acaso

en el tenue rojo

hay alfileres

con la orden de matar?

hay alacranes avaros

mullidos divanes

preparados para volar.

………………………………………………………………………………………………

Anda

sigue tu senda

No soy la candidez

ni tengo laureles

Soy la fiera

que reposa

levanta

destruye

en las calles sucias

en las plazas solitarias

tiene tiempo para pensar

Eres mi luna

mi día

Quisiera rodar contigo

por los abismos de la ciudad

Estrujarte

Gritarle a las paredes

–Mi hembra

No es de plástico ni de sal

es bruma urbana

es quietud de esquinas

no puede estar a mi lado.

Anda

sigue tu senda.

………………………………………………………………………………………………

No tengo espacio en mis manos

para dormir las rosas

La rutina

todo lo carcome

igual

que la moda

que la última película

No hay luz real

ni actitud

ni grito

ni nada

que sea sereno.

………………………………………………………………………………………………

Hundiéndome en el plomo

persiguiendo pasos inconclusos

dejándome arañar por alambres

no tengo paz

ni excusas

sólo la ebriedad

de una bombilla moribunda

El tráfico

me vuelve loco

Ll nuboso del bar

me invita a devorarlo

Qué importa la calma

la rabia del perro callejero

Vale sólo

mi carne urbana

el último producto

de la estupidez

Hay perfumados leones

retozando

en una charca de aceite

ya quemado.

………………………………………………………………………………………………

Todo se mueve en vaho pesado

nada

ni lo blanco ni lo rojo

ni la comparsa de días lluviosos

ni los montones de frutas podridas

harán mella en mi alma

tal vez machaque los humos

le tire piedras a los huecos

pero que me aleje

de las multitudes

¡No!

Pues vamos todos

La sangre furibunda

de la vida

la ciudad.

………………………………………………………………………………………………

Contigo

hembra sensual

ascua ardiente

quisiera destruir las murallas

y arrasar a las fieras

que me persiguen

que no dan tregua

que acosan sin piedad

No dejes

que me encierren

que me hagan su alimento

Quiero tu aire

tu ritmo

Tu desenvoltura urbana

Dame tus manos

Bríndame tu regazo

Ppara dormir como niño

Contigo

hembra sensual

quiero olvidar

mi tiempo fortificado.

………………………………………………………………………………………………

Siento por mis espaldas

las llamas inclementes

del olvido

Yo

que era guerrero

que vencí

que hice de mi corazón

arma imbatible

soy ahora

pájaro prisionero

Los ruidos

las ansias

se confabulan para destruirme

se hacen fantasmas visibles

no me dejan visitar los jardines

sólo quieren que sea robot

Yo

que era guerrero.

………………………………………………………………………………………………

Caballos tóxicos

toman las calles oscuras

se abalanzan sobre mi humanidad

no dejan huella

sólo mi piel marcada

y hongos deformes se ríen

de mi confusión

Apresuro un trago

un árbol carnívoro

también me persigue

Devano mi mente

taladro efervescente

me termina de hundir.

………………………………………………………………………………………………

El grito

perfora los carteles luminosos

una mujer-objeto se desliza

Y yo

enigmático

soy saltamonte acorazado

no hago caso

a rayos vesperales

me son permitidas

todas las artimañas

para vencer en la calle

quisiera tener

corazón sereno

pero no

las horas son locomotoras

y los almacenes

oscuros escondrijos

donde la carne humana

no vale

El grito

hace trizas

mi leve descanso.

………………………………………………………………………………………………

Huracán de polvo maloliente

arrasa mi tiempo tibio

hace congregar oropeles

Conclusión

Todo nulo

Como los perros fieros

Que merodean los burdeles

donde sombras pérfidas

se jactan de sus fuerzas

Pero no

yo

el hombre

descalabro

mi propasada condición

de urbanismo falso

pues vomito mi sumisión

a la barbarie del cemento

y lo inicuo

………………………………………………………………………………………………

Otro día

y mi sol no aparece

Así mismo mis manos pesadas

aferran la canción de moda

Y mis ojos

-contradicción-

se pelean con los semáforos

rechazan la esbeltez del templo

Pero se duermena

al son

del canto morboso.

………………………………………………………………………………………………

Mis pertrechos

en este campo

de batalla inhumana

son exiguos

son débiles

los enemigos

son invisibles

Un pájaro de hierro y humo

una laguna de basura y cal

una selva de farsas y vejamen

Todos

como en nidos de gusanos

agazapados en plazas

acechando en los cines

tramando en lujosas oficinas

revolcándose en barrios sombríos

Ahí

residen mis oponentes urbanos.

………………………………………………………………………………………………

No tengo mi tiempo

para soñar en flores y lunas

los cambios violentos

rompen todos mis cristales

Cuanto diera

por tu calor

por tu aliento

¡Ah!

mi hembra

esta vida loca

amarga rosa

busca dormir en tu fragancia

pero los cambios violentos

me tiran a la penumbra

de la calle convulsionada.

………………………………………………………………………………………………

Nada…

ni la campana yerta

ni la voz perdida

ni el niño que ama el lodo

contienen el ritmo frenético

Soy camaleón

que por las fachas

inventa modos

Al fin

cada paso

cae al abismo…

nada.

………………………………………………………………………………………………

El silencio

se apabulla en el rincón

un niño harapiento

pinta su hambre

no hay lástima

y yo

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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