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La prostitución y sus valores (página 2)


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Antecedentes históricos sobre la prostitución y su control

El presente escrito tiene la finalidad de efectuar una exposición de tipo histórico que permita comprender cuáles fueron las características de la prostitución o mejor dicho Trabajo Sexual Comercial (TSC) en los diferentes períodos históricos y sociales de la humanidad.

Para este fin, se tomará en cuenta diferentes ópticas históricas, que por la complejidad del tema, permitirá dar una consistencia aceptable y razonable que permitan consolidar los argumentos teóricos dentro el área social.

El análisis histórico está, por lo tanto, relacionado con los valores y la moral. De esta manera, se analizará las siguientes etapas que marcan trascendencia en la evolución histórica de la prostitución o TSC.

La prostitución en la Edad Antigua

En primer momento, la prostitución no podía ser identificada como tal, ya que, como hace notar F. Engels en su estudio denominado El Origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado, basado en las investigaciones de Lewis Morgan sobre los pueblos primitivos, el sexo era practicado indiscriminadamente por todos los miembros de la tribu, sin que existiese diferenciación de familias entre sus miembros, "reconstituyendo de esta suerte de historia de la familia, Morgan llega a estar de acuerdo con la mayor parte de sus colegas acerca de un primitivo estado de cosas según el cual, en el seno de una tribu imperaba el trato sexual sin obstáculos, de tal suerte que cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las mujeres".

La prostitución fue al principio un acto religioso; que se practicaba en el templo de la diosa del amor y primitivamente el dinero ingresaba en las arcas del templo. Las hieródulas de Amaitis en Armenia, de Afrodita en Corinto, lo mismo que las bailarinas religiosas agregadas a los templos de la India, que se conocen con el nombre de bayaderas (la palabra es una corrupción del portugués bailadeira), fueron las primeras prostitutas.

La prostitución, deber de todas las mujeres en un principio, no fue ejercida más tarde sino por estas sacerdotisas, en reemplazo de todas las demás. En otros pueblos, el hetairismo proviene de la libertad sexual concedida a las jóvenes antes del matrimonio; así, pues, es también un resto del matrimonio por grupos, pero que ha llegado hasta nosotros por otro camino.

Luego, a este tipo de servicio sexual sucedió el servicio sexual religioso. Este servicio fue la primera modalidad de prostitución, ya que para tener acceso carnal con una mujer en los templos dedicados a tal efecto el varón debía pagar determinada suma antes o después del contacto.

En Babilonia es donde se desarrolla este primer tipo de comercio sexual. La consolidación de la familia monogámica significa, en los hechos, el primer obstáculo definitivo al comercio sexual sin trabas. Anteriormente a toda mujer nacida en Babilonia estaba obligada, una vez en su vida, a ir al templo de Ishtar, la diosa babilónica del amor, para entregarse en ese lugar a un extranjero. Cuando una de las asistentes tomaba asiento en el lugar sagrado, no podía volver a su casa sin que un extranjero le haya arrojado dinero en el regazo y sin que haya tenido comercio con ella fuera del templo. Como podemos ver, surge de esta forma la prostitución sagrada, que se complementa y termina con la hospitalidad sexual.

En Egipto, las leyes morales cumplieron su primer objetivo: descubrir las diferencias entre el bien y el mal. Los egipcios saben a qué limitarse, y parece no existir las condiciones para que se desarrolle la prostitución hospitalaria y sagrada. Pero queda la tercera: la del comercio carnal. La mujer egipcia se entrega en los primeros tiempos por pura y simple codicia. No puede seguir la costumbre hospitalaria, ya que el egipcio es en ese momento, por naturaleza, un ser que odia al desconocido, a quien por nada del mundo deja entrar en su casa ni le ofrece avíos o alimentos, creyendo sin duda que de esta mínima relación pueden sobrevenir contagios de pestes o enfermedades infecciosas.

Así, se puede observar que en Egipto existió la prostitución desde las épocas más remotas, pero al cabo de poco tiempo perdió su carácter religioso. Los egipcios fueron los primeros en prohibir las relaciones carnales con las mujeres nativas o peregrinas domiciliadas en los templos y demás lugares sagrados de la época. Al romperse el vínculo entre prostitución y religión, la primera continuó practicándose en forma independiente y alcanzó contornos extraordinarios.

La prostitución en la Edad Media

La Edad Media no rompió con las tradiciones de la antigüedad en lo referente a la prostitución, adoptando, por el contrario, muchos de sus puntos de vista.

En general, la prostitución en las ciudades medievales y especialmente las del norte, adoptó la forma cerrada de los prostíbulos, aunque no faltaban casos de la ambulante en forma de danzarinas o tañedoras de arpa y cítara. Entre los árabes se encontraban tales artistas con el nombre de mumisa, voz derivada del griego mimas, siendo muy celebradas en las poesías árabes como el Diván de Mutalami. Los judíos habían mantenido las prohibiciones seculares de los libros sagrados con respecto a la prostitución, aunque la influencia griega se había traducido en una tolerancia muy extensa en la práctica

En general, las prostitutas de la Edad Media ejercían su comercio como gremio reconocido, figurando en las entradas solemnes de príncipes en las poblaciones festejándoles con ofrendas de flores. No era infrecuente tampoco que las visitasen entonces grandes dignatarios, que por otra parte las obsequiaban con regalos para bailes y festejos. Tal ocurrió en Viena durante el reinado del emperador Segismundo en 1435 y en Praga en el del emperador Alberto II. Las ordenaciones acerca del comercio de las prostitutas eran tan comunes como minuciosas, negándoseles, sin embargo, el derecho de ciudadanía a partir del siglo xv. Se las obligaba a usar trajes especiales, separándolas de las mujeres honradas, incluso en las tumbas, reservándoselas lugar aparte en las iglesias. Tampoco debe olvidarse que la escasa población y menor riqueza de las ciudades medievales impidieron el lujo y esplendor que acompañó al desarrollo de la prostitución en Grecia y Roma.

Las fuentes documentales consultadas coinciden en afirmar que la prohibición, la reglamentación y la prohibición de la prostitución se sucedieron a lo largo de los siglos, con resultados diferentes. En 1561, bajo el reinado de Carlos IX, se reeditó la ordenanza, con el propósito de combatir los estragos que el "mal de Nápoles" o sífilis hacía entre la población. En Génova y Venecia, la prostitución estuvo reglamentada administrativamente bajo la dirección de una mujer a quien llamaban "reina", que se encargaba de hacer respetar en forma estricta los reglamentos policiales.

En España ocurrió lo mismo, ya que la prostitución reglamentada tuvo una evolución análoga a la de los demás países en la época. En el siglo XV, las mujeres se agrupaban en mancebías enormes, cercadas por murallas, en las que su número llegaba a centenares. Estos establecimientos fueron reglamentados por Felipe II, suprimidos por Felipe IV, reimplantados por Carlos II, y legalizados, definitivamente, en 1865.

En América, la mancebía más importante fue la que se denominó Casa de Recogidas, fundada en La Habana en 1776. En Inglaterra había una cadena de burdeles cerca del puente de Londres, que en un principio obtenía su licencia del Obispo de Winchester y luego del Parlamento. En 1611 bajo el reinado de Enrique II, se dictó una serie de ordenanzas, con las que se trató de evitar la propagación de las enfermedades venéreas. Por las mismas se prohibía a los dueños de los establecimientos que tuvieran mujeres atacadas por esas enfermedades, como también la admisión de hombres que sufrieran "males nefandos".

La prostitución en la Edad Moderna

La prostitución reglamentada se impuso a lo largo de la Edad Moderna. Desde principios del siglo XIX. Esta institución se generalizó en todas partes, y fue considerada por los distintos Estados como una necesidad desagradable a la que era necesario reglamentar y de la que era conveniente sacar beneficios pecuniarios. Estaba encuadrada dentro del aparato estatal, regido por normas de carácter policial e higiénico y, aunque rechazada por un cúmulo de conceptos morales y éticos, no podía negarse su existencia tanto real como legal. En la actualidad, la mayor parte de los países civilizados sustentan un criterio abolicionista, que rechaza la intervención gubernamental en el problema, o la reduce a un mínimo.

Las leyes no disponen la abolición de la prostitución, sino la abolición de la reglamentación correspondiente, eliminan su carácter oficial.

La prostitución en la Edad Contemporánea

Despierta la preocupación de científicos, médicos, etc., quienes plantean la problemática desde diversos ángulos. Formulan soluciones que van desde el castigo y el libre albedrío "hasta razonamientos como los de Schopenhauer, para quien la monogamia es una de las causas de la prostitución".

La prostitución reglamentada se impuso a lo largo de lo que podríamos considerar, época moderna, desde principios del siglo XX, esta institución se generalizó en todas partes y fue considerada por los distintos Estados como una necesidad desagradable a la que era necesario reglamentar y conveniente sacar beneficios pecuniarios. Estaba encuadrada dentro del aparato estatal, regido por normas de carácter policial e higiénico, y aunque rechazada por un cúmulo de conceptos morales y éticos, no podría dudarse de su existencia, tanto real como legal.

Definiciones doctrinales y conceptuales

Es posible iniciar esta sección considerando que en la actualidad la multiplicidad de competencias y órganos legislativos provoca que al interior de los países coexistan tanto sistemas abolicionistas como reglamentarios, por lo que aquellas clasificaciones en las que aparecen los países ordenados conforme al sistema que adoptan para tratar esta problemática suelen ser imprecisas. Esto es un fenómeno que sucede en los diferentes ámbitos de la vida social. En el caso del T.S.C. la situación se repite. Los gobiernos suscriben instrumentos internacionales de corte abolicionista como una medida política, por lo que en sus legislaciones penales, federales o nacionales, la prostitución no aparece tipificada como delito. Sin embargo, en los niveles locales persiste el prohibicionismo, tanto en disposiciones municipales y en reglamentos administrativos como en las disposiciones sobre policía y buen gobierno.

En lo que difieren los tres sistemas es en el tratamiento legal que otorgan a las personas involucradas. En estos sistemas todo gira alrededor de la prostituta. Se le considera, según sea el caso, como delincuente, víctima o un mal necesario. Para el Estado moderno, fundado en la democracia, en las libertades individuales, en los Derechos Humanos y en el respeto por la diversidad, ninguno de los tres sistemas da respuesta a los reclamos por lograr que los derechos de los(as) trabajadores(as) sexuales sean respetados. Además, no consigue un combate eficaz en contra de la explotación sexual de niñas, niños, varones y mujeres adultos.

Por su parte, el Dr. Huáscar Cajías K., señala sobre el particular (Ob. Cit.: 1): "Cada vez menos en los países civilizados en que las disposiciones jurídicas se limitan a prescindir de la prostitución sin tomarla en cuenta, existen dos posiciones: la que la declara como delito o, al menos, como falta, y la que admite su legalidad, pero dentro de una reglamentación".

Concepto de la prostitución

Pro-sto, pro-stare, significa estar delante, estar expuesto, ponerse a la vista, y de ahí estar expuesto para la venta, estar en venta. Sto, stare, statum significa estar parado, estar quieto, estar fijo. Pro significa delante, a la vista. Prostare es un verbo de situación. Su correlativo de acción es pro-stituo, pro-stituere, pro-stitutum y significa colocar delante, exponer, poner a la vista, poner a la venta. La diferencia entre stare y statuere es, pues, que en el primer verbo se describe una situación y en el segundo una acción. De este se han formado multitud de derivados: estatua, establecer, institución, constitución, estatuto, restituir, sustituir, prostituir… en los que tenemos el valor del prefijo, más el de poner, colocar. La palabra prostitución se ha formado no a partir de stare (estar), sino a partir de statuere (colocar), lo que determina que hay alguien que la prostituta es un sujeto paciente, es decir que hay tras ella un agente, alguien que la expone, que la pone a la venta, alguien que trafica con ella.

Digamos que prostituir no es directamente vender, sino más bien exponer para vender, poner a la venta.

"Para que exista prostitución se requiere las siguientes condiciones:

1) Que haya relaciones sexuales, normales o anormales (homosexuales). Pollitz considera que sólo puede hablarse de prostitución cuando una mujer ejerce su comercio con varones. Sin embargo, creemos que no debe excluirse el caso de la homosexualidad, en vista de que existe desde hace tiempo una verdadera profesionalización de este tipo, sobre todo en las grandes ciudades.

2) Que el acto se realice por una remuneración; no se debe tener en cuenta sólo el pago en dinero, sino también el que se hace por cualquier otro medio que implique una recompensa traducida en ventajas materiales.

3) Que los actos sexuales sean frecuentes;

4) que exista como elemento característico un cierto número de personas con las cuales el acto se realiza.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la prostitución o TSC como toda "actividad en la que una persona intercambia servicios sexuales a cambio de dinero o cualquier otro bien" (OMS 1989, citada en CONAPO 1994: 761). Esta definición sintetiza los puntos de vista de Cajías, sin contraponerse a ellos.

La prostitución y la religión

Prostitución, también conocida con el nombre de meretricio es la prestación habitual de una persona a prestaciones sexuales a cambio de un pago. La prostitución era antes un acto religioso, se practicaba en el templo de la diosa del amor y primitivamente el dinero ingresaba en la arcas del templo. Inicialmente se hace una referencia al ejercicio de la prostitución en el Cercano Oriente, partiendo de Mesopotamia. Los primitivos mesopotámicos ofrecen los rastros de la prostitución que marcó a todas las demás civilizaciones de la humanidad. En un primer momento el servicio sexual era hospitalario, es decir, algo más de lo que podía disponer un viajero cansado de la casa del huésped, sin que tuviera que pagar por esto.

En el término prostitución junto con la religión conllevan ciertas características que en el enfoque histórico se ha mencionado y además recalcando nuevamente. En donde se puede decir que este acto se realizo con el objetivo de practicar sacrificios a sus dioses. En la actualidad con la religión esto es un pecado en donde normalmente la iglesia está en total desacuerdo que exista este tipo de acto en la sociedad.

Los grandes problemas del siglo XXI

Los habitantes de cada país han enfrentado graves problemas en su desarrollo cultural, económico, político, social y entre otros, espiritual, la mayoría de ellos para el logro de sus fines se ha enfrentado a guerras y grandes luchas.Hoy en día, mucha gente sigue peleando por un nivel de vida mejor, y lo hacen a costa de lo que sea para alcanzar sus objetivos, por ejemplo:

– Para obtener el oro negro (petróleo), destruyen y arrasan con naciones enteras.- Otros pelean por territorios, como en el Medio Oriente, palestinos e israelitas, se han matado entre sí por un pedazo de tierra.

– Los que tienen, pelean y matan por tener más y viceversa.

Hablar de los grandes problemas del siglo XXI implica abarcar muchos terrenos en la vida del ser humano, en este caso, se puede decir que vivir es una continua lucha en diferentes formas y con diferentes adversarios, sin embargo en la actualidad mucha gente en el siglo XXI no pelea contra enemigos sino en contra de sus mismos familiares. En consecuencia de estos casos existen tantos problemas en la sociedad y dentro de estos lo que es la prostitución.

Sistema reglamentario

Bajo el sistema reglamentario, en donde el Estado es quien asume el control de la actividad. Vigila los espacios públicos y privados, sus horarios y características. Identifica y registra la oferta, a través de licencias o de credenciales, y a partir del reconocimiento del riesgo de contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS). Ejerce un sistema de control médico obligatorio, estableciendo los mecanismos de supervisión, además de identificar los lugares clandestinos de comercio sexual.

La prostitución, bajo esta postura, es un mal necesario que se debe controlar cuidando la higiene de la población. Con esta visión se llega a equiparar a los TSC como transmisores de enfermedades. Se dice, incluso, que la reglamentación en el plano ideológico está orientada a garantizar al cliente el acceso a los servicios sexuales en condiciones de supuesta higiene, protegiendo con esto sus intereses, y dejando de lado los del TSC. Además, la posición reglamentaria, como indica Huáscar Cajías (Ob. Cit: 150), es típica de los países latinos, habiéndose iniciado en Francia, a lo cual añade la consideración de que "la prostitución es un mal menor y necesario".

Así, puede destacarse la función pública que cumple la prostitución. En espacial el TSC femenino actúa como válvula de escape a una sexualidad masculina no canalizable por otras vías. Actúa como compañía y alivio a la soledad del hombre y es, en última instancia, un mecanismo de prevención de la violación y el abuso sexual a otras mujeres y otras poblaciones vulnerables (niños, niñas, ancianos).

En la actualidad, producto de la ausencia de un Reglamento que norme esta actividad, permitiendo identificar derechos y obligaciones de las y los TSC, como también de los dueños de locales, clientes y autoridades civiles y policiales en relación a esta actividad, se sucede una serie de violaciones a los derechos fundamentales de las personas, lo cual promueve una espiral de violencia que muchas veces es ocultada, favoreciendo así la continuidad de una situación intolerable en un Estado de Derecho.

Además siendo el gobierno quien permite este tipo de actos que para muchas personas de la sociedad es de plena vergüenza. Por todo lo que está sucediendo en calle u otros tipos de lugares, las familias hoy en día viven inseguras por todas estas causas por lo que no puede salir en la calle porque ya las violan o sufren algún otro daño. Pero la ideología de las demás personas y de cien a uno que no concuerda con los pensamientos es que este tipo de acto ya no se ejerza porque además de que sea un ejercicio que atribuya algo favorable para la sociedad perjudica en todo.

Sistema Prohibicionista

La represión penal es la característica principal que define a este sistema. Los países que lo practican tienen como política el tomar acciones policíacas ante cualquier oferta sexual, pública o privada que implique una retribución monetaria. Se pretende eliminar tanto la reglamentación como el ejercicio de la prostitución. Para el Estado, en este sistema, la persona que practica el TSC es un delincuente y deberá responder ante la justicia por su conducta o en el mejor de los casos se le enviará a un establecimiento de re-educación o de reincorporación social hasta que se logre el objetivo de eliminar el TSC.

Los bienes jurídicos tutelados son la moral pública y las buenas costumbres, argumento que deja de lado el libre acuerdo de personas que no afectan a terceros persiguiendo, incluso, los servicios que se otorgan en lugares privados. En un amplio sector de la doctrina jurídica prevaleció esta corriente que, siguiendo a César Lombroso, establece una equivalencia entre TSC y delincuente: "La prostitución es a las mujeres lo que el delito a los hombres, porque las prostitutas tienen los mismos caracteres físicos y morales que los delincuentes". En el extremo de este sistema, el cliente es visto no como sujeto activo del hecho antisocial, sino más bien como víctima de la "invitación escandalosa" de la prostituta.

Derechos Humanos

"Los Derechos Humanos son literalmente los derechos que una persona posee por el simple hecho de que es un ser humano" (DONNELLY 1994: 23). Es decir, todos tenemos derechos humanos sin distinción de ningún tipo, sea de raza, sexo, actividad laboral, edad, condición social, religión, adhesión ideológica, etc.

Podemos observar que los derechos humanos suponen el imperio del derecho y la existencia. De una democracia constitucional en la cual los principios de legalidad y legitimidad sean reconocidos. Fuera de esto, el respeto de los derechos supone necesariamente un sistema de protección, siendo el más deseable el jurisdiccional. Algunos han propuesto la Corte Internacional de los Derechos Humanos, el Alto Comisionado para protección de Derechos Humanos, y actualmente existen algunos mecanismos, como la Comisión Europea de Derechos Humanos, la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos (de que trata la Convención Americana de Derechos Humanos), el Comité y la Comisión de Naciones Unidas, etc.

Crisis social de esta anomalía

Existen varios tipos de prostitución, las que ejercen en forma abierta en calles y avenidas, prostíbulos, hoteles, bares restaurantes, etc. Las que se escudan tras un empleo, chicas telefónicas (call girls), La prostitución ocasional, que trabajan en diversos empleos o son estudiantes que lo hacen generalmente para ganar algún dinero y completar sus ingresos. Entre todas ellas casi siempre existe un proxeneta que las explota a cambio de permitirles el ejercicio y brindarles "protección".

La prostitución masculina un producto de las grandes ciudades, en estos casos buscan sus clientes vestidos de mujer (trasvestis) pero antes especifican el sexo para llegar a un arreglo. O vestidos de hombre, en algunos casos son bisexuales casados que sienten bloqueada su parte homosexual por represiones sociales o familiares, que encuentran en la prostitución una forma segura de satisfacción sexual.

La prostitución infantil, la más grave de todas, por tratarse de un niño o niña indefensa y sometida a los peores engaños humanos, tiene índice de crecimiento muy elevado, que comienza con la pornografía y la drogadicción, la influencia de Internet con páginas especializadas en cualquier tipo de prostitución incluyendo la infantil, sin que hasta ahora se haya prohibido definitivamente tales publicaciones. Las causas más importantes son la violencia intrafamiliar, escasos recursos económicos, falta de protección por parte del gobierno y la sociedad, explotación familiar, obtención de dinero fácil, marginalidad social, embarazos tempranos, adicción y abandono, ausencia de valores inculcados, bajo nivel educativo, desintegración familiar.

Algunas de las formas de cómo existe la prostitución

COPETINERA

Muchas mujeres fueron iniciadas en el TSC por el proxeneta, primero como meseras, quienes después de cierto tiempo y con el afán de conseguir más ingresos se convierten en copetineras, quienes ocasionalmente ofrecen sus servicios sexuales, llegando al final a ser prostitutas, meretrices o trabajadoras sexuales comerciales (TSC) en los términos más puros. Entonces, una definición de copetinera consistiría en identificar a la mujer que realiza la actividad de acompañante placentera de uno o varios clientes, obteniendo remuneración monetaria, regalos y otros tipos de favores de dos fuentes: una del mismo local, que tiene la denominación de Whiskería o Night Club por consumir y hacer consumir bebidas alcohólicas, y otra explícitamente del cliente que corresponde por ofertar ocasionalmente sus servicios sexuales.

BAILARINA

Bailarina es toda mujer que brinda espectáculos musicales en centros de diversión nocturna. Por la naturaleza del baile, estas mujeres buscan excitar sexualmente a los potenciales clientes, con los que luego mantienen relaciones sexuales a cambio de dinero. En nuestro medio se las puede encontrar tanto en clubes nocturnos como en whiskerías y discotecas.

PATINADORA

Las patinadoras no tienen un local donde desarrollar sus actividades. Son TSC que dentro de la problemática de la prostitución en la ciudad de La Paz trabajan por cuenta propia y en la calle. Estas personas buscan a sus clientes en la calle, y los llevan a un alojamiento que conocen ellas por los alrededores para prestar sus servicios sexuales. Este grupo de TSC posee matrícula y se someten al control sanitario respectivo. Algunas de ellas comenzaron trabajando en algún local, mientras otras realizan sus actividades directamente en la calle.

El aspecto de estas TSC muchas veces no se distingue de otras mujeres que transitan por el lugar. La remuneración que obtienen por vender sus servicios es comparable o a veces inferior al que perciben las meretrices, y no ofrecen un trato afectivo disimulado hacia sus clientes como éstas.

Este grupo de TSC es bastante estable, se conocen unas a otras y se apoyan mutuamente. En algunas ocasiones sufren la competencia de otras mujeres que se presentan por el lugar o la zona por la eventual clausura de algún local cuando tienen necesidad de dinero en tiempos de marcada crisis económica.

MASAJISTA

Es la TSC que brinda sus servicios sexuales en los denominados salones de masajes. El masaje, como se sabe, aplicado en las zonas erógenas puede producir sensaciones de placer y estimular la actividad sexual, situación que es explotada hábilmente en dichos salones.

PROSTITUTO

Cuando se habla de prostitución masculina, ésta se asocia inmediatamente con hombres homosexuales travestís, tal vez porque este tipo de prostitución es más conocido en la actualidad. Sin embargo, puede observarse que prostituto es todo varón que vende sus servicios sexuales a un grupo mayoritariamente conformado por varones maduros homosexuales. En menor cantidad, según la señalada autora, lo hacen con clientes mujeres. El prostituto recibe diferentes denominativos, como ser rufián, por el cual lo identifican sus clientes y se identifican ellos mismos.

PROSTITUTO HOMOSEXUAL Y/O BISEXUAL

En el primer caso, es el varón travesti que se prostituye ofreciendo sus servicios sexuales exclusivamente a hombres.

Estos asumen ambos roles: activo y pasivo. Los segundos son aquellos varones que ofrecen sus servicios sexuales tanto a varones como a mujeres, y en el primer caso ejecutan el servicio como sujeto activo tanto como pasivo.

CLIENTE

El cliente es una categoría de sumo interés para el presente estudio, tomando en cuenta que éste es el alma y la razón de la existencia del TSC. En la temática del TSC existe una relación en la que interactúan dos fuerzas: la oferta, constituida por el o la TSC, que ofrece sus servicios, a uno o varios clientes a cambio de una remuneración o compensación no siempre económica por una parte, y, por otra, la demanda, constituida por los clientes, quienes desean satisfacción sexual y pagan por conseguirla. En su generalidad, el cliente es anónimo. Tiene derecho al respeto y jamás se le inquieta. Sin embargo, uno debe preguntarse quién hace vivir a los proxenetas y a las prostitutas, y necesariamente llegará a la conclusión de que es el cliente, quien se constituye en otro de los actores principales que promueve y fomenta el TSC. Uno puede interrogarse sobre las motivaciones de los clientes, quienes acceden a este tipo de servicios. Pero las respuestas son pocas, ya que los mudos de la historia son los clientes. Sin embargo, se puede afirmar que en líneas generales los clientes al recurrir al TSC femenino buscan remedio a dos clases de trastornos: los problemas relacionales (timidez, impedimento anímico y carencia de afecto), así como problemas psicológicos (impotencia, perversiones, eyaculación precoz). En lo referente al TSC masculino, se puede advertir que los clientes varones desean satisfacer sus impulsos homosexuales con estos servidores sexuales, en tanto que se puede presumir que las clientes mujeres manifiestan una insatisfacción sexual con su pareja formal, o bien por qué buscan una aventura informal sin complicaciones de otro tipo.

Prostitución infantil

La Prostitución infantil y juvenil es otro gran problema, ya que atenta contra un grupo altamente vulnerable y desprotegido. Ésta generalmente se debe a problemas de pobreza, la cual se ve agudizada debido al régimen económico en actual vigencia. La oficina Católica de la Infancia, BICE (1991: 7-8) identifica las siguientes características sobre la prostitución infantil y juvenil en América Latina:

La deuda externa, que tiene como efecto íntimamente relacionado la agudización de los países pobres y la profundización de la dependencia de éstos hacia los países desarrollados.

La prostitución como estrategia de supervivencia de los sectores más empobrecidos no puede ser considerada una opción de vida, sino una forma de esclavitud

La Policía en muchos casos, lejos de resguardar los derechos ciudadanos, establece redes de complicidad con quienes detentan el poder económico ligado a la explotación sexual. Estas redes tienen distintos niveles de visibilidad en los países.

Los servicios de salud no están preparados y no posibilitan el acceso a un grupo importante de los sectores excluidos y menos aún a niñas en situación de prostitución, lo que implica que éstos estén mucho más desprotegidos que los adultos prostituidos y por lo tanto más expuestos a enfermedades venéreas y el SIDA.

Sobre este punto en particular, el Código Niño, Niña y Adolescente toma en cuenta los siguientes aspectos:

El artículo 1 determina el objeto del Código, señalando que el mismo "establece y regula el régimen de prevención, protección y atención integral que el Estado y la sociedad deben garantizar a todo niño, niña o adolescente, con el fin de asegurarles un desarrollo físico, mental, moral, espiritual, emocional y social en condiciones de libertad, respeto, dignidad, equidad y justicia". Es decir, determina las finalidades de este cuerpo legal, priorizando los deberes del Estado y la sociedad para con los niños, niñas y adolescentes.

Por su parte, el artículo 3 define la aplicación del Código, cuyo alcance implica a todos los niños, niñas y adolescentes nacidos y habitantes en el territorio nacional.

El artículo 100 identifica, entre otros, el derecho a la libertad, al respeto y a la dignidad como persona de los niños, niñas y adolescentes. Remarca también el reconocimiento de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales garantizados por la Constitución, las leyes, la Convención Internacional sobre los derechos del niño, etc.

Con relación a los trabajos peligrosos e insalubres, el artículo 134, numeral 17 señala que están prohibidas en general "las actividades que crean riesgo para la vida, salud, integridad física y mental".

El artículo 135 identifica como sitios atentatorios para la salud e integridad física y moral de niños, niñas y adolescentes "1) Salas o sitios de espectáculos obscenos, talleres donde se graban, imprimen, fotografían, filman o venden material pornográfico; 2) locales de diversión para adultos como cantinas, chicherías, tabernas, salas de juego y otras similares; y, 3) propagandas, películas y videos que atenten contra la dignidad.

Los problemas no terminan con el hecho de que un niño, niña o adolescente se prostituya. La sociedad en general ingresa en un período de franca descomposición, lo cual implica un deterioro general en las condiciones de vida, una pérdida de valores y una agudización de la anomia. También es importante considerar que un niño o niña no puede, debido a su edad y todo lo que ello implica, discernir entre salud y enfermedad, prevención y cómo realizarla. Por ello está más expuesto a enfermedades, drogadicción y embarazos.

Además, se debe considerar que en muchos hogares cuya cabeza es una mujer que ejerza la prostitución existe una criatura que recibe pautas que facilitarán su ingreso a la prostitución. Por otra parte, está el hecho de que el aumento en el número de mujeres infectadas generará mayor demanda de prostitutas "seguras", suponiendo que aquellas de menor edad han tenido menos oportunidades de contagio.

Dignidad de la persona

La consideración de la dignidad de la persona pasa por reconocer lo que se entenderá tanto por dignidad como por persona. Su tratamiento implica el reconocimiento de la individualidad del hombre, sus potencialidades, así como sus limitaciones. Quizá la concepción que más se aproxime a estos postulados sea la de Luis Recaséns, quien señala: "El pensamiento de la dignidad consiste en reconocer que el hombre es un ser que tiene fines propios suyos que cumplir por sí mismo, o, lo que es igual, diciendo en una expresión negativa, la cual tal vez resulta más clara, el hombre no debe ser un mero medio para fines extraños o ajenos a los suyos propios" (Luis Recaséns S., citado por MONROY, Marco 1980: 13).

La humanidad, al reconocerse superior a los demás seres vivos y al sentirse sus miembros poseedores todos ellos, sin excepción, del atributo del raciocinio y la inteligencia, establecieron las condiciones de su igualdad, sobre la que reposa la dignidad, que es la valorización exacta y el respeto de la condición del hombre. En el caso de las y los TSC, como en muchos otros, estos principios de validez universal son muchas veces pasados por alto, y unas personas se sienten con potestad de juzgar y condenar a otras, por el simple hecho de subsistir por medios distintos, tachándolas de "pecadoras", "promiscuas" y otras cosas, olvidando, muchas veces, "la viga que llevan en el ojo propio".

Consecuencias

Las consecuencias más desfavorables de toda aquella persona que practican el acto en este caso que es la prostitución, son todos los problemas personales y familiares en donde sufre:

Aislamiento total o parcial de la familia, baja autoestima, agresividad, no existe un proyecto de vida, desconfianza autodestructiva, depresión, objeto comercial y de explotación. Enfermedades venéreas (Sífilis, VPH, Herpes genital, Blenorragia, Sida). Pierden a sus hijos los rechaza la sociedad, echándolas de menos tanto a las mujeres como los hombres que en cierta forma existen practicando este servicio que para la sociedad es de mucha vergüenza como se podrá decir.

Respecto a esta última enfermedad, cabe aclarar que el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) "es causado por el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), el virus que ataca al sistema inmunológico del organismo […] Aunque el término de SIDA es ampliamente usado para fines médicos, ha sido sustituido por clasificación que describe etapa por etapa la infección por el VIH. El SIDA se refiere sólo a los últimos estadios de la supresión del sistema inmunológico".

Delincuencia juvenil

¿Qué es la delincuencia juvenil?

Es el quebrantamiento de leyes y normas jurídicas, por actos de niños o jóvenes con una conducta antisocial que interfiere con los derechos de otros.En nuestros días millones de niños, adolescentes y jóvenes están viviendo en hogares donde sufren la ausencia de uno o ambos padres, el resultado de esto es reflejado en su conducta rebelde, desconfiada e incierta.

Por lo tanto estos jóvenes viven en la desolación y en la desorganización familiar; es obvio que no hay quién se encargue de inculcar valores éticos, morales y espirituales, mismos que los harían personas maduras y consientes.Muchos delincuentes juveniles no son malos porque les guste la maldad sino que se volvieron así accidentalmente. Los orígenes de la delincuencia se derivan de muchas causas, como las que han sido expuestas con anterioridad (ambiente del hogar, padres separados, mala influencia de amigos, etc.), la delincuencia juvenil no sólo se ve en personas de escasos recursos, también alcanza a personas que tienen una posición económica desahogada. ¿Qué provoca que se conviertan en delincuentes? En muchas ocasiones se cae en esto porque sufren un fracaso, reciben una mala orientación, sufren descuido o simplemente se relacionaron con malas personas y éstas aprovechan su inocencia y los hacen caer en la prostitución.

Por qué existe la prostitución?

La prostitución se presenta en las mujeres de estratos socioeconómicos altos, mujeres con suficientes posibilidades económicas como para poder salir a adelante sin hacer ningún sacrificio.

En este tipo de prostitución estas mujeres generalmente de estratos altos hacen práctica de un uso particular de la sexualidad, donde el dinero no es la justificación para prostituirse, unas son reconocidas como profesionales en el modelaje y la actuación, y otras por su belleza y voluptuosidad, pero lo preocupante para todos los casos es la elección por la prostitución. Estas jóvenes están realizando un oficio que lleva lo intimo a lo público sin restricción, que les otorga ganancias económicas, y daños a su salud física y mental, además el llevar esta doble vida afecta su integridad, su relación familiar e interpersonal.Este problema parece hacerse invisible en la sociedad por la forma como funciona, las jóvenes universitarias que se prostituyen reclutan a sus amigas o compañeras con el acuerdo de guardar silencio, de no dejarse reconocer. De igual modo operan sus proxenetas, estos reclutan nuevos clientes, a través de los antiguos tratan de mantener exclusividad.

Para saber de esta problemática hasta con recurrir a los medios publicitarios donde las jóvenes presentan su negocio. Ellas publican en Internet, en los periódicos, en folletos y tarjetas de presentación de reconocidos hoteles, bares, agencias de modelos, discotecas, entre otros la descripción personal, que incluye el nivel académico, descripción de la personalidad y del físico, las cualidades en el trabajo, la aceptación de consumo de drogas, de sadomasoquismo con sus clientes y demás practicas no convencionales que se establezcan previamente con el proxeneta, y por supuesto su costo, horario y teléfono celular donde las puedan localizar luego del acuerdo verbal con el cliente.Socialmente muestran dos caras: una en el ambiente universitario y familiar, y la otra, la más enigmática, en la prostitución, esta última parece indicar una desconexión entre su estructura de personalidad y el negar el acto de prostituirse.

Algunos factores psico-sociales (la familia, la educación, entorno social, la sexualidad, entre otros) en los que se desarrolla la mujer en las etapas tempranas de la vida, pueden determinar algunos rasgos en la adopción de la conducta de la prostitución, y de igual forma la desintegración familiar, el consumismo, la publicidad, el nivel socio-cultural y económico de nuestra sociedad actual son otros factores determinantes para el incremento de este fenómeno.

Prostitución y moral sexual alternativa

Al hacer referencia a la prostitución no es conveniente hacerlo como sinónimo de esclavitud sexual, ya que al hacerlo victimizamos a la prostituta a la vez que perpetuamos el concepto patriarcal de que las mujeres somos seres débiles e indefensos.

A la hora de hablar sobre las prostitutas, debemos hacerlo reivindicando que éstas ejerzan como actoras sociales válidas teniendo en cuenta que la labor de estas trabajadoras consiste en el contrato de sus servicios sexuales y no en la venta de sí mismas ni de sus partes sexuales. Este contrato de servicios corresponde con el convenio que el resto de las trabajadoras efectúan al iniciar un empleo. Este es uno de los motivos que nos ha llevado a muchas feministas a defender la regularización de la prostitución, ya que las políticas abolicionistas y prohibicionistas no hacen sino aumentar el estigma y la marginación a la que las prostitutas han sido condenadas.

Esta estigmatización se asienta como una estrategia patriarcal que nos bipolariza a las mujeres en buenas (madres, esposas, hijas) y malas (mujeres desvinculadas de un varón que las legitime). Dicha división supone un control social y sexual sobre las mujeres donde el estigma se impone como un signo de sumisión y esclavitud. Si la sociedad patriarcal teme y desprecia a las putas es porque éstas son percibidas como transgresoras de la norma, cuestionando así el orden establecido y los roles de género asignado. La exclusión a la que son sometidas se traduce en la carencia de lazos sociales y de los servicios del Estado.

Los estudios hasta ahora realizados acerca de la prostitución no siempre han estado del todo carentes de valoraciones morales y se han caracterizado así mismo por su focalización en la trabajadora, dejando de lado el papel del cliente, elemento que suele permanecer en el más absoluto anonimato.

El resultado de trasladar la sexualidad al ámbito público, es decir, más allá de lo meramente privado, se nos presenta como una característica positiva de la prostitución, ya que esta traslación constituye una manera de normalizar la sexualidad y sacarla del tabú haciéndola así socialmente más visible.

El problema de esta "socialización" de lo sexual se halla en el tipo de sexualidad que actualmente se ejerce en la vida pública y que corresponde a la heterosexualidad como modelo dominante junto a una serie de prácticas representativas de la jerarquización de géneros.

El sexo se ha de tratar como derecho puesto que reviste un cariz político. El patriarcado configura mediante la ordenación de la sexualidad una construcción política, el género, atravesada por relaciones de poder y dominación.

Desde este punto de vista el análisis de la prostitución no puede circunscribirse únicamente a un debate sobre las proclamas sociales y sanitarias de las prostitutas. Hay que ir más allá para plantear aquello que la prostitución manifiesta respecto a la norma sexual patriarcal.

Prostitución como problema social

La prostitución es una anomalía social que ocasiona efectos y consecuencias negativas dentro de la sociedad y su impacto social cada día construye una mayor preocupación.

En 1990 se realizó una investigación entre 914 prostitutas de la Ciudad de México y se encontró que el 46.4% tenían de 16 a 24 años y el 40.5% del 25 a 34 años; su promedio de escolaridad era de 5 años. Aunque el 8% eran profesionistas y el 2% contaba con postgrado; el 61.7% era soltera; el 77% tenían hijos; el 51.9% pertenecía al nivel socioeconómico bajo, el 27% al medio y el 21.1% al medio alto; predominaban las que tenían de 3 a 4 dependientes económicos (32.1%) y dos dependientes económicos (27.3%).

Entre 1992 y 1993 se realizó un estudio en la Ciudad de México a 2641 prostitutas, de las cuales el 80% inició relaciones sexuales entre los 12 y 18 años; el 68.23% cobró por primera vez entre los 15 y 24 años, el número de clientes por día fue de 1 a 5 en el 83.9%; trabajaba en la calle el 47.6% en bares y clubes en 40.2%, en hoteles el 6%, en burdeles el 0.7% y las "call girls" constituían el 1%. En cuanto a los clientes el 48.6% eran de 21 a 40 años y el 60% eran casados.

La prostitución se da por varias razones: falta de recursos económicos, ausencia de valores inculcados y la moral, bajo nivel educativo, desintegración familiar, sentimientos de abandono e inferioridad, incapacidad de establecer relaciones satisfactorias y heterosexuales, deficiencia moral, entre otras.

Esto trae como consecuencia: enfermedades venéreas (SIDA, Herpes vaginal, Gonorrea, etc.), conllevan a adicciones como drogadicción y alcoholismo, precipita la debilidad mental, rechazo social, infracción a la ley, embarazos no deseados, familias desintegradas.

En la actualidad 13 estados de la República reglamentan la prostitución: Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa y Zacatecas.

La pobreza es en gran parte de los casos, el punto de partida para que una persona llegue a la condición de Tasa de Desempleos Cesantes. El mayor número de menores, adolescentes y jóvenes prostituidos proviene de los estragos bajos de la sociedad. La violación y otras formas de abusos sexual son una de las causas comunes para que las personas opten por el camino a la prostitución y de ésta no están libres varones ni mujeres. Son frecuentes los casos en que los niños se ven sometidos además de las agresiones, a los abusos sexuales por parte de su padre, el padrastro, familiares cercanos o desconocidos. Lo anterior implica a muchos niños verse expuestos a una iniciación sexual precoz, a relaciones incestuosas, a los riesgos de una maternidad temprana y a la incorporación a la prostitución, lo que ocasiona su discriminación social y marginación. Para las mujeres prostituidas, la maternidad supone una responsabilidad enorme y a la vez una razón de vivir. En ocasiones la ninfomanía lleva a la prostitución. Sus causas son muy diversas: la falta de cariño paterno en la infancia, neurosis, trastornos hormonales, debilidad mental, etc.

Debido a su actividad, la prostituta generalmente es rechazada por la sociedad. Su ocupación no es reconocida como trabajo y no goza de las prestaciones, derechos y obligaciones que la sociedad ha creado para las distintas actividades económicas. Se le señala como persona transgresora de las normas sociales. En consecuencia, se le margina socialmente. A causa de la posición que adopta la sociedad ante la prostituta, ésta puede ser considerada como desviada social, y su estudio puede ser realizado bajo el enfoque de la sociología de la desviación.

La prostitución y sus valores

Conocido es que casi el cien por cien de las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen desde la miseria económica.

En el caso de la prostitución, son capaces de enfrentarse a experiencias tan fuertes como salir de su tierra, de su entorno familiar y social, enfrentarse con las dificultades de la lengua, la exigencia de "papeles", los peligros de buscarse la vida en soledad…, Es la búsqueda de diferentes formas de salir de la miseria a la que les aboca este modelo de organización social patriarcal.

Al ejercicio de la prostitución llegan también muchas mujeres desde las adicciones, ansiedades o diferentes presiones familiares y sociales. Y esto pone de relieve una vez más, la dependencia económica de las mujeres respecto a los hombres y a las fuentes de economía creadas por ellos.

La baja autoestima y autovaloración que las mujeres expresan en su práctica de prostituirse por dinero, como reflejo del desprestigio y estigmatización con que la sociedad las mira y piensa en ellas, acentúa y confirma el rol asignado a todas las mujeres. Habitualmente, la frase de que la "prostitución es un trabajo como otro cualquiera" la dicen quienes están fuera de la práctica organizada de la prostitución, sobre todo los hombres. Un escasísimo número de quienes la practican pueden pronunciar esta frase porque para la mayoría no es un trabajo del que presumen sino una práctica obligada que ocultan.

Diez razones para no legalizar la prostitución

Teniendo en cuenta que algunos países están considerando legalizar y despenalizar la industria del sexo, creemos importante que reflexiones sobre las razones por las cuales la legitimación de la prostitución como un trabajo no supone un mayor poder de las mujeres que están en la prostitución, sino que supone un fortalecimiento de la industria del sexo.

  • La legalización / despenalización de la prostitución es un regalo para los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.

  • La legalización / despenalización de la prostitución y de la industria del sexo promueve el tráfico sexual.

  • La legalización / despenalización de la prostitución no supone un control de la industria del sexo. La expande.

  • La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.

  • La legalización de la prostitución y la despenalización de la industria del sexo promueve la prostitución infantil.

  • La legalización / despenalización de la prostitución no protege a las mujeres que están en la prostitución.

  • La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la demanda de la prostitución. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.

  • La legalización / despenalización de la prostitución no promueve una mejora de la salud de las mujeres.

  • La legalización / despenalización de la prostitución no aumenta las posibilidades de elección de las mujeres.

  • Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice o despenalice la industria del sexo.

Conclusión

Para concluir quiero dar a conocer que la prostitución afecta a toda la sociedad, se debe recordar que ésta se presenta en las mejores familias, lo cual muestra que ninguno de nosotros estamos exentos de que toque nuestra puerta, por esta razón debemos preocuparnos, e involucrarnos en el problema creando vínculos de confianza en nuestras hogares, dando buenas bases a nuestros hijos y compañeros las cuales les permitan salir ilesos al verse sumergidos en situaciones parecidas.

No nos debemos dejar llevar por lo que digan los demás, debemos sentirnos bien con las cosas que tenemos y hemos logrado conseguir con esfuerzo, porque son las cosas que más se saben apreciar. Las cosas materiales no son lo más importante son tan solo una parte pequeña de nuestra vida, pero no logran llenar vacíos como falta de amor y cariño. Y sobre todo también no dejarnos manipular por todas estas personas negativas que aparte de echarnos a perder nuestras vidas, perdemos nuestro valor y nuestra dignidad como personas que somos, por eso es necesario que nosotros seamos los que tomemos nuestras propias decisiones y no otro las va a tomar de nuestra parte.

En éste momento la sociedad está a la espera de un cambio que haga valiosa y respete la existencia de las mujeres, pero éste cambio debe empezar por que el gobierno se involucre en este proceso y conozca acerca de la realidad de muchas mujeres que se ven frustradas por situaciones inhumanas que hacen que hasta la mujer más fuerte se vea desarmada ante tantas dificultades. No más personas con la vista gorda que solo actúan como si estos problemas fueran ajenos a nosotros, todos podemos lograr un cambio pero es necesario que primero se de ésta conciencia.

Es importante destacar que la prostitución es una anomalía social que ocasiona efectos y consecuencias negativas dentro de la sociedad y su impacto social día a día constituye mayor preocupación. Uno de los mayores éxitos que se ha logrado en la historia social dedicada a estudiar la prostitución ha sido definir este fenómeno como un hecho social.

Por eso es importante conocer cuáles son los principales problemas que se presentan actualmente y sobre todo saber que existe tanto rechazo de la sociedad ante todas estas persona que suelen dotar este acto pero, tanto la sociedad y ninguna otra persona se puede interferir ya que todo esto ha venido sucediendo de cada persona y nosotros simplemente debemos de tener la ética y tomar nuestras propias decisiones de que es lo que queremos ser y como nos queremos ver ante la sociedad.

FIN…

Bibliografía

  • Zaqueo Mestas V., director del Centro Integral Familiar Huixquilucan, A.C.

  • Janice G. Raymond. Coalición Internacional Contra el Tráfico de Mujeres,(CICTM/CATW)08/01/2004.

  • Ricardo Alterio. Manual de Sociología Jurídica. Universidad de Carabobo.

  • www.catwinternational.org

 

 

Autor:

Amado Montaño Gutiérrez

LIC. ECONOMÍA AGRÍOLA Y AGRONEGOCIOS.

UAAAN

11/05/2010

Materia: Valores Socioculturales

Cátedra: Susana Cepeda Islas

Partes: 1, 2
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