El proceso de agotamiento del suelo tiene lugar cuando, a causa de la inclusión de nuevos cultivos, estos extraen más nutrientes de los que le aportan el suelo. Este hecho no sucede cuando la presencia de la cubierta vegetal sobre él, es permanente ya que las diferentes especies se nutren y aportan nutrientes de una manera equilibrada. Cuando la práctica agrícola reemplaza una serie de especies originarias por otra única que requiere del suelo siempre los mismos nutrientes, este se vuelve infértil.
La degradación de los suelos se origina de la utilización constante del arado sobre un mismo suelo, al cavar surcos siempre a la misma profundidad, se genera lo que se denomina piso de arado, es decir, la compactación del suelo por debajo de los surcos, con lo cual se forma una capa impermeable que facilita el desplazamiento del agua por encima de ella. Los suelos en áreas de riego conocen otro proceso: el de la salinización. Esta se produce por el ascenso de sales, presentes en distintas profundidades del suelo, cuando se vapora el agua, lo que se traduce en la aparición de sales en superficie, perjudiciales para los cultivos. La salinización se registra en grandes áreas del mundo bajo riego, como California (Estados Unidos), regiones del centro de Asia, norte de África y Cercano Oriente, India, China y sur de Australia.
En caso de la erosión, esta puede producirse por la acción de dos agentes: el agua y el viento. El suelo descubierto y arado favorece la acción del agua y del viento, se calcula que las superficies erosionadas se incrementan en 200.000km2 por año. La erosión del suelo por la acción del agua es más común en las zonas de climas áridos, como el área mediterránea de Europa o el Sahel (región sur del Sahara, en África).
Erosión eólica:
La erosión eólica es el desgaste de las rocas o la remoción del suelo debido a la acción del viento. El viento es un agente de modelado del relieve que puede acarrear grandes cantidades de polvo a través del mundo, pero los granos de arena solo pueden ser transportados a distancias relativamente cortas.[10]
El viento es un eficaz agente de erosión capaz de arrancar, levantar y transportar partículas, sin embargo, su capacidad para erosionar rocas compactas y duras es limitada. Si la superficie está constituida por roca dura, el viento es incapaz de provocar cambios apreciables debido a que la fuerza cohesiva del material excede a la fuerza ejercida por el viento. Únicamente en aquellos lugares en donde la superficie expuesta contiene partículas minerales sueltas o poco cohesivas, el viento puede manifestar todo su potencial de erosión y transporte. La velocidad determina la capacidad del viento para erosionar y arrastrar partículas, pero también influye el carácter de los materiales, la topografía del terreno, la eficacia protectora de la vegetación, etc. Saltación y suspensión son los mecanismos más importantes del transporte eólico. Las partículas realizan saltos a favor del viento; tras el impacto con granos en la superficie, pueden rebotar de nuevo y elevarse
Erosión hídrica:
Es la pérdida selectiva, recurrente y progresiva de la capa superficial del suelo por la acción del agua.
Los factores climáticos tienen un papel importante en la erosión hídrica, siendo las precipitaciones, tanto en su intensidad como en su duración, el elemento desencadenante del proceso. No obstante, la relación entre las características de la lluvia, la infiltración, el escurrimiento y la pérdida de suelo, es muy compleja.
Cuando el suelo está expuesto, la desagregación por la lluvia es una acción generalizada. Pero la desagregación por el escurrimiento es una acción dirigida que actúa sobre una pequeña parte de terreno en el cual éste se concentra con velocidades erosivas.
Salinización de los suelos: consiste en el aumento del contenido de sales en el suelo se produce como consecuencia del uso no cuidadoso de fertilizante y agroquimicos o de un mal manejo de sistema de riego en las áreas donde las aguas Subterráneas tienen altos contenidos de sales. El agua salina en profundidad no afecta la vegetación, pero el riego excesivo y la deficiencia de los sistemas de drenaje provocan la elevación de las napas de agua subterráneas, cuyas sales quedan incorporadas al suelo y hacen disminuir los rendimientos de los cultivos. [11]
DESERTIZACIÓN Y DESERTIFICACIÓN
LA DESERTIZACIÓN: es el proceso de degradación de los suelos en las zonas áridas y semiáridas por la acción de los factores geológicos, climáticos, biológicos y humanos, que provocan que una región fértil se transforme en un desierto, poniendo en peligro la biodiversidad y la supervivencia de las comunidades humanas. La desertificación solo puede ocurrir en las tierras vulnerables a esos procesos, dependiendo esto del clima que se presente, del relieve, del estado del suelo y de la vegetación natural.[12]
El clima es un factor determinante en los fenómenos de erosión física y mecánica y de degradación química y biológica. Por su parte, la topografía interviene fundamentalmente como un agravante de la erosión hídrica. El estado del suelo es un factor preponderante en las zonas subhumedas, donde, donde los aspectos climáticos tienen menos influencia. Los arboles y la presencia de una cobertura vegetal, cumplen una función protectora contra la degradación de los suelos.
Las actividades humanas pueden iniciar un proceso de desertización en zonas vulnerables o acelerar el mismo, mediante el cultivo de suelos frágiles o expuestos a fenómenos de erosión hídrica y/o eólica; la reducción del tiempo de barbecho de las tierras cultivadas y la falta de fertilizantes orgánicos y minerales; el sobre pastoreo de plantas herbáceas; la explotación excesiva de recursos madereros; el uso descontrolado del fuego para la regeneración de los pastos; las técnicas de cultivo que destruyen la estructura del suelo y , en particular, el uso de maquinaria agrícola poco adecuada. A todo esto debe agregarse el crecimiento demográfico que, en muchas regiones, obliga a cultivar intensamente o sobre pastorear los terrenos semiáridos, con lo que se destruye la vegetación natural, favoreciendo la formación de desiertos.
El caso más grave de erosión provocada es el de la planicie de unos 68.000 km2 vecina al mar Aral, este es uno de los mayores mares cerrados del mundo, con una superficie que superaba los 66.000 km2 y una cuenca extendida por más de 690.000 km2. Las presas construidas para la ejecución del proyecto de irrigación para cultivar algodón en 7,5 millones de hectáreas, taponaron los ríos Amudarya y Syrdaria que abastecían de agua al Aral por los que los aportes disminuyeron de 55 millones de mm3 por año a solo 7 millones. Así, desde la década del 60, el límite de las aguas retrocedió 100 km y el volumen total se redujo a la cuarta parte.
A causa de esta reducción, la salinidad de las aguas se ha triplicado y el viento recoge cada año entre 40 y 150 toneladas de una mescla toxica de polvo, restos químicos de plaguicidas y sal del lecho marino seco y las esparce por las tierras agrícolas del entorno hasta una distancia de 500 km dejándolas improductivas.
Además, por el bajo caudal, las aguas han perdido el poder de disolución de los abundantes productos químicos empleados como fertilizantes y plaguicidas en los campos y que convierten las aguas en perjudiciales para la salud. El ecosistema se ha deteriorado: los bosques de chopos y sauces que abundaban en los deltas de ambos ríos han sido diezmados, los humedales de la región han disminuido en un 85% y el número de especies de peces y mariscos han caído de 173 a 38. El mar se dividió en una porción mayor y dos menores, impidiendo la navegación y provocando el fin de la pesca industrial y de la producción de caviar que alcanzaba el 10% del total obtenido en la antigua unión soviética. [13]
Aridez, sequía y desertización
Los factores meteorológicos, topográficos y geográficos, de una zona concreta, determinan un clima y unas condiciones de distribución del agua a lo largo del año, que a su vez condicionan la disponibilidad de aguas por los seres vivos. Lluvias intensas anuales distribuidas en una o dos estaciones y durante pocos días, producen una situación de aridez.
La sequía también se corresponde con una falta de agua, aunque esta tiene un carácter temporal e inesperado frente a unas características habituales de mayor pluviosidad. Mientras la situación de aridez corresponde a una situación media habitual de escasez de agua disponible para los seres vivos, la sequía responde a una situación de mínimos hidrológicos para una zona.
Las áreas marginales de los desiertos, como el del Sahara, son las zonas sometidas a mayor tensión y por lo tanto donde mas fácilmente se podrá avanzar en las condiciones de degradación del territorio, que de manera natural se lo denomina desertización, y se produce muy lentamente.
Las sequias son; situaciones climatológicas anormales (diferentes de la aridez en que son procesos temporales).
Se originan cuando el monto de las precipitaciones usuales en una región se reduce mucho y durante un periodo prolongado. En ese lapso, la disponibilidad de agua cae por debajo de los requerimientos de la población y los ecosistemas, y resulta insuficiente para abastecer las necesidades de las personas, los animales y las plantas.
Para declarar que existe sequia en una zona se deben hacer un estudio tanto sobre las condiciones climatológicas, como biológicas e hidrológicas. ¿Por qué? Por que puede ocurrir que no llueve en un lugar pero se mantienen reservadas de agua en la vegetación o en las napas subterráneas.[14]
Consecuencia de las sequias.
Los daños que causa una sequia son diversos: sociales, económicos, ecológicos, etc.
En primer lugar ocasiona en forma directa la disminución del abastecimiento de agua y de producción agrícola y, por lo tanto, de alimentos. Por otra parte, perjudica el desarrollo de otras actividades económicas como la ganadería. La principal consecuencia de esto son las muertes por hambre o desnutrición.
Disminuye la producción de energía hidroeléctrica por la disminución del caudal de los ríos.
Reseca la vegetación que puede incendiarse con mayor facilidad. Con la disminución de la vegetación. Los suelos quedan expuestos al deterioro.
Al no producirse lluvias en las ciudades, con efecto limpiador, aumenta la contaminación atmosférica. Sin embargo, existen diferencias en tantos las sequias se produzcan en países más desarrollados o menos desarrollados. En los países desarrollados, una sequia no es un desastre que provoque pérdidas de vidas humanas, porque en general la sociedad cuenta con recursos para crear reservas de agua con las que pueda abastecer las necesidades básicas.
Pero en los países de menor desarrollo, las sequias siguen originando la disminución de la producción de alimentos, lo que genera grandes hambrunas y las pérdidas de muchas vidas. [15]
DESERTIFICACIÓN: es el proceso de degradación de los suelos en zona árida y semiáridas como producto directo o indirecto de la acción humana. Sus manifestaciones más significativas son la pérdida de productividad y complejidad biológica, el deterioro de la vegetación, la alteración del balance hídrico y la erosión del suelo unas de las áreas más afectadas por el proceso de desertificación de la Argentina es la Patagonia. [16]
Se entiende por desertificación como la programación de las condiciones desérticas en áreas áridas y semiáridas con menos de 600 Mm. de precipitación, debidas a la influencia del hombre además de los cambios climáticos. [17]
No obstante, la naturaleza compleja de la desertificación precisa una visión más general del problema, con el fin de poder tomar las medidas para combatirla.
Fuente: Internet. Buscador Google. Imágenes de Desertización.
En la actualidad, la convención para combatir la desertificación de las Naciones Unidas (CCD) deductividad y complejidad biológica o económica que afecta tanto al suelo dedicado a cultivos de secano, regadío o de montaña, como pastizales o bosques, consecuencias de los procesos de erosión del suelo y deterioro de sus propiedades, y que ocasiona la perdida de la vegetación natural a largo plazo.
De la misma manera que en otros países áridos del mundo, la historia de los cultivos inadecuados en los países de Europa mediterránea se retoma a más de veinte siglos. El cultivo masivo de cereales y la rotulación del suelo para plantar frutales se realizaba en la colinas y laderas de las montañas, debido a que en los valles y llanuras costeras continuamente se producían inundaciones y a menudo la malaria asolaba la región. Esto obligo a una continua deforestación, que a demás se veía incrementada por la demanda de madera para la construcción y como combustible. De esta manera se desencadeno un proceso muy intenso de desertificación en Europa, hace ya más de mil años.[18]
Diferencia entre Desertización y desertificación
Actividades Humanas que aceleran la Desertización
Entre las acciones humanas que debilitan el suelo y aceleran la desertización están:
SOBREPASTOREO.- Es el intento de mantener excesivas cabezas de ganado en un territorio, con el resultado de que la vegetación es arrancada y pisada por los herbívoros y no se puede reponer. El suelo desnudo es muchos más fácilmente erosionado. Es la principal causa humana de desertización en el mundo. Ej.: En la Patagonia Argentina, (80.000.000 de ha), estepa con relieve de mesetas, la causante principal de la desertificación está dada por el sobrepastoreo ovino. Los sistemas ganaderos extensivos establecidos hace más de un siglo no contemplaron el uso sustentable del pastizal natural, acentuando sus condiciones de aridez por disminución o eliminación de la cubierta vegetal.
Mal uso del suelo y del agua.- El riego con agua con sales en lugares secos y cálidos termina salinizando el suelo y esto impide el crecimiento de la vegetación. Algunas técnicas de cultivo asimismo facilitan la erosión del suelo.
Muchos de los suelos salinos se forman como resultado de un ascenso capilar de aguas salidas desde la napa freática. A menudo se presenta esta situación en áreas sometidas a riegos intensivos por gravedad con bajas eficiencias de aplicación y con drenaje restringido o nulo. Ejemplo esta situación se presenta en la parte más baja de la mayoría de los valles agrícolas como Mendoza en donde se hace visibles los Departamentos de Lavalle, Alvear y zona Norte de San Martín.
Tala de árboles y minería a cielo abierto.- Cuando se quita la cubierta vegetal y no se repone la pérdida de suelo es mucho más fácil.
Ejemplo: la actividad de minería de oro a cielo abierto en países tropicales han sido experiencias nefastas en África y América Latina (por ej. Perú o Brasil) en cuanto a la destrucción forestal y uso de sustancias como el cianuro que contaminan los ríos.
Compactación del suelo.- El uso de maquinaria pesada o la acción del agua en suelos desnudados de vegetación (procesos de laterización) producen un suelo endurecido y compacto que dificulta el crecimiento de las plantas y favorece la desertización.
Ejemplo: en la región correspondiente a la pampa ondulada Argentina, con aproximadamente 5 millones de hectáreas, la presencia de maquinaria agrícola de mayor peso, el tránsito en húmedo, la falta de rotación de cultivos adecuadas (baja frecuencia de gramíneas), el alto contenido de limo y el bajo porcentaje de materia orgánica del horizonte superficial del suelo generaron un aumento en la compactación superficial y sub-superficial.[19]
No es fácil determinar qué superficies se encuentran sometidas a desertización provocada por el hombre. En muchos casos es un proceso natural que sigue las oscilaciones climáticas; en unas épocas los desiertos crecen y en otras retroceden, dependiendo de la evolución del clima.
Según algunas estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente una extensión similar a la de toda América (unos 33 millones de kilómetros cuadrados) se encuentran en riesgo de desertización.
Desertificación en la Argentina:
Fuente: INTA
Nótese de color rojo en el Mapa de la Republica Argentina la degradación severa de los suelos y vegetación en zonas áridas y semiáridas y la gran superficie que ocupa. El color amarillo representa la degradación media y en riesgo. Se calcula que el 50 % de la superficie de la Patagonia presenta degradación moderada a severa de los suelos debido al sobrepastoreo, es decir, a la presencia de una cantidad de animales superior a la que se puede alimentar con las pasturas existentes en el lugar. Esta sobrecarga provoca una disminución de la vegetación que, a su vez, deja al suelo más expuesto y desprotegido frente a los vientos fuertes y constantes. De esta manera, se incrementan los efectos de la erosión o el desgaste de los suelos y la disminución de su aptitud productiva.
El proceso de desertificación contribuye al agotamiento de la reserva de humus y a la pérdida de la diversidad biológica del territorio, disminuye la productividad y provoca el consiguiente deterioro de las condiciones de vida de los pobladores, generando pobreza y emigración.
La erosión natural de los suelos ocurre en aquellas zonas con períodos de sequía alternadas con épocas de exceso hídrico y sometidas a acción eólica. A estas condiciones naturales adversas, también se les puede sumar la acción del hombre, quien puede acelerar el deterioro a través de: prácticas agrícolas inadecuadas; ganadería con sobrepastoreo; mal uso de recursos hídricos; tala de bosques y desmonte para ampliar la frontera agrícola y otras prácticas económicas que rompen el equilibrio natural.
Otros factores de orden social que contribuyen a acrecentar el deterioro y la pobreza en éstas áreas son: los problemas de la tenencia de la tierra; latifundios y minifundios con manejos inadecuados; deficiencia en la educación de los productores; escasa transferencia de tecnología para el manejo de las zonas secas; falta de capacitación y asesoramiento; bajo valor de la producción primaria y dificultades de comercialización.
En el año 1994, la República Argentina suscribió la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, ratificada en 1996, por el Congreso de la Nación mediante el dictado de la Ley 24.701. La autoridad de aplicación en materia ambiental de dicha Ley es la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable a través de la Dirección de Conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación.
Las zonas de deterioro en la Argentina, según los datos brindados por el Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (PAN), presentan las siguientes características:
En la región Pampeana Semiárida, con suelos arenosos de pendientes suaves, se generalizó la agricultura con prácticas incorrectas y el sobrepastoreo en las áreas más secas. Las sequías periódicas desataron procesos de erosión eólica dando origen a médanos y exponiendo los suelos a la erosión hídrica.
El Chaco semiárido, presenta un ecosistema sujeto a desmonte masivo asociado a la expansión de la agricultura, que expone los suelos a las precipitaciones y temperaturas extremas, generando pérdidas en la fertilidad y eficiencia hídrica, y consecuentes procesos erosivos.
La Puna, ubicada en el Noroeste a más de 3.000 metros de altura, junto a la desierta región Altoandina (8.000.000 de ha) está sujeta a procesos de erosión hídrica y eólica, fundamentalmente por sobrepastoreo.
Los Valles Áridos del Noroeste y las Sierras Secas Centrales (15.000.000 de ha), áreas montañosas con sistemas agrícolas bajo riego y ganadería extensiva en los faldeos montañosos, presentan problemas de erosión en las cuencas hidrográficas por sobrepastoreo, deforestación e incendios. En el área de Cuyo (20.000.000 de ha) coexisten importantes áreas bajo riego, con problemas de salinización y extensas llanuras sujetas a sobrepastoreo y deforestación.
DEGRADACION DE LOS SUELOS EN LA PATAGONIA
¿Porque es una región la Patagonia?
La Constitución Nacional Argentina establece en su artículo 124 la posibilidad de que las provincias se integren formando regiones para diversos fines. La Patagonia tiene una superficie de 930.638 km² (área continental Americana), 1.911.605 km² (incluyendo territorios reclamados).
Art 2 "La región tendrá como objetivo general proveer al desarrollo humano y al progreso económico y social, fortaleciendo las autonomías provinciales en la determinación de las políticas nacionales, en la disponibilidad de sus recursos y el acrecentamiento de su potencial productivo, conservando la existencia de beneficios diferenciales que sostengan el equilibrio regional".
Para la ubicación es necesaria la división de la misma en diferentes zonas, para este caso se tomara la brindadas por el INTA, para la explicación y comprensión de cada una de ellas
El INTA explica a esta zona en forma más localizada y la individualiza por regiones geomorfológicas para tener en cuenta puntualmente cada caso y las problemáticas que se dan en cada una de ellas, que son las siguientes:
Patagonia andina
Constituye la región cordillerana, hacia el Oeste de la Provincia de Santa Cruz, con alturas que oscilan entre 600 y 3.000 m sobre el nivel del mar. El paisaje se encuentra dominado por los cuerpos montañosos de la Cordillera de Los Andes y numerosos valles y lagos con vertiente Pacífica o Atlántica.
Dentro de esta región se han individualizado las siguientes regiones geomorfológicas:
Montañas y valles
Se extiende a lo largo de la frontera con Chile con cuerpo montañoso de notable decrecimiento altimétrico. Los cerros más importantes son: San Lorenzo (3706 m), Murallón (3600 m), Fitz Roy (3375 m.), Monte Zeballos (2743 m.), y Huemul (2677 m.). Las principales acciones modeladoras del relieve fueron las glaciales posteriormente, las fluvioglaciares y fluviales.
Valles glaciales y lagos
Región muy vinculada a la anterior, con geoformas de planicies mesetiformes y vegetación de estepa. Los lagos más importantes son: Buenos Aires (900 km2.), Pueyrredón (100 km2.), todos con vertientes Pacifica; Argentino (1450 km2.) y Viedma (1088 km2.), ambos con vertiente Atlántica.
Patagonia Extra Andina
Corresponde a la parte septentrional central y oriental de la Provincia de Santa Cruz. Las alturas varían entre 0 y 1500 m. sobre el nivel del mar. Los relieves más elevados Manual sobre Desertificación Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable constituyen cerros y sierras, los intermedio planicies mesetiformes y lo más bajos, planicies y pendientes que rodean los relieves antes mencionados.
Se identifican las siguientes regiones geomorfológicas:
Serranías y colinas
Se localizan al Sur del Río Deseado, presentan un relieve pronunciado elaborado por acciones fluviales y eólicas sobre material rocoso de distintas épocas de deposición.
Mesetas y coladas lávicas
Situadas al Norte del Río Deseado y al Sur del Río Chico, tiene un relieve mesetiforme debido a acciones fluviales con una delgada capa de sedimento depositados sobre la superficie por el accionar eólico.
Planicies fluvioglaciales
Son áreas situadas al Sur del Río Coyle con forma de planicies disectadas por cauces.
Otros autores dividen a la provincia de Santa Cruz, en tres grandes unidades con disposición meridiana: al Oeste, la zona de la cordillera patagónica y antecordillera, en el Centro el conjunto de las mesetas y al Este la zona costera. Transversalmente a estas zonas naturales se desarrollaron los cauces de los ríos.
La zona Cordillerana y Antecordillerana
Presenta sierras con alturas casi siempre inferiores a los 300 m., excepto en algunas altas cumbres ya mencionadas. El eje central de la cordillera está ubicado en Chile. La zona de frontera se constituye con altas mesetas volcánicas y depresiones como la del Lago Buenos Aires. Hacia el Este, el paisaje es de mesetas subhorizontales conformadas por tipos de relieve macizos con calcáreo o directamente capas basálticas.
El paisaje ha sido modelado por la erosión glaciar del cuaternario. Un glaciar continental cubría el eje cordillerano y se digitaba en numerosas leguas glaciarias hacia el Pacífico (formando los actuales fiordos chilenos) y hacia las mesetas del Este.
Dos acciones glaciares favorecieron la formación de una serie de lagos: el cavamiento glaciar que conforma las consiguientes artesas y la extrenidad de la zona de avance de cada glaciar (morenas frontales). Así se ha formado los actuales lagos Buenos Aires y Argentino, entre otros. Son estrechos, largos y profundos. Los lagos de mesetas, como el Strobel y Cardiel son de forma circular y con otra génesis (fosas tectónicas u otras).
Incluyen la zona más extendida de Santa Cruz; se escalonan desde la Costa, donde terminan en acantilados de algunas decenas de metros, hasta la zona cordillerana, al Oeste, con una altura muchas veces superior a mil metros. En esta última región, la estructura pasa de formas horizontales, monótonas, poco plegadas, a zonas de relieve más complejo de tipo serrano. Además del escalonamiento general de Este a Oeste, se puede diferenciar la mitad Sur y la mitad Norte de Santa Cruz. El Río Chalia forma el límite entre las dos zonas. Al Norte la Gran Altiplanicie Central es un escudo macizo, sin drenaje, limitado por el Río Chico y el Deseado, con alturas superiores a 500 y 1000 m. en la parte central. Es una zona conformada mayoritariamente por terrenos sedimentarios ya antiguos (secundarios) y por terrenos volcánicos, principalmente basaltos, cuyo derramamiento permitió la formación de masas de una resistencia excepcional a la erosión. Esto explica, en gran parte, la virtual ausencia de río en la región. En la mitad Sur de la provincia, así como en la franja Norte (Valle del Deseado), los contrastes de altura son mucho más fuertes debido a grandes valles que cortan las mesetas.
En esta zona se acumularon sedimentos marinos y continentales hasta una fecha reciente, con excepción de algunas mesetas altas basálticas. Los fenómenos climáticos en el momento en que se originaron los valles, fueron de una magnitud muchísimo mayor, lo que explica la dimensión de los valles actuales debido a los aluviones fluviglaciales de las fases glaciales y fluviales del cuaternario.
Las glaciaciones y los torrentes afectaron principalmente la actual zona cordillerana, más eleva entonces, más fría y expuesta a los vientos cargados de humedad del Pacífico. Sobre la vertiente Atlántica de la cordillera, por gravedad, esas aguas atravesaron las mesetas hasta el Océano Atlántico, realizando a su paso una intensa erosión linear. Así se formaron valles grandes y profundos en dirección Oeste-Este.
La zona costera
Su relieve es similar al de las mesetas, terminando en abruptos acantilados sobre la orilla del mar. Presentan un clima más moderado por la influencia marina.
Las rías se formaron durante los cambios del nivel marítimo del cuartario y se mantienen, actualmente, por el efecto del flujo y reflujo de las mareas, impidiendo su colmatación por los aluviones.
Los ríos
Transversalmente a las tres zonas naturales mencionadas, de disposición meridiana, se desarrollaron los cauces de los ríos. Nacen en una cuenca superior ubicada en la zona cordillerana, con altas precipitaciones, a partir de numerosos torrentes y chorrillos, luego se transforman en alóctonos, atravesando una zona desértica arreica (sin drenaje) en las mesetas centrales, a través de grandes valles encajonados y sin afluentes. Finalmente desembocan en el Atlántico mediante estuarios de magnitud.
Durante las glaciaciones esos ríos constituyeron el desemboque natural de los grandes derrames fluvioglaciales. Ahora el caudal se ha reducido de manera considerable. La proximidad del Océano Pacífico permitió una actividad mucho más fuerte de la erosión de ese lado y en consecuencia la captación casi exclusiva del agua de los lagos (lagos Buenos Aires, San Martín, etc.). Sólo en el caso de los lagos Argentino y Viedma, se mantuvo el desagüe hacia el Atlántico: el carácter masivo de la cordillera en esa latitud, impidió la captación por el lado del Pacífico. Por este motivo, el río Santa Cruz es el de mayor caudal, ya que recibe, además de las precipitaciones de la cordillera patagónica y las aguas del deshielo derretimiento nival en primavera), los aportes de los lagos anteriormente mencionados.
Clima
Es frío y desértico, con variaciones en los distintos aspectos climáticos según sean la latitud y la altitud a considerar.
La precipitación, pluvial o nívea, disminuye de oeste a este, registrándose los niveles más bajos en la meseta central; está correlacionada con los vientos húmedos provenientes del Oeste, que al atravesar la cordillera de los Andes pierden parte de su contenido hídrico y llegan a la meseta marcadamente secos.
El océano Atlántico ejerce un efecto regulador sobre el litoral, donde se registran precipitaciones promedio de alrededor de 200 mm anuales. En general, el régimen pluvial es preponderadamente otoño-invernal, con menores registros en la estación estival, excepto en el Sureste del departamento Guer-Aike, que se encuentra ubicado en el extremo Sur de la provincia, donde la precipitación estival es levemente superior a la invernal.
Según la opinión expresada por algunos antiguos pobladores, uno de los factores que provocaron la disminución de la productividad de los pastizales y el aumento de la erosión de los suelos, fue el cambio en el régimen de las precipitaciones anuales y las variaciones registradas en los períodos de máxima y mínima precipitación.
La temperatura y la humedad disminuyen de Norte a Sur y de Este a Oeste. La temperatura media anual más baja se registra en Río Turbio, con 5,6 C° y la más elevada en Las Heras, con 9,9 C° y la mínima media anual más baja en Río Turbio, con 0,7 Cº , siendo la más elevada en Puerto Deseado, con 6,8 Cº.
La amplitud térmica anual no es tan pronunciada como la registrada en otras zonas de la
Patagonia e incluso en similares latitudes del hemisferio norte y es variable la cantidad de días con heladas (154 en Río Turbio y 43 en Puerto Deseado). La humedad relativa media anual más baja se registra en el centro y norte, aumentando hacia el sur y el litoral atlántico.
Los vientos son frecuentes e intensos y la dirección predominante es la del Oeste y Sudoeste, siendo el período primavera-verano el de mayor frecuencia. Son comunes las velocidades de 50 a 70 kilómetros por hora, pero en el período mencionado se registran periódicamente marcas de 120 a 140 km. por hora.
Recursos hídricos
Dentro de los cursos de agua superficiales, es destacable, en la provincia de Santa Cruz, la presencia de ríos, lagos, lagunas y campos de hielo, que cubren una importante superficie de su territorio y la ubican entre las que poseen mayor desarrollo en este tipo de recurso.
Desertificación y patrimonio arqueológico
La desertificación es un proceso que no sólo afecta a las poblaciones humanas o a los ecosistemas actuales. Este proceso también operó en el pasado, de acuerdo con los pulsos de variación climática que se sucedieron a lo largo del tiempo. Es posible conocer la incidencia que tuvo a través de varias líneas de evidencia paleoambiental. Una investigación minuciosa nos permitiría aproximarnos al funcionamiento de los ecosistemas del pasado, incluyendo a las poblaciones humanas como uno de sus componentes bióticos más dinámicos.
En efecto, durante los últimos trece mil años, hubo en Patagonia poblaciones humanas que, de forma variada a través del espacio y el tiempo, se relacionaron con su ambiente. En este sentido es interesante tener en cuenta que esta "invasión" provocó el cambio e impacto que el ingreso de toda nueva especie produce en un ecosistema. Esto se agrava en ambientes tan frágiles e inestables como el de Patagonia a fines del Pleistoceno – cuyo límite se fija por convención hace 10.000 años. La llegada de las primeras poblaciones humanas significó su incorporación como último eslabón de la cadena trófica, en un ambiente que estaba sufriendo dramáticas transformaciones climáticas, y la conformación de nuevas comunidades animales y vegetales.
El conocimiento del pasado es la llave para comprender el presente. Entender la relación que existió entre estas poblaciones humanas y el ambiente patagónico nos puede ayudar a interpretar nuestros problemas actuales, e incluso hallar soluciones más eficaces. La Arqueología es la disciplina científica que estudia a las poblaciones humanas del pasado, considerándolas un integrante más de los ecosistemas, nos permite conocer cuál fue la respuesta que estas poblaciones humanas implementaron para resolver los problemas planteados por un medio ambiente cambiante y proclive a crisis y fluctuaciones periódicas.
Estos problemas del pasado son los que, en alguna medida, también enfrentan las poblaciones humanas hoy. Como un ejemplo cercano, podemos considerar las erupciones volcánicas, como la del volcán Hudson en el año 1991. A través de la evidencia paleoambiental disponible, sabemos que este volcán estuvo activo en el pasado. Si bien esto no significó problemas en lo que respecta a la producción agropecuaria, inexistente en ese momento, las erupciones provocaron alteraciones en las comunidades vegetales y animales relacionadas con las poblaciones humanas. Por el momento, no conocemos el impacto que esto pudo haber tenido en la instalación en un espacio y en el aprovechamiento de un ambiente. Sin embargo, son varias las líneas de evidencia que pueden confluir para poder comprender este proceso. Una de ellas, la que aborda la Arqueología, precisa de la evidencia material que conforma lo que conocemos como "registro arqueológico". Este registro, constituido por artefactos confeccionados en diversas rocas u otras materias primas, pinturas rupestres, huesos de animales cazados en el pasado, restos de fogones, enterratorios o tumbas, esqueletos humanos, entre otras cosas, es lo que nos permitirá conocer y evaluar la conducta humana en un ambiente y tiempo definidos.
La evidencia arqueológica está presente en todo el territorio patagónico, ya que el mismo también fue utilizado por las poblaciones que nos precedieron. Por eso es de vital importancia que toda acción tendiente a modificar de alguna manera la superficie terrestre tenga en cuenta la presencia de este testimonio del pasado. El registro arqueológico no sólo nos permitirá conocer nuestra historia sino que también nos posibilitará evaluar el impacto que, en el largo plazo, tienen los procesos ambientales sobre poblaciones humanas. En realidad, es la única vía de ingreso que en la actualidad tenemos a este problema.
La Patagonia sur (Santa Cruz y Tierra del Fuego) padece un grave problema ecológico, económico y social. En un marco de deterioro de los recursos como resultado de 100 años de sobrepastoreo ovino, factores climáticos adversos, estancamiento económico y abandono de los establecimientos, la baja adopción tecnológica retroalimenta la espiral de caída de la productividad, disminución de la rentabilidad, mayor degradación del recurso natural, deterioro empresarial y por último, mayor cantidad de explotaciones cerradas. La Fauna Silvestre de las Provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego está representada por géneros de los grandes grupos animales. Entre los invertebrados se encuentran los grandes Phyla: Poríferos, Cnidarios, Ctenóforos, Platelmintos, Nemertinos, Moluscos, Anélidos, Artrópodos, Briozoos, Braquiópodos y Equinodermos. La mayoría son marinos pero también se encuentran representantes terrestres y de agua dulce. Algunos grupos como bivalvos y Cefalópodos pertenecientes a los Moluscos, merecen reconocimiento por su importancia económica no solo en la actualidad sino en el pasado porque ayudaron a la sobrevivencia de los primeros habitantes de estas zonas.
Entre los vertebrados se encuentran representantes de todos los grandes grupos como peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Entre ellos también sobresalen los grupos que dan lugar a actividades económicas pero en este caso los ejemplos más importantes pertenecen a poblaciones humanas del pasado.
Es conocido que los cauquenes (aves, anátidos), los choiques (aves, ratites) y los guanacos (mamíferos, camélidos) constituían un importante recurso para los tehuelches y otras tribus patagónicas. En la actualidad forman parte de las especies más conspicuas y con mayores posibilidades de desarrollo sustentable.
Las especies que necesitan protección por peligro de extinción o porque están en retroceso numérico en Santa Cruz y Tierra del Fuego son: el huemul, el macá tobiano, el cauquén cabeza colorada, el gato montés y el gato de los pajonales, la mara o liebre patagónica, el cóndor andino y el halcón peregrino, el huillín y el hurón, el coypo, las lechuzas y la parca o puyón.
Los grupos de anfibios y reptiles son poco relevantes en cuanto al número de especies pero no se aprecian variantes en cuanto a su status con el paso del tiempo en lo que se refiere a pérdida de diversidad. Son importantes algunos casos de endemismos como algunos géneros de lagartijas (reptil, lacertilido) y una especie de chinchillón. (Mamífero, roedor)
En la Provincia de Santa Cruz, en el área de la Meseta Central, el 75 % está afectado por diversos grados de desertificación, donde las 2/3 partes tienen procesos de desertificación irreversibles con más de un 30 % de campos abandonados. Sin embargo, en la Meseta Central hay un importante número de establecimientos que poseen agua para encarar algún tipo de diversificación y que no está siendo aprovechada. Menos de un 7 % de los productores de Santa Cruz han adoptado normas de manejo racional para el uso de sus pastizales naturales, y una proporción importante de los establecimientos están afectados por deudas. Todo esto ha llevado a una reducción del personal afectado a tareas en el campo, de 25.000 a menos de 3.000 en un período de 20 años, con una concentración de gente en áreas urbanas y con una pérdida de habilidades para las tareas específicas ganaderas. No obstante, existen posibilidades de aumentar el empleo mediante actividades de intensificación de la ganadería (aplicando el paquete tecnológico disponible) y actividades de diversificación (agroturismo, agricultura intensiva).
Son escasos los análisis efectuados ligando la desertificación con las pérdidas económicas que produce. En los últimos 30 años, el Ingreso Bruto no percibido por Chubut y Santa Cruz fue de 260 millones de dólares. La magnitud económica del deterioro es tal, que se calcula una pérdida de una zafra de lana completa cada 7 años.
En las áreas susceptibles a la desertificación o ya desertificadas, tanto en Río Negro como en Neuquén coexisten los pequeños productores, principalmente de ganado menor, con los ganaderos estancieros. Los pequeños productores se vinculan con la sociedad local de un modo diferencial, tanto por el acceso a los recursos como poder de negociación en los distintos mercados, resulta insuficiente la obtención de mejores precios para la producción. Además persisten para estos últimos productores, las limitantes de acceso a aquellos elementos que permiten un manejo ganadero más apropiado a las condiciones de las comunidades que sustentan la actividad. En vastas zonas del Neuquén existe la predominancia de un sistema ganadero trashumante, manteniéndose formas de aparcería precaria, persistiendo pequeños productores independientes, autodenominados crianceros. En estas áreas la ganadería extensiva no está asociada exclusivamente a la gran propiedad, y esta modalidad de la ganadería debe estar contemplada en las estrategias de intervención.
En estas áreas la continua emigración de la población y la constante degradación de los recursos naturales hacen necesario fortalecer los centros rurales, construir un hábitat que sin descuidar la importancia de las actividades tradicionales, aceleren la búsqueda de nuevas alternativas productivas, generen nuevas formas de crecimiento y favorezcan la integración intra e interregional. En este marco, las políticas sociales de vivienda, de educación, de vías y medios de comunicación deben adquirir una atención creciente.
En base a los elementos precedentes es evidente que el abordaje de la desertificación debe incluir la problemática social en la consideración territorial, generando acciones, programas y proyectos tendientes a consolidar, diversificar y complementar la base de sustentación económica y social de la familia rural, incorporando el uso de técnicas apropiadas de manejo en las actividades productivas y protección del medio, respetando las pautas culturales de las comunidades locales y revalorizándolas en su participación acompañado ello de una presencia más continua de los agentes de campo.
En esta línea se hace necesario fortalecer el desarrollo de las organizaciones sociales y promover la participación local para el desarrollo, favorecer la comunicación y organización de redes institucionales de base para la promoción, difusión, elaboración y monitoreo de programas socio ambientales, capacitando a todos los actores sociales en metodologías de diagnóstico participativo, promoviendo la participación de la mujer y de los jóvenes en las organizaciones y en la generación de propuestas.
La promoción comunitaria debe ir acompañada por el desarrollo de canales democráticos de participación ciudadana en las áreas rurales en sus formas individuales y de las organizaciones que los nuclean.
La familia rural
Las estrategias esenciales para lograr mejorar la calidad de vida de la familia rural a nivel predial en la lucha contra la desertificación son:
.-Propiciar la participación de los integrantes de la familia rural en organizaciones formales o ad hoc
.-Capacitación de todos los integrantes de la familia rural
.-Los jóvenes como generación de recambio y continuadora de los programas de largo plazo
.-La Generación de Tecnologías apropiadas y apropiables para la producción, la transformación y una mayor eficiencia en el uso de los recursos disponibles (tierra, forrajes, agua y combustibles)
La coordinación y homogeneización del mensaje por parte de los distintos agentes de campo.
Tecnología para el bienestar de la familia rural
Las alternativas productivas a introducir deben buscar un aumento de la rentabilidad de las empresas agropecuarias y un aumento en la creación de puestos de trabajo, en especial un incremento de la mano de obra familiar en relación con la actual división del trabajo existente a nivel predial, entre los aspectos más relevantes pueden citarse: El tratamiento de las excretas, el abastecimiento de agua potable, la provisión de alimentos de alto valor biológico, la conservación de alimentos para los períodos de escasez, el aumento de la eficiencia en el uso de las fuentes de energía para calefacción y cocción., la mejora del hábitat, mediante reparos que protejan de las inclemencias climáticas, el retorno al diseño y construcción de viviendas e instalaciones acordes a los materiales existentes, las condiciones ambientales y la composición del grupo familiar.
Tener una capacidad de gestión que le permita consensuar con todos los estamentos de la comunidad la instrumentación de las políticas que define el Plan de Acción Nacional e implementar las acciones y la utilización de los recursos, tecnológicos, económicos y humanos, con rapidez.[20]
Fuente: INTA
Esta imagen representa la desertización por el pastoreo en la zona de la Patagonia
En los últimos años, del mismo modo, este problema se ha vuelto relevante en el área del Chaco semiárido, donde el desmonte masivo para obtener tierras para la agricultura expone a los suelos a las precipitaciones y temperaturas extremas y genera pérdida de fertilidad y procesos de erosión.
En las llanuras templadas y húmedas y en los oasis agrícolas también se registran procesos de degradación. Por ejemplo, el uso intensivo y continuado de los suelos para la producción agrícola genera en esas áreas problemas de pérdida de fertilidad o agotamiento. A esto se suman procesos de erosión hídrica, como ocurre en muchos sectores de la Pampa ondulada, que degradan aún más los suelos y generan una importante disminución en los rendimientos agrícolas.
La principal actividad agropecuaria es la explotación ganadera ovina de tipo extensiva desarrollada por unos 10 mil productores agropecuarios, de los cuales el 67% posee menos de 1000 ovinos. La región cuenta, en la actualidad, con 13 millones de cabezas, habiendo llegado a un máximo de 25 millones en los años '50.
Actualmente, el principal problema ecológico de la región lo constituye el continuo avance de la desertificación, entendiéndose por tal a la degradación progresiva de los recursos naturales, en especial de los suelos y la vegetación, la que provoca una continua disminución de la productividad biológica de las tierras y de su capacidad para sostener una producción agropecuaria.
Implica numerosas y complejas interacciones entre elementos climáticos, geomorfológicos, edáficos y biológicos (vegetación, fauna y animales domésticos) y, principalmente, el hombre. El ser humano es hoy el causante de la desertificación y la víctima de sus consecuencias.
Principales Problemáticas ambientales de la Republica Argentina:
En la siguiente representación grafica se observa con detenimiento los problemas ambientales de la Republica Argentina, resultado de la intensidad y la forma en que se realizan algunas actividades productivas, de la instalación de asentamientos o del desarrollo de ciertas empresas en zonas expuestas a fenómenos naturales peligrosos. Entre los problemas más graves están las inundaciones, la degradación de los suelos, la desforestación en las zonas demarcadas en el mapa, la contaminación ambiental y el sobre pastoreo en la región de la Patagonia. Se diferencia zonas de erosión eólica e hídrica. Se registran una serie de problemas de contaminación, sobre todo en las principales áreas urbanas. La contaminación o polución del aire es un problema grave en las ciudades más grandes (Buenos Aires, Córdoba y Rosario), en particular en las zonas céntricas, debido a la gran cantidad de automóviles y transporte colectivo que circulan por esos lugares; también se ven afectadas las zonas de concentración de ciertas industrias, como las petroquímicas, por la emisión de gases tóxicos que no han sido controlados y tratados previamente. Los Porcentaje de Incendios causados intencionalmente o por negligencia en cada Provincia Argentina es significativo. También se incluye las especies de animales en peligro de extinción, y la excesiva pesca indiscriminada.
El Sobrepastoreo en la Argentina
Los problemas vinculados a esta actividad se producen por la deficiente evaluación de la capacidad de carga animal, el precario control sanitario, la escasa o nula rotación de potreros y el paso del ganado fuera de los establecimientos ganaderos (incluyendo áreas protegidas).
El sobrepastoreo (producido por el exceso de ganado doméstico que supera los límites de tolerancia del ambiente), en las zonas desérticas se ve agravado por la aplicación de modelos agrícolas y ganaderos creados en otros climas (como la pampa húmeda) y otras latitudes. Así, el pastoreo indiscriminado en las regiones áridas y semiáridas constituye el modificador ambiental más importante, alterando la cobertura o composición florística, erosionando los suelos, estimulando la propagación de plantas exóticas o invasoras y la transmisión de enfermedades a la fauna silvestre (fiebre aftosa, por ejemplo). La erosión y compactación de los suelos por el ganado conlleva a una pérdida de estos suelos y de la biodiversidad.
Esto está ocurriendo en las Sierras de Humaya, Catamarca, el pastoreo continuo, y con una alta densidad de cargar, influyó directamente sobre la producción total de forraje, y probablemente sobre el hábito de crecimiento de las especies que componen el pastizal. Resultados similares fueron encontrados en los pastizales de altura de las Sierras de Córdoba. En la Pampa Semiárida, con suelos arenosos de pendientes suaves, se generalizó la agricultura con prácticas incorrectas y el sobrepastoreo en las áreas más secas. En la Patagonia, estepa con relieve de mesetas, la causante principal de la desertificación está dada por el sobrepastoreo ovino. El Chaco Semiárido gran planicie ubicada en el centro norte del país, presenta un ecosistema forestal sujeto a desmonte masivo y sobrepastoreo, que junto a la agricultura intensiva, expone los suelos a las precipitaciones y temperaturas extremas, generando pérdidas en fertilidad y eficiencia hídrica, y procesos erosivos. En el área de Cuyo coexisten importantes áreas bajo riego, con problemas de salinización y revenimiento freático (oasis de cultivo), con extensas llanuras fluvioeólicas sujetas a sobrepastoreo y deforestación.
Consecuencias del sobrepastoreo:
Exposición del suelo a los agentes erosivos, debido a la disminución de la cubierta vegetal por el pastoreo y a la remoción del suelo por el pisoteo. Estos factores favorecen a la erosión hídrica si el lugar tiene pendiente y a la erosión eólica si el lugar es seco.
El sobrepastoreo facilita la desertificación de áreas semiáridas y la desprotección de las cabeceras de cuenca en la zona serrana. Esto último influye también en el balance de las aguas superficiales y subterráneas.
Compactación del suelo.
Cambios en la composición florística: el sobrepastoreo "favorece a las especies con mejor recuperación y a las que no son comidas, esto promueve la generación de fachinales.
En los pastizales serranos disminuye la calidad de los pastos. Todo esto afecta a la biodiversidad.
Destrucción de renovales (árboles jóvenes) de ciertas especies apetecidas por el ganado bovino y caprino.[21]
ZONAS DE RIESGO AMBIENTAL EN LA PROVINCIA DE FORMOSA
Para tomar conciencia a nivel local se abordara de forma breve las zonas de riesgo ambiental en la Provincia de Formosa.
FORMOSA
UBICACIÓN DE FORMOSA EN LA REPUBLICA ARGENTINA
Fuente: WWW.jp.formosa.com.ar
La provincia de Formosa se encuentra ubicada en el sector norte de la República Argentina, y posee una superficie de 72.066 km2 con una población total de 486.559 personas, de las cuales aproximadamente 108.377 son población rural (INDEC, 2003).
La Provincia de Formosa forma parte de la Región Chaqueña Argentina que, abarca las Provincias de Formosa, Chaco, parte Norte de la provincia de Santa Fe y Este de las Provincias de Salta y Jujuy.
Características del paisaje, flora y fauna:
Formosa cuenta con 3.500.000 hectáreas cubiertas por Bosques Nativos, de los cuales más del 90% son bosques secundarios, los que desde el Siglo XIX han sido sistemáticamente explotados en forma selectiva, extrayéndose los mejores ejemplares y las especies más valiosas desde el punto de vista industrial.
Actualmente estas formaciones se encuentran con distintos grados de deterioro, no obstante constituyen una importante fuente de productos maderables y no maderables.
Los bosques secundarios revisten cada vez mayor importancia como proveedores de los productos y servicios, prestados tradicionalmente por los bosques primarios. Muchos científicos destacan el importante papel de los bosques secundarios en el mantenimiento de la biodiversidad a nivel regional.
Los bosques en galería: constituyen el ecosistema de mayor riqueza florística de la Región Chaqueña, con contribuciones que pertenecen al bosque fluvial, ejemplares del bosque leñoso de madera dura y las propias de la formación. Son estructuras generalmente densas, con abundante sotobosque y una gran abundancia de epífitas, lianas y orquídeas. A estos bosques se los considera como el límite de penetración de la Selva Paranaense.[22]
Principales Restricciones Ambientales, Suelos y Áreas Inundables:
Los procesos de erosión hídrica y eólica se manifiestan en las áreas cultivadas, sobre todo en aquellos suelos sujetos a un uso intensivo, con sobre pastoreo, monocultivo, utilización del fuego como práctica de manejo de los pastizales y desmonte.
Esto implica que si bien la provincia posee una disponibilidad aceptable de suelos de calidad agrícola, la preservación de esta condición requiere, en todos los casos, de un adecuado manejo.
Por otra parte, los suelos de la provincia están sometidos a diferentes tipos de afectaciones por excesos hídricos, normales en áreas de llanura y en climas subtropicales, condiciones prevalecientes en la región oriental, donde la agricultura posee una mayor preponderancia.
Las crecidas extraordinarias de los ríos Pilcomayo, Bermejo y Paraguay y de riachos por el aumento de los niveles debido al efecto remanso, provocado por los grandes ríos y al exceso de lluvias en el territorio provincial, ponen en riesgo de inundación, las regiones del este provincial por la cantidad de ambientes acuáticos existentes.
Las crecidas regulares de los ríos Pilcomayo y Bermejo y correspondientes derrames hacia el Bañado la Estrella y hacia el Teuquito-Laguna Yema, respectivamente, son beneficiosas porque producen un aumento de un recurso natural indispensable en las zonas áridas y semiáridas y como cuñas verdes se extienden sobre la región Centro Oeste de la provincia, creando oasis a su paso con gran biodiversidad por la concurrencia de ambientes.
Estas afectaciones pueden agruparse en los siguientes tipos:
Áreas de Riesgo de Inundación: Bañado La Estrella por ingreso del río Pilcomayo, Valle Riacho Teuquito por desbordes del río Bermejo.
Áreas de los riachos: Salado, Tatu-Pire, Pavao, Monte Lindo por crecidas del Bañado La Estrella,
Áreas de los Esteros del Este de inundación por lluvias: Valle del río Paraguay desbordes en períodos de crecidas máximas, Valle del río Bermejo desbordes en sectores localizados
Cuando se analizan las causas de las inundaciones se destacan las precipitaciones excesivas que provocan el crecimiento de los ríos, lagos, lagunas. En particular en la de Formosa se deben al gran crecimiento de los ríos Paraguay, Bermejo y Pilcomayo.
Zonas de riesgo de contaminación hídrica
Si bien ninguna zona está exenta de contaminación, por accidentes o siniestros, en Formosa hay dos fuentes de contaminación hídrica transfronterizas de magnitud probada y una interna provincial, que requiere una Auditoria Ambiental:
Riesgo de contaminación con metales pesados provenientes de minas de Bolivia y de la Explotación hidrocarburífera en las cuencas de Formosa y Salta (Bañado La Estrella y Acuífero Toba).
Riesgo de contaminación por desechos urbanos provenientes de Paraguay y Brasil.
Riesgo de contaminación de los Recursos Hídricos.
• La más importante es la que se produce hace siglos y que sistemáticamente ingresa por el Pilcomayo desde Bolivia, producto de la rotura de diques de cola, de actividades de extracción minera, siendo la última en octubre del 2005.
• La segunda en importancia se encuentra en las aguas contaminadas del río Paraguay, provenientes de las minas de oro del Brasil, donde los garimpeiros en el Pantanal, usan mercurio para precipitar el oro. A esto se suma la contaminación proveniente de depósitos de residuos tóxicos almacenados en Paraguay, según denuncias en el vecino país y de público conocimiento y la proveniente de las industrias y desagües cloacales sin tratamiento de poblaciones urbanas de magnitud, como Curumba en Brasil, Asunción en Paraguay y Formosa en Argentina.
• La amenaza de contaminación interna, por supuesto mal manejo, sería por los deshechos de la actividad de extracción petrolífera en la región Oeste y que podría poner en riesgo, no solo a los cursos naturales de agua superficial, sino también a los acuíferos; se hacen necesarios estudios científicos de rigor en la localidad de Palmar Largo y zonas aledañas.
Zonas de amenazas de desertificación
Causas climáticas (clima árido), la existencia de peladares y la concurrencia de la erosión eólica con el mal manejo del pastoreo tiene, en gran medida, como consecuencia a la desertificación, que abarca parte de los departamentos Ramón Lista y Matacos y parte Oeste del Bermejo.
Distinta causa se dan en otras regiones de la provincia, pero particularmente en las zonas cercanas a localidades como Villa General Güemes y General Belgrano donde el fenómeno de erosión es notorio debido a la desnudez de los suelos, fruto de los desmontes.
El termino desertificación se aplica para identificar procesos de propagación de condiciones desérticas debido a la influencia del hombre, además de los procesos naturales. Así los suelos pierden fertilidad y estructura hasta transformarse en desierto.
En el siguiente mapa demostrativo de la provincia de Formosa se podrá contrastar las principales áreas con tendencia a la desertificación del suelo como consecuencia de la influencia del hombre en conjunto con los procesos naturales.
Zonas de riesgo de incendios
Los incendios más frecuentes en la provincia son de pastizales naturales e implantados y esencialmente por acción entrópica. Entre las especies más susceptibles de sufrir incendios son el Paspalum intermedium, Sorghatrum agróstide (pajas de gran volumen y de escasa palatabilidad para el ganado) y por eso no manejado por pastoreo. Las épocas de incendios más frecuentes son las coincidentes con los períodos de mayor déficit hídrico (julio, agosto y septiembre) que se ven favorecidos por el viento Norte.
Los departamentos con mayores riesgos de incendios en la provincia son Formosa, Pirané, Pilagás y Pilcomayo, donde el elevado régimen pluviométrico del período primavera-verano- otoño, genera abundante biomasa, la cual origina, en el período seco el mayor riesgo de incendio porque hay más materia combustible que pueda arder.
Los incendios: pueden ser de origen natural o antrópico y se pretende avanzar en la geolocalización de los eventos de incendio y la cuantificación de la superficie por tipo de vegetación afectada en los principales sucesos.
Aguas Subterráneas en la Provincia de Formosa:
El Acuífero Guaraní y el Acuífero Toba, se hallan entre las mayores reservas subterráneas de agua dulce del planeta y Formosa los tiene en su territorio. En función de la crisis de agua que vive el mundo, las reservas subterráneas cobran un papel fundamental: el 97 % del agua del planeta es salada, y sólo el 3% es dulce. De ese 3%, apenas el 1% está disponible en ríos, lagos y embalses; el 29% es subterránea, y el 70% restante está congelada (e inaccesible) en glaciares, placas de hielo y zonas montañosas.
Se define el concepto de Sistema Acuífero: como el conjunto de componentes físicos y geométricos involucrados en el ciclo hidrogeológico que gobierna la existencia de un reservorio de aguas subterráneas.
Los Sistemas Acuíferos no son entidades taxonómicas rígidas, sino unidades de análisis. Los límites de cada sistema, están sujetos a modificaciones futuras, en función a la nueva información que surja de las perforaciones que se efectúan en forma ininterrumpida y a ritmo creciente
Caracterización ambiental de Formosa
Se distingue en este mapa de la Provincia de Formosa los niveles de degradación y amenazas naturales que va desde Muy alto a Muy bajo y tiene en cuenta los Recursos Naturales Protegidos representado en color verde.
CAPITULO III:
PROBLEMAS AMBIENTALES POR LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA Y EL AIRE EN LOS ESPACIOS RURALES
La contaminación del agua y del aire son hechos que hoy en día se han ido agravando mas y mas, por ello, es necesario abordarlo en un capítulo aparte para la comprensión del problema ambiental y los peligros en los diferentes ecosistemas.
CONTAMINACIÓN DEL AGUA:
El deterioro de la calidad del agua es uno de los problemas más graves. Es un impedimento para lograr el uso eficiente del recurso y compromete el abastecimiento, tanto en calidad como en cantidad.
La contaminaron de cursos de agua superficial y subterráneos está vinculada fundamentalmente con las actividades agropecuaria, industrial y minera (descarga de afluentes, aceites, hidrocarburos, agroquímicos, y otros productos tóxicos.).
¿Cómo se produce la contaminación del agua? En el agua se desarrollan mecanismos naturales de auto depuración. El deterioro se produce cuando la contaminación llega a un grado de concentración tan grande que supera esa capacidad auto regenerativa. Esta contaminación no solo se queda en el agua, si no que, a través de ellas, se difunden y puede afectar el suelo y la atmósfera e introducirse en las plantas y en los animales causando efectos negativos.
El agua se puede contaminar por residuos orgánicos (excrementos, restos vegetales, abonos naturales, etc.) o por residuos inorgánicos (metales pesados, productos químicos, fertilizantes, etc.). La contaminación microbiológica se debe principalmente a la presencia de materias que provocan numerosas y diversas infecciones.
Fuente: Escarré Antonio. Ambiente y Sociedad. Editorial Santillana
Las causas de la contaminación hídrica pueden clasificarse en cuatro grupos:
Contaminación urbana : se genera a partir de los residuos y vertidos producidos en domicilios o la vía pública y por los desagües cloaca les
Contaminación industrial: surge por los vertidos de las diversas industrias en forma directa o después de haber sido parcialmente depurados en las corrientes de agua. El impacto ambiental que puede generar estas formas de contaminación queda reflejado en la siguiente información según estudios de las naciones unidas, en los países en desarrollos, entre 90 y 95 % de los desagües cloacales y un 70 % de los residuos industriales se vierten sin depurar en las fuentes de agua.
Contaminación rural: las aguas de lluvia o de regadío arrastran abonos, pesticidas, detergentes, virus, bacterias de origen ganadero que se filtran en el terreno, pudiendo alcanzar acuíferos, ríos, lagos, embalses y en ultima instancias el mar.
Contaminación minera: es provocado por elementos sustancias que se utilizan extracción y el procesamiento de los minerales. Por ejemplo para extraer oro se utiliza cianuro, un metal pesado, que al ser arrastrado por el agua, produce daño a los cultivos los animales y las personas.[23]
El hombre, un actor clave
El agua se ha convertido en un recurso escaso que cada vez es mas codiciado por diferentes sectores de nuestra sociedad. Como hemos visto antes, el hombre está ya utilizando una gran cantidad de agua del ciclo hidrológico para su uso y disfrute. Pero la abstracción de agua para su consumo supone también que cuando ésta se devuelve al río, al lago o al mar, puede haber cambiado mucho su composición, se produce lo que conocemos por contaminación. La contaminación es el vertido de energía o sustancias al agua que modifican de forma apreciable la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos.
Los peligros para los diferentes ecosistemas acuáticos se podrían sintetizar en:
Destrucción del hábitat por:
Canalización de los ríos y por lo tanto desconexión del acuífero cercano y desaparición del bosque de ribera.
Represamiento, sea por embalses nuevos o recrecimiento en lagos e ibones de montaña. Incluye la mejora o nuevas concesiones en minicentrales o la destrucción de lagos para mejorar el suministro a cañones de agua en estaciones de esquí.
Incremento de la explotación de aguas subterráneas, con lo que se interrumpe el flujo hacia los humedales, especialmente importante en las fuentes y manantiales.
Desaparición de humedales por incremento en la especulación del suelo. Muy importante en áreas costeras.
Cambios en el funcionamiento de los ecosistemas por contaminación:
De forma simple se podría agrupar la contaminación por sus efectos sobre los organismos en tres tipos: cambios físicos, cambios relacionados con la abundancia de materiales orgánicos y nutrientes, y finalmente presencia de tóxicos.
– Los cambios físicos son aquellos que destruyen el hábitat de muchas especies (como la presencia importante de sólidos en suspensión) o tienen un efecto importante de forma directa o indirecta en la fisiología del organismo (como la temperatura o el pH). Estos cambios físicos producen efectos generales sobre toda la comunidad.
– Los materiales orgánicos, muy abundantes en los vertidos urbanos, producen una disminución del contenido de oxígeno en el agua, aumentan el amonio (que es un tóxico importante) y potencian los efectos de otros tóxicos. El oxígeno disuelto es un factor clave y a concentraciones menores de 5 ppm hay muchos organismos que desaparecen de los ríos. El parámetro que suele ser más representativo de las condiciones de un efluente por lo que respecta a su contenido en materiales oxidables es la DBO (Demanda Bioquímica de Oxígeno), muy usada en los estudios y normativas de contaminación. Un agua "natural" no debería tener una D.B.O. mayor de 10 ppm.
–Eutrofización. Los vertidos domésticos, industriales y ganaderos llevan gran cantidad de nitrógeno y fósforo. Estos elementos son necesarios para la vida y en muchos casos se encuentran en cantidades muy bajas que impiden el desarrollo de las algas o plantas acuáticas. Pero con el incremento debido a los vertidos, los vegetales pueden crecer a sus anchas y producir el efecto contrario, una gran proliferación con nefastas consecuencias para todas las especies presentes en un ecosistema.
– Los tóxicos son todos aquellos materiales que pueden producir un efecto fisiológico importante en una o más especies animales o vegetales, originando su muerte o su incapacidad para reproducirse o competir con otras especies. Los metales, pesticidas, herbicidas, fenoles y cianuros, entre otros, entran en esta definición. Para cualquier tóxico hay que distinguir entre lo que sería la toxicidad aguda (muerte del organismo) con respecto a la toxicidad subaguda o crónica, es decir que el animal no muere pero queda afectada su reproducción, el crecimiento o la supervivencia de los huevos.
Evolución de los recursos hídricos
La tendencia en la evolución de los recursos hídricos per cápita entre 1960 y 2000 refleja el crecimiento demográfico. Asia y África se hallan en una situación próxima a la escasez. En cambio, la situación en Europa es bastante estable, mientras que África sólo posee actualmente la tercera parte del agua de la que disponía en 1960. En los principales países asiáticos, el agua disponible por persona es prácticamente la correspondiente a un indicador biológico significativo. En algunos países el agua disponible procede de su propio territorio, mientras que en otros depende fuertemente del caudal de ríos fronterizos. La lista es incompleta, pues existen otros países en los que la disponibilidad de agua per cápita es muy reducida. Además, en algunos países donde la media es elevada, existen regiones con un escasa disponibilidad. La crisis del agua no afecta al mismo tiempo al conjunto del planeta, sino que se está extendiendo gradualmente por las regiones áridas y con alta densidad de población. El gran volumen de agua está contenido en los mares, en los casquetes de hielo y en los glaciares de la Antártida y de Groenlandia, así como en las profundidades subterráneas, y no es accesible para utilizarla en la agricultura.
El agua dulce destinada al consumo humano y a la agricultura básicamente procede de las precipitaciones que recibe la tierra. Sin embargo, la cantidad de agua que se precipita desde la atmósfera no puede ser mayor que la que se evapora en la superficie de la tierra y el agua, incluido el mar. El agua se recicla constantemente como consecuencia de la evaporación producida por la energía solar, y las lluvias y el caudal de los ríos dependen del ciclo anual de las estaciones.
Fuente: imagen de contaminación del agua. Google
Situaciones críticas por la falta de agua dulce:
Como el agua y la población están distribuidas de forma desigual, algunos países y regiones se encuentran ya en una situación crítica. Zonas cada vez más extensas de todo el mundo están sufriendo las consecuencias de la escasez de agua dulce y está aumentando la competencia entre los usuarios.
Desde hace mucho tiempo, la mayor parte del agua consumida por el hombre se destina a la agricultura, que actualmente absorbe alrededor del 70% del agua extraída en el mundo. El 30% restante se destina a usos domésticos, municipales e industriales. El clima y la economía influyen en la utilización del agua que se extrae de los cursos naturales. Por ejemplo, los países industriales de las regiones húmedas y templadas dedican a la agricultura una proporción menor de agua que los países en desarrollo en los trópicos áridos.
Del 30 al 40% de los alimentos producidos en el mundo procede de una superficie de regadío que tiene una extensión de 250 millones de hectáreas. En muchos países, especialmente en Europa, la mayoría de la población disfruta de un adecuado suministro de agua dulce limpia. Sin embargo, los recursos hídricos, fundamentalmente las aguas superficiales, se hallan amenazados por muchas actividades humanas, y en varias partes del continente, la salud, el bienestar y el desarrollo económico se ven restringidos por la falta de suficiente agua de buena calidad.
Durante siglos se han utilizado las aguas superficiales para beber, regar, evacuar las aguas residuales, pescar, generar energía y para el transporte. Sin embargo, en los últimos años, el aumento de la población y la industrialización, la intensificación de la agricultura, la canalización y la construcción de embalses y el crecimiento del uso recreativo han incrementado en forma significativa las presiones ejercidas sobre las aguas superficiales y cada vez se producen más conflictos entre usos y usuarios.
A estos problemas se suman las seguías e inundaciones que se encuentran entre los desastres naturales más comunes que influyen en la calidad de las aguas superficiales.
Los seres humanos se concentran en las proximidades de los cursos de agua y provocan que los sistemas de agua dulce sean los primeros hábitats en degradarse. Usan el agua, consumen sus especies animales, utilizan sus cauces para desplazarse y como colectores de sus vertidos.
El problema es particularmente grave en todos los países: en los industrializados, por la cantidad y diversidad de agentes contaminantes, y en los países en desarrollo, debido a la imposibilidad de hacer frente al costo que suponen las tecnologías para la depuración del agua y la regeneración de las aguas residuales.
LA CONTAMINACION DEL AIRE:
Generalmente la contaminación del aire se produce mayormente en las poblaciones urbanas debido a las grandes industrias, automóviles, quema de basura orgánica y muchos otros agentes contaminantes.
El espacio rural presenta algunas causas que producen justamente la contaminación del aire. Entre estas causas podemos nombrar la deforestación y el incendio forestal.
Fuente: Internet. Buscador Google. Imágenes de incendios
Como todos sabemos, los arboles producen oxigeno y absorben el dióxido de carbono, lo cual al deforestar, esto disminuye y a la vez provoca el deterioro de la capa de ozono. Y por otro lado los incendios forestales ocasionan el calentamiento global del planeta y a su vez al llamado efecto invernadero.
Para entender mejor las consecuencias de estos fenómenos, veamos porque se produce el deterioro de la capa de ozono y el calentamiento global.[24]
La contaminación del aire se produce cuando ciertos gases tóxicos entran en contacto con las partículas de la atmósfera, perjudicando de forma seria y dañina a la salud del hombre, de animales y plantas.
¿Cómo se contamina el aire?
El aire está compuesto de un 78% de nitrógeno, de un 21% de oxígeno y el resto de dióxido de carbono y de gases nobles como el helio, neón y radón. El radón es un gas radiactivo que se genera de manera natural pero en grandes cantidades provoca cáncer pulmonar. Este gas persiste en zonas de altas concentraciones de minerales de uranio.
Entre las moléculas del aire existen espacios de fácil contaminación donde los gases perjudiciales para la salud ocupan esos huecos.
Algunos contaminantes perjudican al aire directamente en su estado natural, como los hidrocarburos, los aerosoles marinos, la erosión o el polvo africano. Mientras que otros necesitan combinarse para afectar a la atmósfera como es el ozono troposférico.
Los principales gases contaminantes atmosféricos son:
El óxido de azufre que se origina en las refinerías de petróleo
El monóxido de carbono de las estufas y coches
El óxido de nitrógeno que existen en puntos de energía nuclear y vehículos de combustión interna
El dióxido de carbono proveniente de industrias y de la actividad de deforestación
Consecuencias de la contaminación atmosférica
La contaminación del aire produce serios efectos sobre el hombre provocando tos, irritaciones en ojos y garganta, problemas respiratorios, nerviosos y cardiovasculares llegando a causar cáncer.
Varios estudios epidemiológicos advierten que la prolongada exposición al aire contaminado afecta de forma dañina a la salud, aumentando las visitas a urgencias, los ingresos hospitalarios y defunciones. El sector de la población más afectado por esta contaminación son las embarazadas, los enfermos con complicaciones respiratorias, los ancianos y los niños. Estos últimos terminan de desarrollarse a los 25 años, por lo que la inhalación de aire contaminado interfiere en el crecimiento de sus pulmones. La función basal de sus pulmones será baja durante toda su vida.
El deterioro de la capa de ozono:
El ozono es un gas incoloro, cuya molécula contiene tres átomos de oxigeno (O3). Se forman de manera natural en la estratósfera debido a la acción de la luz ultravioleta ejerce sobre el oxigeno.
Entre los 15 y 45 km de altura integra, junto con otros gases, una capa protectora frágil e invisible que ha estado allí desde tiempos inmemorables. El ozono cumple en esta capa una función importantísima: proteger la superficie de la tierra contra la peligrosa radiación de los rayos ultra violetas provenientes del sol. Si esta capa disminuye en su espesor, llegándose a formar agujeros, aumenta la cantidad de rayos ultravioletas que pasan a la tierra, lo cual origina situaciones anómalas como los siguientes:
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