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La psicología al interior de carabineros como factor de la inseguridad ciudadana (página 2)


Partes: 1, 2, 3

En resumen, no existe sociedad alguna que pueda subsistir sin subordinación; esto es tan evidente, como un axioma geométrico. Además las sociedades son dueñas de sí mismas y siendo el interés social el origen del derecho, ningún miembro de la sociedad puede ejercer derecho alguno en contra de ella

La parte más lejana de la sociedad aún sin autoridad aparente se encargará, en ese caso, de restituir el derecho.

La autoridad viene a ser, entonces, una concesión de la libertad, una delegación de la sociedad mayoritaria y en definitiva de toda ella, limitada en su duración, extensión e intensidad, por el interés social, insistimos, de la mayoría

de esa sociedad.

La autoridad promueve el orden, no crea el desorden, la autoridad evita que se lesione el derecho hasta del más insignificante miembro de esa sociedad; pero no se puede colegir que cuanto más autoridad haya en un Estado, todo marchará mejor, no, el verdadero orden nace precisamente del equilibrio natural y no forzado que debe existir entre la autoridad, ya sea elegida o autoimpuesta y la sociedad misma.

Si los hombres cumplieron conscientemente sus deberes, sin dejarse dominar por las bajas pasiones, por los intereses minoritarios, sin extralimitarse en sus derechos, la autoridad será innecesaria como inútil su poder ordenador. Cuando esa autoridad o alguno de sus miembros se extralimita en forma individual, deberá la sociedad públicamente hacérselo saber y aplicarle las medidas coercitivas más rigurosas posibles e impedirle el reingreso a formar parte de esa autoridad.

Pero, no olvidemos que en la práctica la mayor parte de las acciones humanas obedecen a dos factores determinantes: al interés privado y al interés colectivo y nunca al interés general. Frente a este último, comúnmente, los ciudadanos son indiferentes, porque no les interesa en forma especial lo que a juicio de ellos, de una mayoría, debe impulsarlo la autoridad central. Esto tampoco puede considerarse como absoluto, porque ello significaría la negación de tantas iniciativas individuales y aportes de los cuales nacen magníficas ideas y realizaciones que emprende el Estado.

Si en una organización y en el desenvolvimiento social, es imprescindible la autoridad consecuencialmente lo será en las Instituciones, empresas y entidades que el Estado y el sistema social han creado por imperativo de su desarrollo y progreso.

LOS DIRIGENTES

Administrar es aquel proceso que permite que los conocimientos, los propósitos y la actitud se traduzcan en acción efectiva.

En dicho proceso, como se sabe, en la vida civil intervienen personas jerarquizadas que se llaman, presidente, directores, gerentes, miembros de la administración, ejecutivos, etc., según sea su capacidad personal, sus aptitudes para manejar gente, su habilidad creadora, su espíritu de observación, su criterio, su experiencia etc., lo que podrá ser soslayado en caso de tener una relación especial con los propietarios de dicha empresa o con los dirigentes superiores.

Esta plana directiva está a cargo de, la planificación, la organización, la ejecución y el control: todas las cuales funcionan en lo posible coordinadamente.

Existiendo un objetivo por alcanzar, como puede ser la SEGURIDAD CIUDADANA, LOS DIRIGENTES DEBEN RECURRIR A LA PLANIFICACION, que consiste en trabajar en equipos a fin de determinar donde, por qué, quién, cómo y cuando se inicia el trabajo, además programarán el trabajo especifico que desempeñará cada individuo con miras a un mejor logro de los objetivos. Se desprende en consecuencia que la planeación es una función de tipo intelectual en la cual se pone en juego la capacidad, la experiencia la visualización de proyecto y su desarrollo a futuro y la previsión de quienes tienen la iniciativa.

Es este el punto crucial del porqué, en Chile no se logra un control sobre el aumento de la taza delictual. Cuando los encargados de la planificación de un programa de seguridad ciudadana están jerarquizados conforme a normas militares de obediencia y disciplina, sobre todo si están sujetas por las bases de reglamentos obsoletos y lejanos, se resta con ello toda la parte del aporte intelectual, de la creatividad, la sorpresa, la imaginación y la flexibilidad necesarios.

La principal característica de la planificación, es la dinámica que permite el más amplio margen de tolerancia, para que las modificaciones, el diseño ingenioso, la retroalimentación de información, fueren necesarias según los acontecimientos en los sitios de los sucesos. Situación que no ocurre cuando las policías se encuentran militarizadas o cuando su plana directiva carece de la capacidad necesaria, absorción de experiencias paralelas o de sugerencias de personas que han tenido un comportamiento crítico del sistema.

Carabineros de Chile, se ha caracterizado en los últimos 33 años por la politización de sus procedimientos policiales, donde ha imperado la fuerza por sobre la razón o el bienestar general de la ciudadanía.

Decíamos anteriormente que el verdadero orden nace cuando existe un equilibrio entre la autoridad y la libertad.

Desgraciadamente los encargados de la planificación de las actividades policiales en Chile están más preocupados de los desfiles militares, que de la erradicación de los policías corruptos y mal preparados; están más preocupados de los formulismos y de la parafernalia social y elitista que de la parte presencial en la calle; etc. etc.

La Dirección General de Carabineros de Chile está más preocupada del problema del General Pinochet, que de transformar la maya curricular de sus oficiales agregando cursos de índole social, dándole prioridad las clases de derechos humanos, las de violencia intrafamiliar, discriminación por sexo o edad, la apariencia de los recurrentes, los problemas de las minorías, la sociología, la psicología, etc.

Determinado el plan esquemático a seguir, o sea, solamente la seguridad ciudadana, restándole TODA OTRA FUNCION que no tenga que ver directamente con su función fundacional, aunque lo parezca, se distribuirá el trabajo entre los miembros del grupo, estructurando una armazón de actividades, donde las de tipo administrativo no podrán utilizar más del 2% de la dotación total.

En Carabineros las Planas Mayores, gastan más del 40% del presupuesto destinado a las labores puramente de seguridad, lo que en una empresa privada la llevaría prontamente a la ruina, considerando que la productividad más que mantenerse o subir, ha decaído a pesar de las grandes cantidades de nuevos recursos que se le han otorgado para mejorar su funcionamiento.

La buena organización pone en orden los esfuerzos y distribuye adecuadamente los recursos diseminándolos primeramente en el área productiva a fin de llevar adelante los objetivos fundacionales.

Los delincuentes actúan por impulsos y a pesar de todos los programas y estadísticas, nunca se le podrá combatir con la experiencia de los más "antiguos", como establece un sistema policial militarizado, si nó, con la impronta de los más inteligentes, los más imaginativos, los con mayor capacidad de relación, pero por sobre todo, en el lugar donde actúan los delincuentes, la calle, la vía pública, los delincuentes que crean la inseguridad, porque los de cuello y corbata, son, en la práctima, más delincuentes.

La organización, la buena organización, fija y delega las facultades del mando de los individuos, determinando específicamente las relaciones entre los distintos niveles. Siempre tendrá en cuenta la capacidad del individuo para el logro de los objetivos y nunca otros valores. Una fábrica de escobas tendrá de jefe al mejor escobero, nunca al que las venda mejor o al que empezó con el dueño cuando empezó la empresa.

Planear y Organizar no bastan para que se realice una función o un producto, es necesario EJECUTAR, o sea, hacer que todos los miembros del grupo se pongan en acción para lograr que se cumplan los objetivos fijados en la planeación.

La ejecución implica la intervención de la mayoría del capital humano. En el rubro de seguridad interior de una sociedad, todo en Administración y Dirección debe girar alrededor del elemento humano.

En la vida civil, es posible escuchar a un Jefe que prefiere agotarse haciendo él mismo las cosas, a cambio de no correr el riesgo de que resulte mal, él está admitiendo que no sabe dirigir.

En la vida militar, se esconde el error en primer lugar y si esto no es posible se recurre a los reglamentos de disciplina, pero Nunca se reconocerá la falta de mando y menos el Jefe hará las actividades de un subalterno, para que se obtenga el resultado deseado. NUNCA.

En las Instituciones militarizadas como las Policías chilenas erróneamente se le da gran importancia a la capacitación de los Jefes y Oficiales y escasa preparación de los subalternos

Las justificantes de lo anterior son públicas. Los Programas específicos de Formación y Capacitación de Funcionarios Subalternos tienen más de 30 años y las modernizaciones son sólo incipientes, cuando no nulas o neutralizadas por las estructuras militarizantes demasiado rígidas.

En Carabineros de Chile, se da la ilógica que los Instructores, o sea, los formadores y capacitadores de los Funcionarios subalternos, los que están en la calle, son Oficiales precisamente que carecen de esa experiencia, ya que a ellos sólo se les ha seleccionado por valores como la altura de talla, la presentación personal, la proveniencia familiar y otros valores subjetivos más que objetivos. Los que han dado en llamar los "Escueleros", que desgraciadamente para la ciudadanía son los que llegan a General, porque en la docencia no se corren los riesgos que impiden o limitan el curso normal de sus carreras. Los riesgos están en la calle, en la problemática del asumir, a cada instante un poder de decisión.

Toda organización debe tener disciplina, la disciplina suficiente que redundará en beneficio del orden y del rendimiento del individuo y la obtención de los logros, pero nunca los logros deben estar con posterioridad a los conceptos del formulismo y la disciplina.

Habída una planificación y una Organización para la Ejecución de un Servicio, se debe implementar un control.

El control es la gestión que permite conocer en cada una de las etapas, pormenorizadamente lo que se está llevando a cabo, a fin de perfeccionar el trabajo o de aplicar las medidas correctivas en orden a que la ejecución se desarrolle de acuerdo a lo planeado.

El proceso de control implica averiguar lo que se ha hecho, confrontar los resultados con lo que se tenía previsto o esperaba y aprobar o reprobar dicho resultado. NO SE DEBE ACEPTAR EXCUSAS como la falta de personal o medios.

De estas ideas generales, concluimos que no sólo en las Instituciones estatales, en los organismos militares y entidades eclesiásticas existe un régimen organizado de desenvolvimiento y de trabajo.

Está más que comprobado, que siendo decisivo en el éxito de una empresa el desempeño y rendimiento del elemento humano, es trascendental la programación de su selección y es básica la influencia de la acción directiva y de control que deben ejercer los Oficiales dirigentes y superiores sobre los subordinados.

El "MANDO" en una empresa, es el arte de conducir a los subordinados a fin de dirigirlos hacia un objetivo predeterminado. En una policía es el bienestar de la mayoría de los ciudadanos.

Están basados en la facultad que le otorga la organización o el derecho de dirigir y exigir que tienen algunos con respecto a otras personas de la misma y es el deber de éstas de obedecer y acatar la autoridad de aquellos. Sin embargo, desde el punto de vista del método y de las finalidades específicas el mando, en Carabineros reviste características especiales, como lo veremos más adelante.

En todo caso, el mando siempre implica una facultad por un lado y una obligación por otro.

He aquí nuevamente cuando se contraponen la iniciativa y la inteligencia individual del personal más capacitado para las labores policiales e investigativas y el mando mismo, aplicado por personas que carecen del instinto, del arte, de la viveza, de la sutileza, de la preocupación, y de otras características que en la mayoría de los casos no se adquieren con la "antigüedad" y en muchos casos, tampoco con la experiencia de un tipo de actividad dentro de la policía distante de la labor puramente de seguridad, de las calles y de la contingencia misma.

Siendo esto aparentemente simple para una lógica de mentalidad civil, en Carabineros es toda una "guerra" de poderes de "acomodaciones" personales y de los distintos "clanes y castas" al interior de Carabineros. Es por ello, que se producen comúnmente conflictos derivados de la aplicación de la facultad de mandar y de los diversos matices que adquiere el acatamiento, ya no en tanto al grado jerárquico, sino a la participación de los antes mencionados "clanes" y a las "protecciones" familiares y elitistas muy arraigadas.

Pues bien, para evitar arbitrariedades y exageraciones de quienes deben ejercer el mando, se dictan normas que fijan los límites de la autoridad, especificándose sus atribuciones y los recursos que han de permitir los logros de su acatamiento, tales como la petición directa, la persuasión, la advertencia, la conminación y la sanción, interpretada en los Reglamentos de Disciplina, el Código de Justicia Militar, los Bandos, las Ordenes, etc. etc.

Asimismo, para que los subordinados cumplan debidamente sus deberes y acepten la autoridad con sentido de REAL LEALTAD, más con la sociedad toda que con su Institución o sus dirigentes, para que se aplique el respeto y obediencia también se determinarán normas reglamentarias relacionadas con las obligaciones que les impondrá la Institución, especialmente las referidas, al orden, RENDIMIENTO, la puntualidad, las relaciones humanas, el compañerismo, etc.

He aquí otro punto extremadamente cuestionable en las costumbres de los procederes de los Carabineros, especialmente en lo referente en la ascendencia del "MANDO". Existe al interior una costumbre de no acatar las ordenes, flexibilizarlas y hasta distorsionarlas , para cuando estas emanan de una autoridad "cuestionada", "procesada", o en una "interdicción" ya sea aparente, por rumores o como en la mayoría de los casos, partícipes de procesos judiciales de las Fiscalías Militares, cuestión que es de público conocimiento, por homosexualidad o por descriterio.

Además, debemos advertir que la DELEGACION DEL MANDO, es esencial en todo tipo de organizaciones, en las cuales, por su magnitud, es imperativo la división de sus actividades.

El delegar autoridad, no significa evidentemente renunciar a ella o relegarla. No, el jefe conserva su autoridad y debe responder de las funciones que delega. Por ejemplo: en la vida civil un Gerente de Ventas, delega funciones en sus vendedores, pero no pierde la autoridad para cerciorarse personalmente de la labor eficiente de éstos en materia de pedidos de compras. En Carabineros, es costumbre delegar la responsabilidad, pero no se es responsable si es que el subalterno cometió un error. Entonces, el subalterno debe responder personalmente por el contrario si el Subalterno, de propia iniciativa, tiene un acierto, es allí donde sí sale a relucir la capacidad de mando del jefe.

Son muy escasos los ejemplos en que en Carabineros un superior vigila, personal y directamente las actividades de un subalterno. Esto se da mayoritariamente desde los grados de Sargento en el Personal de Nombramiento Institucional y desde Capitán en la oficialidad. Esto es, para ellos "tener pantalones", "confianza en sus subalternos" o simplemente ser "aconchado". Que en definitiva, es una especie de cuestionamiento del mando y que se da mayormente al acercarse a los 20 años de antigüedad, por esto del pronto retiro. Este fenómeno se da mayormente sobre los funcionarios cuestionados, los débiles de carácter, y con los comprometidos en hechos que no se ajustan al derecho o a las misiones Institucionales.

Para contrarrestar esta muy generalizada actitud de pérdida de mando, que sólo se sostiene en la intimidación del "Código Militar", los dirigentes, se transforman en "cabeza dura", "cuadrados", cazurros y les es difícil aceptar puntos de vista contrarios.

Se ha hecho costumbre, de que cuando un Oficial superior destaca porque es inteligente al ponderar todas las circunstancias posibles antes de tomar decisiones, Tiene la "desgracia" de influir con su personalidad atractiva en gran número de subalternos, es probablemente un candidato al retiro involuntario para cuando llegue al grado de Coronel.

Misma situación le ocurre a los Funcionarios que se han denominado "aperrados", que son aquellos, que están siempre en la "pega" y que su vida gira en torno a los cuarteles, que también los hay, generalmente los más "feitos", bajos de estatura, apellidos aborígenes, con problemas familiares o sociales y otras características personales, los que pocas veces llegan a grados superiores.

Es interesante anotar, que en el mundo civil la delegación del mando puede ser ascendente o descendente, pero en las instituciones militarizadas, es sólo descendente, lo que, como decíamos, atenta contra la aplicación de la inteligencia en función de la seguridad ciudadana.

La descentralización del mando en Carabineros, sobrecarga el presupuesto, ya que estos mandos (Jefe de Zona, Prefectos y todas sus Planas Mayores) NO están ligados necesariamente a la labor antidelincuentes, burocratizan el sistema e inhiben la iniciativa de los Comisarios, entre otras características obstructivas .

La Policía debe estar descentralizada sólo para las funciones operacionales de seguridad, pero centralizada en el área administrativa. Este sistema permitirá una mejor utilización de los recursos, una reestructuración de los escalafones (hay muchos generales y coroneles) y ello permitirá una mayor uniformidad en las políticas, en las prácticas y en las decisiones.

Punto aparte, es el "temor" que siente subliminalmente el Director General de Carabineros, por un posible general o coronel que destaque por sus habilidades personales o por sus influencias frente a autoridades. Es por ello que se prefiere indirectamente a los más "serviles", y dóciles.

La descentralización sería interesante en Carabineros sólo para cuando la Institución presente diversas funciones y sus decisiones las deben arbitrar jefes especialistas en cada área y requieren poca o nula revisión.

Es esta la situación que llevó a Carabineros a tener tantos Generales(53). Se desperdigó la función fundacional en menesteres y actividades alejadas de la Seguridad y la Prevención del delito. Es por allí donde debemos buscar la reorientación de la función preventiva de la Policía Uniformada, es ésta la misión principal en todos los países desarrollados.

Debemos entonces, buscar el justo término medio, partiendo esta vez de las características de la FUNCION A REALIZAR y no de la INSTITUCION hacia la función, lo que es un error reiterado, recurrente y maligno para una sociedad que quiere progresar en tranquilidad.

A continuación daremos algunas características, sólo estimativas, de lo que a nuestro juicio debiera ser el…:

JEFE: Toda persona normal, puede llegar a ser jefe o superior. Pero, se debe aceptar que en un principio los individuos necesariamente tienen que ser dirigidos en la vida; precisan de alguien que los induzca a trabajar en la actividad que eligieron, respetar las normas inherentes a la empresa y a actuar en forma correcta, contribuyendo cada cual con el máximo de esfuerzo y entusiasmo.

En la vida civil es curioso que a la mayor parte de las personas les agrade más ser dirigidos que mandar; prefieren que alguien les enseñe el camino y les indique lo que deben hacer, que aquello que conscientemente comprenden deben realizar. En la vida militar, se da exactamente lo contrario, aunque hay algunas excepciones.

El don del mando no es exclusivo de los jefes, es necesario también en las jerarquías subalternas, en las Instituciones militarizadas, se abraza la carrera mayormente para satisfacer el instinto de mandar en primer lugar y el de "ganarse la vida", más que cualquier otra argumentación.

El Jefe debe estar a la vanguardia de los problemas, enseñando con su conducta y con su ejemplo. Los Generales, la gran mayoría de los Coroneles y más del 70% de los Comandantes en Carabineros NO están en la labor policial, lo que nuevamente es un contrasentido de la Ingeniería Organizacional moderna.

Y los que están en "la pelea", carecen del respeto moral y de un poder disuasor que actúe por convicción y no por la fuerza de intimidaciones.

Los secretos que mantienen las Fiscalías Administrativas y los procesos judiciales, tanto de los Tribunales Militares como de los Civiles dan razón más que suficiente para esta aseveración.

Un Jefe debe saber respetar las fuerzas emocionales y racionales de todos sus subalternos, explicándoles con claridad meridiana y énfasis reiteradamente el objetivo a alcanzar. He aquí otro asunto pendiente…siempre que ese objetivo se sepa y se quiera realizar y que la posible falencia de un servicio de seguridad o la inseguridad ciudadana, no sea utilizada con intenciones políticas inconfesables, como está ocurriendo actualmente.

Carabineros de Chile, se encuentra politizado y defiende los intereses de la derecha chilena y de las clases dominantes, por lo que sus procedimientos tienden a ser más agresivos con la gente pobre, con la de izquierda, con las minorías étnicas, con los homosexuales, los pelucones, etc. etc., incluso se trató bruscamente a las mujeres de los Carabineros mismos por protestar por los bajos sueldos, estas agresiones, las realizaron sólo oficiales. Las redadas de control de armas y drogas, se realizan mayoritariamente en zonas populares y siempre las armas que se "incautan" son de gente de izquierda o pobre. No se persiguen en forma preventiva delitos cometidos comúnmente por gente adinerada y cuando ocurre es ampliamente difundido por T.V. con fines netamente justificativos. Pero el procedimiento termina neutralizado en forma extrajudicial, que es lo que ocurre con las infracciones del tránsito.

La clave de una BUENA JEFATURA estriba en ayudar a sus subordinados para que logren desarrollar al máximo sus potencialidades; o sea, un jefe eficaz debe hacer progresar a sus seguidores, a todos su seguidores capaces para la función emprendida, conquistando para sí el respeto, el afecto y su confianza.

Situación que ni siquiera someramente se da en Carabineros, por la fatuidad generalizada y por esto de los clanes y tribus especializadas que comentábamos anteriormente.

Los Subalternos siguen al Jefe en virtud de determinadas razones; algunas veces, porque se sienten atraídos por sus habilidades, que los cautiva y que les hace despertar el entusiasmo (esta es la génesis de los "Clanes" intestinos, de las preferencias y de las rivalidades que impiden un desarrollo armónico de la función puramente policial); en otras ocasiones, porque lo saben poseedor de una personalidad consciente y estable o porque lo estima una persona que comprende sus dificultades personales, se identifica y simpatiza con ellos. Son los menos.

La Ley, es la Ley y sólo puede ser interpretada por los Tribunales de Justicia, pero se da el caso que los que aplican la Ley, tienen en su momento la disponibilidad de congraciarse, hacerse popular, hacerse de influencias, ganar adeptos y hasta beneficiarse de esta situación, por el contrario, pueden perfectamente inclinar la balanza en contra de una persona, simplemente, por una interpretación desacertada de la Ley, perjudicando a un tercero, como lo decíamos anteriormente que tiene una determinada característica social en la mayoría de los casos. Las páginas de los diarios están llenas de estos ejemplos.

En este punto invitamos a alguna autoridad "valiente" para ingresar a la "desclacificación" de los archivos de las Fiscalías Administrativas de Carabineros. Al menos que se haga una estadística de los hechos policiales, de los delitos, al interior de los cuarteles, a ver qué diferencia hay

Con la vida civil.

Por otro lado, es también interesante en el Jefe su aspecto físico y su prestancia, pero no es la clave de la sapiencia y menos de la capacidad operativa, tan escasa en Carabineros; generalmente la gente prefiere al superior que revela ser un hombre alto, de tez clara, apuesto, y de apellido extranjero, que ostenta energías para no amilanarse nunca, además es de radiante capacidad y seguridad en el mando, más no puede ser un hedonista, que los hay también muchos.

Es muy cierto que las circunstancias adversas y las situaciones de emergencia demuestran la capacidad de los jefes y también son factores importantes para formarlos. Por tanto una persona no puede llegar a ser jefe por la simple "antigüedad" de un sistema militarizado.

En Carabinero, es más que frecuente el hecho de que los Generales han hecho su carrera en forma acomodada y su paso por comisarías y servicios de seguridad propiamente tales, ha sido nulo o incipiente, la mayoría ha hecho la carrera "acomodado" o en funciones de oficina.

"En las graves contingencias y desgracias, en las situaciones confusas y caóticas, se forman y afirman los verdaderos jefes. Su posición de guías acentúa sus deseos de servir a la ciudadanía". Los Capitanes de buque no prueban su valentía y habilidad cuando la mar está calmada.

El Jefe eficaz emplea ciertas tácticas para comprender a sus subordinados; llega pronto a conocer las aptitudes y aspiraciones de sus seguidores; les enseña colocándolos primero en puestos que puedan desempeñar con posibilidades de éxito y "jamás colocará pernos donde corresponda tornillos".

Este es el principal problema del porqué el Director General de Carabineros debe ser designado y de confianza absoluta del Presidente de la República, porque es este último el Jefe supremo de todos los Organismos del Estado y es la cabeza visible de una organización que propenda en bien común de la sociedad o simplemente de una mayoría.

Las policías de seguridad no pueden ser autoproclamadas independientes, sino sujetas a rigurosos controles multifuncionales externos, ya que la experiencia ha demostrado que con esta actitud, pronto se transforman en una entidad corrupta, empezando desde la cabeza.

EL buen jefe policial, recibe ordenes de un poder civil legalmente constituido, estimula y anima a sus subalternos y recibe con beneplácito las sugerencias de TODOS LOS SECTORES SOCIALES. Felicita el buen desempeño de los Subalternos y comparte con ellos sus éxitos y desgracias personales, sólo así estos se identifican con el máximo poder central de la nación y sus actos los realizan por el bien de una mayoría.

Es fundamental que el Jefe tenga una filosofía definida de su misión, por lo tanto, es básico que el Director General de Carabineros, reconozca en el Presidente del Gobierno a un Jefe, tanto en la parte administrativo funcional como en la parte filosófica, que en la actualidad NO se está dando en Chile durante los Gobiernos de la Concertación, ya que es más que sabido que la Dirección General de Carabineros en bloque profesan filosóficamente las teorías del Gobierno Militar y aún defienden sus postulados en contra de las actuales autoridades legalmente constituidas.

La situación hoy no permite tener un sentido claro de lo que se propone hacer, principalmente porque constitucionalmente el Director General es inamovible y ello hace que sus actividades sean incuestionables por parte de la autoridad civil. NO se sabe lo que se propone hacer hoy con un sentido claro, en un año más, ni lo que va a hacer la Institución dentro de cinco años; tal ideología no entrega una pauta para oriental los esfuerzos mancomunados de toda la sociedad que se siente indefensa y menos, se puede confrontar un rendimiento progresivo, por más que las estadísticas entregadas así lo pretendan, ya que como hemos visto, estas estadísticas, son prontamente contradichas públicamente por otras organizaciones encargadas de los números de la delincuencia. Este autor sostiene que TODAS las estadísticas, relativas a la seguridad, tienen un matíz político y son sesgadas, TODAS.

Los subalternos esperan mucho de sus jefes, especialmente en la vida militar, de que hayan buenas relaciones sociales, culturales, de capacitación y ubicaciones cómodas, sin riesgo de la integridad física y con un cierto beneficio económico, pero esto es al último, salvo que se haya estipulado en contrario.

En la vida militarizada al interior de Carabineros, lo único que se pretende es estar bajo la protección de un jefe o en alguna especialidad distante del área conflictiva, como lo es la seguridad y la calle, si en estas circunstancias se obtiene un beneficio económico, mejor.

LOS SUBALTERNOS: Antes de señalar las condiciones y cualidades que deben integrar la personalidad de los subalternos y antes de referirnos a sus defectos y deficiencias, diremos que sólo es culpa de los propios organismos y sus Departamentos de Personal el conseguir y conservar un equipo humano de trabajo, que sea competente y que esté agradado con las tareas que les son asignadas.

Hallar, seleccionar y colocar gente apropiada y en los puestos adecuados es algo incuestionablemente básico, importante y serio; pero estimularlos y mantenerlos activos y satisfechos es tanto más difícil aún.

Los problemas psico sociales en Carabineros son iguales a la media de cualquier otra actividad social, con el agravante de que, casi siempre las actuaciones de los Carabineros, son a sabiendas que se está actuando mal o en perjuicio de un tercero.

Hay características generales, derivadas de la "disposición" que son típicas en nuestro elemento humano como raza chilena, pero que sin embargo son susceptibles de mutaciones favorables; por ejemplo la falta de interés por superarse, su escaso sentido de responsabilidad, su limitado espíritu de sacrificio, su indiferencia frente al rendimiento de la Institución, su cada vez menos disimulada oposición a la disciplina y a la acción de la autoridad, su inclinación a la bebida, al sexo y la droga, su ductilidad para ser persuadido y son convencidos por líderes internos (el asunto de los clanes tratados anteriormente)y finalmente, su incapacidad para aplicar la Ley en forma equilibrada y justa.

Cuando nos referimos a subordinados, también nos podríamos referir a Oficiales de rangos menores como Subtenientes y Tenientes, que llegan con esta "tranca", no superada a jefe.

Más, junto a estos defectos quizás, naturales y muy comunes, acusa el Personal Subalterno cualidades favorables; por ejemplo: es de nobles sentimientos, leal y buen compañero, a veces esto es malo cuando se mal entiende el compañerismo, muchos son amoldables a las exigencias, cuando son bien encauzados y controlado, progresa notoriamente, aprende y se especializa sin dificultad, desgraciadamente se especializa en áreas distantes de la seguridad misma; es resistente físicamente.

Si se mantuviera alejado y ajeno a las predicaciones anti políticos, anti civiles, anti democráticas, anti minorías, anti jóvenes, etc., se consagrarían fácilmente como elementos laboriosos, útiles y sociables, lo que redundaría en buenos servicios de prevención y control de la delincuencia común.

Resumiendo, bajo el punto de vista de este autor, que nació al interior de un Cuartel policial y toda su vida ha vivido en ambientes de Carabineros, todos los cambios en positivo, o por lo menos, la recuperación de los conceptos y valores morales y sociales de hace 30 años y el cultivo de las buenas cualidades de los hombres y mujeres subordinados, sólo se logra desarrollándose un programa de adoctrinamiento polifuncional desde el exterior de la Institución, sin ocupar ex funcionarios, ni sus familiares, planeado y llevado a la práctica por elementos absolutamente ajenos, ligado a las experiencias universitarias multidisciplinarias, con una visión sobre la función más que sobre la Institución y los hombres. Profesionales No ligados a la Institución como requisito básico, para que no estén influenciados.

""""Un payaso, sólo descubre que lo esta haciendo bien, cuando escucha los aplausos del público, cuando éste guarda silencio, empieza a preocuparse por renovar la rutina.""""

Es misión de toda una sociedad y más de los especialistas, es el recuperar la función preventiva de la delincuencia, el silencio y el hacer oídos sordos a la crítica en este caso es complicidad.

Por tanto, es un deber de la gente honesta y desinteresada y decente, entrar a un profundo estudio de los factores que inciden en la actitudes positivas para la sociedad y no politizadas, con equilibrio y en defensa de la mayoría de los ciudadanos chilenos.

Carabineros de Chile, es una Institución del Estado al servicio de la sociedad, es la organización que se encarga de proteger los derechos de los individuos. Por tanto lo que le importa a esta sociedad es que le defiendan sus derechos, no importando que la organización sea militarizada o no, que sea nacional, regional, municipal o local; que se llame Carabineros de Chile, Guardia Nacional, Policía Nacional, Gendarmería, Guardia Civil, lo que interesa en definitiva, es defender la función y que esta función cumpla los deseos de la sociedad. Las Organizaciones policiales o de seguridad deben, por lo tanto, al igual que sus instructivos y procedimientos, ser perfectibles, sin que este mejoramiento pase necesariamente por la ampliación de funciones, como ha sido un error histórico en Chile.

Estos días estamos viendo como se le están eliminando funciones que fueron defendidas a ultranza, con un abierto y pretencioso plan expansionista seguido por años. Hoy descubrimos que fue un error el haberlos adoptado. En Carabineros existen muchos mitos, que felizmente las actuales Autoridades están neutralizando. Esperamos, por el beneficio de la ciudadanía toda, que estas actitudes se aceleren.

Sólo a manera de ejemplo, diremos que en Europa los vehículos policiales son de llamativos colores, que los policías andan de a uno, en vehículos utilitarios y con vestimentas livianas que permiten actividades físicas, como persecuciones y luchas cuerpo a cuerpo, sin terciados o correas, estas modernizaciones las encontramos estupendas y esa es la senda a seguir en el futuro. Todas estas modificaciones tienen el común denominador que abaratan los costos operativos.

La evolución de las policías, sólo son imputables a la estructura y desenvolvimiento del estado y para que éste ejerza su derecho inherente de mandar, de legislar, administrar y juzgar.

Carabineros debe imperiosamente ser una entidad de constante evolución, lo que se contrapone con la militarización; de proyecciones inminentemente sociales y ha estancado su progreso por razones políticas principalmente y por los compromisos jurídicos de falsa lealtad que rozan en la complicidad y en el delito.

Carabineros se ha mantenido en forma estacionaria se ha perdido la mística y el sacrificio de hace 30 Años. En la actualidad, se están procurando cambios técnicos, pero se ha perdido el servicio policial positivo y dinámico, y los procedimientos hoy parecen estar en contra de la gente.

En un régimen normal los Reglamentos Institucionales crean una serie de limitaciones de estrictez y obediencia, esto causa en muchos que ingresan por honor, por la defensa de la justicia, por la sobriedad o por el sentido del cumplimiento del deber, un marcado desaliento y desmoralización especialmente a aquellos que no son partícipes de algún clan o no cuentan con "protección" interna…En Carabineros, hay que ser "abonado de…" para progresar, en la vida civil se llama ser "apitutado".

La promesa de servicio, pronunciada en voz alta al finalizar su proceso formativo como Oficial es una acto de profundo significado, se empeña su palabra de consagración leal al cumplimiento de los deberes, al velar por el acatamiento de las Leyes de la República, de proteger la vida de los habitantes, rindiendo la suya si fuere necesario en defensa del orden la justicia y la Patria.

En su fuero interno cada Oficial se impone además, el deber de laborar sin reservas ni medida en pro de la Institución, con entusiasmo y satisfacción íntima. Lo que, en la práctica, se contrapone con el deber que le debe a la sociedad.

Antiguamente, a los Oficiales de Carabineros se les enseñaba que su comportamiento debe ser incorruptible y su moral acrisolada.

Desde Aspirante al Oficial se le enseña que amar y dignificar su uniforme en toda circunstancia, sin mancillar jamás su prestigio con actitudes poco decorosas o frecuentando sitios que no corresponden a su categoría.

Evitar las ridículas ostentaciones y los modales de prepotencia, de arrogancia y severidad.

Sus actuaciones se caracterizarán siempre por su firmeza y corrección; su trato, por la amabilidad y la cortesía; sus resoluciones, por la suavidad y la firmeza; y sus expresiones, por lo intachables y discretas.

Los conceptos anteriores serían idílicos, si se llevaran a cabo, pero las páginas de los diarios y los reclamos en las unidades, y la opinión pública, dicen exactamente lo contrario.

Desgraciadamente y es una situación digna de un estudio más acabado por su frecuencia y profundidad, el hecho de la existencia de muchos Oficiales "petulantes", los que ostentan un exagerado orgullo y fauidad, porque se suponen inigualables frente a sus compañeros y ni decirlo frente a la civilidad, se suponen destinados a misiones superiores dentro de Carabineros. Aquí nace el porqué todos quieren tener una especialidad, si es del área tecnológica, mejor, como Piloto o Ingeniero politécnico, etc. Definitivamente, son los que menos valen para la función de Seguridad y como personas mismas y los más débiles en capacidad y condiciones; miran con desdén y con desprecio las realizaciones de los demás, estimando que todo gira en torno a ellos, exclusivamente. Hay una gran carga de hedonismo y hasta unos matices de homosexualidad en el trasfondo de estas actitudes.

Hay una gran cantidad de Oficiales farsantes, insociables y pusilánimes, que al reconocerse personalmente esta anomalía tienden a reaccionar en forma déspota o como un pobre de espíritu. Lo que afecta a los funcionarios de menor grado y por sobre todo, a los civiles que se les cruzan en la vida diaria, por asuntos policiales o por asuntos sociales meramente.

Se observan, aunque en menor cantidad, estas actitudes en el Personal a Contrata.

La sociedad siente que los funcionarios de Carabineros han perdido la sencillez, la caballerosidad y la discreción, que debieran ser tributos, meritorios y demostración de gran criterio

Desgraciadamente, también, se observa un afán excesivo por perfeccionarse en áreas profesionales distintas a las de seguridad, basado fundamentalmente en poder desempeñarse en la vida civil, o sea, están destinadas al mismo individuo, con tiempo y recursos de Carabineros, lo que perjudica a la función de seguridad misma restándole recursos. Esta situación es más que frecuente.

Siendo el estudio y el afán de perfeccionamiento profesional, muy importante durante toda la carrera, y debe ser uno de los propósitos inquebrantables, Está absolutamente distorsionado en la práctica, el destino de los recursos y las facilidades horarias, ya que no está enfocado en beneficio de un perfeccionamiento de los sistemas que impidan el aumento de hechos delictivos. Por tanto la sociedad, se PERJUDICA CON ESTE TIPO DE PERFECCIONAMIENTO.

El auto enjuiciamiento y el análisis crítico de todas las actuaciones del servicio frente al público y los subalternos, constituye en primer lugar, una norma permanente en la vida profesional. Como esta actitud, individual y colectivamente se ha perdido, se ha procurado esconder sistemáticamente por parte de las autoridades. Por eso es que se recurre a los medios de comunicación, ya que cuando estas actitudes constituyen delitos la ciudadanía considera sin objetivo presentar las denuncias, principalmente por miedo a represalias. O sea la gente, frente a un hecho que le afecta directamente, tiene una opinión y una predisposición igual, si se trata de un Carabinero que si se trata de un delincuente, Tiene miedo a las represalias y es por eso que no denuncia ciertos hechos. Las estadísticas no contemplan esta situación y los entendidos, la esconden.

Como anécdota, a mediados de los 80 la Dirección General de Carabineros, dispuso que los Estudiantes del Instituto Superior de Ciencias Policiales (estudian para ser Jefes y tienen los grados de entre Capitán y Mayor), hicieran por primera vez una crítica "descarnada" de la más pura y cruda realidad institucional. La intención era más que loable, es la piedra del "tope" de toda la inoperancia policial actual, se debiera realizar cada dos años, por lo menos. Había sólo buena intención.

Estos Oficiales, en pequeños grupos, debían detectar todas las falencias institucionales de tipo operacional, administrativo, etc. etc. de Arica a Punta Arenas. Hacerle un "scanner"a la Institución y proponer las soluciones posibles…: El resultado del estudio fue tan acucioso, tan detallista, tan objetivo, pero a la vez tan crítico, tan rudo y sugería tantos cambios que se optó por hacer desaparecer todos los antecedentes, La mayoría de esos Oficiales ya jubilaron con los grados de Coronel y General…y ahí murió una muy buena iniciativa.

Carabineros en forma sistemática suele esconder sus errores y falencias. Lo que es peor…y es el asunto de este ensayo, al interior, todo se sabe y nuevamente encontramos que los subalternos, observan como mienten sus autoridades. Es esta la génesis de todos los problemas del mando. La falta de respaldo MORAL de sus autoridades.

Un hecho más actual, en mayo de l.999, ladrones descerrajaron la Unidad del O.S.l0 de la Prefectura Central de Santiago, ubicada en Alameda, edificio de la Remodelación San Borja, esa Unidad registra los antecedentes personales y colectivos de todas las empresas de Seguridad Privada. Se robaron casi toda la información, ya no cerca de una Prefectura en pleno centro de Santiago, sino DENTRO de la misma Prefectura…La noticia fue escondida a la opinión pública…no hubo responsables. Si esto sigue ocurriendo llegará el momento que la Institución colapse desde dentro.

Todos estos síntomas no los podemos tratar oportunamente con resultado positivos, si le aplicamos la Sicología Militar o la Sicología del Mando, ya que en la mayoría de los casos una de las partes es civil.

Nuestros funcionarios Policiales y sobre todo nuestros Oficiales superiores no pueden ser educados o capacitados con textos tales como: Sicología de las FFAA.; La Sicología del Comando; La Guerra Sicológica; Principios relativos a la preselección de los Contingentes; Examen Sicológico de la Selección de las Cátedras; Delincuencia Militar y Motivación; Sicología del Personal; El Factor Humano en las FF.AA.; Antología del Mando; El Arte de Mandar, etc.etc

Desafortunadamente los Textos con que se estudia y que se refieren al Mando Policial, que contenga una doctrina oficial y un lenguaje informativo sobre la labor directiva y de encauzamiento de los Jefes y Oficiales, está completamente basada en los textos militares, antes mencionados, por lo que no significan entrega profesional alguna que beneficie a la ciudadanía, en el sentido de protegerla de la delincuencia.

Los pocos trabajos de investigación voluntarios y realmente positivos existentes, que administran algunas recetas tienen una aplicación relativa y no cuentan siquiera con carácter de norma autorizada.

En todas las policías de países desarrollados hay sicólogos y sociólogos externos, contratados que cumplen importantes funciones frente al comportamiento y reacciones de la impronta del personal a todo nivel, incluso, hay controles forzados, selectivos y aleatorios de posibles utilizaciones de drogas. Cada seis meses TODO policía debe pasar por un examen de drogas.

Serán los encargados de detectar los problemas de tipo sicológico, sicopatológico o sicosocial, los detectan, los cuantifican y califican y los tratan con métodos científicos adecuados. Pero son, estos Profesionales, siempre externos, ya que si son internos, reciben las presiones de las jerarquías militares. Los sicólogos institucionales en la actualidad sólo atienden casos de presentación voluntaria, o con posterioridad a que el enfermo haya cometido un delito, nunca en calidad preventiva.

Estando así las cosas y permitiendo el ingreso a las filas de elementos que presentan anomalías en su conformación síquica, complejos y debilidades, alteraciones patológicas de la memoria, desequilibrios en la vida afectiva y trastornos síquicos, provenientes de desmedidas pretensiones económicas y problemas del sustento económico diario, crean, evidentemente, situaciones delicadas y muchas veces graves en el actuar profesional, con las consiguientes repercusiones en el mando.

Lo anterior hace imperativo que se mire con seriedad y singular atención las conductas y manifestaciones síquicas del personal subalterno que cotidianamente está cumpliendo en el seno social delicadas tareas de vigilancia, de control de educación y de utilidad pública. Es este un Instructivo histórico del mando en Carabineros, se insiste en que los Oficiales Superiores deben observar con especial interés las reacciones del carácter, la personalidad, el criterio, el grado de inteligencia de sus subordinados, sus fallas, fracasos y sus causas y ¿quién los vigiló a ellos?.

Insistimos nuevamente, en que es ésta la génesis del fracaso de la lucha antidelictual.

Y los subalternos entonces, se preguntan…

¿Con qué moral un superior, de cualquier grado ,pero superior, sobre todo los que tienen más de 20 años de antigüedad, van a controlar mi carácter o personalidad, mi criterio o mi inteligencia, si ellos están metidos en violaciones a los derechos humanos, en robos, en enriquecimiento ilícito, en flojera, alcoholismo,etc.?

¿Cómo voy a obedecer la orden de un torturador, un criminal?; Y si no lo fue… ¿Porqué siendo policía no descubrió quienes fueron los culpables?

¿Cómo voy a obedecer, llegar puntual, ser honesto, si veo que muchos no lo son?…¿Cómo voy a ir gustoso a mi lugar de trabajo, si veo que sólo unos pocos hacemos la parte sucia del asunto…?

Y cientos de otras preguntas más, que se hacen con el fin de justificar su poca entrega al servicio policial.

Resumiendo, la mayoría se siente perseguidos por el sistema poco justo en el trato, tanto al interior de la Institución como con la aplicación de la Ley.

En Carabineros existe la convicción que si una Unidad, por ejemplo una Comisaría, está integrada por elementos disciplinados, correctos en el trato y en el vestir, atentos, preparados y laboriosos, significa que su mayor o capitán, es un superior preocupado y dotado de excelentes cualidades para comandar unidades independientes.

NO se tendrá en cuenta si esa unidad es la 1era. Comisaría Santiago Central o la 3era de Algarrobo. La cantidad de habitantes y la conflictividad pasan a 2do, plano. Error en el

Concepto, en la proporción, error en el resultado.

LA DISCIPLINA Y EL MANDO EN CARABINEROS

Comúnmente se confunde la disciplina con el concepto de militarismo, de subordinación humillante, de severidad excesiva, se le supone sinónimo de rigor o se le estima la negación de la personalidad humana. También, hay gente que cree que la disciplina consiste exclusivamente en dar cumplimiento a las formalidades de tipo militar; o sea, sólo sería disciplinado el subalterno que se "cuadra" correctamente, hace giros con energía y saluda conforme a las normas establecidas.

Apreciaciones tan pobres acerca de la disciplina, como las anotadas, no son concebibles lógicamente en personas cultas, organizadas y democráticas. Desgraciadamente, es el concepto erróneo en que se fundamenta la instrucción formativa de LOS OFICIALES DE CARABINEROS.

Cuando en Chile se entienda que disciplina es aquel régimen de vida y de trabajo en el que imperan el respeto y la subordinación, el sentido de responsabilidad, las buenas relaciones humanas y el vivo deseo de cumplir con el deber. Se entenderá el porqué las policías deben dejar de ser militarizadas y pertenecer solamente al Ministerio del Interior dependiendo directamente de una autoridad civil.

Disciplina, es la expresión más pura de las concepciones filosóficas en torno al trabajo y su distribución, es doctrina de orden y de acatamiento sublime; es manifestación de comprensión humana de sincronización y armonía, plasmadas en la espontánea voluntad del servir.

Es aquel clima que forjan superiores y subalternos en cualquier actividad humana cuando conciben con amplio sentido de justicia los deberes que a cada uno les corresponden, según sus responsabilidades.

Por todo ello, la disciplina está entronizada en todas las organizaciones, se aprecia en la fisonomía de la sociedad, en la constitución de la familia, en la estructura de los gobiernos y de las empresas; en todas partes reina por conveniencia social y porque lo exige la justicia y el progreso y no el capricho de algunos hombres.

El mando tipo militar en Carabineros, empieza en la Escuela y los Grupos de Instrucción con ligeros diferentes matices, ejercido en base a voces de mando que produce efectos instantáneos, directos, enérgicos e irreflexivos. Es físico y es colectivo, sus resultados son casi siempre corregibles y sus consecuencias, casi nunca crean complicaciones, al menos, en tiempo de paz. He aquí también la génesis de los bajos resultados antidelictuales, ya que durante la dictadura algunos dieron ordenes, que ya sea por miedo, falsa lealtad u obediencia irreflexiva, los involucró en hechos criminales o simplemente ilegales. (Hechos y ordenes que hoy están siendo desconocidos como una manera de evitar responsabilidades penales).

En este estado de cosas, la disciplina formal, el mando y la obediencia en sus manifestaciones objetivas, impuestas con mesura y racionalmente, necesita más del 80% de carga INTIMIDATORIA como efecto sicológico del régimen punitivo de la Justicia Militar. El Mando en Carabineros está basado en la actualidad, en el terror y es por ello mismo que sus actuales autoridades no quieren dejar de pertenecer al Ministerio de Defensa, ya que perderían el cimiente fundamental de ese proceder.

Como los Jefes son personas, hay casi tantos tipos de ellos como de individuos. Sin embargo, hay tipos en los cuales predominan algunas cualidades en la jerga institucional se les califica como…:

LOS DINAMICOS: muy pocos, son ágiles física y mentalmente, optimistas y de grandes iniciativas.

LOS INSPIRADORES: unos pocos más, reflexivos por excelencia, buenos consejeros, partidarios de estudiar sicológicamente al subalterno, son paternalistas, ayudan a perfeccionar actitudes y perfeccionar cualidades.

LOS TELEPATICOS: tantos como los anteriores, son los que saben comunicar ideas y actúan por presencia. Los subalternos se habitúan a su manera de ejercer el mando.

LOS AUTOCRATAS: son muchos, la mayoría, representan al tipo que se supone poseído de gran inteligencia, de todas las ideas y soluciones. Son amantes de la publicidad, son figurones y se atribuyen hablando en primera persona todas las realizaciones. Sienten a menudo celos de los demás y por ello se apropian de sus iniciativas, jamás delegan el mando, se lo pasan en la unidad y por ello comúnmente se ocupan de asuntos o detalles rutinarios, en detrimento de la atención de problemas más importantes, les agrada que los subalternos den asentimiento a sus opiniones y que los celebren en sus chistes y aventuras. Hablan casi siempre mal de sus compañeros incluso inventando ,ya que son megalómanos y mitómanos.

Hay algunos jefes autócratas que son sumamente efectivos en algunas áreas específicas, MUY POCOS.

LOS FASCISTAS: eran muchos, pero van en descenso rápidamente en cantidad, todas sus actuaciones tienen matices políticos en donde se beneficia a los mayores grados, a los más ricos, a los más bonitos, a los rubios, a la gente del barrio alto, etc. Son extremadamente peligrosos en el área educacional, formativa y capacitadora, ya que carecen de conceptos de justicia y democracia, son xenófobos, antiaborígenes ,anti jóvenes y antiminorías.

LOS COMERCIANTES: son aquellos que sólo están preocupados del bienestar económico propio, son coimeros, culebreros o rastreros y se encuentran comprometidos funcionalmente con los comerciantes de su barrio. A este grupo pertenece casi la totalidad de los Oficiales de Intendencia, que felizmente no realizan funciones policiales.

LOS DEMOCRATICOS: Son la minoría y se distinguen porque delegan sus atribuciones y confían en sus subalternos; toman a su cargo los trabajos importantes y transfieren los de poca monta; estimulan y reconocen la cooperación, les gusta el trabajo en equipo, alaban las indicaciones y sugerencias, vengan de donde vengan; desarrollan la confianza en sí mismos de lo subalternos, defienden al poder civil del Gobierno por sobre las Instituciones armadas y no se infatúan con la lisonja de los audaces y aduladores.

LOS AUTORITARIOS: son implacables en las exigencias, personalistas, unidireccionales, creen que la autoridad de que están investidos es personal y lo que ellos deciden, es lo perfecto e irrefutable, son severos en las sanciones y por ello y su prepotencia son incapaces de conquistar el aprecio y afecto de sus subalternos, su cooperación y lealtad. Son muchos en Carabineros los que sustentan la teoría del "gallinero" la gallina de arriba "caga" a la gallina de abajo;

Son como los fascistas, pero sin matiz político.

Son tímidos y hasta cobardes con sus superiores, pero son crueles con sus subalternos, Tuvieron su época de oro durante la dictadura militar. Felizmente también van en decadencia. Algunos han emprendido afanes rectificatorios de su conducta.

Es posible que una conducta autoritaria sea útil en determinadas circunstancias, pero empleada en una proporción racional y prudente, como ser en un caso de emergencia, cuando las labores son heterogéneas o cuando se han quebrantado en forma reiterada las normas de disciplina.

En Chile por más de 15 años a contar de septiembre de l.973, las ordenes fueron irreflexivas y ejercidas en forma autoritaria, lo que ha creado, por un lado un rencor en el trasfondo sicológico, una predisposición o animadversidad generalizada con el superior y el hacer sólo lo que te ordenan drásticamente, olvidando totalmente la iniciativa, lo que es la causa del aumento de la criminalidad en Chile.

LOS PATERNALES: se caracterizan por la esmerada atención que prestan al bienestar y la comodidad de sus subalternos, a quienes guían y protegen muchas veces con exceso de sentimiento. Las intenciones de este tipo de jefes son buenas, pero el sistema no permite que los subalternos confíen en losu jefes ni en sí mismos, al tener baja su autoestima profesional, no cultivan su independencia, su inteligencia ni sus habilidades antidelictuales.

Es probable que un mando de corte paternal equilibrado resulte exitoso, pero ese éxito estará condicionado a que en el futuro esa Unidad siga contando con jefes paternales. Muchas veces, la suma de las conductas agresivas como autodefensa genera distorsiones en la apreciación y confunde al jefe paternal con un jefe de personalidad débil.

La experiencia militar ha demostrado que el más callado, el solitario, el que parece menos importante, o el que parece de personalidad más débil, resulta esconder una personalidad agresiva, inquisidora, cruel y destructora de la buena convivencia. Tal es el caso de la mayoría de los criminales y torturadores durante la dictadura.Aquí se da eso de que "los calladitos son los peligrosos".

La jerga de Carabineros está llena de "motes" para los distintos tipos de jefes, tales como: el bisagra; el cuartelero; el fino; el culebrero; el Guacito; el chancho; el escuelero; el pesado; el lolo; el sucio, los chupapico, los pantalón de bandera, los intelectualoides, el enano, el idiota el cuadrado, el cochino, el burro, el loco, el trole, el príncipe idiota, el perro, el pecho de palo, el pájaro, el bruto, etc. etc.

Existen condiciones comunes en todo superior, que son básicas e imprescindibles… en pro y en contra..:

La inteligencia, es la facultad de auscultar el trasfondo de los individuos y las cosas en un espacio y en el tiempo. Por ello, un Oficial de Carabineros sólo demuestra su inteligencia, cuando comprende claramente la realidad en que actúa y puede razonar, imaginar, deducir, inducir, comparar y juzgar, para luego proceder. Cuando no se da esta secuencia, por el motivo que quieran, dicho Oficial no es inteligente…

Cuando se obedece o se manda irreflexivamente, no se es inteligente y en algún momento o en alguna parte hay que responder por esa desinteligencia en el caso de que hayan perjudicados por esa actitud.

La inteligencia bien dirigida es fundamental porque sus efectos y resultados los condiciona la dirección que se le imprima. Como se comprenderá y está más que comprobado en la historia reciente de nuestro país, no habrá nada más innoble que una inteligencia al servicio de la arbitrariedad, teñida de egoísmos u orientada hacia el logro de nefastas intenciones, en detrimento de terceros y en beneficio personal o de las minorías.

Existen dos tipos predominantes, los de inteligencia limitada, que son la mayoría y los de inteligencia suficiente, alrededor del 15%.En Carabineros no hay mentes brillantes, pero sí, hay limitados mentales, más del 5% entre oficiales.

Los de inteligencia limitada están expuestos a errores a cada instante, porque únicamente perciben lo inmediato de los problemas y las cosas, son "talámicos", por lo general sólo captan lo visible de la superficie y los detalles sin importancia, nada profundizan ni analizan, siendo incapaces de prever los resultados y las consecuencias lejanas de los hechos. Su criterio es desacertado, derechamente son descriteriados y siempre procuran aparentar ante los superiores cualidades afines a las suyas a quienes audazmente adulan para congraciarse con ellos.

A la inversa, el de inteligencia suficiente, es más visionario y agudo, busca lo ideal y su perfeccionamiento, exige lo justo, lo lógico y necesario. Se impone ante sus subalternos por su capacidad profesional por su agilidad mental y lo acertado de sus decisiones. Esta actitud queda neutralizada cuando este Jefe tiene un superior de inteligencia limitada.

Los casi nulos jefes creadores e innovadores quedan inhibidos por la borágine de un sistema sobrepasado por la burocracia y la delincuencia y su incontrolable apetito económico.

Los Oficiales de Carabineros a partir del grado de Capitán, desde hace más de 30 años están más preocupados de hacerse estudiantes universitarios y obtener una carrera de ese nivel, que de cualquier otra situación interna.

Es por ello que alargaron a cuatro años, la formación de los oficiales. ¿Cómo es posible que el actual general director Alberto Cienfuegos Becerra, haya hecho su formación en el curso especial de 1969 ?.

El patrimonio moral de los funcionarios de Carabineros, sobre todo de los Oficiales más antiguos, en la actualidad, a nuestro juicio, es el más insustentable de los requisitos de funcionamiento operativo.

La moral trasunta en la corrección individual y colectiva, actual y pasada, trasunta en la dignidad personal y en esa virtud inherente del bien en la conciencia; o sea, toca el fuero interno, a lo afectivo, a lo más noble de la vida humana, en donde cada cual prescribe lo que debe hacer conforme a un código ideal de las costumbres.

Concretamente el patrimonio moral exigible para nosotros, comprende los conceptos de corrección en el vivir y en el actuar, de altruismo, de piedad de delicadeza, de dignidad y sensibilidad, de dar a la conducta humana real sentido de elevación y de nobleza.

Estamos completamente convencidos de que CARABINEROS DE CHILE extravió su patrimonio moral.

El supuesto honor Institucional, por más que se quiera defender , quedó olvidado frente al miedo, a la ignorancia y al oportunismo, dentro de la Institución, que se manifiesta entre todos los grados y peor ,es con el trato con la civilidad.

El honor es una obligación que debe estar viva y presente en nuestras conciencias, es lo que les inclina al estricto cumplimiento del deber en defensa de la mayoría y sin perjudicar a las minorías. Es la fuerza que los debió apartar de lo indigno, de lo criminal, de lo deshonesto y de los censurables.

La virtud del honor, tan manoseada por los "golpistas", en realidad está por encima de la vida, de la hacienda y de cuanto existe en el mundo, porque la vida acaba en la sepultura y la hacienda y las cosas que poseemos son bienes transitorios, igual que el poder y la fuerza; el honor a todo ello sobrevive, trasciende a los hijos, a los nietos, a las instituciones a la humanidad.

Se dice con razón, que es el patrimonio del alma y se manifiesta en la rectitud de la obediencia de las leyes y en el respeto de los Juramentos.

En Carabineros, están confundido los conceptos de "honor" y "Lealtad"… lealtad es el espontáneo cumplimiento de las órdenes y del pensamiento de un superior, ello no significa que deben ser obedientes ciegos o irreflexivos, serviles o faltos de personalidad, nos referimos a lealtad con los deberes superiores de la sociedad democrática.

En Carabineros, es costumbre escuchar "usted cumpla la orden y después, reclama".

Los casos de reclamos en este sentido sistemáticamente han terminado con el reclamante en listas de eliminación. Si esto ocurre dentro de la Institución, con su misma geste… ¿qué se espera que ocurra para con los civiles?.

Sería inmoral que el subalterno, aunque reciba una orden contraria a su modo de pensar con respecto a lo justo la cumpla fielmente, sin reservas, excluyendo de su ánimo toda idea antagónica.

Aunque sería la prueba más evidente de respeto a un superior, es sólo la prueba más evidente del miedo que siente hacia ese superior o hacia el sistema y que tan pronto pueda aplicará sobre civiles o personas con menos poder que él.

Esta es la génesis de los abusos de poder y también la génesis de la pérdida del interés común, tanto al interior de las filas, como frente a los conflictos sociales donde, subliminalmente, se prefiere al fin el interés personal, por sobre cualquier otro, bajo la filosofía simplista de…"¿si otros lo hacen, porqué yo no?".

Cuando un jefe comete actos inmorales, implícitamente autoriza a que sus subordinados lo hagan. Cuando esta actitud adquiere cifras notorias comienza la baja en la producción, llegando hasta la anulación de la funcionalidad y la corrupción generalizada, de la que nos encontramos ad portas.

Estamos haciendo las consideraciones en un campo relativamente legal y reglamentario, cuando estos conceptos son sobrepasados, se puede llegar a trocar el orden y las jerarquías establecidas. (Casos de Portugal y Grecia y actualmente en Argentina ).

Existe la obediencia absoluta de la escuela francesa. Se obedece ciegamente al superior, cualquiera sea la naturaleza de la orden, sin discusión ni análisis de ninguna especie, cumplimiento irreflexivo, muy generalizado en Chile.

Obediencia relativa de la escuela inglesa, en que el subalterno tiene derecho a discriminar a analizar la orden que recibió del superior y según ello la cumple o no.

Si el inferior después de hacer un acertado análisis no cumple la orden recibida, queda exento de responsabilidad. Históricamente en Chile estos casos son muy pocos, casi inexistentes, ya que será sancionado por el delito de desobediencia, si ha apreciado o analizado la orden con mal criterio, o sea que él ha traspasado el mal criterio al jefe, ya que no obedecer la referida orden, le ha dicho subliminalmente que es un descriteriado. Con ello su carrera ha finalizado. Porque en el sumario el jefe, desconocerá esa orden o la reinterpretará, y el "palo se quebrará por lo más delgado".

La obediencia relativa de la escuela alemana que impera en Carabineros, otorga al subalterno la facultad de discernir, es decir, no lo estima como un mero instrumento. Pero, en la práctica No existe.

Por los puntos que más adelante relataremos podemos asegurar que en la práctica no existe la escuela de la obediencia relativa en la historia reciente de Carabineros.

Los requisitos para ello son:

a.- Que emane de un superior y que sea en uso de sus atribuciones legítimas.

b.- Que sea relativa al servicio y que no pueda alegarse fuerza mayor.

El inferior puede suspender el cumplimiento de la orden o puede hacerle modificaciones, cuando ocurren los siguiente requisitos:

a.- Cuando al dar la orden el superior no ha apreciado suficientemente la situación;

b.- Cuando los acontecimientos se han anticipado a la orden;

C.- Cuando aparezca que ésta ha sido obtenida por engaño.

d.- Cuando se tema, con razón, de que de su ejecución van a resultar graves daños que el superior no pudo prever… y

e.- Cuando la orden tienda notoriamente a la perpetración de un delito.

Solamente en alguna de estas circunstancias el subalterno puede dejar de cumplir la orden o modificarla; dando cuenta inmediata de ello al superior; si éste insiste por escrito, debe cumplirla, pues de lo contrario, incurrirá en el delito de desobediencia.

Muchos de los miembros de la Organización de Militares Democráticos de Chile "OMIDECHI", fueron expulsados de sus Instituciones por exigir que un jefe diera una orden que era ilegal por escrito, o por no cumplirla simplemente.

ATENCION: En tal virtud, si se comete un delito a causa de la ejecución de una orden que parezca del servicio, el único responsable es el superior que la imparte, a menos que se compruebe un concierto previo, en cuyo caso serán responsables todos los concertados. Los juzgados están plagados de causas en que los jefes han desconocido la orden y acusan al inferior de haber actuado bajo su propia responsabilidad, agregándo,

Que no es primera vez que lo ha hecho.

Cuando el subalterno se excediere en la ejecución de una orden, cuando tendiendo ella notoriamente a la perpetración de un delito y no se representare, responderá como cómplice si la cumple. En la práctica, sólo ha respondido como autor ya que el jefe ha negado la orden.

El Valor es una característica de nuestra nacionalidad, según dicen, la historia Patria está salpicada de gloriosos capítulos escritos con la sangre derramada gracias al valor de nuestros antepasados, aunque el valor no sólo se demuestra cuando se pierde sangre.

¿Cómo podría definírsele?. Se ha dicho que es: "El dominio de la emoción del del miedo", y, para lograr ese dominio se precisa de las fuerzas morales y que éstas, superen al instinto de conservación que tenemos todos los hombre normales.

De esto se desprende que el valor no consiste en no tener miedo, consiste precisamente en hacerle frente al peligro y a la adversidad con serenidad y entereza.

El VALOR MORAL, se manifiesta cuando vencimos el miedo al ridículo o al fracaso, aceptamos voluntariamente ciertas responsabilidades, cuando defendemos los principios de justicia vulnerados por un tercero, empleando el tacto y la convicción; cuando reconocemos hidalgamente nuestras equivocaciones y cuando no manifestamos temor para enfrentar las situaciones difíciles y sus consecuencias. Como puede deducirse, este valor está basado en el dominio de sí mismo y en la fe que se tienen los hombres.

La falta de valor moral, se esconde en la fuerza física con la agresividad, en la falsa disciplina de la jurisdicción militar, en la "Omertá", que es el juramento de guardar silencio militar, en la Ley del "Omento", que es la ley del rebaño, donde todo los culpables se esconden en la manada, la falta de valor moral, se prolonga a los inocentes que retardan con su actitud cobarde la aplicación de la justicia, transformándose en inmorales, cómplices y encubridores.

"Mal de muchos, consuelo de tontos".

La justicia total, sólo se puede aplicar si se tiene VALOR MORAL. De lo contrario será parcial y antojadiza.

La justicia, consiste en conducir y tratar con caballerosidad e imparcialidad a todos los ciudadanos, a los subalternos y a los que no están sujetos a la disciplina militar.

Es el arte de conceder recompensas a quienes las merecen y castigar las faltas oportunamente, de acuerdo con las circunstancias de cada caso, combinando la firmeza con el criterio dentro de un periodo de tiempo.

Desde el punto de vista sicológico hay, al menos, tres tipos de justicia, como comportamiento social.

La justicia "Conmutativa", es la que se configura cuando se cambia algo exigiéndose igualdad; la "Distributiva", es aquella que se opera cuando se le distribuye algo en partes proporcionales; lo que hace un padre con respecto a los hijos. Y la justicia "Retributiva", es la que se relaciona con las reacciones sociales frente a las acciones humanas

En esta última se basó la norma de que la sanción debía ser equivalente a la falta, aunque existe en la actualidad, quienes sostienen que cuando la falta es cometida por un individuo debe aplicarse una pena, pero cuando la falta es colectiva, o sea existe un acuerdo (conspiración) para cometerla, la pena debe será "cargada" en un 50%, o sea, pena y media, pero cuando esta misma falta es cometida por un policía, la pena debe ser el doble.

Tenemos el caso de los delitos tributarios, en que la pena hasta se triplica, partiendo de la base de que "en las empresas e Instituciones, los hombres deben justificar su inocencia y en caso de un individuo, la Institución o los Organismos del Estado deben probar su culpabilidad".Democracia filosófica. Democracia dura. Democracia justa.

Este tipo de justicia dió origen a la Ley del "Talión", que fue el punto de partida del concepto jurídico de pena, el que ha ido evolucionando paulatinamente.

"El hombre no persigue la justicia, el hombre persigue la INJUSTICIA" per natura.

Cuando se omite o lesiona la justicia se genera una agresividad contra el autor de la injusticia, el grado de perjuicio determinar de parte del agredido, el tiempo que la compensación reparatoria dure o llegue.

Esta reacción, en la época primitiva, no se orientaba contra el autor mismo y el afectado acometía con una agresividad no dirigida, ni medida, es decir contra la masa representativa del ofensor, destruyendo y matando sin medida ni control; es lo que se llamó "Reacción Amok". Siendo esta situación el gran error histórico de las revoluciones, los golpes militares y las guerras civiles recientes. Aunque, actualmente en USA., se dan muchos de estos casos, cuando echan a un trabajador, o a un alumno de un college, éste vuelve a los pocos días cargando muchas armas y produce una matanza. Lo mismo sucede si alguien no te paga o si una empresa te estafa.

Posteriormente, dicha agresividad fue evolucionando y orientándose hacia la destrucción del autor; pero, surgió la venganza y la falta de proporcionalidad, incurriendo a veces la víctima del delito en injusticias aún peores.

Vino después la evaluación del daño causado para obtener equivalencia y se convino en que el asunto debía quedar entregado no al interesado, sino a otra persona imparcial y solvente. Moralmente solvente.

Así surgió el concepto de que nadie debe ser Juez de su propia causa, como en la actualidad es el caso de la Justicia Militar chilena, debiendo ventilarse el juzgamiento de los hechos en ciertas instituciones, en los Tribunales.

La justicia, materializada hoy en la Ley, se impone con acierto y siempre que no tenga apremios ni coacción de ninguna especie.

Cuando la ciudadanía se estima víctima de injusticias, se revela contra el orden establecido, contra las leyes y las normas; piensa que se ha violado la constitucionalidad y se han atropellándo los derechos ciudadanos.

¿Y qué ocurre cuando otros individuos son víctimas de injusticias?.

Los menos reaccionan con indiferencia, pero la mayoría solidariza con los afectados (aunque sea en silencio cuando se tiene miedo); o sea, se genera un fenómeno sicológico denominado" identificación". En Chile la mayoría se identifica, por ejemplo en el deporte, con el club más pequeño o con el más débil.

Esta misma reacción surgida como respuesta ante las injusticias, se opera también, cuando algún individuo, por favoritismo, recibe más de lo que le corresponde ( beneficios de los clanes antes mencionados ); ello, a veces, obedece a la envidia y al deseo de que todos reciban lo mismo y en igual medida y proporción, que también es injusto.

También, puede darse como expresión de rebeldía por haberse roto el principio de igualdad en que se basa la justicia.

En la Instituciones armadas, hoy, como dice el chiste, hay algunos más iguales que otros.

En todo el mundo civilizado sólo hay dos métodos para restaurar la justicia perdida…:

La indemnización, va tras la reparación de los daños, como ocurre en los juicios civiles en que se indemniza al perjudicado. Cuando el daño es la pérdida de la vida de un ser querido, no puede ningún sistema determinar la cuantía capaz de indemnizar tal pérdida.

En la historia reciente de Chile, estimamos, que la participación de agentes del Estado en la eliminación sistemática de supuestos opositores al Régimen Militar implica la participación de los familiares de esas víctimas en la determinación de la cuantía de la indemnización y no de parte exclusiva de miembros del Gobierno. Porque se ha visto que los valores determinados por éstas son realmente injustos.¿Porqué pagaron más de mil millones a los familiares por la muerte de Letelier o de Soria?, ¿Es que unas vidas valen más que otras?. Tarea para la casa y situación pendiente.

Podemos asegurar que aplicando este sistema, aunque se encuentren los cuerpos de la totalidad de los detenidos desaparecidos, nunca se tranquilizarán los ánimos y como bandera de lucha de los afectados se solicitará "verdad y justicia".

Como los judíos, pasarán 80 años y la deuda la arrastran las generaciones. Si no hay justicia, no hay tranquilidad.

No sólo en Chile, resultaron afectados los muertos detenidos desaparecidos, los torturados, los exonerados, los exiliados, las expropiaciones de bienes tanto muebles como inmuebles, las violaciones, las violaciones de correspondencia, las agresiones físicas, las detenciones arbitrarias, los allanamientos, etc. etc.

En Chile hay mucho dolor pendiente y debe ser, por la sanidad mental de los chilenos tarea de primera importancia para el futuro Gobierno. Ya no la verdad y la justicia, sino las indemnizaciones necesarias, con el fin de mitigar, aunque sea en parte, estos sentimientos.

Por lo tanto, primero el Estado debe considerar la indemnización, una indemnización decente, justa y oportuna, luego la sanción de los culpables.

Debemos recordar que estos culpables, son los mismos que impiden que la lucha contra la delincuencia común tenga mayores éxitos. Por lo tanto, aunque no parezca, estos problemas están directamente ligados entre sí, aunque hay partes interesados en desvirtuar esta realidad.

Insistimos, en Chile la indemnización ha sido en la mayoría de los casos inexistente o muy magra, salvo un par de casos. Pero la sanción es casi inexistente. En estas dos características se basa la sensación de injusticia tan generalizada hoy en Chile.

Esperamos que en Chile la teoría "Vindicativa" de la sanción no se dé, ya que se basa en la venganza y que el ofensor deberá pagar a la sociedad el daño causado; aunque éstas teorías nadie las defiende científicamente, en países vecinos se ha dado, al retorno de la democracia.

El gran problema de la Seguridad actual en Chile, es por la mala aplicación de la teoría "Preventiva" de la sanción. Esta sustenta que la sanción tienda a que el individuo que incurrió en el delito, no vuelva a reincidir, o sea, que se le impone un sufrimiento equivalente a los beneficios que obtuvo al delinquir, creándose un freno inhibitorio cuando en el futuro conciba la misma idea de delinquir. Así la sanción previene la reincidencia.

He aquí otro factor de injusticia, que perdurará por muchos años. Es sentimiento de las víctimas de violaciones de los derechos humanos, que si no hay sanción, el "Golpe Militar", con todas sus crueles consecuencias, se volverá a repetir, o por lo menos, las asonadas.

Esta teoría, sólo ha demostrado la continuidad del sentimiento de pérdida y dolor, pero no ha demostrado su efectividad, pues las estadísticas demuestran que las reincidencias son abrumadoras, llegando a estimar los sicoanalistas recientemente, que la sociedad está aplicando insensible e inconscientemente la primera teoría, la venganza. En Chile todavía no se da el caso de venganza, una vez que el militar ha jubilado y está generalmente, sólo e indefenso.

La teoría del "Escarmiento", complementa a la anterior, siempre que se aplique en su justa medida y sostiene que el castigo ejemplariza y escarmienta a los demás.

Pero, esto también es relativo y muchas veces se han producido reacciones de solidaridad, encubrimiento y compasión con el victimario, por esto del sentido de identificación con el más débil que casi todos tenemos. Se despiertan los sentimientos de conmiseración en el pueblo y aflora en algunos individuos el deseo de revelarse públicamente. (Los cabecillas de los golpes militares se ajustan a esta característica).

Sin olvidar, de que los pueblos, con los años

Elijen democráticamente a sus ex tiranos y opresores.

Por otra parte, los encierros de los presos, no siempre importan la curación, y surten, por lo general, efectos contrarios, especialmente en nuestros establecimientos penales, ya que casi no existe la capacitación formativa, la capacitación o la reinserción laboral.

La teoría de la "Defensa Social", está basada en la protección de la sociedad respecto de los delitos que cometen los individuos, es decir, según esta teoría el castigo se impone, no tanto para procurar que el sujeto activo corrija sus tendencias delictivas y se logre un escarmiento en los demás, sino más bien, para defender a la sociedad de éste.

Resumiendo, se concluye, que no se conoce el mecanismo preciso de la sanción, y, por el momento un remedio empírico que puede o no surtir los efectos.

Hoy en día se a abierto paso en el campo de la efectividad de las penas, la teoría de la "readaptación social", que es la que da a la pena, el carácter de medio de readaptación del individuo al ambiente social.

Pero, ¿Cómo podemos readaptar criminales y miembros de las FF.AA o Carabineros?. Si aun no los podemos identificar y menos adaptar, por lo pronto, la sociedad los tiene que neutralizar en su actividad social, con lo que libera a sus compañeros, sean estos sus jefes y o subordinados de la carga moral y ética que impide el desarrollo armónico de sus actividades o de la aplicación de la justicia y del derecho.

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