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Resumen de Derecho Financiero UNA

Enviado por cesar talavera


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

  1. Concepto de finanzas
  2. Ciencias de las Finanzas
  3. Antecedentes históricos, evolución
  4. Naturaleza y finalidad de la ciencia financiera
  5. La actividad financiera del Estado
  6. El Derecho Financiero. Concepto
  7. Los gastos públicos
  8. Clasificaciones de los ingresos públicos según la Constitución Nacional.
  9. Contenido esencial de las finanzas funciones
  10. La Obligación Tributaria
  11. El Impuesto
  12. Elementos de impuesto
  13. Momentos de la imposición
  14. Clasificación de los impuestos
  15. Tasas
  16. El principio de la proporcionalidad, y el de la progresividad
  17. Finanzas municipales
  18. De los presupuestos
  19. Doble y múltiple imposición
  20. Las cuatro reglas de Adan Smith
  21. Impuesto a la renta
  22. Impuesto al consumo
  23. Impuestos indirectos
  24. Impuesto territorial
  25. Crédito Público y de la Deuda Pública
  26. Técnica financiera en el uso del crédito público
  27. Derecho aduaneros (Cont.)
  28. Bibliografía

Concepto de finanzas

Es una ciencia cuya finalidad es determinar los medios a partir de los cuales se obtendrán los recursos ya sean originarios o derivados, para el cumplimiento de los objetivos políticos, sociales, económicos y jurídicos del Estado.

Es una actividad propia que desarrolla el Estado para obtener bienes y recursos con que satisfacer las necesidades públicas, las que pueden ser de dos categorías:

a) Necesidades Absolutas: relativo al mantenimiento del orden jurídico y la defensa de la soberanía; y

b) Necesidades Relativas: relativo a la creación de servicios, de salud pública, educación, etc.

Las finanzas públicas, en su concepción actual y genéricamente consideradas, tienen por objeto examinar como el Estado obtiene sus ingresos y efectúa sus gastos. (Villegas).

Ciencias de las Finanzas

Concepto

El Prof. Sosa Centurión dice que, el Derecho financiero, es el conjunto de disposiciones jurídicas que regulan los derechos y las obligaciones relativos a las finanzas.

La existencia del recurso, exige del Estado la facultad de regular el medio para obtenerlo.

La ciencia de las Finanzas estudia los principios abstractos, los objetivos políticos y las normas que rigen a la adquisición, la administración y la inversión de las riquezas requeridas por los entes políticos para la satisfacción de las necesidades públicas.

El sujeto activo de las finanzas públicas lo constituye el Estado, cualquiera sea su estructura nacional, provincial o municipal. La acción del Estado a través de sus órganos descentralizados o autónomos, cualquiera sea su estructura, en el campo de las finanzas, deben estar integradas armónicamente, sin perjuicio de sus funciones esenciales.

Distinción entre Ciencias de las Finanzas pura y ciencia de la aplicación de los principios financieros.

La Ciencia pura de las finanzas o Teoría financiera, podría definirse, según Griziotti, como la "ciencia abstracta que estudia la construcción lógica y sistemática del presupuesto público, las leyes y los principios de los ordenamientos, tanto concretos como ideales de la repartición de las cargas públicas, desde el especial punto de vista que consiste en establecer, si tales ordenamientos son idóneos para satisfacer una determinada necesidad, mediante una distribución establecida, previamente propuesta".

Es decir, que estudia los fenómenos concretos para conseguir un fin determinado, el cual es satisfacer una necesidad efectiva mediante una determinada distribución de las cargas públicas.

La ciencia de la aplicación de los principios financieros, contrariamente, lleva a la obtención de los objetivos políticos, es decir, investiga las formas en que el Estado busca obtener la riqueza necesaria para su existencia y funcionamiento, para el cumplimiento de sus fines éticos y sociales enunciados en los preámbulos Constitucionales.

Pueden considerarse doctrinalmente en la actividad financiera, cuatro aspectos: el Político, el económico-social, el jurídico y el técnico operativo.

– El aspecto Político, consiste en conocer los principios directivos para la elección de los recursos.

– El económico, se manifiesta en las funciones económicos-sociales, que los recursos cumplen en cuanto brindan los medios para los gastos y para el logro de los fines del Estado, de la colectividad y de los individuos que la constituyen.

– El jurídico, se halla a través del fundamento y en relación de derecho que caracteriza a cada uno de los recursos.

– El técnico reside en considerar la operación apropiada que ha de permitir al Estado la obtención de sus recursos.

Definición.

Ciencia Fiscal o Ciencia Financiera o simplemente Finanzas, son distintos nombres con que se designa una misma disciplina científica.

Es la ciencia social que tiene por objeto procurar los medios necesarios al Estado, provincias o municipios, para la satisfacción de las necesidades públicas en el marco del cumplimiento de los fines éticos, económicos, jurídicos y sociales que le corresponden.

Otros la definen como el conjunto de reglas y principios que determinan la manera de constituir, administrar e invertir el patrimonio público.

Etimología.

La palabra finanza proviene del principio latino Finattio que significa pagado. Actualmente, se reconoce la derivación que proviene de la voz latina fines, la cual pasa al latín finis que significa fin, entendido este como el pago con que se concluyen los negocios jurídicos.

Esta significación cambio varias veces, en un primer periodo designaba a un fallo judicial, luego a la multa fijada en un juicio y, finalmente, a los pagos y prestaciones en general.

Antecedentes históricos, evolución

En primer término debemos destacar el hecho de que la preocupación sobre materias hacendísticas, apareció en todas las agrupaciones humanas, que alcanzaron en la historia cierta entidad, y que aun en las obras más remotas encontramos referencias llenas de significado sobre la trascendencia de esta actividad del Estado, aunque no pueda señalarse, sino muchos siglos después, una obra que ya sea un tratado especifico sobre el tema y que pueda considerarse como antecedente de los conceptos actuales.

En otros términos primeramente se debe destacar, que la preocupación del hombre en materia hacendística desde antiguamente apareció en las agrupaciones humanas, logrando alcanzar en el curso de la historia, su propia identidad. Incluso en las obras más remotas se llegó a encontrar importantes referencias sobre el punto, llenas ya de significados propios de las finanzas, hechos que paulatinamente ha venido inscribiéndose en el campo de esta actividad del Estado, a pesar de que recién después de muchos siglos, se ha señalado en las obras tratados con caracteres específicos relativos al tema, los que hoy día, indudablemente sirven de antecedentes a los conceptos actuales de la finanzas.

En Egipto, 3400 A.C., ya se encuentran prácticas y experiencias financieras y lo mismo puede decirse de Babilonia y Persia, e incluso en la Biblia se constata que la dispersión de las tribus de Israel y la ruina de la monarquía hebrea, a la muerte de Salomón, no es ajena a fenómenos tributarios. Para todos estos Estados ya fueron familiares los impuestos relativos a las tierras y las transacciones comerciales, y se atribuye – en parte – su ruina y decadencia, a la prodigalidad con que los soberanos destinaron los recursos públicos, lo que se obtenían de manera demasiado onerosa de sus súbditos.

El mundo antiguo vivió constantemente en guerra de conquista, donde uno de sus principales objetivos, era establecer un tipo de hacienda conocido hasta hoy como parasitaria, en la que se trataba de desplazar la incidencia o peso de los impuestos sobre las economías más débiles.

Grecia vivió de los impuestos provenientes del comercio internacional y de las tierras de modo que, en muchos de los discursos de la época se encuentran referencias financieras.

La Republica de Platón y La Política de Aristóteles ofrecen algunos importantes aportes, aunque es la crematística la más importante concepción Aristotélica de la Economía Política.

Se resalta el carácter predominante financiero o tributario de las guerras de conquista de Roma, que tuvo también su sistema impositivo interior. Sin embargo, prefirió mantener la organización de los países conquistados y una sumisión hasta cierto punto nominal, a cambio del tributo imperial. A la caída del Imperio Romano, el mundo Occidental entró en la Edad Media, que fue más bien desarrollado por el Gobierno Feudal, quienes redujeron el panorama financiero y sus perspectivas, implicando ser un pequeño problema para los señores feudales. Este sistema llegó a desintegrar el concepto y finalidad de los impuestos. En efecto, los últimos emperadores romanos vieron surgir a los hombres poderosos que obtuvieron de ellos inmunidad fiscal, este privilegio se extendió a cada provincia, y los grandes señores feudales, trataron de obtener iguales exenciones, a lo que se agrega, que las tierras del fisco, que se otorgaban por concesión gozaban también de inmunidad. Este privilegio se fue generalizando y extendiendo en las provincias al grado que la primitiva obligación impositiva – signo de señorío y poder – cedió al paso al sentimiento y realidad del que estar obligado, al pago de los tributos que era símbolo de servilismo. El antiguo concepto del impuesto – deber cívico, igualitario y señorial – habría sufrido su primera crisis. Esto se agravó con el nacimiento de otro irritante privilegio; el Honor, que era el Derecho de hacerse dueño de los impuestos que pagaba determinado territorio.

Se había producido con ello, la segunda crisis del comercio de un deber superior para con el Estado, se transformó en un derecho patrimonial en manos de particulares.

La Iglesia Católica alcanzó una poderosa fuerza social y política, y a influjo de su ascendiente, obtuvo para ella como para sus bienes, la inmunidad fiscal y el derecho de cobrar el Diezmo, con la obligación que tomaba de hacerse cargo de la asistencia social y de la educación.

El Impuesto como derecho superior del Estado ya no existía; su primitivo y autentico sentido cayó en el olvido al extremo que, en el año 877, los Carolingios consagraron su propia disposición del derecho de dictar normas impositivas.

Durante los últimos años del Imperio Romano, la inmunidad se conoció como privilegio personal y real, pues, se refería a exenciones territoriales a cuyos recintos el Iudex, (cobrador de impuestos) no tenía acceso, ya que gobernaba un señor que creo el Estado centro del Estado: el Feudo o Señorío, y ahí alojo a cuantos quisieron obtener seguridad o una garantía fiscal a cambio del vasallaje o servilismo. O sea que, la inmunidad territorial, aun cuando pudiera importar una contraprestación al Rey, autorizaba al propio señor a cobrar impuestos a su propio beneficio, dándole la oportunidad de obtener ciervos y vasallos con que cultivar sus tierras.

Solo cuando el antiguo colono se fue transformando en siervo y este en hombre que vivía de su trabajo, y cuando se le permitió hacerse dueño de las tierras que trabajaba y, posteriormente, con el advenimiento del verdadero poder real (rey) y el renacimiento del concepto de Estado, vuelve a surgir el impuesto en su antigua concepción.

Felipe el Hermoso convocó a asamblea para dar origen a los Estados Generales, y en Inglaterra se produce el otorgamiento de la Carta Magna, que si bien otorga a los señores garantías fiscales, importa el reconocimiento explicito de estos al Derecho del Rey, a imponer Tributos dentro del Territorio Nacional.

Después de 6 o 7 siglos, el Impuesto había recuperado su naturaleza original, una prestación de beneficio del Estado para satisfacer con su producto necesidades económicas de este.

Se produce un fenómeno curioso: el impuesto crece y se multiplica, surgen la talla (contribución territorial); las Gabelas (impuestos directos). El pueblo llano soportó un gravamen de más del 50% de sus entradas, situación que duró hasta el triunfo de la Revolución Francesa, lo que fue contrarrestado con una literatura financiera en adopción de normas y principios de justicia tributaria.

Las doctrinas financieras se muestran con mayor o menor profundidad un pensamiento central animando a la actividad hacendística, generalmente van unidas a escuelas económicas, de las que toman su nombre.

El mercantilismo: con la desintegración del feudalismo y el nacimiento de los Estados fuertes y centralizados, el problema financiero recupera su preponderancia y crece en importancia. Ya no bastan las rentas del soberano y las contribuciones de los súbditos para satisfacer las necesidades políticas. La Hacienda necesita desarrollar un complejo de sistema tributario cuyo nombre salió de la etapa del misticismo.

Bodin pública en 1576 Los Seis Libros de la Republica que contienen meditaciones políticas de gran aporte a la ciencia de la finanzas, considerando a los impuestos indirectos y aun a los directos, como arbitrios posibles. Bajo su influjo aparece una densa literatura sobre temas políticos y económicos que ofrece una cierta similitud en el pensar de un grupo de pensadores que han pasado a la historia como los mercantilistas, (patrón oro – plata).

Su primera finalidad fue de tipo político, el engrandecimiento del Estado y la subordinación de la economía a propósitos políticos, la supervaloración de la balanza comercial y un entusiasmo por una densa población.

Las finanzas se miran como el instrumento para alcanzar estos propósitos, enunciándose por primera vez el postulado de las finanzas funcionales, esto es, utilizar la actividad financiera del Estado para fines extra fiscales.

Esta escuela es la primera que destaca la dependencia de la Economía del Estado de la Economía Nacional, atribuyéndole a la primera un carácter parasitario con respecto a la segunda, y de lo cual, se deduce la necesidad de robustecer la economía nacional si se desea tener finanzas sanas y poderosas. Entre sus más destacados representantes se encuentran Tomas Mun, Francisco Fauquier, William Petty, Jhon Locke.

Los Cameralistas: Cameralistas es el nombre dado por los alemanes al estudio de la administración y finanzas públicas. Eran funcionarios de los Estados Alemanes, y sus escritos datan de los siglos XVI al siglo XVII. Eran absolutistas, y para ellos el Príncipe era la encarnación, el bienestar de este era lo más importante y no los inquietaron problemas como el de la justicia Tributaria y la legalidad de los impuestos. El pueblo no debía ser oprimido por impuestos porque esto desalentaba el esfuerzo económico y, por lo tanto, perjudicaba el interés del Príncipe.

Uno de sus representantes: Von Justi, considera a los impuestos como un medio de que el Príncipe regule la economía en beneficio del Estado, su ora Sistema Financiero, puede considerarse como la sistematización de esta escuela (se lo considera un precursor de Adam Smith, por que sugiere la posibilidad de establecer impuestos directos e indirectos para cuya percepción formula reglas que guardan gran similitud con las que enunciara Adam Smith, años mas tarde).

Los Fisiócratas: El siglo XVII vio aparecer en Francia una numerosa literatura económica y financiera, gran parte de ella destinada a criticar los usos y abusos del Ancien Regime. Tuvieron gran consideración por la actividad agrícola y la creencia en las leyes naturales, por lo cual se les ha llamado fisiócratas, y tuvieron antes y después de la Revolución Francesa, señalada importancia, sobre todo Quesnay, que con su Cuadro Económico, dio unidad a este pensamiento en el que la agricultura tomo un rol muy importante. Ella concibió la original teoría de que todas las actividades económicas desarrolladas por el hombre, la agrícola es la única que enriquece auténticamente a la economía nacional y al individuo en forma de un producto neto, por lo cual, era la única riqueza que debía estar gravada, desapareciendo cualquier otro impuesto. Sus postulados constituyen un aporte valioso que la ciencia financiera no olvida. Así se tiene:

– Que los impuestos no deben ser destructivos ni desproporcionados a la renta nacional.

– Que deben aumentarse siguiendo la curva ascendente de esta, y

– Que deben recaer solo sobre la renta liquida, evitándose todo impuesto indirecto por ser estos onerosos en su cobranza, perjudiciales al comercio y destructores de la riqueza nacional.

Entre sus doctrinarios más destacados, además de Quesnay, figura Turgot; Ministro de Hacienda de Francia; Mira Beau, Mecier de la Rieviere, Du Pont de Nemor, Etc.

El Dr. Quesnay fue el médico de cabecera de Luis XIV y de la mujer, que durante 20 años, rigió los destinos de Francia: Madame de Pompadour.

Adam Smith. Con el los estudiosos financieros adquirieron un grado de sistematización, tal que el tratamiento que el dio a estos estudios, ha continuado siendo el mismo hasta hoy desde el punto de vista del método expositivo.

Su investigación sobre la Naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones publicada en 1.776, ejerció profunda influencia, tanto en la ciencia de la Economía como en la Financiera. Representa la más completa reacción contra el estatismo que existió a comienzos de la edad moderna, relegando al Estado un papel pasivo en la vida económica, pero, reconociéndole ciertas funciones inherentes que debe asumir: Defensa del Estado de la violencia e injusticia de otros Estados; Justicia y Seguridad en el interior como creación y mantenimiento de las instituciones públicas y de obras de interés público, que el particular no puede costear (como aquellas que facilitan el comercio y promueven la instrucción pública).

En el aspecto puramente financiero, se aparta de la escuela fisiocratica; sostiene que no solo la agricultura es creadora de riquezas, sino también la industria, el comercio y el trabajo, recalcando que todo impuesto que recaiga sobre una sola de estas tres clases de entradas, es injusto en cuanto no afecta a las otras y que los súbditos del Estado, deben contribuir al sostenimiento del gobierno en proporción a la renta de que gozan bajo la protección del Estado, constituyendo la igualdad el observar esta máxima, y apartarse de ella la desigualdad en la repartición de impuestos. En cuanto a esta formula burguesa, proporcional e igualitaria de imposición, representó – frente a un sistema de privilegios – un paso de tanta importancia como lo representó la ley del Talión para el derecho penal.

Representó a la riqueza industrial y manufacturera como un nuevo aporte al capital y la renta nacional. La importancia de su aporte a esta ciencia se puede resumir en:

– Dio popularidad y respaldo doctrinario a la concepción del Estado Liberal, transformándose en el abecedario de este pensamiento económico.

– Dio una visión sistemática a los estudios financieros.

– Formulo principios que siguen teniendo plena vigencia, como las reglas básicas de la imposición (o reglas de Adams Smith).

– Destruyó la concepción fisiócratica de la creación unilateral de las riquezas, ensanchando el campo de la tributación.

Siglo XIX: en este siglo la ciencia de la hacienda alcanza su madurez como disciplina científica y aparecen en Europa tratados que abarcan el tema independientemente de la Economía política de manera unitaria y orgánica.

El autor que mejor encarna el nuevo periodo, tal vez se A. Wagner, quien en su cátedra, en su actuación política y en su obra, sostiene y patrocina el principio de que las finanzas deben tener un contenido social, empleándose medidas financieras para extender la actuación del Estado mediante la absorción de las rentas privadas para transferirlas a éste en forma que permita la redistribución de las rentas y extensión de los servicios en ayuda a las clases económicas débiles.

Durante este siglo, dos instituciones financieras concentran el esfuerzo teórico y político para lograr sus establecimientos: el Impuesto a la renta y la progresividad de la imposición, como formula para realizar una mayor justicia tributaria.

El Siglo XXI y las Finanzas Funcionales; después de alcanzadas las dos instituciones, producto ideológico del siglo anterior, las finanzas evolucionaron inesperadamente, revolucionando conceptos económicos y financieros.

Dos acontecimientos están ligados al nuevo pensamiento: la Depresión mundial que aconteció en el año 1929 al 33, y la segunda guerra mundial. Ambos ocasionaron una inmensa perdida material a la que sumó la profunda crisis espiritual, producto de este periodo llamado por Henry Wallace El Alto Costo del Fracaso.

El análisis de los economistas clásicos resultó insatisfactorio para explicar la depresión acaecida en aquella década, en que el reajuste automático de la economía no se producía como sostenían ellos.

Keynes publicó, en 1936 su obra Teoría General de la Ocupación, el Interés, y el Dinero, sosteniendo que los postulados de la teoría clásica, solo eran aplicables a casos especiales y no en general. Por cierto, no fue el primero que formulara los nuevos principios financieros, pero si fue el que sistematizó sus ideas y elaboro esta teoría general en la que se destaca la función de los procesos de inversión, de Ahorro y de Consumo. De este análisis hecho con las nuevas experiencias y con profunda observación de las realidades, resultó una nueva concepción financiera y una nueva política fiscal que es conocida como Finanzas Funcionales, de ella el Estado emerge con otras y altas responsabilidades en las que debe utilizar su actividad financiera para obtener finalidades económicas y sociales en las que las finanzas dejan de ser neutrales para adquirir una función dentro del proceso económico.

Naturaleza y finalidad de la ciencia financiera

La ciencia financiera tiene el rol especifico le corresponde la consideración de los principios de repartición de los gastos públicos y las condiciones de aplicación. Estudia el punto de vista económico y el político de hechos financieros, analiza las entradas y los gastos para determinar el mejor funcionamiento de la organización financiera con miras al interés general, es entonces, una ciencia social y sobre todo política.

La Actividad financiera compete al Estado, conforme a los lineamientos del derecho público, de modo que su naturaleza es más bien de carácter público.

Keiser: El Estado es persona jurídica de derecho Público, aunque en algunos casos su gestión se regule por el derecho privado.

a) La literatura de ciencia financiera:

Según las fuentes que se disponen, las nociones sobre economía financiera se hallan muy dispersas en la literatura de la antigüedad. El breve comentario de Xenofonte De los Ingresos del Estado; escrito en el año 353 AC. Y la economía pseudo aristotélica, solo tienen importancia en cuanto al conocimiento del estado financiero de la época. De mayor trascendencia son las exposiciones contenidas en la Ética a Nicomano y La Política de Aristóteles, concernientes a la diferencia entre los criterios de justicia conmutativa y distributiva en el reparto de las cargas. Estas doctrinas tuvieron considerable influencia en las ideas medievales y modernas de justicia impositiva.

La evolución y las transformaciones operadas en el objeto y en el significado de las instituciones financieras sobre todo de los impuestos y el crédito público originan exposiciones y discusiones a propósito de la Ciencia Financiera, que se extiende en la medida de aquellas. La doctrina económica contenida en discusiones teológicas contiene varias observaciones fundamentales sobre la teoría y la política financiera, como la justicia de los impuestos, la moral impositiva, las exenciones impositivas y los empréstitos. Los empréstitos forzosos a interés implementados en las repúblicas italianas a partir del siglo XIV, provocaron conflictos con motivo de las prohibición eclesiástica sobre el interés y la usura en eruditos florentinos como Bernardo de Siena.

Las cuestiones financieras fueron tratadas más extensamente por primera vez, por Jean Bodin en su obra Seis Libros de la República (1.577). Giovanni Botero, Peny, Locke y otros, se ocuparon de cuestiones financieras en gran numero de publicaciones de carácter preferentemente jurídico y compilatorio, que conservan aun su valor para el conocimiento de la situación financiera de la época.

La evolución de la literatura financiera, íntimamente ligada a la historia de la economía política, parte del Estado absoluto bajo autoridad del príncipe y la tutela mercantilista, a través del Estado cameralista y administrativo del despotismo ilustrado hasta el Estado liberal del Siglo XIX, y el Estado administrativo y social presente, comprende desde Bodin a los juristas fiscales; algunos mercantilistas italianos y franceses más los cameralistas antiguos y posteriores, mientras que a los Fisiócratas: Adam Smith y sucesores (D. Ricardo, Maltus), hasta llegar a los maestros de las Ciencias Financieras Alemana (Stein, Rau, Wagner, y los representantes de la nueva teoría financiera escandinava y anglo – norteamericana, quienes no niegan la influencia alemana.

La antigua literatura de la Ciencia Financiera, se elabora, generalmente, con carácter enunciativo en las llamadas bibliotecas cameralistas, que constituyen la más remota bibliografía alemana de las ciencias económicas y sociales.

b) La posición de la ciencia financiera en el Sistema de las ciencias

La ciencia Financiera pertenece al sector de las ciencias, cuyo objeto es la investigación de la vida social humana. Una parte de estas ciencias, cuyo conjunto se llama ciencias sociales, tiene como objeto los fenómenos económicos de la vida colectiva, es decir, los procesos y relaciones que resultan de causas y hechos económicos dentro de la existencia y conducta de las economías al servicio de la sociedad, o sea que, los problemas que proceden del esfuerzo del hombre para satisfacer sus necesidades, son objeto de estudio de la economía social.

La economía socia se ocupa de los fenómenos de la vida económica que se dividen en dos tipos:

a) Aquellos que tienen por objeto las relaciones reciprocas de las economías privadas, y

b) Las relaciones de las economías públicas, tanto reciprocas (con si mismas) como con las economías privadas.

Los fenómenos o actividades y relaciones económicas de las economías Públicas, conciernen a la Ciencia de la Economía Política o Ciencia de la Economía Pública.

La ciencia financiera es una parte de la Ciencia Económica Pública, es pues, la parte que se trata de la Economía financiera pública de las economías colectivas obligatorias o de las economías colectivas públicas. (Economías Colectivas Públicas u obligatorias, son las asociaciones obligatorias del derecho público que sirven a fines públicos, y son objetos económicos, ellas mismas; el Estado y los municipios por ejemplo).

c) La economía financiera

Por economía financiera entendemos, la suma de medidas o instituciones que tienden a la útil fijación y organización de las necesidades y, particularmente, a la obtención e inversión de los recursos, para satisfacer las necesidades de una determinada economía.

La economía financiera no es como erróneamente se piensa, que es la economía del Estado o de la entidad pública en general, solo conforma una parte de esta economía pública que persigue la finalidad de satisfacer necesidades públicas por el ofrecimiento de prestaciones y servicios de distinto tipo.

La economía financiera pública, es la suma de medidas e instituciones que tienen por fin la determinación del tipo y la cuantía, así como la obtención e inversión de los recursos para la producción pública material e inmaterial, en cuanto estas medidas e instituciones, no sean del tipo de la economía puramente privada.

Así como se entiende por economía, un círculo cerrado y uniforme de instituciones económicas, se designa con la expresión de economía financiera pública, tanto al organismo económico de las finanzas públicas como la actividad económico-financiero que tiende a financiar las entidades públicas.

d) El concepto de la ciencia financiera

Según Wagner, la doctrina sobre el presupuesto del Estado, se llama Ciencia financiera. Su objeto es conforme a los principios del Derecho General del Estado (público) o de acuerdo a las leyes de la economía nacional desarrolladas por la Ciencia Económica, fijar la legalidad de las necesidades del Estado y la influencia de la obtención de recursos por el Estado sobre la economía nacional, así como pronunciarse sobre el método correcto de proporcionar ingresos al estado.

Se puede hablar de Economía Financiera pública y, en consecuencia, de una Ciencia financiera, en el Estado actual, solamente desde que el Estado y las comunas, tienen una economía que esencialmente se distingue de la economía privada.

La ciencia financiera es tanto doctrina que trata de las medidas, fenómenos e instituciones económicas emergentes de la economía especial de las entidades públicas de existencia necesaria en cuanto a obtención e inversión de recursos.

La Ciencia financiera logra su distinción, según el objeto y el método que pide Kant, al circunscribirse a la economía especial de las entidades públicas, la cual se distingue esencialmente de la economía privada, por la forma de obtención y empleo de sus recursos.

Si se quiere dar un sentido más amplio al concepto de la Ciencia Financiera su estudio debería dividirse en:

– La Ciencia de la Actividad Financiera de entidades públicas, en cuanto tiene por objeto la satisfacción de las necesidades financieras, conforme al carácter especial de entidades públicas, constituye lo que se conoce como Ciencias Fiscales, o sea Finanzas para satisfacer necesidades.

– La Ciencia de los medios y recursos económicos-financieros, en prosecución de objetivos de política reguladora y no dedicado a la financiación de entidades públicas, constituye lo que se conoce como Finanzas de Política reguladora o Finanzas reguladoras.

e) El nombre de Finanzas y de Ciencia financiera

Lo que actualmente es objeto y materia de la ciencia financiera, esta tratado (con las reservas de la evolución de la economía política y del derecho) en las publicaciones de los siglos XVI y XVII con el titulo de erario.

En la literatura alemana, siglo XVIII, la ciencia financiera aparece bajo el nombre de Ciencia Cameralista que comprende a todas las doctrinas relativas a la Financiera, propiamente dicha, el nombre de economía de Estado o Ciencia de la Economía del Estado. Esto fue objetado desde el comienzo afirmándose que la Ciencia Financiera se distingue perfectamente de la Ciencia de la Economía del Estado, por que aquella se ocupa de la adquisición de recursos de los príncipes del Estado, mientras que la Ciencia de la Economía del Estado se refiere más bien a su institución.

Pronto se renunció a emplear los nombres de Economía del Estado o Ciencia de la Economía del Estado para designar a la Ciencia Financiera por ser demasiado vagos, quedando solo Ciencia Financiera, para designar a la Ciencia o Teoría de la Economía Financiera Pública.

f) División de la Ciencia Financiera

La Ciencia Financiera, es decir, la Teoría de la Economía Pública que satisface las necesidades, se divide en Ciencia General y Ciencia Especial.

La Ciencia Financiera general estudia los fenómenos de la economía financiera pública, y lo hace de dos maneras: por el camino de la investigación realista empírica, obteniendo resultados deducidos de manifestaciones históricas en la economía financiera pública, y también, por el medio de la investigación abstracta o exacta que reduce los fenómenos económicos a sus elementales factores constitutivos para llegar, mediante la abstracción, a resultados universalmente válidos y absolutos.

La Ciencia Financiera especial es o bien, comparada de un grupo determinado de civilizaciones y economías, o bien descriptiva de las instituciones públicas económico-financieras de una determinada comunidad pública.

Esta división no debe confundirse con la división en teórica y practica. La Ciencia financiera o Política Financiera, es más bien la teoría sobre los fines de la Economía Financiera Pública.

g) El objeto de la ciencia financiera

En el sentido más amplio o empírico, es la economía financiera pública o la economía que busca satisfacer las necesidades, la adquisición o suministro de recursos, caracteriza a la economía financiera pública convirtiéndola en una economía especial.

El objeto propiamente dicho o epistemológico de la Ciencia Financiera es la obtención y posible disposición económico-pública de los recursos que necesita una economía pública para realizar sus objetivos. Por ejemplo la actividad económico-financiera para la construcción de caminos públicos, no consiste en el suministro de piedras transporte, etc., sino en la obtención y posible disposición de los medios monetarios que la administración vial necesita para las prestaciones materiales y ejecución de los trabajos.

h) La tarea de la Ciencia Financiera,

En principio, la tarea de la Ciencia Financiera, esta determinada, en un sentido, por el tipo y el volumen de la vida económica de las economías colectivas obligatorias y, desde luego, del Estado, en otro, por la organización de la economía nacional que sostiene esas economías colectivas.

La ciencia financiera se interesa exclusivamente, por la manera con que pueden conseguirse los recursos económicos a aplicarse para que transformen en servicios y prestaciones públicas, vale decir, que ella debe investigar los medios que pueden aplicarse para el cumplimiento de los fines estatales, conforme a las condiciones de cada país.

Está relacionada estrechamente con la Ciencia Administrativa y la Política económica, de manera que los limites entre las tres disciplinas, – Economía Política, Ciencia Financiera y Ciencia Administrativa – parecen confundirse por las necesidades de la practica que ensanchan cada día las tareas de las ciencias con ella relacionadas, razón por la cual, se ensancha el ámbito de la su propia misión, que debe ser continuamente delimitada.

i) Teoría de los fenómenos de la economía financiera publica

La naturaleza de los fenómenos económicos financieros públicos, está concebida por la antigua teoría como un caso particular de cambio o de circulación, por lo cual, los tributos vienen a resultar retribuciones a los servicios públicos.

El proceso económico financiero público, es considerado como de consumo o de producción de bienes económicos, o como intercambio entre el Estado y los individuos.

El objetivo de esta interpretación del proceso económico-financiero, fue antes que una explicación teórica, obtención de normas prácticas para la política financiera.

Se tiene las siguientes teorías.

Teoría del Consumo: la Actividad financiera, es un acto de consumo colectivo y público, la economía pública consume bienes materiales y lo transforma en prestaciones de servicios, pero no crea nuevos valores, puesto que según ella, solo los bienes materiales son bienes económicos reales, por lo que los gastos públicos se consideran consumos improductivos de riqueza. Representantes: Adam Smith, Juan Bautista Say.

Teoría de la Productividad: considera la actividad económico-financiera pública, como producción de bienes inmateriales: protección jurídica, orden público, seguridad, salud y educación, etc., explicando solo la economía pública de los gastos. Representantes: Adolfo Wagner, F. List., etc.

Teoría del Cambio: pretende apreciar ambos lados de la economía financiera pública: la de los ingresos y la de los gastos, interpretando el proceso económico – financiero como circulación económica de bienes, conocida como Teoría del Liberalismo Manchesteriano. Representantes: Francisco Bastiat, Montesquieu y Mira Beau.

Teoría de la Distribución: Para esta, los fenómenos de la economía financiera, son solo problemas distributivos en los que el proceso económico-financiero, consiste en el reparto de los gravamenenes públicos entre los individuos. El reparto de los gravamenenes es importante, pero de ningún modo comprende a la totalidad del proceso económico financiero.

Teoría de la Transferencia: Ve la naturaleza de las finanzas, en la transferencia del poder adquisitivo, según el principio de la máxima utilidad social. Considera el proceso económico – financiero, no en su carácter de proceso, sino observando el resultado de la distribución, transformándose en teoría de redistribución cuando se atribuye a las finanzas, no solamente la tarea de satisfacer las necesidades financieras, sino además, la de cambiar la distribución de los ingresos y patrimonio. Representantes: H. Dalton, Wagner.

Teoría Cooperativa: Ve en la economía pública, una acción cooperativa de producción y consumo que produce bienes públicos, y los traspasa a sus miembros, según principios cooperativos determinados por el bien común. Representantes: De Vitti De Marco.

Teoría de la lucha de clases: Según estos, los fenómenos económicos financieros, no son más que expresión de relaciones de poder económico y políticas; considera el proceso cíclico del cambio en el poder político como una circulación de las elites. Estos, llegados al poder, no tendrían intención de administrar con equidad, sino de conservar el poder empleando varios medios; entre ellos, una distribución de los impuestos que corresponda a los intereses egoístas de su circulo. La historia política de todos los tiempos, ofrece ejemplos en apoyo de esta teoría, pero entonces, la circulación de las mejoras, tendría que llamarse Circulación de Bandidos. El proceso económico-financiero bajo el poder, sería un mal disimulado robo. Representantes: Loria, Conigliani, etc.

Se debe resaltar que son erróneas todas las teorías del proceso económico-financiero público, cuando se fundan fuera de la economía financiera, sea en la Ciencia del Estado, en la ética o en las teorías económicamente puras.

Las insuficientes interpretaciones de estas teorías, se explican además, por que se confundió la economía financiera pública con la economía pública, y, también por que nuestra ciencia, es considerada parte integrante de la economía nacional de igual naturaleza que las economías privadas, y nuestra economía financiera no lo es.

j) La circulación de Bienes en la economía financiera publica

La circulación de bienes en la economía financiera pública, debe ser considerada desde un doble punto de vista: como proceso económico especial y autónomo, que es una parte de la economía pública, y luego, como un sector de la economía nacional. Cada proceso económico, es obtención, disposición o distribución y empleo de bienes; esta circulación de bienes, en la economía financiera pública, se desarrolla según valoraciones basadas en el interés público y conforme a estipulaciones unilateral y obligatoriamente fijada por el derecho público.

La actividad económica financiera, persigue el fin de conseguir y poner a su disposición medios para satisfacer las necesidades públicas. Exige la obtención, adquisición o producción de bienes, que son los tres momentos de la actividad financiera.

La economía financiera pública, como parte de la economía nacional, tiene especial importancia en la circulación de bienes, y su función esencial, no es determinar la distribución del rendimiento de toda la economía del producto social, sino realizar esa distribución en la proporción que le es fijada. Es evidente que la circulación de bienes, en la economía financiera pública, influye en la distribución del producto social y, por ende, en la distribución de los ingresos y patrimonios, la que interviene también en el consumo, controlando ahorros y gastos.

La circulación de bienes en la economía financiera, no quiere decir otra cosa que, transferir medios monetarios de la economía privada a la pública, sirviéndose de la imposición y del crédito público para fines sociales y para fines de una política ordenada, logrando este nuevo rasgo típico desde el cuarto decenio de este siglo, que ha reforzado su carácter de proceso económico completo de producción, distribución y consumo, efectuando por conducto de la circulación monetaria.

k) Las relaciones de la ciencia financiera con otras ciencias

La ciencia financiera es una parte de las ciencias sociales. En algunas de ellas encuentra su complemento y, en otras, su fundamento. Tres círculos concéntricos rodean a la ciencia financiera con la importancia de ciencias afines auxiliares.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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