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Tendencias criminológicas (página 4)


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Jung desexualiza la libido freudiana, afirmando que puede regresar más allá de la infancia más lejana, manifestándose en las huellas o vestigios de la vida ancestral, despertando así venerables y tenaces imágenes místicas: los arquetipos; da al inconsciente un papel preponderante, diciendo que puede ser para el hombre una guía inestimable, una condición a la que deban resistir los extravíos del consciente.

Esto lleva a preguntar a varios investigadores del crimen, si existe un inconsciente colectivo de carácter criminal, o si pueden heredarse tendencias inconscientes de naturaleza antisocial.

Así entonces, como encontramos símbolos y mitos semejantes en culturas de regiones muy alejadas entre sí, que sólo pueden explicarse por ser parte del legado y herencia de la humanidad, podría decirse que la similitud en la antisocialidad, sería prueba del inconsciente colectivo y se estaría cerca de las teorías de atavismo criminal de otros autores.

1.4.6. SANDOR FERENCZI (1873-1933)

Dice Ferenczi, la personalidad se compone de tres elementos, " el yo instintivo (ello) el yo real y el yo social (súperyo). Cuando predomina el yo instintivo contra el que nada puede el súperyo, nos hallamos ante los delincuentes genuinos; cuando el yo real es débil, nos encontramos con la delincuencia neurótica y cuando la debilidad está en el yo social (súperyo) surge la tercera especie de delincuentes; que está basada según la formación del súperyo" (Ferenczi; citado en Marchiori, 2005ª:225). Por lo que señala que la delincuencia se debe:

a) Violencia excesiva de los impulsos del ello que no permiten derivación ni represión alguna y se descarga directamente.

b) De una insuficiente formación del súperyo que coincidente con un yo, estrictamente utilitario, da lugar a la ejecución hipócrita de los mismos actos delictivos.

c) De una excesiva hipertrofia del propio súperyo que crea en el ya un sentimiento de culpabilidad preexistente que lo lleva a la realización delictiva como medio autopunitivo y expiatorio de sus incestuosas tendencias infantiles.

1.4.7. KARL ABRAHAM (1877-1925)

Abraham nos dice que " la evolución de la libido sufre una evolución durante la cual pueden establecerse fijaciones y represiones de la misma en distintos estadios" (Abraham; citado en Marchiori, 2005ª:226-227). Diseño un cuadro sobre la evolución de la líbido, que presentamos a continuación:

ESTADIOS DE LA EVOLUCIÓN DE LA LIBIDO

ETAPAS DEL DESARROLLO DEL AMOR OBJETAL

PUNTO DE FIJACIÓN

6

Etapa genital final

Amor

Normalidad

5

Primera etapa genital (fálica)

Amor objetal. Limitado por el predominante complejo de castración

Histeria

4

Segunda etapa sádico-anal

Amor parcial

Neurosis obsesiva. Otras neurosis de conversión pregenital

3

Primera etapa sádico-anal

Amor parcial con incorporación

Paranoia; ciertas neurosis de conversión pregenital

2

Segunda etapa oral (sádico-anal, canibalística)

Narcisismo, incorporación total del objeto.

Trastornos maniacos depresivos (impulsos mórbidos, adicciones)

1

Primera etapa oral (de succión)

Autoerotismo (sin existencia de objeto, preambivalente)

Ciertos tipos de esquizofrenia.

Concluye diciendo que los individuos con características delincuenciales están fijados a una etapa sádico-oral, individuos con rasgos agresivos pero que se rigen por el principio del placer en donde predomina la envidia y la ambivalencia.

1.4.8. OTTO RANK (1884-1939)

Rank (1923) señala que " el nacimiento significa un verdadero trauma y representa el primer estado de angustia, modelo de toda angustia posterior, es decir, los síntomas fisiológicos que se producen en el parto: asfixia transitoria, taquicardia, diarrea, opresión, etc., son idénticos a los que acompañan a la angustia. Es un trauma porque es una separación (niño-madre) y porque todas las situaciones que pueden producir angustia se relacionan al trauma del nacimiento" (Rank, 1923; citado en Marchiori, 2005ª:228-229).

Cada etapa por la lucha de la individualidad implica nuevas separaciones desde la separación materna hasta la individualización de la masa. Según la fase a que puede llegar el individuo en su lucha por la individualización. Rank realiza la siguiente clasificación:

OTTO RANK Y SU CLASIFICACIÓN

TIPO

PERSONALIDAD

Individuo normal

Posee una personalidad relativamente armoniosa, adaptada

Individuo Neurótico

Personalidad escindida, ideas contrarias, ambivalencia que constituye un  conflicto, sus objetivos le crean sentimientos de culpa.

Individuo Creativo

En esta personalidad se aúna la voluntad y la realización, presenta una personalidad lograda, se ha llegado a la última etapa de individualización. Es capaz de crear voluntariamente aprovechando sus elementos impulsivos

1.4.9. ANNA FREUD (1895-1982)

A.  Freud expresó que " la persona que trabaja en el campo de la delincuencia debe tener capacidad para una doble fidelidad e identificación con la sociedad por un lado y con el mundo del delincuente por el otro" (Freud; citada en Marchiori, 2005ª:229).

Anna Freud, observa que los dos primeros años, significan para los niños, una necesidad de vínculo maternal-afectivo. Por otro lado la ausencia del padre es el factor determinante de ciertos comportamientos de la juventud de tendencia antisocial. La vinculación emocional que lo une al padre, forma parte integral de la vida emocional del niño y es un factor importante a las fuerzas complejas que tienden a formar la personalidad (Freud; citada en Marchiori, 2005ª:230). [45]

A. Freud deduce que " al niño se le deben brindar en el tratamiento psicoanalítico normas educativas, es decir, preceptos educativos de control y socialización para prevenir conductas asóciales o peligrosas" .

1.4.10. MELANIE KLEIN (1882-1960)

Klein encontró que " los niños que muestran tendencias asóciales y criminales, y que las actúan una y otra vez, eran quienes más tenían una retaliación de sus padres como castigo de sus fantasías agresivas dirigidas a esos mismos padres" (Klein; citada en Marchiori, 2005ª:232).

Melanie Klein, llega a la conclusión de que " no es la debilidad o falta de súperyo, no es la falta de conciencia sino la abrumadora severidad del súperyo la responsable del comportamiento característico de personas asóciales y criminales. El niño pequeño alberga impulsos agresivos contra sus padres, después los proyecta en ellos y así desarrolla una imagen fantástica y distorsionada de la gente que lo rodea, pero al mismo tiempo actúa el mecanismo de introyección de modo que se internalizan imágenes irreales con el resultado de que el niño se siente a sí mismo gobernado por padres fantásticamente poderosos y crueles" (Klein; citada en Marchiori, 2005ª:232).

En la temprana fase sádica, el niño se protege contra este temor a sus violentos objetos, tanto introyectados como externos, redoblando en su imaginación sus ataques contra ellos; su propósito para deshacerse así de sus objetos es en gran parte silenciar las intolerables amenazas del súper-yo. Se establece un círculo vicioso, la angustia del niño lo impulsa a destruir sus objetos, esto lleva a un incremento de la propia angustia y esto lo presiona una vez más contra sus objetos; este círculo vicioso constituye el mecanismo psicológico que parece estar en el fondo de las tendencias asóciales y criminales en el individuo.

" Uno de los grandes problemas sobre los criminales que siempre los ha hecho sentir incomprensibles al resto del mundo, es su falta de los naturales sentimientos humanos buenos, pero esta falta es sólo aparente. Cuando en el análisis se llega a los más profundos conflictos de los que brota la angustia y el odio, también se encuentra el amor. El amor no está ausente en el criminal, sino que está escondido y enterrado en forma que sólo el análisis puede traerlo a la luz. Como el objeto persecutorio odiado era originalmente para bebé el objeto de su amor y libido, el criminal está ahora en situación de odiar y perseguir su propio objeto amado, como ésta es una situación intolerable es preciso suprimir todo recuerdo y conciencia de cualquier sentimiento de amor por cualquier objeto" (Klein; citada en Marchiori, 2005ª:234). [46]

1.4.11. KATE FRIEDLANDER (1903-1949)

Friedlander realiza una clasificación de los jóvenes delincuentes; basada en la perturbación del control del yo pero a diferencia de que la conducta delictiva se asienta por un lado en una formación caracterológica antisocial y de otro en una perturbación orgánica del yo. En términos generales la conducta delictiva resulta de una perturbación en la fuerza relativa de los tres dominios psíquicos, el ello, el yo y el súperyo. La única excepción sería el caso de un criminal que ha llegado a serlo por el mero hecho de adoptar el código ético de su ambiente (Friedlander; citada en Marchiori, 2005ª:236).

Los niños que reciben el efecto de un ambiente criminal, lo traducen en su formación caracterológica antisocial y son incapaces de una ulterior adaptación a un código ético normal, pues su ambiente primogénito ha proyectado y producido tal trastorno en su conducta psíquica que no podrá borrarse por un cambio ambiental.

Friedlander clasifica las perturbaciones de las tres zonas psíquicas en tres grupos susceptibles de futuras subdivisiones, según se deban a un desarrollo caracterológico antisocial, a una enfermedad orgánica o a una psicosis (Friedlander; citada en Marchiori, 2005ª:237-238).

CLASIFICACIÓN DE LAS PERTURBACIONES

GRUPO I

La formación caracterológica antisocial

Los factores constitucionales y ambientales son responsables del desarrollo caracterológico antisocial que podrá presentar diferentes grados. Puede deberse:

Sólo a la formación antisocial del carácter, el comportamiento delictivo se manifestará desde el periodo de latencia sin largas interrupciones y sin que medien provocaciones serias, fuera de los factores ambientales que han motivado originariamente la perturbación.

En este grupo con una formación caracterológica antisocial, la perturbación puede deberse:

a) A una formación caracterológica antisocial de grado menor, con el agregado de una severa tensión ambiental o emocional, esto último por lo general a causa de un conflicto psíquico inconsciente.

b) A una formación caracterológica antisocial, más breve, acompañada de conflictos neuróticos sobre cuya base pueden presentarse formaciones sintomáticas. El síntoma resultante será delictuoso en lugar de neurótico.

c) A un cierto desarrollo antisocial del carácter acompañado de perturbaciones neuróticas de vivir una fantasía en la vida real.

GRUPO II

Perturbaciones orgánicas

El yo está debilitado por perturbaciones tóxicas, orgánicas o trastornos funcionales de los centros nerviosos.

1.    Perturbaciones tóxicas cometidos bajo la influencia del alcohol o de drogas.

2.    Perturbaciones orgánicas deficiencia mental o la falta de capacidad intelectual Tumores cerebrales, parálisis general progresiva, traumatismo cerebral, encefalitis si se adquiere antes de la pubertad.

3.    Trastorno funcional de los centros nerviosos. Se distinguen: Epilepsia y comportamiento  disrítmico  agresivo.

GRUPO III

Perturbaciones psicológicas del yo

El yo no puede controlar las exigencias a causa de su incapacidad para distinguir entre realidad y fantasía. Causado por perturbaciones psicóticas.

12.4.12. ESCUELA REFLEXOLÓGICA

Iván Patrovich Pavlov (1849-1936) notable fisiólogo que descubrió en 1890 los reflejos condicionados, estudiando los diversos planos funcionales del sistema nerviosos central y analizó la excitación y la inhibición.

Vladimir Michaelovich Bechterew (1857-1927) elaboró una teoría del condicionamiento, y aplica la fisiología para crear un sistema fisiológico, materialista y mecanicista.

De aquí la explicación del crimen deberá ser, por lo tanto, mecanicista, y la preocupación sería crear reflejos condicionados anticrimen, es decir, respuestas inmediatas e inconscientes a un estímulo específico.

Mira y López nos dice como " la concepción neuroreflexológica  explica la ineficacia de las sanciones (penas y castigos) para conseguir evitar la reincidencia: está requiere la formación de un reflejo condicional negativo ante la situación delictógena y para ello los estímulos inhibidores habrían de aplicarse de un modo que estuviese deacuerdo con las leyes de formación y extinción de dicho tipo de reflejo, lo que ahora, si por casualidad sucede, toda vez que la sanción es siempre a posteriori, lejana y continuada (esto es, sin intervalos)" (Mira y López, 1980:13).

1.4.13. EL CONDUCTISMO

John Broadus Watson (1878-1958) fundador del conductismo o behaviorismo, que parte de negar la existencia de la mente, lo consciente, el inconsciente, entre otros. Watson manifestaba que sólo existe lo observable y lo medible, y los únicos métodos válidos son la observación, los test, los reflejos condicionados y los informes verbales. El objeto de la Psicología, para Watson, es el estudio de la relación constante entre una reacción y una situación, entre la respuesta y el estímulo. Manifiesta que ante todo estímulo efectivo hay una respuesta inmediata de algún tipo. Existe, entonces, un estricto determinismo de causa y efecto en la conducta.[47]

" El hombre no es más que un conjunto de reflejos innatos y condicionados, y la finalidad de la psicología conductista es la modificación de la conducta a base de aprender y desaprender" (Mensías, 2007).[48]

El Neoconductismo (1930-1950), con su principal exponente en C. L. Hull buscó formar una teoría científica de la conducta desde el punto de vista hipotético-deductivo. Corrigió algunas exageraciones watsonianas como la negación de la mente o de los instintos, continuó los experimentos con animales y extendió el método y las leyes de a conducta animal al nivel humano.

Las aportaciones más importantes para el renacimiento del conductismo se deben sin duda alguna a Frederic Skinner (1904-1990). Skinner demuestra que el comportamiento de los organismos está controlado y determinado por factores del medio ambiente, además no niega la existencia de manifestaciones internas de conducta.[49] La base primitiva del estimulo-respuesta, condicionamiento y reforzamiento, continua siendo utilizada por Skinner, para explicar la conducta antisocial.[50]

" De las relaciones de control surgen relaciones más sistemáticas entre personalidades. En el autocontrol, por ejemplo, las respuestas que hay que controlar se hayan organizadas alrededor de ciertos refuerzos primarios  inmediatos. En la medida en que la lucha por el refuerzo hace que esta conducta sea aversiva para los demás, y sólo en está medida, podemos hablar de una personalidad antisocial, el ello o el viejo Adán. Por el contrario la conducta que ejerce control, engendrada por la comunidad, consiste en un grupo seleccionado de prácticas desarrolladas en la historia de una conducta determinada a causa de su efecto sobre la conducta antisocial" (Skinner, 1977:273).

" Hemos visto que los castigos convierten los estímulos generados por la conducta castigada, en aversivos. Cualquier conducta que disminuya esta estimulación se encuentra, por tanto, reforzada de modo automático. Entre los tipos de conducta más susceptibles de generar estímulos aversivos condicionados como resultados del castigo se halla la conducta de observar el acto castigado o de observar la ocasión para el mismo o cualquier tendencia a efectuarlo. Como resultado del castigo, no solamente llevamos acabo otra conducta con exclusión de las formas castigadas, sino que llevamos acabo con exclusión del conocimiento acerca de la condición castigada. La reacción puede empezar simplemente por no querer pensar en la conducta que ha llevado en consecuencias aversivas, puede luego pasar a la etapa de no pensar en ella y finalmente puede alcanzar el punto en que el individuo niega haberse comportado de aquel modo, cuando se le muestra  una prueba de lo contrario" (Skinner, 1977:276).

Los castigos en delincuentes, en lugar de generar una conducta positiva provocan conductas contrarías. Cualquier conducta que disminuya esta estimulación se encuentra, por tanto, reforzada de modo automático. Skinner parte del estudio de los refuerzos que tienden a configurar el comportamiento humano y la forma de aplicación de dichos refuerzos.

Así, la Criminología viene siendo la ciencia del control social el cual se logra por medio de refuerzos. Sin embargo, Skinner afirma que todas las personas controlan y todas son controladas, es decir, que en cierta forma el criminal controla a la sociedad tanto como ésta trata de controlarlo a él. La Criminología se interesó ampliamente por esta tendencia, obteniendo logros principalmente en el aspecto de emociones, hábito criminal, interrogatorio criminal, etc. La simple observación de la conducta externa de delincuentes o presuntos delincuentes recluidos privados de libertad, ha demostrado la fragilidad de las conclusiones de los observadores (ya decían los clásicos que los peores delincuentes son los mejores reos).

La "modificación de conducta" por medios conductistas ha dado resultados en niños, débiles mentales y otros anómalos, pero está muy lejos de ser satisfactoria en su aplicación a antisociales.

El uso de premio-castigo, alabanza-amenaza, ha logrado tener tranquilos a los reclusos, que de esta manera hacen mas llevadera su vida en prisión, pero que en forma alguna los adapta a la vida en libertad. Además se reconoce ya el derecho de los presos a aceptar o no una determinada forma de tratamiento.

1.4.14. TEORÍA DE LA GESTALT

De origen alemán, esta corriente fue fundada por Max Wertheimer (1880-1934), y sus representantes claves son Wolfgang Köhler (1887-1967), Kart Koffka (1886-1941) y Kart Lewin (1890-1946).

Para la teoría de la Gestalt o psicología de la forma, un fenómeno psíquico es en sí una unidad vital, que no puede descomponerse con el análisis sin perder su esencia. Todos lo fenómenos psicológicos, hasta la más sencilla sensación, son un complejo o estructura (gestalt), por lo tanto cada fenómeno psicológico es algo nuevo, diferente de los elementos que han determinado su producción. Mira y López nos dice que " la conducta criminal es en sí una estructura (Getalt) que no puede ser desmenuzada o descompuesta para ser enjuiciada" (Mira y López, 1980:12).

Vincentiis y Semerari nos explican que para la teoría de la Gestalt las cualidades globales tienen muy especial relevancia y son distinguidas en tres grupos:

a) Las estructurales (redondo, cuadrado, abierto, cerrado, inmóvil, móvil, veloz, lento, etc.).

b) Las constitutivas (duro, blando, lúcido, opaco).

c) Las expresivas (solemne, amigable, amenazador, alegre, triste, maravilloso, etc.).

Los objetos pueden adquirir vida personal y suscitar sentimientos de ira, envidia, amor o de castigo. Vincentiis & Semerari nos dicen que " la modificación de la conducta es considerada en relación con la estructura de la situación perceptiva entre el yo y el mundo, y puede dar vida a una actividad criminal" . (Vincentiis & Semerari, 1968; citados en Rodríguez M., 2003:397)

Garret expresa que " el criminal no reacciona a estímulos específicos, sino a la configuración u organización total de objetos que lo rodean. Estas configuraciones o gestalten son verdaderos elementos mentales. Por está razón la psicología de la Gestalt estudia la organización de estas experiencias unitarias, como se producen las leyes que gobiernan sus cambios y de que factores dependen" (Garret, 1975:83).

1.4.15. FENOMENOLOGÍA

Edmund Husserl (1859-1938) desarrolla el método fenomenológico como propedéutico de todas las ciencias, y su aplicación influye en la psicología, pasando de ahí a la criminología (Hiru, 1999).

La fenomenología consiste en una investigación sistemática de fenómenos y de experiencias conscientes, tal y como ocurren en la experiencia, es decir, sin implicaciones.

En la metodología metodológica no se aprenden mecanismos de catalogación, y se busca el evitar casilleros, clasificaciones, etiquetas. También se evita toda idea mecanicista, tratándose del hombre, lo mecanicista resulta cómico.

Partiendo de  las ideas de Franz Von Brentano (1838-1917) sobre la importancia de la intencionalidad, nos lleva a decir, que el hecho humano es ante todo intención, pero además tiene un contenido; intención y contenido son dos de los problemas claves en el estudio de la conducta criminal.

Karl Jaspers (1883-1969), desarrolló la teoría de las situaciones límite en la existencia humana, siendo las situaciones límite la muerte, el dolor y el pecado, entendiendo éste como infracción, equivocación o error. Así el crimen es una situación límite, es una vivencia personal y terrible, y dentro de la dinamicidad de la vida, irrepetible.

Desde la perspectiva fenomenológica, para comprender el fenómeno criminal, se debe penetrar la subjetividad del ser humano, considerando a éste dentro de su situación. Además de la situación, es fundamental para la fenomenología el problema de la relación con los demás, de la comunicación, de la intersubjetividad. Entonces el crimen es exactamente la antirelación, la ruptura de la comunicación, la armonía, la convivencia, la empatía, es la interrupción del lazo interhumano.

Una psicología Criminal con esencia fenomenológica, sería una ciencia basada en el empirismo (análisis de ejemplos), de la intuición (empatía), de los significados (interpretaciones) y de la descripción (deducción).

1.4.16. PSICOLOGÍA ANORMAL

Para esta escuela todo conflicto con las leyes que regularizan la vida social presupone una anormalidad, ya que nos encontramos ante mentes normales instauradas ante situaciones anormales, o ante mentes anormales instauradas en situaciones normales, o mentes anormales instauradas en situaciones anormales.

El problema en sí, no es descubrir que personas son normales y cuáles no, sino que clase y grado de anormalidad son los propios de cada persona. Son consideradas  como principales direcciones psicopatológicas

Somatológica. Estudia las relaciones entre psique y soma y pueden a su vez distinguirse: a) anatomopatológico, b) organicista humoral y c) constitucionalista.

Psicológica. Los fenómenos perversos son interpretados como disturbios que tiene el cerebro o como desórdenes que tiene el organismo psíquico constituido de la mente.

Fenomenológica.

a) La fenomenología psicopatológica estructural, que se basa en el conocimiento antropológico, y se propone la finalidad de llegar a la esencia de los disturbios mentales.

b) Antropoanálisis, que sostiene que cada manifestación humana termina por perder su esencia si es encuadrada en el ámbito de esquemas teóricos preconcebidos.

1.4.17. PSICOLOGÍA RADICAL

Esta corriente principia criticando la psicología tradicional e individualista, para interesarse por el papel del psicólogo en la sociedad, deduciendo que se trata de un técnico manipulador al servicio de las clases dominantes.

Diciendo esta corriente  que " el psicólogo clínico sirve para adaptar al paciente a la sociedad; el psicólogo industrial hacer confortable el trabajo y evitar cualquier protesta laboral; el psicólogo publicitario vender haciendo creer a las gentes que tendrán éxito financiero y/o sexual; el psicólogo escolar disuadirá a los estudiantes de pertenecer a grupos de oposición; los psicólogos militares quitan los complejos de culpa a los soldados; el psicólogo experto en modificación de conducta trabajará en las cárceles para modificar las conductas que intenten cambios radícales, etc" (Brown, 1973; citado en Rodríguez M., 2003:400).

Rodríguez M. (2003:401) señala que Cooper pone en duda el concepto de enfermedad mental, denunciando la violencia de los psiquiatras para mantener el status quo, y propone la abolición de la familia como paso previo a toda solución.

Szasz ha explorado el contexto social de la enfermedad mental, y diferenciando las enfermedades del cerebro de aquellas de la mente, llega a la conclusión de que " la enfermedad mental es un mito, una metáfora, tal como antes se habló del demonio y de las brujas, por lo que no hay que exorcizar ni curar, sino realizar cambios sociales" (Szasz, 1973; citado en Rodríguez M., 2003:401).[51]

Erving Goffman, hace una crítica a las instituciones totales, entendiendo por éstas  " un lugar de residencia y trabajo donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente" (Goffman, 1998). Generalizando en ésta crítica las cárceles, asilos, hospitales, psiquiátricos, reformatorios, casas hogar para menores, etc.

1.4.18. LAS APORTACIONES DE MéXICO

Aniceto Aramoni (1965) hace un amplio estudio sobre el fenómeno del machismo, partiendo del estudio de los pueblos indígena (principalmente azteca) y español, analiza el mestizaje y sus consecuencias psicológicas explicando cómo la integración padre español conquistador, señor admirado, y madre indígena conquistada e infravalorada, lleva al mestizo a sentimientos ambivalentes, inseguridad y afirmación de la figura masculina, sobre la femenina, formándose así el machismo.

Aramoni expresa que " es claro que la criminalidad en México tiene causas muy diversas y complejas. Debe considerarse, sin embargo, que el machismo puede por si solo explicar el porcentaje mayor que en cualquier otra porción del universo. Resolver cualquier dificultad mediante golpes, herida o muerte, hace la situación de un país grave. Se dilapida lo más valioso que existe: la vida en sí y la vida del hombre, que constituye la riqueza máxima de la humanidad" . (Aramoni, 1965)

Santiago Ramírez (1961:96) hace un estudio de 10,000 historias clínicas del Hospital Infantil, y 135 familias proletarias, encontrando que en el 32% de los casos el padre está ausente y la mujer, carece de esposo. [52] Esto implica una intensa relación madre-hijo, una escasa relación padre-hijo, y una ruptura traumática de la relación madre-hijo ante el nacimiento del hermano menor; posteriormente siguió algunos niños para ver los resultados de su situación familiar, encontrando robos, daño en propiedad ajena, formación de pandilla, etc., por lo tanto de adulto el hombre abandonará, reivindicando en su conducta el haber sido abandonado de niño, y reproduciendo la conducta que introyecto en su infancia.

Francisco González Pineda expresa que en el " terreno criminal, los delitos basados en mentira, engaño, fraude, etc., se multiplican y persisten, y la vida de los que lo cometen y de los que lo sufren transcurre en un eterno conflicto, siempre en busca de un equilibrio fuera del orden o estatuto jurídico. En algunos casos el inconsciente social revela tal conformación sadomasoquista, que sólo la negación diaria y eficaz de la realidad, hecha por todas las partes de la colectividad, lo explica" (González, 1965:67).

Samuel Ramos (1897-1959)

Samuel Ramos (1988:54-65) analiza el perfil del mexicano y divide la población en cuatro:

PERFILES DEL MEXICANO

TIPO

CARACTERÍSTICAS

 Pelado

Representa las clases más menesterosas de la sociedad, en la jerarquía económica es menos que un proletario y en la intelectual un primitivo, como la vida le ha sido hostil por todos lados, su actitud ante ella es de resentimiento. Vive en una constante irritabilidad que lo hace reñir con los demás por el motivo más insignificante, busca la riña como un excitante para elevar el tono de su Yo deprimido. Es como un naufrago que se agita que se agita en la nada y descubre de sorpresa una tabla de salvación: la virilidad.

Este hombre, con dos personalidades opuestas, una real y otra ficticia, oculta, que eleva el tono psíquico deprimido de la primera, usa el machismo como ardid para ocultar sus sentimientos de menor valía, agrediendo continuamente.

Indígena

Es asocial, se aparta, y es como un coro que asiste silencioso al drama de la vida mexicana.

Citadino

Tiene como característica clave la desconfianza, tiene una actitud negativista, así la vida mexicana da la impresión, en conjunto, de una actividad irreflexiva, sin plan alguno.

Una nota íntimamente relacionada con la desconfianza es la susceptibilidad, ya que no espera a que lo ataquen, sino que él se adelanta a ofender. A menudo estas reacciones patológicas lo llevan muy lejos, hasta cometer delitos innecesarios.

Burgués

Disimula de un modo completo sus sentimientos de inferioridad, de manera que es fino y atento, con una cortesía a menudo exagerada. Construye una imagen conforme al deseo de superioridad, lo que demanda una atención y un cuidado constante en sí mismo, huyendo de su verdadero Yo para refugiarse en un mundo ficticio e individualista. Aquí la susceptibilidad es hacía la crítica, paralizando la autocrítica, no admite por lo tanto, superioridad alguna y no conoce la veneración, el respeto y la disciplina. Es ingenioso para desvalorar al prójimo hasta el aniquilamiento.

La obra de Ramos está llena de estereotipos, prejuicios y status en la que nuestra sociedad mexicana vive y se ha encargado de crear, y por lo tanto los delitos a que se ven motivados cada uno de estos.

1.5. CONCLUSIONES

De las diferentes tendencias criminológicas nos dimos cuenta que para estudiar la conducta criminal, se necesita un análisis multidisciplinar para llegar al conocimiento integral del delito y del delincuente, y de esta manera desentrañar las causas y los remedios a su actividad antisocial, apoyándose en otras disciplinas como la Sociología, la Psicología y la Psicopatología, la Psiquiatría, y ciencias a fines de esta problemática.

1.6. REFERENCIAS

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Autor:

Lic. René Francisco Rivera Rodríguez (Rheenen)

Lic. en Psicología

Diplomado en Psicología Criminal

[1] En desacuerdo estamos con la lógica de Vervaeck, ya que el medio se encarga de envenenar y programar estos genes; creando, instruyendo y proyectando violencia. Esta instrucción dará como resultado consecuencias más violentas y perversas, a corto, mediano o largo plazo.

[2] La endocrinología ha aportado múltiples datos para la mejor comprensión del comportamiento humano, ya Pende afirmaba que el estudio de las glándulas de secreción interna, puede explicar en parte el ¿cómo? y no el ¿por qué? del crimen. En esta afirmación que Pende realiza, se esta afirmando que esta problemática en las glándulas endocrinas, influye como factor preprogramador y predisponente en la conducta criminal.

[3] Ante el hecho obvio de que el hombre tiende a mostrarse más agresivo que las mujeres, las hormonas masculinas, " la testosterona" ha sido objeto de estudio en la conducta violenta. James Dabbs estudió 4,4462 sujetos masculinos encontrando una alta incidencia y correlación entre delincuencia, abuso de drogas tendencias hacia los excesos y riesgos en aquellos que tenían niveles más altos de lo normal y aceptable en la testosterona. En las cárceles encontró que aquellos convictos de crímenes más violentos fueron los que más altos niveles de testosterona reportaron. También encontró en los estudios de saliva de 692 convictos por crímenes sexuales que estos tenían el nivel más alto entre todos (Dabbs citado en Vázquez, 2004).

[4] Rodríguez Manzanera (2003:199) señala que " no se puede demostrar la existencia de una tara hereditaria que explique la génesis del delito, dado que no es la enfermedad o la criminalidad lo que se hereda, sino la predisposición" . Los factores genéticos aportan para nosotros, los constituyentes de concepción en la conducta criminal, ya que son factores que van a preprogramar o predisponer al sujeto a una conducta criminal.

[5] Sarason & Sarason (1996:59) sostienen que la interacción de varias fuerzas, sobre todo la interacción entre la información que transmiten los genes y la experiencia que proporciona el ambiente, determina los patrones de conducta. En otras palabras para que se desencadene una conducta criminal influirán factores preprogramadores como la genética y factores programadores  como el medio.

[6] Estos estudios evidenciaron que los genes juegan un papel importante en la conducta criminal, sin embargo solamente se enfocaron en comprobar esta teoría genética; ya que por lógica los niños que fueron concebidos en estas familias se ven influenciados por el ambiente criminal de este,  por lo tanto estamos hablando que factores preprogramadores (genéticos), programadores (ambiente criminal) juegan un papel importante en el desarrollo de la conducta criminal. " Un niño que fue creado en una familia criminal, aprende modelos antisociales de conducta, modelos que a su vez enseñarían a sus propios hijos" .

[7] Esto evidencia que la herencia es o puede ser él origen de la conducta antisocial; frente a tal fenómeno, el papel del investigador en el campo criminal no es otro que el analizar en que medida el linaje hereditario del delincuente pudo haber influido en su constitución, y más exactamente sobre su personalidad, teniendo en cuenta que ésta, esta ligada ancestralmente con sus antecesores, si es eminentemente plástica y por lo mismo susceptible de transformación (Reyes, 1996:50).

[8] Entonces se dice como aclaración general que en los delincuentes reincidentes hay más del doble de taras hereditarias que en los primodelincuentes.

[9] Los sociólogos negaron que esta fuera una prueba de factor hereditarios, y que por el contrario era argumento a favor al medio, atribuyendo a que los hermanos gemelos tienen una educación similar y comparten el medio con más intensidad que los hermanos no gemelos, ya que tienen la misma edad, reciben igual alimentación, posteriormente van a la misma esuela, etc.

[10] Popenoe, por su parte encontró un 68% de coincidencia en gemelos Monozigóticos y 38% en dicigóticos. Stumpfl (Alemania, 1936) estudió 65 parejas de gemelos delincuentes, encontrando una incidencia de 9 sobre 15 en monozigóticos y 7 sobre 17 en dicigóticos. Shields y Slater en 1968 encontraron 68% de coincidencia delincuencial en parejas de monozigóticos adultos, y un 85% en parejas de monozigóticos jóvenes, frente a una coincidencia del 36% y 75%, respectivamente, para las parejas de dicigóticos. Christiansen investigó 3,586 parejas de mellizos nacidos en Dinamarca entre 1881 y 1919, y encontró que entre ellos, de 799 pares, uno o ambos fueron sindicados por delitos o contravenciones, y 467 efectivamente condenados; el índice de concordancia en tal estudio fue de 35% para gemelos monozigóticos y 13% para gemelos dicigóticos (Popenoe, Stumpfl, Shields & Slater, & Christiansen; citados en Rodríguez M., 1974:33).

[11] Christiansen al hacer esta deducción, esta aceptando que no solamente la conducta criminal se debe factores genéticos, sino que también todavía faltan analizar factores psicológicos y sociales, así mismo esta aceptando que los factores genéticos son componentes de los factores predisponentes o preprogramadores de la conducta criminal.

[12] Crowe, en Iowa (1975) estudia 41 mujeres sentenciadas que dieron sus hijos en adopción, se escogió grupo de control, resultando que los hijos biológicos de criminales delinquieron en proporción de 8 a 1 con referencia al grupo de control (Crowe, 1975; citado en Rodríguez, 2003:306).

[13] Digo predisposición o preprogramación al delito, ya que en mi perspectiva, en los genes va la semilla que preprograma al individuo a una conducta criminal, que esta a su vez para que se desarrolle por completo debe alimentarse y programarse de los factores sociales y psicológicos.

[14] Las  aberraciones  cromosomáticas  traen  consigo  problemas  tanto  físicos  como  psíquicos.

[15] Es una combinación de retardo en el crecimiento antes y después de nacer, dando como consecuencias malformaciones faciales y corporales, y desórdenes en el sistema nerviosos central. Los problemas en este último pueden incluir una respuesta de succión deficiente, anormalidades en las ondas cerebrales y perturbaciones del sueño durante la infancia y en el transcurso de la niñez, un bajo nivel de procesamiento de información, periodos cortos de atención, cansancio, irritabilidad, hiperactividad, discapacidades en el aprendizaje y defectos motores. La interrelación entre el desarrollo y las influencias birideccionales en la vida del niño, se ve en la forma como el consumo de alcohol por parte de la madre afecta el desarrollo físico, cognoscitivo y emocional de su bebé (Papalia & Wendkos, 1999:107-108).

[16] En mi opinión los factores sociales son de origen exógeno, pero toda esta enfermedad de violencia, antivalores  y perversión producida por nuestra sociedad, daña internamente al individuo, o sea psicológicamente, ya que todo lo que proyecta nuestra sociedad va directamente a nuestro inconsciente, programándonos e instruyéndonos de toda esta maldad, para posteriormente evocarlo conscientemente y de nuevo proyectarlo a la sociedad.

[17] Lamentablemente parece que le adjudican la culpa al criminal por su conducta, pero sabemos que este individuo antes de ser criminal fue envenenado por la familia y nuestra sociedad, por lógica este criminal regresara este veneno a la sociedad, que lo preprogramo y programo de esta maldad. La sociedad debe aceptar que esta enferma, que se encuentra en una decadencia, que se encuentra estancada en lo material y superficial, en los vicios, antivalores, perversión, etc.; debemos aceptar, que somos nosotros mismos los que estamos creando y construyendo esta maldad.

[18] Clase Social, género y situación laboral  han sido considerados en los estudios, tanto ecológicos como epidemiológicos y clínicos, como aspectos principales de la estructura social que influyen o configuran el bienestar emocional y la aparición de trastornos de carácter psicosomático (Cochrane, 1983; Páez, 1986; citados en José, José & Garrido, 1992:10).

[19] Turati nos esta hablando de los delincuentes de cuello blanco y cuello dorado, ya que la codicia y ambición de estos los lleva a corromperse por el crimen organizado, es tanto su egoísmo e hipocresía que abusan de su poder para someter, humillar y aplastar las clase sociales que se encuentran debajo de estos.

[20] " El nivel de vida continúa deteriorándose  y millones de personas siguen careciendo de alimentación adecuada, agua potable, instrucción primaria y atención básica de salud. El rápido crecimiento de la población, especialmente en zonas urbanas, y el deterioro ambiental tienen el potencial para empeorar aun más la calidad de la vida de quienes viven en países en situación de desventaja económica" (Desjarlais, Eisenberg, Good & Kleinman, 1997:30).

[21] Bonger tiene mucha razón al afirmar que " por más poderosos que sean los factores psicológicos y sociales, siempre tienen detrás de sí el factor económico, fuerza primaria y determinante" ;  ya que desde los delincuentes que empiezan su carrera en el crimen,  hasta la delincuencia y crimen organizado e internacional, han compensado este estilo de vida con retribuciones económicas; ya que sus modus operandi como el secuestro, extorsión, trafico de personas, narcotráfico, trafico de órganos, asaltos bancarios, asaltos a camiones de carga, entre otros les es un negocio muy remunerable. Pero hablar de este tipo de criminales es  hablar de delincuentes semiprofesionales y profesionales.

[22] El fenómeno de la imitación es universal y agudizado. El conocer delitos y crímenes (reales o ficticios), impulsa a probar suerte para no cometer errores de los delincuentes y permanecer impunes. Bonger, estudiando hasta qué grado existe de originalidad en la delincuencia, encontró que en el 90% de los casos carece de novedad. Encontró también que, cuando alguien ha efectuado un crimen notable, diferente o novedoso, es imitado por otros delincuentes (Bonger citado en Rodríguez M., 2000:178).

[23] Rodríguez M. (2003:351) crítica a Durkheim señalando que " el crimen no es ni puede ser un fenómeno normal, es un fenómeno constante, y por desgracia lo encontramos en todo tipo y en todo lugar, pero es grave confundir constancia con normalidad. Si encontramos que en todo tiempo y en todo lugar hay enfermedades, no podemos decir que la enfermedad sea algo normal, podemos decir que la enfermedad es algo constante. Igualmente el crimen debemos considerarlo como una verdadera enfermedad social" .

[24] Esta coerción punitiva al crimen, no es un castigo gratuito, es el símbolo que atestigua que los sentimientos se la sociedad permanezcan tranquilos, los sentimientos de la sociedad se encuentran depositados en la ley, por lo tanto, la pena repara el mal que el crimen ha hecho a la sociedad.

[25] Emplea el término anomia, para referirse al problema de cómo una sociedad, poseedora de un alto grado de diferenciación social podía mantener una especie de cohesión. La división del trabajo cada vez más complejo, contribuye a la diferenciación social, haciendo a las relaciones sociales tan inestables que la sociedad sólo podría mantenerse unida en virtud de algún mecanismo exterior, tal como el Estado.

[26] Una sociedad que produce aspiraciones ilimitadas lleva al suicidio anímico.

[27] Merton deduce que al hablar de anomia, nos referimos a una conducta apartada en forma significativa de las normas establecidas para las personas de acuerdo con su status social relacionándose con normas socialmente definidas como apropiadas y moralmente obligatorias para personas de distintos status (Merton, 1967; citado en Marchiori, 2005ª:268).

[28] Aquí se refleja la anomia, como  un derrumbe de la estructura cultural que se da sobre todo cuando existe una discrepancia aguda entre normas y metas culturales (estereotipos), y las capacidades sociales estructurales de los miembros del grupo

[29] Esta discrepancia social lleva a una conducta desviada, que sobreviene en gran escala sólo cuando un sistema de valores culturales coloca por encima de los demás ciertas metas de éxito comunes para la población en general, mientras que la estructura social restringe u obstruye el acceso a los modos aprobados de lograr esas metas para una parte considerable de aquella misma población.

[30] Las reglas que solían gobernar la conducta han perdido su fuerza, sobre todo quedan privadas de legitimidad. En donde la anomia proyecta una condición del ambiente social y no de individuos particulares. La conducta desviada surge por la misma estructura social y cultural. El delincuente es un emergente de una conflictiva familiar, social y un fracaso educativo de nuestra sociedad.

[31] Esta temática de la subcultura tiene que ver con la búsqueda de la necesidad de pertenencia y reconocimiento, en donde recalco que si estas necesidades fueran satisfechas por la cultura madre que es nuestro núcleo familiar, la adherencia a culturas hijas no sería tan perjudicial si estas necesidades fueran cubiertas por la cultura madre, ya que por el contrario, si estas no fueron satisfechas, el individuo será influenciado por nuevos códigos de valores antisociales o parasociales, en donde lo pueden llevar a caer en el delito o vicios.

[32] Esta teoría interaccionista del etiquetado, niega la existencia de los desordenes mentales, situando los estudios de la salud mental como reflejo individual de contradicciones sociales (Goffman, 1976; citado en José, José & Garrido, 1992:09).

[33] Una fijación es un estancamiento en el desarrollo de la personalidad a causa de dificultades no resueltas que se experimentan en una etapa determinada.

[34] Freud creía que los trastornos conductuales que ocurren después de la niñez, son a causa de una combinación de experiencias traumáticas tempranas y experiencias posteriores que desencadenan las emociones y los conflictos no resueltos que se relacionan con los eventos tempranos (Freud; citado en Sarason & Sarason, 1996:70). Y realmente esto que señala el maestro Freud es cierto, ya que es en la niñez donde se van a vivir experiencias que generaran resentimiento, que son un factor preprogramador y predisponente de la conducta criminal.

[35] Evolutivamente consideran que en un principio no hay diferencia entre un criminal y un no criminal, es hasta la lucha edipiana y el periodo de latencia donde se comienzan a ver las diferencias, pues el sano reprime sus tendencias antisociales o las dirige en un sentido social (sublimación), mientras que el criminal no lo hace.

[36] Franz & Staub  manifiestan que " la única diferencia que hay entre el delincuente y el hombre normal consiste en que éste domina parcialmente sus instintos motores criminales; pero los desvía hacia otros fines socialmente inocuos, adquiriéndose este dominio y esta desviación permanente de las tendencias primitivamente antisociales en el transcurso de la educación del individuo. Por tanto, la diferencia entre el delincuente y el hombre normal representa, generalmente, no una falta congénita, sino un defecto de la educación, prescindiendo de casos limites que requieren un estudio particular" (Franz & Staub, 1961:50).

[37] Estas son acciones criminales de individuos criminalmente afectados; se trata de sujetos proclives a la delincuencia por la estructura de su aparato psíquico deacuerdo al grado de participación del yo.

[38] Son acciones  criminales  de  hombres  no  criminales.

[39] Partiendo de la hipótesis freudiana del criminal por sentimientos de culpa, en el cual el sujeto delinque exactamente para ser castigado, Reik sostiene que " este deseo de ser castigado, dependiente del sentimiento de culpa inconsciente, induce inconscientemente al criminal a actuar de manera tal que su crimen no sea jamás totalmente perfecto, de manera que la justicia pueda descubrirlo y por lo tanto castigar" (Reik; citado en Rodríguez Manzanera, 2003:383). Es evidente que en él luchan por la supremacía dos fuerzas mentales. Una que trata de negar el crimen, la otra que proclama el reconocimiento del criminal. Por lo que el delincuente según Reik, está impulsado por un deseo inconsciente de castigo.

[40] Para mí, el complejo de inferioridad tiene que ver con todo el resentimiento que acumula el individuo a través de su desarrollo y experiencias de vida; esta semilla de resentimiento esta llena de prejuicios, de anomalías físicas, deprivación psicoafectiva, estigmas, traumas, familia disfuncional, duelos, entre otros. Así mismo este resentimiento será alimentado por la desviación misma de  nuestra sociedad.

[41] Los sentimientos de inferioridad son congénitos y universales, cualquier situación que acentúa los sentimientos de inferioridad es un factor desencadenante de neurosis. Los sentimientos de comunidad son los que atenúan los sentimientos de inferioridad y controlan los impulsos de poderío.

[42] El sentimiento de inferioridad al igual que el resentimiento se va desarrollando desde nuestro punto de vista en la etapa prenatal hasta la adultez; pero este resentimiento puede ser desencadenado en etapas anteriores a la adultez.

[43] John Powell (1996:71) declara que los complejos de inferioridad que todos tenemos aparecen como algo casi inherente a nuestra primera infancia y nuestra niñez, pues arraigan firmemente durante los primeros cinco años de nuestras vidas. El niño durante los primeros cinco años de su vida recibe mensajes negativos como: ¡No!, eres demasiado pequeño; Mira que lío has armado; Eres un niño tonto; No puedes hacer eso; ¡Cállate!; ¡Pendejo!; entre otros. En otras palabras el complejo de inferioridad es una preprogramación y programación aversiva que nuestros padres y la sociedad nos grabaron por nuestros actos.

[44] Podríamos hablar de estigma, ya que individuos que presentaban estigmas y que la sociedad siempre se los hizo recalcar, generaron un resentimiento o sentimiento de inferioridad, que los hizo olvidarse de todos los sentimientos buenos, escudándose en una imagen de rudeza, logrando de esta manera obtener pertenencia y reconocimiento, en otras palabras poder.

[45] Esta es la realidad de la deprivación psicoafectiva, de padres que no cubren la necesidad de afecto, amor, pertenencia y reconocimiento. En donde hay que aceptar que estas necesidades deben ser cubiertas por los dos padres y no únicamente exclusiva de la madre. Los hombres deben de desechar esas creencias de que no debemos mostrar afecto y sentimientos a nuestros seres queridos, por el contrario hay que demostrarlo.

[46] Corroboro este análisis de Klein, ya que durante mi servicio social en el C.P.R.S. " Dr. Alfonso Quiroz Cuaron" , me pude dar cuenta que logrando un buen rapport, empatía y sensibilización, del interno brotaban algunos rastros de amor, cariño y sentimientos puros que se encontraban sepultados u olvidados en lo más profundo de su ser.

[47] Bandura opina que la conducta violenta puede aprenderse también por observación de otras personas que la ejecuten. La probabilidad de desarrollarla o no en una persona dependerá de los estándares de pensamiento que conduzcan a la autorregulación, a la autorrecompensa o al castigo (Bandura citado en Soria & Sáiz, 2005:44).

[48] Los estudios mediante observación directa muestran que el entrenamiento de los agresores se inicia en la casa, tomando la forma de las relaciones coercitivas.

[49] Patterson (2002) asume que esta conducta es aprendida por reforzamiento y aclara la naturaleza de los reforzadores, quienes los otorgan y qué determina que se les proporcionen (Patterson, 2002; citado en Vargas & Aguilar, 2004).

[50] Soria & Sáiz (2005:44) señalan que la conducta de las personas se controla mediante refuerzos extremos y siguiendo el modelado del comportamiento. Las personas desarrollan conductas propias aprendidas mediante la imitación de otras personas que les sirven de modelos.

[51] Así por ejemplo, la mujer es castigada por ciertas conductas sexuales que son permitidas a los hombres, y estos castigos consisten en muchos casos en llevarla a un psicólogo o psiquiatra, convirtiendo así en un problema social en un problema psicológico.

[52] Se ha contrastado ampliamente que los delincuentes suelen proceder de familias rotas, donde se produce la ausencia de uno o más padres naturales. Así, en una encuesta realizada en el ámbito de la justicia juvenil en Florida, durante 1972, se halló que el 28% de los delincuentes masculinos de raza blanca procedían de familias compuestas por un sólo progenitor, mientras que la tasa nacional descendía al 13%; asimismo, en el caso de hombres de raza negra las tasas se situaban en el 59% y 43%, respectivamente (Soria & Sáiz, 2005:49).

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