Auditoria académica en universidades nacionales (página 3)
Enviado por Oscar Germán Iannacone Martínez
Alejandro Tiana (1996), tratadista español en el tema, destaca tres condiciones que han favorecido la emergencia de los Sistemas de Evaluación Educativa:
1) el cambio registrado en los mecanismos de administración y control de los sistemas educativos;
2) la demanda social de información y rendición de cuentas y
3) un nuevo modelo de conducción de los sistemas educativos.
La primera se refiere a que las instancias administrativas en los niveles central y local deben adoptar medidas que posibiliten a las instituciones educativas mayor autonomía para dar respuesta a las demandas del entorno sin renunciar a la responsabilidad de ejercer la función de control que la sociedad les ha encomendado.
La segunda, tiene que ver con el control y gestión participativos que deben ejercer todos los ciudadanos sobre la educación, es decir, con la "rendición de cuentas" para vincular la educación al desarrollo, asumir la competencia creciente y establecer prioridades en la asignación de recursos.
La última, alude a la gestión basada en la información sobre el estado, funcionamiento y productos del sistema educativo.
Entre los aportes que puede realizar la evaluación para la mejora cualitativa de la educación se han seleccionado cuatro, considerados los más significativos:
1) Conocimiento y diagnóstico del sistema educativo;
2) Conducción de los procesos de cambio;
3) Valoración de los resultados de la educación; y
4) Mejora de la organización y funcionamiento de los centros educativos.
El Sistema de Evaluación es un dispositivo administrativo para la conducción del sistema educativo. Su función es ofrecer información sobre los resultados de la educación, el funcionamiento de distintos niveles del sistema, las condiciones que afectan los procesos en las distintas instancias y el aporte de distintos actores. Esto con el propósito de definir las políticas educativas, orientar el desarrollo de planes de mejoramiento y rendir cuentas sobre la respuesta del sistema a las demandas de la sociedad.
Por ejemplo Chile ha estado involucrado desde hace largo tiempo en el desarrollo de evaluaciones educacionales. Su programa fue concebido en 1978, cuando el Ministerio de Educación solicitó a la Pontificia Universidad Católica que diseñe e implemente un sistema de información para la educación.
En 1988, con la transferencia de las escuelas públicas a las municipalidades, el programa recibió el nombre de Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE). La función del SIMCE es ayudar al Ministerio de Educación y a las autoridades regionales y provinciales a supervisar el sistema de educación, a evaluar a las escuelas y a apoyar la capacitación docente en el servicio.
A partir de 1988, el programa se ha vuelto más eficaz y eficiente, luego de la introducción de mejoramientos en la capacidad técnica, el sistema de procesamiento computarizado y la administración. El costo del programa es de aproximadamente $5 dólares por alumno (el dato para México fue de 35 dólares en 1990), lo que es comparable con los estándares internacionales.
Las pruebas del SIMCE revelan lo siguiente: aquellas escuelas que tienen niños que proviene de familias pobres y con un bajo nivel de educación o de áreas rurales obtienen los peores puntajes, las escuelas municipales públicas y las escuelas rurales obtienen puntajes más bajos que las escuelas privadas y, finalmente, los puntajes de las 900 escuelas evaluadas muestran un mejoramiento significativo durante los últimos años.
En general, Chile cuenta en la actualidad con el sistema de evaluación más amplio y mejor administrado de América Latina y el SIMCE ha servido como una poderosa herramienta para la ejecución de un programa de reforma que promueve la descentralización, la responsabilidad por los resultados y el aumento del aprendizaje y la escolaridad. Las autoridades del gobierno buscan mejorar aún más el sistema. En particular, actualmente están considerando agregar pruebas de desarrollo en las evaluaciones (hoy en día todas las pruebas son del tipo selección múltiple).
En 1970, México estableció una oficina en la Unidad de Planificación Educacional de la Secretaría de Educación Pública, que finalmente se transformó en la Subdirección de Evaluación y Acreditación, con el propósito de estudiar las características y la calidad del sistema educacional del país. Durante el período 1976 a 1982, la subdirección investigó el aprendizaje en una muestra representativa de alumnos que cursaban el cuarto y quinto grado. Los resultados de esta evaluación aparecieron solo en publicaciones científicas y especializadas, y las autoridades les prestaron poca atención. En efecto, la información con respecto a la evaluación se transformó en un "secreto de estado" sólo conocido por un reducido número de profesionales de la secretaría. Este enfoque dificultó el desarrollo técnico así como la utilización para el diseño de políticas.
En 1994, después de varias evaluaciones de la calidad de la educación en México, la Secretaría emitió un informe acerca de los conocimientos y las habilidades de 480.000 profesores como asimismo el rendimiento de 2,8 millones de niños de educación básica y secundaria. Sus principales conclusiones fueron que los niños que habían asistido a la educación preescolar obtenían puntajes más altos que aquellos que no lo habían hecho; los niños que habían repetido el sexto grado como asimismo aquellos que estaban trabajando exhibían un menor rendimiento que aquellos que nunca habían repetido y aquellos que no trabajaban; los niños que asistían a escuelas urbanas o privadas obtenían mucho mejores resultados que aquellos que asistían a escuelas rurales y públicas; los puntajes más bajos se encontraban entre los niños que asistían a escuelas indígenas y comunitarias, que contaban con instalaciones inadecuadas y profesores con menor nivel de capacitación, y los niños que obtenían los mejores puntajes asistían a escuelas urbanas y tenían padres que exhibían un mayor nivel de educación. Las autoridades mexicanas informaron también que era imposible medir sistemáticamente el desempeño de los profesores en la sala de clases, debido a que las poblaciones de alumnos eran extremadamente diversas y aún existían dificultades técnicas. De 1995 al 2000, la SEP ha aplicado exámenes cada año a aproximadamente 600 mil docentes y a 7 millones de alumnos (de tercer grado de educación primaria a tercer grado de educación secundaria, en casi la totalidad de las escuelas secundarias y en el universo completo de las escuelas primarias. En este periodo, los Consejos Técnicos Escolares, encargados de evaluar el desempeño profesional de los profesores otorgaron, en su gran mayoría, el máximo puntaje a todos sus docentes evaluados.
Lo anterior hace evidente las dificultades que enfrenta realizar un proceso de auto evaluación en los centros escolares sin la referencia de una evaluación externa. Es preciso incluir a los profesores en el proceso de evaluación desde el comienzo si se desea que las evaluaciones tengan impacto en la educación. Los programas de evaluación deben ser llevados adelante con decisión y no se debe permitir que sean suspendidos y luego reiniciados en forma intermitente ni que sus resultados sean ocultados a la opinión pública. Un compromiso con la transparencia también requiere un enfoque sistémico para abordar la supervisión y la evaluación. Al respecto, debe entenderse que las evaluaciones sólo miden el rendimiento de los educandos y es poco lo que nos dicen acerca de la magnitud y las causas de la deserción. Otras herramientas para medir el rendimiento de los alumnos y del sistema son, estudios de la deserción y la repetición, mediciones de los insumos escolares y estimaciones de los recursos mínimos que cada escuela debiera tener, observaciones sistemáticas de los procesos escolares y estudios del desempeño de los egresados de las escuelas en el mercado laboral. Tal vez la lección más importante a la fecha es que necesitamos establecer objetivos educacionales, determinar si los educandos, las instituciones y los sistemas escolares están cumpliendo sus objetivos y, luego, establecer programas tendientes a asegurar que dichos objetivos se cumplan finalmente. Las evaluaciones no servirán para mejorar la calidad de la educación a menos que todos concuerden en la importancia de mejorar la calidad y en la necesidad de informar los resultados de las evaluaciones de una manera amplia, oportuna y fácilmente comprensible a todos los participantes en el proceso (es decir, de manera "transparente"). Este consenso debe representar una coalición entre los profesores, los padres, los administradores y los líderes empresariales y políticos.
Es indiscutible que la evaluación constituye un requisito fundamental para asegurar la calidad universitaria. Resulta un paso previo imprescindible cuando se habla de calidad educativa y, por consiguiente, se nos presenta hoy como garantía de acierto en cualquier toma de decisiones. Así pues, dado que evaluación y calidad se relacionan con tal grado de dependencia, no pueden concebirse por separado, aunque esto no debe llevarnos a una asociación mimética de sus identidades, porque conceptual y pragmáticamente evaluación es, entre otras cosas, evidencia, datos, certeza, conocimiento, mientras que calidad es finalidad, propósito, aspiración o meta a alcanzar. En cualquier caso, de la conjunción de ambos términos cabe inferir que en estos momentos la calidad de la educación tiene en la evaluación educativa su más valioso e inevitable asociado. En este sentido, podemos convenir en que, incluso, «la peor evaluación es siempre mejor que ninguna, ya que, al menos, permite empezar a hablar y puede ser discutida».
EL CONTROL INTERNO EN EL SECTOR PRIVADO. Tomar la decisión que una Universidad funcione de manera eficiente y cumpla sus objetivos es un reto para cualquier Rector, independientemente de su dimensión y el lugar en donde opere. El control es fundamental dentro de todo el proceso administrativo que se requiere para afrontar este importante desafío; por ésta razón existe diferentes modelos que proponen la ruta a seguir para establecer y mantener un adecuado sistema de control interno.
El modelo COSO; "INFORME COSO I" (1992) elaborado durante más de un quinquenio por la TREADWAY COMMISSION, NATIONAL COMMISSION ON FRAUDULENT FINANCIAL REPORTING, resultante de COSO COMMITTEE OF SPONSORING ORGANIZATIONS 1985, el cual define el control como un proceso efectuado por la Administración, la dirección y el resto del personal de una entidad, diseñado con el objeto de proporcionar un grado de seguridad razonable en cuanto a la consecución de objetivos. Este modelo propone una estructura de CI compuesta por cinco componentes interrelacionados: ambiente de control, evaluación de riesgos, actividades de control, información y comunicación y supervisión y seguimiento.
ENTERPRISE RISK MANAGEMENT (ERM 2004), Gestión de Riegos Corporativos -Marco Integrado- COSO II. Producida por la misma TREADWAY COMMISSION, NATIONAL COMMISSION ON FRAUDULENT FINANCIAL REPORTING, actualiza y perfecciona al COSO. Es un proceso efectuado por el directorio, gerencia y otros miembros del personal, aplicado en el establecimiento de la estrategia y a lo largo de la 0rganización, diseñado para identificar eventos potenciales que pueden afectarla y administrar riesgos de acuerdo a su apetito de riesgo, de modo de proveer seguridad razonable en cuanto al logro de los objetivos de la organización
EL CONTROL INTERNO EN EL SECTOR PÚBLICO[14]
INTOSAI: En el año 1953 se funda la Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores- INTOSAI, agrupando entre sus miembros a más de ciento setenta (170) Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS). En 1992 la CGR, en su calidad de miembro de INTOSAI, emitió las "Directrices para las Normas de Control Interno"
En el INCOSAI XVIII (Budapest, 2004) se aprobó la "Guía para las Normas de Control Interno del Sector Público". Se delimita al control interno como "un proceso integral efectuado por la gerencia y el personal, y esta diseñado para enfrentarse a los riesgos y para dar una seguridad razonable de que en la consecución de la misión de la entidad, se alcanzarán los siguientes objetivos gerenciales:
1. Ejecución ordenada, ética, económica, eficiente y efectiva de las operaciones
2. Cumplimiento de las obligaciones de respondabilidad (accountability)
3. Cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables, y
4. Salvaguarda de los recursos para evitar pérdidas, mal uso y daño."
Figura 6.17 Portal CGR
LEY ORGÁNICA DEL SISTEMA NACIONAL DE CONTROL Y DE LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA., LEY 27785 JULIO 2002.
DEFINICIÓN DEL CONTROL GUBERNAMENTAL:
El Control gubernamental consiste en la supervisión, vigilancia y verificación de los actos y resultados de la gestión pública, en atención al grado de eficiencia, eficacia, transparencia y economía en el uso y destino de los recursos y bienes del Estado, así como del cumplimiento de las normas legales y de los lineamientos de política y planes de acción evaluando los sistemas de administración, gerencia y control, con fines de su mejoramiento a través de la adopción de acciones preventivas y correctivas pertinentes.
CONTROL INTERNO: El control interno comprende las acciones de cautela previa, simultánea y de verificación posterior que realiza la entidad sujeta a control, con la finalidad que la gestión de sus recursos, bienes y operaciones se efectúe correcta y eficientemente. Su ejercicio es previo, simultáneo y posterior.
CONTROL EXTERNO: Es el conjunto de políticas, normas, métodos y procedimientos técnicos, que compete aplicar a la Contraloría General y otros órganos del Sistema por encargo o designación de ésta, con el objeto de supervisar, vigilar y verificar la gestión, la captación y el uso de los recursos y bienes del Estado.
CONCEPTO DEL SISTEMA NACIONAL DE CONTROL: El Sistema Nacional de Control es el conjunto de órganos de control, normas, métodos y procedimientos, estructurados e integrados funcionalmente, destinados a conducir y desarrollar el ejercicio del control gubernamental en forma descentralizada.
RESOLUCIÓN DE CONTRALORÍA GENERAL Nº 320-2006-CG, APRUEBA LAS NORMAS DE CONTROL INTERNO. Publicado noviembre 2006
DEFINICIÓN Y OBJETIVOS DE CONTROL INTERNO:
Es un proceso integral efectuado por el titular, funcionarios y servidores de una entidad, diseñado para enfrentar a los riesgos y para dar seguridad razonable de que, en la consecución de la misión de la entidad, se alcanzarán los siguientes objetivos gerenciales:
1. Promover la eficiencia, eficacia, transparencia y economía en las operaciones de la entidad, así como la calidad de los servicios públicos que presta
2. Cuidar y resguardar los recursos y bienes del Estado contra cualquier forma de pérdida, deterioro, uso indebido y actos ilegales, así como, en general, contra todo hecho irregular o situación perjudicial que pudiera afectarlos
3. Cumplir la normatividad aplicable a la entidad y a sus operaciones
4. Garantizar la confiabilidad y oportunidad de la información
5. Fomentar e impulsar la práctica de valores institucionales
6. Promover el cumplimiento de los funcionarios o servidores públicos de rendir cuentas por los fondos y bienes a su cargo o por una misión u objetivo encargado y aceptado.
Dichos componentes son los reconocidos internacionalmente por las principales organizaciones mundiales especializadas en materia de control interno.
ROLES Y RESPONSABILIDADES: El CI es efectuado por diversos niveles jerárquicos. Los funcionarios, auditores internos y personal de menor nivel contribuyen para que el sistema de control interno funcione con eficacia, eficiencia y economía.
El titular, funcionarios y todo el personal de la entidad son responsables de la aplicación y supervisión del control interno, así como en mantener una estructura sólida de control interno que promueva el mejoramiento de la calidad académica y administrativa.
RESOLUCIÓN DE CONTRALORÍA Nº 458-2008-CG: El 30/10/2008 se ha publicado La Guía para la Implementación del Sistema de Control Interno de las entidades del Estado. Como documento orientador para la gestión pública y el control gubernamental, sin perjuicio de la legislación que emitan los distintos niveles de gobierno, así como las normas que dicten los órganos rectores de los sistemas administrativos.
OBJETIVOS: La presente guía tiene como objetivo principal proveer de lineamientos, herramientas y métodos a las entidades del Estado para la implementación de los componentes que conforman el Sistema de Control Interno (SCI) establecido en las Normas de Control Interno (NCI).
FASES:
Planificación (Acta de compromiso, constitución del Comité, Diagnóstico, Programa de trabajo, informe)
Ejecución (implementación a nivel de la entidad y a nivel de procesos)
Evaluación (de objetivos, alcance, cumplimiento del plan de trabajo, cronograma de actividades, desempeño de los equipos de trabajo y de los participantes, limitaciones o debilidades, conclusiones y recomendaciones)
ANEXOS: Cuadros, documentos, modelos, entrevistas…
PLAZOS: Establece un plazo máximo de veinticuatro (24) meses para la implementación del Sistema de Control Interno a partir del día siguiente de publicada la presente Resolución.
Al término de los doce (12) primeros meses, las entidades del Estado deberán emitir un informe con los resultados de la implementación del Sistema de Control Interno producto de su autoevaluación, señalando los avances logrados. El mismo que será remitido al Órgano de Control Institucional (OCI) de la entidad o a la Contraloría General de la República en caso de no contar con OCI; asimismo, al término de los 12 meses siguientes deberán emitir un informe final señalando la culminación de su implementación.
Cumplido el plazo máximo establecido, las entidades deberán remitir anualmente los resultados del funcionamiento del Sistema de Control Interno a través del informe de autoevaluación respectivo, como se señala en la Guía para la Implementación del SCI.
4.2.3 MARCO TEORICO
Toda Universidad Nacional se encuentra conformada por un conjunto de elementos o servicios interrelacionadas que interactúan con el fin de titular profesionales con excelente calidad competitiva. Los elementos están constituidos por terrenos, locales académicos, locales administrativos, maquinaria y equipo, unidades de transportes, muebles y enseres y otros equipos diversos necesarios para el funcionamiento de las universidades.
En cuanto a servicios, está referido a los procesos y procedimientos de los servicios que prestan las universidades nacionales; tales como, ingresos, proceso académico, proceso de graduación, proceso de titulación; sistema de pagos, sistema de cobros, etc.
De acuerdo con la Enciclopedia Encarta® 2005, también se puede hablar de infraestructura social y económica. En ese sentido la infraestructura social comprende a la forma como están organizadas las personas de las universidades; es decir en autoridades, funcionarios, docentes, trabajadores no docentes, estudiantes, egresados, graduados.
En cuanto a la infraestructura económica está referida a la forma como estructuran las universidades nacionales sus fuentes de financiamiento e inversiones para que puedan funcionar estas entidades.
ORGANIZACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES NACIONALES: Las universidades nacionales se dedican al estudio, la investigación, la educación y la difusión del saber y la cultura y a su extensión y proyección social. Gozan de autonomía académica, normativa, administración y económica dentro de la Ley Universitaria, establece sus fines, régimen académico y administrativo, los estudios y grados que otorga, el tipo de administración que deben aplicar y otros aspectos relacionados con su actividad.
Las universidades nacionales, son entidades integradas por autoridades, funcionarios, profesores, estudiantes, egresados graduados, trabajadores administrativos y trabajadores de servicio. Las universidades nacionales disponen de órganos de gobierno: Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y Consejo de Facultad. También es parte de la organización la Comunidad Universitaria: Profesores, estudiantes, graduados y titulados.
El régimen académico de las universidades nacionales, comprende: el proceso de admisión, el proceso de matrícula, el proceso de evaluación, el ciclo vacacional de estudios, las prácticas pre profesionales e internado, los grados y títulos y el sistema de orientación y tutoría académica y personal.
GESTIÓN DE LAS UNIVERSIDADES NACIONALES: Las universidades organizan su régimen de gestión de acuerdo con la Ley Universitaria, Estatuto, Reglamento Interno y otras normas relacionadas.
La gestión se ejerce por la Asamblea Universitaria, el Consejo Universitario, el Rector, el Concejo de Facultad y los Decanos.
Para cada componente la Ley establece su composición y sus atribuciones.
Cada universidad organiza y establece su régimen académico por Facultades de acuerdo con sus características y necesidades.
Las universidades cuentan con servicios y oficinas académicas, administrativas y de asesoramiento, cuya organización determinan sus Estatutos garantizando su racionalización y eficiencia. Están a cargo de funcionarios nombrados por el Consejo Universitario o propuesta por el Rector.
La comunidad nacional sostiene económicamente a las universidades nacionales, las que deberían corresponder a ese esfuerzo con la calidad de sus servicios académicos.
Los recursos económicos de las universidades nacionales provienen de Asignaciones del Tesoro Público, ingresos por concepto de leyes especiales y recursos directamente recaudados.
ACTIVIDADES DE PROYECCIÓN SOCIAL: Las universidades desarrollan, según su infraestructura, diferentes actividades de proyección social.
La producción de bienes y la prestación de servicios se brindan a través de las facultades que tengan la infraestructura para esos efectos.
De otro lado la extensión y proyección universitaria, dentro del contexto de la actividad educativa a favor de la sociedad, organiza eventos de carácter profesional no escolarizado, que pueden ser gratuitos o no y conducentes a certificación o no, a favor de quienes no son estudiantes regulares de las universidades. En tal sentido, organiza actividades de carácter profesional, estudios y difusión cultural, científica y tecnológica. La extensión y proyección universitaria abarca las relaciones con instituciones sociales, culturales y económicas, medios de comunicación y servicios profesionales. Las actividades de extensión y proyección social se ejecutan a través del Centro de Extensión Universitaria y Proyección Social y de sus dependencias. Coordina acciones con las facultades, institutos y centros universitarios.
EL CONTROL CON FINES DE GESTIÓN GENERAL: Las universidades nacionales están sujetas al Sistema Nacional de Control, por la condición de ser entidades del Estado. La Ley Universitaria dispone que la Asamblea Nacional de Rectores puede ordenar la práctica de auditorías destinadas a velar por el recto uso de los recursos de las universidades. Dentro de los seis meses de concluido un período presupuestal, las universidades nacionales rinden cuenta del ejercicio a la Contraloría General de la República, informan al Congreso y publican gratuitamente en el Diario oficial el balance respectivo
La Oficina General de Auditoría Interna, está a cargo de la evaluación del Sistema de Control Interno de las universidades nacionales. Esta dependencia depende administrativa y funcionalmente depende de la Contraloría General de la República.
EL CONTROL CON FINES ACADÉMICOS: Frente a los avances gigantescos con el campo de la Ciencia y la Tecnología, nuestro País debe impulsar un proceso de desarrollo económico y social sostenible en este contexto, las Universidades juegan un papel vertebral por ser los cultores del conocimiento.
En Perú a partir del año 1999, a iniciativa de la Asamblea Nacional de Rectores, se promueve, la evaluación de las Universidades y se elabora un documento, bajo el título de: "Hacia la Modernización y Acreditación Integral de las Universidades Peruanas", en este documento se dictan las pautas generales y básicas para que las Universidades inicien su proceso de autoevaluación, bajo criterio de calidad y modernización.
LA AUTOEVALUACIÓN EN LAS UNIVERSIDADES:La autoevaluación es un mecanismo a través del cual la comunidad universitaria, mediante un proceso de reflexión participativa, describe y valora su realidad. La autoevaluación es esencial para implicar a la comunidad universitaria en la mejora de la calidad. Para llevar a cabo la autoevaluación se requiere una gran motivación interna para emprender una evaluación con el objetivo claro de mejorar la calidad; voluntad de la comunidad para realizar el análisis y la valoración de las metas y logros en el marco de relaciones globales de la Universidad; que el proceso siga el planteamiento y las directrices de la Guía de Evaluación; formular propuestas concretas para mejorar la calidad, y definir las estrategias para su logro; seguir procedimientos (consultas, audiencias) que permitan recoger la opinión de la comunidad universitaria.
La Universidad como toda organización moderna posee un patrón general de conducta, creencias y valores que sus miembros comparten. Existe entre sus actores una serie de conflictos una continua lucha por los espacios de poder, entendida así la cultura académica implica la adquisición y trasmisión de conocimientos, creencias y patrones de conducta en el transcurso del tiempo lo que significa que la cultura académica es sumamente estable y no cambia rápidamente.
Por otro lado, el entorno socio cultural de la Universidad está dado por factores culturales y sociales que afectan y determinan el comportamiento, siendo estas las que componen nuestro mercado y los profesionales que forme deben adaptarse a esa cultura o tratar de cambiarla, éste es el rol que debe jugar la Universidad en la sociedad. Por lo tanto la Universidad necesita autorregularse con el fin de cumplir con la misión y objetivos que ella misma ha definido y por lo tanto la cultura académica no debe ser un obstáculo para la innovación o el cambio, por el contrario debe ser un facilitador durante todo el proceso.
La calidad de enseñanza superior se define por sus principios éticos y pedagógicos. Pero tiene que enfrentar varios conflictos y paradojas de expansión y dispersión de la demanda por una parte y la desocupación que afecta cada vez más a los titulados y diplomados por otra parte; entre el deber de igualdad y la justicia y los límites financieros para la educación y por último entre la obligación ética, moral y los abusos de conocimientos y descubrimientos; frente a estas dificultades la educación superior debe elaborar estrategias de adaptabilidad, flexibilidad e imaginación para desarrollar un espíritu crítico constante y promover el trabajo de equipo sin abandonar su carácter ético. El reto de la calidad no debe disociarse de la búsqueda del rendimiento y del establecimiento de criterio de evaluación.
La necesidad de desarrollar una cultura de la evaluación es inseparable de la noción de calidad y que a su vez este íntegramente vinculada a una democratización efectiva del sistema de educación superior.
FINES DE LA OFICINA DE AUTOEVALUACIÓN Y ACREDITACION
1. Constituir una cultura de Autoevaluación, encaminada a fortalecer el compromiso institucional de mejorar continuamente la calidad de los programas académicos.
2. Desarrollar una cultura de calidad con el propósito de formar profesionales competentes para la realización de actividades que produzca satisfacción en los usuarios.
3. Conseguir la Acreditación de los diferentes Programas Académicos de la Universidad.
OBJETIVO GENERAL
1. Garantizar una formación profesional y humana, acorde a la demanda del país.
2. Determinar mecanismos por el cual la Universidad rinda cuentas ante la sociedad y el Estado sobre el servicio educativo que presta.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Implementar un proceso de autoevaluación de Programas Académicos de Pregrado.
Implementar los procesos de evaluación de los Programas Académicos de Postgrado.
Facilitar los procesos de Acreditación de los Programas Académicos.
Proporcionar servicios especializados de capacitación, asesoramiento e implementación en los procesos de evaluación a nivel de los programas descentralizados.
Implementar un sistema de seguimiento y cumplimiento de funciones establecidas.
Evaluación del cumplimiento del Plan de Desarrollo Universitario a través de los resultados obtenidos en la evaluación.
Asesorar al Rector, Vicerrector Académico y Administrativo en asuntos relacionados a Autoevaluación y Acreditación.
ETAPAS DE LA AUTO-EVALUACION: La Autoevaluación se puede cumplir a través de diferentes estrategias prácticas las cuales se puede reducir a las siguientes etapas:
Concientización y organización sobre el concepto mismo de Autoevaluación y crear una cultura de calidad en todos los estamentos de la Universidad.De esta manera se consigue una motivación y un compromiso para el cambio.
Diagnóstico: Obtiene un conocimiento concreto de la estructura académica y administrativa de los diferentes programas académicos sometidos a Autoevaluación. Este proceso requiere información estadística básica de 2 ó 3 años anteriores. Recoger a través de encuestas opiniones de alumnos, egresados, docentes y personal administrativo y directivos, así como diferentes actores de la comunidad respecto a docencia investigación y extensión de programas.
Evaluacion Interna: La Comisión compara sus procesos y realizaciones con los estatutos y reglamentos de la misma institución y con las variables elaboradas por la Comisión de Autoevaluación.
Decisiones: Se trata de asumir los correctivos resultantes del trabajo de evaluación, elaborar y poner en marcha planes de mejoramiento continuo y asignar los mismos que sean necesarios para hacer efectivo el proceso de Autoevaluación Institucional.
Evaluación Externa: Asumir, el proceso de verificación de los evaluadores externos, preparando el material necesario para facilitar el proceso de Acreditación.
LA ACREDITACIÓN EN LAS UNIVERSIDADES:
Según el INDECOPI, la acreditación es el procedimiento mediante el cual un organismo autorizado reconoce formalmente que una organización es competente para la realización de una determinada actividad de evaluación de la conformidad (como realizar pruebas de ensayo y calibración, prestar servicios de inspección y certificación de productos, de sistemas de gestión y de personal). Para otorgar dicho reconocimiento, los Organismos de Acreditación comprueban, mediante evaluaciones independientes e imparciales, que las entidades evaluadoras de la conformidad estén debidamente preparadas para cumplir con su labor y poder facilitar las actividades comerciales tanto nacionales como internacionales.
Los organismos de acreditación, como la Comisión de Reglamentos Técnicos y Comerciales – CRT del Indecopi (en su calidad de Organismo Nacional de Acreditación) desempeñan su labor conforme a los mismos criterios utilizados a nivel internacional, para garantizar así una evaluación transparente y equitativa. Por esa razón, puede garantizarse que todos los Organismos de Evaluación de la Conformidad acreditados en distintos países, desempeñan su tarea de manera homogénea, generando así una confianza que posibilita la aceptación mutua de los resultados obtenidos.
En el caso de la Universidad los organismos de acreditación estarán supeditados al Ministerio de Educación y SINEACE CONEAU.
La Acreditación es un proceso voluntario formal por medio del cual un cuerpo reconocido gubernamental ó no gubernamental evalua, valora y reconoce que una organización cumple con los estándares publicados, aplicables y preestablecidos.
El proceso de acreditación, integralmente considerado, tiene los siguientes objetivos:
Propiciar el mejoramiento de la calidad de la Educación Superior.
Ser un mecanismo para que las instituciones de educación superior rindan cuentas ante la sociedad y el Estado sobre el servicio educativo que prestan.
Propiciar la idoneidad y la solidez de las instituciones que prestan el servicio público de Educación Superior.
Ser un incentivo para que las instituciones verifiquen el cumplimiento de su misión, sus propósitos y sus objetivos en el marco de la Constitución y la Ley, y de acuerdo con sus propios estatutos.
Propiciar el auto-examen permanente de instituciones y programas académicos en el contexto de una cultura de la evaluación.
Ser un instrumento mediante el cual el Estado da fe pública de la calidad de las instituciones y de los programas de educación superior.
Brindar información confiable a los usuarios del servicio educativo del nivel superior y alimentar el Sistema Nacional de Información creado por la Ley.
Ser un incentivo para los académicos, en la medida en que permita objetivar el sentido y la credibilidad de su trabajo y propiciar el reconocimiento de sus realizaciones.
LA CERTIFICACION EN LAS UNIVERSIDADES: La certificación es un proceso por medio del cual un cuerpo autorizado ya sea una organización gubernamental o no gubernamental evalúa y reconoce ya sea al personal docente y no docente de una universidad nacioal si cumple con los requisitos o criterios pre establecidos.La certificación determina si el personal ha logrado la capacitación, entrenamiento y perfeccionamiento necesaria y si ha demostrado competencia en un área de especialización por sobre los requisitos mínimos para la licenciatura.
La licenciatura es un proceso por medio del cual una autoridad gubernamental otorga un permiso a una persona profesional para ejercer una ocupación o profesión. Los reglamentos de la licenciatura se establecen generalmente para asegurar que la persona cumple con los estándares mínimos para asegurar un servicio de calidad para las clientes o usuarios.
La certificación, es el procedimiento mediante el cual una tercera parte diferente e independiente del productor y el comprador, asegura por escrito que un producto, un proceso o un servicio, cumple los requisitos especificados, convirtiéndose en la actividad más valiosa en las transacciones comerciales nacionales e internacionales. Es un elemento insustituible, para generar confianza en las relaciones cliente-proveedor.
Un sistema de certificación es aquel que tiene sus propias reglas, procedimientos y forma de administración para llevar a cabo una certificación de conformidad. Dicho sistema, debe de ser objetivo, fiable, aceptado por todas las partes interesadas, eficaz, operativo, y estar administrado de manera imparcial y honesta. Su objetivo primario y esencial, es proporcionar los criterios que aseguren al comprador que el producto que adquiere satisface los requisitos pactados.
Todo sistema de certificación debe contar con los siguientes elementos:
Existencia de Normas y/o Reglamentos.
Existencia de Laboratorios Acreditados.
Existencia de un Organismo de Certificación Acreditado.
Por otro lado, la certificación, es un procedimiento por el cual una tercera parte (un Organismo de Certificación independiente) entrega un aseguramiento escrito que un producto, proceso, sistema o servicio está conforme con ciertos requisitos especificados. La certificación es un sistema esencialmente voluntario.
LA AUDITORIA PREVENTIVA: HERRAMIENTA PARA PREVENIR ACTOS DE CORRUPCIÓN: El ISO 9000:2000, cláusula 3.6.4, define la acción preventiva como la "acción para eliminar la causa de una no conformidad potencial u otra situación potencial no deseada". Esto se puede considerar como una acción adoptada para evitar que se presente una no conformidad. Sin embargo, si no hay una no conformidad con la cual empezar y si la acción preventiva es eficaz, se mantendrá el statu quo. Esto origina la dificultad de auditar un proceso para el cual la salida deseada es mantener el statu quo. Con frecuencia existe confusión sobre las diferencias entre los términos corrección, acción correctiva y acción preventiva (ISO 9000.2000 para sus definiciones formales) y también con relación a las actividades de una organización con respecto a cada una de ellas.
La auditoría de los procesos de corrección y acción correctiva de la organización es relativamente sencilla porque los resultados y la eficacia de estos procesos por lo general están bien definidos (si la organización ya identificó una no conformidad, es fácil para un auditor evaluar el proceso utilizado por la organización, o que se planifica por usar para corregirla y si esto será o no eficaz para evitar que se vuelva a presentar la no conformidad); no obstante, la auditoría de los procesos de acción preventiva usualmente es más compleja.
Una auditoria preventiva, busca prevenir todo acto ilícito cometido por un funcionario público, eventualmente, con la participación de un particular, que consista en el ejercicio abusivo del poder público dirigido a favorecer, ilícitamente, intereses particulares.
AUDITORIA ACADÉMICA: El Instituto de Auditores Internos del Perú, define a la Auditoría Académica como la actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta concebida para agregar valor y mejorar las actividades académicas de una universidad. La Auditoría académica ayuda al ente a cumplir sus metas, objetivos y misión aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar los procesos académicos, control y gobierno.
La Auditoría académica, consiste en evaluar un conjunto de proposiciones académicas con la finalidad de determinar si las metas, objetivos, políticas, estrategias, presupuestos, programas y proyectos emanados de la gestión se están cumpliendo de acuerdo a lo previsto.
En este contexto la auditoria académica contribuirá en la buena administración de las universidades nacionales, con relación a la exactitud, eficiencia, efectividad y economicidad de los servicios académicos[15]
La Auditoría Académica se puede conceptualizar como una actividad concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización, así como contribuir al cumplimiento de sus objetivos y metas, aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión académica, de riesgos, Control Interno y Dirección.
PROCESO DE LA AUDITORIA ACADEMICA: El proceso de la auditoría interna efectiva incluye, los siguientes aspectos:
La Auditoría Académica forma parte integrante en la búsqueda de la excelencia en la política de calidad total, practicando las evaluaciones del grado de eficiencia y eficacia en el logro de los objetivos previstos por la Universidad y con los que se han manejado los recursos.
La Auditoría Académica tiene como objetivos primordiales:
La Auditoría Académica, es el control que se desarrolla como instrumento de la propia administración y consiste en una valoración independiente de sus actividades, que comprende el examen de actividades académicas y disposiciones administrativas y legales que correspondan con la finalidad de mejorar el control y grado de economía, eficiencia y eficacia en la utilización de los recursos, prevenir el uso indebido de estos y coadyuvar al fortalecimiento de la disciplina en general.
Dicen Cashin Neuwirth & Ley (1998)[16] que la auditoria es: "La denominación de una serie de procesos y técnicas, a través de las cuales se da una seguridad de primera mano a la dirección respecto a los empleados de su propia organización, a partir de la observación en el trabajo respecto a: si los controles establecidos son mantenidos adecuada y efectivamente si los registros e informes (…) reflejan las operaciones actuales y los resultados adecuada y rápidamente en cada división, departamento u otra unidad y si estos se están llevando fuera de los planes, políticas o procedimientos de los cuales la auditoria es responsable."
Según Eduardo Contreras (1995)[17] la Auditoria es como (…) "Los ojos de la dirección de la empresa, proyectados sobre todas sus dependencias y organizaciones, para captar e informar permanentemente a la misma, de su situación y de los posibles problemas que puedan existir." Las nuevas exigencias para fortalecer los procesos, operaciones y actividades dentro de las empresas, han llevado a cabo un cambio significativo en la Auditoria y en su papel dentro de la organización.
Para Elorreaga Montenegro, Gorostiaga (2002)[18] "La Auditoria debe funcionar como una actividad concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización así como contribuir al cumplimiento de sus objetivos y metas, aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos." La Auditoría Académica, después de hacer una investigación consensuada permite emitir una opinión profesional independiente, respecto a si las actividades académicas en su conjunto, presentan razonablemente la situación de dichas actividades, de acuerdo con las leyes, procesos y procedimientos establecidos.
ACCIONES Y PROCEDIMIENTOS DE CONTROL ACADEMICO
Las acciones de control académico consisten en las políticas y los procedimientos que tienden a asegurar que se cumplan las directrices de la Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y Rector de las universidades nacionales. También tienden a asegurar que se tomen las medidas necesarias para afrontar los riesgos que ponen en peligro la consecución de los objetivos académicos de las universidades. Las acciones de control académico se llevan a cabo en cualquier parte de la universidad, en todos sus niveles y en todas sus funciones y comprenden una serie de acciones tan diferentes como pueden ser aprobaciones y autorizaciones, verificaciones, conciliaciones, análisis del resultados de las actividades académicas, salvaguarda de bienes destinados a las actividades académicas y la segregación de funciones del personal involucrado en las actividades académicas.
Según el Informe COSO, las acciones de control o actividades de control, son las normas y procedimientos (que constituyen las acciones necesarias para implementar las políticas) que pretenden asegurar que se cumplen las directrices de los órganos decisorios, con el fin de controlar los riesgos de las actividades académicas.
PROCEDIMIENTOS DE CONTROL ACADEMICO: Durante la fase de ejecución, el equipo de auditoría académica se aboca a la obtención de evidencias y practicar pruebas sobre las mismas, aplica procedimientos y técnicas de auditoría, consistencia hallazgos, observaciones, conclusiones y recomendaciones. Los procedimientos de auditoría son operaciones específicas que se aplican en una auditoría e incluyen técnicas y prácticas consideradas necesarias, de acuerdo con las circunstancias. Las técnicas de auditoría son métodos prácticos de investigación y prueba que utiliza el auditor, para obtener evidencia necesaria que fundamente su opinión. Las prácticas de auditoría constituyen las labores específicas realizadas por el auditor como parte del examen.
CRITERIOS DE AUDITORIA ACADEMICA: Los criterios de auditoría académica describen las normas que serán utilizadas para determinar si las universidades satisfacen las expectativas en términos de efectividad, eficiencia y economía en la gestión académica, la que debe ser razonables y alcanzable, así como en cuanto a la efectividad de sus controles administrativos.
EVIDENCIA DE AUDITORIA ACADEMICA: Es el conjunto de hechos comprobados, suficientes, competentes y pertinentes que sustentan las conclusiones del auditor académico.
Es la información específica obtenida durante la labor de auditoría a través de observación, inspección, entrevistas y examen de los documentos y registros académicos. Las actividades de la auditoría académica se dedican a la obtención de evidencias, dado que esta provee una base racional para la formulación de juicios u opiniones. El término evidencia incluye documentos, fotografías, análisis de hechos efectuados por el auditor y en general, todo material usado para determinar si los criterios de auditoria académica son alcanzados.
HALLAZGOS DE AUDITORIA ACADEMICA: Se denomina hallazgo de auditoría académica al resultado de la comparación que se realiza entre un criterio y la situación actual encontrada durante el examen. Es toda información que a juicio del auditor le permite identificar hechos o circunstancias importantes que inciden en la gestión de las actividades académicas bajo examen que merece ser comunicados en el informe. Sus elementos son: condición, criterio, causa y efecto.
El auditor académico debe estar capacitado en las técnicas para desarrollar hallazgos en forma objetiva y realista. Al realizar su trabajo debe considerar los factores siguientes: condiciones al momento de ocurrir el hecho; naturaleza, complejidad y magnitud de las actividades examinadas; análisis crítico de cada hallazgo importante; integridad del trabajo de auditoría académica; autoridad legal; diferencias de opinión.
BUENA ADMINISTRACION: De acuerdo al Diccionario de Microsoft Buena Administración, es el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo institucional (académico, financiero, económico y social) duradero, promoviendo un sano equilibrio entre la Universidad, la Comunidad Universitaria y el mercado.
Las universidades nacionales, deben establecer las pautas que orienten el accionar de sus dependencias, hacia la búsqueda de la efectividad, eficiencia y economía en sus operaciones en el marco de una adecuada estructura de control interno y probidad administrativa que faciliten la buena administración.
PROCESO DE LA BUENA ADMINISTRACION: El proceso de la Buena Administración en las universidades debe comprender la modificación del comportamiento del personal en sus actitudes emocionales para llevar a cabo sus funciones, la modificación de la gestión tradicional por la gestión corporativa y sinérgica por parte de los responsables del gobierno de las universidades; además comprende la modificación del entorno del control, los riesgos, actividades de control, información, comunicación y supervisión de las actividades educativas y administrativas.
La buena administración de las universidades nacionales, comprende la gestión de programas y actividades. La evaluación de la efectividad de los programas o actividades de las universidades nacionales, tiene relación directa con la evaluación de la eficiencia y economía en la aplicación de los recursos; por este motivo el auditor puede incluir ambos componentes en forma conjunta al desarrollar su trabajo. Esto es un aspecto a considerar durante la fase de planeamiento de la auditoría, en vista que una entidad puede alcanzar sus objetivos y metas en un período determinado, a pesar de incurrir en despilfarros o falta de economía en la aplicación de los recursos; o también, la misma entidad podría obtener niveles adecuados de eficiencia y economía en sus operaciones, sin que por ello logre sus objetivos y metas planeadas como parte de la gobernanza corporativa.
BUEN GOBIERNO CORPORATIVO: Se entiende que por tener su origen en una inversión de Estado, las universidades nacionales se encuentran dentro de los alcances del buen gobierno corporativo. El buen gobierno corporativo, cada vez más está cobrando importancia en el ámbito local e internacional, debido a su reconocimiento como un valioso medio para alcanzar mercados más confiables y eficientes. En los últimos años, se han establecido principios de adhesión voluntaria, realizado acuciosos estudios e implementado una serie de reformas legislativas, a fin de incentivar el desarrollo de buenas prácticas de gobierno corporativo.
De esta manera, se ha reconocido el impacto directo y significativo que la implementación de dichas prácticas tiene en el valor, solidez y eficiencia de las empresas, y, por tanto, en el desarrollo económico y bienestar general de los países.
Es así que los principios y lineamientos de buen gobierno corporativo más reconocidos y utilizados actualmente son los emitidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los lineamientos del código andino de gobierno corporativo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), los principios de buen gobierno para las sociedades peruanas de la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV) ahora Superintendencia de Mercado de Valores (SMV), y los principios de buen gobierno corporativo de empresas del Estado del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE).
El gobierno corporativo explica las reglas y los procedimientos para tomar decisiones en asuntos como el trato equitativo de accionistas, el manejo de conflictos de interés, la estructura de capital, esquemas de sueldos y salarios e incentivos, las adquisiciones de control, la revelación de información, la influencia de inversionistas institucionales, entre otros, que afectan el proceso a través del cual las rentas de la sociedad son distribuidas.
Los inversionistas consideran cada vez más la aplicación de prácticas de buen gobierno como un elemento de suma importancia para preservar el valor real de sus inversiones en el largo plazo, en la medida que conlleva a eliminar la información desigual entre quienes administran la empresa y sus inversionistas. Refuerza este objetivo la existencia de un adecuado marco legal y prácticas de supervisión eficientes que velen por la existencia de mercados transparentes que garanticen la protección del inversionista.
DESARROLLO INSTITUCIONAL: El desarrollo institucional, comprende el desarrollo de planes, programas, actividades y funciones de las universidades. El desarrollo institucional es la contienda que tienen que librar las universidades internamente y especialmente externamente para tener la confianza de los usuarios de los servicios que presta a la comunidad. El desarrollo institucional tiene que darse en las actividades administrativas y académicas de las universidades públicas para que ganen la contienda que tendrán con las universidades privadas.
El desarrollo institucional no es algo fortuito, si no por el contrario, se logra alcanzar luego de un proceso que pasa por la aplicación correcta de las procedimientos, normas, procesos, técnicas y prácticas en el contexto de los objetivos, misión y visión institucional; la eficiencia, eficacia y economía en la utilización de los recursos escasos de estas entidades también contribuye al desarrollo institucional de las universidades.
Comprende las políticas, estrategias y tácticas internas y de entorno de gestión[19]
EFICIENCIA DE LA ADMNISTRACION: La eficiencia está referida a la relación existente entre los servicios académicos entregados a la comunidad universitaria y los recursos utilizados por la administración para ese fin (productividad), en comparación con un estándar de desempeño establecido.
EFECTIVIDAD DE LA ADMINISTRACION. La efectividad, se refiere al grado en el cual la universidad nacional logra sus objetivos académicos y metas u otros beneficios que pretendían alcanzarse, previstos en la legislación o fijados por otra autoridad.
La auditoría académica para que se convierta en una herramienta efectiva que facilite la buena administración en las universidades nacionales, tiene que pasar por el cambio que comprender al potencial humano, materiales y tecnología de los procesos, procedimientos, técnicas y prácticas, de modo que cumpla los objetivos en el marco de la nueva filosofía.
De acuerdo con el Artículo 5°, de la Ley del Sistema Nacional de Control; el control gubernamental consiste en la verificación periódica del resultado de la gestión pública, a la luz del grado de eficiencia, eficacia, transparencia y economía que hayan exhibido en el uso de los recursos públicos, así como del cumplimiento por las entidades de las normas legales y de los lineamientos de políticas y planes de acción.
En función al Manual de Auditoría Gubernamental de la CGR, la evaluación de la efectividad de programas es realizada por el auditor académico, con la finalidad de informar a los Organismos conformantes de los Poderes del Estado y a las autoridades de la Administración Pública responsables de la conducción, autorización, financiamiento y ejecución de los programas o actividades, en torno a su desempeño (rendimiento) obtenido por los programas en comparación con lo planeado. Este enfoque evalúa los resultados o beneficios logrados y determina si el programa viene logrando las metas previstas, así como identifica los problemas que requieren corregirse para mejorar su efectividad.
Algunos de los aspectos a considerar en una auditoría académica, como en la administración, con enfoque de efectividad, son los siguientes:
a) Establecimiento de objetivos del programa en forma clara y precisa;
b) Identificación de todos los objetivos del programa que sean materia de evaluación
c) Razonabilidad de los procedimientos para la evaluación de la efectividad del programa en cuanto su realización y costo
d) Retroalimentación de la efectividad del programa
OPTIMIZACION DE LA ADMINISTRACION: La optimización de la administración de las universidades nacionales, se va a manifestar, cuando concurran eficiencia, eficacia y economía e0n la utilización de los recursos. Sólo las universidades nacionales lograran con eficacia sus objetivos y metas previstas; cuando alcancen una relación entre el servicio académico entregado y los recursos utilizados, en comparación con un estándar de desempeño.
Cuando adquieran sus recursos en el nivel razonable de calidad, en la oportunidad y lugar apropiados y al menor costo; se estarían dando las condiciones para la optimización de la administración en las universidades nacionales.
4.2.4 MARCO CONCEPTUAL
Este ensayo intenta potenciar a la herramienta autoevaluación del CONEAU, para lo cual, debemos insertarnos en los avanzados conceptos del COSO II ERM e Inspección y Control y en lo normado por la Contraloría General, para que en analogía funcional, se interrelacione y defina sus objetivos y alcances en la Auditoria Académica y Acreditación Universitaria; enlazando acciones de calidad y control en mutua simbiosis:
1) Informe COSO[20]COSO II ERM. Establece que los controles internos se implantan con el fin de detectar, en el plazo deseado, cualquier desviación respecto a los objetivos establecidos, y de limitar las sorpresas. Los controles internos fomentan la eficiencia, reducen el riesgo de pérdida de valor de los activos y ayudan a garantizar la fiabilidad de los estados financieros y el cumplimiento de las leyes y normas vigentes. Este informe establece como componentes del control interno al entorno de control, evaluación de los riesgos, actividades de control, información y comunicación y la supervisión.
2) MODELO COCO[21]Es el modelo que busca proporcionar un entendimiento del control y dar respuesta a las siguientes tendencias. i) Impacto de la tecnología y el recorte a las estructuras organizativas; ii) Creciente demanda de informar públicamente acerca de la eficacia del control; y, iii) Énfasis de las autoridades para establecer controles, como una forma de proteger los intereses del Estado y de la comunidad universitaria en nuestro caso.
En la estructura del modelo COCO, los criterios son elementos básicos para entender y, en su caso, aplicar el sistema de control. Se requiere un adecuado análisis y comparación para interpretar los criterios en el contexto de las universidades públicas, y para una evaluación efectiva de los controles implantados.
3) MANUAL DE AUDITORIA GUBERNAMENTAL[22]Este documento normativo, fundamental, define las políticas y las orientaciones para el ejercicio de la auditoría gubernamental en el Perú. Sus objetivos se sustentan en postulados que requiere la auditoría gubernamental, con el propósito de uniformar el trabajo de los auditores y promover un mayor grado de eficiencia, efectividad y economía en el desarrollo de la auditoría gubernamental en su conjunto; determinar los criterios básicos que permitan en el futuro llevar a cabo el control de calidad de la auditoría gubernamental; aplicar las Normas de Auditoría Gubernamental (NAGU).
4) NORMAS TECNICAS DE CONTROL INTERNO PARA EL SECTOR PÚBLICO[23]Son guías generales dictadas por la Contraloría General de la República, con el objeto de promover una sana administración de los recursos públicos en las entidades en el marco de una adecuada estructura del control interno. Estas normas establecen las pautas básicas y guían el accionar de las entidades del sector público hacia la búsqueda de la efectividad, eficiencia y economía.
5) NORMAS INTERNACIONALES DE AUDITORIA (NIA¨S)[24]. Los lineamientos contenidos en estas normas, se orientan a mejorar el grado de uniformidad de las prácticas de auditoría y servicios relacionados.
6) NORMAS DE AUDITORÍA GENERALMENTE ACEPTADAS (NAGAS), constituye un importante punto de referencia para tener en cuenta en relación con las normas personales, de trabajo e informe del personal de Auditoría Interna de las Universidades Públicas.
7) NORMAS DE AUDITORÍA GUBERNAMENTAL (NAGUS), constituye una herramienta que deberá ser tomada en cuenta para el tratamiento de la información de este trabajo.
8) PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA, responsable de promover, coordinar e implementar la planificación universitaria como elemento de gobierno.
DESARROLLO UNIVERSITARIO, como una actividad institucional circunscrita a la planificación y formulación de políticas relativas a lo arquitectónico y su entorno académico-ambiental, políticas académicas (creación, reformulación y modificación de cursos, carreras, escuelas, facultades) y todo aspectos presupuestario y financiero conexo con la gestión universitaria, en armonía a los requerimientos internos de la institución y en atención y aplicación consensuada con los macro-lineamientos del CONEAU, para su acreditación respectiva. CALIDAD EDUCACIÓN Y DESARROLLO COMO LIBERTAD[25]
En conferencia dictada en la Universidad de Frankfurt a finales del año 2000, invitado por Jürgen Habermas, Jacques Derrida caracterizó así la universidad del mañana: "La universidad del futuro debería ser totalmente libre; en ella no debería obstaculizarse de ninguna forma la investigación. De lo que se trata en última instancia en la universidad es de la verdad. Naturalmente con ello se refirió en especial a las ciencias del espíritu. Distinguió entre el "Profesor", como alguien que se compromete públicamente con algo, y el "profesional", como alguien que dispone de determinadas competencias técnicas. Las preguntas orientadoras que habría que considerar en esta universidad deberían ser, por ejemplo, las preguntas por los derechos humanos, la diferencia de género o el racismo. En esta universidad hay que trabajar filosóficamente. Se desean análisis de conceptos pero también resistencia. Una universidad libre es también una universidad sin poder; la universidad se comporta con respecto al poder "como un extraño". Finalmente la verdadera universidad debería ser un lugar donde lo impredecible pudiera volverse acontecimiento"[26].
El objetivo de esta exposición es considerar en qué sentido deberían aportar los procesos de acreditación de la educación superior al fortalecimiento en la calidad de la misma, considerando que hoy no podemos pensar en el desarrollo y progreso democrático de una nación, sin una educación de calidad.
La experiencia adquirida en el Consejo Nacional de Acreditación de Colombia, CNA, permite invitarlos al estudio: (1). Esperar que mis reflexiones puedan contribuir a sus propósitos de servirse de procesos de acreditación para desarrollar cada vez más el sistema de educación superior peruano. Quiero luego reflexionar en clave comunicacional y discursiva(2) sobre los retos de la globalización (3) y las tareas de la Universidad en un mundo globalizado (4), las cuales se pueden sintetizar en un sentido fuerte de cooperación; sentido que es el mismo de las competencias ciudadanas en las que debe formar la Universidad a sus estudiantes(5) para poder así "forjar nación" democráticamente.
1.- UNA EXPERIENCIA DE ACREDITACIÓN.
La nueva Constitución de los colombianos de 1991 da un impulso especial a la Universidad al garantizar su autonomía, prometer el fortalecimiento de la investigación y el financiamiento de más cobertura con calidad y fomentar la participación de la sociedad en la gestión educativa. La reforma de la Educación Superior que se desprende un año más tarde de la Constitución crea un Sistema Nacional de Acreditación, cuyo desarrollo en estos años ha ido a la par con un esfuerzo significativo de los gobiernos y de la sociedad civil, especialmente de los educadores, por mejorar la calidad de la educación de los colombianos.
Concretamente la acreditación de alta calidad de los diferentes programas académicos y recientemente de las instituciones de educación superior, se entiende como complementaria de la labor gubernamental de inspección y vigilancia con respecto a estándares mínimos que conduce al registro calificado ante el Ministerio de Educación. De esta forma la acreditación de alta calidad se ha podido desarrollar como un proceso voluntario por parte de las Instituciones ante un organismo eminentemente académico y autónomo, constituido por siete miembros provenientes de diversas áreas del saber, de diferentes instituciones y regiones del país, quienes con el apoyo logístico del Ministerio de Educación son responsables de fomentar el proceso de autoevaluación de los programas e instituciones y sobre todo de orientar y analizar las evaluaciones, basadas en visitas e interacciones por parte de pares académicos nacionales e internacionales. Los conceptos del Consejo de Acreditación son acogidos por el Ministerio de Educación en forma de Resoluciones que acreditan los programas e instituciones. Hasta hoy se han acreditado como de alta calidad más de 370 programas de pregrado, entre más de 5000 registrados en el Ministerio. Se han devuelto unos 90. En los tres últimos años se han acreditado 12, entre casi 100 universidades colombianas, sin contar las otras casi 200 Instituciones de Educación Superior.
Los dos apoyos fundamentales de la acreditación son los procesos de autoevaluación y la interacción con los pares especializados. Esto se basa en complejos procesos comunicacionales de aprendizaje, crítica y cooperación: los internos constituyen el ethos de la Universidad como colectivo en procura de verdades y formas de vida auténticas y los externos enriquecen sus relaciones de cooperación con la sociedad y el Estado y van consolidando gradualmente una red compleja de comunidades académicas en el país, más allá de las diferencias entre Universidades públicas y privadas o instituciones de provincia y de las grandes capitales.
Es obvio que todo esto se ha ido logrando gracias a dispositivos y métodos de evaluación, análisis, diagnóstico y acuerdos específicos. Pero de todas formas estos aspectos son instrumentales en relación con la actitud de comunicación, comprensión y reconocimiento que constituye la así llamada filosofía de la Acreditación de alta calidad. Por ello precisamente consideramos que todo el material que utilizamos para nuestra labor académica debe ser el resultado de procesos de discusión y concertación con las Universidades y Programas comprometidos con el mejoramiento de la educación. Esto corresponde a la idea misma de Universidad, cuya estructura radicalmente comunicacional y discursiva progresa en la medida en que se fortalezcan el diálogo, el debate, la crítica, las competencias propositivas, los argumentos, la transdisciplinariedad, las actitudes democráticas y participativas, en una palabra, su dimensión pública de cara a una sociedad cada vez más compleja y a un Estado de derecho que se marchita por el agotamiento de recursos culturales y morales.
En este contexto se presenta la pregunta acerca de las funciones de la acreditación: el aseguramiento de la calidad y el poder dar fe pública ante la sociedad de los grados de calidad de la educación superior. Esto mismo da a la acreditación su significado político. Un modelo de evaluación está al servicio de una determinada concepción de educación. Por ello es importante comprender la acreditación más en función de mejoramiento de la calidad que de procesos de mercantilización: es un proceso social y de interés público, no solamente de autoridades administrativas y de clientes del mercado educacional.
Por ello en cierta forma la acreditación debe ser política más de Estado que de simple gobierno. Es necesaria la concertación entre las autoridades de educación, ciencia y cultura, la comunidad académica y la sociedad civil. De este diálogo depende en gran medida una calidad fundada en la pertinencia. Por ello hay que clarificar y discutir públicamente qué universidad queremos y para cuál sociedad.
2.- HACIA UNA TEORÍA COMUNICACIONAL DE LA EDUCACIÓN.
Esto exige una renovada caracterización de la calidad desde una concepción comunicacional de la educación: no es posible hablar de calidad sin pensar en la equidad como ampliación de cobertura, de suerte que se logre un sentido democrático de cooperación, como inclusión de muchos, de las diferencias y de los diferentes, para que todos participen en la renovación de la cultura: calidad como interculturalidad, como pertinencia, en el sentido de que la educación es más el espacio de la ética que del mercado. Por ello se defiende un sentido de calidad basado en el compromiso real de la comunidad académica, de suerte que se articule más en un saber responsable, que como proceso técnico cuantificable burocráticamente. Se trata pues de calidad con base en el diálogo de pares y con la sociedad civil, como proceso comunicativo, en el que se realizan a la vez la comprensión y la argumentación. Esto se traduce en calidad como competencia discursiva en cuanto capacidad colectiva de aprendizaje y en cuanto formación de competencias ciudadanas, al aprender, participando, tolerando, disintiendo y aceptando unos mínimos éticos y constitucionales.
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