Creatividad y ciencias. Un estudio biográfico de científicos argentinos (página 2)
Enviado por César Agustín Flores
Al igual que en un estudio anterior (Elisondo, 2013) se observa que los creativos de la muestra se vinculan estrechamente con creativos estudiados en otras investigaciones biográficas de la creatividad, como por ejemplo Jean Piaget (Vonèche, 2003) y Albert Einstein (Gardner, 1993, Miller, 2007). Asimismo, se visualizan múltiples interacciones entre los creativos analiza- dos en la presente investigación, algunos de ellos han trabajado juntos o compartido asociaciones y lugares de trabajo, como por ejemplo, Bernardo Houssay, Luis Leloir, Cristiane Dosne de Pascualini, Eugenia Sacerdote de Lusting, Jorge Sábato y Enrique Gaviola. También se establecen relaciones entre los científicos de nuestra muestra y creativos de otros campos, por ejemplo Enrique Pichón Rivière con Roberto Arlt, creativo en el área de la literatura estudiado en Elisondo (2013) Infinitas redes de interacciones entre investigadores, docentes, tutores, especialistas, estudiantes y discípulos caracterizan a los procesos creativos en ciencias. También se destaca el trabajo de especialistas y técnicos para el desarrollo de trabajos de observación, experimentos y expediciones cien- tíficas. Los creativos también necesitan otros que crean en sus ideas y que los estimulen a trabajar en ellas. Asimismo, se requiere de otros, individuos e instituciones, que financien los proyectos y apuesten en los creativos.
La creatividad en ciencias supone trabajos en redes humanas, institucio- nales y conceptuales desplegadas por el mundo. Las perspectivas socio-cul- turales de estudio de la creatividad resultan interesantes para comprender los procesos creativos en ciencias desde un enfoque más amplio que considere especialmente las interacciones entre sujetos, objetos culturales y tecnologías para la creación de nuevos productos, conocimientos y pro- cedimientos. Asimismo, las perspectivas socio-culturales de la creatividad también enfatizan la idea de acción como base de los procesos creativos. Las personas, en interacción con otros, no solo deciden hacer, sino que hacen algo para transformar lo existente y crear algo nuevo.
Las consideraciones de creatividad como acción amplían el planteo de Sternberg (2005) respecto de lo creativo como decisión. Los procesos crea- tivos demandan no solo decisiones sino acciones referidas a los campos, los ámbitos y la sociedad. Acciones que siempre demandan interacciones con otros. A la vez, los procesos creativos requirieren en algún momento de ausencias de otros, es decir de momentos de trabajo solitario, de lectura, de reflexión, de experimentación y de observación. Los procesos creativos con- jugan de manera compleja trabajos grupales e interacciones con otros, con momentos de necesaria soledad, de implicación total en el proceso y fluir.
Obstáculos y resiliencia en la creatividad científica
«Me han echado varias veces durante mi carrera». La afirmación de Eugenia Sacerdote de Luistig (Cazaux, 2012) muestra una constante en la vida de muchos de los científicos estudiados. Varios de los científicos de la muestra han sido echados de sus lugares de trabajo, algunos han tenido que emigrar y otros crear nuevos espacios y grupos para el desarrollo de la actividad de investigación. En muchas biografías se observan ausencias de posibilidades de trabajo en determinado contextos por problemas políticos y económicos. Los científicos no dejan de trabajar, sino que construyen alternativas y nuevos espacios para continuar con su labor, muchas veces fuera del país. En ocasiones, estos obstáculos generan aún más posibilidades en los procesos creativos, en tanto los científicos logran construir nuevos vínculos y conocimientos en otros entornos de trabajo. Más que los recursos y las posibilidades importan las decisiones y acciones que desarrollan los científicos para afrontar carencias o situaciones adversas. La vida de Osvaldo Reig, sus decisiones y acciones, ilustra la capacidad resiliente de los creativos.
«. su inclaudicable vocación democrática y progresista y las turbulentas circunstancias históricas que le tocó vivir lo obligaron a migrar en repetidas oca- siones. Comenzó entonces casi de la nada en varias oportunidades, fundando con entusiasmo y optimismo por lo menos seis laboratorios modernos en Argentina, Venezuela y Chile. Fue también cometa por la estela larga de discípulos y amigos con los que compartía las luces iridiscentes y los abismos negros de nuestra ciencia y de nuestros paisajes» (Sportono, 1995: 161).
La ciencia y la creatividad, necesitan de recursos, materiales, cognitivos y humanos, de esto no hay duda. Mientras más recursos, mejor. Sin embargo, se ha observado en los análisis biográficos, que al igual que con las ideas y los conocimientos, lo que importa respecto de los recursos es la disposición y actitud de las personas y las alternativas que construyen para generarlos. Claro está que lo mejor es tener muchos recursos y posibilidades, no obstante cuando esto no es posible, la actitud de los creativos es determinante. Ellos construyen diferentes estrategias para obtener lo que necesitan, en este sentido se produce una doble creatividad de algunos científicos, primero crear los elementos necesarios para sus investigaciones y luego crear con conocimientos y procedimientos específicos de sus áreas de estudio (Elisondo, Donolo y Rinaudo, 2013) Importan los recursos como así también posibilidades y obstáculos que presentan a lo largo de los procesos creativos, sin embargo, lo fundamental para la creatividad son las decisiones y acciones que construyen las personas sobre las eventualidades y disponibilidades.
La creatividad en ciencias y en otros campos, depende la iniciativa de las personas y los grupos y las acciones que desarrollan para aprovechar los obstáculos y dificultades que se presenta. En varias de las biografías analizadas, se observa que algunos obstáculos como por ejemplo situaciones políticas conflictivas en el país, han sido aprovechados por los científicos para crear en otros contextos y construir grupos y redes en otros países. La creatividad depende de la resignificación de las dificultades emergentes y de cierta actitud resiliente de los creadores (Elisondo, 2013;; Metzl y Morrell, 2008). Los análisis indican que los procesos creativos en ciencias depen- den de las actitudes y acciones de los científicos respecto de las ideas, los conocimientos, los grupos y las dificultades. Todo depende de decisiones y acciones de las personas y los grupos, los creativos son muy activos, casi diríamos hiperactivos, en tanto están permanentemente involucrados en diferentes actividades y proyectos, tal como plantemos en el siguiente apartado.
IV.5. Creatividad y apertura a experiencias
Los científicos creativos recorren campos de conocimiento diferentes, se embarcan en complejas empresas científicas, tecnológicas y educativas, se vinculan con personas de otros ámbitos, buscan y crean espacios nuevos donde desarrollar sus ideas de investigación pero también de desarrollo de las ciencias en general. Los científicos creativos crean instituciones, organizaciones y fundaciones para el conocimiento, la investigación y la docencia. Esta particularidad del accionar de los científicos de la muestra podría definirse como apertura al desarrollo de experiencias diversas, rasgo que ha sido definido por los especialistas (McCrae y Greenberg, 2014) como propio del accionar creativo.
Múltiples vidas, en múltiples contextos, parecen ser vividas por los creativos. Mil mundos, reales o imaginarios, y diversas existencias definen la historia vital de los creadores. Los títulos de algunas biografías y autobiografías muestran a la apertura a experiencias como rasgo que define a los creativos, por ejemplo: Pichon-Rivière, un viajero de mil mundos. Génesis e irrupción de un pensamiento nuevo de Fernando Fabris y Mis diversas existencias. Apuntes para una autobiografía de Gregorio Klimovsky. Incansables es una de las palabras que utilizan los biógrafos para definir a los científicos estudiados. Desarrollar múltiples actividades de manera simultánea y participar de diversos proyectos e iniciativas parece ser un rasgo que define a los científicos creativos y a los creativos en general. Sin embargo, no se trata de una participación sin más, sino un involucramiento especial, una dedicación full-time a múltiples iniciativas y un esfuerzo por desarrollarlas de la mejor manera. Sobradas evidencias existen en el campo de estudio de los procesos creativos respecto de las relaciones entre creatividad y apertura a experiencias (Feist, 2012; Kaufman, 2013; Elisondo y Donolo, 2014a; Silvia, et al, 2014; McCrae y Greenberg, 2014). Los creativos permanentemente buscan y desarrollan experiencias diversas en campos y contextos heterogéneos. Tanto en los estudios de creativos reconocidos socialmente, como en las investigaciones de creatividad cotidiana, se ha identificado a la apertura a la experiencia como una de las principales características de los creadores.
En el presente estudio se observa que los científicos de la muestra participan activamente en diversas propuestas de investigación, docencia, extensión y gestión de instituciones. El trabajo de los científicos estudiados no se limita a sus campos de investigación sino que también crean equipos, grupos, instituciones y participan. Han contribuido de manera decisiva en la creación y consolidación de grupos, instituciones, sociedades científicas, fundaciones, revistas y medios de divulgación. El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, la Fundación Favaloro, la Escuela de Psicología Social, la Sociedad Científica Argentina, la Revista Medicina, son algunos pocos ejemplos de acciones de los científicos que trascienden los campos específicos de conocimiento.
Los creativos construyen experiencias en múltiples tiempos, espacios y contextos, generan redes de iniciativas que transcienden los campos específicos a los que se dedican (Policastro y Gardner, 1999; Gruber y Walace, 1999). Resulta difícil definir una línea de trabajo y actuación de los creativos, van recorriendo infinitos caminos motivados por intereses también diversos y por relaciones con personas de diferentes campos y ámbitos. También se ha demostrado la incidencia positiva de las experiencias culturales diver- sas en la creatividad (Leung y Chiu, 2010; Maddux, Adam y Galinsky, 2010; Ritter, Rodica, Damian, Simonton, van Baaren, Strick, Derks y Dijksterhuis, 2012; Elisondo y Donolo, 2014a; Damian y Simonton, 2014). Los creativos estudiados han aprovechado las experiencias construidas en diferentes contextos, por ejemplo de estadías en el exterior, traen preguntas, ideas y conocimientos, formas de trabajo y contactos con especialistas. Aquellos que han nacido y vivido en otros contextos culturales, como por ejemplo Cristiane Dosne de Pasqualini y Eugenia Sacerdote de Luistig, también traen en sus valijas experiencias, lenguajes, conocimientos y vínculos que parecen incidir positivamente en la creatividad. Muchas de las ideas precur- soras e innovadoras de Newbery parecen haberse gestado a partir de sus experiencias de formación en el extranjero. En el caso de Enrique Gaviola, las experiencias en el extranjero también condicionan sus ideas, intereses y desarrollos posteriores.
En las biografías analizadas se observa que muchos de los científicos podrían considerase bien viajados, características que parece vincularse estrechamente con la creatividad, en tanto las estancias en lugares diversos ofrecen oportunidades de aprendizaje y de construcción de experiencias culturales variadas. Tal como señalan Spivak y Hubert (2012), la movilidad científica modela diferentes modos de producción de conocimientos y de relaciones entre equipos de investigación. Sin embargo, también se observan impactos negativos en la internacionalización de los grupos de investigación en los países periféricos (Kreimer, 2011). Coincidimos con López (2013) en que es necesario considerar a los procesos de la internacionalización desde una perspectiva amplia que considere consecuencias positivas y negativos, como así también condiciones y posibilidades de los equipos, las instituciones y los contextos locales.
Se han identificado factores cognitivos, contextuales y personales que condicionan la creatividad científica a través del estudio de casos de científicos reconocidos socialmente. Se ha destacado el papel de la formulación y resolución de problemas y el uso de metáforas y analogías en la actividad científica. Asimismo, se ha subrayado la importancia de los conocimientos, construidos a partir de diversas trayectorias y experiencias educativas, en la formulación y resolución de problemas científicos. Se ha planteado que la creatividad científica siempre es un fenómeno social en tanto implica relaciones con personas (directores, tutores, colegas, discípulos) y con grupos diversos de investigación. Los estudios biográficos realizados han permitido identificar obstáculos y condicionantes contextuales negativos como así también aspectos actitudinales que favorecen la creatividad como la capacidad de resiliencia y la apertura a experiencias.
El estudio de casos presentado es parcial tanto en la selección de la muestra como en la construcción de las categorías analíticas. Esta particularidad podría considerarse una limitación del estudio y a la vez, una apertura a estudios posteriores. Es interesante en futuras investigaciones ampliar el número de casos y triangular las metodologías incorporando entrevistas y análisis de otros documentos respecto de la vida y las producciones de los científicos. Asimismo, es relevante para futuras investigaciones ampliar las categorías y los análisis realizados incorporando otras perspectivas teóricas y desarrollos en diferentes campos del conocimiento.
Los creativos analizados parecen no admitir límites, no se circunscriben determinado campos, ni a determinados grupos, contextos o instituciones. Trascienden las fronteras de los conocimientos, son indisciplinados, tanto en relación a las disciplinas científicas como a las normas y los límites sin sentido. Los únicos límites que aceptan son los vinculados con la ética y la responsabilidad social de su accionar. Las científicas son muy indisciplinadas, transgreden muchos de los límites sociales y culturales impuestos para las mujeres, logran salir del suelo pegajoso, rompen en techo de cris- tal y ocupan lugares destacados en la ciencia argentina. Las mujeres no se limitan a los espacios y reconocimientos que se asignan los hombres, reclaman por sus derechos laborales y construyen sus propios contextos y ámbitos de trabajo.
Los científicos tampoco se limitan a los laboratorios, realizan contribuciones destacadas en la docencia, la política y el desarrollo de las ciencias en general. Aportan ideas no solo a los campos sino también a los ámbitos de las políticas y las decisiones en materia científica, educativa y social. En muchas de las biografías analizadas, como por ejemplo la de Bernardo Houssay, Jorge Sábato y Enrique Gaviola, aparece un interés particular y sostenido por el desarrollo científico y tecnológico del país y la creación de políticas e instituciones que promuevan el progreso de las ciencias y la sociedad en general. Interés que pocas veces fue comprendido por los funcionarios de turno y por algunos sectores poco innovadores de la ciencia argentina.
En los análisis biográficos se observa que las ideas y producciones innovadoras de los creativos generalmente no son comprendidas en el momento social e histórico en que se formulan. Su pensamiento y accionar parece ir más de prisa que el del resto de los mortales, provocando muchas veces dificultades personales, conflictos y luchas entre diferentes sectores. Comunicar las ideas parece ser también un componente importante de la creatividad. Si no se logra o si las ideas no son comprendidas por los otros, o al menos por algunos, el proceso creativo se complejiza cada vez más.
Las biografías de los creativos parecen desarrollar diferentes vidas, parecen referirse a varias personas, al mismo tiempo que tienen diversos intereses y se embarcan en los más variados proyectos. Los biógrafos de Newbery intentan mostrar cómo una misma persona se desempeña con esmero en las más diversas actividades científicas, tecnológicas, culturales, deportivas y sociales. Tal vez por eso, Klimovsky hable de diversas existen- cias en el título de su autobiografía. La única constante en la vida de los creativos parece ser la intensidad y la dedicación con que se adentran en cada iniciativa y actividad. Quizás sea poco hablar de motivación, lo más pertinente en estos casos, y nuestro criterio, es definir a la pasión como el motor de los procesos creativos en general y en ciencias en particular. Sin pasión es poco probable la creatividad y la innovación, independientemente de los campos de conocimiento y ámbitos de acción.
En la vida de los creativos, los años no trascurren en vano, asumen riesgos y desafíos, apuestan sus ideas, construyen estrategias para sortear obstáculos y desarrollan acciones en diferentes entornos y campos de conocimiento. Complejas interrelaciones entre riesgos, decisiones y acciones, componentes centrales de los procesos creativos, se vislumbran al analizar la vida de los creadores y sus logros en campos, ámbitos y contextos heterogéneos. La creatividad implica decisiones importantes, capacidades para asumir riesgo y acciones orientadas a desarrollar ideas y resolver problemas inesperados, indisciplinados e ilimitados.
Analizar la vida de científicos es relevante para comprender procesos creativos en ciencias desde la perspectiva de las personas, sus decisiones y acciones. Sin embargo, la creatividad en ciencias no es solo una cuestión cognitiva, además de incorporar importantes aspectos emocionales, pasiones, alegrías, tristezas, supone luchas entre sectores, relaciones de poder, conflictos políticos. En las biografías analizadas se observa claramente que la práctica científica es mucho más que descubrimientos e insights en laboratorios y oficinas. Las políticas, las ideologías y las arbitrariedades de algunos gobiernos de turno, nunca quedan fuera de los laboratorios.
Analizar la vida de los científicos no solo es importante en el campo de la creatividad sino también, y especialmente, para la comprensión de la ciencia como práctica social, cuestión importante para la enseñanza de contenidos científicos contextualizados y para la orientación de futuros investigadores. Comprender la creatividad en ciencias supone una perspectiva socio-cultural. Incorporar metodologías propias del análisis de grupos (Bianco y Sutz, 2005) es una línea promisoria en la investigación de los procesos científicos creativos. La ampliación de la muestra, es decir, el desarrollo de estudios con científicos de otros países es una interesante línea futura de investigación, como así también el análisis de redes de relaciones entre científicos de diferentes contextos y campos.
Analizar la vida de los científicos, y enseñarla como contenido educativo, ayuda a comprender los avances en las ciencias, la importancia de las ini- ciativas de los sujetos y los contextos de producción de los conocimientos. Asimismo y tal como plantea Norma Sbarbati Nudelman (2015), la educa- ción en ciencias y la disponibilidad de conocimientos científico-tecnológicos es esencial para el ejercicio de la ciudadanía plena y la promoción social. Entonces, se considera que el análisis biográfico contextual de la vida de personalidades de la ciencia y las formas en que los científicos y las cien- tíficas hacen su trabajo es una interesante línea de acción para la educación en ciencias. Conocer qué hacen, cómo viven y qué contextos habitan quienes se dedican a las ciencias es un contenido educativo transversal con infinitas posibilidades de aprendizaje. Asimismo, y siguiendo los planteos de Valladares (2011), se propone que la educación en ciencias promueva diferentes miradas, perspectivas y formas de conocimiento desarrolladas en diversas culturas y contextos. Resulta interesante en este sentido, luego de muchos estudios respecto de los factores que promueven procesos crea- tivos, encontrar una investigación que señale a la pasión en la enseñanza como el principal condicionante de la creatividad en contextos educativos (Craft, Hall y Costello, 2014). Entonces, parece que mostrar la pasión con la que los científicos hacen su trabajo es uno de los caminos para construir innovaciones educativas y promover iniciativas y experiencias creativas.
Christiane Dosne de Pasqualini: Nació el 09/02/1920 en Francia. Doctora en Me- dicina Experimental (phd.) en McGill Uni- versity de Montreal, Canadá (1942). Ese año recibió una Beca de la Federación Ca- nadiense de Mujeres Universitarias para trabajar con Bernardo Houssay (pk) en Buenos Aires. Ingresó con una Beca Fun- daleu (1957-62) en el Instituto de Investi- gaciones Hematológicas de la Academia Nacional de Medicina que llegó a dirigir (1981-83). Investigadora del conicet (pk) desde 1963 y Emérita desde 2002. Miem- bro de la Academia Nacional de Medicina y Correspondiente de las de Medicina y de Ciencias de Córdoba. Sus trabajos sobre cáncer experimental e inmunología fue- ron objeto de más de 300 publicaciones en revistas nacionales e internacionales. A su lado se formaron varios investigado- res, muchos de los cuales se destacan en centros del país y del extranjero. Escribió su autobiografía: Quise lo que hice. Auto- biografía de una investigadora científica (2007). Recibió muchos premios incluyen- do uno de unifem en Los Ángeles (1995) por su Trayectoria.
René G. Favaloro: Nació el 12/07/1923. Doc- tor en Medicina, Universidad de La Plata (1949). Al finalizar sus estudios universita- rios se instaló doce años en Jacinto Aráuz, Provincia de La Pampa, donde creó un centro asistencial y mejoró en forma signi- ficativa el nivel de salud de la región. Por su fuerte vocación y espíritu emprendedor en busca de constantes desafíos viajó a la Cleveland Clinic Foundation, ee.uu., para entrenarse en cirugía torácica y car- diovascular. Finalizada la residencia, fue nombrado miembro del equipo de cirugía de dicha institución. Allí estandarizó el em- pleo de la vena safena en la cirugía coro- naria, técnica llamada del bypass o cirugía de revascularización miocárdica, lo que cambió la historia de la enfermedad coro- naria y le valió reconocimiento internacio- nal. Regresó a la Argentina en 1971, para desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic. Cuatro años más tarde creó la Fundación Favaloro (pk) y, en 1992, inauguró el Instituto de Cardiolo- gía y Cirugía Cardiovascular de la misma Fundación, donde desarrolló una intensa labor asistencial, científica y docente. Des- de siempre sostuvo que todo universitario debe comprometerse con la sociedad de su tiempo. Por esa razón, dedicó gran par- te de su vida a la enseñanza, tanto a nivel profesional como popular.Publicó libros y más de 500 trabajos sobre su especiali- dad. Fue Miembro Activo y Honorario de 26 y 43 sociedades médicas respectiva- mente y Profesor Honorario y Doctor Ho- noris Causa de 12 universidades naciona- les y extranjeras. Entre sus innumerables galardones se destacan el Premio John Scott (1979); Maestro de la Medicina Ar- gentina (1986); el Distinguished Alumnus Award de la Cleveland Clinic Foundation (1987); The Gairdner Foundation Interna- tional Award, (1987); el Premio René Le- riche 1989, de la Sociedad Internacional de Cirugía y el Gifted Teacher Award, del Colegio Americano de Cardiología (1992). Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1992).Falleció el 29/07/2000.
Emilia Ferreiro: Nació el 05/05/1937. Docto- ra en Psicología Genética en la Universi- dad de Ginebra (Suiza). Su tesis fue dirigi- da por Jean Piaget, quien también prologó su libro Les relations temporelles dans le langage de l"enfant (1971). En 1979 publicó Los sistemas de escritura en el desarro- llo del niño, obra que la hizo reconocida por sus contribuciones a la comprensión del proceso evolutivo de adquisición de la lengua escrita; su pensamiento tuvo una repercusión decisiva en la teoría y la prác- tica de la alfabetización. Desde 1979 se radica en México, donde es Investigadora Emérita del Sistema Nacional de Investi- gadores. Recibió siete doctorados Honoris Causa (cinco de Universidades Nacionales Argentinas, de la Universidad del Es- tado de Río de Janeiro y de la Universi- dad de Atenas, Grecia). Publicó artículos especializados, libros completos y capítu- los con casas editoriales de Francia, Ita- lia, España, Holanda, Inglaterra, Canadá, ee.uu., México, Brasil y Argentina.
Enrique Gaviola: Nació el 31/08/1900. Doctor en Física, especializado en óptica (unlp). Realizó cursos de perfeccionamiento en la Universidad de Berlín (1926). Obtuvo varias becas de estudio, entre las que se destacan la Wood John Hopkins (1927-28) y la del Gobierno de España (1933). Direc- tor del Observatorio Astronómico de Cór- doba (1940-47 y 1956-57). Fundador de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la unc (1956). Socio Fundador y primer Presidente de la Asociación Física Argentina. Físico asistente del Departa- mento de Magnetismo Terrestre (Carnegie Institute, ee.uu., 1928-29.). Profesor Titular de Físico-Química (uba, 1930-36). Miem- bro de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Autor de 60 publicaciones en revistas especializadas y 20 sobre organi- zación universitaria. Medalla de Oro (Cen- tro de Investigación Óptica, 1980). En su honor, el Aula Magna de la Universidad de Córdoba y un asteroide, llevan su nombre. Falleció el 07/08/1989.
Bernardo Alberto Houssay: Nació el 10/04/1887. Médico y fisiólogo, fue el pri- mer Premio Nobel en Ciencias de Suda- mérica. Dotado de un intelecto superior, cursó los estudios primarios en 2 años, fue bachiller del Colegio Nacional de Buenos Aires a los 13, se graduó de Farmacéutico a los 17 y, en 1911, con sólo 24 años, ya era Doctor en Medicina. Ayudante (1907-15) y luego Jefe de Trabajos Prácticos en la Cá- tedra de Fisiología, que también dictó en la Facultad de Veterinaria (1910-19). Jefe de Patología del Serpentario del Instituto Bacteriológico (1915-19).Profesor Titular en la Facultad de Medicina (1919-43 y 1945- 46), ejerció la Dirección de su Instituto de Fisiología, donde realizó gran parte de sus más destacables investigaciones, en especial las referidas al funcionamiento de la hipófisis, sus relaciones con el metabolismo de los carbohidratos y las disfunciones de dicha glándula, que le valieran el merecido reconocimiento mundial. Recibió el Premio Nobel en mérito al descubrimiento del papel de la hormona del lóbulo anterior a la hipófisis en el metabolismo de los carbohidratos. Estas investigaciones habían sido presentadas en la Sociedad Argentina de Biología y, traducidas por el propio Houssay, en los Comptes redus de la So- cieté de Biologie de Francia.En 1933 fue uno de los socios fundadores de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias la cual llegó a presidir. Esta enti- dad inspiró la creación del conicet (pk) en 1958, del cual fue su Primer Presidente. En 1944 fundó el Instituto de Biología y Medicina Experimental de Buenos Aires, cuya dirección ocupó en 1946. Presidente de la Sociedad Argentina de Biología. Miembro de las Academias Nacionales de Medicina (de la cual fue Presidente), Letras, y Ciencias Morales y Políticas de Buenos Aires. Doctor Honoris Causa en Medicina, Universidades de París, Ginebra, Montreal y Lyon, entre otras, y en Ciencias de las Universidades de Oxford, Harvard y San Pablo. Además del Premio Nobel recibió, entre otros, Premio Nacional de Ciencias (1923), Charles Mickle Followship de To- ronto (Canadá, 1945), Research Award de la American Pharmaceutical Manufactu- rer"s Association (1947), y Medalla James Cook de la Royal Society Wales de Syd- ney (Australia, 1948).Falleció el 21/09/1971.
Luis Augusto Huergo: Nació en Buenos Ai- res el 1º de noviembre de 1837. Murió en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1913. Primer ingeniero recibido en la Universidad de Buenos Aires, y a la que dedicó gran parte de su vida y de sus máximos esfuerzos, se vincula con sus proyectos para dotar a Buenos Aires de un puerto digno de las necesidades del creciente tráfico marítimo. En 1881 propuso el proyecto más completo de la época, para un puerto en la Capital Federal. Al año siguiente Eduardo Madero presentó una propuesta alternativa que Huergo juzgó muy inconveniente. Sin embargo, en diciembre de 1884 el Gobierno Nacional se decidió por el proyecto de Madero. En 1866, cuando el rector Juan María Gutiérrez creó la carrera de ingeniería civil en la Universidad de Buenos Aires, Huergo decidió seguirla y, cuatro años más tarde, con una tesis sobre Vías de comunicación, se transformó en el primer egresado. Actuó en política desde muy joven: fue diputado primero y luego senador provincial. Entre sus pri- meros trabajos como ingeniero puede contarse el proyecto y la construcción del llamado Camino Blanco a Ensenada, que concretó con la quinta parte del pre- supuesto que se había destinado a ella. En 1870, por encargo del Gobierno viajó a Inglaterra para contratar la construcción de 120 puentes, cuyo armado en nuestro país él mismo dirigió. En 1874 ideó, para la localidad bonaerense de San Fernando, el primer dique seco construido en Argentina. También participó en el proyecto del ramal inicial del Ferrocarril Pacífico, entre Bue- nos Aires y Villa Mercedes, San Luis. En 1888 fue consultado por el Ministro de Gobierno de Córdoba con motivo de la construcción del dique de San Roque. Diseñó y construyó, con Guillermo Villanueva y el ingeniero Luis Luiggi, el puerto militar conocido luego como Puerto Belgrano. En el exterior, proyectó las obras del puerto y de salubridad de Asunción, Paraguay. Ocupó, entre otros cargos, el de ministro de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires, fue profesor y decano, por tres períodos, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Bue- nos Aires y cofundador y presidente de la Sociedad Científica Argentina. Dedicando los últimos esfuerzos de su vida a la función de Presidente Honorario de la Comisión Administrativa de los Yacimientos de Petróleo de Comodoro Rivadavia, el ingeniero Luis Huergo murió en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1913.
Gregorio Klimovsky: Nació el 18/11/1922. Matemático y filósofo. Comenzó como estudioso de las matemáticas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la uba, bajo la dirección de Julio Rey Pas- tor, impulsor de los primeros desarrollos de la matemática moderna en España y Argentina, y de Mischa Cotlar, el más importante matemático de la Argentina en la especialidad del análisis funcional. Si bien su campo de estudio se centró desde un principio en la lógica matemática y la fundamentación de la misma y, de hecho, se lo considera un precursor de estas áreas en la Argentina, pronto comenzó a ampliar su competencia en el campo de la filosofía. Realizó una extensa formación al respecto convirtiéndose en el mayor referente en epistemología, metodología de la investigación y ética científica a nivel latinoamericano. Fue Profesor Titular en la Facultad de Ingeniería de la actual unsj; en el Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas de la Fundación Favaloro (pk); en la Facultad de Filosofía y Letras (1957-66), luego Profesor Plenario y Emérito; en la de Cien- cias Sociales y en la de Ciencias Exactas y Naturales de la uba (1956-66), organismo del que luego fue Decano en 1984 y 1985. También en las universidades de La Pla- ta, Rosario y Santiago del Estero. Profesor Plenario en la Universidad caece (desde 1971) y en la UB, donde dirigió la Maestría en Metodología de la Investigación (1971- 93). Fue Investigador Titular del Instituto de Matemáticas de Mendoza, UNCuyo.
Miembro de la conadep en 1984 y de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos desde sus inicios.
Recibió innumerables distinciones. Falle- ció el 19/04/2009.
Luis Federico Leloir: Nació el 06/09/1906 en París (Francia). Médico y bioquímico. En 1970 recibió el Premio Nobel de Quími- ca por su descubrimiento de los nucleóti- dos de azúcar y su papel en la biosíntesis de los hidratos de carbono. Se graduó en Medicina en 1932 en la uba. Decidió dedi- carse a la investigación y se perfeccionó en el Instituto de Fisiología de Bernardo
Houssay, también en Inglaterra y en Washington, St. Louis y Nueva York. A su regreso, en 1947, comenzó a trabajar en el Instituto de Investigaciones Bioquí- micas Fundación Campomar y desde su creación fue nombrado Director. Jefe del Departamento de Química Biológica en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la uba (1962-65), Miembro del Direc- torio del Consejo Nacional de Investiga- ciones Científicas y Técnica (1958-64 y 1968-70) del cual en 1971 se lo designó Presidente Honorario. Entre sus trabajos publicados se encuentran: su Tesis sobre Suprarrenales y Metabolismo de los Hi- dratos de Carbono (1934), Farmacología de la Hipertensina (1940), Perspectives in Biology (1963) y Renal Hypertension (1964). Condecorado con la Orden de Andrés Bello (1971, Venezuela), Bernar- do O"Higgins en el Grado de Gran Cruz (1976, Chile), Legión de Honor (1982, Francia) y Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Ha sido Miembro de las Academias de Ciencias de: ee.uu., Chile, Pontificia de Ciencias, Biochemical So- ciety, Royal Society de Londres, Société de Biologie de París, Francia, Americana de Artes y Ciencias. Y en la Argentina: de la de Ciencias Exactas, Físicas y Natura- les, la de Ciencias de Buenos Aires, la de Ciencias de Córdoba y la de Letras. Re- cibió innumerables premios, entre ellos: Fundación Bunge y Born (1965), Gairdner Foundation (1966, Canadá), Louise Gross Horwitz (1967, Universidad de Columbia, Nueva York) y Benito Juárez (1968, Mé- xico).
Salvador Mazza: Nació en la ciudad de Bue- nos Aires el 6 de junio de 1886, su infancia transcurrió en la localidad bonaerense de Rauch. En 1910 se gradúa de médico en la Universidad de Buenos Aires. Durante su formación, no sólo se dedicó a la bacteriología, la química analítica y la patología, sino que también fue Inspector Sanitario y participó de las campañas de vacunación en la provincia de Buenos Aires. Mazza se dirigió a Túnez, entonces colonia francesa, para estudiar en la sede tunecina del Ins- tituto Pasteur dirigida por el bacteriólogo y entomólogo Charles Nicolle, quien había sido galardonado con el Premio Nobel de Medicina el año 1928. Mazza organizó la primera Sociedad Científica de Jujuy y luego concretó la Misión de Estudios de la Patología Regional Argentina (mepra), la institución de estudios epidemiológicos más importante que existió en el país. La fama de Mazza está estrechamente ligada al Mal de Chagas. Esta enfermedad fue descubierta en el año 1909 por Carlos Ribeira Justiniano Chagas (1879-1934), por entonces un joven científico brasileño co- misionado por el Ministerio de Salud Pública de Brasil para estudiar la presencia de focos de paludismo en el nordeste de su país. Haciendo este trabajo Chagas de- tectó enfermos que en la sangre presentaban un parásito (Trypanosoma cruzi). En 1912 Chagas presentó la enfermedad y el resultado de sus estudios en los ambientes científicos de Buenos Aires, pero inmediatamente, cuando se comprobó que su descripción de la sintomatología de la enfermedad era parcialmente erró- nea, el científico cayó en el descrédito y la comunidad científica argentina supuso que la presencia de este parásito en la sangre era un hallazgo casual y no representaba necesariamente una enfermedad. Fue entonces cuando Mazza la redescubrió y la dio a conocer a nivel mundial. En 1942 se contactó con el escocés Alexander Fleming con el objeto de organizar la producción de penicilina en Argentina y un año después obtuvo junto a su equipo la primera producción argentina de tal anti- biótico. Pero el gobierno argentino le dio la espalda, sin reconocer la tamaña magnitud de sus investigaciones, quitándole todo apoyo económico. Salvador Mazza falleció de un infarto cardíaco mientras se encontraba participando de un congreso médico en Monterrey, México el 9 de noviembre de 1946 a los 60 años.
César Milstein: Nació el 08/10/1927. Premio Nobel 1984 de Medicina por su trabajo para perfeccionar el sistema de defensa inmunológico a través del desarrollo de anticuerpos monoclonales, que ha tenido una gran aplicación clínica en el campo de la medicina y de la veterinaria para el diagnóstico y tratamiento de numerosas enfermedades infecciosas, tumorales y degenerativas. Además es de gran utilidad en los casos de rechazos en trasplantes de órganos o tejidos.
Se graduó de Licenciado y luego de Doctor en Química en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Poco tiempo después viajó a Inglaterra donde se unió al grupo del Prof. Fred Sanger en el Laboratorio de Biología Molecular del Medical Research Council de Cambridge. Allí investigó por varios años la estructura química de proteínas.De regreso a Buenos Aires fue nombrado Jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto Malbrán, pero poco tiempo después volvió a Cambridge don- de desarrolló importantes investigaciones sobre la estructura de las inmunoglobulinas. En 1975 descubrió y preparó el primer anticuerpo monoclonal en colaboración con el Dr. Georges Köhler. En los años si- guientes realizó múltiples investigaciones que demostraron la gran utilidad de los anticuerpos monoclonales como agentes diagnósticos, analíticos y terapéuticos. En 1983 se convirtió en Jefe y Director de la División de Química de Proteínas y Ácidos Nucleicos de la Universidad de Cambridge. En 1987 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Bahía Blanca y recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional del Sur. Falleció el 24/03/2002.
Jorge Alejandro Newbery: Nació en Capital Federal el 29 de mayo de 1875. Su padre fue Ralph Newbery, odontólogo norteamericano, y su madre Dolores Malargie, argentina. Estudió el Bachillerato en la escuela escocesa San Andrés de Olivos, egresando en 1890. Viajó a estudiar a los Estados Unidos, donde se graduó de Ingeniero Electrónico en 1895, siendo discípulo de Édison. Ocupó cargos en la Municipalidad de Buenos Aires. Y trabajó como docente en la Escuela Industrial de la Nación. A la vez practicaba boxeo y esgrima, y ganó primeros premios, fue campeón de lucha grecorromana, campeón sud- americano de florete, ganó la regata de «clinkers» en 1000 metros de distancia y batió récords de altura, de los que no hay marcas exactas por fallas del barómetro a temperaturas de 15º bajo cero, también corredor de autos y maratonista. fue protagonista de numerosas peripecias y de variadas historias que fueron creando un mito. Tangos como «Corrientes y Esmeral- da» y «De pura cepa» fueron dedicados a él. Era habitué del Jockey Club y del restaurante Palermo de Hansen. En junio de 1908 tripuló el Globo «Pampero», fue el primer argentino en navegar uno. Ese Globo cruzó tres repúblicas y es símbolo del Club Atlético Huracán, del cual fue so- cio y el primer presidente honorario. Fue el fundador del Aero Club de Villa Lugano, y el primer aviador militar del país, en 1912. Fue esgrimista, boxeador, automovilista, pero su hazaña fue ser pionero de la aviación argentina. Jorge Newbery había llegado a Mendoza para estudiar el primer cruce a la Cordillera en avión, el que había dejado en Buenos Aires. Ante un pedido de una dama, después de almorzar, de verlo volar, pidió el avión a su amigo Teodoro Fels, quien se lo ofreció, no sin antes indicarle un serio problema que tenía el ala del monoplano. Jorge Newbery subió a él invitando a Jiménez Lastra a que lo acompañara y comenzó a hacer cabriolas y demostraciones, y a las 18,40, en una riesgosa maniobra, el monoplano cayó violentamente. Y allí encontró la muerte, en la Estancia «Los Tamarindos» de Men- doza, el 1 de marzo de 1914.
Enrique Pichon Rivière: Nació en Suiza en 1907, y de muy pequeño vino a la Argentina. Su infancia transcurrió en el Chaco y en Corrientes. Estudió medicina, psiquiatría y antropología, aunque abandonó estos úl- timos estudios para desarrollar su carrera como psiquiatra y psicoanalista, convirtiéndose en uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina. A comienzos de los "40 se convierte en uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Luego toma distancia de ella, para centrar su interés en la sociedad y la actividad grupal en el seno social, fundan- do la Escuela de Psicología social. Responsable de una renovación general de la psiquiatría, Pichon Riviére introdujo la psicoterapia grupal en el país (servicio que incorporó al Hospital Psiquiátrico cuando fue su director) y los test en la práctica de esa disciplina, impulsando también la psiquiatría infantil y adolescente. Incursionó en política, economía, deporte, ensayó hipótesis sobre mitos y costumbres de Buenos Aires, y se interesó especialmente por la creación artística estableciendo un territorio común entre la crítica literaria y la interpretación psicoanalítica de la obra como expresión de las patologías del autor. Líder y maestro, desde la cátedra y las conferencias dirigidas al público más amplio y diverso, se convirtió en referente obligado para más de una generación de psicoterapeutas, y formó decenas de investigadores en el campo de una teoría social que interpreta al individuo como la resultante de la relación entre él y los ob- jetos internos y externos. Falleció en 1977.
Osvaldo Alfredo Reig (1929-1992): Fue un biólogo evolutivo que se destacó por su audacia como hombre de ciencia: un paleontólogo brillante y de prestigio inter- nacional. Su interés por conocer, investigar las causas de la evolución lo llevo a dedicarse al estudio de los genes y cromosomas. Las persecuciones políticas lo obligaron a trabajar en distintas ciudades de Argentina, Chile, Venezuela, España, Estados Unidos e Inglaterra. Sus aportes involucraron a la paleontología de anuros, mamíferos y dinosaurios; la citogenética evolutiva de roedores y marsupiales; la epistemología; la biogeografía y la evolución molecular. Pero, sobre todo, fue una persona honesta, humanista y de convicciones, no temía reconocer cuando se equivocaba porque sabía que de la rectificación surge el conocimiento.
Jorge Sábato: Con tanto Sábato que anda por ahí conviene comenzar con un identi-kit del autor: Nació hace mucho (¡en 1924!) pero allí cerca (Rojas, Pcia. de Bue- nos Aires). De profesión, Físico (¡podría ser algo mucho peor!); de oficio, Investigador (que hace investigación, no que trabaja de «tira»); de vocación, hombre libre (de allá sus desplantes ante la prepotencia, como lo testimonia elocuentemente su renuncia a la presidencia de segba s.a., hace algunos años). Ha realizado investigaciones en la Universidad de Bir- mingham (Inglaterra), en la Comisión de Energía Atómica, en la Universidad de Stanford (Estados Unidos), en Place Pigalle (Francia), en la Universidad de Sussex (Inglaterra), en Colegiales (donde vive), en el Wilson Center de ee.uu., etcétera. Como todo señor bastante maduro que se respete pertenece a una barra de instituciones: Fundación Bariloche, Club de Roma, Institute of Metals, Centro de Estudios Industriales, Club Gure-Echea, Foro Latinoamericano, Instituto de Desarrollo Económico y Social, etc. Por las mismas razones biológicas ha recibido importan- tes distinciones: Premio del V Congreso Nacional de Ingeniería, Orden del Ladrillo, Llave del Fogón de los Arrieros, Premio Multinacional de Metalurgia, etcétera. (Del Prólogo de «Ensayos en Campera», Jorge
Sábato, Buenos Aires, 1979).
Eugenia Sacerdote De Lustig: Nació el 09/11/1910 en Turín (Italia). Médica. Comenzó su carrera en Italia. Fue profesora de Histología y Embriológica de la Universidad de Buenos Aires, donde introdujo al país el cultivo de tejidos in vitro. Desde el Instituto Malbrán participó de la lucha con- tra la poliomielitis con el cultivo de células humanas para el aislamiento y tipificación del virus. Gracias a una beca de la oms visitó numerosos centros de ee.uu. y Canadá para estudiar la preparación de las vacunas Salk y Sabín. Dio clases de Biología Celular en la Facultad de Ciencias Exactas y luego fue Jefa de Departamento de Investigaciones del Instituto Roffo. Se interesó en células tumorales e inhibido- res del crecimiento tumoral e infecciones virales. Formó muchos investigadores que hoy trabajan en el exterior. Pertenece a la categoría Superior del conicet (pk). En 2005 publicó su autobiografía: De los Al- pes al Río de La Plata. Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Falleció el 27/11/2011.
Manuel Sadosky: Nació el 13/04/1914. Doc- tor en Ciencias Físicas y Matemáticas en la Facultad de Ciencias Exactas de la Uni- versidad de Buenos Aires en 1940. Estudió en el Instituto Henri Poincaré de París y en el Instituto del Cálculo de Roma gracias a una beca. Allí se especializó en matemática aplicada. De regreso a Buenos Ai- res, dio clases en el Instituto Radiotécnico hasta 1953. Fue Docente en la uba, en la Facultad de Ingeniería y en la de Ciencias Exactas, donde ocupó el puesto de Vicedecano y en la unlp. Hacia fines de la década del "50, comenzó a interesarse y a estudiar computación. En 1960, creó el Instituto de Cálculo, donde instaló la primera computadora que tuvo el país, Clementina. Como consecuencia, una gran cantidad de profesionales pudieron formarse en la especialidad de computador científico, carrera pensada y creada por él. Fue pionero de la docencia en computación tanto en Argentina, como en Uruguay y Paraguay. Propulsó la creación de la Escuela Supe- rior Latinoamericana de Informática (es- lai). En 1967 creó en Uruguay el Instituto de Cálculo de Montevideo en la Universidad de la República, donde fue declarado Doctor Honoris Causa. Desde 1974 hasta 1979 trabajó en el Instituto Cendes de la Universidad Central de Venezuela y luego en el Museo de Ciencias de Barcelona. Impulsó la Fundación Alberto Einstein para becar a estudiantes físico-matemáticos. Siempre continuó vinculado a la Universidad de Buenos Aires, donde fue declarado Profesor Emérito (1985), trabajando intensamente en comisiones y organizaciones por el mejoramiento de las condiciones técnicas y educativas de nuestro país. Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Ai- res. Falleció el 18/06/2005.
Mariana Weissmann: Nació el 17/12/1933. Doctora en Física (uba). Investigador Superior del conicet (pk). Trabaja desde 1972 en el Centro Atómico Constituyentes, de la cnea. Su tema de trabajo es el es- tudio teórico y la simulación numérica de las propiedades de materiales sólidos. Por ejemplo, el cálculo de la estructura elec- trónica, magnética y las propiedades de transporte de superficies, interfaces o cú- mulos, generalmente metálicos. Sus tra- bajos sobre la formación del hielo abrieron la posibilidad de sembrar las nubes para provocar lluvia. Se interesó en las super- ficies de silicio, su interacción con átomos de carbono y también en moléculas nue- vas como los fulerenos dopados. Dirigió tesis doctorales. Publicó 112 trabajos de investigación en revistas especializadas y mantenido convenios de cooperación con colegas de Chile, Francia y España. Asistió a simposios internacionales. Miem- bro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Recibió el Premio L"Oreal-UNESCO for Women in Science (2003). Volver al texto
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Autor:
Elisondo, Romina Cecilia
Revista "Ciencia, Docencia y Tecnología" Universidad Nacional de Entre Ríos. Argentina
Enviado por:
César Agustín Flores
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