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La educación ambiental en la formación del médico veterinario


    Monografía destacada

    1. Resumen
    2. Objetivos
    3. El cambio de Paradigma
    4. La Educación Ambiental
    5. La Facultad de Ciencias Veterinarias y su Nuevo Plan Curricular
    6. La Educación Ambiental en la Formación del Médico Veterinario
    7. Bibliografía
    8. Anexos

    RESUMEN

    En la presente monografía se efectúa una aproximación sobre el cambio del Paradigma de la Simplificación al Paradigma de la Complejidad, se determina la importancia de la Educación Ambiental en las instituciones educativas, se efectúa un análisis del Nuevo Plan Curricular de la Carrera de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del nordeste en lo que respecta a su dimensión ambiental. Se propone la incorporación de la Educación Ambiental en la formación del Médico Veterinario no como una nueva asignatura en el Plan Curricular sino como una manera de abordar transversalmente los conceptos relacionados con el Medio Ambiente.

    PALABRAS CLAVES

    Educación Ambiental, Médico Veterinario, Formación, Plan Curricular.

    OBJETIVOS

    • Evaluar el Nuevo Plan Curricular de la Carrera de Ciencias Veterinarias de la UNNE para determinar su contenido en aspectos ambientales.
    • Proponer la incorporación de la Educación Ambiental en la formación del Médico Veterinario.

    INTRODUCCIÓN

    La cuestión ambiental es una problemática social que rebasa el quehacer de las universidades, al reciclaje de profesionales y la refuncionalización de la educación superior, para adaptarse a los imperativos de la globalización por mantener un balance entre crecimiento económico y conservación ecológica (2)

    Las transformaciones del conocimiento que induce el saber ambiental van más allá de la incorporación de componentes y contenidos ecológicos para adaptar las carreras tradicionales a las exigencias del desarrollo sustentable. El saber ambiental no es un nuevo sector del conocimiento o una nueva disciplina, sino una problematización de todas las disciplinas y todos los niveles del sistema educativo.

    Las universidades deben abrirse hacia un proceso de investigación participativa con las propias comunidades y poblaciones en las que se dan los problemas ambientales, captando los problemas "desde las bases", y devolviendo a ellas el saber generado para su aplicación en programas y proyectos de gestión ambiental.

    Las universidades deben incorporar temas como el rescate de saberes autóctonos y populares, la amalgama de prácticas tradicionales y conocimientos tecnológicos modernos, así como la transmisión del saber ambiental y su asimilación por parte de las comunidades, para potenciar sus fuerzas productivas y su capacidad de autogestionar sus recursos.

    La formación ambiental cuestiona los métodos tradicionales de enseñanza, planteando nuevos retos para la transmisión del saber, donde existe una estrecha relación entre investigación, docencia, difusión y extensión del saber. La educación ambiental demanda nuevos actitudes a enseñantes y alumnos, nuevas relaciones sociales para la producción del saber ambiental, nuevas formas de inscripción de la subjetividad en las prácticas pedagógicas.

    La universidad debe jugar un papel fundamental en este proceso de transformaciones del conocimiento y cambios sociales. Este requiere un espacio de autonomía académica y libertad de pensamiento, tiempos de maduración de conocimientos y elaboración de nuevas teorías, procesos de sistematización y experimentación de nuevos métodos de investigación y de formación; éstos no son sustituibles por la capacitación técnica de corta duración, por la valoración mercantilista del saber en las empresas, o por el espontaneísmo del activismo ambientalista.

    La formación ambiental implica asumir con pasión y compromiso la producción de nuevos saberes y recuperar la función crítica y propositiva del conocimiento; generar un saber eficaz e inventar utopías que habrán de conducir los procesos de cambio histórico hacia los ideales de la igualdad, la justicia y la democracia; crear nuevos conocimientos, métodos y técnicas para construir una nueva racionalidad social, en la cual los valores culturales y los potenciales de la naturaleza, desdeñados por los empeños productivistas de la modernidad, orienten el renacimiento de la humanidad en el nuevo milenio

    De la preservación del medio ambiente depende no sólo la calidad, sino la posibilidad de vida de nuestra generación y de las generaciones futuras. La educación vinculada a la problemática ambiental es un tema de urgente y de ineludible tratamiento en carreras donde el accionar de sus profesionales posee un impacto directo en el medio ambiente.

    La universidad tiene un rol que no cumple con plenitud, pues en ella se tratan aún de modo desarticulado, temas esenciales como la problemática en educación, la problemática ambiental y los contenidos curriculares de las carreras.

    Cabe destacar que recién en los últimos años la Profesión Veterinaria se ha percatado del innegable potencial de futuro laboral que tiene el Medio Ambiente (4)

    En Veterinaria, las consecuencias de las prácticas profesionales aún no logran dimensionarse en forma adecuada, y es notoriamente dificultoso determinar los límites y responsabilidades de su accionar. La educación tiene un rol básico para el tratamiento de este problema (5)

    El Plan Curricular de la Carrera Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (Anexo I) a pesar de haber sido recientemente modificado evidencia una carencia en lo que respecta a muchos aspectos de la problemática ambiental, por lo que en el presente trabajo se propone analizar su estructura, sus objetivos y contenidos curriculares, para elaborar conclusiones que permitan una intervención acorde a los problemas evidenciados.

    DESARROLLO

    El Cambio de Paradigma

    En sus aspectos mas generales, la dimensión ambiental a sido uno de los elementos centrales sobre los que en la última década, se ha ido conformando una nueva percepción del desarrollo y de las alternativas para transitarlo: el Desarrollo Sustentable.

    La Educación para el Desarrollo Sustentable se convierte en un artificio si no se plantea la impugnación del "Paradigma de la Simplificación" que ha diseñado el paisaje científico de la modernidad (1) .

    Las ciencias constituidas con los principios de este "Paradigma de la Simplificación" delinearon la metáfora del progreso ininterrumpido, potenciado por el arsenal tecnológico en permanente transformación y en continua destrucción.

    De ese modo la racionalidad fundada en la perspectiva tecnocientífica de la fragmentación, del corto plazo, al servicio de la maximización de los beneficios y en detrimento de la naturaleza y de la cultura, ha ido metamorfoseando el pensamiento, hasta convertirlo en una maquina unidimensional que todo lo separa, que todo lo reduce, en el mar de certezas absolutas, donde se legitima la incapacidad de la humanidad de ser humanidad y del ser humano en plasmarse en sujeto.

    La racionalidad clásica sostuvo la construcción cognitiva desde la perspectiva de los saberes compartimentados y aislados, desconectados por la especialización y la hiperespecialización y acentuando de modo abismal, la ruptura entre la cultura humanística y la cultura científica.

    Bajo la influencia del "Paradigma de la Simplificación" se diseñó un sistema educativo permeado por los principios filosóficos que le constituyeron su identidad fragmentada.

    Así, la estructura del sistema, en cualquiera de sus niveles, se organiza académicamente en torno a la atomización disciplinar para la construcción y transmisión del saber, de modo fragmentado, abstracto y sin significación contextualizada.

    Durante la segunda mitad del siglo XIX cuando se consolida el modelo clásico de ciencias, la disciplina, que puede ser definida como una categoría organizadora del conocimiento científico, a través de la especialización y división del trabajo, se realiza en un proceso creciente de automatización y establece fronteras rígidas y altas que la separan de otras disciplinas. También la separación es operada en torno a discursos específicos, lenguajes y técnicas propias que hacen de cada recorte científico académico verdaderas islas inasibles desde las otras costas. La universidad de la modernidad, afianzada en el contexto de la investigación científica, institucionaliza el proyecto curricular disciplinar y su consecuente metodología y pedagogía.

    En la búsqueda de un nuevo sentido civilatorio, ante los interrogantes que nos abre el esperanzador nuevo milenio, la diferenciación con el anterior paradigma se basa en imaginar un mapa conceptual interactivo que articule, que religue y pueda contextualizar.

    A pesar de la incidencia que aun tienen los tecnócratas y los especialistas, con su dogmática de desconexiones, separaciones, aislamiento y de reduccionismos, no podemos olvidar que los problemas del planeta, de la sociedad, de la naturaleza, del ser humano y de la cultura, son problemas multidimensionales, que atraviesan todas las fronteras físicas-biológicas-culturales, que son problemas inter y transdiciplinarios.

    El nuevo Paradigma de la Complejidad se sustenta en la interrelación de tres teorías ya formuladas en el curso de este siglo, ellas son la Teoría de la Información, la Teoría Cibernética y la Teoría General de Sistemas. La primera parte del reconocimiento de un mundo donde simultáneamente existe el orden y el desorden, la segunda se refiere a las maquinas autónomas y quiere significar que el efecto actúa sobre su propia causa y la tercera nos dice que él todo es mas que la suma de las partes, y el conjunto retroactua sobre cada parte reorganizando el propio sistema.

    En este nuevo Paradigma de la Complejidad la interdisciplinariedad es la formulación de una nueva estrategia que desarrolla la impronta de los aportes de la complejidad y se sostiene en la metodología de la contextualizacion, de la relación, de religar lo que esta dividido, de reinstalar en la escena de la investigación y de la realidad, al sujeto, al otro, a lo diferente.

    La Educación Ambiental

    La crisis ambiental que emerge del crecimiento económico, se expresa en la destrucción de las bases ecológicas del proceso de desarrollo y en la degradación de la calidad de vida de los grupos mayoritarios de la población. Esta crisis de la racionalidad económica ha adquirido proporciones planetarias, planteando la necesidad de reorientar los estilos de desarrollo y de normar los patrones de producción y de consumo para hacerlos ecológica y económicamente sustentables (2)

    Los objetivos del desarrollo sustentable requieren un cambio en los valores que guían el comportamiento de los agentes económicos y de la sociedad en su conjunto, así como la transformación del conocimiento y la innovación de tecnologías para resolver los problemas ambientales. La sensibilización de la sociedad, la incorporación de la dimensión ambiental en el sistema educativo y la formación de recursos humanos de alto nivel, son procesos fundamentales para orientar e instrumentar las políticas ambientales.

    Los cambios globales de nuestro tiempo están transformando los criterios que orientan la educación ambiental. El enfoque económico neoliberal de la sustentabilidad ha puesto de relieve el valor de la naturaleza, incapaz de internalizar el valor real y justo a los recursos ecológicos y los servicios ambientales de la naturaleza, lleva también a una desvalorización del conocimiento. El utilitarismo, el pragmatismo y el eficientismo que rigen la racionalidad del orden económico mundial están trastocando los valores que fundamentan un proceso de educación ambiental capaz de dar nuevos sentidos al conocimiento, a los estilos de desarrollo y a la existencia humana.

    Las instituciones educativas y la universidad pública enfrentan a las políticas económicas que reducen el valor de la educación, la producción de conocimientos y la formación profesional a su valor en el mercado. Ello ha obstaculizado el proceso de transformación del conocimiento en las instituciones educativas para incorporar la dimensión ambiental a la formación de recursos humanos capaces de comprender y resolver los complejos problemas socioambientales de nuestro tiempo, privilegiando una administración contable de la gestión ambiental.

    De esta manera, la educación y la formación ambientales, concebidas desde hace 20 años en la Conferencia de Tbilisi (6) como un proceso de construcción de un saber interdisciplinario y de nuevos métodos holísticos para aprehender los procesos socioambientales complejos que emergen del cambio global, están siendo reducidos a un proceso de conscientización ciudadana y a la formulación de "componentes" de capacitación para insertarse funcionalmente en proyectos de gestión ambiental guiados por criterios de rentabilidad económica.

    Empero, la crisis ambiental genera nuevos saberes a través de estrategias conceptuales orientadas hacia la construcción de una nueva racionalidad social, guiada por principios de democracia, sustentabilidad ecológica, diversidad cultural y equidad social.

    En nuestro país esta crisis ambiental ha provocado que legisladores nacionales presentaran recientemente ante el Congreso de la Nación un Proyecto de "Ley de Educación Ambiental" para su tratamiento (Anexo II).

    En este proyecto se entiende por "Educación Ambiental" a los procesos integradores mediante los cuales el individuo y la ciudadanía construyen valores, conocimientos, aptitudes, actitudes, habilidades, técnicas y compromisos orientados a la defensa y respeto del ambiente, esenciales a la sana calidad de vida y su sustentabilidad".

    Se determina que la Educación Ambiental constituye en proceso continuo y permanente, que se integrará al sistema educativo desde una concepción de desarrollo sustentable, abordando al ambiente desde su complejidad; debiendo abarcar la problemática de la naturaleza, de la sociedad, la pobreza, la población, la salud, el trabajo, la cultura, la seguridad alimentaria, la democracia, los derechos humanos y la paz.

    Y que la Educación Ambiental se implementará como dimensión especifica del sistema educativo, desde un lineamiento curricular transversal a todas las disciplinas, teniendo como función la construcción de valores, conocimientos y relaciones que favorezcan a la naturaleza y sus recursos. Lo hará a través de una perspectiva interdisciplinaria, para posibilitar el logro de la transdisciplinaridad, relacionando el ambiente natural, social, económico y cultural. Debiendo extenderse desde la educación inicial hasta la formación universitaria, incidiendo en la formación de todo profesional.

    La Facultad de Ciencias Veterinarias y su Nuevo Plan Curricular

    La Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE inició sus actividades en Corrientes en el año 1920 como Facultad de Agricultura, Ganadería e Industrias Afines dependiente de la Universidad Nacional del Litoral. En el año 1952 paso a denominarse Facultad de Agronomía y Veterinaria y desde 1956 forma parte de la Universidad Nacional del Nordeste. En el año 1974 se produjo el desdoblamiento de la Facultad de Agronomía y Veterinaria constituyéndose en la Facultad de Ciencias Veterinarias.

    La Facultad se encuentra ubicada estratégicamente en la región nordeste del país, donde existe una gran diversidad ambiental y socio-económica con alternativas variadas para la producción agropecuaria. Además, por su localización está especialmente relacionada con los países que integran el MERCOSUR. Estas características generan una demanda real de la carrera que abarca particularmente a las provincias de la región mesopotámica y vecinas, aunque también se extiende a las localizadas en el nordeste argentino.

    La inserción laboral de los graduados se concreta a través de diferentes alternativas como ser: producción animal en sus diferentes formas y requerimientos sanitarios, control de alimentos y salud pública, clínica de animales deportivos y de compañía, y de protección del medio ambiente.

    El Nuevo Plan Curricular de la Carrera de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste fue aprobado por Resolución N° 601/2001 del Consejo Superior de la UNNE y tendrá vigencia a partir del ciclo lectivo 2002 (Anexo I)

    La Carrera de "Ciencias Veterinarias" tiene una estructura curricular compuesta por treinta y cuatro asignaturas o cursos troncales, organizados en tres Ciclos (Básico, Pre-profesional y Profesional), con dos Talleres de integración ubicados en la finalización del Ciclo Básico y del Ciclo Profesional; y por un Módulo de Intensificación Práctico al final de la carrera, con tres opciones destinadas esencialmente a intensificar aspectos prácticos de los perfiles profesionales anteriormente definidos.

    La organización de los tres Ciclos y del Módulo de Intensificación Práctica tiene las siguientes características:

    • Ciclo Básico, con una duración de tres años, que comprende veinte (20) asignaturas obligatorias, que permiten al alumno adquirir una formación básica como prerrequisitos para los próximos ciclos.

    Contiene una carga horaria de 1770 horas reloj presenciales. Este ciclo consta de una asignatura introductoria, once (11) asignaturas de formación básica general, siete (7) de formación básica especial para medicina veterinaria, y un (1) taller de integración de conocimientos del ciclo básico.

    • Ciclo Pre-profesional, con una duración de un año, que comprende seis (6) asignaturas obligatorias, que introducen al alumno en temas específicos, particularmente referidos al área de patologías, necesarios para acceder a la formación profesional.

    Contiene una carga horaria de 550 horas reloj presenciales.

    • Ciclo Profesional, con una duración de año, que comprende diez (10) asignaturas obligatorias, que culminan la formación profesional específica en medicina veterinaria.

    Contiene una carga horaria de 750 horas reloj presenciales. Este ciclo consta de dos (2) asignaturas de formación en el área de clínicas, cuatro (4) asignaturas en área de producción animal, tres (3) asignaturas en el área de tecnología de los alimentos y salud pública, y un (1) taller de integración de prácticas profesionales.

    • Módulo de Intensificación Práctica, con una duración de seis (6) meses, que comprende tres módulos de carácter optativos, que brindan la posibilidad de realizar prácticas profesionales en un área elegida por el alumno.

    Cada módulo contiene una carga horaria de 500 horas reloj presenciales, las que se distribuyen en cinco (5) cursos obligatorios (130 horas), una residencia (250 horas), y un trabajo final de graduación (120 horas).

    Las opciones que el alumno puede elegir corresponden a las áreas laborales de Clínicas, Producción Animal, y Tecnología de los Alimentos y Salud Pública.

    La Educación Ambiental en la Formación del Médico Veterinario

    Un propósito fundamental de la Educación Ambiental es lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente (3).

    La Educación Ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.

    Por lo tanto, la Educación Ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

    A pesar de que el Nuevo Plan Curricular de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE (Anexo I) menciona entre sus Objetivos Institucionales "la preservación del medio ambiente"; que los alcances del Título le permite al Medico Veterinario "realizar el control de residuos y desechos de origen animal con el objeto de reciclarlos y /o evitar la contaminación ambiental"; que en el Perfil del Graduado se enfatiza en "la concientizacion sobre la importancia de su rol en la preservación del medio, la calidad de vida y la ecología, con utilización de la tecnología en forma racional y apropiada"; que en dos de las tres grandes Áreas del Perfil de Formación Profesional como son la Producción Animal, donde se tiene en cuenta la "protección del medio ambiente" y la Tecnología de los Alimentos y Salud Publica donde se define que se "formará un profesional conciente del rol como agente de promoción y prevención de la salud. Además, con ingerencia sobre la producción, nuevas tecnologías y control de los alimentos, acorde al principio de salud y equilibrio ecológico".

    Y que además en los Objetivos Generales de Aprendizaje a Nivel del Plan de Estudios se afirma que los aprendizajes finales que deberán lograrse para desempeñar las actividades fijadas en el perfil del graduado y en los alcances del titulo de Médico Veterinario son aquellos que implican un sólido conocimiento en determinadas áreas entre las que figura: "La Preservación del Medio Ambiente".

    Lamentablemente la importancia que el Nuevo Plan Curricular le asigna a la temática el Medio Ambiente en la formación del Médico Veterinario, se reflejada muy parcialmente en los contenidos mínimos de las Asignaturas por Año de Cursado y en los Talleres de Integración del Ciclo Básico y de Prácticas Profesionales; estando ese mínimo conocimiento ambiental absolutamente compartimentado.

    Por lo que seria conveniente incorporar temas de Educación Ambiental dentro de los contenidos mínimos de las siguientes asignaturas: Introducción a las Ciencias Básicas (Primer Año), Zoología y Ecología (Segundo Año), Bromatología, Salud Publica y Tecnología de los Alimentos (5 Año).

    Además seria adecuado que se la incluya en los Talleres de Integración del Ciclo Básico y de Prácticas Profesionales

    La presente propuesta consiste "no en incorporar a la Educación Ambiental como una nueva asignatura en la Curricula Veterinaria" sino a emplearla en forma transversal como una manera de abordar los conceptos relacionados con el medio ambiente en las asignaturas señaladas, tendientes a lograr un trabajo interdisciplinario en los Talleres de Integración del Ciclo Básico y de Prácticas Profesionales.

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Galano, C.J. (2001). Educación para el Desarrollo Sustentable. Pedagogía de la

    Complejidad. En La Dimensión Ambiental en la Educación. Modulo 6. Maestría

    en Gestión Ambiental. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UNNE.

    2. Leff, E. (1997) Conocimiento y Educación Ambiental. Formación Ambiental

    Organo Informativo de la Red de Formación Ambiental para America Latina y

    el Caribe Vol 7 N° 17 y Vol 8 N° 18. www.rolac.unep.mx (Consulta

    7/11/2001)

    3. Martinez Huerta, J.F. (2001) Fundamentos de la Educación Ambiental.

    www.unescoeh.org/manual (Consulta 26/11/2001)

    4. Regera Acevedo, O. (1999) La Veterinaria en el Siglo XXI. Conferencia de

    Clausura del IV Congreso de Veterinarios de Castilla y Leon. Zamora, España. www.terra.es (Consulta 26/11/2001).

    5 Sividini, A. M. (2000) La Formación en Problemática Ambiental de los Veterinarios: Análisis y Evaluación de los Sujetos, las Estrategias y los Resultados. Convocatoria 2000. Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional del Litoral. www.betafm.ceride.gov.ar (Consulta 26/11/2001).

    6. UNESCO (1980), La Educación Ambiental: Las Grandes Orientaciones de la

    Conferencia de Tbilisi, UNESCO, París.

    ANEXOS

    I. Plan Curricular de la Carrera de Ciencias Veterinarias. Resolución N° 601/2001.

    Consejo Superior. Universidad nacional del Nordeste. 26 de Septiembre de

    2001.

    IIProyecto de Ley de Educación Ambiental. Senado y Cámara de Diputados de la

    Nación Argentina. 4 de Septiembre de 2001.

     

     

     

    PATIÑO EXEQUIEL MARIA

    MAESTRIA EN GESTION AMBIENTAL

    UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE

    MARZO DE 2002