Propuesta de acciones de trabajo social grupal para el logro de la participación de los jóvenes (página 2)
Enviado por María del Carmen Veliz Torres
Entonces cabe preguntar ¿Por qué pensar que existe una única forma válida de participar?, ¿Quién lo define? Es más ético el reconocimiento de la diversidad de situaciones, necesidades, posibilidades e inquietudes de las que pueden desprenderse diferentes maneras de querer ser parte, de querer tener parte y tomar parte, en un asunto que importa y afecta a las personas.
A partir de lo analizado es importante enunciar un grupo de aspectos a seguir en el tratamiento a los jóvenes a la hora de promover la participación de estos, en la transformación social de sus comunidades:
Favorecer el diálogo reflexivo y crítico basado en el respeto a las diferencias.
Generar una cultura participativa auténtica y comprometida a partir del estímulo a la creatividad, la diferencia y la autonomía.
Entender a los jóvenes como parte de un todo social y no como un problema.
La participación debe ser considerada dentro de las políticas públicas de gobierno como la forma más viable para responder a las necesidades, por lo que las autoridades comunitarias deben tomar en cuenta que compartir el poder con los ciudadanos no es perderlo sino ganar en gobernabilidad, lo que garantiza el desarrollo integral.
Los múltiples problemas que enfrenta una comunidad no se pueden solucionar totalmente con esfuerzos individuales o aislados, es recomendable la participación organizada y consciente de la comunidad.
Para ello, las autoridades tienen que darse a la tarea de promover la formación y organización de grupos y asociaciones de vecinos, para que participen en acciones específicas y así avanzar en el logro de los objetivos.
Para conseguir este objetivo tiene una gran significación la labor los miembros de la unidad de trabajo social en cada territorio del país[9]Estos tiene entre sus funciones, facilitar el acceso a ámbitos de participación social, educar y capacitar para participar.
Trabajan asesorando a la gente para que puedan, a través de sus organizaciones, crear actividades que sirvan para mejorar las condiciones de vida, estimulando la creación de nuevas formas de participación social.
Desde esta visión el trabajador social, interviene en la gestión de la participación con todos los implicados, facilitando la expresión y el respeto de los diferentes puntos de vistas e intereses, aportando información sobre las potencialidades y los recursos, así como ayudando a las familias, grupos y/o individuos a explorar alternativas de solución que puedan satisfacer las necesidades e intereses de todos los miembros.
A todas luces, estas observaciones constituyen razones para considerar la relevancia de la juventud como gestor de la transformación social. Especial significación tiene la participación activa y comprometida de estos, con un futuro que les reclama responsabilidad y entrega en los proceso actuales de constantes cambios y nuevas perspectivas de desarrollo social.
A la generación joven se aspira convertirla en sujeto de la transformación social. Dentro de ellos, sin dudas hay potencialidades de líderes comunitarios. Resulta importante resaltar que el desarrollo de la joven generación no puede verse desarticulado del sistema en el cual tiene lugar, en el que se establecen redes de relaciones y en las que se visualizan y actúan otros grupos generacionales, que comparten necesidades e intereses propios y a la vez muchos de estos resultan comunes al resto de los miembros en la comunidad.
Esto nos habla de no perder de vista el necesario intercambio intergeneracional que consolide y de sentido legitimo a todo un proceso que si bien, en este caso, se concentra directamente en la juventud, como actor en las transformaciones sociales, no se desvincula de la trama, intergeneracional que caracteriza a todo sistema social a cualquiera de sus niveles.
En ese sentido, debe prestarse una debida atención a la juventud, porque esta constituye un recurso importante de la sociedad. Es necesario crear las condiciones para que tomen parte en la vida económica, política y social del país, para poder generar cambios más positivos y sustanciales. De ahí la importancia de lograr la inserción adecuada del joven en la sociedad a través de la participación; que en esencia es brindar seguridad y confianza, para que los jóvenes aprendan a descubrir el mundo que les rodea.
1.3 El trabajo social de grupo: Herramienta para el trabajador social en la promoción de la participación social.
Los grupos, principalmente si son de jóvenes, tienen características propias que son distintas de los individuos que las conforman. El grupo puede proporcionar una retroalimentación más rica y variada de la que puede aportar un solo individuo a otro, incrementa las expectativas de cada persona ante el problema y hace disminuir la ansiedad del sujeto al enfrentar la tarea, al ver que no está solo y que otros enfrentan un problema similar.
Al origen de un grupo le es atribuible siempre alguna intención, esta puede ser más o menos formal, con una proyección pro social o no. Ahora bien, si se pretende poner en práctica alguna estrategia para lograr efectos modificadores al interno del mismo, hay que tener bien claro lo siguiente:
El grupo se consolida como entidad en la misma medida en que tal intencionalidad adquiere algún sentido para todos y cada uno de sus miembros, autorregulando su comportamiento en pos de la actividad que los sustenta para la consecución del propósito o meta que está vinculado con dicha intencionalidad.
Trabajar en grupos tiene múltiples ventajas tanto para las personas como para las instituciones donde esta modalidad se pone en práctica. Se trabaja con menos tensión, se comparte la responsabilidad, el enfrentamiento as los problemas es menos angustioso, se genera confianza y seguridad, en fin surgen nuevas formas de enfrentar el problema.
Desde esta perspectiva los grupos constituyen escenarios importantes para el desarrollo del comportamiento individual. A criterio de Doménech (2006), los grupos pueden verse como "subsociedades en las que tiene lugar la interacción social" (p-10).
Es aquí donde se ubica el concepto de pequeño grupo; Olmsted (1986), citado por Doménech (2006), define al pequeño grupo como: "una pluralidad de individuos que se hayan en contacto los unos con los otros, que tienen en cuenta la existencia de unos y otros, y que tienen conciencia de cierto elemento común de importancia" (p-10). Estos grupos operativos son el elemento indispensable del Trabajo Social de Grupo.
Varios autores (Konopka 1968; Ander-egg 2009;) conciben al Trabajo Social de Grupo, como una dimensión de intervención del Trabajo Social, como la posibilidad de generar espacios de construcción social donde los protagonistas comienzan a ir creando formas significativas de resolución de sus problemas.
En correspondencia con la tendencia anteriormente expuesta, Gisela Konopka (1968), define que el trabajo social de grupo "ayuda a los individuos a mejorarse en su funcionamiento social a través de intencionadas experiencias de grupo y a mejorarse más eficazmente con sus problemas personales, de su grupo y de su comunidad" (p.30).
Desde este concepto se precisa que el trabajo social de grupo ayuda a los integrantes a:
Utilizar mejor sus potencialidades.
Encontrar recursos.
Elegir entre varias alternativas.
Promover la participación de sus miembros.
Así mismo, Ander-Egg (2009), explica que el trabajo social de grupo "es uno de los tres métodos clásicos de la profesión a través del cual, utilizando la situación de grupos, se ayuda a que los individuos miembros de un grupo puedan satisfacer sus necesidades psicosociales y progresar desde el punto de vista emotivo e intelectual de modo que puedan alcanzar los objetivos del grupo y contribuir a un mejor funcionamiento de la sociedad". (p-258).
Para este autor, el trabajo social de grupo es una forma de acción social que puede perseguir propósitos muy diversos, cuya finalidad es el crecimiento de los individuos en el grupo, a través de éste y de su desarrollo hacia tareas específicas y como medio para actuar sobre ámbitos sociales más amplios. Hay, pues dos ideas fundamentales en el trabajo social de grupo:
El crecimiento y desarrollo de los individuos mediante la experiencia del grupo.
El empleo del grupo por sus miembros para propósitos sociales que ellos mismos consideran deseables.
Con una visión más integral, Paré (1966) citado por Doménech (2006), define al trabajo social de grupo como; "un método que ayuda a los individuos y a los grupos a aumentar sus capacidades de funcionamiento social a través de experiencias en el grupo. Su fin es permitirles hacer frente mejor a sus problemas como personas, como grupo o como comunidad" (p-40).
Es desde esta perspectiva que se sustenta la presente investigación. El objetivo del trabajo social de grupo radica en fomentar la participación social, la socialización para asumir roles protagónicos, modificar la conducta y lograr la realización personal.
Los principios del trabajo social de grupo, al decir de Kopnoka, se fundamentan en el:
Reconocimiento del problema del grupo, relaciones y diferencias propias de cada grupo.
Aceptación plena de cada individuo.
La interrelación se debe dar entre el grupo y el profesional.
Estimular la relación interpersonal, ayuda y cooperación entre los miembros.
Incrementar la participación individual dentro del grupo y la búsqueda de soluciones colectivas.
Desarrollar periódicas programaciones y evaluaciones.
Posibilitar el desarrollo del grupo o partir de sus propias conductas.
Teniendo en cuenta estos principios, el trabajo social grupal se puede desarrollar en tres fases:
ESTUDIO: Recolección de datos del grupo en sí, y del medio en el que están inmersos empleando técnicas individuales y grupales. Técnicas como observación, entrevistas, cuestionarios, etc.
DIAGNÓSTICO SOCIAL: Sistematizar los datos recogidos sobre la vida de las personas y el grupo, y que va a permitir establecer las características del grupo y sus problemáticas, el tipo de relaciones que existen entre los miembros y cuales son las alternativas y prioridades para la intervención.
TRATAMIENTO: Búsqueda de soluciones a la problemática mediante la ayuda institucional, autoayuda, rehabilitación o promoción.
De manera general se puede afirmar que el trabajo social de grupo se ha desarrollado con una gran diversidad de propósitos, tales como:
Recreativo y de tiempo libre;
Rehabilitación, para recuperar capacidades u orientar comportamientos;
Educativo-correctivo, para ayudar a las personas con problemas de conductas;
Socialización, en el sentido de adquirir valores y modos de ser útiles para la vida en sociedad;
Prevención, para anticipar problemas antes de que ocurran.
La habilidad de trabajador social para guiar las actividades del grupo, sin imponer criterios, constituye un factor importante para lograr el cumplimiento efectivo de las tareas, de ahí que el trabajador social se haga responsable de la realización satisfactoria de estas y los miembros del grupo, definan el consenso, no como unanimidad, sino como una condición en la que cada uno acepta las decisiones del grupo.
De manera que en su condición de líder el trabajador social, tiene que lograr hacer más productivo y creativo el potencial humano con que trabaja, ello exige ante todo identificar las barreras que frenan el trabajo creativo. De ahí que las funciones a desarrollar en relación con el grupo estén orientadas a:
Sensibilizar y motivar a las personas.
Fomentar y establecer una cultura de responsabilidad compartida en el cumplimiento de los objetivos y metas y la contribución a ello de cada uno de los miembros del grupo.
Establecer espacios que canalicen y propicien las sugerencias de los miembros del grupo y faciliten que la información fluya libremente en todas las direcciones.
Ayudar a establecer prioridades.
Facilitar la participación.
"Lograr que los integrantes del grupo se constituyan en agentes de movilización dentro de su contexto social y que, a la vez, movilicen a participar en actividades comunitarias" (Doménech 2006; 54).
El modo de participación de un trabajador social con el grupo debe ser:
Como observador objetivo, ya que puede entender mejor las necesidades del grupo, sin imponer su visión.
Como un participante, a partir de que debe ganarse la aceptación del grupo.
Como un catalizador entre el grupo y los elementos externos.
La intervención del trabajador social puede hacer posible que el grupo modifique su realidad conflictiva de forma progresiva, flexible y negociada para llegar a una mejora de su calidad de vida, no sólo en beneficio propio, sino en beneficio de toda la comunidad.
Elementos a tener en cuenta para que funcione el grupo:
Hay una serie de elementos básicos que el/la trabajador/a social debe poner en práctica en el quehacer diario con el grupo para que éste sea productivo, estos son:
Los objetivos: los objetivos o aspiraciones del grupo serán los móviles o motores que permitirán que el grupo vaya caminando hacia el cambio deseado.
La cohesión: la cohesión es la tendencia a mantenerse unidos y de acuerdo. Es una condición necesaria para la eficacia del trabajo en grupo y para la satisfacción de las necesidades afectivas de sus miembros. Es además, un índice de la situación del grupo y de su grado de madurez. Por eso la cohesión es un indicador a evaluar periódicamente.
Normas: las normas son acuerdos implícitos o explícitos entre los miembros del grupo. Sobre qué comportamientos deben poner en práctica los individuos del grupo, a fin de mantener la cohesión interna.
La comunicación: el trabajador social en su rol de dinamizador debe facilitar la comunicación entre los miembros del grupo, y lograr que ésta sea clara, funcional y permanente.
Cuanto menor sea un grupo, mayor será la intimidad y comunicación que se pueda lograr. A mayor comunicación, mayor cohesión. Como seres humanos, siempre comunicamos algo, aunque no sea con palabras.
En toda comunicación, pero sobre todo cuando se trata de formas no verbales, puede haber una mala comunicación entre el mensaje transmitido y el mensaje recibido. La mejor garantía es verificar esas percepciones directamente con la persona en cuestión.
Los roles a desempeñar por el trabajador social en el trabajo social de grupo:
El trabajador social es un animador-facilitador-movilizador-concientizador: Facilita el acceso a ámbitos de participación social, fomentando la creación de grupos y organizaciones, asesorando a la gente para que puedan a través de sus organizaciones crear actividades que sirvan para mejorar las condiciones de vida.
Doménech (2006) enfatiza que: "El trabajador social ocupa un lugar central en el ceno del grupo; por un lado es el representante de una institución u organismo que le confiere mandato y por otro es un profesional con sus conocimientos y competencias" (p-48).
Como profesional, está destinado a ayudar a las personas en desventaja social y económica, a salir de su condición de necesidad con la propia ayuda de ellos, para su propio desarrollo como persona y luego traducirlo al desarrollo y transformación de la comunidad. Como representante de una institución, resulta un factor de vital importancia en la promoción de la participación social, ya que este cumple diversidad de roles.
En el momento de la ejecución de las acciones planificadas el trabajador social debe desempeñar uno de los roles más importantes, el de motivador que deberá estar siempre ejerciendo para que las personas sientan que su participación es vital y que esta ayudará para que ellos tengan oportunidad de adquirir ciertas destrezas, habilidades y/o conocimientos, los cuales podrán emplear en ciertas situaciones.
En este rol de motivador el trabajo social de grupo se convierte en algo fundamental debido a que implica tanto a sus miembros, como a profesionales que realicen algún tipo de intervención. Esto no ocurre de manera accidental, sino que debe planificarse y promoverse, lo cual implica tener las competencias adecuadas para dirigir y participar en grupo.
Podría decirse que "el rol principal del trabajador social, es el de hacer animador, catalizador o facilitador del grupo, ya sea que procure el desarrollo personal de los integrantes, pretenda realizar una tarea o busque alcanzar alguno de los propósitos específicos. En otras palabras hay un rol permanente y básico que subyace a todos los otros roles específicos".[10]
Al asumir el rol de coordinador debe considerar las cuestiones antes señaladas y replantearse, si fuese necesario, nuevas maneras y desde las perspectivas más loables, la aplicación de las técnicas grupales para acceder al logro del objetivo planteado (el para qué).
Debe tener en cuenta además, las experiencias anteriores que tienen los miembros del grupo en dinámicas de este tipo ya que pueden existir prejuicios con respecto a la aplicación de determinadas técnicas. Una mala experiencia anterior puede entorpecer el trabajo, como también una buena experiencia ya vivida puede viabilizar el mismo.
Es importante también, conocer las expectativas que tienen los miembros del grupo y su disposición a colaborar durante el desarrollo de la actividad o taller donde se aplicará tal procedimiento.
Otro rol significativo en esta etapa es la de educador. Desde aquí se ejerce una función proactiva, al no esperar por el grupo, se da información orientadora, aporta elementos ante las carencias de la vida grupal, es decir toma la iniciativa en todo lo que se corresponda con dar pautas de acción e interacción.
Como educador deberá evaluar sistemáticamente lo que está aconteciendo en el desarrollo del grupo, ir viendo las fortalezas, debilidades, errores, etc. Los cuales podrán mejorarse sólo en la medida que la evaluación sea un proceso constante que no se deje para el final del programa, ya que ahí no habrá posibilidad de corregir lo que se encuentre deficiente.
La evaluación permitirá identificar claramente todos los aspectos que se están cumpliendo y modificar en la marcha lo que aparentemente no está dando frutos.
Utilizar el trabajo social de grupo como herramienta para el logro de los objetivos propuestos, permite que se refuercen los valores del individuo, ubicándolo en la realidad social que le rodea para promover su cooperación y responsabilidad en una acción integradora del proceso de desarrollo.
Se convierte así en un instrumento esencial en la motivación para el cambio, que a través de la participación grupal, proporciona el agrado de sentirse miembro de una sociedad a la cual pertenece y respeta y con la que va a contribuir para alcanzar mejores niveles de vida
Sobre el uso de las técnicas grupales:
Las técnicas grupales, se usan para que las personas participen en el conocimiento de un hecho o problema, investiguen o propongan vías de solución, etc. También se utilizan para animar, desinhibir o integrar a los miembros del grupo o participantes, entre otras.
Surgen como herramientas educativas, abiertas, provocadoras de la participación para la reflexión y el análisis, sin cerrar mecánicamente un tema para siempre.
Toman en cuenta la realidad cultural e histórica de los grupos con los cuales se trabaja, sus códigos de comunicación, sus tradiciones, sus valores, sus luchas, su lenguaje, etc. Son entendidas, según Doménech (2006) como "el conjunto de medios y procedimientos que permiten al grupo desarrollar sus objetivos" (p-75).
Las técnicas grupales tienen la finalidad de:
Facilitar la comunicación.
Desarrollar la capacidad de participación.
Enseñar a pensar activamente.
Desarrollar capacidades de cooperación, intercambio, responsabilidad, autonomía y creación.
Crear una actitud positiva ante los problemas.
Favorecer la integración social del individuo.
De manera general utilizar la metodología del trabajo social de grupo, como una herramienta para la promoción de la participación de los jóvenes en la transformación social de la comunidad, le permitirá a estos trascender la relativamente cómoda posición de apatía, pasividad y transferencia de responsabilidades a otros, hacia una postura más activa, de asunción de responsabilidades y capacidades de protagonismo en la vida comunitaria.
Capítulo II
Propuesta de acciones
Propuesta de acciones de trabajo social para propiciar la participación de los jóvenes de la circunscripción # 8 del consejo popular Pueblo Nuevo en las actividades de transformación de la comunidad.
2.1: Caracterización y diagnóstico de la circunscripción # 8 del consejo popular Pueblo Nuevo.
La circunscripción # 8 del consejo popular Pueblo Nuevo, se encuentra ubicada en el municipio Centro Habana. Este municipio tiene una extensión territorial de 3,42 kilómetros cuadrados lo cual representa sólo el 0,47 % del territorio de toda la provincia de La Habana, siendo el más pequeño de los quince municipios que integran la provincia y a la vez el más densamente poblado.
Es un territorio totalmente urbanizado, con 514 manzanas. Está integrado por cinco Consejos Populares: Cayo Hueso, Dragones, Los Sitios, Colón y Pueblo Nuevo, con un total de 99 circunscripciones, una de ellas especial. Tiene una población de 151 174 habitantes. Es el más densamente poblado con 44 822.1 habitantes por km². [11]
Se ubica en la parte norte y central de la provincia, al oeste de la Bahía de La Habana. Tiene como límite norte, el litoral del Estrecho de La Florida; al sur, el municipio del Cerro; al este, el municipio de La Habana Vieja y al oeste, el de Plaza de la Revolución.
La población femenina predomina sobre la masculina y en cuanto a los grupos etáreos, la población adulta resulta mayoritaria siendo Centro Habana uno de los municipios más envejecidos del país, contando con 31 368 adultos mayores[12]
La circunscripción de referencia limita al norte con la circunscripción 14, al sur con la circunscripción 17, al este con la circunscripción 24 y al oeste con la circunscripción 9. Las vías fundamentales de acceso para la entrada a la circunscripción son la calle Infanta, la Avenida Salvador Allende y la calle Belascoaín.
Cuenta con un total de 15 Comités de Defensa de la Revolución (CDR)[13], un bloque de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC)[14], un núcleo zonal del Partido Comunista de Cuba (PCC) [15]y una asociación de base de los Combatientes de la Revolución Cubana.
Existen en la circunscripción un total de 9 entidades estatales.
2 Consultorio médico de la familia (22-23)
2 Bodegas
1 Carnicería
1 Círculo infantil "Caballeritos Proletarios"
Dirección Nacional de los Bomberos (MININT)
Poligráfico "Alfredo López"
1 Placita-Organopónico.
El nivel educacional y cultural de los habitantes es medio. La escolaridad promedio de la población según datos informados por la delegada es de 12 grado (medio superior); la mayoría de las personas son técnicos medios. La mayoría de los residentes del lugar están vinculados al trabajo con el Estado. En la circunscripción existe un alto índice de indisciplinas sociales.
En cuanto a la práctica religiosa, no hay presencia de iglesias, ni de casa culto en la circunscripción, aunque si viven personas que practican la religión católica y protestante.
Hechos históricos y celebraciones:
En la comunidad no abundan hechos históricos de mayor relevancia, auque tiene la influencia de sucesos acontecidos y de figuras que fueron partícipes de los procesos político-sociales Cubanos de los siglos XIX y XX, entre ellos: José Antonio Aponte, Ignacio Agramonte, José Martí, Juan Gualberto Gómez, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Enrique Loynaz del Castillo, Carlos Baliño, Julio Antonio Mella y Fidel Castro.
De igual manera, figuras destacadas de la cultura desarrollaron actividades en ese territorio como Fernando Ortiz, José Lezama Lima, Eduardo Abela, Fidelio Ponce, Alejandro García Caturla, Gonzalo Roig y Alejo Carpentier.
Las celebraciones y actividades fundamentales que se realizan son de corte políticos – cultural. Otros actos patrióticos son los realizados en la Escuela Primaria José Joaquín Palma los días del nacimiento y la muerte de este mártir.
Relieve, hidrografía y clima.
La circunscripción presenta un relieve llano, con varios niveles de terrazas y diferentes formaciones. En cuanto a su hidrografía, actualmente carece de ríos y arroyos.
El clima es tropical con una estación de seca y otra de lluvia; sus temperaturas son altas (de 24 a 27 grados centígrados). Durante el verano, es afectada por los ciclones tropicales y huracanes.
Suelos, vegetación y flora.
Las rocas son de tipo calizas- coralinas, arrecifes, margas, areniscas, calizas, arcillas, conglomerados y carbonatadas. Los suelos son de los tipos fersolíticos-pardos-rojizos, húmedos, carbonatados, carbonatados-arcillosos y esqueléticos, ferrolíticos rojos sobre calizas y cenagosos (transformados en su mayoría, por el hombre).
La vegetación es seminatural (secundaria), comunidades de herbazales con aislados arbustos (Ceibas, Majaguas, entre otros). La fauna es de insectos, reptiles, roedores, gorriones y otros no tan abundantes.
Diagnóstico:
La etapa del diagnóstico constituye un momento de singular importancia para el comienzo de cualquier investigación comunitaria; permite interpretar la situación de una localidad, establecer la relación causa-efecto y concluir en una síntesis de problemas y necesidades de la comunidad. Es donde se identifican además, las potencialidades humanas y recursos materiales del lugar.
Para la elaboración del diagnóstico se establecieron varios intercambios con factores (Delegado, trabajador social, presidentes de CDR, etc), y lideres informales de la circunscripción (bodeguero, jóvenes, pobladores etc), así como el análisis de documentos de esta institución comunitaria para recoger informaciones sobre las características de la comunidad, el problema y población de análisis comenzando un acercamiento a la realidad concreta.
También se trabajó en esta etapa y de manera conjunta, con el Delegado y el Presidente del Consejo Popular en la revisión y análisis del Planeamiento Estratégico elaborado por el equipo de trabajo del Consejo.
El objetivo de la revisión de este documento fue, conocer en alguna medida las principales problemáticas sociales asociadas a los jóvenes que habían sido identificadas en el diagnóstico comunitario realizado en 2008 y que han sido tenidas en cuenta para la elaboración de programas de acción encaminadas a su resolución, entre otros aspectos.
Una vez caracterizada y diagnosticada la circunscripción se procedió a realizar observaciones con el objetivo de enriquecer el conocimiento del lugar y de la problemática a trabajar, su dinámica, sus peculiaridades, así como identificar lugares habituales para los jóvenes, actividades que realizan en el barrio, e identificar posibles jóvenes para entrevistar e involucrar en el proceso de investigación- transformación.
Otro momento consistió en contactar a los responsables de las distintas organizaciones e instituciones del barrio abarcando diferentes espacios de su estructura, para sensibilizarlos y familiarizarlos con el tema a trabajar, buscando en todo caso, motivarlos y conocer su disposición para participar del proceso en cuestión.
Esto permitió, además, constatar, a partir del criterio de las personas consultadas, la existencia real del problema de la participación comunitaria de los jóvenes.
De gran significación resultaron los talleres participativos realizados, de los cuales se efectuaron varias sesiones. En ellos se pudieron identificar los problemas, o sea, ¿cuáles eran las problemáticas que los jóvenes consideraban que afectaban a su comunidad?, y al mismo tiempo se pudieron levantar las potencialidades humanas y recursos materiales locales con que contaban para iniciar el cambio.
Demandas:
La circunscripción #8 del Consejo Popular Pueblo Nuevo, cuenta con un total de 26 jóvenes de 18 a 24 años de edad, según el levantamiento realizado por la delegada. De ellos 11 (42.3%) son hembras y 15 son varones.
A partir de la dinámica de una lluvia de ideas, cada participante en una tarjeta expresó un aspecto en el que quería que se trabajara o mejorara en su comunidad transcurrido un período de tiempo. Se recopiló toda la información y al final se pudo identificar entre los factores que afectan a ésta generación, los siguientes:
1. Necesidades comunitarias relacionadas con la Producción, distribución y consumo de bienes y servicios.
Existen dificultades en la realización de la función de producción, distribución y consumo de bienes y servicios en lo relacionado con los servicios que deben brindar instituciones y organizaciones comunitarias que resulten deseables y precisos para los miembros de la comunidad y particularmente para los jóvenes en la solución de los problemas comunitarios.
Se destacan en este sentido, fundamentalmente, necesidades materiales sentidas con un alto por ciento (75% de los entrevistados) de confluencia entre las distintas fuentes de información y dentro de la cual resaltan problemáticas asociadas a condiciones desfavorables de la infraestructura de la comunidad.
Se evidencia también, los limitados espacios para la participación de jóvenes en la comunidad, así como el insuficiente aprovechamiento de otros que ya existen, sumándose a esto otras problemáticas como; limitaciones en la existencia de personas en instituciones y organizaciones para la puesta en práctica de programas con salida a la comunidad con y para la participación de los jóvenes.
Un ejemplo que refleja las insuficientes acciones concebidas para los jóvenes como grupo generacional a lo interno del Consejo Popular, y por ende de la circunscripción , lo constituye el hecho de que de un total de 22 acciones concebidas para la comunidad en el Planeamiento Estratégico consultado, y que tienen la intención de involucrar a todos sus actores en su concreción (cada cual desde sus espacios de actuación), solo 3 (lo que representa un 13.6 %) están destinadas únicamente a los jóvenes del barrio y 5 (para un 22.7 %) los incluye como parte de la comunidad, teniendo en cuenta fundamentalmente la masividad que pretenden estas últimas.
El resto de las actividades concebidas están destinadas especialmente a niños y adultos mayores.
2. Necesidades comunitarias relacionadas con la participación :
Estas problemáticas evidencian la manera en que las organizaciones e instituciones de la circunscripción conciben y proyectan sus funciones sociales su trabajo con los jóvenes.
De manera general existe la necesidad inferida de una cultura de participación y acuerdo de criterios con relación a su significación, dada por la gran heterogeneidad con relación al significado de "participación comunitaria". Según las entrevistas realizadas a jóvenes e informantes claves:
El 60.3% de los entrevistados (de los cuales 9 son lideres informales y representan el 34.6 % del total de jóvenes entrevistados y el 15.5 % del total de informantes claves) presenta una concepción general de participación social comunitaria relacionada con "movilización", "asistencia", " estar presente", "responder a una convocatoria", " asistir a lo que me mandan", "dar el paso al frente", etc.
El restante 39.7% (de los cuales 11 son líderes informales que representan el 42.3% del total de jóvenes entrevistados y el 18.9% del total de informantes claves) considera que se relaciona, además de asistir y estar presente, con "opinar", "asumir responsabilidades para lograr un fin, alcanzar unos objetivos", "desempeñar roles", "decidir con relación a un tema que me interese y le interese a la mayoría", "trabajar juntos en lo que es interés de un colectivo", etc.
Por su parte con relación a los ámbitos o espacios en los cuales los jóvenes pueden participar, el 41.4% se refiere a ámbitos generales, sin especificar su contenido (Ej: "Formar parte de algo", "sentir que las cosas resultan también por mi aporte", "estar en todas las cosas que se hagan en la comunidad", etc.).
El 51.7% refiere como espacios posibles de participación de los jóvenes únicamente reuniones y eventos deportivos, culturales y recreativos que en todos los casos son planificados y organizados por instituciones u organizaciones ya sea a nivel de circunscripción o a escala de Consejo Popular (Ej. "Que la gente responda ante los llamados que se hacen desde las organizaciones fundamentalmente, que asista a lo que se programa para la participación de todos", "Hacer actividades, realizar una actividad X, cultural, deportiva", "Participar en una actividad o en una reunión, es ir a un lugar y opinar", etc.).
Sólo un 6.9% concibe la participación en espacios o procesos que tributen a la solución de problemas comunitarios y en función de objetivos compartidos (Ej. "Colaboración y cooperación para el logro de metas que sólo son posibles si participamos todos, para solucionar problemas comunes", "comprometerse con el logro de objetivos que nos permita vivir mejor" etc.)
A pesar de lo expuesto hasta el momento, se pudo constatar el desinterés para desarrollar la implementación de las acciones del proyecto por parte de algunos de los factores consultados, (coordinador de la zona de las CDR, jefe de sector, algunos presidentes de CDR etc).
Las dos razones más evidentes fueron las siguientes:
1. Perciben el problema de la participación de los jóvenes supeditados a otras dificultades que se encuentran más en la base, como pueden ser las condiciones de la vivienda y de la vida en general (trabajo, salud, seguridad, alimentación), escasos y deteriorados servicios culturales y recreativos que respondan a las necesidades de los jóvenes y depauperadas las condiciones medioambientales.
2. Otra de las razones es que por la magnitud del problema consideran que debe atenderse a nivel macrosocial y no a nivel comunitario.
Con relación a los ámbitos o espacios en los cuales los jóvenes desean participar, la tendencia estuvo orientada a eventos deportivos y recreativos en primer lugar, y seguidamente actividades convocadas en las que se puedan plantear y resolver de manera conjunta situaciones comunitarias.
Recursos y potencialidades:
A continuación referimos los recursos identificados en el contexto comunitario específicamente y que pueden ser tomados en cuenta, desde el principio de la autogestión, para el desarrollo de acciones que favorezcan la participación social comunitaria de jóvenes de la circunscripción.
Existe una Reseña Histórica del Consejo Popular donde se encuentra enclavada la circunscripción, elaborada con la participación de miembros de la comunidad, que ha sido identificada por los líderes formales. Este recurso resulta potencial en la medida en que constituye una experiencia de participación en el Consejo Popular, más su divulgación y socialización, ha sido limitada.
Existe un complejo deportivo (El Pontón). Es considerado un recurso potencial en la medida en que no es aprovechado suficientemente el espacio que esta institución representa, siendo la única de su tipo en el Consejo Popular.
Se destaca como recurso la atención sistemática que brinda el grupo de prevención de la circunscripción a los jóvenes, aunque se hace referencia a la necesidad de ampliar los espacios de prevención, diversificar sus contenidos e involucrar a jóvenes en su planificación.
Reconocimiento, por parte de representantes e instituciones comunitarias, de la insuficiente atención a los jóvenes. Asimismo se reconoce la importancia y necesidad de la participación de estos, para la realización de procesos que resulte de beneficio para todos.
Potencial cultural y deportivo en el barrio, fundamentalmente entre los jóvenes, que puede ser mayormente aprovechado en función de la propia comunidad.
Alto porciento de jóvenes que nacieron en el barrio, constituye un recurso en la medida en que contribuye a la consolidación de un sentido de pertenencia e identificación comunitaria, muy aprovechable (en el mejor sentido) para involucrar a los jóvenes en procesos trasformadores en la comunidad.
Existe, por parte de jóvenes de la comunidad, un interés manifiesto por establecer alianzas con instituciones y organizaciones comunitarias que faciliten su actuación, para la puesta en marcha de acciones que contribuyan a la solución de sus problemas como generación.
Como se puede apreciar, existen recursos reales, relacionados mayormente con características de la estructura comunitaria y funcionamiento de sus organizaciones e instituciones, así como recursos potenciales en la medida en que existe insuficiente aprovechamiento de espacios participativos y de la implicación de jóvenes en su planificación y ejecución más allá de lo propiamente movilizativo.
Sobre la base de este análisis resulta posible proyectar acciones dirigidas a potenciar los procesos sociales de dinamización y cambio, que constituyan punto de partida para posteriores acciones transformadoras en, con y para la circunscripción.
2.2: El Plan de Acción. Fundamentación teórica.
La técnicas para la conformación de un plan de acción han sido abordada desde el punto de vista teórico- práctico por diversos autores[16]tanto en el ámbito nacional como internacional.
No existe en la literatura científica una propuesta única o estándar, aunque existen puntos de referencia común y responden cada una de ellas a la visión conceptual y teórica que se asuma en el tratamiento a los procesos y fenómenos sociales.
A partir de lo anterior, esta autora toma como soporte teórico la propuesta de la investigadora María Teresa Caballero (2004) quien plantea: "El plan de acción constituye el conjunto de acciones que deben acometerse para solucionar los problemas planteados en el diagnóstico. Este plan permite organizar y ordenar en el tiempo las acciones a emprender. "(p.56).
Es el documento formal de un programa detallado de actividades que cuenta con tareas concretas, ejecutables y medibles. Para su confección se deberá tener en cuenta la definición de los objetivos a partir del conocimiento y la jerarquización de las problemáticas identificadas en el diagnóstico, así como los recursos humanos y materiales con que se cuenta.
En el plan es importante precisar que tareas y acciones concretas competen a cada uno de los participantes en el proyecto, en función de las metas comunes. Durante el diseño de las acciones debe propiciarse la participación de los implicados, en aras de lograr el compromiso colectivo en torno a los objetivos planteados y las vías a emplear para alcanzarlas.
En este caso, las acciones que se proponen se determina respondiendo a nueve interrogantes.
1. ¿Por qué? Debe determinarse el vínculo con el problema a resolver.
2. ¿Qué? Precisar con claridad la acción a desarrollar.
3. ¿Para qué? Definir qué se pretende lograr con lo proyectado a partir de sus potencialidades y necesidades.
4. ¿A quién? Qué sector dentro de la comunidad se beneficia directamente con la acción a ejecutar.
5. ¿Cómo? Responde a la manera en que se va a cumplir lo proyectado.
6. ¿Con qué? Qué recursos humanos se necesitan y con quiénes.
7. ¿Con qué? Los recursos materiales y económicos que se requieren para ejecutar la acción.
8. ¿Cuándo? La fecha de ejecución o su frecuencia.
9. ¿Dónde? El lugar en el que se cumplirá la acción prevista.[17]
De acuerdo con estos aspectos, el plan de acción debe contener: los participantes en cada tarea (si es posible nombre y apellido), lugar de ejecución de la acción, recursos que se requieren (tanto materiales como humano y financiero), fecha y formas de chequeo y/ o evaluación y fecha de cumplimiento de las acciones de manera detallada.
El control y la evaluación permanente de las tareas plasmadas en el plan de acción, resultan de suma importancia ya que hace posible valorar la eficiencia de los pasos dados y hacer los ajustes necesarios en la ejecución de las diferentes acciones.
2.2 Acciones a desarrollar desde el trabajo social grupal para propiciar la participación de los jóvenes de la circunscripción # 8 del consejo popular Pueblo Nuevo en el municipio Centro Habana.
Fundamentación o justificación del proyecto.
Resulta relevante el hecho de tratar la problemática de la participación juvenil desde el trabajo social, teniendo en cuenta que la mayoría de los estudios realizados han sido desde aspectos, económicos, sociológicos, sociopolíticos, y psicosociales, más si se enmarca dentro de los límites geográficos de una comunidad.
El abordaje de la problemática desde esta disciplina, brinda otro espacio de actuación pocas veces valorado y que en definitiva se conecta con lo propiamente subjetivo y valorativo que en gran medida define y determina cualquier comportamiento humano.
En los tiempos actuales, las sociedades en general, además de preocuparse de su reproducción colectiva, requieren contar con individuos capaces de aprender y reciclar con flexibilidad competencias y actitudes. Por ello, con mayor fuerza que en el pasado, la juventud se considera eje central en las nuevas estrategias de desarrollo.
Cualquier intento por activar, movilizar e incluir a todos los posibles en un proceso de transformación de cara al desarrollo individual, comunitario y social, es de significación tanto por los resultados, como por los aprendizajes que cualquier práctica social devela ante quienes investigan y, más que todo, ante quienes vuelven una y otra vez a proyectar en las comunidades sus espacios de realización.
Este proyecto surge ante la necesidad de propiciar la participación de los jóvenes de la circunscripción # 8 del Consejo Popular Pueblo Nuevo en espacios que contribuyan a la transformación social, partir del criterio de las personas consultadas, de la existencia real del problema de la participación social de estos.
Estado del tratamiento bibliográfico:
Se evidencia en la bibliografía consultada, la potencialidad y necesidad de los jóvenes de tener la oportunidad de participar activamente en el diseño de políticas juveniles, no sólo como beneficiarios, sino también como creadores y ejecutores de las mismas.
Equipo Coordinador del Proyecto.
• Coordinador General: Lic. Rita Machin Reyes. .
• Responsable de la capacitación y trabajo comunitario: Lic. Maday González (Trabajadora Social).
• Líder Comunitario: Alicia Delgado (Delegada de la Circunscripción).
Grupo Gestor: está involucrado desde la concepción hasta la puesta en marcha y ejecución del proyecto. Está integrado por representantes de los diferentes CDR, FMC, representantes del núcleo zonal de PCC, de la circunscripción. Es presidido por Alicia Delgado (en estos momentos delegada del a circunscripción). Está concebido como un grupo operativo capaz de trasmitir los intereses de la comunidad y a la vez deberá agrupar a sus principales líderes que deberán formarse durante este proceso como verdaderos promotores del proceso de transformación.
Entidades involucrados en el Proyecto
1. Dirección Nacional de los Bomberos (MININIT).
2. Centro deportivo "El Pontón"
3. Casa de la Cultura.
4. CI "Caballeritos Proletarios".
5. Consejo Popular "Pueblo Nuevo"
6. Escuela Primaria "José J Palma".
Nombre del Proyecto: Nuevos Horizontes.
Objetivo Específico # 1
Capacitar a los líderes comunitarios.
Acciones:
Socializar los resultados de la caracterización y diagnóstico de la comunidad.
Capacitar a los líderes de la circunscripción, para el logro de la participación de los jóvenes en la transformación social de esta.
Participantes: Representantes de organizaciones e instituciones comunitarias; líderes informales (jóvenes), previamente identificados; instituciones que respondan a estas demandas comunitarias.
Métodos y técnicas: Cursos, Talleres y otras formas alternativas de capacitación.
Resultados esperados en el desarrollo de este objetivo.
Análisis e interpretación participativa de los resultados del diagnóstico.
Reformulación del Plan de Acción
Fortalecimiento de la comunicación entre los jóvenes y los factores, así como propiciar la participación de estos en las tareas de transformación social.
Desarrollar la capacidad de gestión, análisis crítico de la realidad, liderazgo y protagonismo de los líderes y jóvenes de la comunidad.
Propiciar el diseño de actividades de animación y promoción, para la participación de los jóvenes en la solución de sus problemas y necesidades.
Objetivo Específico # 2:
Estimular el aprovechamiento de espacios para la participación comunitaria en función de los intereses y necesidades de jóvenes de la circunscripción.
Acciones:
Potenciar procesos de autogestión social en la circunscripción y nuevos espacios para la trasformación social, con la participación juvenil.
Aprovechar los espacios cotidianos de reunión de jóvenes en la circunscripción, motivándolos para que se incorporen a la planificación de acciones que respondan a sus intereses y necesidades.
Identificar intereses y necesidades reales de jóvenes de la circunscripción, con relación a los espacios específicos de participación.
Articular el potencial deportivo y cultural de los jóvenes de la circunscripción con los programas que realizan las instituciones comunitarias.
Participantes: Jóvenes de la comunidad, líderes informales jóvenes, representantes de organizaciones e instituciones de la circunscripción.
Métodos y técnicas: Encuestas, cuestionarios, creación de clubes juveniles, concursos, talleres para el desarrollo de temas de interés, etc.
Resultados esperados en el desarrollo de este objetivo.
Potenciar la participación juvenil en el proceso de organización y planificación del trabajo comunitario.
Consolidación de las redes comunicacionales entre los jóvenes y los factores de la comunidad.
Propiciar el protagonismo de participación y animación de los jóvenes.
Incremento de las oferta de opciones de recreación sana.
Fortalecimiento de la cultura general integral.
Elevar la cultura del debate y coexistencia de diversidad.
Objetivo Específico # 3.
Controlar los resultados que se obtengan en la ejecución de cada acción convenida.
Acciones:
Evaluación de cada acción aplicada, individualmente al finalizar el período de trabajo valorando el impacto obtenido del desarrollo de las acciones por los participantes.
Reformulación de las necesidades, potencialidades y prioridades del sistema de acciones, según criterio de los participantes.
Reajuste de las tareas a realizar a partir de la valoración del impacto de las acciones.
Resultados esperados en el desarrollo de este objetivo:
Evaluar la eficacia e impacto del desarrollo de las acciones.
Corregir las acciones de manera oportuna.
Implementar nuevas acciones, de ser necesario.
Plan de actividades:
Cronograma de Seguimiento.
No. | Actividades. | Frecuencia. | Responsable. | |||||||||
1. | Reunión del Grupo Gestor. | Mensual | Coordinadora del Proyecto. | |||||||||
2. | Visitas a las actividades de capacitación, cursos y talleres. | Según cronograma de ejecución | Delegado de la Circunscripción. | |||||||||
3 | Visitas a las peñas, galas, exposiciones y eventos realizados en la comunidad | Todas las actividades | Coordinadora del proyecto, Trabajadora social, Delegado de la circunscripción. | |||||||||
4 | Reunión con los factores de la comunidad y activistas. (líderes naturales) (Evaluación interna). | Mensualmente durante los seis primeros meses, después cada tres meses. | Coordinadora del proyecto. |
Resultados esperados con el desarrollo de todas las acciones:
1. Liderazgo y protagonismo de los jóvenes en las tareas de transformación de la comunidad.
2. Lograr cambios en el comportamiento de los jóvenes, que favorezcan la participación de estos en las actividades de la comunidad para el desarrollo social de la misma.
3. Potenciar el desarrollo de acciones orientadas a fortalecer el sentido de pertenencia de los jóvenes con la comunidad.
4. Identificar amenazas y oportunidades en ese entorno y dirigir la atención a la realización de acciones que faciliten una interacción positiva.
5. Mejores habilidades de comunicación, en términos de mayor sociabilidad.
Beneficiarios directos:
Jóvenes (18-24) de la circunscripción. Considerando la participación de estos en la transformación social de la circunscripción, no solo desde su relación de empoderamiento, sino desde la posibilidad que les brinda el desarrollo de estas acciones, de ejercer roles protagónicos reconocidos socialmente.
Beneficiarios indirectos:
Líderes formales de la circunscripción y población en general, en tanto que el proyecto permite a cada uno de los actores sociales la apropiación de conocimientos y habilidades en aras de mejorar el desempeño de estos en los procesos participativos de la circunscripción.
Métodos y técnicas a utilizar:
Talleres Grupales: como un método específico del trabajo social grupal. Estos tienen como objetivo la elaboración colectiva de las acciones a desarrollar, y soluciones a las problemáticas que los afectan. El taller requiere de la participación activa, intensa y creativa de sus integrantes y de una planificación previa bastante precisa en cuanto a los objetivos generales y específicos que persiguen. (Ver anexo # 7).
Observación: Método de recogida de información, en este caso, a partir del recorrido por la circunscripción lo que permitirá la familiarización con sus características y dinámica interna. (Ver anexo # 8).
Entrevistas a informantes claves: Método de interacción personal en que personas claves por su profesión, actividad o posición en la circunscripción, aportan información pertinente sobre la problemática existente. (Ver anexo # 5)
Observación participante (en los grupos estructurados): Método de carácter interactivo, en el que la investigadora asume distintos roles. En este caso se parte de una guía semiestructurada, con el objetivo de obtener información acerca de las necesidades de los jóvenes, vinculada al problema de la participación y de sus intereses como grupo social y el investigador asume el rol de facilitador del proceso de reflexión y debate. (Ver anexo # 6).
Recursos necesarios para el desarrollo de las acciones.
Recursos humanos especializados (Instructor de arte, Instructor deportivo, promotores naturales de la circunscripción ).
Material promocional: carteles, pegatinas, banderolas, diplomas, reconocimientos, etc.
Material de oficina: Hojas, bolígrafos, libretas, lápices, bibliografía.
Espacios de socialización comunitaria tales como: Zona de los CDR, Centro deportivo "El Pontón", Casa del Chef, Teatro de la DN Bomberos, Salón de reuniones del CI "Caballeritos Proletarios"
Principales retos
Favorecer la incorporación de líderes juveniles, como parte de la estrategia de sostenibilidad.
Propiciar acciones encaminadas a desarrollar el sentimiento de pertenencia hacia la comunidad.
Trazar nuevas estrategias que favorezcan la participación de instancias municipales en eventos fundamentales para la vida del proyecto.
Identificar amenazas y oportunidades en ese entorno y dirigir la atención a la realización de acciones que faciliten una interacción positiva.
Indicadores de evaluación del proyecto.
Indicadores | Antes del proyecto | Después del proyecto |
Actividades promovidas por los jóvenes de la circunscripción | ||
Actividades en las que participan los jóvenes | ||
Espacios de la circunscripción utilizados en función de los jóvenes. | ||
Nivel de relación entre los jóvenes y los líderes formales de la circunscripción. | ||
Actividades planificadas de conjunto, jóvenes y factores de la circunscripción. |
Conclusiones
1. Los fundamentos teóricos y metodológicos de la investigación permitieron sustentar los criterios actualizados sobre la necesidad e importancia de la participación de los jóvenes en los proceso de transformación social.
2. El logro de la participación como práctica transformadora necesita de la incorporación de los elementos de trabajo social grupal a su accionar a nivel comunitario por lo que se convierte en herramienta indispensable a partir de la cual se pueda transformar socialmente.
3. En el proceso de diagnóstico y caracterización se pudo apreciar el inadecuado tratamiento a las necesidades y aspiraciones de los jóvenes de la circunscripción.
4. La existencia de necesidades comunitarias no satisfechas, vinculadas a la participación social de los jóvenes, afecta de manera desfavorable su percepción del entorno en el que desarrollan una vida en común.
5. Con relación a los recursos reales y potenciales que han sido identificados se concluye que los jóvenes de la comunidad visualizan esencialmente recursos que constituyen condiciones objetivas (esencialmente materiales y económicas), identificando en menor medida condiciones subjetivas (conocimientos, habilidades, competencias, motivaciones, etc.), lo que resulta del insuficiente conocimiento acerca de sus potencialidades como generación lo que obstaculiza el desarrollo de procesos reales de transformación individual y social.
6. A partir de la teoría consultada, los resultados del diagnóstico, así como la atención a las necesidades, gustos, aspiraciones y preferencias de los jóvenes se pudo diseñar un plan de acciones desde el trabajo social grupal, para propiciar la participación de los jóvenes en la transformación social de la circunscripción.
7. La presente investigación, ha estimulado un proceso de toma de conciencia por parte de los actores implicados, así como de identificaciones mutuas sobre la base de sentimientos, percepciones y objetivos compartidos, lo que constituye el punto de partida, así como aspecto central, para la puesta en marcha de programas y acciones con, desde y para la participación de jóvenes de la comunidad, tributando así a la transformación del sistema en el cual se desarrollan.
8. La preparación de promotores en metodologías de trabajo comunitario y procesos de investigación-acción, es esencial para garantizar un desarrollo adecuado de los proyectos. En este sentido una dirección principal en su formación será evitar la aparición de tendencias verticalistas, paternalistas y de lucha por el protagonismo de actores externos a la comunidad, que ponen en grave peligro la consecución de los objetivos en proyectos de este tipo.
Recomendaciones
Del estudio realizado se derivan una serie de recomendaciones que quedan abiertas para el futuro:
1. Poner en práctica las acciones propuestas, las cuales se sustentan en la Metodología del Trabajo Social.
2. Involucrar a las instituciones y organizaciones del Consejo Popular y jóvenes de otras circunscripciones en el proyecto, de manera que su participación sea sobre la base del compromiso con objetivos y valores compartidos.
3. Retroalimentar constantemente a la dirección del Consejo Popular, sobre los resultados que se van construyendo en la implementación del proyecto y divulgarlos de manera que el proceso se enriquezca facilitando la incorporación oportuna de otros actores.
4. Involucrar en mayor medida a representantes de organizaciones e instituciones municipales, de manera que el impacto de las acciones y procesos comunitarios que resulten, trasciendan los marcos de la circunscripción y el Consejo Popular.
5. Continuar los procesos de capacitación y generación de capacidades del Grupo Gestor que promuevan y faciliten su gestión social en la comunidad
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_______________ Cuadernos del CIPS (2010) . Experiencias de Investigaciones Sociales. Ed Acuario.
__________ "¿Trabajo comunitario? 1997. En Revista Varona. No. 25. Julio- Diciembre, ISPEJV. ISSN-0864 -196X. (p. 44 – 51).
TESIS PRESENTADA PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE MÁSTER EN TRABAJO SOCIAL
Autora:
Lic. Rita Machín Reyes.
Enviado por:
María del Carmen Veliz Torres
UNIVERSIDAD DE CAMAGUEY.
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
Y HUMANÍSTICAS
CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL TRABAJO COMUNITARIO
[1] Ver: María Isabel Domínguez. “Pasado, Presente y futuro de las investigaciones sobre juventud: miradas cruzadas”. En Cuadernos del CIPS 2008. Experiencias de investigación social en Cuba. Pág. 130.
[2] desarrollo social: proceso real objetivo, de características universales, sujeto a regularidades específicas, que se manifiesta en determinados contextos socioculturales, con el fin de transformarlos para lograr mejores condiciones de vida, más bienestar y una calidad de vida superior, en correspondencia con las necesidades básicas humanas. Ampliar sobre el tema, Mirtha Juliana Yordi García. Reflexiones sobre el desarrollo comunitario. En: María Teresa Caballero Rivacoba y Mirtha Juliana Yordi García. El Trabajo Comunitario: alternativa cubana para el desarrollo social. Camagüey, Ed. Acana, 2004, p. 28 -32.
[3] Notas personales tomadas en las clases, impartida por la Dra. María Teresa Caballero en la Maestría de Trabajo Social durante el módulo de Historia y pensamiento del Trabajo Social. Fecha 25 de marzo de 2008.
[4] María Teresa Caballero. La participación y el Trabajo Comunitario en “El Trabajo Comunitario: alternativa cubana para el desarrollo.” Pág 162. Editorial Acana. Ediciones Universidad de Camagüey 2004.
[5] La Constitución de la República de Cuba, en el Capítulo V, artículo 40, al referirse a la responsabilidad del Estado con la niñez y la juventud define, “La niñez y la juventud disfrutan de particular protección por parte del Estado y la sociedad. La familia, la escuela, los órganos estatales, y las organizaciones de masas y sociales tienen el deber de prestar especial atención a la formación integral de la niñez y la juventud.
[6] Ver Elena Martínez Canals. Participación ciudadana y desarrollo comunitario. Un acercamiento al caso cubano. En Participación Social en Cuba. La Habana. Ed. CIPS, 1996.p.282.
[7] El término “periodo especial” surge a partir de la década de los 70 en del siglo XX cuando se comienza a desarrollar en Cuba, la doctrina de la guerra de todo el pueblo a partir de la visión estratégica de la Revolución, las experiencias del acontecer nacional y las características del país. Ya a finales de los años ochenta e inicio de los noventa del siglo XX, la nación cubana debió enfrentar una aguda depresión que conduciría a una crisis muy peculiar, de implicaciones fundamentalmente económicas y sociales lo que conllevó a tener que promover determinadas políticas de ajustes que permitiesen, primeramente enfrentarla, sobrevivir y posteriormente obtener resultados que indicasen una posible salida de la misma. A esta política de sobrevivencia se le nombró “período especial en tiempos de paz”, el cual no es más que un concepto político-económico que expresa la disposición para combatir la crisis económica con el esfuerzo y energía propios del país, para afrontar las difíciles circunstancias y hallar alternativas eficaces de solución. Es el resultado de situaciones acumuladas y agravadas entre la década de los setenta y los noventa del Siglo XX en Cuba.
[8] La revisión de algunos textos relacionados con el tema de investigación (Juventud Cubana y Participación: Desafíos de una Nueva Época, La participación social desde la perspectiva de la juventud cubana, ambos de María Isabel Domínguez, Participación social y desarrollo en la adolescencia de Dina Krauskopf, entre otros) evidencia que existen suficientes publicaciones e investigaciones donde se tratan contenidos relacionados con la participación social y el tema de los jóvenes; no cabe dudas que aparecen bibliografías actualizadas sobre las diferentes materias
[9] Es válido señalar que en Cuba en las condiciones actuales, no existe un trabajador social por circunscripción. A partir del proceso de integración del Programa de Trabajadores Sociales al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), se rediseñó la política con respecto a la práctica del trabajo social en Cuba (Decreto-Ley 286). Para los efectos se crea la unidad de Trabajo Social, subordinada al Director de Trabajo y Seguridad Social en cada municipio. La unidad es integrada por un máximo de 20 trabajadores sociales, encargados de la atención de las problemáticas sociales identificadas en su radio de acción. Serán por tanto estos trabajadores sociales los encargados de llevar a la práctica las acciones diseñadas en esta investigación.
[10] Ezequiel Ander-Egg. Diccionario del Trabajo Social. Editorial Brujas. Córdoba, Argentina. Pág. 261.
[11] Anuario Estadístico de Centro Habana 2010. Edición 2011. Oficina Nacional de Estadística (ONE) en http://www.one.cu/aed2010/03Ciudad Habana/Municipios/03 Centro Habana.
[12] Anuario Estadístico de Centro Habana 2010. Edición 2011. Oficina Nacional de Estadística (ONE) en http://www.one.cu/aed2010/03Ciudad Habana/Municipios/03 Centro Habana.
[13] Organización que agrupa a la inmensa mayoría de la población mayor de 14 años que desee trabajar por el beneficio de la comunidad. Están estructurados en todo el país, tanto en zonas rurales como urbanas. Los CDR se constituyen partiendo del lugar de residencia, en las ciudades por cuadras o edificios multifamiliares y en el campo a partir de viviendas (caseríos, bateyes)
[14] Organización de masas que desarrolla políticas y programas encaminados a lograr el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer en todos los ámbitos y niveles de la sociedad. Entre los objetivos de esta organización está brindar sistemáticamente su aporte a la formación y el bienestar de las nuevas generaciones.
[15] Organización que agrupa a la vanguardia de los revolucionarios cubanos. La Constitución de la República de Cuba, aprobada en referéndum popular, lo define como: "Martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la Sociedad y el Estado."
[16] María Teresa Caballero Rivacoba, Ezequiel Ander -Egg.
[17] Cfr. F.Cemmbranos; D. Montesinos y María Bustelo: La animación sociocultural: una propuesta metodológica. Citado por María Teresa Caballero Rivacoba. El trabajo comunitario rural. Valoraciones teóricas de su realización en la realidad cubana actual. En María Teresa Caballero Rivacoba y Mirtha Juliana Yordi García. El Trabajo Comunitario: alternativa cubana para el desarrollo social. Op. Cit. p. 58.
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