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Cambios en el entorno económico-social en Cuba (1959-2000) (página 3)

Enviado por Alexis Codina


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Además, se adoptaron medidas sobre la organización de instituciones del Estado que debían cumplir importantes funciones en la dirección de la economía del país como fueron: la creación de la Junta Central de Planificación, del Ministerio de Industrias, y de los Ministerios de Comercio Exterior y de Comercio Interior, así como la restructuración del Ministerio de Hacienda y del Banco Nacional.

Un investigador de este proceso, con el que coincidimos, considera que, no obstante las medidas que se habían adoptado "… aun el sistema de dirección de la economía en su conjunto respondía a las condiciones de una economía capitalista dependiente, aunque ya en proceso de descomposición gradual….". (Rodríguez, J.L. 1990, p. 50).

Los primeros planes y sistemas de dirección de la economía. (1962-1966).

El primer plan económico empezó a elaborarse en 1961 y cubría el período 1962-1965. Con el inicio de las tareas de planificación se establecieron sistemas uniformes de contabilidad y estadística, y se iniciaron los trabajos para el establecimiento de un sistema de organización del trabajo y los salarios. Al concentrarse en el sector estatal la parte fundamental de la economía del país, e iniciarse la planificación, resultó necesario crear los mecanismos que permitieran la dirección y control de la economía.

La carencia habitual de fondos operativos, en las empresas medianas y pequeñas, y la nacionalización de las industrias económicamente más fuertes, provocó la primera decisión revolucionaria en materia de dirección económico-financiera, que consistió en la centralización de las cuentas bancarias de todas las empresas, creándose un "Fondo Centralizado", en el cual se depositaban todos los ingresos, y del que se asignaban las disponibilidades de recursos monetarios que necesitaran las empresas, de acuerdo con un presupuesto que debían preparar.

Este proceso fue el embrión de lo que se llamó "Sistema Presupuestario de Financiamiento", que se aplicó en la mayor parte de la industria, el transporte y otros sectores (excepto agricultura, comercio exterior y las industrias de subordinación local).

Las características específicas de la agricultura y su alta dependencia de factores naturales, aconsejaron otorgarle a los eslabones inferiores un mayor grado de autonomía. Esto recomendó la aplicación, en este sector, de un sistema que se denominaba "Cálculo Económico", o "Autofinanciamiento". En este sistema, las empresas tenían una sola cuenta bancaria, donde depositaban sus ingresos y pagaban sus gastos. Era el modelo que se aplicaba en los países socialistas europeos en aquellos años.

La ineficiencia de las empresas agrícolas y factores naturales, incidieron negativamente en la situación y estabilidad financiera de estas empresas, por lo cual se hacían necesarios constantemente subsidios del Presupuesto y, los créditos bancarios, se otorgaban mecánicamente, debilitándose el control por parte del Banco. Los fondos para el financiamiento de las inversiones descentralizadas y para estímulos materiales, no se podían crear en estas condiciones tan irregulares.

En esta situación, los principios que propugnaba el Cálculo Económico no podían cumplirse. Por esto, según valoró acertadamente el I Congreso del PCC, "…el Sistema de Cálculo Económico funcionó de manera parcial y muy limitada..". (Castro, F. 1978, p. 30).

La eliminación de las relaciones monetario-mercantiles entre las empresas estatales (1967-1970).

A mediados de los años sesenta se empezaron a hacer planteamientos, en medios académicos y de la dirección económica y política del país, sobre lo contradictorio que resultaba la utilización de las relaciones monetario-mercantiles entre empresas estatales, y el carácter de la economía socialista, así como sobre el papel negativo que representaba la utilización de estímulos materiales en la creación de una conciencia socialista y comunista. (Vilariño, A. 1986, pp. 81-87).

Se planteaba que, la existencia de formas mercantiles dentro del sector estatal de la economía socialista, no constituye una necesidad, sino que depende de las decisiones de los hombres, que conscientemente dirigen el desarrollo de la sociedad, y que por tanto, debían eliminarse, pues representaban un "lastre heredado del capitalismo", cuya utilización no se correspondía con el contenido de las relaciones de producción socialistas.

En correspondencia con estas concepciones, a partir de 1966 se suprimen las relaciones de cobros y pagos entre empresas estatales. A fines de 1965, se había disuelto el Ministerio de Hacienda y, dos años después, se elimina el Presupuesto Estatal. Con esto, las relaciones monetarias en el sector estatal se limitaron, al pago de salarios y a la compra-venta con el sector privado y cooperativo.

Rectificaciones y I Congreso del PCC (1971-1975).

Al concluir la zafra azucarera de 1970, la dirección cubana hizo un análisis profundo de los problemas que confrontaba la economía, a partir del cual se empezaron a tomar una serie de medidas orientadas a la recuperación económica del país.

Entre otras medidas, se decidió no iniciar inversiones nuevas, sino concentrar el esfuerzo en la terminación de las que se habían iniciado y trabajar para utilizar al máximo posible las capacidades instaladas. También se reiniciaron los trabajos relacionados con la organización y normación del trabajo y los salarios.

En el discurso pronunciado el 26 de julio de 1973, con motivo del XX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, el Cmdte. Fidel Castro planteó algunos criterios importantes que destacaban las orientaciones con que se estaba concibiendo el nuevo Sistema de Dirección Económica cuando expresó: "Será nuestro deber en los próximos años elevar al máximo la eficiencia en la utilización de nuestros recursos. Llevar la cuenta minuciosa de los gastos y los costos. Y los errores de idealismo que hayamos cometido en el manejo de la economía, saberlos rectificar valientemente..". (Castro, F. 1973, pp. 28-29).

A fines de 1975 se efectúa el I Congreso del PCC y, en su Informe Central, el Cmdte. Fidel Castro hace un análisis crítico profundo de los errores cometidos, señalando:

"En la conducción de la economía hemos adolecido indudablemente de errores de idealismo y, en ocasiones, hemos desconocido la realidad de que existen leyes económicas objetivas a las cuales debemos atenernos. Interpretando idealistamente el marxismo y apartándonos de la práctica consagrada por la experiencia de los demás países socialistas, quisimos establecer nuestros propios métodos… no entendíamos bien la necesidad de la permanencia de la forma de relaciones mercantiles entre empresas del Estado….Cuando podría parecer que nos estábamos acercando a formas comunistas de producción y distribución, en realidad, nos estábamos alejando de los métodos correctos para construir previamente el socialismo". (Castro, F. 1978, pp. 104-107).

Entre las resoluciones que se aprobaron en el I Congreso del PCC estaba, el establecimiento de un "Sistema de Dirección y Planificación de la Economía" (SDPE) que, partiendo de la experiencia de los países socialistas, se basaba en el Cálculo Económico, recogiendo de manera realista esa experiencia y tratando de adaptarla a las condiciones de Cuba.

El Sistema de Dirección y Planificación de la Economía. (1976-1985).

En el quinquenio 1976-1980 se realizó un intenso trabajo en todas las instancias de la dirección político y administrativa del país, para cumplimentar las resoluciones aprobadas en el I Congreso del PCC.

Para la implantación paulatina del SDPE se elaboró un "Programa de Trabajo" que incluyó, entre otras tareas: el restablecimiento de las relaciones de cobros y pagos entre las empresas estatales; la elaboración y aplicación de nuevas metodologías de planificación; la confección y establecimiento de nuevos sistemas de contabilidad y estadística; la implantación de un nuevo sistema bancario; elaboración de normas de inventario, financieras, y de gastos; así como la introducción de los principios básicos de la Organización Científica del Trabajo, entre otras tareas.

En el II Congreso del PCC, celebrado en 1980, se realizó un balance del trabajo realizado en el quinquenio anterior. Se consideró que "? hemos avanzado incuestionablemente en el proceso de aplicación gradual del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, para crear los mecanismos que nos ayuden a ser más eficientes, utilizar nuestros recursos con mayores resultados y lograr una conciencia económica de nuestros cuadros políticos y administrativos…". (Castro, F. 1980, pp. 33).

En el balance realizado en el III Congreso del PCC, celebrado en febrero de 1986, se realizaron fuertes críticas a la marcha de la economía y al funcionamiento de los mecanismos de dirección económica. En lo referente al Sistema de Dirección y Planificación de la Economía se planteó que: "? después del impulso inicial en su implantación, no se trabajó consecuentemente en su perfeccionamiento. Se perdió iniciativa y no apareció la creatividad necesaria para adecuar mejor a nuestras condiciones específicas un sistema que, en buena medida, se tomó de la experiencia de otros países…". (Castro, F. 1980, p. 40).

Entre las deficiencias señaladas estuvieron las siguientes:

-Falta de integralidad en la planificación del desarrollo económico, particularmente en la concepción y ejecución del proceso inversionista; ejemplos como: nuevas industrias y fomentos agropecuarios en zonas despobladas, sin las viviendas necesarias para asentar la fuerza de trabajo.

-Baja eficiencia en las construcciones y en el proceso inversionista, con un número elevado de obras iniciadas cuya terminación se dilataba excesivamente produciendo inmovilización de recursos y gastos excesivos.

-Prevalencia de intereses sectoriales y empresariales, por encima de los intereses sociales, debilitándose las interrelaciones necesarias en la economía y afectándose la satisfacción de necesidades sociales.

-El presupuesto siguió siendo un instrumento pasivo, no regulador sino propiciador del gasto.

-Búsqueda de ganancia en las empresas, por aumentos de precios y no por una mayor eficiencia;

-Falta de atención y baja calidad en la prestación de servicios vitales a la población.

Una afirmación categórica que se hizo fue: "Si estas deficiencias no son superadas, el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía dejaría de ser un motor impulsor de nuestro desarrollo". (Castro, F. 1980, pp. 40).

El proceso de rectificación de errores y tendencias negativas. (1986-1990).

A partir del análisis crítico realizado en el III Congreso, desde inicios de este quinquenio se empezaron a adoptar diferentes políticas y medidas dirigidas a la rectificación de errores y tendencias negativas que se habían presentado en el terreno de la dirección económica.

En diferentes discursos del Cmdte. Fidel Castro y, en plenarias y actividades nacionales desarrolladas en los primeros años de este quinquenio, se fueron esclareciendo problemas, conceptos y estrategias para enfrentar las deformaciones y tendencias negativas que se habían venido produciendo en el proceso de introducción de los nuevos mecanismos económicos.

Se trabajó en el perfeccionamiento organizativo y metodológico del "Sistema de Planificación", garantizando una mayor participación de todos los niveles desde la base; se perfeccionó el sistema de abastecimiento técnico-material y las políticas laborales y de trabajo con los cuadros; se establecieron mecanismos que garantizaban un mayor control y eficiencia en el uso de los recursos; se reorganizó el sistema empresarial con la creación de las "uniones de empresas"; y se fortaleció el trabajo de contabilidad creándose la figura del Contador Principal, entre otras medidas.

En el balance realizado en el IV Congreso del PCC, celebrado en octubre de 1991, entre los aportes principales del proceso de rectificación, se plantearon los siguientes: (IV Congreso 1991, pp.42-44).

-La ruptura con las prácticas mediocres de planificación burocrática, dispersión irracional de los recursos y esquemas de desarrollo obsoleto.

-El perfeccionamiento del proceso inversionista, para ponerle fin al "gigantismo" de los proyectos, al despilfarro en el consumo material, a las obras excesivamente dilatadas, o nunca concluidas.

  • La prioridad que se le concedió, desde el primer momento, a las necesidades de viviendas, centros hospitalarios e instalaciones de asistencia médica primaria, círculos infantiles y otras que no estaban recibiendo toda la atención que era posible prestarles.
  • Las decisiones de política económica orientadas al predominio de los intereses del país por encima de los empresariales.
  • El enfrentamiento de grandes errores, en materia de trabajo y salarios, y de formas de retribución tales como: pagos excesivos de salario sin respaldo productivo y la proliferación de todo tipo de primas que, en la práctica, eran subterfugios para incrementos salariales, no justificados por la cantidad y calidad de la producción.

Cuando se celebró el IV Congreso del PCC se acababa de producir la desaparición del campo socialista y la desintegración de la URSS, situación que se tuvo en cuenta en las orientaciones que se presentaron en la "Resolución sobre el desarrollo económico del país" que se aprobó en este evento.

Un comentario general sobre la situación en Cuba, antes del derrumbe

del socialismo en Europa.

De todo lo que se ha analizado en los puntos anteriores, puede deducirse que, en el momento que se produce el derrumbe del socialismo en Europa, en Cuba se habían producido transformaciones significativas. Había dejado de ser un país eminentemente agrícola, mono-productor y mono-exportador", con una población con altos niveles de analfabetismo, desempleo, pobreza y paupérrima atención médica. Se había convertido en otro país diferente, con determinado desarrollo industrial y científico-técnico, con una población con altos niveles educacionales y de salud, entre otros indicadores de desarrollo social.

A los importantes logros económicos y sociales alcanzados entre 1959 y 1989, habría que adicionar los niveles de organización social que se había alcanzado, con instituciones administrativas y de representación popular (Asamblea Nacional, Asambleas provinciales y municipales del Poder Popular) y organizaciones políticas, de masas y sociales donde están organizados los trabajadores, los campesinos, los estudiantes, las mujeres, los profesionales, los intelectuales, los jóvenes; en general, todos los componentes de la sociedad, con estructuras y cuadros de dirección con alto poder de convocatoria y de movilización popular, que participan activamente en las tareas de administración y desarrollo social.

Esto no eliminaba la necesidad de tener que enfrentar situaciones muy difíciles, con fuertes limitaciones de recursos, que impondrían al país grandes tensiones y exigirían de la población altos niveles de sacrificios y penurias.

No obstante, contar con esa base, situaba a Cuba en unas posibilidades de enfrentar una crisis como la que se avecinaría, en condiciones muy superiores que en años anteriores. Además, los logros alcanzados hasta ese momento, incluyendo la cultura política de la población, posibilitaban a la dirección política del país un mayor poder de convocatoria. Si, al iniciarse el proceso revolucionario, se convocó al pueblo a apoyar un Proyecto Social, ahora se le convocaría a defender los logros de ese Proyecto.

Cambios en los años noventa. Impactos de la crisis.

Con la desintegración de la URSS y del campo socialista, las importaciones totales cubanas cayeron, de 8,1 mil millones de dólares en 1989, a 2,3 mil millones en 1993. De 13,1 millones de tons. de petróleo, que se importaron en 1989 (en aquellos momentos representaba el 95% del consumo del país); en 1993, Cuba pudo importar sólo 5.5 millones, es decir el 41% de lo que importada cuatro años antes. (García, 2001, pp. 6-9).

En las nuevas condiciones, EEUU arreció el bloqueo y las agresiones a la isla. En 1992, con la Enmienda Torricelli, (incluida en la Ley de Gastos para la Defensa de ese año), prohibió el comercio con Cuba a filiales de empresas norteamericanas radicadas en terceros países, que ascendía a 700 millones de dólares, (el 90% era de alimentos y medicamentos). Además, se prohibió a empresas norteamericanas importar productos de terceros países que contengan, entre sus componentes, materias primas cubanas. (por ejemplo, aceros en cuya producción se haya utilizado níquel cubano; productos alimenticios en los que se usara azúcar cubana).

La aprobación en 1996 de la llamada Ley Helms-Burton significó la medida mas dura en la escalada de la guerra económica contra Cuba. Con ella, se pretende internacionalizar el bloqueo, cortando la corriente de inversiones de capital extranjero hacia la isla, mediante la amenaza de prohibirle la entrada a EEUU a empresarios y sus familiares si establecen negocios con Cuba. Paradójicamente, más de tres lustros después de desaparecer la URSS, Cuba es el único país del mundo que no puede comprar ni vender nada en EEUU.

En la Figura 1 se representa esquemáticamente, el impacto que tuvo todo esto sobre la capacidad de importación de Cuba. La pérdida de los mercados externos produjo una drástica reducción de las exportaciones. La ruptura de sus fuentes de abastecimientos, no sólo la caída de las importaciones, sino también el incremento de los precios, al tener que acudir a nuevos mercados, sin contar con fuentes de financiamiento, ni créditos internacionales, situación agravada por las presiones que ejerce EEUU sobre los organismos financieros internacionales y países, para tratar de internacionalizar el bloqueo.

Con menos de la mitad del combustible que se recibía antes, la generación de electricidad cayó sensiblemente. Los "apagones", durante el período más difícil, duraban hasta 18 horas diarias. El transporte público y privado virtualmente colapsó. Las calles empezaron a "inundarse" de bicicletas, (importadas, ensambladas o producidas de forma emergente en el país), ante la ausencia de otros medios.

En la agricultura, los bueyes sustituyeron a los tractores. Los fertilizantes y pesticidas, tan necesarios en un clima tropical de altas temperaturas y elevada humedad, que se importaban de la URSS, desaparecieron. Cientos de fábricas dejaron de producir, por falta de materia prima, o pérdida de sus mercados externos. Miles de trabajadores quedaron sin empleo.

Estrategia y Medidas para enfrentar la crisis.

En estas condiciones, Cuba tendría que reconstruir de nuevo su sistema de relaciones económicas externas, pero en condiciones mucho más difíciles que las de los años sesenta. Ahora, la competencia en los mercados internacionales era mucho más fuerte, el país no tenía fuentes de financiamiento externo ni créditos internacionales (Cuba no pertenece al FMI), el bloqueo de EEUU se había recrudecido, y la malla tecnológica y productiva del país se había conformado con sistemas de relaciones que ya no existían.

El objetivo supremo de la estrategia que preparó Cuba para enfrentar esto fue el de "Garantizar la subsistencia y el desarrollo del país", con la búsqueda de nuevos mercados y fuentes de financiamiento, lograr mayores niveles de competitividad en sus empresas y fuentes de generación de divisas a corto plazo. Todo esto, preservando las conquistas sociales y la independencia nacional, y evitando la adopción de "políticas de choque" que tendrían un alto costo social, con la generación de desempleo, inflación y profundas desigualdades sociales.

Para aliviar el costo social de la profunda crisis económica que se creó, el gobierno cubano aplicó una política "anti-choque", se mantuvieron los precios de los productos básicos, que eran subsidiados por el Estado, se entregaron subsidios a los trabajadores que quedaron sin empleo por la paralización de las fábricas, (el subsidio a las empresas llegó a ocupar en 1993 el 40% de los gastos del Presupuesto del Estado). Además, se mantuvieron y continuaron desarrollándose los niveles de los servicios sociales de salud pública, educación, y los restantes. No se cerró ni una escuela, ni un hospital, aunque la prestación de estos servicios se afectó sensiblemente al carecer de recursos materiales básicos.

En la Figura 2 se presenta en forma esquemática el impacto que tuvo esto en lo que el autor denomina el "Círculo vicioso de la economía". La contracción de la producción redujo drásticamente la oferta de bienes y servicios y, en las condiciones de una política "anti-choque", se produjo un aumento significativo del déficit presupuestario. (en 1993 llegó a alcanzar el 33,5% del PIB). (García, 2001, pp. 8).

Con esto, aumentó la liquidez monetaria en manos de la población y, en condiciones de una fuerte escasez de productos, se generó un fenómeno tan nocivo como la "bolsa negra", en la que se vendían productos deficitarios a muy altos precios, y un fuerte desestímulo al trabajo (la gente tenía en su poder casi el equivalente de un año de salarios), lo que retroalimentaba el "circulo vicioso" limitando las posibilidades de incrementar la producción y, con esto, la oferta de productos en el mercado.

Algunos datos sobre el impacto de la crisis: (García, 2001, pp. 6-9).

  • El PIB cayó sucesivamente desde 1990 alcanzando su nivel más bajo en 1993, en que se redujo en un 34.8% en comparación con 1989.
  • El déficit presupuestario, llegó a ser en 1993 el 33,5% del PIB.
  • La liquidez monetaria en manos de la población llegó a representar el 73,2% del PIB.

Para salir de la crisis económica más profunda de la historia del país, se preparó lo que se llamó "Estrategia para el Período Especial" entre cuyas direcciones y objetivos estaban: concentración de las inversiones en las actividades que podían generar mas divisas; utilización del capital extranjero como complemento de los recursos nacionales buscando tres objetivos: tecnología, mercados y recursos financieros; desarrollo del turismo internacional; flexibilizar y descentralizar las actividades de exportación; impulsar el desarrollo del programa alimentario; mayores niveles de aplicación y efectividad de la ciencia y la técnica, en las ramas en las que Cuba había alcanzado niveles superiores.

Además, era necesario lograr un saneamiento financiero interno que restituyera el valor del peso cubano y, con esto, que el salario y los mecanismos de estimulación material que se adoptaran pudieran jugar un papel activo en el estimulo al trabajo y en la elevación de la productividad.

Las medidas que debían adoptarse en todos los frentes no podían dar resultados inmediatos. Además, las relacionadas con el saneamiento financiero interno, demandaban una alta comprensión y consenso de la población. Una alternativa podía ser un "canje de la moneda", reduciendo el valor de la que estaba en circulación o estableciendo su depósito obligatorio a largo plazo, aprobándose extracciones controladas.

Esto ya se había hecho en 1961, y había permitido eliminar el efecto negativo que estaba produciendo el hecho de que, en manos de gente que había emigrado a EEUU, había varios cientos de millones de pesos que se utilizaban para financiar actividades delictivas y sabotaje dentro de Cuba. Ahora, la batalla no era contra los enemigos del país sino contra los efectos de las políticas de los que los patrocinaban.

Ante esto, la dirección del país llamó al pueblo a resistir. "Hay que darle tiempo a la patria para que pueda recuperarse", planteó Fidel en un discurso de aquellos años. Las medidas que podían afectar los ingresos que tenía la población en su poder había que consensuarlas, para lo cual se realizaron miles de asambleas en los centros de trabajo y las organizaciones sociales para analizar el "Paquete de Medidas" que se discutiría en el Parlamento cubano.

Después de un amplio proceso de discusión en miles de asambleas de colectivos laborales, en los barrios y en todas las tribunas populares que se generaron, en mayo de 1994 la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó un "Programa de Medidas de Saneamiento Financiero" que, entre otras, incluyeron las siguientes:

  • aumentos de precios de cigarros, bebidas alcohólicas y en menor medida del consumo de electricidad, agua y transporte;
  • reducción o eliminación de subsidios a empresas;
  • cobro de algunas actividades que antes eran gratuitas, como la asistencia a actividades deportivas y otras, así como la aplicación gradual de un sistema de impuestos.

Otras medidas que el Parlamento, el Consejo de Estado, o el Consejo de Ministros, según el caso, fueron aprobando fueron las siguientes:

-Modificación de la Constitución, en la que se eliminó el monopolio estatal del comercio exterior y se reconoció la existencia de nuevas formas de propiedad, como la de empresas mixtas y asociaciones. (Julio 1992).

-Despenalización de la tenencia de divisas por los ciudadanos (Agosto 1993) y creación de redes de tiendas para la venta de productos y servicios en divisas o en "pesos convertibles", (que se venden en cajas de cambio o se entregan como parte de estímulos al trabajo en algunos sectores).

-Se amplió el trabajo por cuenta propia, para aliviar la situación del desempleo. (Sept. 93).

-Creación de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) a las que se entregó en usufructo el 64% del fondo estatal de tierras. (Sept.1993).

-Reestructuración de la Administración Central del Estado, suprimiéndose 15 ministerios e instituciones nacionales y creándose el Ministerio de Inversiones Extranjeras y Colaboración. (Abril 1994).

-Se crearon los llamados mercados agropecuarios, y de productos industriales y artesanales donde los productos se venden a precios no controlados, sino como resultado de la "oferta-demanda". (Oct. 1994).

-Introducción de esquemas de autofinanciamiento en divisas para diferentes actividades así como la adopción de mecanismos de estimulación al trabajo que incluyen la entrega de una parte del salario en divisa, o "pesos convertibles" que se crearon.

Los gastos del presupuesto destinados a educación, salud, seguridad social y otras necesidades sociales continuaron incrementándose durante la década, aunque se produjeron afectaciones severas en estas actividades en los tres primeros años del período, fundamentalmente en recursos de importación (en educación, libretas y medios escolares entre otros recursos; en la atención de la salud, faltaron medicamentos y muchos equipos dejaron de funcionar por escasez de piezas o insumos).

Los gastos militares fueron reduciéndose hasta un 50%, en lo que resultó decisivo el desarrollo de la doctrina de la "Guerra de Todo el Pueblo" que ya se había venido concibiendo desde inicios de la década de los ochenta. (4) Además, con el objetivo de que su actividad resultara menos gravosa para la economía nacional en ese momento critico, las fuerzas armadas desarrollaron programas de "autoabastecimiento" con lo que se disminuyeron significativamente los alimentos y otros recursos que recibían del presupuesto del país. Otra medida que aplicaron fue la extensión del denominado "perfeccionamiento empresarial", en el sistema de empresas de las fuerzas armadas, que permitió la elevación de la eficiencia de estas actividades y que en años posteriores se tomó como modelo para su extensión a la actividad civil.

En la Figura 3 se presenta en forma esquemática el impacto de algunas de las medidas que se adoptaron en el período 1992-1995.

Cambios en el sistema de gestión de la economía en los años noventa.

Durante tres décadas las empresas cubanas desarrollaron su actividad en el marco de un proceso de planificación, basado fundamentalmente en balances materiales, con asignaciones físicas de recursos y la definición central de la estructura de producción, niveles de actividad y su destino, es decir, que tenían asegurados en lo fundamental sus abastecimientos y mercados.

Los planes de las empresas, que se elaboraban a partir de determinados indicadores directivos o de orientación, se integraban en el Plan de la Economía Nacional en el que mediante balances de recursos materiales y financieros se determinaban los recursos que debían importarse. Los que procedían de los países del CAME, se garantizaban mediante la coordinación de planes con esos países y convenios que después se concretaban en contratos con las empresas abastecedoras. Aparte de algunas irregularidades y retrasos que casuísticamente podían presentarse, estos recursos se recibían con determinada regularidad.

El volumen de recursos que debían importarse de otras áreas estaban limitados por: las divisas de las que podía disponer del país, las condiciones crediticias que se obtuvieran, el precio del azúcar en el mercado mundial, así como de la posibilidad de burlar el bloqueo de EEUU.

En las nuevas condiciones que se habían creado, este sistema ya no podía operar. La planificación centralizada de los recursos materiales se sustituyó por una planificación descentralizada donde los recursos financieros son los fundamentales. Se desarrollaron "Esquemas de autofinanciamiento" en divisas. En este esquema, las empresas que podían generar divisas, después de financiar sus gastos, hacían aportes a un Fondo Central, desde el cual se financiaban actividades productivas y sociales que no generan divisas.

Consecuente con estos cambios, a partir de 1995 se produjo una profunda transformación del sistema bancario. Sobre esto, el Presidente del Banco Central de Cuba precisa lo siguiente:

"… el objetivo de Cuba no ha sido desarticular la estructura bancaria estatal y ponerla en manos de privados nacionales y extranjeros. Ni propiciar el tránsito de una economía socialista hacia el capitalismo. Lo que hemos hecho forma parte de una visión que ya el país tenía mucho antes de la desaparición de la URSS y nos había llevado a la conclusión de que el sistema socialista tenía problemas de gestión que debían ser resueltos…". (Soberón, 2000, pp. 155-156).

Con los cambios operados en el sistema de dirección de la economía, la restructuración del sistema bancario, la presencia de diferentes formas de propiedad y de organización empresarial (empresas mixtas, sociedades anónimas) la circulación simultánea de dos monedas (el peso cubano, y el dólar, o su equivalente el "peso convertible"), el entorno en el que venían actuando las empresas cubanas se modificó radicalmente.

Para operar en las nuevas condiciones se decidió extender, en forma paulatina, el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial, que desde hacía cerca de una década venía aplicándose, en forma experimental, en empresas adscritas al Ministerio de las Fuerzas Armadas que, entre sus componentes, otorga mayores niveles de autonomía a las empresas y facultades de decisión a sus dirigentes.

Las facultades que se otorgan a las empresas y a sus directivos en el perfeccionamiento empresarial constituyen un proceso de descentralización muy amplia de la toma de decisiones, es un cambio sustancial en la forma en que trabajaban las empresas y sus directivos. Por estas razones, se plantea que el perfeccionamiento empresarial constituye: "… el mas profundo, extenso y trascendente cambio económico que ha tenido lugar en la economía cubana…". (Lage, C. 2000, p.4).

Resultados principales.

Después de comportamientos negativos desde 1990 hasta 1993, en 1994 la economía cubana empezó a recuperarse, con un discreto crecimiento del 0,7% que se elevó en años posteriores alcanzando sus mejores resultados en 1996, 1999 y en 2000 con incrementos del PIB del 7,8%; 6,2% y 5,6% respectivamente. (García, 2001, p.6).

Otros impactos en indicadores macroeconómicos son los siguientes:

-El déficit fiscal, que en 1993 llegó a ser más del 30% del PIB, desde 1996 mantiene valores que oscilan entre 2,0-2,5%, niveles inferiores al registrado en 1989.

-La relación déficit fiscal/PIB en los últimos años registró porcentajes inferiores al crecimiento de la economía, lo cual constituye un síntoma de estabilidad económica.

-La liquidez en poder de la población que llegó a ser el 73,2% del PIB en 1993 mantiene niveles de alrededor de un 38%, que los especialistas consideran aceptable.

  • El peso, que llegó a cotizarse hasta 150 pesos por dólar en 1993, se ha revaluado en siete veces, manteniéndose en 20-22 pesos por dólar.
  • La ampliación del trabajo por cuenta propia, la aprobación de formas no estatales de producción en la agricultura, el desarrollo del turismo, el aumento de la ocupación en el sector estatal, facilitado por la recuperación de la economía, ha permitido la paulatina disminución de la tasa de desempleo, que en el año 2000 registró el nivel más bajo del período con un 5,5%. (García, 2001, p.9).

En el período 1995-2000 la economía cubana creció a un ritmo promedio anual del 4,7%. Entre los sectores que se destacan por su aporte al crecimiento económico durante el período de recuperación están los siguientes: (CEPAL, 2000, pp. 25-26).

  • El turismo ha sido el sector más dinámico de la economía, no sólo por ser el mayor aportador de divisas al país, sino por su efecto multiplicador para el desarrollo de otras ramas de la economía. De 326 mil turistas que visitaron el país en 1989, reportando ingresos por 204 millones de dólares; en el 2000 lo visitaron 1,7 millones, que produjeron ingresos brutos al país por 1,9 mil millones de dólares, es decir que se han mas que quintuplicado los ingresos.
  • La extracción nacional de petróleo crudo se ha elevado de 700 mil tons. en 1989 a 2,7 millones de tons. en el 2000.
  • La producción de niquel+cobalto que en 1994 cayó a 26 700 ton, (de 46 600 que había tenido en 1989), llegó en el año 2000 a 71 400 tons.
  • La construcción de viviendas, que cayó a 20 030 unidades en 1992 (de 39 589 en 1989), llegó a 43 000 en el 2000, aunque todavía esto resulta insuficiente para cubrir las necesidades acumuladas.

La economía ha crecido no sólo en términos de volúmenes de producción, sino que la misma se ha obtenido con mayor eficiencia, productividad y racionalidad en el uso de los recursos materiales, financieros y humanos. El año 2000 la productividad del trabajo aumentó en un 4,6%, la efectividad de las inversiones (relación entre las que se ponen en explotación y las que se ejecutan en el año) creció en 5,8% y se produjo una reducción del coeficiente de intensidad energética en un 3,4%. (García, 2001, p. 7).

El conjunto de medidas adoptadas produjo un saneamiento y equilibrio financiero interno, y una fuerte revaluación del peso, que posibilitaron la utilización de diferentes mecanismos de estimulación al trabajo. Con todo esto, se incrementó significativamente la oferta de bienes y servicios y esto posibilitó la reducción de los precios que venían funcionando en los "mercados liberados". Por ejemplo, si en 1993 el precio de una libra de arroz llegó a 40 pesos, en el 2000, tenía un promedio de 3,50; la libra de carne de cerdo que llegó a 120 pesos en 1993, en el 2000 estaba a 20 pesos. (CEPAL, 2000, p. 23).

Consecuente con el propósito que se había planteado el gobierno cubano de no afectar los logros que había alcanzado el país en su desarrollo social sino todo lo contrario tratar de mejorar estos a pesar de la crisis económica, a continuación algunos datos de la evolución que han tenido algunos indicadores en el período 1990-2000. (García, 2001, p. 9).

Indicadores

1990

2000

– Promedio de habitantes por médico

275

172

– Tasa de mortalidad infantil

10,7

7.2

– Esperanza de vida al nacer

74,7

76,0

– Tasa de escolarización por edades

  

-De 6 a 11

99,7

99,1

-De 6 a 14

97,7

98,2

– Promedio de alumnos por personal docente

  

– Primer nivel de enseñanza

13,0

12,5

– Segundo nivel de enseñanza

9,0

11,9

Dos cambios importantes que se produjeron en la estructura económica cubana y en sus relaciones externas en la década 1991-2000 son los siguientes:

-En 1991 los servicios representaban el 19,5% en las exportaciones de bienes y servicios en la Balanza de Pagos de Cuba; en el año 2000, esto se elevó al 64%, es decir, la economía cubana se ha convertido de exportadora de bienes a exportadora de servicios.

-En 1989, el 83% del intercambio comercial de Cuba fue con Europa Oriental (el 70% con la URSS), el 7% con Europa Occidental, el 6% con Asia, y el 3% con América; en el 1999, el 36% fue con Europa Occidental, el 37,3% con América (no incluye EEUU con el que Cuba no tiene ningún intercambio), y el 16,6% con Asia, es decir, que se ha producido una mayor diversificación en el intercambio comercial del país.

Cuba ha demostrado la capacidad que puede tener una nación para superar una profunda crisis, enfrentar la hostilidad y agresiones de la potencia más poderosa de la historia de la humanidad, sin la "ayuda" ni préstamos del FMI o el Banco Mundial, y alcanzar altos niveles de desarrollo social, cuando tiene un sistema y un gobierno de una raíz y amplio consenso y apoyo popular.

Notas.

1-La implantación formal del bloqueo norteamericano ocurrió el 3 de febrero de 1962, fecha en que el Presidente de Estados Unidos firmó la Orden Ejecutiva Presidencial 3447, que estableció a partir de entonces el embargo total sobre el comercio con Cuba; autorizó al Secretario del Tesoro a promulgar todas las medidas y regulaciones para hacer efectiva la prohibición de importación a EEUU de cualquier producto de origen cubano; y ordenó al Secretario de Comercio que continuara y ampliara las medidas para prohibir todas las exportaciones de Estados Unidos hacia Cuba. Pero, las acciones agresivas de carácter económico habían comenzado desde mucho antes, prácticamente desde el instante mismo del triunfo de la Revolución Cubana el 1ero. de enero de 1959, cuando fueron recibidos en ese país, junto a los autores de los más abominables crímenes contra el pueblo cubano, muchos de los culpables del saqueo del Tesoro Público de la Nación. En informe publicado el 6 de febrero de 1959, el Banco Nacional de Cuba revelaba que los principales cabecillas del régimen derrocado habían malversado o se habían robado 424 millones de dólares, que fueron a parar a bancos norteamericanos. (Demanda del Pueblo Cubano al Gobierno de los Estados Unidos por los daños económicos ocasionados a Cuba- www.granma.cubawerb.cu).

En poco tiempo, la hostilidad de EEUU hacia Cuba asumió formas más agresivas. En 1961, en medio de la Campaña Nacional de Alfabetización, que lanzó a los campos y ciudades del país a más de 200 mil brigadistas para enseñar a leer y escribir a cientos de miles de ciudadanos, se realizó la invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos) en la que más de mil mercenarios, preparados y equipados por EEUU intentaron ocupar una parte del territorio del país para instalar un "Gobierno Provisional" que tenía preparadas sus maletas en Miami. Fueron derrotados en menos de 72 horas.

2-Debe aclararse que, en esos momentos, el 85% del comercio mundial del azúcar se hacía en el marco de los llamados "Mercados preferenciales" con precios muy superiores al llamado "Mercado Mundial Azucarero", o "Mercado Residual", donde sólo se comercializaba menos del 15% del volumen total de este producto, a precios mucho mas bajos. En el mercado azucarero de EEUU se daban cuotas a los países suministradores, en el mercado de los países anglófonos sucedía lo mismo. Otro aspecto importante, los precios que pagaban a Cuba estos países eran superiores a los del "mercado mundial", pero inferiores a los costos que tenía su producción de azúcar de remolacha. Esta precisión no deja de reconocer el carácter solidario que tenían las relaciones de estos países con Cuba, ni la generosa colaboración que prestaron al país en momentos muy difíciles.

3-El esfuerzo realizado en el desarrollo del programa de salud, al igual que en las demás esferas de la vida del país, ha tenido también que pagar el alto costo que ha impuesto el bloqueo de EEUU que, además de impedir la adquisición de medicamentos, prohibe a las firmas farmacéuticas extranjeras la venta de sus productos a Cuba que tengan más de un 10% de componentes de origen norteamericano. Aún cuando los medicamentos y suministros puedan obtenerse en otros países, los costos son mucho más elevados. Una misión de la Asociación Americana de Salud Pública calculó para 1993 la pérdida de 90 millones de dólares anuales sólo por concepto de compra de medicamentos o materias primas como consecuencia del embargo. (Kuntz, D. ? The politics of sufeffering: the impacto of the U.S. embargo on the health of the Cuban People. Washington, D.C.- Citado en PNUD-2000, p. 102).

4-La doctrina militar de "La Guerra de todo el Pueblo" había empezado a desarrollarse desde inicios de los años ochenta, cuando los dirigentes de la URSS habían informado a la dirección cubana que no podrían participar en la defensa del país si se producía un ataque de EEUU. Esta doctrina parte del carácter defensivo de las fuerzas armadas cubanas y de la composición eminentemente popular que desde el principio tuvo su integración. Al triunfar la Revolución, todo el ejército profesional del régimen anterior, que había tenido un papel tan sangriento en la represión popular y el apoyo a la dictadura, fue licenciado. El nuevo ejército se integró con los campesinos que se habían incorporado al Ejército Rebelde en las montañas y con combatientes del llano. En años posteriores, los nuevos ingresos se captaron de las escuelas militares que se fueron creando con diferentes niveles de enseñanza, desde la secundaria. Con la nueva doctrina militar la población se organizó en diferentes tipos de unidades militares, el armamento se descentralizó y se fortaleció la preparación militar del pueblo.

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Autor:

Dr. C. Alexis Codina Jiménez.

alexis[arroba]fcf.uh.cu

Lic. en Economía. Doctor en Ciencias Económicas (Ph.D.). Profesor Titular. Fundador y Ex -Director del Centro de Estudios de Técnicas de Dirección (CETED) de la Facultad de Contabilidad y Finanzas de la Universidad de La Habana, Cuba. Premio Nacional de Economía 2006.

 

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