Ante la imposibilidad de desmontar y recomponer lo que se entiende como verdad histórica, para que la sociedad avance siendo más humana, es de desear incorporar nuevas ideas al sistema que sean sostenibles. No se trata tan sólo de encontrar la verdad (proceso extremadamente arduo y difícil), sino en ponernos de acuerdo en el valor de la vida y quizás la encontremos. Si vivimos en un mundo absurdo y contradictorio, si hacemos realidad la metáfora, "la vida es oro", conseguiremos un mundo mas humano.
LA METÁFORA
"La metáfora (del griego metá o metastas "más allá, después de"; y phorein, "pasar, llevar") consiste en el uso de una expresión con un significado distinto o en un contexto diferente al habitual. (Por ejemplo: "La vida es oro" o "el oro de la vida"). El término es importante tanto en teoría literaria (donde se usa como recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en psicología para referirse al poder profundo de "las historias-metafóricas" y su acción en el cambio interno, la visión o el paso a un nivel de conciencia más profundo".
La metáfora la podemos definir como una comparación incompleta: "La vida es (tanto o más valiosa que el) oro". En la metáfora hay dos planos o términos: el real (La vida) y el evocado o imaginario (oro). Se crea una relación de similitud entre los dos términos. Se establece entre las palabras o frases un símil no expresado. (valor de la vida= valor vida+ patrón oro= patrón vida). Una metáfora pura se usa cuando no existe término propio para la situación, o se desea hacer palpable lo que se designa, o dirigir la atención hacia el significante; en suma, cuando se busca novedad o se pretende conceder a lo cotidiano la dignidad de lo desconocido.
La metáfora es una especie de tropo; la palabra de la que nos servimos en la metáfora está tomada en otro sentido propio: está, por así decirlo, en una morada prestada, (patrón vida en lugar de patrón oro). "Cada vez que se define una metáfora, se crea una retórica que implica no solo una filosofía sino una red conceptual en la que se ha constituido la historia. Cada hilo, en esta red, configura, por añadidura, un giro, un mutar, que genera un cambio y provoca el nacimiento de algo nuevo". El Patrón de Vida.
Esta metáfora, contiene la mística del valor universal de la vida. La unidad nos hace iguales. Un valor ecuánime que vale porque la vida es una forma de ser, y todo lo que es, en tanto que es, vale. Es el valor máximo y primero del "ser". Condición necesaria de cualquier otro valor o crecimiento en valores. Por eso mismo, la vida vale, es valiosa, es preciada y es preciosa. Y ese necesario valer de la persona es independiente de los bienes o valores que puedan alcanzarse a su través. Con la metáfora, "la vida es oro", podemos incorporar un patrón en todos los países como fuente de riqueza.
Con la adopción de la metáfora no estamos cambiando los principios básicos del sistema, es decir los muebles de la habitación, sino que estamos incorporando un nuevo mueble. Este nuevo mueble se integra a la perfección y aporta la coherencia necesaria a la estancia, es decir al sistema.
LO FIDUCIARIO (fiat)
Históricamente el dinero era una mercancía con valor intrínseco y las monedas valían su peso en el metal fundido. Las monedas contenían un metal noble y su valor era proporcional a la cantidad de metal. Con el tiempo, las monedas se hicieron con otros metales (no nobles) pero que representaban cierta cantidad de oro o plata depositada en los bancos.
Con la invención del papel, aparecieron las primeras formas de billetes que eran certificados por cierta cantidad de oro, "Patrón Oro". Durante la primera mitad del siglo XX, el dinero fue perdiendo este carácter y el respaldo que tenía en oro (1971), para convertirse en un elemento fiduciario, sin valor intrínseco pero con un valor legal propio, que es tal como lo conocemos, también entendido como dinero "fiat".
El dinero electrónico, el billete, la moneda, son números contables, trozos de papel y aleaciones de metal que por si mismos, poco valen. Su valor está respaldado por el Banco Emisor. La cantidad de moneda en circulación tiene que ser equivalente al valor del P.I.B. (Producto Interior Bruto): es la suma de bienes y servicios, de cada país, que el sistema utiliza para tasar el valor monetario y su capacidad de emitir moneda. Excederse en la desigualdad del equilibrio paritario provoca inflación o deflación.
En este largo camino el dinero ha ido perdiendo su valor real, conservando; su valor de uso, como herramienta para el intercambio de productos y servicios; y su referente imaginario, el oro, como una potente metáfora incrustada en el inconsciente colectivo.
El oro de la vida, el valor de la vida, el patrón-vida, podrían formar parte del orden del discurso bancario. Podría ser considerado como un valor fiduciario (o fiat) y prestar su justo valor al dinero electrónico en su uso de compra de bienes y servicios básicos.
El VALOR
Se puede pensar que la vida humana tiene valor. La vida vale tanto como larga puede ser la vida. Es valiosa. Es condición necesaria de cualquier otro valor o crecimiento en valores. Por eso vale. Y ese necesario valer de la persona es independiente de los bienes o valores que uno posea. Todos tenemos vida y derecho a vivir. Si equiparamos la vida al oro tiene tanto o más valor. Es un valor dorado, efímero, lleno de humanidad. La vida es un valor sobre el que descansan y se vertebran los restantes valores a los que hace posible.
La vida vale porque la vida es una forma de ser, y todo lo que es, en tanto que es, vale. Porque lo contrario de "ser" es el "no ser" y el "no ser" no vale. Porque la nada no vale nada. La vida vale porque el valor superior del "ser".
Nos hemos de considerar iguales en este concepto. La vida de todos los seres humanos tiene el mismo valor. Cada uno de nosotros tiene el mismo valor de vida. Todos somos iguales en este sentido. Estamos vivos. Todos tenemos derecho a este valor.
Dando valor a la vida podemos conceder al capitalismo la posibilidad de mostrarse mas humano. Estando todos de acuerdo en considerar que la "vida tiene valor", podemos pensar un patrón de referencia económica, equivalente al coste de la supervivencia. Un capital metafórico, electrónico, que circule por las redes bancarias, como moneda de uso respaldada por el valor real, tangible, material, de la vida humana, un aval indiscutible de riqueza, que ayudará al sistema a cubrir sus deficiencias.
EL SISTEMA
Para pasar de la teoría a la práctica, la ONU, en estrecha relación con la Alianza de Civilizaciones, creará, el Fondo de Certificados de Capital Vida del Banco Vital, división del Banco Mundial, quienes respaldarán y gestionarán el valor de estos Certificados, poseedores de valor fiduciario. Documentos compulsados, fehacientes, que prueban y demuestran de forma clara e indudable que el titular vive, Todos, tendremos una cuenta electrónica para la supervivencia, de uso limitado, por persona y día, equivalente al coste de subsistencia en cada país, (Coste Vida=Patrón Vida), con un saldo mínimo que permita adquirir electrónicamente, bienes y servicios de primera necesidad (alimentación, vivienda, salud, educación, justicia… "Servicios sociales públicos". Todos los ciudadanos vivos de la tierra tendremos derecho a este certificado de valor. De este modo, la metáfora "La vida es oro" se integra en el sistema como un valor real, material, facultativo de riqueza.
El capital será emitido por el Banco Vital, en el instante del pago de la compra, mediante transferencia. La función mercantil de los Certificados de Capital Vida, como avales de valor, reside en su uso de compra y es con su uso como se transfiere el valor.
Todos estamos vivos y podemos disfrutar de la compra electrónica de productos de primera necesidad. El pago electrónico, es el mecanismos imprescindible para controlar y distribuir la riqueza que se inyecta en el mercado.
El sistema capitalista no se verá afectado en sus principios básicos de la ley de la oferta y la demanda, al contrario será reforzado. El empleo seguirá siendo necesario para poder disfrutar de los beneficios del trabajo en la sociedad del bienestar. El hecho de no haber trabajo para todos no será un problema de supervivencia, ni un problema de consumo, continuará siendo necesario trabajar para poder comprar bienes que no sean de primera necesidad, un vehículo, un electrodoméstico, una vivienda en propiedad, ir a una escuela privada o a un hospital privado… y el resto de infinitas posibilidades que nos brinda la sociedad global. se continuará pagando con el beneficio del trabajo o con el capital propio. Continuará existiendo la necesidad de trabajar para llegar a final de mes. Pues la vida cuesta mucho más dinero que el de simplemente alimentarse. Seguirá siendo necesario contar con estos recursos para poder disfrutar de la vida. Veremos que con este mueble la vida se hace mas agradable.
Con el sistema que propongo se generaría una riqueza duradera para todos. Podríamos imaginar que se ha encontrado un filón de oro inagotable para la supervivencia, pero limitado en su extracción diaria. Hemos encontrado el filón de la vida. Es una nueva riqueza que se suma a la ya existente. Un capital para cubrir los bienes y servicios básicos, que no saldrá de los impuestos, sino de este filón de vida metafórico.
Para entender esto, se hace necesaria una integradora mirada dualista que culmina en el sentimiento contenido en la metáfora de la vida, dando sentido a la vida. Existe la vida y también el dinero, ambos son parte de una misma realidad. El dinero es vida y no hay vida sin dinero. Son dos extremos de una misma cuerda. Dos conceptos que han ido paralelos en el transcurso de los siglos y que aquí se entrecruzan como unidades de equivalencia de valor, posible en su uso, para crear un nuevo concepto de valor. El valor de subsistencia de la vida.
La riqueza que se generaría revertiría en beneficio de toda la humanidad. Hemos acabado con el hambre y el enorme esfuerzo fiscal que representa la cobertura universal de los derechos humanos.
De esta modo iniciamos una transición pacífica hacia un sistema humanitario necesario para el buen funcionamiento del capitalismo. El sistema obtiene así una nueva dimensión. Podríamos decir que pasamos del "Sistema Capitalista Salvaje" al "Sistema Capitalista Racional y humano". Tanto el capitalismo de intercambio (clásico y moderno), como el nuevo capitalismo metafórico (trascendental y humanitario) van de la mano.
El capitalismo metafórico nace para suplir las deficiencias del capitalismo de intercambio. Pretende acabar con las miserias del hombre en estado de pobreza. Dignificar la vida de aquellos que no llegan a tener un sitio en el sistema, o se ven desempleados o incapacitados. Dar respuesta a los retos del siglo XXI: Hambre, Contaminación, Cambio Climático y Catástrofes.
Significa poco para el rico y mucho para el pobre, y sin embargo a los dos les cuesta lo mismo, es decir, nada. El benéfico desahogo que esto representa para la economía mundial, y para la persona, es histórico y trascendental.
Se entiende que el capital necesario para mantener este sistema no saldrá de las aportaciones económicas de los Estados, a través de los impuestos, ni de donaciones, sino del valor de la vida que todos tenemos y que los Estados avalan.
EL PATRÓN-VIDA. (Standard-Life)
Alguien tenía que imaginarlo, sino, cómo será posible. Llevo esta carga, creo en lo que imagino. Un mundo mas humano. Un sistema económico hecho por humanos para los humanos. Me imagino la vida como primer valor de los demás valores, como un valor, necesario e imprescindible para el desarrollo de la actividad económica. Me imagino un valor económico basado en el valor de la vida, un documento fehaciente, acreditativo, que certifique el valor de la vida como primer valor de cualquier actividad económica. Un valor preciado, fiduciario, transferible a todo ser humano. Un filón económico de uso limitado para la supervivencia.
Me imagino la aplicación del sistema en todos los países, y veo como la vida adquiere su verdadero valor; el valor del pensamiento, de la imaginación y de la razón como resultado evolutivo de la naturaleza humana, instintiva, física, reproductiva. Me imagino a las Naciones Unidas llegando a un acuerdo, ajustado a ley, en la aplicación de medidas de desarrollo sostenible. Me imagino un mundo en paz, con trabajo y posibilidades para todos. Tendremos poder adquisitivo para comprar alimentos de primera necesidad. Aumentará la producción de alimentos por la solvencia de la demanda. El mercado se ajustará a la capacidad adquisitiva del nuevo consumidor.
Los servicios del Estado podrán ser universales. Habrá trabajo para todo el mundo y más. Me imagino esa firme voluntad de acabar con la miseria del hambre. Me imagino el sistema más humano. El valor de la vida, como primer valor de los demás valores. Sin vida no hay valor, es la vida que crea la condición de posibilidad para que se cree el valor. Es el primer valor y por eso vale.
Me imagino que se entiende el valor de la vida. Pienso que la gente da valor a la vida, que cree firmemente en que la vida tiene valor. Que su vida tiene valor. Que tiene derecho a vivir, a sobrevivir, a alimentarse. Creo en el valor económico de la vida.
Estamos en una sociedad de la propiedad y del mercado. Todo tipo de productos y servicios se compra y se vende por dinero. Nada está libre de ser comercializado. Los alimentos, que representan el sector mas vital del mercado, son la energía necesaria del ser humano. Como todos los productos, están sometidos a las leyes del mercado y su precio está determinado por el equilibrio entre la disponibilidad de la oferta y el poder adquisitivo de la demanda, allí donde no hay poder adquisitivo, no hay posibilidad de compra. Si no hay dinero, no hay sistema capitalista, o lo que es lo mismo, o consigues trabajo, o no comes, y no hay, ni ha habido, trabajo para todos.
Gracias a la ayuda humanitaria, espontánea y organizada, se intenta paliar el hambre en el mundo. No tener dinero para poder comprar el alimento es un problema endémico de la historia humana. La especie humana ha evolucionado desarrollando su intelecto desde el ser más primitivo, sometido a las reglas de la naturaleza, hasta el ser que hoy en día somos, individuos inteligentes, tecnológicos, con una capacidad de voluntad y conocimiento suficiente como para plantear una solución humana a lo inhumano del sistema económico.
En este sistema nacer pobre es empezar a morir de hambre. La propiedad en la tierra está repartida y solo el beneficio del trabajo permite acceder a la comida. La supervivencia esta sujeta al poder de compra. Depende de si hay o no hay trabajo. Y donde no hay trabajo, hay hambre. El dinero es necesario para sobrevivir.
Si no hay trabajo para todos, y menos en tiempos de crisis, se hace necesario pensar un sistema más humano, diseñado para dignificar la miseria que provoca el hambre. Se puede pensar, un sistema que considere la vida como el primer valor económico generador de valores. Sin el ser humano, el oro estaría enterrado en las montañas y carecería de valor. Si hemos sido capaces de conceder al oro valor de cambio, aceptando su equivalente imaginario, en el billete de papel, (dinero fiduciario: que tiene su valor prestado), también, estando todos de acuerdo en que la vida tiene valor, podemos conceder a la vida, valor de uso, aceptando el dinero electrónico como equivalente imaginario.
Un capital destinado a cubrir las necesidades básicas de supervivencia. Un dinero fiduciario, que se transfiere electrónicamente en su uso. Un filón de vida, fuente de riqueza, para pagar los bienes y servicios de primera necesidad. Un recurso económico de por vida para la supervivencia. Sin la vida y sin dinero no es posible la actividad económica.
Si todo ser humano tiene capacidad adquisitiva, para comprar bienes y servicios de primera necesidad, se ha acabado con el hambre en el mundo. Hemos ampliado el mercado mundial a todos sus habitantes. Todo el mundo por derecho es beneficiario de este recurso de riqueza. Nuestra vida tiene valor y poder adquisitivo. El mercado está abierto a aprovechar este recurso económico, que representa una inyección continua de dinero, claramente superior al que pueda inyectar el Banco Mundial, y todos los gobiernos, para reactivar la economía.
Es en el foro de las Naciones Unidas donde los países pueden reinventar el sistema y acordar incorporar el valor de la vida al Sistema Monetario Internacional. Una fuente saludable de riqueza para el buen funcionamiento del mercado de todos los países y de la actividad financiera. Si quisiera, podría establecer que el Banco Mundial engendrara el Banco Vital (Banco que administra el capital representado en los certificados de vida) pieza clave para la distribución de este nuevo capital de vida.
LO SERIO
Se lo que estás pensando. Crees que para lanzarse a una idea como ésta, hay que estar, en el buen sentido de la palabra, un poco "ido". Hay que ser sensatos. Es una idea fácil de soñar, pero poco creíble, improbable, así como difícil de aceptar y de admitir.
Seguro que se le debe haber ocurrido a más de uno. Un sueño, una idea, por mucho que quiera sostenerse en argumentos reales, si tiene que poner de acuerdo a todo el mundo, lo tiene muy difícil.
Dedicar esfuerzos para comunicar a los cuatro vientos, que si queremos podemos dar valor económico a la vida, un capital equivalente al coste de la supervivencia y la sostenibilidad, tiene su guasa, es un vacile, y seguramente debe de estar de "coña".
No estamos para bromas, y menos para burlas. El tema es muy serio, importante, grave. No puede ser tratado de forma lúdica. Pensar que un sueño como este puede ser realidad, requiere formalidad, preocupación. Ante un drama tan severo, como es el hambre, no se debe ser imprudente e irreflexivo. Se ha de tomar en serio. Esto es así, y debe ser así.
No se puede hacer mofa o escarmiento de algo tan triste. Podría ser entendido como un un insulto. Nada más lejos de mi intención. Mi chiste no lastima, ni pretende ofender los convencionalismos sociales y culturales de nadie. Ni desaprueba ni rechaza. Ni hiere ni humilla. Ni injuria ni denigra. Sólo es humor. Un ironía ante lo paradógico.
La idea de que la vida puede tener valor económico por si misma, si nosotros así lo queremos, también está pensada con humor, pues forma parte de ella misma, y más si representa el fin de la miseria y el principio de la felicidad en la tierra.
Saber que por sólo el hecho de nacer, tu vida tiene el valor de cubrir el coste económico de tu manutención, y sirve para capitalizar los servicios sociales públicos, no puede ser más que una gran alegría, un gran júbilo, una satisfacción inmensa, un regocijo y entusiasmo por la vida. Una algazara de gran alborozo, diversión y esparcimiento. Un gozo sublime por estar vivo.
Adiós a las desdichas, desgracias e infortunios humanos. Seamos afortunados, solidarios, espléndidos con la pobreza y la indigencia, desprendidos de nuestro egocentrismo intelectual, abnegación ante la voracidad de la codicia y el olvido de la avaricia, -individualismo ingrato-. Renovemos la ambición altruista del ser civilizado, filantrópico, fraternal, amistoso, unánime, armónico y dichoso del placer de vivir en la metamorfosis de la primavera del siglo XXI.
EL ESFUERZO
Todos valemos para nosotros mismos, pero necesitamos a los demás para valer. Valoramos nuestras vidas y aún no nos hemos puesto de acuerdo en valorar la de los demás. Parece como si hubieran vidas que no valen nada y aceptar esto es negar el valor de la unicidad de la propia vida, negar el valor propio, devaluar la propia existencia. Afirmar que el valor de la vida es sólo el que se gana con el trabajo y esfuerzo, es dejar morir de hambre a millones de personas de este mundo que por mucho que se esfuercen no tendrán acceso a un trabajo inexistente. Dando valor económico a la vida podrán sobrevivir comprando alimento, productos y servicios de primera necesidad.
Las cosas se consiguen con esfuerzo, con voluntad y tesón, con trabajo remunerado, bien hecho. Los mejores de cada generación, los que más luchan y se esfuerzan, los que sobreviven aún a la crisis, son los que capean el temporal y se adaptan a los nuevos tiempos, aún y así, a riesgo de no llegar a coger el tren de la salida de la crisis. Muchos caen y se levantaran, otros no tendrán tanta suerte y se verán abocados a la miseria, al lodo del mundo, donde es imposible sobrevivir sin ayuda.
El esfuerzo y las buenas intenciones es la solución que se da a la falta de trabajo. Es real que es así, pero también es real que no hay trabajo para todos y menos en tiempos de crisis.
Si tenemos trabajo podemos sentirnos premiados doblemente, por el rédito que nos produce y la felicidad que ello comporta. Tenemos nuestra situación conformada y en competencia profesional con la sociedad. Aunque no se esté del todo satisfecho, peor es estar sin trabajo. Existen vínculos, formas, estrategias, compromisos… que configuran nuestra posición en el sistema. Si a uno le va bien tal y como están las cosas, ¿porque tiene que dudar de lo que ya está establecido?.
El que ha nacido en este mundo y no tiene trabajo, ni subsidio, ni dinero, se ve abocado a la pobreza, a la caridad, a la esclavitud del dinero para poder sobrevivir, o lo que es peor, ni siquiera a eso. Es necesario dar un paso más y liberar al ser humano de la miseria con la palabra. En sueños el hambre dejó de existir desde que se aceptó la esencia del ser como Valor Capital.
Yo sé que la vida tiene valor y todos lo sabemos, sólo que no se ha considerado que tenga valor económico por si misma. No existía esa posibilidad y por tanto era impensable. Hoy, en la cuna del siglo XXI, se puede pensar, ya que existe la posibilidad de hacer una transferencia desde cualquier punto del planeta, ello permite comprar y vender con dinero electrónico. Concediendo a la vida el valor económico que concedemos al oro, tenemos un fondo de subsistencia a cargo de nuestra vida con el que pagar los bienes y servicios de primera necesidad.
En ciertas capas sociales, zonas geográficas, estado en guerra, catástrofes… sin la ayuda internacional la tragedia sería Bíblica, aún y así el drama es enorme. No se puede continuar con los mismos criterios que han llevado a esta avanzada y penosa situación.
LO TRÁGICO
Para quien le guste lo trágico esta idea no le interesa, pues haría menos trágica su vida. Le quitaría aliciente, no tendría tantos motivos para llorar, la gente ya no se morirá de hambre, pues tendrá un capital para pagar el alimento básico. Un dinero fiduciario, prestado del valor de la vida como primer valor de riqueza. La vida certificada como filón económico para la subsistencia y la sostenibilidad. Una nueva fuente de riqueza que salvará al mundo de su vaticinada autodestrucción. Un capital potencial que todos tenemos al estar vivos, es el valor máximo de todos los demás valores.
Necesitamos a todo el mundo para poder vivir en paz, no creo que la fuerza bruta tenga la razón. Las ideas pueden cambiar el mundo, de hecho no ha parado de cambiar desde los inicios de los tiempos, nosotros sólo somos un escalón más de la evolución de la vida. Un ejemplo viviente de lo que la vida en la tierra, venga de donde venga, ha sido capaz de desarrollar con el paso del tiempo, generación tras generación.
Actualmente ha sabido entenderse, dentro de lo bueno y lo malo, para dar estabilidad a los mercados internacionales con números macroeconómicos. Reuniones de la ONU, del G-8, G-20. Organizaciones internacionales de todo tipo, atendiendo a razón para no caer en el descalabro.
El sistema se sustenta en los finos hilos de la credibilidad política y económica, y rotos unos cuantos por el virus del poder, la codicia, la avaricia y la usura, recomponer los que quedan sin considerar la posibilidad de dar valor económico a la vida, sería como seguir toda la vida con el mismo vehículo, atendiendo todas sus reparaciones, a pesar de que el paso de los años lo haya convertido, pese a su funcionamiento práctico, en un elemento obsoleto, ya que los nuevos vehículos, estarían diseñados con avances tecnológicos impensables en otra época.
El sistema capitalista, tal y como lo conocemos hoy, pasaría a formar parte del museo de la historia, dejando paso a los nuevos brotes del nuevo sistema capitalista, reformado, refundado, humano para los humanos. Sin necesidad de resurgir de las cenizas podemos crear un nuevo mundo donde nacer no signifique morir día a día.
LO UTÓPICO
Necesitamos un referente real para poder establecer nuestra escala de valores. Por esto, lo nuevo, aún imaginado, ficticio, irreal, en tanto que no es, no existe. Se muestra trasparente ante nuestros ojos. Dar valor fiduciario a la vida llega a nuestro conocimiento como una ilusión improbable. No sabemos ver la mejora que representa para el sistema, en el que estamos todos. Nos limitamos a rebatir la idea con argumentos de nuestro referente actual, pensando que en el nuevo sistemas, lo malo del actual, seguirá existiendo, y nos olvidamos de la parte positiva del proyecto, que plantea, aunque parezca increíble, la solución global a las deficiencias del sistema.
El ser humano, es naturaleza, es animal, es sentimental, es social, es persona, es civilizado, es complejo… Está regido por los instintos más bajos y los sentimientos más puros. Su forma de pensar, de sentir y de obrar corresponde a los valores de la cultura a la que pertenece. La realidad es percibida de acuerdo a una razón cultural. La expansión de la cultura en la era del conocimiento, ha creado un referente global, en el que nos podemos sentir identificados. Con él, podemos construir nuestra escala de valores. La vida del ser humano es un valor universal indiscutible y puede ser un valor económico real cuando las Naciones Unidas, en consonancia con la Alianza de Civilizaciones, decidan crear el Banco Vital.
Pienso que sólo la necesidad llevará a que la idea Patrón-Vida, se tome en serio. La gente, por la vía pacífica, tiene que aclamar esta idea y hacer que los políticos se pongan manos a la obra. Por esto pido tu colaboración, coméntalo con tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo, y que al mismo tiempo ellos hagan lo mismo. Con el conocimiento de esta idea podemos cambiar el curso de la historia. El valor de la vida está aún por conocer.
LO DIVINO Y LA CELULA
No hace falta que nos lo conceda Dios, ni Ala, ni Buda… podemos considerar que la vida tiene valor. No hace falta la inspiración divina para pensarlo. No es algo que lo conceda ninguna divinidad, es algo que nos lo concedemos nosotros viviendo. Nuestras vidas tienen valor. Somos la parte crucial, decisiva, inteligente de la naturaleza. Quizás yo no tanto, pero puedo pensar en mi pequeña parcela de conocimiento e imaginar que mi vida tiene valor y que este valor que todos defendemos de uno mismo, es considerado como patrón económico del sistema capitalista. Como un derecho propio de la vida. Desde que empezamos a respirar, hasta que dejamos de hacerlo, tenemos derecho a considerar nuestra vida como un valor.
Nuestras vidas son el resultado de infinitas posibilidades en la evolución de la célula. Parece mentira como un organismo tan diminuto, primigenio, ha podido evolucionar en el tiempo creando infinidad de asociaciones complejas de ADN, diseñando organismos vivos pluricelulares, adaptados a las fuentes de energía necesarias para alimentar a las células que contiene el ser.
La mujer y el hombre, se mire como se mire, son el máximo exponente de la naturaleza. La célula nos ha hecho inteligentes dotándonos de un cerebro suficientemente grande como para llegar a descubrir que la célula es el potencial de la vida. Sorprendente! somos células pensantes, inteligentes, autónomas, que vivimos en sociedad, formamos parte de un sistema socio-económico basado en el intercambio de bienes y servicios, que nos facilitan la vida.
Gracias a que pensamos y damos valor a las cosas podemos intercambiar y obtener de esta forma un beneficio en el cambio. Trabajo por dinero, por un techo, por comida. Dinero por comida, por un techo, por trabajo. La moneda del intercambio tiene estas dos caras, comprar y vender. Su valor está sometido a las fluctuaciones de la oferta y la demanda, y es un acuerdo entre dos partes. Este sería un acuerdo entre todos, pues todos estamos de acuerdo en que nuestra vida tiene valor.
Cada cultura tiene su escala de valores sometida a los azotes de la ciencia y la tecnología. La sociedad del conocimiento, política, democrática, versa su sabiduría en la mejora del nivel de vida. Sea por lo que fuere, la célula nos deja como estrategia de supervivencia considerar que la vida tiene valor. Puedo pensar que la vida tiene valor, mis células me permiten pensar en el valor de la vida como una fuente de riqueza, un filón de vida, de humanidad,
Es fácil imaginarlo. Un capital metafórico administrado por las Naciones Unidas como un derecho humano universal de supervivencia: Un capital de transferencia electrónica para comprar bienes y servicios de primera necesidad, (limitado en su uso), a cargo del lingote metafórico de vida, fiduciario de riqueza, representado en el certificado de patrón-vida de cada habitante, que constará en el Banco Vital-Banco de Certificados de Vida, creado por la ONU, para cubrir las necesidades de alimentación, salud, educación, vivienda, justicia… (servicios sociales) de toda la población mundial.
¿Quién no se apunta a esta idea?. Es la idea definitiva. Piénsalo bien, está decidido en nuestros corazones, en el interior de nuestras células, en el fondo de nuestros pensamientos. Somos partes indivisibles de la misma naturaleza que nos hace únicos, y es esta unicidad la que da valor equitativo a la vida, todos necesitamos la misma energía para sobrevivir, las mismas necesidades básicas para vivir.
La célula, con instinto de supervivencia, nos deja pensar en el valor de la vida como un ajuste en el sistema de economía salvaje, capitalismo, basado en la ley de la naturaleza, donde el fuerte es el que sobrevive. Es posible pensar actualizar el sistema inscribiendo el valor de la vida en la carta de derechos humanos, más racional, donde no hace falta que muera el más débil.
EL PUNTO DE LA " i "
Si queréis podemos hablar sobre el punto de la "i", que contiene la curvatura del universo, pero no creo que esto resuelva nada en concreto. Sería una excusa para filosofar. Podríamos decir mucho sobre el punto de la "i" , decirlo todo, pero no es el caso.
Decir cosas concretas para que se entiendan por todos solo se consigue hablando claro, y sencillo, pero para filosofar, economizar, politizar… se hace necesario utilizar el lenguaje de forma precisa para expresarse sin dar lugar a equivoco, o hacer todo lo contrario.
El discurso es tan flexible que se puedes estirar como se quiera, hasta hacerlo muy complejo, tanto que pocos lo entiendan. Se puede decir algo, y luego afirmar lo contrario. Si lo que dices es complicado, si es difícil de entender, pocos lo entenderán, el resto no te discutirá, se entenderá otra cosa o algo parecido, y no existirá.
¿Que quiero decir con esto? Pues que si lo ves claro, no hace falta que te lo explique, tu entenderás lo que quieras entender, lo que yo te diga no importa, quedará en tu inconsciente, sin ninguna utilidad práctica. Solo será consciente si llegas a entender lo que te pueda decir y estés de acuerdo. Nos podemos remitir a aquel autor, que no llegamos a entender, pero que está reconocido y considerado por su capacidad de razonamiento. No vamos a discutir lo que no entendemos, así que para no ponernos en evidencia lo aceptamos o lo rechazamos, sin dar pie a ninguna duda sobre nuestra decisión. Es, o no es, no hay más que hablar.
Y yo pregunto: ¿ Tiene valor la vida? ¿Hace falta que un erudito lo diga para que la vida tenga valor? ¿Es que acaso la vida no tiene valor? ¿Porqué se le niega el valor a la vida? ¿Porque la vida no está considerada como valor? ¿Quien a de ser que lo diga y nos demos cuenta de que la vida tiene valor?.
No podemos negar el valor a la vida. Sin vida no hay valor posible. Es absurdo mantener que la vida no tiene valor. Para mi es absurdo. ¿Que egoísmo es este, que niega el valor de la vida a los demás, y considera que solo su vida tiene valor?. Si no se da valor a la vida de los demás, la propia vida no tiene valor. Esto lo entiende todo el mundo, y el que no, es porque es egoísta, y se quiere quedar este valor.
EL PUNTO EGOISTA
Hubo y hay, filósofos, economistas y políticos, que sostienen que el egoísmo es el motor de la riqueza, pero pregunto, ¿Que riqueza es ésta?. Para poner un ejemplo; el niño egoísta cuando ve jugar a los demás niños a la pelota, la coge y no la suelta, se acabó el juego. De mayor se supone que aprende, o por lo menos lo parece, pero no, hay quién no aprende nunca, se quieren quedar con todas las pelotas, y cuando lo consiguen, se acabó el juego, empieza el drama.
Del egoísmo dicen que es un instinto natural que lleva a algunos a acumular tal cantidad de riqueza que no dejan para los demás, no se dan cuenta del daño que causan. Ellos no lo entienden, piensan que lo que hacen es crear riqueza, dar trabajo, créditos, subvenciones y ayudas, pero no se dan cuenta, que lo que hacen, es acumular riqueza, hasta acabar con el juego.
Los que estamos de acuerdo, en dar valor a la vida, sabemos valorar la de los demás, lo que implica que también valoremos la vida del egoísta, como una vida más, pues nosotros también podemos ser egoístas y de hecho lo somos -como instinto de supervivencia- cada uno a su manera, más o menos educada. Es un instinto que no se puede eliminar de nuestra condición humana. Se puede educar, pero no eliminar. Existe y existirá como también existe y existirá el amor mientras exista el ser humano. Esto no quiere decir que no podemos seguir jugando.
Nos podemos poner de acuerdo en empezar un nuevo juego, basado en el valor de los jugadores para generar riqueza, jueguen o no jueguen, sean jugadores titulares o reservas. La gracia del juego está en conseguir el máximo numero de jugadores titulares. Cuantos más titulares más riqueza se puede generar.
Sabiendo esto, el egoísta entiende que para seguir acumulando riqueza, necesita que haya el máximo número de jugadores titulares en el espacio de juego, así que también considera a los jugadores reserva parte de su botín.
El egoista, por el beneficio que aporta el juego, cede parte de su soberanía, sin esfuerzo, al reconocer la necesidad de de la vida, de todos los jugadores, para poder acumular riqueza. La vida de los jugador reserva, es condición necesaria, para que el juego pueda crecer, en riqueza de titulares. Estar vivo es el máximo generador de riqueza, e implica estar alimentado para el juego.
En el juego actual, el jugador que no es titular, no tienes garantizado el capital suficiente para pagar el alimento y el resto de necesidades vitales para vivir. Así que el juego se vuelve trágico y los titulares y reservas viven con ésta cruz. Cuando aumenta progresivamente el número de reservas, la riqueza decrece y el juego se ensucia. Aparece la violencia.
En el nuevo juego se hace necesario un nuevo parámetro, que evite este punto trágico. Una nueva regla, en la que titular y reserva, tengan el mismo valor de salida, equivalente al valor económico de cubrir los costes de los productos y servicios necesario para subsistir. Es decir, en el juego, el valor de la vida, se considera capital con valor añadido, y es usado, para garantizar la supervivencia de todos los jugadores. Así Incorporamos el valor de la vida al juego, en beneficio del espectáculo.
LA JUSTA MEDIDA
Si preguntamos a cada habitante de la tierra si su vida tiene valor, dirá que si. El valor de la vida es universal. Es indiferente que valoremos más a nuestros familiares y amigos en el valor igualitario de la vida. Estar vivo es nuestro valer. Sin vida no valemos nada en lo material, en el mundo real. La vida es la primera condición de la existencia, y por eso tiene valor. Hay que estar vivo para poder generar riqueza.
La vida es parte de nuestra materialidad, es tangible, real, palpable, es materia mineral, como el oro. Nuestro cuerpo es materia, sin lugar a duda. Como minerales dotados de vida, también podemos ser valiosos. Podemos ser, materia preciada, mas valiosa que el oro, ya que somos nosotros quienes concedemos el valor.
Estar vivos nos hace iguales. Es nuestra privada forma de ser, de existir, de valer para nosotros mismos y para los demás. Cada uno de nosotros tenemos valor, somos materia preciosa y también valemos.
La justa medida del valor de la vida es la media del coste diario de los alimentos necesario para sobrevivir en cada país (Patrón-vida). Sin alimento no hay vida.
Es un valor que está por descubrir, por desenterrar, por entender, por alumbrar, pero está allí. Cuando se considere, porque se entiende y así se siente, empezaremos a estar de acuerdo. Será un valor capital, sumado al existente. Un valor de la humanidad, para la humanidad, la supervivencia y la sostenibilidad.
LA CONVERSIÓN
Teniendo valor la vida, como todos lo entendemos, podemos prestar su valor al dinero. Es decir, prestar el valor de la vida a la moneda electrónica que a su vez presta su valor al billete material. Es lo que se entiende como dinero fiduciario (fiat). La vida tiene el potencial de lo sublime, prestar su valor al dinero, como en su momento lo prestó el oro.
Actualmente, el papel moneda tiene prestado su valor del P.I.B.; si además prestamos el valor de la vida a la moneda electrónica para la supervivencia y la sostenibilidad, convertimos el valor de la vida en dinero válido para su fin, permitir sobrevivir, condición primera para generar riqueza.
Este valor prestado al dinero electrónico, se transfiere, en el momento del pago, al vendedor del bien o prestador del servicio automáticamente, por el banco de régimen especial (Banco Vital -división del Banco Mundial-), creado a tal efecto, por la Organización de la Naciones Unidad y la Alianza de Civilizaciones, que atesorará los "Certificados de Vidas" de todos los habitantes de la tierra, como valor-capital transferible, limitado en su uso de compra de productos y servicios básicos.
El dinero electrónico de supervivencia, se considera de valor humanitario, en su uso. Mitigar el hambre es su principal destino. Cada persona tendrá un saldo electrónico para la supervivencia. La salud, la educación, la vivienda, la justicia básica… podrían cubrir las necesidades presupuestarias con este valor. y así poder extender los servicios públicos a todos los paises. Es una riqueza propia de cada país, que puede utilizar para modernizar y desarrollar los servicio públicos del Estado.
Este dinero electrónico también estaría destinado a luchar contra el cambio climático y paliar las catástrofes con ayuda humanitaria. Sirve para cubrir las prioridades del Sistema Capitalista Global: la Supervivencia y la Sostenibilidad.
EL MECANISMO
A través de las oficinas bancarias, repartidas por todo el mundo, el ciudadano podrá acceder al dinero de subsistencia. Podrá disponer, con cualquier sistema electrónico de pago (tarjetas, movil…), de su o sus bancos, del derecho al tributo del valor de su certificado de vida avalado por el Banco Vital.
Este documento habilita una linea de transferencia desde la cuenta personal del titular del Banco Vital al banco del comercio en el que se produce el gasto de compra de alimentos básicos.
Los ciudadanos que no dispongan de una cuenta deberán acercarse al banco de su elección, o al más próximo, para formalizar su derecho. De este modo podrá disfrutar de los beneficios de este sistema. La cuentas de los menores de edad estarán vinculadas a la/las cuentas de los padres, o a la de su tutor en su defecto.
Para facilitar la compra familiar, se considerará el conjunto de las cuentas del Banco Vital de un núcleo familiar como una única cuenta que todos podrán usar, con un único saldo, resultado de la suma de los saldos de todos sus miembros. La persona, con la mayoría de edad, adquirirá el control de su saldo. Si lo desea, podrá decidir en todo momento optar entre la modalidad familiar, sumando su saldo, al del núcleo familiar, o pasar a tener el limite individual.
El capital para la subsistencia se fundamenta en la necesitad de obtener los alimentos básicos para sobrevivir. Su función está en su uso, si no se usa, no se acumula.
Del mismo modo que nuestro cuerpo tiene un limite saludable en la toma de alimentos, es esencial establecer un limite del saldo para adecuarlo a su cometido. Por otra parte la cantidad de alimento es limitado, por lo que es bueno para la economía que este nuevo recurso también lo sea.
El limite del saldo de cada cuenta de subsistencia estará fijado en un tope mensual establecido en relación al nivel de vida en cada país. Para definir este límite se establecerá una media diaria del gasto en alimentación, trimestral o anual.
Supongamos que, en un país hipotético, la media diaria por persona del consumo por alimentos básicos resulta ser de 5 € diarios. Este sería el patrón de vida estándar por persona y día en este país. Anualmente representaría un total de 1.825 €, cifra que dividida, por los 12 meses que tiene el año, resulta la cantidad de 152,08 € mensuales. Este sería el máximo capital que se podría disponer en un mes de la cuenta del Banco Vital para la subsistencia (tope mensual).
El sistema funcionará del siguiente modo:
-Todas las cuentas del Banco Vital (Vital Bank) funcionarán a la inversa de los bancos convencionales. Es decir. El gasto realizado por el titular figurará en este banco en números rojos (sin intereses) con el tope de la media mensual establecida en cada país.
-Cada día, a partir de las 00:00 h. el Banco Vital ingresará en cada cuenta de beneficiario, la cantidad estipulada diaria. Si la cuenta está a "0" dejará de ingresar dicha cantidad, ya que de lo contrario acumularíamos cifras positivas al no usar este dinero. (Como ya hemos dicho, la función de este dinero esta en su uso y no en el de su acumulación).
-En ningún caso se podrá superar los limites fijados para cada cuenta. El saldo nunca podrá ser superior a "0" ni inferior al límite mensual establecido en cada país.
-Si los números rojos llegaran a la cifra negativa del límite mensual establecido, el titular habrá agotado su crédito y no podrá utilizar este sistema hasta el día siguiente en el que volverá a disponer de la cantidad del ingreso diario que en caso de no usarse se ira sumando diariamente hasta el tope "0".
-En el caso que un titular de una cuenta del Banco Vital cambiara de país, las características de dicha cuenta pasarían a tener las mismas que allí estén establecidas. Los limites de la cuenta y su ingreso diario se adecuarían al nivel de vida correspondiente. El derecho a sobrevivir deviene allí donde se produce. El capital se adecua al derecho de su supervivencia, no al valor de la moneda y su poder de cambio sino en su función de uso
-Los productos básicos serán de libre competencia, y será el consumidor quien se decante por la mejor calidad o el mejor precio. Estos estarán regulados por la ley de la oferta y la demanda y controlados por el Estado, tal y como ocurre actualmente. Será labor del comprador ajustar su compra al limite del saldo negativo. Todos los productos de alimentación básicos que sobrepasen este margen se pagarán con recursos propios.
-El ingreso diario, en la cuenta del banco Vital, estará sometido a las subidas trimestrales y anuales del IPC.
LA COBERTURA "STANDARD"
– 1º.- Alimentación: El Banco Vital cubrirá el pago electrónico de productos de primera necesidad (pan, frutas, hortalizas, legumbres, pastas, carnes, pescados, huevos, productos lácteos, azúcar, sal…). El saldo estándar para la alimentación estará limitado por persona y día, a una cantidad diaria suficiente en cada país. El Banco Vital transferirá la cantidad del debito, a la cuenta del vendedor o comercio, en el instante de la compra.
– 2º.- Catástrofes naturales: Los medios humano y materiales para dar respuesta inmediata, estarán cubiertos por el fondo certificado de capital del Banco Vital. El dinero estará transferido electrónicamente por el Banco Vital, que se destinará a costear, las organizaciones de ayuda humanitaria que intervengan, y alimentos, refugios y medicinas de primera necesidad.
– 3º.- Guerras: los recursos para costear, las fuerzas pacificadoras del la ONU, así como el refugio de la población civil desplazada, alimentación, medicamentos, y personal necesario, estarán a cargo del Banco Vital.
– 4º.- Salud y Educación: el "Banco de Vidas" transferirá los recursos para el mantenimiento de los servicios sociales, personal hospitalario y docente, construcción de hospitales y escuelas. Los servicios públicos básicos serán gratuitos. La infraestructura, los medicamentos de primera necesidad y libros básicos se podrán pagar a cargo del Banco Vital. Si se adopta este sistema, los derechos a la salud y a la educación, podrían generalizarse en todos los países.
– 5º.- Vivienda: Los Estados construirán viviendas básicas, de protección oficial, de su propiedad, para personas y familias necesitadas. También se habilitarán espacios comunes. Los recursos necesarios serán transferidos a cada Estado por el "Banco Vital". Estas viviendas serán de uso gratuito, corresponderá al Estado su mantenimiento y no podrán venderse. Estarán fuera del mercado inmobiliario.
– 6º.- Justicia: los gastos en infraestructuras y personal de la administración de justicia, así como los abogados de oficio, estarán sufragados por el Banco Vital. Este apartado garantiza la defensa de los derechos humanos universales.
– 7º.- Contaminación: Es un propósito político llegar a los " 0% " de emisiones nocivas para la capa de Ozono, el medioambiente y la salud pública. Es urgente incentivar el desarrollo de las "Energías limpias" y seguras; ayudar a la industria en investigación y en el rápido desarrollo de las tecnologías para la fabricación de maquinaria y vehículos no contaminantes. El dinero de esta línea de crédito sostenible, del Banco Vital para las empresas, se podrá demandar para los fines que se persigue. Será un Incentivo para cubrir los desajustes estructurales de cada sector del mercado durante la transición natural, pacífica, al nuevo paradigma. Este recurso financiero garantiza la estabilidad del sistema.
– 8º.- Exceso de población: El Banco Vital, destinará recursos económicos, a investigación y desarrollo de proyectos de crecimiento sostenibles. También costeará la a la transcendental industria aéreo-espacial que tiene la misión de llevar al hombre al espacio vital, creando comunidades autosuficientes en planetas tecno-habitables.
EL CONTROL
Para llegar a buen puerto, se seguirá llevando un riguroso control informático del buen uso del sistema, para que no pueda existir ningún tipo de fraude, tal y como sucede hoy en día. Por ello, el pago en la compra siempre se realiza con el sistema electrónico. En los países desarrollados, todos los productos catalogados de primera necesidad estarán etiquetados con el código de barras o sistema específico para su control, indicando su condición de producto de primera necesidad. En las comunidades en que no exista esta posibilidad de etiquetado, en un principio, el control se hará de forma manual, indicando en el cobro electrónico, los productos adquiridos, para poder controlar el limite del gasto.
Los productos que figuren en el total de la compra que estén catalogados como básicos, serán cargados al Banco Vital, el resto corre a cuenta del comprador. El Banco Vital recibirá los datos de la compra, los cotejará, de forma instantánea, con los datos que figuran en su red de ordenadores y realizará la transferencia automática a favor del vendedor.
El dinero del Banco Vital representa una riqueza igualitaria, entre las personas y los países. Es un nuevo capital que se suma al existente. Se transfiere en la moneda de cada país. Es un dinero que tiene su equivalencia monetaria, es decir, su poder de compra depende del nivel económico del país en que se usa, no de la procedencia del usuario. Los precios de los productos y el limite de compra estará estipulado en cada país y en constante revisión. Hoy en día, la tecnología permite hacer operaciones electrónicas vía satélite, lo que implica poder llegar a todos los rincones del planeta.
En este contexto, para alcanzar la unidad en el criterio "Patón Vida", es necesario moverse en un parámetro diferente al exclusivamente económico, filosófico o ideológico. Las culturas y las religiones, las civilizaciones, tienen un papel fundamental en la construcción de la historia y tienen el deber de entenderse y dialogar en un plano intimo de igualdad. Pueden estar de acuerdo en la búsqueda del bien común, en la orquestación de principios polivalentes que sirvan a los intereses trascendentales del hombre, como pueden ser comer, dormir sobre techo, disfrutar de salud y educación, justicia…
Todos los esfuerzos tienen que dirigirse a que llegue cuanto antes la ayuda de este sistema al mayor número de personas. El proceso es largo pero hay un claro camino marcado. Es el Consejo de la O.N.U. quien tiene la pelota en su tejado.
EL CAMBIO DE PARADIGMA
Los cambios en el modelo paradigmático establecido han sucedido desde siempre. Heraclito, (siglo V a.de C.) ya se percató de que la sociedad estaba en un continuo cambio. Platón fue el primero en utilizar el término paradigma (de griego patrón) para definir las estructuras en las que se sustentan los modelos concretos de realidad social y de conocimiento, en un determinado espacio-tiempo.
Forman un conjunto de confluencias en valores, en formas de pensar, de sentir y de obrar, en costumbres y técnicas que conforman las pautas y creencias de un determinado grupo social en una determinada época. Los paradigmas que definen civilizaciones no paran de evolucionar debido a que surgen dentro de ellas anomalías que cuando alcanzan un punto crítico, el modelo comienza a ser cuestionado, iniciando el cambio. Durante esta transición hacia un nuevo paradigma, las incertidumbres surgidas provocan confusión entre lo viejo conocido y lo nuevo que se avecina.
Las civilizaciones actuales están en un proceso de cambio acelerado propiciado por el colapso financiero mundial, los fraudes, la corrupción y los nuevos conocimientos de la ciencia y las posibilidades tecnológicas. Dentro de este contexto, el valor de la vida como fuente de riqueza pertenece al nuevo paradigma, entendido este como un conjunto de conocimientos y creencias que forman parte de una visión del mundo, de un imaginario social, de valores, apreciaciones, gustos, ideales y conductas.
Para Thomas Khun: "cada paradigma delimita el campo de los problemas que pueden plantearse, con tal fuerza que aquellos que caen fuera del campo de aplicación ni siquiera se advierten". A lo largo de toda la historia las personas defensoras de las ideas dominantes del poder hegemónico, han descrito toda innovación intelectual como errónea o equivocada, hasta que en un determinado momento ha sido asumida y considerada como propia. Arthur Schopenhauer sostenía; "Toda verdad (innovación) atraviesa tres pasos: Primero, es ridiculizada. Segundo, es opuesta violentamente. Tercero, es aceptada como evidente".
Para que se produzcan cambios en el paradigma se hace necesario empezar a describir las características de lo nuevo, en términos de lo viejo. No se puede crear nada reconocible como real fuera de la forma del conocimiento dominante. El nuevo paradigma plantea propuestas que no suplantan, sino que complementan al viejo. Es resultado de las posibilidades que nos brinda la ciencia y la tecnología en el nuevo orden mundial, que permite un nuevo modelo de organización global, respondiendo a una nueva forma de definir y dar prioridad, principalmente, al problema endémico del hambre y la miseria. Para que el nuevo paradigma se generalice debe contemplar los cánones del método empírico, sus conclusiones se tienen que comunicar a los demás, y deben poder contestarlas. Tiene que crear una serie de soluciones, y sus procedimientos de trabajo tienen que ser translucidos.
La creación de una nueva cultura global entorno al valor de la vida como fuente de riqueza necesita de un nuevo imaginario social, de una nueva forma de entender el mundo y las relaciones humanas. Las nuevas ideas no existen en la realidad material, pero si pueden existir en la imaginación individual y en el imaginario colectivo, produciendo efectos de realidad, facilitando los cambios en el paradigma. Son los medios de comunicación masivos los que tienen que intervenir, de forma activa, en la difusión de la nueva cultura de la dignidad humana, trasladando al imaginario colectivo los conceptos y regulaciones del nuevo paradigma. Este imaginario entorno al valor de la vida, no debe ser impuesto por la sociedad, sino que la información debe ser trasladada al individuo para que cree inconscientemente su propio imaginario individual, que luego se transformará en colectivo, en la medida en que coincidan las valoraciones entre los individuos de la colectividad.
LA HISTORIA DEL VALOR
La teoría del valor ha sido y es a lo largo de la historia una de las que está más impregnada de ideología.
Adam Smith, considerado como el fundador de la ciencia económica, comparó el valor de cambio de un bien con su precio y observó que el valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo que contiene, por lo que el trabajador sería el creador de valor. Este valor se reparte entre el dueño del capital y el de la tierra. El costo de producción de un bien está compuesto por el salario, el beneficio y la renta. Así mismo, el precio se divide en tres componentes: los salarios, el interés y la renta, y está determinado por las fuerzas de la oferta y la demanda. Su declaración de que el egoísmo individual es el que hace posible la felicidad de todos, se complementa con su postulado de que la suma de intereses individuales coincide con el interés general
David Ricardo, dio un paso adelante, y explicó el beneficio y la renta como productos derivados del excedente creado por el trabajador. "La dificultad o facilidad de la producción de la mercancía regulará en último término su valor de cambio". Su principal aportación fue la de considerar el trabajo presente sumado al trabajo pasado, incorporado en la maquinaria, para determinar el valor de la mercancía.
Jeremy Betham, definió la utilidad del valor como "la facultad de un bien para producir un beneficio o alegría, o suprimir un dolor o adversidad". Su teoría recurre al dinero como una guía para la medición de las satisfacciones, idea que fue retomada por Marshall.
H.H.Gossen, fundamenta el valor en la "utilidad del último átomo", Desarrollo la ley de saturación de necesidades y la ley de compensación de las utilidades. En base a la teoría subjetiva del valor, postuló que el cambio es posible entre dos personas debido a que cada una recibe de la otra más de lo que da. La utilidad es de naturaleza subjetiva y está asociada a la relación de bienes y necesidades.
Karl Menger, postuló que es el consumidor quien otorga valor a las mercancías, a las que recurre para satisfacer necesidades individuales: "valor es la importancia que las mercancías concretas o determinadas cantidades de ellas adquieren para nosotros por el hecho de que sabemos que la satisfacción de nuestras necesidades dependen de que dispongamos de ellas". Afirmó que el consumidor, en su afán de aumentar su satisfacción, traslada algo del gasto del bien menos importante a otro de mayor importancia. Este es el principio de "marginalidad".
Wiliam Stanley Jevons, puso al valor de uso como base del valor de cambio, por lo que llega a la vinculación del bien con el individuo, "grado final de utilidad".
Alfred Marshall, consideró que el valor de un bien se fija en el equilibrio de su oferta y su demanda. Tomó el dinero como una medida, no de los deseos, pero sí del móvil de la acción para satisfacerlos. Así, el valor de un bien depende no del trabajo objetivado en él, sino de la utilidad que brinda, con lo que el valor de uso cobra preeminencia sobre el valor de cambio. De aquí se deduce que el valor de uso es la utilidad, que es una relación de alguna cualidad de algún bien para satisfacer una necesidad.
Karl Marx, afirmó que el sistema capitalista, produce mercancías, no simples valores de uso, y tienen valor por que son producidos por el trabajo. El análisis marxista incluye las subcategorías "valor de uso" y "valor de cambio", el primero, se denominará "trabajo concreto", mientras que el segundo se llamará "trabajo abstracto". De este modo, la mercancía será un "valor de uso" como manifestación concreta y material de sí misma; será un "valor de cambio" como portador de tiempo de trabajo abstracto, es decir, como "Valor". Con el advenimiento del dinero, éste se convierte en el equivalente general de valores para todas las mercancías. El marxismo lo que estudia es la "mercancía" como síntesis del valor de uso y de cambio. Para Marx, el valor es creado por el trabajador, el mismo que produce no sólo el valor de su propia subsistencia, sino un excedente que es apropiado por el capitalista en la forma de plusvalía.
Para la teoría neoclásica, liberal, el valor es una magnitud subjetiva que se mide por la estima en que el público valore un objeto. Por ello, la teoría neoclásica supone que los precios no tienen por qué tener ninguna cercanía con los costos de producción.
EL VALOR Y EL DINERO
En un principio, el valor no se expresaba en el cuerpo de una mercancía cualquiera sino en su equivalente universalmente aceptado: el oro. De este modo, como equivalente general, el oro se transformó en mercancía dineraria. Al convertirse en dinero, el oro se convirtió en mercancía general directamente cambiable por cualquier otra. Ésta es la primera función del dinero: la medida del valor.
Cuando el dinero apareció en su forma real, como medio de circulación, pudo llevarse a cabo el metabolismo social del intercambio. Segunda función del dinero: la de circular y hacer circular las mercancías.
La función del dinero como medida del valor permite que las mercancías tengan un precio. Como medio de circulación permite que el precio se realice. La primera condición que debía cumplirse para que hubiera intercambio es la de que las mercancías expresaran su valor en el cuerpo del oro.
La expresión del valor de la mercancías en el oro fue debida a que el oro cumplía con ciertas características deseables (durabilidad, posibilidad de fraccionarse, de fundirse etc….). El contar con un medio de circulación aceptado universalmente por todos los productores, nace de la necesidad práctica del capitalismo de funcionar con una economía de trueque. El uso histórico del oro como medio de circulación antecede a la expresión del valor.
A medida que se desarrolla el capitalismo, ha ido aumentado la acumulación de capital. El sistema capitalista significado cambios en las mentalidades de los hombres y estos cambios introdujeron una nueva función del dinero: atesorar la mayor cantidad de dinero. El dinero se ha independizado transformándose en un fin en sí mismo. En este sentido, el dinero pierde una de sus funciones: la de oficiar como un medio de circulación.
De hecho, ya ni siquiera es absolutamente necesario la presencia física del dinero para realizar transacciones. Con el dinero electrónico, las compensaciones entre bancos hacen que el dinero ni siquiera entre en circulación (se cancelan las deudas mediante un "clearing" bancario).
El dinero se ha desligado de su función de medio de circulación, pero su necesidad como medida de valor sigue presente. Las mercancías que se compran y se venden aún tienen un precio expresado idealmente.
De la función del dinero como medio de circulación se desprende que no es absolutamente necesaria la presencia efectiva del dinero sino que éste puede ser reemplazado por la tarjeta electrónica, pues cumple con la misma función: permitir que se realice el proceso de intercambio.
Actualmente, el valor del dinero no está respaldado por ningún activo concreto por lo que es denominado dinero fiduciario (fiat). Las monedas y billetes no basan su valor en la existencia de una contrapartida en oro, plata o cualquier otro metal noble, ni en su valor intrínseco, sino simplemente en su declaración como dinero por el Estado, y también en el crédito y la confianza que inspira.
Su valoración viene dada por la autoridad monetaria que lo emite, que disfruta de confianza entre los individuos que lo aceptan. Sin ésta declaración, la moneda no tendría ningún valor. El dinero fiduciario sería entonces tan poco valioso como los pedazos de papel en los que está impreso. El dinero es resultado de un pacto social, donde todos aceptamos entregar bienes o servicios a otros, a cambio de los símbolos monetarios (billetes, monedas, anotaciones bancarias, etc.). Actualmente el respaldo del dinero está en la suma de los bienes y servicios de la población: Producto Interno Bruto o PIB.
Visto que, en definitiva, la mercancía y los servicios, tienen un valor subjetivo y pueden ser intercambiados por dinero, y que el valor del dinero ha prestado su valor a la moneda y el billete, como resultado de un pacto social, basado en la aceptación subjetiva de su valor, y que la presencia del dinero físico ya no es imprescindible con la tarjeta electrónica, no entramos en contradicción, si afirmamos que el fundamento, de todos los valores humanos, sociales y económicos posibles, esta en la vida, primer valor del resto de valores, condición necesaria para generar y dar valor, y que podemos llegar a un pacto social en el que, estando todos de acuerdo en que la vida tiene valor, su justa medida sea el coste económico de su subsistencia.
Existe una relación directa entre vida y subsistencia, definida en el coste de la supervivencia como un patrón de medida económico, traducido en términos reales. Para superar las deficiencias endémicas de la civilizaciones frente a la indigencia del ser humano, puede ser una buena herramienta para el sistema considerar el valor de la vida como un patrón único de medida.
De esta forma, el valor de la vida puede cuantificarse en términos económicos y deducir de ello su valor: El patrón-vida, que es el equivalente al coste de subsistencia en cada país. Es un valor económico igualitario, unitario y justo, que puede respaldar el valor del dinero electrónico para la subsistencia. Es un valor de uso que puede ser transferido para costear los bienes y servicios necesario para sobrevivir.
LA ECONOMÍA
El dinero es un medio de intercambio muy útil. Los billetes y las monedas son las unidades contables que empleamos para comprar y medir el valor de los bienes y servicios del mercado. Su valor radica en su poder de comprar. Está basado en la declaración como dinero legal por el Estado, y es aceptado por todos.
El dinero es todo aquello que tiene valor como moneda de cambio. En su configuración como divisa facilita el comercio internacional, su valor fluctúa en función del crecimiento económico, inflación o consumo interno de cada estado o conjunto de estados emisores de moneda, reflejado en el Producto Interior Bruto (PIB).
El valor material del dinero en circulación debe ser equivalente al total del valor monetario resultante del consumo corriente de bienes y servicios, determinado en el PIB, trimestral y anual.
Si el valor del dinero en circulación es superior al PIB se crea inflación, lo contrario deflación. Son los Bancos Centrales los encargados de preservar el equilibrio monetario nacional e internacional para el buen funcionamiento de la economía, emitiendo o retirando dinero del mercado.
Bien, si introducimos en el sistema económico actual el valor igualitario de la vida, como riqueza transferible en dinero electrónico (dinero bancario), estamos aumentando el poder de compra de la población y la cantidad de dinero en circulación, pero no la necesidad física de dinero material, ya que el pago de la compra de bienes y servicios con este recurso se realizará por medios electrónicos.
Este nuevo parámetro, es una variable que influye en el aumento anual del PIB. Suma el consumo hecho por su uso limitado de compra de bienes y servicios al corriente en un periodo determinado. Esto quiere decir que los gobiernos, para sostener el valor del dinero, deben utilizar los recursos de que disponen para frenar la inflación o la deflación, tal y como lo hacen hoy en día.
En definitiva, valorar la vida como un recurso económico para la supervivencia y la sostenibilidad, no es perjudicial, sino beneficioso para la economía. La incorporación de esta riqueza al sistema monetario no plantea problemas insolubles, todo lo contrario, resuelve problemas vitales que suelen afectar al crecimiento económico.
Por una parte, sirve para frenar el hambre del planeta, país por país, y representa una inyección de dinero sustancial para el comercio. Un capital sostenido que estimula el sector de la alimentación. Por otra, resuelve los problemas de disponibilidad de recursos económicos para luchar contra el cambio climático, así como los gastos en salud, educación y justicia publica, y los derivados de la adaptación de la industria a los nuevos retos del siglo XXI.
LA DIVERGENCIA
Las crisis suelen generar procesos de cambios históricos. Al caducar el sistema de referencia se generan cambios en la conciencia y se producen nuevos planteamientos y formas de ver el mundo. Un ejemplo claro lo tenemos al final de la época medieval, con la duda cartesiana de Descartes, que abrió paso a la época moderna.
Los grandes pasos de las civilizaciones se producen por necesidades históricas, de superar las deficiencias detectadas por las crisis, por las incertidumbres e inseguridades que provoca. La etapa histórica de la postmodernidad, originada por el surgimiento de las técnica, ha entrado en crisis, indicando que se inicia una transformación y el comienzo de una nueva historia. Un cambios de actitud frente al mundo que determina un cambio en la cultura. Una mutación histórica como las producidas en el paso de la vida nómada, a la vida sedentaria, propiciando la aparición de la propiedad privada. Una transición a una nueva dimensión del ser humano, en su relación consigo mismo y el mundo.
El deterioro progresivo del hábitat, producido por la contaminación de los combustibles fósiles y la industria, así como de la energía atómica, ha causado daños en la biosfera y la capa de ozono, convirtiendo al ser humano en víctima: como el aprendiz de brujo que empieza a ser dominado por su propia creación.
El intelectual, ante esta situación, parece haber sucumbido a la manipulación. El dinero, el confort, el lujo, la vida placentera y fácil parece haber acabado con el coraje frente a la adversidad y la pobreza. Su voz, que antes desempeñaba un papel de primer rango, parece haberse silenciado; convertida en un eco.
Nietzsche ya detectó este problema: "Detrás de toda lógica y de la aparente soberanía, hay evaluaciones de valores o, para decirlo con mayor claridad, exigencias fisiológicas impuestas por la necesidad de mantener un determinado género de vida".
Ante esta situación, Foucault aconsejó "hacer entrar en juego los saberes locales, discontinuos, descalificados, no legitimados, contra la instancia teórica unitaria que pretende filtrarlos, jerarquizarlos, ordenarlos en nombre del conocimiento verdadero y de los derechos de una ciencia que está detentada por unos pocos".
Es evidente que el papel social de la filosofía, como forma de conciencia, debe aportar una concepción del mundo que permita a las personas orientarse, ser guía de su conducta y del sentido de la vida. Pero se muestra incapaz de llegar a las personas, al mismo tiempo que éstas se aparta de ella, perdiendo el interés. Este hecho forma parte de la actual crisis de la filosofía.
En determinado momento y condición la filosofía cae en desuso, en desacuerdo con la realidad, en perdida de significado práctico. Para revertir esta situación tiene que adaptarse como pensamiento a los cambio que se producen en la sociedad global.
Son la ciencia, junto a la filosofía y la economía, quienes tienen que conjuntar sus conocimientos para dar con soluciones teóricas que marquen una orientación ideal hacia la nueva concepción del valor de la vida, en el nuevo paradigma. En definitiva es una revolución cultural planteada por la crisis de valores, propiciada por a las divergencias actuales entre religión, ciencia y filosofía.
Los móviles que mueven la historia esencialmente son económicos y ideales. Son intereses bajo los que se estructuran todas las condiciones materiales de la vida, y por esto dar valor a la vida puede ser el fundamento del nuevo paradigma.
Como principio, toda vida humana es idéntica a si misma, es una unidad, una calidad y tiene una medida, con diferencias cualitativas, pero sin dejar de ser ella misma. La calidad es idéntica a todos los seres. Se es o no es. Y ser es lo que determina a la vida humana como real y por esto nos vale como concepto primigénico para crear las bases filosóficas del nuevo paradigma. Nos sirve para formular una nueva dimensión de lo humano en relación consigo mismo y el mundo.
EL HUMOR
Vivir siempre implica ser algo menos, la vida se acorta, se acerca al límite de la muerte (enfermedades, envejecimiento, defunción…). Al percibir el límite, descubrimos nuestra propia fragilidad poniendo en cuestión el valor de la vida por su carácter finito, sentimos de impotencia por nuestra condición limitada.
Intuimos el límite y aprendemos, nos damos cuenta de nuestras carencias y adquirimos la conciencia de ellas. Suplir estas carencias es lo que nos mueve a querer ser más de lo que somos para construirnos como seres vivos. La conciencia del límite de la vida se manifiesta en nosotros de forma paradójica: al mismo tiempo que es el origen de nuestra conciencia, también lo es de nuestra tragedia.
Somos conscientes de que para vivir hemos de cubrir una serie de necesidades que marcan el sentido de nuestras vidas. Menesterosos de ser, inter-actuamos con el límite y tomamos decisiones dirigidas a construirnos a nosotros mismo, para ser más de lo que somos, intentando reducir el estado de nuestra indigencia.
Ante esta reflexión de nuestras limitaciones el humor nos hace sentir vivos, nos hace tomar conciencia de nosotros mismos, hace que tengamos otra visión de nuestro limitado ser y nos ubica ante ésta situación, también hace que volvamos a confiar en la vida y que las cosas adquieran sentido. Éste se descubre con el humor y se pierde con la falta de humor
El chiste, la ironía, la broma y el sarcasmo son productos del humor. El humor hace fácil que aprendamos de nuestros errores. Hace posible que de esos hechos, situaciones o relaciones surja un sentido, recupera o saca algo bueno donde todo parece perdido, descubre, evidencia lo que pareciera estar oculto o pasa desapercibido. Las consecuencias en el plano social son la cordialidad, la unión y una especie de tolerancia y conformidad. Favorece un momento de distancia frente a un hecho doloso, una sana inconsciencia de uno mismo, acompañada de una sensación de ligereza. Nos predispone a aceptar el riesgo y las consecuencias de vivir. El humor vuelve agradable la vida.
El perfeccionista vive desde una "lógica anticipada" de cómo deberían ser las cosas. Correctas, sin fallas, impecables, intachables. Aunque el perfeccionista hace las cosas con verdadero esmero, nunca obtiene la sensación de satisfacción. A todo le pone "peros". Tiene la necesidad de estructurar la realidad. De volverla consistente y segura, de que las cosas, las personas y las situaciones sean indefectibles. Alimenta la disposición a enjuiciar, a criticar, a descalificar. Con el rechazo se fomenta la inclemencia, la falta de compasión.
La base de la compasión reside en el humor, en aceptar la realidad tal cual es. Perder en capacidad de humor equivale a perder en humanidad. La falta de humor revela falta de la compasión. El "sentido de humor" se propone como una forma de visión. Deja ver la vida de otra manera y deja ver cosas que de otra manera no se verían. Reconoce a la realidad limitada, el derecho a ser defectuosa. De aquí que el sentido de humor sea un anhelo de comprender o acoger la vida misma.
Quien puede cambiar su perspectiva, puede cambiar su percepción, su manera de procesar, interpretar, leer la realidad. Cambiar la manera de percibir la realidad requiere, pues, un desplazamiento del procesador racional al procesador intuitivo-emocional, del hemisferio izquierdo, sede de la lógica, al hemisferio derecho, raíz de la paradoja, del humor y de la compasión.
La falta de compasión nos vuelve trágicos. La compasión ante la desgracia, el error, el fracaso o la falta es una forma elevada, aguda e ingeniosa de humorismo. "La causa de la risa no es otra cosa que la súbita percepción de la incongruencia entre un concepto y su objeto real". La práctica del humor nos lleva a ser benignos con nosotros mismos y con los demás. Quien vive sin sentido de humor tiene dificultades para ser compasivo. El humor ayuda a aceptar la condición indigente del ser y al conjunto de los limites existenciales.
La humanidad del hombre se conforma reconociendo y aceptando los propios limites. Se orienta, y pone las bases para hallar el sentido de su vida. En la tarea de aceptarnos, el humor o su otra expresión, la compasión, juega un papel fundamental en la tarea de construirnos como seres humanos.
Cambiar el punto de vista desde el cual percibo como percibo, la perspectiva, nos ayuda a ver de manera distinta, a provocar un renacimiento, un cambio profundo en nuestro sistema mental, pensamientos y sentimientos, y nos predispone hacia el disgusto, el rechazo, ante todo lo que se presenta defectuoso, fallido, errado. La perspectiva es una forma de preconocimiento, una forma de "prepararse o disponerse a percibir.
LA TRANSPARENCIA
Realmente, cuáles son las causas por las que la idea de incorporar el parámetro de la vida como valor económico, se muestra transparente, traslúcida, como una fina neblina que apenas se aprecia. En el ámbito del consciente, se sitúa en el limbo, en la estratosfera, en el trastero de la imaginación. Afirmar que la vida humana tiene valor capital, pertenece más al campo de la ciencia-ficción, de la literatura, de la poesía, no al de las ciencias exactas.
Dar valor a la vida pertenece al mundo del subconsciente, y es en ese mundo en el que habita, en las células más remotas, en el fondo del corazón, en la sonrisa que se escapa. El consciente es inconsciente en este sentido. No es consciente de que en su inconsciente está la solución. Prefiere ignorar. No forma parte de nuestro referente posible. No tiene ninguna utilidad. No lo entendemos, o lo entendemos muy rápido.
El texto lúdico, como entretenimiento cultural o pasatiempo, nos traslada a un mundo imaginado, evadido. Las vivencias en la lectura pertenecen al mundo de los sueños. Cuando regresamos, volvemos a la realidad, la del presente posible, conocido, teniendo como referencia los limites físicos, las leyes, las normas y las reglas del mundo real. Derechos y obligaciones. Nuestro consciente colectivo.
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