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La producción televisiva-instruccional en función de sus componentes y su aplicación a la educación formal (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

En el caso particular de la faceta que nos convoca, los resultados que se obtengan de esta investigación brindará luces a futuros productores de programas similares sobre la impronta que los mismos puedan dejar en los estudiantes a los que se dirige, a sabiendas que no se trata de programas de entretenimiento, sino de una poco ortodoxa forma de enfrentar la producción audiovisual.

El Grado de Receptividad y Percepción de los usuarios será efectivo en la medida en que los indicadores y estrategias del Modelo Televisivo Telesecundaria sean aplicados eficientemente.

  • 3. Objetivos

3.1. Generales

3.1.1. Determinar la pertinencia de los elementos de producción usados en el Programa Telesecundaria, de acuerdo a los parámetros de la producción audiovisual de la televisión actual.

3.1.2. Determinar la efectividad de los componentes de la producción televisiva instruccional Telesecundaria como un modelo aplicado a la educación formal.

3.2. Específicos

3.2.1. Identificar el grado de interés con que perciben los estudiantes el Paquete Televisivo Telesecundaria, atendiendo al lenguaje audiovisual y a los formatos empleados en sus diferentes segmentos.

3.2.2. Caracterizar la funcionalidad de los elementos de la producción televisiva instruccional Telesecundaria, respecto de su público objetivo.

3.2.3. Valorar el grado de identificación de los estudiantes con relación al paquete televisivo instruccional Telesecundaria.

3.2.4. Analizar la efectividad de los indicadores del programa televisivo Telesecundaria.

Sobre estas premisas, resulta oportuno, en primer término, realizar un diagnóstico sobre la percepción que tienen los estudiantes del paquete televisivo de Telesecundaria, a través de un análisis del lenguaje audiovisual, para inferir los grados de interés con que lo perciben éstos y que pudieran guiarnos, eventualmente, en la realización de materiales similares, correspondientes con nuestra realidad y circunstancia.

  • 4. Definición conceptual de variables y términos técnicos

  • Percepción

Es este el concepto fundamental que anima a este trabajo; fundamental, no sólo por las implicaciones que tiene dentro de la investigación, sino por lo tremendamente complejo, ya que se tata de un proceso en donde lo psíquico y lo somático intervienen complementariamente. Se trata, entonces, de un asunto que atañe a la personalidad, tal como lo advierte la profesora María Inés Vallejos:

"…es la síntesis resultante de una serie de procesos, entre los que cabe destacar la información y sensaciones recibidas a través de los sentidos, las experiencias vividas, la propia personalidad, un sentido difuso de lo que esperamos y pedimos de la vida y todas esas expectativas personales." (Vallejos, 2005)

Más adelante, esta misma autora, define percepción como:

"…un proceso de organizar e interpretar los datos sensoriales que entran a desarrollar la conciencia del yo y del entorno a través de los sistemas de visión, audición, somatosensorial, químico y propioceptivo." (Vallejos, 2005)

Como se deja ver, se trata de un asunto objetivamente difícil de medir por cuanto tiene implicaciones psicológicas y de personalidad en donde se cruzan señales externas (estímulos) con señales internas (factores personales).

Es precisamente en este intercambio en donde se sitúa esta investigación. El programa de televisión de Telesecundaria actúa como el estímulo al que deben responde los estudiantes, para lo cual hay que tener en consideración el entorno, la experiencia y psicología de cada uno de ellos.

En este sentido se observarán, aunque sólo como referentes, conceptos relativos a percepción, tales como

  • Figura y fondo, que se refiere a la tendencia que tenemos para mirar las cosas sobre un contexto (v.g., un ave volando contra el cielo.)

  • Agrupación, Se refiere al hecho que se da cuando recurrimos a agrupar los elementos de un conjunto, proximidad, semejanza, simetrías, destino común, cierre y continuidad.

Todos estos conceptos son factibles de aplicarlos en el presente estudio, sin pretender rebasar las fronteras estrictamente comunicacionales, dejando los aspectos psicológicos para que expertos en esa ciencia los estudien.

Íntimamente ligado a la percepción está el término recepción. Por tanto, es necesario que se establezca la diferencia, porque la recepción es el aspecto físico de la percepción, el momento en que es capturada la señal, el estímulo del que se hablaba en líneas anteriores.

A sabiendas de que durante la recepción no interviene el aspecto psicológico del proceso general de percepción, según Jesús Galindo Cáceres (2004), pueden suceder diversos escenarios que también han de tomarse en cuenta para los efectos de este estudio:

  • El televidente es construido por el discurso televisivo, es decir, que lo que oye y ve se incorpora a su esquema perceptivo.

  • El televidente reprograma su sistema perceptivo, como consecuencia selecciona y reordena la información según sus criterios.

  • El televidente observa y reorganiza asuntos de todo orden, por lo cual el programa de televisión estimula a la reorganización del programa de percepción asociado más al contexto del televidente que al del mensaje.

Galindo Cáceres concluye así:

"Lo que sucede en la recepción es complejo, la participación de diversos niveles de contextualización así lo demuestran. Cada situación es única, cada televidente también, pero hay corrientes de composición y construcción sociales que pueden ser identificadas. El mundo de la recepción es móvil y múltiple, pero puede ordenarse en formas colectivas comunes reiteradas. El sujeto colectivo existe." (Galindo, 2004)

La investigación que se propone aquí confirmará o cuestionará esta afirmación.

  • Grados de interés

Otra de las variables importantes de esta investigación se desprende de la anterior, en el sentido de que es el estímulo, y sólo él, lo que puede provocar el interés en el estudiantado al momento de visionar el programa de televisión. Grado de interés es, pues, la disposición que el joven le otorgue al programa y lo que sea trascendente de él.

Las teorías del aprendizaje significativo de David Paul Ausubel, quien se destacó por defender la importancia del aprendizaje por recepción, al que llamó "enfoque expositivo", son especialmente importantes en el estudiante para asimilar la información y los conceptos verbales.

  • Lenguaje Audiovisual

Mariano Cebrián Herreros dedica amplias páginas a la definición del término audiovisual, entendido éste como un sistema de códigos.

"Lo audiovisual –dice– encierra un mundo sumamente complejo, con un campo semántico tan amplio que epistemológicamente resulta difícil segmentarlo para apreciar hasta donde llegan los sectores de cada perspectiva adoptada." (Cebrián, 1997)

Después define el vocablo:

"El término "audiovisual", se refiere, pues, a todo lo perteneciente o relativo al uso simultáneo y/o alternativo de lo visual y lo auditivo y, en segundo lugar, a que tiene las características propias para la captación y difusión mediante imágenes y/o sonidos." (Cebrián, 1997)

Establece Cebrián, asimismo, la mayor credibilidad que tiene la vista sobre el oído, debido, tal vez, a la poca información que nos aporta este último sentido.

Cebrián (1997) nos brinda una perspectiva novedosa sobre los componentes del sistema audiovisual que para los fines de este trabajo son pertinentes. De esta manera propone cuatro subsistemas:

  • Subsistema de la realidad sonora. Que integra las realidades sonoras de todo tipo, naturales y creadas por el hombre, verbales, musicales, ruidos y silencios.

  • Subsistema de la realidad visual. Incluye todos los subsistemas de comunicación relacionados con la vista y la psicología de la percepción visual.

  • Combinación de los subsistemas anteriores. Vincula los dos subsistemas anteriores.

El cuarto subsistema lo encuadra en lo que él llama lo audiovisual técnico:

"La percepción de la realidad a través de la técnica intercalada entre ella y el receptor, sin que pueda producirse ningún contacto físico entre ambos." (Cebrián, 1997)

  • Subsistema de transformación técnico-retórica audiovisual. Incluye todo lo referente a la selección visual y sonora de la realidad, al movimiento de cámara, al montaje. Integra duración (tiempo), distancias (espacio), ritmo (movimiento.)

Es precisamente en este último subsistema elaborado por Cebrián en el que se encuentra nuestro material de estudio. Al profundizar en ello, el autor español concluye:

"Esta es la riqueza del sistema audiovisual y la dificultad para realizar un análisis exhaustivo del mismo. Nos encontramos, por tanto, con un sistema audiovisual compuesto de sonidos e imágenes fijas o en movimiento, en combinación única o secuencial, en sincronismo o asincronismo entre ellos, con sonido "in" u "off", perteneciente o no a la realidad que muestran las imágenes… Todo ello se produce en una percepción espacial simultánea y que a la vez se integra en una percepción temporal." (Cebrián, 1997)

  • Formatos y otros elementos de producción

En este aspecto, la presente investigación se refiere a las distintas formas de abordar, según el lenguaje audiovisual, un determinado tema. De esta manera se hablará de:

  • Dramatización, producción interpretada por actores que tiene como referentes los géneros de ficción.

  • Documental, producción de no ficción y que alude a hechos de la realidad misma. Bordwell y Thompson (2004) advierten que su propósito es "presentar información real sobre el mundo… y eso nos lleva a asumir que las personas, los lugares y los acontecimientos no sólo existen sino que son reales y que la información presentada sobre ellos es fidedigna."

  • Animación, Bordwell y Thompson (2004) definen este término de la siguiente manera: "Cualquier proceso con el que se crea movimiento artificial fotografiando, uno por uno, una serie de dibujos A estos dibujos se yuxtaponen pequeños cambios… para crear una ilusión de movimiento Este proceso puede ser creado también por computadora. Los importante es que… los pequeños cambios de posición, al quedar registrados cuadro por cuadro, crean la ilusión de movimiento"

  • Gráficos, según Burrows y colaboradores (2002) es el térmico que se refiere a textos, números, gráficas estadísticas, mapas o cualquier otro dibujo que ilustre y que permanezca en la pantalla para complementar las imágenes.

  • Efectos especiales, dentro de una producción audiovisual recrean una condición especial propia de la realidad o no. Para Bordwell y Thompson (2004) es el término general utilizado para designar "varias manipulaciones fotográficas que crean relaciones espaciales ficticias en la toma, como la superposición, uso de mascarillas y la proyección desde atrás."

  • Música. Para los efectos de este trabajo se refiere a la música incidental o no dentro de la producción

  • Voz. Se refiere a las voces en "in" o en "off" que se escuchan en el programa.

  • Público objetivo

El término se refiere al público específico al cual se dirige el programa Telesecundaria, es decir, a los jóvenes matriculados en las escuelas que siguen este sistema de educación formal, no tradicional.

  • Delimitación y alcance del objetivo de investigación

El Paquete Televisivo Telesecundaria, producido por la Unidad de Televisión Educativa (UTE) de la Secretaría de Educación Pública de México y conocida en nuestro país como Telebásica se trasmite por televisión abierta para las escuelas Lomas del Naranjo en el Este de la provincia de Panamá y El Arado y El Límite, en el Oeste de esta misma provincia y a 45 a través de video casetes. El material videográfico lo componen un total de 2441 (dos mil doscientos cuarenta y una) lecciones, correspondientes a los niveles 7°, 8° y 9° de la escuela básica panameña, en las siguientes materias: Español, Matemáticas, Biología, Física, Química, Inglés, Expresión Artística, Orientación Educativa y Educación Física. (Ver cuadro 1)

No obstante, la parte audiovisual es sólo uno de los tres elementos (además de los estudiantes) que componen el andamiaje de enseñanza – aprendizaje, complementado por el profesor y por las guías impresas.

La presente investigación se propone desentrañar la percepción que el público objetivo de este producto televisivo tiene de él, con miras a obtener conclusiones que nos sirvan de parámetros para la producción de programas similares.

Esto es así, porque el acuerdo mediante el cual México cede los derechos de uso de este programa a Panamá, compromete moral y técnicamente a nuestro país a producir los programas para asignaturas como Historia y Geografía.

Panamá está en mora con esta parte del acuerdo, por tanto se requiere de una primera investigación sobre los efectos de todo el programa en conjunto y, particularmente en este caso, sobre la producción audiovisual misma.

CUADRO 1.1

Número de Programas de Telesecundaria

por Asignatura y Nivel

ASIGNATURA

Nº DE PROGRAMAS

Español

181

178

181

Matemáticas

181

178

181

Biología

106

72

(

Física – Química

106

(

(

Física

(

106

105

Química

(

106

105

Inglés

105

106

105

Expresión artística

94

(

(

Orientación educativa

(

(

105

Educación física

72

34

34

La presente investigación aspira a poner en perspectiva los primeros pasos para la realización de los programas complementarios a fin de que la Telesecundaria de Panamá, conocida como Telebásica, incorpore las materias que brinda presencialmente al sistema audiovisual.

En vista de que esta investigación indagará solamente sobre la percepción que los estudiantes tienen del programa en su componente televisivo, queda establecido que no se estudiarán los resultados finales del proceso, sino sólo los niveles de aceptación que pueden despertar los diferentes tramos de producción en el programa de televisión, entendiendo que a mayor atención por parte del discente, el entendimiento de los conceptos pueden elevarse considerablemente.

De allí que esta investigación pretende analizar la incidencia que tienen, los distintos componentes de la producción, en la atención de los estudiantes al momento de recibir la lección.

En resumen, este trabajo tiene que ver con el formato del programa y no así con sus contenidos, segmento que deberían estudiar especialistas en educación.

6. Limitaciones

La investigación en curso, de hecho, confronta un sinnúmero de dificultades tanto teóricas como técnicas.

En cuanto a las teóricas, cabe mencionar, el hecho de que este es un trabajo pionero. Hasta el momento no se cuenta con otro de esta índole en el ámbito panameño; es más, como queda dicho arriba, no hay trabajos a la vista sobre el funcionamiento general de Telesecundaria en Panamá.

Lo localizado en internet sobre el tema se enfoca básicamente sobre aspectos globales del programa general en México pero nada se ha encontrado sobre la producción misma del componente televisivo y su receptividad.

Por otro lado, se avista un problema de carácter semántico en cuanto a la correspondencia de significados entre el investigador y su objeto de investigación, los estudiantes. Esto así porque se requiere adecuar términos técnicos como dramatización, documental, animación y elementos gráficos con términos cuyos significados puedan serles correspondientes y así evitar que el trabajo tome rumbos equivocados.

De igual manera, las limitaciones técnicas las encierra el hecho de que las escuelas en estudio están ubicadas en lugares de difícil acceso, donde el visionado de los programas es limitado o se realiza con la señal tomada directamente del aire.

B. Justificación

1. Importancia de la investigación

El vertiginoso desarrollo de los medios de comunicación en las últimas décadas, hecho superlativo en la televisión, ha generado una extraordinaria relación entre los procesos formales e informales de educación.

Luego del entorno familiar y la escuela, múltiples investigaciones han demostrado que la televisión impone una enorme influencia en la formación de niños, jóvenes y adultos. En vista de ello, desde el principio de su historia, los pedagogos de avanzada vieron en este medio un tremendo potencial para reforzar las estrategias metodológicas de la educación formal. De esta suerte, todos los niveles educativos utilizan la televisión, unos más, otros menos, para el logro de los objetivos del aprendizaje.

La educación formal a distancia es un hecho que acontece desde mucho antes de la invención de la televisión. Con su desarrollo, algunos países incorporaron sus sistemas televisivos como instrumento mediador en el proceso de aprendizaje, desde lo informal y transversal, hasta la educación formal. Este ha sido el caso de Telesecundaria de los Estados Unidos Mexicanos, conocida en Panamá como Telebásica, con el agregado que ha sido concebida para que llegue a áreas geográficamente distantes y poco accesibles.

El modelo de Telesecundaria desarrolla el plan de estudios a través de cuatro componentes básicos:

  • El alumno

  • El docente

  • Una serie de programas de televisión

  • Un conjunto de materiales impresos (guías y textos.)

Este proyecto nació en México en 1968 y se convirtió en una oferta curricular innovadora y eficaz de la cual una abundante bibliografía da cuenta. Pese a ello, ha desarrollado un programa similar, pese a conocerlo y tenerlo como una estrategia paradigmática, aún en sistemas educativos de países ricos como Estados Unidos, Canadá y España.

En 1996, el gobierno de México firmó un acuerdo con los países de América Central, incluido Panamá, a fin de que Telesecundaria fuese incorporada en algunas de nuestras escuelas rurales a través del Canal Once, Radio y Televisión Educativa. Desde 1997 ha sido transmitido ininterrumpidamente.

En el año 2002 el programa se extendió a otras escuelas rurales a través del sistema de video casetes, debido a que en esas áreas, la señal de RTVE, Canal Once no llegaba.

Algunos otros países de Sur América, como Colombia, se han incorporado al sistema de Telesecundaria, lo cual demuestra la importancia que tiene este programa educativo para regiones rurales pobres y pequeñas en donde la escuela secundaria formal representaría un esfuerzo muy elevado en lo humano y lo económico.

  • 2. Aporte

Hasta el presente, el Ministerio de Educación de Panamá no ha realizado ningún tipo de investigación en cualesquiera de los componentes del paquete televisivo instruccional Telesecundaria que evalúe las fortalezas y debilidades como una gestión estratégica para mejorar el proyecto, si éste lo requiere. Es más, en toda la bibliografía consultada a través de Internet y del Ministerio de Educación de Panamá no se encuentra ningún trabajo que se preocupe por relacionar los resultados de aprendizaje que se obtienen específicamente con el componente audiovisual.

De esta manera, el principal aporte de este estudio radica en poner de relieve la importancia que para el país, la educación y la producción audiovisual tiene este proyecto.

II

La televisión aplicada a la educación formal

Antes de adentrarnos al estudio concreto que nos que propone esta investigación, es necesario hacer un recorrido por las generalidades del medio Televisión y establecer las distancias y los vínculos que ha tenido y tiene con la educación, tanto formal como informal.

  • A. El Medio Televisivo

Desde el siglo XIX y luego de inventados el telégrafo y el teléfono, los científicos estaban seguros que el desarrollo de lo que hoy conocemos por televisión era posible. En 1900 se acuñó el término televisión al hacerse posible la fototelegrafía, es decir la transmisión de imágenes fotográficas, vía telégrafo. (González Treviño, 1994.)

González Treviño, define la televisión como:

El arte de producir instantáneamente a distancia una imagen transitoria visible de una escena real o filmada por medio de un sistema electrónico de telecomunicación. (González Treviño, 1994.)

Los primeros ensayos serios se remontan a 1884 cuando el físico alemán Paul Nipkow realiza las ahora famosas proyecciones de rayos catódicos. Fueron importantes, también, los trabajos de Vladimir Kosma Zworykin en el primer lustro de 1920, hasta que, finalmente, el 2 de octubre de 1925 J. L. Baird trnsmitió nítidamente la imagen de un muñeco de una habitación a otra.

El 10 de septiembre de 1929, la BBC de Londres echó a andar emisiones regulares de televisión, con una programación de media hora diaria. Sin embargo, la era de la televisión electrónica comienza en 1936, cuando se alcanza transmitir 240 líneas por segundo.

Tras el forzado interludio de la Segunda Guerra Mundial, (1939 – 1945) el desarrollo de la televisión se ve detenido, iniciándose su verdadero desarrollo con el final de la trágica conflagración.

Con lo sucedido en ese campo hasta ahora, nadie podrá cuestionar que el producto tecnológico del siglo veinte de mayor influencia en lo social haya sido la televisión. Entender los últimos once lustros sin su presencia sería un trabajo inútil. Es por esto que quizás a ella se le atribuyan los grandes males o los grandes avances que hemos tenido en cuanto a la mediatización o democratización de la cultura de nuestros tiempos. Han nacido, por su causa, partidarios y detractores, sin embargo, la influencia de la televisión es tan grande que todavía no logramos descifrar su verdadero alcance.

Giovanni Sartori, piensa que el mayor daño que ella produce radica en el hecho de que se contrapone a la disposición natural del hombre hacia la abstracción, razón por la cual es creador.

"…en la televisión –dice– el hecho de ver prevalece sobre el hecho de hablar… como consecuencia, el telespectador es más un animal vidente que un animal simbólico. Para él las cosas representadas en imágenes cuentan y pesan más que las dichas con palabras." (Sartori,1998)

En la orilla opuesta, el gran filólogo Umberto Eco, luego de hacer un repaso a la historia de la televisión con la que se "formó" la primera generación de italianos que tuvo acceso a ella, alrededor de 1950, concluye:

"Por sí sola, la televisión, junto con los otros medios de comunicación de masas, no contribuye a formar la manera de pensar (de) una generación, aunque esta generación haga la revolución utilizando consignas de estricta procedencia televisual." (Eco, 1982)

La polémica desemboca, incluso en el famoso aforismo de McLluhan: el mensaje es el medio, frase que traduce de manera más directa Giovanni Cesareo al señalar taxativamente:

"Sin embargo, parece olvidarse que la televisión, aparte de ser un agente, sea también un instrumento y que, aparte de ser condicionante, está también condicionada. El "poder" a cuyo servicio está la televisión no es una entidad abstracta… sino que es el poder de la clase dominante." (Cesareo, 1982)

¿Es quien diseña y envía el mensaje la materia de indagación cuando se juzgan los efectos de las comunicaciones o lo es el medio? La televisión, hecho tecnológico, al igual que la energía nuclear, por poner un ejemplo de fácil entendimiento, no es en sí dañina ni beneficiosa, es su puesta en práctica y las intenciones con la que se haga la que la califican.

Jesús Galindo Cáceres, casi ecléctico en esta discusión dice:

"La televisión es el gran misterio de nuestra época. Vivimos con ella desde hace cincuenta años y aún no entendemos lo que significa para nuestras vidas… existe un conocimiento pragmático de su importancia… Pero el espacio conceptual para su comprensión cabal está abierto… Tenemos una colección de lugares comunes sobre el sentido y la ubicación desde lo simple y lo complicado… pero seguimos sin tener un argumento para vincularla con fondos y formas filosóficas y de sabiduría coloquial… La televisión está entre nosotros, pero su presencia es en cierto modo invisible…" (Galindo, 2004)

¿Por qué se ve televisión? ¿Qué se recuerda de lo que se ve, sobre todo en la infancia y en la adolescencia? La catedrática de la Universidad Autónoma de Barcelona, Magdalena Albero Andrés expresa:

"…Existen todavía muy pocos estudios que intenten responder a estas preguntas. Por lo tanto, los datos que tenemos continúan siendo una peligrosa simplificación de una realidad compleja, en la que los contenidos de la televisión y el ver televisión deben ser considerados como una parte de un proceso socio-cognitivo global." (Albero, 2004)

Dentro de este polémico y aún no definido panorama vamos a ubicar nuestro objeto de estudio.

  • B. Televisión Educativa

Como cualquier otro medio, la televisión tiene distintos propósitos, algunos genéricos como los son los de entretener, informar, educar o persuadir. Cada uno de estos, como queda entendido en el aparte inmediatamente anterior, puede ser, asimismo, puesto al servicio de infinitos intereses. Sin embargo, nuestro trabajo quiere centrarse en el servicio educativo que la televisión puede brindar, de allí que comencemos por establecer los parámetros dentro de los cuales ha de moverse esta investigación.

Educación es un término vasto, que abarca todo el aprendizaje dirigido que puede obtener un ser humano, sea este directo o indirecto. De esta manera, se debe diferenciar, de manera precisa, la acepción de televisión educativa, con la del cercano concepto de televisión instruccional.

Julio Cabero ha estudiado profundamente el asunto del uso de la televisión en la educación. Así nos diferencia los conceptos de televisión educativa y de televisión instruccional a la que él llama escolar:

"…la televisión educativa contempla contenidos que tiene algún tipo de interés formativo y/o educativo, pero… no forman parte del sistema escolar formal… persigue influir en el conocimiento, las actitudes y los valores del espectador… la televisión escolar… persigue suplantar al sistema escolar formal, marcándose como objetivos los mismos que el sistema educativo general…" (Cabero, 2004)

Establecida la diferencia, no obstante, se debe reconocer que en los comienzos de la televisión esta delimitación era bastante difusa. Por tanto resulta conveniente que veamos el desarrollo de las primeras propuestas de la televisión con fines educativos y cómo los primeros escarceos no alcanzaban a dilucidar en su construcción una definición clara.

En 1950, en los Estados Unidos se crea la Comisión Conjunta para la Televisión Educativa, formada por siete organizaciones que representaban todas las áreas de la educación, con el fin de dar impulso a la televisión en el sistema educativo norteamericano y, de esta forma, hacer realidad un nuevo paradigma en la educación.

Según De Aguilera (1975), esta comisión logró reservar 256 canales de televisión no comerciales a cargo de escuelas y universidades y el 25 de mayo de 1953 se transmitió el primer programa oficial de televisión educativa, desde la Universidad de Houston en Texas.

En la misma década de 1950, otros países desarrollados emprendieron similar camino, prueba de ello fue el carácter que tomaron emisoras tan importantes como la BBC, la Radio y Televisión Francesa, la RAI de Italia y en Japón la Nipón Hoso Kyokai (en lo sucesivo NHK).

Un aspecto que vale resaltar es el hecho que el primero de agosto de 1966 la Fundación Ford, en Estados Unidos, logra un acuerdo para la interconexión de emisoras educativas, vía satélite.

Asimismo, la comisión Carnegie propone la creación de una corporación de Televisión Pública de ámbito nacional, la cual es aprobada por el congreso de Estados Unidos el 28 de febrero de 1967.

En lo inmediato, otros países fueron adoptando rumbos más o menos aproximados a los de los pioneros. El caso de México, que nos atañe directamente (Telesecundaria nace en 1968), bien pudo haberse inspirado en esta dinámica proveniente de Estados Unidos y de otros países desarrollados.

Estos primeros pasos no atinan a darle rúbrica de televisión educativa o televisión instruccional a sus productos, e, incluso, formulan la figura de televisión pública, concepto que tiene más que ver con políticas de comunicación que con políticas de educación.

De esta manera, las propuestas que se hicieron en Estados Unidos, Europa y Japón sobre los uso de la televisión con fines educativos, no concretizaban un carácter exacto entre lo educativo y lo instruccional o escolar.

Joaquín De Aguilera (1975) ha recogido, no obstante, una serie de conceptos propuestos por pedagogos norteamericanos en donde se comenzaron a perfilar los usos de la televisión en la educación y en la instrucción y de los cuales parten una y otra forma de televisión.

Donald G. Tarbet en 1961 propuso cinco formas distintas para usar la televisión con fines didácticos: 1) como técnica de enriquecimiento; 2) para la enseñanza directa; 3) para las relaciones públicas; 4) para el adiestramiento de los profesores; 5) para la educación de adultos.

Ese mismo año, Mary Howard Smith consideraba tres posibilidades: 1) la televisión como gran recurso; 2) como medio de instrucción social; 3) como medio de instrucción complementaria.

En 1963, Chester, Garrison y Willis propusieron la televisión: 1) en la enseñanza directa en las aulas; 2) en la enseñanza suplementaria en las aulas; 3) en las emisiones internas de televisión en las propias instituciones docentes; 4) en la educación informal pre y extra escolar; 5) en la educación formal de adultos; 6) en la educación informal de adultos; 7) en intentos de educación y entretenimiento integrados.

En 1965, George N. Gordon propuso a la televisión: 1) como medio auxiliar para aumentar el valor de un determinado curso o asignatura; 2) para enseñanza en colaboración, en las que la televisión asume parte de las tareas educativas; 3) para la enseñanza total, en cuyo caso ningún otro maestro profesional, salvo el tele maestro, entra en relación con los alumnos de este curso.

Mientras tanto, en Inglaterra, la BBC concibió la televisión educativa así: 1) como experiencias directas (obras teatrales) o indirectas (documentales); 2) como programas que exijan una respuesta inmediata; 3) series que constituyan la base de alguna asignatura; 4) series que sean punto de partida para proyectos; 5) series que con ayuda de textos provoque una auto instrucción; 6) series que induzcan a adoptar nuevas actitudes ante las asignaturas; 7) series que inciten a los adultos a emprender una actividad.

Por su parte, la NHK planteó el uso de la televisión educativa en las siguientes vertientes: 1) para enseñanza complementaria de los maestros en el aula; 2) para enseñar metodología didáctica a los maestros, 3) para divulgar métodos de orientación hogareña; 4) como enseñanza complementaria de cursos por correspondencia.

Se deja ver, entonces, que las proposiciones fueron muchas, pero como se expresa arriba no parecían establecer una delimitación entre las funciones propiamente educativas y las explícitamente instruccionales.

De esta manera, parece evidente, según los parámetros establecidos, que Plaza Sésamo, programa paradigmáticamente educativo, sale de algunos de estos postulados. Telesecundaria, que es rigurosamente instruccional, tiene que ver, sin duda alguna, con las propuestas de Chester, Garrison y Willis y de Gordon (subrayadas.)

Tendidas las coordenadas y para dar pie a la entrada siguiente, recalquemos, con las palabras de Jesús Salinas, la diferencia entre televisión educativa e instruccional:

"Dentro de lo que podemos entender como aplicaciones educativas suelen diferenciarse… la televisión educativa propiamente dicha, de contenidos extracurriculares, pero con objetivos relacionados con la formación, y la televisión escolar, con contenidos y objetivos propios del sistema educativo…" (Salinas, 2004)

Puede establecerse, en resumen, que televisión educativa pretende formar sin inmiscuirse directamente con objetivos y contenidos propiamente escolares; la televisión instruccional, por su parte, se convierte en el, o suplanta al, sistema formal.

  • C. Televisión Instruccional

Toda la falta de resultados científicos concluyentes sobre los efectos de la televisión sobre las audiencias, sumados a la estigmatización que ha sufrido este medio como generador de violencia, escapismo y conductas antisociales, lo han hecho, durante mucho tiempo, una especie de paria en la educación formal.

En el campo educativo, pese a ello, puede que se le hayan visto algunas cosas positivas, pero es objeto de desconfianza. De allí que la profesora Albero afirme:

"Todavía prevalece esa curiosa dicotomía por la que a la escuela se la considera como un vehículo para el aprendizaje serio y útil, mientras que ver la televisión está únicamente relacionado con el entretenimiento y la pérdida de tiempo general… existe todavía una fuerte tendencia a considerar a la televisión como no cultura y pensar en los contenidos televisivos únicamente como el resultado de intereses económicos…" (Albero, 2004)

Hace poco más de diez años, Joan Ferrés anotaba, no sin un poco de sarcasmo, y teniendo presente al viejo McLuhan que la escuela de nuestros tiempos era una escuela de la segunda ola. Ya que, citaba:

"… las instituciones escolares malgastaban cada día más y más energía para preparar a los alumnos para un mundo que ya no existe." (Ferrés, 1994)

Si hace una década aquello daba pie a la ironía, en estos últimos dos lustros, cuando la tecnología ha dado tan significativos avances en materia de comunicación, nos percatamos que pese al esfuerzo que hagan los sistemas educativos, nos encontramos ante una lucha desigual, más debida al conservadurismo de los sistemas educativos, que al encuentro de los dos antagonistas.

Ferrés avanza:

"La escuela sigue manifestándose reticente a integrar en su seno a las nuevas tecnologías, temerosa sin duda de perder el control del proceso educativo. Entretanto, las nuevas tecnologías siguen mostrándose eficaces fuera del ámbito escolar." (Ferrés, 1994)

Las posiciones más reaccionarias sostienen que, por ejemplo, los medios audiovisuales no son capaces de reemplazar con eficacia al libro, sin darse cuenta, refuta Ferrés, que:

"… hace siglos los hombres de cultura acusaban al libro impreso porque no podía tener la autoridad de los maestros que, en una cultura oral, hablaban directamente a sus alumnos… Pitágoras y Sócrates, que fueron excelentes maestros, no quisieron escribir nada." (Ferrés, 1994)

El asunto, como se ve no es reciente. La escuela, tradicionalmente, ha sido conservadora y esto ha sido tan obvio que, por ejemplo, las máquinas de escribir, en el siglo XIX, tardaron para usarse con fines comerciales y el bolígrafo, ya en el XX. fue prohibido en las instituciones oficiales para escribir documentos que la convención consideraba debían escribirse con plumas estilográficas.

Como corolario, Ferrés propone una metáfora:

"… la escuela… ha escogido un coche con el espejo retrovisor más grande que el cristal delantero." (Ferrés, 1994)

Esta paradoja la rubrican posiciones como la del mismo Marshall McLuhan quien a su hora afirmó: "Por qué he de ir a la escuela para interrumpir mi educación". O la de la célebre antropóloga Margaret Mead quien afirmaba: "Mi abuela quiso que yo tuviera una educación: por eso no me mandó a la escuela." (Ferrés, 1994)

Francisco Sierra, por su parte, sostiene:

"La escuela se apropia de la tarea educadora y desvincula de ella al resto de las instituciones sociales, pero hoy en día se hace anacrónico este concepto "escolástico" y formalista de educación…" (Sierra, 2004)

Sin embargo, a lo largo del siglo XX, y con el desarrollo de la tecnología a gran escala, la escuela ha tenido que, pese a su desconfianza, ir dando paso a la ampliación de lo que Yadira Chacón llama contexto educativo:

"Hasta hace relativamente poco tiempo dicho contexto era reducido aun ámbito espacial (llamado aula o escuela) y temporal (llamado ciclo escolar) donde determinados sujetos (alumnos y maestros) intentaban aprender y/o enseñar algo… Sin embargo, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han hecho que ampliemos nuestra concepción de contexto educativo más allá del aula convencional." (Chacón, 2005)

Empujada por la presión que ejerce el casi irresistible avance tecnológico, en donde la televisión ha llevado la voz cantante, la estructura educativa formal se ha visto casi obligada a ir cediendo terreno a estas nuevas tecnologías de comunicación:

"En las últimas décadas la educación a distancia ha tenido un notable desarrollo. La necesidad del aprendizaje a lo largo de toda la vida, la masificación de la educación, la globalización de la información… y los adelantos de la tecnología son algunos aspectos que han influido en este desarrollo." (Chacón, 2005)

Es por esto que Joaquín De Aguilera afirmara que dadas las especiales cualidades de la televisión:

"… hicieron reflexionar a estudiosos de diversos países y preguntarse si no podría ser ventajosamente utilizada para resolver uno de los problemas más urgentes… de nuestra época, la necesidad de impartir enseñanzas nuevas y cada día más complejas…" (De Aguilera, 1975)

Más recientemente, sin embargo, Francisco Sierra ha expresado:

"…los estudiosos de la Comunicación Educativa hemos asignado a la televisión un rol tecnológico destacado en la democratización e innovación de los sistemas educativos… El medio audiovisual por excelencia ha sido identificado como una herramienta didáctica de infinitas posibilidades…" (Sierra, 2004)

Todo parece indicar que el encuentro entre aula y televisión, al menos en el llamado Tercer Mundo, será inevitable en el futuro, porque en este encuentro se solucionan problemas de maestros, de distancias, de instalaciones, en fin, de costos que en última instancia es el mayor obstáculo con que cuenta la educación formal en los países pobres.

Este cruza entre tecnología y educación, afirman los más optimistas puede dar frutos no previstos.

"La inevitable y progresiva integración metodológica entre Ciencias de la Educación y Ciencias de la Información entre la Teoría de la Comunicación y Pedagogía configura un campo previsible de intersección transdisciplinaria." (Sierra, 2004)

Aún así, en esta todavía insipiente relación, hay voces que aún van mucho más allá y proponen a la televisión no sólo como vehículo de educación, sino como materia de estudio:

"… si una escuela no enseña a ver televisión, ¿para qué mundo educa? La escuela tiene la obligación de ayudar a las nuevas generaciones a interpretar los símbolos de la cultura, el estudio de la imagen sigue ausente de la mayoría de los centros escolares, poniendo de manifiesto el desfase de la escuela." (Chacón, 2005)

Este es un asunto, sin embargo, que deberá considerarse en otra oportunidad.

  • D. Televisión y Video

Hasta ahora se ha hablado de televisión en términos genéricos, como medio de comunicación; sin embargo, es menester hacer una serie de distinciones, con el propósito de dejar claro el panorama sobre el cual se desarrollará este trabajo.

En primer término el medio televisión, visto como tal, es aquel que involucra procedimientos de producción que, desde la planta transmisora envía, a través de ondas electromagnéticas, la señal hasta los apartaos receptores en hogares u otros lugares. Esta señal puede estar pregrabada o estar siendo transmitida en vivo.

Es necesario, también, tener claro el concepto de televisión abierta. El mismo significa que la señal de televisión está siendo transmitida a través de ondas electromagnéticas, es decir, que los receptores la captan por medio de una antena. Esta señal puede estar codificada en canales VHF (2 al 13) o UHF (14 al 83.) (Schrank, 1989.) Su contraparte es la televisión por cable, que originalmente se le conoció como televisión de circuito cerrado y que en la actualidad tiene un inmenso desarrollo.

Por otro lado, el video es un soporte de información audio visual que no requiere necesariamente del medio televisión para ser visionado, sino sólo de un reproductor de video. Para la televisión, ha sido una bendición que desde 1956 existan las videocintas, porque gracias a ellas pudieron almacenar los programas y transmitirlos y retransmitirlos a su conveniencia. El desarrollo de los distintos formatos de videocintas ha tendido a hacerlos más pequeños y eficientes, a tal grado que, desde la introducción del formato U – Matic, en 1971, la producción de televisión se pudo independizar del estudio y la unidad móvil. Hoy, el video disco es una revolución aparte.

Se deja claro, asimismo, que los videos que componen la serie audiovisual Telesecundaria, son transmitidos por televisión abierta a las distintas escuelas investigadas.

Se diferencia la transmisión panameña de la mexicana en que en el país azteca la señal es transmitida vía satélite a las escuelas. Lo que quiere decir que cada escuela de la Telesecundaria mexicana cuenta con una antena y un decodificador de la señal que le permite capturla.

¿Cuál es, entonces, la diferencia entre televisión y video?

Existe la tendencia a tomar al video y a la televisión como un mismo objeto, sin embargo, es bueno tener en cuenta la advertencia que sobre ellos nos ofrece Julio Cabero:

"La televisión y el vídeo son dos medios que suelen por lo general asociarse… son audiovisuales cinéticos y comparten entre sí una serie de elementos simbólicos: sonidos, imágenes, movimiento, color, tratamiento del plano, etc.; pero sus respectivas técnicas de obtención, tratamiento y difusión de los mensajes, marcarán entre ellos diferencias tanto en la disponibilidad de sistemas simbólicos, como en los usos comunicativos que de ellos realicemos, planteando, por tanto, diferentes formas de codificar la realidad." (Cabero, 2004)

Otra advertencia que nos hace el catedrático español, tiene que ver con que a pesar de que ambos medios (televisión y video) son comunicativamente unidireccionales, el primero pertenece al grupo de los mass media y el segundo al de los self media. Esto podría implicar que la televisión se dirigiría a grandes grupos heterogéneos, mientras que el video a grupos muchos más homogéneos. Esta es la razón por la cual, en la medida que la televisión ha ido segmentando sus audiencias, el video ha cobrado más prestancia y pertinencia a la hora de elaborar los mensajes televisivos.

Más importante en este aspecto es el hecho de que la televisión, por sus características intrínsecas, no permite detener, retroceder o repetir la sesión, con lo cual el video es un recurso muchos más manejable y práctico, a primera vista.

El uso de la televisión y el video, permiten una percepción activa de lo real, lo cual les otorga, en su similitud, una fuerza enorme, frente a la lámina, el pizarrón o la sola voz del maestro. En apoyo de esto, María Luisa Sevillano destaca:

"… los medios audiovisuales generan procesos cognitivos de alto nivel proporcionando una determinada experiencia de la realidad…" (Sevillano, 2004)

Por tanto, tal cual lo expresa Jesús Salinas, se le debe:

"… exigir una definición estricta de los objetivos a alcanzar, un análisis de la materia enseñada; proporcionar instrumentos de evaluación… estar dotado de una estructura equilibrada y ajustada a los condicionantes de la situación en la que se va a aplicar…" (Salinas, 2004)

Es conveniente que se tenga presente esta diferencia. Sin embargo, debo advertir que todos los miles de programas de Telesecundaria son productos grabados: planificados, producidos y post producidos con mucha anticipación al momento de ser emitidos o visionados. En ese aspecto Telesecundaria, tal como la contempla este estudio, conserva esa característica dual: es una escuela a base de videos, pero los estudiantes las visionan a través de la señal de televisión abierta a muchos kilómetros de distancia y casi sin ninguna posibilidad de comunicación de retorno a la planta emisora.

De esta forma, en adelante, debemos referirnos, más que a televisión instruccional a video instruccional o escolar, como algunos autores que citamos lo conocen.

Partiendo de este supuesto, Joan Ferrés (1994) propone una taxonomía en la que diferencia seis modalidades de video escolar que nos puede servir de punto de partida para el análisis de la estructura de Telesecundaria:

  • Video-lección, podría considerársele el equivalente a una clase magistral, pero en la que profesor es sustituido por el programa de video.

  • Video-apoyo, Podría ser considerado como el equivalente a las diapositivas o láminas en las formas tradicionales.

  • Video-proceso, equivale a hablar de participación, de creatividad, de implicación. Es una modalidad en la que los alumnos se sienten protagonistas. El video en manos del alumno.

  • Programa motivador, podría ser definido como un programa audiovisual destinado fundamentalmente a suscitar un trabajo posterior al visionado.

  • Programa monoconceptual, son programas muy breves, mudos generalmente, que desarrollan, de una manera intuitiva, un solo concepto, un aspecto parcial y concreto de un tema, un fenómeno, una noción o un hecho.

  • Video interactivo, todo programa de video en el que las secuencias de imágenes y la selección de los manejos están determinados por las respuestas del usuario a su material… Hace posible un diálogo abierto entre el ser humano y la máquina.

En vista de esto, parece justo asignarle a la producción de Telesecundaria el rol de programa motivador, aunque, durante su visionado resulta ser una video lección o tele clase, como la llaman en el Centro de Entrenamiento de Televisión Educativa (CETE) organismo involucrado directamente con la producción de Telesecundaria. En este período de la clase, el profesor queda excluido del proceso activo, dejando que el estudiante se enfrente al producto audiovisual.

Precisamente, el CETE (1995) tiene su propia clasificación de video educativo, así pueden ser:

  • Tele clase

  • Programa de capacitación para el trabajo

  • Actualización profesional

  • Educación abierta

  • Video para empleo en el aula

Finalmente, María Luisa Sevillano concluye:

"El video con sus elementos conformadores, como son la palabra, la imagen, el sonido y sus características importantes: la trasnportabilidad e integrabilidad, lo convierten en un soporte de mensajes idóneo para establecer un puente y nexo profesores-estudiantes de comunicación directa y en el momento deseable en los sistemas… de educación a distancia." (Sevillano, 2004))

Es probable que existan propuestas, tanto como haya autores o pedagogos que las hagan, lo que nos enseña esto es que las posibilidades de la televisión y el video son tan amplias que sólo la tecnología, al parecer cada vez más sofisticada y precisa, puede ponerle límites.

  • E. Televisión en el Aula

Establecidas las diferencias que existen entre televisión educativa y televisión instruccional y más específicamente entre televisión instruccional y video instruccional, es preciso que nos refiramos brevemente a este último.

El video instruccional es aquel que se va a visionar en un aula de clases y cuyos propósitos de producción han sido dirigidos por los objetivos y contenidos de una asignatura que pertenece al currículum de la educación formal.

Este video, para funcionar científicamente, requiere que el aula cumpla, aparte de los adecuados niveles de comodidad, silencio e iluminación, con unos requisitos técnicos mínimos con relación, en primer término, al funcionamiento óptimo del sistema de reproducción (video caseteras o DVD) o al sistema de recepción (antenas), y en segundo lugar a la instalación de los monitores que se utilicen para visionar el programa durante la clase.

Dice Cabero sobre la ubicación de los monitores o televisores:

"…se situarán en los ángulos y laterales de la clase, de espaldas a las entradas de luz y a unos 90 cm de altura de la línea de visión de los alumnos sentados. La distancia mínima y máxima del receptor viene determinada por el tamaño del mismo, suele darse como distancia óptima las que resultan de multiplicar la diagonal de la pantalla por tres y por cinco. La primera nos indicará la distancia mínima a la que debe situarse la primera línea de receptores, y la segunda, la última; estando entre ambas distancia el intervalo correcto de observación… El volumen, tono, contraste y brillo deben ser adecuados." (Cabero, 2004)

Resulta preciso recalcar que los estudiantes de las escuelas en estudio, a saber, El Arado, El Límite y Lomas del Naranjo reciben el programa por televisión abierta, de tal forma que en este caso, el video es emitido a muchos kilómetros de distancia y recibido simultáneamente por todas las escuelas bajo este sistema, de esta manera resulta imposible detenerlo, adelantarlo, retrocederlo o repetirlo.

Es importante esta aclaración porque el video en el aula, si se tratase de un casete o un DVD, sería objeto de todas estas posibilidades y de visionarse al principio, al medio o al final de la clase. Por este motivo, el programa de televisión de Telesecundaria en Panamá, a través de RTVE Canal Once, se visiona al principio de la clase, sin que esto pueda ser alterado.

F. Producción del video educativo

Antes de realizar el planteamiento concreto de un programa de televisión para el aula, es prudente escuchar lo que al respecto propone Cabero:

"Debe quedar claro desde el principio que las estrategias que se utilicen para el diseño de los programas se encuentren fuertemente relacionadas por una serie de variables, como por ejemplo: la edad de los receptores, la experiencia que posean en la interacción con los sistemas simbólicos de los medios, los contenidos a transmitir, las habilidades cognitivas de los receptores, los objetivos que se persigan, y en líneas generales el papel que la televisión llegue a desempeñar en el currículum." (Cabero, 2004)

El video escolar, coinciden casi todos los autores que tratan el tema, debe ser, ante todo, un "buen video"…

"…porque debe lograr captar toda la atención del receptor. Para ello se necesita ahondar en el dominio del lenguaje audiovisual y tener creatividad e imaginación para dar forma a los contenidos que mantendrán enganchada a la audiencia, movilizando sus conocimientos, percepciones, sentimientos…" (Anónimo, 2005)

Asimismo, esos autores (Anónimo, 2005) proponen que este tipo de videos deben tener por lo menos tres características fundamentales:

  • Una función empática, en donde el espectador se reconozca en las situaciones y se involucre en ellas.

  • Debe problematizar los contenidos, en donde se deje un espacio abierto a la crítica.

  • Debe fortalecer los conocimientos previos y fortalecer los aprendizajes significativos.

Como todo video, el instruccional requiere de un esfuerzo de producción. Un equipo de realización que estará encabezado por una persona que según el país se le llamará director o productor y que tendrá en sus manos la responsabilidad de la realización del programa instruccional. Sin embargo, este tipo de producciones implica que el equipo de preproducción, al menos, debe ser multidisciplinario.

"En la realización de un programa televisivo escolar, debe de confluir en un equipo… de expertos… compuesto como mínimo por tres tipos de profesionales: técnicos en el medio televisivo y en sus lenguajes, profesionales de diseño didáctico con medios de enseñanza, y expertos en contenidos a transmitir." (Cabero, 2004)

Luego de la definición del público objetivo al que se le preparará el material, las tareas de este equipo de realización son esencialmente las tres clásicas:

  • Preproducción

  • Realización o producción

  • Post producción

Esto se puede desglosar en las siguientes actividades básicas:

En el primer momento, es decir, durante la preproducción, se delimita el proyecto y se establecen los objetivos por temas; se observan las posibilidades de realización y se da lugar a la investigación del material que nutrirá el contenido. Se requiere que cada tema debe tener una sinopsis que incluye contenidos, estructura y tratamiento, para luego redactar los guiones literario y técnico.

En esta etapa, la NHK de Japón (CETE, 1995), vinculada a la producción de Telesecundaria desde 1991, propone las siguientes tareas:

1. Planeación

Investigación y reunión de información, etapa que incluye, aparte de la investigación biblio – videográfica, asesoramiento con científicos conocedores del tema y entrevistas con estudiantes del nivel al cual se le dirigirá la producción, con el fin de saber qué piensan ellos sobre el tema; posteriormente se redacta la sinopsis, la cual dará la estructura al programa y en donde se verifica si la información y los tiempos asignados a cada segmento son los correctos.

En esta etapa también se realizará la búsqueda de locaciones, el diseño y confección de escenarios, el establecimiento del equipo de actores, presentadores y locutores y la localización y/o confección de accesorios.

Otros autores (Anónimo, 2005) incluyen, además, tener en cuenta realizar el presupuesto de la producción; precisar el financiamiento del proyecto y confeccionar un plan de producción (horarios y tareas) y un plan de rodaje, calendarizando cada escena en su lugar y hora.

2. Producción

El segundo paso corresponde a la realización o producción del video. En este aspecto, la NHK (CETE, 2005) propone grabar locaciones en base a la sinopsis y luego de redactado y revisado el guión, realizar la grabación en el estudio.

Es necesario sostener, previo a la grabación, una reunión con todo el equipo técnico a fin de verificar el buen estado del equipo. Es necesario, sobre todo al trabajar en locaciones, haber realizado todos los registros de audio y la tomas de apoyo posibles (ambientales, de contexto y de refuerzo). Haber dejado contactos y una buena imagen en el lugar donde se ha trabajado siempre resulta provechoso en el futuro.

3. Post producción

Finalmente se llega a la post producción en donde se realiza la edición y el montaje de títulos, gráficos, animaciones, musicalización, voces, etc. Este trabajo está fundamentado en el guión y en base a él se estructurarán imágenes, sonidos y efectos.

G. La Televisión Instruccional en Panamá

En vista de que Telesecundaria se transmite a través de RTVE Panamá, Canal Once de televisión abierta, es oportuno conocer las generalidades históricas de este importante medio de comunicación.

Desde 1971, en Panamá se contaba con un espacio dedicado a la educación, producido por Radio Educativa, del Ministerio de Educación, que transmitía sus programas a través de la emisora estatal Radio Libertad.

Paralelamente a Radio Educativa, surge en la Universidad de Panamá, en 1971, el Canal 6 de Televisión Universitaria. Bajo la premisa de la utilización del medio de comunicación televisión como vehículo destinado a la educación y mejoramiento cultural de todos los panameños, siendo administrada, operada y financiada por el Estado. Asimismo, se hacía constar que la televisora debía adquirir y emitir programas de acuerdo a las políticas nacionales de educación y formación cultural de los ciudadanos escolares y no escolares.

Esta televisora transmitía en circuito cerrado a algunas unidades académicas de este centro de estudios superiores y sólo proporcionaba apoyo algunas carreras que se ofrecían en la Universidad de Panamá. (Debemos recordar que en ese momento todavía la tecnología del video no se había desarrollado lo suficiente como para desplazar a la televisión en directo de las aulas.)

Conociendo la afinidad de funciones de ambas unidades, las autoridades educativas tanto del Ministerio de Educación como de la Universidad de Panamá, deciden unificar los recursos dispersos en los dos entes y se crea la Radio y Televisión Educativa con el fin de ofrecer un medio de comunicación educativo que respondiera a las necesidades del país. Cada institución aporta el personal, medios económicos y el apoyo institucional necesario para su funcionamiento.

El Ministerio de Educación, por su parte, se compromete a la asignación del 7.5% del impuesto del Seguro Educativo, según el Decreto de Gabinete N° 168 del 27 de julio de 1971.

Desde 1974 hasta finales de la década de 1980, Radio y Televisión Educativa recibió asistencia técnica del Japón mediante el envío de asesores y de otorgamiento de becas a algunos miembros del personal del canal para adiestramiento en ese país, aparte de la donación de equipos mucho más modernos a los que en ese momento tenía la televisión panameña.

En el periodo 1973 – 1976 Radio y Televisión Educativa TV-U Canal 6 funcionó como un Centro de Producción de material educativo y cultural que llegaba a la tele audiencia a través de los canales comerciales 2 y 4 de televisión abierta, en forma de series especialmente confeccionadas para emitirse allí.

La producción para Radio continuó hasta fines de 1976, cuando Radio Libertad suspendió los espacios cedidos a Radio Educativa. En ese momento se decidió concentrar todos los recursos y esfuerzos hacia el componente televisivo.

En diciembre de 1977 se emiten tres programas de prueba en la frecuencia de Canal Once de televisión abierta y con cobertura metropolitana (sólo la ciudad de Panamá.)

En enero de 1978 se iniciaron las transmisiones formales bajo la denominación de Telexperimental. Al principio se emitía una vez a la semana, frecuencia que se aumentó en julio de ese año a dos días a la semana en el siguiente horario: viernes de cuatro de la tarde a siete de la noche y sábados de cuatro de la tarde a ocho de la noche.

Poco a poco, Canal Once llegó a tener una programación regular, gracias a convenios que realizó con países como México, España, Japón y la Radio y Televisión Italiana y al incremento sustantivo de la producción local.

Hacia principio de los años ochenta del siglo pasado, incorporó tecnología de punta y construyó el estudio mejor equipado del país, lugar que ocupó durante casi una década.

Se trasladó a su nueva sede en Curundú en el año 2000 y comenzó, en ese mismo año, la puesta en marcha de su cobertura nacional, la cual no concluye aún, pero que ya cubre toda la provincia de Panamá, Colón, Darién, parte de Chiriquí y Bocas del Toro.

Como se deja ver, en ningún momento canal Once y luego RTVE Panamá fue considerado un canal escolar, sino más bien un canal de tipo educativo, según la definición que arriba se ha expuesto. No obstante, luego de la firma del Acuerdo de Cooperación en Materia de Educación a Distancia, entre México y los países de Centro América y Panamá, en 1996, nuestro país inició las transmisiones de Telesecundaria a través de este canal de televisión, con lo cual incorporó a su programación las seis horas de este programa escolar. De esta manera, RTVE Panamá, de las 17 horas diarias de transmisión, dedica aproximadamente un 30% (seis horas) a Telesecundaria, convirtiéndose en un canal parcialmente escolar.

  • La Telesecundaria

La historia de Telesecundaria se inicia en México en 1968, durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, al crearse la Dirección de Educación Audiovisual, como se le llamó al principio. El programa comenzó con 304 escuelas, con una imagen en blanco y negro que era transmitida por los canales estatales de televisión abierta 7 y 11 y sus repetidoras.

En un principio, las transmisiones se realizaron en vivo, pero debido a los inconvenientes que conlleva esta tarea y a los múltiples errores que se cometían, se decidió grabar y editar los programas. (González, 1998) Técnicamente, este fue su primer gran avance, en la medida en que se incrementaba el número de escuelas.

Durante el sexenio presidencial de Miguel de la Madrid (1982 – 1988) se inician las transmisiones por satélite y se da cobertura a todo el territorio mexicano. Sin embargo, no es hasta el sexenio siguiente, cuando se privatizan los canales estatales 7 y 11 y Telesecundaria,

"…con el empleo de los últimos avances tecnológicos y lo más sofisticado en telecomunicaciones… dotó a los once mil planteles escolares de Telesecundaria de antenas parabólicas, con modernos aparatos receptores que reciben la señal codificada, digitalizada y comprimida… con siete canales que transmiten programas educativos y culturales." (González, 1998)

En base a un estudio realizado por Moura, Wolf y García (2005), a finales del siglo pasado el sistema Telesecundaria tenía incorporadas 14,101 escuelas en México, con 42,615 profesores, cada uno de ellos con un promedio de 22 estudiantes. En la actualidad se estima en más de un millón el número de estudiantes que asisten a este programa de educación formal en la república mexicana lo que equivale a cerca del 20% del total de jóvenes matriculados entre los grados 7º a 9º.

La Secretaría de Educación Pública de México proclama que Telesecundaria es una modalidad que:

"…se ha consolidado como una de las más eficaces para la ampliación de la cobertura y la búsqueda de la equidad en el acceso de la educación de este nivel" (Quiroz Estrada, 2003)

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