- Resumen
- Introducción
- Orígenes y evolución de las bibliotecas y la formación de sus profesionales en Cuba. Las bibliotecas escolares
- Bibliotecas escolares. Su trabajo Metodológico
- El empleo de la obra martiana a través de los planes de estudio en las bibliotecas escolares
- Fundamentos teóricos del sistema de actividades
- Estructura del sistema de actividades
- Descripción de las actividades
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
Los objetivos del Currículo de la Biblioteca Escolar tienen como punto de partida los objetivos de las educaciones y las características de cada grado. Este reto presupone la preparación de las bibliotecarias para establecer un ambiente apropiado en el desarrollo de habilidades e intereses, organizar los materiales para que tengan un fácil acceso para el estudio individual y colectivo, desarrollar aptitudes para la lectura, opinar y evaluar la información, enseñar como utilizar fuentes externas para la información adicional, poner a disposición de los maestros todo tipo de material para apoyar los objetivos de los planes y programas de estudio, así como tener en cuenta las perspectivas esenciales para su desempeño, aspecto en el que quedan aun grandes deficiencias .
Lo anterior implica la búsqueda de vías y procedimientos para la preparación del personal bibliotecario para afrontar el papel que debe desempeñar el Sistema de Información en la actualidad. He ahí la necesidad de elaborar propuestas.
Introducción
En Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en Política Educacional, tesis V: Organización y Funcionamiento del Sistema Nacional de Educación en el subsistema f, la formación del Personal docente se expresa: ¨La formación, superación y perfeccionamiento de dicho personal es decisiva para el mejoramiento cualitativo de la enseñanza por lo cual el Ministerio de Educación adoptará las medidas correspondientes en su atención sistemática permanente y efectiva¨,[1] política educativa que se extiende también a las bibliotecarias como miembros del colectivo docente de los centros escolares.
En el contexto de las transformaciones de la escuela cubana del siglo XXI la labor que debe desarrollar la bibliotecaria escolar en las educaciones constituye un elemento básico para el proceso educativo. Los objetivos del Currículo de la Biblioteca Escolar[2]tienen como punto de partida los objetivos de las educaciones y las características de cada grado, pero específicamente se centran en las actividades y servicios que se ofrecen principalmente en las bibliotecas que permiten desarrollar habilidades para la recopilación, utilización y formas de compartir la información. En todo momento se apoya el desarrollo del proceso para producir el enriquecimiento espiritual, para el perfeccionamiento del trabajo independiente con las fuentes de información.
Este reto presupone la preparación de las bibliotecarias para establecer un ambiente apropiado en el desarrollo de habilidades e intereses, organizar los materiales para que tengan un fácil acceso para el estudio individual y colectivo, desarrollar aptitudes para la lectura, opinar y evaluar la información, enseñar como utilizar fuentes externas para la información adicional, poner a disposición de los maestros todo tipo de material para apoyar los objetivos de los planes y programas de estudio, así como tener en cuenta las perspectivas esenciales para su desempeño, aspecto en el que quedan aun grandes deficiencias .
Lo anterior implica la búsqueda de vías y procedimientos para la preparación del personal bibliotecario para afrontar el papel que debe desempeñar el Sistema de Información en la actualidad. No obstante la realización de múltiples acciones para la preparación de las bibliotecarias escolares y a pesar de toda la promoción de la vida y obra de José Martí que realiza la biblioteca escolar cubana para "Fortalecer el estudio y el conocimiento del pensamiento de José Martí en las clases y Aulas Martianas para propiciar el desarrollo de convicciones revolucionarias y antiimperialistas y la formación ética y estética de las bibliotecarias"[3], los autores consideran que todavía subsisten problemas en la preparación de las bibliotecarias escolares de la Educación Primaria para el empleo de la obra martiana.
En correspondencia con el problema planteado el objetivo propuesto ha sido elaborar un sistema de actividades metodológicas para la preparación de las bibliotecarias escolares de la Educación Primaria para el empleo de la obra martiana.
DESARROLLO
Orígenes y evolución de las bibliotecas y la formación de sus profesionales en Cuba. Las bibliotecas escolares
Las bibliotecas, en su calidad de depósitos de información escrita, surgieron en los momentos en que nació la escritura misma: aproximadamente entre los años 3000 y 2000 a.C., en el antiguo Oriente. Durante la Edad Media la producción de libros se llevaba en los llamados scriptorium y los monasterios fueron los depositarios de muchos textos de carácter científico y de colecciones de libros que fueron copiados y conservados pero a los que no tenían accesibilidad ni los propios monjes.
Con la invención de la imprenta en el siglo XV fue mayor la accesibilidad a los libros y a la lectura aumentó. Durante los siglos XVII y XVIII empezaron a crearse bibliotecas nacionales en toda Europa, mérito que no fue extensivo a España, cuyo número insuficiente de bibliotecas influyó en la escasez de estas en sus colonias de Latinoamérica, a pesar de esto a lo largo del siglo XIX, empezaron a fundarse bibliotecas públicas y nacionales en todos ellos, apoyado por los movimientos educativos, pedagógicos y filosóficos de estos países, que se ocuparon de la multiplicación, el cuidado y las dotaciones de las bibliotecas nacionales y de las bibliotecas populares.
En Cuba, la primera noticia que se tiene de una biblioteca, se halló en el testamento Nicolás Estebes Borges[4]en una de cuyas disposiciones demandaba: "declaro que tengo una librería de mil cuerpos de libros poco más o menos, quiero y es mi voluntad que esta se coloque en la Iglesia Parroquial de esta Ciudad en la parte y lugar donde más bien les pareciese a sus Señorías Ilustrísimas y dicho Señor Maestro de Campo Gobernador, entregándola con cuenta y razón a algún eclesiástico que cuide de ella para que se valgan los requeridos y amados predicadores y teólogos y si hubiese Iglesia Catedral en esta ciudad se mude para ella para dicho efecto".[5] Argumento que denuncia que las primeras bibliotecas cubanas denominadas "librerías" fueron particulares y carecían de uso social y en cuyos volúmenes predominaba el tema religioso, en su generalidad eran libros extranjeros, mayormente españoles y, en otros casos, en lengua latina, porque en Cuba todavía no existía una imprenta. A pesar de las referidas características, que matizaron la casi nula actividad bibliotecaria en los siglos XVI y XVII, existe información que manifiesta el interés de España por conservar los documentos antiguos de la Isla.
En el siglo XIX llamado por la estudiosa del tema Nuria Pérez Matos "principio de la catalogación moderna"[6], mientras que en el mundo bibliotecológico se realizaban renovaciones técnicas, en Cuba se vivía aún bajo el régimen colonial y los avances de la actividad informativa eran lentos en comparación con sus progresos en el continente europeo, esto estuvo además influenciado por las luchas por la independencia nacional del colonialismo español que se desarrollaron en la isla en la segunda mitad de esa centuria, esto no demerita la labor de un grupo de intelectuales y patriotas que formaron la Junta Organizadora de la Biblioteca y Museo Nacionales de la Isla de Cuba. Aunque existía la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País, primera Biblioteca Pública de Cuba fundada en junio de 1793 en La Habana, pilar de la identidad cultural cubana, que mantuvo las mejores tradiciones de la isla, y que contribuyó a la formación de la conciencia ciudadana y la consecución de los más altos ideales de la sociedad de la época. Esta sirvió de núcleo a las bibliotecas nacionales en la gran mayoría de Ibero América.
En Cuba en el período se crearon, además, la Biblioteca del Liceo de La Habana (1844), la Biblioteca de la Universidad Pontificia de San Jerónimo de La Habana (1846), la Biblioteca de la Escuela General Preparatoria (1855), la Biblioteca de las Escuelas Profesionales (1863), la Biblioteca del Colegio de Segunda Enseñanza San Anacleto (1871), la Biblioteca de la Asociación y Dependientes del Comercio (1885). La Biblioteca Elvira Cape, en Santiago de Cuba, fue fundada durante la intervención norteamericana en 1899. Hasta que en 1901 se fundó la Biblioteca Nacional de Cuba con carácter independiente, institución que constituyó un eslabón en el desarrollo bibliotecario cubano.
El desarrollo de actividades informativas como: actividad bibliotecaria, actividad archivística y actividad bibliográfica, constituyen antecedentes sobre la formación profesional del bibliotecario a partir de dos proyectos de ley; uno en 1919, presentado al Senado por el Dr. Cosme de la Torriente, entonces senador de la República, que perseguía como objetivos: dotar a la Biblioteca Nacional, a la Biblioteca de Matanzas y al Archivo Nacional de edificios adecuados para que estas instituciones puedan llenar cumplidamente su alta misión educativa y social; promover la creación de Bibliotecas Públicas en toda la extensión de la República por ser de absoluta necesidad su establecimiento para la educación y cultura del pueblo y formar el personal técnico, debidamente preparado para el servicio de estas Bibliotecas Públicas y de las demás que dependen del Gobierno, a cuyo fin se propone la creación de una Escuela de Bibliotecarios y Archiveros"[7]. Y otro en 1927 sobre una reforma del plan de estudios de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana, mediante el cual se crearía en dicha Facultad el Instituto de Técnica de Bibliotecas que pretendía graduar bibliotecarios con una sólida formación en Literatura, Historia y otras disciplinas humanísticas, se impartirían once disciplinas con fines eminentemente culturales, proyecto que no se materializó.
No es hasta el año 1936 que se inicia el primer curso de Bibliotecología en Cuba, organizado por María Villar Buceta, quien le denominó "Curso de Iniciación Biblioteconómica", en el Liceo de La Habana con dos clases por semana, de una hora de duración, en 24 lecciones orales y prácticas de junio a agosto. Se impartieron asignaturas técnicas como Clasificación, Catalogación, etcétera, hasta Psicología del lector, Encuadernación, Lenguaje y Escritura, Musicalia, Mapoteca y otras[8]Pero no es hasta que se celebran las primeras asambleas de bibliotecarios de Cuba y se crea la Asociación que los representa, que sus miembros deciden la creación de una Escuela de Bibliotecarios de carácter permanente, cuyas primeras clases fueron de marzo a mayo de 1940.
Durante toda la década del 40 del siglo XX se impartieron varios cursos de superación del personal bibliotecario que llenaron un poco el vacío y la falta de sistematicidad con que se mantenía la enseñanza bibliotecológica en Cuba hasta entonces pero no resultaron ser el ideal que pretendían los profesionales dedicados a la educación.
No fue hasta el 29 de mayo de 1947, que la Facultad de Filosofía y Letras aprueba el plan para la creación de una escuela de Bibliotecarios anexa a la Facultad, no es hasta junio de 1950 que se aprueba definitivamente. Por otra parte, el 13 de septiembre de 1950 se inició el curso de la Escuela Cubana de Bibliotecarios que funcionó en la Sociedad Económica de Amigos del País.
Es criterio de las autoras de esta tesis que la formación del bibliotecario en Cuba antes del triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959 estuvo fuertemente condicionada por la situación socioeconómica de la isla que primero fue colonia de España durante cuatro siglos y pasó durante toda la primera mitad del siglo XX a ser neocolonia de los Estados Unidos de América, opresores a los que no les interesaba el desarrollo informativo y cultural del país.
A partir del triunfo de la Revolución el gobierno revolucionario enfrentó una serie de iniciativas para fortalecer el sistema bibliotecario cubano: la fundación del Instituto de Información Científica y Técnica (IDICT), la creación de escuelas y programas para formar técnicos para las bibliotecas y otros tipos de instituciones de información, hasta llegar a la institución de una nueva carrera universitaria acorde con la actualidad bibliotecológica e informativa a nivel mundial. Los primeros pasos de la revolución triunfante se dirigieron, sin lugar a dudas, hacia el nivel educacional y cultural de la población.
En este sentido y teniendo en cuenta a quien están dirigidas las bibliotecas, estas pueden ser:
Nacionales (que guardan manuscritos y grabados antiguos y todas las publicaciones impresas en el país).
Universitarias (dirigidas a bibliotecarias y docentes de las distintas facultades)
Públicas (donde se pueden consultar enciclopedias, libros, de divulgación, publicaciones periódicas, videos, discos, y que disponen de secciones para niños y jóvenes). Ambulantes (dirigidas a satisfacer las necesidades de quienes por distintos motivos no pueden disponer de una biblioteca popular cercana)
Escolares (ubicadas generalmente en los centros de enseñanza como complemento de la educación).
Esta diferenciación permitió la formación del técnico medio bibliotecario según el tipo de biblioteca: la Escuela Nacional de Técnicos de Bibliotecas (ENTB) del Ministerio de Cultura para la Red de Bibliotecas Públicas, la antigua Escuela de Técnicos de Bibliotecas del Ministerio de Salud Pública, que dejó de funcionar a finales de la década de los 80 y la Escuela de Bibliotecarios Escolares del Ministerio de Educación que formaba bibliotecarias escolares en quienes se encierra el campo de acción la presente investigación, específicamente en su preparación..
Bibliotecas escolares. Su trabajo Metodológico
En Cuba las bibliotecas escolares surgen como sistema después del triunfo de la Revolución, en 1960, cuando por ley se crea en el Ministerio de Educación un departamento de bibliotecas escolares con la encomienda de establecer una red de bibliotecas que empieza por la Educación Primaria. Esta red se extendió, desde1968, al nivel medio de educación y a la educación de adultos. El trabajo de esta se rigió inicialmente por Resolución Ministerial N. 729 / 80. Reglamento de las Bibliotecas Escolares y finalidad esencial es la formación de hábitos de lectura.
Como parte integrante de la escuela, la biblioteca escolar es su centro de documentación e información, bibliográfica y audio visual. El escolar en ella adquiere hábitos, habilidades y destrezas en el manejo y uso del libro y la biblioteca.
En las bibliotecas escolares se desarrolla el interés y el gusto del lector, su aptitud de seleccionar los textos, de sacar provechos de ellos y de hacer un examen crítico de lo leído, adquiriendo la costumbre de leer para su información y placer, aspecto que se cumple a través del Programa Nacional por la lectura que tiene como objetivos:
– Fortalecer el lugar y papel que ocupan las escuelas, las bibliotecas vinculadas a la promoción del libro y la lectura.
– La utilización de las posibilidades que ofrecen los programas de estudio del MINED para situar al libro y la lectura en su justa significación.
– Desarrollar cada año el Concurso Leer a Martí convocado por la Biblioteca Nacional José Martí, el MINCULT, la Oficina del Programa Martiano y el MINED.
Las bibliotecas deben promover el libro y la lectura. En este ejercicio se promueve la vida de José Martí a través de su obra.
Según el Manifiesto de la UNESCO sobre la Biblioteca Escolar[9]está concebido como un espacio de aprendizaje, debe responder a los siguientes objetivos:
– Proporcionar un continuo apoyo al programa de enseñanza y aprendizaje e impulsar el cambio educativo.
– Asegurar el acceso a una amplia gama de recursos y servicios.
– Dotar a las bibliotecarias de las capacidades básicas para obtener y usar una gran diversidad de recursos y servicios.
– Habituar a los usuarios en la utilización de las bibliotecas con finalidades recreativas, informativas y de educación permanente.
Para alcanzar sus objetivos, la biblioteca escolar debe cumplir las siguientes funciones:
– Recopilar toda la documentación existente en el centro, así como los materiales y recursos didácticos relevantes, independientemente del soporte.
– Organizar los recursos de tal modo que sean fácilmente accesibles y utilizables. Hacer posible su uso cuando se necesiten, mediante un sistema de información centralizado.
– Establecer canales de difusión de la información en el centro educativo, contribuyendo a la creación de una fluida red de comunicación interna.
– Difundir entre alumnos y profesores información en diferentes soportes para satisfacer las necesidades curriculares, culturales y complementarias. Ofrecerles asistencia y orientación.
– Constituir el ámbito adecuado en el que los alumnos adquieran las capacidades necesarias para el uso de las distintas fuentes de información.
– Colaborar con los profesores para la consecución de los objetivos pedagógicos relacionados con este aspecto.
– Impulsar actividades que fomenten la lectura como medio de entretenimiento y de información.
– Actuar como enlace con otras fuentes y servicios de información externos y fomentar su uso por parte de alumnos y profesores.
Para cumplir con las orientaciones sobre el trabajo en la biblioteca escolar se ha organizado el Trabajo Metodológico en el Sistema de Información para la Educación: vía estratégica por medio de la cual se orienta desde los métodos hacia las formas concretas con que se debe actuar para lograr los objetivos aspirados con el Currículo de la Biblioteca Escolar para profesionalizar al bibliotecario y se concreta en la estructura de un conjunto de acciones planificadas que consideran las condiciones dinámicas en que se dan los procesos evolutivos de lo docente educativo, en interacción de la información y la actividad científico investigativa.
El trabajo metodológico tiene que permitir alcanzar la concepción estratégica propuesta teniendo como punto de partida el diagnóstico actual del estado deseado y una clara visión de futuro, así como actúa en las formas de proceder de los profesionales del Sistema y de estos a los docentes y funcionarios. El trabajo metodológico comprende las acciones que parten de la concepción estratégica y la logran, aportando métodos, procedimientos, formas de utilización de los medios al alcance, con las diferentes fuentes en que se presenta la información y permite decidir la consecución de las tareas que logran la unidad del Sistema.
En el contexto de las transformaciones en la escuela cubana actual la labor que tiene que desarrollar el bibliotecario escolar en las enseñanzas, constituye un elemento básico en el proceso docente educativo, en tal sentido los objetivos del actual Currículo de la Biblioteca Escolar[10]tienen como punto de partida los objetivos de las educaciones y se asocian a las características de cada grado, para la Educación Primaria específicamente se centran en las actividades y servicios que se ofrecen a las bibliotecarias que le permiten desarrollar habilidades para la búsqueda, recopilación, utilización y formas de compartir la información.
La actividad bibliotecaria, así como el estudio teórico de esta disciplina no puede orientarse sólo hacia procesos netamente técnicos y normalizativos de descripción bibliográfica para la recuperación de la información, debe considerar, además, algunas cuestiones relativas a los actores que intervienen en ella, sobre todo al bibliotecario que, "es un sujeto social con sus valores y cosmovisión puestos en juego en contextos donde priman las relaciones intersubjetivas …, sus acciones afectan a las comunidades y, al mismo tiempo, es afectado por ellas, en los procesos de intervención y transformación socio-cultural".[11]
La participación de los hombres en las distintas esferas de la actividad humana contribuye y condiciona su formación. Se asume en esta tesis a las bibliotecarias escolares como seres activos en su relación con los objetos que las rodean. Esta condición se manifiesta en el proceso del conocimiento, en que el sujeto refleja de modo activo a través de sus relaciones y los objetos que lo circundan. Las bibliotecarias escolares, bajo este enfoque pueden obtener conocimiento por sí, y pueden perfeccionar su labor, su condición profesional y humana.
La unidad de la teoría y la práctica desempeña un importante papel en el conocimiento del mundo, lo cual fue argumentado por Lenin al plantear la importancia que esta tiene en el proceso de obtención del conocimiento: "De la contemplación viva al pensamiento abstracto y de esta a la práctica; tal es el camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva" [12]
Carlos Marx en sus Tesis sobre Feuerbach fundamentó que la esencia del hombre está en el conjunto de las relaciones sociales a través de las cuales se educa. En ese sentido define que "… la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es en su realidad el conjunto de relaciones sociales." [13]
La condición de la estructura social, su dinámica de relaciones y tendencias de desarrollo responden al condicionamiento que establece una época y un contexto específico, en la que se interrelacionan comunidades más o menos estables de hombres pertenecientes a diferentes esferas de la vida social. Lo que hace posible su preparación para enfrentar la vida. Cada sociedad y época prepara al hombre de acuerdo a sus necesidades, de este modo el mismo se presenta como resumen de la cultura acumulada y como expresión de los valores, los sentimientos, la noción de la justicia y la percepción del mundo, de la sociedad y del propio hombre inserto en ellas. El término preparación según (Diccionario de la Lengua Española, 2003), "es la acción o efecto de preparar o prepararse; saber qué uno posee en determinada materia".
A criterio de las autoras según los niveles de crecimiento y desarrollo alcanzados en la educación en Cuba, se exige cada vez más de la preparación de los educadores, entre los que se encuentran las bibliotecarias escolares, de modo que sean capaces de enfrentar de manera creadora los problemas que se les presentan en su desempeño profesional. Uno de los problemas más agudos y complejos que deben afrontar en la actualidad los centros educacionales es dar respuesta al cuestionamiento sobre la calidad de la educación lo que ha motivado un debate sobre los docentes y su preparación permanente.
En Cuba se han transformado las concepciones sobre los profesionales de la educación y su preparación, por lo que se ha alcanzado un mejoramiento profesional y humano, mediante la reflexión, sobre y desde la práctica en el contexto de la actuación profesional. Además, existe la voluntad política de situar a la educación al más alto nivel de los nuevos tiempos, acorde con el pensamiento martiano.
La calidad de la educación requiere de "profesionales comprometidos, protagonistas de su práctica, capaces de determinar y resolver problemas relativos al desempeño del rol profesional pedagógico"[14]. La formación del personal docente en Cuba después del triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959 ha transitado por diferentes etapas que les han permitido una preparación continua, en correspondencia con el propio desarrollo de la educación, de las ciencias en general y de las necesidades que esto ha generado, y de esto no han estado exentas las bibliotecarias escolares.
Por las propias características de las bibliotecarias escolares su preparación no puede desligarse de la que debe poseer cualquier docente del Ministerio de Educación cubano para su superación postgraduada y para el trabajo metodológico. El conjunto de formas de preparación postgraduada y de trabajo metodológico, a criterio de las autoras deben conformar un sistema que garantice la preparación de las bibliotecarias escolares para el cumplimiento de sus funciones.
Según (Resolución Ministerial No. 119 / 08), se entiende por preparación del maestro a la superación y ayuda metodológica sobre el contenido y la didáctica que reciben de los colaboradores, jefes de ciclo, metodólogos integrales y responsables de asignatura[15]
Esta funciona a partir del siguiente orden desde la preparación y ayuda metodológica municipal, a nivel de centro, en el colectivo de ciclo y por grados. También se tiene en cuenta la auto preparación que realiza el docente. Se incluye además en esta preparación y ayuda metodológica la utilización de casettes metodológicos, software educativo (Colección Multisaber), las orientaciones metodológicas, programas, bibliografías localizadas relacionadas con la obra martiana. .
El sistema de trabajo metodológico se orienta fundamentalmente a las acciones de preparación y de ayuda metodológica siguiente:
1. La orientación cultural e ideológica del contenido, lo que significa revelar el potencial de ideas e influencias educativas, basadas en la tradición de la pedagogía cubana y cultura universal de las asignaturas para la formación integral de los educandos.
2. El dominio del contenido de los programas, métodos y procedimientos que permitan la dirección eficaz del aprendizaje, el desarrollo de habilidades, la educación para la salud y su contribución a la calidad de vida y a la formación de los educandos a partir del sistema de medios de enseñanza, con énfasis en los libros de texto, los cuadernos de trabajo, tele clases y los software educativos.
3. El vínculo del estudio con el trabajo a través del contenido de los programas.
4. La concreción de los programas directores a través del contenido de las diferentes asignaturas.
5. Los nexos interdisciplinarios entre las asignaturas.
6. La concreción de la orientación profesional pedagógica y hacia diferentes profesiones.
7. La preparación para la ejecución del trabajo preventivo a partir del dominio del diagnóstico integral del educando.
8. La preparación para la realización de los procesos fuera del contexto del aula y la atención a niños con necesidades educativas especiales en la educación primaria.
Este sistema se concreta en las formas fundamentales del trabajo docente-metodológico:
a) Reunión metodológica. Dedicada al análisis, el debate y la adopción de decisiones acerca de temas vinculados al proceso pedagógico para su mejor desarrollo. Se realizan al menos, dos en el curso; las dirigen: jefes de ciclo, profesores de experiencia.
b) Clases metodológicas. Mediante la explicación, la demostración, la argumentación y el análisis; orienta al personal docente, sobre aspectos de carácter metodológico que contribuyan a su preparación para la ejecución del proceso pedagógico. Estas pueden tener carácter demostrativo o instructivo.
Se realiza fundamentalmente en los colectivos de ciclos, consejos de grados.
c) Clase abierta. Es la observación colectiva a una clase con docentes de un ciclo, grado, en un turno del horario docente; en ella se orienta la observación hacia el cumplimiento del objetivo propuesto en el plan metodológico con el fin de demostrar cómo se debe desarrollar el contenido.
d) La preparación de asignatura. Garantiza, previo a la realización de la actividad docente, la planificación y organización de los elementos principales que aseguran su desarrollo eficiente.
e) El taller metodológico. Se realiza en cualquier nivel de dirección con los docentes y en el cual, de manera cooperada, se elaboran estrategias, alternativas didácticas, se discuten propuestas para el tratamiento de los contenidos y métodos y se arriba a conclusiones generalizadas.
f) Visita de ayuda metodológica. Se realiza a cualquier docente, en especial a los que se inician en el grado, a los de poca experiencia, a los docentes en formación y se orienta a la preparación de los docentes en su desempeño.
g) La comprobación a clases. Con el propósito de valorar el cumplimiento de los objetivos metodológicos que se han trazado, el desempeño del docente o la calidad de la clase que imparte.
La tesis presentada por esta autora se sustenta en la psicología histórico cultural de esencia humanista basada en el materialismo dialéctico y particularmente en las ideas de L. S. Vigotsky y sus seguidores, en la que encuentran continuidad las fundamentales ideas educativas que constituyen las raíces más sólidas, históricamente conformadas por la sociedad cubana y le permiten ponerse a la altura de la ciencia psicológica contemporánea.
En la concepción histórico – cultural y en su concepto de la zona de desarrollo próximo se sustenta la idea de la apropiación de saberes de las bibliotecarias escolares quienes en estrecha relación, dinámica y compleja de lo interno (intrapersonal) y lo externo (interpersonal) en la trayectoria de su desenvolvimiento alcanzan su desarrollo, como un proceso mediado por la interacción de este con las diferentes vías que existen para su constante preparación con la ayuda de las figuras de la estructura de la Dirección Municipal de Educación encargadas de esta tarea y su actividad directa con los alumnos y maestros, que le permite ser evaluado y autoevaluarse, en el desarrollo alcanzado y potenciar nuevas situaciones de aprendizaje, porque las bibliotecarias escolares deben ser también constantes aprendices.
Para esto se tuvo en cuenta la Zona de desarrollo actual que se corresponde con los conocimientos que poseen las bibliotecarias escolares para el empleo de la obra martiana, adquiridos a través del currículo de la especialidad de la que es graduado, en este caso Licenciatura en Educación y el conocimiento alcanzado con su experiencia profesional, hasta llegar a la Zona de desarrollo próximo determinada por la distancia o diferencia entre lo que las bibliotecarias escolares son capaces de hacer por sí mismas, y lo que pueden hacer solas sobre la base de determinada ayuda de las estructuras antes mencionadas.
El empleo de la obra martiana a través de los planes de estudio en las bibliotecas escolares
José Martí constituye una síntesis de los pensadores cubanos que le precedieron, se irradia claramente en figuras del proceso revolucionario cubano del siglo XX y XXI, pero la condición mayor de este razonamiento está en la originalidad de sus concepciones y en la concreción de estas en la actividad práctica que realizó, por el amplio código de valores que dejó escrito para maestros y alumnos en su ideario pedagógico, cuestiones estas que le privilegian distinción para su legado al porvenir y para ser tomado como guía para la formación de las actuales y futuras generaciones de maestros.
Varios estudiosos de la vida y obra del Maestro han enunciado una serie de cualidades que reflejan evidentemente su grandeza y la necesidad de la aplicación de su pensamiento en la realidad actual..
Para el político y economista Carlos Rafael Rodríguez, José Martí es inabarcable[16]por las tantas y distintas aristas de su pensamiento, considera que fue siempre un moralista extraordinario, para quien en lo moral y el mejoramiento moral está una de las fuentes permanentes del desarrollo y del crecimiento humano, criterios con los que coincide las autoras, pues, para Martí, aunque dificilísima y pocas veces lograda, la tarea de todo ser viviente racional, es transformarse con el autoperfeccionamiento constante en hombre, en hombre revolucionario, en hombre nuevo.
En su discurso por el 80 aniversario de la caída de José Martí en Dos Ríos Armando Hart Dávalos define a Martí como el organizador de la guerra de independencia en Cuba, el más importante precursor de la lucha antimperialista en América, el más notable ideólogo político y social que ha dado este continente y que figura en la cúspide gloriosa de la gran patria latinoamericana[17]denominadores atribuidos por el radicalismo y la hondura de su pensamiento, por su vida consagrada a defender los intereses de la población más explotada, al logro de la independencia nacional en oposición al imperialismo norteamericano.
Para Hart, Martí forjó en el pueblo cubano una moral política, enraizada en lo más profundo de la conciencia social cubana, llevó la idea democrática al seno del pueblo compuesto por obreros, campesinos y capas medias explotadas y le fue posible por su sensibilidad individual y su gran humanismo revolucionario, hacía culto Martí a la dignidad plena del hombre, pero para ello era necesario unirse y organizar la guerra que culminara con la separación definitiva de España y el establecimiento de una república cuya ley primera fuera precisamente el culto a esa dignidad, aspectos estos que a criterio de las autoras son el sentido esencial de su pensamiento.
Cintio Vitier en sus estudios sobre la historia de la eticidad cubana[18]reflexiona y enuncia que en el transcurso de la formación de la nacionalidad cubana se destaca en lugar prominente la figura de José Martí Pérez por expresar sus ideas en actos de los que emana una obra ejemplar, destaca a José Martí como la prolongación de hombres de ideología como José Agustín Caballero, José María Heredia, Félix Varela Morales y José de la Luz y Caballero, que le brindaron una obra de creación a la que supo poner sus principios como la pureza de conciencia, la rectitud de su carácter, la claridad en las ideas de vivir y pelear por la honra colectiva, planteamientos originales que le fueron dados por las tendencias más sublimes de cubanos de pensamiento distinguido y que llevó hasta sus últimas consecuencias. Brinda desde su concepción original y militante de la vida humana la idea del completamiento del ser humano, que el hombre vaya asegurando su libertad espiritual en dos direcciones: hombres y pueblos, porque para Martí lo que el hombre halla cuando se libera de las penalidades, el odio y la obligación es el amor, que permite el conocimiento y el ejercicio de la justicia al darse al resto de los hombres en acciones superiores que lo impulsen a la cumbre.
Resalta Cintio Vitier en Martí la fundación de una ética revolucionaria que es la base de su doctrina política y social, ética que se fundamenta en principios claves: la continuidad y unidad de la lucha revolucionaria, el compromiso con los pobres de la tierra, el antirracismo, el antianexionismo y el antimperialismo, que le viene dada de los héroes y mártires, de los hombres, que antes que él, se enfrentaron al coloniaje español, por el cumplimiento del deber y el sacrificio y de una actitud política militante.
Este conjunto de ideas permite apreciar a Martí por el carácter de su obra humana, correcta, original y libre en conformidad con su actitud revolucionaria, equilibrio que permite el autoperfeccionamiento no solo de sí sino para la inserción en los demás, por lo que las autoras de esta tesis considera el estudio de su vida y obra, fundamento indispensable para la preparación de las bibliotecarias escolares de la Educación Primaria por la labor que realizan en el cumplimiento de su currículo de trabajo y por ser en la escuela promotoras de esta.
El pensamiento y la acción revolucionaria de José Martí se concretan en la realidad cubana definitivamente a partir del triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959. Solo en este momento su figura y su obra adquieren dimensiones precisas, acertado enfoque científico y vigencia con la realización en la práctica de sus más agudas previsiones.
El acceso masivo al estudio de su vida y su obra se produce también en este momento en que se hace realidad el programa del Moncada plasmado por Fidel en la Historia me absolverá.
Las Tesis sobre Cultura Artística y Literaria[19]plantean:
"El Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación brinda a los niños y jóvenes obras que les proporcionen impresiones artísticas duraderas, principalmente en el inicio del proceso de aprendizaje, durante su descubrimiento de las tradiciones nacionales, de las tradiciones revolucionarias del pueblo y lo mejor del legado artístico universal, contribuye a adoptar la concepción científica del mundo, ennoblecer el carácter y sentimientos de nuestros niños y jóvenes y les ofrece una orientación correcta para conducirse en nuestra sociedad.¨
Lo expresado se cumple con el estudio de la obra de José Martí que se presenta en los diferentes grados de la Educación General, Politécnica y Laboral, mediante el trabajo de la biblioteca, la creación de las Cátedras martianas, la Sociedad Cultural José Martí, los Seminarios Juveniles de Estudios Martianos se promueve su obra.
En el primer Congreso Nacional de Educación y Cultura, efectuado en La Habana en 1971, se dispuso la creación de los Seminarios Martianos, estos seminarios con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la vida y la obra de José Martí, indispensable para la comprensión cabal de la Historia de Cuba y cuyo legado antiimperialista y revolucionario contribuye a la formación de la juventud cubana en los principios y la moral socialista.
Compilados por Cintio Vitier aparecen en la década del 90 los cuatro Cuadernos Martianos para la Educación, llamados de ese modo porque contienen páginas escritas por José Martí que es el maestro mejor que han tenido y tienen los cubanos. El Cuaderno I para la enseñanza primaria, aparecen sus primeros escritos. A la madre, el soneto 10 de octubre, Abdala, textos de La Edad de Oro de Ismaelillo y de Versos Sencillos. En Cuaderno II para la Enseñanza Secundaria aparecen evocaciones martianas sobre los héroes, maestros, principios, sucesos y anécdotas de la guerra de los diez años, cuentos reales, cuentos de la guerra donde se fraguó la nación cubana. Aparecen además unas cartas preciosas las que Martí le escribió a María Mantilla. El Cuaderno III para el Preuniversitario y politécnicos, ofrece una nutrida selección de textos que les darán la medida del carácter fundacional de la obra de José Martí, desde la terrible experiencia del presidio político hasta la última carta a su confidente Manuel Mercado, pocas horas antes de caer en combate y en el Cuaderno IV para la Universidad intenta ofrecer una imagen del universo intelectual martiano, de su humanismo que no es sólo de las clásicas humanidades sino también el de las disciplinas científicas y sus aplicaciones tecnológicas a las que prestó una atención apasionada.
Se realiza en la Educación Primaria el movimiento martiano con el fin de fortalecer y profundizar en las ideas y el pensamiento de José Martí así como la significación axiológica de su vida y obra como vía de transmisión de valiosas normas de conductas, tradiciones, sentimientos patrióticos y costumbres reveladas por Martí hacia los héroes de la patria y de América. Este movimiento tiene como objetivo enseñar con métodos martianos a través del tesoro de la bondad, la belleza, la dignidad, la sabiduría y la ciencia de vivir. Para logar que este movimiento sea efectivo, se debe transitar por los siguientes pasos que van de la escuela en general hasta el niño en particular:
Escuela martiana: cuando cada aula es martiana o al menos más del 75 % de su totalidad, e irradia esta condición a su comunidad.
El aula martiana: cuando más del 50% de la matrícula logra su condición de alumno martiano.
Maestro martiano: contextualiza cada lectura para hacerla plenamente comprensible, responde en una atmósfera reflexiva y amena.
Alumno martiano: conoce e interpreta las obras de los Cuadernos Martianos, así como los principales datos biográficos de nuestro Héroe Nacional.
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