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Actividades cognitivas-conductuales a padres para la convivencia familiar (página 3)


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Desde este enfoque Matthew, Davis, y Fanning (op. cit), recomiendan: identificar y valorar los pensamientos estresantes, fijar una interrupción temporal, practicar sin ayuda la interrupción del pensamiento, lo cual significa dar por concluida el pensamiento estresante cuando se grita la palabra clave subvocalmente, es decir, internamente; preparar las aserciones encubiertas entendiendo la selectividad de pensamientos positivos que puedan sustituir el "vacío" mental, practicar la aserción encubierta y usar la aserción encubierta en situaciones de la vida real en el caso de pasar de la práctica de situaciones imaginarias a las de la vida real.

También otra técnica es la inoculación del estrés, destaca Dyer (2009), la manera acerca de cómo afrontar y relajarse ante una amplia variedad de experiencias estresantes. El entrenamiento incluye aprender a relajarse utilizando la respiración profunda y la relajación progresiva, de modo que cada vez que se experimente estrés, donde y cuando sea, se pueda relajar la tensión. Bajo estas circunstancias, describe el autor que el primer paso es elaborar una lista personal de situaciones de estrés y ordenarlas verticalmente desde los ítems menos estresantes hasta los más estresantes.

De esta manera, se aprenderá a evocar cada una de estas situaciones en la imaginación y relajar la tensión mientras se visualiza claramente la situación estresora. El segundo paso es la creación de un arsenal propio de pensamientos de afrontamiento del estrés, los cuales se utilizarán para contrarrestar los antiguos pensamientos automáticos habituales. El tercer paso es la utilización de las habilidades de relajación y de afrontamiento "in vivo" para ejercer presión sobre los hechos estresores que se consideran perturbadores mientras se respira profundamente, aflojando los músculos y utilizando pensamientos de afrontamiento del estrés.

En efecto, se puede decir la utilización de técnicas cognitivo conductual en este aspecto del estrés, se relaciona con identificar situaciones estresantes y prepararse para afrontarlas en un futuro. Esta técnica se lleva acabo en tres pasos: el primero, es elaborar una lista personal de situaciones de estrés y ordenarla verticalmente desde los ítems menos estresares hasta los más estresantes.

Después se aprenderá a evocar cada una de estas situaciones en la imaginación y cómo relajar la tensión mientras se visualiza claramente la situación que produce ansiedad, el segundo se trata de la creación de un arsenal propio de pensamientos de afrontamiento del estrés, los cuales se utilizarán para contrarrestar los antiguos pensamientos automáticos habituales y el tercero se refiere a la utilización de las habilidades de relajación y de afrontamiento real para ejercer presión sobre los hechos que se consideran perturbadores mientras se respira profundamente, aflojando los músculos y utilizando pensamientos de afrontamiento del estrés.

Técnica de la Visualización

La visualización, según Arco, Fernández e Hinojo (2004), es una herramienta muy útil para conseguir un mayor control de la mente, las emociones y el cuerpo y para efectuar cambios deseados de la conducta. Puede usarse para aliviar la tensión muscular, eliminar el dolor y para el éxito de muchas de las técnicas cognitivas ya vistas anteriormente. Al respecto Esteve, Franco y Vera (1995), la implican con la relajación e imaginación vívidamente ante diferentes cosas y situaciones, con aportes de imágenes positivas y agradables que permitan vivir en relajación de experiencias orgánicas, en las cuales se requieren de ejercicios de relajación para comprobar el involucramiento con aspectos de positividad, calma y alegría.

Estas son algunas de las técnicas cognitivas más utilizadas donde la barrera más común de la intervención cognitiva en la distorsión del pensamiento es el fracaso en utilizar completamente la imaginación. Con el fin de mejorar la habilidad para imaginar se recomienda: concentrarse en otros tipos de sentidos diferentes del visual, como el tacto, el gusto, el oído y el olfato, grabar una descripción detallada de escenas que se pretende imaginar, realizar un dibujo de la escena original que se pretende imaginar, como forma de activar los detalles visuales, apreciar cuáles objetos y detalles dan a la escena su identidad única, entre otros.

En esta perspectiva, esta técnica pudiera ser aplicada por los padres, toda vez que deseen mejorar el sistema de relaciones interpersonales con sus hijos a fin de potenciar los valores de convivencia familiar reconociendo los pensamientos automáticos y las conductas reflexivas reemplazándolas visualmente por alternativas más constructivas y positivas hacia el trato de los miembros familiares. La visualización guiada sería una estrategia apropiada para el afrontamiento del estrés combinada con ejercicios de respiración que pueden aprenderse a efectos de reducir la tensión y aumentar la relajación cuando los padres estén agobiados con las actividades y escenarios de la vida cotidiana.

Entrenamiento de Conductas Asertivas

La conducta asertiva es aquella mediante la cual la persona es capaz de decidir y hacer valer sus derechos, expresar opiniones, sentimientos y deseos en el momento adecuado de una manera clara, sincera, directa, apropiada, respetuosa, sin violar los derechos de los demás. Desde esta caracterización Pighi (2007), destaca que así el sujeto no debe busca dominar, humillar o degradar a otros por alcanzar sus objetivos sino que puede transmitir con su conducta verbal y no verbal, mensajes tales como: tú opinión es tan valiosa como la mía, esto es lo que siento, tú y yo somos igual de importantes.

En este sentido Zaldívar (1998), destaca que el repertorio de conductas asertivas básicas se identifican como: asertividad positiva, asertividad empática, asertividad progresiva, asertividad confrontativa, enunciados en primera persona, discos rayados.

Por otra parte Pérez y Rodríguez (2007), afirman que se tiene una conducta asertiva cuando se defienden los derechos propios de modo que no queden violados los ajenos. Además, se pueden expresar los gustos e intereses de forma espontánea, hablar de la propia persona sin sentirse cohibido, aceptar los cumplidos sin sentirse incómodo, discrepar con la gente abiertamente, pedir aclaraciones de las cosas y se puede decir "no". En definitiva, cuando se es una persona asertiva hay una mayor relajación en las relaciones interpersonales.

Estos autores piensan que el entrenamiento asertivo vuelve a personas agradables en irascibles y quejicas o frías y calculadoras. Esto no es cierto, es derecho de cada uno protegerse ante situaciones que nos parecen injustas o desmedidas, igualmente cada uno conoce mejor que nadie lo que le molesta y necesita. De allí que, la forma de interactuar con los demás pudiera considerase una fuente de estrés para toda la vida, por lo cual el entrenamiento asertivo permite reducirlo, enseñando a defender los legítimos derechos de cada uno, sin agredir ni ser agredidos.

En este sentido, De la Puente (2005), indica que la asertividad no consiste en mostrarse agresivo, independiente, diferente de los demás, sino que se manifiesta mientras la persona es capaz de afirmar y defender unas ideas, hacer reclamaciones asumiendo posturas personales, desde una actitud de confianza en sí mismo. Esto refleja a una persona asertiva que tiene fe en su propio juicio, aunque vaya en contra de lo que está de moda, o lo que se considere aceptado socialmente.

Para efectos de los adultos, suficientemente maduros y competentes, esta habilidad asertiva se va aprendiendo a pensar por sí mismos, logrando conformar personas socialmente competentes, lo cual no quiere decir personas ingeniosas, entendidas y hábiles, sino con capacidad de plantear y defender sus argumentos.

En consecuencia, lo antes mencionado indica la necesidad de formar niños asertivos en tanto sean capaces de expresar sus sentimientos, deseos, opiniones y pensamientos, en el momento oportuno, de la forma adecuada y sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás. Acá priva entonces, la importancia de unos padres bien entrenados con las indicadas técnicas como una forma de conseguir el desarrollo integral de sus hijos.

A su vez, ambos actores: padres e hijos, deben mantener esta habilidad de la asertividad, la cual se puede aprender conociendo los elementos básicos que participan en el proceso de comunicación, el mejoramiento de la autoestima, y la toma de decisiones asertivas dentro del contexto familiar y fuera de él.

Respecto al modelo de autoevaluación sobre la asertividad, estos autores destacan que la forma de interaccionar con los demás puede convertirse en una fuente considerable de estrés en la vida tanto para adultos como para niños. El entrenamiento asertivo permite reducir ese estrés, enseñando a defender los legítimos derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido. Por ello, los mencionados autores refieren algunas técnicas asertivas, para aprender a evitar la manipulación en las relaciones interpersonales.

Técnica del disco roto. Consiste en repetir el punto de vista personal de una manera tranquila, sin dejarse ganar por aspectos irrelevantes (Sí, pero… Sí, lo sé, pero mi punto de vista es… Estoy de acuerdo, pero… Sí, pero yo decía… Bien, pero todavía no me interesa).

Técnica del acuerdo asertivo: para aplicar esta técnica es necesario responder a la crítica admitiendo que ha cometido un error, pero separándolo del hecho de ser una buena o mala persona. (Sí, me olvidé de la cita que teníamos para comer. Por lo general, suelo ser más responsable).

Técnica de la pregunta asertiva: consiste en incitar a la crítica para obtener información que podrá utilizar en su argumentación. (Entiendo que no te guste el modo en que actué la otra noche en la reunión. ¿Qué fue lo que te molestó de él? ¿Qué es lo que te molesta de mí que hace que no te guste? ¿Qué hay en mi forma de hablar que te desagrada?).

Técnica para procesar el cambio: para aplicar esta técnica desplace el foco de la discusión hacia el análisis de lo que ocurre entre su interlocutor y usted, dejando aparte el tema de la misma. (Nos estamos saliendo de la cuestión. Nos vamos a desviar del tema y acabaremos hablando de cosas pasadas. Me parece que estás enfadado).

Técnica de la claudicación simulada (Banco de niebla): trata sobre aparentar que se cede terreno sin cederlo realmente. En efecto, los padres pueden aplicar esta técnica cuando los hijos deseen algún permiso para un lugar no conveniente o ante un grupo de amigos no convenientes. Allí se debe imponer el hecho de mostrar ante ellos, que se está de acuerdo con el argumento, con el permiso, con la solicitud, no obstante no se debe consentir en cambiar de postura para satisfacer la necesidad del hijo cuando se conoce en realidad que no es pertinente. Se le puede indicar en consecuencia, es posible que tenga razones para ir a ese paseo, sin embargo no es conveniente puesto que no hay una representatividad de adultos que te acompañen y me convenzan de tu cuidado y protección.

Técnica de ignorar: esta técnica pudiera ser aplicada cuando los padres ignoren la razón por la cual los hijos estén enfadados y aplace la discusión hasta que éste se haya calmado. Unas palabras adecuadas le servirían al adulto para mencionar frases como: Veo que estás muy trastornado y enojado, así que discutiremos esto luego.

Técnica del quebrantamiento del proceso: en este caso, los padres pueden responder a la crítica que le hagan sus hijos frente a algún acontecimiento. Ello se activa cuando se intenta provocarle con una sola palabra o con frases lacónicas como: Sí…no… quizá.

Técnica de la ironía asertiva: indica esta técnica que los padres pudieran responder positivamente a la crítica hostil de sus hijos, por ejemplo ante la insistencia de algún error cometido, se respondería ¡Gracias¡ por tu apoyo hijo.

Técnica del aplazamiento asertivo: sería aplicable en el caso cuando los padres aplacen una respuesta a la afirmación que intentan desafiarle los hijos hasta que se sienta tranquilo y sea capaz de responder a ella apropiadamente. (Prefiero reservarme mi opinión al respecto… No quiero hablar de eso ahora).

Utilizar la autocompasión: su reivindicación es recibida con lágrimas y con la acusación implícita de que usted es un sádico. Intente seguir adelante con su guión, utilizando la técnica del acuerdo asertivo. Ejemplo: Hijo sé que te resulta doloroso, pero tengo que resolverlo y esa es la manera.

Buscar sutilezas: en esta técnica la otra persona intenta discutir sobre la legitimidad de sus sentimientos o sobre la magnitud del problema, para así distraer su atención. Utilice en estos casos la técnica para procesar el cambio de conducta que desea instaurar en sus hijos. Por ejemplo, pudiera decir: nos estamos entreteniendo en sutilezas y apartándonos de la cuestión principal del asunto, al tiempo que le explica su reafirmación de derecho a sentirse como se siente.

Amenazar: su interlocutor intenta amenazarle con frases como ésta: "Si sigues con la misma cantinela, vas a tener que buscarte otro novio. Los padres pudieran utilizar la técnica del quebrantamiento del proceso (Quizás) y la de la pregunta asertiva (¿Por qué te molesta mi petición?) También puede utilizar la técnica para procesar el cambio (Eso suena a amenaza) o la de ignorar: hacer que no está atendiendo lo que su hijo le está declarando.

Negar: consiste en hacerle creer que usted se equivoca: "Yo no hice eso" o "De verdad que me has malinterpretado" Reafírmese en lo que ha observado, experimentado y utilice la técnica de la claudicación simulada (Puede parecer que estoy equivocado, pero he observado que…).

Finalmente, la colación que la investigadora trae al contexto de este estudio respecto a las técnicas mencionadas, para conformar mejores relaciones interpersonales padres-hijos para la convivencia familiar, se asocia bajo el dominio de conductas asertivas, que pudieran ajustarse en el carácter de competencia social del ser humano, y particularmente en las relaciones en la familia, toda vez que contribuyen en el éxito personal y social compatibles con las habilidades cognitivas e intelectuales para interactuar adecuadamente. En definitiva, ocurre que es bueno recordar que los padres son responsables de las malas conductas y errores de sus hijos/as, por lo tanto las técnicas acá explicadas pueden ser conocidas por ellos en la perspectiva de buscar la generación de una conducta adecuada.

Técnicas Conductuales

Las técnicas de modificación de conducta se pueden clasificar en tres grupos: para instaurar conducta, mantener o incrementar una conducta, y reducir una conducta. Sirven como herramientas útiles para crear, mantener conductas en niveles óptimos deseables o incrementar y reducir una conducta dada, observable, medible y seleccionable. En este orden de ideas, mencionan Martin y Pear (1999), las siguientes:

Técnicas para Instaurar Conductas

Se utiliza la técnica o técnicas para implantar una conducta cuando esta conducta no se encuentra en el repertorio del sujeto. Las cinco (5) técnicas más comúnmente aplicadas según Ferro (2003), son las siguientes: moldeamiento, modelamiento, instigación, instrucciones verbales, y sugerencias.

Moldeamiento: es el reforzamiento sistemático e inmediato de aproximaciones a la conducta blanco (conducta que se desea instaurar) hasta que esta aparezca en el repertorio de conducta. Es decir cuando se instale. Se debe especificar con precisión la conducta seleccionada para el moldeamiento, seleccionar reforzadores potentes y utilizarlos cada vez que la conducta del sujeto se aproxime a la deseada.

Modelamiento: es el aprendizaje mediante la observación e imitación, consiste en una herramienta en la cual se utiliza un modelo que ejecute conductas verbales y motoras exactas que se esperan del paciente, mientras éste observa y escucha. Este modelaje puede ser en vivo o por medio de filmaciones lo cual vendría siendo un modelaje simbólico.

Para el uso eficaz afirman Buela-Casal y Caballo (1991), que en el modelamiento se deben seleccionar modelos competentes con estatus o prestigio, la complejidad de la conducta modelada debe ser apta para el nivel de comportamiento del sujeto, utilizar refuerzos positivos luego de emitir la conducta esperada y utilizar el moldeamiento como estrategia para implantar una adecuada. Esta situación teórica designa un interés en este estudio al relacionarlo con los refuerzos positivos que los padres deben aplicar a sus hijos como una manera de retroalimentar y reforzar la adquisición de nuevas conductas.

En consecuencia el tipo de retroalimentación necesaria para moldear el pensamiento de los hijos debe ser acorde no solamente con aquello que los padres observan hacer sino con la intención que le guíen en el momento del proceso en el cual se encuentran con el tipo de representación o habilidad que se pretende que se adquiera y eventualmente con el resultado observado.

Instigación: es una ayuda especial, manual, verbal o visual, que se le da al sujeto durante la intervención para incrementar el éxito en la actividad. Ferro (op.cit.), destaca que las instigaciones pueden clasificarse en físicas, visuales y verbales. Las instigaciones físicas, a su vez pueden ser totales y parciales. La instigación física total es el máximo grado de apoyo y ayuda, también conocido como asistencia u orientación manual o física, se utiliza para obtener del sujeto respuestas motoras.

En la medida en la cual el sujeto demuestre una ejecución más diestra, se procede a disminuir gradualmente la ayuda física, reduciendo la firmeza con la cual se desarrollaba la destreza motora distorsionada hasta lograr que se realice de manera adecuada. En la instigación física parcial, se proporciona una señal física a manera de sugerencia de la parte del cuerpo que debe mover para realizar la actividad motora. Las instigaciones visuales son indicadores de esta naturaleza, adicionales para producir una respuesta, Las instigaciones verbales son sugestiones auditivas adicionales como por ejemplo sonar los dedos para indicarle al sujeto que se culminó el tiempo de alguna actividad.

Instrucciones verbales: son normas o pautas específicas que indican a la persona el comportamiento concreto a producir, es decir que resultados y bajo que circunstancias en particular. Las instrucciones verbales específicas aceleran el proceso de aprendizaje. Consiste en decirle al sujeto exactamente lo que va a hacer, en una situación donde pueda tener dificultades para ejecutar o recordar la ejecución. Las instrucciones deben ser sencillas, cortas y deben contener palabras que se comprendan a fin de evitar términos técnicos o en tal caso aclararle muy bien el significado, para obtener la respuesta esperada.

Sugerencias: existen dos clases de sugerencias. La directa que es una incitación para iniciar una serie de respuestas y es dirigida específicamente a un determinado sujeto. La indirecta se manifiesta cuando se incita a otra persona diferente de aquel al que se desea enseñar.

Técnica de Relajación

Las técnicas de relajación son unas herramientas muy demandadas en la sociedad actual donde el estrés y las prisas son fuente de malestar psicológico. Las técnicas de relajación se deben practicar en una habitación silenciosa, con poca luz, sobre la cama. Están especialmente indicadas en los trastornos de tipo psicosomático y en todas aquellas alteraciones en los cuales la ansiedad o angustia provoca los desórdenes funcionales.

Como hábito psicoprofiláctico podrían estar indicadas las técnicas de relajación para la mayoría de la población en todas aquellas situaciones estresantes de la vida diaria como los exámenes, el estrés laboral, las relaciones conflictivas en la familia, entre otras.

El objetivo fundamental consiste en la producción, bajo control del propio sujeto, de estados de baja activación del sistema nervioso autónomo, lo cual se logran como una consecuencia del establecimiento de determinadas actitudes y actividades cognitivas. Esto repercutirá en un mayor autocontrol de sus conductas emocionales, comportamentales e intelectuales. Toda actitud de esfuerzo o de mantenimiento de una expectativa de logro de relajación va a ser contraproducente ya que contribuirá a producir un estado exactamente opuesto a lo que se pretende. La actitud básica debe consistir en la eliminación de toda expectativa de "tener que hacer" o "tener que lograr". Debe centrarse en las tareas que a continuación se describen poniendo toda la atención posible en su realización y consecuentemente tratando de evitar cualquier tipo de representación ajena a la tarea.

Se debe confiar en que la relajación se producirá como un efecto colateral a la realización de la tarea. Las técnicas de relajación es mejor hacerlos en una habitación con poco ruido y poca luz, preferiblemente en una postura de decúbito supino (boca arriba) sobre una cama. Sin embargo, algunos de los ejercicios pueden hacerse sentado y en condiciones de ruido y luminosidad variables. Las siguientes técnicas de relajación se mencionan en la perspectiva de diversos autores.

Método de Representaciones Numéricas

El método de representaciones numéricas tiene como objetivo, según Villarroel (2008), conseguir un correcto auto-control psicoemocional en situaciones estresantes puntuales. Esta técnica de relajación rápida y sencilla para disminuir la ansiedad consiste en representar mentalmente el número 10.000, preferiblemente de forma que quede dibujado como en una pizarra en el campo de la conciencia. Se le restan dos unidades a este número y representamos el número resultante, eso es el 9.998. Se restan otras dos unidades y se representa el número resultante siguiente. Se debe realizar esta técnica de relajación repetidamente durante 15 minutos, hasta que los pensamientos negativos desaparezcan de nuestra mente.

Método de Herbert Benson

Es uno de los científicos más destacados que iniciaron el estudio de la meditación trascendental, y ha intentado desmitificarla proporcionando las siguientes instrucciones sencillas para conseguir la relajación, descritas por Muse (1983):

Sentarse o estirase en silencio en una postura cómoda.

Cerrar los ojos.

Relajar a fondo todos los músculos del cuerpo dejándolos "sueltos", apoyados en la superficie donde nos encontremos, como si tuviéramos la sensación de que esa parte nos pesara más de la cuenta.

Empezar por los pies, pensar que nos están pesando, que se apoyan libremente sobre el sofá, cama, etc., avanzar lenta y progresivamente esta sensación de pesadez con el resto del cuerpo: las piernas, las manos, los brazos, el abdomen (sentir que toda la espalda se apoya relajadamente sobre la superficie donde nos encontremos) y así hasta los músculos de la cara. Mantenerlos relajados.

Respirar por la nariz. Tomar conciencia de la respiración. Al aspirar, decirse a sí mismo la palabra "uno", luego "dos", y así progresivamente. Respirar con naturalidad, no profundamente.

Continuar durante diez a veinte minutos. Pueden abrirse los ojos, para comprobar el tiempo, pero no utilizar un despertador ni un sistema de alarma. Al terminar, permanecer sentado durante algunos minutos más, primero con los ojos cerrados y después abiertos. No levantarse hasta que hayan pasado algunos minutos.

No preocuparse por conseguir un nivel de relajación profunda. Mantener una actitud pasiva y dejar que la relajación se presente según su propio ritmo. Si aparecen pensamientos perturbadores, debe intentar ignorarlos no ocupándose de ellos y volviendo a repetir "uno". Con la práctica, la respuesta sobrevendrá sin apenas esfuerzo. Debe practicarse esta técnica una o dos veces al día, pero no durante las dos horas siguientes a una comida, porque los procesos digestivos interfieren en el surgimiento de la respuesta relajante.

Aunque es imposible presentar una demostración científica absoluta, es una creencia, hoy en día bastante generalizada, que con la relajación se produce una disminución de la información, que los sensores de las células musculares transmiten al cerebro; lo cual provoca que una menor cantidad de neuronas se distraigan con el proceso del equilibrio muscular.

Desde el punto de vista neurofisiológico, se cree que una menor ocupación de la corteza cerebral con la información muscular, conduce a una disminución del control que esta ejerce en las áreas inferiores del cerebro, responsables del control de funciones más primitivas; como consecuencia de lo cual, al liberarse los centros controladores más primitivos, se produce una serie de impulsos de carácter motor hacia abajo, provocando en el sujeto sensaciones como: aflojarse, estremecimientos, hormigueos, sensaciones de flotar, pesadez del cuerpo acompañado también muchas veces con la producción de imágenes, o luces, o colores, pudiendo provocar incluso, una liberación de energía revitalizante, que en algunos casos llevará al individuo a un estado de euforia y gran placer.

Para efectos de la respiración abdominal, Rovadeneira, Minici y Dahac (2007), la caracterizan como una técnica que permite enseñar al paciente a respirar en forma pausada y profunda, llevando el aire al abdomen, de manera de aumentar la capacidad pulmonar y por ende la cantidad de oxígeno; luego se sostiene el aire durante unos cinco (5) segundos y se lo deja salir de forma suave. Uno de los elementos cruciales en esta técnica es cambiar el ritmo respiratorio ya que la respiración abdominal activa al sistema nervioso parasimpático.

La técnica de relajación ha de practicarse con los padres en cuanto les ayude a entrenarse en distender los músculos al tiempo que se realiza la respiración abdominal y orientar la atención a cada uno de los grupos musculares que se van aflojando. La disminución del tono muscular "se informa" al cerebro a través de vías aferentes que provienen de los músculos estriados y alcanzan la formación reticular con proyecciones sobre la corteza y el sistema límbico.

De este modo, la relajación pone en funcionamiento a la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo contrarrestando los efectos de la rama simpática. Es por ello que la relajación inhibe a la ansiedad lentamente, logrando que el cuerpo reduzca su grado de activación, la cual se puede medir, entre otras cosas, observando como el ritmo cardíaco disminuye. Esta técnica es fácil de aplicar y casi no posee contraindicaciones. Es muy bien aceptada por los pacientes quienes suelen manifestar haber experimentado mucha calma y tranquilidad mientras se hallaban en estado de relajación.

Asimismo, Buela-Casal y Caballo (op. cit), destacan que los procedimientos en relajación progresiva, fueron desarrollados, por un fisiólogo llamado Jacobson. Básicamente, el entrenamiento consiste en aprender a tensar y luego relajar, secuencialmente, varios grupos de músculos a lo largo de todo el cuerpo, además de enseñarle como relajarse, también se puede estimular al aprendizaje en el reconocimiento y discriminación de la tensión y la relajación.

Técnica de Respiración

Un control adecuado de la respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados por éstas. Unos hábitos correctos de respiración son muy importantes porque aportan al organismo el suficiente oxigeno para nuestro cerebro. El ritmo actual de vida favorece la respiración incompleta que no utiliza la total capacidad de los pulmones. El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.

Por otra parte, respirar bien es una fuente de salud, es una garantía de fortalecer la vitalidad de nuestro cuerpo y nuestra mente favoreciendo la circulación. Es la llave y la puerta para la relajación efectiva. Con este método, aumentará el volumen y la capacidad de revitalizar el sistema respiratorio y circulatorio. Los efectos son inmediatos con sólo unos minutos que practique estos ejercicios de respiración: vitalidad celular, mejoría cutánea, oxidación de músculos y, muy especialmente, una profunda relajación. Muy recomendable para mejorar el rendimiento de su aparato digestivo, entre otros. Todo su metabolismo agradecerá una mejor oxidación a través de ejercicios naturales y sencillos y con técnicas relajantes y muy fáciles de aprender. Su aplicación no requiere desarrollar ejercicios previos de meditación. No necesita practicar yoga todos los días, sólo respirar.

Desde este punto de vista, Davinson (2002), indica algunas técnicas para mejorar la respiración y al respecto explica que un bebé sano mientras duerme eleva su abdomen y lo desciende rítmicamente. Esto se debe a que todavía no han aprendido a respirar incorrectamente. Esta respiración diafragmática, que emplea el diafragma para respirar y no el pecho o los hombros, es una de las técnicas respiratorias básicas que ayuda a mejorar la respiración y a reducir el nivel de estrés. Los órganos involucrados en dicho proceso de respiración son:

El diafragma.- Es un músculo situado en la base de la caja torácica, que al expandirse y contraerse, genera un efecto de vacío, empleando la fuerza abdominal para llevar aire a los pulmones. Como consejo, se menciona que aunque la persona respire con el pecho, si toma más aire cada vez que inhala, notará los efectos de inmediato. Con el tiempo, puede conseguir estabilizar las concentraciones de Hidrógeno (pH) de la sangre. Igualmente notará cómo respira con más lentitud.

En pie y respirando.- Esta es la primera y más sencilla de las técnicas que sirve para saber si nuestra respiración es diafragmática. Consiste en ponerse de pie y colocar una mano sobre el pecho y otra sobre el estómago. Durante un minuto, respire con normalidad. Al inhalar, observe sus manos, ¿cuál de ellas se mueve? Si es la mano que está sobre el estómago, está haciendo una respiración diafragmática. Si es la mano ubicada sobre el pecho, la respiración es pectoral o superficial, que es menos eficaz y no produce los beneficios de una respiración más profunda.

Después de haber realizado un ejercicio intenso, es normal respirar con el pecho y el torso superior, combinados con el abdomen, para conseguir llenar antes los pulmones de oxígeno. Esto es lógico. Sin embargo, cuando se respira a un ritmo normal lo mejor es una respiración profunda y diafragmática.

Esta respiración agitada es poco eficiente pues la premura con la cual la persona inhala y exhala impide un adecuado intercambio gaseoso. Como resultado aparece sensación de ahogo, taquicardia, calor y otros síntomas característicos de la activación autonómica que la persona con ansiedad elevada típicamente interpreta de manera catastrófica.

De hecho, la respiración abdominal ha de enseñarse a los padres para que respiren en forma pausada y profunda, llevando el aire al abdomen, de manera de aumentar la capacidad pulmonar y por ende la cantidad de oxígeno; luego se sostiene el aire durante unos 5 segundos y se lo deja salir de forma suave. Uno de los elementos cruciales en esta técnica es cambiar el ritmo respiratorio ya que la respiración abdominal activa al sistema nervioso parasimpático a través del "sinus arritmia", que se define como la cantidad de latidos cardíacos que hay entre la inspiración y la espiración. Tan pronto se realiza la respiración abdominal, el ritmo cardíaco disminuye.

Esta técnica constituye una potente herramienta para el tratamiento del trastorno de angustia con o sin agorafobia: es un hecho comprobado que entre dos y tres respiraciones abdominales bien realizadas ponen fin a las crisis de pánico. Se sugiere al paciente que practique la técnica cuando sienta ansiedad de manera que la automatice y pueda utilizarla rápidamente ante una situación de pánico.

Cuando se desea hacer énfasis en mantener o incrementar una conducta seleccionada denominada conducta blanco, se puede utilizar las siguientes técnicas como las más efectivas y comunes: reforzamiento, contratos de contingencia y economías de fichas.

Reforzamiento: el reforzamiento se puede clasificar en: reforzamiento positivo, negativo, descriptivo e intermitente. El reforzamiento positivo, según Salazar (2003), consiste en suministrar una consecuencia inmediatamente que se emita una conducta determinada y se refiere al efecto conseguido una vez aplicado un procedimiento. Representa cualquier estímulo que aumente una conducta, esta técnica produce un incremento importante en la presencia de la conducta deseada.

Por su parte, el reforzamiento negativo es el aumento en la frecuencia de una conducta esperada a través de la suspensión de un evento aversivo inmediatamente después que se presenta la respuesta deseada. Los refuerzos negativos aumentan la conducta de huída o de evitación. Este procedimiento no es muy recomendable.

Igualmente, el reforzamiento descriptivo lo conforman los comentarios explicativos, donde se destaca el comportamiento adecuado, lo cual permite a la persona saber cual es la conducta apropiada para recibir el reforzador. De la misma manera, el reforzamiento intermitente consiste en un programa de reforzamiento, donde se refuerza una conducta deseada en alguna de sus ocurrencias, no cada vez que se emita. Es muy aconsejable este tipo de reforzamiento, ya que el sujeto no sabe cuando va ha ser reforzado y eso incrementa la presencia de la conducta blanco.

En el mismo orden de ideas, el reforzamiento de conductas incompatibles refiere a la disminución de una conducta que es incompatible con la conducta que deseamos modificar. Para Fraga (1992), esta técnica se aplica reforzando al sujeto por cualquier otra conducta diferente a la conducta inapropiada que se quiere modificar. Existen otros métodos para obtener cambios conductuales como: la terapia cognoscitiva del comportamiento, la cual centra la atención del sujeto en sus ideas negativas e irreales y pretende interrumpir el círculo vicioso llevándolo a pensar de una forma más lógica, real y positiva sobre su situación en la vida.

Contratos de contingencia: es un contrato o acuerdo entre dos o más partes, que establecen las responsabilidades de cada una, en relación con un determinado objeto o actividad. Al respecto Ferro (op. cit), afirma que las características que deben tener un contrato de contingencia son: la recompensa debe darse de inmediato una vez cumplido. Al principio del contrato deben otorgarse recompensas por aproximaciones de la conducta deseada, éstas deben ser frecuentes pero en pequeñas cantidades, el contrato debe exigir y recompensar logros, ser justo para ambas personas, los términos en los cuales se establece deben ser claros, honestos y positivos. Las condiciones para poner en práctica un contrato de contingencia son: el contrato debe ser negociado y acordado libremente entre las partes, debe especificar la conducta deseada y la recompensa esperada, el reforzador debe proporcionarse según los términos del contrato.

Economías de fichas: es un programa de refuerzo sistemático donde se premia con fichas a los sujetos que presentan conductas deseadas, las fichas ganadas pueden cambiarse por alimentos, actividades o privilegios. Posee, según Ferro (op. cit), las siguientes ventajas: disminuye el número de reforzadores que se administran y las fichas entregadas inmediatamente después de la conducta esperada permiten llenar el espacio de tiempo entre la respuesta y la entrega del reforzador.

Si lo que se pretende es reducir la frecuencia con la cual se observa una conducta, se puede utilizar con éxito las técnicas siguientes: extinción, saciedad, castigo, y reforzamiento de conductas incompatibles. Para Ribes (1984), se distinguen las siguientes técnicas para reducir las conductas:

Extinción: es la descontinuación o eliminación del reforzador de una conducta que anteriormente se reforzaba. La manera más efectiva es ignorándola y para ello se debe ser constante y persistente. Por lo general en el inicio de la aplicación de esta técnica la persona se confunde por la ausencia del reforzador que antes obtenía y por ende por lo general aumenta la conducta blanco por un lapso breve y durante el transcurso del programa la conducta en cuestión disminuye hasta extinguirse.

Saciedad: es la disminución o eliminación de una conducta inadecuada consecuente al reforzamiento continuo y aumentado de la misma conducta. Cuando el sujeto en varias oportunidades pide permiso para llegar tarde a una reunión, o no asistir, con lo cual interrumpe o demora la toma de decisiones, se le puede indicar que realice todas sus diligencias en la siguiente semana y no venga a la escuela hasta tanto no termine de hacer lo debido y luego no volverá hasta concluir sus actividades.

Castigo: consiste en suministrar un estímulo punitivo inmediatamente después de presentarse la conducta blanco provocando que la frecuencia de ésta disminuya. Implica aplicar al sujeto un estímulo adversivo como consecuencia de una respuesta inaceptable. Es cualquier estímulo que al estar presente disminuye la probabilidad de que se produzca una respuesta. El castigo puede ser positivo cuando se añade un estímulo adverso o negativo cuando se elimina un estímulo placentero.

En este orden de ideas, la persona que proporciona el castigo debe mantener la calma durante su administración, ya que la ira y la frustración pueden reforzar el comportamiento no deseado, y alterar la consistencia o intensidad del castigo. Por tanto, es una técnica que se recomienda cuando las técnicas menos adversivas han sido ineficaces, ya que pueden provocar comportamientos agresivos, efectos emocionales secundarios como el llanto y el miedo en general.

Existen cuatro tipos castigo: físico (aversivo), reprimenda, tiempo fuera y costo de respuesta. El castigo físico suelen llamarse estímulos aversivos, ejemplo cachetadas, pellizcos, entre otros. Las reprimendas son estímulos verbales muy negativos contingentes a la conducta no apropiada, ejemplo "no cierres la boca", el tiempo fuera; consiste en retirar a la persona de un ambiente de reforzamiento, para ubicarlo en un espacio físico que no lo es, por un tiempo limitado y específico con el objeto de disminuir la conducta blanco.

En esta perspectiva afirma Ribes (op.cit), que es una técnica muy utilizada cuando no se puede suspender la administración del reforzador que mantiene la conducta que se desea modificar, de tal forma que al excluir el sujeto de la situación cuando presenta la conducta blanco y así pierda el contacto con los estímulos discriminativos y reforzadores. El período de aislamiento no debe ser muy prolongado, cinco minutos aproximadamente suelen ser eficaces para lograr el efecto deseado en la conducta.

Según Lewellen citado por Walter y Shea (1987), plantea que existen tres tipos de tiempo fuera, que son los siguientes: tiempo fuera observacional, en el cual se retira al paciente de la situación de reforzamiento para conducirlo a un área alejada de la actividad, hacer que salga de un espacio mientras se realiza algún procedimiento que ocasiona la conducta indeseable; tiempo fuera de exclusión, en la cual el sujeto se aleja de la situación que refuerza la conducta blanco por una que no lo es, en el área escolar y tiempo fuera de aislamiento, en este caso el sujeto abandona el área educativa y se va fuera de la institución de manera aislada.

En definitiva, las técnicas mencionadas resultan interesante en cuanto al manejo efectivo que pueden tener los padres respecto a buscar las conductas asertivas para fortalecer la convivencia familiar, puesto que suele ocurrir una pérdida incluso de la autoridad, cuando por falta de habilidades, información y herramientas técnicas conductuales permiten que sus hijos actúen de manera caprichosa y sin la intervención guiada.

Convivencia Familiar

La convivencia familiar refiere a modos de compartir el mundo con los miembros de la familia, por lo cual se aprende a mantener un sistema relacional con los demás. Particularmente se extiende al aceptar las condiciones de existencia de la familia a la cual se pertenece. De modo que, se activa en el espacio interpsíquico, espiritual o mental de los parientes en el seno del hogar, donde se crece bajo los designios culturales y particulares.

Al respecto anuncia Maturana (1999), que toda convivencia debe estar fundamentada en el amor; esto es abrir al otro un espacio de existencia juntos, porque no existe convivencia social sin este ingrediente indispensable en la convivencia. Convivir es la necesidad de las personas de agruparse, de estar con otros y en plena relación con los demás.

Además, existe una serie de aspectos que definen la convivencia familiar entre los cuales se mencionan dos. La participación de sus miembros en actividades propias del núcleo familiar tiene proyectos en común se hayan sido acordados. Durante la convivencia diaria fue surgir conflictos que obligan a adoptar posturas para la solución de los mismos beneficiando a todos los integrantes.

Desde esta perspectiva, Breitman (2002), afirma que la asertividad es una habilidad que se puede llegar a desarrollar como cualquier otra, para ello hay conocer elementos básicos que incluyen el proceso de la comunicación y el autoestima. En la óptica de Pérez (op.cit.), representa la capacidad para expresar sentimientos, opiniones y creencias en forma adecuada, en el momento oportuno, respetando los propios derechos y tomando en cuenta los derechos de los demás. Por lo cual significa que, la actitud de la persona asertiva es positiva hacia los demás y se refleja desde los siguientes referenciales:

1. En su contenido: En cuanto, la persona expresa lo que realmente piensa o siente, su acuerdo o desacuerdo, su agrado o desagrado, su aceptación o rechazo ante una situación determinada.

2. En la forma: Mediante la expresión con claridad, seguridad y si el caso lo amerita, con firmeza. En la conducta asertiva el lenguaje no verbal del rostro, del cuerpo y de la voz apoya, realza y enfatiza los contenidos, enriqueciendo la forma en la cual son comunicadas las ideas hacia el otro.

3. En el tiempo: Esta caracterización se toma en cuenta, en razón de que la conducta asertiva, se emite en el momento oportuno, la persona no se apresura ni demora demasiado en expresarse, sólo espera el momento oportuno para intervenir.

De este modo, la asertividad se ubica entre el polo pasivo y el agresivo pero además implica reconocer las emociones y hacerse cargo de ellas, sin culpar a otros de lo que ocurre. Cualquiera de los dos extremos que se escoja para enfrentarse al mundo, impide desarrollarse como persona y relacionarse positivamente con los demás y se empobrece la calidad de la vida afectiva.

Es interesante acotar que, se debe diferenciar el término con agresividad, ésta última suele implicar poco respeto por los demás, tiende a generar desadaptación y frecuentemente se traduce en atropello a los derechos de los demás, lo cual no es en absoluto asertivo.

La persona pasiva tampoco es asertiva, puesto que siente temor e inhibe sus conductas en presencia de otros, y tiende a ocupar menos espacio del que realmente le corresponde. Por el contrario, el agresivo tiende a ocupar un espacio excesivo. Dentro de este marco de asertividad se pudieran indicar las siguientes características:

1. Predomina una manifestación de expresión libre, porque la persona asertiva no tiene dificultad para hablar de sí misma y a través de sus actos expresa lo que es, lo que piensa, siente y quiere.

2. Se comunica de manera directa, franca y adecuada con los demás.

3. No espera a que las cosas pasen, sino que se mueve activamente hacia lo que quiere haciendo que las mismas sucedan.

4. Conserva su dignidad y respeto propio, aún cuando las cosas no resultan como ella espera, tratando siempre de trabajar por ser mejor, aceptando sus limitaciones.

5. Con respeto y delicadeza, pero firmemente, es capaz de establecer quienes son sus amigos y quienes no.

6. Es emocionalmente libre para expresar sus sentimientos sin caer en el extremo agresivo o pasivo.

En resumen, es interesante reflexionar en el ámbito de la convivencia lo señalado por Otero (2004), en cuanto a que existe diversidad de elementos que no permiten prosperar la convivencia de los miembros de la familia; algunos de ellos, tiene que ver con la desintegración del grupo familiar, la dispersión de sus miembros y la desatención de los hijos, lo cual se observa de forma notoria en las familias monoparentales, y es frecuente que los hijos permanezcan solos durante largo tiempo.

Asimismo, la utilización de la violencia en el hogar, pues el niño aprende a resolver los problemas con arreglo a lo que observa. Los métodos educativos basados en la permisividad, en la indiferencia o en la punición, aumentan el desfase de convivencia hacia la falta de respeto de los hijos, la desorientación axiológica, la incapacidad para aceptar la responsabilidad de las acciones realizadas, la impulsividad, la falta de empatía, la tendencia a engañar, manipular a los demás y la baja autoestima.

En este orden de ideas, es durante el ambiente de convivencia familiar donde se forman los elementos de la autoestima que hacen pensar sobre interrogantes acerca de: ¿cómo me veo?, ¿cómo soy? Y que valida la auto imagen y autoconcepto del niño. En virtud de estos planteamientos, es necesario que los padres, según piensa la investigadora, no deben marcar la imagen autoimagen de los niños con apodos o sobrenombres que refuerzan una conducta no operativa, al contrario la familia debe practicar expresiones de afecto, reconocimiento de habilidades y símbolos de cariño en ese entorno como ingredientes que consoliden una a autoestima alta.

Otro aspecto de la convivencia familiar son los procedimientos utilizados en este proceso respecto a las habilidades de comunicación, se ensayan por medio de representaciones de papeles. Se pueden llenar a los miembros de la familia tareas para con el fin de la práctica por sí mismos. "Esta situación sirve para disminuir las interacciones tensas y negativas entre los miembros de la familia sustituyéndolas por habilidades sociales constructivas y más específicas conductualmente" (Otero, op. cit, p. 623). Mediante este sistema, se pueden abordar una variedad de problemas en la familia. Por ejemplo, las tareas domésticas, el tratar con síntomas molestos, el buscar un trabajo y el planificar unas vacaciones, constituyen problemas u objetivos que se pueden resolver o alcanzar por medio de la solución de problemas.

Durante la crianza, los padres son los responsables de enseñar las normas de convivencia familiar y los límites de las actuaciones de sus hijos centradas en el respeto, las responsabilidades, el amor, las habilidades sociales, entre otras de manera que puedan facilitar su incorporación y a la presión al entorno sociocultural. En este proceso se recomienda combinar la administración equilibrada de la disciplina en y la expresión de afecto hacia ellos.

Al respecto Polaino (2004), destaca que la autoestima depende de cómo haya sido querida la persona desde el nacimiento (o incluso desde antes). No basta con querer, hay que aprender a querer. No hay ninguna escuela o taller para ello; sólo existe en el día a día. Querer es una manifestación de que la persona es un ser tan abierto que, si no quiere a nadie, no es feliz. Ahora bien, a quien se quiere es siempre alguien distinto del yo, alguien que está fuera del yo, que es otro.

De igual manera, cuando un padre trabaja las veinticuatro horas, matricula a su hijo en la mejor universidad a la cual ha podido enviarle y le da todo el dinero que necesite; pero el hijo no ha pasado ningún momento con su padre. Tiene veinte años, pero no sabe lo que piensa ni lo que siente su padre. El hijo lo admira, pero no sabe nada de su padre.

Al respecto, Ramírez (2005), manifiesta que la mayoría de las personas saben que las normas son necesarias para el buen funcionamiento de la familia. Pero ¿Qué son realmente las normas? para el sistema familiar las normas son acuerdos que se establecen entre los miembros de la familia, necesarias para mantener un orden y sirven para que las acciones se realicen de forma satisfactoria para todos.

Es importante saber que las normas no tienen que ser utilizadas para restringir el cambio, sino para favorecer la funcionalidad, la autonomía y crecimiento personal de los miembros de la familia. Casi todas las familias tienen unas normas claras y otras se dan por hecho, tanto unas como otras se refieren a qué, quién, cómo y dónde se tienen que hacer las cosas.

Normalmente se presta atención a aquéllas conductas de las personas que se aprueban socialmente. Las conductas que contingente mente producen expresiones como una sonrisa acompañada de la expresión "bien" o "perfecto" se fortalece. Mediante estos reforzadores generalizados se establecen y moldea la conducta de los demás.

Para el caso de este estudio, esta condición se puede ofrecer a los hijos como uno de los reforzadores más poderosos como lo es el afecto. Aunque inicialmente ligado al contacto como un abrazo, las expresiones de cariño hacia los hijos, su atención y aprobación, ejercen efectos importantes en su conducta. "Los reforzadores sociales generalizados son aspectos de la conducta de los demás. Para que tengan repercusión sobre la propia es necesario que presta en atención a esas restricciones de afecto" (p. 69).

Binomio Autoridad-Afecto

Desde esta perspectiva, el binomio autoridad-afecto en el enfoque de la convivencia familiar, es importante para atender los aspectos vinculados con los estilos de crianza de los hijos en épocas de constantes cambios sociales, por lo cual, ambos referentes complementados y combinados en la operatividad favorable hacia la familia, es visto para este estudio, como relevante en cuanto, es cada vez más notorio la dificultad que se manifiesta en el hecho educativo en tanto, el binomio mencionado, no adquiere parte de los elementos que discurren en el escenario de constitución de la familia como función parental dentro de un proyecto de vida personal y colectivo de la sociedad.

En este sentido, Vielma (2002), claramente expresa que la familia ha sido y continuará siendo un tema de gran interés para distintas disciplinas cuyo objetivo central consiste en aproximarse cada vez más a una comprensión holística, sistémica y multiparadigmática acerca de los seres humanos. Existe una gran diversidad de interrogantes y planteamientos en ciencias humanas orientadas a este fin; unos más polémicos y controversiales que otros cuando se aborda a la familia como unidad, como institución, como sistema o contexto de desarrollo y educación o como un asunto personal o ciudadano que interesa a todos.

De allí que, los modos de criar a los hijos esté íntimamente vinculados con las pautas, normas, y valores que se muestren a los hijos y particularmente una manera de configurar esos patrones, modelos, y teorías implícitas acerca de la crianza de los/as hijos/as, se asocian con la incorporación del binomio autoridad-afecto para responder, según asume la investigadora, tomar con la vara de la corrección de las conductas no operativas de los hijos, la fortaleza de la autoridad unida al afecto de los padres para atender de manera coherente, sostenida y vinculante a la dimensión humana del ser, la orientación cognitivo conductual.

Bases Legales

En este apartado del estudio se refieren los aspectos legales que sustentan la investigación iniciando, con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), específicamente en el Capítulo V sobre los derechos sociales y de la familia, en cuanto refiere que la participación directa de la gente en la toma de decisiones para la solución de sus problemas y los de su comunidad, crea una nueva relación ciudadana que en el ámbito de los derechos sociales, desarrolla la tríada solidaria entre sociedad, familia y Estado, lo cual coloca al legislador y a los órganos que integran el sistema de justicia, en un nuevo espacio de interpretación de la democracia social y del Estado de Derecho y de Justicia.

De esta manera se declara en el artículo 75 de la carta Magna, los aspectos definidos en el siguiente contexto:

El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la sociedad y como el espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto recíproco entre sus integrantes. El Estado garantizará protección a la madre, al padre o a quienes ejerzan la jefatura de la familia. (p.12)

Agrega igualmente en lo que se refiere a los niños, niñas y adolescentes, el derecho a vivir, ser criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su familia de origen. Cuando ello sea imposible o contrario a su interés superior, tendrán derecho a una familia sustituta, de conformidad con la ley. La adopción tiene efectos similares a la filiación y se establece siempre en beneficio del adoptado o la adoptada, de conformidad con la ley. La adopción internacional es subsidiaria de la nacional.

Igualmente, con el objeto de garantizarles a los niños, niñas y adolescentes en todo el territorio nacional, el ejercicio y disfrute de sus derechos y garantías a través de la protección integral del Estado, la sociedad y la familia, la Asamblea Nacional dictó la reforma parcial de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA, 2007), donde se menciona en el artículo 5 que la familia es responsable, de forma prioritaria, inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y adolescentes el ejercicio, disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. "El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos"

Asimismo, acuerda la convivencia familiar en el artículo 25 en tanto que: los padres deben cuidar a sus hijos y velar por ellos, independientemente de cuál fuere su filiación, salvo cuando sea contrario a su interés superior. De forma similar, se destaca en el artículo 26 el derecho a ser criado en una familia y a desarrollarse en su seno. El parágrafo segundo del artículo 26, destaca que en cualquier caso, la familia debe ofrecer un ambiente de afecto y seguridad, que permita el desarrollo integral de los niños y adolescentes.

Asimismo, el artículo 27 declara el derecho a mantener relaciones personales y contacto directo con los padres. "Todos los niños y adolescentes tienen derecho a mantener, de forma regular y permanente, relaciones personales y contacto directo con ambos padres, aun cuando exista separación entre éstos, salvo que ello sea contrario a su interés superior".

De forma similar se establece en el artículo 30, párrafo primero que: los padres, representantes o responsables tienen la obligación principal de garantizar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, el disfrute pleno y efectivo de este derecho. El Estado, a través de políticas públicas, debe asegurar condiciones que permitan a los padres cumplir con esta responsabilidad, inclusive mediante asistencia material y programas de apoyo directo a los niños adolescentes y sus familias.

De igual modo se afirma en el artículo 54, la obligación de los padres, representantes o responsables en materia de educación, el hecho de la obligatoriedad inmediata de garantizar la educación de los niños y adolescentes. En consecuencia, deben inscribirlos oportunamente en una escuela, plantel o instituto de educación, de conformidad con la Ley, así como exigirles su asistencia regular a clases y participar activamente en su proceso educativo.

Por otra parte, la Ley Orgánica de Educación (1980), promueve la participación de la comunidad en la conformación que brinda apoyo a las instituciones educativas, particularmente el artículo 93, indica que la comunidad educativa es una institución formada por educadores, padres y representantes, alumnos, personal administrativo y obrero de cada plantel, podrán formar parte de ella, además, personas vinculadas al desarrollo de la comunidad en general.

Del mismo modo, en la obligación de los directivos escolares a averiguar y determinar faltas cometidas, hace mención en el artículo 127, respecto a las autoridades competentes: director, subdirector, jefe de oficina o presidente de la sociedad de padres y representantes, de un instituto educativo, están en la obligación de abrir la correspondiente averiguación y determinación de las faltas cometidas por cualquiera de las personas que laboren en el instituto educativo.

Añade que los directores, subdirectores y jefes de oficina instruirán el expediente respectivo, en el que harán constar todas las circunstancias y pruebas que permitan formar un concepto preciso de las faltas. Dicho expediente propondrá la sanción a que hubiere lugar y será remitido al supervisor del distrito escolar para que junto con el director de la zona educativa o la autoridad educativa única de la entidad, apliquen la medida correspondiente a la magnitud de la falta.

Por consiguiente, los referentes legales aquí establecidos sustentan este estudio en cuanto a la adopción de responsabilidad de parte de los padres a fin de activar la aplicación de sus deberes ante los hijos, asegurando junto al Estado, no continuar en deterioro la conducta inapropiada de la juventud ante los aspectos de la vida social que se han ido retirando progresivamente dejando desprotegidos al ser humano en su dimensión biopsicosocial, como fundamento del desarrollo integral.

De modo que al analizar los aspectos legales que determinan la obligatoriedad de la actuación sistemática y orientadora de los padres en la tarea de atender eficientemente el rol primario de formar a sus hijos, resalta la importancia de proponer una guía de orientación cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar.

CAPÍTULO III

Marco metodológico

En este capítulo, se orientó el sentido de la investigación, puesto que se exponen los pasos a seguir en el proceso de indagación, es decir; lo que constituye el método. Según Buendía, Colás y Hernández (1997), en la metodología se distinguen el abordaje de la ciencia aplicable a todos los campos del saber, que recoge las pautas presentes en cualquier proceder científico riguroso con vistas al aumento del conocimiento y/o a la solución de problemas detectados en la realidad.

Naturaleza y Tipo de Investigación

Tal como lo menciona Mendoza (2006), en el Manual de trabajo de grado del Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV), la naturaleza del estudio corresponde al paradigma positivista enmarcado en el enfoque conductual.

Igualmente, el tipo de investigación se distingue como proyectiva, la cual este mismo autor define como aquella que permite hallar solución a los problemas prácticos encontrando nuevas formas e instrumentos de actuación y diversas modalidades de su explicación en la realidad. "En un sentido más amplio la investigación proyectiva, tiene que ver directamente con la invención, pero también con los procesos de planificación." (p. 1).

Asimismo, se caracterizó por ser un estudio de tipo descriptivo, no experimental que según Bunge (2000), se refiere a aquellos estudios en los cuales se describe la situación que interesa al investigador en condiciones naturales, es decir; no existe manipulación de las variables, puesto que ya están dadas en la realidad. Por definición, "conciernen y son diseñadas para describir la distribución de variables, sin considerar hipótesis causales o de otro tipo; describe las situaciones, eventos y además miden diversos aspectos del fenómeno a investigar." (p. 23).

Se desarrollan describiendo las situaciones y eventos, es decir cómo se manifiesta el fenómeno a investigar, ya que éste busca especificar las propiedades importantes del problema en cuestión. El método descriptivo medirá independientemente los conceptos y también pueden ofrecer la posibilidad de predicciones aunque sean muy rudimentarias.

Ahora bien, distintos autores han adoptado criterios para clasificar a la investigación no experimental. En efecto, Briones (1999), afirma que el diseño no experimental ocurre sin manipular deliberadamente la variable, puesto que ya ocurrieron o se dieron en la realidad sin la intervención directa del investigador. Es un enfoque retrospectivo, de modo que se conoce también como investigación ex post-facto, donde se observan variables y relaciones entre éstas en su contexto natural.

También, de acuerdo con el autor citado, este estudio es del tipo transeccional, debido a que las observaciones sobre la variable, se realizaron en un momento único en el tiempo y cuando se miden la variable de manera individual y reportan esas mediciones, como es este caso.

En esta investigación se determinó la necesidad de una guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar en la Unidad Educativa José Leonardo Chirino.

Diseño de la Investigación

El diseño de investigación representa la estrategia general que adopta el investigador para responder al problema planteado. Bajo este contexto refiere Ávila (2006), que los estudios transeccionales o trasversales mantienen una unidad de análisis observada en un sólo punto en el tiempo. Se utilizan en investigaciones con objetivos de tipo exploratorio o descriptivo para el análisis de la interacción de las variables en un tiempo específico. Su propósito es describir variables, y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado.

Fase I: Diagnóstico

Esta fase se cumplió con el estudio diagnóstico realizado sobre la necesidad de una guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar en la Unidad Educativa José Leonardo Chirino.

Sistema de Variable

La variable indica "una característica, cualidad o medida que puede sufrir cambios y que es objeto de análisis, medición o control en una investigación." (Arias, 1999, p. 55). Igualmente según Bavaresco (1994), la variable "representan diferentes condiciones, cualidades, características o modalidades que asumen los objetos en estudio desde el inicio de la investigación" (p. 76).

Desde esta perspectiva, Bavaresco (op. cit), indica que la variable representa el escenario sobre el cual se centra el estudio, y que atiende la investigación en general. La variable cuantitativa, como en este caso, es aquella en la cual se presentan las características o propiedades que pueden medirse en diferentes grados o intensidades.

Para el caso de esta investigación la variable se identificó como: guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar, la cual constituye en la realidad un atributo presente en los padres susceptible de medición. De este modo, la variable se convierte en una magnitud objetiva que cualquier investigador puede provocar y replicar. En efecto según Anderson (1968), hay que definir con exactitud todos los elementos de una categoría descriptiva en términos de los pasos u operaciones efectuadas al observar y medir sus valores.

Definición Conceptual

Balestrini (2001), señala que el investigador tiene la responsabilidad de escoger definiciones adecuadas que se asocian a la variable en estudio. En este caso, la variable se define nominalmente como: guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar.

Al respecto Hernández, Baptista y Sampieri (op.cit) mencionan la definición conceptual de las variables constituye una abstracción articulada en palabras para facilitar su comprensión y su adecuación a los requerimientos prácticos de la investigación. Para interpretar lo antes citado, la investigadora lo asocia con el hecho de dar cuenta de la variable en términos de palabras donde se remite a conceptos propios o de autores, que remitan a la denominación conceptual de la misma. En otras palabras, esto es adecuar la conceptualización de la guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar en su aspecto de utilidad para ser considerada como técnicas cognitivo conductuales que puedan aprender los padres en el entorno de convivencia de la familia.

En definitiva, la variable queda definida conceptualmente como el conjunto de estrategias y factores asertivos que se presentan a los padres y/o representantes de la Unidad Educativa José Leonardo Chirino para orientar sus capacidades expresivas de sentimientos, emociones, opiniones y creencias en forma adecuada y en el momento oportuno, en las relaciones de convivencia con sus hijos en el núcleo familiar.

Definición Operacional

La definición operacional de la variable significa su puesta en práctica, es decir; cómo se lleva al esquema del ejercicio en el contexto de la convivencia familiar. De allí que, Vera (2007) afirma que las definiciones operacionales son aquellas que especifican los procedimientos que describe las actividades que un observador debe registrar para poder medir la variable.

En este sentido, la definición operacional para la variable: guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar, se muestra con las actividades implementadas para generar el cambio en términos de la aplicación de técnicas cognitivas como el modelamiento, entrenamiento asertivo, visualización y manejo de estrés.

De igual forma, en el aspecto de las técnicas conductuales la aplicación de la guía de actividades indicadas, refiere a las técnicas conductuales: reforzamiento, castigo, relación y respiración. En la misma disposición práctica las actividades que se incorporan en la guía han de llevar a la práctica los aspectos correspondientes con: participación, proyecto en común, mediación en conflictos, comunicación, autoestima, manejo de normas, expresión de afecto.

A continuación el cuadro de la operacionalización de la variable.

Cuadro 1

Operacionalización de la Variable

Fuente: Vásquez (2009)

Sujetos de la Investigación

Los sujetos del estudio estuvieron conformados por treinta y siete (37) padres y representantes de la Unidad Educativa José Leonardo Chirino cuyos representados están inscritos en el período escolar 2008-2009, tanto del turno de la mañana como de la tarde, seleccionados intencionalmente y de acuerdo a la voluntad que expresaron para atender con el proceso de investigación relativo al estudio de la variable: guía de actividades cognitivo-conductual dirigido a los padres para instaurar conductas asertivas hacia la convivencia familiar.

En este orden de ideas, se consideraron los razonamientos de Sabino (2000), en cuanto a que existen individuos en posición del conocimiento, status o destrezas comunicativas especiales y que están dispuestos a cooperar con el investigador. Así, los sujetos del estudio fueron capaces de aportar la información sobre el objeto que interesó investigar y que conforma la variable: Guía de orientación cognitivo-conductual dirigido a los padres para la instauración de conductas asertivas hacia la convivencia familiar.

Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos

Es importante que el proceso de la recolección de los datos en el campo se adapte a la situación del estudio y a la necesidad de medición. Para ello, las técnicas e instrumentos utilizados en este estudio fueron la observación y el cuestionario, los cuales permitieron hacer válido y confiable la información para poder aceptar los resultados.

Desde este punto de vista, es requisito indispensable aplicar instrumentos de medición, organizar las mediciones obtenidas, para su respectivo análisis. De allí que, se aplicaron las siguientes técnicas:

La observación: Sabino (op. cit), indica que al igual que otras técnicas, previamente a la ejecución de la observación, se deben definir los objetivos en la comprensión de su unidad de observación, las condiciones en asumidas en el proceso y las conductas que se registraron visualmente.

En efecto, la investigadora retomó este referente para llevar un registro visual de lo ocurrió en la realidad durante este período de recolección de los datos a través de lo cual se consideraron los acontecimientos pertinentes, de acuerdo con una guía de observación diseñada por la investigadora para tal fin, consistente el mismo registro diario que normalmente lleva todo docente, el cual contiene elementos como: actitudes, registrando cinco niños semanalmente en comportamientos no operativos que mayormente se resalten. Es el caso que ocurrió cuando los niños llegaban al aula, llorando, que no se quieren quedar en la institución, mostrando expresiones de temor cuando los representantes los obligan a su asistencia y en consecuencia, el docente tiene que hacer el registro explicativo.

El cuestionario: representó una técnica que acuerdo con Tamayo y Tamayo (1996), es el método que utiliza un instrumento o formulario impreso, destinado a obtener repuestas sobre el problema en estudio y que el investigado o consultado llena por sí mismo. El cuestionario pudo aplicarse a grupos o individuos estando presente el investigador o el responsable de recoger la información, también se puede enviarse por correo a los destinatarios seleccionados en la muestra, no obstante este no fue el caso.

Desde este enfoque, el cuestionario se redactó una vez que se determinaron los objetivos en forma definitiva y cuando se definieron las dimensiones correspondientes con la variable establecida donde se reflejaron las características del fenómeno o problema a ser evaluado.

Para efectos de este instrumento, se formularon veintinueve (29) ítems cuyas alternativas de respuestas se ajustan a la escala dicotómica: Sí y No respectivamente.

Validez del Instrumento

La validez del cuestionario permitió calificar el grado de medición que se corresponde con la variable del estudio respecto a su contenido, constructo, y capacidad predictiva que caracterizan, según Ruiz (1998) a un instrumento bien elaborado. En este caso, se validó por juicio de experto, los cuales tomaron en cuenta los siguientes elementos: coherencia, pertinencia y claridad del contenido.

A tal efecto, se solicitó la participación en este proceso a tres (3) expertos para que realizaran la evaluación del cuestionario, quienes conforman el cuerpo docente del Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (CIPPSV), a fin de que emitieran su correspondiente opinión y aportes a las mejoras correspondientes, como efectivamente lo hicieron.

En relación al contenido, se soportará teóricamente este procedimiento de validación, en cuanto a que: "la validez del contenido no puede ser expresado cuantitativamente… es más bien una cuestión de juicio" (Ruiz, op. cit, p. 59). Asimismo, la validez de constructo, se realizó para que estén claros los conceptos presentados en el mismo, sustentados en una teoría referencial y desde esta óptica se manifestaron los atributos de las variables que se desean medir.

En relación a la validez de la capacidad predictiva, generalmente viene correlacionada con la idea futurista a la cual se hace alusión en la investigación, también se le denomina validez del criterio externo o validez empírica. Bajo esta consideración se validó el cuestionario a través del juicio de expertos, los cuales realizaron sus observaciones en una guía de validación.

Confiabilidad del Instrumento

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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