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Aproximación al avance del cristianismo protestante en Latinoamérica y Colombia (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Los padres de las naciones americanas eran en un alto índice anticlericales, pero seguían viendo en la religión un elemento de integración nacional.

1.4.- Las Sociedades Bíblicas Británicas

La llegada de los liberales al poder facilitó la entrada de los primeros misioneros protestantes a los países de América Latina. Entre los misioneros destaca la figura de James Thomson, representante de las Sociedades Bíblicas Británicas.

Thomson llegó al puerto de Buenos Aires en 1819 y desde el principio recibió el apoyo del presidente Bernardo Rivadavia.

De Argentina Thomson pasa a Chile en 1821, donde también recibió el apoyado del presidente Bernardo O"Higgins, en 1822 llega a Perú, donde fue nombrado director de educación pública.

En 1824, Thomson pasa a Ecuador y un año después a Colombia. Por último continuó su labor en México y las Antillas españolas e inglesas.

Tras las huellas de Thomson fueron numerosos los agentes de las Sociedades Bíblicas que extendían la difusión de las Sagradas Escrituras en lengua vulgar.

1.4.1.- Sociedades Bíblicas en América

En Brasil y México nacieron las primeras sociedades protestantes estrechamente ligadas a los movimientos anticlericales y masónicos. Los primeros misioneros presbiterianos, metodistas y congregacionalistas empezaron a arribar hacía el 1872.

A los primeros protestantes sudamericanos en México y Brasil, se les unieron otros cristianos de fe protestante en países como Argentina, Cuba y Chile.

1.4.2.- Agencias misioneras

Durante el siglo XIX habían surgido numerosas sociedades misioneras en Estados Unidos para difundir su mensaje en América Latina. Estas agencias se centraron en dos puntos básicos: la creación de escuelas y de centros médicos.

2.- Restricciones en la profesión de fe cristiana

Las relaciones comerciales entre las nuevas naciones y varios países protestantes fueron suavizando el trato a los extranjeros evangélicos, pero ningún país cambió en esta etapa sus constituciones para admitir la libertad religiosa.

La mayoría de los inmigrantes protestantes no veían la necesidad de difundir su fe y se contentaba con la simple práctica de la misma, pero algo iba a cambiar.

2.1.- Puertas a la libertad de culto

El ultramontanismo católico y el nacimiento de un movimiento liberal más radical y secular, abrieron la puerta a la libertad de cultos. Casi todas las constituciones hacia la mitad del siglo XIX habían incluido la libertad religiosa en su articulado.

2.2.- Prevalencia de las restricciones

Países como Colombia, Ecuador, Perú y naciones centroamericanas, conservaron las restricciones para la profesión de la fe protestante a raíz

3.- Desarrollo y avance del protestantismo desde el siglo XIX

La difusión evangélica durante el siglo XIX fue lenta y difícil. La presión social sobre los nuevos conversos, las persecuciones y linchamientos, empezaron a generalizarse en diferentes países americanos.

Se destaca el hecho de que el protestantismo se había arraigado en todos los países. En México, por ejemplo, en 1892 había 566 iglesias y en el 1908 había 700 congregaciones.

El protestantismo al comenzar el siglo XX se sobreponía a situaciones que lucían adversas en la mayoría de los países, compuestas en su mayor parte por clases medias, pero tenía una amplia red educativa y médica y buena relación con los políticos de corte liberal.

4.- Período de 1916 a 1961

Merece especial atención el período entre 1916 y 1961 como veremos a continuación por los congresos de carácter protestante que se desarrollaron en América Latina y que marcaron un hito en la historia de estos países.

En 1916 se realizó el Congreso Protestante de Latinoamérica de 1916 en Panamá y le sucedieron los de Montevideo (1925) y La Habana (1929) que ejercieron una poderosa influencia ya que comenzaron a formar la conciencia del movimiento evangélico latinoamericano.

4.1.- Congreso de Panamá

El Congreso de Panamá hizo especial hincapié en la labor social de la Iglesia en América. A pesar de que en la Conferencia de Edimburgo de 1910 habían desestimado América Latina como campo misionero del cristianismo, pero la disidencia de los norteamericanos, encabezados por John R Mott, se acordó trabajar en el fortalecimiento de la evangelización protestante de América Latina.

Durante los primeros treinta años del siglo XX los misioneros norteamericanos fomentaron el panamericanismo, aunque varios sectores del protestantismo latino se negaban aceptar las teorías de los misioneros.

4.2.- Congresos de Montevideo y La Habana

Los Congresos de Montevideo y La Habana vieron la luz en un momento de crisis social y política. La revolución Mexicana y el aumento de la inmigración hacia buena parte de los países latinos, produjeron rápidos y fuertes cambios sociales.

Se calcula que en 1925 había unos 712 mil protestantes en América Latina y un número igual de simpatizantes.

5.- Misiones entre pueblos indígenas

A partir de 1940 empezó un gestor y desarrollar movimiento protestante destinado a la evangelización de los indios, que hasta el momento habían sido descuidados por las misiones protestantes, pero el fenómeno más importante para el futuro del protestantismo latinoamericano fue los primeros albores del protestantismo de carácter pentecostal.

El apoyo a la evangelización de los pueblos indígenas provino, principalmente, de organizaciones de los Estados Unidos. Los misioneros eran esencialmente norteamericanos y en algunos casos, de origen europeo. Fue desde la segunda mitad del siglo XX cuando se comenzó el envío de misioneros latinoamericanos.

6.- Definición de estrategias de evangelización

6.1.- Los pentecostales y la evangelización

Chile fue, después de 1920, uno de los países pioneros dentro del movimiento Pentecostal. Le siguieron de cerca Brasil y México. El movimiento pentecostal con sus peculiaridades fue extendiéndose poco a poco por todo el continente de una manera espontánea, muy latinoamericana y sin fuertes apoyos extranjeros.

Una de las características del movimiento Pentecostal fue su rápida expansión gracias al espíritu evangelizador que motivaba a sus seguidores.

De cada 100 protestantes latinoamericanos 60 son pentecostales. Muchas de las denominaciones Pentecostales son autóctonas, fundadas por pastores de los diferentes países. Jean Pierre Bastian habla del fenómeno pentecostal como una mutación en el protestantismo clásico y pone en duda las similitudes entre ambos movimientos, pero el contenido doctrinal del protestantismo pentecostal es claro y su origen también, tal vez el caso de algunos movimientos, sobre todo en Brasil, más cercanos al espiritismo hace que su análisis parezca confuso.

6.2.- Evangelización como una prioridad

Después de los primeros años del siglo XX se fundaron varias agencias misioneras nuevas como La Misión Latinoamericana (1921), que después de la década de los cuarenta empezó a utilizar medios de comunicación de masas para la propagación de las creencias evangélicas.

Este fenómeno de difusión o predicación masiva del Evangelio había surgido en los Estados Unidos y estaba inspirado en el Gran Despertar y evangelistas como Moody. Uno de los evangelistas de masas más conocidos fue Billy Graham, pero en América Latina surgieron evangelistas autóctonos como Eliseo Hernández o Juan Isaías.

Las situaciones más difíciles para el protestantismo latino en este periodo fueron las persecuciones en Colombia y Ecuador, y la limitación de libertad religiosa y emigración de protestantes cubanos a Estados Unidos.

No obstante lo anterior, la disponibilidad de medios de comunicación, fundamentalmente impresos en la primera mitad del siglo XX, y radiales, en la mitad del segundo siglo, facilitó la proclamación del Evangelio en la mayoría de países latinoamericanos.

7.- Período de 1961 hasta nuestros días

El año de 1961 inicia un período de significación ya que se dio, en la década de los sesenta, un florecimiento de las actividades evangelísticas, gestadas inicialmente en Norteamérica y que se proyectaron hacia América Latina.

Hacia el 1961 en la mayoría de los países de a América Latina el protestantismo no superaba el 7% a excepción de Chile, que ya se situaba en un 10% y Haití con cifras un poco más altas. Hacia el 1990 el crecimiento se había acelerado. En países como Chile, Guatemala o Puerto Rico se superaba el 17% de población evangélica y eran más del 10% en todos los países de Centro América.

En Brasil hacia 1990 se superaba un 20% de evangélicos y en México un 5%. Unos 80 millones de personas se declaraban evangélicas en América Latina en 1990.

Los datos que dan los evangélicos son más altos, el 12,4 % en Sudamérica y 19,4 en zona del Caribe.

8.- Factores favorables y desfavorables

Los factores sociales y económicos han tenido un gran protagonismo en este espectacular crecimiento. Mencionaremos entre otros, la industrialización de América Latina en el periodo del 1930 al 1960, lo que produjo, después de la década de los sesenta, un cambio en las economías americanas que empujó a grandes masas rurales a las ciudades.

El crecimiento demográfico en América Latina también fue muy acusado. En 1940 había 126 millones de habitantes, en 1970 el número ascendía a 278 millones y hacia el 1990 era de 368 millones. El crecimiento de las ciudades ha sido espectacular. La ciudad de México tiene entre 12 y 15 millones de habitantes, a ella se suman ciudades como Sao Paulo y Buenos Aires.

En el periodo hubo un fuerte retroceso de las democracias populistas que desembocó en dictaduras represivas. La crisis mundial de los años 70 afectó gravemente a la economía latinoamericana, que se ha mantenido en reescisión constante durante todo el periodo y arrastrando grandes deudas con países ricos. La revolución cubana trajo consigo el surgimiento de numerosas guerrillas comunistas en la mayor parte de los países. En el ámbito religioso la Iglesia Católica propulsó la expansión de una iglesia popular, que inspirada en la Teología de la Liberación, pretendía cambiar la situación de desigualdad económica y pobreza endémica de grandes partes de la población, pero este movimiento renovador de al Iglesia Católica no caló en las masas americanas y fue paulatinamente abandonado por la jerarquía católica a partir del 1982.

La pobreza, la inestabilidad política, los desastres ecológicos, el desarraigo y la falta de atención pastoral de la Iglesia Católica son factores importantes para explicar el espectacular crecimiento numérico de los evangélicos en América Latina, pero no podemos afirmar que el conjunto de estos factores den como resultado automático dicho crecimiento.

Como lo demuestra el ejemplo de países como Bolivia, Perú, Colombia o Ecuador, con grandes bolsas de pobreza, con inestabilidad política constante y con cuadros de sacerdotes parecidos a otros países de su entorno, han sido más impermeables al cristianismo evangélico. Las "teorías" de conspiraciones norteamericanas para la propagación del protestantismo en América no tienen una base sólida. El Informe Rockefeller (1968) y el de Santa Fe (1980), en los que se identifica a la Iglesia Católica como elemento desestabilizador, y los evangélicos como aliados de los Estados Unidos, no tienen peso suficiente para justificar una teoría. Por otro lado, las acusaciones de utilización de las iglesias evangélicas por las dictaduras militares para el control de las masas, pueden aplicarse de igual modo a la Iglesia Católica.

Breve aproximación sobre el ingreso y avance de la Iglesia protestante en Colombia

La historia de la iglesia protestante en Colombia está marcada por el ingreso, en espacios diferentes de tiempo y por posiciones geográficas disímiles, unas de las otras, de misiones y denominaciones que establecieron su visión en el país. Algunas de esas organizaciones, a las que se considera de carácter histórico con ascendencia de muchos años en el mundo, permanecen en el territorio mientras que otras, ya no están pero dejaron un legado muy valioso de hombres y mujeres que consagraron sus vidas a la proclamación del Evangelio transformador de Jesucristo.

1.- Ingreso del protestantismo en ColombiaLa llegada del movimiento protestante a Latinoamérica fue patrocinada por los liberales. De esta forma se buscaba quebrantar el poder de la Iglesia Católica en su propio terreno. Para los liberales, el protestantismo era sinónimo de progreso, sobre todo en lo que tiene que ver con educación, implantando colegios protestantes y desplazando la educación religiosa, que tenían un carácter tradicional.

Los liberales admiraban a los protestantes fuera de Latinoamérica por sus sociedades económicamente prosperas y demócratas. Sin embargo temían darle libertad total a este movimiento y perder protagonismo en sus países al tiempo que guardaban reservas en el proceso que podría asociarse con "norteamericanizar" la sociedad latina.

Los principales grupos protestantes se establecieron en Suramérica de la siguiente forma: Los presbiterianos se instalaron en Argentina en 1836, en Brasil en 1859, en México en 1872, y en Guatemala en 1882. Los metodistas siguen un itinerario parecido: México 1871, Brasil 1886, Antillas 1890, Costa Rica, Panamá y Bolivia en los últimos años del siglo".

Ahora, en el caso específico de Colombia, el protestantismo se estableció en San Andrés y Providencia con el arribo de un grupo de puritanos ingleses en 1629 liderados por John Pyn, quienes llamaron a estas islas New Westminster. Después de John Pyn, en las islas se establecieron otros grupos protestantes, entre ellos la Iglesia Bautista, antes de 1860.

2.- Otras denominaciones

Algunas otras personas de creencias protestantes llegaron a Colombia en la época de la colonia, pero la inquisición impidió que ejercieran su fe.

En 1611 la Iglesia Católica hizo su primer "edicto de fe" contra las "sectas" protestantes. Después de esto fue condenado el primer protestante a la hoguera por el tribunal de la inquisición en Cartagena en 1622. Se trataba de Adán Edon, un agente comercial ingles, que entro al país en 1618 para comprar tabaco.

Durante la época de la colonia fue imposible la entrada del protestantismo en Colombia. El ingreso de personas y literatura protestante estaban muy bien vigilados por la inquisición.

En 1823, se termina el tribunal del Santo Oficio o de la Inquisición, después de esto se permite la entrada de algunos libros protestantes como "Horas y Oraciones Devotas", impreso en Paris en 1654 y "El paraíso del Alma" publicado en la ciudad de Santa Fe.

2.1.- Alfabetización por los protestantes

Buscando una modernización, el gobierno de Santander acepta el programa de alfabetización lancasteriano de las Sociedades Bíblicas Británica y norteamericana en 1825, su objetivo principal era alfabetizar a través de la lectura de la Biblia.

El agente James Thomson, de la Sociedad Bíblica Británica y de la Sociedad de Escuelas Británicas y Foráneas Lancasterianas estuvo en contacto con la elite del país y algunos grupos liberales radicales. Esto facilitó la construcción de colegios protestantes, principalmente de la Iglesia Presbiteriana.

2.2.- Libertad de culto

Desde 1821 algunos extranjeros, principalmente ingleses y escoceses, hicieron muchos esfuerzos para formar congregaciones sin poder conseguirlo finalmente.

En 1825 La Gran Colombia firmó un acuerdo comercial con Inglaterra, el cual incluía libertad de culto, pero esto disgustó a gran parte del clero, así que solo le otorgaron libertad de culto en el ámbito privado a los inmigrantes ingleses; sin permiso para construir templos protestantes. En 1855 llegó a Cartagena el reverendo Montsalvatge, nacido en Cataluña, España, quien estudio en un monasterio capuchino y luego realizó estudios de teología en Génova.

Se desconoce exactamente en que momento Montsalvatge se volvió protestante. En Italia fue nombrado ministro protestante. En corto tiempo formo una congregación en un convento abandonado de Cartagena. Fue nombrado agente de la Sociedad Bíblica Norteamericana, que muy rápidamente le envió Biblias.

Un año después, en 1856, llego a Santa Marta desde Princeton, el misionero Henry Pratt, fundador de la Iglesia Presbiteriana en Colombia. Visitó la congregación de Montsalvatge y después viajo al centro del país.

3.- Incursión en el interior del país

La obra misionera de Pratt fue complementada por A.J. Duffield, agente de la Sociedad Bíblica, que ayudado por el coronel Fraser envió literatura protestante a varios amigos en el país.

El agente Duffield partió en 1857 y en ese mismo año llegó el segundo misionero presbiteriano, Tomás F, Wallace, que estaba encargado de formar una congregación en Bogotá. Con esto se lograba el objetivo de fundar la primera Iglesia Presbiteriana en Bogotá. Esta iglesia seguía "la confesión de Westminster", su doctrina es calvinista, realizan el bautismo por aspersión y enfatizan en la educación de sus feligreses.

La iglesia presbiteriana se estableció en Bogotá. En 1861 realizaron la primera celebración de la "Santa Cena". Sus servicios fueron en ingles hasta 1865. La Iglesia adquirió el sitio donde funcionó el tribunal del Santo Oficio y en 1869 se convirtió en la sede de su Iglesia.

En 1890 se abrió una Iglesia Presbiteriana en Barranquilla. El misionero irlandés Adam Edwin fundó una escuela primaria en la ciudad. A partir de 1891 el misionero Juan Touzeau inicio la publicación, en Medellín, del periódico "El evangelista colombiano"; afrontando una fuerte oposición del clero logró vender y repartir literatura protestante.

Los presbiterianos implantaron Colegios Americanos, con el objetivo de evangelizar a través de una educación al estilo lancasteriano. Los Colegios Americanos no solo estaban para educar a los hijos de los misioneros, sino también para formar líderes nacionales en el ideal liberal de apertura religiosa; estos fueron los primeros colegios mixtos en Colombia.

De 1840 a 1890 la historia del protestantismo en Colombia es la historia de la Misión Presbiteriana. En 1930 fue publicado el libro "The West Coast Republics of South America" por escritores ingleses, que anunciaron a Colombia como el país menos evangelizado por los grupos protestantes en Suramérica. Esto estimuló la llegada de nuevos grupos al país. El censo de 1918 reconoció la existencia de otros grupos religiosos. Por primera vez un censo nacional catalogaba los diversos grupos religiosos.

4.- Arribo de nuevos grupos entre 1900 y 1930

La Unión Misionera: El primer misionero que llegó a Colombia en 1908 fue Charles Chapman. Fundó una congregación en Cali además de una clínica y una congregación en Palmira.

La Alianza Escandinava o Alianza Evangélica: Solo hasta 1922, los estadounidenses Juan Christiansen y Olav Eikland lograron predicar en Cúcuta.

La Iglesia Episcopal: Esta iglesia nació de la Iglesia Anglicana, su organización es parecida pero su doctrina es netamente calvinista. El obispo Morris y el arquidecano Carson, llegaron a Santa Marta y Cartagena para establecer capellanías para inmigrantes anglosajones.

La Iglesia Presbiteriana Cumberland: Esta iglesia es una renovación de la Iglesia Presbiteriana nacida en Gran Bretaña. En 1927 se estableció en Cali y fundó el Colegio Americano con sede en Cali.

La Alianza Cristiana y Misionera: Este grupo fue creado en 1887 por el reverendo Alberto Benjamín Simpson. Esta denominación actúa como Iglesia y también prepara misioneros.

Desde 1910 América Latina fue catalogada como terreno a evangelizar por los grupos protestantes norteamericanos, a causa del poco interés que los grupos europeos le dieron a este territorio. Por esta razón la mayoría de los misioneros que llegaron al país entre 1900 y 1930 eran norteamericanos.

Entre 1930 y 1948 entraron a Colombia otros grupos protestantes que ayudaron a consolidar el movimiento en el país.

Conceptualización general del evangelismo: el compromiso del cristiano y estrategias

¿Cómo hablarle acerca del evangelio transformador de Jesucristo a quien viaja a mi lado?¿Se ha formulado alguna vez esa pregunta? Sin duda no es el primero ni será el último que ha enfrentado la incertidumbre, quizá el temor o probablemente la ansiedad cuando está a las puertas de hablarle a alguien acerca de las maravillosas enseñanzas que encierra el evangelio transformador de Jesucristo.

No cabe duda que a través de los medios de comunicación se ha publicado y difundido infinidad de información fundamentada en las Buenas Nuevas. Sin embargo la enseñanza personalizada es mucho más eficaz y abre las puertas para que el interlocutor pueda hacer preguntas y lograr que, allí mismo, junto al evangelizador, pueda resolver sus inquietudes.

¿Se ha preguntado qué ocurriría si su congregación comenzara un trabajo de predicación persona a persona en el sector donde están ubicados? No se requiere de muchos conocimientos matemáticos para intuir que pronto la asistencia, y en particular la membresía, se habrán multiplicado.

1.- ¿Con cuántas personas interactuamos diariamente?

Hagamos una operación aritmética sencilla. Para comenzar tomaremos como ejemplo a Juan, un creyente que asiste desde hace un buen tiempo al grupo y quien, tras recibir formación básica, es estimulado a cumplir la Gran Comisión del Señor Jesús: "Por tanto, id y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén"(Mateo 28:19, 20).

Al comenzar la jornada matutina y camino a su trabajo, le comparte los principios de Salvación a quien viaja junto con él en el autobús. Despeja algunas incógnitas que le expresa y, finalmente, le entrega un tratado evangelístico en el que aparece la dirección, teléfono y horarios de servicio de culto de su denominación.

Igual al mediodía que cuando se dirige a casa a almorzar y en la noche, al terminar su trabajo. Eso sin contar las personas que durante el día habrá tenido la oportunidad de abordar. ¿De cuántas almas estamos hablando? Mínimo de tres. Y pueden ser alcanzadas cada día ¡por una sola persona!

En la semana serían algo más de veinte hombres y mujeres a los que se logró contactar con la Palabra de Dios. Supongamos que por lo menos dos de los evangelizados mostraron interés e incluso manifestaron el deseo de recibir una llamada telefónica para ser invitados a los cultos. En el mes –sobre la base de dos experiencias de este tipo– tendríamos ocho potenciales cristianos en su iglesia. Todo a través de ¡una sola persona!.

¿Imagina lo que podría ocurrir si preparamos mínimo diez creyentes para desarrollar esta tarea? Fácilmente podrían colocar en manos de las personas alrededor de ochocientos tratados evangelísticos por mes. ¿No cree que dependiendo del Señor Jesucristo podríamos ver la manera como muchos de ellos llegan a nuestros lugares de reunión? Sin duda que sí. Además, quienes no terminen visitándonos, es probable que vayan a otro sitio de congregación y de esta manera estaríamos propagando eficazmente el evangelio transformador…

No olvide que servimos a Cristo, no a una denominación en particular y que, si alguien visita otro lugar, no habremos perdido trabajo; por el contrario, habremos contribuido con un granito de arena en la propagación de las Buenas Nuevas.

2.- Un mecanismo sencillo

Como podrá apreciar, dar pasos concretos y de significación en el proceso de alcanzar nuestra ciudad para Cristo no es ni costoso ni difícil. Basta que usted como pastor o líder se comprometan en por lo menos tres cosas: la primera, oración permanente a Dios. No podemos lograr resultados efectivos si no tenemos una adecuada vida devocional. Segunda, el estudio sistemático de las Escrituras, práctica que nos permitirá obtener enseñanzas enriquecedores que compartiremos con los evangelizadores. Y Tercera, un testimonio de vida cristiana que corrobore con hechos lo que predicamos.

Tres elementos sencillos pero contundentes que llevarán a la transformación de barrios, veredas y corregimientos. Abrirán sendas para que vayamos a lugares donde los demás fracasaron por falta de persistencia, o quizá no han querido ir por considerar que no se obtendrán resultados fácilmente.

Ahora, un segundo aspecto es que usted convoque en la congregación a quienes desean secundar la tarea de proclamar el evangelio transformador de Jesucristo. ¿Cómo estimularlos inicialmente? Enfatizando en las predicaciones acerca del compromiso que tenemos absolutamente todos los cristianos de compartir a Cristo a toda criatura.

Con la elaboración del presente MODULO SOBRE EVANGELISMO que forma parte integral de la ESCUELA DE MISIONES, el Seminario Bíblico Alianza de Colombia busca ofrecer a todos ustedes herramientas que tornen más dinámico y eficaz el trabajo de proclamar las Buenas Nuevas de Salvación.

3.- Formar evangelizadores, una prioridad

Usted como pastor, obrero o líder no podrá ganar jamás su ciudad para Cristo en sus propias fuerzas. Pero sí podrá hacerlo dependiendo del Señor y disponiendo de un buen grupo de colaboradores a quienes les transmita las metas y se comprometa.

¿Cómo garantizar la sostenibilidad de una iniciativa de este género? Socializándola. Recuerde que cuando nuestro Sueño lo transmitimos a muchas personas, comprometiéndolas a soñar juntos, dejará de ser nuestro Sueño para convertirse en el Sueño de todos. Ese es el secreto para garantizar que no nos detendremos sino que, por el contrario, avanzaremos hasta lograr nuestros objetivos.

Puedo asegurarle que en breve tendrá un equipo de trabajo dispuesto para recuperar el terreno que Satanás ha querido robarle a la Iglesia, bien porque no estamos alerta o dormimos en nuestro compromiso con la Gran Comisión.

3.- La urgencia de la Evangelización Personal

El crecimiento proporcional de la población mundial, que se disparó a partir del siglo XVIII y que, desde mediados del siglo XX llevó a que la densidad de personas se concentrara en las ciudades latinoamericanas y no como otrora, en los campos, genera un reto para las diferentes denominaciones en cuanto a su tarea de evangelización.

El aumento de las denominaciones se produce yendo en busca de las almas. El virtual estancamiento se origina en la preocupación de las congregaciones por seguir al amparo y comodidad de sus templos, desconociendo que fuera de las cuatro paredes hay millares de personas que se pierden sin escuchar el evangelio.

El punto central de nuestro reto radica en ir hasta las personas a quienes se debe compartir la enseñanza que transforma vidas.

En esencia, la tarea es ir a todos los rincones, como lo recomendó el Señor Jesucristo a sus discípulos: "… recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra"(Hechos 1:8). La labor –como se puede apreciar—estaba volcada a masificar el Evangelio.

Este fue un principio que pusieron en práctica los cristianos, tal como lo describe el Nuevo Testamento, ya que tras la muerte del diácono Esteban a manos de judíos fundamentalistas "… hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles"(Hechos 8:1 b). Donde quiera que fueran los creyentes, aprovechaban la oportunidad para evangelizar.

Este hecho es de mucha significación porque nos habla de un grupo de seguidores de las enseñanzas del Señor Jesús, con una mentalidad dinámica ya que "… los que fueron esparcidos, iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hechos 8:4). No se quedaban esperando que las personas llegaran a los templos. Iban por ellas.

4.- Siete razones por las cuales se debe evangelizar

En las Escrituras hallamos por lo menos siete razones que nos sustentan el por qué la iglesia de Cristo debe salir de sus templos e ir en pos de las almas.

4. 1.- Porque es una instrucción del Señor Jesucristo para los creyentes.

Las Escrituras nos plantean esta recomendación que hiciera el Señor Jesucristo a sus discípulos, como una de las prioridades que se deberían atender una vez partiera: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado "(Marcos 16:15, 16).

4.2.- Porque el Señor Jesucristo nos acompaña en la tarea de proclamar el evangelio.

En la proclamación del evangelio, no estamos solos. El Señor Jesús nos acompaña. Cuando usted esté compartiendo la Palabra, sienta que el Dios de poder está allí, a su lado:"Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían"(v.20).

4.3.- Nuestro compromiso es predicar. La decisión es personal.

Los cristianos estamos llamados a proclamar el mensaje. El Espíritu Santo hace el resto. De ahí que no podemos presionar a alguien a quien estamos evangelizando, para que acepte el mensaje.

La esencia de nuestra misión es anunciar la Palabra como lo dijo Dios al profeta Ezequiel al enviarlo al pueblo de Israel: "Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma." (Ezequiel 3:17-21). Nuestro compromiso ineludible es predicar.

4.4.- Cuando predicamos el evangelio, testimoniamos al mundo que Dios brindó una oportunidad

Una vez se produzca la partida del ser humano a la presencia de Dios, ningún ser humano podrá excusarse que no recibió el mensaje de Salvación. Hoy día se predica por todos los medios. Esa es la razón por la que nosotros debemos asumir la tarea, sin desaprovechar los espacios que se nos ofrecen.

Recuerde, cuando evangelizamos, nos convertimos en testimonio vivo y embajadores de Dios para la humanidad: "Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos."(Ezequiel 2:4,5).

4.5.- Cuando se predica la Palabra, se libera poder transformador

Recibí el testimonio de una mujer que decía: "Prediqué el evangelio a mi hijo desde niño, pero sólo cuando estaba joven, en medio de una crisis, aceptó a Jesucristo como su Señor y Salvador".

Este y otros relatos reafirman el convencimiento de que, al predicar, estamos sembrando una semilla que en su tiempo rendirá frutos. Así lo dice el profeta: "Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié."(Isaías 55:10,11).

Con frecuencia hemos trabajado en Impactos Evangelísticos en las calles, se distribuyen tratados y material, y pareciera que nada ocurre. Sin embargo, semanas después llegan las personas al templo. El folleto que distribuimos les inquietó y, frente al problema que experimentaban, terminaron por asistir a los servicios religiosos.

4.6.- Si rechazan la Palabra no nos rechazan a nosotros sino a Dios.

Hace algún tiempo y cuando prestaba mis servicios para la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera del barrio Las Américas, al oriente de Santiago de Cali, desarrollamos con un grupo de jóvenes una serie de jornadas de predicación entre los vendedores ambulantes del centro de la ciudad.

Era frecuente que nos arrojaran a la cara los folletos evangelísticos. No era fácil aceptarlo. Pero por fin todos entendimos –me incluyo en ese grupo—que no nos estaban rechazando a nosotros sino el mensaje de salvación que estábamos compartiendo con ellos. No podemos desanimarnos. Es necesario seguir adelante…

4.7.- Quien nos capacita para la tarea es Dios mismo

Quienes evangelizan en las calles con mayor eficacia, no son necesariamente aquellos que han tenido una mayor formación teológica. Generalmente son personas sencillas que han experimentado el poder transformador de Jesucristo y tienen pasión por llevar la Palabra a todos los rincones.

En esencia se requiere que estén en estrecha comunión con Dios, mediante la oración. Si dependemos de Dios, el resto lo hace El, es decir, el capacitarnos para la obra: "Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron."(Mateo 4:18-20).

No hay excusa entonces para decir: "Yo no puedo hacerlo" o quizá "No tengo las capacidades para evangelizar".

5.- Dios mismo traza las estrategias

Siempre me ha impactado el texto bíblico cuando, tras mucho intentarlo, los discípulos se dan por vencidos y simplemente confían en el Señor Jesús: "Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces."(Juan 21:4-6). Es allí cuando obtienen resultados.

Hoy día abundan muchas estrategias y planes para el crecimiento de la Iglesia. Pero sin duda, las pautas más eficaces las traza el propio Señor Jesucristo. Basta que dependamos de El y reconozcamos que no es nuestra obra sino de El. Seguramente recibiremos orientación divina sobre qué hacer en cada caso, tal como la recibieron Noé, Mosiés, Josué, Gedeón y tantos otros hombres de Dios.

Recomendamos a nuestros lectores leer una y otra vez cada una de las lecciones, que no solamente serán útiles cuando deban enfrentar en la práctica la tarea de evangelización, sino también porque una vez capacitado, puede compartir los principios básicos a otras personas en seminarios y talleres sobre evangelismo personal.

6.- Evangelizar: compromiso ineludible y no una mera opción

Como cristianos comprometidos con el Señor Jesucristo, un principio que debemos asumir es la necesidad de abrir un espacio de concientización a los asistentes sobre su compromiso con la proclamación de las Buenas Nuevas:

6.1.- Todo creyente en Jesús tiene la obligación de evangelizar

Con frecuencia se considera que el compromiso de evangelizar recae en los pastores. De ahí la necesidad de inculcar en todos los creyentes, incluso en quienes recién comienzan el proceso de discipulado, la necesidad de asumir el compromiso de proclamar en todos los espacios el mensaje transformador de Jesucristo.

Entre las razones que podemos citar para sustentar este principio, figuran:

  • Si cada día compartimos el evangelio a una persona, en el año habremos compartido el evangelio a 365 personas.

  • El evangelio creció hasta el año 325, cuando el emperador Constantito reconoció el cristianismo como la religión oficial del imperio romano. Cuando se acabó la persecución, se desencadenó un progresivo estancamiento.

  • La fuerza de la evangelización recae en los laicos

6.2.- Presentación del evangelio

La presentación del evangelio es un aspecto de suma importancia. Es el punto de enlace con aquél a quien vamos a compartir las Buenas Nuevas. En esa "carta de presentación" en que se convierte nuestro diálogo, reside la posibilidad de lograr entablar un diálogo productivo o, por el contrario, levantar barreras desde un comienzo.

¿Cómo abordar a una persona?

6.2.1.- Inicialmente aborde un tema neutral

Hay muchas formas de abrir un diálogo. Lo más aconsejable es acudiendo a un tema neutral. Algo que, de inmediato, no asocie al interlocutor con el evangelio, de lo contrario, aquellos que tienen algún grado de prevención podrían levantar una barrera que impida la comunicación.

Un aspecto equilibrado puede ser una alusión al estado del tiempo, comentar un acontecimiento reciente que ocupe los titulares de los diarios, las noticias de la televisión o algo que llegue a la mano, que pueda ser de interés común.

La Biblia ilustra este principio cuando hallamos al evangelista Felipe quien, guiado por el Espíritu Santo, es instado a acercarse a un etíope que se desplazaba en la ruta de Jerusalén a Gaza.

El hombre iba leyendo las Escrituras. Pero Felipe no inicia abiertamente su diálogo refriéndose a aspectos bíblicos. Por el contrario, emprende su conversación con una pregunta elemental: "Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó: –¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?  –¿Y cómo voy a entenderlo –contestó– si nadie me lo explica? Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él. "(Hechos 8: 30, 31. Nueva Versión Internacional).

A partir de esta entrada: "Entonces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas nuevas acerca de Jesús."(v.35).

Es una habilidad que adquirimos con el paso del tiempo. Quizá al principio tengamos tropiezos, pero progresivamente es fácil lograrlo. Además, Dios nos ayuda en este propósito.

6.2.2.-Otro ejemplo de la Biblia

Las Escrituras nos muestran en otro pasaje la forma ecuánime como se aborda a un no creyente, para establecer diálogo y compartirle las Buenas Nuevas:

" Pablo se puso en medio del Areópago y tomó la palabra: –¡Ciudadanos atenienses! Observo que ustedes son sumamente religiosos en todo lo que hacen. Al pasar y fijarme en sus lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A UN DIOS DESCONOCIDO. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio.  "El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. " (Hechos 17:22-25. Nueva Versión Internacional).

Lea de nuevo el pasaje y observe la forma magistral como llega a los atenienses: con un tema neutral, tomado de la cotidianidad que ellos podían apreciar, e inmediatamente después se enfoca en el asunto que le movía: evangelizar. Es primordial aprender a establecer un canal de comunicación de manera neutral. Esto genera un terreno de confianza que podemos aprovechar adecuadamente.

6.2.3.- No es prudente abrir polémicas religiosas

Con frecuencia en nuestro propósito de llegar a una persona, encontramos a quienes –prevenidos por experiencias similares—nos reciben con preguntas que contrarrestan el propósito de establecer un diálogo equilibrado.

Es probable que le formulen interrogantes como: ¿Ustedes qué opinan de la virgen María?¿Por qué pagan los diezmos?¿Por qué los evangélicos no tienen Papa como nosotros los católicos si le reconocemos como máximo jerarca? y una serie innumerable de cuestionamientos que no viene al caso consignar aquí y que probablemente haya experimentado en alguna ocasión.

Frente a una situación así, lo más aconsejable es no entrar en el terreno de la polémica que no conduce a ningún lado y, por el contrario, pueden desencadenar enfrentamientos que no aportan nada a la evangelización. Con mucho tacto, eluda esas preguntas comprometedoras que pretenden estimular un enfrentamiento de carácter teológico.

6.2.4.-¿Cómo dirigirse a una persona?

El abordar a alguien viene acompañado de actitudes que son fundamentales para dar solidez al diálogo.

En primera instancia, es necesario mirar a los ojos a aquella persona que abordamos. No existe nada más chocante que alguien que habla sin siquiera dirigirse a su interlocutor.

Igualmente, observe serenidad y compostura. Así el interlocutor quiera llevar la conversación al terreno del debate, no permita que éstas circunstancias le conduzcan a perder la calma.

Aunque suene cómico, hay quienes en el proceso de evangelizar terminaron enzarzados en tremendas discusiones.

Maneje la situación. Si considera que está incursionando en una polémica, con prudencia evada el asunto.

Para terminar este asunto inicial, no olvide jamás que es necesario evidenciar seguridad no solo en lo que creemos sino también en lo que decimos.

7.- Orientando la conversación hacia el Evangelio

Cuando hemos agotado la etapa previa de abordar un tema neutro, ingresamos a una segunda fase: orientar la conversación hacia el tema específico de Jesucristo y Su mensaje transformador.

Se requiere un elemento que conecta el asunto secular que venimos tratando con la Palabra de Dios. A este punto le denominamos "Transición".

7.1.-La Transición

¿Cómo se realiza la transición? Esencialmente con prudencia, evitando ser bruscos.

Imagine por un instante que llega de la calle en donde una dulce sensación de calor le ha acompañado y de pronto entra en una oficina con aire acondicionado. El cambio se percibe inmediatamente.

Igualmente con una conversación. La nueva orientación del diálogo se puede tornar evidente y –eventualmente—puede llevar a que nuestro interlocutor decida romper la comunicación. Un buen ejemplo de transición es enfocar el asunto al plano de la realidad actual:

–"La crisis que vive el mundo por la violencia, se salió de las manos de las autoridades; definitivamente sólo un poder superior como el de Dios podría ayudarnos a encontrar una salida"–.

— "La crisis personal que enfrentamos lleva a convertirse en un callejón sin salida, y cuando todas las alternativas se agotan, encontramos que solamente Dios tiene una respuesta"–.

–"Superar actitudes, hábitos o inclinaciones del hombre como la bebida, el temor, la agresividad, sólo es posible si acudimos a un poder superior porque en nuestras fuerzas difícilmente lo lograremos, y esa fuerza superior proviene de Jesucristo"–.

Los anteriores enfoques son sólo algunos de los que podríamos adoptar. Por supuesto, todo depende del aspecto que estemos tratando.

Es probable que al comienzo cometa errores en el proceso de la transición, pero con ayuda de Dios podrá lograrlo exitosamente.

7.2.- No permita que lo desvíen del tema

Durante la transición es posible que su interlocutor quiera desviarlo del tema. Una forma común de hacerlo es formulándole una pregunta que le sustraiga de su enfoque inicial. En tal caso, dígale con amabilidad que se la contestará hacia el final, a menos claro está que el interrogante tenga estrecha relación con el tema que venían tratando.

7.3.- Sea amable, cortes y claro

Es fundamental observar prudencia, no dar lugar a la intemperancia y algo ineludible: utilizar términos sencillos, fáciles de entender, exentos de todo revestimiento teológico. Guárdelos para cuando se encuentre en el templo.

7.4.- Presente todos los temas

Cuando llegue el momento oportuno, presente todos los temas, no eluda ninguno. Recuerde que el mensaje de Salvación se debe presentar completo, así sea con rapidez, para facilitar la comprensión del interlocutor.

7.5.- ¿Qué hacer si la persona no quiere recibir el mensaje?

Una decisión desacertada es presionar a las personas para que reciban el mensaje transformador del evangelio. Antes que contribuir a la obra de Cristo, despertamos rechazo. Lo aconsejable en tales casos es decir algo como: "Está bien, se que será en otra ocasión que podamos abordar el tema. Pero quiero decirle por último que Jesucristo le ama y siempre estará atento a ayudarle en cualquier dificultad que pudiera enfrentar".

Recuerde lo que dice el Señor en su Palabra: "… si tu amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad, y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma"(Ezequiel 3:19).

El mensaje que usted sembró es una semilla que germinará en el momento oportuno: "… así será mi palabra que sale de mi boca no volverá a mi vacía, sino que hará lo que quiero, y será prosperada en aquello para que la envié"(Isaías 55:11).

Al compartir el evangelio, usted no ha perdido el tiempo. Por el contrario, ha dado un paso de significación en la tarea de extender el reino de Dios.

Hay, además, una recomendación práctica que jamás debe olvidar: lleve siempre consigo –en lo posible—un Nuevo Testamento. No ocupa mucho espacio y puede serle de mucha utilidad cuando está evangelizando.

Principios básicos a considerar en el proceso de compartir el Evangelio

Cuando tenemos claro que el mandato del Señor Jesucristo "Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."(Mateo 28:18-20) es para todos aquellos que creemos en El, es necesario emprender la tarea de evangelización personalizada.

Para hacerlo, hay unos pasos sencillos que compartimos con todos ustedes.

1.- Primer paso: Orar por las almas

En el Señor Jesucristo apreciamos un amor auténtico por aquellos que iban camino de la perdición, sin conocer el evangelio transformador. "Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas que no tenían pastor, y comenzó a enseñarles muchas cosas"(Marcos 6:34).

El amor de Jesús por su pueblo, le llevó a sacrificar su vida. Igual muchos hombres y mujeres en la historia de la humanidad. Han dado todo de sí, para proclamar el evangelio.

Viene a mi memoria una mujer de 83 años que hace poco tiempo fue resaltada por la Revista "Sinfronteras", de tendencia católica. Su nombre es Xin Luan. Al traducirlo, vendría a ser algo así como Isabel. Reside en China y diariamente recorre veinte kilómetros, de ida y vuelta, para evangelizar a una comunidad de personas de tercera edad. Para ella es fundamental hablar de Cristo. Ama las almas. Es el primer paso para emprender la evangelización personalizada.

2.- Pedir a Dios que abra las puertas

Con frecuencia nos hallamos ante una realidad. Tenemos ganas, entusiasmo y deseos de evangelizar. Pero encontramos inconvenientes. Se levantan obstáculos frente a nosotros. ¿Qué hacer? Orar para que nuestro amado Dios abra puertas. El va delante de nosotros como poderoso gigante. Nos ayuda. Es quien nos asiste en el momento de compartir la Palabra.

Este principio lo hallamos en la carta que envió el apóstol Pablo a su discípulo Timoteo: "…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos, y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar" (Efesios 6:18-20).

Si Dios abre las puertas, encontraremos oportunidades y circunstancias favorables para evangelizar. La oración y pedir que nos conceda la posibilidad de llegar a las personas, es eficaz.

3.- No desaprovechar las oportunidades

Piense por un instante cuántas oportunidades ha desaprovechado en su vida. En un diálogo informal, mientras aguardaba el autobús. O quizá cuando hacía fila para cancelar los servicios básicos. O en el aeropuerto, mientras esperaba un vuelo. Cualquier espacio puede representar la transformación de un ser humano.

Imagine que está con el Señor Jesús justo a la entrada al infierno. Y ve pasar una y otra persona. Le miran al rostro y le dicen: "Pudiste hablarme de Cristo y evitar aquí mi tormento. Pero no lo hiciste". ¿Cómo se sentiría? Sin duda, con remordimiento por no haber aprovechado el momento oportuno.

La recomendación la hizo el propio apóstol Pablo cuando escribe a su fiel discípulo Timoteo: "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina"(2 Timoteo 4:1, 2).

4.- El testimonio personal: una forma eficaz de evangelizar

Sin duda, una forma eficaz de proclamar a Jesucristo radica en tener coherencia entre lo que decimos y hacemos.

Jamás olvido el caso de un alto dirigente centroamericano que por años ejerció como pastor evangélico. En cierta ocasión que viajó a Estados Unidos, lo sorprendieron camarógrafos indiscretos cuando—terminada una jornada de trabajo—fue con sus guardaespaldas a un centro de nudismo femenino.

El hecho fue bochornoso y puso en tela de juicio el testimonio de un líder eclesiástico. Reavivó el interés por la brecha existente entre lo que decimos y hacemos, principalmente entre el pueblo cristiano.

Consciente de esta situación, el apóstol Juan en una carta al diácono de nombre Gayo, escribe: "Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor testimonio que éste, el oír que mis hijos andan en la verdad"(3 Juan 3, 4). En el mismo texto, menciona el ejemplo de un cristiano a carta cabal de nombre Demetrio (versículo 12).

También Pablo, en una carta a Timoteo le recomienda: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza" (1 Timoteo 4:12).

Tenga presente la importancia que tiene su testimonio en el proceso de evangelización personalizada.

5.- El evangelio a una persona: una presentación sencilla

Con más frecuencia de lo que debiéramos, olvidamos que hay una enorme diferencia entre los términos y palabras, tiempo e incluso, gestos que utilizamos al compartir el mensaje transformador de Jesucristo desde un púlpito, a la estrategia que asumimos en un espacio abierto, y la enorme brecha que separa estos dos métodos, del que adoptamos al evangelizar a una persona.

Son tres escenarios diferentes, como distintos deben ser los principios que adoptemos en nuestro propósito de compartirles el reino de Dios.

La mejor ilustración es la que encontramos en el proceso de evangelización al funcionario etíope cuando regresaba de Jerusalén, después de ir a adorar al Señor y Creador de todas las cosas. Vamos a recabar en la escena porque es fundamental. El relato lo encontramos en el libro de los Hechos capítulo 8 versículos del 26 al 40. Allí encontramos algunas pautas vigentes también para nuestro tiempo.

5. 1.- Sensibilidad a la voz de Dios

Llama poderosamente la atención el versículo con el que inicia el pasaje:" Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto."(versículo 29).

Los planes de Felipe diferían de los del Señor. Pero cuando nuestras vidas están en Sus manos como instrumentos, El se mueve con poder y reorienta nuestros proyectos.

Segundo, Felipe escuchó de manera clara la voz de Dios. No actuaba movido por las emociones. Tenía la certeza de qué era lo que el Creador quería que hiciera. He aquí dos principios fundamentales: sensibilidad a la voz de Dios y convicción en todo cuanto hacemos.

Un tercer elemento que reviste importancia en el texto es la especificidad de Dios. El no divaga. Es claro cuando nos envía a cumplir una misión. En el buen sentido de las palabras, tiene todo cuidadosamente calculado.

5.2.- Obediencia a los planes de Dios

Quien desea involucrarse en la evangelización –bien sea masiva o de carácter individual—debe ser no sólo sensible sino obediente a la voz de Dios, como ocurrió con el evangelista Felipe:"Entonces él se levantó y fue"(primera parte del versículo 27).

5.3.- Esperar el momento oportuno

Si hay algo que despierta incomodidad es que nos importunen. Y eso se aplica también al evangelio. Es importante orar a Dios que abra puertas. Esto nos asegura llegar el día indicado, al sitio apropiado y en el instante oportuno.

Esa circunstancia la apreciamos en el pasaje que estamos estudiando. "Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. (Versículos 27 b – 31).

¿Puede darse cuenta? El evangelista se acercó en el momento que Dios le indicó. No solo contó con la anuencia del etíope sino que incluso, el funcionario norteafricano le invitó a subir al vehículo.

5.4.- Una presentación sencilla del evangelio

Inicialmente nos referíamos al papel que juegan las palabras y los gestos que utilicemos. Es válido en el caso de la evangelización personal. Lo esencial es no acudir a términos rebuscados o tornar complicado el mensaje. Por el contrario, nuestra preocupación debe ser presentarlo en la forma más sencilla posible.

Vamos de nuevo al texto: "El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús." (Versículos 32-35).

Lo que arroja el pasaje son dos principios prácticos. Primero, fundamentarnos en las Escrituras pero en la manera más elemental posible para que ni la Biblia ni lo que se enseña se convierta en algo traumático para la persona a quien vamos a evangelizar.

Segundo, es a partir del mensaje del evangelio que compartimos el plan de Salvación como lo señala el texto "Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.".

5.4.1- No es necesario acudir ni a la manipulación ni a la presión

Cierto día de compras, me acerqué a un puesto de exposición de un artículo de cocina. A mi esposa y a mi nos interesó. De buena gana escuchamos las explicaciones sobre sus utilidades en casa.

Pero justamente cuando estábamos más interesados, otro vendedor se nos acercó y nos apuraba que firmáramos el compromiso de compra. ¿Qué hicimos? Alejarnos. ¿La razón? Ni a usted ni a mi nos agrada que nos presionen a tomar una decisión.

Es con prudencia que abrimos puertas. Felipe no obligó al etíope a tomar una decisión por Jesucristo. Le presentó el mensaje. Y Dios hizo el resto. "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó."(36-38).

5.4.2.- Ante la renuencia, ¿qué hacer?

¿Qué hacer si la persona no manifiesta deseo, en primera instancia, de aceptar a Jesucristo como único y suficiente Salvador? Viene una segunda estrategia que es sugerirlo. Explicarle la necesidad que el ser humano tiene del Señor Jesús.

¿Y si persiste en eludir su compromiso? No insista en el lugar. Dígale que las puertas para que tome esa trascendental decisión, quedan abiertas. Pero en privado, ore por esa persona, que Dios toque su vida con poder. Puedo asegurarle que pronto emprenderá el camino de la Salvación en Cristo.

6.- Principios básicos del Evangelio

Una vez hemos orientada la conversación hacia el enfoque específico del evangelio, sería aconsejable –si hay disponibilidad de tiempo y las circunstancias se prestan para ello—formular una pregunta de diagnóstico:.

–¿Quién es Jesucristo para usted?—

Este interrogante nos permitirá determinar en qué terreno estamos pisando. La apreciación que escuchemos de nuestro interlocutor nos permite avanzar en el diálogo y en particular, en el proceso de evangelización.

De acuerdo con la respuesta, que generalmente está inclinada a aceptar la condición de Jesús como Hijo de Dios, nuestra afirmación siguiente sería: "Jesucristo es la respuesta a los interrogantes del hombre" para inmediatamente presentarle el plan de Salvación:

¿Por qué?:

1.- Porque el pecado nos separa de Dios (Romanos 3:22-24)

Versículo para memorizar:

"Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús…" (Romanos 3:22-24).

Los seres humanos sin importar raza, condición étnica, social o política, hemos pecado. Es parte de la naturaleza bajo la cual nacemos. Esa condición de pecado, como bien lo señalan las Escrituras, abre un enorme abismo entre un género humano caído y Dios.

2.- Porque no podemos se salvos por nuestras buenas obras (Efesios 2:8,9).

Versículo para memorizar:

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8, 9).

Haga notar a la persona que está evangelizando, que no basta con decir "Soy bueno" o "Tengo una vida en la que no causo mal a nadie". Los seres humanos necesitamos más que eso para estar en la presencia de un Dios Santo. Además, ese paso no es imposible porque nuestro amado Hacedor marcó el camino a través de su Hijo Jesús.

3.- Porque Jesucristo es la puerta de entrada a una nueva vida ahora, y la eternidad en el futuro (Juan 3:16).

Versículo para memorizar:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16).

Jesús, el Señor, murió por nuestros pecados. Todo aquellos errores que cometimos en el pasado fueron borrados de los archivos celestiales y la deuda quedó saldada para siempre en la cruz mediante el sacrificio que hizo por la humanidad.

Dios entregó a su Hijo para establecer el puente hacia El. Además, para abrirnos las puertas a la vida eterna.

4.- Porque la obra redentora de Jesucristo nos hace nuevas criaturas (2 Corintios 5:17).

Versículo para memorizar:

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2 Corintios 5:17).

Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador, las páginas de nuestro pasado se borran y se abren –frente a nosotros– las páginas en blanco de cada nuevo capítulo que apenas comenzamos a escribir.

5.- No olvide memorizar los versículos

Es fundamental que se tome el trabajo de memorizar los versículos. Son apenas cuatro, pero si los lee y aprecia detenidamente, se dará cuenta que sintetizan los aspectos fundamentales para conocer el Plan de Salvación de nuestro amado Señor Jesucristo.

Puede hacerlo escribiéndolos en una libreta o en su agenda personal, y cada vez que tenga oportunidad releerlas hasta facilitar el que queden grabadas en su mente.

6.- La decisión de fe

Si lo considera apropiado, es importante que invite a la persona para que haga la decisión de fe en la obra redentora de Jesucristo.

Lo aconsejable es que sea corta. Un modelo sencillo puede ser: "Señor Jesucristo, reconozco que he pecado. Gracias por perdonar mis pecados por tu muerte en la cruz y la oportunidad que me das de emprender una nueva vida. Te acepto en mi corazón. Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea. Amén"

No guíe a la persona a pronunciar oraciones demasiado largas. Con algo tan elemental como lo que vimos, basta.

Ahora que ya aprendió pautas básicas, es necesario poner en práctica esos principios persona a persona y también, en los espacios que tendemos a disposición, bien sean confinados como los autobuses de transporte urbano, o al aire libre.

Estrategias prácticas para compartir el Evangelio transformador de Jesucristo

Cuando vamos a compartir el Evangelio transformador del Señor Jesucristo, debemos tener en cuenta a qué segmentos específicos de la población nos estamos dirigiendo; además, ser conscientes que si nos dirigimos a niños, los términos y presentación del mensaje son totalmente distintos que al explicárselo a adolescentes, y bien diferente cuando tratamos con profesionales o amas de casa, por ejemplo.

A continuación encontrará algunos ejemplos prácticos respecto de la forma eficaz para compartir las Buenas Nuevas, dependiendo de a quiénes se dirige:

1.- Evangelización a los niños

El proceso de evangelización de la niñez es uno de los más complejos, pero puede resultar mucho más satisfactorio porque—si hay bases sólidas—sus resultados son duraderos. Un niño con una semilla sembrada en su corazón en la temprana edad, redundará en frutos para toda muna existencia. A continuación hallará algunas recomendaciones para tener en cuenta al compartirles acerca del Señor Jesús:

PASOS EN EL PROCESO DE EVANGELIZACION DEL NIÑO

1.- Asegurar la comodidad del niño

Se le debe ofrecer un espacio apropiado, donde se pueda distensionar; en lo posible con paredes adornadas con dibujos atractivos para los infantes y con bastante colorido. Se aconseja también que puedan apreciar juegos.

2.- Una expresión afable

Ofrecer una sonrisa, hablar en tono pausado –para asegurarnos que nos hacemos entender–, manifestando interés en ellos y en lo posible, poniendo una mano en su hombro, ayudan a romper el hielo y tender puentes de acercamiento.

3.- Un abordaje trivial

Con el propósito de ganar la confianza del niño (a), resulta aconsejable abordarlo preguntándole por ejemplo, cómo se llama, cómo está yéndole en la escuela o colegio, qué programas de televisión le gustan o qué juegos le atraen más. Esto ayudará al niño a relajarse e ir venciendo la barrera que establecer la timidez.

4.- Diagnóstico de la problemática del niño (a)

El diálogo previo permitirá identificar la problemática del niño (a) y si: 1.- Guarda temor y no estaba preparado. 2.- Saber si sabe poco o nada del Señor Jesús. 3.- Si tiene problemas de seguridad o si ya le han hablado en casa del Señor Jesús. 4.- Descubrir si el niño (a) tiene interés en saber del Señor Jesús

5.- Interesar al niño (a) en el tema

Hablar con un niño (a) acerca de Jesucristo no resulta fácil, pero al menos podemos avanzar en el proceso mediante tres preguntas: 1.- ¿Sabes qué es portarse mal y por qué no es aconsejable delante de Dios? 2.- ¿Quieres saber de un niño que vino a traer perdón de todas las veces que nos comportamos mal delante de Dios y de los demás? 3.- ¿Te gustaría que Jesús viviera en tu corazón?

6.- Tomarse el tiempo para explicarle quién es Jesús

Al niño (a) se le debe explicar que el Señor Jesús le ama, es puro, vive en el cielo y le ama. Los términos que se utilicen, e incluso, si se acude a ilustraciones, deben ser lo más sencillo posible. En todos los casos es aconsejable acudir a láminas (ilustraciones) que le faciliten el proceso de asimilación.

7.- Utilice pasajes apropiados

En los Evangelios hallamos historias que pueden resultar atrayentes a los niños (as) y facilitan el proceso de Evangelización: La historia de Zaqueo: Lucas 19:1-10; Juan 1:12 ; Juan 3:16; 6:37; Apocalipsis 3:20. En todos los casos resulta aconsejable que sean versículos cortos, y luego tomarse el tiempo necesario para explicar su contenido.

8.- Ayudarse con preguntas para facilitar la comprensión

Hay tres preguntas que resultan útiles, una vez se le ha compartido un versículo o una historia a un niño (a): 1.- ¿Qué te dice este versículo? 2.-¿A quién debes invocar? 3.- ¿Qué hará el Señor Jesús si le invocas?

9.- Enfatice en qué es ser salvo y cómo ser salvo

El niño necesita aprender cómo puede saber que es salvo. Si no tiene esta seguridad, Satanás y otras personas pueden fácilmente tentarle a dudar sobre la realidad de su salvación y llegue a creer que el nuevo nacimiento que experimentó no era genuino.

10.- Refiérale cómo nos ayuda Jesús cuando mora en nuestro corazón

Dígale al niño que si ha creído en el Señor Jesús, habrá un cambio en su vida. Eso le ayudaría cada día a ser mejor y contar con la ayuda del buen Dios cuando lo necesite.

11.- Lleve al niño (a) a una oración de gratitud

Una vez seguidos los pasos anteriores y tras comprobar que el niño (a) comprendió lo que significa el Señor Jesús en su vida, debe llevarle a agradecer a Dios por lo que hizo. Una buena forma es abordarlo con palabras como: "¿Qué haces cuando tu madre te da algo especial, como un regalo de cumpleaños? Le dices: «Gracias», ¿verdad? ¿No te parece que sería lindo decirle: «Gracias» al Señor Jesús por lo que ha hecho por ti? Deberías enfatizar sobre todo la verdad contenida en el versículo bíblico que hayas utilizado. Sería bueno darle la oportunidad en este momento de orar dando gracias al Señor Jesús.

12.- Permanezca atento a la evolución del niño (a)

Si usted llevó a un niño (a) a una decisión de fe, aceptando al Señor Jesús en su vida, es importante que haga un seguimiento permanente para saber qué ocurre con el menor, y los cambios que ha experimentado.

Es fundamental que en la Evangelización del niño (a), se involucren los padres porque ayudarán a conservar los frutos. Por esa razón es aconsejable incluso, tener reuniones con los padres para conocer la evolución que aprecian en el menor.

2.- Evangelización a los adolescentes

Frente a uno de los fenómenos que experimentan las iglesias cristianas relacionado con la deserción de los adolescentes, cabe reflexionar sobre las estrategias y de qué manera, a partir de un análisis auto crítico a nivel congregacional, podemos encontrar respuestas y definir alternativas para alcanzar este segmento de la población.

SUGERENCIAS PARA LA EVANGELIZACION DE ADOLESCENTES

ACTIVIDADES

DESCRIPCION

1.- Literatura

Con textos breves e ilustraciones. Ojala que versen sobre temas de actualidad e interés para los adolescentes (héroes, futbolistas que tuvieron una experiencia con Cristo, actores y cantantes que profesan fe en Jesús etc.)

2.- Películas

Resultan aconsejables los cine-foros con temas que lleven a la reflexión y en los que, en lo posible, los adolescentes jueguen un papel protagónico en el filme.

3.- Paseos

Las salidas que tengan un fin de recreación, resultan aconsejables para alcanzar a la población adolescente. Se debe aprovechar un espacio, en el marco de la salida, para hablarles de Jesucristo.

4.- Competencias, concursos

Pedagógicamente resulta relevante la condición de competitividad que asiste a los adolescentes, de ahí que concursos, competencias e incluso, programaciones como "Noches de talentos", resulten atractivas para captar su atención

Dentro del marco pedagógico y comunicacional un hecho que aprendemos es que el nivel de atención de un adulto frente a un mensaje, es de quince a veinte minutos. Sobre esa base la recomendación es no exceder los diez minutos de disertación o mensaje, el cual debe tener características fundamentales como el dinamismo y la utilización de ilustraciones.

Las actividades orientadas a los adolescentes deben revestir siempre dinamismo e ir acompañadas de ilustraciones propias de su contexto, es decir, que les permitan identificarse con el tema que se está abordando.

3.- Evangelización de los jóvenes

Nos enfrentamos a una generación que representa un verdadero reto cuando de evangelizarlos se trata. Dado que el contexto en el que se encuentra cada congregación es totalmente distinto, es importante hacer un análisis local de los factores que llevan a la renuencia juvenil de escuchar el Evangelio o las razones por las cuales desertan.

La Evangelización a los jóvenes debe partir de una metodología dinámica, exenta de términos que asocien con la jerga religiosa, presentando temas que respondan a sus principales interrogantes: ¿Quién soy?¿Qué hago aquí?¿Para dónde voy?

Los mensajes, que deben ser actuales y que les lleven a una confrontación de su situación y de qué manera, el cristianismo ofrece respuesta a sus interrogantes, es importante que sean cortos, con ilustraciones e incluir dinámicas de grupo.

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