- La época prosoviética del deporte cubano
- Las deserciones: Los gritos del silencio del deporte
- El eterno pobre nivel del fútbol castrista
- El incierto futuro del voleibol
- La natación y waterpolo: Sólo limitaciones
- Fuentes
1976 fue un año de importantes acontecimientos en la Isla de Fidel Castro. Se redacto la Constitución Nacional, se enviaron tropas militares al África, y Cuba se convirtió en uno de los principales líderes del Movimiento de Países No Alineados. No obstante, el acontecimiento que mayor atención despertó fue la ubicación de la Isla entre las ocho principales potencias deportivas en los Juegos Olímpicos de Verano de Montreal-76. Ciertamente, en el majestuoso Estadio Olímpico de Montreal, una de las siete maravillas de la arquitectura deportiva global, el corredor Alberto Juantorena, un atleta de más de 1,90 de estatura, salto a la fama internacional al ganar las pruebas de los 400 y 800 metros planos, un resultado poco tradicional en las competencias del atletismo universal. Entrenado por el mejor experto deportivo de la República Socialista de Polonia, Juantorena no tuvo mayores rivales por la no presentación de los atletas del África, entre ellos los keniatas Julyus Sang, John Kipkugart y Mike Boit. Con la excepción de Costa de Marfil, el Continente Negro boicoteó la justa olímpica canadiense a raíz de los contactos deportivos entre Nueva Zelandia y la Sudáfrica Racista del Apartheid.
El sábado 31 de julio, en el Fórum de Montreal, los pugilistas antillanos, encabezados por el superpesado Teófilo Stevenson, campeón en las Olimpiadas de Munich-72, arrasaron con ocho medallas en el Torneo Olímpico de Boxeo, tres de ellas de oro. En este mismo escenario, el sexteto de voleibol masculino, medalla de oro en los Séptimos Juegos Deportivos Panamericanos México (1975) y campeón del Torneo Norceca de Los Ángeles-75, conquistó el disco de bronce, siendo superado sólo por los sextetos de "Hierro" de Polonia y la URSS.
En tanto, Héctor Rodríguez se alzó como el primer yudoca latinoamericano en ganar una presea dorada en la historia de las Olimpiadas. Por otro lado, en los deportes colectivos, Cuba clasificó a sus equipos de baloncesto masculino y voleibol de mujeres. Días más tarde, el gobernante de por vida de la Isla, Fidel Alejandro Castro Ruz, recibió a los deportistas en una ceremonia especial que recordaba que Cuba se había convertido de la noche a la mañana en la primera potencia atlética del Tercer Mundo. No obstante,con el paso del tiempo, en el siglo XXI, el régimen dictatorial castrista se enfrenta a uno de sus mayores retos: La supervivencia del deporte.
2.LA ÉPOCA PROSOVIÉTICA DEL DEPORTE CUBANO
Hasta el fin del Mundo Soviético, Cuba se llevó numerosas medallas de oro, plata y bronce en las disciplinas del atletismo, lucha, baloncesto femenino, esgrima y voleibol. Gran parte del alto nivel que exhibían los atletas se originaba en su larga experiencia global en escenarios deportivos de Moscú, Praga, Varna, Sofía, Bucarest, Varsovia y Brno. Las innumerables invitaciones deportivas eran totalmente gratuitas, es decir pasajes, estadía y alimentación a cuenta de los organizadores soviéticos, germanorientales, búlgaros y yugoslavos. Los luchadores competían anualmente en los Torneos Poddubni (Rusia), Ostrava (ex Checoslovaquia) y Selenhinder (ex Alemania Oriental). Por otro lado, el equipo completo de esgrima viajaba a los certámenes de Pinak (Polonia), Cárpatos (Rumania) y otros por tierras rusas.
Con seguridad, la falta de experiencia internacional es el principal problema que asfixia al deporte latinoamericano no castrista cuando tiene que competir en las jornadas de las Olimpiadas, Juegos Mundiales Universitarios, Juegos de la Buena Voluntad, Mundiales y Copas del Mundo.La ausencia de viajes al extranjero se origina en la crisis económica que agobia a la región: En 1984 Bolivia estuvo a punto de no asistir a los Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles-84 por falta de recursos económicos. El reverso de la medalla se da cuando un equipo latinoamericano recibe alta dosis de experiencia internacional. A inicios del decenio del siglo XX, el voleibol masculino argentino ganó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial después de haber ocupado el puesto 22° en la anterior cita global. ¿Qué paso? Los voleibolistas platenses iniciaron extensas giras mundiales: En 1980 viajaron al Asia Oriental; en 1981 jugaron en Francia, Alemania Federal, la ex Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria, Italia, Hungría, Polonia y la ex República Democrática de Alemania; en 1982 se trasladaron nuevamente a tierras asiáticas y brasileñas, además de jugar varios partidos con el sexteto cubano. Sorprendido por el gigantesco adelanto del voleibol argentino, Carmelo Pittera, técnico del voleibol italiano, manifestó lo siguiente: "Es la mayor evolución que hemos visto en los últimos quince o veinte años". De hecho, muchos países del Tercer Mundo serían otro cosa si sus gobiernos hubieran recibido millonarias ayudas externas como la Cuba de Fidel Castro
Gratamente estimulado por el progreso del deporte antillano, en 1977 el dictador Fidel Alejandro Castro Ruz fue el arquitecto de la famosa Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) "Mártires de Barbados", el semillero del deporte castrista. El dictador cubano no dudo en ningún instante en otorgarle su absoluto apoyo al deporte a través de las EIDE: "Es muy importante que no nos equivoquemos; que por buscar campeones no descuidemos la práctica del deporte. El deporte debiera practicarlo todo el mundo, y no solo los de primaria…Lo que gastemos en deportes y en educación física, tengan la más completa seguridad de que lo ahorramos en gastos de salud pública y lo ganamos en bienestar y prolongación de los ciudadanos…"
En la década que finaliza el Segundo Milenio, el deporte cubano fue gradualmente perdiendo importantes posiciones en el universo del deporte olímpico, pese a reunir uno de los mayores presupuestos deportivos de la Tierra. El fin de la ayuda soviética significo igualmente el cierre de los viajes al exterior, la construcción de complejos deportivos y la organización de torneos internacionales en ciudades de la Isla.Desde mediados de los años sesenta, el régimen prosoviético se daba el lujo de ser la capital anual de una serie de torneos internacionales extraoficiales: Torneo de Amistad (baloncesto femenino); Copa Cuba (clavados); Copa José Ramón Rodríguez (judo); Copa Cuba (equitación); Copa Córdova Cardín (boxeo); Torneo Barrientos (atletismo); Torneo Ramón Fonst In Memoriam (esgrima); Torneo Cerro Pelado (lucha); Torneo Amistad (tenis), Torneo Capablanca (ajedrez); y el Torneo Moncada (gimnasia). Por otro lado, los asesores y entrenadores soviéticos también desaparecieron, aunque desde 1962 fueron prácticamente ignorados por los medios de comunicación del régimen castrista.
3-LAS DESERCIONES: LOS GRITOS DEL SILENCIO DEL DEPORTE…
No hay ninguna duda, que a partir de los años noventa, la Isla de Fidel Alejandro Castro Ruz rompió todos los récords mundiales en cuanto a deserciones atléticas, una marca muy parecida a la de la Sudáfrica en los tiempos de la dictadura racista del Apartheid. Tal vez la "fuga perfecta" fueron los matrimonios de atletas cubanos con ciudadanos extranjeros, especialmente mexicanos, italianos y españoles.La atleta Liliana Allen, especialista en las pruebas de los 100 y 200 metros planos, participó con la divisa de México en los Juegos Deportivos Panamericanos de Canadá (1999). Niurka Montalvo se convirtió en la primera atleta española en ganar una prueba de salto largo en unos Campeonatos Mundiales de Atletismo. La extraordinaria jugadora Magali Esther Carvajal Rivera, ganadora de las medallas de oro en las citas olímpicas de Barcelona-92 y Atlanta-96, pasó a formar parte de la selección de voleibol de España.Otra saltadora llamada Magdelin Martínez, nacida el 10 de febrero de 1976 en la provincia de Camaguey, tampoco dudo en adoptar la ciudadanía italiana, camiseta con la cual ganó una medalla de bronce en el Mundial de Atletismo del 2003.
Ahora bien, las deserciones y el fin de la ayuda del Mundo Soviético afectaron gravemente el desempeño internacional del deporte cubano. En 1972, en el Torneo de baloncesto Masculino de las Olimpiadas de Munich, el seleccionado cubano se ubicó entre los tres primeros puestos, sólo por debajo de la URSS y los Estados Unidos. Por aquellos años, el baloncesto criollo competía de igual a igual con sus similares de los Estados Unidos. A decir verdad, los criollos rompieron todos los pronósticos iniciales:Lograron derrotar a Brasil, subcampeón mundial y campeón en los Juegos Panamericanos de Colombia (1971).
Cuba no figuraba entre los tres favoritos a raíz de su octavo lugar en el Campeonato Mundial de Yugoslavia (1970). Posteriormente, el baloncesto antillano ingreso entre los cuatro primeros en los Mundiales de Puerto Rico. No obstante, después de conseguir su clasificación a las Olimpiadas de Verano del Canadá, la Isla empezó a bajar su rendimiento internacional. Con viejas estrella de Munich-72, el equipo nacional tuvo consecutivos fracasos. Primero, no pudo clasificar a los Torneos Mundiales de Filipinas (1978). Segundo, fue desplazado por varios equipos durante los Juegos Panamericanos de Puerto Rico (1979). Tercero, no obtuvo el boleto para asistir a los Juegos Olímpicos de Moscú-80. Sin embargo, Alejandro Urgelles y compañía participaron en la cita rusa gracias a la inasistencia de Canadá y la Argentina.
En los siguientes torneos del calendario de la Federación Internacional de baloncesto, el cuadro cubano no convenció, pese a clasificar como uno de los once mejores equipos en la cita universal de España. En tanto, muchos especialistas quedaron sorprendidos cuando el país caribeño ganó el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Baloncesto. La Isla se llevó con toda justicia el título regional en 1989, pero este reinado tuvo un grave problema: Una masiva deserción de basquetbolistas.
No hay duda que la hora de deserciones de los beisbolistas pasaron al olvido para dar paso a la fuga de basquétbolistas, nadadores, kayacístas, gimnastas y voleibolistas. Pues bien, en Toronto, durante los Campeonatos Mundiales, se obtuvo el último puesto entre 16 participantes de los cinco continentes, incluyendo la africana Angola. En tanto, mientras bajaba el nivel de Cuba, surgían nuevos protagonistas en el escenario internacional. Venezuela, fiel representante de Sudamérica, clasificó a los Juegos Olímpicos de Barcelona; Argentina se llevó la medalla de oro de las Olimpiadas de Atenas; y China Continental no era presa fácil en los eventos globales.
4.EL ETERNO POBRE NIVEL DEL FÚTBOL CASTRISTA
A pesar de que el país centroamericano se encontraba bajo uno de los mayores conflictos internos del planeta y figuraba entre las zonas latinoamericanas con los peores índices de desarrollo humano, El Salvador dio una excelente lección a todo el planeta al clasificar a los Campeonatos Mundiales de Fútbol España-82, eliminando a la escuadra de México. No era la primera vez que la divisa salvadoreña clasificaba a un eventos de calidad global, pues estuvo presente en los Mundiales de Fútbol-70 y las Olimpiadas-68.
Igualmente,representando al fútbol de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, el equipo de Honduras también clasificó a España-82.Con anterioridad, en 1974 Haití logró la hazaña histórica de conseguir el boleto de la Concacaf a la Copa Mundial de Alemania, desplazando a los aztecas, eternos favoritos de la Cuenca del Caribe desde el inicio de los Mundiales de Fútbol.
En el fútbol caribeño, Jamaica también merece un capítulo especial. El pequeño país, con fuerte tradición en el atletismo, estuvo presente en los Mundiales de 1986 y 1990 por intermedio del jugador John Barnes, el mejor futbolista de su historia, nacionalizado inglés. En 1995, la Isla anglocaribeña recibió el premio FIFA de mayor éxito mundial anual en honor a ubicarse como la selección con el menor número de derrotas. Ahora bien, también existen importantes progresos futbolísticos en Costa Rica, Guatemala, Panamá, Suriname y Trinidad-Tobago.No obstante, en Cuba el pobre nivel del fútbol sigue siendo un dolor de cabeza para las autoridades del Comité Olímpico Cubano y el Instituto Cubano de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).
En los años setenta, las autoridades deportivas soñaban con un equipo capaz de rendir excelentes exámenes en las altas competencias de la FIFA. Se trabajo por largos años con muchos técnicos de Europa del Este en casi todas las provincias de la Isla, pero los resultados fueron pobres. El sueño de ubicar a Cuba entre los grandes del balompié latinoamericano, al lado de Brasil, Argentina, Uruguay, México y Chile, fracasaron. Por aquellos tiempos, el Comité Olímpico Internacional, con el fuerte "lobby" de la URSS, prohibió la participación de jugadores profesionales dentro del circuito Olímpico, es decir Olimpiadas, Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe, favoreciendo de manera indirecta a las naciones del Mundo Soviético que mantenían jugadores profesionales disfrazados de aficionados. Por ello, no sorprendió que los títulos olímpicos de fútbol pasaran a manos socialistas durante los Juegos de Australia-56, Italia-60, Japón-64, México-68, Alemania Federal-72, Canadá-76 y Moscú-80.
Al margen de los títulos de los Juegos Regionales de Panamá (1970) y República Dominicana (1974), el fútbol cubano no logró una ubicación de respeto en América Latina. De hecho, su pasado era mucho mejor que su presente. En el Tercer Campeonato Mundial de París (1938), los futbolistas criollos finalizaron en el séptimo puesto final, por encima de varios equipos con mayor experiencia, incluyendo a Francia, Rumania, Alemania, Polonia y Países Bajos. En su debut mundialista, los insulares lograron dos importantes victorias contra Rumania (3×2 y 3×1). Gracias a este resultado, en la historia del fútbol de la FIFA,Cuba es considerado como el sexto mejor equipo latinoamericano en una cita mundial, desplazando a naciones como Paraguay, México, Colombia y Costa Rica. En los Juegos Olímpicos, la Isla también tuvo niveles muy discretos. En Montreal-76 asistió como invitada en reemplazo de Uruguay, selección que renunció a participar aduciendo razones de falta de nivel competitivo.
Cinco años más tarde, la Isla fue nuevamente invitada para participar en Moscú-80. En la cita moscovita el balompié cubano paso a las semifinales dentro del peor clima del fútbol olímpico de los últimos años: Seis selecciones no pudieron asistir por motivo del boicot internacional de los Estados Unidos, entre estos el equipo argentino, campeón del Torneo Preolímpico de Sudamérica de Colombia. Mientras tanto, a inicios de la última década del siglo XX, el fútbol infantil clasificó a los Mundiales de Italia, pero esta selección no pudo reeditar buenas actuaciones en las eliminatorias mundialistas de juveniles y mayores, algo que no sucedió con los chicos de la famosa Academia Tahuichi de Aguilera de Santa Cruz de la Sierra, la principal plataforma para la clasificación de Bolivia a los Mundiales USA-94.
Algunos especialistas consideran que el régimen castrista no puede elevar el tono competitivo de su fútbol por vivir bajo la sombra del béisbol, el deporte nacional en la Zona de la Cuenca del Caribe. Sin embargo, esta teoría no es muy sólida: Desde la última década del Segundo Milenio, el fútbol venezolano ha logrado importantes victorias en los principales torneos sudamericanos, especialmente en las categorías juveniles y olímpicas. Jamaica también es otro ejemplo que rompe el mito sobre el fútbol criollo.Lo mismo podríamos decir del balompié de Corea del sur, un país con alta tradición en la disciplina deportiva del taekwondo. Es importante señalar que el fútbol surcoreano ha representado al continente asiático en los Mundiales de Mayores de México-86, Roma-90, USA-94 y Francia-98, además de clasificar a los torneos universales juveniles de 1979, 1981,1991, 1993 y otros.
5.EL INCIERTO FUTURO DEL VOLEIBOL
A pesar de la medalla de bronce conquistada en Atenas-2004, el voleibol femenil no atraviesa por su mejor momento desde mediados de los años setenta. En los Juegos Panamericanos de la República Dominicana, el sexteto antillano, liderado por la atacante Yumilka Ruíz, no pudo lograr la medalla de oro después de caer 3×2 frente a las anfitrionas. Ciertamente, era la segunda vez que las cubanas regresaban a casa con el segundo puesto. En 1999 perdieron el título frente a las brasileñas, pese a contar con el aporte de Mireya Luis, Lily Izquierdo, Taimaris Agüero, Regla Bell Mckenzie y Ana Ibis Fernández.
Lejos estaban aquellos tiempos en que el voleibol femenino de la Isla derrotaba con claridad a sus oponentes. Entre 1989 y 1993, el sexteto antillano gano todos los primeros puestos de la Copa Super-Desafio de Hong Kong. Con anterioridad, en los Juegos Panamericanos de Caracas, el equipo nacional, quinto en el mundo, logró escalar hacia la presea dorada al derrotar a Perú, subcampeón mundial; Estados Unidos, medalla de bronce en el Mundial de Lima; y Brasil, medalla de oro en los Juegos Mundiales Universitarios de Edmonton-83.
Ahora bien, en el transcurso de los años del Tercer milenio, el sexteto nacional empezó a perder varios partidos oficiales con Italia, Brasil, Estados Unidos, Rusia y la República Popular de China. Los problemas en el voleibol cubano tocaron fondo cuando varias jugadoras cubanas partieron al extranjero: Regla Bell McKenzie y Magali Carvajal. También cuando se presento la lesión de por vida de Regla Torres, una muchacha que tuvo que retirarse después de las Olimpiadas de Sydney 2000. Seleccionada como la mejor jugadora del siglo XX por los especialistas de la Federación Internacional de Voleibol, ella es un fiel reflejo del servicio deportivo obligatoria a que son sometidos los jóvenes en la Isla de Fidel Castro.
Con el aumento dramático de las deserciones al cierre del Segundo Milenio, el voleibol femenino cubano perdió a una de sus principales estrellas: Taimaris Agüero. Considerada la mejor pasadora o levantadora en la historia del voleibol antillano, la dictadura castrista cifraba sus esperanzas en Agüero para conquistar su cuarta medalla de oro consecutiva en el año 2004, pero los planes del Comité Olímpico Nacional se frustraron cuando la levantadora oficial decidió desertar durante una gira por tierras europeas.En los Sextos campeonatos Mundiales de Voleibol Juvenil de Sao Paulo (1993), ella fue considerada la jugadora más completa del certamen, arrasando con tres premios especiales, incluyendo el galardón de mejor pasadora.
En tanto, el voleibol masculino igualmente ha descendido de nivel internacional, casi al mismo nivel de los años sesenta, especialmente por la deserción de diez jugadores desde el año 2001, incluyendo a Ihosvany Hernández, el mejor atacante en la historia del voleibol masculino criollo.
Después de ganar las preseas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Puerto rico (1966) y Panamá (1970), en 1971 el sexteto masculino sorprendió a todos al derrotar al equipo brasileño en la final por la medalla de oro de los Sextos Juegos Panamericanos de Colombia, cita clasificatoria a Munich-72. Después de las Olimpiadas de Alemania Federal, la Isla clasificó a Montreal-76, Moscú-80, Barcelona-92, Atlanta-96 y Sydney-2000, además de Los Angeles-84 y Seúl-88, aunque no participo por el boicot soviético y norcoreano. Posteriormente,en Atenas-2004, Cuba no pudo participar por perder la clasificación preolímpica de la zona de la Norceca y el Internacional. Con anterioridad, en los Mundiales de Buenos Aires-2002, más de 18 selecciones consiguieron mejores resultados que el sexteto caribeño.
En los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, en un torneo en el cual varios países enviaron equipos suplentes, la Isla se llevó el disco de plata tras perder la final frente a Venezuela, un equipo sin mayor tradición en el concierto el voleibol de las Americas.En la actualidad, las autoridades castristas otorgan un especial apoyo al voleibol masculino en respuesta a la grave ola de deserciones. Sin embargo, será muy difícil que la Isla logre una medalla olímpica, pues entre 1972-2000 sólo obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Montreal, una época en la cual no existían mayores competidores que los liderados por las extintas naciones del Mundo Soviético.
6.LA NATACIÓN Y WATERPOLO: SÓLO LIMITACIONES
Desde principios de los años setenta, las autoridades olímpicas castristas criticaron duramente el envió de nadadores latinoamericanos a los Estados Unidos, pero jamás lanzaron autocríticas sobre el fracaso de la ayuda germanoriental para elevar el tono internacional de la natación antillana. Ciertamente, entre 1960-1995 la natación cubana mantuvo un discreto nivel en las competencias latinoamericanas. A pesar de la asesoría de técnicos de la famosa escuela de piscinas de la República Democrática de Alemania (RDA), potencia indiscutible en los Mundiales de Alemania Federal, Ecuador y España, Cuba nunca pudo fabricar a un espaldista de la talla del puertorriqueño Carlos Berrocal, cuarto en la final de los 100 metros libres de Montreal-76, y mucho menos a una nadadora como la costarricense María Milagro París.
En los setenta, la natación latinoamericana estuvo liderada por Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, México y Puerto Rico. En los Juegos Olímpicos de Munich-72, los nadadores Jorge Delgado Panchana (Ecuador) y Juan Carlos "Johnny" Bello (Perú) se ubicaron entre los finalistas. En la siguiente década, sobresalieron nadadores de Venezuela, Uruguay y Costa Rica. De hecho, la natación cubana estaba ausente en los Juegos Olímpicos, Copas del Mundo, además de los Juegos Panamericanos y la Copa Latina de Natación.
Posteriormente,muchos pensaban que las primeras medallas olímpicas de Rodolfo Falcón Cabrera y Neisser Bent eran el punto de partida en un nuevo capítulo del deporte cubano, tal como había sucedido con el atletismo (1976) y la lucha libre (1985), mas se equivocaron. A partir de 1998, en los campeonatos del circuito olímpico, los nadadores cubanos desaparecieron de la lista de finalistas, por ejemplo en los Mundiales de Barcelona-2003 ningún cubano logró clasificar entre los treinta primeros lugares.
Ya a punto de terminar el Milenio, el waterpolo o polo acuático masculino es otro de los deportes que ha bajado de nivel en relación a su pasado. Se piensa que la falta de experiencia en Europa es la principal razón de un nivel internacional pobre. Como si fuera poco desde 1993 las consecutivas deserciones de polistas criollos han dañado seriamente la participación de la Isla en las competencias mundiales.Por primera vez desde mediados de los años sesenta, Cuba no pudo participar en las competencias de los Juegos Panamericanos de santo domingo (2003), las competencias preolímpicas y los Mundiales de Barcelona. En tanto, participó en los Mundiales de Montreal-2005, pero con una actuación desastrosa: Serbia-Montenegro dio una paliza a Cuba (21×1), la peor humillación en la historia del deporte castrista; igualmente perdió con los Estados Unidos (13×6). Todo parece indicar que no se repetirán los éxitos del waterpolo cubano de los años setenta, década en la cual el equipo nacional dirigido por un entrenador húngaro logró ocupar el cuarto puesto en los Mundiales e Colombia.
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4-García Albela, Pedro. "La Serenidad del Vencedor", Cuba Internacional, La Habana, enero de 1993
5-García, Anne-Marie. "Regla Torres y Eugenio George, los Mejores del Siglo", Granma Internacional, La Habana, 17 de diciembre 2000
6-Guevara Onofre, Alejandro. "Dictadura y Deporte: El Régimen de Fidel Castro" en www.monografias.com
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10-Jiménez Almira, Marta. "En la inauguración de la Escuela de Iniciación Deportiva Mártires de Barbados", Granma, 10 de octubre de 1977
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12-Park, Seh-jik. The Stories of Seoul Olympics,Chosun Ilbo, Seoul, 1989
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15-Salmerón, José Luis. "El XXI Torneo Internacional de Boxeo Giraldo Córdova Cardín", El Deporte:Derecho del Pueblo, La Habana, octubre de 1988
16-Sankar, Celia. "Los Reaggae Boyz", Americas, Washington DC, junio de 1998
PERFIL DEL AUTOR:
Alejandro Guevara Onofre
Lima – Perú
El limeño Alejandro es un apasionado escritor sobre diversos temas internacionales (sistemas políticos, igualdad de genero, terrorismo, deporte y relaciones internacionales).
Posee estudios en Ciencias Políticas, Periodismo y Relaciones Internacionales. En la actualidad trabaja en la elaboración de dos libros sobre la Dictadura Castrista.
En la última década del Segundo Milenio, fue uno de los principales líderes juveniles del Foro Universitario sobre Naciones Unidas. En 1998 se convirtió en el primer latinoamericano en publicar en forma integral una enciclopedia sobre datos mundiales.
Experto en asuntos del deporte cubano de la época de la Dictadura Castrista, Alejandro es autor de los siguientes ensayos deportivos: Historia del Voleibol de Cuba/ Historia del Deporte de la Revolución de Fiel Castro/ Cuba en Atenas-2004/ El deporte Cubano/ El Deporte Cubano antes de la Revolución/Cuba y las Olimpiadas/ Alberto Juantorena: Una Biografía Castrista/ Historia del Atletismo Cubano/ Historia del Waterpolo de la Isla/ Historia del Baloncesto Masculino de Cuba/ Cuba y los Juegos Panamericanos / El Boicot Castrista a los Juegos Olímpicos de Seúl-88 / El Boicot Soviético a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles-84.