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La globalización y sus efectos en Brasil (página 2)

Enviado por Sara Y. Ulloa Bonilla


Partes: 1, 2, 3

La mayoría de los habitantes de Brasil viven junto al océano Atlántico, especialmente en las grandes ciudades de São Paulo y Río de Janeiro. La capital, situada en el interior, es Brasilia con una población (2004) estimada de 2.282.049 habitantes. El país, que fue una posesión portuguesa, es el mayor productor de café en el mundo y posee grandes recursos minerales; la explotación de muchos de ellos se intensificó durante la década de 1980. Desde mediados del siglo XX se inició un importante proceso de industrialización que llevó al país a convertirse en la décima potencia económica mundial

Características físico – geográficas generales.

Una vasta región de tierras altas, conocidas como tierras altas brasileñas o meseta Brasileña (planalto Brasileiro), y la cuenca del río Amazonas son los rasgos fisiográficos dominantes de Brasil. La meseta es un altiplano erosionado que ocupa la mayor parte del país. Con una altura que varía entre los 305 y los 915 m, está surcada irregularmente por cadenas montañosas y por numerosos valles fluviales. Su borde sureste, por lo general paralelo a la costa, se eleva escarpadamente desde el océano en varias áreas, concretamente al norte de los 10° de latitud y al sur de los 20° de latitud del hemisferio sur. Entre las principales cordilleras de la meseta Brasileña están la sierra da Mantiqueira, la sierra do Mar y la sierra Geral. Las elevaciones en estas y otras cordilleras no suelen sobrepasar los 1.220 m, con excepciones como el pico da Bandeira (2.890 m), en la sierra da Mantiqueira, y el Pedra Açu (2.232 m), en la sierra do Mar. Gran parte del terreno de la meseta se compone de llanuras onduladas (denominados cerrados) y amplias zonas pobladas de árboles.

La cuenca del río Amazonas ocupa más de un tercio de la superficie del país. En ella predominan las tierras bajas; la altura raramente supera los 150 m y los pantanos y llanuras inundadas ocupan vastas áreas de la región. Grandes zonas de la cuenca están cubiertas por selva lluviosa ecuatorial. Debido a la impenetrabilidad de este territorio, amplias áreas de las tierras bajas brasileñas sólo han sido exploradas recientemente. En el borde norte de la cuenca del Amazonas se sitúa otra área montañosa, parte de la elevación conocida como macizo de las Guayanas; las cordilleras incluyen la sierra de Tumucumaque, con alturas que superan los 700 m, la sierra de Acaraí (con una altura máxima de 906 m) y la sierra de Parima (con una altura máxima de 2.727 m). El pico da Neblina (3.014 m), situado en la sierra do Imeri, en la frontera con Venezuela, es el punto más elevado de Brasil. La línea de costa brasileña, con una longitud total de 7.491 km, tiene un contorno excepcionalmente regular, sobre todo en el norte, pero varias hendiduras profundas proporcionan unos excelentes puertos naturales. Son importantes los puertos de Río de Janeiro, Salvador y Recife. La costa está bordeada por una estrecha llanura costera, excepto algunas zonas en las que la meseta Brasileña se introduce en el océano.

Más de dos tercios de Brasil están drenados por las cuencas de los ríos Amazonas y Tocantins-Araguaia, alrededor de un quinto por la cuenca del Río de la Plata y el resto por el río São Francisco y otros ríos pequeños. El Amazonas, con sus grandes afluentes: al norte Iça, Uatumã, Trombetas, Paru, Jari, Negro y Japurá; al sur Javari, Purus, Juruá, Tefé, Coari, Madeira, Tapajós y Xingu y el Tocantins, que es un tributario del río Pará, distribuidor sur del Amazonas, que posibilita la navegación interna. La longitud del Amazonas desde Iquitos, en Perú, hasta su desembocadura al noreste de la costa de Brasil es de 3.700 km, todos navegables por barcos de cabotaje.

La cuenca del Plata, que corre a través del territorio brasileño, posee ríos con cascadas (como el Iguazú, que forma las cataratas del mismo nombre) de gran potencial hidroeléctrico, que es aprovechado por el conjunto de las represas-usinas hidroeléctricas de Itaipú, Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia, considerado como el mayor del mundo, con 18.915 MW de potencia instalada. Este complejo se extiende por los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay y se adentra en los países vecinos Paraguay, Argentina y Uruguay. La cuenca del São Francisco es la única enteramente brasileña y atraviesa una región caracterizada por un clima semiárido, por lo que es muy útil para el riego. Su potencial hidroeléctrico se utiliza bastante a través del complejo de represas de Paulo Afonso.

Las condiciones climáticas en Brasil varían de climas tropicales a templados. Las temperaturas medias de enero y julio en Brasilia son 22,3 °C y 19,8 °C, respectivamente. Para Río de Janeiro en los mismos meses son 28,5 °C y 19,6 °C. Las precipitaciones medias anuales son de 1.603 mm en Brasilia, y de 1.758 mm en Río de Janeiro. Las condiciones tropicales prevalecen también sobre la mayor parte de la llanura costera que se extiende al norte del trópico de Capricornio, pero los vientos oceánicos tienen un efecto moderador sobre las altas temperaturas y la humedad. La pluviosidad media anual en esta parte de la costa varía entre los 1.041 y los 2.286 mm.

En la región costera al sur del trópico de Capricornio, las condiciones climáticas están marcadas por fuertes variaciones estacionales. Las temperaturas que se registran durante el invierno en el extremo sur llegan a descender hasta -5,6 °C y las heladas son normales por toda la región. Las precipitaciones medias anuales son inferiores a 1.016 mm en la parte sur de la zona costera. En las tierras altas de la parte centro-este de Brasil el clima es subtropical pero, debido a su altitud, se dan grandes oscilaciones diarias de temperatura, siendo las noches frías. Esta región está sujeta con frecuencia a fuertes sequías. En las tierras altas del sur y el oeste, el nivel de las precipitaciones de lluvia puede considerarse suficiente, y en ocasiones, abundante. Las temperaturas alternan rasgos subtropicales y rasgos templados en las tierras altas del sureste, que es la zona más densamente poblada del país.

Hay diferentes tipos de suelo en las áreas tropical y subtropical. La Amazonia, el valle del Amazonas y sus afluentes, es una amplia llanura aluvial en la que la inundación continuada limpia y rellena la capa superficial del suelo. Algunas mesetas aluviales bajas, sin embargo, sobresalen en el relieve. En el interior de la región Nordeste predomina el sertão semiárido. En las áreas de tierras bajas, el suelo soporta una densa vegetación selvática. El estado de São Paulo se caracteriza por la terra rosa fértil, casi púrpura, debido a la descomposición del basalto, acelerada por el calor y la humedad.

La flora de Brasil es muy diversificada, particularmente en la cuenca del Amazonas. En esta región pueden encontrarse decenas de miles de especies vegetales, incluidas bignonias, laureles, mirtos y mimosas. Palmeras y árboles de madera dura son abundantes, como lo son las plantas de la familia de las Euforbiáceas (una de las principales fuentes de caucho natural). Mangle, cacao, palmeras enanas y árboles de palo de Brasil crecen en la región costera. Entre las frutas autóctonas y ampliamente cultivadas están piñas, higos, chirimoyas, mangos, bananas, guayabas, uvas y naranjas.

La vegetación en los valles de los ríos existentes en la región de la meseta es exuberante, pero en las tierras altas los bosques, constituidos en su mayoría por especies de hoja caduca, son mucho menos densos. Esta zona también tiene extensas zonas de arbustos y llanuras sin árboles. Las coníferas crecen en aquellas áreas donde predominan las condiciones de clima templado.

En las zonas áridas de la región de la meseta, los cactus y otras plantas de espinos son habituales. La fauna de Brasil es también extremadamente variada y difiere en muchos aspectos de la de Norteamérica.

Los animales presentes de mayor tamaño son el puma, el jaguar, el ocelote y el zorro. Pecarí, tapir, oso hormiguero gigante, perezoso, oposum y armadillo son abundantes. Los ciervos son numerosos en el sur y los monos de distintas especies abundan en la selva. Muchas variedades de pájaros son autóctonas del país. Entre los reptiles se incluyen varias especies de caimanes y numerosas especies de serpientes, en especial el surucucú, la cascabel y la boa. Los peces y tortugas abundan en las aguas de los ríos, lagos y costas de Brasil. En 2004 se contabilizaron 697 especies amenazadas.

Aunque la superficie de cultivo totaliza sólo unos 67 millones de ha, menos del 8% de la superficie total, Brasil es un importante país agrícola. Tiene inmensos recursos madereros: las áreas boscosas cubren cerca de 532 millones de ha, un 63% de la superficie total. Los recursos minerales son numerosos e incluyen cristal de cuarzo, diamantes, cromo, mineral de hierro, fosfatos, carbón, manganeso, petróleo, mica, grafito, titanio, cobre, oro, bauxita, cinc, estaño y mercurio.

Características socio – demográficas generales.

La población de Brasil (según estimaciones para 2005) es de 186.112.790 habitantes. La densidad de población es de 22 hab/km². Alrededor del 83% de la población es urbana.

La república se compone de 26 estados y un distrito federal. Los estados son Acre, Alagoas, Amapá, Amazonas, Bahía, Ceará, Espírito Santo, Goiás, Maranhão, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Pará, Paraíba, Paraná, Pernambuco, Piauí, Río de Janeiro, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Rondônia, Roraima, Santa Catarina, São Paulo, Sergipe y Tocantins. El Distrito Federal incluye Brasilia, que reemplazó a Río de Janeiro como capital nacional en 1960.

El territorio brasileño ha sido dividido, con fines eminentemente estadísticos, en cinco grandes macrorregiones: Norte (que engloba los estados de Rondônia, Acre, Amazonas, Roraima, Pará, Amapá y Tocantins), Noreste (Maranhão, Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba, Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía), Sureste (Minas Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro y São Paulo), Sul (Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul) y Centro-Oeste (Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Goiás y Distrito Federal).

La ciudad más grande es São Paulo, centro de la industria brasileña, con una población (según estimaciones para 2004) de 10.838.581 habitantes. Otras ciudades importantes en cuanto a número de habitantes (según estimaciones para 2004) son: Río de Janeiro, la antigua capital del país y destacado centro comercial (6.051.399 habitantes); Porto Alegre (1.416.363 habitantes); Salvador, ciudad portuaria localizada en una región agrícola fértil (2.631.831 habitantes); Belém, el principal puerto en el bajo Amazonas (1.386.482 habitantes); Recife (1.486.869 habitantes); Curitiba (1.727.010 habitantes); Belo Horizonte (2.350.564 habitantes), y Manaus, un puerto en el río Negro (1.592.555 habitantes).

Casi el 88% de los habitantes de Brasil son católicos. No obstante, alrededor de veinte millones de católicos también practican algún tipo de culto ritual de origen africano. También hay al menos cinco millones de protestantes, entre los que se incluyen un número importante de luteranos, metodistas y episcopalianos, y una pequeña comunidad de judíos. La mayoría de los indígenas americanos profesan religiones tradicionales. La separación de Iglesia y Estado es formal y completa.

El portugués es la lengua oficial de Brasil. Muchos brasileños hablan el alemán y el italiano, especialmente en las ciudades del sur.

La educación primaria en Brasil es gratuita y obligatoria para los niños entre los 7 y los 14 años de edad. Aproximadamente el 87% de la población adulta está alfabetizada.

Las condiciones sanitarias en Brasil varían de una región a otra. Las ciudades más grandes cuentan con suficiente infraestructura, pero las regiones del interior sufren escasez de médicos, enfermeras, hospitales, clínicas y farmacéuticos. Brasil cuenta con más de 16.000 hospitales, clínicas y centros de salud local y unos 200.000 médicos. La Constitución de 1988 define la responsabilidad del Estado en la atención de la salud pública. El Sistema Único de Salud (SUS) coordina la red pública sanitaria y las entidades privadas concertadas. Los trabajadores urbanos reciben una amplia gama de beneficios, como el seguro por enfermedad y las pensiones por jubilación. Estos servicios son posibles gracias a las aportaciones de trabajadores, empleados y el gobierno. Los trabajadores rurales y los funcionarios federales reciben menos beneficios, principalmente en la atención sanitaria. La Constitución de 1988 estipula una jornada semanal de 40 horas, permiso por maternidad de 120 días y de paternidad de 5 días.

La cultura del Brasil moderno se ha configurado a partir de un rico pasado de tradiciones étnicas. Los primeros colonos portugueses tomaron muchas costumbres y palabras de la población nativa de América. Durante el periodo de colonización, millones de esclavos negros africanos que fueron traídos a Brasil añadieron un elemento africano a la vida cultural brasileña; sus ritos religiosos se unieron a los del catolicismo para formar cultos afro-brasileños singulares, notables por sus ceremonias. El más influyente de ellos es el candomblé.

Características generales de la economía brasileña.

Como se puede observar en el Anexo No. 1 Brasil es en principio una nación predominantemente agrícola, que experimentó un rápido crecimiento industrial en las décadas de 1960 y 1970, hasta que en la década de 1980 logró una economía moderna diversificada. Se extrajeron grandes cantidades de mineral de hierro y carbón y la producción de acero, productos químicos y vehículos de motor creció sustancialmente. Al mismo tiempo, no obstante, la inflación crónica y una deuda externa de más de 100.000 millones de dólares, la más alta de las naciones en vías de desarrollo, provocó graves problemas económicos. A comienzos de la década de 1980, el presupuesto nacional se componía de 15.700 millones de dólares de ingresos y 25.100 millones de dólares de gastos. La deuda del país fue reestructurada y reducida en abril de 1994 mediante un acuerdo con los bancos acreedores. El producto interior bruto (PIB) aumentó de 369.000 millones de dólares en 1981 a 492.338 millones de dólares en 2003. El mayor incremento del PIB se produjo durante el año 2004 con un valor superior a 5.7, siendo de 4.2 per cápita, el más elevado de la última década, muestra de la recuperación económica este país. "Hoy Brasil no tiene deuda alguna con el Fondo Monetario ni tampoco con el Club de París, y dispone de 190 mil millones de USD en sus reservas". (Castro, 2008b)

"Cuentan con 850 millones de hectáreas de tierra; de estas, 360 millones es la parte del Amazonas; 400 millones de buenas tierras para la agricultura, y la caña de azúcar ocupa solamente el uno por ciento… es por otro lado el mayor exportador de café del mundo". (Castro, 2008c). Alrededor de la cuarta parte del café del mundo se cultiva en las plantaciones de São Paulo, Paraná, Espírito Santo y Minas Gerais. La producción de café en 2004 fue de 2,45 millones de toneladas, de las que la mayoría se exportaron. Brasil está entre los principales productores mundiales de caña de azúcar (411 millones de toneladas), que se utiliza para producir azúcar refinada y alcohol para combustible; ricino; cacao (177.219 t); maíz (41,9 millones de t); y naranjas. Otros importantes cultivos son: soja, tabaco (928.332 t), patatas (2,88millones de t), algodón (3,62 millones de t), arroz (13,4 millones de t), trigo (6,04 millones de t), mandioca y bananas.

El ganado se cría en casi todas las partes del país, particularmente en São Paulo y otros estados del sur, donde hay una abundante cantidad de ganado vacuno, con un total de 192 millones de cabezas, cerdos (33 millones), aves de corral (1.068 millones), ovejas (14,2 millones), cabras (9,09 millones), caballos (5,90 millones), asnos (1,26 millones), mulas (1,35 millones) y bueyes (1,20 millones).

Entre los productos más valiosos de los bosques brasileños se cuentan: aleurita, caucho, cera de carnauba, fibra de algarrobo, hojas medicinales, aceites vegetales, resinas, nueces y maderas para construcción y muebles. Constituyen importantes recursos madereros el pino de Paraná, el más importante comercialmente, y el pimentero. La industria maderera se desarrolló rápidamente durante las décadas de 1970 y 1980 al mismo tiempo que los bosques eran entresacados para los asentamientos. La industria pesquera, aunque obstaculizada al principio por la escasez de capital, almacenes e industrias conserveras, creció considerablemente en la década de 1960. En 2001 las capturas totales fueron de 980.000 toneladas anuales, incluyendo camarones, langostas y sardinas.

Los recursos minerales de Brasil son amplios, pero la escasez de capital y las inadecuadas infraestructuras de transporte frenaron su desarrollo hasta la década de 1970. El carbón se extrae en Río Grande do Sul, Santa Catarina y en otras zonas. La fiebre del oro en la jungla amazónica, constante desde 1979, ha hecho de Brasil uno de los mayores productores mundiales. Los yacimientos de mineral de hierro del país, localizados en Itabira y otras áreas, están considerados entre los más ricos del mundo. La producción de mineral de hierro fue de 140 millones de toneladas en 2003. Los ricos yacimientos de estaño han hecho de Brasil un productor líder de este metal (14.200 toneladas en 2003). También es un gran exportador de cristales de cuarzo, monacita y berilio. Manganeso, diamantes (500.000 quilates), cromo, circonio, petróleo crudo, gas natural, plata, bauxita y mica se extraen en grandes cantidades. Las valiosas reservas de magnesita, grafito, titanio, cobre, cinc, mercurio y platino no se explotan a gran escala.

Las industrias manufacturan una amplia gama de artículos. Se producen grandes cantidades de bienes como alimentos procesados, hierro y acero, cemento, tejidos, confección, vehículos de motor, productos químicos, papel, barcos y equipos eléctricos. São Paulo es el principal estado industrial, con factorías que producen alrededor de un tercio de la cantidad total de las manufacturas de Brasil; las ciudades de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Fortaleza también son grandes centros manufactureros."Brasil posee 8 millones 534 mil kilómetros cuadrados y dispone del 30 por ciento de las reservas de agua del mundo". (Castro, 2008b). En 2002 el 83% de la producción anual de electricidad se generó en centrales hidroeléctricas. Las grandes plantas hidroeléctricas se situaban en los ríos Paraná, São Francisco y Grande. En el río Paraná el complejo hidroeléctrico de Itaipu, Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia tiene en total 18.915 MW de potencia instalada. En el São Francisco el complejo Paulo Afonso-Sobradinho suma 3.510 MW, y en el río Grande el complejo Embarcação, Furnas y Marimbondo genera un total de 3.747 MW aproximadamente. Brasil tenía una capacidad de producción eléctrica cercana a los 50 millones de kW a comienzos de la década de 1990 y de 339.046 millones de KWh en 2002.

La unidad monetaria de Brasil, introducida en julio de 1994 para reemplazar al cruzado, es el real, dividido en 100 centavos (3,08 reales equivalían a 1 dólar estadounidense en 2003). El Banco Central de Brasil (1965), con sede principal en Brasilia, emite la moneda del país. Otras grandes instituciones bancarias son el Banco de Brasil, un banco comercial con más de 3.300 sucursales; el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, con sede principal en Río de Janeiro; y el Banco de Descuento Brasileño, con más de 1.700 sucursales. Los brasileños también cuentan con numerosos bancos privados y estatales.

En 2003 Brasil gastó 50.824 millones de dólares en importaciones de mercancías, mientras que sus exportaciones ascendían a 73.084 millones de dólares. Los principales compradores de los productos brasileños a comienzos de esa década eran Estados Unidos (un 20,3% del valor total de las exportaciones), Alemania, Japón, Italia, Argentina, Francia, Países Bajos y Gran Bretaña. Las mayores exportaciones fueron de soja, café, mineral de hierro, acero, equipos de transporte, alimentos animales, maquinaria, zapatos y tejidos. Estados Unidos reemplazaron a Alemania como la principal fuente de las importaciones brasileñas al inicio de la II Guerra Mundial (1939-1945) y continuaron manteniendo esa posición después de la guerra. Irak, Alemania, Japón, Argentina, Francia y Canadá también fueron grandes suministradores a comienzos de la década de 1990. En 2003 se importaban, principalmente: maquinaria y equipos (38%); productos químicos (15%); combustibles (15,9%), entre ellos petróleo crudo y refinado; minerales y metales (3,2%); y trigo.

El sistema de ferrocarril de Brasil constaba en 2002 de 30.403 km de líneas, implantado principalmente al sur de Bahía. El principal ferrocarril es la Corporación de Ferrocarril Federal, bajo control del gobierno federal, que explota siete redes regionales. Los ferrocarriles del país son utilizados principalmente para el transporte de mercancías. Las carreteras y autopistas, concentradas en las zonas sur y noreste de Brasil, tenían una longitud de 1.724.929 km en 2000; algo más del 6% de las carreteras brasileñas estaban pavimentadas. Un sistema de autopistas nacionales de 63.000 km conecta todas las regiones y estados del país; esta red viaria sigue aumentando con obras como la autopista transamazónica, una vía de comunicación que, con dirección este-oeste, une las regiones aisladas de Brasil y Perú.

Las vías fluviales interiores, que totalizan unos 35.400 km en torno al Amazonas y sus afluentes, conectan Brasil con otros países de Sudamérica y proveen importantes medios de transporte dentro del país. En el interior de muchas áreas de la cuenca del Amazonas, las vías fluviales son el principal medio de transporte. Unos 40 puertos a lo largo de la costa brasileña sirven al comercio de cabotaje e internacional. Los principales puertos son Santos, Río de Janeiro, Paranaguá, Recife y Vitória. Las líneas aéreas nacionales son numerosas y varias las compañías de transporte aéreo internacional, incluida la compañía aérea brasileña Varig, encargadas de enlazar el país con los principales puntos del mundo.

El gobierno desempeña aún un destacado papel en los servicios de telecomunicaciones, aunque en 1999 comenzó la privatización de las compañías de telefonía de los estados. En 2003 había 223 teléfonos por cada 1.000 habitantes. Brasil también cuenta con 2.778 emisoras de radio y más de 6 canales oficiales de televisión. El número de aparatos de radio era de 71 millones y 58 millones de receptores de televisión estaban en servicio. El país cuenta con 372 periódicos diarios, con una tirada de 7.163.000 ejemplares. Los diarios de mayor circulación son O Globo y Jornal do Brasil en Río de Janeiro; Folha de São Paulo, Gazeta Mercantil y Estado de São Paulo en São Paulo; Estado de Minas en Belo Horizonte; y Correio Brasiliense en Brasilia. Los semanarios de información general de mayor tirada son Veja e Isto é.

La mano de obra brasileña económicamente activa se estima que está integrada por cerca de 82,3 millones de personas; las mujeres componen el 35%. Alrededor del 21% de los trabajadores están ocupados en la agricultura, un 59% están empleados en los servicios y el resto trabaja en la manufactura, la construcción y otras actividades. Muchos de los trabajadores son miembros de sindicatos pertenecientes a una de las varias confederaciones nacionales; las entidades sindicales más importantes son la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria, la Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas y la Confederación Nacional de Trabajadores de Comunicaciones y Publicidad, todas ellas localizadas en Brasilia.

Gobernabilidad y democracia.

Brasil es una república federal integrada por 26 estados federados y un distrito federal, según recoge la actual Constitución, promulgada en octubre de 1988. Los estados federados tienen sus propios gobiernos, con competencias en todas las materias no específicamente reservadas a la Unión.

La Constitución de 1988 dispone la elección del jefe del gobierno y del Estado, es decir, del presidente, de forma directa para un periodo de cuatro años renovables. En 1993, los brasileños votaron a favor del mantenimiento del sistema de república presidencialista.

El Congreso Nacional bicameral brasileño se compone de un Senado Federal de 81 miembros elegidos para un periodo de ocho años, y una Cámara de Diputados con 513 miembros elegidos para un periodo de cuatro años. Los diputados son asignados a los estados según su población. La votación se realiza mediante voto secreto y es obligatoria para los ciudadanos alfabetizados mayores de 16 años.

El Supremo Tribunal Federal, compuesto de once jueces, tiene su sede en Brasilia. Las cortes federales se sitúan en cada estado y en el Distrito Federal. Otros órganos judiciales importantes son los tribunales electorales federales, creados para garantizar los procesos electorales, y los tribunales de trabajo. Los jueces federales son designados de por vida. La justicia en los estados se administra en tribunales específicos.

Los principales partidos políticos de Brasil son el Partido de los Trabajadores (PT, socialista), el Partido del Frente Liberal (PFL, liberal conservador), el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centrista), el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), el Partido Progresista Brasileño (PPB, de carácter derechista y conservador), el Partido Liberal (PL), el Partido Laborista Brasileño (PTB, centrista), el Partido Socialista Brasileño (PSB), el Partido Democrático del Trabajo (PDT, izquierdista), el Partido Socialista Popular (PSP; hasta 1992, Partido Comunista Brasileño) y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB).

Los 26 estados y el Distrito Federal tienen sus propios órganos legislativos y ejecutivos, estos últimos encarnados en la figura de los gobernadores, elegidos democráticamente. Los prefectos o alcaldes, elegidos asimismo por el pueblo, son las máximas autoridades municipales, y su gestión es fiscalizada por las cámaras de vereadores o ayuntamientos, que actúan como un cuerpo legislativo de ámbito local.

En 1985 Tancredo Neves fue nombrado primer presidente civil de Brasil quien murió antes de tomar posesión y José Sarney se convirtió entonces en presidente. Sarney tuvo que enfrentar a una inflación renaciente y una enorme deuda externa; impuso un programa de austeridad que incluía una nueva unidad monetaria, el cruzado.

Una nueva constitución que incluía la elección presidencial directa fue promulgada en octubre de 1988, y Fernando Collor de Mello, del Partido de Reconstrucción Nacional, de tendencia conservadora, fue elegido presidente en diciembre de 1989. Su drástico programa anti-inflacionista llevó a Brasil a la peor recesión de la última década, y las acusaciones de corrupción financiera desgastaron su popularidad.

En septiembre de 1992 Collor fue acusado de corrupción por la Cámara de los Diputados y el vicepresidente Itamar Franco se convirtió en presidente en funciones. Collor dimitió el 29 de diciembre, justo cuando el proceso contra él en el Senado estaba comenzando, y Franco entonces prestó juramento como su sucesor. En abril de 1994 se puso en práctica un plan para reestructurar y reducir la deuda externa de Brasil; conocido por el nombre de Plan Real, fue diseñado por el entonces ministro de Hacienda en el gobierno de Itamar Franco, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso.

En las elecciones presidenciales celebradas en octubre de 1994 resultó vencedor Cardoso, candidato del Partido Social Democrático Brasileño, que se impuso a Luís Inácio Lula da Silva, candidato presentado por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). La campaña electoral tuvo como ejes básicos las promesas por parte de ambos políticos de promover una mayor justicia social y el desarrollo de reformas económicas y políticas de gran envergadura.

Este proyecto reformador se empezó a poner en marcha con la presentación por parte de Cardoso ante el Congreso brasileño, en febrero de 1995, de una serie de enmiendas constitucionales, a las que se añadió, en 1996, el intento de modificar la Constitución brasileña con la finalidad de permitir la reelección en el cargo presidencial; en enero del año siguiente, el Congreso aprobó la enmienda constitucional que hacía factible tal modificación. No obstante, las reformas económicas iniciadas por el nuevo gobierno fueron rechazadas (en forma de marchas, huelgas y manifestaciones) a lo largo de 1997 por aquellos sectores productivos que resultaron perjudicados con las mismas. En junio de ese año, Brasil se adhirió al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

En septiembre de 1997, Cardoso aceleró su carrera hacia la reelección presidencial respaldado por los partidos que integraban la coalición de gobierno (Partido Social Demócrata Brasileño, Partido del Frente Liberal y Partido del Movimiento Democrático Brasileño). La crisis financiera que afectó seriamente a la economía brasileña durante buena parte de 1998, y que tuvo su continuación en la primera mitad de 1999, no supuso un revés a las expectativas electorales del presidente Fernando Henrique Cardoso ante los comicios presidenciales, legislativos y estatales que se celebraron el 4 de octubre de ese mismo año, y en los que se enfrentó de nuevo con Lula da Silva, el candidato de buena parte de la izquierda brasileña, así como con Ciro Gomes, cabeza de lista del Partido Popular Socialista (PPS) y Eneas Carneiro, del Partido de la Reedificación del Orden Nacional (Prona). Antes al contrario, Cardoso venció de forma arrolladora en la primera vuelta, sin necesidad de efectuar una segunda, con lo que se convirtió, una vez que tomó posesión del cargo en enero de 1999, en el primer presidente brasileño que era reelegido democráticamente en la historia de Brasil. El nivel de abstención, votos nulos y en blanco fue considerable, habida cuenta que en Brasil los electores están obligados a votar. Los resultados en los comicios para renovar los cargos de los 26 estados y el Distrito Federal en que se divide Brasil, por contra, obligaron a una segunda vuelta en 12 de ellos, pues ninguno de los candidatos obtuvo mayoría absoluta. La importancia de los resultados en esta consulta venía dada por el hecho de que el recién reelegido presidente necesitaba el apoyo de los gobernadores para llevar a cabo el ajuste fiscal impuesto tras el acuerdo firmado poco después con el Fondo Monetario Internacional.

Concluida la legislatura, el 6 de octubre de 2002 se celebraron nuevas elecciones presidenciales, legislativas y estatales. Brasil vivía una difícil situación social y económica, motivada por la devaluación del real, la elevada deuda pública, la dependencia del capital exterior, el desempleo, los bajos salarios y un alto índice de pobreza. En este contexto, el programa de políticas sociales de Lula da Silva propició que su candidatura presidencial fuera la más votada (46,4% de los sufragios emitidos), encontrando apoyo, no ya sólo en los ámbitos más desfavorecidos, sino también en determinados sectores empresariales (José Alencar, empresario y líder del conservador Partido Liberal, le acompañaba como candidato vicepresidencial).

A mucha distancia del fundador del Partido de los Trabajadores quedaron José Serra, presentado por el Partido Social Demócrata Brasileño y respaldado por el bloque gubernamental (23,2%); Anthony Garotinho, del Partido Socialista Brasileño (17,9%), y Ciro Gomes, del Partido Socialista Popular (12%). Dado que Lula da Silva no alcanzó la mayoría absoluta, fue necesaria la celebración de una segunda vuelta el día 27 de ese mismo mes. En esta nueva cita con las urnas, Lula da Silva obtuvo más del 60% de los votos y derrotó con claridad a Serra. En calidad de presidente electo (su investidura oficial se produjo el 1 de enero de 2003), no tardó en hacer pública su intención de promover un "pacto nacional", forjado en la formación de un gobierno de coalición, que luchara contra la inflación, la pobreza y la deuda pública.

Por lo que respecta a la nueva Cámara de Diputados emanada en aquel octubre de 2002, los grupos que consiguieron mayor representación fueron el Partido de los Trabajadores (91 escaños), el Partido del Frente Liberal (84), el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (74), el Partido Social Demócrata Brasileño (71), el Partido Progresista Brasileño (49), el Partido Liberal (26), el Partido Laborista Brasileño (26) y el Partido Socialista Brasileño (22).Las primeras medidas de Lula da Silva, quien dio por finalizadas las privatizaciones en Brasil, estuvieron destinadas al cumplimiento inmediato de su programa electoral: concesión de títulos de propiedad a los habitantes de las favelas, promoción del Programa Hambre Cero y del Plan Nacional de Erradicación del Trabajo Esclavo, y creación del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y del Consejo de Desarrollo Económico y Social. En ese orden de cosas, la Cámara de Diputados aprobó, el 4 de septiembre de 2003, una ambiciosa reforma fiscal promovida por el presidente de la República. Un mes más tarde, el 16 de octubre, Brasil y Argentina, presidida por Néstor Kirchner, firmaron el denominado Consenso de Buenos Aires, acuerdo que fortalecía las políticas activas de ambos países frente al neoliberalismo y afianzaba su alianza en el seno del Mercosur, del que los dos eran miembros fundadores desde 1991. Brasil y Argentina estrecharon aún más su relación diplomática en diciembre de ese año, al pactar la coordinación de decisiones conjuntas ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. A comienzos de 2005, la gestión de Lula da Silva arrojaba un innegable éxito económico, si bien los avances sociales logrados resultaban, para determinados sectores, insuficientes con respecto a las expectativas suscitadas al iniciarse su mandato. En cuanto a la política exterior, el acceso a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se convirtió en el principal objetivo de su gobierno.

Brasil y la Globalización

Después de conocer las características generales de este país referidas a sus recursos naturales, aspectos socio – demográficos, economía, gobierno y democracia es posible analizar el proceso de globalización en Brasil, el que ha atravesado por una serie de fases en las que los cambios económicos han sido significativos e importantes. A continuación se analizaran cada una de ellas.

  • A medidos de la década de los 30´ del pasado siglo XX el presidente Vargas desarrolló una estrategia de industrialización.

  • En la década de los 40´ el crecimiento del PIB era solo del 6%.

  • El proteccionismo y la inversión estatal directa originaron sectores industriales diversificados.

  • II. Primeros rasgos de globalización (1964 – 1994)

  • En el año 1964 se produce el golpe de estado respaldado por Washington.

  • Se establece una estrategia económica basada en la alianza entre estado – multinacionales – burguesía brasileña.

  • Se produce un giro en la producción, orientada a partir de este momento a la exportación y no a la satisfacción de las necesidades del mercado interno.

  • Aumenta el crecimiento de la industria automotriz y de metales.

  • En 1968 varias misiones religiosas comienzan a apoderarse de terrenos muy ricos en minerales radioactivos, oro y diamantes localizados en la selva amazónica.

  • III. Aplicación del modelo de Globalización Neoliberal. (1995 – 2002)

  • Privatización de las industrias que más producían.

  • Apertura de los mercados a las importaciones de alimentos y tecnologías de la información barata lo que provocó el movimiento de millones de campesinos y socavamiento de las industrias locales.

  • Aumento de la deuda con los bancos extranjeros

  • Se hipotecan las ganancias de las futuras generaciones.

  • Desregularización de la economía, devastando la selva Amazónica no solo por la madera sino por los minerales.

  • El PIB creció 1%, el PIB medido en dólares decreció de 705 billones en 1995 a 504 billones en 2001.

  • La tasa de crecimiento en los 90´ fue la más baja del siglo XX.

  • La deuda externa creció de 148 billones de dólares a 228.6 billones en 2001 y se aproxima a los 250 billones en el 2002.

  • El pago de la deuda pública aumentó de 24.9% a 55.1 % de 1995 al 2000

  • Reducción de los gastos públicos.

  • La fuga de capitales tomó valores de 20 billones.

  • Las empresas públicas y las líneas de crédito externas desaparecieron.

  • Las inversiones domésticas y extranjeras retiraron sus capitales por la falta de seguridad.

  • Las actividades tradicionales perdieron importancia frente a las industrias modernas.

  • Las empresas trasnacionales insisten en convertir la selva en plantaciones agrícolas, ganaderas e industriales y la explotación de maderas.

  • Los países industrializados desplazaron sus industrias más contaminantes hacia paises del tercer mundo entre ellos se encuentra Brasil

  • Aumenta la importancia de las grandes ciudades producto a la aglomeración de actividades económicas y las ciudades interiores (excepto Manaus donde se encuentras asentadas multinacionales como la Gillette, Honda y Sony entre otras.) solo aportan materias primas.

  • Aumentan las migraciones del campo a la ciudad en busca de empleos y mejoras salariales. Ejemplo de ello es el aumento de la población urbana de 74.7 % a 81.2 % entre 1990 y 2000.

  • El parque industrial se encuentra concentrado principalmente en la Región Sudeste especialmente en Sao Paulo considerada como la capital industrial, comercial y financiera de Brasil, del MERCOSUR y de Latinoamérica.

IV. Después de Cardoso. Gobierno de Luis Inácio Lula da Silva. (2002 – Hoy)

  • El PIB tuvo un alza de 3.7% en 2006.

  • El PIB debe presentar un aumento de un 4.5% en el 2007.

  • La inflación acumulada se redujo a 3.1%.

  • Las exportaciones y las importaciones de bienes aumento un 16% y un 24%.

  • Las reservas internacionales ascendían a 143 millones de dólares.

  • Los salarios reales aumentaron.

  • La deuda pública se redujo a un 45 % del PIB.

  • La mejoría económica fue producto a la evolución de la economía internacional y la consolidación del mercado interno.

  • Se estima que el sector agrícola tenga una expansión del 4.5 % lo que representa una prolongación del proceso de recuperación iniciado en el 2006.

  • El sector de los servicios creció un 4.6% impulsado por el dinamismo del mercado interno, destacándose los relacionados con las tecnologías de la información y la actividad del sistema financiero y el comercio.

  • La minería y los servicios de utilidad pública también se expandieron un 4.1% y 3.9% respectivamente.

  • La industria manufacturera tuvo una expansión de solo un 2.8% lo que puede deberse al descenso de la competitividad de la industria, la desaceleración del crecimiento de las exportaciones de manufacturas mientras que el volumen importado aumento considerablemente.

  • La ocupación aumentó con la creación de 520 mil nuevos puestos de trabajo.

  • Este aumento se produjo en los sectores más dinámicos como los servicios, el comercio y la industria.

  • Las exportaciones sumaron 137 millones de dólares y las importaciones de bienes ascendieron a 91 millones de dólares.

En los últimos cincuenta años la globalización ha tenido en Brasil un considerable impacto al afectar las políticas domésticas de este país en el que han surgido nuevos actores, por ejemplo, en el campo político – económico los actores principales son las corporaciones multinacionales, las agencias internacionales como el FMI y el BM, los gobiernos y las inversiones internacionales, así como algunos actores de la sociedad civil (González Souza).

La globalización como proceso ha ejercido un fuerte impacto en la organización y funcionamiento del espacio geográfico en este país, especialmente en el espacio urbano y sus implicaciones abarcan las esferas de las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas. Tiene además significativas repercusiones en la organización del espacio y de los territorios en sus formas y en sus procesos.

La nueva estructura productiva que tiene lugar en Brasil, como en gran parte del mundo subdesarrollado, durante estos últimos años basada en el paradigma tecnológico, tiene importantes repercusiones sociales, económicas y espaciales. Una de las consecuencias más resaltantes es la creciente sustitución de trabajo no calificado y de recursos naturales por el capital, lo cual ha afectado significativamente la economía nacional, que históricamente ha fundamentado su desarrollo económico en sus ventajas comparativas derivadas de la disponibilidad de recursos naturales y de mano de obra barata.

Ciertamente la globalización en Brasil ha mostrado muchas anomalías, muchos signos de crisis. Por un lado origina un crecimiento importante del producto nacional bruto mientras se incrementa el desempleo estructural, la deuda pública y las diferencias al interior de este país, las cuales se expresan en el crecimiento diferencial de las ciudades según sea su rol e inserción en la red global, creando espacios luminosos – aquellos que se insertan más apropiadamente en el proceso globalizador – y espacios opacos – los excluidos del proceso –

En el terreno económico, el actual proceso de globalización es asimétrico e incompleto, y se caracteriza por un importante déficit en materia de gobernabilidad.

La integración progresiva de las economías y las sociedades que supone la globalización ha tenido varios momentos y características muy particulares en este país. La globalización está impulsada por las nuevas tecnologías, las nuevas relaciones económicas y las políticas de una amplia gama de actores, que van desde los gobiernos y las organizaciones internacionales hasta las empresas, las organizaciones de trabajadores y la sociedad civil, sin embargo en Brasil la característica fundamental ha sido el uso intensivo de los recursos naturales (como en la mayoría de los países de Sudamérica).

Junto a la degradación del medio ambiente la Globalización influye de forma negativa en la sociedad y en las costumbres del país. Un ejemplo de los efectos que tiene este proceso sobre la cultura es que producto al desmonte de los bosques y la tala indiscriminada de partes de la selva amazónica muchas de las tribus indígenas han tenido que modificar sus patrones de vida y en muchos casos mueren. La dimensión social de la globalización se refiere al impacto que este proceso tiene en la vida y en el trabajo de las personas, así como en sus familias y sociedades. Incluye las preocupaciones y los problemas relacionados con el impacto de la globalización en el empleo, las condiciones de trabajo, los ingresos y la protección social. La dimensión social abarca las cuestiones relativas a la seguridad, la cultura y la identidad, la inclusión o exclusión social y la cohesión de las familias y las comunidades.

Algunos actores sostienen que el modelo de globalización que predominó en Brasil durante la última mitad del siglo XX agravó los problemas del desempleo, de la desigualdad y de la pobreza, mientras otros afirman que la globalización ha contribuido a reducir la incidencia de dichos problemas. Por supuesto, estos problemas existían antes de la globalización, pero es evidente que, para que la globalización sea sostenible tanto en el plano político como económico, debe contribuir a resolverlos.

Sin embargo, como señalara el presidente cubano, Fidel Castro: "La globalización fue encerrada en la camisa de fuerza del neoliberalismo, y como tal tiende a globalizar no el desarrollo, sino la pobreza; no el respeto a la soberanía nacional de nuestros Estados, sino su violación; no la solidaridad entre los pueblos, sino el "sálvese quien pueda" en medio de desigual competencia en el mercado".

La globalización es un fenómeno objetivo, inevitable, irreversible, inexorable y producto del desarrollo de las fuerzas productivas que se caracteriza por la creciente interrelación de todos los países, economías y pueblos en virtud de los grandes avances científico – técnicos, que han acortado las distancias y hecho realidad las comunicaciones y la transmisión de información entre países situados en cualquier lugar del planeta, el reto de Brasil, como del resto de los países del mundo, es aprovechar estas condiciones en beneficio de sus pueblos.

Brasil, un país con grandes recursos naturales y acentuadas disparidades sociales (superpuestas a desigualdades regionales en los niveles de desarrollo) que puede desintegrarse o bien deslizarse hacia regímenes autoritarios de tipo fascista, en respuesta a las crecientes tensiones sociales, donde la globalización contribuye a desestructurar los sistemas productivos a favor de las empresas que planifican sus inversiones a escala internacional, a concentrar el poder político, a ampliar la brecha de productividad y a introducir una desestructuración cultural. (Celso Furtado, 2000)

El tema ambiental en el contexto de la globalización neoliberal en Brasil

El Amazonas nace en Brasil y la mayor parte de las selvas tropicales que rodean a este río y a sus afluentes se encuentran en territorio brasileño. En los bosques y las sabanas de la Amazonia existe una de las concentraciones de carbono más altas del planeta y el exceso de este elemento se convierte en tejido vegetal además de ejercer un gran efecto en el clima mundial. Gracias a este antiguo procedimiento que permite renovar los recursos cíclicamente, hoy en día existe en la Amazonia la biodiversidad más rica de la Tierra. El 20% de las especies vegetales conocidas existen en esta zona y aún se desconoce el porcentaje de las especies animales que habitan en este territorio.

Brasil se ha convertido en un importante país muy interesado en vender sus recursos en el extranjero, ya que debe hacer frente a las necesidades de su creciente población y a las de sus cada vez más numerosas industrias. Los bosques se han utilizado para la actividad ganadera con cabaña vacuna, la minería y la explotación forestal y han hecho posible que las familias más modestas puedan salir de la pobreza. El gobierno brasileño siempre ha fomentado estas actividades y ha construido autopistas para acelerar el proceso.

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