Descargar

Propuesta de otra realidad – análisis del caso Mérida (página 4)


Partes: 1, 2, 3, 4

 

XVIII. Anomalías magnéticas de Chen-Ho y Equinoccio Vernal 2006

Es aquí en donde hablaré de nuestros propios hallazgos. La extraña energía que ahí está, me refiero a los niveles de radiación electromagnética, son un parámetro fundamental a investigar. Esperábamos observar algún tipo de comportamiento en la actividad de la red energética manifestándose especialmente durante el ingreso del equinoccio del año 2006. Queríamos encontrar evidencias de la expresión física del trinomio vortones-sacbés-arqueoastronomía.

Pues sucedió amigos míos que se estaba acercando el día del equinoccio vernal de año 2006, esto fue, el día 20 de Marzo. Se cumpliría un año desde el acontecimiento del encuentro con el SINH del Fracc. del Parque. Los alineamientos arqueoastronómicos se volverían a presentar en este milenario lugar de Chen-Ho y las condiciones energéticas vinculadas a esta fecha con toda seguridad tendrían que presentarse. Quizás inclusive volvería a ese lugar el SINH, y la oportunidad de hacer importantes experimentos, obtener lecturas y esperar alguna actividad OVNI. Esto convertía a ese día en toda una grandiosa oportunidad.

Uso del Geiger-Müller en Chen Hó

Así pues, nos preparamos los miembros del Centro de Investigación y Experimentación en Paraciencias, conjugando esfuerzos y proyectos con el grupo local de ufólogos, SIRIO MAYAB, dirigido por el profesor Silvestre Leal, para encarar el reto. El proceso conllevó el diseño de experimentos y la elaboración de un protocolo preciso y adecuado. Ya establecidas las hipótesis de investigación, nos concentramos para que de manera práctica y concreta pudiéramos responder a las preguntas de investigación. Los resultados fueron fascinantes, pues además no sólo demostraron nuestras ideas, sino que además se obtuvieron hallazgos increíbles, que nos llevan a formular nuevas preguntas.

Encontramos amigo lector que las lecturas de energía de radiación electromagnética de alta frecuencia se mantenían estables, continuando los niveles descritos en el capítulo VI alrededor del poste en dónde se vio al SINH.

Recordemos que la radiación registrada no es generada por el decaimiento radioactivo o descomposición atómica de los materiales del entorno. La presencia de esas energías es derivada precisamente de la transformación de los campos vortónicos presentes en fotones de alta energía, fenómeno que suponemos se presenta como parte de los destellos Gamma tipo TGFs que registramos con el contador Geiger-Müller.

Pero además nos encontramos con una serie de fenómenos muy interesantes y nuevos, uno de ellos fue experimentar cómo algunas de las baterías de nuestros equipos sencillamente se agotaban, aún siendo nuevas y otras recién recargadas, para que luego de volver a nuestras casas todas esas baterías se recuperarán solas, como si nunca hubieran estado sin carga aparente. Esto es algo que ocurrió por que algo en el ambiente del lugar provocó algún tipo de polarización en la carga de los electrolitos de las baterías. Seguramente los campos de vortones engendran esas reacciones.

También realizamos un tipo de experimentos especiales. Me refiero a registros de Transcomunicación Instrumental (TCI), los cuales consistieron en obtener grabaciones de audio en cintas de cassette mientras se leían en voz alta una serie de preguntas tales como « ¿Quién eres?»…« ¿Qué eres?»…« ¿En dónde estás?»…« ¿Cómo nos percibes?»… « ¿Qué deseas?»…Así, permitiendo un intervalo de tiempo entre una pregunta y la siguiente, se ofrece la oportunidad de que cualquier SINH logre provocar algún tipo de registro sonoro, aunque por medios no claros para nosotros. Este tipo de experimento se deriva de la práctica de métodos propuestos por la Paraufología, fusión que resulta de unir la Parapsicología y la Ovniología, propuesta del investigador español J. J. Benítez. La intención es obtener registros psicofónicos, sonidos que no se deriven de fuentes acústicas definibles. La base de este concepto es el que los SINHs son capaces de provocar registros de sonidos coherentes, estructurados con algún tipo de lenguaje inherente y comprensible por los escuchas humanos. El valor de los resultados obtenidos de estos experimentos de TCI sólo se puede remitir aquí al de pruebas testimoniales, en virtud a que simplemente no se logró grabar en la cinta nada. Y nada en forma literal pues ocurrió que aún cuando la grabadora de sonidos presentaba un aparente correcto funcionamiento, al revisar al final la grabación nos percatamos con sorpresa que sólo los primeros minutos de la cinta contenían los sonidos claros de nuestras voces, para luego disminuir la velocidad de registro, hasta no presentar ni un solo sonido. Es como si de alguna manera también las baterías presentaran una disminución de su carga, para luego recuperarla. Pues ocurrió que nosotros estuvimos creyendo que en verdad se encontraba corriendo un registro sonoro, y sobre esa creencia realizamos los experimentos, y en uno de ellos –valga sólo nuestro testimonio para probar esto- escuchamos claramente como emergió un extraño y desagradable sonido, similar curiosamente al que se escucha cuando una persona vomita violentamente. Este sonido desafortunadamente no se registró, pero lo atestiguamos directamente un número de 8 personas que justo ahí estábamos y que lo escuchamos. Claro que indagamos cualquier justificable fuente en las inmediaciones, pero nada encontramos. Esto ocurrió en el punto IV (vea diagrama 2), a 59 metros dirección norte del punto de avistamiento del SINH. A más de un lector este experimento y el comentario del resultado obtenido le resultará absurdo, tanto nuestro interés en aplicar este tipo de método investigativo -buscar psicofonías-, como el rendir el resultado de esa experiencia en concreto. Pero ante eso si diré que al estar nosotros ante un hecho extraño –el avistamiento del SINH-, tenemos que valernos de todas las herramientas de investigación, ya sean incluso hipótesis y métodos inusuales. Bien, queda asentado ese hecho, el cual tratamos de sumar más adelante a todos los demás. Continuemos.

Llegamos al punto de presentar el más importante de los descubrimientos realizados en el lugar, primero aportaré pare ello sus antecedentes. Fue durante el mes de Febrero de 2006, que ampliando más cuidadosamente nuestras pesquisas al emplazamiento de Chen-Ho, descubrimos casi por casualidad –situación que cómo casualidad en sí no existe, sino como otra de las causalidades- unas extrañas y muy reveladoras lecturas sobre la más alta de las pirámides. En el punto II (vea diagrama 2), sobre la plataforma en la cúspide de la pirámide me encontraba una noche, tomando lecturas de la energía. El Geiger-Müller arrojaba resultados que indicaban una radiación ambiental de lo más normal, esto es, en realidad minimas cantidades. Proseguí con el protocolo, utilizando después un instrumento que permite detectar campos de energía eléctrica, ondas de radio, microondas y también campos magnéticos. El parque en el que se encuentran las ruinas estaba rodeado en esos momentos por la calidez de la incipiente noche, mientras que se podían observar parejas de enamorados sentados en las bancas –e incluso en algunas de las pirámides-, niños con bicicletas paseando y gente haciendo ejercicio, trotando y andando. Al colocar el control del aparato en la posición para detectar campos de energía magnética, dirigí el sensor hacia el suelo, luego giré sobre mí, tomando los resultados, los cuales me indicaban que la energía era normal, dentro de lo esperable en un lugar al aire libre y a 75 metros del cableado eléctrico de media tensión más cercano; leía pues apenas si 0.7 miliGauss. Esto en verdad es muy poco y en realidad era lo esperado. Fue ahí cuando sin ninguna razón en concreto levanté el sensor. Lo puse a la altura de mis ojos y noté un ligero incremento, 1.7 miliGauss indicaba el aparato. Esto si me extrañó y levanté más el aparato, ahora algo más arriba de mi cabeza. Subió la lectura a 4 miliGauss, y estirando el brazo para elevar lo más posible el sensor, e incluso poniéndome de puntillas, logré situar el dispositivo a 2.4 metros sobre la plataforma, aún sin contar en esos momentos con algún tipo de apoyo o escalera portátil para elevarme más. Fue de esa manera que descubrí, con un enorme sobresalto que ahí sobre mi cabeza estaba otra anomalía, ahora de naturaleza magnética. El sensor me indicaba que por alguna razón desconocida una cantidad elevada de magnetismo estaba situado a modo de domo o cúpula sobre la pirámide. La intensidad del campo fascinantemente oscilaba entre los 14 y los 40 miliGauss. Para ofrecer un parámetro que permita interpretar estos niveles, primero debe de enterarse usted que un horno de microondas casero emite, al funcionar, una notable cantidad de energía electromagnética, constituida por campos eléctricos, campos magnéticos y obviamente microondas. Ahora imagínese que nos acercamos al horno de microondas a una distancia de 65 cms mientras lo mantenemos encendido a plena potencia. Pues solamente el campo magnético que a esa distancia detectaríamos es de igual potencia al detectado sobre la pirámide a 2.4 metros de su parte más alta, es decir, a 5.6 metros sobre el suelo. Por otro lado, la presencia de campos eléctricos y de microondas es prácticamente nula. Vea el diagrama 3. He ahí una linda anomalía magnética.

Lectura del magnetismo en Chen Hó

Pues esta extrañeza se mantiene a lo largo del tiempo, teniendo un comportamiento de índole tal, que encontramos cómo a lo largo de las horas diurnas se incrementa su potencia, más no su tamaño el cual se sostiene igual. Durante las noches es evidente como tiene un decremento, no muy importante, pero aún así presente, de un 15%. Esta anomalía posee además una oscilación inherente, es decir, pulsa. Para que sea aún más fácil visualizar esa situación, imagine una especie de membrana ondulante de unos tres metros de diámetro flotando sobre la pirámide, constituida por un invisible campo de fuerza magnética que sube y baja su potencia, desde un mínimo de 14 m Gauss hasta un máximo de 40 mGauss.

Pero la sorpresa no remitió a eso. Llegado el amanecer del día 20 de Marzo de 2006, monitoreábamos los niveles de energía sobre esta pirámide y confirmábamos los alineamientos arqueoastronómicos que hemos referido, los cuales fueron descubiertos por el antropólogo Indalecio Cardeña Vázquez del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Al ser este un lugar público, la gente se acercaba con interés y curiosidad a observar nuestras actividades. Aportaban sus comentarios, platicaban entre sí, e inclusive en un momento dado se incorporó al cada vez mayor número de personas un pequeño grupo de mujeres vestidas de blanco, conducidas por un joven sencillo –muy alto para el promedio- que exudaba un cierto aire de chamán. Las dirigió a la plataforma superior de la pirámide, y con sus seguidoras formaron un pequeño círculo. Ahí, sin interferir con nuestros aparatos se dispusieron a recibir las fuerzas cósmicas del equinoccio, práctica aparentemente de tipo mágico-religiosa, que en más allá de lo que se conciba, tiene un fundamento muy cierto, plenamente común en México y realizada incluso en forma multitudinaria por personas que acuden a los centros arqueológicos del país. Medió para eso el que realizaran un pequeño ritual con el cual pedían permiso a esas fuerzas vivas; mientras, nosotros continuábamos con nuestras observaciones. Se acercaba la hora de entrada astronómica del equinoccio, las 12:26 del mediodía y estábamos registrando con frenesí los datos. Simultáneamente –pues era inevitable- les compartíamos a la concurrencia parte de los hallazgos, mostrándoles los increíbles niveles de energía del lugar. Fue así que al llegar a la hora esperada, mientras unos tomaban energía y otros la medíamos, me percaté, de nuevo por mero accidente, que al pasar mi mano izquierda por enfrente del magnetómetro al cual sostenía a la altura de mi pecho, vi como la aguja del sensor saltaba impetuosamente. Volví a pasar la mano, encontrando –otra vez con sorpresa- ¡Que en efecto el aparato detectaba la presencia de un campo magnético emanando de mi mano! Esto me sobresaltó, de manera que dirigí el dispositivo hacia mi cuerpo, luego al de los que me rodeaban, encontrando en ellos y en mi similar cantidad de magnetismo. Los niveles de magnetismo no se pueden equiparar a los de un fuerte imán, pero si a los emitidos por cualquier aparato eléctrico doméstico de buen tamaño. Por alguna razón, que trataremos de aclarar más adelante, el lugar tiene un campo de fuerzas vortónicas por sobre encima y a los lados de las pirámides a modo de un domo o especie de cúpula, el cual bajo ciertas condiciones se comparte a las personas que se encuentren en la plataforma superior de aquellas. Este fuerte influjo de energías vortónicas induce una reacción muy interesante y exótica en las personas, al grado de provocar que cada uno de los ahí presentes comenzáramos a emitir campos magnéticos.

Ninguna persona del mundo anda por ahí emitiendo campos de naturaleza magnética con una intensidad de hasta 80 miliGauss, pues nuestro propio campo magnético natural es de unas ¡mil millones de veces menos intenso! Es como si de pronto algún increíble cambio a niveles subatómicos se realizara en nuestros cuerpos. Estos son fenómenos nada despreciables y por sí mismos capaces de confirmar directamente por sí mismos muchas de las teorías y modelos aquí presentados. El lugar está ahí, el fenómeno es constante, mensurable. Este es un hallazgo simplemente fascinante y como lo dije antes, de una importancia enorme. Es una expresión física directa de las enormes cargas de energía que los organismos vivientes podemos obtener bajo cierto tipo de condiciones. Así, ya sean orgones, vortones o gravimagnetones, estas partículas y sus campos de fuerza asociados están a disposición de quien sea.

Vemos más en claro, a estas alturas de la lectura de este trabajo que la cadena de sucesos que se han propiciado por la mera aparición del SINH ante los muchachos, es larga, compleja y reveladora. Hemos llegado lejos gracias a la grandiosa llamada que hizo sobre nuestra atención este extraño ser que se dejó videograbar. Gracias te doy, SINH, estés en donde estés.

XIX. La Generación de Portales Transdimensionales

Volviendo al SINH del Caso Mérida. Respecto a este ser no humano, nos queda muy claro que aprovechó las condiciones cuánticas generadas en Chen-Ho tal y como ya lo describimos. El SINH se hizo prácticamente visible ante los jóvenes. La sencillez del proceso, simplemente apareciendo, es distante a las formas hollywoodenses que estamos acostumbrados a ver en las películas de ciencia-ficción. En estas producciones cinematográficas la aparición súbita de algún ser extraterrestre que se materializa en la escena, y que lo hace por medio de algún método tecnológico ultra avanzado, lo hace, en esas representaciones del cine, formando vórtices, distorsiones de la visual, luces, chispazos, cortinas de humo o cualquier cosa espectacular engendrada por los genios de los efectos especiales. Pero el SINH de este caso no generó fenomenales efectos, simplemente y sin fanfarrias apareció. Claro que no es excluyente en la fenomenología OVNI la manifestación de extraños y fantásticos fenómenos visuales y sonoros cuando alguien observa un Objeto Volador No Identificado. Pero en la explícita sencillez del encuentro con el SINH de nuestro análisis, nos hace pensar que a ese ser le resultó de una manera muy sencilla lograr su aparición.

Un seguro fundamento de su tecnología debe de ser la manipulación de los campos de orgones o vortones, llámese como quiera a estas partículas equivalentes (digámosle a estas fuerzas simplemente orgones). La facilidad para encontrar campos de energía orgónica en todos lados nos lleva directo a la reflexión de que por alguna razón –la que sea- o bien, no hemos aún aprendido a utilizar los orgones así como utilizamos el fuego, o la electricidad, o la energía nuclear, o hemos des-aprendido el modo de usarlos. La causa no importa ahora, importa adquirir la valiente decisión de utilizar con pleno entendimiento estas poderosas fuerzas que nos constituyen, a estos diversos niveles de dimensionalidad que nos integran. Valentía para dar el paso intelectual con el cual atrevernos a salir de la realidad perceptual normada y avanzar hacia el siguiente nivel de evolución tecnológica y cultural.

Quizás si asumimos esta postura, podremos comenzar a ver más claramente los principios que fundamentan a esta ciencia, y de tal modo empecemos a obtener los beneficios que nos esperan en este conocimiento, que para bien aquí está.

Y algo relevante existe en todo esto. Incansables investigadores, a lo largo y ancho del mundo han concentrado sus esfuerzos para desarrollar esta visión que permita comprender a la naturaleza.

Dos de ellos, cuyas investigaciones abrieron los una nueva ventana para entender y aplicar los campos gravitomagnéticos son el Dr. R. Biefield, de la Universidad de Dennison University y su discípulo el Dr. Townsend Brown, quienes en 1923 descubrieron un extraño fenómeno. Se encontraban manipulando un tipo de dispositivo eléctrico muy sencillo, conocido como capacitor o condensador. Este tipo de elemento eléctrico es ampliamente utilizado en infinidad de aparatos modernos. Su función radica esencialmente en acumular grandes cantidades de electricidad, que llegado un momento, es tan elevada que se libera en un instante. De ahí su nombre. El descubrimiento realizado se realizó al hacer el siguiente experimento: se utilizó una báscula de precisión, constituida por dos platillos en equilibrio. En uno de los platillos se colocó un condensador, y en el otro platillo se dispuso un peso igual al del condensador. El condensador no tenía al principio ninguna carga eléctrica, o sea, estaba descargado. A continuación se procedió con cargar el condensador, y se realizó una observación con el fin de determinar si e campo eléctrico presente en el condensador era capaz de afectar a la fuerza de gravedad que la Tierra ejercía sobre los platillos de la báscula. La sorpresa fue enorme cuando la carga eléctrica llegó a cierto nivel muy alto y en ese momento una fuerza se manifestó creando un desequilibrio sobre los pesos en los platillos. Esto es, se descubrió que si se pone la cara del condensador con carga eléctrica negativa hacia abajo, se genera una fuerza que es capaz de repeler a la fuerza de gravedad de la Tierra, manifestándose desde una fuerza que hace que el platillo con el condensador se vuelva más ligero, provocando que el otro platillo con el contrapeso se incline hacia abajo. El efecto contrario se obtiene al poner la carga positiva del condensador hacia abajo, propiciando que el platillo con el condensador se incline hacia abajo, por la razón de que se incrementa la fuerza de gravedad entre la Tierra y el condensador. Este es un principio de generación de anti-gravedad. A este fenómeno se la conoce como efecto Biefeld-Brown. En su época no se le dio importancia a sus resultados, y esto solamente por la razón de que no conocían las razones para que esto ocurriera. Aún cuando la teoría pentadimensional de la gravedad y del electromagnetismo de Kaluza ya existía, casi nadie la conocía en esos años. Por un lado Kaluza formuló los principios teóricos y por otro Biefeld y Brown encontraban la expresión experimental del campo gravitomagnético. Brown inclusive trató desesperadamente lograr que se publicaran sus investigaciones, pero la ignorancia, madre de todos los males se presentó como su mayor enemiga. Las revistas especializadas del mundo, como al igual que sus colegas, se resistían a simplemente atestiguar por sí mismos este importantísimo descubrimiento. Aún así Brown continuó con los estudios de esta fuerza, y hasta inclusive desarrolló conceptos para fabricar aparatos voladores capaces de ir de un lugar a otro por medio de esta fuerza, a la que no llamó anti-gravedad, sino a la que prefirió nombrar como electrogravedad. Algo sorprendente hizo a su vez Brown, y fue que en sus diseños se anticipó a algo muy común en nuestros días. Él consideró que a los aparatos voladores impulsados por esta fuerza, tenían que dárseles una forma discoidal, que es la misma que se observa en la mayoría de los OVNIS. En aquellos años el concepto de platillo volador aún no existía, por que si bien se han observado OVNIS desde la más remota antigüedad, se comenzaron a reportar oficialmente hasta la década de los 1940´s.

Brown también extendió sus indagaciones a otros ámbitos. Aplicó este tipo de fuerza a seres vivos, como plantas y pequeños animales, encontrándose con fascinantes resultados. Se percató de que todos los seres irradiados por el campo gravitomagnético positivo crecían más fuertes y sano, con una prole mayor y dotados de mejores recursos para la supervivencia. Brown se anticipó a los hallazgos de Rich, pero Brown no obtuvo el reconocimiento necesario.

El manejo de esta fuerza, en primera instancia, es lo que nos permitirá el abrir y manejar portales transdimensionales, pues recordemos que la fuerza gravitomagnética implica el uso de un nivel dimensional más que el de nuestro mundo. Es el uso de una fuerza que pertenece al aún desconocido hiperespacio, y que no nos debe de resultar difícil entender y aplicar.

XX. Un Modelo de Materia Oscura y la Extraña Energía en Chen-Ho

Todo lo anterior comenzaremos ahora a vincularlo con un nivel más claro de entendimiento.

En las primeras declaraciones que realizamos ante la prensa, en Noviembre de 2005 respecto al la naturaleza de lo descubierto en el Fraccionamiento del Parque, en Mérida, es que ese tipo de energía observada correspondía con seguridad a lo que se conoce como Materia Obscura. Esta aseveración causó en su momento confusión y hasta inclusive incomodidad en algunos que no se permitieron valorar la información que publiqué ante la prensa y los demás medios. Ahora explicaré, más profundamente el porque dijimos que eso que está allá es materia obscura. Bueno, en realidad es otro de los nombres con el que se le puede llamar, pues ya se le refirió con otras designaciones, siendo en verdad en todos esos casos la misma cosa. Pues retornando al punto, ya es un consenso general en la física el hecho de que es necesario postular algo diferente a la materia común que conocemos, que logre este tipo de materia formar la estructura plena del universo. Pero la hipótesis de la existencia de la materia oscura no es un algo nacido de la moderna astrofísica, como muchos creen, pues más bien es una gran idea con 73 de edad. La teoría fue sobre la existencia del la materia oscura fue planteada por primera vez por el astrofísico suizo Fritz Zwicky, en 1933. Desde ese entonces ha permanecido, cuestionada y todo, pero necesaria para explicar muchas cosas raras. Lo primero que quisiéramos platicar aquí es sobre las evidencias observacionales que los científicos tienen sobre este tipo de materia extraña. Primero Zwicky observó anomalías en cúmulos de galaxias (grandes conglomerados de galaxias, muy lejos de aquí), pero se le prestó poca atención a él. Con el tiempo se continuaron las observaciones y se determinó que en esas galaxias algo estaba formando parte de la masa total de esos objetos, pero que esa materia estaba presente pero de alguna forma invisible, oculta.

En astronomía se denomina materia oscura a partículas hipotéticas de materia que se presume no pueden ser detectadas por la radiación que emiten. La materia oscura no es visible en ninguna parte del espectro electromagnético con los medios técnicos actuales pero su existencia puede inferirse a partir de los efectos gravitacionales que causa en materia visible como estrellas o galaxias.

Estimaciones basadas en los efectos gravitacionales de la cantidad de materia presente en el Universo sugieren, consistentemente, que hay mucha más materia de la que es posible observar directamente. Además, la existencia de materia oscura resolvería varias inconsistencias en la teoría del Big Bang. Se cree que la mayoría de la masa del Universo existe en esta forma. Entiéndase que se está considerando a partir de esos estudios que la gran mayoría de la materia es lo que aquí llamamos materia obscura y esta, a la que llamamos materia común, es más bien una proporción pequeña de toda la que constituye al Cosmos. Nosotros decimos que aquello que conocemos esta hecho de materia "normal", y que la otra, la oscura, es simplemente "exótica". Exótico significa raro, poco común. Pero es en realidad que nuestra materia, la que sabemos directamente que nos constituye a nosotros, a la Tierra, al Sol, es más bien la materia "rara", la poco común.

Así es, estamos tan habituados a nuestro propio tipo de materia conocida, que hemos creído que todo en el Universo iba a estar hecho de lo mismo que nosotros, pero con sorpresa descubrimos además otro ingrediente importante en las cosas. Antes se creía que las galaxias tenían cierto peso promedio, integrado ese peso por los gases, las estrellas, el polvo interestelar, la radiación electromagnética y todos los demás cuerpos astronómicos en ellas. Pero recalculando las proporciones de los pesos totales, resulta que el peso conjunto de estos constituyentes solamente es la novena parte del peso verdadero total. Es decir, nuestra materia, la que es estudiada por la Química y la Física, la que nos dijeron que era lo único de lo que estaba fabricado el Universo, es una fracción pequeña de lo que en su totalidad es toda la materia del Cosmos. No es que tengamos que imaginarnos por ahí extraños átomos hechos de cosas misteriosas, más bien la materia oscura es un constituyente básico formado por algo que siempre a estado ahí, que nos constituye en gran proporción inclusive, pero de lo cual, por algo, no nos hemos enterado tan siquiera un poco. Pero esa ignorancia comienza a terminar.

Actualmente, mediante la teoría gravitacional y nuevos análisis de computadora, los astrónomos están siendo capaces de determinar dónde puede estar situada la materia oscura. El resultado es que parece estar agrupada de la misma forma que las galaxias, que estarían compuestas, en gran parte de materia oscura. Por la forma como gira sobre sí misma nuestra propia galaxia, como además el hecho de que tiene estructura de disco achatado, indican la presencia de un extendido halo de la misteriosa materia oscura.

Puesto que no puede ser detectada por medios ópticos directos, la composición de la materia oscura pertenece al terreno de la especulación.

En el momento presente la visión más extendida es que la materia oscura no está formada por partículas elementales normales, o sea de electrones, protones y neutrones, sino por otras partículas tales como los hipotéticos axiones o los "WIMPs" (del inglés "weakly interacting massive particle", Partículas Masivas Fuertemente Interactuantes). Pero piense usted detenidamente en esto: toda en el Universo, todas las galaxias, todo, está constituido en un 90 por ciento por materia oscura. Esto significa que apenas conocemos sólo el 10 por ciento de las cosas. Se nos ha escapado percibir, admirar, estudiar y comprender el gran resto. Y eso, todo lo demás no está allá afuera lejos, flotando y haciendo cosas raras con distantes galaxias. No. Ese gran resto, aún desconocido está también aquí, en nosotros, formando parte de nuestro mundo. Sepa usted que el fenómeno de la Vida es aún incomprensible para la Ciencia. Biólogos, químicos, físicos, matemáticos se devanan los sesos por entender que es en sí la Vida ¿Son sólo reacciones entre moléculas, intercambios de energía nada más? Y además, ¿En dónde queda el Pensamiento, la Conciencia? Ningún astronauta ha visto allá en lo alto de los cielos a ningún ángel, pero tampoco ningún neurocirujano ha visto jamás un pensamiento en el interior de un cerebro, más sin embargo los pensamientos existen, por lo tanto cosas aún no vistas pueden existir. Seguramente ya hemos visto muchas veces a esa materia oscura, aquí, en nosotros, en el centro mismo de este complejo y maravilloso fenómeno llamado vida, pero nunca lo hemos sabido interpretar. ¿O acaso si? Veamos.

Nosotros afirmamos que la materia oscura es eso de lo que ya hemos hablado aquí mucho. Son los orgones, es esa hermosa fuerza que corre por la líneas Ley, es esa intensa energía que indirectamente detectamos presente en los lugares en donde SINHs y OVNIS son avistados, es esa misteriosa fuerza que emana de las personas y que en condiciones adecuadas logramos detectar. He aquí las muchas pruebas que se han acumulado con los años.

Primero referiré al doctor William Kilner, quien en 1911 dio cuenta de sus estudios sobre el campo energético humano contemplado a través de pantallas y filtros coloreados. Describió una neblina brillante dispuesta en tres zonas alrededor de todo el cuerpo. Además comprobó que el aspecto de esta aura luminosa, difiere considerablemente de un sujeto a otro, dependiendo de la edad, el sexo, la capacidad mental y el estado de salud. Determinadas enfermedades producían manchas o irregularidades en ese contorno luminoso, lo que movió a Kilner a desarrollar un sistema de diagnóstico basado en el color, la textura, el volumen y el aspecto general del envoltorio. De esta forma diagnosticó algunas enfermedades, como las infecciones hepáticas, la apendicitis, la epilepsia y alteraciones psicológicas como la histeria.

Proseguiré con las investigaciones iniciadas en 1959 por el Dr. Leonard Ravitz, neuropsiquiatra de la Universidad de Yale. Él encontró un campo de fuerza bioeléctrica de 3.6 mts alrededor del cuerpo humano, que se interpenetra y es interdependiente en y con la estructura física de nuestro organismo. Esta fuerza la detectó por medio de delicados dispositivos sensores del campo bioeléctrico. Ravitz creyó que esta fuerza se constituía únicamente por electricidad, pero nosotros, a la luz de lo que hemos venido explicando hasta el momento, consideramos que solamente fue conciente el Dr. Ravitz de la parte o componente eléctrica del campo gravitomagnético que los orgones corporales emiten. Eso no desmerita en nada su trabajo, sólo puntualizo una situación.

Todas las partículas subatómicas son simples condensaciones locales de los campos que las crean; son concentraciones de energía que van y vienen, que pierden así su carácter individual y que se disuelven en el campo. Podríamos apoyar esta afirmación con unos conceptos escritos por el mismo Einstein:

"Podemos pues considerar que la materia está constituida por regiones del espacio en las cuales el campo es extremadamente intenso. No hay lugar, en este nuevo tipo de física para el campo más la materia, ya que el campo es la única realidad".

En el campo de energía de esta fuerza que integra a todo, y que es mucho más intensa en los seres vivos, estará siempre presente su naturaleza transdimensional. El fenómeno de la Vida en sí mismo pertenece a un nivel de realidad mucho mayor que el que siempre hemos creído. No son solo reacciones entre moléculas e intercambios de energía, es realmente mucho más. Pero a pesar de esos progresos revolucionarios en la física, las ciencias biológicas se retrasan en incorporar tales concepciones. Los biólogos todavía quieren suponer que el cuerpo se ajusta a las leyes mecanicistas y químicas como ocurría en el tiempo de la física newtoniana.

Prosiguiendo con nuestro recorrido por las pruebas que requerimos, diré que durante la década de los 1950´s, un par de médicos, los doctores George De La Warr y Ruth Drown construyeron instrumentos para detectar las radiaciones de los tejidos vivos. Unos de sus trabajos más impresionantes fueron las fotografías obtenidas mediante el uso del cabello de un paciente como antena. En ellas se observan claramente las formaciones internas de enfermedades del tejido vivo.

Hemos descrito abundantemente los trabajos de Rich, los cuales sólo referiremos como parte de conjunto de descubrimientos para no redundar.

Luego, desde la década de los 1980´s, en Japón, el Dr. Hiroshi Motoyama ha logrado medir niveles bajos de luz producidos por personas que han practicado yoga durante muchos años. Hiroshi ha realizado este tipo de experimentos en cuartos oscuros y ha registrado lo ocurrido con cámaras cinematográficas de bajo nivel lumínico.

En el Instituto Nuclear Atómico de la Academia Sínica, en Shanghai, se demostró en 1992 que parte de las emanaciones de fuerza vital que irradian los practicantes de la disciplina oriental del qigong, parece tener una onda sónica de muy baja frecuencia que se presenta como una onda portadora que fluctúa a baja frecuencia.

Hace algunos años, un grupo de científicos soviéticos del Instituto de Bioinformación de A.S. Popow anunció el descubrimiento de que los organismos vivos emiten vibraciones de energía a una frecuencia de entre 300 y 2.000 nanómetros. Los científicos soviéticos denominaron a dicha energía biocampo o bioplasma. Descubrieron que las personas capaces de realizar con éxito la transferencia de bioenergía poseían un biocampo mucho más ancho y fuerte. Estos hallazgos han sido confirmados reiteradamente por la Academia de Ciencias Médicas de Moscú y están refrendados por las investigaciones realizadas varios centros de investigación europeos.

Más recientemente, el Dr. Masaru Emoto, de la Universidad de Yokohama, Japón, ha divulgado ampliamente sus descubrimientos relacionados con la capacidad directa de la mente humana para intervenir y afectar con el sólo pensamiento a la materia y energías de cualquier entorno. Emoto ha publicado importantes revelaciones sobre la estrecha relación entre los procesos mentales y la manera de cómo la realidad, desde un plano cuántico responde con la construcción de resultados a escalas mayores. Uno de sus hallazgos primordiales radica en el hecho comprobado de la directa capacidad para cambiar un estado molecular complejo con sólo dirigir el pensamiento conciente. Emoto considera desarrollar metodologías que permitan alterar profundamente la estructura misma del espacio-tiempo con la sola dirección del pensamiento dirigido. Posiblemente ha llegado el momento de hacernos responsables de nuestras verdaderas capacidades.

Estas son las pruebas de la existencia de tal fuerza, vortónica, orgónica o como sea. Simplemente, quizás de forma atrevida, consideramos que es lo mismo a lo que misteriosamente hemos venido llamando Materia Oscura, la cual dejará de ser oscura cuando comencemos a revisar anteriores descubrimientos y abordemos este enigma con una serie de argumentos diferentes. Quizás sirva para ello apoyarse en lo aquí presentado.

Siempre el proceso de encontrar formas para describir fenómenos nuevos amplía nuestros puntos de vista, lo cual constituye un reto para nuestra limitada concepción habitual sobre la naturaleza de la realidad física.

Procedamos entonces a incorporar nuevas ideas a nuestras vidas y comencemos a vernos de forma distinta a nosotros mismos.

XXI. El Cráter de Chicxulub y Portales

Deseo volver ahora al concepto de los portales interdimensionales, por la razón geográfica del Caso Mérida.

Preguntaré primero, ¿qué es capaz de romper la delicada estructura del continnum espacio-tiempo como para crear un portal interdimensional? Nos interesa saber eso para comprender el mecanismo físico que realizan los SINH para llegar tan tranquilos hasta acá con nosotros. Hemos dicho que una de las cosas que lo pueden lograr es la implosión de una estrella, con el inconmensurable estrujamiento gravitacional que la lleva a crear una singularidad espacio-temporal rodeada por un horizonte de eventos, cosas a las que en conjunto se les conoce como agujero negro. En este proceso se requiere la aplicación de una enorme cantidad de energía. Pero existen muchos otros procesos energéticos que también rasgan al espacio-tiempo. Hemos descrito las posibles formas de manipulación de los campos de fuerza gravitomagnética para provocar un pliegue en la estructura del espacio-tiempo, ya sea usando poderosos condensadores eléctricos, o usando la fuerza de las líneas Ley, como también dirigiendo intensos flujos de orgones por medio de poderosísimos procesos mentales, para que por medio de estos métodos disponer de un portal. Otro medio es utilizar una enorme explosión, en la que la energía liberada sea del orden de magnitud similar a la de la más potente arma nuclear. Como mínimo unos 50 Megatones de potencia.

Pues bien, no es necesario andar por ahí buscando un lugar de pruebas en donde hayan detonado armas nucleares de fusión para tratar de confirmar esta idea. Primero que nada, estos lugares en donde se han hecho estallar estas terribles armas para probar sus capacidades, son lugares muy lejanos y de muy difícil acceso, pues se hicieron detonar bajo tierra, bajo el mar o en distantes territorios. Tampoco es concebible la idea de solicitar que nos presten un arma nuclear para hacerla explotar y ver si se obtiene algún tipo de rasgadura residual del espacio-tiempo ahí en donde la usemos.

¿Qué haremos para probar nuestra idea? Pues considerando que un tremendo estallido es lo que puede provocar el tipo de discontinuidad que andamos buscando, entonces centremos nuestra atención a los lugares en donde han ocurrido explosiones muy potentes de manera natural. Por el orden de intensidad de energía que consideramos, los fenómenos naturales capaces de estos niveles de energía son las erupciones explosivas de volcanes, las explosiones freáticas (producto del encuentro entre magma basáltico ascendente en el subsuelo y un acuífero) y el impacto de grandes asteroides.

A lo largo de toda la historia de nuestro planeta, eventos de estos tipos han ocurrido, afortunadamente no con mucha frecuencia. Podemos con relativa mayor facilidad acudir a esos lugares en donde algún volcán inactivo haya erupcionado violentamente antes. Pero en ese caso tendríamos que ingresar propiamente al interior del cráter. Seguro sería más fácil localizar un lugar en el que los geólogos nos indiquen que ahí justo chocó en algún pasado momento un asteroide. Todos estos cráteres de impacto son llamados también astroblemes. Quizás podamos acudir a un punto así con una facilidad muy elevada, seguro inclusive nuestro agente de viajes nos organice unas lindas vacaciones a un lugar así. ¿Por qué no? Veamos.

Antes de dirigirlo, apreciado lector a un lugar así de interesante, en busca de nuestro cráter meteórico, y de tratar de encontrar ahí posibles alteraciones en el fino entramado de la realidad, platiquemos un poco sobre un asteroide en particular y su espantoso encuentro con la Tierra.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando la Tierra estaba poblada por enormes dinosaurios que coronaban la cúspide evolutiva de la vida, y estaba todo rebosante de vida y belleza, llegó una enorme roca desde el espacio profundo. Un meteorito más grande que la más alta de las montañas comenzó una vertiginosa caída a 40,000 kilómetros por hora directo hacia la superficie de nuestro mundo, y al atravesar la atmósfera, sólo le llevó un instante para impactar con una violencia inimaginable, destruyéndose al instante. La energía liberada fue igual a si se hubieran hecho estallar simultáneamente unas 200,000,000,000,000 (doscientas millones de millones) de toneladas de TNT al mismo tiempo y en el mismo lugar.

La explosión resultante de este impacto fue cientos de millones de veces más devastadora que la más poderosa arma nuclear jamás detonada, creando un huracán de inimaginable furia, con una súper masiva cantidad de polvo, rocas y vapores que fueron enviados a las más altas regiones de la atmósfera y hasta –incluso- el espacio.

Una tormenta de fuego global incendió enormes extensiones de superficie a lo largo del planeta. La intensidad de estos mega incendios fue tal, por la muy alta cantidad de oxígeno que existía normalmente en esas épocas, pues según indican los análisis de inclusiones líquidas en antiguas piezas de ámbar, el contenido de oxigeno presente en el aire era de un 35%. Nuestro aire actual sólo tiene un 20.95% de oxigeno. Aquellos niveles tan altos de O2 mantuvieron unas intensas combustiones por doquier.

Gigantescas olas de cientos de metros de alto viajaron hacia todos lados por el mar, arrasando todo a su paso. Vientos de hasta 1,100 kilómetros por hora pulverizaron todo cuanto encontraban. Una onda de choque sísmico recorrió con furia varias veces a la Tierra.

Terribles lluvias de ácido afectaron todos los habitats naturales, matando casi todo.

En el punto de impacto, las rocas del terreno fueron inmediatamente trasformadas en líquido incandescente, derretidas por el elevadísimo calor, y una espantosa ondulación dentro del inmenso cráter creado, hizo que en el lapso de 7 minutos se levantara ahí una especie de prominencia enorme (esto se puede observar al arrojar una roca en el agua, notando que en el punto de caída de la roca, el agua se levanta por un momento) la cual se elevó hasta 24 kilómetros de altura. Luego de caer esa gigantesca prominencia de lava fundida, se formó un anillo interno al cráter exterior.

Una imagen del lugar algunos días después del impacto, revelaría como el agua de mar habría ocupado el interior de ese enorme hueco, enfriando la lava y dejando así el astrobleme.

La mayoría de los geólogos y paleontólogos consideran que esta monstruosa catástrofe fue la causa directa de la masiva extinción del periodo Cretáceo, acontecimiento al que le llaman Evento KT.

El final del periodo Cretáceo coincide con el fin de los dinosaurios. Esta extraordinaria extinción en masa fue similar a la que ocurrió en un periodo geológico más antiguo, en el Terciario de la Era Cenozoica, hace 250 millones de años.Pues sepa usted, amigo lector que el lugar en donde esta conflagración ocurrió es precisamente en dónde sucede como escenario principal lo analizado en este libro. Esto es, en la ciudad de Mérida, la cual está precisamente a escasos kilómetros del centro de impacto del devastador objeto descrito. Así es. Prácticamente todo el actual estado mexicano de Yucatán está dentro del enorme cráter que quedó en la Tierra como vestigio de aquella hecatombe. Hace 65.5 millones de años, un asteroide de casi 10 kilómetros de diámetro cayó y se vaporizó, creando ahí con toda la tremendísima fuerza engendrada una condición física profundamente especial: Discontinuidades en el espacio-tiempo.

En partes anteriores de este libro se han desarrollado los conceptos relativos a los portales interdimensionales. Retomemos el modelo teórico publicado por Thorne, Morris y Yurtsever. El tipo de solución a las ecuaciones de Einstein que ellos obtuvieron ofrece la posibilidad de obtener portales interdimensionales, o agujeros de gusano, suficientemente estables. Pero para lograrse recordemos que se necesita de cierto tipo de materia y de energía con unas propiedades no usuales. Si encontráramos fuentes de esta materia y esta energía especiales, entonces podríamos también encontrar configuraciones exóticas del espacio-tiempo en las que el tiempo se curva de una forma tal como para presentar portales interdimensionales estables.

El tipo de energía y materia especial que se necesita para lograrlo está presente en enormes cantidades en esos lugares en donde hay una incidencia elevada de avistamientos OVNI. Los canales de transporte de orgones que resultan ser las Líneas Ley son a su vez los hilos de la fina urdimbre del espacio-tiempo. La forma geométrica hiperdimensional que adopte esta urdimbre en un lugar y momentos dados determina la naturaleza de los campos de orgones, y aquí en Yucatán son campos muy intensos. Los mayas lo supieron desde hace milenios. Por eso, a través de algún método de detección de orgones, ellos precisaron que era muy importante establecerse también en esta región. Ellos, como lo hemos explicado, aprovecharon esta cualidad del territorio.

Cráter de impacto de Chucxulub

Pero esto se pone aún más interesante, pues territorios con esta característica de anomalías espacio-temporales creadas por inmensas explosiones existen en muchas partes del mundo. Me atrevo a pensar que las culturas de esos lugares podrían haber encontrado algún provecho de ello. Y este es un factor muy posible, por que la cantidad de lugares en donde han ocurrido terribles explosiones por el impacto de asteroides desde hace millones de años, es un número alto, pues hablo de 205 cráteres que con certeza son astroblemes, ya localizados en diversos puntos del mundo, y varios más que se suponen pueden ser de origen por impactos similares. Por doquier los hay, desde remotas regiones de Siberia y Alaska, hasta regiones densamente pobladas en la actualidad, como el oeste Norteamericano, India o la Unión Europea. Para entonces saber en dónde estás estos caráteres, se puede consultar dos excelentes bases de datos en la Web: http://www.impact-structures.comhttp://www.unb.ca/passc/ImpactDatabase/index.html en las que se integran extensamente los datos característicos de todos estos cráteres de impacto, precisando tanto su localización, edad, diámetro y otros datos importantes. Los hay descubiertos con diámetros de algunas decenas de metros hasta enormes con centenas de kilómetros, siendo estos últimos los más interesantes desde el punto de vista de generación de anomalías en la estructura espacio-temporal de la superficie de la Tierra. El estudio de todos ellos para tratar de determinar el grado y tipo de anomalías espacio-temporales que en cada uno de esos lugares existan, a partir de una precisa vinculación con las estadísticas de avistamientos de OVNIS y de ocurrencia de fenómenos parapsíquicos y paranormales en esas localidades, será un interesante reto y lo dejaremos para un libro futuro.

Siguiendo con el cráter de impacto de Chucxulub, podemos relacionarlo directamente con otros astroblemes con los que posee una vinculación en lo particular muy especial. Pues le diré aquí, amigo lector, que los geólogos han reportado en el fondo marino frente a las costas de India un cráter igual de antiguo que el de Chucxulub. Es llamado como cráter Shiva, con casi 600 kilómetros de diámetro y con una edad de 65.5 millones de años. Esto sugiere la posibilidad de que en aquella época ocurrieron múltiples impactos simultáneos derivados de una fragmentación asteroidal, similar al impacto cometario del Shoemaker-Levy 9 contra Júpiter en 1994, suceso durante el cual el mencionado cometa, al acercarse a Júpiter se vio sometido a intensas mareas gravitacionales, lo cual lo rompió en varios trozos. Estos cayeron uno después del otro en Júpiter, golpeando en diferentes partes de ese planeta. Algo parecido pudo haberle ocurrido a un gran cuerpo –cometa o meteorito- que al acercarse estrechamente a la Tierra, se fraccionó, enviando sus pedazos a diferentes partes de nuestra superficie. Existen otros puntos de impacto ya descubiertos y que parecen pertenecer en efecto al mismo cuerpo mayor, pues tienen la misma edad geológica. Estos se encuentran en los siguientes lugares:

-El cráter Boltysh en Ucrania, de 24 km de diámetro,

-el cráter Silverpit, en el fondo del Mar del Norte, frente a las costas de Reino Unido, con 20 km de diámetro,

-el cráter Tagle Butte, con 10 km de diámetro, en Alberta, Canadá,

-el cráter Vista Alegre, con 9.5 km de diámetro, en el estado de Paraná, Brasil.

Vemos pues, que seis cráteres -al menos- en diversas partes del mundo parecen pertenecer al mismo asteroide relacionado con el Evento KT. Y bien, si nuestra idea es cierta, de que la enorme energía generada por las caídas de grandes meteoritos puede crear alteraciones en el campo gravitomagnético de la Tierra y propiciar deformaciones topológicas tales como portales interdimensionales estables, entonces podemos encontrar en esas regiones del mundo –en las 6 relacionadas con el Evento KT y en los restantes 199 astroblemes de otros asteroides- muy interesantes anomalías cuánticas. Para comenzar, claro, podemos dar cuenta precisa de varios fenómenos extraños aquí en Yucatán, los cuales hemos revisado hasta aquí en páginas anteriores. Posiblemente la gran existencia de líneas Ley, de tantas maravillosas edificaciones antiguas con geometría sagrada en sus diseños, de todas las alteraciones cuánticas en esta comarca y de la enorme cantidad de experiencias paranormales y con OVNIS se deba en primera instancia a este antiguo impacto ocurrido en la península de Yucatán. Entonces, quizás deba decir algo muy en serio ¡Saludos desde el cráter de Chucxulub, visite nuestros portales interdimensionales!

La mitología griega dice que el dios Urano bajaba desde los cielos para unirse sexualmente con la diosa Gea –la Tierra-. De esta unión nacían todo tipo de seres, extraños y diversos, como los titanes, los cíclopes, los gigantes de cien brazos y otros más. Los nativos de Mesoamérica consideraban que los aerolitos, al caer a la Tierra, traían consigo la simiente de las divinidades celestes, fecundando con nuevas formas al mundo. Los científicos de la actualidad han descubierto que los cometas que cayeron en el más remoto pasado trajeron consigo la mayor parte del agua que cubre nuestro planeta, como también componentes elementales de la vida. Los meteoritos poseen también precursores de la vida y esto sustenta la idea de que la vida en realidad llegó desde el espacio exterior, traída en forma de aminoácidos –moléculas básicas de la vida- en el interior rocoso de los asteroides y en los núcleos helados de los cometas, y fecundando literalmente a nuestro primigenio mundo, implantándole las semillas de la vida. Esto lo podemos extender fácilmente, considerando entonces que también todos estos cuerpos del espacio lejano que chocan en nuestra superficie fecundan de otra manera más a nuestro mundo, y es que fertilizan a la Tierra con puentes de acceso, vínculos con el Cosmos. Este enriquecimiento se debe de observar como un incremento de la diversificación de la geometría espacio-temporal en el mundo, en una elevación de la complejidad estructural de los campos orgánicos, y por lo tanto también de los campos mórficos. Más bioinformación en términos cuánticos. Más oportunidades evolutivas para los seres de este mundo.

Un agujero de gusano estable no sabemos si debe de ser algo visible a simple vista. Quizás se "active" o se "abra" con algún tipo de condición especial. Yo pienso que se necesita establecer nada más que el adecuado estado de resonancia, vibrando cuánticamente con los valores correctos. La historia de los mayas de la antigüedad relata que en diversas ocasiones desaparecieron totalmente de sus ciudades, retirándose si razón aparente y no dejando ningún rastro tras de si. La ciudad de Mayapán es una de esas, en la cual, a finales del siglo X, toda la población simplemente se esfumó, dejando sus actividades y posesiones abandonadas, como si alguien los hubiera impelido a hacerlo de manera súbita, marchándose al unísono, dejando sus fuegos, artículos y labores olvidadas. Cabría la posibilidad de que todas esas poblaciones simplemente hayan sido llevadas a introducirse por la boca de una singularidad espacio-temporal abierta por los sacerdotes, para ir a quién sabe dónde. ¿O quizás a un cuándo?, motivados por la búsqueda de condiciones mejores para vivir o detrás de algún objetivo con fundamentos religiosos. Cómo ya vimos, un agujero de gusano puede llevar a puntos del espacio o momentos en el tiempo distantes. Quizás encontraron la forma de, manipulando los campos orgánicos establecer la frecuencia exacta necesaria para abrir un portal, e irse sencillamente caminando por el.

Todo indica que esta sería otra de las razones para explicar la presencia de nuestro SINH visitante. Podemos así explicar el enorme tráfico de estos seres, ya que ocurren cosas así en la enigmática región peninsular de Yucatán, especial dentro la geografía mundial del fenómeno OVNI.

XXII. Abducciones y Contactos Interdimensionales

Ahora daremos un breve giro al desarrollo del libro. Quiero centrar la atención en un aspecto que también aparece en el Caso Mérida. Me refiero a la forma de cómo se acercó el SINH del Caso Mérida al joven David Espadas.

Durante el periodo moderno del fenómeno OVNI, es en la década de los cincuenta cuando comenzaron a aparecer personas que afirmaban haber sido conducidas, casi invitadas al interior de estos objetos. Todos estos individuos describen experiencias en las que fueron tratados con respeto y amabilidad, inclusive recibiendo mensajes de paz para ser compartidos abiertamente para todos los demás. Estas personas vivieron lo que ha venido siendo llamado "Contacto". La complejidad de este tipo de faceta del fenómeno OVNI es muy honda y no es el objetivo de este trabajo.

Otra faceta que debemos de mencionar, es una que sí nos interesa para los fines de este libro. Es la del Abduccionismo.

Esto comenzó desde mediados de los años setenta, primero en los EUA y luego en el resto del mundo, época en la cual los ovniólogos fueron encontrando con mucha frecuencia testigos que aseguraban haber sido conducidos al interior de los OVNIS, pero a diferencia de los contactados del pasado, estas personas eran llevados por la fuerza. Ahí es en donde a este tipo de casos se le otorgó el nombre de abducciones, palabra con origen anglosajón y actualmente aceptada en el habla hispana, quizás no de manera académica pero si popular para referirse a una vil y llano secuestro por parte de lo que se ha supuesto son extraterrestres, pero que como ya hemos aclarado aquí, optamos más adecuadamente nombras como Seres Inteligentes No Humanos.

Este inquietante aspecto del fenómeno OVNI, viene a la mesa de análisis del Caso Mérida. Esto por la razón lógica que nace en la mente al mirar con atención el video del encuentro entre David Espadas y el SINH. Vemos algo preocupante, parecería que el SINH pretendió atrapar a David, pues al estar oculto detrás del poste, aparentemente asechando como un cazador, y saliendo justo para sujetar por brazo al chico, es la entera conducta de alguien que obra en realidad deseando atrapar y llevarse consigo a su presa. Notemos que el fuerte respingo del muchacho y su veloz carrera parecería que es lo que lo salvó de, quizás, ser raptado.

Esto no es nuevo en el mundo de la Ovniología. Multitudes enteras de personas, desde hace muchísimos años aportan testimonios, aun que diferentes en forma, idénticos en contenido, describiendo que son sencillamente objeto de manipulaciones indiscriminadas. No creo estar exagerando, pero no puedo eludir la responsabilidad de indicar que parecería estar dándose a nivel masivo la gran posibilidad de que una supercivilización esté controlando perfectamente a millones de terrestres, ocurriendo este evento sociológico en una escala impensada ante nuestras propias narices y con unos móviles desconocidos. Planteamos esta posibilidad, no para que entremos en una estéril polémica sobre la viabilidad o no de esto, sino para que todos nos pongamos a meditar qué significaría para todos nosotros, que algún día constatemos la veracidad de esta afirmación.

No es mi intención ponerme ahora a describir los miles de casos extraños que han experimentado tantos seres humanos. En todos los rincones del mundo, personas de todos los tipos narran sus encuentros con seres extraños, algunos de aspecto monstruoso o bizarro que, en ocasiones, solamente han aterrado pero en otras han dejado profundas huellas físicas y psíquicas. Esto ha a producido volúmenes con descripciones y testimonios donde, a la vez, se ha tratado de hallar un patrón que explique estos asuntos.

De entre aquellos que investigan con ahínco está el Dr. William C. Levengood, Biofísico del laboratorio Pineland de Biofísica, en el Estado de Michigan. Él ha basado su investigación en la búsqueda de evidencia empírica en abducidos. Su máximo descubrimiento ha sido el encuentro de extrañas partículas microscópicas de energía en los hogares de las personas que reportan haber sido secuestradas. La abundante documentación gráfica que él posee de este tipo de partículas, sólo la ha obtenido a partir de someter a análisis con potentes microscopios ópticos muestras de ropa, cabellos, alfombra y demás elementos del entorno de las escenas de rapto. Levengood declara que esas partículas son simples corpúsculos, como motas de polvo, con una luminosidad inherente. No ha podido determinar su naturaleza física, pero parecen ser creadas a partir de los procesos con los que los SINH realizan la extracción de los abducidos de sus casas. Podrían ser cierto tipo de radiación residual, como la encontrada en el entorno del encuentro del Caso Mérida.

Toda la gente raptada afirma que sencillamente salen levitando, como llevadas por una fuerza invisible y simplemente aparecen en un lugar que suponemos es el interior del OVNI. También podría ser un lugar situado en una región distante en el espacio. La gran mayoría de los secuestrados así, dicen que esto les ocurrió durante la noche, mientras dormían. Pero a algunos esto les pasó mientras realizaban cualquier actividad despiertos, ya fuera conduciendo un vehículo, viendo la televisión, paseando por el campo o cualquier otra cosa, como es el Caso Pascagoula en Florida, donde dos pescadores fueron abducidos por una especie de momias unípedas. Durante aquellos años, desde los 50s a los 70s, los relatos obtenidos describen raptos realizados por seres con rasgos muy diferentes con los de otros casos, como si fueran diferentes especies de SINHs, tal como lo ocurrido en Italia en el Caso Zanfretta, con humanoides escamosos y altos, Inglaterra con el Caso Avelay en el que participaron distintos tipos de seres y España con el Caso Julio F., con la intervención de seres con apariencia de humanos altos de cráneo hiperdesarrollado. Resulto ser que la actividad de SINHs con la apariencia de los seres hoy llamados "Grises" fue muy común desde la década de los 80s, elemento muy importante.

Pero es que entra en escena el antropólogo y autor Thomas Bullard, quien ha trabajado en base a 437 denuncias de secuestros por parte de SINHs en todo el mundo. Él ha encontrado parámetros secuenciales que le permitieron deducir que el proceso de las abducciones tiene etapas concatenadas, perfectamente reconocibles en toda experiencia auténtica de abducción. A su vez, Bullard ha realizado extensos trabajos buscando vincular los relatos del folklore de varias culturas con las versiones similares de los actuales reportes de abducciones. Y en esto él es uno de los primeros que se fija en un patrón muy específico, muy importante, pero que muchos investigadores trivializar, asumiendo una circunstancia de naturaleza regional como la condición general que suponen impera en el mundo. Me refiero al sospechoso hecho de que la mayoría de la gente secuestrada por SINHs, que es arrancada a la fuerza de sus casas y llevada para ser estudiada, vejada, manipulada, violada y hasta incluso invadida con implantes de objetos extraños, casi todos ellos como grupo poblacional, pertenecen a los países del primer mundo. En Estados Unidos estadísticamente el 0.5 % de la población total (casi un millón de personas) afirman haber tenido una experiencia de abducción. Mientras, en México apenas si el 0.01 % de la población del país (casi 10 000 personas) declaran haber sido objeto de un rapto de este tipo. En aquel país son víctimas del fenómeno OVNI y mientras en México, el resto de Latinoamérica, Asia, África y Oceanía la mayoría de las personas que tienen contacto con los SINHs, o bien son testigos de sus andanzas o son contactados, la otra faceta de este fenómeno. Aquellos que afirman haber establecido algún tipo de comunicación e intercambio con los SINH, resultan ser portadores de algún mensaje con contenido de paz, o transmiten profecías, o poseen algún tipo de conocimiento metafísico con valor espiritual. Algunos otros pocos son transformados por la vivencia y desarrollan algún tipo de cualidad psíquica, como facultades de clarividencia, telepatía o de sanación, convirtiéndose en una especie de videntes, curanderos o guías de la comunidad. Respecto a esta variedad de consecuencia, trataré más amplio este punto en los posteriores capítulos XXII y XXIII. Otro número más pequeño de testigos del fenómeno OVNI se vé afectado directamente de manera nociva, sufriendo algún género de daño físico, como lo veremos más adelante en el capítulo XXIV.

Todo esto es evidentemente muy importante, pues aplicado al Caso Mérida, podemos deducir que el objetivo del SINH al sujetar a David no era el de llevárselo a la fuerza, por que de haberlo querido hacer, nada lo hubiera logrado detener, pues contaba lógicamente con medios de sobra para lograrlo. No se asustó por la conducta de los muchachos, pues hubiera huido o se habría defendido, cosas que no hizo. Para nuestro parecer, primero que nada deseaba hacerse ver, dejar en claro que estuvo ahí. Esto es, una forma de contacto. Nos destaca su mensaje por la forma extraña en la que aparece y lo que después produce, y también por la manera en como desaparece, se oculta o se esfuma. Tal vez este punto es el que nos aproxime a algún tipo de explicación plausible. Es aquí cuando podemos conjugar de nuevo el factor de la multidimensionalidad.

Matemáticamente hemos dejado en claro que se puede establecer la posibilidad verdadera de que entes de otra escala dimensional o de un universo paralelo puedan penetrar a nuestro mundo. La fenomenología extraña podría estar fundamentando esto, que entonces pasaría del plano teórico al de una auténtica realidad. Cuando comenzamos a evaluar la posibilidad de interacción de seres o cosas de una dimensión y otra, no hay manera de establecer un límite a lo que puede llegar a surgir ante la aceptación de esta idea.

Uno de los conceptos que brotan ante este planteamiento es el que en un remoto pasado, existieron algunos individuos que establecieron cómo y cuándo podían abrirse "puertas" de comunicación entre niveles de la realidad, y así producían esas interconexiones.

Es más: también podría pensarse que SINHs hayan permanecido un lapso en nuestro mundo, hayan dejado algunas claves para algún contacto periódico futuro y vuelto a su realidad. Al considerar esto no estamos lejos de los hechos. Los SINHs en efecto han dejado múltiples claves por doquier, desde los complejos agrogramas hasta precisos comportamientos expresados ante sus pasmados testigos.

Hay muchas visiones, las cuales poseen connotaciones que deben llevarnos a pensar que esa conexión se ha venido realizando desde cuando el hombre terrestre no estaba en condiciones de entender los mensajes y muchos de ellos quedaron ocultos en ignotos jeroglíficos de oscuros parajes o forman parte de nuestro entorno actual. Los cielos, nuestros campos de labranza, el interior de cavernas o hasta los diseños de constructores del pasado tienen en si la presencia de esas señales. Además recordaremos aquí que ya hemos hablado sobre los campos morfogenéticos y su naturaleza como campos de información que cubren al universo y le dan su forma. Hemos descrito como nuestra conciencia está constituida por la configuración del holograma de nuestra mente. Percatémonos de que un holograma es en sí un campo de información, de ahí que pasar a igualar un campo morfogenético con un holograma es un paso lógico. Un campo de información puede ser cambiado, y en realidad por la esencia misma de los campos morfogenéticos, deben de cambiar, pues el proceso de cambio es evolución; y todo evoluciona en virtud a fuerzas que impulsan a la vida, la materia y la energía para que por medio de saltos, pase de un estado a otro superior. La idea que tenemos todos respecto a los cambios es que las cosas van pasando suavemente de una forma a otra, con minúsculas modificaciones. Creemos que todo se transforma de manera silenciosa y poco a poco. Pero con observar -y sin mucha atención necesaria- nuestro entorno, notaremos que las cosas pasan rápidamente de una condición a otra, dando brincos en cantidad o calidad. Un ejemplo, notemos la vertiginosa evolución de la tecnología, constantemente sufriendo cambios tanto en su principios funcionales, sus alcances, sus beneficios y sus usos. Nuestra misma cultura vive estos cambios, siempre los ha tenido. No hemos pasado deslizándonos de un estado cultural a otro con una transición sutil y delicada. Siempre han ocurrido cambios rotundos, cimbreantes desde los cimientos, que nos ha hecho cambiar. Nuestras mentes, cuerpos y emociones, desde niveles individuales hasta lo global han estado y estarán evolucionando.

Existe una teoría llamada Modelo de Sistemas Disipativos que descifra a los procesos evolutivos de todas las cosas. Este modelo conceptual desarrollado por el premio Nobel, Ilya Prigogine pasará a la historia como el principal artífice de una revolución conceptual que genera un avance considerable en la comprensión de la lógica de la vida, de los mecanismos evolutivos, de la flecha del tiempo y, sobre todo, de la posición que el ser humano ocupa en el Universo.

La concepción en este modelo es la de un Universo en permanente construcción. La hipótesis central es que estamos en un mundo en construcción en el cual el hombre, al igual que la naturaleza, inventa continuamente. Esta hipótesis concluye que el Universo está formado por sistemas dinámicos inestables cuya evolución no se puede predecir, sino únicamente describir como probabilidades futuras. Es esta teoría, un sistema disipativo es el que, lejos de su estado de equilibrio evoluciona espontáneamente, por aportación de energía, hacia un mayor nivel de organización en el que la degradación de la energía –conocida también como entropía– es inferior a la de su estado inicial.

Eso quiere decir que la segunda ley de la termodinámica no ha dejado de ser válida, sino que es inoperante cuando se aplica a un sistema y su entorno al mismo tiempo.

Un individuo está bien definido como tal, pero al mismo tiempo está implicado en un orden más extenso. Así encontramos, gracias a la integración de todo lo que hemos venido hablando que la innovación permanente, los futuros abiertos, tiempo irreversible, equilibrio lejos del equilibrio, puntos de bifurcación que señalan la inestabilidad de una situación nueva y la emergencia de nuevas posibilidades, son las características de la evolución.

Prigogine estableció las bases matemáticas de una herramienta, que a nosotros como investigadores de frontera, nos permite apreciar que la existencia del fenómeno OVNI encaja de una forma natural entre los factores de transformación y cambio de la humanidad, tanto desde el nivel cultural como desde el científico y el biológico. La introducción de nuevos elementos de información al Holograma Morfogenético de todos nosotros es una inmediata consecuencia que hemos adquirido por la mera presencia en nuestro mundo de los OVNIS y los SINHs. Este tránsito imparable de SINHs que vemos y vivimos a diario es, sencillamente una oportunidad directa de enriquecernos al incorporar en nosotros la idea de que no somos ni los únicos ni los primeros, como lo vislumbró hace siglos el genio de Giordano Bruno. El miedo que las gentes de su época tuvieron no debe de mantenerse, pues ese miedo sólo nos incinera vivos, como a él, y nos aleja dolorosamente de las fuerzas de la vida que nos están siempre impulsado hacia el cambio evolutivo, siempre para bien y para mejor. Si usted, apreciado lector ha sostenido su valiosa atención hasta este punto de la lectura, sepa que se ha subido al deslizador de la transformación y simplemente por mantener usted su mente abierta y receptiva para lo que he ido presentando. Por eso le doy las gracias, compañero de viaje.

XXIII. Los Seres Inteligentes No Humanos y la Multidimensionalidad de su Mensaje

Hace varias décadas, durante un almuerzo, el físico Enrico Fermi discutió el tema de las civilizaciones extraterrestres con otros teóricos, generando la famosa interrogante: "¿Dónde están?". Más tarde, esa pregunta fue de vital importancia durante los debates acerca de la cantidad de seres que podrían habitar otros sistemas solares y de posibles visitantes extraterrestres.

Ahora podemos claramente aceptar que en función a todos los descubrimientos científicos aquí presentados, la humanidad podría encontrarse en medio de una o más civilizaciones extraterrestres. Las sorprendentes ideas que proveen las teorías de los vortones, supercuerdas y portales se suman a la detección de planetas alrededor de otras estrellas.

Además, unos astrónomos australianos publicaron en 2005 dos descubrimientos clave: que existe una zona en nuestra galaxia que es propicia para permitir la vida y que la estrella de la Tierra, nuestro Sol, es relativamente joven en comparación con el promedio de las estrellas ubicadas en dicha zona, es decir, el Sol es simplemente mil millones de años más joven.

Por lo tanto, explican los científicos en su artículo, la civilización alienígena promedio sería más avanzada que la nuestra y habría descubierto la Tierra hace mucho tiempo.

La teoría M contiene la hipótesis de otras dimensiones, que podrían ser universos habitables adyacentes al nuestro. Al entrar y salir de esas dimensiones, se obtendría un relativo fácil método para viajar por el Cosmos. Por eso no debe de extrañarnos la enorme cantidad de OVNIS y la inmensa variedad de SINH que se reportan desde hace muchos años aquí, en nuestro planeta.

He reunido varios descubrimientos, algunos realizados desde hace décadas pero con una vigencia absoluta y otros muy recientes, como también he conjuntado de una forma coherente y lógica modelos teóricos que colectivamente indican la existencia como un hecho de que nos encontrarnos en medio de muchas civilizaciones extraterrestres de enormes dimensiones.

Si se eliminan los prejuicios, las actuales teorías físicas y astrofísicas no hacen más que confirmar que las visitas de extraterrestres a nuestro planeta constituirían, efectivamente, la opción más natural y obvia.

Por medio de este libro pretendo, simplemente, abrir los ojos hacia la gran cantidad de cosas que están aquí y que son herramientas para la mente y el espíritu, herramientas útiles para todos aquellos que siempre han pensado que si existen los OVNIS, y que sienten que es una verdad el hecho de que no estamos solos, Y también lo dirijo este trabajo a los demás, a los que por utilizar argumentos pobres y fundamentados en el miedo o la ignorancia, han eliminado de sí mismos el sonido reverberante que naturalmente habita en el corazón humano. Con este sonido me refiero al llamado que desde muy dentro de nosotros nos invita a voltear la mirada a lo alto y escuchar la frecuencia de nuestros átomos, que según dijo Einstein, no son átomos, son energía en aparente reposo.

En los campos, en los cielos, en las calles, en todos lados se han venido manifestando los SINH. No sabemos cuales sean sus intereses, o que sienten en realidad por nosotros. Pero eso es minúsculo al compararlo con el hecho de su propia existencia. Ellos, los SINH, que a lo largo de la historia de la humanidad han participado como visitantes no invitados, nos obsequian la maravilla de su presencia. Nos obligan a mantener nuestras mentes abiertas, activas, imaginando y buscando la razón del por qué estamos todos aquí.

La ciencia esta llegando a un territorio nuevo, en el cual obtendremos la comprensión de nuestro verdadero lugar en el Súper Universo. Y de eso devendrá el entendimiento de nuestra verdadera naturaleza. Es inevitable, y sepamos que esto traerá un desenlace que afectará totalmente a nuestro mundo.

BIBLIOGRAFÍA

  • Adam Beechen y Zina Saunders, ¡UFO!, Simon Spotlight, 2005
  • Alan H. Guth y Paul J. Steinhardt, The Inflationary Universe, Revista Scientific American, Mayo 1984
  • Alberto Ruz Lhuillier, Astronomía, aritmética, escritura y calendario, Enciclopedia Yucatanense.
  • Tomo X, Edición Oficial del Gobiemo de Yucatán, 1979
  • Alfred Watkins, The Old Straight Track: Its Mounds, Beacons, Moats, Sites and Mark Stones, Abacus Editions, 1999
  • Allen Hynek, The UFO experience; a scientific inquiry, H. Regnery Co., 1972
  • Andrei Linde, Inflation, Quantum Cosmology and the Anthropic Principle, Cambridge University
  • Press, 2003
  • Andrei Linde, The Self-Reproducing Inflationary Universe, Revista Scientific American, Noviembre 1994
  • Anthony F. Aveni, Astronomía en la América antigua, Siglo XXI Editores, 1980
  • Anthony F. Aveni y Susan Milbrath y Carlos Peraza Lope, Chichén Itzá's legacy in the astronomical1y oriented architecture of Mayapán, Anthropology and aesthetics, The Peabody Museum of Archeology and Ethnology Harvard University, 2004
  • Anthony Andrews, Tomás Negrón y Susan Milbrathlez, Arqueología de Isla Cerritos, Calcehtok y astronomía en Chichén Itzá, Yuc., Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán, 1988
  • Armando Nicolau Romero, Stonehenge: La Computadora Astronómica Extraterrestre, Corporativo Mina, 1996
  • Bob Larson, Los OVNIS y la agenda extraterrestre, Editorial Caribe, 1997
  • Carl Sagan y Thornton Page, UFO's: a scientific debate, American Association for the Advancement of Science, Cornell University Press, 1972
  • Charles E. Sellier y Joe Meier, UFO, Contemporary Books, 1997
  • Claudia Federica Zosi, Calendario Maya: la cuenta sagrada del tiempo, Editorial Kier, 2003
  • Crispin Paine, Sacred places, National Trust, 2006
  • Dante Andrés Ruggeroni López y María Elena Moreira de Ruggeroni, Astronomía y pensamiento mágico, CICOM, 1981
  • David Michael Jacobs, Secret life: firsthand accounts of UFO abductions, Simon & Schuster, 1992
  • Dion Fortune, The Goat-Foot God, Aquarian Press, 1989
  • Donald Howard Menzel y Ernest H. Taves, The UFO enigma: the definitive explanation of the UFO
  • phenomenon, Doubleday, 1977
  • Earlyne Chaney y William L. Messick, Kundalini and the Third Eye, Astara Inc., 1980
  • Francisco Beverido Pereau, La astronomía en el mundo maya, Universidad Veracruzana, 1994
  • George Musser, Been There, Done That, Revista Scientific American, Marzo 2002
  • Guy Tarade, Las cronicas de mundos paralelos, Editorial Diana, 1983
  • Jack O. Burns, Very Large Structures in the Universe, Scientific American, Julio 1986
  • Jaume Garriga y Alexander Vilenkin, Many Worlds in One, Physical Review, Vol. D64, No.
  • 043511. July 2001
  • J. B. Rhine, New world of the mind, Sloane, 1953
  • Jennifer Westwood, Atlas de lugares misteriosos: lugares sagrados e inexplicados del mundo,
  • paisajes simbólicos, ciudades antiguas y continentes perdidos, Debate, 1996
  • J.N. Bahcall and S. Weinberg, Dark Matter in the Universe, Jerusalem Winter School for Theorical
  • Physics, 2003
  • Johanna Broda, Stanislaw Iwaniszewski y Lucrecia Maupamé, Arqueoastronomía y
  • Etnoastronomía en Mesoamérica, Universidad Nacional Autónoma de México,1991
  • John D. Barrow y Paul Davies, Science and Ultimate Reality: From Quantum to Cosmos, Cambridge University Press, 2005
  • John F Michell, The View Over Atlantis, Ballantine Books, 1972
  • John F Michell, Robert J. M. Rickard y Marie-José Epron, Anthologie des phénomènes bizarres,
  • étranges et inexpliqués, Pierre Belfond, 1980
  • Joseph Silk, Alexander S. Szalay y Yakov B. Zel´dovich, The Large-Scale Structure of the Universe, Scientific American, Enero 1994
  • Lawrence M. Krauss, Dark Matter in the Universe, Scientific American, Diciembre 1986
  • Lawrence M. Krauss, Dark Matter: An Astrophysics Review, City New York University Press, 2005
  • Louis Pauwels y Jacques Bergier, El retorno de los brujos, Plaza & Janés, 1992
  • Luis E. Arochi, La pirámide de Kukulcán, su simbolismo solar, Panorama Editorial, 1987
  • Manuel Navarrete y Luis Cabrera, Introducción al Estudio de los Radioisótopos, Federación
  • Editorial Mexicana, 1996
  • Martin Rees, Exploring Our Universe and Others, Scientific American, Diciembre 1999
  • Max Tegmark and Martin Rees, ¿Why Is the CMB Fluctuation Level 10-5?, Astrophysical Journal, Vol. 499, No. 2, páginas 526-532, Junio 1998
  • Max Tegmark, ¿The Theory of Everything" Merely the Ultimate Ensemble Theory?, Annals of Physics, Vol. 270, No.1, páginas 1-51, Noviembre 1998
  • Max Tegmark y John Archibald Wheeler, 100 Years of Quantum Mysteries, Scientific American, Febrero 2001
  • Mantak Chia, Awakening Healing Light of the Tao, Healing Tao Books, 1993
  • Mariko Mori, Eckhard Schneider y Christiane Blass, Wave UFO, Art Publishers, 2003
  • Mary Coddington, In Search of the Healing Energy, Destiny Books, 1978
  • Mary Corde Lorang, Footloose Scientist in Mayan America, Scribner Books, 1966
  • Michio Kaku, Parallel Universes, City University of New York Press, 2005
  • Neal Bernards, UFO abductions, Lucent Books, 1995
  • Norbert C Brockman, Encyclopedia of Sacred Places, ABC-CLIO, 1997
  • Norman J. Briazack y Simon Mennick, The UFO guidebook, Citadel Press, 1978
  • Olympia Ana Genthe, Desvelando Chakuna: despertar en los lugares sagrados, Maldonado Editores del Mayab, 2001
  • Paul Gendrop, Quince ciudades mayas, Ed. Universidad Nacional Autónoma de México, 1979
  • Peter A. Sturrock, The UFO enigma: a new review of the physical evidence, Warner Books, 1999
  • Pilar Tutor, Mayan civilization, Childrens Press, 1993
  • Raoul Birnbaum, The Healing Buddha, Shambala Publications, Inc., 1979
  • Pierre Ivanoff, Mayan enigma; the search for a lost civilization, Delacorte Press, 1971
  • Richard Hall, The UFO evidence, Scarecrow Press, 2001
  • Robert B Stone, La magia del poder psicotrónico: libere el ilimitado poder que subyace en su mente, EDAF, 2001
  • Sylvanus Morley, La civilización maya, Fondo de Cultura Económica, 1975
  • Time-Life Books, The UFO phenomenon, Time-Life Books, 1987
  • Vera C. Rubin, Dark Matter in Spiral Galaxies, Scientific American, Junio 1983
  • Victor Juan Gómez Gómez, Popol Vuh, Antiguas leyendas de la Tierra Quiché, Gómez Gómez Hnos. Editores, 2001
  • Walter Quiñones, Profecías de todos los tiempos, Lectorum, 2000
  • Wilhelm Rich, Contact with Space, Core Pilot Press, 1957
  • Wilhelm Rich, The Bioelectrical Investigation of Sexuality and Anxiety, Rangeley Press, 1999
  • Wilhelm Rich, The Bion Experiments: On the Origin of Life, Farrar, Straus & Giroux Press, 1979
  • Wilhelm Rich, The Function of the Orgasm: The Discovery of the Orgone, Volume One, Core Pilot Press, 1961
  • Y.M. Cho y Y.Y. Keum, Dilatonic dark matter and unified cosmology: a new paradigm, Classical and Quantum Gravity, Cambridge University Press, 2003

Para Celeste, amada compañera

Para Sebastián, hijo de mi corazón

Para los buscadores

 

 

 

Autor:

Dr. Jorge Guerro De la Torre

Durando, México, Mayo de 2008

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente