La etnicidad entre los Embera. El caso de la comunidad de la Italia, municipio de puerto Asís (página 3)
Enviado por Misael Murcia Garc�a
De esta manera, los Jaibanás le van enseñando a la comunidad el trabajo de curar la tierra para que las cosechas sean bien productivas y para que los jais y las malas energías no pongan en peligro el ciclo vital de la vida de los embera.
La educación formal
La educación formal se imparte para los niños y jóvenes de la comunidad de La Italia, en la escuela: una edificación en ladrillo, con tres salones, una cocina, dos piezas para los profesores y una batería sanitaria. Actualmente hay 49 niños matriculados desde el grado Cero hasta el grado Cuarto de primaria, según se puede observar en la tabla:
Dialogando con los profesores y con miembros de la comunidad, se pudo establecer que la enseñanza se hace en español siguiendo los parámetros de la escuela nueva y se conoció que:
"la escuela se construyó en 1989, con el apoyo de la Junta de Acción Comunal. Al iniciar las labores, en la escuela existían dos profesores nombrados y con cargo al Fondo Educativo Regional, pero después, por influencia de los políticos estos profesores se fueron al igual que los nombramientos. Desde 1999, la situación se hizo crítica, pues los profesores que han venido son contratados a través de órdenes de prestación de servicios, por periodos de cuatro meses, por parte del municipio. Esta situación da lugar a numerosos problemas pues se inicia el año escolar con un profesor pero el contrato se le vence en junio, cuando se reinicia después de las vacaciones de mitad de año, en ocasiones contratan a otro profesor alterando permanentemente el ciclo de aprendizaje y distorsionando los objetivos mismos de la educación que se imparte" (Reflexiones en el diario de campo. Mayo de 2002)
Respecto a los problemas más sentidos por los niños en el aprendizaje, los profesores plantearon que las mayores dificultades se presentaban en la comprensión de lectura y en la solución de los ejercicios de matemáticas.
Como espacio de formación la escuela tal como está, no apoya el proceso de fortalecimiento de la etnicidad en la comunidad, puesto que los parámetros con los cuales funciona están determinados por los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional, de la Secretaria de Educación departamental, sin que el proceso de organización de la comunidad sea tenido en cuenta en el Proyecto Educativo.
Dentro de los servicios adicionales, la escuela cuenta con restaurante escolar con el apoyo del Bienestar Familiar en lo que respecta a la alimentación. El funcionamiento del restaurante depende de una organización que existe para tal fin: las madres y padres de familia, se han distribuido las labores en la cocina que durante la semana, se van turnando, en grupos de tres, las madres de familia se encargan de preparar el desayuno para los niños durante un día, entretanto los padres se encargan de traer la leña para el fogón. Esta labor se rota todos los días. Hay un total de siete grupos.
Los elementos para el funcionamiento de la escuela como tizas, útiles, escobas, traperos y detergentes, al igual que la vajilla donde los niños reciben la alimentación, se consiguen con el esfuerzo económico de los padres de familia y de la comunidad. Hacen bazares, rifas y encuentros deportivos donde venden gaseosas, licores, galletas y carne asada, para conseguir recursos y poder mantener en funcionamiento la escuela.
El nombre y el año lectivo de los profesores que hasta la fecha han trabajado en la escuela son como aparece:
Sistema económico
Caza
La cacería entre las familias de La Italia es esporádica pues "los animales ya se fueron". Pero se tiene plena conciencia de cazar boruga, guatín, becerrillo, venado, para el consumo exclusivamente. Los sitios donde realizan las faenas de cacería son aledaños a la comunidad y no tienen temporadas específicas para realizar la actividad. Este trabajo, exclusivamente de los hombres, como se decía, ya no es usual pues a mediados de 1990, según comentarios de algunas personas de la comunidad, los animales comenzaron a escasear. Las técnicas de caza estaban dadas por la utilización de perros y escopetas.
Pesca
La pesca se atribuye a las mujeres. Son ellas, quienes bucean buscando camarones de agua dulce, mojarras, zingos y cangrejos. Tarea que realizan muy esporádicamente en la quebrada de Santa María. Esta labor se realiza indistintamente sea de día o de noche; utilizando, además, técnicas como el anzuelo, al arpón, las carnadas de lombriz, de pescado y de avispa. Para llevar a cabo la pesca no hay restricción alguna. Se tiende a ir de pesca durante la semana de luna menguante.
Agricultura
En la comunidad de la Italia, siembran maíz, plátano, yuca, fríjol. El maíz se siembra en la temporada de enero-agosto, aprovechando el ciclo climatológico de la región. La producción de maíz y plátano se reparte entre el consumo y la venta a los colonos vecinos. El plátano da una cosecha al primer año de sembrado después la producción es cada cuatro meses.
La recolección de frutos amazónicos como uva caimarona, zapote, limón, caimo, aguacate, chontaduro, banano, al igual que una variedad de plátano pequeño al que llaman chiro.
Cría de animales
La cría de animales tiene dos objetivos: a) consumo y b) venta especialmente a los colonos vecinos. Este trabajo de cría de animales lo comparten por igual hombres y mujeres.
Gallinas y cerdos se crían cerca de la casa. El ganado vacuno, se mantiene en potreros. La leche se utiliza como alimento en especial para los niños. El precio de una gallina de campo, puede ser hasta de $25.000, pues quienes compran generalmente son los colonos vecinos que cuentan con recursos para ello. No es necesario llevar al mercado pues vienen los colonos hasta las casas a comprar lo que necesitan: "Como en las fincas de ellos acabaron con todo por sembrar la hoja".
Consecución de recursos económicos
El jornaleo en las fincas de colonos, en tareas de mantenimiento de fincas, desyerbe de cultivos, es una actividad frecuente entre los jóvenes de la comunidad. Otra fuente de ingresos la proporciona el emplearse en las fincas donde se cultiva y se procesa la hoja de coca. El día de trabajo incluyendo alimentación se paga a $10.000. Con lo obtenido durante la semana de trabajo se compra sal, manteca, carne, cobijas, vestido, algunos radios transistores para la casa. También se gasta en bebidas alcohólicas ya sea que se consuman en Puerto Asís o en la misma comunidad. Otros compran las tejas de zinc, para el mejoramiento de la vivienda o para la construcción de una nueva.
La venta de huevos, gallinas, cerdos, plátano, yuca y ganado a los colonos, contribuye a mejorar los ingresos familiares.
La medicina propia
Los Embera de la Italia, mantienen un sistema de salud propio basado en la prevención que realizan los médicos tradicionales, los Jaibanás. Ellos son los encargados de curar dolores de estómago, de cabeza, el mal aire, calmar los nervios y en general sacar el mal, el jai malo del cuerpo del enfermo. También, realizan limpiezas de las viviendas, de los cultivos alejando enfermedades y malos jais.
Dentro de las plantas más utilizadas por los Jaibanás están: keracar, para todo tipo de enfermedad, la murrapa o jautuko, la hoja de biao, para refrescar, guairasasha para sacar el mal y la albahaca para los nervios.
Las parteras
En la comunidad hay dos parteras, con reconocida experiencia en este trabajo: Oliva Arias e Isaura Tamanisa Ramírez. De acuerdo con la información suministrada por el Gobernador del Cabildo, todos los partos han nacido en la comunidad y "al hospital se lleva cuando aquí no se puede hacer nada o cuando el parto se complica".
El trabajo de la partera comienza cuando "encierra con una cobija el cuarto donde está la futura madre, hay también otras dos mujeres que le ayudan a la partera en el trabajo; acomodan bien al bebe y lo ayudan a sacar; le hacen remedios. Con manteca caliente de chucha le untan el cuerpo a la parturienta y ahí sale el niño. Si mucha gente está presenciando el nacimiento, el proceso se pasma y la madre no puede dar a luz, el niño se puede ahogar y la señora puede morir" (Arias, Oliva. Notas del diario de campo, mayo 2002). Esta es una de tantas razones argumentadas por las mujeres de la comunidad, por la cual las mujeres indígenas no asisten al hospital para tener un parto.
En general el manejo de enfermedad se hace dentro de la misma comunidad; bien sea llevando al enfermo al jaibaná o, cuando la enfermedad es muy fuerte, los familiares del enfermo prefieren buscar ayuda en otras comunidades indígenas antes que acudir al hospital, pues se tiene la convicción que en el hospital arreglan una enfermedad pero despiertan otras; mientras que en la medicina indígena se cura la enfermedad sin generar nuevos problemas.
De la medicina facultativa
El acceso a la medicina alopática por parte de la comunidad está determinado en las consultas que los miembros de la comunidad realizan en Puerto Asís; para tal fin la comunidad cuenta con el sistema de régimen subsidiado y de afiliados a la Empresa Promotora de Salud (EPS), Selva Salud, S.A.
Esta EPS, cuenta con instalaciones en la cabecera municipal de Puerto Asís, donde presta servicios de medicina general, medicina especializada y servicio de odontología. Las remisiones de pacientes que requieran de una atención más intensa se hacen a las ciudades de Mocoa, Pasto, Cali o Bogotá.
La medicina preventiva, tipo vacunas y odontología es muy esporádica, "las jornadas de vacunación hace tiempo no viene por acá", dice un asistente a la reunión cuando se toca el tema. En cuanto a la atención en odontología: "del hospital vienen a sacar las muelas, pero ahora a los muchachos ya no les gusta que les saquen las muelas y entonces les toca ir hasta el pueblo para que se las arreglen"( Rogelio, Yagarí. Diario de campo, mayo de 2001)
La convicción que se tiene es que a los servicios de la medicina facultativa se acude en caso de urgencia, pero siempre se agotan primero las instancias de las medicinas propias y de las comunidades indígenas vecinas.
Las enfermedades más frecuentes se presentan por dolor de estómago, fiebre en especial en los niños, diarrea, paludismo y algunos brotes de tuberculosis. No se tiene información de presencia del VIH – Sida en la comunidad. La única referencia existente de una enfermedad extraña se presentó hace dos años cuando Rubiela Arias, quien permaneció durante mucho tiempo en Puerto Asís, llegó enferma. "Se le inflamó el cuerpo y por la vagina votaba materia. Eso era gonorrea". Comenta Rogelio Yagarí.
CAPÍTULO IV
Elementos de etnicidad
Historia de la llegada de los Embera Katío a La Italia.
El primero de agosto de 1968 llegaron las familias embera a la vereda de La Italia, venían de un sitio llamado La Soledad, en el municipio de Belén de los Andaquíes, departamento del Caquetá.
El mapa número cuatro se evidencia la ruta de desplazamiento seguida por los miembros de la comunidad desde el momento de salir en San José del Palmar en el Chocó, hasta su llegada a Puerto Asís, Putumayo.
Las razones para que se desplazaran del Caquetá al Putumayo, las comentó Genaro Yagarí:
"En el Caquetá vivíamos muy mal, por allá, el plátano tardaba un año en producir, porque la tierra era muy mala. No producía bueno. Por allá jornaleábamos mucho, para conseguir un poquito de plata y comprar la sal y la manteca para las familias. Entonces un vecino del Caquetá que también tenía tierra por este lado [señala al horizonte], nos dijo que viniéramos al Putumayo que estas tierras eran buenas, que él tenía varias fincas, donde sembraba arroz, plátano, maíz y que la cosecha era buena. La comunidad se reunió y decidimos viajar inicialmente los tres [Genaro y otros dos], llegamos a la Italia en compañía del señor Rafael Mosquera, el vecino del Caquetá. Él nos vendió un pedazo de tierra que era pura selva, para que trabajáramos. Pague $22.000, y mis dos compañeros compraron otra tierra vecina por la cual pagaron $12.000 y $33.000 cada uno. Esto era pura selva- prosigue su relato Genaro- comenzamos a derribar selva, socolar y a sembrar plátano. La primera casita la hicimos donde hoy está la escuela. Ahí era la casa. Así duramos como tres meses. Después nos regresamos para el Caquetá por las familias y aquí llegamos directo, sin hacer ninguna parada, el 1 de agosto de 1968. Desde esa época estamos por aquí (Genaro Yagarí. Notas del diario de campo. Mayo de 2002)
Pero antes de llegar a Belén de los Andaquíes, las familias que actualmente están en La Italia vivían en Surama Grande y Suramita en el municipio de San José del Palmar, departamento del Chocó. Ante la pregunta del porqué salieron de San José del Palmar, el Gobernador de la comunidad dice:
"Tabarau, Jaibaná, Paulino Cano Maigara, era un Jaibaná malo que acabó con mucha familia en a vereda de Suramita. En ese tiempo, Rogelio Arias (actual Jaibaná de la Italia), era mocito, jovencito y todavía no sabía mucho de Jaibaná, además Paulino era antiguo, tenía 85 años, y cogió rabia contra Rogelio. Comenzó a hacer mal y Rogelio a defender. Rogelio defendía pero el poder de Paulino era más fuerte. Rogelio defendía pero no aguantaba, entonces dijo: "más bien yo me voy de aquí. Ese Jaibaná Tabarau, pensó que Rogelio le iba a ganar y entonces le mató a una sobrina de Rogelio. Ahí nos salimos de San José del Palmar, para tierras bien lejos donde no nos pudiera hacer daño el Jaibaná Paulino (Rogelio Yagarí, notas del Diario de campo. Mayo de 2002).
Antes de llegar a San José del Palmar los ancestros de Rogelio Yagarí, venían de San Antonio del Chamí y llegaron allí desde Catre, en el Chocó, de donde salieron huyendo cuando llegaron los blancos. A ellos – nos comenta Rogelio-, "les gustó la tierra de San José; por que en San Antonio, formaron la civilización en escuela y pensaron que otra vez los iban a matar y se fueron para San José del Palmar, (el término y su pronunciación pueden compararse con el de Catrú, lugar de reconocida presencia embera en el Chocó)" (Ibid ).
La historia y la memoria
Los miembros de la comunidad de La Italia, recrean permanentemente la historia de los embera. Les cuentan a sus hijos historias que a su vez escucharon de sus padres y estos de los suyos. Así se mantiene viva la relación y la conciencia de quiénes son los embera y de dónde vinieron.
Rogelio, sentado cerca del fogón cuenta la historia de Betata:
"Hace un tiempo el Betata, vivía como los embera y venía como a las 6 de la tarde a la casa. La Mujer Betata, molía solita en la piedra, trabajaba mucho; preparaba chicha, hacía olla de barro, canastos de jabara y preparaba la comida, todo en una noche para toda la comunidad. [el jabara, es el canasto para echar la harina de maíz], aprendió a pintar la cara y de la misma pintura hacía dibujos en el canasto. También enseñó a hacer los bastones.
Un día llegó un joven y le dijo que fuera a una tierra más buena de la que tienen los embera y se la llevó. Después de eso, Betata regresa cada vez que hay maíz. Ahora Betata llega en la época del maíz, llega en forma de mazorca, cuando hace hijitos. Cuando llega Betata en hijitos esa mazorca se guarda, para que en la próxima cosecha de más maicito, más bueno"
Esta historia de Betata la recogió el profesor Vasco, en el Chamí, en 1987:
"Betata es la figura de una muchacha que llegaba en la noche. Mandaba a todos los animales: ardilla, gurre, guagua, todos, a que trabajaran haciendo rocería. Trabajaban toda la noche. AL otro día, la gente se levantaba y veía las rocerías tan inmensas. Por la noche, terminada la rocería, los animales en figura como de gente, venían y hacían fiesta y tomaban chicha de maíz fuertiada en los chokó. Cuando oscurecía, Betata, venía a las casas y trabajaba. Las mujeres no tenían que trabajar, solamente dormir con sus maridos. Betata hacía todo el trabajo del maíz. Hacía canastos y cántaros. Tostaba el maíz y lo molia en la piedra. AL otro día amanecían los jabara llenos de harina de maíz para toda la familia. Una vez llegó un muchacho (unos dicen que era Carabí, la luna) y le ofreció muchas cosas buenas. Le dijo que tenía buena finca, le dio buen ajuar y muchos adornos y se la llevó a vivir con él muy lejos, en otra parte. Nadie volvió a hacer los trabajos en la noche. Antes de irse, Betata enseñó a las mujeres a hacer los cántaros y los canastos, a tostar maíz y moler la harina, a hacer la chicha de maíz masticado. Este es trabajo de la noche; las mujeres de antigua sólo tostaban y molían de noche…". (Vasco: 1993. 146)
Ceremonias
En La Italia, recrean permanentemente su identidad como Emberas, a través de historias que recuerdan costumbres y comportamientos que se deben tener en cuenta. Entre ellas, las fiestas de Barjaraburu, la fiesta de Paruka y la fiesta de eyadura.
A la mujer en la comunidad de la Italia, siguiendo la tradición embera, se le hacen tres fiestas especiales durante su vida. Al respecto Rogelio Yagarí cuenta:
La primera o Barjaraburu. Que en su traducción al español se puede interpretar como "animar el espíritu del niño".
"… Este es el comienzo. En el tiempo de infancia cuando tenga más de un mes hasta un año, se reúnen los mayores y dicen: ´Jurar bar´, (animar el espíritu del niño). Los mayores cargan el niño y en la casa bailan al ritmo del golpe del tambir. Los niños de familias vecinas asisten para acompañar la reunión. En las letras del canto se repite una y otra vez en emberá que los niños deben ser poderosos, fuertes, cuando sean grandes. Esta fiesta para los niños puede durar tres horas" (Murcia; Notas del diario de campo. Mayo; 2002)
La segunda fiesta importante que se realiza a una mujer se le llama Paruka . En esta fiesta se prepara colada de plátano y carne. La fiesta se realiza cuando la joven tiene su primera menstruación. Rogelio Yagarí en compañía de su kima o compañera, continua el relato.
"Cuando llega la primera menstruación, se deja a la muchacha en un cuartico en el interior de la vivienda que se hace de cobijas u hojas. Ahí se le deja encerrada durante ocho días. Mientras pasa ese tiempo, se consigue (por parte de los padres), un vestido nuevo, para estrenar, se compra o se va de cacería para conseguir carne. Cumplido el tiempo, las mujeres como a las dos de la tarde pelan el plátano y a las cuatro lo ponen a cocinar. Ese mismo día en horas de la mañana entre cuatro y seis de la mañana, han cocinado la carne. A las seis de la tarde echan la carne bien cocida al recipiente donde está el plátano, en la olla de barro o de aluminio.
Como a las siete de la noche sacan a la mujer del cuartico para que revuelva la carne con el plátano. Como a media noche, once de la noche, ya está bien cocido, como mermelada, parece melcocha. De ahí los jóvenes (los hombres), que tengan entre diez y quince años, se reúnen y llevan a bañar al caño a la muchacha. Van silbando, a las orillas del caño ramean[10]a la muchacha después que ésta se haya bañado. Después se regresan corriendo hasta la casa. La muchacha llega a la casa y se viste con el vestido nuevo que para la ocasión le han comprado. Los mayores ( las mujeres) le sirven la comida (Entrevista con Rogelio Yagarí. Notas del diario de campo. 2002).
La fiesta se le hace para que en el futuro la muchacha sea ágil, no sea perezosa, termina diciendo Rogelio.
La tercera fiesta que se le hace a una mujer es conocida como eyadura, se realiza cuando la joven puede iniciar a conseguir compañero.
"A la muchacha se le encierra en el cuartico, después de la fiesta de paruka. Los papás compran vestido nuevo, chaquiras, le pintan la cara, se compra aguardiente, se prepara chicha de maíz y los mayores tienen música de pursiru, o toque de trompeta. Los jóvenes de 15 años entran al cuartico y le dan aguardiente a la muchacha hasta que la emborrachan, después la sacan del cuartico.
En ese momento los mayores que sean más trabajadores y toda la comunidad están bailando al ritmo del tambor. Los mayores cargan a la muchacha y van bailando y otros, van silbando hasta que suden. De ahí se la llevan a bañar. Es la mamá quien la baña en la casa y la visten con el vestido nuevo. En ese momento la muchacha ya puede buscar su pareja enamorarse. La fiesta se llama Eyadura. (Entrevista con Rogelio Yagari, Notas del Diario de Campo, 2002).
Después de la celebración de esta fiesta, la joven ya está en condiciones de iniciar la vida de adulta en la comunidad.
La lengua
Desde la llegada de los españoles a territorio americano, se trató por todos los medios de segregar inicialmente o exterminar e integrar a la población indígena. En algunas comunidades estos cometidos fueron culminados con éxito como ocurrió con las sociedades indígenas habitantes de la zona Andina, que fueron exterminadas física y/o culturalmente.
Una de las herramientas utilizadas por los españoles en cabeza de la iglesia católica fue aprender las lenguas indígenas, para así poder tener mayor control sobre la población, además de la obtención de información sobre la ubicación geográfica de fuentes de riqueza, resultó ser muy frecuente y eficaz.
No obstante esta táctica colonizadora tuvo mayor impacto en la cordillera que en las selvas chocoanas. En muchos lugares, los indígenas se escudaron en sus propias lenguas. Se hablaba en lengua propia para evitar en lo posible que el escucha descifrara el código. Esta conducta se mantiene entre los embera catíos de la comunidad de la Italia.
Con la aplicación de este comportamiento, los embera de la Italia, han logrado mantener su cohesión interna, sobrevivir a la presión de colonos y campesinos para que hablen solamente en español, a la presión de profesores de la escuela y misioneros católicos quienes los presionan para que la lengua utilizada sea el español.
Al mantener la lengua viva, se recrea y reproduce la historia de la comunidad, del pueblo embera y no se olvida de su ser indígena, pero también, se incide, para evitar, en lo posible, la penetración de parámetros de otras culturas.
Las familias de la comunidad de la Italia, tratan por todos los medios que sus hijos aprendan primero la lengua materna, el embera y después el español. Por lo general, quienes aprenden y utilizan con más frecuencia el español, son los hombres, puesto que ellos, son quienes viajan hasta Puerto Asís, para vender y comprar productos. Entretanto, las mujeres permanecen en la comunidad y la comunicación allí se hace en embera.
Es muy frecuente que niños y jóvenes aborden a extraños que estén en la comunidad, le hablen en embera y al no recibir respuesta comienzan a reír, marchándose, dejando al extraño sólo y desconcertado.
Cultura material.
La cultura material que se observó entre las familias de la comunidad de La Italia, está representada en canastos para cargar, los canastos jamara que se utilizan para guardar harina de maíz, canastos pequeños para cargar las semillas de maíz cuando van a sembrarlo. Las ollas y cantaros de barro, no las elaboran porque no han encontrado la arcilla de buena calidad para la elaboración. Al final de la visita de campo, la comunidad a través del cabildo había gestionado un proyecto ante el Plan Nacional de Desarrollo Alternativo, PLANTE, para la recuperación y fortalecimiento cultural, donde se contemplaba el apoyo para la investigación, elaboración y comercialización de elementos propios de la cultura material: productos de cerámica y cestería.
La técnica y los modelos del tejido de los canastos son similares a los encontrados por Vasco en el Chamí y por Murcia y Aldana en el Alto Andágueda.
Alimentación
La dieta alimenticia es variada: la yuca y el plátano tanto verde como maduro hace parte esencial de la dieta; con el maíz ya sea en choclo, o duro, preparan chichas, envueltos, arepas, sopas, se consume asado. Combinan la dieta con carne de cerdo o de res que compran en Puerto Asís, con gallinas y huevos que crían en la comunidad. La carne de monte es escasa pero cuando se consigue es un plato apetecido. También elaboran chicha de yuca y de plátano maduro.
En lo fundamental la dieta está basada en el maíz y el plátano. Dándole al maíz la significación que tiene en la cultura embera. La chicha de maíz es el alimento que hace humanos a los niños embera. "… Una mujer del río Machete, afluente del Garrapatas, me decía que los antiguos eran los Bembera, es decir, que eran los Be-embera, de be=maíz y embera=gente, gente del maíz" (Vasco 2002: 86).
Mujeres en la cocina
El Matrimonio
Para encontrar pareja hay que tener en cuenta varias cosas: el muchacho va mirando a las jóvenes y si se gustan entonces se hace una reunión con la familia de la muchacha. Se habla con el papá, con la mamá y si hay hermanos o tías también con ellos. Se tiene en cuenta que la mujer esté bien desarrollada, que sea una mujer y no una niña, es decir, que esté en capacidad de reproducirse y que lo exprese en su desarrollo físico. Es posible que este tipo de requerimientos haga que el matrimonio se realice en edades de 16 y 17 años hacia delante y no apenas llegada la menarquia.
Para la comunidad es bien visto que haya ceremonia de matrimonio formalizada por la iglesia católica. Aunque existen parejas en unión libre, esta situación no es bien vista por la comunidad.
Respecto al matrimonio, el antropólogo Pardo, hablando de los embera del Chocó, señala:
"Al crearse una pareja, ésta puede residir con los padres de cualquiera de sus miembros o buscar un territorio nuevo. El matrimonio no implica deudas, intercambios o ceremonias especiales. Tácitamente se espera que la pareja dé algún tipo de ayuda, preferentemente en trabajo, a la familia de los padres, algunos días al año; pero en la práctica el nuevo matrimonio se vincula a la parentela local de cualquiera de los cónyuges" (Pardo: 1987; 256)
En la Italia, esta situación no ha cambiado en lo fundamental. Las nuevas parejas viven en la casa de cualquiera de los padres de uno de sus miembros, como ocurre con la hija de Rogelio Yagarí, Luz Mary que desde hace un año esta viviendo con su compañero en la casa de su padre.
Parentesco y terminología
Los embera de la Italia utilizan los siguientes términos que reconocen una relación de parentesco:
En la variedad dialectal embera del Alto San Juan-Chamí, a la cual pertenecen los indígenas de La Italia, "se designa con el mismo término a primos, tíos, sobrinos y hermanos; esto corresponde a lo que se ha denominado como "sistema hawaiano" (Pardo. Op. Cit). Situación ésta que se mantiene en las familias de la comunidad de la Italia. Los cuadros de parentesco de las familias Siagama, Canoa, Morales, Yagarí y Niasa así lo demuestran. (cuadros de parentesco)
Vivienda
Las viviendas entre las familias de la comunidad de la Italia, están construidas en madera, sobre pilotes a 1,80 m. de altura del suelo. La comunicación con el suelo se hace a través de una escalera o un palo con escalas, ubicado en el centro de la parte frontal de la vivienda. El techo en la mayoría de las viviendas es de zinc a cuatro aguas, mientras que en las restantes es de palma. Hay un corredor en tabla, madera de palma de chonta o esterilla, que comunica las entradas de las habitaciones, la escalera de acceso y la cocina.
Las habitaciones son ocupadas por la pareja dueña de la vivienda y los niños pequeños, por parejas jóvenes y por los muchachos solteros. En ellas hay armarios para guardar ropa limpia, cuerdas para colgar cobijas y toldillos. Las divisiones son de madera o esterilla. Cada cuarto tiene una puerta que se asegura por dentro. Originalmente la vivienda embera no contemplaba divisiones internas y el establecimiento de una distribución espacial permanente tiene implicaciones importantes, tal como viene sucediendo en el Chocó:
"Con las transformaciones que se presentan, esta diferenciación espacial se trastoca por completo, especialmente por la fusión de los dos primeros niveles en uno sólo, por la considerable disminución del espacio entre el zarzo y el techo de canaleta de guadua, ahora poco inclinado y de suyo muy bajo, cosa que además reduce la capa superior de aire necesaria para la regulación de la temperatura y la humedad internas, y, por supuesto, por la desaparición de la cabeza de la casa, nombre que ahora se da al caballete que reúne las dos o cuatro aguas del techo o que, simplemente, no se tiene en cuenta.
Si a esto se agrega que el techo tradicional de hoja de palma y hasta el de guadua están siendo substituidos por hojas de zinc, que dan prestigio y que regalan los politiqueros y los funcionarios del gobierno, el cambio es muy grande y la vivienda se convierte en un insalubre horno en los días de sol y en un lugar ensordecedor cuando caen fuertes aguaceros" (Vasco: 1993; 354 ss )
Al lado de la escalera, en el piso de la vivienda, están puestas materas con plantas de jardín, claveles en su mayoría.
La cocina, una construcción anexa a la casa principal, está ubicada al costado norte. De techo de paja y a dos aguas, es un espacio amplio, sin divisiones y con pared de esterilla en el ángulo donde está ubicado el fogón. Una mesa grande se utiliza como comedor. Los trastos de la cocina, se colocan sobre un zarzo de esterilla de guadua y al lado opuesto dejan el plátano, la yuca y el choclo.
A diferencia de la casa, la cocina es fresca cuando hace calor, pues las hojas de palma que sirven de techo permiten que la temperatura interna sea mucho más baja que la externa. El fogón es una estructura rectangular, hecho de tablas y sostenido por medio de cuatro troncos de madera fina, a una altura de un metro del piso, obliga a que las mujeres se mantengan de pie cuando están cocinando.
Aparte de la casa y la cocina, en La Italia se pudieron observar otras construcciones pequeñas, que son utilizadas como cocheras para los marranos o como galpón para las gallinas.
El antropólogo Vasco nos describe la manera como construyen las viviendas los embera-chamí:
"De planta rectangular, casi siempre mucho más ancha que larga, los tambos chamí son construidos totalmente de guadua; de ésta son tanto los pilotes y las vigas como la esterilla y el techo, de dos o de cuatro aguas este último, aunque en el río Garrapatas, en el Valle del Cauca, la palma barrigona y la de chontaduro todavía suministran la materia prima para algunas viviendas" (Vasco. Op. Cit)
"De antiguo la vivienda no tenía divisiones -nos comenta Rogelio Arias en La Italia-, antes la vivienda era así, y nos hace un par de trazos sobre el papel. No había paredes y la cocina no estaba al lado de la casa como ahora, sino que el fogón estaba dentro de la misma casa. El palo que servía de escalera estaba igual que ahora en el centro de la vivienda".
Recogiendo los trazos hechos por Rogelio Yagarí. Esta sería una vivienda ancestral de los Embera.
Para los embera de La Italia, la vivienda tiene cuatro partes fundamentales, al mirarla de costado, tal como la conciben los embera en otras regiones del país. Una zona entre el suelo y el piso de la vivienda, deakadebena, lugar de habitación permanente de jais, a los cuales se les corta el acceso al piso de la vivienda quitando la escalera en las noches; el espacio comprendido entre el piso y el zarzo, deebena, lugar de vivienda de los embera y donde se desarrollan las relaciones sociales; un espacio comprendido entre el zarzo y el techo de la vivienda, itarebena, que simboliza el mundo de arriba, el mundo de Itare, el mundo de los jais de los antepasados y, finalmente, la cúpula o remate de la vivienda[11]En este sentido, una vivienda embera, reproduce la simbología que tienen respecto a los moradores de cada uno de los espacios. Una vivienda es la expresión material de dicha simbología.
En el trabajo de campo se comprobó la existencia de veinte viviendas que están siendo utilizadas por 33 familias, dando un total de 1,65 familias por cada vivienda. Si analizamos las cifras relacionando el número de personas y la cantidad de viviendas, encontramos un promedio de 5.85 personas por vivienda (177 personas/20 viviendas). Según lo expresado por las familias, llega un punto en el que los habitantes de una vivienda consideran que ésta está saturada, entonces se construye una nueva a donde va a vivir una de las parejas más jóvenes que se haya alojada en la anterior.
El territorio en la Italia.
Los embera katío de la comunidad de la Italia, mantienen un patrón de asentamiento disperso. Las viviendas están ubicadas cerca de los trabajaderos: cada familia se estableció en las pocas zonas altas de la geografía de la región.
En este sentido el manejo territorial está determinado por las parentelas que allí llegaron: se pudieron identificar cuatro troncos familiares cada uno plenamente ubicado dentro de los terrenos de la comunidad. El eje de comunicación es el camino que comunica a las viviendas y que parte desde el centro del territorio sitio donde está la escuela. Cada parentela se ha establecido de manera dispersa siguiendo el curso de caños y quebradas y manteniendo como el espacio de la escuela y que al momento de la llegada fue el sitio donde se ubicaron las primeras familias.
Los Yagarí ocupan y controlan el centro del territorio de la comunidad, mientras que los Siagama, ocupan el costado norte, el nor occidente está ocupado por los Niasa y los Morales, y sur oriente por los Cano. De esta manera el control territorial está plenamente definido para cada uno de los troncos familiares más importantes que conforman la comunidad La Italia.
La delimitación del territorio que ocupa la comunidad de La Italia la tienen plenamente establecida: por la parte norte colindan con la vereda La Germania, con los señores, Jesús Rojas, Fabián Hurtado (quien murió hace poco) y Florentino Altamirano; siguiendo en sentido inverso a las manecillas del reloj, está la vereda La estación y se colinda con Alirio Cepeda; después está la vereda Las Brisas del Guamuéz, y los vecinos son Timoteo Arévalo, el señor Alban, Cleotilde Chamorro y Don Prudencio. Después está la vereda El Jardín de la Selva, allá se colinda con Salomón Mosquera y Rafael Mosquera, después viene El Retiro y está el señor Delio Correa. Sigue la vereda Las Malvinas y los vecinos son Ramiro Pantoja, Emilio Paulino Rosero, Jaime Rivera, Roberto Parra, Jerónimo Fernández, Antonio Valencia y Oscar Cuero, por último está la vereda La Paz donde se colinda con José María Hoyos y Don Artemio.
De lo que se pudo establecer no han tenido problemas con los vecinos, al contrario, lo que ha existido es una colaboración de parte y parte.
Las viviendas están ubicadas en la periferia del territorio y en especial en las entradas y vías de acceso que comunica la comunidad con las veredas vecinas. Esta ubicación permite por una parte mantener la apropiación territorial de una manera dispersa, no generar presión sobre el medio lo cual agotaría muy rápido los recursos naturales como madera y animales de cacería.
Con relación a los recursos naturales en La Italia, se evidencia que el aprovechamiento de la madera ha sido exclusivamente para la construcción de viviendas y empostadura para cercar los potreros, se observaron manchas de selva con árboles de buen tamaño. Las fuentes de agua son abundantes y la quebrada Santa María, está protegida por una ronda de monte y selva, que ningún miembro de la comunidad puede derribar.
Como se construye un nuevo territorio
Los embera de la Italia, mantienen vivas las creencias que en el Chocó ejercían control social y territorial.
"Una tarde soleada hacia las cinco, estaba en la casa de Rogelio Yagarí, hablando sobre creencias e historias de emberas, que había escuchado en el Chocó. Al momento de referirme al Aribada, le dijo a los hijos pequeños que se subieran a la casa, porque sino, el Aribada venía y se los llevaba" (Murcia. Notas del diario de campo. 2002)
Dentro de la historia de los embera, Aribada ocupa un papel principal. En este sentido, una historia recogida en el Baudó en el departamento del Chocó Plantea. La historia del Aribada nos la relata Floresmiro Dogiramá:
El tigre Mojano- Aribada[12]esta historia la aprendió el papá de Floresmiro en Tarena en la parte Alta del río San Juan.
"Cuando los emberá estaban peleando con los jurá [enemigos], un jaibaná grande [de buen conocimiento], tenía un solo hijo, y ese hijo tenía un hijito como de dos años. Entonces el hijo del jaibaná se enfermó y se murió. El papá cantó y no pudo. Lo mandó enterrar debajo de la casa y dijo:
No voy a dejar perder la carne de mi hijo, lo voy a volver mojano.
Y mandó a hacer chicha y cantaba. Al otro día veía como pelos de gato. Ese era mojano de él que venía a la tumba.
A la semana oyó una bulla. Después mandó covar [cavar] para verlo y ya estaba vivo. Y salió vivo, apenas se le pudrió la nariz. Se puso a cantar el viejo y lo bañaban con agua caliente y apenas hacía –Iiii!. Mandó rayar jagua y le echaba caliente y al rato –Iiii!. Al rato ya habló.
No me quemen, me está quemando mucho.
Y el papá le fue trozando las uñas de la mano menos el pulgar y el índice. Y el mojano mandó llamar al hijito y el viejo decía que no porque lo iba a comer. Entonces ya subieron al tambo [vivienda tradicional embera] y el viejo no le daba al hijito.
Ahí durmió con la mujer. AL otro día ella decía:
Mire suegro, que él quiere coger mi hijito.
Entonces el jaibaná le decía al hijo:
No querrá usted comer su hijito?
No papá.
Y el viejo cantó.
Entonces el mojano escupía en la mano y la ponía al sol y quedaba dormido, la saliva subía hasta el pecho, entonces ya sabía y se iba para el monte.
AL otro día amanecieron un poco de animales en el puerto con el guargüero destrozado.
Un día iba con el hijito y buscó para cogerle la mano. Entonces el muchachito se vino corriendo a la casa y le dijo al abuelo.
Vea que mi papá me quiere comer.
El jaibaná regañó y cantó, entonces ya quedó. Ahí fue cuando supieron que estaban viniendo los jurá y salió un poco de gente a pelear. Entonces el mojano dijo:
Yo voy a ir porque si no los van a matar a todos ustedes.
En el camino se encontró con esos emberá y les preguntó para dónde iban.
Vamos a quedar aquí y mañana vamos a buscar.
Ustedes se iban a morir todos!. Aquí no más, abajito en una playa están los jurá.
Por la noche él se fue. AL otro día estaba la playa llena de jurá muertos. Ahora sí, hacían guarapo y él tomaba, le gustaba mucho.
Cuando él subía a la casa a todos cogía un sueño profundo. Ahora sí, comía [tener relaciones sexuales] a las mujeres ajenas y eso sí le gustaba. Las mujeres se dieron cuenta y dijeron que lo iban a matar. El viejo supo y entonces ya se iba para la chupata [tomar guarapo], y le dijo:
Hijo a usted lo van a matar.
No, si me matan yo no me muero solo, cuatro personas se van conmigo.
Y el viejo se iba para la chupa con él. Entonces las mujeres planearon.
Cómo lo matamos? Con arma no muere.
Entonces hicieron po, harina de maíz tostado, y repartieron a los hombres pero cuando le dieron a él se lo echaron por la nariz y se ahogó y buscó y cogió a cuatro y les trozó el guargüero y ahí se cayó al patio y ahí ya se murió.
Al otro día llegó el viejo y lo trató de revivir pero ya no pudo" (Dogiramá: 1984: 195 ss )
Historias como esta recrean los elementos propios de la cultura embera en la comunidad de la Italia y generan temor y respeto por parte de niños y adultos. Se evita que los niños bajen de las viviendas después de las cinco de la tarde, hora en la cual el mojano, ronda la cercanía de las viviendas en busca de niños para llevárselos.
Es así como al desplazarse los embera a un nuevo territorio, recrean sus historias, poniéndolas en función del control que deben ejercer del nuevo territorio. Las cuentan y las traslapan a los nuevos espacios, dándoles realidad y vida en el nuevo contexto. Pues la historia se cuenta no como algo pasado y superado, sino como algo presente, actual, vivo a lo cual deben tener miedo, respeto y por lo tanto deben seguir ciertas normas de conducta que no vayan en contra de dicho ser. Esta situación está ligada directamente con la concepción de tiempo que tienen los emberas. Se piensan como un presente continuo; no como una línea que parte desde el pasado ya superado y llega a un futuro por conocer.
Respecto a la concepción de tiempo de los emberas el antropólogo Luis Guillermo Vasco plantea:
"… Toda la dinámica fluye siempre sobre ese punto [centro], dando la impresión de que el tiempo se ha detenido o, al menos, de que no transcurre, cuando, en realidad, su curso está dado por el girar del círculo sobre el centro. El tiempo es circular y cada punto –momento del círculo está atrás, adelante, arriba, abajo, con respecto al centro según su transcurrir. La lengua embera, como la de otras sociedad indias, confirma y, a la vez, se explica por lo anterior. La palabra tea quiere decir simultáneamente después y atrás. Naa significa al mismo tiempo antes, delante y acá; es decir que tres dimensiones coinciden en un punto espacialmente ubicado. Algunos expresan esto diciendo que el futuro viene de atrás. Y agregan que el pasado está por delante…" (Vasco 1985:139)
Esta concepción de tiempo, que se mantiene viva entre los embera de La Italia, les permite recordar sus historias y traerlas al presente para darles vida en el nuevo espacio que están ocupando.
La autoridad.
La autoridad tradicional
Entre los embera de la Italia, la autoridad tradicional la representan por una parte los Jaibanás que son reconocidos como tal por su conocimiento, consejo y la responsabilidad de curar las enfermedades que aquejen a los miembros de la comunidad.
También reconocen la figura de Tabarau, o Mayoría. Al respecto, el antropólogo Murcia, en una investigación realizada entre los Embera Katío del Alto Andágueda se planteaba: "… La palabra Tabarau quiere decir ser mayor, ser primero, haber escuchado consejo y palabra. Ahora, en la estructura de la autoridad tradicional, los chi tabarau son quienes ejercen dicha autoridad y se les llama así, pues son quienes van adelante, quienes entregan la palabra al resto de comunidad katía.." (Murcia: 1993; 37). La figura de Mayoría está plenamente identificada en La Italia a tal punto que hay tabaru mayores y Tabarau menores:
Al comparar la lista de los Tabarau mayores y la lista de los Jaibanás (Rogelio Arias, Rogelio Yagari, Carlos Flores, Bernardino Morales, Patrocinio Niasa, Jaime Flores), encontramos que no todos los Jaibanás son Mayorías. Algunos están clasificados dentro de la categoría de Tabarau menores. Esta situación se presenta debido a que para llegar a ser Mayoría se deben reunir una serie de requisitos: "Para llegar a ser mayoria o chi tabarau, se necesita que la persona reúna varias condiciones, como son el tener experiencia, conocer la historia de su pueblo, entregar palabra, tener la capacidad de manejar un discurso coherente, y sobre todo prever los acontecimientos que pueden suceder y que afecten de una u otra manera la estabilidad del pueblo…" (Ibid. Pg 42)
Las figuras de autoridad tradicional en la comunidad La Italia, están representadas por los Tabarau y los jaibanás. A veces pueden concentrarse en la misma persona, tal como ocurre en otras comunidades emberas.
El cabildo
El cabildo entre la comunidad de La Italia se creó desde 1990, cuando un familiar del actual gobernador y quien vive en la comunidad embera de La Cristalina, les ayudó a que se organizaran en Cabildo, pues la primera organización que establecieron fue la de la Junta de Acción comunal, siguiendo los parámetros que para tal fin se mantenían en el municipio. Los gobernadores que han ejercido dicho cargo en La Italia son:
La estructura de la autoridad de cabildo recoge los planteamientos generales expresados para tal fin en la Ley 89 de 1890. Adecuando esta estructura a los parámetros propios de los embera:
El Tabarau mayor, en este caso el jaibaná con más poder y conocimiento se ubica en la cúspide de la pirámide de poder. En orden descendente sigue, el gobernador del cabildo, el suplente del gobernador, el alcalde mayor, el secretario, el capitán, el fiscal, el comisario mayor, el alguacil mayor, alguacil menor y alguaciles.
Las funciones del cabildo.
Las funciones del cabildo están expresadas en un reglamento interno, que es perfectamente conocido por los líderes de la comunidad. Al respecto Rogelio Yagari, el actual gobernador del cabildo nos describe cada uno de los cargos y sus respectivas funciones:
Al Tabarau, (Jaibaná) le toca curar de las enfermedades y estar pendiente por si hay peligro para hacer limpieza. También ayuda a desarrollar a la comunidad porque tiene mucha experiencia, enseña la historia desde que comenzaron a vivir ellos y la de los ancestros. Ellos son los encargados de la educación propia en la comunidad. Son los encargados de dar consejo, ayudar en la coordinación del trabajo colectivo, y organizar la minga, para que los menores cojan el ritmo de trabajo de los mayores.
Al Gobernador del Cabildo le toca hacer el trabajo en su finca propia, asistir a reuniones dentro y fuera de la comunidad, traer la información de afuera y contarla en la comunidad, Cuando hay problemas al gobernador le toca ir solucionado, si hay robos entre vecinos tiene que castigar y dar orientaciones. Es el responsable de coordinar con las instituciones y conseguir proyectos para la comunidad. Lo reemplaza el suplente, el alcalde o el alguacil mayor.
El suplente del Gobernador reemplaza al gobernador para reuniones de afuera, puede reemplazar al gobernador en su cargo hasta la terminación del periodo, en caso de ser destituido.
El alcalde tiene como tareas asistir a reuniones en el pueblo y en la comunidad, coordinar actividades con la comunidad en ausencia del gobernador y el suplente.
El Secretario lleva actas, asiste a reuniones, acompaña al gobernador.
El Capitán coordina con el alguacil mayor y los alguaciles menores el trabajo.
El Fiscal hace tareas de fiscalización o revisión del trabajo de los directivos y a él lo fiscaliza la comunidad.
El Alguacil Mayor está dispuesto con la comunidad cuando lleguen las acusaciones o demandas. Puede hacer reuniones con los directivos y manda a los alguaciles menores.
El Alguacil Menor reemplaza al Alguacil Mayor, organiza el trabajo y es el directo responsable de la coordinación de las actividades con los alguaciles.
El Comisario Mayor vigila al Alguacil Mayor. Está pendiente que las demandas de la comunidad sean tenidas en cuenta.
Los Alguaciles ejecutan órdenes del alguacil mayor y menor, si no obedecen los meten al cepo. Son los encargados de llevar al cepo a los infractores.
La aceptación de los cargos se hace mediante una asamblea de la comunidad y de manera voluntaria son aceptados. Pero si la comunidad lo determina se hace casi obligatorio, pues es la comunidad la que manda. Si la persona designada no acepta, la meten al cepo durante 48 horas por desagradecida con la comunidad.
Los criterios de elección parten del conocimiento que tiene la comunidad de cada uno de sus miembros. Para la elección del gobernador se tienen en cuenta algunos criterios como ser activo, que sepa hablar a la comunidad, que no le dé pena ni miedo, que no sea nervioso para expresarse. Los demás cargos son elegidos, teniendo como criterio el hecho que las personas a elegir asistan a las reuniones.
El ejercicio de la Autoridad
Para ejercer la autoridad, se debe cumplir con unos parámetros. Si se recibe una demanda de la comunidad, entonces los directivos y los alguaciles se reúnen: gobernador, alcalde, secretario, comisario mayor y alguacil mayor y menor. Dependiendo de la falta se determina el numero de horas que debe permanecer en el cepo: por robo y si es primera vez, 24 horas, si es por segunda vez 48 horas, al sol y al agua. Si es rebelde 75 horas, pero si continua haciendo mal, la comunidad se reúne y lo expulsan de la comunidad. La familia, si quiere, lo acompaña, pero no es obligatorio para ella.
El cepo, aunque es una herramienta de origen colonial, ha sido apropiada por los embera para impartir castigo a los infractores de las normas establecidas y aceptadas dentro de la comunidad.
Cabe resaltar que al momento en que a una persona la castigan en el cepo, la censura social es inmediata, puesto que la ubicación del cepo esta cerca de la escuela, los niños molestan a quien se encuentre allí: le echan agua, se ríen y se burlan.
También sirve como ejemplificante para los niños, pues aprenden que si transgreden las normas comunitarias este será uno de sus posibles castigos.
Foto del cepo
Una persona que haya sido expulsada y regresa a la comunidad después de 5 años, pide perdón, se acoge a las leyes, se compromete a no cometer otra falta y portarse bien, es recibida de nuevo por la comunidad.
En cuanto a la infidelidad de la mujer y del hombre, si es comprobada, es castigada por los alguaciles quienes fuetean, cada uno una vez, antes de meter al cepo durante tres días al infiel.
Cuando hay dudas con respecto a la responsabilidad o no frente a una acusación, se investiga, pero si no se resuelve, se recurre al Jaibaná para que mire que fue lo que pasó y ahí se toma la decisión. De ésta manera la jerarquía del jaibaná está por encima de la del cabildo.
CAPÍTULO V.
El Jaibanismo
Sobre el jai, "La versión más corriente es que los jais son las almas de los muertos que han encarnado de nuevo en animales de diversa especie, siendo muy importantes para cada Jaibaná las de aquellos que fueron sus maestros". (Vasco 1985:99). Adicionalmente, la antropóloga Aldana siguiendo a Vasco, plantea que "en el sentido más amplio, para los embera el jai es la esencia de las cosas, sean las personas, plantas o animales, incluso fenómenos naturales y el mismo monte tienen esencia, tienen jai" (Aldana: 1997: 43).
El jai, como esencia de las cosas, "es algo material, una especia de energía que puede adoptar diversas formas, eso es lo que explica el poder de transformación que recorre toda la mitología embera: animales que se hacen plantas y viceversa , hombres con capacidad de convertirse en animales, animales monstruosos que se vuelven piedras… Esta energía esencial puede concentrarse y es lo que hace el jaibaná durante su actividad, tomándola de objetos y seres con los cuales está relacionado, y dirigiéndola con un objetivo determinado" (Vasco: 1989: 40)
El jaibaná y la medicina propia
Los Embera de la Italia, mantienen un sistema de salud propio basado en la prevención que realizan los médicos tradicionales, los Jaibanás Ellos son los encargados de curar dolores de estómago, de cabeza, el mal aire, calmar los nervios y en general sacar el mal, el jai malo del cuerpo del enfermo. También, realizan limpiezas de las viviendas, de los cultivos alejando enfermedades y malos jais
Dentro de las plantas más utilizadas por los Jaibanás están: keracar, para todo tipo de enfermedad, la murrapa o jautuko, la hoja de biao, para refrescar, guairasasha para sacar el mal y la albahaca para los nervios.
Como se dijo anteriormente, en la comunidad viven cinco Jaibanás: Rogelio Arias, Carlos Flores, Bernardino Morales, Patrocinio Niasa y Jaime Flores, además de Rogelio Yagarí quien es aprendiz de Jaibaná.
De los anteriores, quién tiene más poder y conocimiento es el Jaibaná Rogelio Arias, según lo expresado en una reunión de Jaibanás. Ante esta autoridad no existe duda por parte de los otros cuatro jaibanás.
En el proceso de establecimiento de la comunidad en el sitio la Italia, el conocimiento tradicional para el manejo de las enfermedades no ha sido suficiente, puesto que por motivos endémicos aparecen nuevas enfermedades que no pueden curar los jaibanás. Ante esta situación existe un grupo de interesados que para cultivar plantas medicinales, motivadas por el ánimo de conservar y aumentar el conocimiento cultural respecto al manejo de diversas enfermedades.
Por otra parte, los Jaibanás están incursionando en el conocimiento que se aprende a través del Yagé, para curar enfermedades. Este trabajo ha recibido apoyo del Plan Nacional de Desarrollo Alternativo –Plante-, con la financiación para la construcción de una casa-maloca donde se realizarán las tomas de yagé y el apoyo financiero para hacer una huerta de plantas medicinales. El aporte de la comunidad está representado en un terreno de dos hectáreas y la organización de las personas responsables del proyecto: "hay nueve socios en el proyecto: Rogelio Arias, Jaibaná; Rogelio Yagarí, aprendíz de Jaibaná; José Placido Yagarí; Fidel Siagama; Albear Siagama; Leonel Yagarí; Reinelio Yagarí; Belisario Arias y Eduardo Yagarí" (Yagarí, Rogelio. Entrevista personal. Mayo 2002). Este trabajo de aprendiz de yageceros lo iniciaron los embera de La Italia en la comunidad Páez de La Libertad, los cuales a su vez han ido aprendiendo con indígenas Kamentsas, pero según lo expresado por los responsables del proyecto, la intención es prepararse un poco más para acudir donde los Kofanes de La Paila, para que éstos les entreguen más conocimiento del Yagé.
Esta situación evidencia una vez más la manera como los embera en la medida que van construyendo nuevos territorios también se apropian de nuevos conocimientos; siempre que sea aprehendidos por quienes poseen el conocimiento dentro de la cultura embera, o sea, por los jaibanás.
Durante el trabajo de campo, observé el caso de un indígena de La Italia, el señor Fidel Siágama, quien desempeña el cargo de Alcalde Mayor dentro de la estructura del cabildo, a quien "se le paralizó el lado izquierdo del cuerpo; lo llevaron donde el jaibaná pero esa enfermedad era muy fuerte para curarla, decidieron llevarlo donde el capitán de la comunidad indígena kofán de La Paila. El señor, que es yagecero, o Taita,, como los mismos indígenas le dicen, lo atendió durante cuatro sesiones y lo curó totalmente" (Ibid ). Por acciones como la descrita, jaibanás de la Italia, están preparándose para establecer un contacto más directo con los taitas Kofanes de la comunidad de la Paila.
El trabajo de recuperar la medicina propia de los embera, al igual que la de aprender nuevos conocimientos a través del Yagé, está enmarcado dentro del proceso que lleva la comunidad de La Italia para fortalecerse ante la perspectiva de vivir en un territorio donde el apoyo de la medicina facultativa es muy poco: "durante el trabajo de campo se conoció de un brote de tuberculosis entre varias familias; situación de la cual el gobernador ya había informado al alcalde en Puerto Asís, pero no se había hecho nada al respecto" (Notas del diario de campo, mayo de 2002)
El jaibanismo y el control de la comunidad
La comunidad de la Italia, se ha conformado por cuatro troncos familiares plenamente diferenciados que conforman el total de las 33 familias de la comunidad: Los Arias-Yagarí, los Flores, los Cano y los Morales-Niasa.
De acuerdo con lo que se pudo establecer en el trabajo de campo, cada tronco familiar cuenta con un jaibaná responsable tanto de la salud de las personas como de protegerlos de los males o "achaques".
En el mapa numero cinco es evidente el control ejercido por cada uno de los jaibanás: mientras que Rogelio Arias controla el 60% del territorio, los hermanos Jaime y Carlos Flores controlan un 15%, Bernardino Morales y Patrocinio Niasa controlan el restante 25%.
Esta distribución de manejo y control por parte del los jaibanás, expresa el poder que cada jabaná tiene y ejerce con la comunidad. Quien tiene más poder es Rogelio Arias, seguido por Bernardino Morales y Patrocinio Niasa y los hermanos Flores tienen la menor influencia y control sobre la comunidad.
En total, la comunidad cuenta actualmente con cinco jaibanás. Ellos controlan y defienden el territorio en La Italia, teniendo como parámetro los núcleos, es decir, sus respectivas familias: Rogelio Arias ejerce autoridad de Jaibaná en la mayor parte de las familias, mientras que los cuatro restantes Jaibanás lo hacen en menor proporción. Esta división obedece a razones de orden político y de control territorial propias de los embera, lo cual no significa que la comunidad se encuentre en disputa por tal situación.
El jaibanismo y la segmentación
El ejercicio del jaibanismo, se expresa dentro de los embera en el control que mantienen de su parentela a lo largo de ríos, caños, quebradas y caminos. En la actualidad y como resultado en muchas regiones de Colombia de la concentración de la población en caseríos, los jaibanás se limitan a ejercer su poder curativo y de control en el caserío al cual pertenecen.
El profesor Vasco, refiriéndose a esta situación plantea:
"Originalmente, su presencia [de los jaibanás], era amplia ya que había uno en cada río o sector correspondiente a una parentela, lo cual dada la ambivalencia de sus actos, era, y es aún, fuente de permanentes conflictos entre ellos, en competencia por el ejercicio de un mayor poder. Mutuas acusaciones de brujería que dañan a personas y lugares, competencia mutua por despojarse de su poder (un jaibaná puede quitar a otro su capacidad de ver o puede arrebatarle sus Jais), venganzas, envidias, etc., son de la mayor frecuencia, agudizándose poco a poco las contradicciones…" (Vasco, 1989: 44)
Para el caso de la comunidad de la Italia, como ya vinos en la historia del poblamiento, fue la pelea entre el jaibaná Paulino Cano Miagara y Rogelio Arias, lo que dio origen a la segmentación de la comunidad en el sitio de Surama y Suramita, municipio de San José del Palmar, en el Chocó, su salida y posterior asentamiento en lo que hoy se conoce como la Italia en le departamento de Putumayo.
La organización social y espacial de la comunidad siguiendo la pertenencia a uno u otro jaibaná marca y determina la relación dialéctica en la comunidad que finalmente la llevará a volverse a segmentar ante nuevas circunstancias.
Para la comunidad el trabajo que cumplen los jaibanás es fundamental, puesto que son ellos quienes permiten que la comunidad se establezca en un nuevo espacio. Son los jaibanás quienes deciden si un sitio sirve para la construcción de una vivienda o para sembrar, también brindan una seguridad colectiva al ahuyentar de malas energías las zonas donde las familias viven; siendo los responsables de limpiar o ahuyentar las enfermedades que a la comunidad puedan afectar.
Conclusiones
La comunidad de la Italia, ha mantenido sus patrones culturales de poblamiento disperso, su lengua, su alimentación, ceñidos a su cultura. Las asimilaciones que han tenido que hacer las involucran dentro de su cultura dándoles significación propia.
La base para que la comunidad se mantenga firme en la pertenencia étnica al pueblo embera, radica en el sentido colectivo de territorio, en el apoyo permanente al trabajo de los jaibanás, a la recuperación y recreación permanente de la historia tanto del pueblo embera en general como de la comunidad en particular. Al recordar la historia se trae al presente las vivencias de sus antepasados, de los primeros en recorrer esa ruta, dejando en claro el papel que deben seguir quienes vienen detrás.
Es así como el origen de los embera, se mantiene vivo en los espacios que éstos han socializado, se plantea como un permanente ir y venir contado en historias de origen, que dan a conocer aspectos claves. Se recrea permanentemente a través del aprendizaje y la vivencia de las historias y de hechos fundacionales, que permiten a los indígenas actuar consecuentemente con el sentir, pensar y querer de la memoria colectiva de la comunidad.
El embera bedea, es la lengua materna y de uso cotidiano en La Italia, a través de ella viajan los mensajes y en general la comunicación entre la comunidad. La lengua embera opera como elemento de transmisión y de re – creación de la cultura. Las mujeres son quienes mejor se expresan en su lengua materna, o sea, quienes la enseñan y transmiten, por tanto, quienes recrean la cultura propia.
Los elementos de etnicidad descritos y analizados en el texto demuestran como entre los embera de la Italia, se mantiene viva la historia que los hace seguir manteniéndose como pertenecientes del pueblo emberá aún al estar establecidos en un sitio tan distante de su lugar de origen.
Una dificultad, con la cual los embera de la Italia se están enfrentando es el estar dentro de la cadena de las Leyes de la oferta y la demanda, puesto que su relación es desigual al relacionarse con el comercio en Puerto Asís. El valor de los pocos productos agrícolas que sacan al mercado, no compensa el trabajo que invierten para llevarlos y el pago recibido solamente les ayuda para comprar una mínima parte de los productos que compran: ropa, sal, aceites, fósforos, pilas, etc.
Pero una dificultad mayor está en el proceso de globalización del cual no están exentos: por un lado ellos tratan de mantener unos elementos culturales que les sirve para reafirmarse como grupo étnico, que les permitan relacionarse como una comunidad diferente ante sus vecinos y ante las instituciones públicas y privadas, en el ámbito local, pero por otra, están presentes alternativas no emberas como la salud facultativa, las leyes del mercado de oferta y demanda, que dentro de la perspectiva histórica de tiempo y espacio del pueblo embera, se han ido insertando haciéndolos cada día más dependientes en contra de su autonomía.
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Autor:
Misael Murcia García
Directora: Mary Candelo Ramírez
Bogotá, D. C.
Universidad del Valle
[1] Etnicidad: al respecto el investigador Héctor Díaz Polanco nos plantea: " Etnia, … el conjunto social que ha desarrollado formas de identidad enfatizando sus componentes étnicos", y nos define lo étnico o etnicidad como: "un complejo particular que involucra, siguiendo formas específicas de interrelación, ciertas características culturales, sistemas de organización social, costumbres y normas comunes pautas de conducta, lengua y tradición histórica.
[2] Al respecto ver: Murcia "Mecanismos de poder y resistencia entre los Katíos del Andágueda". Trabajo monográfico, 1993.
[3] Pueblo Indígena. De acuerdo con la Ley 21 de 1991. "… los pueblos considerados indígenas por el hecho de ascender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas o parte de ellas". Ley 21 de 1991.
[4] Cabildo Indígena. "Es una entidad pública especial, cuyos integrantes son miembros de una comunidad indígena, elegidos y reconocidos por ésta, con una organización sociopolítica tradicional, cuya función es representar legalmente a la comunidad, ejercer la autoridad y realizar las actividades que le atribuyen las leyes, sus usos y costumbres y el reglamento interno de cada comunidad". Decreto 2164 de 1995.
[5] Comunidad o Parcialidad Indígena. "Es el grupo o conjunto de familias de ascendencia amerindia, que tienen conciencia de identidad y comparten valores, rasgos, usos o costumbres de su cultura, así como formas de gobierno, gestión, control social o sistemas normativos propios que la distinguen de otras comunidades, tengan o no títulos de propiedad, o que no puedan acreditarlos legalmente o que sus resguardos fueron disueltos, divididos o declarados vacantes".
[6] Resguardo Indígena. "Es una institución legal y socio-política de carácter especial, conformada por una o más comunidades indígenas, que con un titulo de propiedad colectiva que goza de las garantías de la propiedad privada, poseen su territorio y se rigen para el manejo de éste y su vida interna por una organización autónoma amparada por el fueron indígena y su sistema normativo propio".
[7] Citado en el Plan Básico de Ordenamiento Territorial. Puerto Asís, 2.000
[8] Tabarau: se refiere a la persona que va delante, dirigiendo con su conocimiento la comunidad, quien conoce la historia y el origen de la comunidad y está en capacidad de dar consejo. Murcia 1993: 40
[9] Familia nuclear. Está conformada por padre, madre e hijos.
[10] Ramear. Suaves golpes en la espalda con una rama
[11] La conceptualización sobre la vivienda que hacen los embera de La Italia coincide plenamente con la que se conoce de otras comunidades embera. Tal como lo señala vasco en sus escritos.
[12] Aribada: Ser muy temido por los embera. Es una persona que resucita como una mezcla de tigre y hombre; tiene la nariz podrida, pelos en todo el cuerpo y poderosas garras conformadas por el pulgar y el índice con las que corta el cuello de sus víctimas, los pies son volteados y el rastro queda al revés.
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