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Propuesta de paz integral, nacional y mundial (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Objetivos generales y específicos de una obra pacifista

Preocupado por la crisis integral, nacional y mundial he buscado una explicación religiosa, filosófica y científica, al comportamiento de la humanidad y en la búsqueda no tuve que ir muy lejos, pues todos sabemos que basta con comenzar por uno mismo haciéndonos la pregunta obligada ¿Por qué actuamos de determinada manera?

Mi propuesta de paz, que he venido dando a conocer de manera gratuita, la escribí como un sólo libro pero en el momento de editarlo vi necesario, por su volumen, dividirlo en tres partes o libros titulados:

EL LIBRO DE LA VIDA / Manual de Funciones Cerebrales / Vivamos AMPM,

SEMILLAS DE PAZ-filosofía para todos

TERCER TESTAMENTO-Nueva concepción de la vida y del mundo.

Pues bien, después de escribir estos tres libros, la respuesta que doy es relativamente sencilla: los humanos actuamos de acuerdo a los pensamientos que se producen en nuestro cerebro por conexiones neuronales realizadas con nuestras experiencias y conocimientos adquiridos durante nuestra existencia. En otras palabras, los humanos actuamos de acuerdo a nuestras creencias religiosas, a las respuestas que damos a las preguntas filosóficas de siempre y de acuerdo al uso que demos a nuestro cerebro.

La paz merece de todo nuestro tiempo. Cuanto más despacio lea, más deprisa lograremos la paz y la felicidad universal. Quien afirme que no se debe escribir sobre la paz es que no ha leído sobre la guerra. Hay muchos libros justificándola y pocos argumentando la paz. Mi obra trina, tres libros con un sólo objetivo verdadero: ayudar a la humanidad a vivir feliz, es una apología a la paz interior y colectiva; contiene más de mil razones para merecerla.

No piense que porque escribí un libro titulado TERCER TESTAMENTO-Nueva concepción de la vida y del mundo y porque me guste el pseudónimo Apóstol de Paz voy a decirle ¡sea tolerante! No, por el contrario explico muchas cosas que lo volverán tolerante. Resulta ingenuo invitar a ser tolerantes, siendo que la tolerancia llega a nuestra vida cuando comprendemos muchas cosas que nos conducen a serlo. Tampoco voy a decirle: ¡cambie de actitud! No, en mi obra trina doy un curso básico de filosofía, de religión, y de sexualidad humana para ayudarle a asumir nuevas concepciones que le ayuden a cambiar de actitud. Mucho menos voy a decirle: ¡tenga paciencia con la crisis nacional y mundial! No, por el contrario deseo motivarlo para que sienta remordimiento por su indiferencia y egoísmo frente a ella. Estoy lejos de decirle: ¡arrepentíos, arrepentíos! No, voy a decirle comprométase a renovar creencias religiosas y filosóficas. Y por supuesto no voy a decirle NO MÁS violencia, NO MÁS Terrorismo. No, voy a darle un rotundo no más a este NO MÁS, invitándole a Un Sueño De Paz Para Vivirlo Despierto con los pies bien puestos sobre la Tierra. Y aunque parezca irónico tampoco voy a prometerle mejores tiempos. No, quiero proponerle una doctrina acorde con el avance de la ciencia y la evolución del pensamiento filosófico de los humanos que nos haga merecedores de mejores tiempos.

Tenga bien claro que tampoco hago proselitismo a religión alguna. Mi obra trina no se queda en la religiosidad del humano, es una obra práctica. Aún más, mi reflexión religiosa provocará que muchos líderes religiosos se rasguen sus vestiduras.

¡Jefes religiosos, nada deben temer de mí, pues no voy a fundar nueva secta religiosa! Bastante tenemos ya. Pero sí voy a invitarlos a convivir en paz y ¡ojalá! a que renueven creencias religiosas asumiendo una nueva concepción filosófica y teológica.

¡Jefes políticos, nada deben temer de mí, pues tampoco voy a fundar partido político alguno! Bastante han engañado ya. ¡Jefes militares, nada deben temer de mí! Pues mucho menos voy a organizar algún grupo armado revolucionario de sectaristas políticos o de fanáticos religiosos. Bastante muerte han, ambos, ocasionado.

Cuando un General de la República y sus hombres dan de baja a guerrilleros y paramilitares; cuando un Comandante Guerrillero y sus hombres dan de baja a soldados y paramilitares; cuando un Comandante Paramilitar y sus hombres dan de baja a soldados y guerrilleros; cuando un comandante norteamericano y sus hombres dan de baja a iraquíes y afganos; Cuando un comandante iraquí y sus hombres dan de baja a norteamericanos; cuando un líder religioso y sus hombres dan de baja a los que profesan una religión diferente; Etc. Aunque todos esgrimen sus razones, para mí no son más que asesinatos de seres de la misma especie, la especie humana.

¡Líderes revolucionarios, tampoco deben preocuparse por mí! En esta guerra que desangra a mi Colombia he llorado por igual la muerte de soldados, policías, paramilitares, guerrilleros y civiles. En el ámbito mundial, también he llorado la muerte de norteamericanos, españoles, iraquíes, afganos, árabes, palestinos e israelitas. Estoy presenciando con profunda tristeza el asesinato de la hermana especie humana en todas las naciones de la Tierra.

¡Ricos de la raza humana, de todas las religiones y de todos los partidos políticos del mundo, únanse para acabar con la pobreza, no con los pobres que los hacen ricos!

Y esta última advertencia: Quién se confiese seguidor de mi doctrina, es porque se siente preparado para morir e incapaz de matar bajo ningún motivo o circunstancia.

Con todas las anteriores advertencias, lo invito para que me acompañe en un ejercicio intelectual de razonamiento suficientemente lógico y psicológicamente aceptable, dentro de una concepción científica y espiritual del humano entre la paz y la guerra, entre el perdón y la venganza, entre el amor y el odio, entre la confianza y el engaño, entre la caridad y el egoísmo, entre lo justo y lo injusto, entre la verdad y la mentira, entre la sabiduría y la ignorancia, entre la fortaleza y la debilidad, entre el honor y la deshonra, entre la armonía y el caos, entre bendiciones y maldiciones, entre el pan y el hambre, entre el bien y el mal; para comprender la necesidad de mejorar gradualmente en todos los campos: en lo biológico, en lo cultural, en lo económico, en lo político, en lo filosófico, en lo histórico, en lo psicológico, en lo moral, en lo científico y en lo espiritual, hasta dar el salto al cambio esencial requerido por el humano para merecer una paz justa y duradera por los siglos de los siglos. A esta causa dedico mi vida entera, y mi obra trina pacifista es parte de ella.

En mi obra pacifista encontrará que los motivos y finalidades que ha esgrimido para justificar la guerra no tienen validez científica; por eso abordo al humano entre la paz y la guerra, entre la felicidad y el sufrimiento desde una perspectiva científica y espiritual sin sectarismo religioso, sin filiación política y sin discriminación alguna; por eso tampoco acepto ningún motivo como válido para asesinarnos mutuamente.

Quien desee entender mi propuesta de paz de manera integral debe ser respetuoso con todas las ideas expresadas por cualquier humano y sienta un profundo respeto por las enseñanzas de las Sagrada Escrituras de todas las religiones, y por los aportes de pensadores de reconocida idoneidad intelectual en el ámbito internacional. El conocimiento es patrimonio de la humanidad. Mi principal objetivo es ayudar a los humanos a pensar más y a nunca asesinar a sus semejantes.

En mi obra pacifista encontrará un marco filosófico que contiene el ABC De La Filosofía, es decir, las mismas preguntas, de siempre y por siempre, con múltiples respuestas dadas por todos los filósofos, desde 700 años antes de Cristo hasta nuestros días y; contiene un ejercicio para que participemos en el desarrollo de una concepción filosófica de paz, en oposición a la concepción filosófica de guerra que impera. Encontrará por primera vez todas las respuestas esquematizadas en dos tendencias; es decir, agrupando las dos concepciones filosóficas hasta ahora expuestas en forma dispersa. Y partiendo del compendio de las dos concepciones, se esboza por primera vez la tercera concepción filosófica. Sin embargo, SEMILLAS DE PAZ-Filosofía para todos, no es exclusivamente un texto filosófico, porque toda mi obra es una propuesta de paz integral que se vale de argumentos religiosos, filosóficos, científicos, económicos, históricos, psicológicos, políticos, ideológicos, y de todo lo que atañe al humano, porque él es quien hace la guerra. Los leones y las rosas no producen espadas, fusiles y bombas atómicas.

El Dr. Will Durant, decía: "La ciencia sin filosofía, los hechos sin perspectiva y valoración, no pueden salvarnos de la destrucción y la desesperanza. La ciencia nos da conocimientos, pero sólo la filosofía puede darnos sabiduría"

Sueño ver convertida mi obra pacifista en textos guías para todos los que se interesen por conocer los principios básicos, fundamentales de la filosofía; pero aplicada a la consecución del objetivo 1A de la humanidad: vivir feliz y en paz. Con el conocimiento superior que nos proporciona la filosofía podemos ordenar sabiamente nuestra vida individual y social. La filosofía nos da sabiduría, la ignorancia nos mantiene en la guerra.

Considero recomendable leer mi obra trina de principio a fin. Ella es una fórmula completa para curar el SIDA social: la guerra. Todos sus medicamentos son de indispensable aplicación. Aunque al principio puede gozársela leyéndola por partes.

Mi propuesta de paz individual y colectiva no es, definitivamente, ciencia-ficción, ni especulación filosófica, ni proselitismo político o religioso. Es el resultado de análisis de los informes rendidos por investigadores después de muchas horas de experimentación animal y humana en los laboratorios. Una propuesta de paz no se escribe desde un escritorio desconociendo los avances de la ciencia y la evolución del pensamiento. No debemos seguir desperdiciando el desarrollo del conocimiento logrado a través de investigaciones científicas y sociales; démosle aplicaciones, no son para almacenarlos en bibliotecas y en estantes voluminosamente copados de libros que nadie lee ni aplica. Por favor ayúdeme con mi slogan: El primer paso hacia la paz lo damos leyendo más. Me parece ingenuo pretender incrementar el índice de lectura de los ciudadanos de un país sin hacer nada por abaratar los libros y no incrementar las bibliotecas públicas.

Los falsos prejuicios que el humano tiene respecto a la guerra; los motivos y finalidades que ha esgrimido a través de la historia para justificarla, tienen origen tanto en su evolución biológica, como cultural, y son universales. Observe al mundo desde la totalidad, vea siempre las partes dentro del todo, vea desde el hemisferio derecho del cerebro, sin desconocer a su compañero el izquierdo, vea con amplitud y sin egoísmo y verá la diferencia. Por eso doy varios ejercicios de ambidextría mental y física. Que el mundo esté habitado por mejores humanos, constituye el principio básico de mi propuesta de paz, de la prosperidad y del progreso material y espiritual de la raza humana. Con mi obra pacifista completa explico cómo debemos poblar la Tierra y para qué nos debe servir un mayor conocimiento del mapa genético y del cerebro humano y de las ventajas de los partos sin dolor y en agua.

Tenemos que rescatar a la especie humana y a los demás seres vivos de las garras del hombre y de la mujer actual. La expresión más pura de un humano es un recién nacido; dependiendo de la forma como le recibamos desde el momento que es engendrado, su desarrollo en el vientre de la madre, su feliz nacimiento, la forma como le alimentemos y eduquemos, haremos al nuevo humano a que me refiero.

Una niñez con insuficiencia alimentaria, falta de cuidado y amor, sin techo, sin atención adecuada de salud, escasa recreación, víctima de la violencia intrafamiliar, abandonada por sus padres y condenada a una vida callejera de prostitución y delincuencia al crecer; una juventud sin oportunidades educativas ni laborales, frente a un panorama desolador de gobernantes que roban a sus pueblos, terrorismo en todas las formas, la capa de ozono y grandes extensiones de flora y fauna destrozadas de manera criminal e irreversible con incendios forestales y derramamiento de millones de barriles de petróleo en ríos y cañadas; hermanos soldados, guerrilleros, paramilitares y civiles asesinándose inmisericordemente unos a otros; es la explicación a las altas tasas de alcoholismo, drogadicción y suicidio juvenil y el desencadenamiento a índices superiores de destrucción social, difícil de contener a corto plazo. Difícil mas no imposible si líderes religiosos, gobernantes, guerrilleros y paramilitares, dirigentes empresariales y políticos, padres de familias, educadores, periodistas, y ciudadanos todos compartimos la responsabilidad.

No nos podemos quedar cruzados de brazos observando a la casi-mujer y al casi-hombre que somos y que aniquila al ser vivo de la faz de la Tierra.

Devolvámosle la fe en la humanidad, el amor a la vida y la esperanza en un futuro mejor, a las nuevas generaciones de humanos. Permitámosle volar a las aves, nadar a los peces, correr a los corderos, pensar a los humanos y por sobre todo atrevámonos a una nueva concepción de la vida y del mundo.

Estoy consciente de la complejidad del tema, objeto de mi obra: la Paz y la felicidad universal. No sólo tenemos que influir y dirigir la evolución cultural sino también la biológica. La cuestión no es nada sencilla, pero tampoco imposible de realizar.

Con frecuencia le he escuchado decir a un amigo: "Quien cree haber descubierto algo nuevo, es porque no ha leído suficiente" Tiene razón. Quienes han leído suficiente serán más amables con sus críticas, y por el contrario los que saben poco serán implacables criticando mis reflexiones; pero no por ello me quedaré cruzado de brazos sin ni siquiera atreverme a escribir lo que pienso, porque frente a la inmensidad del conocimiento nunca se logra saberlo todo.

Charles Darwin, en la introducción de su segunda obra escrita en 1871 "La Descendencia Del Hombre", es decir, después de haber sufrido las burlas que ocasionaron su primera obra (El Origen De Las Especies), aún vigente en lo fundamental, afirmaba: "Son los que saben poco, y no los que saben mucho, los que aseveran positivamente que éste o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia".

Quiero que el sueño de paz y felicidad universal contenido en mis reflexiones sea de todos. Alguien dijo: "Los sueños se convierten en realidad cuando el deseo firme los transforma en acciones concretas". El subrayado es mío.

Si algún día logramos rescatar al planeta Tierra de las garras del hombre y de la mujer actual, haremos realidad este sueño. Necesitamos un nuevo humano, esa es mi mayor ilusión.

Algunas afirmaciones obedecen a deducciones realizadas a partir del análisis serio de varios descubrimientos científicos actuales y están lejos de ser adivinaciones futuristas irresponsables. Adelantarse al futuro ha sido motivo para ser tildado de loco; pero el tiempo se ha encargado de demostrar que se trataba de un visionario cuerdo. Asumo el riesgo con certera esperanza.

No soy de profesión escritor, le pido sea indulgente al juzgar la forma como escribo lo que pienso. No sea que por estar pendiente de donde me falto una tilde, puse una coma, de Mas, o una, mayúscula en el lugar de una Minúscula, se pierda de comprender mi propuesta de paz y felicidad universal. Le sugiero se concentre en lo esencial sin importar mis aptitudes literarias. –En este párrafo los errores ortográficos son a propósito—

Mientras escribo siempre ronda en mi cabeza la siguiente pregunta: ¿Vale la pena el esfuerzo que hago al escribir lo que pienso? Los gobiernos de mi país y del mundo y usted tiene la respuesta si acoge y practica mi propuesta.

Sin la paz de las naciones no es posible la paz mundial

Sin paz interior individual no es posible la paz nacional y sin la paz de las naciones no es posible la paz mundial. Si la guerra fuese inevitable, tendríamos que olvidarnos de haber disfrutado de la paz interior y colectiva, así haya sido por cortos tiempos.

En cuanto a la ubicación espacial de mi obra pacifista quiero advertir que aunque Colombia ha sido la motivación inicial, el análisis no se circunscribe únicamente al conflicto interno iniciado hace muchos años, y agravado en los actuales momentos por el fenómeno mundialmente conocido como el narcotráfico y el terrorismo. Apropósito de estos dos flagelos, en mi obra pacifista expongo mi punto de vista. Estoy dispuesto a morir participando mis ideas, pero nunca a matar por querer imponerlas.

Mi obra trina pacifista la he escrito con un lenguaje y de tal manera que cualquier humano de cualquier país y época, respetándole su ideología religiosa, su filiación política, y hasta sus preferencias sexuales, la entienda, la acoja y la practique.

Teniendo en cuenta el conflicto interno de mi país he elaborado un documento borrador, que he denominado Acuerdo Nacional De No-Violencia por la Paz integral en Colombia el cual propongo sea firmado por absolutamente todos los sectores de la sociedad. Al examinar la imparcialidad y objetividad en su elaboración se dará cuenta que puede ser aplicado por cualquier país del mundo con similares problemas. Los males que aquejan a mi país no son de nuestra exclusividad. No podemos cometer el error de analizar al humano fuera de su entorno social y biológico, como tampoco concebir un país absolutamente independiente del contexto mundial. Pues cierto es, que no sólo a mi patria la azota la violencia. Todo lo que es bueno para nuestra patria chica, es bueno para el mundo. Además, la conservación del planeta Tierra y la supervivencia de la especie humana debe ser preocupación mundial.

¿Está preocupado por su vida? Hace bien; ¿Está preocupado por su familia? Hace bien; ¿Está preocupado por su ciudad? Hace bien; ¿Está preocupado por su país?, Hace bien. Pero yo lo invito a que nos preocupemos por el planeta Tierra en donde se encuentra nuestro país, nuestra ciudad, nuestra familia, nuestra vida; visualizando una explicación integral a la crisis mundial para encontrar soluciones integrales.

Mi obra está dedicada a todos los humanos del planeta Tierra, para quienes anhelo una paz justa y duradera por los siglos de los siglos.

Las acciones de un gobierno que priorice la paz deben estar orientadas por una clara teoría pacifista de amplia divulgación, para que los gobernados la comprendan y la apoyen de manera decisiva. Con ambigüedades y mentiras de todos los sectores en conflicto, en el ámbito nacional e internacional, estamos a mil años luz de la paz y de la felicidad universal y bastante cerca de la extinción de la especie humana; porque en una guerra nuclear no habrá vencedores o vencidos; sólo extinción.

Los que hacen la guerra la hacen motivados por ideas guerreristas que obedecen a teorías igualmente guerreristas. ¿Queremos la paz y la felicidad universal? Construyamos entre todos una teoría pacifista, para que nuestras ideas sean pacifistas y por lo tanto nuestros actos sean de paz. Sin teoría pacifista no son posibles acciones de paz, reitero.

Rescatemos de la teoría marxista-leninista lo que no es guerrerista y junto con otras disciplinas del saber construyamos la teoría pacifista. La teoría guía la práctica y ésta la perfecciona. Mi humilde obra es un aporte, para que entre todos construyamos una teoría pacifista que señale el camino que debemos recorrer.

Ningún gobernante, ningún partido político puede lograr la paz para su país, si no posee un conocimiento profundo de los múltiples factores que producen la guerra, si no aplica una teoría pacifista, asumiendo las transformaciones pertinentes.

Así como estamos podemos llegar a acuerdos políticos temporales, en el ámbito nacional e internacional, que no son más que distribución de poder, logrados por poderes existentes en el seno de una sociedad humana codiciosa; pero no a la paz justa y duradera soñada por todos.

El 31 de octubre del 2003 me encontré con la amiga Salomé a quien hacía mas de cuatro años no veía y me preguntó por el libro. Ahí estoy escribiéndolo–le respondí. A lo que ella replicó: apresúrate, no sea que cuando salga ya esté desactualizado. ¡Ojalá!-respondí. Porque cuando los humanos logremos convivir en paz en toda la Tierra, sólo así mi libro perderá su razón de ser—le aclaré. Amiga Salomé tengo afán; pero no prisa—le expliqué. Han transcurrido más de cuatro años de mi último encuentro con mi querida amiga Salomé y la crisis mundial se ha agudizado aún más y toda mi obra pacifista sigue y seguirá vigente hasta el feliz día en que la humanidad logre paz interior y sea feliz.

Sí, mi hermano lector, tengo afán pero no prisa, porque mientras escribo lo hago con amor por todos mis hermanos carnales y espirituales, por ello disfruto mucho releyendo, pues, el primer complacido soy yo, al sentir que con mis reflexiones cumplo la voluntad de Dios que se materializa en la voluntad de mi Dios interior.

Mi propuesta de paz es como el vino, cuanto más tiempo pase se pone mejor. Espero que después de leer mis tres libros, los lleve con la mano izquierda a su pecho a la altura del corazón y exclame: ¡La paz sí es posible, si yo me comprometo a concebir una nueva concepción de la vida y del mundo! Por fin una propuesta clara, práctica, objetiva, neutral y seria que mejorará mi vida material y espiritual al tiempo que participo de la pacificación nacional y mundial ¿Y lo mejor? Que es sustentada religiosa, filosófica y científicamente.

Esta es mi intención. Si exclama lo contrario, lo siento mucho, no la entendió. Por favor, vuélvala a leer. Recuerde: El primer paso hacia la paz lo damos leyendo más.

Justificación del Proyecto de Acuerdo Nacional de No Violencia por la Paz integral en Colombia.

Las sociedades del mundo siempre han tenido la necesidad de organizarse a través de un gobierno que las oriente, las dirija a puerto seguro, donde haya satisfacción de necesidades físicas, espirituales y emotivas, donde prime el bien común, donde haya paz. Y para escoger ese gobierno, hace política el humano. Por lo tanto la política es una actividad connatural en el humano, en el ser social. (Es en la relación con los otros en sociedad como toma conciencia de sí mismo).

La Nación como el espíritu del pueblo, el elemento humano unido por su historia, su lengua y su cultura, crea el poder político para beneficio de absolutamente toda la comunidad y no exclusivamente para los pocos que llegan al poder. EL usufructo por unos pocos es una aberración del ejercicio del poder político.

La búsqueda del bienestar y el progreso de la gente, la satisfacción de sus necesidades de toda índole; son finalidades prioritarias del poder político, que no las podemos confundir con las finalidades del político, de la persona, o grupo que ejerce el poder político. Cuando se cumple las finalidades del poder, estamos frente a un poder legitimado. Por ello escuchamos muy a menudo decir que éste o aquél gobierno no es legítimo, que ha perdido su gobernabilidad. Los ejércitos ilegales se crean porque El Estado con su ejército legalizado no le cumple al pueblo que les concedió poder político.

El desarrollo de la sociedad produce el poder político, como la disponibilidad de medios (La norma constitucional, el ejército, la policía, las ramas del poder, etc.) para que quién lo asuma domine, imponga, decida sobre ella misma, con tal de buscar el bien común. De ahí la importancia de mejorar la formación cívico-político de los ciudadanos. Sin estas condiciones no es posible legitimar el poder en términos reales.

La ley de justicia y paz dictada por un Estado injusto y guerrerista está lejos de ser legítima. Verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición se debe aplicar también a las instituciones del "Estado democrático" que no le cumple a los gobernados, de quienes recibió el poder político.

Es inútil pretender compensar la frustración de la población con llamados a la identificación con valores patrios. Pueblo insatisfecho incrementa el abstencionismo en los procesos electorales. Los individuos que integran una nación se identifican con el poder político y la política nacional de sus órganos de poder del Estado cuando participan masivamente en las distintas jornadas electorales.

Concertar políticas estatales, con principios morales corruptos, con normas legales cómplices y con una planeación económica parcializada a favor de unos pocos; difícilmente legitima el poder político.

Si tenemos unos servidores públicos en grados sumos corruptos es porque la mayoría de la sociedad lo está también, cuando vende su voto o es irresponsable, deshonesto con el compromiso como ser social, al no votar. Los que votan a conciencia son muy pocos.

A menos formación política, más indiferencia, menos participación electoral y por lo tanto mas arbitrariedades de la clase gobernante por no ser los más honestos y capaces, sino los más sagaces y astutos para engañar una nación con poca formación e interés en lo político y dispuestos a vender su conciencia.

A la clase política nacional y mundial le digo, con todo respeto, que la paz no la vamos a lograr reuniendo lo mejor, ideológicamente hablando, de todos los partidos para crear un nuevo partido concebido de manera perfecta en la letra y lejos de satisfacer las necesidades reales de los gobernados. Recomiendo con humildad a los actuales líderes políticos que dejen de preocuparse por la supervivencia de sus partidos mientras la República se muere. Hoy por hoy, ni los mismos jefes de los grupos políticos están en capacidad real de decir qué los diferencia de sus adversarios. Los liberales han sido conservadores, los conservadores han sido liberales y los de izquierda han trabajado a gusto con la derecha liberal-conservadora. La paz es un buen motivo para la unión sin sectarismo político ni religioso ni económico. Este conflicto prolongado en el seno de nuestra sociedad ha enfermado nuestra voluntad política y ciudadana. La paz merece toda nuestra sana voluntad.

En la medida que se logre incrementar, con formación política de los ciudadanos a temprana edad, el voto de opinión, el voto de conciencia, el voto responsable y gratuito llegará el día en que se cumplirá el derecho a votar de manera voluntaria. Por ahora es urgente el voto obligatorio.

Los acuerdos parciales entre los sectores en conflicto son inútiles si no cambian las circunstancias materiales y espirituales de vida generadoras de violencia entre los humanos en sociedad. Toda la sociedad es responsable de la violencia que se genera en su seno, luego toda la sociedad debe comprometerse a cambiar dicha circunstancias.

En Guatemala, en el Salvador y en Nicaragua (casos estudiados por mí) los índices de delincuencia aumentaron notoriamente después de los acuerdos de paz, porque éstos benefician a unos pocos y el grueso de la población continúa sin satisfacer sus necesidades vitales.

Son múltiples los factores generadores de violencia, no sólo la produce el enfrentamiento de grupos armados civiles y las fuerzas armadas del Estado, por tal razón para efectos del acuerdo propuesto el Estado es un sector más en conflicto que representa a un conglomerado de humanos con intereses de clase, por lo tanto se requiere de una veeduría internacional para el cabal cumplimiento del presente acuerdo. Los países amigos nombrarán un moderador con facultad para proponer iniciativas en los acuerdos multilaterales entre el gobierno y todos los sectores de la sociedad gobernada.

¿Cuántos ciudadanos se han sentido atropellados y violentados en sus derechos por parte de las instituciones del Estado? Muchos, ¿verdad? Un estado corrupto es generador de violencia, por lo tanto ninguno de los generadores de violencia tiene derecho a juzgar o a perdonar por separado. En términos del acuerdo propuesto, el perdón se concibe de manera recíproca e integral en igualdad de condiciones.

La superación del racismo institucional (creerse mejor humano porque trabaja para una institución del Estado), la superación de este complejo de superioridad, insisto, permite una relación entre iguales y por lo tanto no habrá ofensas que no sean objeto de reconciliación. Todos, sin excepción, deben estar en la mesa de negociación con voluntad de compromisos concretos.

En estos términos, el Estado como captador de impuestos, como legislador, como fuente de inversión pública y prestatario de servicios públicos debe constituirse en promotor de la concertación social y de la resolución de conflictos, sin desconocer su culpabilidad en la crisis nacional. Humanicemos el Estado, superemos su concepción abstracta. Un Estado altamente represivo, inmisericorde en aplicación de multas y sanciones, exprimidor recaudando impuestos y negligente en la inversión social, conduce al resentimiento social de los gobernados. Y un resentido social es un criminal en potencia.

Con ambigüedades y mentiras de todos los sectores en conflicto, estamos a mil años luz de la paz. La humanidad está llena de bandidos. Todos lo somos de una u otra manera; cuando vendemos el voto, por ejemplo. Trabajemos todos por la paz. Esperanza no es esperar a que otros hagan lo que podemos hacer todos.

Es inapropiado hablar de soluciones no violentas de los conflictos, pues todos sabemos que la violencia no soluciona nada, sólo engendra más violencia. Los actores armados ilegales y legales ejercen la violencia sobre los gobernados.

Los grupos armados ilegales en cualquier lugar del mundo necesitan de los secuestros para financiar la guerra y de escudo para sus operaciones militares; así que mientras existan ejércitos ilegales existirán los secuestros. Acaso los faraones no secuestraban nacionales y extranjeros, los romanos a egipcios, los palestinos a israelíes, iraquíes a norteamericanos, etc. En todas las guerras hay secuestros, entonces acabemos con la guerra para no estar haciendo acuerdos humanitarios indefinidamente. Durante más de 40 años he observado todo el juego político, económico y social del secuestro. Secuestran y liberan, lo único que cambia son los secuestrados, unos más importantes que otros, algunos muy ricos y otros muy pobres, pero siempre soy testigo de que no han cesado los secuestros ni en Colombia ni en los países en guerra. En Colombia se está buscando la liberación de algunos secuestrados, pero no se está haciendo nada para que no sigan los secuestros, porque la búsqueda de paz integral no la veo por ningún lado. La liberación de secuestrados no es cuestión de calidad de los intermediarios ni de la cantidad de territorio despejado para tal fin, si no de voluntad de los secuestradores que permanecen en guerra. ¿Y cuál voluntad? Si parte del juego macabro de toda guerra incluye secuestros.

En Colombia no existe un proceso de paz, tan sólo se está pretendiendo que algunas de las varias organizaciones armadas ilegales (AUC, FARC y ELN) se desmovilice y deje las armas.

En Colombia se lleva acabo un proceso de reinserción, en términos jurídicos, a la vida civil de algunos desmovilizados externamente, porque internamente los espíritus continúan armados. Quienes hasta ahora se han desmovilizados, tras haber perdido su libertad están dedicados a defenderse judicialmente de otros humanos para nada libres de pecado.

Lograr la desmovilización y desarme de un ejército al margen de la ley ("ilegal") que luchaba con ideales democráticos, sin que el Estado armado haga mejoras en la democracia, está predestinado al rearme y a la reorganización con más disciplina militar. Los que no se desmovilizaron al ver el fracaso se arman con más ímpetu y los inconformes en abundancia crean nuevos grupos armados. "Águilas negras" las hay en toda la sociedad legal e ilegal. En el mundo abundan los violentos de todos los signos ideológicos tanto políticos como religiosos.

Claro que todos conocemos el dicho: «Es mejor un mal acuerdo que un buen pleito». Y yo digo que son mejores acuerdos humanitarios temporales, ya que ninguna guerra es buena; pero sin olvidar que los acuerdos se rompen cuando las circunstancias que le dan origen cambian. Más que acuerdos humanitarios temporales, lo que necesitamos es mejorar las circunstancias materiales y espirituales de vida, para que no se produzca la guerra.

Para una paz justa y duradera hace falta algo más que manifestaciones, por televisión, de rechazo a la violencia; se necesita que toda la sociedad tome conciencia y se comprometa con acciones concretas solidarias. Cada sector de la sociedad debe expresar en términos concretos a qué se compromete dentro de la redacción de una nueva constitución política. De ahí que propongo el derecho a participar con voz y voto a los representantes de los sectores que se comprometan con acciones concretas.

Permítame comparar el anhelo de paz de Colombia y otros países en guerra, con un grupo de directivos que se reúnen a quejarse del encierro, del secuestro voluntario a que se someten por tener que trabajar todo el tiempo, y llegan a la conclusión de que necesitan de un buen paseo vacacional a las montañas de su país. Sí, definitivamente todos necesitan y quieren unas vacaciones, pero cada uno tiene que aportar su cuota. Digamos que la empresa hipotética tiene por política exigir que todos deban aportar la cuota o de lo contrario el paseo no se realiza. Algunos en vez de aportar su cuota se quedan describiendo, de mil maneras, la fatalidad del encierro; y otros sueñan, en voz alta, con el aire puro de las montañas, de la brisa, del trinar de los pájaros y los hermosos paisajes inspiradores de paz interior, que la geografía nacional ofrece, pero no aportan su cuota. Entonces, el paseo no se hace. Por eso los países en guerra no logran la paz integral, porque nadie quiere aportar la cuota.

Me produce mucha tristeza cuando veo, por ejemplo, a un representante legal de alguna institución financiera manifestando por televisión su rechazo a la violencia; claro que hace bien al manifestar su rechazo a la violencia, pero es que siempre me quedo esperando que informe sobre su cuota de solidaridad para construir la paz. Quisiera oírle decir que la gerencia ha decidido facilitar el acceso al crédito eliminando requisitos y disminuyendo la tasa de interés para los créditos de vivienda y para la inversión empresarial; porque están interesados en ayudar a la generación de empleo. Pero no oigo nada por el estilo, por el contrario en el otro canal están informando sobre desalojos, por incumplimiento de muchas cuotas del crédito hipotecario. ¿Cuántos ciudadanos han perdido su vivienda, porque se quedaron sin empleo y no pudieron pagar las cuotas? Es insólito que mientras un país está sumido en su mayor crisis social y económica, varias entidades financieras estén obteniendo exorbitantes utilidades y sean galardonadas por organismos internacionales, por lograr alta rentabilidad en sus operaciones. Y resulta que cuantas más altas sean las utilidades de una entidad financiera, más baja está siendo su participación en el proceso de pacificación del país donde realiza sus operaciones. El paseo a las montañas en busca de paz interior de manera individual y colectiva de los directivos de la empresa llamada Mundo no se realiza, porque no se aporta la cuota.

Igualmente acontece cuando escucho a algún representante de los varios grupos económicos de la nación, quejarse de los actos terroristas en las carreteras que impiden salir de paseo; pero me quedo sin escuchar la cuota de compromiso. Cómo me gustaría escuchar que se comprometen a obtener sus utilidades por volumen de venta y no por margen de utilidad, para que sean muchos los productos a bajo precio satisfaciendo las necesidades de la población. Cómo me gustaría que se comprometieran a bajar la tasa de explotación del humano por el humano para que así se generase más empleo. De igual manera se puede afirmar que cuantas más altas sean las utilidades de un sector económico, más baja está siendo su participación en el proceso de pacificación del país donde obtiene sus utilidades. Es insólito que mientras un país está sumido en su mayor crisis social y económica, sectores económicos estén obteniendo exorbitantes utilidades y se enorgullezcan de su eficiencia administrativa y financiera a pesar de que el país donde realiza su actividad productiva esté sumido en la más preocupante pobreza y en guerra. Otro directivo que quiere ir al paseo, pero sin aportar la cuota y resulta que sin su cuota no es posible realizar la caminata por la paz interior a las montañas de su país.

También me produce tristeza escuchar algún representante de los grandes comerciantes del país quejarse del encierro, del secuestro voluntario a que se somete por tener que trabajar todo el tiempo sin poder salir en confortable vehículo a las montañas a respirar aire puro; pero también me dejan esperando sin escucharle manifestar el monto de la cuota. Me haría muy feliz escucharle explicar que su sector se compromete a disminuir el margen de utilidad de cada producto comercializado, para que sus ventas se incrementen y así la población demande más bienes y servicios y en este círculo productivo y comercial generar más empleo.

¡Cómo me gustaría escuchar decir a todas las librerías y editoriales de mi país y del mundo que van a reducir su margen de utilidad para abaratar todos los libros del planeta Tierra!, ¡Cómo me gustaría ver a los altruista del mundo pagar la impresión para distribución gratuita de los libros cuyos autores así lo autoricen! ¡Cómo me gustaría que todas las instituciones gubernamentales de todos los países del mundo establecieran dentro de su presupuesto la obligatoriedad de obsequiar determinado número de libros que tengan que ver con el mejoramiento intelectual, espiritual y material de los humanos que habitan este bello planeta! ¡Qué diferente sería la vida en el planeta Tierra si todos sus habitantes leyeran más! La ignorancia nos mantiene en la guerra, la sabiduría nos dará la paz. El primer paso hacia la paz lo damos leyendo más, gracias por continuar.

Dónde está la cuota de las empresas de servicios públicos que incrementan los ataques cardiacos cada vez que un ciudadano abre una factura. El costo inicial de la infraestructura de las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios hace mucho tiempo que ya se recuperó y por lo tanto las tarifas deben ser las requeridas para cubrir el mantenimiento y crecimiento de la cobertura de las mismas. Todas deben operar buscando el equilibrio entre una eficiente y eficaz prestación de servicio y el cubrimiento de los costos operacionales. Deben regresar a sus legítimos dueños: EL PUEBLO. Mientras sea tan costoso tener los servicios públicos sin cortar, es muy difícil tener paz interior y vivir feliz

Cualquier país del mundo necesita algo más que plegarias para pacificarse. Imagine por un minuto que todos diésemos el diezmo de nuestros ingresos para inversión generadora de empleo. Quien tiene poco, poco dará. Cómo me gustaría que las grandes fortunas de las organizaciones religiosas aportaran la cuota para ir al paseo por la paz interior y la felicidad de todos los feligreses, pero no con sermones y prohibiciones moralistas.

¡Ricos del mundo uníos para acabar con la pobreza, no con los pobres que os hacen ricos! Debe ser el grito unánime de la sociedad nacional y mundial. Ricos colombianos uníos para adoptar una familia desplazada por la violencia. Con solidaridad en términos concretos no es necesario ir a las marchas a decir NO MÁS VIOLENCIA, NO MÁS TERRORISMO. Por favor, no más NO MÁS. ¡Ojo! Gobierno Nacional no financie la guerra exprimiendo única y exclusivamente a los pobres y a los que de puro milagro están trabajando.

El Acuerdo Nacional de No-violencia por la Paz de las naciones propuesto para Colombia busca el cambio de todos, gobernantes y gobernados; busca el cambio del inconsciente colectivo, busca el cambio de las circunstancias materiales y espirituales generadoras de violencia; permite la participación efectiva de todos, y rechaza cualquier forma de protesta que no conlleve un compromiso concreto y real de cada ciudadano, de cada sector gremial, de cada capitalista, de cada terrateniente, de cada organismo del Estado, de cada grupo guerrillero, de cada grupo paramilitar, de toda la sociedad.

La superación de esta situación caótica cada día en aumento, no depende únicamente del presidente de turno ni de gobernantes departamentales y municipales ni de legisladores ni de líderes revolucionarios y sindicales, ni de los paramilitares; también depende de todos los grupos económicos, de todos los medios de comunicación, de todas las organizaciones en el seno de la sociedad, de usted amigo lector. Sí, la responsabilidad es de todos. Por ello el Acuerdo Nacional De No-Violencia que les presento hace posible que todos nos comprometamos a construir la paz integral justa y duradera.

No esperemos un súper gobernante sabio, mago y santo que nos saque de esta crisis tan antigua. No esperemos un milagro para salir de la crisis, el milagro lo hacemos todos, sea cual fuera el partido político o la religión a que pertenezca.

¡Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra! Pecadores todos, participemos en el Acuerdo Nacional De No-Violencia sin egoísmo, sin codicia, sin rencores, sin odio, sin racismo institucional (creerse mejor humano porque trabaja en una institución del Estado) o económico (creer que el rico es mejor humano que el pobre) sin ira, con humildad, sin retórica, pero sí con compromisos concretos de paz.

El ACUERDO NACIONAL DE NO- VIOLENCIA propuesto para Colombia y cualquier país del mundo con similares problemas, es el resultado de varios años de ardua investigación de la realidad nacional y por todo lo que tuvieron que pasar países como Guatemala, el Salvador, Nicaragua y muchos más.

Tarde o temprano los países en guerra tendrán que firmar un acuerdo similar, en su fondo y esencia, al que estoy proponiendo; pero yo quiero que con la cuota de todos sea más temprano que tarde.

A continuación leerá 33 cláusulas o artículos del proyecto de acuerdo nacional de no violencia. Agradezco la tolerancia y comprensión con los puntos que no acepten, pero si a vuelta de correo me dicen por qué no los comparten, ésas diferencias vistas en conjunto ampliarán mi punto de vista, que quiero compartir nuevamente con ustedes. Es mi pequeña cuota por la paz.

Que la historia no se repita; es necesario garantizarle a los excombatientes el derecho real al trabajo y a unos ingresos mínimos, de lo contrario, seguirán delinquiendo para poder subsistir. Propongo la creación temporal de la policía rural. Prefiero cuarenta mil o más nuevos policías rurales plenamente identificados trabajando por la convivencia pacífica y no a 20 mil guerrilleros y 20 mil paramilitares, sin identificar, que no dejan trabajar en paz a más de 40 millones de colombianos y aumentan el desempleo de los ciudadanos de bien. Hoy tenemos mejores policías, porque es más fácil prescindir de un mal policía. La guerra nos vale mucho más que los nuevos policías rurales y será algo temporal mientras logramos la paz integral.

No podemos ni debemos continuar con procesos de paz parciales. ¿Cuántos de los guerrilleros rasos pertenecientes al amnistiado movimiento M19 están hoy haciendo parte de las FARC-EP, del ELN, de los Paramilitares y de la delincuencia común? ¿Cuántos soldados que al terminar de prestar servicio militar, y no conseguir trabajo honesto, están hoy haciendo parte de los grupos armados al margen de la ley? Sin duda, muchos. ¿Cuántos de los líderes del M19 fueron asesinados y cuántos están exiliados forzosamente? ¿Qué garantías reales se ofrecen a los nuevos líderes políticos? No seamos deliberadamente miopes e hipócritas.

Necesitamos un Acuerdo Nacional de No-Violencia para garantizar la subsistencia a quienes están combatiendo por física necesidad material. Aún más, la policía cívica rural la podemos crear ya para disminuir los combatientes al margen de la ley.

La última palabra la tendrá la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) redactando la nueva constitución política con base en lo acordado previamente por todas las partes. Un Acuerdo Nacional de No-violencia debe constituirse en un mandato claro para los miembros de dicha asamblea.

A la Asamblea Nacional constituyente se debe llegar con un mandato ampliamente definido. Nadie entrega escrituras antes de recibir a satisfacción el valor acordado o se haya especificado algún grado de hipoteca. La paz vale el compromiso serio de todos. Y no más conejo. La paz también es rentable y es una rentabilidad que exalta la vida.

En la conformación de la ANC se debe buscar una participación equilibrada entre lo público y lo privado; es decir, entre el sector gremial y productivo, el ejecutivo nacional, las fuerzas armadas del Estado, los combatientes al margen de la ley y el sector político.

Es mejor un sistema democrático por imperfecto que sea, a una dictadura perfecta. Claro está que si la actitud egoísta de toda la sociedad y de quienes ostentan el poder político continúa inmodificable vamos lenta pero inexorablemente hacia una guerra civil amplia y generalizada que pondrá fin a los precarios Estados de derecho.

La actual política neoliberal hizo crisis, actualmente se requiere nuevamente la teoría Keynesiana de pleno empleo, pero actualizada acorde con la experiencia que nos ha proporcionado la aplicación de nuevas teorías económicas.

Por favor no aleguen déficit fiscal para poder realizar mi propuesta de paz, pues cualquier presupuesto es pequeño para tantos corruptos que llegan a ocupar los cargos de elección popular a un precio muy alto. Mientras sea tan costoso llegar a cargos de elección popular, es ingenuo pensar que los elegidos sean honestos. Estoy consciente que el sólo voto obligatorio, sin acompañarlo de concientización masiva no sirve de mucho a mediano y largo plazo; pero a inmediato y corto plazo llama a reflexión y a cambios de actitud a la clase política corrupta o simplemente la saca del escenario dando paso a los independientes más honestos y preparados.

Entiendan por favor esta humilde propuesta soñada por mí como simple ciudadano del mundo. Quiero que todos seamos apóstoles de paz. Y que los pocos apóstoles de guerra que persistan se conviertan, a corto y mediano plazo, por la fuerza de nuestros actos pacíficos solidarios. Los apóstoles de guerra se acaban cuando todos seamos apóstoles de paz. No a sangre y fuego. Me produce profunda tristeza y consternación cuando escucho a un presidente exclamar: ¡A la carga contra los violentos! Me gustaría que dijera: voy a dar cargas de arroz, de plátano a mis gobernados para que no ingresen a las filas de los insatisfechos.

En el proyecto de acuerdo propuesto me anticipo a incluir puntos que ni los guerrilleros ni los paramilitares ni el gobierno nacional han tocado por el momento, pero sé que tarde o temprano estarán en discusión.

Independientemente de qué tan acertadas sean mis afirmaciones, quiero que le quede bien claro que soy sincero al afirmar que no estoy a favor ni en contra de ninguno de los sectores en conflicto de mi país y en el mundo; simplemente estoy en búsqueda, en la medida de lo posible, de explicaciones objetivas, racionales, sistemáticas y generales de la violencia de la humanidad. Con mis reflexiones quiero justificar la manera como concibo el camino pacífico que debemos recorrer para lograr una paz justa y duradera.

Permítanme, por favor, pensar en voz alta de manera independiente e imparcial. Mi humilde intención es tener un borrador, con la colaboración del mayor número de personas posibles, para presentarlo al honorable congreso, sin sectarismo político, económico o religioso de mi parte. Ayúdenme a soñar con algo concreto. No más bla bla bla…No más verbalismo razonador inútil de retórica pacifista sin fin.

La lucha de todos los firmantes debe ser contra la pobreza, la injusticia social en todos los niveles, la discriminación humana, y cualquier forma de privilegio o racismo económico.

Cómo está el ordenamiento jurídico actual un presidente de la República independientemente de que le cumpla al pueblo lo prometido en campaña, independientemente de que haga un buen ejercicio del poder en beneficio de las mayorías sale con salario vitalicio de expresidente. Ellos serían más serios con sus promesas si estuviera en juego la pensión vitalicia.

A manera de conclusión quiero expresar que la superación de la actual crisis no depende de algún partido político en particular; pero sí de políticas acertadas de Estado y de la adecuada formación y participación política de los gobernados.

Hago énfasis en la necesidad de buscar caminos entre todos, sin exclusivismo, pues ningún partido tiene la verdad absoluta y quien crea tenerla entra en el totalitarismo y excluye a los demás que también tienen ideas con que contribuir en la búsqueda de soluciones a los complejos problemas de las sociedades modernas. Planear y plantear una propuesta seria y práctica que de plena garantías políticas, jurídicas, sociales, laborales, educativas y de seguridad es mi objetivo prioritario.

Le anticipo que en el Acuerdo Nacional de No-violencia se garantiza el derecho al trabajo de absolutamente todos los desmovilizados y de los que nunca han pertenecido a grupos armados. No es populismo, pues no soy político, soy práctico, objetivo y neutral.

A largo plazo, en una economía de pleno empleo no hacen falta tantos compatriotas armados. Los jóvenes deben estar capacitándose en los establecimientos educativos. Los humanos mayores entre los 30 y 50 años de edad harán una magnífica labor en las fuerzas armadas de amplia formación académica, técnica y necesaria experiencia laboral.

En concertación con el mundo se debe buscar, en el mediano plazo, la legalización de la droga. El narcotráfico es la mayor fuente de financiación de los insurgentes. No debemos ignorar la historia del tabaco y de los licores. No seamos miopes frente a la historia.

Los invito a discutir con respeto los 33 puntos ingresando de manera gratuita a Apostolado Pro Paz y Felicidad Universal cuyo correo electrónico es . donde quiero que participemos sin ninguna clase de sectarismo, sin ánimo de lucro y con el único interés común: La paz integral nacional y mundial.

¿Señores del gobierno nacional, departamental y municipal, señores guerrilleros, señores paramilitares, señores capitalistas, señoras y señores, firmarían ustedes el siguiente Acuerdo Nacional de No-violencia?

Partes: 1, 2, 3
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