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La influencia de Goethe en la historia y el romanticismo (página 2)

Enviado por thomas


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De inteligencia superdotada, y provisto de una enorme y enfermiza curiosidad, hizo prácticamente de todo y llegó a acumular una omnímoda o completa cultura. Primeramente estudió lenguas, aunque sus inclinaciones iban por el arte y nunca, a lo largo de toda su vida, dejó de cultivar el dibujo; al tiempo que escribía sus primeros poemas, se interesó por otras ramas del conocimiento como la geología, la química y la medicina.

Goethe estudió Derecho en Leipzig (1765); allí conoció los escritos de Winckelmann sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Frankfurt; Katharina von Klettenberg, amiga de su madre, le cuidó y le introdujo en el misticismo pietista, que ponía su énfasis en el sentimiento dentro de la confesión protestante; por entonces compuso sus primeros poemas. Retomó los estudios en 1770 en Estrasburgo y los concluyó al año siguiente; esos dos años allí fueron muy importantes para él: conoció a Friederike Brion, que le inspiró la mayoría de sus personajes femeninos, y trabó amistad con el filósofo Johann Gottfried von Herder, cuyos Discursos a la nación alemana tanto influyeron en el Romanticismo alemán. Herder le introdujo en la poesía popular alemana, le descubrió el universo de Shakespeare y le liberó definitivamente del Neoclasicismo francés y de la confianza en la razón de la Aufklärung alemana.

Vuelto de nuevo a Fráncfort, escribió la tragedia Götz von Berlichingen (1773) y al año siguiente su novela Las cuitas del joven Werther (1774) y colaboró con Herder en la redacción del manifiesto del movimiento Sturm und Drang («Tempestad y arrebato»), considerado el preludio del Romanticismo en Alemania: Sobre el estilo y el arte alemán (1773). En esta obra se reivindica la poesía de James MacPherson (Ossian) y de Shakespeare.

La inspiración del Werther le venía de mediados de 1772, cuando un amor no correspondido por una tal Charlotte Buff, esposa de un funcionario de apellido Kestner, lo había tenido en dos años de calvario, de los que salió al enamorarse de la jovencísima Maximiliana Brentano. Aquel desamor y el suicidio de un conocido suyo inspiraron en 1774 la composición de la novela, en parte epistolar. Las desventuras del joven Werther tuvo un éxito tan grande y representó tan bien en la figura del protagonista el desencanto de las jóvenes generaciones que suscitó una epidemia de suicidios adolescentes en el país.

Entre 1772 y 1775 escribió además los dramas Clavijo (1774) y Stella (1775). Mientras, intentaba abrir con poca fortuna en Frankfurt un bufete de abogado, y como además había roto su compromiso de matrimonio con Lili Schömemann, no dudó en 1775 en aceptar la invitación a la Corte de Weimar de Carlos-Augusto, heredero del ducado de Sajonia-Weimar, y marchó hacia allá prácticamente huyendo de las dos cosas, de la abogacía y del compromiso sentimental.

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Leyendo el Werther, de Wilhelm Amberg, 1870.

Entró al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto y fijó su residencia en Weimar ya hasta su muerte. Las tareas que éste le encomienda le hacen abandonar prácticamente la literatura durante casi diez años. Allí Anna Amalia, madre de Carlos Augusto, que había empezado a crear un círculo de intelectuales con el preceptor de su hijo, Wieland, lo amplió al incluir en él a Goethe y posteriormente Herder y Friedrich von Schiller; fugazmente pasaron también por allí Jakob Michael Reinhold Lenz y Friedrich Maximilian Klinger. Goethe pasa de ser consejero secreto de legación (1776) a consejero secreto (1779) y finalmente se convierte en una especie de ministro supremo.

Inicia en esa época sus investigaciones científicas. Interesado por la óptica, concibió una teoría distinta a la de Isaac Newton sobre los colores y también investigó en geología, química y osteología, disciplina esta última en que descubrió el hueso intermaxilar en marzo de 1784, que pone una de las primeras piedras en la teoría de la evolución del hombre, aunque en esto se le adelantó por muy poco un anatomista francés, lo que le supuso una gran frustración. Las cartas a Charlotte von Stein dan fe de esta época de su vida, envuelta en todo tipo de encargos y gestiones para reformar el muy pequeño y humilde estado de Weimar.

Desde un puesto tan importante tuvo la oportunidad de relacionarse con la alta aristocracia y conoció a personajes notables, como Napoleón Bonaparte, Ludwig van Beethoven, Friedrich von Schiller y Arthur Schopenhauer. En 1782 fue añadida la partícula von a su apellido por el mismo Duque Carlos Augusto pese a las protestas de la nobleza, para formar parte de la Corte con un cargo equiparable al de los restantes ministros, pertenecientes todos a ella.

Ingresó en la Masonería el 11 de febrero de 1783, aunque según el escritor masónico Lorenzo Frau Abrines,[1] la fecha de su ingreso es anterior, el 23 de junio de 1780, dentro de la efímera logia Amalia, que abatió columnas dos años después. En 1830, dos años antes de su muerte, Goethe compuso un poema titulado Para la fiesta de San Juan de 1830, en ocasión de celebrarse su cincuentenario como miembro de la masonería. A su condición de masón y a su paso por la Masonería, así como a otras aficiones que al parecer cultivó, se atribuye influencia en su obra, especialmente en Fausto.

Por otra parte, seguía profundizando en el estudio del teatro de William Shakespeare y de Pedro Calderón de la Barca, algunas de cuyas obras (por ejemplo, El príncipe constante de Calderón) hace representar con éxito como encargado del teatro en la Corte de Weimar; en estas funciones empezó a cartearse con Schiller. Las lecturas teatrales de estos autores amplían notablemente los horizontes de su espíritu. Le domina además el entusiasmo ante la falsa poesía céltica de Ossian y escribe un famoso monólogo del gran dios del Romanticismo, Prometeo, que personificaba el genio rebelde de los creadores y del cual se sintió justamente orgulloso:

Fue como la mecha que provocara el estallido que descubrió y sacó a plena luz las más secretas condiciones de hombres dignos. (Poesía y verdad, lib. XV)

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Goethe en la campiña romana (1786), por Johann Heinrich Wilhelm Tischbein. Óleo sobre lienzo, 164 x 206 cm. Städelsches Kunstinstitut, Frankfurt.

Así fue en efecto, en lo referido al movimiento conocido como titanismo, uno de cuyos más preclaros representantes fue Giacomo Leopardi. Merced a Goethe, Weimar se convirtió en el auténtico centro cultural de Alemania; allí compuso poemas inspirados por Charlotte von Stein y empezó la redacción de sus obras más ambiciosas, como sus dramas Ifigenia en Táuride (1787) Egmont y Fausto, que luego revisaría a fondo tras la profunda impresión que recibió en su trascendental viaje a Italia (1786–1788), que cambió su desequilibrada estética romántica por el equilibrio clásico. Empezó en Venecia, donde compuso sus Epigramas venecianos, y terminó en Roma, donde estudió la cultura grecolatina a fondo; de esta época son sus Elegías romanas. El viaje a Italia supone el comienzo de su periodo clásico.

Sin embargo, a su regreso a Weimar en 1788 se encuentra una gran oposición a su nueva estética; es más, se forma un cierto escándalo cuando llega a divulgarse que desde ese mismo año vive amancebado con una jovencita, Christiane Vulpius (1765–1816), que le dio al año siguiente un hijo, Julius August Walther von Goethe (1789–1830); cuatro abortos sucesivos posteriores inducen a creer que entre ambos había incompatibilidad de grupos sanguíneos, en aquella época desconocida. Goethe legitimó a su único hijo en 1800.

No abandonó completamente su pretensión de labrarse una carrera científica. En Zur Farbenlehre, 1810, intentó refutar con poca fortuna la teoría de los colores de Newton. En el primer volumen de esta obra se halla la que es sin duda la primera historia comprensiva de la ciencia.

Dirigió el Teatro ducal entre 1791 y 1813 y con motivo de este cargo conoció en 1794 al dramaturgo Friedrich von Schiller, con el que sostuvo una luenga amistad y cierta correspondencia epistolar hasta la muerte de éste en 1805. Schiller publicó las hasta entonces inéditas Elegías romanas de Goethe en su periódico, Las Horas, en 1795. También imprimió la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y la novela en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller incitó a Goethe a que prosiguiera en la gran obra de su vida, el Fausto, poema que no paraba de corregir y ampliar y cuya primera versión apareció en 1808. Desde dos años antes se hallaba ya casado con Christiane Vulpius, quizá para acallar a quienes criticaban su estilo de vida. El hecho más importante quizá de esta época de su vida es su entrevista en Érfurt con Napoleón I en 1808, cuando el ejército francés ocupaba parte del territorio prusiano en el marco de las guerras Napoleónicas.

La Revolución francesa supuso para Goethe un gran trastorno; algunos de sus epigramas venecianos ya tratan este tema, pero como su pensamiento se hallaba por completo imbuido del equilibrio y armonía del clasicismo y veía el ser como una totalidad orgánica a partir de la filosofía de Kant, el desarrollo de la revolución y el cambio provocado por la violencia le parecían una atrocidad. Eso se plasmó en algunas obras de entonces, como la colección de novelitas breves Conversaciones de emigrados alemanes (1795), la obra épica Germán y Dorotea (1797) y la tragedia La hija natural (1799 y ss.). Algo después aparecen las novelas de madurez: Las afinidades electivas (1809) y Los años de peregrinaje de Wilhelm Meister (1821, revisado en 1829), así como un diario de su viaje por Italia, Viajes italianos (1816), su autobiografía Poesía y verdad en varias entregas (1811–1833) y un poemario, Diván de Oriente y Occidente (1819), donde se deja sentir algo el influjo de la poesía oriental. Goethe murió en Weimar el 22 de marzo de 1832. La versión final de su gran poema coral Fausto apareció póstuma ese mismo año.

En cuanto a su carrera literaria, Goethe la inició en el seno de un exasperado Romanticismo deudor del Sturm und Drang, cuya obra más representativa se encargó de escribir él mismo: Las cuitas del joven Werther. El viaje a Roma supuso para él ir arrinconando esa estética en una evolución que le hizo al cabo renegar del Romanticismo e identificarse con el equilibro clásico grecolatino, lo que puso fin a su tormentosa vida interior. Fue esa la revelación del Clasicismo, verdadera raíz con la que podía identificarse la cultura alemana. «Ahora comprendo el sentido del mármol», escribirá en una de sus Elegías romanas.

De ese viaje por Italia son fruto también los Epigramas venecianos, entre los cuales hay algunas meditaciones profundas sobre la contemporánea Revolución francesa o el significado de la vida y de la cultura. La postura política de Goethe es sin embargo conservadora: «prefiero la injusticia al desorden», escribirá. Eso le supuso algunos recelos por parte de otros artistas a los que no les importaba en lo más mínimo no acordarse con su contexto social, como por ejemplo Beethoven. En las dos versiones de su complejo y grandioso Fausto se encuentra el último mito que fue capaz de engendrar la cultura europea, el de cómo la grandeza intelectual y la sed omnímoda de saber pueden, sin embargo, engendrar la miseria moral y espiritual. Por otra parte, en la lectura y estudio de Spinoza encuentra también un consuelo al desequilibrio romántico que le embargaba, como cuenta en Poesía y verdad, donde se extiende en comentar especialmente su frase de que «quien bien ama a Dios, no debe exigir que Dios le ame a él».Goethe disfrutó ya en vida de fama, respeto, prestigio y admiración. Delacroix le retrató en una litografía en 1827, aparte de ilustrar Fausto y Götz von Berlichingen. Por ello, fueron muchos los jóvenes de su época que quisieron conocerlo en persona o, cual se suele pedantescamente decir: vera effigies. Por otra parte, su secretario, Eckermann, anotaba cuidadosamente sus conversaciones con el maestro a lo largo de los años y escribió unas Conversaciones con Goethe, donde aparecen reflejadas las opiniones que en sus últimos años sostuvo sobre esas visitas y también sobre todo lo divino y lo humano.

FAUSTO

La mejor obra dramática de Goethe es sin duda el Fausto, que ha pasado a ser una obra clásica de la Literatura Universal. La primera versión, el Urfaust o Fausto original, estaba acabada en 1773. Pero el autor la siguió retocando hasta 1790; ya en abril de 1806 estaba completo, pero las guerras napoleónicas demoraron dos años la publicación hasta 1808; la segunda parte sólo sería publicada en 1833, un año después del fallecimiento del autor. La primera parte de esta compleja tragedia se articula en torno a dos centros fundamentales; el primero es la historia de cómo Fausto, fatigado de la vida y decepcionado de la ciencia, hace un pacto con el diablo que le devuelve la juventud a cambio de su alma; el segundo es la historia de amor entre Fausto y Gretchen, que Mefistófeles manipula de forma que Fausto llegue al homicidio -mata al hermano de su amada- y Gretchen tenga un embarazo indeseado, que le conduce primero al infanticidio y luego a ser ejecutada por asesinar a su hijo.

La historia de Fausto se inspira, como muchas leyendas, en hechos ciertos. Existió un tal Johann Faust que nació hacia 1490 en el sur de Alemania y se doctoró en la Universidad de Heidelberg en 1509. Tras dejar la universidad, emprendió una vida de aventuras marcada por una huida constante a causa de las múltiples acusaciones de brujería que se le hicieron. Dejó una biblioteca que incluía libros de medicina, matemáticas y magia negra. Esta pintoresca vida dio origen a la leyenda popular, aprovechada por autores de piezas de títeres y marionetas y había servido además para inspirar leyendas populares. El primer libro sobre este mito se editó en 1587 por parte de Johannes Spiess, quien, en su prólogo, advirtió que había omitido referir fórmulas mágicas para evitar que quienes tuvieran el libro fueran acusados de brujería. Otros libros y libretos teatrales trataron el tema del pacto con el diablo para lograr el dominio sobre la naturaleza: en el teatro de títeres de los siglos XVI y XVII, la historia se cerraba siempre con los demonios llevándose a Fausto, pero Goethe alteró este argumento haciendo que se salvara Gretchen al final de la primera parte, anticipando la salvación de Fausto al término de la segunda, cuando los demonios que quieren llevarse su alma tienen que retirarse ante la llegada de una legión de ángeles. Además Goethe cambia el impulso que mueve a Fausto: el deseo que lo acercaba a la brujería no es codicia, maldad o vagancia, sino el ansia de saber, el deseo de grandeza, de plenitud, de totalidad. La moraleja que acaso tenga la obra será que ese deseo de conocimiento conlleva la miseria moral.

La obra ha sido interpretada modernamente por Walter Benjamin y también por Klaus Mann, quien, en su novela Mephisto, concibe el pacto con el diablo como una metáfora del pacto de Alemania con Hitler.

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FAUSTO: EL ESPÍRITU DE LA TIERRA

Había una leyenda popular, el Volkvbuch, que condenaba a un personaje llamado Fausto a las más terribles torturas por vender su alma al diablo a cambio de la juventud y el gozo de los placeres terrenales, pero Goethe quería distanciarse de ella. El poeta necesitaba salvar al personaje para hacer de él un ser vivo, capaz de equivocarse. Sin embargo, la solución no habría de aparecer más que con los años, al mismo tiempo que el propio Goethe crecía espiritualmente. El cambio de perspectiva fundamental respecto a Fausto lo tuvo Goethe hacia finales de la década de los setenta, cuando su etapa de búsqueda ocultista dio paso a la científica.Hacia 1780 comenzó sus estudios sobre biología, óptica y paleontología. Fruto de éstos es su hallazgo del hueso maxilar que representa un elemento común en hombres y animales, y le inspiró la teoría de la estructura, desarrollada en La metamorfosis de las plantas, obra que también estimularía el pensamiento de Darwin en su Evolución de las especies. Asimismo destacó como investigador de los fenómenos de la percepción cromática, que expuso en Teoría de los colores, obra de la que Goethe se sentía enormemente orgulloso. Ese interés por la ciencia natural transformó a Fausto de criminal inconsciente, aunque bueno, en un ser lúcido pero cansado de la ciencia convencional de tal modo que invoca con artes mágicas al Espíritu de la Tierra para que le ayude a encontrar la verdad.

Sin embargo, todavía eran necesarias más experiencias en la vida del poeta, quien descubre -al mismo tiempo que su personaje- que no se pueden alcanzar de un solo golpe los secretos de la vida, sino que el pensamiento debe penetrar, poco a poco, pacientemente, en el alma y en el espíritu de las cosas que nos ofrece el mundo sensible. Ése es el punto de partida de todo el desarrollo ulterior de Fausto. Goethe, hacia el final de su vida, confiesa a su secretario, Eckermann, que el núcleo esencial de esta obra está encerrado en un solo verso: "Quien siempre aspira y se afana (por superarse), a ése le podemos salvar" (Fausto II).

Pero cabe preguntarse si el genial escritor fue un hombre feliz. Él mismo reconoce: "Mi vida ha sido el eterno danzar de un guijarro que una y otra vez quiso ser levantado". El 22 de marzo de 1832, momentos antes de morir, acompañado de su nuera Ottilia, dijo simplemente: "Abrid los postigos para que entre más luz"

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OBRA

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Monumento a Goethe en Leipzig.

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Monumento a Goethe, tras su restauración y colocación (2007) en la plaza Goethe de Fráncfort.

Obra literaria

  • El capricho del enamorado (1767), comedia en verso de un acto.

  • Los cómplices (1768), tragedia en verso.

  • Götz von Berlichingen (1773), drama.

  • Las cuitas del joven Werther (Die Leiden des jungen Werther, 1774).

  • Clavijo (1774), drama.

  • Stella (1775), drama.

  • Ifigenia en Táuride (1787), drama en prosa, del que hizo anteriormente una versión en verso yámbico.

  • Egmont (1788), drama.

  • Torquato Tasso (1790), drama.

  • Elegías romanas (Römische Elegien, 1795), poemario.

  • Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Lehrjahre, 1796), novela.

  • La novia de Corinto (1797), poema.

  • Hermann y Dorothea (1798), idilio épico en verso.

  • Fausto, Primera Parte, (1807).

  • Las afinidades electivas (Die Wahlverwandtschaften, 1809), novela.

  • Poesía y verdad, Parte I (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit), autobiografía (1811).

  • Viaje a Italia (Italienische Reise, 1816).

  • Diván de Oriente y Occidente (Westöstlicher Diwan, 1819), poemas.

  • Los años de peregrinaje de Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Wanderjahre, oder Die Entsagenden, 1821), novela.

  • Fausto, Segunda Parte, póstuma (1832).

  • Poesía y verdad, Parte II (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit), autobiografía (1833).

Obra científica

Morfología

El pensamiento científico de Goethe, como el literario, es también muy original. Aunque a menudo ha sido considerado como uno de los representantes más destacados de la Naturphilosophie, en realidad su producción científica se sitúa a caballo entre el romanticismo y el clasicismo, desmarcándose, por ejemplo, de los excesos especulativos de Schelling. La morfología de Goethe se construye en torno a dos conceptos nucleares: el tipo y la metamorfosis:

  • En lo que concierne al tipo, destacan sus trabajos sobre el hueso intermaxilar, cuya existencia demostró común a todos los vertebrados. Este fue un descubrimiento fundamental, pues demostraba la existencia de un tipo osteológico común a todos los vertebrados.

  • El concepto de metamorfosis fue desarrollado en el campo de la morfología vegetal. Según la teoría goethiana, todos los órganos florales de las plantas son variaciones de una forma original de donde se derivan por metamorfosis.

En La metamorfosis de las plantas (Versuch die Metamorphose der Pflanzen zu erklären), publicada en 1790, Goethe presenta todas las estructuras vegetales como variaciones de la hoja, entendida como una estructura ideal. Goethe comienza con los cotiledoness, a los que considera hojas imperfectas. Estos últimos, bajo la influencia generativa y cada vez más refinada de la savia, se metamorfosean en los sépalos, los pétalos, los estambres y los pistilos. De este modo, todos los órganos vegetales se conciben como apéndices idénticos, variedades de un apéndice vegetal abstracto, que difieren entre sí por su forma y grado de expansión.[2]

LA TEORÍA DE LOS COLORES

Teoría de los colores (título original en alemán: Zur Farbenlehre) es un libro escrito por Johann Wolfgang von Goethe en 1810. Contiene algunas de las primeras y más precisas descripciones de las sombras coloreadas, la refracción y el acromatismo/hipercromatismo.

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Espectro luminoso según la teoría de Goethe. Cuando un haz de luz está rodeado de oscuridad, encontramos tonos amarillo-rojizos en la parte superior, y azul-violáceos en la parte inferior. El espectro con el verde en el centro aparece solo cuando los bordes violáceos se superponen a la parte roja-amarilla.

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Cuando un haz de oscuridad está rodeado de luz, encontramos tonos azul-violáceos en el borde superior, y amarillo-rojizos en la inferior. Cuando los bordes se solapan, aparece el magenta en el centro.

Muchos filósofos y físicos, entre los que se encuentran Arthur Schopenhauer, Werner Heisenberg, Ludwig Wittgenstein y Hermann von Helmholtz quedaron fascinados por la teoría de Goethe. Mitchell Feigenbaum estaba convencido de que Goethe estaba en lo cierto. Su influencia se extendió al mundo del arte, en especial a la obra de J. M. W. Turner. Turner la estudio e hizo referencia a la teoría en los títulos de muchas de sus obras (Bockemuhl, 1991).

Goethe consideró que su propia teoría era una explicación más general, y que las observaciones de Isaac Newton eran casos especiales dentro de su teoría.[1] La obra de Goethe no recibió mucha aceptación entre la comunidad física de la época normalmente no se trata en los trabajos modernos de historia de la ciencia. Los físicos han aceptado, sin embargo, que hay que distinguir entre el espectro óptico tal y como lo observó Newton y el fenómeno de la percepción humana. Los descubrimientos acerca del modo en el que el cerebro interpreta los colores, por ejemplo la constancia de color y la teoría retinex de Edwin Land tienen muchas similitudes con la teoría de Goethe—particularmente su énfasis en el brillo y el contraste como factores determinantes de la percepción del color.

Cuando el ojo ve un color se excita inmediatamente, y ésta es su naturaleza, espontánea y de necesidad, producir otra en la que el color original comprende la escala cromática entera. Un único color excita, mediante una sensación específica, la tendencia a la universalidad. En esto reside la ley fundamental de toda armonía de los colores…

Goethe, Teoría de los colores, p. 317

Teoría de los colores no sólo rompe radicalmente con las teorías ópticas newtonianas de su tiempo, sino también con toda la metodología de la ilustración concerniente al reduccionismo científico. Aunque la teoría no fue bien recibida por los científicos, Goethe—considerado una de las figuras intelectuales más importantes de la Europa moderna—endó que su teoría del color era su mayor logro. Teorizadores holísticos y científicos como Rupert Sheldrake todavía nombran la Teoría de los colores como un ejemplo inspirador de la ciencia holística. En la introducción del libro destaca la filosofía de la ciencia única de Goethe.

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ABREVIATURA

La abreviatura Goethe se emplea para indicar a Johann Wolfgang von Goethe como autoridad en la descripción y clasificación científica de los vegetales. (Ver listado de especies descritas por este autor en IPNI)

  • Cultura de Alemania

  • Fausto

  • Literatura de Alemania

  • Prerromanticismo

  • El Instituto Goethe

  • Schiller

Referencias

  • ? Diccionario Enciclopédico de la Masonería, I, p. 508.

  • ? Russell, E. S. (1916). Form and Function. A Contribution to the History of Animal Morphology. Londres.

GOETHE EL HOMBRE MÁS INTELIGENTE DE LA HISTORIA

La doctora Catharine Morris Cox Miles, que fuera profesora de psicología clínica en la Universidad de Yale, realizó el cálculo del cociente intelectual de 301 personajes célebres que vivieron entre los años 1450 y 1850. Se trata de artistas, políticos, escritores, pensadores, matemáticos, inventores y, en general, individuos prominentes que pasaron a la Historia gracias a sus obras o sus logros. Los resultados aparecen en su libro The Early Mental Traits of Three Hundred Geniuses (Los rasgos mentales tempranos de trescientos genios).

Según se explica en el libro: "La información utilizada son los registros históricos de su herencia biológica, su niñez y su juventud. El método empleado es la historiometría. Los criterios en la medición de los rasgos concernientes son reconocidos índices psicológicos".

A continuación se expone SOLO una parte de la lista:CI 210: Johann Wolfgang von Goethe (poeta y dramaturgo alemán)CI 205: Gottfried Leibniz (filósofo y matemático alemán)CI 200: Hugo Grocio (jurista, escritor y poeta holandés)CI 200: Thomas Wolsey (estadista, juez y religioso inglés)CI 195: Blaise Pascal (matemático, físico y filósofo francés)CI 190: Pierre-Simon Laplace (astrónomo, físico y matemático francés)CI 190: Voltaire (escritor y filósofo francés)CI 190: George Berkeley (filósofo y religioso británico)CI 190: Friedrich Schelling (filósofo alemán)CI 190: Sir Isaac Newton (físico y matemático inglés)CI 185: Galileo Galilei (astrónomo y físico italiano)CI 185: Joseph Louis Lagrange (matemático, físico y astrónomo italiano)CI 185: Auguste Comte (filósofo francés)CI 185: Alexander von Humboldt (naturalista y explorador alemán)CI 185: Jean le Rond d"Alembert (matemático y filósofo francés)CI 180: Leonardo da Vinci (artista, inventor e ingeniero italiano)CI 180: René Descartes (filósofo francés)CI 180: Charles Dickens (novelista inglés)CI 180: Francis Bacon (filosofo inglés)CI 180: Lord Byron (poeta inglés)CI 180: Erasmo de Rotterdam (filósofo y teólogo neerlandés)CI 180: Víctor Hugo (escritor francés)CI 180: David Hume (filósofo, economista e historiador escocés)CI 180: Alexander Pope (poeta británico)CI 180: Michelangelo di Lodovico Buonarroti (escultor, arquitecto y pintor italiano)CI 175: Immanuel Kant (filósofo alemán)CI 175: Baruch Spinoza (filósofo holandés)CI 175: Lope de Vega (poeta y dramaturgo español)CI 175: Wilhelm von Humboldt (erudito y estadista alemán)CI 175: Christiaan Huygens (astrónomo, físico y matemático holandés)CI 175: Johannes Kepler (astrónomo y matemático alemán)CI 170: Martin Lutero (teólogo alemán)CI 170: Pedro Calderón de la Barca (poeta y dramaturgo español)CI 170: Georg Friedrich Händel (compositor alemán)CI 170: Diego Velázquez (pintor español)CI 170: Michael Faraday (físico y químico británico)CI 170: Johann Strauss (compositor austriaco)CI 170: Richard Wagner (compositor alemán)CI 170: Rafael Sanzio (pintor y arquitecto italiano)CI 170: Alejandro Dumas (novelista y dramaturgo francés)CI 170: Maximilien de Robespierre (político francés)CI 170: David Livingstone (explorador y misionero escocés)CI 165: Wolfgang Amadeus Mozart (compositor austriaco)CI 165: Ludwig van Beethoven (compositor alemán)CI 165: Charles Darwin (científico británico)CI 165: Barón de Montesquieu (pensador francés)CI 165: Denis Diderot (filósofo francés)CI 165: Georg Wilhelm Friedrich Hegel (filósofo alemán)CI 165: Thomas Hobbes (filósofo inglés)CI 160: Benjamin Franklin (político, científico e inventor estadounidense)CI 160: Nicolás Copérnico (matemático y astrónomo polaco)CI 160: Peter Paul Rubens (pintor flamenco)CI 150: Bartolomé Esteban Murillo (pintor español)CI 150: Jean-Jacques Rousseau (escritor y filósofo franco-suizo)CI 155: Rembrandt Harmenszoon van Rijn (pintor holandés)CI 155: Simón Bolívar (militar y político venezolano)CI 155: Miguel de Cervantes Saavedra (novelista, poeta y dramaturgo español)CI 155: Honoré de Balzac (novelista francés)CI 155: Jean de La Fontaine (poeta francés)CI 150: Abraham Lincoln (político y abogado estadounidense)CI 145: Napoleón Bonaparte (militar y gobernante francés)CI 145: Gioacchino Rossini (compositor italiano)CI 140: Hernán Cortés (conquistador español)CI 140: Giuseppe Garibaldi (militar y político italiano)CI 130: Sir Francis Drake (marino inglés)

FRASES DE SABIDURÍA JOHANN WOLFGANG VON GOETHE

  • 1749-1832. Poeta y dramaturgo alemán.

  • Un hombre de noble corazón irá muy lejos, guiado por la palabra gentil de una mujer.

  • No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer.

  • No podemos modelar a nuestros hijos según nuestros deseos, debemos estar con ellos y amarlos como Dios nos los ha entregado.

  • Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas.

  • La locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma.

  • El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio.

  • Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.

  • Una vida ociosa es una muerte anticipada.

  • Es un gran error creerse más de lo que uno es, o menos de lo que uno vale.

  • Uno tiene que ser algo para poder hacer algo.

  • Si la juventud es un defecto, uno se corrige muy pronto de él.

  • Si los hombres, una vez que han hallado la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría por satisfecho.

  • La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad.

  • Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil.

  • A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.

  • Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.

  • Los perezosos siempre hablan de lo que piensan hacer, de lo que harán; los que de veras hacen algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que hacen.

  • El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.

  • Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente.

  • El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.

  • Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.

  • La venganza más cruel es el desprecio de toda venganza posible.

  • Nunca se desprende uno de lo que le pertenece, aunque lo tire o lo regale.

  • El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.

  • Lo peor que puede pasarle aun hombre es llegar a pensar mal de sí mismo.

  • El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima menos de lo que vale.

  • Pensar es más interesante que saber, pero menos interesante que mirar.

  • Los pecados escriben la historia, el bien es silencioso.

  • El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad.

  • El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo.

  • Si no pretendiéramos saber todo con tanta exactitud puede que conociéramos mejor las cosas.

  • Si cada uno limpia su vereda, la calle estará limpia.

  • La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno.

  • Sólo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día.

  • No hablaríamos tanto en sociedad si nos diéramos cuenta del poco caso que hacen los demás de lo que decimos.

  • Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades.

  • Toda teoría es gris y sólo es verde el árbol de dorados frutos que es la vida.

  • "Cuanto hacemos tiene consecuencias. Pero no siempre lo justo y razonable produce consecuencias felices, ni lo absurdo consecuencias desfavorables, sino que a menudo acontece lo contrario.

  • "Ésta es la última conclusión de la sabiduría: la libertad y la vida se merecen si se las conquista todos los días.

  • "Es la creencia en la Biblia, el fruto de profunda meditación, lo que me ha servido de guía de mi vida moral y literaria. . . . Ha sido para mí un capital invertido con seguridad, y que me ha producido abundante interés."

  • "La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble para igualarse a otra más grande que ella."

  • "La sabiduría se halla sólo en la verdad.

  • "La cobardía es la madre de la crueldad."

  • "Las mayores dificultades están donde no las esperamos."

  • "Lo que importa más nunca debe de estar a merced de lo que importa menos."

  • "No hay nada más terrible que ver la ignorancia en acción"

  • "Puedo prometer ser sincero, pero no imparcial".

  • "Quien no conoce las lenguas extranjeras nada sabe de la suya propia."

  • "Se predica contra muchos vicios, pero no sé de nadie que haya predicado contra el mal humor."

  • "Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón."

  • "Todos vivimos en el pasado y nos vamos a pique con él"

  • "Al envejecer, el hombre construye su rostro y la mujer lo destruye."

  • "El amor es el único juego que pierdes, simplemente por rehusarte a jugarlo."

  • "En un momento dado de la vida, morimos sin que nos entierren. Se ha cumplido nuestro destino. El mundo está lleno de gente muerta, aunque ella lo ignore."

  • "Es preferible la injusticia al desorden."

  • "La alegría y el amor son dos alas para las grandes acciones."

  • "La bondad es la cadena de oro que enlaza a la sociedad."

  • "La noche es la mitad de la vida, y la mitad mejor."

  • "Lo que puedas hacer o soñar, ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia."

  • "Lo que puedes hacer, o sueñes que puedes hacer, empieza."

  • "Peligroso es el hombre que ya no tiene nada que perder."

  • "Todo aquel que aspire al poder, ya ha vendido su alma al diablo."

  • "Todos los días deberíamos oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas."

  • "Un hombre y una mujer verdaderamente enamorados es el único espectáculo de este mundo digno de ofrecer a los dioses."

  • "Para un hombre inteligente no hay locura pequeña."

  • "manera intuitiva, pura, honda y habitual, de ver a Dios en la Naturaleza y a la Naturaleza en Dios. "

  • El genio es una reunión de fuerzas de la naturaleza."

  • "Lo importante no es hacer cosas nuevas sino hacerlas como si nunca nadie las hubiera hecho antes."

  • El día es excesivamente largo para quien no lo sabe apreciar y emplear.

INSTITUTO GOETHE

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Sede central del Instituto Goethe en Munich.

El Instituto Goethe (alemán: Goethe-Institut) es una institución pública alemana cuya misión es difundir el conocimiento de la lengua alemana y su cultura. Además, este ente público trata de fomentar las relaciones exteriores entre Alemania y los países donde se encuentra. Su sede central está ubicada en Múnich. Cuenta a principios de 2008 con 14 institutos en Alemania y 163 en el exterior (de estos 31 son Centros Goethe).

Este instituto es equivalente al Instituto Cervantes español, la Sociedad Dante Alighieri italiana, la Alliance Française gala o el British Council británico. Todos ellos trabajan por divulgar sus respectivas culturas por todo el mundo, favoreciendo así el conocimiento de algunas de las principales lenguas europeas, hecho por el que se les ha otorgado el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades el año 2005

Historia del Goethe-Institut

Fue creado en 1951 como sucesor de la "Academia Alemana" ("Deutsche Akademie", fundada en 1925). Su primera tarea fue la de capacitar profesores de alemán como lengua extranjera en Alemania. En 2001 se fusionó con Inter Nationes, organismo de la Oficina de Prensa Alemana creado en 1952, y fue conocido como "Goethe-Institut Inter Nationes" durante un corto período (del 2001 al 2003).

El 1 de junio de 2005, el Goethe-Institut recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades correspondiente a dicho año. Comparte el galardón con la Alianza Francesa, la Sociedad Dante Alighieri, el British Council, el Instituto Camões y el Instituto Cervantes.

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FRIEDRICH SCHILLER

 Friedrich Schiller

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Retrato de Friedrich Schiller (1759-1805) por Gerhard von Kügelgen

Nombre

Friedrich Schiller

Nacimiento

10 de noviembre de 1759

edu.redMarbach am Neckar, Alemania

Defunción

9 de mayo de 1805 (45 años)Weimar, Alemania

Ocupación

Poeta, dramaturgo, filósofo e historiador

Nacionalidad

Alemana

Movimientos

Romanticismo

Johann Christoph Friedrich Schiller, desde 1802 von Schiller (Marbach am Neckar, 10 de noviembre de 1759 – Weimar, 9 de mayo de 1805), fue un poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán. Se le considera el dramaturgo más importante de Alemania y es, junto a Goethe, una de las figuras centrales del clasicismo de Weimar. Muchas de sus obras de teatro pertenecen al repertorio habitual del teatro en alemán. Sus baladas se cuentan entre los poemas más famosos.

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Cultura de Alemania

Las raíces de la cultura alemana, se remontan a muchos siglos en el pasado. Algunos expertos consideran que lo que se denomina cultura alemana trasciende las actuales fronteras de este país. Esto se debe a las innumerables mutaciones fronterizas que ha sufrido Alemania a lo largo de los últimos siglos. Por ejemplo, en lugar de hablar de cultura "alemana" se puede emplear también el término "germana", que abarca Austria y otras regiones de Europa.

El idioma alemán fue una vez la lengua franca de Europa central. Muchas figuras históricas importantes, aunque no alemanas en el sentido moderno, estuvieron inmersas en la cultura alemana, por ejemplo Wolfgang Amadeus Mozart, Franz Kafka y Copérnico.

Festividades tradicionales

En Alemania se celebran muchas fiestas tradicionales que varían según el estado. En Baviera, por ejemplo, se celebra en el mes de octubre el "Oktoberfest" (fiesta de octubre). En Colonia se celebran anualmente "Der Karneval von Köln" (el carnaval de Colonia).Desde mayo hasta noviembre se celebran fiestas vinícolas y vitícolas en muchos lugares de las regiones vinateras alemanas. Especialmente en las zonas situadas junto al Rin y el Mosela, en Baden, el Palatinado y junto al Meno, las cooperativas vinícolas y los representantes de los productos derivados del vino montan sus puestos en lugares públicos en los que escancian su vino. Además, se ofrecen especialidades locales. Al programa se suman música en directo y, en muchos lugares, la coronación de la reina del vino.

MEJORES POEMAS DE GOETHE

El pescador

Hinchada el agua, espumajea, mientras sentado el pescador que algún pez muerda el anzuelo plácido aguarda y bonachón. De pronto la onda se rasga, y de su seno-¡oh maravilla!- toda mojada, una mujer saca su grácil figurilla.Y con voz rítmica le increpa: -¿Por qué, valiéndote de mañas, hombre cruel, tiras de mí para que muera en esta playa? ¡Si tú supieras qué delicia allá se goza bajo el agua,tal como estas te arrojarías al mar, dejando en paz la caña!¿No ves al sol, no ves la luna cómo en las ondas se recrean? ¿Doble de hermosos no parecen cuando en las agujas se reflejan? ¿No te seduce el hondo cielo cuando su azul, húmedo muestra? Cuando este aljófar lo salpica, ¿del propio rostro no te prendas? Hinchada el agua, espumajea,del pescador lame los pies;siente el cuidado una nostalgia,cual si a su amada viera fiel.Cantaba un tanto la sirena,todo pasó en un santiamén;tiró ella de él, resbaló el hombre,nunca más se dejó ver.

Ergo bibamus

Unidos aquí estamos para una acción laudable; por tanto, hermanos míos, arriba. Ergo bibamus!Resuenen nuestros vasos y callen nuestras lenguas; levantar vuestras almas muy bien. Ergo bibamus!He aquí una sentencia tan vieja como sabia; conserva su vigencia hoy lo mismo que antaño, y un eco nos aporta de espléndidos festines, esta jovial y grata consigna: Ergo bibamus! Hoy he visto a mi dulce amada placentera; al punto fui y me dije: "Bueno está. Ergo bibamus!" Me acerqué sin recelo y ella me acogió bien. Y entonces repetí mi alegre Ergo bibamus! Mas lo mismo si os mima y os acaricia y besa, que si nos niega adusta su corazón y brazos, ¿qué recurso nos queda, mientras no nos sonríe, que de nuevo apelar al viejo Ergo bibamus! De los amigos lejos cruel destino me lleva. ¡Oh fieles camaradas! ¿Qué hacer? Ergo bibamus! Ya me marcho cargado con liviano bagaje; quiere decir se impone un doble Ergo bibamus! Y aunque a veces el cuerpo la carcoma nos roa, nunca de la alegría vacío el tesoro hallamos; que el alegre al alegre suele prestar rumboso, así que, hermanos mios, ¡venga un Ergo bibamus! Ahora bien: ¿qué debemos cantar en este día? ¡Yo tan sólo pensaba cantar Ergo bibamus! Pero recuero ahora su especial importancia; así que alzar las voces. De nuevo Ergo bibamus! Este día se nos mete la dicha por la puerta;resplandecen las nubes, tiembla el trigo dorado;y una imagen divina brilla ante nuestros ojos;así que alegremente cantad Ergo bibamus!

La fuerza de la costumbre¡Amé ya antes de ahora, mas ahora es cuando amo! Antes era el esclavo; ahora el servidor soy. De todos el esclavo en otro tiempo era; a una beldad tan solo mi vasallaje doy; que ella también me sirve, gustosa, fuera amante, ¿cómo con otra alguna a complacerme voy?¡Creer imaginaba, pero ahora es cuando creo! Y aunque raro parezca y hasta vituperable, a la creyente grey muy gustoso me adhiero; que al través de mil fuertes duras contrariedades, de muy graves apuros e inminentes peligros, todo de pronto leve se me hizo y tolerable.¡Comidas hacía antes, pero ahora es cuando como! Buen humor y alegría bulléndome en el cuerpo, al sentarme a la mesa todo pesar olvido. Engulle aprisa el joven y se va de bureo; a mí, en cambio, me place yantar en sitio alegre; saboreo los manjares y en su olor me recreo.¡Antaño bebí, hoy es cuando bebo a gusto! El vino nos eleva, nos hace soberanos y las lenguas esclavas desata y manumite. Sí, sedante bebida no escatiméis, hermanos, que si del rancio vino los toneles se agotan, ya en la bodega el nuevo mosto se está enranciando.La danza practiqué e hice su panegírico, y en cuanto oía sonar la invitación al baileya estaba yo marcando mis honestas posturas. Y aquel que muchas flores cortó primaverales, por más que todas ellas a guardar no acertara, siempre le queda, al menos, un ramo razonable.¡Sus, y a la obra de nuevo! No pienses ni caviles; que quien amar no sabe a las floridas rosas solo encuentra después espinas que le pinchen. Del sol, hoy como ayer, fulge la enorme antorcha; de las cabezas bajas aléjate prudente, y haz que tu vida empiece de nuevo a cada hora.

La violeta

En la pradera una violeta había encorvada y perdida entre la yerba,con todo y ser una gentil violeta. Una linda pastora, con leve paso y desenfado alegre,llegó cruzando por el prado verde, y este canto se escapa de su boca:-¡Ay! Si yo fuera -la violeta dice-la flor más bella de las flores todas…, pero tan solo una violeta soy, ¡condenada a morir sobre el corpiño de una muchacha loca!¡Ah, mi reinado es breve en demasía; tan solo un cuarto de hora! En tanto que cantaba, la doncella, sin fijarse en la pobre violetilla, hollóla con sus pies hasta aplastarla. Y al sucumbir, pensó la florecilla, todavía con orgullo:-Es ella, al menos, quien la muerte me da con sus pies lindos, no me ha sido del todo el sino adverso.

ROMANTICISMO ALEMÁN

El romanticismo alemán es el grado más alto que alcanzó el romanticismo en alguna región del mundo y es a la vez manifestación espiritual (geist) del pueblo alemán y la región pangermánica. En el romanticismo alemán —como en el romanticismo en general— prima el sentimiento sobre la racionalidad y la técnica. El espíritu y el sentido de la vida a través de la libertad sentaron a fines del siglo XVIII las bases del arte alemán.

Primer romanticismo (Frühromantik)

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Johann Wolfgang von Goethe, padre del romanticismo universal.

Goethe es la piedra fundacional del romanticismo alemán y uno de los grandes genios de la literatura universal. Sus primeras obras están vinculadas al movimiento Sturm und Drang. Tras un viaje a Italia, sin embargo, adoptó un estilo más clásico, sin renunciar a los temas románticos. Junto a Friedrich Schiller y el grupo llamado "los románticos alemanes" (Novalis, E. T. A. Hoffmann y Friedrich Hölderlin) formaron una corriente mística centrada en las bases históricas (Geschichte) del pueblo (volk) opuesta al estratificado ideal francés. Se destacan tres puntos fundamentales:

  • Oposición al clasicismo y a la racionalidad.

  • Arte basado en la libertad, el sentimiento y la espontaneidad.

  • Recuperación del espíritu originario del pueblo pangermánico.

Pero éste no era su contrapunto; más bien era el Aufklärung (racionalismo iluminista) lo que los románticos alemanes sentían necesidad de superar. La gran obra de este período es a todas luces el Fausto de Goethe; largo y complejo poema dramático de tema filosófico, publicado en dos partes. En él se reflexiona sobre el destino humano a través de la historia del protagonista, que vende su alma al diablo a cambio de la sabiduría y la juventud. Fausto es, en la intención del poeta, símbolo de la humanidad, que yerra cuando actúa, pero que debe actuar para hallar la salvación. El Fausto es llamado (con cierta anticipación contextual, casi como una profecía) la primera tragedia universal de la modernidad.

BIBLIOGRAFÍA

Obra propia

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Librillo Historias de Goethe, publicado en 1914 por la Editorial Araluce.

  • Goethe, Johann Wolfgang von (2009). Fausto. Tapa dura. Madrid: Espasa-Calpe. ISBN 978-84-670-3040-2.

  • – (2008). Epigramas venecianos. Madrid: Hiperión. ISBN 978-84-7517-913-1.

  • – (2008). Elegías romanas. Madrid: Hiperión. ISBN 978-84-7517-911-7.

  • – (2007). Las afinidades electivas. Barcelona: Mondadori. ISBN 978-84-397-2054-6.

  • – (2007). Don Juan y Fausto. Madrid: Ediciones Cátedra. ISBN 978-84-376-2357-3.

  • – (2006). Fausto. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-6010-3.

  • – (2006). Conversaciones de emigrados alemanes. Valladolid: Alba Editorial. ISBN 978-84-8428-294-5.

  • – (2006). Los sufrimientos del joven Werther. Barcelona: DeBolsillo. ISBN 978-84-8346-126-6.

  • – (2004). Las desventuras del joven Werther. Barcelona: Editorial Juventud. ISBN 978-84-261-3413-4.

  • – (2003). Fausto. Traducción de José María Valverde. Colección Booket. Barcelona: Editorial Planeta. ISBN 978-84-08-04790-2.

  • – (2002). Las penas del joven Werther: cartas desde Suiza. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-2356-3.

  • – (2001). Viaje a Italia. Agotado. Barcelona: Ediciones B. ISBN 978-84-406-9801-8.

  • – (1999). Las afinidades electivas. Madrid: Ediciones Cátedra. ISBN 978-84-376-1723-7.

  • – (1999). Poesía y verdad: de mi vida. Barcelona: Alba Editorial. ISBN 978-84-89846-54-8.

  • – (1989). Las desventuras del joven Werther. Sexta edición. Madrid: Ediciones Cátedra. ISBN 978-84-376-0407-7.

CONCLUSIÓN

"La experiencia de haber investigado a uno de los hombre más inteligentes de la historia y haber aprendido tanto con sus obras y sabiduría no tiene precio"

Dedicatoria

Con Gran Cariño a mis Profesores y compañeros por haber acrecentado mi humildad

"No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y el camino a mis pies"

Robert L. Stevenson

Agradecimiento

Mi agradecimiento es para Dios, Fabiolita que siempre me apoyo, a mis maestros que me ayudaron con sus conocimientos.

 

 

Autor:

Thomas Nicholas Del Cruise Mora

Colegio Fiscal Mixto

"Provincia de Pichincha"

Director: Lcdo. José Maldonado

Sub-Director: Lcdo. Isabel Mejia

Periodo Lectivo 2009-2010

Guayaquil-Ecuador

Partes: 1, 2
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