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Las transformaciones ocurridas en el orden internacional

Enviado por Carla Santaella


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El Sistema Interamericano de Defensa
  3. Política y concepciones del Sistema Interamericano de Defensa
  4. El SID y sus concepciones de seguridad y defensa entre la Guerra Fría y la Posguerra Fría
  5. Incidencias de las transformaciones ocurridas sobre las Fuerzas Armadas de los Estados americanos
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

CASO: INCIDENCIAS EN LA SITUACIÓN MILITAR DE LAS AMÉRICAS

Introducción

En 1813, el prócer venezolano Simón Bolívar se convierte en "El Libertador" por aclamación de sus compatriotas. Dirigente político, militar e ideológico, además de promotor del movimiento panamericanista, Bolívar luchó por la independencia, la libertad y la unidad de los Estados Americanos, concibiendo dentro de sus esquemas de defensa colectiva, la mejora de las condiciones de la vida social y económica de las Américas.

Cuando El Libertador convoca el Congreso de Panamá en 1826, no se imaginó que ello constituiría el primer paso hacia la unidad continental y la creación del Sistema Interamericano de Defensa. El tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua, firmado durante ese evento, no fue únicamente el presagio de lo que había de construir en principio la Organización de los Estados Americanos (OEA), sino algo más allá en el orden universal, la propia Sociedad de Naciones y las Naciones Unidas.

Lo expresado con anterioridad, se convirtió en una base de la defensa de las naciones y actualmente en pleno siglo XXI, se retoman los ideales heredados de Bolívar y que dieron origen al Sistema Interamericano de Defensa (SID), seis décadas después del Congreso de Panamá.

El SID se basa en Leyes, compromisos y acuerdos internacionales de un conjunto de países que asesoran en políticas de seguridad a los Estados Americanos a través de la OEA. Teniendo en cuenta los diferentes escenarios que se han presentado en el orden internacional durante la guerra fría y la posguerra fría, donde las relaciones de poder y los conceptos de seguridad han ido variando dependiendo del tipo de amenazas, es lógico pensar que se haga necesario, adecuar o revitalizar los organismos e instrumentos del SID, así como las funciones de las Fuerzas Armadas del Continente Americano ante una amenaza al Hemisferio.

Por lo planteado, el área temática objeto de este estudio se concreta a las transformaciones ocurridas en el orden internacional y como éstas han hecho replantear, desde una perspectiva global, los conceptos de Seguridad y Defensa Continental a objeto de determinar nuevas vías de resolución a los conflictos contemporáneos.

Es preciso destacar, que el tema fue abordado bajo la visión de la realidad que ha persistido desde que se creó el SID hasta el presente, sustentada en una investigación monográfica de nivel descriptivo-valorativo, bajo un diseño bibliográfico, cuya información fue sometida a un análisis de contenido-cualitativo, en el cual se incorporaron conceptos y datos obtenidos a través de las actividades académicas complementarias a las cuales se ha asistido en el Colegio Interamericano de Defensa (CID).

Del mismo modo conviene aclarar, que la razón fundamental por la cual se hace un análisis completo del SID y no sólo de la JID (Junta Interamericana de Defensa), se debe a que se asumió un enfoque de sistemas. En el marco del sector defensa el concepto de sistema total se incorpora, porque para lograr los propósitos del mismo (en este caso del SID), se debe emplear la acción coordinada de las energías y medios con los cuales cuenta para garantizar su eficacia. En ese sentido, cada uno de los sistemas del SID, así como la interacción de sus componentes, pasa a ser un aspecto de la realidad militar y no militar del hemisferio susceptible de ser analizado y diseccionado, debido a que la consideración de las partes aisladas dice poco con relación al sistema. Es precisamente la integración de los componentes del sistema de sistemas, la que aporta una mejor visión de la realidad, de las causas y los efectos de las transformaciones ocurridas en el orden internacional y su impacto en el SID, dentro del estudio de caso de las incidencias en la situación militar de las Américas.

Por lo anterior, se analiza el tema como un todo unificado e iterativo, que en conjunto y no aisladamente influencia la situación militar de las Américas de manera consistente con los objetivos y las relaciones de los componentes del SID entre sí.

CAPÍTULO I:

El Sistema Interamericano de Defensa

1. ANTECEDENTES DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE DEFENSA

De acuerdo con Conell Smith (1971), Simón Bolívar y otros grandes pensadores, sentaron las bases del Sistema Interamericano. Bolívar convocó una Asamblea (Congreso de Panamá) que se llevó a cabo en la ciudad de Panamá entre el 22 de junio y el 5 de julio de 1826, para crear una federación de países hispanoamericanos independientes. A esa Asamblea, asistieron la Gran Colombia, México, Perú, Bolivia y Guatemala, mientras que Gran Bretaña y los Países Bajos enviaron sus observadores y Estados Unidos no acudió, aunque había sido invitado. En ese momento histórico se acordó un tratado perpetuo de unión y confederación, así como la creación de un Ejército interamericano para la defensa común al que se podrían sumar otros países. Debido a las rivalidades existentes entre los países participantes (falta de consenso entre actores) y a la oposición de Estados Unidos, que no deseaba la formación de un sistema de Estados Federados en América del Sur, los acuerdos fueron ratificados por la Gran Colombia y no tuvieron consecuencias. A pesar de la situación dada y expuesta con anterioridad, el Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua que fue firmado en 1826 constituyó en principio lo que muchos años después sería la Organización de Estados Americanos (OEA).

Con el correr del tiempo, las repúblicas del Continente alcanzaron el progreso en el camino de la solidaridad, pero no así la capacidad para hacerle frente a los desafíos de la guerra y al peligro de una agresión en momentos en que se mostraban celosas de su soberanía. Se hizo evidente que la acción unilateral no podría salvaguardar la integridad territorial de las naciones de América de agresiones extranjeras y de conflictos entre los Estados Americanos, los cuales las hacían aún más vulnerables. Fue así como vino a crearse en 1942 un órgano de defensa del Continente durante la Segunda Guerra Mundial, la Junta Interamericana de Defensa (JID), con la finalidad de estudiar y recomendar las medidas necesarias para protección del continente, adoptándose un sistema de seguridad colectiva plasmado en el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR), conocido también como Tratado de Río, suscrito en Río de Janeiro en 1947.

Se hizo necesario darle carácter jurídico al SID, y junto al TIAR, la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se constituyeron en documentos fundamentales.

El "Sistema Interamericano", como eventualmente llegó a denominarse al conjunto de órganos, entidades y mecanismos de variados propósitos y estructuras, así como de tratados y otros instrumentos que regulaban infinidad de materias a nivel regional, está conformado principalmente por los siguientes organismos e instrumentos: la OEA, la JID, el TIAR y el Tratado de Tlatelolco.

La OEA es el Organismo Internacional Regional más antiguo del mundo. Proporciona un foro para la cooperación de los estados miembros del hemisferio Occidental en cuestiones de carácter político, económico, social y cultural.

En 1890, en la "Primera Conferencia Internacional Americana" (Washington, 1889-1890), dieciocho (18) Repúblicas (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) firmaron un acuerdo para establecer la Unión Internacional de Repúblicas Americanas, cuya orientación era promover los objetivos comunes de esas naciones, así como el cumplimiento de los principios acordados internacionalmente por ellas en consenso.

Una vez formado el Sistema de Seguridad Regional, los Estados Americanos elaboraron un proyecto que se tituló "Pacto Orgánico", que dio una estructura jurídica a la organización. Este documento, fue sometido a la consideración de la IX Conferencia Internacional Americana, celebrada en Bogotá, Colombia, en 1948, fue estudiado y adoptado definitivamente con el nombre de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, la cual consagró todos los principios del derecho americano, reafirmó los derechos y los deberes fundamentales de los Estados, creó los órganos y dependencias necesarios para que la organización cumpliese sus compromisos.

Debido a que hasta ese entonces el SID carecía de un documento constitutivo, sólo se garantizaba la continuidad de su accionar mediante resoluciones aprobadas en conferencias internacionales. Por esto último, la OEA fue fundada en 1948, durante la IX Conferencia Panamericana. En virtud de ello, la OEA nació en el contexto del panamericanismo como un organismo supranacional, siendo su antecedente más inmediato la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas (llamada Unión Panamericana desde 1910), fundada en 1890 y que en 1948 se convirtió en la Secretaría General de la OEA. Algunos de los acontecimientos más resaltantes de la evolución cronológica de la OEA, fueron los siguientes:

  • 1948, abril 30: se celebra la IX Conferencia Panamericana celebrada en Bogotá (Colombia), suscribiéndose la Carta fundacional de la OEA que entró en vigencia desde diciembre de 1951.

  • 1956: se celebra en Panamá la I Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OEA.

  • 1959, 8 de abril: todos los Países Miembros de la OEA suscriben el Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), vigente desde diciembre de ese año. Igualmente, se funda en Santiago de Chile la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

  • 1961, agosto 17: el Consejo Interamericano Económico y Social de la OEA, aprueba la Carta de Punta del Este, mediante la cual se crea "la Alianza para el Progreso".

  • 1962: Cuba queda excluida de la OEA por resolución de la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en Punta del Este (Uruguay), debido a su régimen político comunista, que se considera incompatible con los principios de la Organización.

  • 1967: se celebra en Punta del Este la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OEA. De igual forma, en ese año se realiza la primera reforma de la Carta de la OEA: firma del Protocolo de Buenos Aires (vigente desde febrero de 1970). Barbados, y Trinidad y Tobago ingresan como Estados Miembros de la OEA.

  • 1969: se suscribe la Convención Americana sobre Derechos Humanos (vigente desde 1978). Jamaica ingresa como Estado miembro de la OEA.

  • 1975: Granada ingresa como Estado Miembro de la OEA.

  • 1977: Surinam ingresa como Estado Miembro de la OEA.

  • 1979: se crea el Tribunal Interamericano de Derechos Humanos, con sede en San José de Costa Rica. Dominica y Santa Lucía ingresan como Estados Miembros de la OEA.

  • 1981: Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas ingresan como Estados Miembros de la OEA.

  • 1982: Bahamas ingresa como Estado Miembro de la OEA.

  • 1984: Saint Kitts y Nevis ingresa como Estado Miembro de la OEA.

  • 1985: se realiza la segunda reforma de la Carta de la OEA: firma del Protocolo de Cartagena de Indias (vigente desde noviembre de 1988).

  • 1986: la Asamblea General de la OEA crea la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas.

  • 1990: Canadá ingresa como Estado Miembro de la OEA.

  • 1991: la Asamblea General de la OEA aprueba el Programa Interamericano de Acción para la Conservación del Medio Ambiente. Belice y Guyana ingresan como Estados Miembros de la OEA.

  • 1992: se produce la tercera reforma de la Carta de la OEA: firma del Protocolo de Washington (vigente desde septiembre de 1997).

  • 1993: se hace la cuarta reforma de la Carta de la OEA: firma del Protocolo de Managua (vigente desde enero de 1996).

  • 1994: se celebra en Miami (Estados Unidos) la I Cumbre de las Américas.

  • 1995, abril 6: el Secretario General de la OEA, César Gaviria presenta ante el Consejo Permanente una novedosa visión de la OEA, tomando en consideración los nuevos retos y necesidades hemisféricas.

  • 1998: se celebra en Santiago de Chile la II Cumbre de las Américas.

  • 2001: se celebra en la Ciudad de Québec, Canadá, la III Cumbre de las Américas.

Otro organismo e instrumentos de gran importancia y que desde el punto de vista institucional también forma parte del SID es la Junta Interamericana de Defensa (JID) y el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR).

La JID, según lo expone García Amador (1981), fue creada en 1942 para planificar la defensa del hemisferio. La JID, es una entidad autónoma dentro del SID y, a pesar de que no figura ni en la Carta de la OEA ni en el TIAR, mantiene con la OEA relaciones funcionales administrativas. La causa de dicha relación funcional administrativa se debe al vacío que significaba la ausencia de un organismo técnico militar capaz de asesorar a la OEA sobre materias relativas a la defensa hemisférica. Como consecuencia de lo anterior, la JID cumple un rol de asesoramiento (y si fuera necesario de planificación) en la OEA y está financiada por esta última a través de contribuciones obligatorias (es decir, todos los miembros de la OEA pagan por la JID en sus propias cotizaciones). Cada delegación de la JID está subordinada a su respectivo gobierno.

Los delegados de la JID forman parte de las Fuerzas Armadas de la región: están siempre encabezados por un oficial estadounidense (que depende de los Jefes de Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos) y su sede se encuentra en una instalación militar estadounidense. La JID no tiene una función de relación jerárquica ante la OEA y es responsable ante la misma sólo en términos de aprobación del presupuesto, pero lleva a cabo el trabajo de desminado y la catalogación de medidas de fomento de la confianza y la seguridad en la región. Canadá, y la mayoría de los países del CARICOM no son miembros de la JID.

El Colegio Interamericano de Defensa (CID) forma parte de la organización de la JID, siendo su misión, la preparación de oficiales militares para ocupar posiciones en el sistema de seguridad hemisférica. La participación está abierta a todos los gobiernos del hemisferio (con la excepción de Cuba), sean o no miembros de la JID (Canadá ha enviado estudiantes al Colegio durante muchos años). El CID ha sido una herramienta útil en el desarrollo de redes y ha posibilitado un vasto intercambio en cuestiones concernientes con las relaciones entre civiles y militares y la cultura democrática.

Por su parte, el TIAR (Tratado de Río o Pacto Interamericano de Ayuda Mutua), es considerado como uno de los instrumentos que conforman las bases jurídicas para la formulación y desarrollo del Sistema de Seguridad Hemisférica (OEA, 1999). El Tratado de Río fue firmado el 2 de septiembre de 1947 en Río de Janeiro (Brasil) por diecinueve (19) Estados Americanos. No forman parte de este Tratado Canadá, Ecuador y Nicaragua. El TIAR se adoptó como un sistema de seguridad colectiva con el fin alcanzar la solución pacífica de los conflictos entre los Estados firmantes y la defensa común contra cualquier agresión exterior, sobre la premisa de que un ataque "contra una nación americana sería considerado como un ataque a todas las naciones americanas".

De la misma manera, es importante señalar como otro de los instrumentos básicos del SID, al Tratado de Tlatelolco. Este Tratado fue firmado en 1967, en la ciudad de México. Ya a principios de la década de 1960 se había propuesto este acuerdo multilateral, que establecía para las Partes Signatarias la proscripción en Latinoamérica del "ensayo, uso, fabricación, producción o adquisición, por cualquier medio, de toda arma nuclear", así como "la abstención de realizar, fomentar o autorizar, directa o indirectamente" los mencionados actos prohibidos. A raíz de la firma del Tratado de Tlatelolco se constituyó el Organismo para la Proscripción de Armas Nucleares de América Latina (OPANAL).

Política y concepciones del Sistema Interamericano de Defensa

Según se interpreta de un documento emanado por la OEA (1999), el SID fue forjándose en el tiempo para cubrir las siguientes necesidades:

  • Avanzar en la solidaridad y cooperación de las Repúblicas del Continente Americano.

  • Preparar en forma multilateral, y no unilateral, a los Estados Americanos para enfrentar, tanto los desafíos de la guerra o la materialización de las amenazas de una potencial agresión extranjera, como los retos que se derivan de otros conflictos.

  • La vulnerabilidad de los Estados Americanos ante sus conflictos.

Como consecuencia de lo anterior y luego de analizar los documentos básicos del SID publicados por el Colegio Interamericano de Defensa (1998-1999), se puede resumir que la política y las concepciones del Sistema objeto de análisis se fundamentan en lo siguiente:

2.1 Política y Concepciones de Seguridad Hemisférica de la OEA

2.1.1 Política general: se rige por la Carta de la OEA suscrita en Bogotá en 1948 y reformada por el Protocolo de Buenos Aires en 1967, por el Protocolo de Cartagena de Indias en 1985, por el Protocolo de Washington en 1992 y por el Protocolo de Managua en 1993. Política general establecida en la Carta de la OEA: buscar de la paz y la seguridad del Continente Americano (Art. 2, Numeral 1) bajo una actitud de cooperación, justicia y diálogo entre los Estados Americanos (Art. 1). En función de esa política, se plantean los siguientes objetivos, tal y como lo establecen los numerales del Art. 2 de la Carta de la OEA: (a) afianzar la paz y la seguridad en el continente; (b) promover y consolidar las democracias representativas respetando las políticas de no intervención; (c) prevenir posibles causas de dificultades y asegurar el arreglo pacífico de las disputas que pudieran surgir entre los Países Miembros; (d) organizar la acción solidaria de los Estados Americanos en caso de agresión; (e) procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que pudieran surgir entre los Estados Americanos; (f) promover a través de una cooperación activa, su desarrollo económico, social y cultural; y (g) lograr que se limite en forma efectiva la adquisición de armas convencionales, lo que permitiría que estas grandes inversiones de recursos se destinaran al desarrollo económico y social de los Países Miembros. Principios de la política general de la OEA (Art. 3): respeto a la personalidad, soberanía e independencia de los Estados Americanos, cumplimiento de las obligaciones derivadas de los Tratados y otras fuentes del derecho internacional; buena fe, solidaridad; libre elección de un sistema político; condena a la guerra de agresión; justicia y seguridad sociales; cooperación económica; derechos humanos; unidad espiritual del Continente; educación para la paz, la libertad y la justicia.

2.1.2 Concepciones de seguridad hemisférica según la Carta de la OEA: La seguridad hemisférica, según se interpreta del contenido general de la Carta de la OEA, es aquella en la cual los Estados Americanos pueden sentirse libres de las amenazas vinculadas con la falta de igualdad, la injusticia, el irrespeto al derecho internacional, la violación a los derechos humanos, del intervensionismo extranjero, del uso de la fuerza o de la coerción, de la agresión armada, de la violación de la soberanía, del irrespeto a la integridad territorial e incapacidad para generar un desarrollo integral equilibrado. Esta concepción, exige plantear una definición integral de la seguridad hemisférica, pues, si un país logra conseguir el desarrollo de su nación, pero se violan los derechos humanos, ello afecta la seguridad y la paz buscada en el Continente. Ante ese punto de vista, la OEA busca luchar a favor de la seguridad hemisférica más allá de un campo de batalla. Los artículos de la Carta de la OEA que avalan el análisis de contenido realizado respecto a la concepción anterior, son: igualdad jurídica (Art. 9); respeto a las garantías que se emanan del derecho internacional (Art. 10); defensa de los intereses nacionales de cada Estado de acuerdo con sus derechos políticos independientes (Art. 13); prohibición del cometimiento de actos injustos contra otros Estados (Art. 14); protección de los derechos culturales, políticos y económicos (Art. 16); prohibición del intervensionismo extranjero (Art. 18); prohibición de medidas coercitivas (Art. 19); inviolabilidad del territorio al nivel de la ocupación militar y de otras medidas vinculadas con el uso de la fuerza (Art. 20); prohibición del uso de la fuerza, a menos que se trate de legítima defensa (Art. 21); solución pacífica de controversias (Art. 23 al 26); seguridad colectiva para evitar cualquier agresión contra un Estado Americano (Art. 27); aplicación de los principios de solidaridad y de legítima defensa en caso de violación de la integridad territorial, soberanía o independencia (Art. 28); desarrollo integral (Art. 29 al 51).

2.2 Política y Concepciones de Seguridad Hemisférica de la JID

2.2.1 Política general: se rige por una política militar de cooperación e intercambio de puntos de vista respecto a la defensa del hemisferio, fundamentada en el fomento de una estrecha relación entre las Fuerzas Militares de los Estados Americanos. En razón de esa política, la JID ejerce el rol de único cuerpo técnico-militar que está capacitado para llevar a cabo el planteamiento de la defensa común del hemisferio contra una agresión, por lo tanto, conduce la Política Militar del SID. De conformidad con el Art. 1 del Reglamento de la JID (1987: p. 1), el objetivo primordial de la JID consiste en "estudiar y sugerir las medidas necesarias a la defensa del continente", en virtud a que se le asignó la misión de actuar como órgano para la legítima defensa colectiva contra la agresión.

2.2.2 Concepciones de seguridad: por ser un cuerpo técnico-militar y tomando en cuenta la fecha de su creación, la JID tiene una visión de la seguridad hemisférica bajo un paradigma realista; es decir, donde el poder militar cooperativo de los Estados Americanos ocupa un lugar preponderante en materia de defensa hemisférica y la agresión es la causa por la cual actúa en legítima defensa ese poder militar combinado. Bajo esta concepción, la JID ha recomendado o generado, entre otros aspectos: un plan para la eliminación de estaciones clandestinas de telecomunicaciones, la simplificación de procedimientos legales para facilitar el tránsito de aeronaves militares, medidas de seguridad contra espionaje y sabotaje, producción y protección de materiales estratégicos, el mejoramiento y establecimiento de bases navales y aéreas, medidas para la defensa antisubmarina, estandarización de materiales, planes de adiestramiento, organización y empleo de recursos humanos.

2.3 Política y Concepciones de Seguridad Hemisférica del TIAR

2.3.1 Política general: de acuerdo con el Preámbulo del Protocolo de Reformas al TIAR (1975), este organismo se rige por una política de fortalecimiento de relaciones de amistad entre los Estados Americanos, para que juntos y unidos puedan garantizar la paz, la soberanía y la integridad territorial. Según Marquina Corredor (1995), el objetivo primordial del TIAR es servir como un sistema de seguridad colectiva fundamentado en intereses comunes establecidos en consenso por los Estados Americanos, con el fin de que enfrenten conjuntamente las amenazas de agresión. Según los considerandos del Protocolo de Reformas citado con anterioridad, los principios del TIAR en los cuales está envuelta su política general, son: solidaridad, cooperación interamericana y paz, mientras que sus ideales se sostienen sobre las bases de la democracia, la justicia y el orden moral.

2.3.2 Concepciones de seguridad: a juzgar por lo descrito en los considerandos del Protocolo de Reformas al TIAR (1975), la concepción de la seguridad se centra en las medidas de prevención y represión de las amenazas y actos de agresión que surjan contra cualquiera de los Países de América. Por lo tanto, condena el uso de la fuerza (Art. 1); declara el compromiso de resolver los conflictos por la vía pacífica (Art. 2); crea el compromiso de hacer frente a los ataques armados en ejercicio de la legítima defensa (Art. 3); declara inviolable la integridad territorial y la soberanía e independencia política (Art. 5); define el término de agresión como "el uso de la Fuerza Armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con las Cartas de las Naciones Unidas o de la Organización de los Estados Americanos o con el presente Tratado" (Art. 9, Núm. 1); describe los siguientes actos de agresión: invasión de la Fuerza Armada, bombardeo de Fuerzas Armadas, bloqueo de puertos, ataques entre Fuerzas Armadas de un país y otro, puesta a disposición del enemigo del territorio de un Estado, envío de un Estado de bandas armadas, grupos de irregulares o mercenarios (Art. 9, Núm. 2).

2.4 Política y Concepciones de Seguridad Hemisférica del Tratado de Tlatelolco

2.4.1 Política general: de acuerdo con el Preámbulo del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina (Tratado de Tlatelolco, 1967), su política es de desarme. Esta política se orienta hacia la eliminación de la carrera armamentista, especialmente de las armas nucleares. Sus principios son: igualdad, respeto mutuo, buena vecindad y paz.

2.4.2 Concepciones de seguridad: concibe a la seguridad hemisférica dentro del marco de un carácter biológico, en el cual se hace necesario que los Estados Americanos pongan en práctica medidas para minimizar o anular el poder destructor de las armas nucleares. Esas medidas quedan establecidas en el Tratado analizado. Conforme lo explica Celis Noguera (2000), este Tratado significó en su momento la búsqueda de un equilibrio estratégico ante la amenaza de una guerra nuclear y por ello, el concepto de defensa hemisférica fue delineándose en función del constante aumento de los arsenales nucleares que conllevarían a la larga, a la destrucción del planeta. Las conversaciones de desarme y la influencia de la disuasión llevaron a considerar una posible distensión a base de la reducción del armamento nuclear.

Lo explicado en este Capítulo, describe a grandes rasgos la existencia de cuatro (4) sistemas dentro de un sistema de sistemas (el SID), que a la vez generan otros subsistemas de defensa hemisférica. Luego de la guerra fría, se han sembrado muchas dudas respecto a la vigencia de la política y concepciones de seguridad de estos sistemas, lo cual se trata en el Capítulo siguiente.

CAPÍTULO II:

El SID y sus concepciones de seguridad y defensa entre la Guerra Fría y la Posguerra Fría

1. ANTECEDENTES DE LA GUERRA FRÍA

La "Primera Guerra Fría" tuvo una vigencia aproximada entre los años 1945 y 1976, y se caracterizó por un esquema bipolar de enfrentamiento que imponía un alineamiento de los países en campos opuestos (Estados Unidos y sus aliados, por un lado, y el grupo de naciones lideradas por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas "URSS"). Aunque no se produjo un conflicto militar directo, este entorno influenció sobre los conceptos de seguridad y las medidas de defensa que serían tomadas, fundamentadas en la sospecha y hostilidad mutua de los bloques.

En ese tiempo, se llevó a cabo un incremento de las Fuerzas Militares de los dos bloques rígidamente definidos y liderizados por Estados Unidos y la URSS, siendo este aumento significativo principalmente en el terreno del armamentismo nuclear.

Esta primera "Guerra Fría" se caracterizó por la inexistencia de negociaciones exitosas al nivel bilateral entre Estados Unidos y la URSS, lo que condujo a que se produjesen tensiones permanentes en Europa, el Lejano Oriente, el Sudeste Asiático y otras zonas del mundo.

Estados Unidos se preocupó por la presión soviética en Irán y Turquía e interpretó un discurso realizado por Stalin en 1946, como la declaración de la guerra ideológica a Occidente. En 1947, el presidente estadounidense propuso la denominada Doctrina Truman, que tenía dos objetivos: enviar ayuda estadounidense a las fuerzas anticomunistas de Grecia y Turquía, y crear un consenso público por el cual los estadounidenses estarían dispuestos a combatir en un supuesto conflicto bélico. El conflicto entre el capitalismo y el comunismo se tradujo en confrontaciones en buena parte del "Tercer Mundo". Por su parte, la URSS aportó apoyo soviético a los movimientos revolucionarios comunistas.

Dentro de los bloques se tendió a la acentuación de los controles, la persecución ideológica, la represión de los sospechosos de abrigar simpatías por el otro bando. El eje Este-Oeste fue factor predominante y se convirtió en la base del conjunto de las relaciones internacionales, estableciendo un marco de extrema rigidez, propenso a generar guerras alrededor del mundo, y con el agravante de la potencial materialización de una amenaza nuclear, carente de mecanismos de control.

La Guerra fría aumentó en los años 1949 y 1950. Los comunistas de China firmaron una alianza con Stalin, pero Estados Unidos se negó a reconocer al nuevo régimen. En Japón, entonces bajo control estadounidense, se aceleró el desarrollo económico para luchar contra el comunismo asiático. Cuando Corea del Norte comunista invadió a Corea del Sur en 1950, el presidente de Estados Unidos, Truman, envió su ejército a la acción. El conflicto, conocido como Guerra de Corea, concluyó tres (3) años después con una tregua que dejó la frontera anterior a la guerra.

En 1953, a pesar de la muerte de Stalin, ambas naciones siguieron su lucha por Europa. La URSS intentó proteger a la Alemania Oriental comunista de una importante pérdida de población construyendo en 1961 el llamado "Muro de Berlín".

Las naciones implicadas en este conflicto ideológico, intentaron influir en las nacientes naciones de Asia, África, Oriente próximo y Latinoamérica. En América del Sur, el Caribe y en América Central, tanto los movimientos insurgentes como los permanentes golpes de Estado estuvieron muchas veces enmarcados en este conflicto. La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) surgida en la década de 1960, influyó en toda América y se dice, que la misma fue un factor importante para producir permanentes violaciones de los derechos humanos.

El año 1962 fue un momento crucial de la guerra fría que demostró a ambas superpotencias los enormes riesgos de la ausencia del diálogo estratégico en un marco dominado por la posibilidad de la aniquilación mutua. El momento crucial del cual se hace referencia fue la crisis originada por la URSS al instalar misiles en Cuba, que por aquellos años era su nuevo aliado. El presidente estadounidense, Kennedy, amenazó con represalias nucleares y los soviéticos retiraron los misiles a cambio de la promesa de Estados Unidos de no invadir Cuba. La crisis de los misiles produjo desencuentros en el seno de la OEA.

Entre 1970 y 1976, Washington y Moscú se esforzaron por poner controles a la carrera armamentista nuclear. Comienza la etapa de lo que se llamaría la "Segunda Guerra Fría", donde el "Detente" armamentista iniciado en 1973 y caracterizado por el establecimiento de una política de distensión; fue un intento de contener la costosa carrera armamentista y frenar su competencia política, militar y económica en el Tercer Mundo. En ese lapso, se cifraron expectativas excesivas sobre un mundo cambiante que no obedecía a ningún tipo de controles, aun cuando la URSS adoptó, respecto a los asuntos claves, una actitud relativamente prudente ante el desbordamiento de una serie de conflictos en el "Tercer Mundo", la crisis política interna en los Estados Unidos, la caída de Vietnam, Camboya y Laos en 1975, la llamada liberación de Angola, Mozambique y Guinea Bissau ese mismo año, todo lo cual germinó las semillas de una etapa de transición (de antagonismo oscilatorio) entre el "detente" armamentista y la Segunda Guerra Fría.

La distensión duró hasta 1980, cuando tropas soviéticas invadieron Afganistán para salvar el régimen marxista gobernante. El recién elegido presidente estadounidense Ronald Reagan, inició una gran concentración de armas y nuevos retos para los grupos apoyados por los soviéticos en las naciones emergentes.

De nuevo los eventos del Tercer Mundo cambiaron el rumbo hacia una intensificación de los enfrentamientos, siendo 1979 un año decisivo por la caída del Sha de Irán y la instauración de un régimen revolucionario en un país de importancia vital para los Estados Unidos. Igualmente, el triunfo sandinista en Nicaragua y del Movimiento "New Jewel" en Grenada, así como la invasión soviética a Afganistán, prepararon el terreno para el cambio de actitud y adopción de una postura radical.

Ronald Reagan, se planteó como propósito central restaurar la superioridad estratégica de Estados Unidos sobre la Unión Soviética, siendo objetivos complementarios: el restablecimiento de la armonía de Estados Unidos con el mundo capitalista y la contención puesta en reverso de aquellos procesos revolucionarios en el "Tercer Mundo", percibidos en Washington como contrarios a sus intereses. Por su parte, el liderazgo moscovita decidió que la Unión Soviética no iba a ser forzada por Washington, por lo que el Kremlin demostró que la guerra económica contra la URSS a través de la aceleración del gasto armamentista no funcionaría. Los soviéticos hicieron sacrificios y acrecentaron aún más la represión interna para impedir la reconquista de la superioridad estratégica de los Estados Unidos. Mientras, Europa occidental y Japón no reaccionaron con la prontitud y eficacia esperada.

No obstante lo descrito, los países del "Tercer Mundo" se anotaron una serie de éxitos al desalojar a los sandinistas del poder en Managua, igualmente, se impidió una reacción revolucionaria en cadena en la América Central, Grenada fue un triunfo y Afganistán se convirtió en un serio revés para la URSS. Entretanto, Irán se desangró en una interminable guerra que consumió en buena parte su fervor revolucionario y minimizó su capacidad desestabilizadora.

El paso de la "Segunda Guerra Fría" a un nuevo período de antagonismo oscilatorio se debió a lo siguiente:

  • Las dificultades de los soviéticos para mantener el ritmo de las inversiones.

  • El deterioro de su situación económica.

  • La aparición del liderazgo de Gorvachov y sus iniciativas de apertura.

  • La fuerza de la posición de los Estados Unidos.

La combinación de estos factores abrió espacios para construir la nueva etapa que llevaría años después al fin de la Guerra Fría.

2. EL FIN DE LA GUERRA FRÍA

Según Meré Sánchez (1997), los sucesos más relevantes que contribuyeron con el fin de la guerra fría, fueron los siguientes:

  • 1954-1985: es nombrado Primer Secretario de la URSS Leonidas Breznev, quien duró en ese cargo hasta que falleció en 1985. Este período fue caracterizado por una vuelta a la época estaliniana, con el agravante que se desata la corrupción en todos los niveles. Igualmente, se producen intervenciones en Hungría y Checoslovaquia, debilitándose el prestigio de la URSS después del triunfo del nazismo y del fascismo en la II Guerra Mundial. Aunado a ello, se debilita el desarrollo técnico-científico, así como la agricultura, pero la URSS siguió siendo un baluarte de estabilidad.

  • 1985-1990: se agudiza la crisis después del nombramiento sucesivo de Chermenko y Andropov, dos (2) veteranos de la Revolución que fallecen el mismo año. Reunido el Comité Central del PECUS, es nombrado Primer Secretario de la URSS, Mijaíl Gorvachov, representante de una nueva generación de líderes soviéticos. Gorvachov y Reagan acordaron reducir la presencia de las superpotencias en Europa y moderar la competencia ideológica en el mundo. En 1989 se derrumba el Muro de Berlín y su eliminación fue el símbolo del fin de los regímenes comunistas en Europa Oriental. A principios de la década de 1990, Gorvachov cooperó en gran medida con los esfuerzos militares estadounidenses para derrotar la agresión de Irak en Oriente próximo. La Guerra fría terminó en Europa cuando las recién liberadas naciones de Europa Oriental eligieron gobiernos democráticos y se unificó Alemania, también se detuvo la carrera armamentista y la competencia ideológica cesó al ponerse en duda el comunismo. Al ser elegido el presidente estadounidense George Bush (padre del actual Presidente), declaró la necesidad de un "nuevo orden mundial" para sustituir la rivalidad de las superpotencias que había dividido el mundo en dos bloques.

  • 1991-1993: en 1991 las pequeñas Repúblicas de la URSS se declaran independientes. El 24 de agosto de 1991, Mijail Gorvachov pone punto final a 74 años de la URSS. En 1993, quedó al descubierto la gran burocracia del PECUS, arrastrada desde los tiempos de Breznev. Esto trae como consecuencia el ascenso de Boris Yeltsin al poder y, a pesar de los roces que tenía con todos los poderes existentes, logra obtener la presidencia con una votación jamás conocida en la Unión Soviética. Yeltsin asume las riendas del Kremlin y nace lo que se habría de llamar la "Unión de Estados Independientes de Rusia".

  • 1997: en mayo se firma un acuerdo histórico entre Rusia, presidida por Yeltsin, y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), cuyo secretario general era el español Javier Solana, que permitía la ampliación de este organismo a los países del antiguo bloque soviético sin que aquel Estado lo considerase un acto hostil. Dicho acuerdo, recogido en el Acta fundacional sobre las relaciones mutuas de cooperación y seguridad entre la OTAN y la Federación Rusa (ratificado el 28 de mayo en París), suponía que ese organismo supranacional y Estado dejaban de considerarse adversarios, razón por la cual numerosos analistas lo consideraron el fin definitivo de la Guerra Fría.

Si bien es cierto el fin de la guerra fría se consideró como un hecho histórico que cambiaría el rumbo de las naciones democráticas, abriendo a la vez mayores posibilidades para la cooperación y la confianza mutua entre países, esto no resultó realmente lo esperado. Según Meré Sánchez (1997), la desintegración de la URSS y la desaparición de la amenaza comunista no significó que se anularan o controlaran otras amenazas en las democracias contemporáneas de Latinoamérica, tales como: los desajustes económicos, políticos y sociales; la acentuación de las diferencias raciales y culturales; el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas con sus respectivos delitos conexos; las inmigraciones no controladas; la contaminación ambiental del planeta y el terrorismo; entre otras que ponen en peligro la paz y la seguridad mundial.

Manifiesta Rosenau (1997), que en la posguerra fría los asuntos mundiales en materia de seguridad están envueltos en una profunda incertidumbre por la inexistencia de un concepto de seguridad común, lo cual no ocurrió durante la guerra fría, cuando la rivalidad que existía entre los dos bloques, con sus tensiones, imponía en cierta forma una estabilidad comprensible en torno al curso posible de los acontecimientos.

Partes: 1, 2
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