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Perú: Desarrollo del Sector Agrícola (página 2)


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Perspectivas: retos y oportunidades

Para diseñar claramente la estrategia que ataque los problemas centrales del agro, considerando los esfuerzos de inversión para disminuir y cerrar la brecha alimentaria, es necesario considerar los retos y los plazos que plantean los cambios en el entorno internacional con la globalización, los procesos de integración económica, el desarrollo tecnológico y los espacios para la adaptación y el desarrollo endógeno, los nuevos paradigmas del desarrollo sostenido, la nueva visión de la equidad y el desarrollo agrario, la seguridad alimentaria, y los procesos de democratización, modernización y descentralización del Estado. Estos son los factores que permitirán palanquear las oportunidades existentes, convirtiendo los problemas en retos viables de conseguir.

  • La equidad y el desarrollo agrario: La política agraria impulsa el desarrollo de la agricultura para buscar el mejoramiento de los ingresos de los productores agrarios. Sin embargo, se está consciente de que la población agraria vive no sólo de la agricultura. Por lo tanto, la política agraria se ubica dentro de un concepto de desarrollo rural, el cual busca no solamente el incremento de los ingresos provenientes de un mejoramiento de la producción y productividad agropecuaria, sino también el mejoramiento de los sistemas no agrarios y su complementariedad en el ámbito local para la generación de empleo no agrícola, y por lo tanto el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural. Dado que el sector agrario es aún el sistema de mayor importancia para la generación del sustento económico de vida en las áreas rurales del país, la agricultura está obligada a liderar el proceso de desarrollo rural, que es un proceso de concertación de fuerzas y sistemas y que debe formar parte de un proyecto de desarrollo nacional.
  • Descentralización, democracia y ética en la gestión pública El modelo de desarrollo para el agro, así como la transformación productiva que de manera comprometida el Estado y los actores privados tienen que enfrentar, requiere de un profundo cambio institucional. La modernización institucional no es sólo del Estado. En su proceso, tiene que promover y generar la modernización de las instituciones del conjunto de los productores agrarios. La modernización del Estado, particularmente del Sector Público Agrario, es clave para producir estos cambios. Es una modernización destinada a construir una plataforma de servicios principalmente en tecnología, información, sanidad y titulación de tierras, desde las agencias agrarias, que son el núcleo institucional más cercano al productor y más descentralizado por su cercanía a los gobiernos y organizaciones locales. Uno de los principales objetivos del actual gobierno es cambiar este esquema de funcionamiento estatal a partir de un proceso de reforma institucional del Estado. Esta reforma tiene como objetivo poner en práctica el rol subsidiario del Estado e institucionalizar una organización estatal descentralizada y eficiente al servicio de los ciudadanos.
  • Entorno internacional: globalización y procesos de integración económica: El Perú a la par que se ha comprometido en continuar con las reducciones unilaterales de aranceles con el fin de mantener un ambiente comercial plenamente competitivo, ha introducido dentro de su estrategia de desarrollo comercial el concepto de regionalismo abierto. Esto incluye la negociación de tratados preferenciales bilaterales y regionales así como de procesos de integración, que garanticen un acceso más amplio para las exportaciones peruanas. En ese contexto la política agrícola busca fortalecer el mercado interno y externo mediante el aprovechamiento de las oportunidades para mejorar las condiciones de acceso de los productos agropecuarios al mercado internacional y preservar las condiciones de acceso para el mercado interno más conveniente, que de manera conjunta permitan viabilizar un desarrollo sectorial competitivo, equitativo y sostenible. El Perú actualmente se encuentra comprometido con los procesos de apertura. Mediante la Resolución Legislativa Nº 26407 del 18 de diciembre de 1994, ha incorporado a su normatividad legal los compromisos asumidos en el Acta Final de la Ronda Uruguay del GATT, suscrito en Marrakech, en abril de 1994; y que constituyó la partida de nacimiento de la Organización Mundial de ComercioOMC. El Perú en el marco de la – OMC, busca lograr previsibilidad, transparencia y seguridad en el acceso a los mercados, reducciones sustanciales de los niveles de ayuda interna, subsidios y protección del sector agropecuario. Asimismo, es fundamental considerar otros temas no comerciales de interés para los países en desarrollo como el tema de la pobreza rural, el desempleo, protección del medio ambiente, seguridad alimentaria, entre otros. Corregir las distorsiones severas del mercado de bienes agrarios será tarea de la nueva ronda de negociaciones (la Ronda Doha), lanzada recientemente por la OMC en noviembre del año 2001, en la que se reconoce un tratamiento diferencial para los países en desarrollo. Se espera alcanzar nuevos acuerdos a más tardar en marzo del año 2008. Así mismo, el Perú se encuentra comprometido en diversos procesos de integración económica y comercial, a fin de tener un acceso más amplio y garantizado para sus exportaciones, así como un tratamiento negociado de sus importaciones, lo cual implica plazos cortos para enfrentar las nuevas condiciones de apertura de los mercados. Se deben aprovechar los beneficios de los tratados de comercio preferencial que los EE.UU. (ATPA) y la Unión Europea han otorgado a la Comunidad Andina, en el marco del apoyo a la lucha contra el narcotráfico y la sustitución de cultivos de la coca y amapola. La aplicación de estos mecanismos otorga oportunidades a nuestras exportaciones en dichos mercados.
  • Evolución del Cambio tecnológico: Para hacer viable una estrategia comercial para el Perú que le devuelva rentabilidad y competitividad al agro y cierre la brecha alimentaria, asociada a inversiones tecnológicas que incrementen la productividad, es preciso que nuestras exportaciones crezcan a tasas altas. Ello acontece en un contexto en que la agricultura mundial vive un momento particular de profundo cambio tecnológico. La introducción de la informática y la biotecnología están cambiando la configuración del mundo actual.
  • El paradigma del desarrollo sostenible: En la actualidad, el tema de la conservación del ambiente ocupa un lugar importante. En el pasado se suponía que los recursos naturales no se deterioraban, y su uso no tenía restricciones. El desarrollo sostenible es un proceso donde la explotación de los recursos naturales está en armonía con el principio de la satisfacción de las necesidades humanas actuales sin perjudicar a las futuras generaciones. Para ello, es necesario plantear una estrategia de crecimiento económico que asuma que todos los activos naturales de la sociedad deben mantenerse de manera que la generación presente entregue a las generaciones futuras una cantidad igual o mayor de oportunidades.
  • La importancia de la calidad y la inocuidad: En los últimos años, la demanda agrícola mundial ha estado sujeta a importantes variaciones vinculadas a la creciente preocupación por la calidad y la inocuidad de los alimentos, así como por las condiciones ambientales en que se generan estos productos. La tendencia actual del mercado internacional de alimentos, especialmente por parte de los países desarrollados, es la de imponer exigencias equivalentes a las que se imponen a los productos nacionales. Tal situación está asociada al desarrollo de productos de calidad. La valorización de los productos agropecuarios a través del incremento en la calidad es una opción estratégica para el mejoramiento de la competitividad del agro nacional. Los cambios en la agricultura mundial también deben llevar al establecimiento de vínculos cada vez más estrechos entre la agricultura como sector que genera productos primarios, y el eslabón industrial, que procesa y agrega valor a dichos productos. La constitución de un sector agroindustrial cada vez más integrado a escala mundial, en el que intervienen explotaciones agrícolas, agroindustrias, empresas exportadoras e importadoras, almacenes, ferias y supermercados, empresas de servicios y organizaciones de consumidores, constituye una realidad insoslayable que condiciona el comportamiento sectorial y que, por lo mismo, debe implicar cambios en nuestros conceptos y en las formas de aplicación de las políticas públicas.

Situación y política comercial del sector agrícola

Según información proporcionada por el Ministerio de Agricultura, las reformas de política económica aplicadas desde principios de los años noventa permitieron una mayor disciplina en las cuentas fiscales y monetarias del país y generaron una estabilidad muy apreciada en la economía, sobretodo en relación a los niveles de inflación y tipo de cambio. Sin embargo, a nivel sectorial agrícola, los productores enfrentaron en general un marco de incentivos desfavorable expresado en menores precios reales de productos agrícolas, menor protección en frontera, reducida disponibilidad de crédito, y altas tasas de interés real y mayores precios de insumos. A pesar de lo anterior, el PBI del sector agrícola tuvo un importante crecimiento después de las reformas, creciendo a una tasa promedio de 5.9% en el periodo 1995-00.

Muchos factores han sido mencionados para explicar esta recuperación sectorial. Unos son de naturaleza temporal como el buen clima en algunos años o el crecimiento del área sembrada debido a la pacificación. Otros son factores de crecimiento real y sostenible (mayor uso de semillas mejoradas, explotación de las oportunidades de exportación), pero su impacto tiende a beneficiar casi exclusivamente a los "agricultores comerciales", sin mejorar mayormente la situación de los pequeños agricultores. Entre los años 2001- 2005 el sector agropecuario también mostró una tendencia positiva, con un crecimiento promedio de 2.7% anual en su PBI, aunque lo hizo a ritmos menores que el resto de la economía, que creció al 3.6% anual. Cabe indicar que en los años 2001 y 2004 las condiciones climatológicas influyeron negativamente en los niveles de producción del sector motivando menores superficies sembradas. En el año 2005 el sector experimentó un crecimiento importante (4.7%), fundado en el dinamismo del subsector pecuario (6,6%) y el moderado avance del subsector agrícola (3,20%).

En la actualidad, el sector agropecuario participa con menos del 10% del Producto Bruto Interno (PBI) en el Perú, emplea a más del 35% de la población económicamente activa (PEA) y es una importante fuente de ingresos para los grupos más pobres del país. La producción es muy heterogénea dada la gran diversidad de climas y condiciones agro-ecológicas que existen en las tres regiones del país. El departamento de Lima concentra el 22% del valor de producción del sector.

Respecto al empleo, no existen estadísticas sobre el empleo generado por los diferentes cultivos y crianzas en el país. Sin embargo, éste ha sido estimado en base a la información sobre requerimientos de mano de obra por hectárea para los productos agrícolas con base en trabajos de OIT sobre empleo agrícola en Perú. La información considera únicamente la mano de obra utilizada en las labores de siembra, cultivo y cosecha, y no incluye otras actividades de post-cosecha (selección, acarreo, procesamiento primario). Asimismo, los requerimientos de mano de obra corresponden a un determinado nivel tecnológico y a una situación de rentabilidad que permite la utilización recomendada de mano de obra en el cultivo respectivo. Con estas limitaciones, las estimaciones realizadas revelan que el mayor empleo de mano de obra se realiza en el arroz (169 mil empleos), seguido de la producción de papa (106 mil), café (87 mil) y maíz (124 mil entre ambos maíces). Sin embargo, debe destacarse que la mayor intensidad de uso de mano de obra por hectárea esta en los cultivos hortícolas (cebolla, ajo, espárrago) que ocupan más de tres veces la cantidad de trabajo que se requiere en la producción de maíz por hectárea.

Precios agrícolas: El índice de precios agrícolas en sus niveles promedios experimentó un incremento importante (17.3%) entre los años 2002 y 2005, en tanto que, el índice de precios de los productos pecuarios no ha mostrado mayor variación (0.4%). En el año 2005 el índice de precios agrícolas ha decrecido (3.5%), debido a la caída de los precios reales de los más importantes productos así como también ha caído el índice de precios pecuarios (4.8%).

Ingreso Agropecuario: La evolución del ingreso promedio agropecuario, estimado por el ratio VBP/ número de unidades agropecuarias, mostró un comportamiento creciente entre el 2001-2005. El ingreso promedio por unidad agropecuaria en el 2005 ascendió a S/ 805 mensuales. Asumiendo que el número promedio de miembros por unidad agropecuaria es 5, el ingreso promedio per cápita mensual ascendió a S/161, el cual fue mayor al alcanzado el año anterior.

Entre el 2001-2005 el déficit de la Balanza Comercial Agraria se ha reducido de manera importante hasta tornarse en superávit como resultado del crecimiento importante de las exportaciones. Esta mejora en la balanza se explica por el continuo crecimiento de las exportaciones no tradicionales y por una mejora importante de las exportaciones tradicionales. El crecimiento de las exportaciones agrícolas ha sido muy significativo, sobre todo por la consolidación de la posición exportadora a nivel mundial en varios productos hortofrutícolas como la páprika, las alcachofas, el pimiento piquillo y frutas frescas como el mango y la uva.

Las exportaciones agrícolas han tenido una tendencia creciente en los últimos años, alcanzando un crecimiento promedio anual de 14%, generado principalmente por el desarrollo de las exportaciones hortofrutícolas no tradicionales. El incremento de las exportaciones hacia Estados Unidos, el cual es nuestro principal mercado de destino, ha estado apoyado por las preferencias arancelarias otorgadas por EE.UU. a través del ATPDEA Sólo entre los años 2002-2005, las exportaciones agrarias hacia EE.UU. procedentes de Perú aumentaron en más de 82% y alrededor del 65% de este comercio se beneficiaba con el ATPDEA mientras un 35% del comercio agropecuario se realizaba bajo tarifas donde Estados Unidos aplica usualmente un arancel cero. La balanza comercial resulta de la diferencia entre las exportaciones FOB menos importaciones FOB.

Entre los principales países proveedores de las importaciones agrarias tenemos en primer lugar a Argentina, seguido de Estados Unidos, Chile y Bolivia.

Productos Agrícolas Tradicionales

  • Arroz: Alrededor del 60% de su producción se ubica entre Lambayeque, San Martín, Piura y La Libertad. En los últimos años la producción nacional abastece casi la totalidad de la demanda interna nacional siendo el departamento de San Martín el que se ha constituido en la alternativa de siembra del cultivo, ante la sequía que suele afectar a la costa norte del país. Las importaciones son mínimas y son originarias en su mayoría de Uruguay (75%). Es un cultivo intensivo en uso de agua y en diversas zonas de la costa origina un problema de salinización de los suelos por lo cual el Ministerio está planteando un programa de reconversión.
  • Maíz Amarillo Duro: El maíz amarillo duro representa el 2.7% del VBP agropecuario. La producción nacional ha presentado una tendencia creciente originado por un incremento de la productividad media y de las áreas sembradas. Los principales departamentos productores son Lima, La Libertad, San Martín y Lambayeque. Actualmente las importaciones representan la mitad del consumo aparente. Cabe señalar que este producto tiene una significativa participación en la estructura de costos de la avicultura (60%) y porcicultura (67%).
  • .Algodón: La participación en el PBI agropecuario es de 1.4% siendo el algodón "tangüis" y "pima" los de mayor producción. Las variedades "áspero" y "Del cerro" representan sólo 4% de las hectáreas sembradas. Las importaciones han representado el 42% de la demanda interna en promedio de los últimos cinco años y se dividen en importaciones de algodón de fibra corta (84%) y algodón tipo pima (16%). El crecimiento de la producción de confecciones textiles, ha originado un incremento de la demanda por algodón nacional y algodón importado el cual viene principalmente desde Estados Unidos, en especial el algodón de fibra corta (upland).
  • Trigo: En el Perú se produce principalmente el trigo tipo "aestevium" el cual se destina en su mayoría a la comercialización a nivel local para consumo directo, autoconsumo y en parte a la industria artesanal. Aproximadamente un 4% (7,000 TM) de la producción nacional es del tipo "durum", el cual tiene la calidad requerida por la industria de pastas.

Política comercial

Analizando la información del MINAG; en el quinquenio 2001-2005, la política comercial en el sector ha estado orientado, a reducir los aranceles para los insumos y bienes de capital, a mejorar el acceso real para nuestros productos de agroexportación y a aplicar los instrumentos de protección permitidos por la Organización Mundial de Comercio (OMC) para proteger a la producción nacional.

  • Aranceles: El programa de reformas estructurales aplicadas en los años noventa redujo drásticamente los aranceles. A partir de 1994, se implementó una nueva política arancelaria consistente en establecer una tasa uniforme de 12% para todas las partidas arancelarias, con la excepción del establecimiento de un arancel de 20% para los productos más sensibles. Los aranceles para productos de la agricultura (sin incluir sobretasas) tienen un 14% de promedio con sólo tres niveles de escalonamiento: 4%, 12%, y 20%. Las importaciones de 331 productos agrícolas están afectas a una sobretasa arancelaria de 5%. En el marco de la OMC, Perú negoció una tasa arancelaria general tope igual a 30%, con la excepción de algunos productos agrícolas considerados como "sensibles" (arroz, maíz, trigo, azúcar y leche) para los que se consolidó aranceles más altos (68%). Perú eliminó todas las restricciones no-arancelarias sobre las importaciones (prohibiciones, licencias, y monopolios estatales) a inicios de los años 90s y no "arancelizó" estas restricciones dentro de la OMC.
  • Franja de Precios: En junio del 2001, mediante D.S. Nº 115-2001-EF, se estableció el Sistema Peruano de Franja de Precios (SPFP) aplicable a las importaciones de 45 subpartidas arancelarias nacionales correspondientes a productos agropecuarios sensibles. El DS 197-2002-EF resuelve que las partidas a ser incluidas en el sistema son arroz, azúcar, maíz y lácteos, lo cual permitiría a los agricultores un ajuste gradual a las tendencias de los precios internacionales en el nuevo marco de apertura comercial. El mecanismo opera mediante la aplicación de incrementos y descuentos sobre el arancel básico de dichos productos en caso que los precios de importación resultaran por debajo del piso de la franja o por encima de su techo, respectivamente. La franja de precios puede considerarse una salvaguardia "unilateral" que se activa automáticamente cuando los precios de referencia de importación se salen del rango determinado por la franja. Mediante D.S. Nº 153-2002-EF se dispuso la prórroga de la aplicación de las entonces Tablas Aduaneras vigentes para el maíz, arroz y lácteos (aprobadas por el D.S. Nº 001- 2002-EF) y azúcar (aprobada por el artículo 3º del D.S. Nº 153-2002-EF) hasta el 30 de junio del 2003. Adicionalmente supuso la aplicación de un factor de corrección de 1.441 para la Tabla Aduanera del azúcar. La prórroga de aplicación de estas tablas se ha mantenido hasta la actualidad, excepto para el azúcar. En enero de este año mediante DS 003-2006-EF se rebajó la aplicación del factor de corrección aplicado a 1.107 para que el sistema pueda ser más coherente con las altas cotizaciones internacionales y que no perjudique a la demanda local azucarera.
  • Apertura de nuevos mercados: El crecimiento y la diversificación de la oferta agroexportable permitirá una ampliación de los mercados agrarios, no únicamente en forma directa para las actividades involucradas, sino también del mercado doméstico. Un incremento dinámico de las exportaciones, aumenta el empleo y el ingreso del trabajador en el campo generando mas demanda de las producciones que se dedican a abastecer el mercado interno. Mayores exportaciones significan también mayores cantidades de hectáreas dedicadas al mercado internacional, lo cual permite un mayor espacio y mejores precios en el mercado interno para los pequeños productores y para las producciones de regiones más rezagadas. El acceso a los mercados externos es un aspecto de importancia de la política agraria, en la perspectiva de aprovechar las oportunidades demandantes de productos de calidad y selectivos, lo que a la vez permitirá incrementar la participación de las exportaciones agrícolas no tradicionales en el valor total de las exportaciones.

Política agrícola en los países firmantes de los tratados de libre comercio

Todos los países de una u otra forma tienen una política agrícola interna y otra externa que funciona para el caso de los tratados de libre comercio y en otros casos. Así, por ejemplo, los Estados Unidos, y otros países desarrollados, mantienen programas de apoyo interno a productos agrícolas seleccionados que generan excedentes de producción y terminan afectando negativamente los precios mundiales. Estos se perciben como una de las principales causas de la tendencia declinante de los precios de la mayoría de productos agrícolas básicos, y también de su alta variabilidad. La mayoría de estos productos son también productos sensibles para el Perú como son la leche, el maíz, el algodón, el arroz, entre otros. La eliminación y/o reducción de las medidas distorsionantes continúa siendo una prioridad para el Perú y para los países en desarrollo dentro de la actual negociación de la Ronda Doha, en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Debido a su carácter multilateral, estas políticas internas no son negociadas de manera bilateral por los EE.UU.

Los países con mayor uso de medidas de apoyo interno y subsidio a las exportaciones en el sector agropecuario, y que tienen una mayor incidencia en las distorsiones de los mercados internacionales agrícolas son Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Ellos aplican una amplia variedad de programas sustentados en sus respectivos presupuestos nacionales.

Según el MINAG, se estima que las ayudas internas (subsidios domésticos) y los subsidios a la exportación influyen en cerca del 31% y 13% sobre la presencia de distorsiones en los precios de los productos agropecuarios, respectivamente (ERS-USDA 2001). Si bien estos programas de apoyo interno y los subsidios a la exportación son las medidas de política más cuestionados por los países en desarrollo, se estima que más de la mitad de las distorsiones presentes en los precios agropecuarios están dados por la presencia de aranceles y contingentes arancelarios rígidos en los países desarrollados. Es claro que una reducción o eliminación de las medidas de apoyo interno así como de otras restricciones cuantitativas al comercio, ocasionaría un cambio importante en los mercados agropecuarios de los países desarrollados y como consecuencia en los mercados mundiales. Pero ¿cuál sería la magnitud del impacto de este cambio de política sobre los mercados de productos agropecuarios a nivel mundial?

Algunos organismos multinacionales como el FMI y el Banco Mundial así como centros de investigación (el IFPRI o el Servicio de Investigación Económica del USDA, entre otros) han presentado estudios y estimaciones de los posibles impactos de reducir o eliminar las medidas de apoyo interno y subsidios sobre el agregado del sector agrícola. Los modelos en su totalidad predicen que la liberalización comercial lleva a un incremento de los flujos de comercio así como a aumentos de los precios de los productos básicos y ganancias en el bienestar agregado de la población. Sin embargo, estos modelos recalcan que el bienestar de la población depende de las reformas comerciales llevadas también en el interior de cada país.

Otro punto que haría variar esta ganancia en el bienestar es que muchos de los países de Latinoamérica, como el Perú, son importadores netos de alimentos por lo que el aumento en las cotizaciones internacionales de los productos básicos perjudicarían a los consumidores. Por ello, el incremento del bienestar social no es un argumento garantizado per se.

La magnitud del incremento de los precios difiere significativamente entre productos y entre estudios en función del modelo usado. Este aumento se encuentra por lo general alrededor del 10%, aunque en el caso de productos lácteos y azúcar se tienen estimaciones que llegan a niveles bastante mayores.

Los niveles arancelarios consolidados, y aún los aplicados, por el Perú a esos productos son por lo general mayores a las respectivas magnitudes de distorsión estimadas para cada uno de ellos. Esto es especialmente cierto en el caso de leche y azúcar, que figuran con los mas altos niveles de distorsión y también con los aranceles consolidados y aplicados (a través de la franja de precios) más altos en el país.

Resultado de las negociaciones en el sector agrícola

En el caso Perú – Estados Unidos, el Tratado de Libre Comercio amplía el acceso permanente con arancel cero para todos los productos incluidos en la Ley de Promoción Comercial y Erradicación de la Droga (ATPDEA). Asimismo, con el TLC se amplia el acceso inmediato para otros productos como las aceitunas, el algodón en fibra y las conservas de hortalizas, que anteriormente no se beneficiaban con ésta ley. Adicionalmente, se ha conseguido cuotas libres del pago de arancel para la leche evaporada, la leche condensada, los quesos y lácteos procesados como el manjar blanco; y una ampliación de la cuota para el azúcar.

Los plazos de desgravación para el acceso de los productos norteamericanos al mercado peruano serán iguales o mayores a 10 años. Es el caso del arroz, carne bovina, lácteos, cuartos traseros de pollo, maíz amarillo duro, aceites refinados, entre otros.

Adicionalmente, algunos productos sensibles estarán sujetos a una Salvaguardia Especial Agropecuaria por volumen.

La negociación del sector agrario involucró tres partes, las cuales se revisan a continuación. Adicionalmente se resumen los principales resultados de la Mesa de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias.

Acceso de productos peruanos al mercado estadounidense

Con el TLC se consolida el acceso al mercado estadounidense de todos los productos que están beneficiados por el ATPDEA. Es decir, se obtuvo acceso inmediato libre de aranceles al mercado norteamericano para el 89.7% del total de partidas arancelarias agropecuarias (incluidas las partidas NMF libres). Esto significa que para productos como el etanol, la alcachofa, la cebolla, el espárrago, el mango, las menestras, la páprika, el plátano, la uva así como otras frutas y hortalizas se consolida el acceso preferencial a EE.UU. con arancel cero.

Además, con el TLC se extienden estas preferencias de acceso a productos que anteriormente no eran beneficiados. Es el caso de las aceitunas, el algodón en fibra, las demás conservas de hortalizas y frutas. Así, el 99,1% del valor de las actuales exportaciones peruanas ingresará libre de aranceles en forma permanente al mercado norteamericano.

Cabe señalar que con excepción de 47 subpartidas arancelarias (relacionadas con el azúcar), el resto de productos dejará de pagar arancel en plazos lineales de desgravación de 5, 10, 15 y 17 años.

Para un grupo de productos lácteos el Perú consiguió una apertura mediante cuotas libre del pago de arancel entre los que se encuentra la leche evaporada y la leche condensada (6.000 TM); quesos (2.500 TM) y un grupo de productos lácteos procesados dentro de los cuales se encuentra el manjar blanco (2.000 TM).

Asimismo, Estados Unidos otorgó una cuota de 11,000 TM para el azúcar y derivados, la cual es una cuota adicional al volumen que actualmente exporta Perú a Estados Unidos (aproximadamente 43,000 TM). La cuota adicional de 11,000 TM abarca 47 partidas arancelarias que involucra derivados con contenido de azúcar. Cabe señalar que la cuota está condicionada a que el Perú alcance el estado de exportador neto en el conjunto de estos productos.

Acceso de productos estadounidenses al mercado peruano

El Perú otorgó a Estados Unidos un acceso libre del pago de aranceles para el 56% de las partidas nacionales, las que involucran el 88.7% del valor total importado desde los Estados Unidos. Ellas incluyen al algodón, trigo, cebada, y aceites vegetales en bruto.

Para los productos sensibles, el Perú ha obtenido plazos de desgravación largos situados entre 10 a 17 años. Estos comprenden 125 partidas arancelarias, entre las que se encuentran los siguientes productos:

  • Lácteos: Las condiciones alcanzadas en la negociación permiten un acceso recíproco y equitativo, a través de plazos largos de desgravación y cuotas de importación limitadas para ambas partes. El Perú otorgó cuotas libres del pago de aranceles para algunos productos lácteos entre los que se encuentran la leche en polvo y leche concentrada (4,630 TM), yogurt (70 TM), mantequilla (500 TM), quesos (2500 TM), helados (300 TM) y productos lácteos procesados (2000 TM). Las tasas de crecimiento de estas cuotas fluctúan entre 10% y 12% y los plazos de desgravación varían entre 15 y 17 años. Para algunas partidas como leche en polvo y quesos se han incluido 10 años de gracia en los plazos de desgravación.
  • Maíz: Como resultado de la negociación, se otorgó a Estados Unidos una cuota de importación libre de arancel para 500 mil TM anuales de maíz amarillo duro, la cual crecerá 6% anualmente. El plazo de desgravación para el maíz amarillo duro será de 12 años, partiendo de un arancel base de 25% el cual es superior al arancel actualmente aplicado (12%). El resto de maíces (blanco y demás) se desgravarán en 10 años y la desgravación se iniciará desde un arancel base de 25%, el cual también es mayor al aplicado.
  • Arroz: La desgravación de este producto será en 17 años incluyendo 4 años de gracia y partirá de un arancel base de 52%, el cual es mayor al arancel aplicado (actualmente 25%). El volumen inicial de la cuota será de 74 mil TM la cual tiene una tasa de crecimiento de 6%. Adicionalmente, este producto estará sujeto a una salvaguardia especial agrícola por volumen durante el periodo de transición la cual se activará cuando el volumen de las importaciones anuales supere en 30% el volumen de la cuota establecida para ese año.
  • Carne de Cerdo: La mayoría de productos como las carcasas, jamones y despojos se desgravará en 5 años. El tocino se desgravará de manera inmediata, la grasa de cerdo en 10 años mientras que las preparaciones de cerdo se desgravarán en 7 años.
  • Carne de Bovino: En este sector se pueden observar tres grupos de productos. El primero es el correspondiente a las carnes finas (calidad tipo prime o choice), los cuales ingresarán libre del pago de aranceles una vez entre en vigencia el acuerdo. El segundo grupo incluye a la carne de calidad estándar. Para estos productos se ha fijado una cuota de 800 TM la cual ingresaría libre del pago de arancel y tendría una tasa de crecimiento de 6%. Asimismo, este producto estaría sujeto a una salvaguardia especial agropecuaria por volumen y la desgravación del arancel base será en 12 años. El último grupo corresponde a los despojos (lenguas, hígados, estómagos) para los cuales se otorgó una cuota de importación de 10 mil TM la cual crecerá 6% anual. La desgravación del arancel extra cuota será en 10 años.
  • Carne de aves: Los plazos de desgravación para la carne de aves y carne de pavos, huevos así como las preparaciones de estos productos son menores a 10 años. Para los cuartos traseros de pollo se ha otorgado a Estados Unidos una cuota de 12 mil TM, la cual tendrá una tasa de crecimiento de 8%. La desgravación será en 17 años, incluyendo 8 años de gracia y el arancel del cual partirá la desgravación es de 25%. Asimismo, se tendrá una Salvaguardia Agropecuaria por volumen que se activará cuando los volúmenes importados superen en 30% la cuota establecida anualmente.
  • Aceites Refinados: Los aceites refinados se desgravarán en 10 años y partirán de aranceles base de 12%. Adicionalmente el Perú otorgó una cuota de 7 mil TM para el aceite refinado de soya, la cual ingresará libre del pago de arancel y crecerá en 5%. El arancel extra cuota se desgravará en 10 años.

Para el caso del azúcar, cuya posible sensibilidad respecto a los Estados Unidos esta en la competencia con los edulcorantes derivados del maíz, las correspondientes partidas arancelarias se desgravaran en plazos que van de inmediatos a cinco o diez años. Los aranceles base para los productos correspondientes a esta cadena que se encuentren en franja de precios partirán un arancel mayor al aplicado. Por ejemplo la partida correspondiente a los demás azúcares iniciará la desgravación desde un 58% mientras que la partida correspondiente a los demás jarabes partirá de un arancel de 30%.

Para el caso de los productos sensibles se ha considerado dentro de la negociación el uso de una salvaguardia especial agrícola por volumen. Esta medida de defensa comercial será utilizada en caso se registre durante el periodo de desgravación un incremento de las importaciones el cual supere la cuota establecida en un porcentaje determinado afectando el mercado nacional. Entre los productos sujetos a la salvaguardia especial agropecuaria por volumen están el arroz, carne estándar de bovino, cuartos traseros de pollo y algunos lácteos.

Resultados en materia sanitaria y fitosanitaria

Los resultados se encuentran en el Capítulo 6 del Tratado. En el texto acordado, las partes confirman sus derechos y obligaciones en el marco de la OMC e igualmente acuerdan establecer un comité permanente para atender los problemas sanitarios y fitosanitarios que afecten el comercio entre las partes y así poder expandir las oportunidades del comercio recíproco y hacerlo más seguro. El Comité reforzará la relación entre las entidades de las partes responsables en materias sanitarias y fitosanitarias y se reunirá las veces que sean necesarias.

Una de las ventajas del capítulo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitaria (MSF) es la profundización de la aplicación de los acuerdos de la OMC. Adicionalmente, se mejoran las relaciones entre las autoridades nacionales pertinentes con lo cual se pueden acelerar los procesos de gestión para el acceso de los productos agropecuarios, vía el reconocimiento de equivalencias de sistemas fitosanitarios y declaración de zonas de producción libres de plagas y enfermedades según sea el caso. A nivel de productos, se abordó algunos aspectos vinculados al acceso de ciertos productos peruanos a EEUU como el análisis de Riesgos de plagas en palto, reconocimiento de equivalencias sobre moscas de la fruta, sistema fitosanitario para la exportación de mango y para los lugares de producción libres de plagas, zonificación de enfermedad de aves Newcastle, etc.

Por otro lado se han firmado cartas paralelas al acuerdo que establecen el reconocimiento del Perú a la equivalencia del Sistema de inspecciones sanitarias de EEUU en las carnes de aves y bovinos. Cabe resaltar que el Perú podrá suspender o prohibir las importaciones, o adoptar otras acciones de control si se detectan enfermedades en la carga enviada al país, o por problemas zoosanitarios o fallas en el Sistema de inspección de EEUU. Asimismo, se establece un acuerdo con EEUU sobre los requerimientos de importación establecidos por SENASA para la importación de cerdos, aves y sus productos. Esto es resultado de un proceso de armonización de larga data efectuado entre el SENASA y USDA (APHIS-FSIS). Los requisitos zoosanitarios plasmados en los anexos son plenamente concordantes con los requisitos establecidos por la OIE y CAN, y que el Perú solicita a cualquier otro país en el marco del comercio internacional.

Evaluación del impacto de los tratados de libre comercio en el sector agrícola

Desde el inicio del proceso de negociación del tratado de libre comercio con los Estados Unidos, distintas entidades gubernamentales, académicas, gremiales y de investigación se han preocupado de evaluar los impactos que acarrearía la liberalización preferencial de aranceles a favor de los EE.UU. sobre la economía peruana en su conjunto y especialmente sobre los productos agropecuarios considerados sensibles. Este legítimo interés sobre las consecuencias de esta negociación se ha acrecentado con la conclusión de la misma en el mes de Diciembre 2005.

Hasta la fecha se han realizado diversos estudios a lo largo del proceso de negociación con distintos grados de profundidad, metodología, intereses específicos, información estadística y supuestos que condicionan el resultado de dichos análisis. En general, estos estudios se pueden separar en varios tipos en función a su cobertura global, sectorial, o por producto y a su metodología de análisis. Gran parte de los estudios se basan en análisis cualitativo, con la ayuda de series estadísticas seleccionadas sobre las que se derivan conclusiones razonables. Otro grupo de estudios tiene un carácter más cuantitativo y descansan en la utilización de modelos econométricos o contables que resultan en una valoración absoluta o porcentual de costos y beneficios para sectores o productos específicos de la economía nacional o para la economía en su conjunto.

Todo método de evaluación tiene sus ventajas y desventajas, así que la selección del método adecuado depende mucho del interés específico del evaluador, de la calidad de la información utilizada y de la rigurosidad técnica con la que se lleve el proceso de evaluación. Las evaluaciones cualitativas permiten incorporar una mayor variedad de elementos y criterios al análisis, lo que puede reflejar mejor la situación real, sin embargo sus conclusiones son por lo general menos precisas y corren el riesgo de incorporar los sesgos del evaluador en sus resultados. Por otra parte, si bien los modelos cuantitativos permiten arribar a valoraciones concretas en los resultados, ellos dependen fuertemente de los supuestos utilizados en el diseño y funcionamiento del modelo. Por ejemplo, un error común en varios de los modelos es considerar la liberación arancelaria como si fuera efectuada a favor de todos nuestros socios comerciales y no únicamente con los Estados Unidos. Esta diferencia afecta sustancialmente los resultados.

Durante el proceso de negociación, el equipo negociador agrícola peruano estuvo apoyado por estudios de base efectuados por el MINAG sobre los distintos productos agropecuarios sensibles y las evaluaciones de impacto realizadas por MINCETUR. A solicitud del MINAG, el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA) evalúo el impacto de la liberalización comercial con los EE.UU., mediante el uso de un modelo de contabilidad social construido para dicho propósito. Asimismo, el equipo del MINAG elaboró notas técnicas sobre los principales temas referidos a la negociación agropecuaria. Además de lo anterior, se elaboraron informes periódicos sobre los avances y propuestas de negociación, que incluyen implícitamente una evaluación sobre las consecuencias de dichas propuestas en cada una de las etapas de negociación.

Crecimiento agrícola:

Según Hazell (2006), muchos países en desarrollo han alcanzado impresionantes tasas de crecimiento agrícola en los últimos decenios. Por ejemplo, Asia se vio amenazada por el hambre y un estado de inanición general en el decenio de 1960, pero ahora es autosuficiente en la producción de alimentos básicos, aunque su población ha aumentado a más del doble. A pesar del éxito logrado, existe una profunda preocupación por el futuro. El hambre y la malnutrición persisten en muchos países, a menudo porque los antiguos patrones de crecimiento agrícola no bastaron para beneficiar debidamente a los pobres o dejaron de hacerlo. Los aumentos previstos de la demanda de productos agrícolas, junto con el crecimiento demográfico y el aumento del ingreso per cápita, exigirán un continuo incremento de la productividad agrícola, aunque se ha comprobado que el crecimiento de los rendimientos se ha desacelerado y que hay pocas posibilidades de mayor expansión de las zonas cultivadas y regadas. Si no se controlan, los problemas ambientales relacionados con la agricultura podrían convertirse en una amenaza para las futuras tasas de productividad agrícola e imponer elevados costos en materia de salud y conservación del medio ambiente en las esferas nacional e internacional.

El crecimiento agrícola continuo es una necesidad, no una opción, para nuestro país. Sin embargo, no debe poner en peligro la base de recursos naturales ni imponer costosas externalidades a otros sectores. Debe ser equitativo para que ayude a aliviar la pobreza y la inseguridad alimentaria. Las tres metas fijadas, a saber, el crecimiento agrícola, el alivio de la pobreza y la sostenibilidad del medio ambiente, no son necesariamente complementarias y no se puede dar por seguro su logro en forma simultánea. Aunque mucho depende de las circunstancias sociales, económicas y agroecológicas particulares, hay más probabilidades de lograr un alto grado de complementariedad cuando el desarrollo agrícola (1) tiene una base amplia y comprende fincas pequeñas y medianas, (2) es impulsado por el mercado, (3) es participatorio y descentralizado y (4) es impulsado por el cambio tecnológico que fomenta la productividad de los factores pero no degrada la base de recursos. Ese crecimiento puede reducir los precios de los alimentos y, al mismo tiempo, aumentar el ingreso agrícola; tiene un alto coeficiente de empleo e incrementa la demanda real de bienes y servicios no alimentarios, particularmente en las pequeñas ciudades y los centros de mercado. Al reducir la pobreza y promover la diversificación económica en las zonas rurales, también alivia la carga impuesta a la base de recursos naturales por las necesidades de sustento.

Los requisitos para el desarrollo agrícola amplio se entienden razonablemente bien y no deben relegarse al olvido en la actual búsqueda de sostenibilidad del medio ambiente. En los decenios de 1950 y 1960, el interés de las autoridades y los especialistas en desarrollo agrícola se centró principalmente en el crecimiento, y las lecciones emanadas de esa experiencia pueden resumirse en los cinco elementos del desarrollo agrícola: Innovación, infraestructura, instituciones e incentivos.

Innovación: Sólidos sistemas nacionales de investigación y extensión agrícolas (públicos y privados) para generar y divulgar tecnología de mejoramiento de la productividad. Con el objeto de conocer la propensión del agricultor peruano a las innovaciones tecnológicas, se realizó una investigación dentro de un estudio sobre el crédito agrícola que se, llevó a cabo con la colaboración del BID y MINAG. Por dicha investigación se supo que de los 1803 productores encuestados, el 73.9 por ciento era analfabeto y sólo el 26.1 por ciento sabía leer y escribir. Como es lógico esperar, el grupo de los alfabetizados acusa el más alto grado de cambios y tiende a superar las condiciones tecnológicas y materiales de las explotaciones. En promedio, los productores alfabetizados realizaron el 88.3 por ciento de las innovaciones, y los analfabetos únicamente el 11.7 por ciento restante. Las explotaciones clasificadas según tamaños en pequeñas, medianas y grandes, no presentan un grado uniforme de aprovechamiento de los recursos tecnológicos y financieros ni tampoco en relación directa con su tamaño. En promedio y porcentualmente, les corresponde el 19.8 por ciento a las pequeñas, el 57.3 por ciento a las medianas, y el 22.9 por ciento a las grandes. De estas cifras se desprende una mayor receptividad de los agricultores medianos. La diferencia porcentual en el uso de innovaciones entre el agricultor pequeño y grande es escasa, lo que habla muy bien de aquel; obviamente, por el tamaño de su empresa no puede embarcarse en gastos que exigen bastante capital de explotación y capitalización, por lo que se explica su bajo índice en abonos e insecticidas, concentrados y construcciones; en cambio, llama la atención que el pequeño agricultor supere al grande en adquisiciones, nuevos cultivos, inseminación y crédito. En compra de ganado y uso de semilla mejorada están muy cerca.

Distribución porcentual de las innovaciones tecnológicas por grado de educación

Innovaciones

Agricultores alfabetizados

Agricultores no alfabetizados

Adquisiciones

80.9

19.1

Construcciones

91.6

8.4

Nuevos Cultivos

85.1

14.9

Compra de ganado

79.8

20.2

Semilla mejorada

89.8

10.2

Inseminación

86.9

13.1

Abonos e insecticidas

94.4

5.6

Concentrados

86.9

13.1

Asistencia técnica

97.2

2.8

Crédito

90.5

9.5

Promedio

88.3

11.7

Fuente: BID-MINAG.

Distribución porcentual de las innovaciones tecnológicas por tamaño de explotación

INNOVACIONES

PEQUEÑA

MEDIANA

GRANDE

Adquisiciones

26.7

51.1

22.2

Construcción

12.0

61.3

26.7

Nuevos cultivos

33.3

47.1

19.6

Compra de ganado

19.8

59.3

20.9

Semilla mejorada

23.1

53.5

23.4

Inseminación

25.8

56.8

17.4

Abonos e insecticidas

5.6

66.6

27.8

Concentrados

12.5

62.1

25.4

Asistencia técnica

9.7

59.6

30.7

Crédito

29.3

55.5

15.2

Promedio

19.8

57.3

22.9

Fuente: BID-MINAG

La labor realizada dentro del esfuerzo por lograr una mejor tecnificación en los patrones de explotación agrícola en todo el país se pueden resumir en la forma siguiente: En el campo de la extensión agrícola se han desarrollado proyectos de demostraciones masivas, especialmente en los granos básicos, así como la ejecución de programas de economía domestica y de adiestramiento de juventudes rurales. La investigación agrícola ha llevado a cabo diez programas; de éstos, el más importante ha sido el de granos básicos, especialmente el maíz, para la obtención de semillas mejoradas y certificación de los mismos. Además se ha desarrollado el programa de promoción y defensa de cultivos específicos (algodón y frijol). La asistencia técnica en riego y drenaje se ha desarrollado a nivel de explotación para la puesta en marcha de métodos de manejo y aplicación de agua. Con miras a disminuir la dependencia externa se desarrolló el proyecto de diversificación agrícola, que identificó cien proyectos específicos sobre producción agropecuaria. La asistencia técnica en la ganadería vacuna ha consistido en el adiestramiento en el campo sobre prácticas de ensilaje y henificación, prevención de enfermedades, siembra y fertilización de pastizales e inseminación artificial, y se ha encarado seriamente la importación de ganado de pura sangre para el mejoramiento genético de las razas criollas. Además, la ganadería porcina ha recibido asistencia técnica en lo relativo a cría, manejo, alimentación, aspectos sanitarios de la explotación y al diseño y construcción de porquerizas. Con respecto a forestación, se han desarrollado labores de experimentación, fomento, manejo y protección de bosques, y se ha establecido planes pilotos para diseñar y demostrar técnicas adecuadas de conservación de áreas forestales y cuencas hidrográficas. Para el aprovechamiento del rubro pesca, se ha desarrollado el Plan de Desarrollo Piscícola en aguas dulces nacionales, y además se está fomentando un proyecto a nivel regional de desarrollo pesquero en Chimbote. En el rubro café, el Instituto peruano de Investigación del Café (IPIC) ha efectuado labores de investigación y divulgación de prácticas para una mejor tecnificación en su explotación.

Para el mejor desarrollo de la tecnificación agrícola se han encontrado diversos problemas. Por ejemplo, se carece de la coordinación y cooperación necesarias entre los distintos organismos que integran el sector agricultura, provocando así una duplicación de funciones que lleva a malgastar los recursos humanos y financieros en el campo de la asistencia técnica, y esto, como consecuencia, ocasiona un lento desarrollo de los programas y proyectos en las actividades antes mencionadas.

En cuanto a financiamiento, ha existido escasez de recursos asignados a este campo, ya que de los ingresos brutos generados por el sector, sólo un 0.2 por ciento se ha volcado en la investigación y asistencia técnica del mismo. Como lo demuestra en cuadro siguiente, la escasez de técnicos en el sector es apremiante.

Relación agricultores/técnicos

1965

1966

1967

1968

1969

1970

(a) No. de agricultores*

234

242

249

257

265

272

(b) No. de técnicos

240

312

334

396

492

517

Relación a/b

975

775

746

649

572

526

Patrón a/b recomen dado por CIDA 1:

400

400

400

400

400

400

* En miles de agricultores

Se hace necesario agregar que en el aspecto exclusivo de extensionistas el problema es aun más grave. Ello es un efecto directo de la reducida capacidad de los dos centros. Para concluir puede decirse, en términos generales, que el estado ha hecho muy poco en lo referente a investigación agrícola y pecuaria, dado que sólo se ha conseguido elevar los niveles técnicos de explotación en cultivos como algodón, café, maíz, y frijol (éste en menor cantidad) aunque ahora se han registrado avances sustanciales en lo que a investigación pecuaria se refiere. Asimismo, puede afirmarse que la asistencia técnica agrícola se ha concentrado casi exclusivamente en los cultivos mencionados, en tanto que la asistencia pecuaria se ha basado en la inseminación artificial y en la importación de razas mejoradas.

Para mejorar esta situación se necesita, como primera medida, lograr una organización institucional de las dependencias gubernamentales que permita una eficiente coordinación en los aspectos de investigación y extensión agropecuaria, a fin de evitar las duplicaciones de funciones y por lo tanto la deficiente utilización de los escasos recursos financieros y humanos, los cuales deben incrementarse de acuerdo con las necesidades de la agricultura. Además debe establecerse y desarrollarse una política general y específica en lo referente a investigación y extensión agropecuaria, a nivel nacional, la que deberá estar en función de los planes de desarrollo económico a ejecutarse dentro del sector agropecuario.

Infraestructura: Concuerdo con Escobal y Torero(2004), cuando indican que aunque el foco de atención de las inversiones en infraestructura en países en vías de desarrollo se ha ido alejando de grandes proyectos (carreteras, ferrocarriles, grandes irrigaciones) hacia proyectos de menor envergadura y mayor importancia local como caminos rurales o pequeñas minicentrales hidroeléctricas, aun son escasas las evaluaciones de los impactos que dichas inversiones tienen sobre la pobreza o los niveles de vida de las poblaciones involucradas. Tal como señalan Gannon y Liu (1997), los mecanismos microeconómicos por los que la inversión en infraestructura vial genera impactos positivos sobre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza han sido reconocidos por la literatura especializada. Según estos autores, por un lado la inversión en infraestructura rural permite la reducción de costos de producción y costos de transacción, promoviendo el comercio y facilitando la división del trabajo y la especialización, elementos claves para un crecimiento económico sostenido. Este tipo de argumento es profundizado en el trabajo de Blocka y Webb (2001), quienes encuentran que la mayor densidad vial genera incentivos para la especialización, permitiendo una agricultura más intensiva en insumos modernos. El otro mecanismo que señalan Gannon y Liu (1997) está asociado a cómo las mejoras en la infraestructura rural permiten mejorar la productividad de los activos públicos y privados en manos de los hogares que acceden a dicha infraestructura.

Insumos agrícolas: Uno de los insumos más importantes de la agricultura es el agua. El objetivo central de la política agraria es aumentar la rentabilidad y competitividad del agro. Las principales políticas agrícolas relacionadas con el subsector riego son: 1) Desarrollo de plataformas de servicios agrarios, mejorando el manejo de agua mediante la promoción de la inversión en tecnologías de riego modernas, y la adecuada operación y mantenimiento de la infraestructura de riego existente; 2) Apoyo a la tecnificación del agro, creando programas de apoyo estatal que promuevan la inversión en tecnificación del riego; 3) Prevención de riesgos, concertando con el sector privado la disminución de la vulnerabilidad de la infraestructura de riego y drenaje, e institucionalizando la gestión de riesgos en la prevención y mitigación de desastres (Inundaciones, sequías y heladas); 4) Conservación del ambiente y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales promoviendo: a) el uso eficiente del agua de riego, así como su conservación y preservación para evitar el deterioro y la pérdida de suelos por erosión y salinización y b) el ordenamiento territorial mediante el manejo integrado de cuencas y la recuperación de ambientes degradados; 5) Participación indispensable de los usuarios y beneficiarios en el diseño y la preparación del proyecto de inversión pública, así como en su financiamiento, especialmente en la operación y mantenimiento.

La política hídrica debe orientar al sector público, privado y a la sociedad civil en la gestión integral del agua. Los principios que rigen su uso y aprovechamiento son: a) El agua es un recurso natural, vital y vulnerable que se renueva a través del ciclo hidrológico en sus diversos estados; b) El uso y aprovechamiento del recurso se debe efectuar en condiciones racionales y compatibles con la capacidad de recuperación y regeneración de los ecosistemas involucrados, en beneficio de las generaciones futuras; c) Se debe realizar una gestión integrada del recurso, por cuencas hidrográficas, que contemple las interrelaciones entre sus estados, así como la variabilidad de su cantidad y calidad en el tiempo y en el espacio; d) El agua tiene valor social, económico y ambiental. Su aprovechamiento debe basarse en el equilibrio permanente entre éstos y la eficiencia en la utilización del recurso; e) El acceso al agua para necesidades primarias de la población es un derecho humano. El Estado promueve la participación de la población en las decisiones que la afectan en cuanto a calidad, cantidad, oportunidad, u otro atributo del recurso; f) Se debe asegurar mecanismos de transparencia y acceso público a la información por parte de la sociedad civil; g) El desarrollo de las capacidades humanas es indispensable para una óptima gestión de los recursos hídricos; h) El Estado reconoce y garantiza los derechos tradicionales sobre los recursos naturales, cautelando la preservación de su calidad y adecuado uso.

Los planteamientos de política y estrategia nacional de riego tienen el propósito de precisar y dar prioridad al conjunto de acciones que realiza el Estado en este campo, así como a las modalidades y los recursos a ser asignados.

Instituciones: Cada 4 años la FAO elabora un documento sobre "temas de actualidad o emergentes que requieren análisis e investigación" conocido como CUREMIS por sus siglas en inglés (Current and Emerging Issues for Economic Analysis and Policy Pesearch). En ese documento la FAO propone a la comunidad de investigación una serie de temas que merecen un análisis en mayor profundidad. Uno de los temas que la siguiente edición de CUREMIS trata es el de "Nuevas Instituciones para el Desarrollo Agrícola y Rural en América Latina y el Caribe". GRADE ha sido encomendado para elaborar este documento en el que se busca: a) proporcionar una síntesis de los roles tradicionales que han jugado las instituciones en el medio rural latinoamericano. b) discutir las políticas que durante las últimas décadas han promovido o han impedido el desarrollo de la institucionalidad rural de la región. c) revisar las nuevas teorías sobre el papel de las instituciones en el sector rural de Latinoamérica, profundizando en cuáles son los roles más apropiados para cada uno de los múltiples actores rurales, incluyendo las distintas esferas de Gobierno, el sector privado y los individuos, las ONG, las organizaciones comunales y los demás segmentos de la sociedad civil; y, d) proponer áreas críticas de investigación y reflexión en torno a cómo lograr un desarrollo institucional que promueva el desarrollo rural de la región.

Según Aquino, el Foro Ministerial "La Agricultura de las Américas de Cara al Siglo XXI", realizado en Costa Rica —Octubre de 2006— durante la reunión de la Decimoctava Junta Interamericana de Agricultura (JIA) del IICA, planteó la necesidad de revalorar la agricultura en su justa dimensión y de modernizar y fortalecer los sistemas institucionales, nacionales e internacionales de acuerdo con los nuevos retos que imponen los actuales procesos de globalización y de integración. En esa oportunidad se identificaron las debilidades de los sistemas institucionales vinculados a la agricultura y al bienestar rural que constituyen restricciones fundamentales para lograr un desarrollo agropecuario sostenible. Las principales restricciones que sufren las instituciones del sector agrícola en la actualidad son: a) Su acción se encuentra limitada por las políticas macroeconómicas y financieras; b) No son tomadas en cuenta en los procesos de negociación comercial y su presencia es limitada en los procesos de integración; c) Su accionar es casi siempre reactivo y circunstancial para hacer frente a situaciones emergentes y a planteamientos concretos de las organizaciones gremiales de productores y otros grupos de interés; d) Los cambios en el entorno mundial y la globalización de las economías están dando lugar a una acelerada transformación de la institucionalidad internacional, que se refleja en nuevos relacionamientos de los actores económicos y en una readecuación de las reglas del juego a nivel internacional, regional y nacional.

Por lo tanto, el nuevo escenario institucional que se viene conformando a nivel internacional, está caracterizado por: a) El incremento del comercio y el reconocimiento de su papel dinamizador de la producción, el cual modifica las relaciones entre los actores económicos; b) El protagonismo del sector privado que se refleja, por una parte, en una mayor integración vertical y horizontal de los agentes económicos que participan en las distintas fases de las cadenas agro-productoras y comerciales, y por otra, en un aumento de la presencia de corporaciones transnacionales en la definición de las relaciones económicas a escala mundial, dando lugar a una nueva institucionalidad privada; c) El surgimiento de acuerdos y tratados internacionales de carácter tanto multilateral como bilateral, que propicia un nuevo marco normativo para las relaciones económicas y comerciales entre los estados.

Partes: 1, 2, 3
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