- Introducción
- Cuestiones histórico – lógicas en el devenir del sistema financiero internacional
- Ideas para una nueva arquitectura financiera internacional a partir del rol que deben desempeñar las instituciones de Bretton Woods
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Introducción
Hoy en día se conoce y comprende mucho más la sentencia marxista que ha vivida la humanidad. Los nuevos campos de la ciencia, los avances tecnológicos en el desarrollo de la informática y la comunicación, los procesos y servicios automatizados, todo esto con el fin de obtener ganancias sin importar la inequidad e injusticia social.
Los sistemas que capitalistas limitan el acceso al progreso de las ciencias lo que ocasiona que no todos los habitantes tengan la misma oportunidad, dominando de esta manera la sociedad. Mediante la globalización el propio desarrollo del sistema capitalista ha trascendido sus presupuestos económicos penetrando la vida social. Los problemas globales se han ocasionado en su mayoría por la acumulación de estos en el pasado, todos afectan tanto a una como muchas naciones, además ninguna nación aislada podría afrontarlos con éxito.
Los monopolios de tecnología y capital han creado graves dependencias en todos los eslabones de la cadena de actividades socioeconómicas, por esta se crea una presión externa de acabar con la resistencia al libre movimiento del capital, a la competencia entre las empresas productivas y diferentes segmentos del capital, con la finalidad de crear un mercado único para ponerlo al servicio de los intereses de las transnacionales.
Para solventar los problemas económicos mundiales se decidió crear el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional a continuación se dará un repaso sobre estos y como ha sido su desenvolvimiento hasta ahora del sistema financiero actual.
CAPÍTULO 1:
Cuestiones histórico – lógicas en el devenir del sistema financiero internacional
Epígrafe 1.1: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, organización Mundial del Comercio y Programas de Ajuste Estructural.
En este primer capítulo se va a desarrollar un recuento histórico – lógico de los principales acontecimientos en la economía internacional en todos estos años y que guardan una estrecha relación con el problema central del trabajo.
1.1.1) Liberalismo – Keynesianismo – Neoliberalismo.
El principio del libre comercio o del libre cambio se manifestó con fuerza durante el siglo XVIII en Francia y Reino Unido, como respuesta a la práctica monopolista estatales implantadas en ese entonces como forma dominante de la actividad económica general y del comercio exterior en particular por las principales potencias coloniales y comerciales de la época; su principal representante fue el economista Inglés Adam Smith.
La política activa de gastos sociales, la regulación de precios y salarios, los subsidios por desempleo, el salario mínimo, la creación de empleos y demanda solventes a través de gastos del Estado, en control por el Estado de sectores estratégicos no privatizables, la regulación del nivel de tasas de interés con el fin de estimular la inversión productiva y los instrumentos keynesianos que dieron nuevas dimensiones al capitalismo de posguerra fueron sacrificados para abrir el camino a la magia del mercado.
1.1.2) Los Terribles Gemelos: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
1.1.2.1) Críticas al Banco Mundial.
La actuación del BM en los países menos desarrollados, particularmente en las décadas de 1980 y 1990, es objeto de críticas. Se señalan los siguientes aspectos:
El BM ha financiado proyectos que provocaron daño ambiental masivo.
El BM favorece los intereses de los países industrializados.
Los proyectos del BM empeoran las condiciones de los pequeños agricultores.
El BM ha prestado dinero a gobiernos que violan abierta y permanentemente los derechos humanos.
La reubicación forzosa de personas y comunidades ha causado sufrimiento y penurias.
Los proyectos del BM han amenazado los derechos de los pueblos indígenas.
1.1.2.2) El Fondo Monetario Internacional
a. Intervenciones recientes del FMI.
El FMI es cada vez más visto como un agente económico de las empresas y bancos (y hasta el propio gobierno) de los Estados Unidos, en busca de preservar su interés. Ya se sabe que unas de las recetas clásicas que aplica detalladamente el FMI es exigir la apertura económica financiera de los países que reciben financiamiento de dicho organismo, lo cual facilitaría la penetración de las corporaciones transnacionales en mercados y sectores que estaban cerrados a su accionar.
La adopción de políticas monetarias y políticas fiscales extremadamente rígidas, terminó exacerbando la recesión de la economía, dificultando más todavía las cosas, tanto para los bancos como para los grandes deudores y eso llevó a profundizar más la crisis de las empresas, contradiciendo los objetivos de sostener el tipo de cambio y de acrecentar la confianza de los inversores.
b. Críticas a las intervenciones.
En primer lugar, el rescate financiero produce un riesgo moral: Una vez que los acreedores saben que serán rescatados de los malos préstamos internacionales con dinero público, ellos tendrán menor cautela en elegir dichas inversiones, algo que prácticamente garantiza futuras crisis financieras en otras partes del mundo.
Cuantos más países rescata el Fondo, más países pueden entrar en crisis en el futuro porque los rescates estimulan el comportamiento imprudente de los inversores y los gobiernos, que esperan que, sí algo va mal, el Fondo estará ahí para rescatarles. Por otro lado, una vez que ocurren estas crisis, la ayuda del Fondo no es tal, sino una ayuda a los inversores y a los bancos. Por último, esta ayuda es contraproducente, porque el dinero va a gobiernos que causaron la crisis y han mostrado poco interés en la introducción de las reformas necesarias.
c. Consideraciones finales.
La gran crítica que pesa sobre las espaldas del Fondo Monetario Internacional es su capacidad de intervenir sin generar cambios sino más bien para salvar e incentivar el mantenimiento del status quo.
La globalización no es el mal, ya que ésta nace del impulso y del esfuerzo tecnológico para hacer de la tierra una aldea global, donde todos podamos comunicarnos recíprocamente, viajando con mayor rapidez e intercambiando bienes y servicios con mayor facilidad.
1.1.3) La Organización Mundial del Comercio y el reparto del mercado mundial
El neoliberalismo trabaja para que el modelo continúe desarrollándose a fin de que crezca la concentración de riquezas de las transnacionales; el procedimiento es generalizar la globalización de los mercados a cualquier precio.
La Ronda de Uruguay transformó al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, en inglés) en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 1995; la cual se dedica a desregularizar los flujos comerciales, las transacciones de capital, el comercio en los servicios, propiedad intelectual, bienes e inversión.
El nacimiento de las OMC vino acompañada de una publicidad centrada en un beneficio neto para toda la humanidad puesto que derivaría un incremento del comercio mundial dando origen a una nueva etapa de crecimiento económico, creando más empleos y disminuyendo la pobreza; mas sin embargo, al transcurrir de los años la realidad es lo contrario, puesto que el comercio mundial disminuyó y su caída es hoy día la más acentuada desde 1982:
Índice de variación en las exportaciones mundiales de mercancías en % respecto al año anterior.
Promedio anual 1990-1995 | 1996 | 1997 | 1998 | |||
6.0 | 5.5 | 10.5 | 3.5 | En términos físicos | ||
7.5 | 4.5 | 3.5 | -2.0 | En términos de valor |
Los especialistas coinciden en que la primera causa de la tendencia decreciente en los precios de las mercancías en el mercado internacional es la disminución de los precios de los productos básicos, que lo hicieron a un ritmo mucho más rápido.
1.1.3.1) Deterioro en los términos de intercambio
En la agenda internacional, se encuentra el tema de la caída en los términos de intercambio, es decir, las relaciones de precios que determinan los volúmenes de las exportaciones necesarias para financiar un volumen de importaciones.
Los países del Sur (incluyendo los exportadores de petróleo y China) experimentaron una fuerte declinación en sus términos de intercambio entre 1982 y 1988, que registró una disminución de más de un 5% anual. De 1989 a 1996 los términos del intercambio se estabilizaron y, en mayor o menor medida, el poder de las importaciones creció en paralelo al volumen de lo exportado. Pero la crisis asiática de 1997 rompió este equilibrio y los precios de los productos primarios (incluyendo los del petróleo) descendieron en un 16,4% en el caso de los países petroleros, y en un 33,8% en el de los no petroleros, desde finales de 1996 hasta febrero de 1999; dando como resultado una pérdida acumulativa en los términos de intercambio de más de un 4,5% del ingreso de los países del Sur durante los años 1997-1998.
1.1.3.2) Políticas arancelarias, las rondas negociadoras y sus efectos en el Sur
El tema relativo a la reducción de las medidas arancelarias y de las llamadas barreras no arancelarias, permite conocer más a fondo el modo en que operan las transnacionales y las organizaciones financieras a su servicio.
En los pasados cuarenta años han tenido lugar tres grandes rondas de negociaciones a escala mundial en los marcos del GATT: la Ronda Kennedy (lanzada en los años sesenta por iniciativa de EE.UU. para principalmente enfrentar el "proteccionismo" que suponía la constitución del Mercado Común Europeo, y que produjo una considerable reducción en los altos aranceles, que fueron poderosos instrumentos de política económica en los tiempos de reconstrucción de posguerra), la Ronda de Tokio (promovida durante los años setenta, y que concentró su atención en las cuestiones referentes a los contratos de los gobiernos, los subsidios y las barreras no arancelarias) y la Ronda Uruguay (promovida también por EE.UU. -con la oposición de Europa por un largo período-y que se orientó hacia viejos problemas y también hacia nuevos temas, como los derechos de propiedad intelectual, y las reglas comerciales en los servicios, de gran interés para las transnacionales estadounidenses).
Cada una de las rondas de negociaciones multilaterales, como tendencia, han promovido una reducción de los aranceles a escala mundial, a favor de las transnacionales, pero no ha sido como se esperaba, ni se han orientado a satisfacer las necesidades e intereses de la mayoría de las naciones del Sur, las cuales han debido hacer concesiones, sin obtener resultados -o muy pocos- a cambio. Los aranceles disminuyen en la medida en que esta depreciación beneficia el comercio de las mercancías que las transnacionales desean situar.
A esto se añaden las "liberaciones unilaterales" que han tenido lugar en los países del Sur, especialmente en América Latina y en el este de Asia, de las cuales se registran más de cien casos en los últimos veinte años, como consecuencia de los Programas de Ajuste Estructural aplicados por el FMI y el Banco Mundial, en "reciprocidad" por los préstamos financieros otorgados.
Epígrafe 1.2: El Programa de Ajuste Estructural en sus fundamentos teóricos y el impacto de su aplicación en los países del Tercer Mundo. El caso específico de América Latina.
En este capítulo se propone valorar el impacto que ha tenido la implementación del Programa de Ajuste Estructural en los países donde fueron aplicados. Dicho capítulo se divide en dos epígrafes fundamentales. En el primero de ellos se valorarán los basamentos teóricos de estos programas, destacando cómo son incapaces en principio de lograr lo que tanto prometen: el crecimiento y desarrollo económico-social, y luego, en un segundo epígrafe se presentarán datos irrefutables de lo que han significado los PAE para las economías subdesarrolladas en general y de América Latina en particular.
1.2.1) Valoración crítica de los postulados del Programa de Ajuste Estructural
1.2.1.1) Primera Fase: La Estabilización económica a corto plazo
a) La devaluación:
La devaluación es presentada como el primer paso a seguir para corregir los problemas estructurales que pueda estar afrontando la economía. El fundamento teórico para tal práctica es que las economías deben mantener en sus variables económicas externas, de la cual la tasa de cambio es una de las fundamentales, una base realista y competitiva. Esto significa en primer lugar la aceptación de que no sea el Estado, a través de su política económica, quien decida cuál será la tasa de cambio en que jugará su moneda. Esta elección, si se quiere que sea veraz, debe ser tomada en las instancias del mercado de divisas internacional.
Las decisiones de valuar una moneda se complica por la injerencia de las trasnacionales y por la incertidumbre acostumbrada de estos organismos. En realidad, los que diseñan la política económica global se las arreglan para que la devaluación de las monedas nacionales tenga como contrapartida la reevaluación del dólar. Esto se expresa en que las economías nacionales ven disminuido su poder adquisitivo, en un mecánico proceso inflacionario generado por la devaluación forzosa. En esta coyuntura, el proceso de devaluación de la moneda se ha convertido en la dolarización total o parcial de las economías subdesarrolladas. Lo que sucede es que los países no tienen cómo sostener su sistema bancario-financiero nacional con una moneda totalmente devaluada y recurren a emplear el dólar en sus economías.
La dolarización reporta más beneficios a la economía norteamericana que a la de los países que la aplican. Para las economías dolarizadas, el problema de la inflación "resuelta" parece ser el mayor mérito de dolarizar la economía, sin embargo la pérdida de soberanía económica es sustancial. Algunas investigaciones han demostrado que la inflación no pudo ser resuelta sino a cambio de incrementar el desempleo y que el rumbo macroeconómico era ajeno a la voluntad nacional.
Los neoliberales presentan como justificación para la devaluación de la moneda que son las exportaciones del país quienes propiciarán su crecimiento vía aumento de los ingresos por esta cuenta. El devaluar la moneda abarata las exportaciones y hace más competitiva la posición del país que lo aplica. Sin embargo, esto se ha convertido en un alma de doble filo para las economías nacionales puesto que todos los países del Tercer Mundo devaluaron sus monedas y abarataron sus producciones; pero la saturación de productos básicos que impregnó al mercado mundial hizo caer más de la cuenta los precios y los ingresos no se realizaron. Esto se evidenció en el deterioro progresivo, pero prácticamente indetenible de los términos de intercambio.
La devaluación es una concepción bien compleja para las economías subdesarrolladas. En política económica es una decisión que en ocasiones es racional tomar. El problema está en el contexto económico-institucional en que se tome: en un modelo económico donde el Estado tenga soberanía sobre su economía y con un objetivo pro-nacional bien definido su aplicación puede ser o no loable; caso contrario de una economía neoliberal y de un SFI especulativo y pro-norteamericano, la devaluación de la moneda se convierte en el certificado de defunción de la moneda nacional, de las políticas macroeconómicas nacionales y de la capacidad de desarrollo autóctono de las diferentes economías.
Por tal razón se considera que la devaluación, como parte componente de los PAE, es una medida contraproducente al crecimiento y desarrollo de la economía nacional, muy al contrario de lo estipulado por los teóricos que la venden como solución a la competitividad internacional de las economías periféricas.
b) Austeridad presupuestaria:
Para los monetaristas la causa más profunda de la crisis económica está en la ruptura del equilibrio monetario, en el exceso de oferta monetaria que ocasiona inflación y corrompe el sistema económico; el problema fundamental de la economía capitalista lo es la inflación.
El modelo keynesiano concebía el principio de la demanda efectiva según el cual la economía tiende a una situación de equilibrio macroeconómico, pero que dicho equilibrio era poco favorable para el sistema al lograrse en un punto de subempleo y estancamiento económico. En ese sentido, Keynes recomendaba que el Estado debiera realizar amplias inversiones públicas con el fin de estimular la demanda, el empleo y los ingresos, sacando a la economía del maltrecho equilibrio en que se hallaba estancada; todo esto a través de dos salidas fundamentales, el Estado de Bienestar Social y la Militarización de la economía.
El Estado de Bienestar fue un alivio para millones de personas en las naciones capitalistas; se crearon redes de seguridad social, asistencia médica, educacional, entre otros. El militarismo constituyó la "contrapartida dialéctica" del Estado de Bienestar, la economía capitalista tomó el rumbo bélico para lograr su reproducción con toda la carga negativa que traería para la humanidad.
Desde la racionalidad económica, el modelo neoliberal se presentaba como la política económica que al fin iba a desaparecer el problema de la inflación que agobiaba al pueblo norteamericano. Para Friedman y compañía, la inflación era fruto de una incorrecta política monetaria del Estado. Este inyectaba demasiado dinero a la circulación, más del que el mecanismo económico podría asimilar. La causa de tanto dinero en circulación estaba en la política keynesiana de gasto público deficitario. El Estado de Bienestar se sufragaba de esa manera. Desde el punto de vista económico este Estado se hacía indeseable pues era demasiado costoso para la racionalidad capitalista.
El Estado-Nación ha sido prácticamente extirpado de su poder económico en los países subdesarrollados, no así en los desarrollados, el objetivo es claro: desmantelar los sistemas protectivos de la economía nacional y exponerla a la influencia externa.
En definitiva, lo que se le ha impuesto a los países del Tercer Mundo en cuanto a la elaboración y cuantía de sus presupuestos a través de los PAE no es más que la filosofía neoliberal emergida y consolidada con la eliminación del keynesianismo y la caída de la URSS. Lo que tranquilamente se le aconseja a los gobiernos no es más que la destrucción de las conquistas sociales, sindicales, políticas y clasistas alcanzadas por los trabajadores y otros grupos sociales en una larga lucha histórica.
El pretexto de que restringiendo el gasto público se evitaría la inflación y todo lo demás en la economía funcionaría armónicamente no es más que una estrecha teoría que no se justifica en ningún elemento de peso. La inflación puede haber disminuido en algunos países donde esta receta se ha aplicado, pero esto no es muy relevante porque ha sido a costa de aumentar el desempleo y de eliminar los recursos materiales y financieros que aseguraban la existencia de millones de personas. El objetivo de la economía, aún siendo capitalista, es funcionar para el hombre, todo lo demás son medios en ese empeño.
c) Liberalización de precios:
Los neoliberales señalan que todas las variables del sistema económico deben estar completamente desreguladas, los precios son una variable clave en esa lógica. Según Friedman, los precios son los encargados de hacer funcionar el mecanismo económico de mercado, por lo tanto mientras más veraces, más auténticos sean estos precios, mejor cumplirán su función. Por tal razón se condena toda regulación o imposición artificial de los mismos a través de los subsidios estatales. "Si el Estado impone un precio que no es el auténtico, pues, el mercado funcionará incorrectamente". Esa es la lógica. El PAE comprende esta idea y hace que los Estados se acoplen a ella.
En primer lugar, cuando el PAE lleva a eliminar los subsidios sobre la producción nacional está dejando que su industria nacional compita en desventaja con las industrias foráneas más desarrolladas (estando situados desde la perspectiva de una economía subdesarrollada). Además ocultan que sus economías no se desarrollaron con un mercado abierto a producciones más baratas, más bien el proteccionismo fue su práctica por excelencia.
Al Estado liberar los precios, estos tienden a subir rápidamente haciendo sentir su impacto en el costo de la vida primero y más tarde en el estructura de costos de las producciones. El efecto final, en definitiva es una subida del nivel general de los precios que se ve acentuado además con la devaluación de la moneda promovida por el propio programa.
En definitiva este paso no hace más que llevar al interior de las economías nacionales el carácter especulativo y volátil del mercado mundial. Su resultado es que deprime el poder de compra de los habitantes del Tercer Mundo disminuyendo el mercado interno. Esto pudiera ser catastrófico sino fuera porque este modelo neoliberal se apoya en el mercado externo y no en el interno, sólo que con políticas como la de devaluación y liberalización de precios la posibilidad de alcanzar algún desarrollo en el comercio exterior es prácticamente nula. El resultado esperable de liberalizar los precios es la ruina de la producción nacional y la disminución de la demanda efectiva en las economías subdesarrolladas.
1.2.1.2) Segunda fase: El ajuste estructural propiamente dicho.
a) Liberación del sistema bancario:
Para reestructurar la economía se debe comenzar por liberar el sistema bancario; donde se aspira principalmente que la economía nacional funcione como lo hace a nivel internacional. El neoliberalismo establece que los países subdesarrollados o del tercer mundo se caracterizan por un sistema monetario-bancario-financiero muy anticuado y rígido que no cumple con las exigencias de la economía actual; por lo que se recomienda que los gobiernos suelten dichos sistemas.
¿Qué hay detrás de esa receta?
Existen acuerdos firmados en el año 1993 en donde se da la libertad de que los bancos extranjeros pueden entrar libremente en los sectores bancarios nacionales; lo que se resume en pocas palabras a bancas trasnacionales con un poder financiero-económico.
A continuación se presentan tres intereses de la liberación del sistema bancario:
Dar apertura a un nuevo nicho que hasta ahora era inaccesible institucionalmente hablando. Los sistemas nacionales estarían en la subasta del mercado mundial financiero.
Convertir las economías nacionales en tributarios del Sistema Financiero Internacional de corte neoliberal que se impone en la actualidad.
Elevar las tasas de interés para fomentar el desarrollo de la economía financiera, lo que conlleva a la elevación de las tasas de interés en los bancos nacionales y por ende repercute sobre los precios internos. Ésta política repercute en el hundimiento de los créditos para la agricultura e industria del país, es decir, entorpece el crecimiento de la inversión y producción nacional.
La liberación del sistema bancario es una medida que favorece al capital financiero trasnacional, pero es ilógico pensar que pueda beneficiar en algo al interés nacional de un país.
b) Liberación del comercio:
El Liberalismo clásico se basó en el principio del "libre cambio" entre personas, pueblos y naciones como vía al desarrollo; ahora el Neoliberalismo intenta imponer esa filosofía optimista.
Se ha tratado de vender la idea a los países del tercer mundo de que para poder alcanzar el tan anhelado desarrollo deben liberar su comercio, esto es dejar correr libremente un flujo de comercio nacional e internacional sin políticas de protección como la aplicación de aranceles a las importaciones, cuotas, discriminación a productos foráneos, entre otros.
¿Cuál es la verdad histórica?
Al contrario de lo que se trata de hacer creer a los países del tercer mundo, la realidad es que el Liberalismo Clásico que establece el libre comercio se desarrolló en Inglaterra después que esta se convirtió en la primera potencia económica y potencial a nivel mundial, y esto lo logro a través del proteccionismo económico. Es de entender que después que tuvieron plena confianza en su extraordinario poder podían darse el lujo de competir con cualquier economía, sabiendo de antemano que iban a ganar; por lo que comenzaron a dar propaganda al liberalismo económico.
Actualmente se utiliza la misma lógica, en donde los países desarrollados que lograron su crecimiento protegiendo su economía y comercio incitan ahora a los países subdesarrollados a que abran su economía en el mercado mundial.
Los países desarrollados han prácticamente obligado a las naciones periféricas a abrir su comercio, llevando su producción nacional a la ruina al tener que enfrentar productos extranjeros más baratos, por la alta productividad de las economías de donde proviene y por los elevados subsidios que les torga el estado a sus prestadores.
c) Privatización de empresas públicas:
El Neoliberalismo considera al Estado como un mal empresario, gestor de corrupción e ineficiencia económica, por lo que la empresa debe ser privada y no estadal o pública.
Cuando se decide privatizar los recursos estratégicos, como lo han hecho muchos países de América Latina movidos por la necesidad de pagar parte de su deuda externa, el comprador y empresario no será un capitalista local, sino internacional o trasnacional, lo cual conlleva a un acto de desnacionalización de los recursos de la nación. Si esto no sucede directamente, puede entonces pasar indirectamente, si la empresa se privatiza, pero a un dueño nacional a este se le hará difícil hacer frente a las empresas trasnacionales si estas se interesan en destruirlo.
Muchos países de Latinoamérica han visto como sus recursos más preciados se han agotado sin haber alcanzado el desarrollo de sus naciones. El gran favorecido ha sido y es el capital trasnacional. Los países no tendrán forma de salir del subdesarrollo si acceden a desnacionalizar sus recursos.
Los PAE más allá de ser de ser un programa de desarrollo económico son una herramienta del capital trasnacional para adecuar el funcionamiento de las economías periféricas a sus necesidades de valorización y acumulación contemporáneas. La apertura y desprotección económica, financiera y comercial que imponen estos organismos internacionales a las naciones sirve para nutrir de recursos naturales, económicos, humanos y financieros a los sistemas mundiales y a las naciones abanderadas de esos sistemas.
En la lógica del neoliberalismo global no tienen lugar las necesidades básicas de desarrollo endógeno, de política social, de política redistributiva de la riqueza y planeación estratégica.
1.2.2) Efectos económicos-sociales de la aplicación de los Programas de Ajuste Estructural. El caso de América Latina.
1.2.2.1) Efectos económicos de las políticas de ajustes:
La producción para el mercado interno está fuertemente deformada por la caída de los salarios reales y por la dependencia de las importaciones, combinados con medidas impositivas, y de reformas de precio.
Las medidas del FMI están en teoría destinadas a ayudar a los países a reestructurar su economía, ayudar a pagar la deuda externa y comenzar un proceso de reconstrucción económica, sin embargo se constata que sucede lo contrario; lo que hacen es aumentar las deudas:
Los préstamos basados en la nueva política de ajuste acordada para pagar las viejas deudas contribuyen a aumentar a la vez el stock de la deuda y sus servicios.
Vista de la liberación del comercio y la destrucción de la producción interna se acuerdan préstamos a muy cortos plazos para permitir al país seguir importando bienes del mercado mundial.
La fractura global de las importaciones aumenta tras las medidas de desactualización.
Toda formación de capital que no sirva directamente los intereses económicos de explotación es bloqueada.
BM/FMI constituye un potente instrumento de reestructuración económica que afecta el nivel de vida de millones de individuos. Los PAE tienen una incidencia directa en el proceso de empobrecimiento masivo. La misma receta de austeridad presupuestaria, de liberación del comercio y de privatizaciones es aplicada simultáneamente en más de cien países endeudados del tercer mundo y de Europa del este.
1.2.2.2) Consecuencias sociales de los planes de ajuste estructural:
a) Educación:
Los establecimientos de educación se degradan, algunos cierran sus puertas y los profesores son despedidos por falta de fondos, se le paga por mes de retraso. También incluye la privatización parcial de servicios sociales. Congelamiento de diplomados en escuelas de formación y el aumento de alumnos por profesor. Se reduce el presupuesto de la enseñanza.
b) Salud:
Estiman que los usuarios de la salud primaria deben pagar los derechos, así sean parte de una comunidad rural pobre; además el banco mundial estima que un gasto de ocho dólares por persona al año es suficiente para satisfacer las normas aceptables de los servicios clínicos. Existe una degradación de los cuidados sanitarios y preventivos, el equipamiento médico se estropea, las condiciones de trabajo son pésimas e incluso muchos centros de salud en América Latina son de hecho centros de enfermedades e infecciones.
El resultado de estas medidas es una polaridad social aguda en el sistema de cuidados de partos, reducción de las políticas sanitarias y aumento del porcentaje de población sin acceso a la salud.
En América Latina el empleo generado en la década de los 90 corresponde en su mayor parte al sector informal. El número de personas ocupados en el sector informal o de baja producción alcanzó en 1999 cerca del 40% de la fuerza de trabajo en las zonas urbanas y un por ciento más alto en las zonas rurales el desempleo aumentó a 8.7% en 1999, la más alta del decenio. En las áreas urbanas de la región se estima que unos 18 millones de personas están sin trabajo, a su vez la tasa de desempleo entre los hombres aumenta más que la de las mujeres al pasar de 7,2% en la primera mitad de 1998 a un 8,2% en el primer semestre del 99. El desempleo entre las mujeres aumenta del 9.5% al 10.2% en el mismo período.
La OIT señala que el salario real en el sector industrial de América Latina y el Caribe disminuyó un 0.9% en el primer semestre de 1999.
Es considerable la ampliación de la brecha de salario entre trabajadores calificados y no calificados que se ha acrecentado entre el 18% y el 24% como promedio para la región.
Según la CEPAL el número de pobres en 1999 alcanzó 224 millones de personas y 90 millones de indigentes.
El 52% de los pobres son niños y adolescentes, cerca de 39 millones tiene entre 1 y 5 años, y 43 millones entre 6 – 12 años.
Se puede apreciar que en los últimos años se ha desplegado una ofensiva anti neoliberal en los más diversos escenarios. Resalta el agotamiento del modelo neoliberal, no solo a nivel de las diferentes economías nacionales, sino en el plano de la economía internacional.
Para muchos economistas desde el principio el neoliberalismo no puede de ninguna forma crear crecimiento y desarrollo económico, por lo que queda claro que si este no ha dado los frutos esperados es porque no fue aplicado consecuentemente con sus principios y directrices; queda claro que este modelo funciona con el principal objetivo de lograr la valorización de los capitales a favor del capital trasnacional.
Los programas de ajuste recomendados por el BM y FMI tienen un claro sentido neoliberal; a pesar de que estos tienen un su mensaje académico y político que su objetivo es el fomento y crecimiento de las economías locales, se pudo demostrar, desde el punto de vista teórico la falsedad de los dogmas y recetas del programa.
Quizás sea cierto que en muchas facetas de las economías subdesarrolladas se precise de realizar transformaciones estructurales que adecuen su funcionamiento a los requerimientos de la economía y finanzas internacionales actuales. Sin embargo, esto no quiere decir que la única opción posible en esta vía sea la lógica del ajuste neoliberal. En nuestra opinión las transformaciones estructurales de la economía deben planearse desde el Estado, imponiendo límites a la influencia de las externalidades y de los intereses foráneos, que en realidad siempre tendrán un objetivo ajeno a las necesidades del desarrollo económico – social de nuestros países.
CAPÍTULO 2:
Ideas para una nueva arquitectura financiera internacional a partir del rol que deben desempeñar las instituciones de Bretton Woods
Epígrafe 2.1: Ideas para una nueva arquitectura financiera internacional
Actualmente las instituciones financieras internacionales presentan políticas financieras ineficientes de supervisión y control para dar solución a las complejidades que impone la globalización de la economía mundial y las exigencias del desarrollo de los países atrasados.
La creciente inestabilidad de la economía a escala universal evidencia que las Instituciones y el sistema Financiero actual, tanto internacional, como nacional, han demostrado que no disponen de organización, instrumentos, mecanismos, normativas oficiales y suficiente poder para enfrentar las exigencias de la globalización del capital y preservar a la economía mundial.
Se ha generalizado el criterio consistente en que las instituciones nacionales e internacionales financieras no están preparadas para resolver las implicaciones propias de la globalización del capital, en particular, para ejercer influencia estabilizadora en las políticas macroeconómicas, en el control de la liquidez y en la supervisión y regulación financiera a escala mundial. Tal situación amenaza con futuras crisis o, en su defecto, atenuar el costo económico y social de éstas. Una medida de tal naturaleza permitiría promover mayor confianza en las perspectivas
económicas-sociales a escala de toda la sociedad.
A la consecución del objetivo antes mencionado pudiera contribuir la propuesta del Comité Ejecutivo de Asuntos Económicos de las Naciones Unidas con su convocatoria para crear una Nueva Arquitectura Financiera Internacional, ya que esta plantea, entre otros temas, dar solución al financiamiento del desarrollo y a los problemas del endeudamiento externo. A continuación se presenta un enfoque renovado de dicho proyecto, tomando como punto de partida los buenos propósitos señalados en él y la convicción de realizar una reforma consecuente con los intereses de toda la sociedad para que perdure con el tiempo.
2.1.1) Dar fundamentación científica a las políticas macroeconómicas en el ámbito global.
La política macroeconómica de los países industrializados tiene que conciliarse con los programas de desarrollo económico de los países del Tercer Mundo, con el objetivo de que estos reciban el apoyo necesario de todos los factores para alcanzar sus planes y contrarrestar los ciclos recesivos y crisis financieras. Por lo tanto es necesario lograr coherencia entre las diferentes políticas nacionales e internacionales y anular las decisiones únicas de los organismos financieros internacionales para tratar problemas diferentes. Lo anterior implica que el Fondo Monetario Internacional u otras instituciones que se elijan y los organismos regionales ejerzan una supervisión más activa y sistemática de las políticas financieras, en particular, del uso de las asignaciones de recursos para el desarrollo, evaluando y publicando los resultados de la gestión de tales instituciones y la de los países participantes.
Los encargados de elaborar las políticas monetarias deben examinar con mayor profundidad y de manera sistemática la racionalidad y efectividad de los movimientos de capitales, tanto de los países emisores, como receptores, con el fin de contribuir en alguna medida a una distribución más equitativa de los flujos de capitales entre los países receptores más necesitados.
El órgano financiero internacional que se elija debe poseer suficiente poder y capacidad técnica para organizar el trabajo metodológico, las normativas e instrumentos de regulación, así como orientar y hacer cumplir la política financiera que se adopte a escala mundial. Las decisiones de políticas para ser aprobadas deben contar con el consenso de los bancos centrales de los países miembros del organismo internacional y contemplará en su programa de trabajo el perfeccionamiento periódico de los principios y normativas instituidas. Además, velará por el equilibrio financiero internacional e instrumentará las medidas que resulten oportunas de carácter general y, en caso de contingencias, de manera casuística.
2.1.2) Es preciso realizar una reforma profunda del Fondo Monetario Internacional, tanto de su organización y estructura, como de sus objetivos, funciones y métodos de trabajo, con el propósito de que la nueva institución pueda enfrentar los siguientes retos:
a) Financiar el desarrollo de los países pobres, otorgando financiamientos a largo plazo con tasas blandas de interés, así como crear un mecanismo ágil para reducir el tiempo en la aprobación de los créditos y la asignación de los recursos.
b) Asegurar suficiente liquidez internacional en correspondencia con la profundidad de la crisis que se presente, con el fin de cumplir a escala mundial la función de prestamista de última instancia. Para satisfacer estos objetivos sería imprescindible formar fondos con aportes especiales de los países industrializados para incrementar su dotación de recursos; además, podrían establecer mecanismos para captar recursos de los mercados financieros, con la agravante de encarecer el costo de la crisis para los países afectados y, por último, se podría recurrir al mecanismo de los derechos especiales de giro (DEG), ampliando sus emisiones y sus usos; pero nunca admitir que los fondos destinados a financiar el desarrollo se desvíen para resolver los problemas de las crisis.
c) Elaborar programas de ajustes en correspondencia con el nivel de desarrollo de cada país y los problemas específicos de sus finanzas, orientados a eliminar las causas de las crisis, estimular el crecimiento económico, depurar las carteras de créditos con fuertes riesgos y exigir responsabilidad por la inconsistencia de los préstamos otorgados, así como contemplar una distribución equitativa de su costo, observando que las capas más pobres no se vean gravadas de nuevo por las medidas y efectos de las crisis.
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