Algunos indicadores de ciencia y tecnología no analizados por el Estado Nacional (página 2)
Enviado por Lic. Silvina Besarón Besarón
En América Latina y el Caribe se publican varios miles de revistas de todo tipo. Poco se sabe, sin embargo, acerca de ellas; la mayoría no circulan ni están registradas en los índices internacionales de publicaciones periódicas. Hay revistas indexadas con comités internacionales, que siguen rigurosos procesos de selección y arbitraje, publican sólo trabajos originales que cumplen con todos los cánones internacionales, y emplean cada vez más el inglés como idioma alternativo, o a veces hasta exclusivo. Estas revistas se parecen en varios sentidos a la mayoría de las publicaciones hermanas producidas en otras regiones: son un reflejo de lo que sus autores consideran digno de dar a conocer; sin embargo, existe un extendido menosprecio hacia ellas. A nivel internacional esto se manifiesta de varias maneras. Por ejemplo, el ISI (Institute of Scientific Information) registró en 1995-96 sólo 28 títulos editados en América Latina y el Caribe (de un total mundial de 5.600), 12 de ellos en ciencias exactas, medicina e ingeniería (Science Citation Index): 4 de Argentina, 2 de Brasil, Chile y México, 1 de Trinidad y Tobago y 1 de Venezuela. Las citas a los trabajos publicados en dichas revistas son comparativamente muy escasas, lo que contribuye a explicar su escasa influencia.
Numerosos estudios muestran que los autores de la región publican al menos la mitad de sus trabajos, en promedio, en las principales revistas del Norte, aunque con notables variaciones por país y por disciplina. Una fracción importante de estas publicaciones resulta de colaboraciones con científicos de Europa y Estados Unidos; son mucho más raras las colaboraciones con colegas de otros países de la región, aunque van en aumento.
Cuando más del 95% de la actividad científica en el mundo gira en torno a los proyectos definidos por los países centrales, resulta importante atender también los intereses y problemas específicos de la periferia.
La aportación de América Latina y el Caribe a la ciencia mundial, medida por el número de artículos publicados, es pequeña, pudiendo estimarse en un 3% en publicaciones principales y otro tanto en las de menor circulación. Desde el punto de vista de la inversión, la producción científica es buena; esto muestra que en condiciones relativamente precarias, los científicos han alcanzado una buena productividad en general.
Un proyecto reciente de cooperación regional en el ámbito de la información y documentación científica lo constituye LATINDEX, cuyo propósito es crear un sistema automatizado apoyado en una red regional de centros de información, para el mantenimiento de un catálogo e índice de las revistas científicas producidas en América Latina y el Caribe. La iniciativa, surgida de una reunión regional de editores científicos que se realizó en México en 1994, recibe el apoyo de instituciones nacionales e internacionales preocupadas por los problemas a los que se enfrenta la producción científica de América Latina y el Caribe. Estos esfuerzos sirven en tanto no se mantenga aislada y reservando un espacio para sólo la región.
Puntualmente, en lo que respecta a las bases de datos que se conforman en los diversos índices, éstos son de dos tipos: multidisciplinarios o temáticos.
Los índices multidisciplinarios son[1]
1) SCI y SSCI Search (Science Citation Index y Social Science Citation Index) del Institute for Scientific Information (ISI) de Philadelphia, Estados Unidos. Cuenta con 5.300 revistas de ciencias de la vida, medio ambiente, tecnología y medicina, y otras de ciencias sociales y humanidades. Cubre cerca del 1% de la producción de Iberoamérica.
2) PASCAL (Bibliographie Internationale) del Institut de l´Information Scientifique et Technique (INIST/Centre National de la Recherche Scientifique). Analiza 8.500 revistas y documentos de las ciencias de la vida, medio ambiente, tecnología y medicina.
3) ICYT e ISOC (Índice Español de Ciencia y Tecnología e Índice Español de Ciencias Sociales) del Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Está compuesto por 550 revistas y documentos españoles de agronomía, ciencias de la vida, ciencias de la tierra y el espacio, ciencias exactas y naturales, y ciencias tecnológicas por un lado (ICYT), y de ciencias sociales y humanidades por el otro (ISOC).
4) PERIODICA (Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias), latinoamericana. Se ocupa de las ciencias exactas y naturales, médicas, de la ingeniería, sociales y humanidades.
5) CUBACIENCIAS. Recoge información sobre la producción cubana en las diferentes ciencias.
6) LATINDEX (Índice Latinoamericano de Publicaciones Científicas Seriadas), latinoamericana. Se trata de la cooperación de red regional de 20 países. Posee 2.460 revistas seriadas. La página web de acceso es: http://biblioweb.dgsca.unam.mx/latindex/directorio.
Los índices temáticos son:
1) BIOSIS (Biological Abstracts) del BIOSIS de Philadelphia, Estados Unidos. Se basa en 9.000 revistas y documentos sobre las ciencias de la vida.
2) CAB (Commonwealth Agricultural Bureau) del CABI de Gran Bretaña. Se compone de 11.000 revistas y documentos sobre agricultura, medicina veterinaria, nutrición humana, bosques y suelos.
3) MEDLINE (Index Medicus) de la National Library of Medicine de Bethesda, Estados Unidos. Contiene 3.200 revistas y documentos de medicina humana.
4) IME (Índice Español de Medicina) del Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Abarca revistas y documentos de ciencias médicas.
5) INSPEC (Physics Abstracts) del Institute of Electrical and Electronics Engineers de Gran Bretaña. Contiene 4.500 revistas de física, astronomía, ingeniería eléctrica, tecnologías de la información e informática.
6) COMPENDEX (Engineering Abstracts) del Engineering Information Inc. de Estados Unidos. Presenta 4.500 revistas y documentos de ingeniería e informática.
7) CA (Chemical Abstracts) del Chemical Abstracts Service de Ohio, Estados Unidos. Comprende 13.000 revistas y documentos de química, bioquímica e ingeniería química.
8) LILACS (Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud), latinoamericana.
9) AGRIS (Sistema Bibliográfico Internacional de Información sobre Ciencias y Tecnologías Agrícolas), latinoamericana.
10) CLASE (Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades), latinoamericana.
Finalmente, advirtamos sobre el uso de los indicadores de bibliometría científica en áreas de evaluación institucional y de los investigadores, midiendo la producción en su totalidad más allá de la hallada en los índices.
Varios son los inconvenientes que encontramos en el uso de los indicadores bibliométricos, para el caso de nuestro país. Así, uno de los principales está en el hecho de tener que realizar las publicaciones en idioma inglés, postergando muchas veces la posibilidad real del acceso a las bases internacionales. Las disciplinas de estudio pueden ser diferentes de las consideradas por los países que conforman estas bases de datos y por lo tanto, conducen a su exclusión. A su vez los parámetros de publicaciones locales y bajo los cuales se restringe la posibilidad de ser incluido un artículo, pueden ser diferentes.
Con respecto a los planteos de investigación, pueden ser distintos de los tenidos en cuenta por el lugar receptor. Nuevas pueden ser las problemáticas definidas por el autor y que lo excluyen de la corriente principal del conocimiento.
También afecta a la inclusión, la falta de circuitos informales entre los investigadores evaluados y evaluadores, situación que afecta la valoración de la investigación.
La inadecuación al contexto y situación argentina se refleja en la escasa cobertura de revistas locales, así como en la falta de difusión de la investigación alternativa surgida de nuestro entorno. Sumado a ello, tenemos el que las diferentes bases estén sesgadas de acuerdo a sus propios objetivos y ámbitos de interés, además de demostrar el que hayan sido creadas con fines bibliográficos y no bibliométricos, haciendo más dificultoso su empleo a los fines de cuantificar.
Otro de los problemas con los que se enfrentan las bases de datos más consultadas, es el de la falta de adecuación a las normas y pautas de difusión particulares de las ciencias sociales. No son considerados al respecto otro tipo de publicaciones más comunes para estos casos como pueden ser las memorias, tesis, monografías y libros, así como los tiempos diferenciales en publicar de estas ciencias.
2. Indicadores de bibliometría tecnológica
Bajo la denominación de indicadores de producción tecnológica o de bibliometría tecnológica, se comprende a nivel internacional las patentes registradas en las oficinas nacionales. Las patentes se registran a nivel de cada país, clasificándolas de acuerdo a la solicitud y la concesión, y teniendo presente la nacionalidad del solicitante. De las patentes solicitadas, recomienda OCDE, considerar:
1) Las patentes solicitadas por residentes del país.
2) Las patentes solicitadas por extranjeros en el país receptor.
3) El total de las patentes registradas en el país.
4) Las patentes solicitadas por los residentes del país, fuera de éste.
Completa el análisis el considerar la balanza de pagos de tecnología, que se refiere a la tecnología no incorporada en las empresas, que permite la difusión de los conocimientos técnicos y de servicios. Comprende:
1) La compra y venta de patentes.
2) Las licencias de patentes adquiridas.
3) El know-how no patentado.
4) Los modelos y diseños industriales.
5) Las marcas comerciales.
6) Los servicios técnicos.
7) La financiación externa industrial de la I+D, para solucionar problemas en la producción.
Para contextualizar el tema de patentes, veamos que los derechos de propiedad industrial, incluyen: patentes, diseño industrial, marcas, modelos, etc.
Una patente es entendida como el contrato existente entre el inventor y/o depositante y la colectividad, otorgando exclusividad de explotación en un tiempo dado por veinte años y en un territorio dado que es cada país con el fin de dar a conocer las particularidades de los inventos. Con respecto a su publicación, resulta un 80% de la información que no es publicada en ninguna otra parte.
Se definen diferentes tipos de patentes de acuerdo a tres criterios:
1) Patentes de registro simple con una débil garantía y que se da en los países poco industrializados.
2) Patentes bajo procedimiento de informe de investigación con poca garantía, aunque con la posibilidad para el depositante de medir los riesgos. Éste es el caso de Francia, Bélgica, Checoslovaquia, España, Grecia, etc.
3) Patentes bajo procedimiento de examen con fuerte seguridad para el depositante. Se da en Japón, Austria, Alemania, etc.
Para ser patentable un producto o proceso, se deben cumplir en general tres requisitos:
1) Novedad. Presentar una invención novedosa.
2) Altura inventiva. Implica una actividad inventiva que excede el dominio común de los especialistas.
3) Debe ser industrializable. Debe ser susceptible de aplicación industrial.
Quedan excluidos del derecho de propiedad industrial: descubrimientos, teorías científicas, métodos matemáticos, creaciones estéticas, planes o principios y métodos en el ejercicio de las actividades intelectuales o en el dominio de las actividades económicas, reglas de juego, programas de computación, presentaciones de informaciones, métodos de tratamiento quirúrgico o terapéutico o de diagnóstico aplicado al cuerpo humano o animal, obtenciones vegetales, razas animales y procedimientos esencialmente biológicos de obtención de vegetales o de animales, e invenciones contrarias al orden público y las buenas costumbres.
Pero sobre todo, toda patente tiene interés si conduce a un desarrollo comercial, constituyéndose en un indicador de la fuerza comercial de una empresa o de un país e incluso, el número de patentes depositadas en el exterior de un país refleja su fuerza exportativa. Pero hay que tener presente que una patente no es un indicador de la capacidad de investigación o innovación, ya que muchas de éstas no llegan a patentarse.
Estudiado el concepto básico sobre patentes, pasamos a analizar un ejemplo de demanda de patente europea, advirtiendo que la presentación se realiza en la lengua del país receptor, aunque se refiera a una única "European Patent Office/Office européen des brevets/Europäisches Patentamt". El acceso a los datos de cualquier encuesta es realizado con la obtención de un permiso y por ley no se pueden cruzar las bases de datos para obtener información de alguna persona en particular.
El trabajo sobre las bases de datos de patentes consiste en los siguientes pasos:
1) Se dispone de las bases de datos existentes.
2) Se compone una base de patentes actualizada.
3) Se señalan por separado depositantes e inventores.
4) Se extraen los depositantes de los diferentes años dispuestos y se señalan las personas jurídicas (institucionales) y las personas físicas para homogeneizar el número de depositantes personas morales.
5) Se crea la base de datos por patente individual, donde constan el número de patente, número de depósito, número de depositante, nombre del depositante, país del depositante, nombre del grupo, país del grupo, el inventor, país del inventor, y otro tipo de información sobre la patente.
Toda la información es obtenida de la carátula de la patente, considerada como un instrumento valioso de información. Con estos mismos datos puede procederse al mapeo de las empresas con trayectoria tecnológica, así como al descubrimiento de nuevos cruces disciplinarios a los fines de usarlos en prospectiva y vigilancia tecnológica.
3. Indicadores de innovación
La innovación se define como la introducción exitosa de una novedad en el mercado, con ventas que generen beneficios que permitan cubrir los gastos y las inversiones necesarias. Lo novedoso puede presentarse a nivel del producto, el proceso y el método de trabajo u organización productiva o de varios de ellos juntos. Para los dos primeros casos, se trata de un cambio en la tecnología por lo que es una innovación tecnológica. Tal la siguiente definición "…estamos hablando de una innovación tecnológica, que podemos definir, de acuerdo con el modelo visto, como un encuentro de lo técnicamente posible con lo socioeconómicamente deseable".[2]
Así como la innovación puede ser de producto, de proceso, de métodos y organización de la producción, o de una combinación de dos o más de ellos, también puede tratarse de una innovación incremental o radical, en cuyo caso se deberá a mejoras paulatinas o a un cambio total del producto o su proceso respectivamente. Las innovaciones varían en el grado de cambio tecnológico que contienen y en la amplitud de los efectos económicos y comerciales que producen, ya que se trata de factores con cierto grado de independencia.
La magnitud de los efectos económicos y comerciales de las innovaciones no ha podido ser medida ya que muchas veces es necesario que transcurra tiempo para ver los resultados. En cambio, se puede medir el grado de cambio tecnológico en una innovación de acuerdo a una escala de cinco niveles decrecientes, considerando que se trata de una tecnología innovadora suficientemente desarrollada si se justifica el dictado de un curso a nivel universitario. De acuerdo a este esquema analógico muy ilustrativo, corresponde a cada nivel:
Nivel 5: La innovación implica una nueva tecnología; se requeriría un libro de texto nuevo.
Nivel 4: La innovación es tal que dejaría desactualizados varios capítulos del libro.
Nivel 3: La innovación requiere el cambio de algunos capítulos del libro o de la adición de otros nuevos.
Nivel 2: La innovación obliga a agregar o alterar algunos parágrafos del libro.
Nivel 1: La innovación produce ligeras diferencias o ninguna con el contenido del libro.
En el proceso innovativo se despliegan una serie de pasos sucesivos. El reconocimiento del mercado es el primero de estos pasos a emprender al captar demandas del mercado y formas posibles de acceder a satisfacerlas. Ello incluye el conocimiento de la frontera de los conocimientos necesarios de las distintas disciplinas para determinar la factibilidad técnica. De aquí surgirá una idea o diseño conceptual a desarrollar, junto con la estimación de probabilidades de éxito, tiempo requerido para alcanzar el desarrollo innovativo y la aceptación del mercado, y los costos del proyecto.
El crecimiento, entendido como el desplazamiento hacia fuera de la curva de posibilidades de la producción, puede tener lugar por cualquiera de las expansiones siguientes: a) una mejora técnica, en el sentido de nuevos y mejores métodos para producir bienes y servicios; b) aumento del volumen de capital; c) aumento de la fuerza de trabajo; y d) descubrimiento de nuevos recursos naturales. Un desplazamiento hacia fuera de la curva de posibilidades de la producción se puede lograr, por ejemplo, a través de una innovación tecnológica que permita obtener, con los recursos existentes, un aumento en la capacidad productiva de la economía. El empleo de nuevos métodos de cultivo o la utilización de un nuevo fertilizante o herbicida puede lograr que con el empleo de la misma cantidad de trabajo y tierra se produzca una mayor cantidad de un producto.
En las mediciones de la innovación tecnológica de productos y procesos, es usado el Manual de Oslo elaborado por la OCDE. A nivel regional, acaba de presentarse el Manual de Bogotá cuyo objetivo principal consiste en una propuesta de adaptación a la realidad Latinoamericana del Manual de Oslo. Justifica este tipo de adaptaciones, las condiciones locales en que se dan las innovaciones tecnológicas de producto y proceso. Debemos tener presente que el Manual latinoamericano incluye lo recomendado por OCDE, si bien amplía la problemática de estudio.
En los indicadores de innovación, se recomienda estudiar:
1) Como insumo, los bienes de capital de acuerdo a si se trata de nacionales o importados en: hardware de computación, mano de obra especializada, software, consultorías, licencias u otra forma de propiedad industrial, acuerdos con entidades sin fines de lucro y acuerdos con organismos productores de ciencia y tecnología.
2) En la empresa, la I+D en cuanto a personal y gastos. Del personal ver los dedicados a actividades de innovación y los abocados a la capacitación.
3) De la producción, las ventas de tecnología, las patentes, la variación de la producción de los factores, la variación en la tecnología de producto, la variación en la tecnología de proceso, la variación del tamaño empresarial, la reestructuración y organización de la producción.
Los indicadores de la conducta tecnológica de las empresas industriales recomendados por el Manual de Bogotá son: ventas, exportaciones, importaciones, empleo total, exportaciones en relación a las ventas, importaciones en relación a las ventas, empleo en investigación y desarrollo, empleo en investigación y desarrollo en relación al empleo total, inversiones, tecnología incorporada de origen local, tecnología incorporada de origen externo, tecnología incorporada en relación a las inversiones, gastos salariales en I+D, otros gastos en I+D, total gastos en I+D, total gastos en I+D en relación a las ventas, gastos salariales en innovación excluyendo I+D, otros gastos en innovación excluyendo I+D, total gastos en innovación excluyendo I+D, total gastos en innovación excluyendo I+D en relación a las ventas, gastos salariales en innovación, otros gastos en innovación. Total gastos en innovación, total gastos en innovación en relación a las ventas, automatización y equipos de informática, software, licencias y transferencias de tecnología, consultorías, acuerdos con entidades sin fines de lucro, acuerdos con entidades públicas de ciencia y tecnología, capacitación, gastos en innovación sumando gastos en tecnología no incorporada, capacitación y acuerdos, gastos en innovación sumando gastos en tecnología no incorporada, capacitación y acuerdos en relación a las ventas, gastos en innovación sumando gastos en tecnología incorporada y no incorporada, capacitación y acuerdos, y gastos en innovación sumando gastos en tecnología incorporada y no incorporada, capacitación y acuerdos en relación a las ventas.
4. Indicadores de impacto social
De reciente aparición, estos indicadores surgen como una necesidad dentro de los países en desarrollo donde la realidad social y económica acuciantes plantean el poder diagnosticar con el objeto de incentivar la producción científica y tecnológica a los fines de resolver los problemas de pobreza, exclusión, marginalidad y desempleo. Por sus misma configuración, son indicadores de complejas características y que presentan dos visiones alternativas. La primera de ellas, hace referencia a la percepción de parte de la sociedad de los beneficios otorgados por las investigaciones. La segunda, da cuenta de los conocimientos generados desde la comunidad científico-tecnológica en sus proyectos de investigación, en relación a las necesidades sociales.
Este tipo de indicadores se constituyen en necesarios para la toma de decisiones estratégicas en nuestras sociedades en desarrollo, requiriendo un gran esfuerzo su construcción, especialmente por tratarse de un estudio de reciente data.
Para poder desarrollar este apartado, nos basaremos en los trabajos presentados en el Segundo y Tercer Taller sobre Indicadores de Impacto Social de la Ciencia y la Tecnología, llevados a cabo por la RICYT en el mes de diciembre de los años 1998[3]y 2000.
Conceptualmente, se trata de combinar los indicadores de ciencia y tecnología ya vistos, y los indicadores de desarrollo social, abarcando de esta forma un análisis integrador de cada enfoque en particular. Se trataría de obtener información cuantitativa que dé cuenta del papel de la ciencia y la tecnología en la resolución de los problemas sociales acuciantes. Y sumado a ello, advertir el rol desempeñado por la ciencia y la tecnología en el conocimiento y traducción de las demandas sociales; así como las áreas científicas y tecnológicas vinculadas a las necesidades concretas y urgentes de nuestra sociedad. De aquí surgiría un panorama general de los efectos sociales de la ciencia y la tecnología en la mejora de las condiciones de vida, traducidas en calidad de vida y desarrollo sustentable.
La conformación de la expresión desarrollo sustentable, conformada por los términos desarrollo y sustentable connotan una serie de condiciones económico-sociales y mediambientales que dan cuenta de sus variables componentes. El desarrollo por su parte, remite a las condiciones de mejoras económicas y sociales en todos los estratos de la sociedad. Lo sustentable se refiere a las variables que intervienen en la conservación de la biodiversidad y del entorno para las generaciones actuales y futuras.
Las bases para emprender el estudio de los indicadores de impacto social de la ciencia y la tecnología, refieren a los nexos existentes entre la ciencia y la tecnología, y la sociedad, dando cuenta de los agentes intervinientes, los actores involucrados, las políticas desarrolladas a favor o en contra y los recursos disponibles.
El estudio del impacto social de la ciencia y la tecnología tiene tres dimensiones a considerar. Estas dimensiones son:
1) La ciencia y tecnología.
2) El desarrollo social.
3) La vinculación entre la ciencia y la tecnología, y el desarrollo social.
En cuanto a los aspectos a considerar en la dimensión científica y tecnológica, están los siguientes indicadores:
1) De políticas públicas: recursos económicos en ciencia y tecnología, gasto en ciencia y tecnología, gasto en ciencia y tecnología en relación al PBI, gasto en ciencia y tecnología por habitante, gasto en ciencia y tecnología por investigador, gasto en ciencia y tecnología por sector de financiamiento, gasto en ciencia y tecnología por sector de ejecución, gasto en ciencia y tecnología por objetivo socio-económico, personal en ciencia y tecnología diferenciando los investigadores, investigadores en relación a la PEA, e investigadores por género.
2) De la oferta de conocimientos de relación real o potencial con el desarrollo social: proyectos y grupos por campos de aplicación, y los tipos de investigación en básica, aplicada y desarrollo experimental.
3) De la difusión o divulgación de la ciencia y la tecnología que se relaciona con la percepción social de la comunidad: medios de comunicación científica y tecnológica, noticias científico-tecnológicas publicadas, asuntos científicos y tecnológicos tratados en las legislaturas nacionales y provinciales, editoriales científico-tecnológicas y cantidad de publicaciones, y programas televisivos y temas de ciencia y tecnología relevantes.
En la dimensión del desarrollo social están los siguientes indicadores normalizados y estandarizados:
1) Para la pobreza: tasa de empleo, población por debajo de la línea de pobreza, salario promedio por género e ingresos desiguales.
2) Para los aspectos demográficos: tasa de crecimiento de la población, tasa neta de inmigración, tasa de fertilidad y densidad de población.
3) Para la educación: tasa de población en edad escolar, tasa de escolaridad primaria, secundaria y universitaria, tasa de alfabetización de los adultos, tiempo de escolaridad, tasa diferencial por género de permanencia escolar y gasto en educación en relación al PBI.
4) Para la salud: porcentaje de población que accede a sanitarios, acceso a agua potable, esperanza de vida, peso adecuado al nacer, tasa de mortalidad infantil, inmunización a enfermedades infecciosas, uso de métodos anticonceptivos, proporción de químicos peligrosos en los alimentos y gasto en salud en relación al PBI.
5) Para los asentamientos humanos: tasa de crecimiento de la población urbana, pérdidas humanas y económicas por desastres naturales, población en áreas urbanas, gasto en vivienda, consumo per cápita por vehículo transporte de fuel oil, área y población de asentamientos urbanos formales e informales, superficie ocupada por persona y gasto per cápita del gobierno en servicios de infraestructura urbana.
En la dimensión de la vinculación entre la ciencia-tecnología y el desarrollo social, están los siguientes indicadores:
1) Los instrumentos o canales institucionales que representan intereses sociales o sectoriales por medio de organizaciones no gubernamentales (ONGs), sociedades civiles e intereses sociales.
2) Los instrumentos o canales institucionales que representan intereses sociales o sectoriales por medio de instituciones públicas de servicios sociales.
Recabada la información pertinente a las tres dimensiones, se intentaría ver el vínculo existente entre los posibles usuarios y demandantes, y los productores de conocimiento científico y tecnológico u oferentes. La ciencia y la tecnología sería el componente que da cuenta del valor agregado dado por el conocimiento.
La metodología de captura de la información, en principio consiste en dos enfoques complementarios que por un lado mida la cantidad y tipo de impacto producido por la ciencia y la tecnología a nivel de estudios de tipo micro, que den cuenta del nuevo fenómeno de estudio. Y por otro lado, se trataría de registrar a las instituciones nacionales con sus programas de ayuda, y ONGs que representen los intereses y necesidades sociales.
La medida de los impactos sociales de la ciencia y la tecnología, establece la diferencia entre el estado de la sociedad con y sin el aporte de la I+D. Rémi Barré aporta desde un enfoque de beneficio económico una serie de planteos que se detallan a continuación. Si bien debemos advertir la complejidad del fenómeno, que presenta una serie de actores y escenarios diversos en la generación, validación y difusión del conocimiento. Una primera faceta a averiguar es la de los mecanismos por los cuales el conocimiento se crea y circula, modificando las capacidades y las estrategias de los actores.
Continúa este autor, con la propuesta de las siguientes mediciones:
1) Tomando las publicaciones científicas: citas de artículos científicos en las patentes o en guías de buena práctica médica, referencias de los artículos científicos en los reglamentos o experiencias, referencias a artículos científicos en la práctica profesional, y referencias a los artículos científicos en la prensa de difusión masiva.
2) Medidas de las actividades y movilidad de los investigadores: actividades de información para las empresas y poderes públicos, participación de las actividades ligadas a la investigación y lo público, contribución a las actividades económicas y empresarias nuevas, y formación de investigadores o jóvenes doctorados reclutados por la industria.
3) A partir de la propiedad intelectual: licencias de patentes acordadas y porcentajes de participación de una patente.
4) Teniendo presente las "externalidades del conocimiento": actividad de los parques científicos y las incubadoras tecnológicas y construcción de redes multiparticipativas.[4]
Tal como nos advierten quienes están produciendo alternativas de medición en este área particular de los indicadores, la complejidad del fenómeno hace que en esta instancia nos encontremos con planteos hipotéticos diversos. Hace falta la puesta en práctica de estas formulaciones, para ver el grado de efectividad o los ajustes a realizar que resulten pertinentes.
5. Indicadores de género, ciencia y tecnología
El género es una concepción que aparece a partir de los años 1990, cuando se advierte el sesgo que tienen las concepciones acerca de lo femenino y lo masculino dentro de las sociedades y que condicionan actitudes diferenciadas. A la mujer se le predeterminan determinados roles y estatus que en comparación con los del hombre, la sitúan en general en condiciones de inferioridad y marginación.
Los indicadores en surgimiento actualmente referidos al género, plantean una permanente relación entre la cantidad de mujeres y de hombres ocupados en espacios similares, sustentándose en la premisa de igualdad y equidad de género.
A mediados del año 1999, se llevó a cabo en Budapest, Hungría, la III° Conferencia Mundial de la Ciencia organizada por Unesco. Las conclusiones obtenidas apuntan a lograr entre otros temas, una mayor participación de las mujeres en las decisiones científicas, junto a una postura ética frente a las investigaciones que involucren a la ciencia y la tecnología. Es que realizado un balance general de nuestras sociedades actuales, surge con evidencia el que la ciencia librada a su propio devenir y sobre todo con un trasfondo político, conducen a la destrucción ilimitada de la naturaleza y la humanidad. Vinculado a ello, está la advertencia de una ciencia y tecnología, prioritariamente masculina con un nivel que supera al 90% en las decisiones provenientes de los varones.
No se trata de que la mayoría de los investigadores sean hombres, ya que como ejemplo, en el caso de nuestro país lo parejo de las cifras es notable, correspondiendo en el año 1999 el 46% a la población femenina. De lo que se trata es de que las mujeres puedan decidir y ejecutar en un orden de igualdad el rumbo dado a las investigaciones y las tecnologías, ya que se suponen enfoques diferentes y complementarios.
Como todavía no se encuentra normalizado el tema de los indicadores en género, ciencia y tecnología, pasemos a una descripción de posibles aportes:
1) Relación entre los cargos ocupados por mujeres y hombres en los diferentes cargos y funciones.
2) Relación entre la edad de acceso a cargos ejecutivos en ciencia y tecnología entre hombres y mujeres.
3) Relación entre género y las disciplinas científicas de los investigadores.
4) Relación entre género y campo de aplicación.
5) Relación entre género y tipo de entidad de desempeño.
6) Relación salarial entre personal científico y tecnológico por función y género.
7) Relación entre género, titulación máxima y salario, en investigadores y técnicos.
8) Relación entre género y dirección de proyecto.
9) Relación entre género y disciplina científica en la dirección de proyecto.
10) Relación entre género y campo de aplicación en la dirección de proyecto.
Como puede verse, muchas áreas de exploración en referencia al armado de indicadores están por realizarse. Resultaría importante que desde el Estado, específicamente en el área competente de ciencia y tecnología, se avance hacia la valoración y puesta en marcha de este tipo de emprendimientos, ya que de proponerlo cuentan con gente especializada en la materia.
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Autor:
Lic. Silvina Besarón
[1] Extraído de RICYT, Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericanos/Interamericanos, 1997.
[2] FERRARO, Ricardo y LERCH, Carlos, ¿Qué es qué en tecnología ?, Pág. 57.
[3] Los trabajos de este Segundo Taller son: ITZCOVITZ, V., FERNENDEZ POLCUCH, E. y ALBORNOZ, M., Propuesta metodológica sobre la medición del impacto de la ciencia y tecnología sobre el desarrollo social. ESTEBANEZ, María Elina, La medición del impacto de la ciencia y la tecnología en el desarrollo social.
[4] BARRé, Rémi, "La medida de los impactos socio-económicos de la investigación: la medida ha muerto – viva la medida!", en La lettre, N°21.
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