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La violencia familiar y la educación (página 3)


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CAPITULO III

LA VIOLENCIA FAMILIAR Y LA EDUCACIÓN

Un estudio de la doctora Felicia Marie Knaul y Miguel Ángel Ramírez sobre el impacto de la violencia familiar en las niñas y niños, indica que este tipo de maltratos impiden que las víctimas alcancen su máximo nivel educativo al tiempo que deteriora su salud física y emocional.

El documento señala que cuando llegan a la edad adulta, esas niñas y niños pueden tener menos éxito que el resto en el mercado laboral y, debido a que la violencia familiar tiende a reproducirse, tienen mayores probabilidades de convertirse en perpetradores de violencia contra las y los integrantes de la familia que formarán en un futuro.

La investigación documenta las repercusiones del abuso infantil en los resultados del mercado laboral de las y los adultos, así como el efecto de la violencia familiar en los logros educativos de niñas y niños.

También considera la frecuencia del maltrato infantil y la transferencia intergeneracional de la violencia basándose en la Encuesta sobre Violencia Intrafamiliar (ENVIF) realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en la Ciudad de México durante el tercer trimestre de 1999.

La encuesta explora la frecuencia del abuso físico, emocional y sexual en el hogar donde crecieron las y los encuestados adultos. La muestra incluyó 5 mil 174 hogares (20 mil 600 personas) de la Ciudad de México y 34 municipios conurbados.

Asimismo, indica que más de 28 por ciento de las personas entrevistadas sufrió maltrato infantil y que el ingreso familiar per cápita y la educación de la jefa o jefe de familia tienden a ser menores entre familias que padecen este tipo de violencia que entre las que no la experimentan.

Otro resultado clave indica que haber sufrido maltrato infantil aumenta la probabilidad del adulto de vivir en una familia violenta de no existir programas y proyectos preventivos. Además, expone un patrón consistente: las y los adultos que no fueron golpeados o insultados durante su niñez tienden a percibir mayores salarios.

Los resultados de este análisis sugieren que la violencia y el maltrato durante la infancia afecta a una considerable proporción de familias mexicanas.

Más aún, indica la investigación, las niñas y los niños víctimas de abuso, muchos de los cuales se encuentran ya en una situación desventajosa por provenir de familias pobres y con poca escolaridad, tienen mayores probabilidades de percibir salarios bajos en su edad adulta.

Éstos son dos factores mediante los cuales se perpetúa la violencia y se refuerza el ciclo de pobreza.

3.1 – Impacto de la violencia doméstica en los niños, niñas y jóvenes de acuerdo a las etapas educativas

3.1.1.- Preescolares:

Estudiosos señalan que en esta edad los niños y las niñas se sienten, particularmente desamparados y vulnerables. Pueden sentir miedo y desarrollar pocas estrategias para enfrentar situaciones conflictivas. Muchos (as) tienden a violar las normas familiares de manera agresiva; otros (as) se retraen. Tienden a lloran frecuentemente, a tener problemas con el sueño, pesadillas y carácter irritable. Su mayor deseo suele ser que la familia se mantenga unida.

3.1.2.- Escuela Primaria:

Aunque entre los seis y los doce años, los niños y las niñas ya dominan un mayor número de estrategias para lidiar con los conflictos y los eventos traumáticos, pueden presentar la tendencia a exhibir comportamiento depresivo persistente. Podrían experimentar sentido de culpabilidad, vergüenza y ambivalencia hacia los padres. Tienden a intervenir en los incidentes de violencia familiar, para proteger a la víctima. Pueden desarrollar relaciones conflictivas con sus pares y de desconfianza con las personas adultas.

3.1.3.- Escuela Secundaria:

Los y las jóvenes expuestos repetidamente a incidentes de violencia doméstica tienden a aislarse de sus familias. Muchos(as) podrían abandonar el hogar y la escuela a temprana edad. Pueden exhibir comportamientos violentos, autodestructivos o antisociales, como el uso de drogas, la delincuencia y el vandalismo o destrucción de propiedades. Tienden a desarrollan relaciones de poca empatía y desconfianza con las personas adultas. Pueden involucrarse en relaciones de pareja abusivas, donde confunden el amor con la violencia y ven el maltrato como natural.

3.2 Características en los educandos victimas de violencia familiar.-

Los estudios sociales nos indican que los educandos se ven afectados cada vez mas por problemas familiares, mala alimentación, enfermedades, desempleo de sus padres y violencia intra familiar, como reconocer a estas victimas, para ello debemos estar pendientes de las siguientes manifestaciones que son señal de alerta de violencia familiar.

3.2.1.- Ansiedad:

Es una manifestación de temor o miedo frente a algo conocido o frente a algo cuyo origen no conocemos o entendemos.

Se caracteriza por sudoración excesiva de manos, el corazón les late fuertemente, se muestran inseguros, tienen muchos miedos, manifiestan tener dificultades para dormir ( ojeras, bostezos, dormir en clase, etc.), se comen las uñas, tartamudean y problemas de concentración.

Cada educando tiene su propia forma de expresar su ansiedad, y ante un mismo hecho las personas reaccionan de diferentes maneras.

La ansiedad se manifiesta de formal más conductual que verbal en los niños y adolescentes, en los jóvenes es más verbal que conductual.

Las manifestaciones de la ansiedad pueden ser una o varias a la vez.

3.2.2.- Agresividad:

Es una energía innata del ser humano que nos hace actuar frente a determinadas situaciones y que si no se canaliza adecuadamente se convierte en una energía destructiva.

La agresividad puede expresarse de diversas formas individuales o grupales, si vivimos en un ambiente violento, aprendemos a identificarnos con este tipo de conducta, que genera rabia, cólera, deseos de hacer daño, destruir, etc.; si embargo pueden ser modificadas por la experiencia a través de la educación.

La agresividad en si no es un problema, muchas veces se confunde con malcriadse, enfermedad, retraso mental, etc., su verdadero problema es su forma de expresión dañina.

3.2.3.- Depresión:

Es un estado afectivo de tristeza profunda que, por si intensidad, duración y condiciones de aparición, genera abatimiento, perdida de interés e insatisfacción, acompañado de una actitud negativa frente al pasado presente y futuro y con manifestaciones somáticas.

Se manifiesta en los niños con decaimiento, falta de comunicación, llanto, a veces ausencia de movimiento, perdida del apetito, no juegan con otros niños, aislamiento, perdida de autonomía, enuresis(no controlan la micción), pesadillas, falta de estados de euforia; en el caso de adolescentes se suman la falta de fe en la vida, deseos de no seguir existiendo, preguntarse cuál es su misión en la vida, no se sienten en el lugar y momento correcto nunca.

La depresión, no se había asociado con los niños, pero recientes estudios de suicido infantil, prostitución infantil y adolescentes, pandillaje juvenil, etc., la ubican como uno de sus características.

3.2.4.. Baja autoestima y falta de identidad:

La identidad es el conjunto de características individuales que permiten identificarnos y distinguirnos de los demás. La identidad es un proceso que se va construyendo a partir de las relaciones que establecemos con nuestro cuerpo, con la familia y la sociedad.

La identidad individual esta referida a la historia y características personales: el color de pelo, raza, nacionalidad, carácter, etc. Y la identidad social a la pertenencia a uno o varios grupos y las convicciones sociales y políticas.

La autoestima es un sentimiento de aceptación o rechazo a nosotros mismos, de nuestra manera de ser y de nuestro cuerpo, si nos gustamos y amamos como somos, nos respetamos, cuidamos y reconocemos como valiosos. La autoestima se desarrolla desde la más tierna infancia a partir de las experiencias de crianza y la interacción con los demás.

Los niños con baja autoestima manifiestan:

  • Evitar situaciones que pueden crear ansiedad
  • Sienten que los demás no los valoran
  • Echan la culpa de sus debilidades a los demás
  • Se dejan influenciar por los demás
  • Se ponen a la defensiva y se frustrará fácilmente
  • Se sienten impotentes
  • Tiene estreches de sentimientos y emociones
  • Tienen dificultan de interacción
  • Vive acosado por las dudas ante su capacidad de rendimiento escolar
  • La escuela le brindara pocas satisfacciones.

3.2.5.-Bajo rendimiento escolar:

Es el principal indicador del funcionamiento de la institución educativa, hace referencia al aprovechamiento que logra el alumno a partir de criterios educativos instituidos en determina contexto socio-cultural para su observancia en el ámbito escolar, abarca desde el mínimo aprovechamiento hasta el máximo aprovechamiento, el mínimo rendimiento esta asociado al fracaso escolar y el máximo con el éxito escolar.

Revisa el logro de metas, conocimiento de contenidos y practicas instituidas, se manifiesta negativamente de 3 formas:

  • Reprobación de grados
  • Bajo aprovechamiento
  • Deserción escolar

El fracaso escolar debe ser abordado desde sus factores externos e internos, debe verse como una consecuencia de un problema mas que como el problema mismo.

3.2.6.- Participación de los padres en forma disfuncional:

Considerando que los padres son los principales transmisores de las reglas básicas de la sociedad en sus hijos, la labor de los maestros es de apoyo a esta tarea y no al revés.

La escuela hoy en día cuenta con tener el apoyo y participación de los padres en la labor educadora y formativa de los educandos.

Los niños que tienen padres que se involucran en las tareas y logros escolares son socialmente más competentes y persistentes para resolver problemas así como autosuficientes.

La participación de los padres victimas o agresores se distorsiona hacia los polos de desinvolucramiento de la actividad escolar o excesiva atención y presión a la misma, siendo ambos extremos perjudiciales para el educando.

La participación familiar tiene 5 dimensiones:

  • Sostén económico
  • Crianza
  • Propiciar un ambiente social favorable
  • Guiar hacia una ubicación en el contexto en que se desarrolla el educando
  • Promover una educación en valores y para la vida.

La participación disfuncional violenta de los padres se manifiesta de las siguientes formas:

  • Rechazar: Implica conductas de abandono. Los padres rechazan las expresiones espontáneas del niño, sus gestos de cariño; desaprueban sus iniciativas y no lo incluyen en las actividades familiares.
  • Aterrorizar: Amenazar al niño con un castigo extremo o con un siniestro, creando en él una sensación de constante amenaza.
  • Ignorar: Se refiere a la falta de disponibilidad de los padres para con el niño. El padre está preocupado por sí mismo y es incapaz de responder a las conductas del niño.
  • Aislar al menor: Privar al niño de las oportunidades para establecer relaciones sociales.
  • Someter al niño a un medio donde prevalece la corrupción: Impedir la normal integración del niño, reforzando pautas de conductas antisociales.
  • Se priva al niño de los cuidados básicos, aún teniendo los medios económicos; se posterga o descuida la atención de la salud, educación, alimentación, protección, etc.

3.3.- Etapas Actitudinales del Educando Victima de Violencia Familiar

3.3.1.- Negación:

Esta es la etapa en que intenta reducir el impacto o la importancia de las experiencias dolorosas pasadas y actuales y trata también de enterrar los sentimientos y recuerdos.

Los niños y sus padres niegan estar afectados y por ellos necesitar ayuda y tratamiento, aunque la realidad sea distinta.

Los aspectos que causan dolor muchas veces se quieren olvidar pensado que así no han sucedido.

La tendencia ser como el avestruz, pensando que así el problema desaparece es muy notoria, cuando hablen de algún problema lo hacen en tercera persona.

3.3.2.- Auto culpa:

Cuando se encuentran en esta etapa tratan de explicar porque les paso eso a ellos, suponiendo que por alguna razón, fuimos en parte responsable de la injusticia y las heridas que padecimos (con lo que estaremos disminuyendo nuestra autoestima); pensamos que no nos hubiesen hecho daño si hubiéramos sido diferentes o hubiéramos hecho las cosas de otro modo.

Esta fase se expresa cuando se comparten experiencia, surge la pregunta ¿Qué habré hecho para que pase esto a mí?, ¿Por qué me sucedió?, Y se dice: si yo hubiese hecho tal o cual cosa eso no habría pasado.

Se sienten culpables por lo ocurrido a sus seres queridos.

3.3.3.- Victimas:

En esta etapa reconocen que no merecían el daño que le hicieran, adquieren perfecta conciencia de cuanto han sido dañados como resultado de las experiencias vividas, auto compadeciéndose, viviendo a expensas quienes les rodean o castigando a quienes se crucen en su camino.

Esta es la etapa en la que más tiempo se quedan las victimas, incluso algunos no la pueden superar, se queda la sensación de ser poco valiosos y se deterioran y justifican sus acciones por las experiencias vividas, sienten que los demás tiene que atenderlos y se vuelven demandantes.

3.3.4.- Indignación:

Cuando pasan a esta etapa se indignan con todos los que les hicieron algún mal y con el mundo entero, anhelamos que paguen sus culpas y sufran por lo que nos hicieron, pedimos que sufran lo mismo que ellos sufrieran, piensa e imaginan los daños que pueden hacer, los anima los deseos de venganza, la inflexibilidad es muy alta.

Es la etapa de los vengadores, es hasta cierto comprensible por el recelo y la rabia, pero debe ser superable.

3.3.5.- Sobrevivientes:

Llegados a esta etapa reconocemos que fuimos muy lastimados pero que supieron salir adelanto, tomaron conciencia de su fortaleza y recursos, recuperan el interés en cosas que no están necesariamente relacionadas al dolor.

Los reconforta porque reconocen que sufrieron, hicieron lo mejor que pudieron para asumir la situación vivida.

En el proceso de recuperación emocional esta fase, ya pueden contar lo pasado como algo que paso y no es una carga y que no impide vivir, tiene mayor control de sus vidas.

3.3.6.- Integración:

En esta etapa se reconoce quienes nos lastimaron pudieron actuar en forma diferente, recuperan toda la energía que emplean en el dolor y rencor hacia ellos, le dan una nueva perspectiva al pasado, avanzan para ser lo que decidan.

Creen que gracias a su esfuerzo comprenden que vivieron una situación muy compleja y que no tiene porque volver a suceder con ellos u otros cercanos, apuestan por nuevas formas de relación y pueden ayudar a otros.

Esta etapa puede unirse a la reconciliación y el perdón, también esta la sanción y la reparación.

3.3.7.- Expresión de sentimiento:

Etapa en que se habla sobre lo que se vivió, el colchón de sentimiento contenidos se abre para compartir con solidaridad con otras personas, se comienzan a tejer nuevas redes emocionales.

Si las victimas no expresan sentimiento paralizan sus recursos personales y creara nuevos problemas, para facilitar la expresión de sentimientos se debe: situarse en el lugar la victima, actitud de escucha, comprender y aceptar, no pensarnos como omnipotentes, expresar brindar sentimientos.

Positivamente la superación de las etapas negativas de la violencia familiar en el educando se refiere a la auto percepción de la capacidad para enfrentar con éxito las situaciones de la vida escolar y específicamente a la capacidad de rendir bien y ajustarse a las exigencias escolares.

Incluye también la auto valorización de la capacidad intelectual, como sentirse inteligente, creativo y constante desde el punto de vista intelectual.

Se pasa de la desmotivación y el desgano a querer cambiar y esta transición debe ser promovida y acompañada por el equipo multidisciplinario de las instituciones educativas.

3.4.- Efecto de la violencia familiar en el logro de competencias en el educando:

Hoy en día se entiende que más allá de las competencias factuales, el educando requiere el desarrollo de competencias comunicacionales y sociales.

La competencia comunicacional va mas allá de hablar, comprender lo verbal, escrito, oral, grafico y gesticular; (6) esta probado que los niños y adolescentes que sufren de maltrato revelan no solo carencia de vocabulario, sino que han perdido el sentido de la construcción y de la sintaxis y su lenguaje hay que traducirlo a un lenguaje normal común, ya que se alejan de la realidad en un lenguaje fantasioso o cifrado, como método de evasión y defensa.

Esta es la competencia por la que se puede exteriorizar síntomas de violencia familiar a través de la expresión de los gestos, la mirada, las manifestaciones faciales, tics, el talante corporal, y hasta los mensajes subliminales.

En cuanto a lo referente a las competencias sociales, esta va mas allá de integrarse a un grupo social, incluye el discutir argumentos, saber escuchar, mostrase cordial, aquilatar situaciones, respeto al prójimo, trabajo en equipo; trato con personas de otro genero, edad, mas o menos experiencia, raza, condición económica etc.

Cada aula debe ser un foro donde reine el intercambio de pareceres, capacidad analítica, la convivencia democrática y promoción de pesares y otras individualidades, esta es la competencia mas afectada en las victimas de violencia, ya debido a la baja autoestima y autodeterminación, los procesos mentales negativos, etc., tienen menor predisposición a desarrollar habilidades sociales efectivas.

El logro de las habilidades comunicaciones y sociales, es lento, abarca muchos ciclos y prácticamente todos los niveles educativos están envueltos en esta dilatada tarea primordial para prepararles para la vida.

3.5.- Efecto de la violencia familiar en el desarrollo de actitudes en el educando:

En la vida mas allá de los muchos conocimientos y competencias dignas de elogio, si el educando no revela buenas actitudes, las actitudes negativas que se transparentan, anulan en buena cuenta el bagaje intelectual y la idoneidad de sus competencias.

Las actitudes positivas son la autoestima, la auto confianza, el autodominio, el sentido de responsabilidad, la motivación hacia el logro, el sentido del orden, la conciencia de la autonomía, el ansia de información, el espíritu de innovación y la apertura hacia los demás, todas estas actitudes son la brújula de la vida y se ven afectadas en algunos casos difícilmente reparables por la violencia psicológica, física y sexual.

Esto se ve afectado por la forma en como la familia, escuela, la comunidad y los medios enfrentan el tener un niño (a) victima de violencia psicológica, maltrato físico o abuso sexual, a esto se une que en la gran mayoría las victimas no reciben un tratamiento de recuperación profesional multidisciplinario y las familias les excluyen o crean métodos "propios" de atención o negación.

3.6.- Confusión entre competencias y actitudes en la atención del educando victima de violencia familiar:

Existe confusión respecto a las competencias y actitudes, se confunde y llama actitudes a las competencias, cuando las actitudes son actos internos asociados a las redes primarias de la vida que si bien son un objetivo de la educación, se forman y consolidad en la familia.

Por ejemplo un niño victima o testigo de violencia intra familiar puede mas o menos desarrollar con la ayuda de sus maestros en la escuela la capacidad de realizar operaciones matemáticas, usar formulas, realizar mediciones, colabora con el uso racional de los recursos pero difícilmente en la exteriorización de sus sentimientos, la auto confianza, la perseverancia, la cultura de paz, la paternidad responsable, etc.

Por ello se dice que se requiere un esfuerzo gigantesco para cambiar la educación totalmente orientada al desarrollo de las competencias factuales debido a la currícula escolar y a la carga familiar negativa en los educandos y la orientación negativa del educador a este logro que implica un mayor involucramiento.

Por ello correctamente dice Alvin Tofler en Learning for Tomorrow : " El maestro que no apabulla a los niños, adolescentes y jóvenes con gestos o palabras agresivas, infusivas o con sentido oblicuo o indirecto, con evidente perversidad, que nos les ofende, sino trata con afabilidad y apreciando lo positivo que muestran va creando autoestima y auto confianza, alcanzando este punto es como un pivote para lograr actitudes ulteriores.." Y lo mismo se aplica a los padres.

Alvin Possaint, sociólogo Estadounidense, ha escrito un hecho claro "ninguna de las investigaciones ha encontrado jamás ninguna evidencia de que un alto rendimiento ocurra cuando existe un bajo concepto de sí mismo".

3.7.- Los Valores veritacionales, la violencia, la educación y los tiempos modernos

Durante los siglos XIX y XX los valores veritacionales excepto la verdad fueron proscritos por ser subjetivos y por consiguiente variables.

El historiador Pitririn Sorokin, ha escrito que los últimos siglos han venido signados por el placer y la violencia y que el siglo XX ha resultado él más sanguinario a micro y macro nivel y se percibe un abismo entre el avance de la ciencia y la tecnología y la conducta negativa de los seres humanos y son la familia y la escuela fuentes de aprendizaje y masificación de la violencia.

Hoy sé esta viviendo un lento pero feliz cambio con relación a los valores, en el Perú como lo mostró la Consulta Nacional de Educación del 2001, a nivel nacional multitudinariamente los pobladores reclamaban que la educación debe:

Desterrar el individualismo y el egoísmo; fortalecer las libertas y la justicia; promover los derechos humanos; propiciar la justicia social; fomentar familias más unidas; practicar los valores morales; reaccionar ante la injusticia; valorar la dignidad humana, recuperar valores y así sucesivamente, sin incidir mayormente en los temas de competencias factuales entendiéndose que esta carga de actitudes positivas debe surgir y/o desarrollarse en la escuela, cuando esta es parte responsable, pero la principal responsable es la familia, que reclama de la escuela lo que a la vez dificulta el avance escolar.

CAPITULO IV

PAPEL DE LOS PROFESIONALES FRENTE A LA VIOLENCIA FAMILIAR

4.1.- Perspectivas e implicancias para el Trabajo Profesional Multidisciplinario

El profesional tiene una importante participación en las organizaciones que atienden esta problemática al margen de la escuela, ya que las áreas dedicadas a la atención ( OBE : Orientación y Bienestar del Educando) no son atendidas por profesionales especializados en terapia familiar.

Aunque cabe resaltar que la atención de esta problemática debe ser multidisciplinaria: psicólogos, maestros, abogados, policía, etc.

Es tarea del profesional en actividades educativas o no, publicas o privadas generar redes de atención a estos problemas y promover espacios de reflexión y análisis de la realidad nacional a un macro y micro nivel.

El trabajo con los educandos debe atender la necesidad ciudadana de prevenir situaciones problemáticas futuras y atender la actuales, la acción de promoción social conlleva la perspectiva del fortalecimiento de la autonomía de los beneficiarios y el resguardo de sus derechos individuales. La expectativa de participación de los beneficiarios no puede asentarse en un trabajo voluntario, debe ser una labor sistemática que considere la autodeterminación, la dignidad humana, la intimidad y la cultura.

4.2.- Actitudes Del Profesional Ante Las Victimas De Violencia Familiar:

Durante los procesos de atención de casos de violencia familiar, debemos tener en cuenta las siguientes actitudes:

4.2.1.- Escucha : Es importante propiciar la actitud de escucha no solo por parte del profesional interviniente, sino que este debe cumplir su rol promotor promoviéndola en el personal docente y jerárquico de las escuelas, la comunidad, las autoridades, etc. Escuchar implica hacerlo con todo nuestro cuerpo y tener disposición para hacerlo aunque no estemos de acuerdo con lo que dice el otro. Es necesario reconocer que todas las personas tienen conocimientos y experiencias diferentes y las manifiestas de diversas. El escuchar debe ser atento y sin cortes más allá de lo necesario a fin de no cortar el espacio de apertura de los sentimientos de la persona.

4.2.2.- Afecto : Permite acercarnos mas a las personas y conocer de mejor manera su realidad, su forma de pensar y de sentir. El afecto hay que expresarlo a través de palabras y del cuerpo, lo cual genera confianza y empatía entre el profesional interviniente y el educando. Dentro de este proceso es necesario reforzar los aspectos positivos de las personas, donde se les considere capaces de hacer y lograr cosas.

4.2.3.- Respeto : Implica valorar la manera de pensar, de opinar y de sentir de los participantes; asimismo implica valorar sus costumbres, no juzgarlos, aunque su manera de pensar y expresarse sea diferente de la nuestra. Además el respeto facilita la expresión de pensamientos y sentimientos de los educandos en proceso de formación.

4.3.- Consideraciones básicas sobre el rol del profesional:

Crear un ambiente de confianza, las actitudes positivas ( de respeto, afecto, escucha entre otras) que tengamos con los educandos ayudara a propiciar un ambiente de confianza facilitando la expresión de pensamientos y sentimientos respecto a los temas que afectan su salud mental que luego podemos trabajar con ellos. En la medida que creemos un ambiente de confianza estableciendo relaciones horizontales y amigables los educandos podrán expresarse libremente y las tareas emprendidas serán mas productivas.

Promover la participación del grupo familiar, educativo y el entorno social, es importante propiciar la participación de los miembros de la familia y la escuela, no solo en lo que se refiere a la expresión de pensamientos, sino también de sentimientos y esto tarda porque es un proceso que debe romper muchas barreras. Esto se logra en la medida que seamos pacientes, respetuosos, cercanos, con actitudes positivas y sobretodo no forzando su expresión, porque consideremos que cuando las personas no expresan sus pensamientos y sentimientos no están preparados para hacerlo. Por ello recomendamos no obligar la participación si no lo desean, pero si propiciarla, estimularlos y motivarlos.

Uso de un lenguaje correcto, el lenguaje que utilicemos debe ser claro y sencillo, teniendo en cuenta las características del grupo. Es importante no utilizar un lenguaje muy especializado o técnico porque podemos generar distancias y corremos el riesgo de que no nos entiendas y por consiguiente no lograr los objetivos que nos hemos propuestos. Es importante considerar los tonos de voz de acuerdo a lo que estamos expresando, los énfasis y gestos que usamos, asimismo no debemos exagerar el lenguaje mímico ya que podría causar distracción.

Manejo del espacio, para mantener la atención de los educandos es recomendable tener un espacio privado, que genere confort y que no corte la comunicación con distracciones.

Manejar los contenidos, es necesario prepararse con conceptualización, tipología, técnicas variadas de integración, socialización, relajación, etc.; las leyes que rigen este aspecto y las instituciones que atienden esta situación.

Responder adecuadamente a las dudas, es recomendable preguntar si tiene alguna duda o interrogante, si no entendió algo, si quiere que le expliquen mas algún tópico, todo esto con afecto, respecto y habilidad de escuchar.

4.4.- Tareas a desarrollar dentro del aula:

  • Averiguar los motivos de sus temores y no obligar a que estos sean enfrentados
  • Brindar apoyo y compañía
  • Brindar afecto
  • No limitar el libre juego
  • Conversar y ganarse la confianza
  • Tomar en cuanta sus sentimientos
  • Favorecer la expresión e intercambio de sentimientos
  • Evitar forzar las manifestaciones de afecto
  • Hacerle participe de las decisiones a tomarse
  • Usar medios de corrección adecuados
  • Informar y orientar
  • Reforzar los logros

LA VIOLENCIA FAMILIAR : MITOS Y REALIDADES

Las actitudes de tolerancia, como casi todos los aspectos del fenómeno violencia de género, no tienen fronteras nacionales o culturales y se manifiestan de forma similar donde la relación de género es desigual y se ha empoderado al hombre y no a la mujer. Los mitos culturales, sociales y psicológicos para negar o justificar la violencia de género, violencia de pareja y familiar están extendidos por todas las culturas. La campaña Zero Tolerance, también realizada en Edimburgo, Gran Bretaña, se inició con un estudio por centros para identificar las actitudes de la adolescencia respecto a la violencia de pareja y familiar. Los resultados revelaron que la tolerancia de ambos sexos a este tipo de violencia está establecida ya en la educación secundaria. Se tolera mayor violencia hacia esposas que hacia novias o amigas y se justifica con una serie de mitos que la adolescencia ya tiene bien integrados. Los mitos que se presentan a continuación tienen la función de ayudar al personal de centros educativos a examinar sus propias actitudes de violencia sin miedo y con una actitud autocrítica. Pueden usarse de forma creativa en trabajo escolar, dedicando un día a un mito.

Todas las personas tenemos integrada la tolerancia hacia la violencia de genero. Reconocer y transformar estas actitudes en una o uno mismo, es esencial para hacer de modelo de igualdad para la infancia.

Algunos de los mitos identificados son:

1.- Violencia domestica

Mito: Si ha ocurrido sólo una vez, no ocurrirá más. Realidad: La violencia doméstica no es un incidente aislado. Normalmente forma parte de un patrón de violencia que irá en aumento.

Mito: Sólo cierto tipo de hombres abusan de sus parejas. Realidad: No existe el abusador típico. La edad, constitución, raza, religión o temperamento no son factores determinantes.

Mito: Los hombres que maltratan son enfermos mentales. Realidad: No existe relación causa-efecto entre la enfermedad mental y violencia doméstica. La violencia está motivada por un deseo de controlar y mantener poder sobre la mujer.

Mito: Los hombres que asaltan o abusan de sus parejas son violentos por naturaleza. Realidad: La mayoría de los hombres que abusan de sus parejas no son violentos fuera del hogar.

Mito: Los hombres que maltratan han sido maltratados en la infancia. Realidad: No existe evidencia alguna de que exista un ciclo de abuso. La mayoría de hombres y mujeres abusados en la infancia no optan por abusar en la edad adulta. Es más, si fuera así debería haber un mayor número de maltratadoras.

Mito: La violencia domestica la causa el alcohol. Realidad: Un gran número de hombres violentos atacan cuando están sobrios. El alcohol es una excusa más que usan los hombres violentos para justificar su violencia y no hacerse responsables.

Mito: Si hubiera sido tan violento, ella lo habría denunciado. Realidad: 46% de las mujeres no denuncian la violencia que sufren por miedo a represalias y una gran mayoría porque piensan que no van a ser creídas o tomadas en serio. (Este número es menor en nuestro país, que está entre el 10 y 20% de denuncias).

Mito: Los hombres también son agredidos por sus parejas. Realidad: Los archivos policiales muestran que el 99% de la violencia en la pareja la realiza el hombre hacia la mujer.

2.- Agresiones sexuales y violación

Mito: La violación ocurre a manos de extraños. Realidad: El 83% de las mujeres son violadas por alguien a quien conocen y en quien confían. El 20% son amigos/novios y el 33% esposos. El resto son conocidos.

Mito: Una vez que un hombre está excitado, no puede hacer nada para controlar su necesidad sexual. Realidad: Los hombres usan una variedad de excusas para justificar la violación. Nunca hay excusa.

Mito: La mujer no fue herida, ni luchó para defenderse. No fue violación. Realidad: Los hombres usan armas y/o amenazas para intimidar a la mujer que violan. El hecho de que no exista evidencia visible de violencia no significa que una mujer no haya sido violada.

Mito: La mujer estaba borracha/drogada/tenía mala reputación/hacía auto-stop/vestía provocativa/le sedujo. Le dio lo que estaba pidiendo. Realidad: Los hombres usan una variedad de excusas para intentar desacreditar a la mujer a la que violan y justificar su delito. Ninguna mujer pide o se merece que la violen o agredan sexualmente. (Estos agravantes funcionarían a favor del agresor violador, justificando su conducta).

Algunos mitos confluyen y aparecen en violencia doméstica, violación y abuso sexual a la infancia.

3.- Abuso sexual a la infancia

Mito: El abuso sexual a la infancia no es un problema extendido. Realidad: Un menor de cada cuatro es abusado sexualmente (Gran Bretaña). (En España el 23% del total de niñas y el 15% del total de niños, es abusada antes de los 17 años). Estos datos son similares en otros países.

Mito: La infancia corre peligro con extraños. Realidad: El 82% de los abusadores son conocidos de su víctima. El 19% son familiares. (Los datos de AMUVI muestran aún mayor porcentaje).

Mito: Los menores muy jóvenes no son tan frecuentemente abusados. Realidad: A los menores se les abusa a cualquier edad, desde la infancia a la adolescencia. Entre una cuarta y una tercera parte de todo el abuso conocido a menores, se perpetra a los cinco años o antes.

Mito: El hombre estaba deprimido/estresado/su mujer embarazada/estaba borracho/ enfermo/abusado en su niñez, etc. etc. Realidad: Los abusadores usan una variedad de excusas para evitar tomar responsabilidad por el delito, y transfieren la culpa a cualquier persona o cosa. Nunca hay excusa.

Mito: Las mujeres también abusan sexualmente. Realidad: Más de el 95% de los abusadores sexuales de menores son varones.

Datos de Zero Tolerance Charitable Trust, 1997. P.O.Box 13497. Edinburgh EH64ZF. Organización de Caridad dedicada al estudio de la Violencia de Genero

ANEXO 1

Violencia sexual

La violación sexual es un problema extendido, que afecta a las mujeres de cualquier edad e inclusive a las mujeres ancianas, así como a l[arroba]s niñ[arroba]s de menos de siete años de edad. Usualmente los agresores son personas que pasan desapercibidas y una parte considerable de las violaciones sexuales se producen en espacios conocidos por la víctima, como son la casa de ella misma, la escuela, la casa de parientes o vecinos, y no en la calle como comúnmente se piensa. Se considera violencia sexual a la práctica de relaciones sexuales por la fuerza. La violación sexual causa daños físicos, Psicológicos y sexuales severos. La víctima pierde, además, la confianza en el sexo opuesto y desarrolla sentimientos de temor al acto sexual, lo que dificulta seriamente el tener una vida sexual y placentera en su vida. Un promedio de cuatro mil 500 violaciones son denunciadas anualmente ante la Policía Nacional. Sin embargo se sabe que no todos los casos llegan a conocerse, pues la violencia sexual genera en las mujeres sentimientos de temor y vergüenza a denunciar por no hacer pública las situaciones tan degradantes que les tocó vivir. Para las mujeres la violación sexual encierra también la terrible posibilidad de embarazo, posibilidad que en el caso de una mujer violentada es tres veces mayor. De decidirse a interrumpirlo, se exponen a ser denunciadas, ya que en el Perú el aborto es penado.

También corren el riesgo de contraer el VIH/SIDA o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual (ETS). Los altos índices de violencia sexual hacen urgente la necesidad de introducir el debate del uso de la anticoncepción de emergencia y la medicación para prevenir ETS, como parte de los servicios integrales de salud, que ayude a las mujeres, víctimas de este tipo de violencia, a enfrentar las secuelas físicas.

Acoso sexual

El acoso sexual es una forma de discriminación contra la mujer y una expresión de la violencia de género. Se calcula que al menos el 60 por ciento de trabajadoras, en algún momento de su vida, es víctima de acoso sexual en el Perú, de acuerdo a una encuesta que realizara el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

En la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, firmada por el Perú, define la violencia contra la mujer como «…cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado…», e incluye dentro de tales conductas al hostigamiento sexual en el lugar de trabajo y en instituciones educativas, centros de salud, entre otros.

Frecuentes modos de hostigamiento sexual son los acercamientos corporales no deseados, tales como tocamientos, roces, manoseos, pellizcos, abrazos, caricias; invitaciones insistentes a salir, piropos vulgares, bromas sexuales, cartas, llamadas o la presencia no deseada de materiales de naturaleza sexual, alusiones irrespetuosas al cuerpo, preguntas o comentarios no deseados de naturaleza sexual; requerimientos de un profesor hacia sus alumnas de tener encuentros inusuales fuera del aula.

El hostigamiento debe ser entendido como una imposición de requerimientos sexuales no deseados. Es esto precisamente lo que distingue el hostigamiento de las interacciones amistosas o relaciones consensuales que pueden surgir en un contexto de trabajo o estudio; las más frecuentes víctimas de hostigamiento sexual son las mujeres, tal como lo revelan estudios en diversos países, pero también pueden ser acosados sexualmente los hombres. El hostigamiento sexual tiene graves implicancias de naturaleza social e individual. Impide a quien lo sufre de participar en igualdad de condiciones en las diferentes esferas del quehacer humano, limita la estabilidad y el bienestar en el empleo y la educación, y crea un ambiente hostil muy perjudicial para la salud física y mental de la acosada. Tiene raíces sociales muy profundas, y la solución debe empezar por una educación que enseñe el mutuo respeto entre ambos sexos. También implica un cambio en las prácticas sociales que se convierten en impedimento para el desarrollo integral de la mujer y el hombre. Se requiere igualmente de una base legal a la cual recurrir para hallar justicia. Mientras eso no suceda, seguirán habiendo víctimas sin saber ni tener a dónde recurrir e, irónicamente, con acosadores denunciándolas por calumnia y difamación.

RECOMENDACIONES

GENERALES.-

  • Sensibilizar a la comunidad educativa de la existencia, aspectos negativos en el desarrollo del educando y la magnitud de la violencia en la sociedad.
  • Promocionar la educación en valores para lograr una sociedad que no tolere la violencia con conciencia de los mitos socioculturales que la perpetúan y que se pueden resumir en: justifica al agresor – culpa a la víctima.
  • Enseñar al alumnado de que los abusos físicos y psicológicos afectan la calidad de vida de las personas y que además son un delito tipificado en el código penal.
  • Promocionar, favorecer y desarrollar desde los centros educativos las relaciones de igualdad basadas en el respeto a los derechos humanos y en la responsabilidades que esos derechos conllevan en las relaciones, promoviendo conductas autoafirmativas no violentas y aportando estrategias para la resolución de conflictos sin violencia. Aquí es muy importante la figura del equipo multidisciplinario educativo para aportar modelos de igualdad, respeto y responsabilidad hacia el alumnado.

ESPECIFICAS.-

Todo personal de los centros educativos puede encontrarse con casos de violencia en alumnas y alumnos.

Alumnado con posibles problemas de violencia doméstica, con conductas que causan perturbaciones en la clase llegando, en ocasiones, a ser autodestructivas.

Es muy posible que cada clase cuente con uno o más casos de violencia doméstica. A veces, aunque no lo desee, nos podemos ver forzados a intervenir en una situación determinada donde sospecha o sabe que alguien de su clase está recibiendo abusos.

Si observamos las siguientes conductas en alguna de nuestras alumnas o alumnos podemos considerarlas señales de posible abuso-agresión.

1.- En Educación Infantil:

  • Tendencia a quejarse y agarrarse, con ansiedad.
  • Excesiva ansiedad de separación.
  • Se orina en la cama
  • Alteraciones físicas tales como dolor de estómago y/o cabeza.
  • Alteraciones del sueño.
  • Excesiva desconfianza de adultos-as.
  • Miedo de una persona determinada o género.
  • Conductas autodestructivas/agresión.
  • Predomina el tema del poder y control en interacciones.
  • Miedo o rechazo de contactos físicos no-agresivos.

Recomendaciones Si algún alumno o alumna revela estar recibiendo abusos es de gran importancia hablarle con frases cortas, usando los nombres de las personas que use el alumno o la alumna y no interpretar. En esta edad suelen ser muy literales. No responder con preguntas y explorar sentimientos de miedo, rabia, etc., aceptándolos sin críticas. Explorar el posible peligro que corre en casa. En el caso de abusos sexuales es esencial no reaccionar con angustia, sino con calma, creer lo que dice, asegurarle que no es culpa suya lo que ha pasado y afirmarle que van a ayudarle a que no vuelva a pasar.

2.- En Educación Primaria:

  • Continuas quejas físicas.
  • Comportamiento centrado en búsqueda de aprobación.
  • Violencia física/psicológica (amenazas) hacia compañeras y compañeros.
  • Baja tolerancia a la frustración o paciencia ilimitada.
  • Actúa con frecuencia como "ayudante de mamá" o "ayudante del profesor o la profesora"
  • Se pega con hermanas y hermanos o compañeras y compañeros.
  • Tiene rabietas
  • Se aísla, es quejosa/o y pasiva/o.
  • Problemas de la dieta como comer en exceso o muy poco y acumular comida.

En situaciones especiales de:

  • Mala concentración o excelente trabajo escolar.
  • Torpe, con accidentes frecuentes, o perfeccionista, con tremendo miedo a fallar.
  • Miedo de ir al colegio, de ser ridiculizado o responsabilidad exagerada hacia la escuela.

Una niña o un niño en situación de violencia puede creerse que es la causante de la agresión o abuso. Puede creer que hay violencia en su hogar por su conducta, experimentar miedo al abandono o a que la maten y la mayoría en esta situación tiene miedo de la rabia propia y de la de otros u otras.

Recomendaciones Si alguien en la clase revela estar siendo abusada o abusado, mantenga contacto visual, siga su intuición haciendo preguntas directas e intente averiguar qué hace el alumno o la alumna cuando hay un incidente violento en la casa y cómo se protege. Sea realista y no prometa más de lo que va a ser capaz de hacer para ayudar. Preste atención a los sentimientos de él o ella, si son sentimientos de culpa respecto al abuso, ansiedad respecto a "algún secreto", vergüenza, etc. Es conveniente que profesor o profesora comparta sus propios sentimientos con alguien en quien pueda confiar y que busque apoyo.

Con la alumna o el alumno es necesario inmediatamente insistir en la importancia de ponerse a salvo y no intentar proteger a su madre. Quizás puede irse a otra habitación. Enseñarle a llamar a la policía en caso de emergencia, sólo si no están en el mismo sitio que el agresor. Conviene que aprendan a dar la dirección inmediatamente y decir que un hombre está atacando a su madre y dejar descolgado el teléfono, ya que puede volver a llamar la policía y coger el teléfono el agresor, descubriendo que el niño o la niña ha llamado.

3.- En la Educación Secundaria (adolescencia):

Los efectos de la violencia en adolescentes, testigos u objetos de violencia doméstica, pueden manifestarse de la siguiente manera, aunque no sean exclusivos de ésta.

  • Refugiarse en las drogas y el alcohol
  • Huidas del hogar
  • Pensamientos/acciones suicidas
  • Pensamientos/acciones homicidas
  • Actividades delictivas
  • Expresión de falta de comprensión hacia las víctimas de violencia (falta de empatía)
  • Dificultades en rendimiento académico
  • Problemas de relación con su grupo de edad
  • Embarazo temprano

Aunque en esta edad se pueda incurrir en algún momento en conductas escapistas y autodestructivas, aquellas o aquellos sometidos a violencia, son mucho más vulnerables. Pueden llegar a ser un objetivo de otras agresiones posteriores a lo largo de su vida. A veces se incrementa la violencia de padres y otros miembros familiares hacia las adolescentes cuando éstas se esfuerzan por conseguir independencia. Los varones testigos/víctimas de violencia, se encuentran a veces aterrorizados de adoptar el modelo padre violento. Otro efecto es que, adultos y adolescentes testigos de violencia, pueden llegar a justificar el maltrato de la madre, continuándose así una de las condiciones básicas que perpetúan en todo el mundo la violencia de género: culpar a la victima-justificar al agresor.

Recomendaciones Si un o una adolescente revela estar sujeto a violencia doméstica es conveniente escuchar con calma sin juzgar, sin expresar horror o hacer comentarios críticos o morales. Busque un lugar donde no se les interrumpa. Ayúdele a entender que la violencia no es su culpa. Conciénciele de que este problema existe en muchos hogares y que tiene derecho a buscar ayuda. Piensen conjuntamente en una forma inmediata de reducir el peligro que corre en el hogar cuando hay agresiones, informando también de la existencia de lugares a los que puede ir con su madre para protegerse y buscar ayuda. Reconozca que la situación no va a cambiar y las agresiones siempre continúan. Es conveniente que nos informemos de los recursos que existen en nuestra localidad para paliar el abuso a mujeres, tanto administrativos, como voluntarios: asociaciones, grupos, policía especializada, casas de acogida, centros de información, etc.

Al planificar una estrategia de seguridad para la vuelta a casa es conveniente no olvidar que lo más importante es la seguridad y que ha de salir de la situación violenta cuanto antes. Los adolescentes a menudo se sienten obligados a defender a su madre y es muy importante que entiendan que lo mejor para ello es que vaya a pedir ayuda externa. Explorar lo que ocurre con otras hermanas o hermanos menores para que les enseñe a protegerse cuando ocurra un asalto. Asegúrese de que el joven o la joven saben a quien llamar en caso de agresión y que instituciones les brindaran ayuda y que es muy importante que llame desde un lugar fuera del alcance del agresor.

Cuando tratamos con sospechas y hay buenas señales de posible abuso, o algún alumno o alguna alumna lo revelan, es conveniente preguntar:

  • Qué es lo que hace el padre cuando se enfada
  • Si alguna vez su padre hizo daño a su madre
  • Qué es lo que le hace estar triste y si se lo cuenta a alguien
  • Qué le da miedo o rabia.

Es normal que en esta situación el personal del centro educativo tenga miedo y dudas. Miedo del agresor, de no decir lo correcto, de no saber qué hacer. El simple hecho de estar receptivo hacia el problema, es ya una ayuda, además de informarle de las servicios existentes.

CONCLUSIONES

  1. La violencia doméstica implica acciones que van desde el homicidio, distintos tipos de agresiones físicas, agresiones sexuales, amenazas y agresiones psicológicas; se da en una relación de poder y jerarquía, ésta es considerada como una forma de ejercer poder sobre alguien situado en una posición de subordinación.

  2. Existe una mayor probabilidad que una persona sea agredida en su casa por un familiar que en la calle por un extraño; es más frecuente que un niño sea agredido sexualmente por un conocido en su hogar, que por una persona ajena a la familia, Paradójicamente aquello que se silencia, aquello que permanece oculto socialmente no significa que sea un hecho difícil de percibir. En el caso de la violencia familiar el fenómeno no se ve porque se nos ha hecho cotidiano, se ha "naturalizado", ha pasado a ser una situación esperada en un determinado contexto.

  3. En la familia violenta el rol de afecto, protección y cuidado del grupo familiar es reemplazado por el daño, la amenaza y el temor, sin embargo, el discurso continúa siendo el del afecto y protección, este se traduce en "yo te golpeo porque te amo", o bien "tú haces que yo te golpee porque te portas mal".

  4. Muchos son los factores que han confluido para mantener el silencio sobre la situación de violencia en el hogar: la necesidad de resguardar la privacidad de la familia, diferencias culturales sobre la concepción de la violencia, temores o simplemente el dolor de hablar.

  5. Prevenir la violencia familiar implica la existencia de profundos cambios en los valores y el comportamiento de las personas. Significa principalmente reconocer los derechos individuales de cada uno de los miembros del grupo familiar. Implica estimular las formas pacíficas de resolver los conflictos desde la infancia, formas de tolerancia, respeto a la diversidad y a la libertad de todos los seres humanos

  6. Debido a la cultura y educación en muchos países existe el maltrato familiar como parte de la misma educación, sin que los miembros de la familia puedan distinguir entre lo normal y lo anormal y esto se traslada a la escuela que no puede apoyar o defender a sus educandos y en otras oportunidades se transforma en agente agresor.

  7. La violencia se origina en la falta de consideración hacia la sociedad en que vivimos, si creamos mayor conciencia en nosotros mismos, si analizamos que la violencia no es la mejor forma de alcanzar las metas, de seguro nuestra sociedad crecerá y se desarrollaría.

  8. La auténtica educación tiene como fin el desarrollo integral de la persona; por eso debe proporcionar, además de conocimientos, valores, creencias y actitudes frente a distintas situaciones, la violencia familiar produce en los educandos baja autoestima, depresión, síntomas físicos y emocionales relacionados con el stress, ambivalencia o conflicto de lealtad ante los padres, comportamiento agresivo o violento / autodestructivo y antisocial, comportamiento sexual prematuro, acercamiento al uso de drogas y alcohol, dificultad para concentrarse, bajo aprovechamiento escolar, abandono del hogar temprana edad, tendencia a la dependencia aún en tareas que podrían realizar fácilmente, embarazos prematuros, delincuencia y aprendizaje de modelos violentos y opresores en relación de pareja.
  9. Es necesario superar los diversos mitos que existen sobre la violencia doméstica, al saber que se trata de un problema menor y exclusivo de las parejas de bajo nivel socioeconómico o sin educación y cuya única causa es la ingestión de alcohol, y que la dependencia económica de la mujer impide que ésta supere su situación.

COMPROMISO EDUCATIVO SOCIAL

Ofrecer un enfoque educativo innovador, en todos los niveles de programación, donde los elementos cognitivos, procedimentales, actitudinales y de valores tengan como eje transversal la Educación para la Paz (E.P.P.)

Brindar a la sociedad una Escuela de Enseñanza para la Paz, cuya fundamentación es el aprendizaje de los Valores Humanos.

Construir una nueva conciencia y una auténtica Educación para la Paz, brindando una educación desde el AMOR.

Propender a la formación equilibrada de la persona, inculcando filosofía de vida que sea asimilada como hábito permanente de reflexión.

Estimular una constante formación espiritual, que permita descubrir en todo un Dios.

Promover aspectos que contemplen a la Escuela para la Paz, como un recurso educativo de primer orden dentro de la actividad docente.

Fomentar una nueva conciencia de la dignidad humana, cuyo eje central serán los Valores Humanos.

La educación es el medio más válido para luchar contra cualquier tipo de violencia. Para conseguir los objetivos es necesario, por tanto, la formación y sensibilización de toda la población, pero fundamentalmente del alumnado que desde temprana edad debe ser educado para conocer y respetar los derechos humanos y rechazar cualquier tipo de discriminación. Igualmente las personas que por distintas circunstancias no tuvieron acceso a la educación deben conocer los mecanismos que les permitan defenderse y protegerse de cualquier tipo de agresión.

El compromiso general debería ser enseñar a niños y niñas a protegerse:

"enseñarles a decir no, a identificar el abuso y a contarlo"

MENSAJE A LOS LECTORES

Para que estés bien recuerda:

  • La ruptura del respeto hacia otra persona, es la entrada al maltrato.
  • Ningún tipo de violencia es natural o normal.
  • Te sugerimos denunciar todo tipo de violencia, tu silencio aumentará esta agresión. (existen centros de atención social al maltratado en todos las ciudades y personas que te creerán y apoyaran).
  • Si eres víctima de violencia familiar trata de pedir ayuda psicológica. La ayuda psicológica te permitirá volver a creer en ti y en tus grandes capacidades. El no querer hablar del problema por vergüenza te impedirá librarte de ellos y continuarán lastimándote el resto de tu vida.

No olvides que la prevención y detección a tiempo pueden ayudarte a vivir mejor.

BIBLIOGRAFÍA

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  2. CENTRO DE DOCUMENTACIÓN SOBRE LA MUJER, PAQUETE INFORMATIVO : VIOLENCIA DOMESTICA – RECOPILACIÓN, CENDOC, PERU.

  3. CHADI MONICA, REDES SOCIALES EN EL TRABAJO SOCIAL EDITORIAL ESPACIO, BUENOS AIRES, 2000

  4. CLADEM, CUADERNO DE TRABAJO Nº 2 : VIOLENCIA FAMILIAR, PERU.

  5. CORSI JORGE, VIOLENCIA FAMILIAR: UNA MIRADA INTERDISCIPLINARIA SOBRE UN GRAVE PROBLEMA, PAIDOS, ARGENTINA, 1995.

  6. EGUREN LOPEZ FERNANDO, EVALUACIÓN SOCIAL DEL DESARROLLO HUMANO DEL PERU, ACCION CIUDADANA POR EL DESARROLLO HUMANO, LIMA, 1997.

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TESIS

  1. HUAMANCAJA REYES ROSARIO, EL MALTRATO FAMILIAR Y EL RENDIMIENTO ACADEMICO DEL ALUMNO DEL NIVEL SECUNDARIO DEL CENTRO EDUCATIVO JOSE GRANDA, UNFV, FACULTAD DE EDUCACIÓN, ESCUELA DE SECUNDARIA, LIMA, 2003.
  2. LAURA MAYTA AURORA, LA INFLUENCIA DEL MALTRTO INFANTIL EN EL UTOESTIMA DEL NIÑO DEL II CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA DEL CENTRO EDUCATIVO Nº 141 VIRGEN DE COCHARCAS, CANTO GRANDE, UNFV, FACULTAD DE EDUCACIÓN, ESCUELA DE PRIMARIA, LIMA, 2003.

DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS

  1. ARANA ERCILLA MARTHA Y BATISTA TEJEDA, ISPAJAE – CUBA, LA EDUCACIÓN EN VALORES: UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA PARA LA FORMACIÓN PROFESIONAL, SALA DE LECTURA OEI.

  2. BELLO MANUEL, AGENDA DE INVESTIGACIÓN PARA LA NUEVA POLÍTICA EDUCATIVA, PERU, SALA DE LECTURA OEI.

  3. CASALS ESTER Y CARMEN TRAVE, LA EDUCACIÓN EN VALORES EN LAS PRIMERAS EDADES, UNIVERSIDAD DE BARCELONA, SALA DE LECTURA OEI

  4. CUEVAS JIMÉNEZ ADRIAN, EL RENDIMIENTOE ESCOLAR, UNAM MÉXICO, CAMPUS PSICOLOGÍA PROYECTO DE APRENDIZAJE HUMANO.

  5. DE LA CRUZ ROMERO ELIZABETH, RELACIONES FAMILIARES, UNAM MÉXICO, CAMPUS PSICOLOGÍA PROYECTO DE APRENDIZAJE HUMANO.

  6. ORTEGA SILVA PATRICIA, PATERNIDAD EN FAMILIAS ACTUALES, UNAM MÉXICO, CAMPUS PSICOLOGÍA PROYECTO DE APRENDIZAJE HUMANO.
  7. PEÑALOZA RAMELLA WALTER; CONOCIMIENTOS, CAPACITACIÓN PARA EL TRABAJO, ACTITUDES Y VIVENCIAS VALORATIVAS EN EDUCACIÓN; SALA DE LECTURA OEI.

 

DEDICATORIA

A mis padres, hermana, hermano y sobrino por su constante apoyo .

 

Erika Medina Morales

Partes: , 2, 3

 

Partes: 1, 2, 3
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