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Positivismo filosófico (página 2)

Enviado por Junior Hern�ndez


Partes: 1, 2

Immanuel Kant (1724-1804). Filósofo alemán; formado en el racionalismo, comienza a dudar del valor de la razón al leer a Hume, planteándose el problema del valor y los límites de ésta. La filosofía kantiana, supone una síntesis del racionalismo y del empirismo, cerrando una época filosófica muy importante. Kant procede a un estudio de cómo es posible la construcción de la ciencia, llevando a cabo una reflexión sobre el problema de las relaciones de la razón con la realidad, que en ella aparecen vinculadas. Kant distinguió dos grandes facultades dentro del conocimiento humano:

  1. La sensibilidad: es pasiva, se limita simplemente a recibir una serie de impresiones sensibles, que Locke había llamado ideas de sensación y Hume impresiones, y
  2. El entendimiento: es activo y espontáneo. Y puede generar, dos tipos de ideas o conceptos:
  • Conceptos puros o categorías: ideas o conceptos independientes de la experiencia (que provienen de la razón)
  • Conceptos empíricos: ideas obtenidas a partir de la experiencia.

Admite que existen categorías o conceptos que no provienen de la experiencia, pero a la vez sostiene que la aplicación de estos conceptos a la realidad nunca podrá ir más allá de la experiencia sensible. Constituyendo así, una síntesis entre racionalismo y empirismo, ya que, el conocimiento es síntesis a priori: es síntesis porque es organización o conexión de datos sensibles (como lo exige el empirismo) y a priori, porque el principio de esta organización es nuestra conciencia, la cual al constituirla, actúa según leyes esenciales a su propia naturaleza, y por eso mismo leyes universales y necesarios (conforme a la exigencia del racionalismo)

Claude Saint-Simon (1760-1825). 0Pensador francés, que insistió en el progreso industrial y científico con el fin de delinear un nuevo orden social. El Saintsimonísmo es una doctrina socialista, basada en las teorías del Conde Saint-Simon, según la cual cada uno ha de ser clasificado según su capacidad y remunerado según sus obras. Considera que hay dos tipos de épocas en la historia:

Las críticas: son necesarias para eliminar las fosilizaciones sociales.

Las orgánicas: donde el hombre no es una entidad pasiva dentro del acontecer histórico, sino que siempre trata de descubrir modos de alterar el medio social dentro del cual vive, dichas alteraciones se imponen como indispensables para el desarrollo de la sociedad cuando funciona ésta según normas no correspondientes. No se puede decir en absoluto que existen normas sociales convenientes a toda organización humana; lo que para una época puede ser adecuado, para otra no. Así sucede para con la sociedad industrial moderna.

Para Saint-Simon es engañoso suponer que las clases deben ser niveladas o que deben mantener la estructura de anteriores épocas, durante las cuales dependía de la jerarquía, pero se mantenía cuando menos en lo que concierne a la moral y a las creencias religiosas, una cierta igualdad. Dice que esta igualdad es imposible: "la moral y los sistemas de ideas deben ser diferentes para cada una de las clases fundamentales de la nueva sociedad industrial moderna". (Ramírez, Pág. 10, 2005)

Saint-Simon atribuyó el poder temporal a los industriales (propietarios, técnicos y campesinos) y el espiritual, a aquellos a quienes encomendaba la elaboración de un sistema llamado Nuevo Cristianismo basado frente a los preceptos negativos desarrollados por el catolicismo, protestantismo y otras religiones en leyes positivas afirmadoras del desarrollo del trabajo. Dicho sistema tenía como núcleo fundamental: la idea de fraternidad, que conducía a la concepción de una sociedad mundial libre, es decir, una sociedad universal continuamente dedicada a la producción y en la cual la Iglesia pudiese ser sustituida por el taller.

Son elementos destacados de sus ideas: la bondad de la propiedad privada, la preocupación básica de la sociedad debería ser la mejora de la clase más numerosa y pobre, la herencia debía suprimirse y todos los individuos (clasificados por su capacidad y retribuidos por sus obras) debían trabajar.

CAPÍTULO III

PRINCIPALES REPRESENTANTES

Augusto Comte (1798-1857)

Nació en Montpellier en 1798 y murió en París en 1857. Estudió en París y luego de diversos avatares académicos, logró el puesto de profesor auxiliar de matemáticas en la Escuela Politécnica de París. Su vida económica fue bastante desgraciada, debiendo subsistir los últimos años de su vida de las ayudas de discípulos y amigos. La hostilidad que sus escritos suscitaron en los diferentes ambientes académicos fue la principal causa de su desgracia.

Obras: "Curso de filosofía positiva", "Sistema de política positiva o tratado de la sociología que instituye la religión de la humanidad", "Discurso sobre el espíritu positivo", entre otras.

Herbet Spencer (1820-1903)

Nació en Derby (Inglaterra) y murió en Brighton en 1903. Durante toda su vida se mantuvo apartado de los cargos y honores oficiales, dedicándose a su obra filosófica.

Obras: "Principios de Sicología", "Primeros Principios" "Principios de Biología" "Principios de Sociología", "Carta a cerca de la esfera de acción que le compete al gobierno", "Estática social", "La educación intelectual, moral y física", "Clasificación de las ciencias", "La Sociología descriptiva", "El individuo contra el estado", "Principios de una moral evolucionista", "Una Introducción a la Ciencias Sociales".

John Stuart Mill (1806-1873)

Nació en Londres en 1806 y murió en 1873. Hijo de James Mill, un destacado utilitarista inglés, quien le inculca a su hijo, estos principios filosóficos. Crearon juntos (padre e hijo) el radicalismo filosófico y se propusieron explicar como mecanismos mentales todas las supersticiones entre las que incluyeron al cristianismo, al cual consideraban el enemigo mayor de la moralidad. John recibió una cuidada educación. Las ideas utilitaristas de Bentham, gran pensador inglés de su tiempo y amigo de su padre, le influyeron decisivamente.

Obras: Entre las más destacadas están: "Principios de economía política y utilitarismo", "Filosofía de las ciencias y métodos", "Autobiografía", "Sistema de lógica racionativa e inductiva", "Sobre la libertad", "Augusto Comte y el Positivismo", "Naturaleza y utilidad de la religión".

CAPÍTULO IV

PRINCIPIOS QUE PROPONE EL POSITIVISMO

Comte eligió la palabra Positivismo sobre la base que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. Se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales. Los dos componentes principales del Positivismo: la Filosofía y el Gobierno (o programas de conductas individual y social), fueron más tardes unificados en todo bajo la concepción de una religión en la cual la realidad es el objeto de culto.

El Positivismo no admite como válido científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia, rechazando toda noción a priori y todo concepto total y absoluto, por lo que apoya el relativismo del conocimiento. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia.

El Positivismo es, antes que nada, una Teoría de Historia y un intento de construir una teoría de la sociedad humana es decir una sociología. El dogma del progreso y los tres estados de la sociedad (de Comte), son las dos columnas fundamentales que la sostiene. La base del planteamiento de Comte consiste en afirmar que todo enunciado o proposición que no se corresponda al simple testimonio de un hecho, no encierra ningún sentido real e inteligible.

Algunas ideas centrales de su pensamiento son: la concepción historicista del desarrollo de la ciencia y de la razón; las cuales él desarrolla en tres estados fundamentales, es decir, la historia del pensamiento transitó por tres senderos y en el último radica la verdad clara y demostrada; estos estados son:

Estado Teológico: Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases distintas:

  • Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o divino.
  • Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc.
  • Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan reunidos y concentrados en uno llamado Dios.

Teológica: Da explicaciones simples de los fenómenos naturales como la lluvia, el trueno, la fertilidad o el viento creando dioses para explicarlos (Dios de la lluvia, Dios del trueno, etc.).

En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la humanidad. Es también, la disposición primaria de la mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta evolución puede hacer que el espíritu humano de aparte de esta concepción para pasar a otra. El papel histórico del estado teológico es irremplazable.

Estado Metafísico ó estado abstracto: Es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia entre el estado teológico y el positivo. En el se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su nombre de ontología. Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia, designan algo distinto de las cosas, sí bien inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a las cosas, y así como en el estado anterior que los poderes se resumían en el concepto de Dios, aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero esta unidad es más débil, tanto mental como socialmente, y el carácter del estado metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al estado positivo; una especie de crisis de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la adultes.

Metafísica: Todo lo que ocurre se debe a fuerzas naturales o esencias y se realizan ritos para que pase tal o cual cosa (danza de la lluvia, sacrificio de un animal, ritos religiosos, etc.) llamando así la atención de los dioses. Busca respuesta al cómo suceden las cosas.

Estado Positivo: Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes de los fenómenos.

Positiva: El nombre positivo deriva de lo que el ser humano hace y crea, no es Dios. Es cuando llega a una estructura científica de la mente buscando las causas de los fenómenos con la razón a través de la experimentación, la observación y la experiencia para descubrir las leyes científicas que regulan sus relaciones. Busca respuesta al por qué suceden las cosas. La razón es considerada como la única fuente de conocimiento de la realidad y ésta se expresa en el conocimiento científico. Con la razón y las ciencias es posible el progreso indefinido de la sociedad pero, para que se produzca, debe existir el orden social. Para ello es necesario evitar todo tipo de conflictos sociales.

Comte intenta fijar el sentido de la palabra positivo, analizando las diversas acepciones de la misma:

  1. Positivo como real por oposición a quimérico
  2. Útil en contraste con inútil
  3. Certeza frente a indecisión
  4. Preciso frente a vago
  5. Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra de absoluto

Estas precisiones semánticas pueden sirven para ir acotando cuál es la verdadera esencia de la teoría positivista del conocimiento.

1) La exigencia de realidad es el postulado fundamental. Comte nos aclara que con esta exigencia se pretende limitar el conocimiento filosófico "a las investigaciones verdaderamente asequibles a nuestra inteligencia, con exclusión permanente de los impenetrables misterios con que se ocupaba, sobre todo en su infancia" (Alsina, 2000). Lo asequible a nuestra inteligencia es lo que el Positivismo llama los hechos. Comte establece "como regla fundamental que toda proposición que no pueda reducirse estrictamente al mero enunciado de un hecho particular o general no puede ofrecer ningún sentido real e inteligible" (Alsina, 2000); definiendo los hechos como las cosas o acontecimientos accesibles a la observación, o dicho de otra manera, fenómenos u objetos de experiencia. Esta exigencia va contra toda construcción especulativa, contra toda elaboración a priori o puramente racional del conocimiento, en definitiva, contra toda metafísica o todo cuanto no sea sensible – material (Materialismo), valiéndose del Empirismo para reducir por completo todo conocimiento a sensaciones sensibles, por medio de regularidades observadas en los fenómenos, a las cuales se llega a través de la observación por procedimientos inductivos.

2) Comte precisa el sentido de la palabra utilidad: el verdadero conocimiento no tiene un fin en sí mismo (no es "una estéril curiosidad"), sino en el "mejoramiento continuo de nuestra identidad individual y colectiva". Es decir, el conocimiento científico, aparte de su utilidad instrumental y tecnológica, contribuye a un mejoramiento del ser humano. El gran destino práctico de la positividad, al hacer al hombre fin último de todo saber, postula también una ciencia de lo social, lo moral y lo político, unificada por Comte en la sociología, con sus técnicas correspondientes. Sin embargo, las precisiones de Comte, no pueden evitar la idea de utilidad asociada al conocimiento interpretado en el sentido pragmático de conocimiento aplicado y tecnológico.

3) Certeza frente a indecisión, revela el utopismo y refleja el exceso de optimismo que anima a Comte, y como tal hay que relegarlo al cajón de las grandes ilusiones no confirmadas por el fallo inapelable de la historia, lo cual no es óbice para que no sigan formando parte del repertorio ideológico de la modernidad, con argumentos continuados (Alsina, 2000).

4) Precisión frente a vaguedad. El gran desarrollo de la tecnología y la revolución industrial no podían fundamentarse en conceptos vagos y confusos, y así nos habla Comte del "grado de precisión compatible con la naturaleza de los fenómenos" y de que "el pensamiento de una acción final recuerda siempre la condición de una precisión conveniente" (Alsina, 2000).

5) Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra de absoluto. Ambas acepciones permiten la entrada a un nuevo tema: El sentido histórico, ya que la historicidad del hombre, junto al nacimiento de la Sociología, vislumbran el más profundo hallazgo del Positivismo. La historicidad del hombre plantea la relatividad del conocimiento: "El estudio de los fenómenos, en lugar de poder llegar a ser, en modo alguno, absoluto, debe permanecer siempre relativo a nuestra organización-oposición" (Alsina, 2000). Es decir que la valoración de una teoría científica deberá hacerse en función de las circunstancias históricas que la rodean. Al descubrir la historicidad del hombre, Comte descubre también la historicidad de la ciencia.

Como consecuencia directa de este relativismo e historicismo se plantea por primera vez la existencia de la Historia de la Ciencia como disciplina autónoma; pero los propios dogmas del Positivismo frustran en parte las expectativas de un descubrimiento tan importante como es la historicidad del conocimiento. La ciencia se contextualiza en función de su época, de su momento histórico, pero a su vez, este momento histórico se ve siempre en relación con el Gran final, con el advenimiento del espíritu positivo, y al llegar aquí el movimiento de la historia se detiene, y lo que era relativo deviene ahora en lo absoluto.

Además, la creencia de que la historia tiene un motor propio se traslada también a la historia de la ciencia, deduciéndose de aquí que la ciencia tiene un movimiento propio y autónomo de su entorno social e histórico.

Finalmente se tiene como una temática fundamental en el discurso positivista: la unidad de la ciencia. Comte la vincula, directamente a la dinámica social, reafirmando una vez más la tesis de que el Positivismo es, más que una Filosofía o una Filosofía de la Ciencia, una Teoría de la Historia. Los compartimentos estancos del conocimiento humano, que llamamos las ciencias, deben articularse en una superior unidad, una unidad sistemática determinada por su origen y destino común. En la mente humana esta unificación dará lugar a la armonía mental, de tipo universal, a la que aspira Comte, y esto se producirá indefectiblemente cuando la totalidad de los conocimientos humanos hayan alcanzado el estado positivo.

Pero además de definir este ideal de la unificación de la ciencia, que sus herederos neopositivistas han intentado llevar a la práctica, Comte clasifica y jerarquiza las ciencias, añadiendo además una discriminación entre las auténticas ciencias, las positivas, y las que no lo son. La psicología, por ejemplo, no es admitida entre las ciencias. Partiendo desde su base matemática, las ciencias positivas son jerarquizadas según su grado de generalidad decreciente y de complejidad creciente: astronomía, física, química, biología y sociología. Esta ordenación es a la vez lógica, histórica y pedagógica. Nos indica el orden en que han ido apareciendo las distintas ciencias, nos indica a la vez la lógica interna del proceso según los dos parámetros arriba indicados, y nos indica también el orden en que deben ser enseñadas en una educación positiva. Respecto al orden histórico cabe añadir el comentario de que no responde a la realidad: las distintas ciencias no han aparecido en el orden que Comte quiere imponer. Otra vez la especulación, el debe ser, la deducción a partir de unos postulados se impone sobre la observación: de nuevo triunfa la metafísica.

El desarrollo de la técnica y el progreso de la ciencia acreditaron el estadio positivo de la ciencias naturales junto al dinamismo que supuso la teoría evolucionista de Darwin, la cual fue avalada en la compendiosa obra de H. Spencer cuya directriz esta fundamentada en la evolución natural, en virtud de una ley que rige el paso de lo homogéneo a lo heterogéneo, de lo indefinido a lo definido, de lo simple a lo complejo. Spencer aducía, que la evolución se aplica a todas las formas de la existencia cósmica y a todas las ciencias, en general integración de materia y disipación concomitante del movimiento; desde este punto de vista, es un fenómeno mecánico, evidenciable en la biología cuando muestra, el paso de lo homogéneo a lo heterogéneo en la transformación de las células fecundadas en organismo vivo. En la psicología explica la génesis de los procesos psíquicos por una adaptación progresiva de un estado interno, simple al principio, a un medio que cada vez va siendo más complejo; dicha adaptación origina las diversas funciones mentales. En cuanto a la sociología, Spencer señala que en todo organismo social y en cada órgano en particular (en la familia, en el Estado, en la Iglesia), existe una complejidad creciente y una densidad cada vez mayor. Dada la radical identidad de la sustancia universal, todos los fenómenos de la naturaleza forman una serie en la que no hay lugar a fisuras, ni a ninguna creación: los hechos psico-sociológicos nacen de los hechos biológicos y estos a su vez, nacen de los fenómenos físicos y cósmicos; la creciente complejidad es suficiente para explicar la aparición de los reinos superiores.

No obstante, Mill consideró necesario crear un método que permitiera la indagación de dichos fenómenos de manera positiva, postulando el método inductivo como vía científica del conocimiento. Considera que la experiencia suministra los datos, los fenómenos; razón por la cual establece cuatro reglas para averiguar sus antecedentes:

  • La Concordancia: que consiste en la observación de un fenómeno y su circunstancias antecedentes, si las cambiamos todas menos una y el fenómeno sigue dándose, la conclusión es que esta última circunstancia es la causa del fenómeno observado.
  • La Diferencia: si se suprime una circunstancia antecedente y, como consecuencia, desaparece el fenómeno, se puede afirmar que tal antecedente es la causa del fenómeno.
  • Los Residuos: llegado el caso en que se conoce la causa de una parte del fenómeno, se debe considerar que el resto del fenómeno se debe a causas desconocidas aún.
  • Las Variaciones Concomitantes: consiste en partir de los hechos y, mediante el uso de la inducción, llegar al establecimiento de las leyes físicas; es decir, cuando un fenómeno varía en función de otro, se podría afirmar que de tal fenómeno es efecto del segundo.

Mill funda su ciencia social en la voluntad y la creencia, toma el egoísmo como el principal motor de las relaciones humanas, considera los valores religiosos como simple colaboración, en los que la marcha del hombre va en la búsqueda moral. Afirma que el hombre ante las necesidades materiales descubre que no existen soluciones espirituales, sino que esas soluciones se encuentran en la Sociología. La lógica la declara como una ciencia de prueba, lo mismo que a la Psicología como ciencia moral. Ya que, establece que: "La observación y la experimentación, por profunda que sea, no puede conducirnos al conocimiento absoluto de los fenómenos. Hay que partir, por tanto, de un cierto relativismo cognoscitivo" (Ramírez, Pág. 30, 2000).

CAPÍTULO V

ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO

El Positivismo en la actualidad tiene influencia en muchas personas y lugares, que sin ser conscientes, se sitúan en esta línea de pensamiento.

Definitivamente, hoy lo social y teórico pierden más espacio que ganan lo matemático y comprobable. El Positivismo por sus bases empíricas rechazan todo lo que no se pueda comprobar desde la óptica humana y eso pasa en nuestros días, el hombre cada vez más acostumbrado a la técnica y a la manera de mostrar las cosas, a través de laboratorios e investigaciones, se hace más inverosímil ante las tesis de pensamiento y las especulaciones.

El gran desarrollo de la ciencia en los últimos siglos le ha permitido al Positivismo posicionarse en nuestros días como una disciplina de verdadero conocimiento, que mirando atrás, puede situarse con muchos adelantos y muchos logros, ya que lo que se vende, lo aceptado y lo creíble para nuestros días, es solamente lo que se puede comprobar por algún proceso positivo.

Las ciencias que han rechazado el Positivismo hoy no despiertan ningún tipo de seguidores, ya que la conceptualización tan propia en otras épocas, donde fueron aceptadas y tenidas como fuente de conocimiento, hoy más que nunca son cuestionadas y tildadas de troncadoras del verdadero saber, y esto gracias al Positivismo.

De todas maneras, el pensamiento positivista, ha influido en la actualidad, en especial en nuestro continente donde todos los países han sido marcados por estas ideas, sobretodo en el campo político y en países subdesarrollados, buscando formas de progreso. En Latinoamérica, se tiene un peculiar caso, y es que la tradición positivista de corte inglés será el telón de fondo de una concepción neoescolástica de la vida, tanto política como social.

Sin embargo, a pesar de las influencias efectivas del Positivismo en la vida espiritual latinoamericana, no se puede afirmar que tal influencia posee un carácter reflejo, pues ya existía en nuestros países un autóctono Positivismo, que empieza a germinar a partir de la crítica de la escolástica y la teología colonial. Es más, el Positivismo fue instrumentalizado por un afán de sus seguidores de imprimirlo a las específicas situaciones históricas. Se arraiga de manera profunda dicha actitud positivista en la mayoría de nuestros pensadores, también siendo su reacción muy extraordinaria.

CAPÍTULO VI

EL POSITIVISMO EN VENEZUELA

Rafael Villavicencio (1886-1896). Es un insigne representante de la teoría Positivista en Venezuela, ya que su contribución a la educación define época y marca huellas imborrables. Los aportes mas interesantes los hizo junto al Dr. Ernest Adolf, quienes desde la primera exposición que hacían en el periódico La Tribuna y de las lecciones de la cátedra de Historia Universal a la que luego convirtió en Filosofía de la Historia, ayuda a formar una generación de pensadores que actúan para comprender y analizar los fenómenos desde otras perspectivas. La orientación imperante en este momento, focalizaba su atención en construir una inventiva y un saber afianzado sobre el método de la ciencia positiva.

Arturo Uslar Pietri dice al respecto: el Positivismo se presenta como una de las más fecundas etapas de la historia del pensamiento venezolano. No consistió solamente en una serie de conceptos aprendidos en libros europeos, sino que despertó la curiosidad por el estudio de nuestros fenómenos sociales, históricos y provocó así un mejor conocimiento del país y de su realidad.

De manera que bajo esta influencia se paso del conocimiento de la Historia, como narración a la conceptualización de la Historia como Ciencia.

El Doctor Villavicencio miraba con una aureola de Positivismo comteano, ya que ejerció en Venezuela el liderazgo de esta Escuela. Entre los años 1866 y 1880 aprendió el positivismo con Litte con la lectura de una obra titulada: Conservación, Revolución del Positivismo

En dos grandes ideas centró la atención de esta nueva teoría en la concepción de la historia y en la necesidad de estudiar y divulgar la ciencia como base del progreso. Es importante destacar que en los discursos que pronunciaba Villavicencio en la Universidad caraqueña en 1866 y 1869, no solo perseguía trasmitir las ideas conceptuales del Positivismo sino que se deja entrever un mensaje político, la búsqueda de una Filosofía que vigorice con sus principios el progreso del país dentro del orden y estabilidad institucional en momentos de grave disolución y deterioro de fuentes de la riqueza.

Villavicencio era hombre de saberes actualizados y la novedad científica influye en sus definiciones filosóficas, de manera que su filosofar está muy asociado a la ciencia. Al respecto dice: "He sido y soy positivista en el sentido de que todo verdadero conocimiento tiene por base la experiencia, es cuestión de método no de doctrinas". (Heces, Pág. 92, 1994)

En cuanto a lo epistemológico, su vocación científicista se caracteriza por la confianza que tiene en la observación y experimentación para la adquisición del conocimiento, y este se mantiene, dentro de la filosofía positivista.

Villavicencio pone todo el peso en la educación y cree firmemente en la influencia de esta, para lograr la formación del nuevo estado y la consolidación del nuevo orden, a partir de la expansión del poder material e industrial.

De igual manera destaca la importancia del dominio de la naturaleza por la inteligencia, tomados como elementos que definen a la sociedad positivista; ya que sostiene que: "La sociedad es un hecho natural sometido a leyes fijas, y sustraído como tal a la voluntad humana, pero no de la inteligencia que puede comprenderle y modificar notablemente su tendencia y determinación" (Heces, Pág. 97, l994). Asimismo, se dedicó a la divulgación de dichas ideas positivistas, considerando a las filosofías de inspiración teológicas o metafísicas, insuficientes para las necesidades del espíritu moderno acostumbrado a las demostraciones científicas.

En cuanto a las ideas educativas, las resume en tres documentos:

  1. El informe de 1890, conocido en el primer congreso pedagógico de Caracas en 1895;
  2. El informe claustro universitario de Caracas; y
  3. Las observaciones que hace al proyecto Código de Instrucción Pública 1909.

Al ser interrogado a cerca de la elaboración de estos documentos, él expresa claramente que los avala la madurez que produce la experiencia desde el punto de vista comteano. En los cuales, se da un elemento común: que es la clara modificación al curriculum, fundamentado en el orden lógico e histórico de las diferentes ciencias.

Dr. Luis Razzetti (1896). Fue un insigne educador que durante las postrimerías del Siglo XIX y comienzo del XX, tuvo una destacada participación en la educación superior venezolana. Estuvo becado en Francia, específicamente en la ciudad de París donde recibió una formación caracterizada según Jacques Maritain como cientificísta, determinista, materialista, y positivista. En varias ocasiones, el Dr. Razzetti se define como: determinista, porque creo que todos los fenómenos de la naturaleza están sometidos a leyes abstractas. "Soy monista porque creo que la materia y la energía son dos propiedades esenciales de la sustancia universal, infinita y eterna" (Hernández Pág. 298, 1984)

Luis Razzetti fue un joven que recibió la influencia del Dr. Villavicencio y de Dr. Adolfo Ernest, los cuales fueron considerados por Razzetti como los apóstoles máximos en Venezuela de la filosofía y ciencias positivista. La enseñanza del Dr. Villavicencio estimuló el apetito intelectual de Razzetti como para acoger con admiración las fuentes que nutren su pensamiento científico- filosófico de las obras de Darwin y Hackel. Del primero, abrazo la idea del principio evolucionista, que descalifica la tesis creacionista y la espiritualidad del alma. A Hackel lo calificó como maestro predilecto, en cuyas obras aprendió a amar la verdad, de él toma la idea del monismo cientificísta.

La concepción científica – filosófica de Hackel que negaba la existencia de Dios y el mundo sobrenatural, consideraba que no había dos mundos uno natural y otro moral, sino uno solo donde la vida intelectual y moral forma parte del Cosmos. El hombre forma parte de los vertebrados sociales y tiene dos clases de deberes: los que surgen de su naturaleza y los que corresponden a su beneficio y progreso individual. Esto hace que el Dr. Luis Razzetti sea considerado como ateo y le trajo como consecuencia una serie de disputas con el clero. Sin embargo, pensaba que las ciencias eran un hermoso producto de nuestro siglo de verdad, creyendo que las únicas ciencias validas son las naturales y las ciencias del espíritu, que también son parte de las naturales. Explicando además, que la verdadera ciencia reposa en el empirísmo y no sobre la trascendencia; y que el verdadero método es el empírico, porque compromete en el desenvolvimiento del mismo, la actividad de nuestros órganos de los sentidos y de nuestro cerebro.

Todas estas ideas inciden en el desempeño de Razzetti como docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, en cuya cátedra exigía a sus alumnos la presentación de una tesis, con la cual aprenderían a observar, experimentar, y aprender a expresar; de manera, que se evitaría combatir el apriorismo, y el abstraccionismo. Logrando extender dicha práctica a todo el magisterio.

En l893 publica en la Gaceta Médica de Caracas las ideas sobre la renovación de los estudios médicos, iniciado el planteamiento por la base, es decir, por la necesidad de reformar los estudios del Bachillerato, diversificándolo según áreas de interés vocacional, de modo que permitan la adecuada preparación básica para los aspirantes a cursar los estudios médicos. Consideraba que la educación primaria debía ser tomada como piedra angular de la educación, sin embargo la educación superior debería quedar restringida y dirigida por las autoridades de la Facultad de Medicina, ya que la Medicina es una ciencia objetiva, y para que esta pueda ser aplicada se crea un centro de salud como el Hospital Vargas.

Al Dr. Razzetti se deben los siguientes aportes hechos en la educación de esa época como: La enseñanza antialcohólica y la educación sexual.

El Ministro de Educación Dr. Felipe Guevara Rojas encomienda al Dr. Luis Razzetti en abril de l913, la tarea de preparar el texto para orientar la enseñanza antialcohólica. Razzetti ya venía haciendo estudios en la traducción y adaptación al medio venezolano del libro del Dr. Galtier Boissiere, Manual de Antialcohólismo, obra elaborada de acuerdo a los programas escolares de Francia, para que sirviese de texto a la nueva enseñanza prevista en Venezuela. La medida acordada por las autoridades pone de manifiesto, la preocupación existente por la generalización del consumo de las bebidas alcohólicas.

En 1921, preocupa a Luis Razzetti la lucha contra las enfermedades venéreas, de manera que es necesario educar sobre este tema desde la escuela primaria hasta la universidad, lo que son las enfermedades venéreas por medio de conferencias populares, indicándole a la juventud los medios de que podemos valernos para evitar el contagio. El aclaraba, que la educación sexual debía impartirse a través de metodologías sencillas y de acuerdo a la edad. Se impartiría de arriba hacia abajo, desde los padres a los jóvenes de mayor edad hasta llegar a los niños; en estos se principiaría por la fecundación de las plantas y de los animales inferiores.

Un aspecto importante relacionado con el tema de la educación sexual fue el eugenismo. El lo define como "el estudio de los factores sometidos al cuidado y vigilancia de la sociedad y susceptible de modificar, en bien o en mal, las cualidades de la raza, físicas y mentales, en las generaciones futuras". (Fernández, Pág. 325, 1994)

Cual era el objetivo del programa hombres y mujeres sanos sin enfermedades hereditarias. Para ello es importante exigir el certificado pre-nupcial, testificando que no son portadores de aquellas enfermedades capaces de contribuir a la degeneración de la descendencia.

José Gil Fortoul (1912) y Rómulo Gallegos (1895). Son prácticamente contemporáneos y la formación de uno y otro coincide con aquella oleada de positivismo y de libre pensamiento. Desde la época de Guzmán Blanco se origino en Venezuela, un ambiente hostil a los valores de la tradición católica. Este ambiente cargado de positivismo conduce al mundo del agnosticismo que limita el horizonte de valoración a solo los datos inmediatos. Este agnosticismo condiciona la concepción sobre la moral y la religión, lo lleva inexorablemente al laicismo, al libre pensamiento, y a una posición ecléctica de la vida.

Entre las reformas mas importante se encuentra la escuela laica y la libertad de enseñanza. El tema de la educación laica adquiere más importancia en el país a medida que se acentúa la influencia política del liberalismo y de la filosofía positivista.

En cuanto al segundo aspecto es importante que las ideas luchen en el amplio campo de la discusión, garantizar el derecho a elegir y rodear de un profundo respeto el pensamiento de los demás

Gil Fortoul opina que la moral no es nada más que un conjunto de ideas que se han trasmitido por herencia y dominan tiránicamente en nuestra sociedad.

La ley de la evolución es compartida por todos los seres vivos. En tanto que la de la evolución cerebral solo es compartida por los seres humanos y en la expresión de Gil Fortoul expresa que esto es producto de la ciencia, el arte y la industria. La evolución cerebral no depende solamente de la evolución natural sino de otros factores y en el caso venezolano dice: La raza y el clima son para nosotros, causa evidente de inferioridad orgánica y la única solución es la inmigración.

La educación debe ser un instrumento para que el hombre modifique el medio, por lo tanto no se admite escuela sin práctica.

En 1911, Gil Fortoul es designado Ministro de Instrucción Pública, allí permanece hasta fines de Abril de l912. Lo acompaña un destacado pedagogo: Guillermo Todd, cuyas modificaciones esta orientadas a modificar la observación, la memoria y el razonamiento.

Entre los criterios para orientar el proceso de enseñanza aprendizaje se dan los siguientes lineamientos: de lo simple a lo complejo, que la enseñanza debe ayudarse de la pedagogía con el propósito de dar al educando una educación integral dentro de la concepción Spenceriana. En síntesis un sistema educativo basado en la observación, experimentación y critica de los hechos.

Rómulo Gallegos, su proposición educativa consistió en una perspectiva de expansión cultural, de responsabilidad intelectual y de promoción socio-política. Se dejo influenciar por las ideas de Sarmiento en Argentina, que establecía una diferencia entre Barbarie y Educación, sólo puede concebirse la cultura aparejada al principio y sentido de libertad.

La idea central de la idea educativa de Gallegos, consiste en: personal, idóneo y apto, para ello crea las escuelas normales donde con métodos eficaces se formen verdaderos maestros.

En cuanto al método de enseñanza, opina que debe sustituirse el empirísmo por métodos científicos de observación y experimentación, y aboga por la aplicación de aquellos métodos que la Psicología y la Educación indican como pertinente en la enseñanza. La Reforma al Sistema Educativo es una de sus ideas principales, la más transcendental y fecunda que debería hacerse su máxima ser resumiría en este aspecto en el siguiente pensamiento: pensar más en educar que en instruir.

Entre el concepto que merece la Educación esta el actuar sobre el carácter y formar al hombre: en tanto que la instrucción actúa sobre la inteligencia.

La influencia, que tiene la escuela en la sociedad, es motivo de preocupación en la obra de gallegos, donde destaca el papel de la escuela en la constitución de una sociedad sana y productiva.

CONCLUSIONES

El Positivismo, es una doctrina filosófica en donde se acepta como conocimiento válido, el saber científico obtenido a través de la experimentación, es decir, con la utilización del método científico, se estudian los hechos y a partir de estos, se deducen las leyes que los hacen valederos. Por ello, el Positivismo es considerado como analítico, y tiene como características generales:

  • Nomotética: porque halla las causas que explican los fenómenos, confrontando la teoría con la praxis, detecta discrepancias y establece conexiones generalizables entre variables.
  • Propicia la utilización de un método de investigación: el método hipotético-deductivo como método científico.
  • La neutralidad valorativa: como criterio de objetividad.

Sin embargo, esta doctrina, incurre en dos importantes contradicciones:

  1. Aunque legitimita el conocimiento científico, no específica de manera clara, inequívoca y por tanto positiva en qué consiste exactamente este conocimiento científico; y
  2. Que las más importantes afirmaciones de la doctrina positivista como la Ley de los Tres Estadios (teológico, metafísico y positivo), no proceden de la actividad científica ni de la observación, sino de la especulación filosófica y son por tanto metafísica.

Pero esto, no ha mermado la proliferación de trascendentales descubrimientos y avances del mundo moderno; los cuales, se deben sin lugar a duda, a la influencia del Positivismo, siendo uno de sus más importantes hallazgos, el descubrimiento de la Historicidad del Conocimiento Humano a través de la Sociología, que permite la jerarquización (orden y progreso) de la Sociedad de acuerdo a su nivel intelectual, a fin de que estos, reciban una remuneración acorde a su labor desempeñada. A partir de la Sociología se debe ubicar cualquier investigación para que exista un orden, ya que la experiencia que posee el individuo la sustrae de su entorno, y esta transcurre en un momento histórico, que lo orientará a través del proceso de experimentación científica.

En Venezuela, los diferentes representantes del Positivismo abogan por modificaciones educativas que debiesen darse desde las perspectivas metodológicas y de proyecciones que la educación debe tener en la formación de un ciudadano útil y productivo para la Sociedad. Actualmente el país, se encuentra en pleno proceso de desarrollo del Enfoque Humanista: nuevo diseño curricular, proyectos pedagógicos de aulas, proyectos pedagógicos comunitarios; sin embargo, las investigaciones que se realizan mantienen un patrón positivista: son cuantitativos-medibles, porque los datos que se extraen de la realidad, tienen que ser validados utilizando métodos estadísticos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Zamora. (2006) Biblioteca Práctica de Consulta de Nuevo Milenio. Editorial Zamora. Caracas

 

 

 

 

Autor:

Junior Hernández

Partes: 1, 2
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