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Géneros Radiales y Televisivos (página 2)


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DESARROLLO DEL TEMA

CAPÍTULO I : "LA RADIO"

¿QUÉ ES LA RADIO?

Investigando los fenómenos correspondientes a las oscilaciones que no son perceptibles a nuestro oído, el hombre ha conseguido generar y utilizar ondas de frecuencia superior a 20khz. Con ello nació la radio, que permite realizar comunicaciones a distancia. de esta manera quedo liberado el vinculo que existía con los hilos conductores usados en telefonía y telegrafía. Así en la década de 1.830 Morse, puso en practica la comunicación telegráfica, he inventó un código, que consiste en asignar a cada letra, numero, o signo ortográfico uno o varios intervalos de distinta duración de tiempo (conocidos como rayas y puntos). este código es el llamado código Morse.

Fue el físico escocés Maxwell en 1.865 quien afirmó que las oscilaciones eléctricas de frecuencias muy altas se podían propagar por el espacio, a velocidad de 300.000 km.. Por segundo aproximadamente, ya que la luz no es otra cosa que la manifestación visible de una onda electromagnética.

Estas teorías fueron confirmadas por el físico alemán Heinrich herís de una forma practica en 1.887, (de ahí el nombre de ondas Herzianas y la unidad de medida el Herzio), produjo ondas electromagnéticas generadas al saltar una chispa de alto voltaje entre dos electrodos, y demostró que poseían las propiedades de la luz. esto suponía la comprobación experimental de la existencia de ondas electromagnéticas. construyo un circuito oscilante que producía unas ondas capaces de trasladarse por el espacio y ser detectadas por un cable eléctrico a modo de antena en el que generaban una corriente eléctrica oscilante similar a la producida en el circuito de origen. abriendo así el camino de la telegrafía sin hilos.

A su vez el ingeniero ruso Alexander Popov en 1.889 fue quien reprodujo las experiencias de Herzio y observó que la sensibilidad del cohesor (reveladores de ondas electromagnéticas), aumentaban al conectarlos a un hilo conductor que suspendió a una cometa, inventando así la antena. he de decir que Rusia considera a Popov como el autentico inventor de la radio.

El físico e inventor italiano de Bolonia, premio Nóbel de física en 1909 Guigielmo Marconi, unió todas estas experiencias y descubrimientos. así, tras dos años de experimentos, con el empleo del aparato de Herzio, la antena de Popov, y el cohesor de Branly, logro realizar en Bolonia, en 1.894, una transmisión de telegrafía sin hilos a una distancia de 250 Mts. Aproximadamente, patentando así el invento en 1.896. sin apoyos en Italia para su grandioso invento, continuo sus experiencias en gran bretaña. de esta manera, con las mejoras realizadas en su sistema de antena-tierra estableció una comunicación a traben del canal de Bristol y en 1.901 una comunicación a trabes del atlántico entre Poldhu y Terranova. las primeras transmisiones de carácter público no fueron llevadas a cabo hasta el año 1920, desde Chelmsford (gran bretaña), a iniciativa de la compañía inglesa creada por Marconi.

Guigielmo Marconi

Emisora de Marconi (1895)

Primera radio

A este descubrimiento le siguió un desarrollo tremendo el cual se produjo a trabes de grandes invenciones como la válvula termoiónica, la modulación, y el transistor. Para llegar a los espectaculares resultados existentes en nuestros días.

El receptor de radio se fue haciendo cada día más eficiente a medida que progresaban las válvulas. En primer lugar se alimentaban con acumuladores de corriente, después con electricidad. Mas tarde se fue reduciendo el tamaño de los receptores y trasmisores, a medida que ha ido evolucionando los transistores y los circuitos integrados y smd. Hasta llegar a la actualidad en que podemos observar una evolución tremenda con múltiples aplicaciones e innovaciones como el sistema rds y vía satélite.

Aparición de la Radio

La aparición de este medio de comunicación es una sucesión de descubrimientos que comenzaron a finales del siglo XIX.

Se tiene noción de que la primera comunicación telegráfica inalámbrica sucedió un 14 de mayo de 1897 entre las poblaciones de Laverck Point y la isla Fratholm en el canal de Bristol que se hallan separadas por una distancia de unos 5 kilómetros. El autor de ese fantástico descubrimiento fue Gugliermo Marconi, un físico italiano.

De esa primera comunicación le continuaron una seguidilla de avances tecnológicos que poco a poco fueron mejorando la calidad de las comunicaciones y también la cantidad.

El primer gran empujón que recibió fue durante el desarrollo de la I Guerra Mundial (28 de julio de 1914 – 1918). He aquí una gran utilidad que se le dio a este medio de comunicación: los fines bélicos.

Durante ese período los radioaficionados lograron hazañas tan grandes como el primer contacto radial trasatlántico (1921).

El papel que jugo la radio en la II Guerra Mundial (1939 – 1945) fue también muy importante y fue allí donde recibió muchísimo aporte militar para logra un desempeño mejor al alcanzado en esa época. Se utilizó como medio alternativo de comunicación ante la destrucción de las vías férreas, telegráficas y de los caminos disponibles.

Historia de la radio en la Argentina

Antecedentes

Al hablar de la experimentación con ondas inalámbricas en la Argentina tenemos que recordar la figura de Tebaldo Ricaldoni, ingeniero uruguayo que desde el año 1892 comenzó a enseñar e investigar en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Investigador y docente entusiasta dedicado al gabinete o a su taller particular. Nombrado oficial de instrucción pública por el gobierno de Francia en 1899 aproximadamente. El prestigio ganado por Ricaldoni hizo que fuera incluido en el equipo que convocó Joaquín V. González para fundar la Universidad Nacional de La Plata. Al Ingeniero Ricaldoni se le adjudicó la formación y dirección del Instituto de Física.

En 1898 se había instalado en Buenos Aires una pequeña estación experimental construida por el Ingeniero Ricaldoni, basándose en las experiencias de Branley, Popoli, Hertz y Marconi. La estación era algo rudimentaria, pese a ello Ricaldoni consiguió comunicarse con otra estación similar que funcionaba a bordo del vaporcito "Vigilante" a 50 Km. de distancia.

El primer radiotelegrama fue transmitido a una distancia de 9 Km. donde el ingeniero Ricaldoni saludaba desde la dársena Norte del puerto de esta capital al presidente Roca a bordo del "vigilante", cuando este último regresaba de hacer una entrevista con el presidente de Chile.

El aparato receptor empleado por Ricaldoni se diferenciaba del de Marconi en el cohesor que en lugar de tener un tubo de vidrio, tenía uno de ebonita, con una pequeña cantidad de bismuto entre las limaduras. El transmisor consistía en una bobina de Ruhmkorff y un chisporroteo formado por dos esferas de metal de 30 centímetros de diámetro, la descarga se obtenía mediante un condensador de capacidad eléctrica apropiada.

De radioaficionados se trataba…

Desde 1910 existían radioaficionados en Buenos Aires y desde la ciudad de Bernal, pleno campo en ese momento, recibieron comunicados de bases en Canadá e irlanda. Desde 1898, ingenieros como Ricaldoni o Belloq realizaron experiencias precarias de telegrafía inalámbrica. En 1913, Belloq recibió la primera licencia de radioaficionado.

En 1915 jóvenes radioaficionados de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza constituían una especie de hermandad que se comunicaba noticias, entablaba charlas a distancia y hasta intercambiaba recitales de piano o violín.

Fue en el año 1917 que el doctor Enrique Telémaco Susini les dijo a sus tres amigos estudiantes de medicina y radioaficionados: "Miren, muchachos: si un día, nosotros, pudimos escuchar por radio el canto de un gallo, debe existir la posibilidad de transmitir la voz humana. O la música. Se imaginan que grandioso sería?". Al grupo le sobraba imaginación, como para suponer ya lo que Susini planeaba. Enrique Susini, de 25 años, su sobrino Miguel Mujica, de 18, César Guerrico y Luis Romero Carranza, de 22 años, tenían el asunto de la radio y el deseo y la necesidad de una transmisión masiva desde aquel momento en sus pensamientos. No sabían que muy pronto podrían materializar ese proyecto que les permitiría impulsar un invento capaz de trasladar a todos los pueblos el sonido y las voces de las personas dentro de nuestro país.

El grupo seguía con pasión la información disponible en forma de libros, y revistas sobre radio que llegaba hasta ellos. Los principios de Hertz, Braun y Marconi, iban creando en ellos un banco de conocimientos y un cúmulo de inquietudes que los iba acercando a los secretos del descubrimiento y uso de "la transmisión inalámbrica, sin conductores y a distancia", a la que el ruso exiliado en Estados Unidos, David Sarnoff, le había puesto una marca en 1916 cuando logró transmitir por aire información, música, noticias, ideas.

Con la guerra del 14 se interrumpe la llegada de material bibliográfico a la Argentina sobre radiotelefonía. Durante el conflicto bélico la radio crece, pero trincheras adentro, y forma parte de un arsenal, de esta manera se transforma en un instrumento estratégico para quien la tiene y la sabe usar como medio de comunicación.

Volviendo a nuestro país, a partir de 1912 en Buenos Aires, algunos radioaficionados, adolescentes, como Ernesto Pita Romero, acostumbraban a compartir lecturas del Martín Fierro o a pasar discos desde su equipo, había un personaje llamado Ignacio Gómez Aguirre, quien recibía la transmisión y la respondía mediante el sistema Morse, era un muchacho de la barra de Susini que colaboró hasta el 26 de Agosto de 1920 en la preparación del lanzamiento de la radio.

En 1917 Susini ingresa como médico de la armada. Al finalizar la guerra en 1918 ésta le encarga a Susini que estudie en los frentes de batalla el efecto de los gases asfixiantes y paralizantes sobre las vías respiratorias. En el ejército francés consigue algunos equipos de radio casi abandonados, con transmisores de 5 kilowats de potencia y poco uso, válvulas de rezago marca Phaté y lámparas marca metal en buen estado. Con estos equipos, los datos obtenidos en Europa más los datos sobre su especialidad médica vuelve a la Argentina.

Con estos nuevos conocimientos y elementos técnicos traídos de Europa, sumando todas las ganas por realizar una transmisión digna de una primera vez, el grupo decide que esa transmisión será la de Parsifal, desde el teatro coliseo el 27 de Agosto de 1920. El equipo se veía precario. El único micrófono que se pudo conseguir para tomar los ruidos del ambiente era uno para sordos, que fue ubicado en el paraíso del teatro coliseo. Este transmisor de 5 humildes Vatios "volvía a pelear como en la guerra", instalado en la azotea del edificio, los alambres para bobinas, los transformadores, los condensadores, todo estuvo listo ese 27 de Agosto y funcionando como correspondía. Entre el teatro y la cúpula de la casa de Cerrito y Charcas fue colocada la antena. La transmisión fue realizada con éxito aunque todavía en aquella época escuchada por pocos. Desde ese momento los programas siguieron sin interrupciones. Al siguiente día se transmitió Aída, por la tarde nuevamente Parsifal y a la noche Iris, con Gilda Dalla Rizza y Benjamino Gigli. El Lunes pasaron Rigoleto, después Manón, y actuaciones especiales de la compañía lírica del teatro municipal de Rió de Janeiro. Susini definió al grupo de amigos de la siguiente manera: "Éramos médicos estudiosos de los efectos eléctricos en medicina, y también radioaficionados, lo suficientemente bien informados como para estar a la vanguardia. Pero básicamente éramos personas imaginativas, amantes de la música y el teatro y por eso se nos ocurrió que este maravilloso invento podía llegar a ser el más extraordinario instrumento de difusión cultural". "Según el historiador Edgardo Roca, la radiotelefonía argentina nació como un entretenimiento de aficionados que jugaban a transmitir y recibir. Pero el tiempo, afirma Roca, transformó ese hobbie de locos de la azotea en algo imprescindible en todos los hogares."

Con el transcurso de los años…

Una vez finalizada la Guerra, la radio comenzó a utilizarse en mayor escala y se comenzaron a crear radioestaciones, lo cual trajo consigo la fabricación de más unidades de radio. Y esto genero una masificación del medio.

El origen de las estaciones de radio en distintas partes del mundo ha sido muy diverso: estatal, privado, con fines culturales, con fines comerciales. En una primera instancia, era con fines meramente informativos y luego comenzó a variar su rango de acción hasta llegar a cubrir los más diversos aspectos: brindar información, música, cultura, etc.

Otra ventaja que tuvo hacia sus orígenes es que, al igual que la televisión años mas tarde, llega al hogar, a diferencia del teatro, del cine aun inexistente, las conferencias, los conciertos que reúnen al público en un recinto. Además llega a un público meramente heterogéneo, no así en sus comienzos que lo hacía solamente a la elite que podía sustentar la compra de un equipo radiofónico. En sus comienzos la radio era fuente de entretenimiento familiar, en la cual al momento de "escuchar la radio", toda la familia se ponía alrededor de ella, la encendían y escuchaban por algunas horas.

Con el pasar de los años, tomo tanta popularidad que se crearon los primeros radioteatros, les precursores de las actuales telenovelas, los cuales eran seguidos por familias durante semanas. Fueron apareciendo las primeras publicidades y la radio poco a poco fue adquiriendo un fin de lucro.

El lenguaje radiofónico carece de imágenes salvo las que sepamos generar en la mente del oyente. Se compone de palabras (la voz de los locutores, actores, periodistas, etc.), música, ruidos, efectos grabados y silencios. Es como fuente de comunicación social, una unidad conceptual distinta a la televisión por su credibilidad, inmediatez y bajo costo de producción

Los programas pueden diferenciarse en Ficcionales (radioteatros, ciclos de sketches cómicos), y No Ficcionales (magazines, periodísticos de opinión, musicales de rankings, etc.).

Uno de los éxitos radiales de la época fueron "Los cinco grandes del buen humor" ("Pato Carret, Jorge Luz, Juan Carlos Cambón, Zelma Gueñol y Guillermo Rico"). En 1954 Delfor presenta en radio Argentina "La Revista Dislocada", este fue el primer programa cuyos avisos estaban integrados al clima divertido de la audición.

RADIOTEATRO

El radioteatro argentino

Cuando a comienzos de 1929 una audición de música campera conducida por Roberto Torres y Francisco Mastandrea parecía agotarse, este último, inspirado en las novelas por entregas tan en boga en aquella época, crea "La caricia del lobo", "una novela radial, la primera obra radiofónica que no concluiría en un solo día o en el espacio de una audición"

Hasta ese momento se habían difundido programas unitarios de teatro radial y programas como el ya mencionado de Mastandrea, denominados en la época "revistas radioteatrales", en los que se combinaban números de música y canciones folklóricas con la representación de breves escenas o "sketchs" de ambiente campero. Los que le siguen toman la temática y la estructura del folletín y el drama gauchesco.

En la programación radial de 1933 había cuatro compañías radioteatrales, dos años más tarde se produce una explosión del género que sólo se interrumpirá con el arribo de la televisión y que se manifiesta en la creación de nuevas compañías; en la diversificación temática del género, de acuerdo a exigencias de un público cada vez más amplio y heterogéneo, y en la incorporación de autores para cubrir la demande de adaptaciones y novelas originales. En la búsqueda de temas y fórmulas de segura repercusión, la radio se nutre de la novela popular, fuente aprovechada ya por otros medios como el cine y la historieta. Con una variedad tal que mezcla novelas de capa y espada, de aventuras, policiales e históricas con la novela sentimental o "rosa" que terminara imponiéndose en la década siguiente. Pero el género se diversificó todavía más. Habrá un radioteatro infantil; un radioteatro familiar y costumbrista; un radioteatro dirigido a un público de clase media predominantemente femenino que gustaba de las historias de amor con final feliz y finalmente la línea gauchesca.

Algunos éxitos radioteatrales llegaron prácticamente a paralizar la vida en las ciudades, preocupando a los comerciantes. Los negocios de ventas y particularmente las tiendas comenzaron a registrar grandes bajas de concurrencias de público ante la gran popularidad de la "novela" de turno, por cuanto sus grandes clientes estaban en sus casas pegados a la radio. Los dueños adoptaron ciertas medidas para contrarrestar ese impacto que se verificaba sobre todo en las ventas.

Los propietarios tomaron la decisión de publicar avisos en los diarios: "A partir de mañana, mediante parlantes, usted podrá escuchar su episodio radial favorito mientras observa nuestras espectaculares ofertas".

Pero la mayoría no escuchaba solitariamente en su casa. Sobre todo en los barrios periféricos, la sociabilidad en los escuchas llegaba a conformar una red de confrontación de información y datos insospechada.

La gente participaba…

El radioteatro fue uno de los fenómenos culturales más importante de nuestro pueblo. Así lo demuestra la participación activa del público en sus historias. La correspondencia, los correos de lectores, la presencia del público en las emisoras eran moneda corriente por aquellos tiempos. Pero el acercamiento no se limitaba a la experiencia radial.

Cuando las compañías salían de gira por los barrios y pueblos, se producía el milagro, los actores dejaban de ser voces y se recreaba eses espectáculo que era "mucho menos y mucho más que el teatro".

La novela se trasmitía todos los días por radio y llegaba a los lugares más lejanos: comunidades aisladas, trabajadores de zona rurales, pueblos con rutas poco accesibles que tenía a este medio como único contacto con el exterior. A pocos días de comenzada una obra, ya se salía de gira, mientras que por la radio se anunciaban los lugares donde se realizarían las presentaciones.

La participación activa de los oyentes rompía con la concepción de obra terminada, donde la elaboración estaba basada en la dialéctica texto-público. La dicotomía ficción-realidad casi no existía. La imaginación fluctuaba entre estos dos polos. El radioteatro activó el imaginario social, lo puso a trabajar."Este no es del orden de la ilusión, es el tejido significante que estructura la vida social cotidiana de los actores sociales"

Este género abre un espacio de comunicación entre el autor y su público, recreando si se quiere de manera confusa y fragmentaria la visión del mundo, las costumbres y las creencias populares, donde el espectador se siente protagonista de ese universo. El texto no es el lugar central del sentido.

Este se construye siempre en la interacción sujeto-texto en el momento de la lectura. Así podemos ver todas las lecturas posibles y comprobar la inexistencia de una única lectura.

CAPÍTULO II : "HUMOR EN RADIO"

HISTORIA DEL HUMOR EN RADIO

En la década del ´20 con la necesidad de "romper la monotonía del bailable", se introduce el monólogo, nombre genérico que se aplicaba como síntesis del repertorio hablado. Consistente en un SOLILOQUIO protagonizado por un actor, el cual a través de una improvisación o un libreto, en general de autoría propia, efectuaba narraciones de diversa índole, muchas veces encarnando un personaje creado por él mismo.

El monologuista, cómico o serio, era también recitador, o lo había sido antes, y habitualmente en su programa combinaba ambas habilidades.

Precursores del género:

Tomás Simari

Leopoldo Simari

Salvador del Priore "Juan cho"

Fueron 2 vertientes que nutrieron, una la de los monologuistas volcados al género festivo y otra la de los conjuntos de parodias (dúos, tríos, cuartetos), cuyo humorismo musical exclusivamente cantado en un principio, se fue deslizando después a escenas dialogadas. Nacen en la década del 20, pero toman fuerza en la década del 30.

Programaciones musicales, presencia minúsculas de números hablados, preponderancia del género clásico.

En 1925

Fernando Ochoa (Minguito); monólogos.

Orelia Cisneros; recitados de autores argentinos y españoles.

Federico Mansilla; monólogos.

Florencio Chiarello; monólogos.

Magin Aliana; recitados. Director de la primer compañía que ofreció una obra de teatro completa.

María E. Morelli – Miguel Lanzeta; dúo cómico.

Juan Martín Velich; recitados.

Florencio Parravicini; monólogos.

Transmisión de debates de la Cámara de Diputados, cuando deliberaba.

Se revierte la situación, se abre una gama de géneros inéditos para la radio; la música popular pasa a ocupar el primer lugar.

Radio Brusa

Radio Sud América

Radio Cultura

Estas abren el camino en la transmisión de programas radiales propios.

En 1929

Programas con varios actores.

La hora humorística.

La hora de la risa.

La hora de la broma.

La hora de la chispa, con el actor Ramiro Pena.

En 1930

César Mariño; monólogos cómicos.

Trío Cómico Futurista: Los Romanos (Juan , Vicente y José Romano.)

Tomás Simari, continúa con sus monólogos y añade una innovación, los diálogos con varios personajes que el mismo representa, ductilidad de voces; se gana el apodo de                                     

"El hombre de las mil voces."

En 1931

Atilio Suparo; recitados gauchos

Trío Cómico ABC.

Federico Mansilla; incorporó a su personaje "El Abuelito", en diálogos con su secretario Rodolfo.

Maruja Gil Quesada; recitados.

Marizul Márquez Fernández; recitados.

Adolfo Fuentes; recitados.

En 1932

El recitado va perdiendo lentamente fuerza.

Cobran auge los conjuntos de parodias musicales.

Se agregan:

Grupo Gedeón.

Los Viudos.

Dúo Cómico Odeón.

Los Caballeros de la Quema.

Los Bohemios (originalmente eran una murga), dirigidos por Mario Pugliese "Cariño". José Albano: El pájaro lobo; Felipe Rodríguez: El tartamudo; Miguel Croce: La Chelita; Salvador Libonatti: El Loco; P.Pacunto: La Jirafa; Propato: El Inglés. Tenía imitadores. El conjunto interpretaba piezas musicales, realzadas con chistes, pequeños monólogos, diálogos y algunas imitaciones.

La Rueda del Buen Humor.

Dúo Buono – Striano (eran guitarristas.)

El Dúo Buono-Striano, un sketch de "El relámpago" con Guido Gorgatti, y a Pepe Arias personificando a Goyo. El dúo Buono-Striano fue presentado en las emisoras porteñas de la década del ‘30 como "los reyes de la risa".

En 1933 nace la s Aventuras de Joseliyo, Merengue y el abc trio, con los actores Raimundo pastora y Diego Valero. Este fue uno de los primeros programas de risa, humor y chispa.

En 1934; se establece la obligatoriedad de utilizar la palabra Radio en vez de Broadcasting. Y se prohíbe la palabra nacional para entidades particulares o denominar negocios particulares.

 Debuto Pepe Arias, en Radio Stenor, donde realizaba monólogos de actualidad de 15 minutos de actualidad.

En 1937  el personaje de Nini Marshall, aparece en la  radio  Splendid, aunque poco tiempo después es sancionada por no hacer un correcto uso del lenguaje, ya que a través de sus personajes lo deformaba, especialmente por la frase conocida "te comportaste como un catita".

Muchos de ellos fueron creadores natos e irrepetibles, como Niní Marshall. "Niní era una actriz completa", recuerda Jorge Luz

Juan Carlos Mesa recuerda la labor de Pepe Iglesias: "Pepe hacía radio para tocar y para mirar".

En el `40 nace los Pérez García, una familia radial que reproducía un estereotipo de familia Argentina, un matrimonio un hijo, hija, que devolvía las dificultadas y logros de la vida cotidiana.

1945 como secretario de Pepe Arias se inicia Tato Bores en el programa, "Justo Justino Reyes doctor en trampas y leyes".

De allí salió, entre otras creaciones, la famosa frase "Deben ser los gorilas, deben ser", que luego quedó asociada a los antiperonistas en época de la Revolución Libertadora de 1955.

En 1956 llegan al país las primeras radios Portátiles a transistores (un conductor electrónico que revoluciono el modo de amplificar los sonidos), ahora era posible captar la radio a cualquier hora y lugar.

RADIO VS TV

La televisión despojo en los hogares un poco al lugar que ocupaba la radio, en la misma se abandonaron los programas en vivo y los radioteatros, la radio se quedo con el horario matutino y la televisión con el nocturno.

Nace Minguito Tinguitella, de la mano de Juan Carlos Altavista.

 Radio El Mundo, nace el programa "El Fontana show", programa de información, vértigo, desacartonamiento, espontaneidad e improvisación, Fernando Salas participaba del programa en la realización de chistes cortos que caracterizaron al programa. Treinta chistes por día.

Las Radios queda reducidas tras desaparecer los radioteatros y los programas con públicos, los estudios tenían generalmente 3 metros por 4. Comienzan a surgir los Disc Jockey.

En 1969 Nace "Claves para bajar de la cama" un nuevo humor llevado por Castello, Salas, Bedrune y Dolina.  En este año nace radio Continental, que anteriormente se la denominaba Radio Porteña.

En 1974 el estado obliga a las radios a pasar el 75 por ciento de la música de carácter nacional.

 El programa "Rapidísimo", conducido por Héctor Larrea en Radio Rivadavia, incorporó por primera vez el humor a principios de los ‘80. El hasta entonces pacato Larrea tardó un mes en tirar la chancleta: no faltaron entonces chistes picantes, comentarios irónicos y el doble sentido en las mañanas de Rivadavia. Por allí pasaron Luis Landriscina, Víctor Harriague, Juan Carlos Mesa, Juan Carlos Altavista con "Minguito", Mario Sánchez. Jorge Marchetti sentencia: "El humor de radio tiene música".

Con la llegada de la democracia en 1983, las ganas de reírse volvieron a aparecer también en la radio. La noticia se volvía central en las mañanas, el humor había perdido sus programas especiales y se mezclaba en los vericuetos de lo cotidiano en formato de clips. "De elencos humorísticos se pasó a dúos humorísticos y con esto el humor se zafó

En el programa "En ayunas", con Carlos Abrevaya y Jorge Guinzburg, se escuchaban noticias como ésta: "Dato de penúltimo momento, Israel teme una matanza en el Líbano. Argentina teme una libanización en La Matanza".

 Años más tarde, "Demasiado tarde para lágrimas" y "La venganza será terrible", de Alejandro Dolina, comenzaban a reírse de las revistas del corazón.

El Trío Laurel también marcaba una época.

 Con el nacimiento de las FM…

La primera emisión de Frecuencias Moduladas fue en 1970, pero sin continuidad.

Nace la Rock and Pop.

1987 nace, en Rock and Pop, un programa llamado VanGkok

1989 Mario Pergolini acapara el 78% de la audiencia nocturna con su ciclo "Malas Companias" por la Rock and Pop.

Desde mediados de los ‘90, cuando la primavera menemista llegó a su final, la premisa radiofónica fue mejor reír que llorar. Los personajes de "Animal de Radio" de Lalo Mir en la Rock & Pop, como Rafael Orestes Porelorti, el dúo Saborido y Quiroga y sus canciones sobre las valijas de Amira y el dúo Rubio y Rottemberg después, ambos en Radio Mitre, establecían las críticas de actualidad y el humor político. Los sketches se denominaban, por ejemplo, "Monasterio de Economía" con Domingo F. Cavallo.

Eduardo Aliverti reflexiona: "Si uno repasa la historia de la radioen general y la historia del humor en radio, llegará a la conclusión de que el humor concentró en gran medida a todos los grandes".

David Rotemberg y Luis Rubio, "El humor es pasar silbando por un cementerio de noche". Estos dos personajes del humor son parte esencial de las mañana de radio

 La radio cumple 70 años

Las emisoras toman una nueva configuración. Sus propietarios son a la vez dueños de medios gráficos o televisivos. Surgen los multimedia.

Cómo hacer reír con tan sólo un micrófono

Estas décadas detallan cómo es eso de reírse con la radio. Con el humor, la simpatía se coló en decenas de hogares, se subió a los colectivos y caminó por la calle: la risa fue, entonces, una compañía cotidiana. Primero en los radioteatros y más tarde en los noticieros, el humor acompañó momentos trascendentes de la historia radiofónica y en definitiva en la historia del país.

 Así aparecen personajes que van desde el mítico Delfor y su "Revista Dislocada", el dúo Buono-Striano en sus albores, Juan Carlos Thorry junto a la inigualable Niní Marshall, el Minguito de Juan Carlos Altavista, el "Fontana Show" entre los más lejanos, y Rubio y Rottemberg en Radio Mitre, o Rafael Orestes Porelorti (Fernando Peña) en la Rock & Pop, entre los más cercanos en el tiempo.

 Hay dos aspectos de la radio con los que la tele no pudo competir nunca: la información y el humor.

"El mundo no puede vivir sin humor, ni se supone que lo haga jamás", dice Fernando Peña.

LOS PROGRAMAS MÁS DESTACADOS DEL HUMOR..

'EL FONTANA SHOW': con Cacho Fontana, por Radio EL MUNDO.

'LA REVISTA DISLOCADA': UN PROGRAMA QUE HIZO HISTORIA.

DURANTE MÁS DE 20 AÑOS, FUE UNO DE LOS CICLOS HUMORÍSTICOS DE MAYOR CONVOCATORIA.

 "La Revista Dislocada", conducida por Delfor. Roberto Di Chiara, coleccionista del mundo de la radio y amigo de Delfor, recuerda: "Fue el único programa en que se paraba el país para escucharlo. De hecho las otras radios suspendían su transmisión y se acoplaban a la transmisión de El Mundo".

 Creada en 1954, durante años, "La revista dislocada" lideró la audiencia radial los domingos al mediodía. Fue una "compañera" más de la familia argentina. Luego, pasó a la televisión y el éxito, lejos de mermar, siguió siendo contundente. Cuarenta años después, su hacedor, Delfor Amaranto Dicásolo —popularmente conocido como Delfor— decidió volver con su mítico programa en el que intenta reinventar un humor "sin malas palabras", como él mismo dice, orgullos de ese objetivo.

Tras residir varias décadas en Perú y México, países donde se refugió luego de que la dictadura de Agustín Lanusse lo prohibiera en 1973, Delfor es un tipo que le gana al tiempo —"a lo sumo me dan 65"— y a pesar de los kilos de más aún conserva la mueca de picardía y el tradicional bigote finito que siempre lo caracterizó.

"Tuve varias ofertas para hacer ''La revista dislocada'' en radio, pero no me convencían", dice Délfor. Hasta que fue convocado por Radio Nacional y eso lo alegró, ya que sus programas siempre fueron con público y la emisora le brindaba el espléndido auditorio de Maipú 555.

Sobre la creación de sus personajes, Delfor los define como "salidos de la calle", aunque sabe que muchos de sus dichos y muletillas fueron adquiridos por el público como "no me pisen la víbora", que era un personaje que vendía pelapapas en Avenida de Mayo con un reptil medio muerto al cuello.

CULTURA POPULAR:

Uno de los aportes más duraderos que "La revista dislocada" hizo a la llamada cultura popular el calificativo de "gorilas", surgido del tema musical "Deben se lo gorila, deben se..", compuesto por Delfor y Aldo Cammarota. En la actualidad, ese término se usa en numerosos países latinoamericanos para designar a todo aquello considerado antipopular.

 Délfor Amaranto Dicasolo Pologna, oriundo de Chivilcoy, hijo de inmigrantes italianos, apenas terminada la escuela secundaria llegó a la Capital con sus dibujos, sus caricaturas y una voz capaz de realizar infinidad de sonidos e imitaciones. Estos talentos naturales lo acercaron al mundo del espectáculo; así transitó escenarios barriales y teatrales (en el varieté formó un dúo con Rafael Carret) hasta llegar a la radio, donde se hizo conocido por sus imitaciones de figuras populares de la época. Participó en "La matiné de Juan Manuel", junto a Juan cito Monti y Guillermo Iglesias; "Club de barrio"; "La cruzada del buen humor"; "Un alto en la huella" y "El show de Délfor" entre otros.

 "«La revista dislocada se inició con el primer elenco en 1952, en Radio Argentina, los domingos, de 12.30 a 13.30 y, en el 54, se trasladó a Splendid. En 1959 comenzó la carrera en TV, en Canal 7 y luego en el 13. El éxito se prolonga hasta 1973, cuando fue prohibido por el gobierno de Alejandro Agustín Lanusse."

La fórmula de este suceso humorístico:

Fundamentalmente radicaba en que todo lo que se decía estaba guionado, nada quedaba librado al azar. Y luego se incorporó el humor político. La base era el talento y el ingenio de cada uno de los integrantes, que se comportaban con gran responsabilidad

ELENCOS:

Alberto Locatti, Héctor Ferreira, Beto Cabrera, Iván Grey, Mengueche, Héctor Serafino, Mario Durán, Héctor Pasquali, Jorge Marchesini, Angel Bazo, Eduardo Almirón, Anita Almada, Nelly Beltrán, Calígula, Carlos Balá, Jorge Porcel, Raúl Rossi (el mejor actor en todo sentido), Tristán Díaz Ocampo, Vicente La Russa, Isabel Lainer. Un buen día faltó un guitarrista y Beto Cabrera trajo a Mario Sánchez, que resultó ser tan buen músico como humorista. La orquesta la dirigía Santos Lipesker y entre sus integrantes figuraban Lalo Schifrin, Horacio Malvicino, Roberto Grela y los hermanos Marafiotti. El maestro Ernesto Catalán estaba a cargo del sonido y efectos especiales.

 Trabajar con público en la sala:

A los tres meses de estar en el aire, "La revista dislocada" se convirtió en un suceso de audiencia. El público cortaba el tránsito en Uruguay al 1200, donde estaba Splendid. Parte de esa multitud ingresaba en la sala y el resto se quedaba en la puerta esperando. Esa presentación dominical tenía una previa, la reunión de ensayo general, los viernes y los domingos, una hora antes del ensayo final, con música. Lógicamente todos vestidos de traje, siempre impecables, frente a los micrófonos de pie.

 'RAPIDÍSIMO':

Al principio duraba media hora, de 9 a 9.30. Fue un momento en que sólo había música "nueva ola" y se dio la reaparición y la revalorización de géneros absorbidos con fruición y abandonados de golpe como el tango, el folklore, el buen internacional y algo de jazz potable.

De lunes a viernes de 10 a 13, por Radio Rivadavia (AM 630), conduce su creador, Héctor Larrea. Este auténtico referente de la radio lleva 40 años de trayectoria y 34 interrumpidos en el liderazgo de este programa que lo encuentra nuevamente en la emisora donde alcanzó sus momentos de mayor repercusión y popularidad: Radio Rivadavia.

El equipo que rodea a Larrea en su espacio está integrado por Jorge Marchetti, autor, creativo y guionista de humor, que desde hace largo tiempo participa en el micrófono con los personajes de Gladiolo y Cátulo. Es el más estrecho colaborador del conductor desde lo operativo. La locución está a cargo de Norma Aguilera; María Luisa Conforte en información general, Paulino Rodríguez en economía, Oscar Muiño en política, Jorge Vaccaro en espectáculos, Roberto "Bobby" Rial en la crítica cinematográfica, Marcelo Casares en deportes, el doctor Carlos Graschinsky con los temas médicos y el humorista Alejandro Gardinetti.

EL EQUIPO POR DENTRO: La producción: el grupo lo lidera un histórico de Rivadavia: Roberto Risso, acompañado por Mariano Midaglia, Santiago Tapia y Lorena Olaya.

Operación técnica: Gerardo Grimaldi (el tano), un hombre con eficaz trayectoria que trabaja junto a Juan Manuel de Anta, coordinador musical.

La música: la selecciona el propio Larrea, y también es de su autoría la cortina musical.

Flashes especiales: Martín Cavallero y Carlos Casal.

Los móviles: Patricia Pinela, Gustavo Gordonás, Daniel Domínguez Cartier y Juan Mascioli. El informativo está a cargo de Alejandra Arestizábal y José Miranda Lugano.

Humor: Larrea protagoniza dos momentos especiales: Héctor Bedoya, un presentador de una cadena latinoamericana de noticias, y "Argentina 2030", con los recuerdos de un viejo locutor… que ha perdido la memoria.

Llamadas y mails: alrededor de 200 llamadas diarias y 20 a 30 mails por día.

Target: de 35 años en adelante.

UNA GORDA EN BABYDOLL

Rock and Pop 95.9

 Domingos de 15 a 17 hs.

Programa netamente humorístico.

STAFF:

 • Diego Miller

• Emiliano Goggia

• Santiago Bluguermann

• Fernando Bluguermann

• Pablo Zinola

 BASTA DE TODO

Metro 95.1

 Lunes a Viernes de 14 a 18 hs.

Una charla entre amigos en la cual todo tiene su lugar: la vida diaria y el humor del día.

STAFF:

 Matias Martin

Gabriel Schultz

"Cabito" Massa Alcantara

 "NAFTALINA", justamente, mantiene vivo el género del radioteatro unitario humorístico, apadrinados por Alberto Migré, escritos por los conductores, de los que participan estudiantes de actuación e importantes figuras invitadas

 "Naftalina, para que nadie se apoliye"

Radio Ciudad; AM 1110 Sábados y Domingos 4 a 6:30 AM

"LA VENGANZA SERÁ TERRIBLE"

Radio Continental, de Lunes a Viernes de 24hs a 02 hs.

 Dé

PROTAGONISTA DEL HUMOR EN LA RADIO ARGENTINA…

Nini MarshallUna humorista inigualable.

La mítica reunión en torno a la radio era el ritual cotidiano de la mayoría de los porteños, sin distinción de clase o edad, en las décadas del 30 y del 40. En una gran cantidad de veces era para escuchar a una mujer que poseía un humor sencillo, simple pero no por eso menos efectivo. Una demostración de su talento fue su éxito en el cine, porque no tenía una belleza deslumbrante y tampoco una voz privilegiada que le permitiera destacarse como cantante, sin embargo a pesar de no poseer ninguna de estas dos características, consideradas claves en esa época para convertirse en una gran estrella cinematográfica, igual consiguió volverse enormemente famosa.

Ella sola concebió sus innumerables y populares personajes, además de haber sido la autora de sus propios libretos. Además tuvo que enfrentarse a la censura de los gobiernos autoritarios de ese tiempo, ya fuesen elegidos de forma fraudulenta o legítima.

Es que sus caracterizaciones mostraban una imagen de Argentina que nada tenía que ver con la que circulaba por las mentes de los dirigentes, sino aquella que los auténticos artístas saben plasmar y que son verdaderos documentos de identidad de un pueblo, el de carne y hueso, con defectos y virtudes.

Su legado a los humoristas actuales se hace evidente en numerosos casos, como en las mujeres desbocadas de Antonio Gasalla, los tilingos de Carlos Perciavalle, las imitaciones de Juana Molina o Ana Acosta y las caracterizaciones de Cecilia Rosetto y Gabriela Acher, por citar a algunos.

Ella se transformó en un fenómeno de masas que tuvo su inicio en la radio y prosiguió en el teatro, el cine y en una etapa crepuscular en la televisión, hasta que el 18 de marzo de 1996, a los 92 años se apagó la vida de Marina Esther Traverso, a quien todos recordamos con el nombre de NINÍ MARSHALL.

Un duro comienzo.

La creadora de Catita, Cándida, Doña Pola, y otros personajes tan entrañables como estos, casi nació con el siglo, el 1 de Junio de 1903 en el barrio de Caballito. La llamaban cariñosamente Niní.

Hija de Pedro Traverso –que falleció cuando ella tenía apenas dos meses- y María Angela Pérez fue educada en un ambiente que favorecía la creatividad artística, a tal punto que su madre quería que estudiara Filosofía y Letras, cosa poco común para las chicas de esa época. Seguramente tanto estímulo rindió sus frutos más tarde.

Casada con un ingeniero, llamado Felipe Edelman, apenas terminado el colegio secundario y a dos meses de dar a luz a su hija Ángeles, falleció su madre. Por ese mismo tiempo su marido, que era un jugador compulsivo, perdió todo el dinero y los valores. Su decisión fue terminante: separarse. "Mi catástrofe sentimental y económica" la llamó en sus memorias. Sin embargo semejante tragedia no logró inmovilizarla, sino que desplegó una singular actividad. Se convirtió en crítica de espectáculos, y empezó a firmar con el seudónimo Mitzi algunas notas de chimentos en una columna denominada "Alfilerazos" para "Sintonía", la mayor revista de espectáculos de los años 30.

No obstante fue en el programa radial "La Voz del Aire", en 1934, que empezó a trabajar seriamente su talento, como la "cancionista internacional" Ivonne D'Arcy -que todo lo imitaba y que todo lo cantaba-. Este personaje, con un rótulo cursi, le permitió modelar el oficio de la genial imitadora y descubrir los recursos que le ofrecía la radio.

Aunque el éxito de sus otros personajes y el cine hicieron olvidar a Ivonne, pero sobre todo porque había decidido cambiarse el nombre por uno "más pegador". Para ello recurrió al apodo de su infancia: el cariñoso Niní (de Marinita, Ninita), que lo complementó con el apellido Marsal, proveniente de las tres primeras letras de su nombre (Marina) y del apellido su segundo marido, Marcelo Salcedo. Tal vez por cosas del destino, o por que la prensa no lo consideró lo suficientemente glamoroso, lo modificó transformándolo en Marshall.

En esta etapa de su carrera ya compartía cartel con figuras consagradas como Marcos Kaplan, Pepe Iglesias, Tito Lusiardo y Juan Carlos Thorry.

En 1938, Manuel Romero, un famoso director cinematográfico, entendió que aquella señora que se iba haciendo popular por la radio, podía tener futuro en el cine. De este modo fue como se eligió a "Catita" para encarnar a una de las "Mujeres que trabajan", su debut cinematográfico que resultó un gran éxito de taquilla.

Su talento para reproducir los rasgos del habla de diferentes sectores sociales o colectividades fue un aporte no sólo para el humor, sino también para la investigación filológica.

Pero estos valores fueron juzgados como "una deformación del idioma" que ponía en riesgo la pureza de la lengua "para el pueblo que no tiene capacidad de discernir", según enunciaron los funcionarios -de mentes muy estrechas- del golpe de Estado del 4 de junio de 1943. La misma consideración se tuvo con muchas letras de tangos por la utilización del lunfardo y modos del habla de la sociedad argentina. Todo aquello a pesar de que un interlocutor siempre ejerciera una suerte de ultracorrección en cada aparición de Catita, que dada la situación que estaba viviendo un día debió despedirse de la audiencia con un "hasta mañana, si nos dejan…"

Ya en 1950, Niní debió alejarse del país acusada de enemistad política. El gobierno de Juan Domingo Perón, si bien no la había prohibido expresamente, dio orden de rescindir sus contratos cinematográficos, medida que a los efectos prácticos funcionó como una censura. Curiosa paradoja para un gobierno mayoritario que mediante artilugios prohibía a una artísta muy popular. Como dijo una vez un crítico "prefirió el autoexilio a reinar censurada", entonces se dirigió rumbo a México, en donde siguió trabajando en radio y en cine, deslumbrando no sólo al público mexicano, sino también al cubano, al español y al de los barrios latinos de Nueva York. En esa época se divorció de un marido que no pudo dejar sus propios asuntos de Buenos Aires. En 1952 se casa por tercera vez con Carmelo Santiago.

Un regreso con gloria

Permaneció en México hasta 1955, año en que regresa e inmediatamente vuelve a ubicarse entre las grandes figuras, aunque su carrera, no deslumbró como antes. En esta época se destaca en teatro el gran éxito que significó "Coqueluche", con Thelma Biral.

En 1973 debutó en la temporada marplatense –de la mano de Lino Patalano- con "…Y se nos fue redepente", un espectáculo de café concert que ha sido considerado como uno de los máximos exponentes del humor negro en la Argentina. En él, alternaban en escena todas sus creaciones con motivo del funeral de Don Pascual, el zapatero del barrio. Llegó a las 800 representaciones, un programa especial en Canal 13, junto a Carlos Perciavalle (se puede ver un fragmento en Internet, en el site de la WebTV: www.webtv.com.ar) y un disco en la compañía CBS.

"Una noche en la radio" junto a Juan Carlos Thorry, la estreno en 1977 en el Teatro San Martín. Se trataba de una nostálgica evocación de una audición radial de los años 40 en donde se presentaban sus históricos personajes. Luego de ser la figura estelar de varios programas televisivos y de una despedida escénica en 1981 con una obra que tenía el melancólico título de "¿Quién apagó la luz?", acompañada por Jorge Luz, en 1983 decidió retirarse. Dos años más tarde, recopiló sus recuerdos y experiencias en un libro: "Mis memorias". Sólo en el '88 apareció fugazmente en televisión para el ciclo de Antonio Gasalla.

A partir de ese entonces se sucedieron numerosos homenajes, como cuando fue nombrada Ciudadana Ilustre, en 1989, por el gobierno del Partido Justicialista de la Municipalidad de Buenos Aires, como una actitud que apuntaba al desagravio por la censura ejercida cuatro décadas atrás. El reconocimiento de sus pares llegó en 1992 con el Premio Podestá, otorgado por la Asociación Argentina de Actores, y en ese mismo año su productor Lino Patalano, la actriz Marilú Marini y el director Alfredo Rodríguez Arias eligieron sus textos para montar en París una obra llamada "Mortadela", que se estrenó en Buenos Aires al año siguiente. El mismo equipo creó el espectáculo "Nini", en 1995, que fue presentado en París y Buenos Aires.

El último gran homenaje se realizó, con el auspicio oficial del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, hace poco tiempo, el 25 de junio de 1997, con motivo de la presentación de un libro dedicado a la actriz y sus personajes "Niní Marshall, la máscara prodigiosa", realizado por Susana Degoy, su sobrina nieta. Su presentación fue una ceremonia presidida por el titular del gobierno de la ciudad, Fernando De la Rúa, la autora de la obra, Ángeles -la hija de Niní Marshall-, el actor Carlos Gamallo –su nieto-, y numerosos artístas y personalidades de la cultura y la política.

Una creadora única

Hugo del Carril, Niní Marshall, Luis Sandrini, Libertad Lamarque y Tita Merello han conformado -para varias generaciones de argentinos- el epicentro del imaginario popular. De todos ellos, los más originales fueron Hugo del Carril y Niní, ya que los otros siempre representaban al mismo personaje. Pero sin duda la más genial y prolífica fue Niní Marshall.

Para los psicólogos, Niní parece presentarse como un caso evidente de doble personalidad; para los astrólogos, tiene los rasgos típicos de los geminianos; para los sociólogos, es el resultado de la aguda observación de las características de sus semejantes en distintos estratos sociales; y para los filólogos, sus personajes representan un objeto de estudio del habla de los argentinos, tal es así que del Instituto de Filología de la Facultad Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la Plata se grabaron, en una audición especialmente preparada por Niní Marshall, cuatro de sus personajes. El Instituto de Filología dejo de existir hace ya unos años y lamentablemente se desconoce el destino de esos registros.

Su fama se cimentó en el medio radial, a la que el cine de Bayón, Herrera y Amadori le dio imagen y aumento de popularidad, sin opacar el tremendo éxito de la radio.

El país entero cayó bajo la mímesis de Niní, todo se paralizaba para escuchar su programa. Es que en aquel tiempo, la programación radial tenía una mayor repercusión y relevancia que la de hoy en día. El filósofo Abel Posadas explicó que "para toda esa gente sin libertad y sin trabajo o con empleos pésimamente remunerados, la radio ofició de puente entre la esperanza y la ilusión".

En este marco, el sociólogo Julio Mafud analizó la relevancia de la artista y su obra: "Niní aparece en un período de reacomodamiento de los distintos niveles sociales, que sería en general transitorio, y por el cual todo el mundo quería imitar a la clase inmediatamente superior, exagerándola y cayendo en lo que se conoce como pautas de "cocoliche", el inmigrante que imitaba exageradamente al criollo, y que por el proceso inverso era descubierto.

Ella ante un gran auditorio es la comunicadora entre la caricatura y el elemento cómico. Representaba un personaje por estrato social."

Partes: 1, 2, 3, 4
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