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La nueva Era

Enviado por ramiolra ramiolra


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. La nueva era, New Age, nouvelle ère, neues Zeitalter
  3. Algunas de estas organizaciones
  4. Afirmaciones básicas
  5. Monismo
  6. Yoga. La práctica, la liberación
  7. Espiritualidad
  8. Medicina y la nueva era. Terapias seudo-alternativas
  9. Clarividencia
  10. Qì y tradición espiritual (los mantras de Asia)
  11. Las Religiones no cristianas y la nueva era
  12. Religión institucionalizada y religión espiritual
  13. Espiritualidad y silencio
  14. Dificultades de una definición histórico-religiosa
  15. Espiritualidad en el mundo
  16. África y sus prácticas milenarias
  17. Mundo clásico
  18. El Budismo y la new age
  19. La nueva era y el Hinduismo
  20. Formación de la nueva era
  21. Fuentes

Introducción

El afán que nos lleva a realizar esta investigación bibliográfica consultando distintas fuentes bibliográfica es con la única razón de que nuestros lectores puede leer y analizar la presente investigación y cada uno de ustedes pueda elaborar sus conclusiones que nos permitirán afianzar nuestra cultura general como hijos del Dios único quien tanto nos amo que envió a su unigénito para poder salvarnos. Por tal razón estimado lector debemos tener en cuenta que el presente documento solo intenta ser una fuente de información básica que le permita saber a usted conocer y saber las diferentes formas de creencias religiosas y espirituales que existen. cabe recalcar que no son todas son las mas extendidas en el mundo no se pretende de ninguna manera ser un compendio religioso solo una sencillo y suscito análisis de las diferentes y variadas devociones que el hombre como especie en el transcurso de su aparición en la tierra ha tenido.

El hombre desde los albores de la civilización tuvo la innata necesidad de tener a quien adorar porque está es su naturaleza como tal la de adorar a una entidad superior que el desde un inicio identifico como su Dios, prueba de ello son las distintas expresiones dejada por Él en el transcurso de la historia de la humanidad.

Otra de las razones por no decir la principal de la elaboración del presente trabajo de investigación bibliográfico es la sutil filtración de estas formas del pensamiento y sentir religioso no cristiano en la vida, teología ,doctrina de la mayoría de las congregaciones cristinas de distinta denominación que existen actualmente en diferentes latitudes de l mundo .como lo que se presenta en países como Rusia donde ha aparecido un Jesús Ruso.

Se trata de un ex agente de tránsito, que luce barba oscura y cabello largo, se autoproclamó reencarnación de Jesús y se instaló en una nueva Tierra Santa, en un lugar aislado de Siberia.

Su Iglesia del Último Testamento, que dice ser una síntesis de las religiones monoteístas y del budismo, no recluta fieles sólo en Rusia, sino también en Bielorrusia, Cuba, Italia, Alemania y Bulgaria.

Los creyentes parecen estar bien instalados, las casas de madera son nuevas y los paneles solares suministran electricidad a los hogares.

Hacemos un llamado a la comunidad cristiana a no se tan permeable a estas formas de creencia y de fe no cristianas sobre todo en la doctrina cristiana como en la música .que sigue influenciado a nuestras comunidades solo con el afán de tener mas creyentes.

La nueva era no es otra cosa que una recopilación de creencias que intenta unir diferentes formas religiosas. que se llama sincretismo que no nos lleva a nada importante y transcendental y esta forma de pensar deja de la lado la extraordinaria acción de amor que realizo Jesucristo en la cruz con el fin de que todos sus hijos sean salvos y tengan vida eterna. Por ello nuestra invocación a todos nuestros hermanos cristianos a vivir de acuerdo a nuestros preceptos que están en la Biblia.

El avance de la ciencia y la tecnología que el hombre ha logrado fruto de su gran esfuerzo ha permitido que la información que antes demoraba años ,meses , semanas, días de acuerdo a determinado periodo de la historia actualmente demore minutos y en otros casos segundo facilismo que ha permitido que informáticamente el mundo se halla globalizado, integrado no siendo en muchos caso algo bueno para el hombre ya que siempre la información inmediata es sinónimo de enfermedad ,muerte o alguna desgracia para el mundo ,son escasos casos donde la información sea en beneficio del hombre, no confundamos información por formación cosa que la palabra de Dios desde hace miles de años ha logrado .este facilismo informático ha permitido contaminar nuestras doctrinas cristianas con otras formas de creencias y adoración no cristiana culpa de ello son los pastores de algunas iglesias que con el solo afán de tener mas fieles permeabilizan las enseñanzas del evangelio.es otro motivo que nos anima a la elaboración de este documento.

La nueva era, New Age, nouvelle ère, neues Zeitalter

Desde hace treinta años se viene formando una ola cultural/filosófica/religiosa que pretende reaccionar contra el presente estado de la humanidad y empujar la humanidad hacia una nueva conciencia, hacia una nueva forma de ser espiritual. A esta ola le llamamos la Nueva Era (New Age) y, hoy por hoy, no hay ningún aspecto de nuestra vida que no ha sentido sus efectos de alguna forma.

No. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. Es una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en común. Pero no tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común.

La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc… Pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.

Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era. Sus líderes y pensadores suelen ser gente de la "revolución contracultural" de los años 60 y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los experimentos de las comunidades utópicas. Hoy sus ideas están tan difusas que gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y evidente de su propia cultura o su estilo de vida. Depende de cada persona

Lo típico de la Nueva Era es el espíritu de individualismo que permite a cada quien formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. Pero hay algunas creencias comunes que casi todos los participantes de la Nueva Era comparten: amor sexo fe, posturas económicas políticas.

El mundo está por entrar en un período de paz y armonía mundial señalado por la astrología como "la era de acuario". Debemos entender que esto es solo una postura sincrética

La "era de acuario" Es fruto de una nueva conciencia en los hombres. Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida de la era de acuario.

Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de sí mismo.

Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad .contraria al pensamiento cristiano.

El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y el hombre es la manifestación de su auto-conciencia.

La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y, por tanto, también participa de su divinidad. Todo es "dios" y "dios" está en todo.

Todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo.

Hay "maestros" invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos.

Todos los hombres viven muchas vidas, se van rencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos.

Cuando alguien no acepta esta absurda visión de Dios, del hombre y del mundo, la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la nueva era.

Las ideas y los objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología trans-personal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes. Los mezcla y los comercializa de mil formas, proclamando el inicio de una nueva época para la humanidad. Pero, en el fondo, no parece ser más que otro intento vano del hombre de salvarse a sí mismo haciendo promesas que no puede cumplir y atribuyéndose poderes que no posee.

Normalmente echan mano a testimonios de experiencias subjetivas personales que son tan imposibles de verificar como lo son de desmentir. A veces se apoyan en mitos o en leyendas de las tradiciones de los antiguos pueblos. A veces toman datos de las ciencias y los aplican a la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos mundos.

Ninguno, el Dios de la fe católica es una persona, el "dios" de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima. El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El "dios" de la Nueva Era es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí mismo. El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él. El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. El "dios" de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la Nueva Era el amor más alto es el amor a sí mismo.

La Nueva Era dice que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos. Dice que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que El se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. De esta forma la Nueva Era le quita a Jesucristo su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculizan el hecho de que Dios se hizo hombre para "salvarnos del pecado

En absoluto. La reencarnación es la creencia en una cadena de regresos a esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, mi libertad sería inútil y mis decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida no tendrían ningún valor, pues a fin y a cabo tendría que hacerlo todo de nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de Cristo no tendrían sentido y su resurrección no nos aseguraría la redención. La resurrección es la transformación definitiva del ser humano y la entrada a la eternidad. Se muere una sola vez y a la muerte sigue la resurrección y el juicio. Como dice San Pablo: "Si nuestra esperanza en Cristo es únicamente para esta vida, ¡somos los más miserables de entre los hombres!" (1 Cor 15,19).

No. El verdadero ecologismo busca conservar el planeta y respetar todas las formas de vida, especialmente la vida humana que tiene un valor muy superior a todas las demás ya que el hombre fue hecho "a imagen y semejanza de Dios". El ecologismo exagerado de la Nueva Era dice que el hombre vale lo mismo que una ballena o un monte o un árbol. Llega a considerar al hombre como el peor enemigo del planeta en vez de verle como su guardián y su dueño.

Sí. La música "nueva era" se llama así porque se inspira en algunos temas de gran interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos antiguos, las culturas orientales, etc… Suele ser música instrumental, mezclada con sonidos naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin melodía ninguna.

La música "nueva era" es como cualquier otra música: una combinación de sonidos más o menos agradable al oído. Lo que podría hacerla "mala" sería algún contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música (vg. para ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar sentimientos negativos, etc.).

Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible, el hombre incluido, se reduce a una "energía cósmica". Según eso, mientras el cosmos esté en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas: una piedra, el viento, la mente humana, etc… Supuestamente hay cosas, lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro control de esta energía (vg. llevarse puesto un cristal de cuarzo, visitar una pirámide u otro lugar "sagrado" el día del equinoccio primaveral, realizar ciertas posturas del yoga, etc.).

Hay que ver y juzgar cada programa por separado. Pero algunos programas enseñan simples técnicas de relajamiento, concentración, memoria o fortalecimiento de la voluntad que producen resultados inmediatos en sus clientes. A estas técnicas, que no tienen nada de extraordinario, las revisten de un lenguaje pseudo-científico y las ponen como un gran descubrimiento o un secreto de la sabiduría antigua. Frecuentemente se pasa de una terapia psicológica o emocional al mundo espiritual, incorporando elementos del panteísmo, del gnosticismo o de la espiritualidad oriental sin prevenir al cliente. A los resultados más modestos en el campo humano se les atribuye un carácter sobrenatural. De ahí se convence al cliente de sus "poderes especiales", su "conciencia iluminada", o de cualquier cosa. Lo peor es que algunos de estos programas se presentan como un complemento excelente del cristianismo cuando, en el fondo, se basan en conceptos incompatibles con la fe católica.

La Nueva Era no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de tradiciones muy diversas, aun cuando hay contradicciones de fondo. Hay que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se centra en la persona de Cristo, lleva al diálogo amoroso con Jesucristo y desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración profunda y los métodos orientales de meditación encierran al sujeto en sí mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso omiso del evangelio de Cristo.

El yoga

El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra "yoga" significa "unión". Habría qué preguntarnos: ¿unión con qué?

Las antiguas técnicas de adivinación y el espiritismo siempre han provocado la curiosidad de la gente. La Nueva Era ha señalado un renacimiento del interés en el ocultismo, la magia, la astrología y las prácticas mediáticas. Son corrientes que pretenden dotar al hombre de poderes mentales y espirituales sobrenaturales y colocarlo como dueño absoluto de su propio destino. La Nueva Era borra las distinciones entre materia y espíritu, entre lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo imposible. Pero ningún esfuerzo de la Nueva Era logrará conciliar el ocultismo, el esoterismo o el espiritismo con la fe y la vida del católico.

Sus promotores

De alguna forma se puede llamar promotores de la Nueva Era desde una brujita que hace limpias en la Pirámide del Sol en Teotihuacán hasta famosas personalidades en los medios de comunicación que se dedican a temas de esoterismo comercial y popular. Pero hay algunas organizaciones internacionales que también operan en Hispanoamérica.

Algunas de estas organizaciones

La Sociedad Teosófica: fundada en 1875 en Nueva York por la rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), espiritista y médium. Su doctrina es una mezcla de espiritismo, ocultismo, principios gnósticos y espiritualidad oriental. Las creencias principales de la Sociedad incluyen la rencarnación, la comunicación con maestros desencarnados, el yoga, la astrología.

La Nueva Acrópolis: fundada en Argentina en 1957 por Jorge Ángel Livraga. Es un grupo ocultista y gnóstico inspirado principalmente en los escritos de Blavatsky y una mezcla de los conceptos de pensadores antiguos. Sus miembros buscan un estado espiritual superior a través de sugestivas ceremonias de iniciación y la utilización de muchos símbolos y ritos típicos de grupos paramilitares.

Control Mental Silva: fundado en Laredo, Texas en 1966 por José Silva (n. 1914), consiste en cursos breves de técnicas de control interno y concentración por las que se busca controlar las ondas mentales hasta alcanzar la Sobre-Conciencia o el dominio total de sus estados mentales. El método contiene elementos de espiritismo y sutilmente lleva sus practicantes al panteísmo. Maneja muchos conceptos fundamentales de la Nueva Era y centra la esperanza de salvación en los poderes mentales del hombre. A pesar del hecho de que muchos de los maestros del método hablan un lenguaje "cristiano" y aseguran a sus clientes que el método les ayudará en su vida espiritual, hay elementos substanciales del programa incompatibles con la fe católica. Últimamente la organización Silva en México se ha dedicado a recabar firmas de sacerdotes y monjas que aprueban el método para facilitar su promoción en ámbitos católicos.

La Meditación Trascendental: fundada en 1958 por Maharishi Mahesh Yogi en India pero no se popularizó hasta 1967, gracias a la publicidad ofrecida por los Beatles y otros artistas famosos de la contra-cultura de los años 60. En su doctrina, que nace del hinduismo, se busca la iluminación de la conciencia por la reflexión personal mediante la repetición de mantras (palabras sagradas) y ritos religiosos. Implícitos en las enseñanzas de la MT son el rechazo de doctrinas esenciales al cristianismo (un Dios personal, la Encarnación, la Resurrección, etc…) la veneración del Maharishi y del Guru Dev como santos y mensajeros divinos.

La Gran Fraternidad Universal: fundada en 1948 en Caracas por el francés Serge Reynald de la Ferriére (1916-1962), quien era muy activo con grupos de teosofía, astrología y la masonería. Su doctrina se basa en prácticas astrológicas, esotéricas y ocultistas, y afirma que todas las religiones son iguales, aunque favorece creencias y prácticas hindúes. Presenta un sincretismo religioso que apela a una ciencia superior que es la verdadera base de toda religión.

La Iglesia de Cienciología / Dianética: fundada por L. Ron Hubbard (1911-1986), novelista de ciencia-ficción que en 1950 publicó Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, un manual de autoconocimiento y desarrollo de potencialidad humana basada en el análisis de experiencias previas al nacimiento.

Las asociaciones de médicos más prestigiosas de los EE.UU. han condenado repetidamente las teorías y las terapias de la Dianética como totalmente carentes de base científica y dañosa para la salud mental. Su teoría es que todos los males humanos son causados por "engramas" o cargas negativas que se graban en lo inconsciente del hombre y provocan estragos continuos.

Para librarse hace falta una "audición" de parte de un experto que recomendará una serie de cursos que supuestamente llevará al cliente al estado de "claro" o libre de "engramas". La rencarnación y las experiencias extra-corporales forman parte de la doctrina de la secta. Hubbard también tiene escritos que atacan duramente al cristianismo.

La Iglesia de Cienciología ha sido definida como una secta destructiva y belicosa y sostiene muchas asociaciones de carácter social y humanitario para lograr mayor aceptación en la sociedad, por ejemplo: Narcanon y la Comisión Ciudadana de los Derechos Humanos.

Nueva Era se refiere a un conjunto no unificado de creencias y prácticas que se centran en promover la evolución espiritual del ser humano con un propósito primordial: el cambio global que permita a la humanidad entrar en un tiempo nuevo de paz, unión y armonía.

La Nueva Era no es una religión ni un culto, sino más bien un movimiento o corriente donde sus seguidores son libres de adoptar y descartar creencias según juzguen útil para su crecimiento espiritual.

Existen individuos que no se consideran miembros de la Nueva Era quienes sin embargo han adoptado sus prácticas o premisas. Igualmente, no todos los miembros de la Nueva Era reconocen o siguen todas las corrientes consideradas Nueva Era. Por ejemplo, existen personas que practican Reiki (una terapia energética considerada Nueva Era) que no creen en la reencarnación o el karma (en inglés). De igual modo, hoy en día muchos individuos creen y aceptan el concepto de karma o reencarnación, pero no se consideran de la Nueva Era o no siguen ningún otro concepto New Age.

Afirmaciones básicas

En el movimiento de la Nueva Era no existen doctrinas ni escrituras a seguir. La creencia principal es que la humanidad entrará en una nueva etapa donde no habrá guerras ni divisiones, pero esto se producirá sólo después de que cada individuo asuma responsabilidad por su camino espiritual y logre dar un salto drástico hacia la armonía con la energía universal. Para esto, existen una variedad de prácticas esotéricas que se cree promueven este cambio.

Como parte del proceso de transformación, se cree que todos estamos en la capacidad de desarrollar la habilidad de crear nuestra realidad, sanar nuestros cuerpos y mentes, y canalizar la energía divina, aunque esto sólo se logrará con disciplina y práctica.

Cuando un gran número de individuos logren esta transformación, la humanidad entera dará el gran paso hacia una era nueva de armonía y paz.

Otras premisas populares entre seguidores de la Nueva Era incluyen:

Panenteísmo. Se refiere a la creencia de que Dios es más grande que el universo mismo, es su creador y al mismo tiempo lo incluye pero no se limita a él. Todo lo que existe, incluyéndonos, es Dios.

Monismo

Todo está hecho de una misma sustancia o energía universal, por lo tanto todo está conectado en esencia.

Reciben el nombre de monismo las posturas filosóficas que sostienen que el universo está constituido por un solo arjé, causa o sustancia primaria. Así, según los monismos materialistas, todo se reduce, en última instancia, a materia, mientras que para los espiritualistas o idealistas (especialmente el idealismo hegeliano), ese principio único sería el espíritu.

Para los antiguos filósofos hindúes lo observado por los sentidos y las relaciones de causalidad son una ilusión; solo hay una realidad: Dios.1 Por tanto, Dios será esa causa primera que explica el resto del universo. Para los filósofos monistas materialistas contemporáneos la materia formada en la Gran Explosión dio lugar al universo y solo esta materia explica la realidad.

Filósofos monistas

son Tales de Mileto, Parménides, Heráclito, Anaximandro, Anaxímenes, Demócrito, Spinoza, Berkeley, Leibniz, Hume y Hegel.

La contribución más conocida de Leibniz a la metafísica es su teoría de las "mónadas", tal como la expuso en la Monadología. Las mónadas son al ámbito metafísico lo que los átomos son al ámbito físico/fenoménico; las mónadas son los elementos últimos conformadores del universo. Son "formas sustanciales del ser", con las siguientes propiedades: son eternas, indescomponibles, individuales, sujetas a sus propias leyes, no-interactivas, y cada una es un reflejo de todo el universo en su armonía prestablecida.El monismo neutral

Es una teoría filosófica que predica que la sustancia básica no es ni física ni mental sino que puede ser reducida a materia neutra cuya naturaleza no sería ni física ni mental. El monismo neutro fue introducido en el siglo XVII por el filósofo judío-holandés Spinoza. En la actualidad una versión de esta teoría ha sido desarrollada por el filósofo estadounidense Donald Davidson.

El materialismo tradicional, una variedad de monismo, considera que la sustancia primaria es material y física.

El idealismo es una forma de monismo filosófico que sostiene que el principio básico del universo es espiritual.

Los planteamientos monistas, al contrario que los dualistas, consideran que el ser humano es una única realidad, que es unitario, negando así la existencia de la mente como realidad distinta del cerebro.

El monismo materialista

Demócrito (cuyo principio constitutivo del universo, o argé, era el átomo) sostenía que toda realidad es un compuesto material fruto de la unión de átomos. Por eso el ser humano es puramente materia, y por tanto no existe inmortalidad del alma. El materialismo de Demócrito se fortalece a lo largo de los siglos XVII al XIX y XX, a través de filósofos como D`Holbach, Diderot y La Mettrie, que escribió el Hombre Máquina. Para él, el alma es una parte material del cuerpo identificada con el cerebro. Así, somos máquinas muy complejas que no necesitan dirección externa (alma) para realizar sus funciones. El materialismo mecanicista de La Mettrie fue sustituido en el siglo XIX por los de Marx. Dentro del monismo materialista, se distinguen varias posturas como el conductismo y el reduccionismo fisicalista.

El monismo espiritualista

Opuesto al anterior, afirma que todo lo real es mental, es decir, todo lo que existe es la percepción de tu mente. No existe materia, sino que es fruto de tu imaginación. El ser humano es concebido como una mente que se percibe y percibe a lo otro. En palabras de Berkeley, "esse est percipi" (ser es ser percibido), es decir, la realidad consiste en percibir o ser percibido. Solo existe una única realidad espiritual. Así no tiene sentido afirmar la independencia de cuerpo o materia, puesto que todo es nuestra percepción.

Como ejemplo particular se puede tomar el monismo idealista Hegeliano que, partiendo de la historicidad del ser, se sostiene en que el ser de la realidad objetiva es el no-ser: solo existe de manera ideal (en el sentido de que solo existe en la idea) y es esta la realidad. A su vez la tensión permanente entre el ser y el no-ser (en este caso entre lo ideal y lo real) es lo que da pie al desarrollo dialéctico del espíritu humano (en el sentido alemán del concepto).

Una aplicación concreta del análisis de la dialéctica idealista es el caso del desarrollo histórico del lenguaje, como unidad de la lengua y el habla. Aquí se observa que la lengua es ideal y general, mientras que el habla, su práctica, es completamente particular; es más: el habla es un conjunto de realizaciones concretas de su idealidad. Sin embargo, la tensión entre la lengua y el habla, como ejemplo del ser y no-ser, lleva a su desarrollo histórico y transformación de tanto de la idealidad de la lengua como de la práctica del habla. Siguiendo este patrón es que podemos entender la transformación del latín a cada una de las lenguas romances.

El monismo intermedio

Spinoza (1632-1677) propone una solución neutral. Spinoza no admite el dualismo cartesiano de las dos sustancias (material y espiritual). Para él, estamos compuestos por una sola sustancia que es Dios, de la cual solo conocemos dos atributos, la extensión y el pensamiento. Son dos atributos de la misma realidad, de modo que el monismo intermedio considera que hay una única sustancia de la cual solo conocemos dos atributos. Entonces cuerpo y mente son dos aspectos de una misma cosa, y por eso, ya no es necesario plantear el problema de su interacción.

Evolución del término

Como refiere Max Kistler, probar la existencia de la mente es un desafío para el monismo. El dualismo más potente ha sido el cartesiano, no ha sido lo suficientemente salvado, y ha llevado a postular sustancias independientes entre sí ya sean cuerpos sin mente (res extensa) como mentes sin cuerpos (res cogitans).2

Las formas extremas de monismo han derivado en el conductismo lógico y la teoría de la identidad psicofísica, ambas rechazadas. La primera planteando que formas superiores del comportamiento (v. gr. el lenguaje) no son reductibles a un comportamiento. La segunda, interponiendo el argumento de que no contempla el carácter cualitativo de la experiencia y de la conciencia, términos que hoy en día son muy afines.

El debate actual se ha desplazado a probar no ya la sustancia pensante sino las propiedades mentales.

Otra forma de monismo extremo, el eliminativismo intenta probar que no existen propiedades mentales. El monismo anómalo de Donald Davidson sostiene que cada estado mental es idéntico a un estado físico. El epifonomenismo tiene a las propiedades mentales como superveniencia de las propiedades físicas subyacentes.

Finalmente, la posición más en boga es, según Kistler, el funcionalismo: suerte de dualismo entre las propiedades mentales y las físicas. La nueva era es un movimiento religioso que por lo general sustituye a Dios por". Esta energía se pretende utilizar para lograr la autorrealización. Con este fin cada cual adopta creencias y prácticas de entre una multitud de posibilidades derivadas de todas las religiones existentes y de nuevas ideas que surgen continuamente. La nueva era se encuentra con frecuencia vinculada con los siguientes temas: Angelología, Autoayuda, Adivinación, Conocimientos Ancestrales, Energía, Espiritualidad, Filosofía, Metafísica, Libros "Sagrados", Literatura Védica, Meditación, Salud, Religión, Yoga.

El proceso de evolución espiritual del hombre es indetenible y avanza lenta e imperceptiblemente, pero de manera sostenida, y a pesar de que pareciera que estuviéramos en un callejón sin salida. Son tiempos de sufrimiento y de deshumanización abrumadora los actuales, producto de una sociedad sin alma y de una ciencia que actúa sin conciencia.

Sin embargo, muchos han comenzado a caer en cuenta que la ciencia, la tecnología y un nivel de vida más alto para algunos, no producen necesariamente seres humanos más felices, ni hacen al mundo un lugar más agradable. ¿Riñones? Muchas, pero la más importante es la ausencia de lo divino y lo esencial en el quehacer diario, es decir, la falta de Dios y de una vida divina genuina en el pensamiento, el sentir y las acciones del hombre. La consecuencia de esta reflexión genera como respuesta el nacimiento de un emergente movimiento espiritual mundial, espontáneo y transparente, que ha brotado de la luz interior de muchos hombres y mujeres, indistintamente del credo que profesen, nacionalidades, raña y condición social a las que pertenecen.

La Nueva Era representa el nacimiento de una nueva conciencia, una especie de apertura mental de tolerancia, fraternidad, reconciliación y una nueva manera de ver y de vivir la vida. La visión más nítida a la idea de lo que es la Nueva Era, la tiene uno de los idea dores del movimiento, David Spangler: "El nacimiento de una nueva conciencia y la percepción de la vida cotidiana como algo sacramental, como una búsqueda religiosa, intelectual, artística, afectiva y física de la experiencia sagrada que debería latir en el corazón de la nueva cultura holística que comienza a emerger y que habría de proporcionarnos un nuevo estilo de vida y una visión diferente del universo".

La Nueva Era es un movimiento de crecimiento natural interior del hombre, producto del proceso de evolución espiritual que jamás se detiene, como ya se señaló. Carece de jerarquía, de dirigencia, de sumos sacerdotes, organización, etc., y lo que es más importante, de dogmas de fe. No se trata de una nueva religión que viene a sustituir a las viejas, sino el desiderátum de todas las religiones, con un objetivo claro: el fomento de la fraternidad universal fundamentada en que todos los seres vivos y el cosmos entero son criaturas de Dios, por lo que no puede haber en el proceso del vivir nada diferente a unión y solidaridad entre los hombres, bajo una única consigna: la del amor por todos y para con todos.

En el núcleo del pensamiento de la Nueva Era reside la idea de que los seres humanos poseen muchos niveles de conciencia dentro de los cuales podemos perfectamente trabajar, sin quedar reducidos exclusivamente al nivel más inferior de todos, como es la vida material con sus apegos, confrontaciones, egoísmos, sectarismos, odio y violencia, temores y ansiedades.

La Nueva Era constituye una cultura emergente que enseña al hombre a conocerse a sí mismo como hijo de Dios que es. Promueve esta idea la unión fraternal de todos los hombres, así como también el cultivo del amor por la naturaleza y hacia todas las criaturas vivientes, además de la práctica de los valores humanos y del bien, que conducen indefectiblemente a las correctas relaciones humanas. En otras palabras, las enseñanzas verdaderas de Jesús de Nazaret.

El New Age, podado de algunos excesos y desviaciones producto de la mercantilización de estos tiempos, unificará todos los aspectos de la única verdad, admitiendo en su seno un sano sincretismo religioso. Este tendrá que ver con la promoción de la salud, la dieta, medicina natural, la práctica del yoga y la meditación, la creencia en la reencarnación como una verdad absoluta que los cultos oficiales deliberadamente ocultaron a los fieles, bajo un único credo: La Religión Universal del Amor y la Buena Voluntad. ¿Qué representa esto? Nada menos que el camino de la clasificación del hombre, quien se moverá con un nuevo grado de ampliación de conciencia.

La apertura mental y concienciar de la Nueva Era conducirá a la autorrealización espiritual, estando el hombre consciente de que como hijo de Dios que es, debe siempre actuar como un ser divino en su trato con los demás. Es lo que Pablo el apóstol quería significar cuando señalaba que era necesario crucificar al hombre viejo que llevamos dentro, para darle nacimiento al hombre nuevo.

Lamentablemente, tal como ocurre en todo, el movimiento de la Nueva Era ha sido penetrado por intereses materialistas y por ello existen en su seno charlatanes y aprovechadores que comercializan productos para la supuesta transformación del hombre, la curación de las enfermedades, la buena estrella, etc. Esas cosas nada tienen que ver con la Nueva Era. El New Age no desdibuja para nada a Dios ni a Jesús; mucho menos desecha las enseñanzas espirituales que los grandes maestros han traído a la humanidad; todo lo contrario, las reafirman, afianzan y remarcan hondamente en el corazón de cada hombre, puesto que su filosofía básica no es otra que la práctica del amor incondicional y el bien hacia todo y todos.

Esta meta de la autorrealización del hombre y su clasificación, será alcanzada sin la intermediación de ninguna de las organizaciones religiosas existentes, las cuales volverán a ser lo que en el principio fueron: simples sitios o asambleas de fieles en donde la gente se reúna para orar. Como se puede apreciar, esta última idea no es agradable a los hombres religiosos sectarios y por ello atacan acérrimamente a los movimientos de la Nueva Era, por constituirse en una grave amenaza a la pretensión autoritaria y el control que se adjudican las organizaciones religiosas sobre las almas de los hombres y su salvación.

X

Diversos estudiosos de este fenómeno han rechazado el uso de etiquetas terminológicas tradicionales para definir una corriente como la Nueva Era. Según Vicente Merlo, el término "movimiento" sería el más adecuado, ya que carece de las connotaciones de carácter institucional, dogmático o cultural que comúnmente se asocian a otros términos como "iglesia", "secta", "denominación" o "culto". Además, dada la dificultad de delimitar el concepto de "religión", también sería preferible calificar la Nueva Era como uno entre diversos "nuevos movimientos espirituales" surgidos en fechas recientes. Por su parte, Paul Heela insiste en que la palabra "movimiento" no debería implicar que la Nueva Era es una entidad organizada en ningún sentido, ya que está compuesta de diversos modos de operación careciendo de una administración central.

Su sistema de creencias no está unificado, es un agregado de creencias y de prácticas (sincretismo) a veces mutuamente contradictorias. Las ideas reformuladas por sus partidarios suelen relacionarse con la exploración espiritual, la medicina holística y el misticismo. También se incluyen perspectivas generales en historia, religión, espiritualidad, medicina, estilos de vida y música.

Algunas de estas creencias son reinterpretaciones de mitos y religiones previos, aunque sin ser consistentes con ninguna de ellas; habiendo así individuos que emplean un enfoque del tipo «hágalo usted mismo», otros grupos con sistemas de creencias establecidas que recopilan religiones, y aun otros sistemas de creencias fijos, como los clubs u organizaciones fraternales. Por ejemplo, pueden compatibilizar el dogma cristiano de la divinidad de Jesucristo con el karma como mecanismo de justicia, y a la vez negar la existencia del infierno. Es frecuente que los conjuntos de creencias así adoptados rechacen los aspectos más negativos de las mitologías o religiones en que se basan, adoptando los más agradables.

Algunos individuos cuyas creencias pueden ser catalogadas como de Nueva Era (incluyendo a los neopaganos) pueden sentir que la etiqueta es inapropiada debido a que puede ligarlos con otros credos y prácticas. Debido a la variedad de creencias a la carta, cualquier categoría coherente puede parecer restrictiva o incompleta

Algunos seguidores de la Nueva Era afirman que sus creencias derivan tanto de tradiciones religiosas y filosóficas judeocristianas o de Oriente Medio, como el ocultismo, y otras orientales, como el hinduismo y el budismo. La mayoría de los fenómenos mencionados en el epígrafe Temas relacionados pueden rastrearse en

Prácticas menos comunes en Europa y Estados Unidos durante los últimos siglos. Por ejemplo, la Sociedad Teosófica de mediados del siglo XIX, o la obra de Alice Bailey, exponían principios que pueden considerarse como precedentes de algunas de las ideas actuales de la Nueva Era: Aproximaciones gnósticas a las materias espirituales

Aproximaciones gnósticas a las materias espirituales.

Lecturas espirituales y canalizaciones mediúmnicas.

Clarividencia y tele videncia moderna.

Mesmerismo.

Creencia en poderes curativos de ciertos metales y cristales.

Utilización de la oración y la meditación como caminos hacia la iluminación.

Yoga. La práctica, la liberación

A lo largo del tiempo ha cambiado el grado de aceptación en la sociedad de estos credos y prácticas.

En sus inicios, el movimiento de la Nueva Era emergió como una coalición desorganizada, resultado del movimiento contracultural antibélico de los años sesenta en Estados Unidos y Europa y la espiritualidad hippie. En consonancia con el estilo alternativo de vida de los sesenta, los partidarios de la Nueva Era se sentían insatisfechos con las normas y creencias occidentales mayoritarias y ofrecieron nuevas interpretaciones de la ciencia, la historia y la religión judeo-cristiana.

Su vinculación con la rebelión juvenil puede ayudar a entender el enfoque de la Nueva Era, que enfatiza la elección individual en los asuntos religiosos; el papel de la intuición y la experiencia personal sobre la opinión de los expertos sancionada socialmente; y una definición de la realidad experimental, más que primariamente empírica.

De acuerdo con su relativismo, los seguidores de la Nueva Era creen que no contradicen los sistemas de creencias tradicionales, sino que completan las verdades últimas contenidas en ellos, separando estas verdades de la falsa tradición y el dogma. De otro lado, los miembros de otras religiones suelen señalar que el movimiento de la Nueva Era comprende mal estos conceptos religiosos, y que sus intentos de sincretismo religioso son vagos y contradictorios, punto en el cual están de acuerdo los escépticos y ateos, quienes sugieren que toda religión es la malinterpretación que el hombre da a causas naturales, agregándole elementos sobrenaturales de su propia superstición, y en el caso de la Nueva Era, esta corriente intenta validar toda clase de creencia paranormal sin tener en cuenta los orígenes de dichas creencias, incluso cuando muchas se contradicen entre sí.

Espiritualidad

Muchos individuos son responsables de la reciente popularidad de la espiritualidad de la Nueva Era, especialmente en EE. UU. James Redfield, autor de The Celestine Prophecy (Las nueve revelaciones) y otros libros afines a la Nueva Era presentan un sistema de vida abierto, basado en el espíritu y derivado de su propia filosofía macro cósmica referente al estado de la evolución de la conciencia de la humanidad. Marianne Williamson escribió su A return to love cuando terminó de trabajar personalmente sobre Un curso de milagros. La espiritualidad de la Nueva Era coexiste y se correlaciona con el cambio de paradigma fundamental de cada individuo.

La aproximación gnóstica de la mirada interior experimental y la revelación de la verdad puede estar cercana a las metodologías de la oración y la espiritualidad que utilizan los seguidores de la Nueva Era. Debido a la naturaleza personal individualista de la verdad revelada, algunos autores críticos identifican la Nueva Era como un movimiento neo gnóstico emparentado con la antigua gnosis con elementos de eclecticismo moderno. En Experiential Spirituality and Contemporary Gnosis Diane Brandon escribe:

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