Informe del Proyecto de Graduación para optar al grado de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Publicidad
- Objetivos
- Justificación
- Rechazo a la lectura
- La comunicación
- Tendencias educativas
- La adolescencia
- Enseñanza Media en Costa Rica
- La Radio
- Bibliografía
- Anexos
- Viaje al Reino de los Deseos
En la actualidad el sistema educativo costarricense está pasando por una crisis que los más optimistas la perciben como una coyuntura, aunque otros consideran que es estructural de varias décadas. En esta crisis, las directrices sobre la forma y los contenidos de los planes de educación sufren de varios males. Uno de ellos es, sin duda, el unilateralismo en la definición de esos contenidos, orientados verticalmente desde el propio Ministerio de Educación hacia los estudiantes, pasando a través y sobre los gremios educativos y consecuentemente sobre los mismos educadores pasivos ante el hecho. El ausentismo en los Congresos anuales de los educadores son una muestra más de la desidia y falta de interés por la innovación educativa.
Otro defecto es el anacronismo en los contenidos y la forma de desarrollarlos. Finalmente tenemos la invisibilidad de que han sido objeto los jóvenes y niños, quienes no existen como ciudadanos con derechos y deberes, y por tanto no se les toma en cuenta casi nunca en las decisiones respecto a los programas, a pesar de que son el objeto y la razón de ser del proceso de enseñanza. Generalmente los educandos son vistos como receptáculos vacíos, sin capacidad de análisis, ni de crítica ni de participación. A los ojos de los adultos son suficientemente inmaduros e ignorantes como para no ser tomados en cuenta, acto censurado por las múltiples leyes y reglamentos sobre los derechos de los niños y las niñas. Se está ante la dictadura de un Ministerio cerrado al cambio, o al menos hacia los verdaderamente efectivos; los jóvenes y niños de nuestro país han sido y son víctimas de la tiranía de la ignorancia en general, que paradójicamente domina a la mayoría de quienes dirigen, controlan y definen el sistema educativo costarricense.
Nuestro punto de vista no es aislado en lo absoluto. Por el contrario, es la síntesis del pensamiento de reconocidos investigadores que han visto la necesidad de modificar un sistema educativo que se origina en el siglo XIX y que sigue vigente en pleno siglo XXI. Paulo Freire, por ejemplo, advierte sobre el sometimiento de las voluntades individual y colectiva a las necesidades e intereses de aquellos que por tradición han detentado las directrices del proceso educativo:
"el educando es el objeto de manipulación de los educadores que responden, a su vez, a las estructuras de dominación de la sociedad actual. Educar, entonces, es todo lo contrario a hacer pensar, y mucho más aún es la negación de todas las posibilidades transformadoras del individuo vueltas hacia el ambiente natural y social en el cual le tocará vivir. Se convertirá, sin quererlo, por efecto de esa situación alienante, en un miembro más del status quo(…)
(…) La conciencia del analfabeto es una conciencia reprimida. Enseñarle a leer y escribir es algo más que darle un simple mecanismo de expresión. Se trata de procurar en él, concomitantemente, un proceso de concienciación, o sea, de liberación en su realidad nacional, como sujeto de su historia y de la historia." (1997; 13-14)
Con base en lo expuesto, se considera perentorio proponer una solución, más que solo criticar los baches que evidencia nuestro sistema educativo. El presente proyecto pretende reforzar, complementar y brindar una perspectiva diferente en cuanto al manejo de los contenidos en la materia de Español, específicamente en la literatura nacional, que pueda servir de modelo para comprender que el auge de las nuevas tecnologías (como los vídeo juegos, la computadora, la internet, y la telefonía celular) y otras más antiguas (la televisión), obligan a actualizar el manejo de los contenidos formativos para que sean transmitidos con métodos más acordes con la realidad inmediata de los adolescentes de hoy. Se habla de utilizar esos medios para educar, pero no como transmisores de los mismos contenidos, sino mediante procesos de verdadera realimentación y participación efectiva de los estudiantes. En estos procesos será precisamente el educando quien defina, en conjunto con el educador y las autoridades respectivas, los contenidos y su tratamiento en procura de un proceso formativo más empático con los jóvenes.
De esta manera, planteamos el tema, el problema y los objetivos de la presente investigación.
Tema
Adaptación de literatura costarricense a lenguaje radiofónico, para complementar la enseñanza formal del Español en secundaria.
Problema
En la actualidad los jóvenes no se sienten atraídos hacia la lectura en general y hacia la literatura en particular. Esto dificulta el correcto aprendizaje y estudio de la materia de Español en las instituciones de secundaria, en Costa Rica.
Proponer la adaptación radiofónica de obras costarricenses, como complemento para el estudio de la literatura dentro del colegio.
Objetivos Específicos
- Facilitar a los estudiantes de secundaria una alternativa de complemento a la lectura, para ser utilizada en la clase y que sea más afín con sus gustos y preferencias como adolescentes.
- Utilizar positivamente el interés de los jóvenes por la tecnología, particularmente por la radio, para mezclarlos con sus deberes académicos en el campo de la literatura, dentro del salón de clase.
- Investigar cuáles son los elementos radiofónicos, en su forma y contenido, que más agradan a los adolescentes de secundaria, para utilizarlos en la adaptación.
- Ofrecer una propuesta de adaptación literaria a guión radiofónico para obras escritas por costarricenses y que son de estudio obligatorio en secundaria.
Con base en los objetivos y con una idea específica de lo que se considera un problema en el sistema educativo, se aclara que el pilar fundamental de esta investigación recae en la opinión de los estudiantes de quinto año de secundaria sobre la materia de Español. Sus dudas, inquietudes, necesidades y deseos son recopilados como un primer paso más que obvio para proponer un proceso de comunicación en el que ambas partes, educadores y educandos, deben ser constructores y miembros del proceso.
El sustento de los criterios planteados arriba, como se evidencia, no se fundamenta en lo absoluto en una visión particular del investigador sobre la situación actual del sistema educativo costarricense. Por el contrario, se apoya en la recopilación de criterios adversos al status quo, ya no solo de los educandos, sino a la aceptación resignada de los propios jerarcas educativos sobre los enormes inconvenientes que les representa la enseñanza del Español y específicamente de la Literatura.
De esta forma, se tiene que el criterio generalizado de los estudiantes de secundaria coincide en manifestar un marcado rechazo por la gran cantidad de libros que deben leer para hacer frente a los exámenes de Bachillerato. Las opiniones de los adolescentes son confirmadas por Marjorie Loaiza y Mario Boza, coordinadora y excoordinador, respectivamente, de las pruebas nacionales de Español y exprofesores de segunda enseñanza. Boza manifiesta que "los muchachos ya no quieren leer, por más que se trate de hacerlos sentirse bien con la lectura no lo hacen; incluso, medio en broma y medio en serio preguntan que si el libro no está en película" (1999).
Mediante un proceso metodológico, se pretende brindar una propuesta sobre una posible alternativa que refuerce la lectura de algunas obras, principalmente nacionales.
Según el temario de Bachillerato para el período 1998-2002, los estudiantes de secundaria deberían dominar los contenidos de 12 obras del género Épico, que incluye Epopeya, y la Narrativa (Novela y Cuento), donde destacan La Odisea, El Quijote, Viaje al Reino de los Deseos y Greta.
En el género Lírico, los alumnos deberán asimilar 8 obras, que abarca poesías como Poema 85 y Poema 87 de Catulo. En el género Dramático (6 obras) destacan Hamlet y El anillo del Pavo Real.
Finalmente, en el género Ensayístico se suman dos obras, La palabra crea objetos, de Yadira Calvo, y Abel y Caín en el ser histórico de la nación costarricense, de Abelardo Bonilla.
Una de las razones de la desidia hacia la lectura es explicada por Yamileth Solano, quien considera que
"el Español es una lengua muy compleja, tiene muchas modalidades distribuidas en un extenso y discontinuo territorio, con más de 350 millones de hablantes que pertenecen a culturas distintas. Más de 300 millones de estos hablantes están en América. … A pesar de eso la mayor parte de los profesores de Español de nuestro país no tiene ningún reparo en poner a sus alumnos a aprender el español peninsular, particularmente el de Madrid, que es el que proponen los libros de texto de nuestra enseñanza formal." (1997; 67).
Si tomamos en cuenta que las obras responden a una realidad determinada, sea geográfica, política, social o temporal muy propia de cada una, la atención que los estudiantes deberían tener hacia esa literatura se disipa con mucha más razón.
Estudiada la promoción de los estudiantes durante el período 1996- 1998 (Vea Anexo 1), se observa un claro mejoramiento en la aprobación de la materia de Español. Sin embargo, si se compara la promoción específicamente en los ítemes que evalúan la lectura de obras tenemos un resultado modesto (Vea Anexo 1).
De acuerdo con el director de la sección de Pruebas Nacionales del Ministerio de Educación Pública, Marvin Loría, durante los últimos años se ha notado un constante mejoramiento en los resultados de las pruebas de bachillerato de Español, pero los cuadros nos permitirán deducir cómo el rendimiento en literatura no luce eficiente.
Aunque Español se mantiene entre las materias con mejor rendimiento (Vea Anexo 1), queda claro que hubo modificaciones drásticas en los temarios y forma de evaluar desde la Administración Figueres, en 1994, y que continuó el gobierno de Rodríguez a partir de 1998, ambos como parte del Plan Política Educativa Hacia el Siglo XXI. (Ministerio de Educación Pública: 1994; 3)
Pese al repunte tan positivo en la promoción del Español en ese período, en el cuadro también se puede observar que no es un fenómeno aislado y que por ejemplo en 1998 la mayoría de las asignaturas tuvieron un repunte drástico.
En el caso de la literatura, en la actualidad la materia de Español evalúa 21 ítemes. Los objetivos que evalúan las obras literarias van del 17 al 21 (5 en total). En todos los casos, el promedio de estudiantes que acertaron solo tres ítemes (lo mínimo para dar como alcanzado el objetivo) fue superior al grupo que acertó los cuatro, contrario al resto de objetivos donde se da una ligera ventaja del porcentaje de estudiantes que aprobaron los cuatro ítemes de cada objetivo respecto a los que acertaron solo tres.
Es evidente, entonces, una falta de rendimiento adecuado en el área de la literatura en relación con los otros temas de la materia.
La promoción del Español aumenta cada año, desde 1996 a 1998; sin embargo, eso es en el nivel macro. Cuando se analiza casos particulares como la literatura, tenemos que un 41.03% de los estudiantes no rinden para aprobar los objetivos del tema. (Vea Anexo 1). La preocupación por estos resultados es una de las razones por las cuales se plantea este proyecto de graduación.
La Viceministra de Educación en la Administración 1998-2002, Zaida Sánchez, manifestó que las razones claves del rechazo de la lectura son la falta de una cultura hacia ella, no sólo de los estudiantes, sino de los nuevos profesores que también pertenecen al mundo de lo audiovisual (los actuales educadores, con treinta años o menos, son "hijos" de la televisión) y es en estos criterios en donde se encuentra en sí el problema que se plantea en el presente documento. Podríamos afirmar, que buena parte de las dificultades de lectura radica en los sistemas educativos.
Sobre el problema que representa predicar sin el ejemplo, queda claro que no es un fenómeno aislado que implica únicamente al sector educación sino a todos los ámbitos del quehacer social, derivado precisamente de los fenómenos de la modernidad o postmodernidad, según sea el caso de desarrollo de los países latinoamericanos. De acuerdo con Guillermo A. Obiols y Silvia Di Segni, los cambios sociales originados en los avances tecnológicos no solo marcan los procesos de cambio hacia lo que se conoce como postmodernidad, sino que genera verdaderas transformaciones en las costumbres y formas de vivir de las personas. Según explican:
"No es difícil advertir la interrelación entre los diversos procesos de cambio: un descubrimiento tecnológico en el mundo desarrollado lleva a que tiempo después se instale un video-club a la vuelta de nuestra casa, lo que traerá como consecuencias, entre muchas otras, menos salidas al cine, con una reducción en el número de salas, y un mayor acceso al mundo de la imagen televisiva, con una reducción del tiempo dedicado a otras actividades; el generalizado uso del walk-man entre los jóvenes, replantea su relación con la música que se hace omnipresente en los contextos más diversos, incluida el aula de la escuela que debe dar alguna respuesta a este nuevo fenómeno" (1999; 1)
Samuel Escobar (2000; 20) advierte que aunque en muchos países latinoamericanos la postmodernidad aún no ha llegado a todos los sectores (como las zonas rurales) por razones económicas y sociales, muchas de las costumbres y estilos de vida importados han comenzado a formar parte de nuestra cultura, gracias a la influencia de los medios de comunicación bajo la sombra de los procesos de globalización. La postmodernidad se caracteriza por lo liviano, por tomar la vida como venga, por la cultura de lo desechable y lo reciclable (Obiolis y Di Segni: 1999; 65) y por una lucha incesante de simplificar la vida. Ahí entra a jugar un papel muy importante la tecnología que nos ofrece la internet para hacer la tarea sin necesidad de ir a una biblioteca ni leer varios textos y libros para encontrar lo deseado, pues la computadora busca lo que se necesita con base en una palabra clave. La ortografía ha dejado de ser un temor, pues los programas computacionales ofrecen un corrector automático. Muchos materiales como datos biográficos, mapas, historia, idiomas y ciencias se adquieren en discos multimedia, en vídeos y en audios.
Si bien esta propuesta trata sobre un producto de audio, existe una gran diferencia en el tratamiento, comparado con los materiales arriba citados. En su mayoría, aquellos son productos digeridos y masticados que apelan a la ley del mínimo esfuerzo.
Por una parte la postmodernidad trae consigo grandes avances que alivianan la carga del diario vivir, pero aún así tiene sus defectos al igual que otras épocas.
Uno de los peros de la postmodernidad es la parte negativa de la simplificación de la vida a la que ya se ha hecho referencia. Es precisamente este proyecto una propuesta que no se ubica ni en el extremo negro ni en el blanco, sino en los matices grises que estos polos ofrecen. De ahí la conjugación de la educación mediatizada y la educación formal, temas que abarcaremos más adelante.
Dos aspectos fundamentales que se deben recalcar sobre nuestro momento histórico postmoderno son la relatividad y la variedad en todos los campos de la vida donde se incluye a las personas. De ahí, lo perentorio que resulta establecer un nuevo sistema educativo que procure la valorización de todas esas variables. El siguiente análisis de Daniel Salinas nos permitirá comprender mejor el fenómeno postmoderno:
"La modernidad se basa en absolutos, en principios innegociables que conducirán indefectiblemente a un mundo sin problemas. Pero, de acuerdo a los autores postmodernos, las pretensiones absolutistas de la modernidad sólo trajeron sistemas opresivos, guerras de trincheras y campos de concentración …Si esto es lo que produce los absolutos, debemos entonces sospechar de todo absoluto." (2000; 59).
Costa Rica no escapa a este fenómeno mundial de educación absolutista, impositiva, rígida y anacrónica a nuestro momento postmoderno. Aunque un estudio de 1984 establece que en Costa Rica no existe un método específico para la enseñanza de la literatura en particular y la educación en general, lo cierto es que todos los que se han utilizado y se siguen aplicando caben dentro del mismo saco de la educación tradicional. Se emplea métodos como el ecléctico, el de palabras claves, el silábico, el fonético, el global. No es relevante explicarlos, lo importante es que han demostrado su inoperancia, al menos en niveles aceptables. (Ministerio de Educación Pública: 1984; 11).
Sea cual sea el sistema que se utilice, queda claro que la educación costarricense se fundamenta en los arcaicos ideales en los que el fin justifica los medios.
En la educación en general el fin es que el estudiante apruebe y punto. Se deja de lado el verdadero aprendizaje y se premia la repetición de lo expuesto por el educador.
De acuerdo con Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto,
"La escuela se desentiende del aprendizaje de sus estudiantes. Entre la lección y la devolución en la información recibida a través de una prueba o examen, sucede algo: el aprendizaje. Eso no es problema ni del docente ni del sistema (…) para la escuela enseñar es transmitir y aprender es poder repetir lo transmitido (…) el hecho de desentenderse del aprendizaje implica lo siguiente:
-un sistema improductivo…
-un sistema pobre en acumulación de experiencias;
-un sistema que constituye un verdadero despilfarro de capacidades;
-un sistema incapaz de abrir cauces a la imaginación y la inventiva;
-un sistema individualizador;
-un sistema desactualizado, ocupado en enseñar cadáveres;
-por lo mismo, ahistórico;
-un sistema ajeno a la vida" (1994; 7)
Aunque fuertes, los criterios de Gutiérrez y Prieto ilustran con certeza lo que constituye nuestro sistema educativo actual. Un sistema que privilegia la repetición de conceptos y donde incluso se menosprecia la propia literatura al evaluar, por ejemplo, de un libro tan extenso como Don Quijote de la Mancha, solo tres o cuatro aspectos. El apoyo con materiales como el propuesto en el presente documento busca, precisamente, colaborar en alguna medida con la enseñanza con aprendizaje, en la que se busque el enriquecimiento del educando y no solo que responda lo que se quiere oír, como una grabadora.
Otro aspecto importante del rechazo a la lectura es la relevancia de la radio o la cultura auditiva creada por ella como medio de enseñanza, la cual es valorada en este proyecto como herramienta.
En estos tiempos resulta ilógico rehuir a la realidad que nos revelan las nuevas tecnologías; la capacidad de utilizarlas como medio auxiliar para el aprendizaje es la clave. "Estamos entrado en una sociedad nueva: nuevos modos de educación, de trabajo, de ocio, de cultura, de información…" expresa María Carmen Gascón (1991; 7) sobre la necesidad de adaptarse a la realidad actual, postmoderna, donde la tecnología juega un papel vital en la educación. Es precisamente esa nueva cultura que se ha generado, se genera y que se seguirá creando, a la que hay que adherirse si se quiere responder de verdad a las necesidades de aprendizaje de nuestros jóvenes.
La educación sistemática ya no es suficiente para lograr aprendizaje. Se debe iniciar un franco proceso de lucha contra la repetición mecánica y pelear por una real y efectiva participación del estudiante en su propia formación.
"La radio, dentro de la educación no formal tiene el poder anticipatorio de convertir la creatividad en un derecho: un derecho individual para que cada ser descubra sus posibilidades, y dotado de iniciativa, recursos y confianza, desbloquee las inhibiciones que reducen sus perspectivas." (Gascón:1991, 8)
Se toma de Gutiérrez y Prieto el concepto de mediación pedagógica, entendido como "la promoción del aprendizaje en el horizonte de una educación concebida como participación, creatividad, expresividad y relacionalidad" (1994; 31,32). Según esto, la participación implica tomar en cuenta al estudiante en la toma de decisiones respecto a la forma de recibir conocimientos. La creatividad apela a los objetivos de redefinir, redescubrir y reinventar. La expresividad busca promover la capacidad de comunicarse y la relacionalidad se refiere en gran medida al aprendizaje cooperativo, es decir aprender con otros y de otros.
La radio o un fonograma como la adaptación que se propone es un intento claro de mediación pedagógica. El trabajo de campo permite la participación de los jóvenes en la toma de decisiones en cuanto a contenido y forma del producto, y sus aportes permiten generar nuevas ideas para expresar un mensaje hasta ahora impreso.
Por otra parte, la discusión del producto radiofónico permite la expresividad y la relacionalidad que complementan la mediación.
De la misma forma que la familia, la iglesia y la escuela, en Costa Rica la radio se convirtió en un socializador más de los individuos e incluso formó parte vital de la historia costarricense en el siglo XX. Además, dicho medio de comunicación podría catalogarse como el principal y el que "más acompaña" y "acompañó" a las personas de la centuria ya finalizada. Los walk-man, los equipos de sonido en el hogar y en el trabajo, y la propia internet, son algunas de las formas de acceder a la radio con facilidad.
Si los individuos otorgan tanta credibilidad a los medios de comunicación, sea o no una falacia de autoridad, resulta inteligente aprovechar esa empatía para educar.
Aclarando así el gran valor de los medios de comunicación en general, y de la radio o la comunicación auditiva en particular, es que se considera necesario ofrecer una propuesta que refuerce el aprendizaje de los estudiantes de secundaria en una de las áreas del saber como el Español, y específicamente en la Literatura.
Para alcanzar los objetivos planteados en el proyecto, se buscará aportar una serie de conceptos que permita a los ejecutores tener una noción clara de cómo aplicarlo. Además, se efectuará un trabajo de campo con estudiantes, como parte de la realimentación para conocer las necesidades respecto a alternativas a la lectura y conocer cuáles elementos podrían beneficiar más el contenido y la forma de la propuesta de guión.
La aplicación de un cuestionario permitirá no solo obtener una guía para crear el guión, sino evidenciar aquellos aspectos que, por lo general, no se toman en cuenta cuando se busca una explicación al bajo rendimiento. Por ejemplo, debido al bombardeo tecnológico, la forma de educación o los importantes problemas individuales de cada joven, no todas las personas son eficientes (entiéndase rápidos y buenos comprendedores) en la lectura que realizan. Algunos tienen problemas para concentrarse, otros no tienen o no poseen las condiciones necesarias para realizar una adecuada lectura (no tienen escritorio, buena iluminación en su habitación, mucho ruido en su casa, mucho silencio en la biblioteca, trabajan). Son miles de factores que siempre son incomprendidos por algunos educadores que les interesa, ya se dijo, el fin último de la respuesta correcta y el buen rendimiento por encima de las dificultades que se puedan presentar y la formación adecuada en sí.
La clave de esta propuesta es una adaptación del texto que permita seleccionar algunos personajes, escenas, o situaciones y darle un tratamiento diferente que, eso sí, no desvirtúe la riqueza legítima del texto. "El principal factor que imposibilita la adaptación fiel de una historia es el tiempo(…)De ahí que se tengan que eliminar personajes, escenas o diálogos de la historia original" (Maza y Cervantes: 1997; 72). El reto no es fácil, "…el drama radiofónico exige mayor creatividad al guionista para poder mantener el interés del público." (Maza y Cervantes: 1997; 59). Lo importante es que si el producto radiofónico que se pretende resulta exitoso, se habrá dado un gran paso hacia una participación eficaz y eficiente de la tecnología en la educación formal. Habrá que aceptar que las exigencias de la cultura actual no permiten un aprendizaje sin el apoyo de la educación no formal, esa que representó con muy buenos resultados la radio en gran parte del siglo pasado, en el que la apropiación de conocimientos se basaba esencialmente en una cultura oral.
La intención es dar dinamismo, interés y jovialidad al texto para que sea más llevadero en su entendimiento. Como punto central, la adaptación busca introducir el humor y una redacción (narración) más directa que excluya detalles propios del arte literario, que pueden ser disfrutados en el texto.
En conclusión, como lo indica Yamileth Solano, ningún libro, ninguna forma de hablar, ni ningún dialecto es mejor o peor que otro; son simplemente adecuados o inadecuados a las situaciones y realidades particulares, como la de los jóvenes actuales (1997; 70).
En nuestra opinión, ningún medio que se utilice para informar, educar, formar y generar aprendizaje es mejor o peor que otro, adecuado o inadecuado; es útil u obsoleto de acuerdo con las necesidades de apropiación de conocimientos de los educandos que se definen por el momento histórico, por el entorno social y tecnológico y hasta por la misma moda.
Para tener una idea clara de lo que este proyecto propone, resulta necesario contextualizar una serie de conceptos que jugarán una función vital dentro de la estructura de este texto. Dos definiciones fundamentales son la de comunicación, como necesidad propia del ser humano, y la de educación.
El hombre por definición es un ser que necesita formar parte de un entorno social con el que se sienta identificado y más aún, necesita saber que pertenece a ese grupo. Los medios de comunicación cumplen una función mediadora, en muchos casos, entre la transmisión de alguna ideología, pensamiento o idea y los individuos, pero debe existir un claro conocimiento de los perceptores para generar mensajes acordes con los contextos, creencias, valores y otros elementos que conforman la cognición de las personas. Como manifiesta Mario Kaplún en forma sucinta, la comunicación se da cuando dos o más seres o grupos sociales intercambian experiencias, conocimiento… etc. (1998; 52).
Es la comunicación, entonces, el proceso a través del cual los individuos nos logramos integrar a ese colectivo, sin el que sería imposible sobrevivir. Aquí no hablamos de la comunicación en el sentido estricto del lenguaje verbal (pues dos personas de cultura e idioma diferentes pueden comunicarse mediante los gestos y las señas, que lógicamente deben tener un referente común). Cualquier forma de comunicación debe pertenecer a un código preestablecido para que el perceptor consiga decodificar dicho mensaje, de la misma forma en que el emisor lo codifica.
Algunas de las explicaciones más acertadas sobre la trascendencia de la comunicación en la sociedad son las que esgrimen Santiago Blanco y Kattia Morales. De acuerdo con ellos,
"la comunicación traduce el pensamiento en acto y refleja todos los conocimientos, las emociones, las ideas, las carencias y las aspiraciones, tanto individuales como colectivas, que le permiten la continuidad de la vida social" (1992; 21).
Desde un punto de vista básico, la comunicación "proviene del latín communis, común. Al comunicarnos pretendemos establecer algo en común con alguien o, lo que es lo mismo, tratamos de compartir alguna información, alguna idea o actitud." (Schramm: 1986; 3). Este proceso requiere de tres elementos:
En primera instancia tenemos el emisor. Éste es aquel individuo, medio de comunicación, o conjunto de personas que codifican (crean, producen, elaboran) un mensaje con sentido, con el propósito de transmitirlo a un destinatario. Quien emite el mensaje puede codificar y el perceptor puede decodificarlo, pero el entendimiento claro del mensaje depende siempre de un referente común. Si las experiencias propias de cada uno, (emisor y perceptor) son dispares, posiblemente el destinatario comprenderá un mensaje diferente al que procuró emitir la fuente ( Schramm: 1986; 5).
El mensaje es el conjunto de códigos significantes que se emite con un propósito a un perceptor. El perceptor o destinatario es el que toma el mensaje y lo decodifica o interpreta y adquiere así el conocimiento, la información y el mensaje. De acuerdo con Schramm (1986; 11), el mensaje debe captar la atención del destinatario, le debe remitir a experiencias comunes y debe evocar necesidades y ofrecer satisfacción de ellas.
Otro elemento que se debe citar y que es de trascendental importancia para que se dé un proceso de comunicación en dos vías (emisor, perceptor y viceversa) es la realimentación, que no es más que recibir o decodificar la respuesta a un mensaje emitido.
Citamos la realimentación o comunicación de retorno ya que para este proyecto es fundamental conocer las necesidades que en el campo de la lectura tienen los estudiantes de quinto año, y producir un mensaje radiofónico adecuado para ellos.
1.1 Tipos de comunicación
Debemos aclarar que la comunicación se puede dividir en dos grandes áreas: la mediatizada y la desmediatizada. Esta última se efectúa sin la intervención de un medio de comunicación.
La comunicación de masas implica la utilización de medios técnicos, o sea, se necesita recurrir a canales como la radio o la prensa para emitir el mensaje a un grupo amplio de personas. Citando a Charles Wright, Blanco y Morales explican que la comunicación de masas es aquella en la que no se puede dar el intercambio o transmisión de mensajes cara a cara. Es decir no cabe la interacción personal, pues el auditorio es muy grande, anónimo y heterogéneo y, por tanto, tampoco hay garantía de realimentación. (1992; 39).
El público es heterogéneo, puesto que se llega a un número de personas tan grande que pertenecen a diferentes estratos sociales, edades, sexos, niveles económicos, etc., y en eso es particularmente efectiva la radio. Es anónimo, ya que al ser un grupo tan grande impide conocer a todos los destinatarios.
En ambos casos, la información pasa por un filtro. En los medios masivos corresponde a la agenda, a la política editorial, a la ideología a la que está adscrita el medio o bien el productor, escritor o director. La comunicación desmediatizada tampoco escapa a los filtros: por ejemplo no es diferente la opinión de la Iglesia Católica sobre la forma correcta de prevenir el embarazo o las enfermedades sexuales, a la planteada por el Ministerio de Educación Pública (MEP); la concepción de estos temas se basa en lo que la Iglesia Católica dicta como "correcto".
Queda claro que los medios de comunicación, así como aquellas personas a quienes se les confiere credibilidad necesaria para ser líderes de opinión y lograr persuadir, (Burgoon y Miller: 1986; 235) generan constructos o visiones de la realidad que transmiten a sus públicos. Son precisamente los adolescentes quienes están, por su falta de definición de personalidad, más expuestos a ser influenciados por los mensajes provenientes de fuentes generadoras de credibilidad. Cabe aclarar que según algunos estudios en Costa Rica la radio tiene 49% de la credibilidad de los oyentes, la prensa escrita 34% y la televisión 17%. (CANARA: 1999; 11)
La comunicación eficaz se logra mediante la generación de credibilidad y a partir de ella busca persuadir, convencer, enseñar o informar, entre otras acciones. El grado de éxito de la comunicación depende de las creencias, valores y opiniones que tienen los destinatarios sobre el mundo que los rodea, en general, y sobre el tema del mensaje en particular. En los tres casos, los jóvenes son presa fácil de influencias que buscan cambiar esos valores, creencias u opiniones. Pretendemos cambiar las creencias, ya que, de acuerdo con Burgoon y Miller, es el componente del conocimiento que puede ser cambiado con mayor facilidad. Explican que incluso no es necesario un incipiente proceso de persuasión, discusión o debate, pues con solo presentar la información correcta es suficiente para generar el cambio de pensamiento (1986; 235). Ese cambio lo buscamos en cuanto a la percepción que los estudiantes de secundaria puedan tener ante la literatura en general.
Para el caso que nos ocupa recurriremos, entonces, a la comunicación mediatizada o comunicación de divulgación, como prefieren llamarla Morales y Blanco (1992; 23). Ellos explican que es aquella en la que un emisor le habla a millones de personas a la vez, a través de un medio de comunicación.
1.2 Funciones de la comunicación
Blanco y Morales citan en su tesis una serie de funciones de la comunicación, tomadas del informe de la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de la Comunicación, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (1992; 24-26). Las funciones son rescatables, aunque están definidas de acuerdo con la importancia que tienen para la conformación y cohesión de los Estados Nacionales. Dichas funciones son:
- Informar: "acopiar, almacenar, someter a tratamiento y difundir noticias, datos, hechos… etc."
- Socializar: Esta función busca generar en el colectivo una serie de nociones comunes de conocimiento que permita la integración de todos los individuos.
- Motivar: "perseguir los objetivos inmediatos y las finalidades últimas de cada sociedad."
- Debatir y dialogar: Se refiere al intercambio de opiniones en procura de lograr acuerdos, solucionar divergencias, todo en beneficio del interés común y público.
- Educar: Es la función que más nos interesa para este proyecto, de ahí que más adelante hablaremos de la relación educación-comunicación, o la educomunicación. La función educativa procura "transmitir los conocimientos que contribuyan al desarrollo del espíritu, a la formación del carácter y a la adquisición de conocimientos y aptitudes en todos los momentos de la vida."
- Promover la cultura: se refiere a la divulgación de expresiones artísticas.
- Esparcimiento: Difunde aquellas manifestaciones de arte y entretenimiento que buscan la diversión de los individuos, se puede citar el teatro, la música, el deporte, las actividades recreativas, etc.
- Integrar: "facilitar el acceso a la diversidad de los mensajes que necesitan todas las personas, grupos o naciones para conocerse y comprenderse mutuamente". (1992; 24-26)
Las definiciones sobre educación son tan variadas como los autores. Pretendemos ofrecer algunos conceptos generales sobre este término y particularizar sobre otros significados que se le dan en Costa Rica. Lo más relevante es adquirir una conciencia clara sobre la importancia de la educación, un elemento socializador tan trascendental como la misma comunicación.
Es obvio que la educación no integra a los individuos a la vida social, sino a ciertos sectores de ella, en tanto una persona sin educación formal (aquella que se lleva a cabo mediante canales o vías oficiales, como lo son la escuela, el colegio y la universidad) no necesariamente está excluida de la vida social; solo ejecutará un rol diferente respecto a quienes tienen más educación. Incluso hay diferentes formas, categorías y niveles de educación que son las que les permite a los individuos integrarse a ciertos campos sociales y laborales.
De esta forma, el que un joven no apruebe los exámenes de bachillerato lo excluye de la posibilidad de integrarse al grupo social de universitarios, pero no le impide formar parte de un grupo laboral que no exija ese título.
De acuerdo con Morales y Blanco (1992; 27), es mediante el aprendizaje que los individuos están en capacidad de generar transformaciones dentro de la sociedad y dentro de los diferentes grupos de pertenencia.
Hemos guiado el concepto de educación por senderos prefijados, caminos que conducen todos hacia una idea de educación en la que los educandos participan, influyen, critican y generan sus propios conocimientos; definimos el concepto de educación como educación popular, ambos ligados, y si se quiere hasta sinónimos.
Para Elina Hernández la educación popular es fundamental por su participación en todos los sectores sociales, en esencia porque logra generar esos cambios sociales que son los que permiten el desarrollo de las sociedades. En sus propios términos, Hernández concluye su percepción de cómo debe ser vista la educación popular:
"Educación popular como proceso de reflexión y análisis sobre la práctica que genera nuevos niveles de conciencia y de comunicación. Educación popular como acción cultural, como transformación del hombre por medio de la influencia que este ejerce sobre el mundo, así como el compromiso, a la actitud crítica, a la participación, a la valoración del saber y de la cultura y al aprendizaje por la acción"(1997).
Aclaramos que Elina Hernández habla de "educación popular" por ser una perspectiva en la que la educación va enfocada hacia públicos marginados y poco alcanzados por la educación, aunque es evidente que su esencia debe aplicarse a la intención educativa de toda una población sin distingos, como advierten los teóricos costarricenses que se citan adelante. Hernández explica a la educación popular como aquella cuya premisa se fundamenta en la búsqueda del cambio social y enfocada a las clases menos favorecidas, los campesinos y la misma clase media empobrecida, como los sujetos de esa transformación (noción que apela a las teorías marxistas sobre la revolución del proletario como única fuente generadora de cambio social efectivo).
La aplicación de dicho modelo de educación popular se basa al igual que la educomunicación, el aprendizaje cooperativo y la mediación pedagógica, en procesos participativos y críticos por parte de los educandos. Por la afinidad tan estrecha entre educación y comunicación, en este proceso juegan un papel preponderante los medios masivos como instrumentos (armas, desde un punto de vista marxista) para establecer los cambios propuestos y necesarios. (Hernández: 1997)
Algunas definiciones de educación emitidas por reconocidos costarricenses nos permitirán entender mejor la concepción que se tiene en nuestro país y facilitará la comprensión del porqué de nuestro sistema educativo, particularmente en la enseñanza media.
Dos definiciones que concuerdan con la visión transformadora y evolutiva del término educación popular, explicada arriba, es la que comparten Fernando González y el exministro de Educación Pública, Francisco Antonio Pacheco.
El primero indica en su libro Desarrollo Histórico del Proceso Pedagógico Costarricense que
"Es la educación la que hace posible que la cultura pierda su carácter conservador y tradicional, al preparar a sucesivas generaciones para que actúen sobre la herencia cultural y la enriquezcan con nuevas aportaciones, transformando y cambiando, a veces de manera profunda y radical, los valores heredados. Por eso la educación es un poderoso instrumento de transformación y de progreso." (González: 1987; 31)
De la misma forma que González explica el carácter transformador de la cultura, Pacheco expresa que la educación debe dirigirse por el camino que conduzca al país a la modernización (transformación) y que así se pueda atender las necesidades que el proceso de desarrollo vaya demandando (Entrevista Publicada en el Semanario Universidad: 1989; 12).
Aunque apegados todos a una definición del término educación en función de los intereses de una nación, en este caso Costa Rica, la exministra de Educación Pública, María Eugenia Dengo, establece que
"la educación en cada país está estrechamente vinculada con el carácter nacional, en el sentido de que uno actúa sobre el otro recíprocamente, y con el sentido de unidad nacional, que comparten como colectividad… En este sentido puede afirmarse que la educación en Costa Rica es un factor decisivo en el desarrollo de la nacionalidad." (Sin fecha;1)
Esta última definición contradice en parte la función transformadora de la educación, ya que aboga por una reproducción de la cultura nacional y de los sistemas sociales y educativos así como son heredados. Por otra parte Pacheco y González hablan de una educación abierta al cambio, en la que ambas partes, educandos y educadores jueguen un papel importante en la transformación de las ideas y de los métodos para generarlas, no de reproducir el ser nacional y los conceptos aprendidos.
Hay un estrecho vínculo entre una adecuada educación y la posibilidad de éxito o no en el progreso y desarrollo de una sociedad; en tanto la educación permita generar espacios de discusión, así se generarán los procesos sociales que permitan la mutación de una sociedad. Para Lilliana Edgerton, "Es a través del diálogo y la problematización que las personas desarrollan el sentido crítico y, como consecuencia, transforman su realidad." (1999; 66). Desde luego no se transforma solo la realidad propia, sino la del grupo social al que se pertenece.
Kaplún desarrolla ampliamente el concepto de educomunicación, en la que vincula la comunicación con la educación. Lo fundamental es que él no basa su neoconcepto en una definición anacrónica de la educación, más bien la ataca.
Para Kaplún la educación es un concepto similar al planteado líneas arriba, "es un proceso permanente, en el que el sujeto va descubriendo, elaborando, reinventando, haciendo suyo el conocimiento." (Kaplún: 1998; 50).
La educación no formal (no ejecutada por la escuela, el colegio etc.) que se verá adelante, es la principal y más fuerte generadora de cambios en la cultura nacional. Ante su fuerza es imposible procurar el mantenimiento del status quo, hay que saber adaptarse correctamente a ese cambio.
Es precisamente este proyecto un modesto intento de unir la educación formal (que exige la lectura de ciertas obras) con la educación no formal (utilizando un medio masivo para complementar un proceso educativo). Es decir, pretende ser una adecuada combinación entre el hábito de la lectura, muy venido a menos, y la realidad actual sobre el poder de los medios.
Si la educación es considerada como un proceso constante de cambio y progreso, es imposible pretender educar o generar empatía hacia un método o sistema educativo que es anacrónico y que no ofrece las herramientas para que los educandos se interesen no en transformarse (pues eso lo logra la educación informal), sino en progresar y avanzar con la transformación.
De acuerdo con Mario Kaplún (1978; 25), se puede definir tres tipos de educación. La primera es la que pone énfasis en los contenidos, es la educación tradicional en la que los individuos son simples receptores de información y reproductores de ella, como lo es el sistema educativo costarricense. Se debe concluir por tanto, que esta forma de "educar" imposibilita cualquier progreso ya que no permite la transformación de los conceptos y de las ideas base.
La segunda perspectiva pone énfasis en los resultados (como se citó en la introducción, el sistema educativo de nuestro país se fundamenta en el logro de los objetivos). El cumplimiento de las metas, expresadas por una calificación y en la que no se toma en cuenta el proceso y las dificultades de los estudiantes, refleja un sistema educativo rígido excluyente donde solo los que logran la meta son recompensados. Como explica Kaplún se promueven valores mercantiles, consumismo, individualismo y competencia, no se valora la criticidad (1978; 26). Sería injusto hacer una generalización al respecto, pero las pocas experiencias contrarias a este manejo de la educación más bien legitiman las aseveraciones, como la excepción que confirma la regla.
La tercera perspectiva es la mejor vista por Kaplún, es la que coincide con las teorías de Pacheco y González. Es la que pone énfasis en el proceso, los elementos fundamentales son la interacción, el progreso, la transformación, la crítica y la inteligencia.
Para comprender mejor la importancia de esa apertura al cambio verdadero del sistema educativo citemos, desde un punto de vista más individual, otra definición de la educación. Adalberto Fernández en su obra La Educación, Constantes y Problemática Actual explica algunas ideas al respecto. Según su criterio, la educación es un proceso dinámico en el que los individuos buscan la perfección (o su mejoramiento como personas) para insertarse en su medio social (cambiante).
La educación es el instrumento que permite a los individuos alcanzar sus metas y objetivos; dicho proceso genera una transformación en la que la persona continúa en evolución constante (1983; 21) y (agregamos) es el proceso que permite generar cambios en el ámbito social de cada individuo.
2.1 Educación Formal y No Formal
Debemos diferenciar los dos tipos de educación, la formal y la no formal. La primera es aquella que se lleva a cabo mediante canales o vías oficiales, como lo es la escuela, el colegio y la universidad. La segunda es aquella que se logra por el contacto con la familia, con los amigos, producto de las experiencias, o por medios de comunicación que permiten que el individuo adquiera conocimientos generales o específicos sobre temas de interés que van generando una "cultura general" y que cada día va creciendo. En otras palabras, la educación informal o asistemática "es aquella cuyo aprendizaje se da a través de la interacción o de la convivencia diaria con el contexto social inmediato en el que se desenvuelve el grupo humano". (Blanco y Morales: 1992; 32)
Es por eso que este proyecto toma mucho más valor en su propuesta, "estamos entrando en una sociedad nueva: nuevos modos de educación, de trabajo, de ocio, de cultura, de información, están naciendo ya." (Gascón: 1991; 7). La educación asistemática no solo es un medio para apoyar un proceso específico de educación formal, como en este caso es el estudio de la materia de Español, sino que permite el aprendizaje por vías informales como la radio.
"La radio, dentro de la educación no formal, tiene el poder anticipatorio de convertir la creatividad en un derecho: un derecho individual para que cada ser descubra sus posibilidades, y dotado de iniciativa, recursos y confianza, desbloquee las inhibiciones que reducen sus perspectivas" (Gascón:1991; 8).
La radio, entendida en esta propuesta como producto auditivo, lograría llegar a grupos que por sus limitaciones económicas y geográficas no pueden acceder a aspectos de la cultura tan importantes como la literatura. Es por ello que este trabajo representa una equilibrada conjugación entre la educación formal y la no formal.
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