Cuanto más autoritario el líder más confianza les despertará, y se sentirán patrióticos y muy leales al luchar por el mantenimiento de las tradiciones y las distinciones de clase, así como de los sistemas educacionales de rígida disciplina y de las instituciones religiosas, mientras que condenarán sin piedad a los anormales sexuales.
En cambio, aquellos que en la infancia de algún modo rechazaron – a nivel inconsciente, emotivo o racional- dichas reglas de conducta de los padres, favorecerán las causas radicales, repudiarán las distinciones de clase y comprenderán a quienes tienen inclinaciones poco convencionales, por ejemplo, los homosexuales.
Por su parte, Freud en Carta a una madre norteamericana, dice que la homosexualidad si bien no es una ventana tampoco debe considerarse motivo de vergüenza, ya que no es un vicio ni una degradación, ni siquiera una enfermedad; tan solo resulta una variante de las funciones sexuales producida por un determinado detenimiento del desarrollo sexual. En efecto, Freud juzga que la superación de la etapa de "perversión polimorfa" del niño- en la que están involucrados impulsos bisexuales-, debido a presiones socioculturales, es un signo de madurez.
En esto disienten algunas escuelas actuales del psicoanálisis, las cuales entrevén en la represión de la "perversión polimorfa" una de las razones principales de la deformación del carácter, sobre todo la hipertrofia de la agresividad. En cuanto a la homosexualidad misma, Marcuse señala que la función social del homosexual es análoga a la del filósofo crítico, ya que su sola presencia resulta un señalador constante de la parte reprimida de la sociedad.
Sobre la represión de la perversidad polimorfa en Occidente, Dennis Altman, en su libro ya citado, dice que los dos componentes principales de dicha represión son por un lado la eliminación de lo erótico de todas las actividades humanas que no sean definidamente sexuales, y por otro lado la negación de la inherente bisexualidad del ser humano: la sociedad asume sin detenerse en reflexión alguna, que la heterosexualidad es la sexualidad normal.
Altman observa que la represión de la bisexualidad se lleva a cabo mediante la implantación forzada de conceptos histórico-culturales prestigiosos de "masculinidad" y "feminidad", los cuales logran sofocar los impulsos de nuestro inconsciente y aparecer en la conciencia como única forma de conducta, al mismo tiempo que logran mantener a lo largo de siglos la supremacía masculina.
En otras palabras, roles sexuales claramente delineados que se van aprendiendo desde niños. Además, sigue Altman, ser macho o hembra queda establecido, ante todo, a través del otro: los hombres sienten que su masculinidad depende de su capacidad de conquistar mujeres, y las mujeres sienten que su realización puede solamente obtenerse ligándose a un hombre.
Por otra parte, Altman y la escuela marcusiana conceden el estereotipo del hombre fuerte que se les presenta a los varones como modelo más deseable a emular, ya que dicho estereotipo propone tácitamente la afirmación de la masculinidad mediante la violencia, lo cual explica la vigencia constante del síndrome agresivo en el mundo.
Por último, Altman señala la falta de forma alguna de identidad para el bisexual en la sociedad actual, y las presiones que sufre de ambos lados, puesto que la bisexualidad amenaza tanto a las formas aburguesadas de vida homosexual exclusiva como a los heterosexuales, y esta característica explicaría el por qué la bisexualidad asumida es tan poco común.
Y en cuanto al conveniente, pero solo ideal- hasta hace pocos años-, paralelismo entre las luchas de liberación de clases y las de liberación sexual, Altman recuerda que a pesar de los desvelos de Lenin a favor de la libertad sexual en la URSS, por ejemplo el rechazo de legislación anti-homosexual, estas leyes fueron reintroducidas en 1934 por Stalin, y el prejuicio contra la homosexualidad como una "degeneración burguesa" se afianzó así en casi todos los partidos comunistas del mundo.
En otros términos comenta Theodore Roszak, en su obra El nacimiento de una contracultura, el movimiento de liberación sexual. Allí expresa que la mujer más necesitada, y desesperadamente, de liberación, es la "mujer" que cada hombre lleva encerrada en los calabozos de su propia psiquis. Roszak señala que sería ésa y no otra la siguiente forma de represión que es preciso eliminar, y lo mismo en lo que respecta al hombre maniatado que hay dentro de toda mujer.
Y Roszak no duda de que todo ello significaría la más revolucionaria reinterpretación de la vida sexual en la historia de la humanidad, ya que replantearía todo lo concerniente a los roles sexuales y al concepto de normalidad sexual vigente en la actualidad.
Finalmente en el péndulo de las teorías sicológicas y científicas (especialmente del tema de la biología) se mantiene la inquietud por la pregunta central que motiva hablar sobre la homosexualidad ¿Qué es lo que causa la homosexualidad?, la respuesta más adecuada es "no lo sabemos". Lo cual no implica que no sabemos nada al respecto. Sino que más bien disponemos de una gran cantidad de conocimientos, que no son del todo acabados para permitirnos una respuesta categórica.
En esto se deben considerar todos los aspectos, tanto biológicos como psicológicos . la respuesta más seria, es que la identidad sexual de las personas se establece dentro del abanico de posiciones de un péndulo dinámico, que incorpora una serie de elementos biológicos y psico-sociales.[12]
Bases bíblico teológicas
¿Qué es lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad? Esta es una pregunta que puede servir como punto de partida a toda nuestra reflexión y además, ¿Cómo interpretamos los textos de la Biblia referidos al tema de la homosexualidad?
HOMOSEXUALIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.-
Los textos vetero-testamentarios tradicionalmente relacionados con la homosexualidad pueden ser divididos en tres bloques:
a) El pecado de Sodoma: Gen. 19, 1-29. Al analizarlo tendremos que hacer el paralelo con Jueces 19, 22-30, que también tiene relación con nuestro tema. Estos textos aparecen como parte de la historia del pecado y de la alienación creciente del hombre.
b) Los "prostitutos sagrados": Dt. 23, 17; 1R 14, 24; 15, 12; 22, 46; Job 36, 14. Se trata de textos que condenan en primer lugar la sacralización pagana de la prostitución varonil, ocupándose, pues, de la homosexualidad ejercida en los lugares sagrados durante los cultos orgiásticos.
c) La prohibición del Levítico: Lev. 18, 22; 20, 13
Prácticamente no hay divergencias entre los autores en la lista de los textos que deben ser tenidos en cuenta
2.1 El pecado de Sodoma
Hay varios intentos de interpretación exegética de Gen. 19, 1-29, que es de los textos más clásicos para el rechazo de la homosexualidad. Tradicionalmente se ha asociado la causa de la destrucción de Sodoma y Gomorra con el "pecado contra la naturaleza", que toma su nombre de este relato. De aquí la alusión a "sodomitas" (o "sodomía ") para referirse a lo que hoy llamamos homosexuales .
Según la interpretación tradicional, esas dos ciudades de orillas del Mar Muerto habrían sido destruidas por sus nefastas prácticas homosexuales entre varones, que provocaron el extremo castigo de Dios bajo la forma de una lluvia de fuego.
Esta interpretación ha sido claramente cuestionada en los últimos tiempos. Veremos básicamente la opinión de algunos exégetas importantes para el estudio de este relato: se trata de los estudios de John McNeill [13]y otros como Hartman y D.S. Bayley.
2.1.1 ¿Eran los habitantes de Sodoma homosexuales?
Llegada y alojamiento | Gen 19, 1-3 | Jueces 19, 15-21 | ||
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Cerco y neutralización del ataque: | Gen 19, 4-11 | Jueces 19, 22-25 | ||
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+ Ataque de hombres, sus demandas, su(s) huésped(es) | Gen 19, 4-5 | Jueces 19, 22 | ||
+ Oferta anfitrión: dos mujeres | Gen 19, 6-8 | Jueces 19, 23-24 | ||
+ Negación y amenaza | Gen 19, 9 | Jueces 19, 25a | ||
+ Neutralización ataque por huésped(es) | Gen 19, 10-11 | Jueces 19, 25b |
En los dos relatos se quiere violar al huésped, se "ofrecen" dos mujeres, y los hombres de la ciudad niegan la oferta. En el caso de Gen 19 negar la oferta de las dos vírgenes siempre se ha interpretado como expresión de la homosexualidad de los hombres de Sodoma. Pero se destaca que debemos observar que también los hombres de Guibeá (Jueces 19) niegan la oferta de dos mujeres: la hija virgen del anfitrión y la concubina del levita
Por lo tanto los hombres de Guibeá tuvieron la misma actitud de los de Sodoma: querer tener relaciones con un hombre y rechazar la relación con una mujer. Si interpretamos esta actitud como movida por "deseos homosexuales", tendríamos que decir, como se ha manifestado tradicionalmente, que aquellos serían igual de homosexuales que estos. Pero veamos lo siguiente :
– Si las intenciones de los hombres de Guibeá hubiesen sido interpretadas como "deseos homosexuales", ¿por qué al anfitrión y al levita no se les ocurrió sacrificar al criado del levita para satisfacer estas necesidades supuestamente tan específicas? El muchacho debe de haber estado allí, pues es mencionado en los vv. 3.11.12.19.
Tanto en Gen 19 como en Jueces 19 se sugiere que una parte significativa de la población masculina participó del asalto. En Sodoma: todo el pueblo, ¡desde el más joven hasta el más viejo! (Gen 19, 4), y en Guibeá: "los hombres de la ciudad" (Jueces 19, 22). Sería un absurdo pensar que una ciudad entera sea homosexual.
El fundamento de cualquier violación es el odio, no la preferencia o inclinación sexual. Por eso es que muchas veces la violación "homosexual" es efectuada por "heterosexuales". No vale la pena entrar en detalles sobre las razones de porqué ese odio se dirigió primero a los varones, pero conviene comentar que algunos estudios lo atribuyen, en el caso de Guibeá, a un cambio profundo en la sociedad que pasa de patri-local a viri-local .
En el caso de Sodoma puede haber sido porque con esos dos mensajeros se rebasaba la cuota de extranjeros en la ciudad y las costumbres de Sodoma se veían amenazadas.
Junto a esto hay que destacar que tanto los mensajeros de Dios de Gen 19 como el huésped del hombre de Guibeá, toleran que el anfitrión ofrezca a sus hijas como mercancía (en el caso de Jueces 19 hasta la mujer del huésped) para sustituir a las "víctimas masculinas" en la cruel negociación. Esto se debe a que la amenaza de una violación sexual por seres del mismo género no cabe en la mente de un heterosexual hebreo y eso es justamente lo que los atacadores heterosexuales tanto de Sodoma como de Guibeá convierten en su arma más poderosa. Tanto es así que el levita no solo pasa por alto a su criado en las negociaciones, como ya hemos dicho, sino que además prefiere no comentar que casi fue víctima de un acto de ese tipo ( Jueces20, 4-5).
De hecho, se relativiza que la condenación contra Sodoma sea principalmente por causa de la homosexualidad de sus habitantes. Sin embargo, no es difícil captar su falencia: aunque sea cierto que los violadores hayan sido heterosexuales, con esto no se prueba que las prácticas homosexuales no sean una práctica contraria a la voluntad de Dios y que hayan "colaborado" en las causales de condenación de la ciudad.
2.1.2 ¿Sodoma es condenada en primer lugar por la homosexualidad o por la falta de hospitalidad?
El pecado de Sodoma no fue la práctica homosexual entre varones, sino que consistió precisamente en su orgullosa impiedad, que la llevó a despreciar las sagradas leyes de la hospitalidad para con los extranjeros. En contraste con la hospitalidad de Abraham y de Lot, los habitantes de Sodoma quisieron "conocer" a los huéspedes de ese último. Pero aquí hay que aclarar que el término hebreo yadha (conocer) no significa la mayoría de las veces conocimiento carnal, sin más precisiones. Por eso aquí podría significar simplemente la intención de saber quiénes eran los recién llegados, con actitud desconfiada y hostil hacia ellos.
El mismo Jesús se refiere al castigo de Sodoma en relación con falta de hospitalidad, que pueden encontrar sus discípulos: Lc. 10, 10-13. El NT nunca alude a Sodoma cuando reprueba las prácticas homosexuales.
En resumen, el pecado de Sodoma se cifra más en la falta de hospitalidad que en las prácticas homosexuales. Creo que esta es una interpretación justa.
2.2 Los "prostitutos sagrados"
Dt 23, 18: "No habrá hieródula entre los israelitas ni hieródulo entre los israelitas".
1R 14, 24: "Hasta consagrados a la prostitución hubo en la tierra. Hicieron todas las abominaciones de las gentes que Yahveh había arrojado de delante de los israelitas".
1R 15, 12: "Expulsó de la tierra a los consagrados a la prostitución y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho".
1R 22, 47: "Barrió de la tierra a todos los consagrados a la prostitución, que habían quedado en el país en los días de Asá su padre".
2Re 23, 7: "Derribó las casas de los consagrados a la prostitución que estaban en la Casa de Yahveh…"
Job 36, 14: "mueren en plena juventud, y su vida como la de los hieródulos".
El Texto Masorético utiliza en todos estos casos el término qadesh, derivado de la raíz qdsh (= ser santo, consagrar). El vocablo aparece algunas veces más en el AT: Gen 38, 21-22; Os 4, 14. En todos los casos se trata de prostitución, efectuadas tanto por mujeres (Gen 38, 21-22; Dt 23, 18; Os 4, 14) como por hombres, tanto en un contexto "sagrado" como en un contexto "profano".
Las traducciones varían. Citamos a la Biblia de Jerusalén ("hieródulo" y "consagrados a la prostitución"), pero la Biblia Latinoamericana usa el término de "hombres afeminados" o rotundamente de "homosexuales" (1R 14, 24; Dt 23; 18 respectivamente). La Dios habla hoy se refiere a "hombres que practican la prostitución", y solo en 2R 23, 7 emplea la expresión "prostitución entre hombres". La peor traducción es la de Reina/Varela que usa en general el término "sodomita". Ya hemos visto que es muy dudoso calificar los habitantes de Sodoma como homosexuales, sino que es probable que se trate de heterosexuales violentos.
Aparentemente la prostitución masculina en general era cultual, pero esto no es seguro ( Job 36, 14); y tampoco se deja ver con seguridad qué tan "homosexuales" fueron las prácticas de prostitución de los prostitutos. Según algunos autores, existen testimonios sobre la obligación de la mujer de dejarse desflorar por funcionarios de los santuarios fenicio-cananitas .
¿Qué decir de todo esto? Sin duda que la prostitución es cosa mala, tanto con mujeres como con hombres. Sin embargo, las condenas de estos versículos, tradicionalmente interpretados como condena explícita a los actos homosexuales, apunta más bien a la condenación de la prostitución idolátrica presente en los cultos paganos de las religiones vecinas a Israel.
2.3.- La prohibición del Levítico
Lev. 18,22: "No te acostarás con varón como con mujer; es abominación".
Lev. 20,13: "Si alguien se acuesta con varón como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos".
2.3.1 ¿Hay que relativizar estas prohibiciones? ¿Son ellas de carácter cultual?
Se trata de textos bastante directos, los más explícitos a nivel del AT para condenar las prácticas homosexuales.
"Se trata del 'Código de Santidad' de los judíos, que contiene sus austeras normas rituales del culto a Yahveh. En este contexto, se explica bien la prohibición de las orgías sagradas de los cananeos, ligadas a los ritos idolátricos de la fertilidad en honor de Astarté y de Baal. Los cananeos creían participar en el proceso primaveral de los campos por la comunión vital con sus dioses de ambos sexos, a través de la unión carnal con prostitutas y prostitutos consagrados a ellos en sus templos. Por eso los hebreos, ante cuyos asombrados ojos se desarrollaban estas fiestas rituales de los pueblos vecinos, asociaban espontáneamente los actos homosexuales a la más depravada idolatría. Hay que tener en cuenta el marco histórico-cultural de la religión cananea de la fertilidad." . [14]
Por lo tanto se relativiza así el juicio moral a la homosexualidad contenido en las prohibiciones del Levítico, pues ellas son un rechazo cultual idolátrico, y no tanto una condenación a las relaciones homosexuales en cuanto contrarias a la naturaleza humana y a la voluntad de Dios, como se ha leído.
Además, algunas otras observaciones deben hacernos relativizar la importancia dada a estas prohibiciones al interior del pueblo:
"Es preciso señalar que entre el número de leyes de todo tipo que encontramos en los cuatro últimos libros del Pentateuco solo encontramos dos relativas a la homosexualidad. En cuanto al castigo de pena de muerte, el mismo castigo estaba previsto para el adulterio, la bestialidad y el acostarse con una mujer durante el periodo de menstruación (Lv 20, 10.15.18)" .[15]
En el contexto de la orgía cultual (consideradas por los hebreos como prácticas "demoníacas"), hubiese un intuitivo rechazo de los hebreos a la prostitución masculina que les parecía sin duda más brutal, desmesurada y degradante que la femenina. Era la suma degradación a la que conducía el culto a estos falsos dioses.
Pero, aunque motivadas por un interés cultual, ¿eran las prohibiciones del Levítico un mero tabú condicionado históricamente o una intuición ética fundamentalmente recta?
2.3.2 ¿El horror de lo judíos a la homosexualidad masculina es simplemente cultual?
Profundicemos un poco en este "horror del pueblo judío a la homosexualidad masculina", como el mismo Mc Neill lo reconoce. ¿Se trata de un simple prejuicio cultural, como lo quiere ver Mc Neill, o de una sana intuición teológica, con verdadera trascendencia ética?
En primer lugar hay que señalar que el Levítico no es solo un código ritual, sino también moral , tanto más marcado cuanto más grave era la sanción que prescribía. Observemos que el Levítico castiga con la muerte a los actos homosexuales entre hombres, pero no entre mujeres.
Veamos tres motivos para explicar dicho "horror a la homosexualidad masculina" :
a) El Antiguo Israel valorizaba en grado máximo la fecundidad familiar, como una verdadera bendición de Dios y participación en su Alianza. Pero las prácticas homosexuales eran de suyos estériles y retraían de la unión heterosexual fecunda, mientras que ocasionaban la pérdida del semen viril, principio fundamental de la fecundidad humana.
b) El otro motivo, quizá el principal, como el mismo Mc Neill señala, y que explica también por qué se desentendían de lo que ocurriera entre mujeres, era la clara conciencia de la intangible dignidad del varón, muy fuerte en un pueblo predominantemente androcéntrico como era Israel.
c) Un tercer motivo está dado por el hecho de que egipcios y cananeos solían realizar actos homosexuales con los vencidos en el combate, a manera de burla y escarnio, por lo cual se consideraba denigrante esta práctica para los varones que habían de sufrirla pasivamente. De ello hay también un vestigio en la historia primitiva y extra-bíblica de Noé, violado por su hijo Cam (Egipto), lo cual determinó que el patriarca maldijese a su nieto Canaán (las tribus palestinas), hijo o descendiente del mismo Cam .
Volvemos a la pregunta: ¿este horror a las prácticas homosexuales es una simple reacción emotiva culturalmente determinada? Creo que no. Hay aquí una intuición fundamental confirmada por la antropología comparada, que comprueba que muchos pueblos y razas lo sienten así, aunque no siempre con el mismo grado de intensidad.
En resumen, no negamos que el rechazo del Levítico esté motivado por lo cultual, pero este rechazo se ve agravado por la degradación que son las prácticas homosexuales como la humillación de uno a otro varón. Creo que en estas prohibiciones hay también un juicio ético negativo a tales prácticas.
"En cuanto cristianos, herederos de la tradición bíblica, pensamos que el diálogo habitual con el verdadero Dios había dado a aquel pueblo una sabiduría moral de la que los gentiles carecían" [16]
Es importante recalcar también la interpretación del término hebreo Yadah, que puede ser traducido como "conocer", "saber", "reconocer". El diccionario teológico manual del Antiguo Testamento (E. Jenni /C. Westermann)[17] dice que la expresión se encuentra unas 1.119 citas de la Biblia en el A.T., 1.068 en hebreo y 51 en arameo. Y señala que es utilizado con una escala enorme de significados, donde opera el sentido con amplitud, tanto en la idea de reconocer, conocer como de saber. No es posible, de acuerdo a estos exegetas, entregar una opinión determinante del uso de esta expresión que la obligue a una de estas interpretaciones, como por ejemplo la tradicional que es "conocer" en sentido de tener una relación sexual.
Está más acertado de acuerdo a estas voces autorizadas, a entender el vocablo hebreo en la dirección del uso conciente por una o mas personas de los sentidos, por medio de la investigación y el examen, de la meditación y de la reflexión ( conocer, concebir, entender, comprender ) [18]para llegar al objeto que motiva este conocimiento, más que una interacción de tipo personal o carnal, que es mas frecuente cuando la terminología en cuestión se aplica a las relaciones de pareja.
Homosexualidad en el Nuevo Testamento
El AT tiene su perfecta continuidad en el NT, también a propósito de este tema. Sin embargo, partimos de la constatación de que no conocemos ninguna sentencia de Jesús que se refiera expresamente a la homosexualidad. Por esto, después de hacer una breve referencia a este hecho, pasaremos al estudio de los textos paulinos, puesto que son el punto de referencia fundamental del NT para el tema en cuestión.
La actitud de Jesús.-
Llama la atención la ausencia de cualquiera referencia a la homosexualidad en los evangelios, a pesar de que las claras condenaciones a esta práctica en la literatura rabínica hacen suponer que era una práctica conocida.
Jesús asumió, practicó y confirmó muchas de las prácticas de la tradición judía en la cual fue educado. Por otro lado, demostró mucha libertad frente a las costumbres de su pueblo, distanciándose de todo tipo de discriminación social y asumiendo con firme delicadeza la defensa de los marginados de su tiempo, como ilustran las historias de la mujer adúltera (Jn 8, 1-11) y de la mujer de mala fama (Lc 7, 36-50), cuyos delitos estaban precisamente en el área sexual. Sin embargo, ni para atacarlos ni para defenderlos Jesús se refirió a los homosexuales. Sobre varios asuntos de orden sexual habló Jesús. Matrimonio, adulterio y divorcio fueron temas de importantes discursos realistas y a veces innovadores, hasta revolucionarios. Pero sobre la homosexualidad, ni una palabra.
Sin embargo, este silencio no abre camino a la aplicación del principio: "el que calla, otorga". La fidelidad de Jesús a su origen judío y su insistencia en la observancia de la Ley y los Profetas, a pesar de las correcciones que hace, llevan a suponer que la condena de la homosexualidad, firme en la tradición de Israel, también pertenece al equipaje cultural de Jesús. Pero ¿no nos dirá algo este silencio?
"…el silencio destaca en el mensaje de Jesús algo más valioso para la discusión del problema de los homosexuales. En la conciencia misionera de Jesús vive un núcleo de comunicaciones que supera los problemas sexuales específicos y los pone en segundo plano. Para él, la presencia actuante del Padre está en el centro, con su Reino, en el que todos los seres humanos se tornan hermanos de la misma familia, interrelacionados por la práctica del amor mutuo y fraterno. Con esto, en el horizonte del problema de los homosexuales surge una luz: El amor del Padre para con todas las personas y el amor solidario que debe marcar concretamente las relaciones humanas y la convivencia social, libre de discriminaciones y prejuicios" [19]
Los escritos paulinos
No hay duda de que como celoso fariseo, el Apóstol de los gentiles depende directamente del ya estudiado "Código de Santidad" de los levitas; de ahí la continuidad con el AT.
Durante sus viajes apostólicos por Grecia, Pablo pudo comprobar hasta qué punto estaban extendidas en el mundo pagano las prácticas homosexuales, que tanto repugnaban a su mentalidad judía. Son tres los textos que hacen referencia directa al tema.
a) 1 Cor 6, 9-10: "…Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados (malakoí), ni los homosexuales (arsenokoítai)… heredarán el Reino de Dios".
El término malakós no se refiere directamente a la homosexualidad, aunque tampoco la excluye. Significa más bien el hombre de carácter , libertino o licencioso, gente suave, blanda; por lo tanto, tampoco necesariamente "afeminados".
Los arsenokoítai, en cambio, son literalmente aquellos hombres que mantienen relaciones carnales con otros hombres, a través del coito anal. Sin embargo, traducirla directamente por homosexuales es un error pues tendería a excluir de la salvación (del Reino de Dios) a todos cuanto participan de la condición homosexual por su estructura psicológica, incluso cuando observan una conducta moral irreprochable. De hecho, en Moral es importante distinguir entre la mera condición homosexual, como orientación psíquica fundamental, y la práctica homosexual, como conducta ocasional o hábito adquirido, como veremos más adelante.
Sin embargo, arsenokoítai con toda probabilidad designa aquí directamente a los concubinos o prostitutos, tal vez en relación con los cultos paganos de Corinto. De aquí surge la pregunta: ¿se refiere Pablo solo a ellos o a todos los que realizan prácticas homosexuales? Es decir, este texto parece no ser decisivo para la condena indiscriminada de toda relación homosexual.
b) 1 Tim 1, 9-11: "Teniendo bien presente que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores,…, adúlteros, homosexuales (arsenokoítai), traficantes de seres humanos,…"
Vuelve a aparecer la palabra arsenokoítai, dentro de un contexto en el que se describe el caótico panorama moral de la sociedad helenístico-romana. Valen aquí las mismas observaciones recién realizadas.
c) Rom 1, 26-27: "Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío".
Mirando el contexto en que aparecen estos versículos constatamos que Pablo expresa aquí su convicción, de acuerdo con la tradición levítica y con la experiencia secular del pueblo judío, de que la verdadera causa de la depravación homosexual se encuentra en la idolatría ( v. 25: "a ellos que… adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador". Lo mismo en los vv. 21-24 del mismo capítulo). Por no haber dado culto al verdadero Dios sino a los ídolos, Dios mismo abandonó a los gentiles a sus infames pasiones. Es decir, la perversión moral en la línea horizontal (relación de los seres humanos entre sí) es consecuencia directa de la perversión moral en línea vertical (relación con Dios).
Es importante destacar que nos encontramos aquí ante la única posible alusión a la homosexualidad femenina en toda la Biblia: "Sus mujeres invirtieron sus relaciones naturales por otras contra la naturaleza".
El paralelo que sigue ("los hombres, abandonando el uso natural de la mujer") llevaría a sobrentender anteriormente "las mujeres, abandonando las relaciones naturales con el hombre". Sin embargo, es posible que la palabra implícita fuera "con el cuerpo", en cuyo caso las relaciones antinaturales con este se referirían a posturas antinaturales en el acto sexual. Diversos autores clásicos consideran "natural" el coito en que la mujer está debajo, lo que cuadraría perfectamente con el postulado básico de Pablo: la subordinación de la mujer al hombre ( 1° Cor. 11, 3ss)
Otro aspecto importante del texto: Pablo considera los actos homosexuales "contra naturaleza". La dificultad radica en el sentido que se dé a "contra la naturaleza". ¿Será la naturaleza humana como la entendían los estoicos, o en cuanto vinculada a la herencia religiosa y cultural, o se referirá al pagano individual que va más allá de sus propios apetitos sexuales para entregarse a nuevos placeres carnales?
"El concepto de naturaleza humana usado quizás con prodigalidad por los manuales de teología moral, es muy complejo, por no decir ambiguo. Por eso se usa hoy de manera restringida y cautelosa" [20]
a) El "uso natural del sexo", al que se refiere Pablo en su carta a los Romanos, no hace alusión a ninguna naturaleza ontológica o esencial, lo cual sería extraño por completo al pensamiento semita, sino a las costumbres naturales o corrientes.
b) Los actos homosexuales que condena Pablo no son practicados por verdaderos homosexuales, sino por heterosexuales que podrían actuar según su inclinación natural. Esta afirmación es bastante más osada e importante. Es decir, estos textos no estarían condenando a los "verdaderos" homosexuales.
Su razonamiento es el siguiente: La mayoría de los heterosexuales pueden cometer actos homosexuales y la mayoría de los homosexuales pueden cometer actos heterosexuales, pero en ambos casos se comete una perversión al actuar contra la propia naturaleza. De este modo, el heterosexual que adopta una conducta homosexual (como por ejemplo puede ser el caso de los arsenokoítai de los templos paganos) actúa perversamente contra el uso natural de su sexo, lo cual condena Pablo. En cambio, el verdadero homosexual puede expresar un auténtico amor a través de los actos homosexuales, ya que así manifiesta su genuina manera de ser.
¿Qué decir frente a esta argumentación aparentemente tan clara y simple?
a) Tal argumentación reconoce la diferencia que existe entre la homosexualidad como orientación psíquica fundamental ("verdaderos homosexuales") y como conducta ocasional o hábito adquirido. Algunos la llaman distinción entre estructura y ejercicio. Es evidente que Pablo no conoció esta diferencia, tampoco los autores del Levítico ni los pensadores griegos y romanos, ya que solo en este siglo se ha empezado a conocer científicamente el sexo, a partir de los estudios de Freud y su escuela. La intención de Pablo no era condenar a unos y aprobar la conducta de otros.
b) Además, ¿es tan simple definir quiénes son "verdaderos" homosexuales y quienes son heterosexuales "pervertidos" que tienen conductas homosexuales? En gran parte de los casos no son claros los límites entre heterosexualidad y homosexualidad, pues de lo contrario no serían tan fácilmente intercambiables las respectivas formas de conducta.
Los autores sagrados no podían conocer todas las diferentes distinciones que a nosotros nos han hecho accesibles las ciencias modernas.
Una búsqueda de solución: la imagen bíblica del hombre
La imagen bíblica de la humanidad que nos presenta el Génesis en el relato de la Creación (Gen. 1-2): hombre y mujer unidos indisolublemente en comunión de amor mutuo para la procreación de los hijos. Con su peculiar terminología, explica que esa imagen del hombre es exclusivamente heterótropa, o sea, que manifiesta la recíproca inclinación entre los sexos opuestos. De este modo expresa el orden objetivo de la creación según el designio divino.
A la vez constituye la norma práctica, en teología moral, para la valoración de la homotropía (es decir, de la inclinación hacia el mismo sexo) y de los eventuales actos homosexuales. Según esa norma, cualquier amor homófilo entre dos hombres androtrópicos o entre dos mujeres ginecotrópicas es objetivamente una infracción del orden de la Creación y, por lo tanto, antinatural, siempre que estas relaciones lleguen a manifestarse en el plano sexual.
Pero si creemos que Gen 1-2 da la solución definitiva a nuestro problema, no todos están de acuerdo con esto. Mc Neill hace una lectura diferente de los primeros capítulos del Génesis, Según él: en el relato sacerdotal (Gen 1, 1-2, 4a) la diferenciación sexual es en función de la procreación;
Pero en el relato yahvista (Gen. 2, 4b-3, 24) el objetivo de la diferenciación sexual es la solidaridad y una respuesta a la soledad. En este relato Mc Neill encontraría, si no una justificación de la homosexualidad, al menos una actitud benévola.
Sobre la imagen bíblica del hombre Mc Neill piensa que:
a) Está culturalmente condicionada. En el relato de la creación se expresa la constante preocupación de Israel por su continuidad histórica, mediante la generación carnal, en el contexto de su Alianza nacional con Yahveh. Sin embargo él cree que con la Nueva Alianza en Cristo, la generación carnal pasó a segundo plano. Ahora el amor humano tiene nuevos cauces para realizarse, como prueba, por ejemplo, la institución del celibato consagrado al servicio del Reino.
b) Como vimos, junto a la finalidad procreadora, el relato de la creación del hombre resalta también la finalidad de ayuda mutua en la comunión de vida y amor ("No es bueno que el hombre esté solo"), que pueden realizar también las personas homosexuales.
A base de estos argumentos, Mc Neill concluye que los únicos actos homosexuales claramente condenados en la Biblia son los que implican idolatría, libertinaje, odio o menosprecio del hombre. En cambio, nunca se condenan los actos que expresan verdadero amor mutuo.
¿Cómo entender la imagen del hombre en los relatos de creación?[21]
a) Gen 2, 4b-3, 24
El relato yavista pone de relieve la necesidad de la relación interpersonal; el hombre no está llamado a vivir en soledad. El diálogo de amor supone la igualdad: "una ayuda adecuada".
El relato de la formación de la mujer indica la necesidad de integración de los dos seres para encontrar la complementariedad y la totalidad del ser. El reconocimiento que hace el hombre ("carne de mi carne y hueso de mis huesos") refleja la mentalidad israelita respecto a los vínculos sociales. El origen común les permite reconocerse como pertenecientes a un mismo cuerpo.
El diálogo de amor supone la unión y se realiza en la unidad ("por eso deja el hombre a su padre y a su madre, y se hacen una sola carne"). Esta unión no es solo fisiológica, sino comunión personal.
Con estos trazos el autor está dibujando el deber-ser de la pareja según el plan de Dios.
b) Gen 1, 1-2, 4a
Para el relato sacerdotal la creación consiste en la ordenación del caos primordial por la acción de la Palabra de Dios. Al llegar al hombre, Dios los crea varón y hembra, a su imagen y semejanza. Para el autor sacerdotal, el hombre pleno es la pareja heterosexual.
El rasgo que más ha interesado a los comentaristas en este relato es la fecundidad, que ha dado lugar a muchas interpretaciones. Según M. Gilbert, este texto ciertamente se refiere a la procreación. Pero interpretarlo como si fuera un mandato es abusar de la forma imperativa. El texto "sed fecundos y multiplicaos" debe ser interpretado como una bendición.
Por su bendición Dios da al hombre y a la mujer el don de la fecundidad y por ella les confiere una participación en su poder creador. La forma verbal imperativa no es un mandato sino promesa de fecundidad. El texto se refiere ciertamente al sentido fecundo de la unión de la pareja.
En resumen:
– No podemos negar los condicionamientos culturales del mensaje bíblico, puesto que Dios siempre se revela en un contexto histórico concreto. Sin embargo, no por esto ese mensaje pierde su sentido antropológico universal, que hunde sus raíces en la condición humana pura y simple. La bipolaridad ineludible entre varón y mujer subsiste en el fondo de cualquier marco histórico-cultural concreto.
Los primeros capítulos del Génesis revelan el deber-ser de la pareja heterosexual. La humanidad está hecha para el diálogo, y en la comunión es donde se constituye en imagen y semejanza de un Dios que es comunión de personas. La comunión interpersonal es fecunda en el amor, creando un "nosotros" que se prolonga en el hijo. La sexualidad y el amor no se agotan en sí mismos, pues vienen de Dios como un don creacional.
La imagen bíblica de la pareja heterosexual, en plena comunión de vida y amor, es la máxima expresión figurativa del amor humano, y por lo tanto, como Dios es Amor, es símbolo de la imagen de Dios en el hombre.
Las referencias a Génesis 19:9, no son una crítica a la Homosexualidad en si, sino a la violencia sexual, que incluye la violación homosexual. La práctica de la sodomía (que es la relación sexual entre varones a través del ano) era común entre los cananeos. Estas prácticas estaban relacionadas a cultos sagrados de la fertilidad. En muchas ocasiones los israelitas se contaminaron con tales prácticas. De esta forma la ley mosaica las condenó severamente.(Deuteronomio 23:17, Levítico 20:13).
Este rechazo a las prácticas de sodomía, son un rechazo más bien a los cultos cananeos, y a la prostitución cúltica. En el N.T. el término aparece en 1ª.Timoteo 1:10. Todas estas referencias bíblicas tienen la fuerza de rechazar prácticas idolátricas extrañas a la fe de Israel.
Los textos que condenan directamente a la homosexualidad en la Biblia son Levítico 18:22, Levítico 20:13, y Romanos 1:26-27. La explicación del contexto en que fueron escritos, especialmente los textos del A.T. nos muestra más bien una sociedad de orden patriarcal, donde existía una idea pre-científica en que se consideraba que el semen del hombre contenía todo lo necesario para la nueva vida, y que en este proceso la mujer no aportaba nada, sino que sólo era un mero recipiente. De allí que en la Biblia es prohibida la masturbación y el coito interrumpido. Estos actos así como también la sodomía, eran considerados como un asesinato.
La segunda cuestión a considerar es el rol del varón en la cultura patriarcal. Cuando un hombre actuó como mujer, su dignidad fue considerada degradada, pues la mujer era de inferior calidad al varón en todo orden de cosas.
En cuanto al tercer texto, el de Romanos 1:26-27, al igual que en el contexto anterior, en el caso del N.T. Pablo no conoce la distinción entre orientación sexual y comportamiento sexual. Se desconoce el aporte de la psicología moderna que dice que la orientación sexual se fija a temprana edad. Pablo habla que la homosexualidad es algo contra la naturaleza (Aunque hoy sabemos que se practica en ciertos animales, especialmente cuando se han sobre poblado). Sin embargo a pesar de nuestras consideraciones en cuanto al contexto del origen de estos textos bíblicos debemos concluir que ellos son negativos en cuanto a la homosexualidad masculina. Y por tratarse de una sociedad de tipo patriarcal no hace mención a la homosexualidad femenina.
Estos testimonios bíblicos son negativos no sólo por considerar esta práctica contra la naturaleza, sino además por considerarla no-judía., es decir como algo pagano que se hace presente en la vida de Israel.
Pero estas conclusiones no resuelven el problema de interpretación, ¿Cómo interpretamos los textos? ¿Qué actitud tomamos ante la homosexualidad hoy?
Esto nos lleva a plantear una segunda cuestión. Hay otras restricciones y prácticas que son consideradas en las Escrituras acerca de las cuáles no nos pronunciamos.
Por ejemplo: La prohibición contra la desnudez, que en el judaísmo era considerada algo negativo aun entre miembros de la misma familia (Levítico 18:16-19) Hoy en día, no se considera como problema, ni siquiera pecado.
En Levítico 18:19 se prohíben las relaciones sexuales durante la menstruación de la mujer, Levítico 18:29 dice que quienes lo hacen serán condenados a muerte. Hoy mucha gente lo hace, ni la iglesia ni nadie las condena.
Por otro lado la poligamia fue practicada en el AT. En el NT., no es condenada, las referencias en 1° de Timoteo 3:2,12 y Tito 1:6 indican que el Obispo solo debe tener una esposa. Si es así la poligamia fue practicada al comienzo de la iglesia. Todo parece indicar que en cuanto a muchas de estas materias la Iglesia se ha adecuado a los contextos para hacer la interpretación de los textos.
Finalmente el A.T. , considera el celibato como algo anormal. Jeremías lo vio como signo de destrucción (16:1-4) en 1° de Timoteo 4:1-3 se ve como la apostasía. Sin embargo en la Iglesia Católica es una cuestión normativa para los sacerdotes y monjas.
Estamos aquí ante un problema de autoridad. ¿Cómo seleccionamos de la Biblia aquello que vamos a prohibir o aquello que vamos a permitir? ¿Cómo es nuestra lectura de la Biblia, consideramos los aspectos literarios y contextuales en todos los casos?
Es evidente que ante estas interrogantes tenemos dos respuestas. La primera es leer en forma literal o concordista, esto nos llevaría a ser consecuentes en toda la lectura e interpretación y práctica cristiana. Hasta dónde conozco muchos literalistas saltan aspectos que pueden afectar a su fe y piden aplicar rígidamente en aquellos casos que les son más favorables a sus practicas cristianas. En consecuencia el caso de la homosexualidad desde una lectura literal debería ser abordado con la muerte. Así también la desnudez, la masturbación y el celibato.
Pero la segunda opción es una lectura Cristo-céntrica, lo que implica aplicar un criterio hermenéutico, es decir hacer un trabajo previo sobre los textos en cuestión, estudiar sus contextos y luego hacer una re-lectura para nuestra realidad. En resumen esta tarea es leer con los lentes de la fe cristiana, leer toda la Biblia a partir de nuestra fe y compromiso con Jesucristo.
Jesucristo y la persona
Dos elementos teológicos podemos aportar desde nuestra fe en Jesucristo. El primero, es el respeto por la persona. Jesucristo en su trato con la gente de su tiempo nos mostró el ejemplo a seguir, la persona humana es primera. Jesús no miró la condición del hombre o la mujer que se acercaba, por el contrario fue en medio de esas condiciones, de enfermedad o de pecado que él actuó liberándoles y sanándoles. Al ver a Jesús en su práctica cotidiana podemos encontrar el primer elemento para nuestra aproximación al tema de la homosexualidad.
Los textos de los evangelios nos narran la vida y el ministerio de Jesús y son precisamente estos textos que no mencionan ni condenan la práctica de la homosexualidad. Esto nos da la pista para una actitud más pastoral y de comprensión respecto de un grupo de la sociedad actual que tiene gravitación sobre nuestra reflexión.
Por otro lado Jesucristo fue contrario a toda exclusión, el mensaje del evangelio es inclusivo "a toda criatura" es decir nos lleva a considerar a todas las personas o grupos que forman parte de la sociedad. Cualquier rechazo integral a las personas, por su condición, aspectos o prácticas de vida es ajeno al mensaje del evangelio.
Estos dos elementos pueden ser parte constitutiva de una actitud más pastoral frente al tema de la homosexualidad.
Una ética de la sexualidad
La palabra ética se deriva de la raíz griega, cuya forma verbal es eiotha y su correspondiente sustantivo que es to ethos, que en sentido original significa "habitación" o "establo". Esta palabra griega ethos fue traducida del latín mos, termino del cual deriva nuestra conocida palabra "moralidad".
En el sentido estricto de la etimología la palabra ethos nos lleva a reflexionar acerca de "estabilidad" es decir la seguridad necesaria que se debe poseer para actuar.[22]
La raíz original nos lleva a la idea de estar "acostumbrados a". Ambas ideas subyacen en la definición de ética, lo que nos puede llevar a afirmar que ética es la base o seguridad que proporciona algo, para actuar de acuerdo a lo que es acostumbrado.
Consecuentes con lo que estamos diciendo, la aproximación al tema de la homosexualidad debe ser desde otra perspectiva. Ya no debemos partir desde una lectura legalista de la Biblia, que nos dice ¿Qué está permitido? O ¿Qué es lo normal? Sino desde una pregunta emanada desde el evangelio que nos dice ¿Qué significa amar a mi prójimo que es homosexual? Desde esta óptica nos inscribimos en una toma de decisión de tipo hermenéutico en que no hacemos preguntas acerca de lo que constituye un delito ante una ley, sino ¿Qué constituye obediencia al Dios revelado en Jesucristo?
Desde este punto de la obediencia al Dios revelado en Jesucristo, nuestra tarea no es aprender acerca de qué cosas prohíben o condenan las Sagradas Escrituras, sino discernir que es lo que el Espíritu Santo nos dice a la luz de la Palabra de Dios acerca de cómo amar a mi prójimo en nuevos contextos.
Amar a mi prójimo que es homosexual, hoy, en nuevos contextos significa que debemos acercarnos a la ética de Jesús, que es una ética del amor y descubrir que lo que tenemos que decir y hacer no es diferente respecto de lo que haríamos en cuanto a un heterosexual. Una ética del amor basada en Jesucristo, también debe irradiar nuestras prácticas de sexualidad responsable.
El acercamiento a los homosexuales, no debe ser en una actitud de condena, sino de comprensión y apoyo a la persona. Los elementos que debemos tratar con ellos y ellas, deben ser exactamente los mismos que se tratan con cualquier otra persona. Los temas referidos al compromiso, a la responsabilidad en el uso y respeto por el cuerpo. El tema del amor, la fidelidad, el rechazo a la promiscuidad. etc.
Una ética de la sexualidad responsable debe necesariamente llevarnos a un acercamiento pastoral con homosexuales y lesbianas que nos ayude primeramente a nosotros a curarnos de la homofobia (miedo a los homosexuales). Esta homofobia es paralizante e impide cualquier trabajo o acercamiento al tema.
En segundo lugar lo que aprendemos de Jesús, tratar al Homosexual como una persona, que tiene proyectos de vida y que sueña como cualquiera en su realización. Más allá de nuestros gustos o preferencias personales, debemos respetar a el o ella que se encuentra delante de nosotros. Este segundo punto es vital para una pastoral con homosexuales.
HACIA UNA PASTORAL
Como hemos analizado en este ensayo, los relatos de la Biblia que son condenatorios y prohibitivos responden a un determinado esquema de pensamiento de acuerdo a cánones culturales y religiosos de otros contextos, (por ejemplo una sociedad "patriarcal", o una construcción religiosa a partir del establecimiento del judaísmo del post exilio) ante ellos nos corresponde una lectura conciente a partir de nuestro compromiso con Jesucristo, con criterios hermenéuticos nuevos que surjan de las preguntas de nuestra realidad.
Una pastoral, es una respuesta de un grupo de creyentes en Cristo comprometidos con el evangelio del Reino de Dios, por el cambio y la renovación de la vida. Es una respuesta para hacer más humana la vida de las personas, para hacer más fraterna la convivencia diaria.
Una pastoral no es un servicio a "ciegas"[23], es también parte de una opción profética, nuestra sociedad, es un hecho que se estructura a partir de la injusticia y de la exclusión, especialmente en este tiempo de liberalismo económico, bajo el lema de una "aldea global", donde solo tienen lugar y parte los que son "aceptables" según el status.
Es aquí donde el mensaje de la iglesia "sierva-profética" debe ser un mensaje no conformista, que busca quebrar la relación de injusticia, denuncia los arreglos y "acomodos" y en cambio propone una vida más solidaria e inclusiva, donde todos y todas de diferentes opciones y pensamientos tengan un lugar para desarrollarse en igualdad.
Ante estos relatos bíblicos, debemos hacer una lectura contextualizada y responder de acuerdo a los criterios del evangelio del Reino y basados en la ética que surge de nuestro discipulado por Cristo.
Es así que una pastoral cristiana contextualizada parte de una necesidad, de un clamor, que se transforma en preguntas. El tema de la homosexualidad humana es parte de una historia de exclusiones, discriminación y violencia que hace a nuestra sociedad menos humana, de lo que es en el propósito de Dios.
Para este fin se deben dar algunos pasos posteriores a nuestra lectura de la Biblia, y que tienen relación con la re definición de la iglesia como tal. La iglesia debe ser capaz de renunciar a ser el ente rector de la sociedad en materia de sexualidad. La iglesia debe dejar la postura "arrogante" y "pretenciosa" de ser escuchada en nombre de una determinada "moralidad", para querer influir en la conducta de sus feligreses especialmente en cuanto a las opciones sexuales de estos.
La iglesia debe cambiar su enfoque desde un mensaje "moralizante" a una actitud orientadora en base a una ética cristiana contextualizada. ¿Qué significa ser orientadora? Que es capaz de entregar opciones, ante las situaciones de la vida.
La iglesia debe renunciar al doble estándar de una lectura tradicional de la Biblia para asuntos morales o sexuales, pero que mantiene silencio "respetuoso" frente a los problemas de justicia social, a la distribución de la riqueza, y todos los temas que son derivados de la post modernidad. En este caso la lectura de la Biblia es más bien liberal o "situacionista".
En nombre de la coherencia, la iglesia debe asumir una lectura de la Biblia contextualizada y partir de las preguntas que emergen desde la realidad. Una iglesia que renuncia a poseer toda "la verdad" intelectual y argumentativa, y que hace una opción seria por transformarse en una iglesia "sierva" ( La idea de María en el Evangelio de Lucas)[24], tiene mayores posibilidades de ser una iglesia evangelizadora en medio del mundo actual.
En cambio si se siente iglesia "jueza" su evangelización está comprometida con el statu quo y con la sociedad en su conjunto en la estructura vigente.
De este modo la iglesia "sierva-profética" evangeliza entregando opciones y no con mensajes deterministas, abriendo espacios y no obligando a las personas a cerrar filas tras de si, promoviendo la autodeterminación de las personas y no la obediencia. De este modo acepta la "mayoría de edad" de la humanidad, el mensaje del evangelio es para asumir esa madurez, que nos hace libres y capaces de tomar decisiones.
Una iglesia "sierva-profética" deja de ser "moralizante" y adopta una ética cristiana contextualizada, saca de su mensaje "el deber ser" e invita a las personas a "ser", para que de este modo se desarrollen en plenitud.
Finalmente debemos evitar una actitud condenatoria, el evangelio viene a ser un puente de liberación y sanidad, es lo totalmente contrario a una condena o a un juicio previo.
Conclusión
Los textos bíblicos que apuntan negativamente a la práctica de la homosexualidad son de un contexto patriarcal y están dirigidos para prevenir la idolatría en Israel. Desde un punto de vista de la cultura machista judaizante es denigrante asumir el papel de una mujer. Nuestra lectura Cristo-céntrica nos obliga a seguir el modelo de Jesús de atención preferente a la persona y la no exclusión.
Con los datos expuestos en este ensayo podemos concluir que la Biblia no se refiere a la homosexualidad como nosotros la conocemos, sino que su condena va dirigida a una práctica ligada a la adoración de otras divinidades extrañas.
La Biblia no considera en esta condena al amor homosexual, tampoco a la homosexualidad constitutiva y menos el amor vivido y realizado en pareja.
Con estos antecedentes nuestra práctica cristiana debería acercarnos más a las minorías sexuales, que forman hoy parte de la sociedad moderna a fin de predicar el evangelio a toda criatura, asumiendo una actitud pastoral, orientando respecto de una ética sexual basada en el amor y la responsabilidad.
En este sentido descubrir que homosexuales y lesbianas, son personas que tienen sueños, que tienen sentimientos, que aman y que además tienen proyectos de vida, tan valiosos como los de los heterosexuales. Si somos promotores de una vida abundante para las personas, porque no podemos ser promotores de esta vida plena para todos y todas. Para asumir una pastoral, debemos despojarnos de todos los prejuicios, los miedos y de toda forma de exclusión y discriminación, en definitiva asumir el evangelio del Reino, que fue predicado y vivido por Jesús.
Es una tarea desafiante, pero importante, para no seguir realizando pastorales al interior de las comunidades de fe y salir de las "cuatro paredes" ya sean estas físicas o espirituales y abrirnos a un mundo que está presente, que ya esta avanzando en una caminata nueva. Es en medio de este mundo en donde debemos ser testigos de las grandezas del amor de Dios.
Rev. Luis Lorenzo Cortés García
Iquique, verano 2010
Anexo: serie de estudios para una pastoral evangélica con homosexuales.-
ESTUDIO 1
¿COMO DEFINIR LA HOMOSEXUALIDAD?
La homosexualidad no puede ser ignorada, cada vez las personas de orientación homosexual están encontrando diversos espacios en la sociedad para asumirse en forma pública. Hoy se puede decir con cierta seguridad que casi el 10% de la población es de orientación homosexual.
Las personas que tienen esta orientación están presentes en las más variadas profesiones, religiones y situaciones sociales y económicas conocidas.
Pero, la sola existencia de la homosexualidad no implica su aceptación. Esta serie de estudios nos ayudaran a precisar en primer lugar una adecuada definición y tener una mayor claridad acerca de nuestra lectura de la Biblia respecto a las situaciones que nos llevan a un contacto permanente con personas de esta orientación sexual y finalmente a afinar una pastoral de trabajo en medio de nuestra comunidad.
Elementos a considerar para una definición.-
Debemos tomar en cuenta al menos tres elementos que son: la incidencia de las perversiones, la presencia de masculinidad o femineidad, y finalmente la atracción sexual.
En cuanto al primer punto, siempre ha sido característico relacionar a los homosexuales con conductas de perversión, promiscuidad, prostitución y violencia. Pero al mirar las estadísticas podemos ver que los heterosexuales, presentan más niveles de perversión en sus relaciones, violaciones, infidelidad y violencia, abuso de menores, etc. Por esta razón no podemos definir a la homosexualidad como una perversión, simplemente por sus conductas, ya que estas se encuentran presentes en todas las personas.
En cuanto a rasgos de masculinidad o femineidad, siempre se ha dicho que un varón con rasgos femeninos es homosexual o una mujer con rasgos masculinos es lesbiana.
Pero esta afirmación general es muy discutida, ya que todas las personas tenemos estos rasgos en mayor o menos medida. Por ejemplo un pastor, en su trabajo de atención a las personas debe ser atento, cariñoso, con mucha calidez y ternura en la ayuda a las personas y eso no implica que los pastores sean homosexuales.
En el fondo la bondad de las personas tanto en hombres como mujeres debe estar representada en rasgos de calidez, ternura, compasión, etc.
Entonces la homosexualidad es una cuestión de atracción sexual. Las personas heterosexuales se sienten atraídas hacia otras del sexo opuesto, ocurre lo contrario en el caso de los homosexuales.
Estas personas se sienten atraídas a miembros de su propio sexo, y aquí no importa mucho lo que los padres de un adolescente con orientación homosexual, puedan alentarlo para que este tenga relaciones con muchachas de su misma edad, ya que la base de su atracción sexual está en el mismo sexo.
Hay estudios acerca de la conducta sexual de las personas que demuestran que nadie es totalmente homosexual, así como se es totalmente heterosexual, que existe una especie de péndulo en el cual varían los niveles de atracción sexual y que finalmente se llega a una opción.
Se descarta entonces que esto sea una especie de "maldición" o "deformación", sino más bien que ambas opciones se encuentran presentes para las personas en una especie de graduación del 1 al 10 . Entonces las tendencias homosexuales como las heterosexuales se encuentran ubicadas en una mayor o menor proporción en esta escala, en cada una de las personas, lo que lleva finalmente a la atracción y la opción ante ciertas conductas.
La única diferencia en la práctica de la sexualidad entre los homosexuales, es que se realiza con personas del mismo sexo, ya que las acciones a llevar a cabo son tan variadas como las que hace un heterosexual, por ejemplo: acariciarse, abrazarse, mimarse, besarse, masturbarse, sexo oral, contacto genital y aun la relación anal. Todas estas últimas prácticas que aún se realizan en relaciones heterosexuales.
En definitiva la homosexualidad es una opción sexual de acuerdo a la atracción que un individuo tiene por personas del mismo sexo y esto no implica una determinada valoración ya sea negativa o positiva, la valoración de esta persona se hará de la misma forma que la hacemos en razón de una de tipo heterosexual.
REFLEXION
1.- ¿Podría Ud., identificar a una persona homosexual en medio de la muchedumbre?
2.- ¿Puede Ud., identificar a una persona homosexual si se encuentra frente a ella?
3.- ¿Conoce a alguna persona de orientación homosexual?
4.- ¿Ha compartido con esta persona es amigo(a) de ella o él?
5.- ¿Cuándo descubrió la orientación sexual de esta persona, cambió su manera de actuar frente a ella o el?
6.- ¿Qué siente ante la conducta o actividades sexuales que realiza una persona homosexual?
7.- ¿Qué diferencia observa Ud., entre orientación sexual y conducta sexual?
ESTUDIO 2
VIOLENCIA EN CONTRA DE LOS EXTRANJEROS.
TEXTOS BIBLICOS Génesis 19:1-14 y Jueces 19:1-30
Es sorprendente que la Biblia no diga mucho sobre la homosexualidad, ya que hay fuentes no canónicas que muestran que se trataba de un fenómeno bien conocido en la época del mundo bíblico, tanto en el contexto del Antiguo como del nuevo testamento.
Los pasajes para analizar en este estudio son los más citados en contra de las prácticas homosexuales por las iglesias. Ellos tienen que ver con la historia de los visitantes que tuvo Lot en Sodoma y el incidente del Levita y su concubina en la ciudad de Guibea. Ambos relatos son muy parecidos en su estructura y por eso se recomienda estudiarlas en forma conjunta.
Lectura del texto bíblico.-
Leer y observar el desarrollo de la historia. (Gen. 19:1-14) Este episodio es parte de un ciclo mas amplio de historias acerca de Abraham y Lot, cuando se llega al capitulo 19, Dios ya ha tomado la decisión de destruir a Sodoma (Gen. 18:21) Los dos ángeles han sido enviados a Sodoma para comprobar si las cosas están tan mal como se le ha referido a Dios.
Los dos ángeles quieren pasar la noche en la calle, pero Lot les persuade de que sean sus invitados, aunque él mismo no es ciudadano de Sodoma, sino solo un residente temporal. Los hombres y muchachos de Sodoma se han dado cuenta de la presencia de los visitantes y exigen "conocer" a los extraños. Lot se siente confundido con esta petición y les ofrece a sus hijas vírgenes, para que los visitantes no sean molestados. Al tornarse violenta la multitud, los ángeles intervienen, ya han visto lo suficiente y esta ciudad esta condenada por Dios a la destrucción.
Leer el texto de Jueces.- (19:1-30)
Un levita trae de regreso a casa a su concubina que viene prófuga desde Efraín a Belén, y debe pasar la noche en Guibea de Benjamín. Están preparados para acampar en la plaza de la ciudad, pero un anciano residente invita a pasar la noche en su casa.
La pacifica escena es repentinamente interrumpida cuando los hombres de la ciudad exigen que el anciano traiga afuera al viajero para que lo "conozcan". El anciano se siente perturbado por este pedido y les ofrece a su hija virgen y a la concubina del Levita, antes de poner delante de la gente a su invitado.
Los hombres de Guibea insisten hasta que el hombre empuja afuera a su concubina. Ellos abusan de ella toda la noche. A la mañana siguiente esta muerta , este incidente causa tal indignación que Israel le declara la guerra a Guibea.
Consideraciones sobre los relatos.-
¿Qué tienen que ver estos relatos entre si?
¿Qué relación tienen estos relatos con el tema de la homosexualidad?
1.- El significado del verbo "conocer", este vocablo es clave para la interpretación de la lectura bíblica, de cómo se traduzca y a la ves se interprete esta palabra dependen las aplicaciones posteriores en el texto bíblico.
Balley ( importante biblista) destaca que en la mayoría de los casos 933 de 943 veces, quiere decir simplemente "conocer" tener un conocimiento acerca que quien es o quienes son las personas que han llegado a la ciudad. Solamente en diez casos se trata de una relación de tipo carnal y en ningún caso se refiere a relaciones de tipo homosexual.
Siguiendo a Balley y a otros autores, se trata de un caso de violencia en contra de los extranjeros y falta de hospitalidad, cuando ellos los quieren conocer se trata que desean conocer las credenciales de estos extranjeros.
Tanto Lot en Sodoma como en el anciano en Guibea eran forasteros residentes, sin embargo de acuerdo a sus tradiciones de hospitalidad se toma la libertad de ofrecer alojamiento a los visitantes.
En este sentido la actitud violenta de los habitantes muestra la falta de hospitalidad, ellos no acogían con facilidad a los extranjeros y en esto consistía el pecado de Sodoma y de Guibea . En el mundo antiguo y de manera especial en Israel uno de los aspectos importantes era la hospitalidad. En el caso de Jericó también fue destruida en su totalidad y solo una persona y su familia sobrevivieron, especialmente por su hospitalidad.
Entonces, las intenciones de estos habitantes no es principalmente la violencia sexual, sino mas bien la violencia política en contra de los visitantes, lo que no excluye en muchos casos que existan conductas sexuales ( ya que en muchos casos era común entre los pueblos antiguos humillar a los vencidos a través de actos perversos, realizados por heterosexuales).
El ofrecimiento de mujeres para calmar el ímpetu de los habitantes, lamentablemente esta citado en un contexto muy machista donde el honor de las mujeres es de tipo secundario, es mayor el valor de la hospitalidad hacia los extranjeros.
REFLEXION
¿Cómo podemos interpretar la palabra conocer?
¿Exigen los habitantes de las ciudades tener relaciones sexuales con los extranjeros? ¿Cuál es la base para esto, en el texto y en el contexto?
¿Cuál es el pecado de Sodoma y de Guibea?
¿La condena de Sodoma, fue antes o después de la violencia contra los extranjeros?
¿Qué significó este relato para los visitantes?
¿Es la homosexualidad tan condenable como el adulterio o la violencia en contra de los extranjeros?
¿Hablan estos relatos directamente sobre la homosexualidad? ¿En que textos?
¿Si interpretamos "conocer" en sentido general ( no sexual ) qué otro argumento sirve para hablar de relaciones homosexuales?
ESTUDIO 3
EXHORTACION EN LOS TEXTOS PAULINOS (1)
En la literatura paulina, que compone gran parte del Nuevo testamento existen al menos tres pasajes que nos llaman la atención sobre la homosexualidad.
Cada uno de estos pasajes posee su propio contexto y finalidad.
Una primera lectura sobre Romanos.-
Leer Romanos 1:26-27 y observar la conexión que tiene con lo que le antecede y le sigue. En la sección más amplia Romanos 1:18-20, Pablo plantea la siguiente argumentación, si la gente se encuentra lejos de Dios, es porque Dios los "entregó" y Dios los "entregó" es porque ellos se alejaron voluntariamente de El. Y este alejarse está relacionado con la adoración a los ídolos.(1:25) De allí que nadie tiene excusas de estar alejados de Dios, cada quién es culpable de esto.
Pablo incluye una lista de hechos reprochables entre los cuales se puede encontrar conductas homosexuales, o algo parecido a esto que podamos interpretar. En general ese listado es tan amplio que nadie puede escapar de estar en alguno de estos delitos o pecados, que son dignos de muerte.
El énfasis de Pablo en contra de los pecados sexuales está en el texto de manera explicita en el hecho de cambiar "lo natural" por lo que es anti-natural, en este caso es una mención a los heterosexuales que realizan acciones que son propias de homosexuales. Porque en el caso de estas actividades que consideramos impropias para los homosexuales son lo natural.
Pablo rechaza de manera enfática que las personas heterosexuales se comporten a manera de los homosexuales y todo ello en un contexto de adoración de los ídolos.
Pablo no puede estar en condiciones, de acuerdo a su época, de hablar de conductas homosexuales ni menos de opciones sexuales, pero lo que queda claro en esta argumentación es que reclama en contra de la perversión y esta conducta anti natural es vista como perversión porque la realizan los heterosexuales.
Una segunda lectura en Corintios.-
Leer en 1° de Corintios 6:9-20 y observar como se relaciona este texto con lo que le precede y con todo lo que sigue.
Este pasaje es parte de una sección mayor donde el Apóstol Pablo expresa su sorpresa de que entre los Corintios se den muchas inmoralidades, que aún entre los paganos no se observan. Lo que mas le sorprende es que entre los creyentes se den estas inmoralidades, como por ejemplo saber que un hombre convive con la esposa de sus padres.( 1° de Cor. 5:1).
La lista que presenta Pablo, para decir que no son dignos de heredar el Reino de Dios, esta compuesta por : injustos, inmorales, idolatras, adúlteros, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, ultrajadores,etc.
¿Que querrá decir Pablo cuando habla de homosexuales? Debemos entender con claridad que no es un termino redactado por Pablo, ni menos que tuviera una comprensión acerca del mismo y su definición ( ya que surgió como terminología en la época moderna ). La palabra original en el griego es "malakoi" y "arsenokoitai" , la primera de estas palabras se refiere a vestimentas suaves. A lo que la mejor traducción puede ser hombres que visten con vestimentas suaves o afeminados. Aunque no se puede juzgar y dejar fuera del reino de Dios a alguien simplemente por ser "afeminado" sino por alguna conducta sexual implícita. Se conoce en el contexto de la época el uso de algunos muchachos jóvenes para la actividad sexual, una especie de prostituto.
La segunda palabra, se puede traducir como hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. Esto lo sabemos por el contexto cultural greco romano que se acostumbraba a tener compañía de muchachos para favores sexuales, especialmente en épocas de larga abstinencia sexual, por la guerra u otras actividades militares.
La expresión "no heredaran el Reino de Dios", no quiere constituir una condena en si, ya que tendríamos serios problemas para la tarea evangelizadora, ya que esta sentencia es para todo el listado que se menciona en el texto.
Sino más bien se trata de una advertencia , al estilo de los escritos rabínicos de la época, exhortando a que se alejen de la inmoralidad.
REFLEXION
¿Se considera el acto sexual de los homosexuales con cierta repugnancia, de peor forma que la altanería, la avaricia, la envidia, etc?
¿Si Pablo viviera en esta época, aprobaría el comportamiento homosexual entre personas de opción sexual parecida con fidelidad y amor?
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