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Colección “Revisión Cultural” (desde 1978) (página 5)

Enviado por Ramon Ramonet Riu


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Vézelay era el lugar donde san Bernardo (perfeccionador de los estatutos del Temple), predicó la Segunda Cruzada a Tierra Santa ante la basílica de María Magdalena, y entre ellos estuvieron sus herederos espiritualistas, que eran los templarios, para jurar públicamente "obediencia al castillo de Maria y Marta en Betania" (Begg "The Black Virgin"). No era para menos, pues se lee en "Patrología Latina" de P. Minge (Ed. París 1854, vol. 183, col. 1050-5) que san Bernardo en su sermón número 22 se refirió a María Magdalena como la "Novia de Cristo", basándose en lo que consta en los Cuatro Evangelios. De hecho, ante cien mil fieles reunidos, conmocionaría mucho escuchar un semejante secreto a voces, y puede explicar el hecho insólito de que la loada Nuestra Señora de los templarios (la cual disimulaban apostillando "Santa Madre de Dios", tuviese inmediatamente en construcción ocho iglesias en el Norte de Francia. Fueron todas planificadas copiando la disposición de las estrellas de la constelación Virgo, como si la devoción esquematizada por María Magdalena fuese una imagen especular del cielo estrellado reflejado en la misma zona de Troyes, allí donde había tenido lugar la fundación de la Orden del Temple por Hugo de Payns. Lo corrobora el hecho de que fueron encastadas líneas metálicas entre las losas del suelo de iglesias góticas, confirmando con ello la importancia de su alineación astrológico-astronómico (entonces era lo mismo). Sucedió que habiéndose enseñado secretamente tan sólo en Chartres, y exclusivamente entre los círculos cerrados de albañiles (maçons en francés), las lineas metálicas fueron unos símbolos que escaparon a su destrucción por no parecerles "peligrosos" a los crueles investigadores de la Inquisición.

Por haber fallecido antes, Arnau de Torroja no supo que en en el siglo XIII se descubrieron otros restos de María Magdalena en la catedral de Saintes-Maries-de-le-Mer (en la costa de la Camarga- Provenza-Fr), los cuales oficialmente se consideraron auténticos. En la dicha iglesia las reliquias de María Magdalena estaban en un sarcófago cuya bella piedra procede de una determinada cantera de Turquía. Tanto esfuerzo para transportarla cuando no se disponían de medios técnicos ni de carreteras, apoya la idea de que en la Edad Media dicha santa movió mayor devoción de lo que se ha creido. Actualmente su supuesta calavera se venera en la cripta de la iglesia de Saint-Maximin-le-Sainte-Baume sobre una mesa de altar, muy bien protegido con una fuerte reja. Curioseando por allí en mi juventud, cuando por otro motivo recorría aquel sector del litoral francés investigando lo expuesto en mi obra inédita "ANAVANA, tesoro de tesoros", de pronto, sin buscarlo, y sin conciencia para poder apreciarlo, me sorprendió ver un calavera enfundada en un brillante casco metálico. Entreveo finalmente que bien podría suceder que ambos misterios tuviesen relación.

La cripta de la catedral de Saint-Maximin-le-Sainte-Baume es un tétrico lugar de veneración, pero muy frecuentado por los viñadores de la zona, quienes simbolizan siempre igual a la compañera/novia/esposa de Jesús escribiendo dos letras eme mayúsculas (M M), incluso en las jarras de vino que comercializan. Se trata del ancestral símbolo astrológico de la constelación Virgo, la cual presenta un similar trazo en el cielo nocturno. Se aplicó a María Magdalena cuando la entendieron como el Principio Femenino del cosmos actuando con toda su pureza en la Tierra. Con las edades del hombre fue un símbolo de interiorización, al cual se debe entrar en un remolino energético que se polariza en los templos cuando las personas que traspasan sus entradas quieren ser íntegras.

Aunque los templarios no gustaron de referirse a Jesucristo crucificado, en cambió entre sus creencias más íntimas estuvo la santidad de María Magdalena. En la cripta de la catedral de Chartres (Fr.) se entronizaron un par de imágenes suyas, mientras que en aquel templo antaño incluso faltaba una imagen del Crucificado. En la basílica de Vézelay (Fr.) también se venera María Magdalena en una cripta. Allí su decoración consiste en Flores de Lys y también la Cruz Ansada egipcia. La escritora Margaret Starbird, en su obra "María Magdalena y el Santo Grial", hizo conectar con ella a los reyes merovingios, porque la palabras mer y vin significarían "vino de María", o "vino de la Madre", ocultando así el humano continente portador de la Sangre de Cristo. En cuanto a Jesús, fue un privilegiado descendiente de la Casa de David, y por tal motivo se evitó lapidarle en el mismo instante en que se presentó como "Rey de Reyes" de los judíos. Cuando Arnau de Torroja residió en Jerusalén prácticamente se acababa de reconstruir la basílica del Santo Sepulcro, consagrada en 1149, la cual había sido edificada en el siglo IV sobre el monte Gólgota, tradicional Calvario.

Casi al acabar el siglo XX se averiguó que los restos de Jesús (escrito Yeshua) pudieron haber sido trasladados al sepulcro familiar (en uso entre el 30 a.C. al 70 d.C.) descubierto en Talpiot, en la periferia de Jerusalén. Debido a ello se trastocan muchas ideas y dogmas, empezando porque el ADN de los restos de María Magdalena, allí también enterrada, es diferente del resto de la familia corroborando que debió de tratarse de su esposa.

Los templarios no conocieron Talpiot, pues en tal caso aún hoy habría encima un templo magnífico, pero sí conocieron que el nombre de Mariamne, tal como allí consta escrito, era el María Magdalena en griego, porque Mariamne es como se la cita en el Evangelio de Felipe, el apóstol que predicó entre judíos de habla griega. En Talpiot también fue enterrado Yosa, muerto de niño, que sería un hermano de Jesús, de los cuatro que tuvo según Marcos que dio sus nombres. El descubrimiento de dicho osario en 1980 al este de Jerusalén, dejó en entredicho el dogma católico de la Virginidad de María, y también el de las tradiciones que hacen viajar a María Magdalena hasta el Sur de Francia. Si se confirmase ser la familia de Jesús de Nazaret, cabría pensar que tal vez sólo llegasen a Europa sus descendientes, varones y hembras, avalándolos una gran reputación de santidad. Si cobran vigor diversas hipótesis en nuestros dias, es gracias al libro de D. Brawn "El código DaVinci"; pero antes la habían apuntado otros, como Nikos Kazantzakis (1950), e incluso había sido llevada al cine ("La última tentación de Cristo"). Dan risa los anacronismos, los planteamientos feministas inexistentes en otros siglos, pero son ingredientes para desatar una respuesta automática en los lectores, proporcionando millonarios beneficios.

Merovingios: herederos de la dinastía davídica

A pesar de que popularmente se creyó que la dinastía davídica habría llegado al Europa a través de los sicambros merovingios, la idea se debió a los escitas que llegaron a las Islas Británicas formando parte de la caballería del ejército de la Roma imperial. Posteriormente permanecieron allí formando clanes tribales conservando sus creencias ancestrales. Fue por su mediación que en el Continente se divulgó el simbolismo de la Sangre Real, originaria de los antiguos egipcios veneradores de dragones y serpientes, pues representaban el poder de la familiadel faraón. Los esenios de Palestina también es obvio que tomaron prestada dicha simbología, incluyéndola en su principal icono, el cual los presentó como expertos curanderos. En el catolicismo dichos animales fueron la representación de "el Mal", porque se asociaba con la pagana "Diosa-Madre-Tierra".

Los merovingios eran reyes desde su nacimiento, y todos ellos gozaron de una fama de místicos y medio sacerdotes a pesar de ser polígamos y buenos militares. No se les tuvo en cuenta que eran muy crueles, pues era lo propio de su época. Se creía que tenían poderes fabulosos relacionados con el mar, lo que recuerda la fuga de los setenta y dos seguidores de Jesús del otro extremo del mar Mediterráneo. En efecto, los reyes merovingios (apodados Ursus) se consideraron descendientes de Jesucristo, y la explicación muy probablemente deba buscarse en el matrimonio que santa Sara contrajo con algún miembro de la dinastía de los salios galos, siendo de su descendencia que surgieron los primeros reyes merovingios que antes habían sido adoradores de la diosa Diana. Se trata de los reyes de Francia desde principios de siglo V hasta la segunda mitad del siglo VII. Unos tiempos cuando se usó el papiro, introducido en España por los musulmanes, si bien, debido a su fragilidad y por la barbarie de los tiempos, se perdieron los documentos, incluidos los oficiales. Paradójicamente, se conservó para la posteridad el famoso Jarrón de Soissons (Fr.), el cual contenía muestras de la sangre de los treinta y nueve primeros reyes merovingios francos.

En el siglo V los salios de la Galia creían que su rey Meroveo había sido fecundado por dos padres. El humano se llamaba Colidón, un rey de los salios, y el otro que era muy melenudo, tenía naturaleza divina y habría llegado por mar, motivo por el cual incluso el propio Meroveo se creyó realmente tener poderes milagrosos que fueron heredándolos sus descendientes. Él y sus hijos empezaron luchando contra los romanos pero pronto fueron sus aliados para oponerse a los Hunos de Átila. Después, bajo el rey Kilderico serían aliados de Roma para luchar contra los visigodos del sur de las Galias. Kilderico, en 486 cuando tenía 20 años, por ser muy mujeriego, tuvo serios conflictos y debió exiliarse ocho años en Alemania, de donde regresó para ser de nuevo rey de los francos y logró la independencia de Roma. Su frontera la delimitó el río Rhin.

Hacia el año 500 d.c., con el bautismo y conversión del rey Clodoveo (Clovís I), la Iglesia Romana se instauró como suprema autoridad espiritual de Occidente. Se podría decir que fue un pacto entre Roma y los merovingios, originando una alianza que debería engendrar un nuevo Sacro Imperio Romano. Pero la lealtad de los francos a al Sumo pontífice no era muy intensa, ya que los merovingios seguían manteniendo simpatías por la religión arriana que practicaban desde antes de su conversión al cristianismo.

La expansión hacia el sur de Francia del rey Clodoveo, se la brindaron los visigodos de Alarico II al proponerle una alianza, pero duró poco porque el 506 Clodoveó mató personalmente al rey aliado. Después él fue considerado como un cónsul romano que ejercía su poder con las intrigas propias de su tiempo. A Clodoveo se debió la unidad de los pueblos galos y el asentar su capital en París el mismo año que puso su frontera en los montes Pirineos (508). Murió en 511, a la edad de 45 años, dejando el reino dividido entre cuatro hijos que, entre fratricidios y conspiraciones, alimentaron el caos bélico en todos sus estados. A su favor tuvieron la leyenda del desembarco de los seguidores de Cristo, en Saintes Maries-de-la-Mer (hasta el año 542, la aldea era conocida como Saintes-Maries-de-la-Barca en la Camarga francesa). Sara-Tamar se casaría con un miembro de la dinastía de los salios galos, y años después nacerían de ellos los fundadores de la dinastía merovingia. Sólo algunos privilegiados debieron de conocer entonces que por las venas de sus soberanos corría la sangre de Jesús de Nazaret.

El linaje de Clodoveo tuvo ascendencia judía, y sus allegados durante siglos conspiraron a fin de regenerar la sociedad mediante la altruista misión de gobernarlos un rey (Rex-Deus) que fuese legítimo descendiente del rey David. Lo dicho aún fue más evidente después de la Primera Cruzada, no sólo en el Languedoc y Francia, sino en los Países Bajos, e incluso en Escocia. Se pretendió restaurar un "Rex Deus" para ejercer el gobierno del mundo; y dicha línea de sangre "sagrada" fue defendida por la Orden de Sión desde antes de crear la orden monástico-militar del Temple. Ésta, durante sus dos siglos de existencia, por paradojas de la vida -y sobre todo por perderse el espíritu que Arnau de Torroja fue el último en defender-, degeneró y, sin saberlo los templarios sentaron las bases para la gestación del galopante capitalismo, el cual sistema, siendo el mejor de los conocidos, para subsistir desvergonzadamente necesita irse hinchando económicamente como un globo.

Los reyes merovíngios tuvieron un secreto muy bien guardado, que lo creyeron originario del rey Salomón: Todos los reyes llevaban en su cuerpo una cruz roja, señal natural de nacimiento, como era bien sabido del rey merovingio Clodoveo, lo cual por cierto se relacionó con la cruz distintiva en el hábito de los templarios. El animal totémico de los reyes merovingios fue la abeja, al igual que entre cretenses y egipcios, dada su organizada sociedad matriarcal. En la tumba de Childerico, padre de Clodoveo, se encontraron trescientas diminutas abejas de oro, las cuales llegaron a decorar la capa del emperador Napoleón al ser coronado.

En cuanto a su símbolo heráldico la Flor de Lys, la creyeron inventada por el rey Salomón, pero (pero ya estaba ya en el arte egipcio). Tanto Clodoveo como su nieto el rey Meroveo adoptaron la Flor de Lis como emblema real, posiblemente por mostrar gráficamente el rito de la circuncisión (preceptivo del pueblo hebreo). Así pues, el símbolo de los reyes borbones parece haber sido inventado en Israel. Ni que decir tiene que la Flor de Lys para los católicos simboliza la Trinidad Divina, y por ello pasó a la realeza. Es el mismo dibujo que también sirvió de inspiración al raro diseño de la llamada "pata de oca" de los templarios.

PERSECUCIÓN DE LOS HEREDEROS "DESPOSYNI"

Los sicambros cuando estuvieron gobernados por su famosa reina Viviana de Arqs, fueron llamados "desposyni" por los habitantes de la actual Borgoña, siendo antepasados de los merovingios cuyos reyes llevaban muy largas cabelleras y nunca fueron antisemitas. Al reino de Arqs pertenecían los condes de Toulouse y Narbona del Languedoc, por cuyos matrimonios se habían expandido por la región llamada Aquitania. Después de ganar a los "alamanos", los desposyni fueron convertidos al cristianismo de los arrianos cuando lo hizo primero su rey Clodoveo. Hasta entonces a un líder visigodo no era posible reconocerlo de estirpe real porque la Iglesia limitaba el título a los cristianos bautizados, promoviendo un fuerte fanatismo religioso y muy racista. Su excusa sólo podía ser que aquellos reyes, tan sensibles a sus antepasados míticos, tenían la osadía de anexionarse reinos vecinos invocando derechos de sangre…divina.

La Iglesia católica desarrolló la mayor energía política, y eclipsó a herederos de Jesús y de Maria Magdalena, que eran los "desposyni", palabra griega que significa que fueron familiares del Maestro. La mayor prueba de dicho esfuerzo institucional fue la falsificación llamada Donación de Constantino. Se trata del documento básico utilizado por el Sumo pontífice para dominar el conjunto de monarcas de la cristiandad. En Inglaterra designaron al arzobispo de Canterbury para coronar a sus reyes, y sólo Escocia resistiría aquella imposición del papal, por lo cual sus monarcas sufrieron la excomunión.

Las disposiciones basadas en La Donación de Constantino se aplicaron en todo el orbe católico inmediatamente, y todas las monarquías obedecerían a un dispositivo por el cual la Iglesia católica desarrolló la mayor energía política. El poder espiritual, que antes se había movido en un segundo plano, cobró importancia al punto de que el papa coronaba con sus manos a los grandes soberanos. Pero los templarios conocían su falsedad del documento atribuido a Constantino, por haberlo ya declarado fraudulento el emperador Otón III de Sajonia el año 1001, quien acabó por considerarla una papal "broma" del siglo VIII.

En aquellos tiempos los pontifices romanos no eran ejemplares en absoluto, al menos a partir del llamado Sergio III, que vivió antes del cambio al segundo milenio. De tales barbaridades a la Iglesia nunca le interesó que se divulguasen; y mucho menos que los mandeístas tenían a Juan por el Mesías esperado y no a su primo Jesús. En 1958, el profesor Norton Smith, de la Universidad de Columbia, bien relacionado con el monasterio de Jerusalén, descubrió un fragmento inédito de la carta del Evangelio de Marcos que no había sido perdido, sino tan sólo suprimido. Por expreso deseo del obispo Clemente de Alejandría, se ocultó dicho fragmento inédito a la mayoría de los sacerdotes. Reconociendo que existía el evangelio auténtico, mandó a Teodoro que lo negase con el siguiente argumento: "Ni eso, ni todos las cosas verdaderas deben ser dichas a todos los hombres" (N. Smith, Gospel Secret, p. 14 los 16).

LOS MEROVINGIOS Y LOS JUDIOS DE SEPTIMANIA

En el libro "El Enigma Sagrado" la implicación de la tribu de Benjamín se considera el origen de la línea de sangre de David que enlazó con los reyes merovingios. Al principio, el enlace entre representantes dinásticos de las tribus de Judá (la de Jesús) y de Benjamín (la de María Magdalena), parece obvio que debió de mantenerse en secreto. La línea de sangre del rey David debió de ser conocido tan sólo por los familiares más íntimos para no alertar a los judíos fundamentalistas, y para la propia seguridad de los desposados y su progenie cuando naciesen. Sus seguidores fueron el primer grupo religioso católico en independizarse de la Iglesia episcopal, y en su monasterio, fundado por san Casiano, predicaron evitar a los obispos.

El rey Clodoveo visitó la tumba de Maria Magdalena con su esposa Clotilde en el 480, y aquella piadosa iniciativa, en opinión de los cardenales del Vaticano, pesaba en su contra. Hacerlo bautizar fue una maniobra que el sumo pontífice confió a san Rémi, confesor de Clotilde, su esposa cristiana, de modo que ella influyó para convertirlo al cristianismo y hacerse agradable al Vaticano. Clodoveo gustaba de relacionarse con el obispo de Reims y también con santa Genoveva. Después de su matrimonio con santa Clotilde, en Ferrieres, san Rémi empezó a mirar al rey cual un nuevo Samuel. Una estirpe real destinada a personificar los derechos temporales de Jesucristo en el mundo.

San Rémi, en la Nochebuena 496, en Reims, bautizó al rey, así como a unos tres mil de francos, y le confirió la investidura divina, consagrando con ello el matrimonio indisoluble con la estirpe de Clodoveo. Después de su bautismo, éste quiso desposeer a los herejes de las provincias más bonitas de las Galias. Los combatió y, en menos de siete años, sus victorias -de Dijon sobre Gondebaud (500), y la de Vouillé, sobre Alarico (507)- acabaron con los herejes galos y obtuvieron para Francia fronteras naturales: El océano Atlántico, canal de la Mancha, el Rin, los Alpes, el mar Mediterráneo y los Pirineo. De las victorias y alianza de Clodoveo se benefició a la Iglesia, porque el "Nuevo Constantino" acabó en menos de siete años con los herejes del país galo, principalmente arrianos. Gracias a la conversión de Clodoveo y sus vasallos ya era posible entrever la misión divina de su país. El rey había fundado la "Casa de Francia".

Clodoveo, durante 50 años (511 a 561), reunificó el reino merovingio. Hizo matar al hermano de Radegonde y participó en el asesinato de sus sobrinitos Teobaldo y Gontier, a fin de asegurar su herencia de Orleans. Recuerdo estos hechos, porque en la abadía románica de San Radegonde de Poitiers, se conserva el pupitre de la reina, decorado con el Agnus Dei (Cristo) rodeado de los símbolos de los cuatro evangelistas. Es el que se incluyó en la decoración del frontispicio del monasterio ampurdanés de Sant Pere de Roda (Costa Brava), cuya ara portátil aún sigo investigando.

Últimamente nuevos hallazgos del inglés Hammott parece que confirmarán el interés de los templarios por la zona Rennés-le-Château. Mientras él buscaba en la zona cercana a Rennés-le-Château encontró unas páginas que pueden ser del "Evangelio de María Magdalena". El rey Dagoberto tendría que ver con ello, puesto que se consideró descendiente directo de Jesús y María Magdalena, creyéndose superior a los demás reyes del mundo; lo cual recordaré que al Vaticano le pareció muy mal.

Obviamente la Iglesia petrina no lo podía consentir que se diese crédito a las fantásticas ascendencias de los reyes merovingios, y el momento álgido de la ruptura fue el asesinato del rey sicambro Dagoberto II y de casi toda su familia, dado que su hijo Sisgiberto IV (también llamado Sigibert) fue puesto a salvo en la primitiva capital del reino visigodo en el Sur de Francia. Cuando Sisgiberto se casó con Giselle, condesa de Razes (Redae), se unieron los linajes godos con los descendientes del rey David. Contra lo que escribieron los católicos posteriormente, Sisgiberto logró escapar de la matanza de toda su familia, viviendo refugiado en Rennés-le-Château, siendo por dicha ascendencia genealógica que los duques de la Lorena se pudieron considerar descendientes del rey David por dos vías: Una la del rey sicambro Sisgiberto IV, y otra la del "desposyni" rey Meroveo (448-457).

El linaje merovingio tuvo mucho cuidado de perpetuarse en la más estricta clandestinidad. Después todos los reyes de Francia se pueden presentar como descendientes del usurpador Pepino el Breve, coronado el año 754 por el pontífice Esteban, que dejó escrito que excomulgaría a quien eligiese algún otro rey que no fuese de entre sus descendientes (Cláusula "De Unctione Pappini" en "Monumenta…").

El Santo Grial y su dispersión

El Santo Grial, que en el siglo XII era llamado "Lapsit exillis" y tenía origen celestial, para la Orden de Sión debió significar el continente de la Sangre de Cristo, pero no fue un recipiente simbólico, sino su descendencia: Herederos que llevarían su sangre. Tal fue el gran secreto de los caballeros del Temple, de los cátaros y también del posteriormente venido a menos Priorato de Sión. Los conocimientos de aquellos sabios es obvio que no fueron los mismos que pueda tener un exegeta actual, con su gran ventaja de siglos;…pero actualmente éstos no disponen de información "de primera mano".

María Magdalena fue asociada al culto de la Diosa-Madre, presentada ya en el siglo XIII, incluyendo un cáliz en un medallón tallado en madera, el cual sigue decorando la sacristía de la iglesia de Santa María Magdalena de Waldburg (Austria). Otras veces se la simboliza mediante una piedra esférica ("Obosom"), porque se regeneraban los cultos paganos utilizando sus piedras a modo de altar. Cuando las piedras eran grandes menhires, entonces se puso una cruz en su punta por ser tradicional que, con la frotación de sus partes, las hembras montadas en ellos se quedaban preñadas.

María Magdalena tuvo éxito en la literatura durante el paso del Primero al Segundo Milenio, y sigue triunfando especialmente por las rarezas detectadas en el lienzo de Leonardo da Vinci "La Última Cena" en una iglesia de Milán donde la enamorada compañera/novia/esposa de Jesús sustituye a la figura de san Juan Evangelista. En la catedral de Burgos un lienzo muestra a la Magdalena penitente muy sugerente, pues sólo está cubierta con una densa y larga cabellera (al modo como luego lucieron los reyes merovingios). En dicho cuadro la cabecita de un niño asoma mientras le está sorbiendo del pezón, y de ahí salieron nuevas pruebas de la maternidad de la vilipendiada María Magdalena. En cambio, otro cuadro que hace décadas me sorprendió mucho sigue expuesto dentro de la Mezquita de Córdoba (ángulo SE.), precisamente por la desinformación acerca de María Magdalena. Me refiero al gran lienzo de 1672 colgado en el muro detrás del altar, presidiendo la Capilla del Sagrario, en el cual se presenta (sin eufemismos: a La Magdalena), pasando por ser san Juan, con un aspecto mucho más afeminado que el del célebre cuadro La Santa Cena de Leonardo da Vinci. Curiosamente lo pintó el fundador de la Academia de San Lucas, de Roma, posteriormente presidida por el genial pintor Nicolás Poussin; un pintor enigmático, y más por estar vinculado al enigma de Rennés-le-Château.

A Jesús y María Magdalena se ha supuesto que tuvieron dos hijos, según dedujeron hace ya veinte años los investigadores Barbara Thiering de la "Comisión de Estudios sobre Divinidades" de la universidad de Sydney. L. Garner su libro "El legado de María Magdalena" expuso que en septiembre del año 33 nació Tamar "Sarah" (princesa), y el año 37 nació Jesús (Joshua, que en hebreo significa: Dios es la salvación). En su opinión aún habría engendrado un tercer hijo en diciembre del año 44, siendo después cuando María Magdalena se enclaustró seis años en un convento. Según la leyenda, José de Arimatea vivió en el Languedoc francés dedicado al cuidado del Santo Grial, ayudado por su cuñado Brons. En el libro "La herencia del Grial" (Ed. Grijalbo 1999) se pretende hacer llegar a José de Arimatea, junto con un hijo varón homónimo, hasta Gran Bretaña. Incluso en la iglesia de Derevaig en Escocia se pintó a santa María Magdalena en estado de gravidez, mientras tiene cogido de la mano a su hijo Joshua. Según otras leyendas, José de Arimatea llegó a Glastombury, donde fundó la primera iglesia-abadía. En mi website: Arnau de Torroja, "Segunda Parte" (del cual este escrito es un anexo) amplio esta noticia, ciertamente inesperada.

Es decir, el término "Santo Grial" fue entendido en dos diferentes sentidos. Uno remite a la Santa Sangre que fue una metáfora para ocultar a la descendencia física de Jesús, la cual supuestamente se trasladó a las Galias. La otra sería el Cáliz de la Última Cena, que popularmente fue la visión física más difundida del Santo Grial, siendo por su éxito la que finalmente fue adoptada por la Iglesia celebrando la santa misa con un contenedor idóneo de la Sangre de Jesucristo crucificado. Pero está bien documentado gráficamente que durante los doce primeros siglos el cristianismo se ignoró el Santo Grial y la descendencia de Jesús y María Magdalena, ante todo porque habría significado la muerte del que osase exponerlo. Hasta el siglo XIV cuando el clérigo Roberto de Borón cristianizó el cáliz contenedor de la sangre de Jesucristo, en su romance "Historia del Santo Grial y Merlín", el sagrado contenedor nunca antes se había asociado con Jesús, ni con José de Arimatea, quien supuestamente lo habría llevado personalmete a las Islas Británicas. El Santo Grial, al cual dediqué mi libro autoeditado "Montserrat, ganga del Grial" (1993), se presentó cual una joya, o una reliquia, capaz de guiar la evolución espiritual del heroe empeñado en buscarlo, y en el transcurso de dicha empresa evolucionaba hacia su propia iluminación sin saberlo.

Como la Iglesia en el clímax de su poder terrenal fue incapaz de acallar aquella línea de pensamiento que ofrecía un nuevo intermediario para relacionarse con Dios, además de Jesucristo, resulta que el Grial sería el tema de mayor éxito de la literatura medieval. La Iglesia omitió recordar la tradición del Santo Grial, considerando que las letras de los romances que lo citaban tenían raíces heréticas. La solución consistió en incorporar una copa a las celebraciones litúrgicas, suponiéndolo el cáliz de la Última Cena. Fue el símbolo de aquella lucha -que aún subsiste- entre los fieles a san Pedro y los de María Magdalena; o en otras palabras, entre los herederos de la sangre y los herederos de la fe.

Debo suponer que Arnau de Torroja supo de lo acontecido en realidad mejor que los exegetas de hoy, dado que, por ejemplo, la Orden del Temple no se consagró a Jesucristo sino, exactamente a María Magdalena, resultando que como institución armada fue realmente única y peculiar en la historia del Cristianismo. En 1989 el pontífice Juan Pablo II llamó a la Magdalena "Apóstol de los apóstoles", confirmando lo dicho por su antecesor en 1969. Tal declaración, obvia para los bien informados, es clave para conseguir que el gnosticismo -del que María Magdalena fue la iniciada perfecta- se pueda adaptar a los dogmas católicos, palabra ésta que significa universal. Recordaré que A.D. Nock, entre otros estudiosos, describió el gnosticismo como la "helenización del cristianismo".

A pesar de la insistencia de Jesús en que no se debía dividir, desunir, etc., la Iglesia católica-romana (pues también son católicas: la luterana, la anglicana, la calvinista, etc., etc.) ha perseverado en discriminar a las mujeres de las jerarquías eclesiásticas, pero los hallazgos arqueológicos cada vez harán más evidente que pudo haber existido un linaje davídico que logró sobrevivir. Insisto en que su salvaguarda pudo haber tenido que ver con los documentos encontrados en Rennés-le-Château por el párroco Francois Berénguer Saunière. Sobre el dicho enigma ya escribí una novela en mis inicios, el descifrado de cuyas pistas sinteticé en una website del año 2008.

La tradición esotérica asoció la diosa ancestral dadora de vida con el Santo Grial, y ello llevó a identificar ambos como sinónimos de Myriam de Magdala. Los sabios de la Orden del Temple, igual que sus fundadores, creyeron que la estirpe del rey David tenía continuidad en los hijos de Jesús y María Magdalena, imponiéndose la misión universal de proteger a quien fuese digno "Rey del Mundo" que querían ver bajo una sola religión y un sólo caudillo (Rex-Deus, o Rex-Mundi). Por ello María Magdalena fue elevada de categoría, llamándola los templarios Nuestra Señora. Su siguiente empeño sería depositar en buenas manos el poder temporal de este mundo, y nada mejor que buscar al mejor soberano entre la nobleza europea, siendo los Plantagenet y la Casa de Anjou buenos candidatos. Claro está que cuando mandó en la orden bicéfala el catalán Arnau de Torroja, él prefirió pensar en Alfonso II conde de la Casa de Barcelona, y rey de la corona catalano-aragonesa, de la cual confederación su hermano, Guillem de Torroja, habría sido forjador y regente durante la minoría de edad del niño-rey.

LA PERSPICACIA DE LOS TEMPLARIOS Y CÁTAROS

Sin duda que Arnau de Torroja, desde antes de ser Gran Maestre provincial de los templarios, habría superado la fe simplona que hacía de Jesús el Rey de la Creación, acompañado de su madre y sus discípulos. El nombre mismo de Magdalena, sin creer que fuese la pecadora arrepentida icono de la lujuria y la soberbia, como se presenta en el remodelado Evangelio de San Lucas (s. VI), descubrieron que procedía de las sumerias Magdal-Eder, significando las "vigilantes" del rebaño (…de fieles de la casa de E-Gal), ya habría sido un atributo de las diosas Inanna/Ishtar (2.500 a.C.). Dichas divinidades sumerias, al igual que María Magdalena, también llevaron en sus manos recipientes que contuvieron agua y no ricos ungüentos, o la Sangre del Crucificado, como fue su caso. Lo avala el hecho de que los reyes bíblicos, igual como en Mesopotamia, también empezaron considerándose simplemente como humildes "pastores".

La sociedad secreta ofrecía protección a los empeñados en restaurar una especial estirpe, y los cátaros fueron muertos por su ánsia de promover la restauración de un Principio Femenino dentro de su "Iglesia del Amor" (…a Nuestra Señora). Los trovadores, pues, tuvieron motivos para referirse subliminalmente a la Iglesia católica como "el marido Celoso". La veneración a María Magdalena sobrevivió en clave en las letras de los cantos de trovadores, con la excusa de tratar de moralizar la sociedad y desterrar la tiranía de los tiempos. Los cátaros lo creyeron, y también los templarios, como luego los hugonotes, pero todos lo pagaron con sus vidas, porque prevaleció que la Iglesia era, y habría sido, la única "Esposa mística" de Jesucristo. Los templarios después de lo acontecido a los cátaros, demostraron que el aprendizaje consiste en evitar repeticiones. En lo sucesivo, en lugar de repartir lo ganado con la fuerza, tratarían de compartir sus conquistas espiritualistas, porque el cristianismo es la historia de un amor. Pero no se refiere al amor físico, o carnal. Lo explicó en su Evangelio San Felipe (65, 1 y BNH II, 36), porque juzgó negativamente el matrimonio común, dado que se opone a un matrimonio espiritual muy superior porque es inmaculado y puro.

Vírgenes negras: imágenes que aparecen y desaparecen

La Virgen Negra empezó a ser venerada en Ferrieres (Provenza-Languedoc -Fr.) el año 44 d.C. Otra imagen de Verviers (Lieja) además de ser negra, lleva corona tanto ella como su hijo. Se presenta rodeada de estrellas que simbolizan sabiduría. La inspiración del símbolo de la Unión Europea se obtuvo de ella. Al comenzar el siglo III Orígenes de Alejandría ya comparó a María Magdalena con la "prometida" del rey Salomón, en el libro "Cantar de los Cantares". En el siglo XII san Bernardo de Claraval en su Patrología Latina (Sermón 57) llamaba a María Magdalena "Prometida de Cristo". Sus imágenes, incluso las de tez clara, son bellísimas, y de entre ellas prefiero la de la iglesia de Laguardia (Navarra), cuyo frontispicio, por cierto, es casi igual que el de la colegiata de la ciudad de Toro. Su advocación es Santa María de los Reyes, y se presenta de pie con su Hijo en el parteluz de la entrada, cuyos laterales decoran imágenes de los doce apóstoles y todos ellos todavía bellamente policromados y de tamaño natural.

Después de la conquista de Jerusalén el año 1099, los religiosos utilizaron hábitos negros en las ceremonias de la Virgen María, en lugar de los de color blanco que habían sido habituales. El motivo sólo puede ser debido a tener de ella una visión superior de la que era considerada "Esposa negra" (como Isis y Artemisa) del "Rey Pastor" sacrificado. Empezaba así a mostrarse una María Magdalena muy oculta. A partir de entonces su popularidad, bajo la forma de Virgen Negra, fue creciendo cada década más en toda la Europa Occidental. Cuando en el Vaticano dictaron su prohibición, se solucionó ocultando las imágenes en los sitios más inesperados, aunque relacionados con el entorno natural, de forma que al hallarlas al cabo de los años se pudo pensar que habrían merecido la devoción de los druidas celtas. En la iglesia de Valjunquera, comarca de Matarraña, se da un caso extraordinario de lo dicho. Existen galerías subterráneas donde corre agua separada por algunos pilares y arcos. Acaba por abrirse una espaciosa estancia donde actualmente ya sólo queda la piedra que fue la base de un altar para una de dichas Vírgenes Negras. En otras partes, por ejemplo en la cripta de la catedral de Chartres (Fr.), siguen siendo muy veneradas, pues hay entronizadas dos.

Como era de esperar en el siglo XII aquella prohibición de venerarlas y posteriormente recuperarlas se justificó ante la gente inculta, con la gran amenaza de profanación por culpa de la invasión islámica. En efecto, una vez alejados los infieles, todas aquellas toscas tallas de madera pintada burdamente, y otras que son cual obras de orfebrería trabajadas en piedra, como la Mare de Déu del Claustre de Solsona milagrosamente fueron apareciendo de sus escondites. Actualmente todas celebran su fiesta el día de las Vírgenes Encontradas el 8 de septiembre, menos mi Patrona de Solsona, que se quiso distinguir del resto dedicándole el día 9 de septiembre. De hecho son tres los días de fiesta y bellísimas ceremonias religiosas que se celebran, con muy gran concurrencia de fieles dentro y fuera de la catedral, pues es sacada en procesión por las calles de la ciudad.

Las imágenes negras de María Magdalena se veneraron en la mayoría de templos, encomiendas y posesiones de los caballeros templarios, a pesar de que era una "segundona" respecto a la Madre de Diós de los monjes cistercienses, quienes vestían hábitos blancos como los templarios. Todo el occidente de Europa en el siglo XII sintió súbitamente un gran fervor por las imágenes plásticas de la Madre con el Hijo sentado en su regazo. Tanta espontaneidad hace sospechar que la Orden del Temple promocionó al menos las de color negro, teniéndoles reservada planes precisos para su veneración. San Bernardo que trabajó tanto las reglas de conducta para los monjes cistercienses como la de los caballeros templarios fue el responsable final, y lo evidenció a la posteridad no tanto por su reconocida mariolatría, como por haber mostrado especial empeño en resaltar la importancia bíblica de la casa de María Magdalena.

Hay una pregunta por contestar: Dado que las caras y las manos de la Vírgenes y su Niño han sido ennegrecidas por los elementos ¿Por qué otras imágenes veneradas no tuvieron un semejante proceso? En pocas palabras, debieron ser oscurecidas al trabajarlas, porque (dejando a parte que sus santuarios resultan más rentables al recibir mayor número de peregrinos), el culto de la Virgen Negra evocó el resurgir de la energía cósmica en lo femenino. La Virgen María, Maria Magdalena y sus numerosas advocaciones, todas son cercanas a Jesús sin perder los aspectos de la energía cósmica femenina. Su profunda veneración por las órdenes de Sión y del Temple representó actualizar el pagano culto a la diosa de la fecundidad, porque lo espiritual supera lo físico, antes, ahora y siempre.

Arnau de Torroja y los demás enrolados en la caballería de la Orden del Temple fueron pioneros en ideales espirituales sorprendentes, al admitir que la idea de venerar a la Virgen con su divino Hijo, en realidad sabían que se trataba de copias de Isis. Era una deidad egipcia, hermana-esposa del asesinado dios Osiris y madre de su vengador Horus. A los templarios les recordaría a la Gran-Diosa-Madre de la prehistoria europea, porque la vida orgánica (tanto la sangre, como las semillas) siempre germina en la oscuridad; los pensamientos también se gestan dentro del cráneo, la sangre corre por las venas, etc.. En la Europa del siglo XII se aceptaron muy bien las nuevas Vírgenes Negras por evocar la fertilidad, la misma idea que en el Neolítico había sido depositada en los dólmenes tauromorfos. En otro libro defiendo el fundamental papel inspirador de un inmenso ídolo natural de la sierra de Montserrat en Cataluña que debió de ser venerado en la prehistoria más profunda. (Véase la síntesis de mi libro: "Megalitos parlantes. Del culto al toro").

La Virgen Maria es también la Reina de la Tierra, aunque la Iglesia católica-romana aún evite concederle tal advocación. No se debe olvidar el aspecto femenino de la divinidad, desde el momento que en el libro Génesis (1-26) consta que Dios hizo al ser humano a su imagen. Debe ser reconocida Reina de la Tierra, porque desde que se sabe que para venerar a Isis fue erigida la gran pirámide de Giza, las Vírgenes Negras ya no pueden ocultar por más tiempo que la recuerdan cuando aparece sentada con el Niño-Dios en sus rodillas. Isis, se esculpió llevando dos cuernos en su cabeza y un sol entre ellos, siendo Isis la imagen subliminal que evocan todas las imágenes de la Virgen y el Niño posteriores. La diosa egipcia Isis además derivó en imágenes de matrona "galacrofusa", por dar de mamar a su divino Niño mientras lo mantiene sentado en su regazo.

En el siglo XII se trato de imágenes de matronas que vistieron ropas que estaban adornadas con motivos dorados. Como frecuentemente se encontraron luciendo joyas y accesorios de oro, resulta que todos los colores principales de la gran obra alquímica se encuentran simbólicamente reunidos en la policromía de dichas Matronas con Niño. De los tratados alquímicos que Arnau de Torroja tuvo noticia, se deducía que la "materia primordial" se coloreaba al ser pacientemente transmutada, siendo tres los colores dominantes: el negro, el blanco y el rojo. Al negro se le asimilaba frecuentemente el azul, color que representaba la putrefacción, primera por la cual debía pasar la materia. El blanco correspondería la fase siguiente, que era la de la purificación de la materia; mientras que el color rojo simbolizaba el "fuego secreto", clave del éxito de la obra. Los colores simbólicos para María Magdalena fueron el rojo para su vestimenta, y el color verde para su manto, pues se convino que aludía mejor a su fertilidad, incluida la espiritualista. Por otra parte, según la orden religiosa que la encargase pintar podía vestirla, o no, con el color de sus propios hábitos.

UN DETALLE QUE SE EXPLICA ACCIDENTAL, Y NO LO ES

En la Santa Biblia hay dos pasajes remiten a la mejilla herida de la Virgen Negra. Uno se encuentra en Miqueas, cap. IV: 8-10) pensando en que los sufrimientos de Jesús los habría de padecer también su querida compañera. La segunda está, obviamente, en el libro de Salomón: "El cantar de los cantares", cuando se lee: Los guardias golpearon y me hirieron…".

Este detalle lo capté extrañadísimo, porque siempre se me había explicado que una rotura en la mejilla derecha de la imagen de la Mare de Déu del Claustre, Patrona de Solsona, mi ciudad natal en el centro de Cataluña, que es de color negro, se debía a su profanación. Quizá sí, pero ya me permito dudarlo, y no sólo por las dos menciones que encontré en la Biblia. La Virgen de Czestochowa venerada en Polonia, aunque según la tradición proviene de Bizancio (Constantinopla), presenta en su mejilla una fea hendidura que la muestra como si estuviese "herida".

Curioseando por si descubría más dibujos y pinturas de la Virgen con el Niño mostrando algún defecto en la mejilla de la madre, encontré la huella de una herida similar en un lienzo de Simone Martini (1284-1344), pero lo pintó al presentar el rostro de María Magdalena. Quizás lo copió de otra de tiempos antiguos, porque dicha herida en realidad también está pintada en las mejillas de algunas Vírgenes de la iglesia ortodoxa. Este detalle de una herida en la mejilla aporta mucho a mi inquietud investigadora en este tema. Y añadiré algo, para que se vea claro que la cultura da alegrías, y nunca nos ha de defraudar. Dicho lienzo para mí resulta interesante además porque en la vestimenta de María Magdalena se muestra un trazo egipcio muy simbólico, cual es la Cruz de san Andrés, o aspa (X).

Los caballeros templarios, que rechazaron la cruz por ser artilugio de tortura, en cambio tuvieron el símbolo del aspa para referirse a la "Estrella de la iluminación", que sin duda es el sol. Pero también fue indicativo del "marido", puesto que decían: "Donde el sol brilla, el desierto está debajo". Lean a Margaret Starbird "María Magdalena y el Santo Grial" (Ed. Planeta Barcelona 2004 p.193) para profundizar en tan sibilino asunto, porque ahora estoy a punto de concluir, y antes quiero resaltar que es justamente un aspa (X) el meollo del símbolo que descifré en un anillo de hierro meteórico, al cual llamo Anillo de Moisés, aun cuando claramente perteneció a algún faraón de tiempos más antiguos.

El aspa decora incluso algunos vendajes del faraón difunto, ocupando casi todo su cuerpo. Lo asocio al simbolismo del Espíritu Santo, que convencionalmente es la paloma. No es capricho haberla imaginado sobre la cabeza de la Magdalena, como en la foto que presento llevando el grial entre sus manos, como recordando a la diosa Innana del Pais de Sumer. La paloma la dibujan los cabellos recogidos sobre la frente de la imagen de mi patrona la Mare de Déu del Claustre de la ciudad de Solsona esculpida el año 1163 en Toulouse del Languedoc para su iglesia La Daurade.

Cuando Jesucristo fue cruelmente azotado en la fortaleza Antonia de la ciudad de Jerusalén, es decir, allí donde le colocaron una corona de espinas sobre su cabeza, sigue siendo visible, grabada en una de las losas del suelo, la misma Estrella de David que el Señor vería durante su martirio. La menciono porque en su centro se distingue el perfil de una paloma con las alas extendidas, como las que me he estado refiriendo. Las seis puntas de los dos triángulos enlazados, simbolizan la unión de la pareja (Hieros Gamos); y la paloma la conexión con el espíritu divino. Por cierto, los cátaros del Languedoc en el siglo XIII, durante su huida, dejaron formas de paloma esculpidas en algunas de las cuevas que les sirvieron de refugio. Personalmente me admiró la paloma esculpida en la cueva de Betlem (Ussat-les-Bains, Ariege-Fr.). En la cueva inmensamente mayor situada al otro lado del río, llamada Lombrives, cuando vi en su largo corredor de entrada que la peña del techo presenta pliegues naturales durante cien metros, a mi me pareció incluso milagroso que fuese el mismo diseño del cabello recogido simétricamente en cientos de imágenes de la frente de la Virgen.

SUPERIOR A LA BELLEZA, SOFÍA SIGNIFICA SABIDURÍA

Referente al muy bello nombre femenino Sofía, (dejando a parte los que opinan que remite al ídolo templario llamado Baphomet), fue llamada Minerva por los antiguos romanos, quienes lo aprendieron de los griegos. Sofía, sabiduría, es un nombre que nos evoca la herejía que se persiguió por acoger muchas y diversas diosas paganas de la Antigüedad. Remite a la sedente imagen de Isis egipcia venerada por filósofos, agnósticos y los caballeros templarios.

En Isis se inspiraron cuantas imágenes negras de la matrona y su hijo hay en toda Europa, pero en mayor cantidad en Francia, donde los templarios acabaron teniendo su sede central. En España siguen siendo veneradas unas setenta imágenes de Vírgenes Negras, a pesar de ignorarse que el color negro, además de fecundidad simbolizó sabiduría.

Recordemos que para muchas religiones antiguas amantes del misterio, Maria Magdalena era Sophia, "el espíritu femenino de la divinidad" manifestado en la diosa sabiduría. Siendo Dios la fuente de sí mismo, la diosa sería su emanación, algo así como "el juego Dios". De ahí que luego se insistiese tanto en que tenía un lugar esencial viviendo unida a Jesucristo.

Con disfraz de "Madre de Dios" los iniciados monjes con espada de la Orden del Temple, gracias a la advocación Nuestra Señora, tan afín a las divinidades Isis/Horus, preservaron la veneración a la compañera/amiga/esposa de Jesús, pero más aún desearon proteger a su descendencia. María Magdalena en tal coyuntura fue cual un chivo expiatorio. En la Orden Casinita se la recibió con la máxima veneración de santidad, y sus monjes se proclamaron guardianes oficiales de su tumba. También los franciscanos y otros grupos monásticos de siglos posteriores la dignificaron de forma muy diferente a la Iglesia católica, donde siempre fue recordada de mala manera. La respuesta ha estado siempre ahí, sólo había de superar las imposiciones y aplicar la lógica. En cualquier forma, loemos la sabiduría, la cual es muy fácil de distinguir de la inteligencia, porque ser sabio significa ser incapaz de hacer el mal.

Quien desee más información sobre María Magdalena le recomiendo el libro de Margaret Starbird "María Magdalena y el santo Grial" (Ed. Planeta, 2004), pues aquí –por ser un apéndice anexo- tan sólo esbozo parte de los presuntos privilegiados conocimientos de Arnau de Torroja durante el siglo XII. Ramón Ramonet Riu (C) Anexo a: "LAS TRES CORONAS…" Barcelona

El anillo de Moisés descifrado

Existe un muy enigmático símbolo inédito sobre un anillo metálico, el cual se presenta reseñado como si estuviese fundido de un hierro nada común. Probablemente sea cierto su supuesto origen meteórico.

Es una obra de arte genuina y muy olvidada, que yo voy a defender su más que probable origen faraónico. El dicho símbolo decora un pesado anillo con un sello que todo el mundo podrá creer que ha visto antes

Para poder usar los meteoritos en joyería, actualmente tienen que estar compuestos de hierro y níquel, si bien la joya que llamaré inicialmente Anillo de Moisés, está bien demostrado que es hierro casi puro, probablemente de origen meteórico.

Sería interesante conocer las vicisitudes de sus antiguos poseedores antes de llegar a nuestros días, aunque esto es lo menos importante. Me complace que este símbolo, durante milenios perdido, por mi presentación recuperará su prestigio; o cuando menos dejará de ser inédito.

El diseño de su dibujo a primera vista parece simple. Consiste en un aspa cruzando una superficie ligeramente rectangular; pero al observarlo con atención, resulta ser un símbolo muy iniciático, y lo analizaré desde un esquema simplificado del mismo. Observando mejor los tres palos cruzados, se advierte que el central tiene una desigual anchura y divide la superficie en dos rectángulos. Dicha línea, que va de un lado al otro del anillo, configura las puntas de una Estrella de David (también llamada Sello de Salomón, y Hexagrama si lleva signos escritos en su interior). Pero sugerir la muy iniciática estrella de seis puntas, no es lo más interesante del símbolo, porque incluso en la naturaleza existen muchas flores que distribuyen seis antenas en la misma disposición.

SÍMBOLOS DEL ÉXODO EN EL DESIERTO DEL SINAÍ

Por lo dicho, ya sería un muy digno "Anillo de Moisés", aunque el gran patriarca hebreo tan sólo debió de ser uno de sus muchos propietarios. Moisés, durante el éxodo que duró gobernó 43 años, gobernó a miles de personas en el desierto del Sinaí (Egipto), como intermediario de Yahvé. Yo ya había visto fotografiado un símbolo parecido en el sur de aquella península. Allí, en uno de sus montes hay una forma cavada en una casi vertical ladera y fue trabajada para ser vista desde la muy extensa explanada. Los que allí tuvieron su campamento lo veían enfrente. Está grabado en una de las dos cumbres máximas de la zona donde Yahvé entregó a Moisés los Diez Mandamientos, o Tablas de la Ley, que justamente son tantos como las formas triangulares que se incluyen en el símbolo del anillo.

Asocié los dos símbolos para estudiarlos, debido al hecho insólito de que los tres sencillos trazos del sello que decora el Anillo de Moisés logran UNIFICAR la mayor parte de mis diversos escritos, agrupados bajo el título: REVISIÓN CULTURAL (desde 1978). Metafóricamente me pareció como si las flores de una planta hubiesen reconocido súbitamente su unidad gracias al que es su propio tronco. En este punto voy a remitirme a mi presentación del rostro en esquema que se distingue al contemplar las bóvedas de las catedrales medievales. En el dicho anillo, la línea central divide el espacio rectangular del aspa simbólica del "Anillo de Moisés", siendo la viga más importante de todas, porque también actúa como tirante en las base de cada tramo de bóveda. Así pues, cuando el diseño del anillo lo comparamos arquitectónicamente, la línea central se corresponde con la arista de cada una de las sucesivas jácenas maestras. Es la base del triángulo isósceles de vigas acopladas para soportar el peso del tejado. En fin, si ésta viga maestra (que vista por debajo es una línea invisible) únicamente se apoyase en los muros laterales de la catedral, las tejas dispuestas en doble pendiente convencional (a "dos aguas") se hundirían.

En mi juventud ya había intuido que las Tablas de la Ley, el doble juego de deberes sociales que se atribuyen a Moisés, en caso de haberlos recibido de Yahvé, lógicamente tendrían cada una forma triangular, y un agujero para ser unidas. Aunque hoy conociendo este símbolo debo rectificar, viendo que no estaba tan equivocado, la foto con dos triángulos seguirá expuesta. En 2009 volví a encontrarme con mi inicial idea al hacer la presentación de unas estrellas de seis puntas. Sucedió ampliando fotos del valle de Sidonia, en Marte, visibles sólo en una foto de satélite de la NASA.

La cruz de san Andrés, consiste en un aspa (X), que va de un ángulo al otro del espacio del anillo, hasta los correspondientes ángulos del rectángulo. Su otro trazo central divide la superficie en dos rectángulos, igual como sucede en el otro símbolo bíblico que el propio Moisés ordenó cavar de medida gigantesca, ¡sobre la dura peña! Se consiguió con el esforzado trabajo de cientos de obreros atados a cuerdas, debido a la gran verticalidad de la ladera. Inexplicablemente también este símbolo pasó los siglos ignorado, hasta que publique su foto en mi website sobre la cara en el Sinaí en foto de satélite, junto con otro cuadrado en la cima vecina.

En ladera decorada con dos rectángulos, en lugar de un aspa como el anillo, tienen grabada encima una gran forma de mano. La misma idea de los humanizados rayos de sol de Akenathon. Existen pruebas de que los hebreos de entonces también la veneraban, conociéndose incluso los textos que la acompañan en una inscripción hallada en la 2ª Tumba de "Khirbet el-Kom", cerca de Hebrón. A mi me interesó más el hecho que los hebreos adorasen el toro, pues había pasado varios años investigado los dólmenes prehistóricos en muchos bosques, demostrando que reprodujeron formas de toro huecos. (El informe en inglés termina en: /totem.html)

SITUACIÓN DE LOS DOS RECTANGULOS EN EL SINAÍ

Los sabios griegos de la Antigüedad lograron hacer evolucionar el símbolo del Anillo de Moisés al simbolizar a Dios con la primera y la última letra de su alfabeto. Son llamadas "Alfa y Omega", y también evoca la totalidad del universo, del cual es su símbolo "llave" el crismón con el anagrama. Según escribió Filón de Alejandría, y también el judío Flavio Josefo, esclavo privilegiado en Roma, los verdaderos judíos escribían de izquierda a derecha, al contrario de hoy, los antiguos hebreos no sólo escribieron las líneas en la dirección contraria, sino que escribieron el nombre de Dios con cuatro vocales (IEUO) en la corona ritual del sacerdote del templo, representaban el nombre de Dios, según escribió Protilio, que lo copió de Sanchoniaton (Sanxouniathon de Berutus ), quien a su vez copió los escritos de Hierombalo.

En la fachada del templo de la Sagrada Familia se incluyeron también dos vocales griegas para aludir a la unidad divina, y para ello invirtieron de posición los dos triángulos (hasta que resultan plegables), aunque podemos reconocer tras ellos la Estrella de David, que es el símbolo más emblemático de la tradición hebrea. Las dibujo para quien no las haya visto antes, pues se disimularon situándolas una encima de otra. Así, cuando se hace resbalar la letra superior hasta la mitad de la letra inferior, ambos triángulos se transforman en una Estrella de David. El "Alfa y Omega", la simbolizan subliminalmente, evitando herir susceptibilidades al recordar que los hebreos crucificaron a Jesucristo.

La enseñanza sigue siendo la misma escrita en la Tabla Esmeralda, descubierta en el interior de la pirámide de Keops. Según se puede leer: "Lo de arriba es como lo de abajo, para que con una sola cosa se pueda obrar el milagro". Para algunos, los dos triángulos equiláteros superpuestos también son símbolo de la cópula destinada a la procreación, por conectar el triángulo "masculino" con el "femenino".

ALFA y OMEGA: NOMBRE SIMBÓLICO DE DIOS

Esta peculiar variante griega logra que, con un deslizamiento completo de cualquier mitad, regresa al primitivo diseño que del Anillo de Moisés, que debió de ser fruto de los sabios sacerdotes del Antiguo Egipto, quienes, disponiendo de un fragmento de meteorito (quizá un fragmento del caído en Asuán, con más de 2 m. de diámetro), lo habrían trabajado para que lo llevase su faraón.

EL SÍMBOLO DECORANDO LAS BÓVEDAS DE LAS CATEDRALES

Conviene seguir analizando la simplicidad de los tres palos cruzados sobre un doble rectángulo, porque nos conducen más allá de la idea de la polaridad cósmica universalmente aceptada. Incluso en la tradición hindú se pudo entender que la Unidad divina está dentro de la dualidad.

A pesar de ser un anillo de tan alto simbolismo, se diría que su diseño nunca se repitió en ninguna decoración iniciática ¿O es que no tuvieron conciencia de cuales fueron sus orígenes? Está en el centro exacto de la famosa cruz del emperador Constantino "el Grande", quien diseñó su crismón para lucirlo como estandarte. Una idea que le permitió ganar una guerra, y gracias a ello al ser nuevo emperador romano pudo legalizar el cristianismo en su Imperio.

Otro ejemplo más evidente de la discreta persistencia del símbolo del anillo, son los "nervios" de piedra del arte gótico, el cual caracterizó las cubiertas de los templos en Europa desde mediados del siglo XII. Aún siendo tales nervaduras pura decoración, parecen sostener las bóvedas, y en especial las de la catedral de Notre-Dame de París (originalmente "Para Isis", una diosa egipcia). El gótico, fue un alarde arquitectónico introducido en la zona hoy llamada Isla de Francia, por influencias de la Orden del Temple, de cuyo noveno Gran Maestre (que también lo fue de la Orden de Sión, más antigua) escribí su biografía en dos diferentes partes. En mi estudio arquitectónico sobre las bóvedas del estilo gótico, deducí que es tan misterioso, que llega a ofrecer imágenes de rostro de la Divinidad, y atribuyo su introducción en el sur de los Pirineos al maestre del Temple de Jerusalén, fray Arnau de Torroja (Véase: http://webspace.webring.com/people/or/ramonetriu/gotic-enigmatic.html)

En fin, el símbolo del anillo pudo estar disimulado, también en las catedrales, en las dos puertas de madera rectangulares, pero al restaurarlas se perdieron su refuerzo en aspa y sólo quedó el parteluz, la columna que incluye la imagen de algún santo. El éxito de este dibujo en aspa lo podremos comprobar en las bóvedas de las catedrales góticas de los siglos XII al XIV. A ello he dedicado una web titulada: bóvedas góticas: ofrecen la imagen de un rostro. En el mundo antiguo todo debió de ser valorado por su utilidad, incluso la importancia de cada  miembro dentro de la propia familia. Es un símbolo que no habría tenido trascendencia para llegar hasta nuestro tiempo de no tener utilidad. De no ser útil, ya ni se habría trabajado con tanto esmero un material muy especial como lo fue siempre y en todas partes el hierro meteórico. Es de considerar además, que el anillo aún conserve unos residuos de sangre humana, que está justo allí donde está más desgastado por haberlo usado.  

DECORACIÓN DE BÓVEDAS Y ENTRADAS DE CÁTEDRALES EL ALTAR PORTATIL DE SANT PERE DE RODA

En mi libro "Reliquias de san Pedro Apóstol encontradas…" (1978), presenté a la opinión pública un altar portátil que en una de sus caras muestra un diseño en aspa semejante al Anillo de Moisés. El Papa de Roma ya demostré que incluyó dicho pequeño altar de madera forrada, en un lote insumergible junto a las reliquias de san Pedro Apóstol (610), y las hizo salvaguardar por mar. Por los nombres de sus regios donantes José y Elimburga, repujados en el metal, pudo tratarse incluso de los descendientes del linaje davídico.

El anillo analizado es la confirmación de que el altar portátil de Sant Pere de Roda (situado en el NE. de España), en la comarca del Empordà gerundense, que fue descubierto en 1910, fue regalado al que fuese entonces Sumo Pontífice antes del siglo VII, por unos nobles muy influidos por la cultura israelita, porque entonces llamarse José era declararse judío. Se objetará que la Iglesia nunca congeniaría con un linaje que fuese capaz de disputarle legitimidad,…pero ha habido pontífices tan diferentes a lo largo de la sucesión de la silla de san Pedro, que alguno bien pudo haber opinado lo contrario.

Escribí mi primera y única novela de investigación cuando era joven después de haber resuelto el misterioso enigma de Rennés-le-Château, al haber descifrado las inscripciones que conducen a lugares concretos de una concreta geografía. Alguien presumió de haberse inventado los pergaminos de Berénguer Saunière, pero el misterio de Rennés-le-Château es mucho más elaborado de lo que dicho falsificador se pudo imaginar, y además, muy bonito de resolver. Se escondió un tesoro de religión mediante una lápida y un plano, cuyas puntas de la Estrella de David coinciden con lugares de la región del Var, en el Sur de Francia. Las pistas me condujeron por fin al claustro de un monasterio cisterciense, y allí debí aplicar lo que hay escrito en la lápida. Hoy sé, gracias al Anillo de Moisés, que las pistas nacieron mirando el dibujo que vemos en el símbolo del anillo.

En las cuatro fotos siguientes, empezando el análisis por la figura inferior derecha, se lee aquello que el sacerdote Berenguer Saunière en vano borró de una lápida del cementerio anexo a su iglesia de Rennés-le-Château . Pero un buen observador dirá que no constan en dicha lápida, el aspa y la línea divisoria central. Su diseño es subliminal.

En las ilustraciones de mis páginas: EL ANILLO DE MOISES DESCIFRADO, muestro cómo los cistercienses medievales adaptaron el dibujo del Anillo de Moisés a un jeroglífico que, por mi desinterés en divulgarlo, sigue inédito a pesar de avanzar mis últimos hallazgos. 

La iglesia de Alet-les-Bains estuvo en poder de la Orden del Temple desde 1132 a 1180 (según Malcolm Barber "The New Knightood" p.256). También se sabe que el castillo de Blanchefort en Rennés-le-Château en 1119 ya había sido concedido a Alet por el pontífice Calixto II, es evidente que el castillo perteneció a los templarios que des del mismo pudieron tener un privilegiado puesto de vigilancia sobre cada cota del vasto entorno de Rennés-le-Château. Pero allí no se dio ningún miembro de la fmilia que se llamase Bernard (como quieren los autores de "El Enigma sagrado") sino que el nombre más afín al sexto Gran Maestre del Temple, fue Bertran de Blanchefort. Así se anulan las vías que pretendían hacer al amigo de Arnau de Torroja residente en aquella enigmática zona desde tiempo de los merovingios.

EL PLANO DE UN TESORO DE RELIGIÓN

Escribí mi primera y única novela de investigación cuando era joven después de haber resuelto el misterioso enigma de Rennés-le-Château, al haber descifrado las inscripciones que conducen a lugares concretos de una concreta geografía. Alguien presumió de haberse inventado los pergaminos de Berénguer Saunière, pero el misterio de Rennés-le-Château es mucho más elaborado de lo que dicho falsificador se pudo imaginar, y además, muy bonito de resolver.

Se escondió un tesoro de religión mediante una lápida y un plano, cuyas puntas de la Estrella de David coinciden con lugares de la región del Var, en el Sur de Francia. Las pistas me condujeron por fin al claustro de un monasterio cisterciense, y allí debí aplicar lo que hay escrito en la lápida. Hoy sé, gracias al Anillo de Moisés, que las pistas nacieron mirando el dibujo que vemos en el símbolo del anillo.

En las cuatro fotos siguientes, empezando el análisis por la figura inferior derecha, se lee aquello que el sacerdote Berenguer Saunière en vano borró de una lápida del cementerio anexo a su iglesia de Rennés-le-Château . Pero un buen observador dirá que no constan en dicha lápida, el aspa y la línea divisoria central. Su diseño es subliminal. En mi Web EL ANILLO DE MOISES DESCIFRADO muestro las fotos de cómo los cistercienses medievales adaptaron el dibujo del anillo de Moisés a un jeroglífico el cual sigue inédito debido a mi desinterés en divulgarlo, a pesar de mis últimos hallazgos.

  Referente a la invisible aspa, se obtiene de las líneas paralelas a los muros del quiosco hexagonal, que tiene dentro una fuente con varias pilas circulares que gotean una sobre otra. De los dos lados de la construcción se obtuvieron allí las dos líneas diagonales, resultando los ángulos que delimitan el espacio ajardinado.

Pasé varios veranos meditando bajo el quiosco hexagonal de un claustro cisterciense, imaginando que yo era el jugador bueno de una partida de ajedrez, tal como me indicaban las pistas que dicho párroco dejó disimuladas en su iglesia. El jugador malo creía que era la piedra bruta que, injustificadamente, aún aflora en el otro extremo del ajardinado claustro. (Está en el lado opuesto a la fuente, o lavabo de los monjes). El enigma de Rennés-le-Château se resuelve aplicándole una muy humilde norma: Debí asumir que yo era el jugador malo y situarme en el lugar que me correspondía: Sobre la piedra bruta del otro extremo del jardín, casi tocando las columnas de la galería circundante.

La iglesia de Alet-les-Bains estuvo en poder de la Orden del Temple desde 1132 a 1180 (según Malcolm Barber "The New Knightood" p.256). También se sabe que el castillo de Blanchefort en Rennés-le-Château en 1119 ya había sido concedido a Alet por el pontífice Calixto II, es evidente que el castillo perteneció a los templarios que des del mismo pudieron tener un privilegiado puesto de vigilancia sobre cada cota del vasto entorno de Rennés-le-Château. Pero allí no se dio ningún miembro de la fmilia que se llamase Bernard (como quieren los autores de "El Enigma sagrado) sino que el nombre más afín al sexto Gran Maestre del Temple, fue Bertran de Blanchefort. Así se anulan las vías que pretendían hacer al amigo de Arnau de Torroja residente en aquella enigmática zona desde tiempo de los merovingios.

A pesar de ofrecer entre ambas la forma de un rombo en su intercesión, obviamente yo interpreté dicho centro como la forma anular del "Anillo de Moisés" a pesar de estar formado por dos vástagos angulares. La religión verdadera ha de poder ofrecernos dicho tipo de sutilezas mediante letras latinas al representar la forma más intrínseca de nuestros genes, o sea, el Onutoro. Aquella ceremonia fortificó mi fe cristiana, porque sin las dos letras latinas "A" y "M" mayúsculas dudo que, por complicados que fuesen por ejemplo los arabescos que intentasen una semejante afinidad, jamás otras lenguas serían capaces de igualar tal sutileza.

Sugiero además, que las tapas de tumbas, que parecen ser cajas de piedra, al contener a un caballero templario muestran un relieve lineal que divide la losa en dos rectángulos y pueden tener su explicación en este símbolo. He visto una tapa esculpida en Iria Flavia, donde estuvieron los templarios, que en cada extremo la línea se convierte en tres. Son dos formas de pata de oca, que si le aplicamos el símbolo del anillo de Moisés, resulta que: en lugar del nudo central hay un trazo lineal que puede simbolizar al ser humano en su tránsito por esa dimensión que llamamos Tiempo, aunque quizá sólo sea cuestión de Espacio.

EL SIMBOLO DEL ESCUDO DE ESPAÑA

Antes de separarse de la Orden de Sión, los caballeros de la Orden del Temple de Jerusalén utilizarían el símbolo presentado, en especial para la decoración de sus templos. No en vano los dos trazos laterales resaltados en el símbolo del anillo, lo primero que sugieren son los dos pilares a la entrada del templo de Salomón. En realidad ya los tuvieron las fachadas de los templos egipcios, como recuerdan los dos obeliscos ante los antiguos pilonos. En dinastías anteriores se hacían pirámides.

El símbolo del anillo de Moisés que se amplia al lado izquierdo del cuadro histórico, lo reproduzco de un lienzo del valenciano Anton Muñoz Degrain. Lo pintó en 1888 inspirándose en la ceremonia de la provisión de fe al cristianismo del rey visigodo Recaredo. Se escenifica el exacto momento que tuvo efecto la unidad religiosa de nuestra Europa (después sería geográfica, y actualmente se basa en la economía). El artista creyó que en aquella escena el protagonista fue san Leandro, obispo de Sevilla (+600), quien, siendo hermano del san Isidoro, y ambos hijos de Nueva Cartago, escribió con demostrado éxito contra los herejes arrianos.

La pregunta es: ¿De dónde sacó el pintor A. Muñoz Degrain el dicho símbolo –deformado– del estandarte de Constantino. Siempre ha interesado las letras griegas: X (Chi), y Pi (rho) que en dicho lábaro son el anagrama de Cristo desde el año 312. La naturaleza solar del símbolo es obvio desde que se pintó en las catacumbas donde el círculo que lo contiene está dotado de radios con manos como los del astro rey de tiempos del faraón hereje Akhenaton.

En este cuadro tan sólo me interesa exactamente a la forma de letra "L" del palo central al tocar el suelo. Ya he explicado que fue la insólita curva de la barba del farón difunto.

El mismo palo central por arriba incluye el simbolo del sol tras la letra "P", el sol que todo lo ve, o al menos el ojo capaz de ver el símbolo del anillo de Moisés. El monograma Alfa/Omega por el asa de la letra "P" combinado con la cruz se asemeja a un astro en lo alto del eje vertical. La misma idea de la Cruz Ansada (Ankh).

Actualmente se dirá que sobra el cuadro que sujeta san Leandro en la histórica escena religiosa, aunque nos informa que la idea subliminal egípcia aún estaba vigente en 1888 ¿Tuvieron noticia del símbolo ancestral, pero no supieron interpretarlo?

En el cuadro de Muñoz veo otra cosa muy loable, y son las columnas del templo de Salomón que se resalten muy bien, una a cada lado de la cruz de Constantino. Tal vez habrá ahora de replantearse la opinión de que fue Luigi Marliani quien sugirió al rey Carlos I de España y V de Alemania, que introdujese dos columnas para enmarcar el escudo de España. En fin, un cuadro el de A. Muñoz muy digno de estudio, tal como se advierte mediante la hornacina en forma de concha semicircular que tiene encima. Foto:SOLUCION DEL DESCIFRADO DEL PERGAMINO Y DE LA LÁPIDA.

DE ANILLO DE MOISES, A ANILLO DE FARAONES

El Anillo de Moisés, de superficie rectangular, tan sólo tiene bien resaltados sus lados más largos. Ahí entra en juego la posición del anillo colocado en el dedo, porque gracias a dichos trazos más gruesos alude a las bases de dos pirámides opuestas por sus vértices, recordando con ello la idea astronómica que hizo construir las de Giza, en Egipto. La firma piramidal es un diseño hoy de moda, desde que otras pirámides de cristal ocupan el centro de la plaza del museo del Louvre, de París. Quienes diseñaron aquel monumento quizá podrían explicar su alto simbolismo. FOTO: DOS PIRAMIDES ANTE EL MUSEO DEL LOUVRE DE PARÍS.

AKENATHON/MOISES, FUERON LA MISMA PERSONA

Akenathon y Moisés hay autores especializados en demostrar que fueron la misma persona. Yo también lo creo. Moisés (un hombre de color, según los judíos), fue el faraón llamado Akenathon, considerado hereje por ser inventor del monoteísmo. Ambos capitanearon a gente armada por el desierto; y además en el Himno a Athon, descubierto en las ruinas de Al-Marna, la capital del faraón hereje, hay escrito el mismo tema bíblico del Salmo 104, (sobre la Creación) y, siendo largo, casi usó las mismas palabras. Los testimonios siempre han sido conocidos desde mucho antes de que el judío Filón escribiese en su De Vita Mosis (libro I), que Moisés aprendió en Egipto filosofía simbólica y ciencias de la naturaleza.

Pero creo que el símbolo inicial del anillo analizado pudo haber sido inventado antes de Moisés. Quizá por los sacerdotes del padre de Akenathon, o sea el faraón Amenofis/Amenhotep III, apodado el "Rey Sol", porque fue él quien marcó el apogeo de la civilización egipcia y además construyó el templo de Luxor en Karnak. Amenhotep III tuvo sabios asesores que aprovecharon los reflejos naturales del sol al dibujar las seis puntas de la llamada Estrella de David (Hoy los vemos, accidentalmente, al enfocar el astro-rey con una cámara de vídeo).

Es más, la inspiración del dibujo en el anillo presentado en estas páginas podría incluso remontarse al jeroglífico que reproduce el nombre de la reina Merneit (Meryt-Neith), que fue la viuda del rey Serpiente, y regente de Egipto al final de la I Dinastía. Su nombre se escribió con dos palos cruzados sobre el centro de una barra, cuyos extremos son más anchos que el centro, allí donde justamente todo el conjunto se conecta. Dicho jeroglífico de la I Dinastía pudo trascender consiguiendo institucionalizar ritualmente la larga barba de las imágenes de dioses y faraones. Se objetará que la barba vista de frente, siendo larga, aún es demasiado corta para dar la longitud del trazo central de símbolo del anillo. Es por tal inconveniente que explicaré los motivos de la fuerte curva hacia arriba en su extremo.

FORZOSAMENTE LA BARBA TERMINABA EN ÁNGULO

Según revela el símbolo recuperado, la curvatura tuvo un gran sentido. El trazo vertical, que hace que todo el anillo se divida en dos rectángulos, lo ofrece precisamente la desviación hacia arriba de la larga barba ritual, la cual antes de conocer el símbolo del anillo siempre fue un inexplicable atributo de la divinidad del faraón. Desde ahora se supera el atribuirlo a la voluntad de Moisés, porque fue anillo propiedad de faraones. Con la estela de Merneit, y por disponer hoy del anillo de Moisés/Akenathon, por fin queda justifica la intencionalidad de la muy exagerada longitud de la barba, pues nunca antes fue mejor explicado dicho atributo de la realeza faraónico. FOTO: LARGA BARBA PARA UNA VISION SUPERIOR DIVINA

EL NUDO DE INTERSECCION DEL SIMBOLO REMITE AL ONUTORO

El nudo central donde contactan los tres palos del símbolo, en la intersección se advierte que uno de los dos travesaños tiene una forma anular vacía, puesto que es atravesada por el otro. Este centro, además de aludir a un lazo, puede muy bien simbolizar el dios-sol. Sus rayos se convierten en muchas manos al iluminar al faraón Akenathon rodeado de su familia, pero él, convencido de la vida en el más allá, pensaría que los rayos humanizados con manos, también continuarían más arriba del sol.

Cuando se produce un espejismo, por ejemplo de una isla, la imagen se transforma visualmente en una mesa, pero la real es sólo su base. En Egipto hay testimonios fiables que siempre fueron frecuentes los espejismos, y en una pirámide el fenómeno aún es más bonito. Como hoy ya se pueden reproducir en un ordenador (en base a la inversión térmica del 40º), una pirámide ofrece una forma de cáliz. Los cálices egipcios fueron suntuosos y trascendieron los siglos. Las sagas artúricas los adaptaron al mito de la búsqueda del Santo Grial, y el bávaro Wolfram von Eschembach incluso pudo imaginar que lo protegía una orden de caballería muy similar a los templarios.

Todos sabemos que el sol es el nudo de toda vida, no obstante el dios de Akenathon (Athon), el lo consideró cual un lazo con la divinidad, y nuestro anillo confirma su idea. La mía, ahora es que, de sus rayos solares acabados en manos, se pasó a simbolizar las normas básicas de convivencia social mediante un rectángulo escondiendo diez espacios triangulares. Las Tablas de la Ley de Moisés.

Un semejante lazo de unión en nuestro tiempo pude superarlo con ventaja la imagen del rostro de varón barbudo que, de nuevo el sol nos vuelve a ofrecer. La cara humana de Montserrat se presenta muy hierática, y la foto de satélite revela que está configurada mediante todos los esbeltos pináculos de la catalana (10×5 km. La web en lengua inglesa termina con: /Montserrat). Además, en mitad de la frente de la imagen de rostro que nos ofrece la Santa Montaña aparece una señal de color diferente, la cual el satélite resalta por ser la zona de servicios del gran monasterio donde se venera la Virgen Negra, patrona de Cataluña. Lo recuerdo ahora, ya que en el centro del anillo faraónico también hay una superior forma anular.

Tal simbolismo se muestra ostentosamente a los fieles en algunas iglesias dándole una clave actualizada, pero resultando como siempre tener un agujero central muy útil. No se espera menos de la forma anular que particularmente yo considero que es el símbolo idóneo del núcleo del misterio del cosmos y de la vida misma. En la iglesia de Sant Feliu del Llobregat, cerca de la ciudad de Barcelona (España), asistiendo a un acto religioso vi el diseño del Anillo de Moisés pero está dibujado allí dividido en dos mitades. A la derecha del altar y de cara a los fieles, se muestra una gran "Cruz de Constantino". Decorando la pared del lado izquierdo del altar, en igual color y tamaño, se dibujó su forma complementaria (ver dibujo). De hecho se consiguió enlazando dos letras A y M mayúsculas. A pesar de ser letras latinas, ambas iniciales se superponen con elegancia y sin equívoco posible; son símbolo de la salutación mariana "Ave María".

A pesar de ofrecer entre ambas la forma de un rombo en su intercesión, obviamente yo interpreté dicho centro como la forma anular del "Anillo de Moisés" a pesar de estar formado por dos vástagos angulares. La religión verdadera ha de poder ofrecernos dicho tipo de sutilezas mediante letras latinas al representar la forma más intrínsica de nuestros genes, o sea, el Onutoro. Aquella ceremonia fortificó mi fe cristiana, porque sin las letras latinas A M dudo que, por complicados que fuesen por ejemplo los arabescos que intentasen una semejante afinidad, jamás otras lenguas serían capaces de igualar tal sutileza.

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