Descargar

Testimonios de una práctica estatal: precedentes, realimentación y proyecciones (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

En nuestro puesto de trabajo (Subsecretaria de Marina Mercante) la actividad continúo en forma intensiva hasta el momento de la entrega del gobierno a las autoridades electas o sea el 25 de mayo de 1973. Aunque teníamos un entusiasmo participante no teníamos una manera o un ámbito de encauzarlo. Por otro lado la gente que trabajaba allí, salvo excepciones, no comulgaba con el retorno del peronismo sino más bien lo contrario. Así las cosas conocidos los resultados de los comicios del 11 de marzo de 1973, se nos ocurrió (no antes, somos sinceros en aclararlo) ver que en lo que en el sector de la marina mercante había se había hecho entre 1943 y 1955. Para entonces ya sabíamos del conocimiento de la publicación Anales de Legislación Argentina (ADLA) que es una colección particular de las normas emitidas por los poderes públicos argentinas a partir de 1853. Buscando en sus índices pronto dimos con la información buscada. Allí se iniciarían nuestros estudios sobre ese periodo, actividad que incluso forma parte de nuestro presente.

El día 25 de mayo fuimos, con algunos sindicalistas de la Administración General de Puertos, que funcionaba en el mismo edificio de Avenida Julio A Roca (donde actualmente funciona la Dirección Nacional de Vialidad), fuimos a la Plaza de Mayo, para asistir a la asunción del gobierno constitucional. Allí nos cruzamos con Ordoñez una persona de alrededor de 50 años, que de ese modo se enteró de nuestras preferencias políticas. Resulta que este señor trabajaba como ordenanza en el mismo piso que nosotros. Consignamos este encuentro, porque estaría ligado a otra inesperada instancia de participar en el proceso que se había abierto. Unos pocos días después, aparecieron a vernos dos miembros de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE, Héctor Cuagliaro y Andrés Pérez, a invitarnos a participar para colaborar con ese gremio, atento a que Ordoñez les había dicho que éramos una persona afín a lo que ellos hacían. He aquí pues una muestra de cómo se hacían algunos relacionamientos político – sindicales en ese momento. Cuagliaro y Pérez habrían de ser personas de nuestra amistad hasta sus respectivos decesos. Cuagliaro nos comentó que se abría una instancia de participación y los sindicalistas necesitaban algunos técnicos de confianza para la difícil relación que sabrían habría con los funcionarios. Estábamos como casi estupefactos con la oportunidad. Se trataba de integrar una Comisión de Trabajo en el Ministerio de Obras Publicas, en la que los sindicalistas tratarían temas de interés con los funcionarios y con el otro gremio que encuadraba a los empleados públicos de la parte central: La Unión del Personal Civil de la Nación. Recordamos que le dijimos a Cuagliaro que nos sentaríamos a su lado en las deliberaciones, y que cuando dijésemos algo que no era lo que él consideraba correcto, nos tocara la pierna. Eso comenzó en Junio de 1973 y hasta marzo de 1976, El "Colorado" rosarino nunca nos tocó la pierna…. No solo tuvimos esa extraordinaria oportunidad de aprendizaje, en la que quedaba en claro que a los funcionarios no les gustaba nada la participación gremial. Asimismo esa rama del sindicalismo nos confió la participación en otras comisiones donde tuvimos la oportunidad de tratar a sindicalistas de mucha trayectoria. La participación de los trabajadores en las decisiones de gobierno no es cosa fácil. Tampoco la facilitan los funcionarios. Vale acotar que la subsecretaría donde trabajábamos comprendía a la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, repartición que tenía entonces alrededor de tres mil trabajadores. Cuagliaro y Pérez pertenecían a esa rama y recuerdo que los trabajadores de las dragas y los talleres, me trataban con mucho cariño y confiaban en las tareas que hacíamos en su representación. Todo era turbulento en esos momentos, y nuestras tareas en el Grupo Asuntos Internacionales, donde tanto habíamos aprendido, derivaron a otras donde la intensidad de los temas era menor atento las nuevas preocupaciones que serian crecientes. Hacia finales de 1973 en el marco de la época, participamos en la formación de la Asociación Argentina de Atletas. Esta creación estaba destinada a "coparticipar" en la conducción de la Federación Atlética Metropolitana, que en ese entonces era presidida por el sindicalista Juan José Taccone, que era un referente en "cogestión". El tiempo demostraría que, Taconne, que confiaba más en la gente que lo llevo a la Federación que en lo que habíamos impulsado la asociación. Era remiso a trasladar a ese ámbito lo que practicaba en la empresa SEGBA cuya presidencia ejercía.

A poco de fallecer el general Perón, se nos abriría otra ventana de participación. Resulta que mi compañero de facultad, Américo Paganini, era compañero de trabajo, de una reconocida militante peronista, Sarita Romero Souza. Esta persona, a quien trataríamos desde ese tiempo hasta su deceso en el año 2003, lo había invitado al bueno de Américo, a sumarse a la Secretaria de Adoctrinamiento del Partido Justicialista. A los efectos de hacer viable esa participación en el plano familiar, Americo, entendió que si nosotros participábamos, la cosa tendría más andamiento. Por el fallecimiento de su esposa, la inquietud de Américo quedó trunca, y nosotros inmersos en las tareas de adoctrinamiento, las que nos llevaron a "descubrir" en aquellos Anales de Legislación Argentina, ya mencionados al Decreto 13.378 del año 1954, que nos habría de facilitar la tarea. Ese Decreto era el reglamento general de gobierno dictado en esa época y contenía los principios generales de la Doctrina Nacional, que así se había denominado la Doctrina Justicialista atento una ley del Congreso Nacional: la 14.184.

Nuestra actividad como adoctrinador, nos granjeó la simpatía de algunas personas. En esa época el conocimiento de nueva gente era incesante y con poco tiempo de trato se establecían alguna clase de relacionamiento político. Es así que ya hacia fines de 1974, se nos convocó a participar(estas participaciones eran a título honorario)en la Escuela Superior de Conducción Sindical de la Confederación General del Trabajo(CGT), la que estuvo a cargo de quien a partir de entonces sería nuestro amigo Raúl Strauss, secundado por un entusiasta grupo de jóvenes. Y fui así como ya hacia fines de 1974 nos habíamos sumergido en el mundo sindical sea la vertiente deportiva, sea la vertiendo política, sin descuidar lo específicamente gremial, ni la asociación de los atletas.

Inmersos esa turbulencia, transitamos el año 1975…No es redundante decir que la misma había comenzado a insinuarse con el llamado "Cordobazo" de mayo de 1969, y los otros "azos" acontecidos en el interior del país. Vale consignar que además de lo que consignan los medios de la época como de las investigaciones que sobre ese periodo se vienen haciendo, que esa turbulencia no se experimentaba con intensidad al interior de las agencias públicas nacionales de la capital federal. Con la perspectiva del tiempo, puede interpretarse que ello obedecía a dos factores. La instancia de facto previa a Mayo de 1973, había instaurado una suerte de "Ley anticomunista" (La 17401, que las nuevas generaciones casi como desconocen su existencia), por la cual estaba vedado el ingreso a los empleos públicos, de toda persona con atisbo de pensamiento marxista. El otro elemento estriba que en el mes que duró la gestión del presidente Cámpora, no hubo tiempo material de incorporar sus adherentes a los cuadros de la administración. Estos ingredientes, tendrán sus proyecciones con lo acaecido a partir de noviembre de 1974, cuando muchos de los partidarios de lo que representaba Cámpora comenzaron a ser reprimidos.

Por ese motivo y para que no se interprete atisbos de negacionismo alguno, en ese contexto que aun hoy está siendo juzgado en sede judicial, como "crímenes de lesa humanidad", se iba desarrollando lo que estamos testimoniando.

En lo que nosotros hace este año 1975, tuvo una suerte de inflexión entre los meses de agosto o septiembre.

La relación con las máximas autoridades de nuestro puesto de trabajo administrativo(o sea la subsecretaria de Marina Mercante) tuvo sus irregularidades a partir de mayo de 1973. El primer titular de apellido Guillamón era un marino retirado que había sido edecán naval de Perón. El hombre era lo que se dice un poco cascarrabias. Trataba muy mal a los sindicalistas y tenía un estilo de sinceridad frontal. En lo que hace al trato con los sindicalistas (recordamos la ira que le provocara a Juan Horvath, titular de nuestra ATE) él sostenía que él nos trataba como había visto que lo hacia Perón (claro está en la época clausurada en septiembre de 1955).El panorama cambió con su sucesor otro marino retirado en la misma época (El contraalmirante Otero).Su afable disposición permitió flexibilizar nuestras actividades a los efectos de concurrir a las múltiples reuniones que se sucedían. A tales efectos nos destinó a su gabinete de asesores. En esos tiempos íbamos reduciendo al mínimo nuestra condición de docentes medios y con gran esfuerzo continuábamos con nuestra actividad atlética. Respecto a esta desde fines de 1970, habíamos intensificado una variante que nos regocijaba el espíritu: Las carreras pedestres en el interior del país. Estas justas deportivas sus prolegómenos y sus "resacas", nos acompañaron hasta prácticamente el año 1987. Pero en el contexto turbulento los cambios de funcionarios eran una norma, El afable Otero fue reemplazado y a la cabeza de la Secretaria de Transporte apareció el irascible Guillamón. En simultaneidad y como parte del contexto se rompió el contrato matrimonial que había asumido en 1971 con Graciela Pinto y fruto del cual había nacido nuestro único hijo, Aníbal. Es así, que decidimos pedir una licencia gremial sin goce de sueldo, atento nuestra condición de representante de ATE. Ello implicaba que nos quedásemos sin más ingresos que la única cátedra secundaria que conservaríamos hasta fin de ese año en el Instituto Beata Imelda de Villa Urquiza.

Ya en nuestra incursión por la Secretaria de Adoctrinamiento, y en esa vertiginosa fluencia de conocer gente y establecer precarias coaliciones, había conocido al erudito mendocino Julio Mendoza. Ya en nuestra posición docente en la escuela de la CGT (Posición que desarrollamos sin cobrar emolumento alguno), también tomamos contacto, con quien habría de convertirse en uno de nuestros benefactores: El embajador Francis José Figuerola(A quien los muchachos habíamos apodado "Peperola"). Esta persona era un diplomático de carrera, hijo de una de las figuras consulares del primer peronismo.

En los momentos que dejo de al menos cobrar de mi anterior puesto de trabajo administrativo, Figuerola es designado Subsecretario de Coordinación del Ministerio de Relaciones Exteriores. Los amigos que nos rodearan lo convencieron que me hiciera designar, y es así que devine en "Asesor de primera" en ese Ministerio donde habría de permanecer hasta el 15 de enero siguiente, cuando renunció el canciller Arauz Castex, que era quien nos había designado. Casi en simultaneidad y como una muestra más de esa actividad febril que se traducía en una suerte de maratón de reuniones, el entonces Ministro de Justicia, constituyó el Consejo Asesor Técnico Honorario de su Ministerio, en donde nos designó. En la mayoría de esas designaciones (Salvo la comisión en Obras Públicas donde representaba a la ATE) las comisiones no pasaban de pocas reuniones o se limitaban a la reunión inicial o a la simple constitución. Por supuesto que todo se vinculaba en relación a nuestras actividades. Así una vez que fuimos a dar clases a la Regional de la CGT en Gualeguaychú, nos enteramos de una inquietud de esa comunidad respecto a los puentes próximos a habilitarse. Apenas retornamos a Buenos aires, informamos al Canciller para que tomara alguna intervención en el asunto. Recordando lo que habíamos manifestado unos párrafos antes sobre la efimereidad de esas comisiones. En ese ámbito se nos designo como representantes del Ministerio en el Consejo de Control de Gestión de estado y en el Comité Interministerial para el Proyecto Nacional.

Mencionamos a Julio Mendoza y a Sara Romero Souza. En medio del contexto que vamos describiendo, Sara nos prestó a Mendoza y a nosotros un departamento que tenia desocupado. Por esta época, recibo un llamado para Mendoza, de parte de José "Pepe" Seco Villalba, de quien tenía un ligero conocimiento (cosa propia de la época). Esta persona(a quien estaré agradecido de por vida por la oportunidad que me dió), quería hacerle una consulta a Mendoza, respecto a un ofrecimiento de hacerse cargo del rectorado de una universidad. De pura curiosidad, le preguntamos de cuales se trataba y para nuestra sorpresa nos mencionó a la Universidad Nacional de La pampa. Allí fue cuando le conté los conocimientos que venía acumulando sobre esa provincia desde mediados de 1972, abonados por la participación en carreras pedestres allí. Y rematamos la conversación de la siguiente manera: "Si vas a La Pampa lleváme aunque sea de ordenanza…".

A los pocos días "Pepe" Seco fue designado Rector normalizador de la Universidad Nacional de La Pampa. Con esa designación nos convocó junto Mendoza. A Mendoza le ofreció la Secretaria Académica, cargo que pese a estar designado no llegó a asumir llamado por otras funciones. Cuando nos preguntó que queríamos hacer le contestamos que dar clase. Y como muestra del poco conocimiento que esta persona tenia de mí, me expresó que para ello se necesitaba tener un grado universitario. Allí fue que se enteró que nosotros lo poseíamos. De ese modo y atento estábamos en funciones en la Cancillería a partir de octubre de 1975 se nos designó en esa universidad con un cargo docente de dedicación parcial, atento las incompatibilidades del caso.

Así fue que iniciamos una etapa que recordamos con peculiar afecto y que finalizara recién el 5 de mayo del año siguiente ya sobrevenido el golpe de estado. Cuando finalizó nuestra asesoría en la Cancillería, asumimos un cargo ya con dedicación exclusiva e incluso, el 23 de marzo de 1976(si escribo sin errores) se nos designó Secretario Académico de esa alta casa de estudios, hasta que se nos aceptara la renuncia. Desde el principio nos abocamos con el decidido apoyo de Seco Villalba a poner en marcha una serie de vasos comunicantes entre esa Universidad y la comunidad, lo que fue institucionalizado con la creación del "Sistema de corresponsalías honorarias de la Universidad Nacional de La Pampa",cuyo contenido elaboramos. Ello comportaba desplazarnos por los eventos culturales que se hicieron en la zona de influencia de esa universidad durante ese breve pero intenso periodo. Consignamos esta actividad porque fue la que mas carga de trabajo demandó. Ello no obsta que participáramos en otras. Así mediante la firma del "Acta Pampeana de Cooperación Universitaria" cooperamos fugazmente en las Relaciones Comunitarias de la Delegación General Pico de la Universidad Tecnológica Nacional. Propiciamos la firma de un Convenio con el gobierno Provincial para la creación de la Escuela de Administración Pública. La Subsecretaria de Ciencia y Tecnología de la Nación llegó a aprobarnos un proyecto de investigación sobre Transportes. Y recordamos como experiencia singular: haber representado al Rector en las Jornadas de Extensión de Producción Caprina en el Extremo Oeste Pampeano. Hacia allí nos desplazamos en un vehículo especial (que un chusco del grupo bautizó como la "tanqueta"). Lo hicimos acompañado de los veterinarios Juan Enrique Romero y Nougués, así como del Ingeniero en producción animal Nuevo Freyre. Allí arrancaría una amistad que llega a la actualidad con Romero, luego devenido en veterinario mediático. Con esos profesionales recorrimos puestos de cría de cabras en esas regiones, compartimos una charla de extensión en La Humada y la jornada se cerró en General Pico, junto con el decano de Veterinaria de entonces, Doctor Ozzan. Recordamos que el acto final de nuestra gestión fue entregar el diploma de Corresponsalía Honoraria a la Cooperativa Agrícola de Espartillar, en compañía de un singular empelado y estudiante de esa universidad, Juan Carlos Benavidez.

Como una miscelánea parcial de todo lo aprendido en esta intensa instancia, recordamos haber leído (en un furgón de carga de un tren que nos llevaba desde Rufino a Vicuña Mackenna) la obra de Hernán Benítez,"La Aristocracia frente a la Revolución", aparecida en 1953. También recordamos haber abrevado el "Omnia docet" cual misión de las universidades, en los cuadernos del Seminario de Verano de la Universidad de Córdoba de 1964. Pudimos acceder a los contenidos la "Revista de Comercio exterior" de Méjico y al documento "Proyecto Latinoamericano "de la fundación Bariloche. Al hacernos cargos de la Secretaría Académica y tomar concimiento de lo que para esa área había planeado nuestro antecesor; no hicimos otra cosa que hacer todo lo que teníamos a nuestro alcance para implementar esas sesudas elaboraciones. No sabíamos quién era esa persona, sólo que se llamaba Juan Carlos Tedesco (La misma persona que en Mayo de 2003 y tras una trayectoria reconocida por la UNESCO, fue designada por el presidente Kirchner como Ministro de Educación).

Cuando nos desplazamos a La Pampa, había en el ambiente la cuasi convicción que un golpe de estado era algo altamente probable.

Producido el golpe renunciamos a nuestro cargo y como dijimos mas arriba en este caso se nos lo aceptó recién el 4 de mayo. Aunque resulte en estos tiempos políticamente incorrecto, faltaría a la verdad si no dijese que el Interventor Militar, Coronel Julio Cesar Ruiz (que luego llegaría a General de División), me ofreció continuar en mi puesto al menos hasta que el finalizara su intervención. Declinamos esa invitación atento debíamos lealtad para quien nos había llevado y al que se le había aceptado la renuncia. No obstante le pedimos ayuda ya que no deseábamos retornar a Buenos Aires, donde también se nos había aceptado la renuncia. Este militar nos puso en contacto con su hermano abogado que vivía en la ciudad de Córdoba, y así cerramos este fragmento que arranca a fines de 1972 y se prolongaría hasta el inicio de mayo de 1976.

(El fragmento precedente fue terminado de redactar el 26 de octubre de 2012)

Pasaron casi meses desde nuestra salida de la formalidad laboral hasta nuestra reinserción a partir del 1ero de noviembre de 1976. Hasta comienzos de setiembre vivimos en la ciudad de Córdoba y desde entonces nos trasladamos a Buenos Aires, ciudad que sería nuestro asentamiento permanente hasta principios de abril de 2012, donde pasamos a vivir cuatro meses en Sarandí Este, para luego trasladarnos a nuestro actual domicilio en el sur de Brasil. Estos meses sin formalidad laboral coincidieron con una intensa problemática familiar que pasaba a segundo plano otras cuestiones. En Córdoba con la ayuda del hermano del Interventor Ruiz y el padre Sojo, quien ya había mencionado en algún párrafo anterior de este discurso, fuimos considerando posibilidades de inserción laboral. Ínterin tuvimos oportunidad de pasar largas jornadas en la biblioteca de la Compañía de Jesús en la calle Caseros. Vivimos en la casa de la señora Amalia viuda de Pagani, que nos alojaba junto con Hugo Jáuregui, quien devendría nuestro amigo a partir de entonces. Se nos ocurrió escribir, dado que teníamos tiempo, una suerte de resumen de las conclusiones de lo que habíamos vivido durante el gobierno constitucional derrocado por el golpe de estado. Esa tarea la continuaríamos por algún tiempo, ya instalados en Buenos Aires. Que estuviéramos sin trabajo formal, no impedía que a partir de ese entonces y hasta aproximadamente agosto de 1977, hiciéramos algunos trabajos temporarios o la venta de unas replicas de hojalata de ómnibus de larga distancia, que nos resultaban de muy fácil colocación. Como actividades temporarias y ya en Buenos Aires, hicimos encuestas para una reconocida marca de lácteos por encargo de una agencia de empleos temporarios; y trabajamos en la Colonia de Vacaciones del Sindicato del Seguro en sus instalaciones de Moreno.

En simultaneidad, el embajador Figuerola, de quien ya nos hubiéramos referido, abrió su estudio jurídico y nos brindó un ámbito de colaboración que se traduciría en una Revista, "Temática 2000" cuyo primer número saldría en Julio de 1977, y en el que tendríamos intensa participación como autor de las que serian nuestras primeras publicaciones, las que desde entonces no han cesado…

Mas fue a instancia del Hermano Roberto, religioso que conocíamos con anterioridad, que se nos dió la oportunidad de ejercer la docencia en el Centro 82 de la Dirección Nacional de Educación del Adulto, que :oh casualidad, funcionaba en la sede de la seccional Buenos Aires de la ATE. En ese entonces no advertimos que estábamos reiniciando nuestra "carrera" como servidores públicos. Por esa misma fecha el gobierno de facto, había creado un Ministerio de Planeamiento. Entre la gente que trataba por entonces a Figuerola y particularmente a Marito "Cosólogo" Monti, con quien desde entonces iniciaríamos una amistad que duro hasta su partida en el año 2000, se generó la expectativa de que nosotros podríamos tener cabida en esa repartición, atento nuestro antecedentes sobre "Proyecto Nacionbal", y habida cuenta que desde ese ministerio su titular, alentaba un emprendimiento del mismo tipo.

Nosotros vivimos el golpe de estado, como una reedición de la "Revolución Libertadora" cuyas secuelas habíamos padecido. Por lo tanto nos parecía que tenía poco sustento dicha posibilidad. Mas como nos había sucedido antes y nos acontecería hasta el presente, el acontecer discurre por caminos imprevisibles.

Habíamos consignado que ya en nuestra permanencia en la ciudad de Córdoba (Barrio Talleres Este) habíamos comenzado a elaborar una suerte de memorias sobre lo aprendido en el periodo constitucional abortado . Imbuidos del concepto de "Cultura administrativa" que nos llegara cuando nuestro paso por la Escuela de la CGT, por un documento que nos facilitara Esteban Acha, militante del Sindicato de Luz y Fuerza, dimos a nuestro trabajo, el título de "Manual de Cultura Administrativa". Incluso en simultaneidad desarrollamos un trabajo sobre la misma temática que enviamos al Centro CLAD con sede en Venezuela. Para documentar este trabajo pasamos largas jornadas en la Biblioteca del Congreso Nacional, que estaba cerca de la pensión de don José Abades (adonde habríamos de alojarnos varios períodos entre 1966 y 1978). Ya iniciado el año 1977, dimos término a una novela corta que titulamos "El Traslado de la Capital Federal: Hipótesis para una epopeya nacional". Dicho trabajo sea porque desconocíamos los plazos de renovación de la Dirección Nacional de Derechos de Autor, sea porque una persona de nuestra amistad perdió copia en una mudanza; lo hemos perdido. No obstante es un testimonio de un tema que nos motivaba desde 1972, por lo que la iniciativa de la Presidente Alfonsín conocida en abril de 1986, nos habría de impactar sobremanera.

Así las cosas en la semana Santa de 1977, nos llamó quien había sido nuestra esposa, Graciela Pinto para decirnos que le habían hecho un ofrecimiento para el nuevo Ministerio de Planeamiento, más ella lo había declinado pues ya tenía un trabajo, pero sugirió si ese ofrecimiento podía ser hecho hacia mi persona.

Retornando al recurso de los "bucles" a continuación vamos a describir el procedimiento que culmina con nuestra designación en el entonces Ministerio de Planeamiento. Reiteramos que el presente es una exposición de carácter testimonial. Con esto queremos expresar que no hacemos generalizaciones, o al menos lo intentamos. Ello no nos impide conjeturar que estos procedimientos hayan sido o son un patrón. Contamos lo que nos aconteció de la forma más fidedigna que nos resulta posible. Resulta, que, al mencionar mi nombre a quien hacia el ofrecimiento a Graciela, esta persona (la Licenciada Teresa Chappapietra), le expreso:"Esa persona(o sea nosotros) es la que me hizo entrar al puesto que ocupo en la Administración Pública: Voy a postularlo". Resulta que cuando estaba en la Escuela de la CGT, vinieron a verme dos jóvenes profesionales de parte del ya mencionado Julio Mendoza, para plantearme su inquietud de conseguir un trabajo. Nosotros le sugerimos que fueran a ver a alguno de los miembros de ATE, en el directorio del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP): el ya mencionado Cuagliaro y Luisito Daldini (otro entrañable amigo sindicalista).Nosotros nos acordábamos del episodio, pero no de los nombres. Además ignorábamos como había sido la gestión. En el momento del ofrecimiento de Pinto, nos fuimos a enterar de que la gestión había sido exitosa. Así las cosas Chappapietra que era hija de un coronel peronista ya retirado, había hecho el contacto con otro militar retirado, el mayor Luis León Saniez. Fue con este señor, que luego seria mi jefe por pocos meses, la entrevista que conduciría a la designación. A esos efectos preparamos nuestro currículo vitae, consignando todas las actividades que hemos venido reflejando en el presente relato. En ella estaba implícito nuestro supuesto, que dado mis antecedentes, era improbable que se me convocara de nuevo a los cuadros de la Administración. Saniez comenzó a leer el currículo y llegó al periodo que se había clausurado con el golpe de estado. Nos miro y nos señaló esa circunstancia. Nosotros pensando que ahí terminaba la entrevista le contestábamos lo que para nosotros era obvio: que éramos peronistas. Saniez nos miró y nos dijo algo así como "bueno, no hay problema". Y así fue que por una resolución del 28 de julio de ese año 1977, fuimos designados en la Dirección de Estudios Analíticos de la Subsecretaria de Divulgación del Planeamiento del mencionado Ministerio. La convocatoria era para hacer análisis de comercio exterior. Sin embargo, comenzamos haciendo lo que se llamaba entonces "explotación de prensa" que en este caso estaba focalizada a las actividades que el Ministro hacia para justamente divulgar el llamado Proyecto Nacional, lo que dicho sea de paso no pasó del estatus de documento de trabajo. En escaso tiempo el Ministro y quien nos había hecho designar, renunciaron y con el nuevo Ministro y quien lo sucedería, continuamos haciendo esas tareas de análisis de contenidos de prensa, los que normalmente se consolidaban diariamente en una carpeta para lectura de las autoridades del organismo.

No obstante todos los cambios laborales y desplazamientos de domicilio, nuestra actividad atlética continuaba. Aunque ello esta detallado en un escrito disponible en la red, en el curso de este año tuvimos una participación que estimamos decisiva en la concreción del "programa de Marcha y Maratón Corazón de la Patria". Se trataba de un conjunto de tres jornadas de marcha atlética y gran fondo, que culminarían en la consagración de los campeones nacionales de la actividad y en la designación de representantes para el próximo campeonato Sudamericano. El operativó culminó el 25 de septiembre de ese año en la localidad de Realicó, provincia de La pampa. No obstante reiterar que los detalles están consignados en el escrito ya mencionado, en la presente instancia, creemos necesario decir que desde entonces, hay algunas personas que recuerdan nuestro paso por el mundo a través de esta realización donde pusimos todo el entusiasmo, las habilidades y las relaciones de que disponíamos en ese momento.

Con nuestra designación en Planeamiento, dejamos la actividad docente iniciada en noviembre del año anterior y a la que se habían sumado dos institutos más.

Como una muestra que como se entrelazaban nuestras actividades, motivo por el cual nos pareció artificioso reducir este testimonio a nuestro quehacer como servidores públicos, pasamos a consignar lo que sigue.

La institución con la que realizamos la culminación de la justa deportiva mencionada, fue el Club Sportivo Realicó, con el que nos habíamos relacionado, a raíz de que el club había aceptado integrar el sistema de Corresponsalías Honorarias de la Universidad Nacional de la Pampa". En uno de los viajes preparatorios a Realicó para la justa final, llevamos el primer número de la revista Temática 2000 a la que ya nos habíamos referido. Como el evento despertaba interés de los periodistas locales, uno de ellos(el que luego seria nuestro gran amigo Raúl Fermín Maenza) nos preguntó si teníamos algún articulo sin publicar, sobre los temas de la revista, en particular el que se refería al cambio de la capital como componente inescindible de un nuevo proyecto nacional(Idea que sostenemos aun en esta primavera austral de 2012).Y como efectivamente habíamos escrito dos artículos sobre el mismo tema, razón por la cual uno no había sido publicado , se lo enviamos por vía postal. Y aunque el artículo enviado no sería el primero, a fines de noviembre de ese año 1977, se comenzaron a publicar artículos de nuestra autoría en el diario "La Reforma" de General Pico, situación que se mantendría hasta el verano austral de 1998…Va de suyo que nuestras comunicaciones en "Temática 2000", en "La Reforma" y mas adelante en "Participar", y algunas otras publicaciones, todas de tirada reducida, fueron un canal para expresar los conocimientos que iba abrevando en mi paso por las agencias públicas, respetando, claro está, las limitaciones impuestas por las reglamentaciones vigentes.

Como consignamos antes, nuestras tareas en el Ministerio de Planeamiento se circunscribieron a la realización de análisis de prensa hasta la transformación de ese ministerio en Secretaria. En el tramo final del ministerio, año 1978, tuvimos como jefa a la Licenciada Gloria Ortiz, una persona que dado los acontecimientos de la época, resultaba de una apertura mental muy singular. Durante ese lapso y a raíz de un comentario que formulara a un compañero de trabajo de apellido Sofi, sobre el interés de una persona de mi amistad sobre el análisis Transaccional, creación de Eric Berne, este compañero me expresó que eso era de muy escaso valor y me trajo un libro de esa corriente para probar su afirmación. Desde entonces, contrariando su opinión, las concepciones de Berne y su análisis transaccional me han sido de suma utilidad para mis análisis de la realidad cotidiana.

Al frente de la Secretaria de Planeamiento fue designado el brigadier José Miret, quien permanecería a su cargo hasta la retirada del régimen de facto en diciembre de 1983. Trajo como colaboradores a un compañero suyo retirado Jorge Bonesserre y a un secretario, suboficial también retirado Elías Bouzas. Con los dos nombrados mantuve una cordial relación. Y pese a que suena en la actualidad discordante, será difícil encontrar alguna persona que no haya sido atendida favorablemente por alguna requisitoria formulada a Bonneserre. En un testimonio, nos resulta insoslayable expresarlo. En esta instancia se creó un Área de relaciones cuyo jefe habría de ser Carlos Tapia. Allí permaneceríamos hasta julio de 1981. Si bien nuestra tarea de mayor carga continuaba siendo la de elaborar la carpeta de prensa, alternábamos con tareas de Protocolo y Ceremonial. Tapia era un verdadero experto en el tema y muy puntilloso con su trabajo. Demás esta decir el nivel de información que uno podía absorber a partir de estas tareas que habían comenzado en Agosto de 1977. Como en el caso de las encuestas(a la que nos referiremos mas adelante) el que mas aprovechaba estas lecturas era el que las hacia para seleccionar. El material con que contábamos eran los diarios de la Capital Federal, algunas revistas de mayor circulación, las ediciones de los domingos de los grandes diarios del interior, y los diarios de los países limítrofes, aunque nunca pudimos conseguir que nos traigan un diario de Bolivia. En el quehacer en esta oficina donde compartía tareas con mi amiga desde entonces Normita de Scorza de Isart y luego con Otto Schulzte, aprendí muchas cosas y recuerdo a menudo los viajes al Aeropuerto Internacional de Ezeiza a recibir pasajeros en la sala VIP. Entre las cosas que aprendí fueron los preparativos del Sistema Argentino de Informática Jurídica (La Secretaria tenia competencia en el tema) y la participación en las Primeras jornadas de autoridades informáticas de Latinoamérica y el Bureau Internacional de Informática. Además y ya inserto en nuestras inquietudes, pudimos participar en el Primer Seminario de Ordenamiento Territorial. Acabamos de mencionar a Otto Schultze. Se trataba de un singular personaje del periodismo agrario proveniente de las inmediaciones de Tres Arroyos (Barrow). Fue el bueno de "Otto "quién nos presentó a José "Cholo" Andreasen, a la sazón director de la revista "Participar". Y fue allí donde a partir de 1980 comenzamos también a difundir nuestros escritos hasta en cierre de la revista en 1989.

A raíz de una pelea entre dos secretarias privadas (un hecho que suele darse en la vida de la administración publica), Quedamos en el "fuego cruzado" de esa pelea, y por eso le pedimos a Bonneserre que nos cambiara de ubicación. Es así que fuimos derivados a la Asesoría de Gabinete a cargo del abogado Miguel Ángel Iribarne. Ya para entonces habíamos iniciado nuestros estudios de pos grado en la Universidad Católica de la Plata. En el decurso de estos estudios, uno de los profesores, el doctor Lino Marcos Budiño, se hizo cargo del decanato de la Facultad donde se impartía una la carrera de grado en Ciencia Política. Budiño nos ofreció la cátedra de Ciencia Política Sistemática, y así fue que impartimos esa materia en el curso del año 1980. Cuando renunció Budiño, por lealtad a su persona renunciamos y estimamos que eso influyo en algún grado, para que habiendo cursado y aprobado las materias del doctorado, y realizado la tesis requerida, esta no llegase a la etapa de defensa. No obstante lo expresado, creemos que hubo otro factor que también hizo que priorizáramos ese factor y no la obtención del doctorado. Lo expresado no pasa de lo conjetural.

Pero volvamos a la asesoría con el doctor Iribarne. Allí tuvimos la oportunidad de estudiar detenidamente los sistemas de planificación de Francia, España. India y Méjico. Se nos encargo la elaboración de un trabajo sobre los modelos de sociedad que podíamos identificar a lo largo del acontecer argentino. En esa posición nos sorprendió el 2 de abril de 1982. Recordamos que ese día, fuimos a la oficina de otro asesor que estaba abonado a la revista del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres. Allí constaban los recursos que tenían disponibles las fuerzas armadas de los distintos países, Argentina y el Reino Unido incluidos. Esas magnitudes no hacían esperar un resultado favorable a la Argentina.

Fue por esa época que nos enteramos del prototipo de "ferrobús" desarrollado por la familia Di Uono de Olavarría, con la asistencia técnica del Ingeniero Armando Guenzatti. Se trataba de algo que si se mira bien tiene mucho sentido común: el que un ómnibus previamente adecuado circule por las vías. El emprendimiento, coincidía con lo que veníamos proponiendo por las páginas de "La Reforma" desde fines de 1977, y que también había formado parte del proyecto que la Subsecretaria de Ciencia y Técnica nos aprobara en las vísperas del 24 de marzo de 1976. Nos pusimos en contacto con esta familia pionera y los acompañamos en todo los que nos fue posible. El resultado de la guerra del Atlántico Sur, se tradujo en cambios en la conducción de entonces de la empresa ferroviaria estatal y dejó su posición el ingeniero Morea Cantilo, con quien habíamos hecho una suerte de equipo para impulsar el proyecto. Con la reanudación de la democracia se lo intentó reflotar, pero la burocracia ferroviaria consideraba algo artificioso ese elemento y así se frustró una posibilidad concreta de rehabilitar los servicios ferroviarios que se habían suspendido en muchas localidades. Si bien esta inquietud (obviamente sin fines de lucro alguno) no tenia relación con nuestra actividad en el servicio público, la misma ayudó para hacer contactos y desplazamientos, en los que siempre estaba presente a la buena voluntad de Bonesserre.

Con el desenlace de la guerra, comenzaron los estudios, que luego se harían públicos, acerca de un programa destinado a que hubiera un retorno al Estado de Derecho hacia 1984. Así llegamos a la segunda semana de julio, cuando una mañana nos enteramos por un noticiero radial radial de la mañana que se había designado un nuevo Subsecretario de Deportes a nivel nacional. Esa noticia es la que da lugar al fragmento que sigue del presente desarrollo.

(El fragmento precedente fue terminado de redactar el 28 de octubre de 2012)

Como expresábamos en el último párrafo del fragmento precedente, una mañana de la segunda semana de julio de 1982, al filo de nuestros 35 años, nos enteramos por un noticioso radial que se había designado como subsecretario de Deportes a nivel nacional a Julio Fernández Mendy. Aunque con niveles de excelencia muy atenuados respecto a nuestro mejores años deportivos, aun estábamos en actividad y como deportistas, nos venía resultando al menos motivo de curiosidad quien ocupaba esa posición. La noticia nos conmovió, dado que la persona designada resultaba uno de los dueños, por así decirlo, de la revista "Participar", en la que veníamos publicando alguno de nuestros artículos, merced al contacto que con su director José Andreasen, nos había hecho nuestro amigo y compañero de trabajo Otto Schultze. Había tenido un contacto en alguna reunión social con este señor y sabíamos que era uno de los referentes del nucleamiento político Línea Popular, un desprendimiento del MID (Movimiento de Integración y Desarrollo), a su vez una subdivisión de la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente). Ignorábamos para esa fecha que Fernández Mendy había sido Jefe del bloque oficial en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires(1958/1962), Diputado Nacional(y miembro de la comisión de Presupuesto entre 1963/1966) y Vocal en el directorio del Banco Central entre 1973 y 1976. También ignoraba Fernández Mendy para la misma fecha que nosotros éramos ya veteranos cultores del atletismo de fondo.

La cuestión es que con la conmoción de la noticia, nos fuimos para nuestro puesto de trabajo y allí se nos ocurrió garrapatear algunas líneas acerca de lo que se podría hacer en esa subsecretaria. A continuación lo llamamos a Andreasen, le dijimos los que habíamos hecho y que se lo queríamos entregar al designado. Al rato nos llamó Andreasen para decirnos si nos podíamos acercar para charlar, y eso hicimos atento no estaba el sitio lejos de nuestro puesto de trabajo. Enterado Fernández Mendy de mis inquietudes y de mi predisposición a colaborar, y teniendo en cuenta que por mi condición de servidor publico permanente no hacia falta designación adicional, aceptó que me convirtiera en su colaborador. Y fue así que mediante una autorización formal para colaborar en la subsecretaria de Deportes, la que fue diligenciada con la buena voluntad de nuestro benefactor el subsecretario Bonneserre, que ya hemos mencionado, que el 14 de julio iniciamos una gestión que nos insumiría en adelante casi todo el tiempo que permanecimos despiertos (no estamos exagerando) hasta el 9 de diciembre de 1983, en vísperas de la asunción de las autoridades electas el 30 de octubre de 1983.

Como ya lo adelantáramos sabíamos, enterados de la preparación del Programa de gobierno 1982 – 1984; que había una fecha límite en esa gestión. Entendíamos entonces que se nos había dado una oportunidad irrepetible, en el final de nuestra trayectoria deportiva de devolverle al deporte lo que el deporte nos había dado y asimismo hacer un poco de gimnasia administrativa, para retomar el digamos "estado" perdido en mayo de 1976, con vistas a la etapa constitucional que estaba ya en el horizonte. Eso, lo reiterábamos era el estado de percepción nuestra en ese momento.

Fernández Mendy, era una persona muy refinada, un político con un sentido del relacionamiento humano, que no había conocido hasta entonces ni he conocido desde ese momento hasta ahora. Me estoy refiriendo claro está, a personas con vocación política con las que he tenido trato directo. Era notable como convertía las propuestas técnicas que le llevábamos a consideración en decisiones políticas que ponía en ejecución, para lo cual su condición de político con experiencia en la función pública, le facilitaba el contacto con los más altos niveles o aun con personas que sin tener grandes responsabilidades, podían hacer algo en orden a su función.

Dado el momento institucional que vivía el país, lamento expresar que esa sería (ya jubilado del servicio publico) la ocasión en que habría de desplegar todo lo que hasta entonces sabía de administración y pedir ayuda de mis relaciones desparramadas por la Administración Pública y por el país. Los primeros días eran decisivos para una corta gestión que sugería celeridad. La mecánica de trabajo de esos días consistía, en reunirnos a la mañana con una hoja de ruta de propuestas técnicas y administrativas, la que este subsecretario desarrollaba a lo largo del día. Junto con Fernández Mendy, acompañamos su gestión, Manuel Urbaitel, una persona de carácter enérgico, cuya condición de cooperador escolar evidenciaba su sensibilidad social. A partir de entonces el entrañable "Manolo", nos daría un trato paternal que se prolongaría por mucho tiempo. Completaba el acompañamiento la presencia de Cesar Aguado Benítez, persona muy estentórea que mas allá de su histrionismo evidenciaba en cada acto que conocía puntillosamente los vericuetos de la Administración Pública. Aguado, ha sido la única persona que hemos conocido que había participado de las primeras Direcciones de Racionalización y Auditoria que se habían creado en 1953 en el marco del llamado "Segundo Plan Quinquenal".

Como era dable esperar, nos encontramos con una estructura de personas y de actividades en marcha. En abordajes holísticos no se debe soslayar nada de lo que anima una estructura especifica en marcha, pero en lo que hace a lo cotidiano, nuestra gestión se encontró con dos compromisos próximos: Los Juegos Cruz del Sur a realizarse en la Provincia de Santa Fe y el Campeonato Mundial de Vóley.

Una de nuestras primeras acciones fue dirigirnos al Sistema Argentino de Informática Jurídica, que ya habíamos mencionado anteriormente, y obtener copia de la legislación deportiva vigente, cargada en sus computadoras( estamos hablando de épocas de las "main frame"). Nos vinimos con las copias de "escupió" la máquina, y con sorpresa nos enteramos que además de otras leyes estaba vigente la Ley 20.655, conocida como ley del deporte, que había sido sancionada en abril de 1974, sobre la base de un proyecto elevado por el presidente Perón a poco de su asunción de su tercer mandato. Nos llamó la atención que esa ley estuviese vigente, atento el gobierno de facto había hecho derogar la mayoría de las leyes sancionadas en el periodo constitucional previo. Dado su condición de ex legislador, Fernández Mendy estuvo de acuerdo en nuestra opinión de que era "una broma de mal gusto", que en el fin de un periodo de facto, se derogara una norma de un gobierno constitucional. De ese modo se cambió el eje de las anteriores gestiones que venían trabajando un nuevo texto de "ley", para centrarse en la reglamentación de una ley, que no había sido reglamentada por el mismo gobierno que la propuso y promulgó. Debemos reconocer que para esa reglamentación y su aprobación que no llegó a prosperar, Aguado Benítez pudo toda su vehemencia que no fue suficiente. La Ley del deporte 20655, no habría de ser derogada y llegó vigente al 10 de diciembre de 1983. Pero ello seria considerado un logro con posterioridad. En esos momentos se trataba de administrar con la mayor eficiencia posible los recursos propios que tenía la repartición que se originaban del Fondo Nacional del Deporte creado en 1969 a instancia de Enrique Kistemmacher, una personalidad del atletismo. A modo de digresión, resulta curioso que siendo el atletismo una actividad cultivada en la Argentina por pocas personas, haya tenido desde Kistemmacher en adelante, personas de ese deporte en las áreas de la subsecretaria. Para la comidilla interna, nosotros éramos los primeros que veníamos del atletismo de fondo que siempre se considera algo distinto del resto de las especialidades de ese deporte.

Se tomó como referencia la parte correspondiente al Programa 1982 1984, en nuestro sector de responsabilidad, cuya aprobación fue facilitada, porque los técnicos encargados de elaborar el programa eran nuestros compañeros de Planeamiento a los que les explicamos los contendidos específicos. Y se tomó como "proyecto insignia", la concurrencia de Argentina a los Juegos Deportivos Panamericanos que se realizarían en Caracas a mediados del año 1983, con el argumento de una suerte de agradecimiento a ese país por el explícito apoyo brindado en la entonces reciente "guerra del Atlántico Sur". Este proyecto nos permite hacer una ligera descripción acerca de cómo se implementó el mismo a través de una sumatoria de simples medidas concatenadas.

Cuando llegamos a esta repartición, ya habíamos condensado algunos conceptos basadas en nuestros conocimientos previos acumulados por nuestros estudios y vivencias. Laborales y extra laborales. El principio que habíamos acuñado era: el de la optimización creativa de lo existente. Todo lo que propusimos en aquel ayuda memoria inicial y lo plasmado en la parte pertinente del programa 82/84, no pudo plasmarse, pero si una gran mayoría de lo allí propuesto, además de las respuestas dadas a situaciones no contempladas.

Mas arriba expresamos que como no podía ser de otra manera nos encontramos con una realidad en marcha, sea al interior de la repartición, como en el sector de la sociedad que interactuaba habitualmente con la misma. A julio de 1982, la Subsecretaria brindaba subsidios y prestaciones de hotelería a: clubes, federaciones deportivas, Universidades Nacionales, Gobiernos Provinciales, Municipalidades y por lo menos a la Marina de guerra. Desde ese arco institucional operaban sobre los recursos disponibles personas que tenían lo que hoy se llamaría "experticia" para obtenerlos en la mayor cantidad posible.

Como se expreso en lo atinente a instalaciones hoteleras, la subsecretaria administraba lo que actualmente se denomina Centro Nacional de Alto Rendimiento, el Centro Nacional de Recreación de Ezeiza y las unidades Turísticas de Chapadmalal y Embalse (Donde se brindaban prestaciones hoteleras a sectores de ingresos medios y bajos).

El gran público tiene conocimiento de entidades como la FIFA o alguna federación con muchos cultores de la misma. Pero cuando uno afina los "focos" se encuentra con alrededor de medio centenar de Federaciones, cada una por especialidad deportiva o lúdica. Esta afiatada estructura se referencia con el Comité Olímpico Internacional.

Al respecto, va de suyo que espontáneamente se iba tomando contacto con los representantes de las federaciones, todos muy duchos en el relacionamiento con los funcionarios de turno. Con el Comité Olímpico Argentino (Una filial del Internacional) hubo un encuentro formal. En lo particular teníamos un conocimiento detallados de las modalidades operativas de los dirigentes del atletismo. Y quienes saben de nuestra actividad que escaló en la Asociación Argentina de Atletas, sabían que teníamos un juicio crítico hacia esas modalidades operativas. No tardamos en percibir que esa modalidad operativa era la misma en todas las federaciones, con la salvedad de los estilos personales, que a la hora del "cara a cara" suelen ser definitorias. En la presentación con el Comité Olímpico, quedó claro que sus principios eran los de manejar el deporte federado, dejando al gobierno la promoción del deporte en otras áreas. Lo que nos llamó la atención es que se presentó como algo en extinción a la Confederación Argentina de Deportes, de azarosa trayectoria desde su creación en 1921. Según nos dijo quien acreditaba ser su interventor desde el principio del gobierno de facto, era una mera cuestión de detalle la disolución de la CAD. A los pocos días un dirigente nos ilustraría que no era así. Ya hace décadas que hicimos público como se operó la normalización de la Confederación Argentina de Deportes. Eso también formaría parte de nuestro activo, mas en ese momento sólo seria una de las cuestiones que hacían delicada la relación con el Comité Olímpico, presidida por un militar con innegables antecedentes deportivos, que había hecho buenas relaciones con la central de la trasnacional del deporte, a tal punto que solo dejó esa titularidad bien avanzada la recuperación democrática y con motivo de su fallecimiento.

Respecto a esa estructura federada, y sus modalidades operativas, estas se las arreglaban para encauzar los fondos hacia determinadas empresas de turismo, transporte, hotelería y anexos. Si bien no había objeciones de tipo legal, era ostensible para una auditoria más o menos fina, que había alternativas para hacer más productivos esos recursos. En ese orden se enfatizó en reducir los subsidios y aumentar las prestaciones allí donde fuera posible. Un proyecto que se vio inviable fue la de conformar una cooperativa de provisión de insumo de alto rendimiento. Con ello se hubiera bajado substancialmente el costo de los insumos deportivos que para el alto rendimiento eran de muy alto costo. Por ese entonces no teníamos con el alto rendimiento las reservas que tendríamos como consecuencia por nuestro paso por esa agencia pública. El proyecto iba en contra de los proveedores habituales de cada especialidad, que estaban vinculados directa o indirectamente con las respectivas federaciones. Eso se replicaba en el resto de las federaciones en el uso de los subsidios, así que puede imaginarse el lector que nos fuimos ganando una considerable cantidad de amigos, que solo tenían que esperar el final de esa experiencia de facto, de las que se habían aprovechado desde el principio, sin que se conociera un rechazo de los fondos que de allí alimentaban sus actividades. En nuestra saga administrativa y como docentes de derecho, hemos comprendido que no todo lo que se puede inferir a nivel académico se puede probar en sede judicial y administrativa. Por eso entonces y ahora debemos ser cautos para describir situaciones ríspidas.

La cuestión era pues "optimizar" creativamente lo existente. Por otro lado y asumido como objetivo una concurrencia calificada a los Panamericanos de Caracas, se hacia menester hacer conocer a los interesados, el apoyo que dicha concurrencia tendría. Nuestra experiencia deportiva sugería que a un atleta hay que avisarle con la mayor antelación posible para que su preparación tenga sentido. Y encontramos la forma de hacer conocer la inquietud oficial a través de la emisión de un decreto declarando de Interés nacional esa participación. Sabíamos del mecanismo de ese tipo de declaraciones, más necesitábamos mucha antelación para que cumpliera su objetivo. Es así que el decreto se suscribió antes de terminar el año y fue debidamente comunicado a los interesados.

Pero toda declaración cae en saco roto sino esta logísticamente respaldada. En ese sentido se aprovechó un régimen de subsidios adicionales que gozaba la Asociación del Fútbol Argentino, emanada del Mundial de 1978 y su ente administrador. Fernández Mendy de su propia elaboración redactó un proyecto de resolución donde se establecía que durante los años de Panamericano y de Juegos Olímpicos, una parte de lo que iba para el fútbol iría para el Comité Olímpico. El Ministro Navajas Artaza, que estuvo en toda nuestra gestión, firmó ese proyecto de Resolución. Además y como complemento direccionado a las preparaciones se firmó un convenio con Aerolíneas y con su subsidiaria OPTAR, Sociedad del Estado, para que de ahora en adelante las federaciones no recibieran mas subsidios para sus viajes al exterior, sino los pasajes y los "Voucher" para las prestaciones de hotelería y traslados en los sitios de competencia. Podrá imaginarse el lector algunos gestos de estupor…

En el mismo orden de cosas (aunque con un sentido algo simbólico) se aprovechó que la Unesco, hubiera incorporado en quehacer deportivo hacia 1978. Ello posibilitó el uso de la Casa Argentina, que el gobierno argentino mantiene desde hace muchas décadas en Paris y a la que hasta entonces solo accedían artistas e intelectuales, reiteramos ello abrió la casa argentina en Paris a los deportistas para sus preparaciones. Recordamos el silencio del otro lado del tubo cuando Fernández Mendy, le pidió al Subsecretario de Educación un cupo en Paris para los deportistas, atento la nueva visión de la Unesco.

Para facilitar la concurrencia para la participación se reglamentó la ley de Licencias Deportivas, que permitía a los deportistas, dirigentes y técnicos, licencia con goce de sueldo para la concurrencia a competencias.

Asimismo se solicitó al Correo Argentino, que incluyera en el plan de emisión de estampillas para el año 1983, una alusiva a la concurrencia argentina a los Juegos Panamericanos, y así se hizo.

Ya señalamos que los Juegos Cruz del Sur de Santa Fe y el Mundial de Vóley, eran compromisos preexistentes, y ya financiados. Se aprovechó los eventos para agilizar las relaciones deportivas internacionales, lo que fue facilitado por el hecho de la relación de amistad que Fernández Mendy tenia con el entonces Canciller Aguirre Lanari. Se firmó con el titular de la agencia gubernamental deportiva de Venezuela, "Papelón" Borges, un acta de entendimiento, en la concentración de Granadero Baigorria, en las inmediaciones de Rosario y se participó en la reunión de la ODILAC (organización deportiva Latinoamericana Intergubernamental,).Que se realizo en Rosario con motivo de los Juegos.

Vale agregar referente a la relación con Venezuela, que se dispuso con motivo de ser 1983 el "año del Libertador Bolívar", que todas las federaciones realizasen un evento alusivo.

Borges, ex deportista, adscribía a la corriente de opinión hay ya consolidada que era muy crítica respectos a los manejos poco claro de la estructura que culmina en el Comité Olímpico Internacional

Lo más risueño, no exento de efectividad ocurrió con la visita del Ministro de Deportes de China Popular con motivo del Campeonato Mundial de Vóley.

La visita tenía carácter estrictamente protocolar, es decir sin agenda alguna. En la conversación se hizo ostensible que al ministro chino era un fanático del fútbol sólo le faltaba el pañuelito con cuatro puntas…En ese contexto, y con toda la informalidad del caso (allí aprovechamos nuestra experiencia recogida en Asuntos Internacionales de la Marina Mercante) sugerimos al Ministro porque no hacíamos un intercambio: nosotros le mandábamos un entrenador de fútbol y ello enviarían uno de bádminton, que es su deporte nacional. Terminada la entrevista, Fernández Mendy, me preguntó de donde había sacado eso del bádminton. Le contestamos que hacia pocos días en un diario de Buenos Aires, había aparecido una nota acerca de un grupo de practicaba esa especialidad en el "Club de Amigos" del bosque de Palermo. A los pocos días apareció un funcionario de la embajada china en Buenos Aires, solicitando que en lo posible el entrenador que fuera a China fuera José D'Amico, por entonces director de la escuela de directores técnicos de la AFA. Como se advierte la idea tirada informalmente había prendido. Cabe acotar, y de eso estábamos anoticiados porque en la Secretaria de Planeamiento se cubría la cooperación técnica internacional. En esa área se recibían con cierta sorpresa que los países africanos solicitaban venir a estudiar en esa Escuela de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Ocurre que D"Amico había hecho una gira por África y China y esas eran sus consecuencias. El maestro no podía ir, entonces le sugerimos nos ayudara a conseguir alguien que pudiese ser presentado como su discípulo. Y eso le comunicamos al diplomático chino, que acepto de buen grado la contrapropuesta. Por otro lado dado como avanzaba la cosa, fuimos a tomar contacto con los muchachos que jugaban al bádminton en el Club de Amigos. Fuimos con nuestra indumentaria deportiva, ya que nos estábamos entrenando. Le dijimos de nuestra inquietud, que no lo tomaran como una broma y le dejamos la tarjeta de la Subsecretaria. Al otro día vino uno de ellos, un abogado de apellido Robredo y escucharon la ratificación de lo que les habíamos dicho.

Semanas después vino una delegación china y en la Cancillería se firmó un protocolo que incluía no solo la venida de un entrenador de bádminton, sino otro de gimnasia deportiva, además de un intérprete. Ello se inscribía con otros intercambios culturales. Como la Subsecretaria tenia fondos, organizados un almuerzo en el Comité Olímpico. Y recordamos la sonrisa que tenia el embajador Corcuera Ibáñez a la sazón Director de Asuntos Culturales, ante las iniciativas que impulsábamos desde nuestra agencia. Durante dos años esos técnicos chinos estarían en el país.

Y casi nos olvidamos contar que pasó con el "discípulo" que fue a China durante seis meses a enseñar fútbol. Hubo que encontrar alguien dispuesto a hacerlo y a esos efectos resultaba práctico alguien que perteneciente a algún sector de la Administración Publica. Así surgió la persona de Bruno Celeste que se desempeñaba en la Dirección de Deportes de Salta. Celeste accedió al cometido pero se necesitaba una autorización de las autoridades de la provincia, requisito que Fernández Mendy con su proverbial estilo logró con un simple llamado telefónico

En este fragmento cuadra el recurso del "bucle "sobre todo teniendo en cuenta que no se trata de una memoria, aunque no se descarta que alguien la interprete como tal, sino una relato de una practica estatal en un contexto especifico.

Va da suyo que nuestros asesoramientos llevaban implícita la concepción del mundo que teníamos por entonces. Aun seguimos pensando que Argentina necesita una sistemática descentralización administrativa y desconcentración demográfica. Por eso propiciamos acciones en el "interior del interior". Así una de las primeras actividades fue la de realizar una reunión de director provinciales de Deportes en la ciudad pampeana de General Acha, que por esos días festejaba el centenario de su fundación. Sobre el fin de año se realizaría una segunda reunión de ese tipo en la ciudad mendocina de Tupungato. Luego de esa reunión de Tupungato, se realizaría en las instalaciones del estadio Mundialista de la ciudad Mendoza, la primera entrega del Premio "Teniente de Fragata Márquez", destinada al mejor deportista de cada provincia propuesto por su respectiva dirección de deportes. Ese premio que era una de nuestras propuestas convertidas en decisión por Fernández Mendy, era una suerte de "Olimpia" alternativo. En lugar de entregarse al mejor deportista de cada actividad en la ciudad de Buenos aires, se entregaba al mejor deportista de cada provincia en una ciudad del interior. Gustavo Márquez era un yachtman activo que había caído combatiendo en la Guerra del Atlántico Sur. Una semana antes de finalizar nuestra gestión, se entregó la segunda edición del premio en la ciudad de Rio Tercero, Provincia de Córdoba.

El Subsecretario como su sucesor (del que nos referimos mas adelante) procuraron estar presentes en todos los campeonatos nacionales o eventos de jerarquía sea que se realizasen en la Capital Federal o en el interior del país. En algunos casos, los menos, los representábamos nosotros. Al estimular la realización de eventos en las unidades turísticas de Chapadmalal y Embalse, se concurrió varias veces a las mismas .La de Embalse tenia una infraestructura deportiva desarrollada, en tanto Chadpadmalal aprovechaba las instalaciones deportivas asentadas en Mar del plata.

Un ingrediente adicional a la concurrencia a los eventos era acompañarlos de una Resolución del subsecretario de declaraba cada evento como "De interés para la Subsecretaria". En ese entonces eso era una novedad en el sector. Inclusive en los considerados de la Declaración se hacia constar la norma por la cual se había otorgado un subsidio para ese evento especifico. Se hacia esto porque ni el público en general ni los deportistas en particular estaban enterados que esos eventos estaban financiados por el Estado.

Entre los múltiples eventos que concurrimos acompañando a Fernández Mendy, recordamos el apoyo dado a la "Semana Nacional del Deporte" que realizó en La Pampa, Ricardo Arias, con quien teníamos conocimiento anterior, dado nuestro vínculo con el diario "La Reforma" de General Pico(Dicho sea de paso nuestras intensas tareas no interrumpieron los artículos que seguimos escribiendo en el periódico mencionado como en "Participar).Arias había tenido problemas con auspicios y cosas anexas durante la parte previa del gobierno de facto y le sorprendía nuestra actitud.

Sea por la personalidad del Ministro, sea por la trayectoria de Fernández Mendy, sea por la coyuntura de repliegue, debemos dejar en claro que no sentimos limitación formal alguna durante esta gestión que estamos relatando en forma sucinta.

El otro evento que recordamos particular afecto fue la presencia del subsecretario, en la carrera pedestre "Dos años" que se realizó en Rio Cuarto cuando finalizaba 1982 y llegaba 1983. Allí el subsecretario y su familia acompañaron el evento. Fue esa una de las tres oportunidades que participamos como deportistas en un evento presenciado por el Subsecretario.

En lo atinente a las relaciones deportivas internacionales, también recordamos el haber propiciado la participación de atletas de la Guardia Nacional de Panamá en la carrera que organiza el Club "Barrio Alegre" de Trenque Lauquen. También recordamos la atención en Buenos Aires al subsecretario de Deportes de Méjico, a quien llevamos a presenciar un encuentro de nuestro deporte nacional "El pato".

La presencia en estos eventos desde ya comportaba un aprendizaje permanente acerca de la diversidad de actividades, muchas de ellas, la primera vez que las visualizábamos. Esa contemplación de por si implicaba abrevar contenidos que de otro modo hubiera sido muy difícil de acceder. Pero en lo que hace a las enseñanzas intrínsecamente administrativas, tuvimos la oportunidad de participar en la elaboración del presupuesto del sector para 1983. Allí se notaba que Fernández Mendy, había pasado por la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación y por el directorio del Banco Central. El trabajo específicamente hacendal lo hizo él, y nuestros asesoramiento fueron de índole deportiva, pero no mucho porque para ese entonces Fernández Mendy había asimilado y diríamos perfeccionado nuestros asesoramientos previos. Esa elaboración sumada implicaba también una mejoría en la cantidad de las prestaciones a brindar. Relacionado con lo hacendal, tuvimos la oportunidad de conocer a un empleado de carrera de la Subsecretaría que había ingresado en la Administración en 1944 en la sociedad de Beneficencia. Guerin, que así se apellidaba el entonces director de Administración, fue una persona que nos enseñó muchas cosas, particularmente que el Decreto de distribución del Presupuesto( que luego se convertiría en Decisión Administrativa Distributiva Analítica del Presupuesto) era la pieza de información indispensable para analizar detalladamente cualquier política pública.

En materia de manejo de la hacienda publica, nos habíamos enterado ya en nuestro paso por la subsecretaria de Marina Mercante, que los rezagos de las reparticiones podían ser cedidos sin cargo a otros entes gubernamentales o a entidades sin fines de lucro, según lo disponía la ley de contabilidad vigente. Teniendo en cuenta que las Unidades turísticas y las dependencias directas tenían en sus depósitos numerosos rezagos; habiendo ya antecedentes de esas cesiones en la misma subsecretaria y por ser nosotros familiares de chatarreros, lo que nos daba un conocimiento adicional de que hacer con ese tipo de recursos, generamos una línea de transferencias de esos insumos a pequeños municipios del interior, así como a una sociedad de Bomberos Voluntarios. Era notable como las entidades recipiendarias le daban uso creativo a este tipo de insumos.

A lo largo de esta gestión pudimos terminar de calibrar (ya lo veniamos vivenciado a lo largo de nuestra carrera deportiva) del peso político y cultural del fútbol en la Argentina. Cuando en los inicios de esta gestión fuimos a procurar en el sistema Argentino de Informática Jurídica, la legislación vigente en el deporte, nos encontramos con sorpresa de una ley: la 21133, sancionada automáticamente por el Parlamento en 1975, que disponía la transferencia de recursos a la AFA, estableciendo un porcentaje directo a las ligas del Interior para "la promoción del deporte". Consignamos el entrecomillado, porque pudimos comprobar, que pese a que las entidades enviaban información a la subsecretaria, esta información no se procesaba y dejaba librado a cada liga como interpretar ese entre comillado. Llevó largos meses lograr que el proyecto de resolución reglamentaria que habíamos impulsado, se convirtiera en Resolución. Cuando ello acaeció, ya eran las vísperas de la recuperación de las instituciones democráticas

Atento una disposición gubernamental que estableció que debían renunciar aquellos funcionarios políticos que deseasen participar en la campaña electoral en función de los comicios ya declarados, Fernández Mendy resolvió dejar la subsecretaria. Antes de irse género las condiciones que permitieron dejar sin efecto aquellas medidas que se habían tomado desde la intervención de la Confederación Argentina de Deportes y que hubieran conducido a su extinción. Con el concurso de dirigentes de ocho federaciones deportivas, se revirtió la situación. Y se procedió al cambio de interventor, designándose a nuestra sugerencia a un dirigente del atletismo que habíamos conocido desde el comienzo de nuestras gestión y que había sido intendente electo por el radicalismo de la ciudad cordobesa de Las Varillas. Se trataba de Alejandro Salve, que fue quien a la postre normalizaría la Confederación ya comenzada la etapa constitucional.

A propuesta del Subsecretario renunciante, el Ministro convalidó la designación del Doctor Aldo Monti como nuevo subsecretario de Deportes. Seria Monti el que entregara el cargo a quien designaran las autoridades constitucionales que asumieron el 10 de diciembre de 1983. Monti había sido hasta el momento Intendente de facto de Lincoln, provincia de Buenos Aires. Provenía del mismo sector político que Fernández Mendy y Urbaitel. Su perfil y su personalidad eran muy distintos a lo de Fernández Mendy. Monti era un consumado deportista, una persona que había presidido uno de los clubes de su ciudad (El Linqueño) y con avanzado conocimiento de las Ligas de fútbol del Interior vinculadas a la AFA. Además era un abogado con mucha experiencia tribunalicia. Junto con Manolo permanecimos con quien seria desde entonces nuestro amigo, aunque Urbaitel pasó a ocupar la Dirección Nacional de Promoción del Deporte. Su anterior titular, el médico y profesor de Educación Física Alberto Corvalan, se reintegró a la dirección de deportes de Córdoba, ya que había retenido ese cargo con licencia, para asumir la gestión en Buenos Aires.

Fue a Monti quien le tocó conducir todo el apoyo logístico destinado a la presencia en los Juegos de Carcas, a los que concurrió, como así también Urbaitel. En su gestión se desarrollaron tres eventos de tipo académicos destinados a hacer aportes conceptuales. Estos eventos se hacían por primera vez. En ellos Monti estuvo presente. Se trató: del Congreso Argentino de Recreación que se realizó en Villa Carlos Paz; del Primer congreso Argentino del Maxi deporte, que tuvo lugar en la ciudad de San Juan y delas Primeras jornadas de Deportes Invernales que se desarrollaron en la ciudad de Esquel.

Es probable que este relato de las experiencias recogidas o efectuadas en la subsecretaria de deportes, sea considerado extenso. Va en los irrepetibles códigos de cada lector, la interpretación que del mismo se haga. Atento la realidad es inescindible, no obstante ser nuestro propósito ser testimoniales, reconocemos que se han deslizado expresiones que van más allá de eso. Nuestras actividades posteriores no tendrían la intensidad de este periodo. Serian más de aprendizaje que de acciones de cierta relevancia. Sobre el final de esta gestión tuvimos la oportunidad de hacer entre nuestros pares del atletismo una suerte de rendición de cuentas de lo actuado. Fue en Junín y en la asociación de Pilotos Aéreos (gentileza del atleta piloto Cavalli). El bueno de Domingo Amaizon (la única persona que recuerdo hacer traído una iniciativa-Adopte un atleta- a las oficinas de la subsecretaria), comentó al finalizar una de las exposiciones que "una golondrina no hace Verano". Lo que aconteció es que para esta golondrina "ese" habría de ser "su verano".

(El fragmento precedente fue terminado de redactar el 1ero. de noviembre de 2012)

No consideramos redundante a los efectos de la claridad de nuestro mensaje(y sin perjuicio del reverencial respeto de los irrepetibles códigos de nuestr@s eventuales lector@s), reiterar que hacemos todo el esfuerzo posible para diferenciar en este relato como vivenciábamos el acontecer en el momento que lo íbamos actuando y como lo apreciamos al momento de la redacción ( primavera austral de 2012)."Nosotros los de entonces; ya no somos los mismos(Neruda)".

A diciembre de 1983, ya habíamos incorporado a nuestra bodega nocional, una característica del tiempo. Segun Tapia(Estrategia a la Okeidad)se trataba del recurso mas valioso de cada persona. Berne(Que dice usted después de decir :Hola?) distingue entre el tiempo cronológico y el tiempo psicológico. En ese sentido hemos dividido este fragmento en el periodo que estuvimos en disponibilidad hasta diciembre de 1984 y desde ese entonces hasta julio de 1989.

Desde nuestras tareas en la Subsecretaria de Deportes y ya con el resultado comicial del 30 de octubre de 1983, teníamos la percepción de que nuestra continuidad en la Administración Publica,podría ser traumática. Con esa perspectiva nos reintegramos al lugar de trabajo previo a esta incursión por el área de deportes.

Con el tiempo,atribuimos el modo de continuidad en el servicio publico al hecho de que el primer Subsecretario de Coordinación de la Presidencia en el gobierno constitucional,hubiera sido asesor de Gabinete en la Secretaria de Planeamiento.

Los profesionales y técnicos de esa Subsecretaria fuimos transferidos a la Secretaria General,en un anexo(El 5) en lo que por ese entonces entendimos como una situación de "disponibilidad". Esta situación por demás embarazosa,suponía un tiempo de espera hasta la asignación de nuevas funciones. Suponía también concurrir al sitio de trabajo. Con la noción de tiempo incorporada arriba comentada, comenzamos a ser proactivos en el empleo de eso que en adelante consideraríamos como "tiempos muertos".La proactividad nos serviría para emplear esos tiempos para el estudio,el análisis y la elaboración de comunicaciones escritas, desde ese entonces hasta el momento de nuestra jubilación. Seremos también reiterativos en la positividad de esta actitud.

Este nuestro tiempo de disponibilidad,era un lapso donde se superponían nuestra "resaca" y nuestro "tiempo de espera"(usamos conceptos de Berne).La resaca se hacia ostensible en un tiempo de pasividad en el quehacer,luego de un lapso de hiperactividad como habia sido el nuestro en la Subsecretaria de Deportes. Además se sumaban los efectos públicos de esa instancia. En esa subsecretaria, mampara por medio funcionaba el área de Promoción Social. Allí solo una mampara separaba a personas saludables,generalmente jóvenes con sus necesidades básicas satisfechas, en procura de aportes gubernamentales para mejorar sus perfomances deportivas. Al otro lado de la mampara, gente con sus necesidades básicas insatisfechas,con carencias múltiples en procura de algún paliativo para subsistir. Ese contraste fue para nosotros evidente y tomamos partido en orden a eventuales futuras intervenciones. Eso lo veremos mas adelante.

En lo que hace a la resaca específicamente deportiva,reiteramos que habíamos tenido una situación privilegiada de poder asistir ala diversidad de actividades deportivas que se practicaban( y se practican en la Argentina).De todas ellas nos había llamado la atención la variedad "escuela" en el patinaje artístico y la variedad "casín"en el billar.

Es así que entre las publicaciones leídas en ese periodo estuvo la "Teoría de los diamantes",un libro sobre el juego de billar que complementamos con visitas a varios de los sitios de la ciudad de Buenos Aires, donde se practica ese singular juego.

Dado que en el sitio donde pasamos nuestra disponibilidad,era el mismo donde había funcionado el área asesores, quedó una pequeña biblioteca especializada en temas afines al planeamiento. De las obras leídas, nos llamó la atención una titulada Si yo fuera gobierno.Su autor era un controvertido personaje de la vida argentina: César Urien. Allí leímos y lo incorporamos como una idea fuerza el apotegma de "Inventariar el país". Y eso haríamos sistemática o asistemáticamente en adelante.

Como consecuencia de nuestra gestión precedente, fuimos tomando contacto con los grupos del Justicialismo dedicados a la cuestión deportiva. Uno de ellos era liderado por Rodolfo Traversi y el otro por Víctor Lupo. De nuestro tiempo de la Asociación Argentina de Atletas cultivábamos la amistad con Eduardo Teddy Gago, que había optado políticamente por el alfonsinismo. Con él hicimos hasta automovilismo de regularidad y una efímera colaboración honoraria en su breve paso por el área de deportes de la Municipalidad de Vicente López.

Continuamos en este tiempo colaborando con las publicaciones donde lo veníamos haciendo previamente. A propósito de "La Reforma" de General Pico,había sido electo como Diputado Nacional para el periodo 1983-1987, Miguel Serralta, que era del grupo propietario del diario, y con quien ya tenía conocimiento. Encontramos un canal para hacer llegar nuestras inquietudes que fueron recogidas por este legislador. Y fue así que sobre la base de nuestras elaboraciones presentó varios proyectos de ley,que se pueden consultar en una publicación titulada Hacia una política pampeana. Nos terminamos de convencer que las sugerencias de los legisladores de la oposición raramente se convierten en leyes. No obstante eran una oportunidad. De esa colaboración recordamos un proyecto que fue presentado( Y que consta en los pertinentes registros)destinado a crear la sociedad del Estado "Consultoría Nacional".

Por constituir este tema una de nuestras "ideas fijas",consideramos necesario extendernos sobre el particular. Como diría el padre Castellani( alguien que no es políticamente correcto citar por estos tiempos):"Argentina no es ni individualista, ni estatista, ni mixta:es mistonga". Por nuestra traumática relación anterior con el Comité Olímpico argentino,habíamos percibido allí una suerte de patrón en lo que hoy se conoce como "sociedad civil". En el caso del comité olímpico local percibíamos que sus dirigentes querían tener los recursos del Comité Olímpico soviético(estábamos aun en la "Guerra Fría") y la autonomía de su equivalente norteamericano.

Algo similar venia ocurriendo con la consultoría en la Argentina. Esas entidades estaban

conducidas por gente que había sido funcionaria en las agencias públicas que luego contrataban sus servicios,ya siendo ellos ex funcionarios. Era dable notar que funcionaban con informaciones generadas por los organismos,mejor dicho por gente que seguía trabajando en ellos. Las consultorías eran ámbitos donde convivían las corrientes políticas encontradas, pero allí tenían un ámbito de convivencia que nos resultaba y nos sigue resultando despreciable. Es por ello que hemos rechazado de plano trabajar en alguna consultoría.

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente