- Introducción
- Comunicación comunitaria o alternativa, transformación de la comunidad
- Comunicación comunitaria o alternativa
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La formación de valores comunitarios hoy en día es una premisa de nuestra sociedad, ello trae consigo que temas como la reinserción social, sean cuestiones de suma importancia, para el logro de una sociedad mucho más justa. De aquí se deriva la puesta en marcha de esta investigación, ya que mediante el trabajo de los trabajadores sociales, se ha podido observar que existen algunas desavenencias con respecto a dicho tema en su implementación.
La reinserción social es, la atención social integral a las personas que pertenecen a los grupos de riesgo para la reincidencia en conductas delictivas o socialmente inadecuadas. Atención a personas que egresan de los centros penitenciarios con beneficios de libertades anticipadas o sanciones a medidas no privativas de libertad, atendidos por el juez de ejecución, organismos y organizaciones de masa de la comunidad.
Una mala aplicación del programa de la reinserción social, por parte de los miembros que integran la comunidad se convierte en un problema, puesto que dichas personas tienen derecho a ser tratados como seres sociales y reincorporase a la vida cotidiana de las comunidades.
El origen de las comunidades es tan antiguo como el mismo hombre, e incluso más, si tomamos en cuenta las comunidades animales, algunas tan organizadas y que funcionan a la perfección como las de las abejas, y otras más cercanas a nuestros antepasados, como las manadas de monos.
El hombre surge precisamente gracias a esa vida en común, que a medida que se daban pasos en la formación del hombre, se iba desarrollando también la vida en común. Puede decirse que el vínculo comunidad- desarrollo humano tiene un carácter genético.
Sin embargo, las relaciones del hombre con la comunidad no se han mantenido estables a lo largo de la historia de la humanidad, ni desde el punto de vista popular – del hombre mismo- ni político, ni científico, aunque estos elementos se encuentran vinculados estrechamente. En la actualidad, la relación hombre-comunidad se encuentra nuevamente en una fase reconstructiva.
El problema de las comunidades también ha llamado la atención de los organismos internacionales. La Organización de Naciones Unidas (ONU), se han pronunciado en la relación con el desarrollo comunitario y armonía comunitaria y han elaborado planes para fomentarlos.
En 1948, la conferencia Africana sobre administración se pronunció sobre la relación condición de vida- educación del pueblo, y como consecuencia de ello, a partir de 1950 comenzaron aparecer numerosas publicaciones sobre comunidad, salud, estudios comunitarios, desarrollo comunitario, organización de la comunidad .
En los Estados Unidos en Febrero de 1963 en un discurso ante el congreso norteamericano Johann F. Kennedy institucionalizó el movimiento comunitario, finalmente el origen de lo comunitario como disciplina y campo de estudio se ubica en la conferencia de Boston en 1965 donde se oficializa la denominación de Psicología Comunitaria.
En Muchos países de América Latina se estimula el funcionamiento comunitario: al agrupar a los individuos poniéndolos a trabajar en función de resolver los problemas de la comunidad.
En nuestro país no ajeno a todos estos estudios comunitarios, ya hace una década que el tema de la reinserción social ya se viene trabajando a profundidad puesto que este tema es algo que afecta a todos en la comunidad.
La reinserción social del individuo egresado de nuestras prisiones y aquellos que cumplen sanciones no privativas de libertad, es un tema de capital importancia para la sociedad cubana actual y centro en la política que en este sentido se ha trazado el estado y el partido, estas sanciones son implementadas con el fin de transformar a las personas con conductas desviadas con una mayor participación de la comunidad.
De aquí se deriva que en la realidad cubana actual, la necesidad de implementar un sistema verdaderamente efectivo e integral de vigilancia y atención sobre las personas que cumplen sanciones penales o medidas de seguridad predelictiva que no conlleven internamiento, o los que han sido objeto de beneficios de excarcelación anticipada, trajo como resultado la creación del juez encargado del control de la ejecutoria.
La decisión de transitar de manera experimental por la práctica de designar a jueces y personal que toman a su cargo la responsabilidad de coordinar y controlar el debido cumplimiento de las sanciones sustitutivas o subsidiarias de la privación de libertad y los beneficios de excarcelación anticipada condicionada.
La puesta en marcha en nuestro país hace aproximadamente siete años, ha estado dirigida precisamente a dar solución a las notables deficiencias presentes hasta entonces en la implementación de las referidas acciones de vigilancia e influencia positiva y consecuentemente al estado de impunidad e ineficacia que se hacía evidente en su ejecución y que generaba el descrédito y la desconfianza hacia su efectividad tanto de la población como de los propios integrantes del sistema judicial, quienes en no pocas ocasiones actuaban de forma reticente en cuanto a la utilización de estos institutos penales.
La población en su conjunto y en particular los jueces, fiscales y policías asumían la utilización de las sanciones subsidiarias de la privativa de libertad y beneficios de excarcelación anticipada como generadoras de impunidad; a ello se une, que tanto en la comunidad como en los centros laborales del consejo popular ocho existía una actitud generalizada de rechazo y exclusión hacia las personas comprendidas en estas situaciones.
Esta tarea ha presentado dificultades en el desarrollo de la misma; siendo necesario unir fuerzas y coordinar acciones conjuntas, incluyendo la participación de los trabajadores sociales para lograr una reinserción eficaz. Generar programas preventivos y educativos para disminuir y evitar el rechazo existente hacia las personas que de una u otra forma han cometido delitos.
Los Trabajadores Sociales como potenciales gestores del cambio comunitario y mediante su trabajo se ha podido conocer que en las distintas comunidades del país no se ha logrado una cohesión de la actuación de los implicados en este trabajo.
Existen contradicciones entre jefes de sectores y organizaciones sociales y de masas al momento de emitir criterios sobre el sancionado; existencia de entidades puntuales que se niegan a dar empleo a sancionados o asegurados, y casos de evidente reticencia al cumplimiento de la tarea, con trabas que obstaculizan, e impiden la posibilidad real de la ubicación en ello; y no siempre se cumple lo establecido para el buen funcionamiento de la tarea.
Aún con imperfecciones y debilidades que es preciso resolver, la experiencia ha conseguido transformar sustancialmente la situación anteriormente descrita; y la labor de coordinación y control desarrollada por los jueces y asistentes designados en permanente interacción con los representantes de otras instituciones.
Las organizaciones sociales que agrupan a los vecinos en las comunidades, los campesinos, las mujeres y de igual manera con las organizaciones sindicales y con el elevado número de trabajadores sociales diseminados a lo largo y ancho de todo el consejo popular ocho, ha hecho posible en una pequeña medida la movilización de voluntades y la concertación de acciones especialmente dirigidas a posibilitar el efectivo cumplimiento de una buena reinserción social pero son insuficientes.
Las reflexiones que ahora presento tienen el fin de recomendar posibles soluciones a este problema, para elevar la calidad de vida de los sancionados, mediante proyección de trabajo, que nos permitirían demostrar que estas personas tienen el derecho de ser tratados como seres sociales que pertenecen a la comunidad, y como integrantes de las mismas tienen el deber de participar en el desarrollo sistemático de sus localidades de residencia.
DESARROLLO
Comunicación comunitaria o alternativa, transformación de la comunidad
¿Que es una comunidad?
La comunidad es un organismo vivo, que se renueva constantemente, reconociendo sus necesidades de salud, tomando en cuenta sus valores, opiniones, tradiciones, hábitos, costumbres, para un desarrollo cultural donde las necesidades de los individuos no se pueden analizar al margen de la cultura.
Uno de los términos empleados como guía para la investigación fue comunidad debido a la importancia que esta tiene para los estudios comunitarios.
Este es un conjunto de procesos que según la Organización de Naciones Unidas, (ONU), está constituido por dos indicadores esenciales.
Primero, la participación de los habitantes en los esfuerzos por mejorar su nivel de vida, en dependencia de sus ideas iniciativas y propósitos.
Segundo plano la prestación de servicios, tanto técnicos como de otra índole de manera que se estimulen la iniciativa, la auto ayuda y la colaboración mutua, con vista hacerlos más eficaces.
Según ambos indicadores, el desarrollo comunitario como proceso posee gran importancia en el sentido profesional y educativo: organizacional, porque requieren la reorientación de las instituciones existentes o la creación de nuevos tipos de instituciones; educativo, porque implican cambios de actividades y prácticas que obstaculizan las mejoras comunitarias.
En sentido general, fomenta mayor receptividad, para el cambio favorece el desarrollo de la capacidad del pueblo para fomentar juicios acerca de los efectos de las actividades para determinar los cambios tecnológicos necesarios, y para adaptarse a los cambios promovidos por fuerzas externas.
Cita:
La relación hombre comunidad viene de la comunidad primitiva, donde todo lo que ocurría, se trataba y se resolvía a nivel colectivo; luego pasó por una fase de desinterés por estas que se produce fundamentalmente con el desarrollo del estado y las naciones; esto tendió a disolverlas en el todo, contribuyendo a la eliminación de costumbres, religiones, mitos, tradiciones y fundamentalmente a la no preocupación de la no solución de los problemas que las afectaban. (Moreno y Recio; 2003: pg 24)
En la actualidad esta relación se encuentra en una fase de reconstrucción y acercamiento positivo, que se manifiesta hasta ahora en tres niveles:
Primero: El nivel sociocultural, aparentemente la tendencia universal que se viene manifestando en los últimos años, es el rechazo a lo artificial, lo sofisticado y lo preelaborado, y de recuento con lo natural, se manifiesta también la reorientación así las comunidades, la pequeña población, el barrio, el hogar, la familia, el hombre busca la existencia tranquila y sana que generalmente se encuentra en este nivel.
Segundo: El político, también muchos estados han dado pasos hacia la reorientación de las comunidades: en algunos casos de manera espontánea y en otros por el reclamo de sectores populares, esta orientación del estado hacia lo particular es fundamentalmente con la intención de resolver grandes problemáticas sociales, lo cual se ve específicamente en algunos países de América Latina que de una u otra forma estimulan el funcionamiento comunitario: al agrupar y organizar a los individuos poniéndolos a trabajar para resolver problemas de sus localidades.
Tercero: El nivel científico; este que era un tema casi olvidados por estos especialistas o ignorado por la ciencia, ha comenzado a ser tratado por varias disciplinas en los últimos años, principalmente la psicología, la sociología, la medicina.
Así se habla ya de psicología comunitaria como una especialidad que se ha ido desgajando de la psicología social, de sociología comunitaria o medicina comunitaria.
Estos tres niveles están estrechamente relacionados, generalmente lo que motiva y atrae insistentemente al hombre común, termina por llamar la atención del político, u ocupa también al científico, luego se producen hechos donde se mezclan, de manera tal que es muy difícil precisar la posición y limites de cada uno de ellos.
Muchos han sido los autores que han escrito sobre el tema, tal es el caso de Héctor Arias, en ""La comunidad y su Estudio"" expresa la necesidad de tener en cuenta cuatro elementos esenciales: el geográfico o territorial; el social; el sociológico; y el de dirección. A su juicio una comunidad es, cita:
Un organismo social que ocupa determinado espacio geográfico, que está influenciado por la sociedad de la que forma parte, y a la vez funciona como un sistema más o menos organizado integrado por otros sistemas como la familia, los grupos, las instituciones y organizaciones, los que en su interacción definen el carácter subjetivo, psicológico de la comunidad, y a su vez influyen en el carácter objetivo, material, en dependencia de su nivel de organización. (Arias, 1995: 17).
Por otro lado en el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad de Villa Clara, criterio con el que concuerdo plenamente, se trabaja como base de la labor conceptual a partir que la comunidad es un grupo social que comparte espacio donde la participación y cooperación de sus miembros posibilitan la elección consciente de proyectos de transformación dirigidos a la solución gradual y progresiva de las contradicciones potenciadoras de su autodesarrollo. [1]
En esta definición puede observarse que el concepto expresa una cualidad del desarrollo del objeto concreto, es decir, establece la premisa de que no todo grupo social que comparte un espacio en un ámbito urbano o rural específico puede ser considerado una comunidad en el sentido pleno arriba enunciado, pero tampoco que carezca totalmente de expresiones concretas de los elementos considerados en la definición. Por tanto, la aplicación de la conceptualización construida a partir de los epistemas que se vienen explicando nos permite contar con un instrumento teórico y metodológico eficaz para establecer el grado de presencia de sus elementos constitutivos y con ello el grado de desarrollo de lo comunitario en el escenario específico donde actúa el profesional. Sus consecuencias operacionales para el trabajo comunitario son bien explícitas al evidenciar fortalezas comunitarias sobre las cuales apoyarse y debilidades a contrarrestar al potenciar la acción de hombres y mujeres que habitan dicho escenario.[2]
Comunicación comunitaria o alternativa
Cuando se habla de comunicación de masas, generalmente pensamos en los medios masivos, la televisión, la radio, la prensa, pero en esta investigación se hace referencia a otra cara de la comunicación: la de los procesos que se dan en espacios más pequeños, como el barrio, la comunidad, consejos populares y circunscripciones.
Estos no son menos complejos que los que se producen a nivel de toda la sociedad, por eso requieren ser estudiados y tratados con inteligencia dedicación, desde una perspectiva científica.
Desde estos espacios locales donde se desarrollan la cotidianidad es donde comienza el sueño de lograr una sociedad cada vez mejor, el trabajo que en ellos se realiza tiene un peso importante en el triunfo o el fracaso de los proyectos sociales y políticos, que se requieren impulsar.
Para lograr con éxito esta labor es importante el conocimiento real y la participación de la planificación de proyectos encaminados a resolver problemáticas sociales bien planificados, ejecutados y conducidos, aquí la comunicación es un factor vital, saber escuchar, saber responder, saber conducir, saber respetar al otro son premisas indispensables en el trabajo social, no solo a nivel mundial sino en espacios más pequeños como las comunidades.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están reconfigurando los "modos de estar juntos" desde las transformaciones de nuestra percepción del espacio y del tiempo. Del "espacio", profundizando el desanclaje que produce la modernidad por relación al lugar, desterritorialización de los mapas mentales y de las formas de percibir lo próximo y lo lejano.
Paradójicamente esa nueva especialidad no emerge del recorrido viajero que me saca de mi pequeño mundo sino de su revés, de la experiencia doméstica convertida por la televisión y el computador en ese territorio virtual al que, como de manera expresiva "todo llega sin que haya que partir".
En lo que respecta al "tiempo", estamos ante unos medios dedicados a fabricar presente, un presente autista, que pretende bastarse a sí mismo. Lo que sólo puede producirse mediante el debilitamiento del pasado, de la conciencia histórica. Al referirse al pasado, a la historia, los medios masivos lo hacen casi siempre en forma descontextualizada, reduciendo el pasado a una cita, y a una cita que en la mayoría de los casos no es más que un adorno con el cual colorear el presente siguiendo "las modas de la nostalgia".
El pasado deja de hacer parte de la memoria convirtiéndose en ingrediente del pastiche que nos permite mezclar los hechos, las sensibilidades y estilos de cualquier época, sin la menor articulación con los contextos y movimientos de fondo de esa época. Y un pasado así no puede iluminar el presente, ni relativizarlo, ya que no nos permite tomar distancia de la inmediatez que estamos viviendo, contribuyendo así a hundirnos en un presente sin fondo, sin piso, y sin horizonte. La obsesión de presente implica a su vez una flagrante ausencia de futuro.
Catalizando la sensación de "estar de vuelta" de las grandes utopías los medios se han constituido en un dispositivo fundamental de instalación en un presente continuo, en "una secuencia de acontecimientos que, como afirma Norbert Lechner, no alcanza a cristalizar en duración, y sin la cual ninguna experiencia logra crearse, más allá de la retórica del momento, un horizonte de futuro". Y así se nos hace imposible construir proyectos:"Hay proyecciones pero, no proyectos".
Algunos individuos se proyectan pero las colectividades no tienen dónde asir los proyectos. Y sin un mínimo horizonte de futuro no hay posibilidad de pensar cambios, con lo que la sociedad patina sobre una sensación de sin-salida.
Aceleradamente desanclado de los referentes espaciales y temporales de pertenencia el lazo social se atomiza y desencanta debilitándose su estabilidad, su capacidad de aglutinación y convocatoria a participar en proyectos colectivos. Inestabilidad que viene a reforzar la nueva matriz técnico-informacional del orden urbano: la verdadera preocupación de los urbanistas hoy no es que los ciudadanos se encuentren sino que circulen, porque ya no se nos quiere reunidos sino conectados.
Es en ese nuevo espacio comunicacional, tejido ya no de encuentros y muchedumbres sino de flujos y redes, en el que emergen unos nuevos "modos de estar juntos" y otros dispositivos de percepción, que aparecen mediados por la televisión, después por el computador y en poco tiempo más por la imbricación entre televisión e informática, en una acelerada alianza entre velocidades audiovisuales e informacionales.
Mientras el cine catalizaba la "experiencia de la multitud" en la calle, pues era en multitud que los ciudadanos ejercían su derecho a la ciudad, lo que ahora cataliza la televisión es por el contrario la "experiencia doméstica" y domesticada: es "desde la casa" que la gente ejerce ahora cotidianamente su conexión con la ciudad.
Mientras que del pueblo que se tomaba la calle al público que iba al cine la transición era transitiva y conservaba el carácter colectivo de la experiencia, de los públicos de cine a las audiencias de televisión el desplazamiento señala una profunda transformación: la pluralidad social que, sometida a la lógica de la desagregación, hace de la diferencia una mera estrategia del rating: imposible de ser representada en la política, la fragmentación de la ciudadanía es tomada a cargo por el mercado encontrando su correlato en el consumidor.
En los últimos años el tejido de tradiciones e interacciones que daban consistencia a los partidos políticos y a los sindicatos ha comenzado a disgregarse. La descentralización y dispersión de los ámbitos de trabajo, las exigencias dominantes de la urbanización, la reducción de la familia.
La diversificación e hibridación de las profesiones y la disgregación del tejido de tradiciones que daban consistencia a esas organizaciones son procesos que concurren hacia una reducción de la interacción social y de los lugares y las ocasiones de interacción, haciendo que ellas (las organizaciones) pierdan sus lugares de anclaje, de intercambio e interlocución con la sociedad.
Desconectados del vivir social –por su incapacidad de dar forma a la pluralidad y heterogeneidad de las demandas, y/o por la pérdida del subsuelo que los conectaba con la trama de la sociedad los partidos tenderán a convertirse en "maquinaria política" incorporada al aparato de gobierno, mientras los sindicatos des-concertados buscan a tientas su reubicación en la nueva y móvil geografía laboral que configuran la mutación informacional y globalizada economía–red, cita:
El ámbito determinante de ese cambio son las nuevas condiciones de un capitalismo de acumulación flexible hecho posibles por las nuevas tecnologías productivas y las nuevas formas organizacionales conducentes a una descentralización que es desintegración vertical de la organización del trabajo –multiplicación de las sedes, subcontratación, multiplicación de los lugares de ensamblajes y a una creciente concentración económica. (Harvey, 1992: 55)
Según, Hindu Anderi- productora general y conductora del programa "país alternativo" de RNV.
Los conceptos aún están siendo definidos. La comunicación comunitaria o los medios de comunicación comunitarios, que cuentan actualmente con un velo que los margina, producto de los prejuicios clasistas, tienen su origen en los requerimientos de organización de los grupos, de un colectivo o sector para detectar sus problemas o debilidades y reconocer y reforzar sus fortalezas, en beneficio de construir colectivamente las respuestas que les permitan dignificar sus vidas.
La comunicación comunitaria puede ser también alternativa y la alternativa ser comunitaria. Ambas se complementan. Sin embargo, también existen diferencias que le permiten a cada una situarse en un lugar distinto, sin ser contrapuestas. En una escuela cohabita la comunidad educativa, conformada por estudiantes, maestros y padres o representantes.
Esa comunidad cuenta con métodos de comunicación alternativos como por ejemplo, un periódico; carteleras informativas; altoparlantes y otros. Una escuela, como ocurre en algunos casos, puede contar también con su propio programa en una emisora, como bien lo hacen algunas universidades.
La comunicación comunitaria, en sentido general es el tipo de interrelación que se establecen entre los integrantes de una comunidad, como individuos aislados, familias o grupos, organización o institución laboral, con el fin de la transformación de esta ya sea material o espiritualmente. (Moreno y Recio, 2003: 33).
Paulo Freire gran exponente de la comunicación popular plantea: La realidad actual que rodea al hombre no le permite entenderla y transformarla porque la educación es simplemente para adaptarlo, sin embargo la idea es que pueda aplicar la segunda categoría.
El diálogo que se establece entre los dos sujetos contribuye a aumentar el amor recíproco, mismo que no puede ser semejante con la cobardía, por el contrario es un acto de valentía, sin embargo no se trata de una acción ingenua, sino que el amor impulsa entre los hombres el diálogo.
Algunas personas que se sienten líderes y acuden a las masas para establecer diálogos con ellos, sin embargo no manifiestan los intereses del pueblo sino los suyos, por lo tanto sólo los adaptan a nueva forma de vida sin que se atienda a sus demandas históricas, sería caer relativamente en el pensamiento ingenuo que se adapta a las condiciones sin que se construya una distinta y apropiada que es lo que demanda el pensamiento crítico; donde se construyan espacios que ofrezcan las oportunidades de superación y liberación a través de la actuación cognitivo. Paulo Freire, cita:
Cada vez nos convencemos más de la necesidad de que los verdaderos revolucionarios reconozcan en la revolución un acto de amor, en tanto es un acto creador y humanizador. Para nosotros, la revolución que no se hace sin una teoría de la revolución y por lo tanto sin conciencia, no tiene en ésta algo irreconciliable con el amor. Por el contrario, la revolución que es hecha por los hombres es hecha en nombre de su humanización. (Freire, 1970: 102)
Es importante establecer diálogo con el pueblo, pero ello implica emplear un lenguaje similar al de las costumbres del individuo para que exista esta interacción es necesario integrarse a la vida del hombre, investigar su lenguaje, su actividad y pensamiento; posteriormente, a través de la educación problematizadora estos elementos se conjugan para generar conocimiento.
Cuando se desea investigar el tema generador, debemos acudir hasta el lugar donde se encuentran los individuos que pretendemos liberar e investigar el pensamiento de ellos para no descontextualizar su trabajo.
La investigación del tema generador implica dos etapas distintas en las que se involucra el individuo: la primera se refiere a acudir hasta el lugar de los hechos para conocer cuál es la forma de pensar de los oprimidos y la segunda es aplicar el pensamiento en el aprendizaje sistemático a través de la interacción grupal entre los mismos individuos, de tal manera que la persona vaya adquiriendo conciencia de su realidad y la expresen realmente, sin embargo el proceso no termina en este momento, Se trata de que el individuo busque su conciencia máxima posible.
En cuanto a los modelos de comunicación, tomados de Mario Kaplún que son tres:
1. Énfasis en los contenidos.
2. Énfasis en los efectos.
3. Énfasis en el proceso.
En cuanto al objetivo del primero es: Que el educado aprenda.
El indicador que utilizará el educador en este modelo para evaluar su producto, será siempre: ¿el alumno sabe (la lección, la asignatura)?, ¿ha aprendido? El resultado es que generalmente no aprende, sino que memoriza, repite y luego se olvida. No asimila, porque no hay asimilación sin participación, sin elaboración personal.
Lo cual este modelo no es compatible con esta investigación.
En cuanto al segundo, el comunicador es una especie de arquitecto de la conducta humana, un practicante de la ingeniería del comportamiento, cuya función es inducir y persuadir a la población a adoptar determinadas formas de pensar, sentir y actuar, que le permita aumentar su producción y su productividad y elevar sus niveles de vida.
Pero este modelo plantea, cita:
Hay que inculcar las nuevas actitudes sin pasar por la reflexión, por el análisis; sin pasar por la conciencia, sin someterlas a una liberación. (Portal, Recio, Saladriga, 2005: 5)
Por lo cual tampoco se ajusta con el fin del trabajo de diploma. Sin embargo el tercer modelo, énfasis en los procesos si se ajusta con lo que se desea en este trabajo, debido a que:
Ya no se trata, pues de una educación para informar y aun menos para conformar comportamientos, sino que busca formar a las personas y llevarlas a transformar su realidad. El máximo exponente de este modelo es Paolo Freire.
¿Qué es énfasis en el proceso?
Es ver la educación como proceso permanente, en que el sujeto va descubriendo, elaborando, reinventando, haciendo suyo el conocimiento, es un proceso de acción reflexión, acción que él hace desde su realidad, desde su experiencia, desde su práctica social, junto con los demás.
Por lo cual se basa en la participación activa del sujeto en el proceso educativo; y forma para la participación en la sociedad, puesto que no es educación individual, sino grupal, comunitaria nadie se educa solo.
Conclusiones
La realización de proyectos comunitarios es una de las vías para lograr el desarrollo de las comunidades, es por eso que se propone la implementación de estos en un número más elevado en las comunidades cubanas.
Como fuente que genera cambios dentro de las comunidades, partiendo de los intereses, necesidades y gustos de sus integrantes y en los cuales sus principales agentes que protagonizan las transformaciones sean los propios individuos.
Lograr la unidad del barrio, ya que una condición indispensable para obtener las transformaciones comunitarias es la cohesión entre sus habitantes, realmente se necesita de la ayuda y colaboración de los vecinos para poder cambiar la realidad, pues estos cambios se producen desde adentro con la implicación de todos sus integrantes y sin dudas para esto el punto de partida es la unidad.
Concientizar a las comunidades de la importancia que tienen la realización de tareas como la reinserción social no solamente como forma de salvaguardar los bienes espirituales, sino también por la tranquilidad y el bienestar que garantiza el desarrollo del barrio.
Desde el punto de vista doctrinal ha quedado claro que en la actualidad la reeducación forma parte de los fines de la sanción penal moderna. Sin embargo, cuando hablamos de resocialización por medio de la prisión es difícil reconocer para muchos que esta se logre de manera efectiva, por tanto considero oportuno acoger el criterio de que el medio no resulta idóneo, pero tampoco se puede prescindir de las prisiones, como tampoco negar radicalmente el tratamiento reeducativo, pues ello implicaría no reconocer ese fin que doctrinalmente sí tiene vigencia e innegable importancia.
Esa es la razón por la cual a mi entender se debe acoger la resocialización como fin alcanzable, pero no exclusivamente por medio de la cárcel, sino aprovechando las circunstancias que, a pesar de la reclusión, pueden apoyar la transformación del recluido, es decir, procurar que la estancia del sancionado en ese recinto sea empleada en ayudar a aquel que no fue capaz de vivir adecuadamente en la misma sociedad que no pudo evitar con acciones preventivas que este delinquiese, a encontrar un sentido a su vida acorde a las exigencias sociales de su tiempo. Igualmente la sociedad extramuros debe ser preparada, instruida en la forma en que debe acoger de vuelta a ese individuo que quizás repudió, pero que regresa a la encrucijada de la que un día partió por el camino del delito.
Debo enfatizar sobre mi criterio compartido de que en las condiciones actuales de las prisiones el cumplimiento del ideal resocializador se dificulta, por razones diversas como pueden ser el hacinamiento, la escasa preparación del personal que en ellas laboran, entre otras, pero sí resulta posible trabajar con los sancionados para que la distancia entre su celda y la sociedad disminuya, pues queda claro que mientras más contacto exista con el mundo circundante en el período de la reclusión, más posibilidades existirán de que no se sienta anacrónico o marginado.
Negar la posibilidad de resocializar no debe ser la opción a escoger actualmente. Si hacemos esto, entonces seríamos hipócritas al promulgar en nuestros ordenamientos jurídicos ese fin de la sanción penal, cuando en la práctica sencillamente lo desterramos. De igual manera estaremos irreconociendo los casos de recluidos que ciertamente en la prisión le han encontrado verdadero sentido a su vida.
Nuestro país posee experiencias muy positivas en este sentido, contamos con un sistema penitenciario humanista, apegado a los más diversos cuerpos legales internacionales que regulan el tratamiento a los reclusos, aunque por supuesto, puede resultar perfectible. Queda bastante campo por investigar en este tópico, pero tengo la profunda convicción de que, aunque no sea posible una completa resocialización carcelaria, podemos sentirnos orgullosos de permanecer en la fila de avanzada.
Bibliografía
Ander Egg, Ezequiel. Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad. Editorial Humanitas. Buenos Aires, 1965.
Arias Cabrera, Héctor. La comunidad y su estudio. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1995.
Alonso Alonso, María Margarita y Saladriga Medina, Hilda. "Guía didáctica para investigar en comunicación social". Editorial Félix Varela. La Habana, 2002.
Besnard, Pierre.El Animador Sociocultural. Funciones, Formación, Profesión., Editorial Grup Dissabte. España, 1986.
Colectivo de autores. Metodología de la investigación cualitativa. Editorial Félix Varela. La Habana, 2004.
Colectivos de autores. Comunicología temas actuales. Editorial Félix Varela. La Habana, 2006.
Colectivo de autores. Metodología de la investigación cualitativa. Editorial Félix Varela. La Habana, 2004.
Constitución de la República de Cuba. Editorial Política. La Habana, 1992.
Colectivos de autores. Comunicología temas actuales. Editorial Félix Varela. La Habana, 2006.
Conferencia de clausura del 1er Encuentro Iberoamericano Cultura y Desarrollo. La Habana, 1995.
Decreto- Ley 95 del 29 de agosto de 1986, sobre las Comisiones de Prevención y Atención Social, publicado en la Gaceta Oficial, edición del 7 de septiembre de 1986.
Decreto- Ley 242 del 13 de marzo del 2007, sobre las Comisiones de Prevención y Atención Social, publicado en la Gaceta Oficial, edición extraordinaria del 16 de marzo del 2007.
Freire, Paulo: Conciencia, crítica y liberación: Pedagogía del oprimido. Edición Camitay. Bogotá, 1971.
García Canclini, Néstor: Las culturas populares en el capitalismo. Ediciones nueva época. Bolivia, 1995.
Hart Dávalos, Armando. Cultura para el desarrollo; el desafío del siglo XXI. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, Cuba, 2001.
___________________: Papel y lugar de la cultura y el arte en el cumplimiento de los planes de desarrollo socioeconómico, en Pensamiento y Política Cultural Cubanos. T III: Ed. Pueblo y Educación. La Habana, 1986.
___________________: Segunda Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales de la UNESCO, en Pensamiento y Política Cultural Cubanos. T III: Ed. Pueblo y Educación. La Habana, 1986
Hernández Sampier, Roberto. Metodología de la investigación II. Editorial Félix Varela. La Habana, 2004.
Hernández Sampier, Roberto. Metodología de la investigación I. Editorial Félix Varela. La Habana, 2004.
Instrucción No. 163 BIS del Consejo de Gobierno del TSP, del 24 de abril del 2002 sobre los jueces encargados del control de la ejecución y otras situaciones penales alternativas a la privación de libertad.
López Viera, Luis. Selección de lecturas de Comunicación Social. Editorial Félix Varela, 2007.
Microsoft Internet Explorer:
http//www.ecuador.derecho.org/base/legislaci%25d3n ecuatoriana/c%25f3digos/4
http//www.secretariojurídico.com.ar/leyes/lyspenal/24660penal.htm
Moreno Aragón, Jorge. Gestión de proyectos sociales y culturales. Editorial Félix Varela. La Habana, 2006.
Marchioni; Marcos: "La utopía posible, la intervención comunitaria en las nuevas condiciones sociales", Editorial Benchomo, España.
Portal, Raiza y Recio, Milena. Lecturas sobre comunicación en la comunidad. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana, 2005.
Lecturas sobre Comunicación Social. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana, 2002.
Metodología y práctica del desarrollo de la comunidad, B. Aires, Humanitas, Argentina, 1982
Metodología y práctica de desarrollo de la Comunidad. ¿Qué es el desarrollo de la comunidad?, Editorial Lumen – Humanitas, Buenos Aires; Argentina, 1999.
Aguirre, E.L. (2003). Bienes Jurídicos y Sistema Penal. Una investigación acerca de la racionalidad de la tutela normativa estatal (Penal) respecto de los distintos bienes jurídicos. Tesis doctoral. Universidad Nacional del Litoral. La Pampa.
Aniyar de Castro, L. (1980). Reacción social y conducta desviada. Ediluz. Maracaibo.
Arismendy Díaz, G. (1999). La crisis del modelo penitenciario en Latinoamérica. Disponible en Word Wide Web: http://www.dlh.lahora.com.ec/paginas/judicial/paginas/D.penal.3.htm. (Consultado 12/01/2008).
Ascúa, J. (1999). Los mecanismos de control social frente a los conflictos sociales-justicia penal: poder de resolución. Disponible en Word Wide Web: http://www.portalbioceanico.com. (Consultado 17/08/2002).
Baratta, Alessandro. (1990). Resocialización o Control Social. Universidad de Saarlan. Traducción de Mauricio Martínez. Ponencia presentada en el Seminario "Criminología Crítica y Sistema Penal", organizado por Comisión Andina Juristas y la Comisión Episcopal de Acción Social, en Lima, del 17 al 21 de Septiembre de 1990.
Beccaria, Cesare. (1986). De los Delitos y las Penas. Tercera reimpresión de la primera edición en "El Libro de Bolsillo". Alianza Editorial, S.A. Madrid, España.
Bergalli, R. (1996). Control Social Punitivo. Sistema Penal e Instancias de Aplicación (Policía, jurisdicción y cárcel). Disponible en World Wide Web: http://www.ub.es/cgi-bin/htimagen/barmap.map./ (Consultado 29/04/2002).
Bustos Ramírez, J. (1987). Control Social y Sistema Penal. PPU. Barcelona.
Calvo García, M. (1992). Las nuevas máscaras de la violencia jurídica. En: Sentido y Razón del Derecho. Enfoques socio-jurídicos para la sociedad democrática. Editorial Hacer. Barcelona.
Cavise Leonard, L. (1998). La cárcel una institución en crisis. La privatización de las cárceles. En: Revista El Correo de la UNESCO. Junio de 1998.
Chimero Sorrentino, Rodolfo. (1994). La resocialización del delincuente. Asignatura pendiente. Diciembre de 1994. Gaceta del Foro.
Cid Moliné, J. y Larrauri Pijoan, E. (1997). Penas alternativas a la prisión. Editorial Bosch, S. A. Barcelona.
Comisión Internacional de los Derechos Humanos. (1998). Sistemas carcelarios violan derecho a la vida, Agenda EFE, 5 de mayo de 1998. España.
Corona Torres, Rubén Darío. (2005) La reintegración social, una medida preventiva especial de política criminal. Puebla, Junio de 2005.
De La Cruz Ochoa, R. (2001). Control Social y Derecho Penal. En: Revista Cubana de Derecho. No. 17. Enero-junio del 2001. Editado por la Unión Nacional de Juristas de Cuba. La Habana.
De La Cuesta Aguado, P.M. (1997). Un Derecho Penal en la frontera del caos. Disponible en Word Wide Web: http://www.pazenred/htm#caos. (Consultado 31/01/2006).
De la Cuesta Arzamendi, J.L. (1982). El trabajo Penitenciario Resocializador. Teoría y Regulación Positiva. San Sebastián, España.
Díez Ripollés, J.L. (1998). La contextualización del bien jurídico protegido en un Derecho Penal Garantista. En: Revista de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica. Año 10, No. 15. Diciembre de 1998. Disponible en Word Wide Web: http://www.poder-judicial.go.cr/salatercera/revista/REVISTA15/edit15.htm. (Consultado 01/02/2007).
Página siguiente |