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Experiencias relacionadas con la gestión de la protección al medio ambiente

Enviado por ababas


    1. Introducción y diagnóstico
    2. Desarrollo sostenible
    3. Historia de la contaminación
    4. Historia de la contaminación en México.
    5. Problemática ambiental en el estado de México.
    6. Política ambiental en el estado de México
    7. Ambientalismo político
    8. Partido Verde.
    9. La legislación ambiental en el estado de México.
    10. Cronología jurídica
    11. Marco de actuación la secretaria de ecología del gobierno del estado de México.
    12. Bioética y difusión.

    INTRODUCCIÓN Y DIAGNOSTICO

    La agenda de la Administración Pública se ha ido modificando en la medida en la que la sociedad va demandando mayor intervención del estado para resolver los aspectos relacionados con la gestión pública y en relación con la protección del medio ambiente.

    Los orígenes de la protección del medio ambiente se derivan principalmente de las demandas sociales que se presentaban cuando se da una crisis relacionada con algún fenómeno natural, así se estableció que la contaminación afectaba la salud del ser humano

    Históricamente fue quizás a partir de las crisis atmosféricas en algunas ciudades cuando se establece una división clara entre un fenómeno puramente natural y otro producido por la mano del hombre, consecuencia del desarrollo industrial y económico

    Con la aparición de la palabra "smog" proveniente del inglés, ya que se generaliza para identificar a la masa de contaminantes principalmente urbanos, en los que la sinergia hace imposible predecir sus efectos y comportamientos, esta palabra smog junto con la de ecología es las que determinan el inicio de la preocupación por la contaminación del aire en las áreas metropolitanas del Valle de México, de Tokio y de los Angeles, los antecedentes ecológicos más recientes en Londres, en la India y en la ciudad de México empezaron a llamar la atención de los medios de comunicación en la segunda mitad del siglo XX.

    Sin embargo fue la contaminación atmosférica de la Ciudad de México y su área conurbada la que llamó la atención y como problema local produjo que el Gobierno del Estado de México se preocupara por los problemas de contaminación atmosférica originalmente y más tarde los relativos al agua, la deforestación, la perdida de la biodiversidad y otros.

    En el trabajo que presentamos analizamos la interrelación que se ha venido dando entre la administración pública, por una parte y por otra los movimientos ambientalistas que apoyados eventualmente por académicos y políticos operan como grupos de presión obligando a la administración pública a eficientes en la gestión ambiental.

    En la época a que nos referimos que seria a partir de los años noventa se presentan en México varios fenómenos que van a actuar sobre la gestión ambiental por una parte el país se incorpora al comercio internacional, esto lo llama a una apertura democrática que reclama nuevos temas en la agenda política temas como los relativos al tercer mundo y novedades como la protección al medio ambiente están de moda en las plataformas políticas de los partidos que rápidamente se las expropian a las organizaciones civiles, el Estado de México actúa con rapidez presentando su oferta política ambiental por medio de leyes y estructuras administrativas acordes a lo esperado.

    Sostenemos la tesis de que la administración pública actúa originalmente respondiendo a presiones de la demanda política, donde en un juego dialéctico el gobierno tiene que actuar como moderador entre los que provocan la contaminación ambiental y la población que se ve afectada como sujeta pasiva de la acción contaminante, en este sentido el gobierno tiene que actuar moderando las presiones que provoca el crecimiento económico que es el principal causante de la contaminación con su consumo excesivo de recursos naturales que al romper su equilibrio provoca crisis ambientales como las ya comentadas respecto a al atmósfera y al agua y a las que provocan alarma ciudadana aun cuando de momento no sean criticas para los ecosistemas

    La ciudadanía cuando no esta bien documentada tiende alarmarse en asuntos que quizás no sean necesariamente graves para el efecto de la contaminación o en su defecto tiende ser omisa en aquellos asuntos que si son graves, sirva de ejemplo el caso del agua potable que durante muchos años fue extraída de las cuencas del Estado de México. El sistema dictatorial que controlaba el país impedía que se conociera la gravedad de la extracción de este recurso natural que es el agua.

    Sostenemos la idea de que son los actores voluntarios o involuntarios del ecologismo los que han ido formando una conciencia ecológica entre estos actores se encuentran los gobernadores del Estado de México que han puesto su estilo personal de gobernar tomando los conceptos de Daniel Cosio Villegas. Al imponer a la agenda política un sello verde. Fueron gobernadores como Jorge Jiménez Cantú e Ignacio Pichardo Pagaza quienes manifestaron su preocupación a los inicios de la Secretaria de Ecología; en el caso de Pichardo Pagaza contó con el apoyo de Agustín Gasca Pliego quien por haber sido rector de la Universidad Autónoma del Estado de México dio a la Secretaría de Ecología una vinculación necesaria con el sector académico consolidando los aspectos formales y jurídicos de la propia Secretaría.

    La presencia de Martha García Rivas en la Secretaría de Ecología dio un impulso especial al área por sus preocupaciones académicas y su formación pública al lado de Agustín Gasca Pliego, la Secretaría contó con el apoyo de los vínculos académicos que había dejado Agustín Gasca y además supo incorporar a las tareas del Gobierno a los ambientalistas e industriales a los que se fue incorporando gracias a los vínculos académicos de Luis Hoyo Canfield y a las relaciones sociales de Delia Correa quien acerco importantes artistas e intelectuales que se fueron incorporando a los movimientos ambientalistas.

    La existencia del problema además la incorporación de actores académicos en el estado de México van creando el clima para que la administración pública se preocupe por los problemas ambientales y las soluciones apropiadas a estas gestiones lo que en sus orígenes fue un juego del estado para crear agendas políticas novedosas acabo representando para el gobierno del estado una autentica preocupación cuando la sociedad y el propio gobierno se fue enterando de la gravedad del problema ambiental, fue así como los congresos de ambientalistas y oros eventos académicos de los años noventa en lugar de ser catalizadores y vacunas para la ciudadanía empezaron a representar gracias a los medio de comunicación una preocupación de una demanda social no satisfecha que se agrego a las otras pendientes.

    DESARROLLO SOSTENIBLE

    La demanda por un desarrollo que sea sostenible ha venido a convertirse en uno de los tópicos más característicos de la cultura de nuestro tiempo, señala Guillermo Cast, a la cual si se la entiende aquella visión del mundo dotada de una ética acorde a su estructura, como la definía Antonio Gramsci plantea al propio tiempo dilemas en apariencia insoluble, como el de optar entre el crecimiento económico, la distribución equitativa de sus frutos, o la conservación de los recursos naturales para beneficio de las generaciones futuras. En este sentido, el problema de la sostenibilidad del desarrollo nos remite una vez más a aquélla contradicción entre necesidades humanas y capacidades del mundo natural, tan característica en la evolución de nuestra especie, que constituye uno de los grandes temas de la historia ambiental, aquella que se ocupa del estudio de las interacciones entre las sociedades humanas y su entorno a lo largo del tiempo, y de las consecuencias que de ello se derivan para ambos. 

    La historia ambiental aporta tres elementos de reflexión que pueden ser de gran valor para el tipo de análisis interdisciplinario que demandan nuestros problemas de relación con el mundo natural, marca Guillermo Cast Doctor en Estudios Latinoamericanos. En primer término, que la naturaleza es ella misma histórica -esto es, que el mundo natural no puede ser ya comprendido sin considerar las consecuencias acumuladas por la intervención humana en sus ecosistemas a lo largo de al menos los últimos cien mil años. En segundo lugar, está el hecho de que nuestros conocimientos sobre la naturaleza son el producto de una historia de la cultura organizada en torno a los valores dominantes en las sociedades que han producido esos conocimientos. Por último, la historia ambiental nos recuerda que nuestros problemas ambientales de hoy son el resultado de nuestras intervenciones de ayer en el mundo natural, tal como fueron llevados a cabo en el ejercicio de los valores dominantes en aquella cultura. 

    Una de las grandes víctimas de este cambio de época ha sido el concepto de desarrollo, puntal ideológico del período inmediatamente anterior a la crisis, que ayer apenas nos ofrecía un marco de referencia imprescindible para todo análisis de la realidad que aspirase a la apariencia de lo integral. Hoy, el desarrollo sólo conserva alguna capacidad explicativa y, sobre todo, algún poder normativo- cuando se presenta adjetivado como "humano" y "sostenible", en una tríada de apariencia compleja que, sin embargo, ya no designa una solución, sino un problema: el de la incapacidad del concepto original para dar cuenta de los conflictos en que ha venido a desembocar la promesa de crecimiento económico con bienestar social y participación política para todos que hasta hace poco quiso expresar. 

    En realidad, hace apenas veinte años, el "decenio del desarrollo" que debió haber ocurrido entre 1970 y 1979 así designado por las Naciones Unidas en el clima optimista del ciclo económico ascendente que siguió a la II Guerra Mundial desembocó en la "década perdida" de 1980, que a su vez abrió paso a los procesos de ajuste estructural y reforma del Estado liberal desarrollista que caracterizaron la de 1990. De este modo, y en el lapso de dos generaciones, el círculo virtuoso del desarrollismo liberal característico de la década de 1960 en el que el crecimiento económico sostenido tendría que haberse traducido en bienestar social y participación política crecientes se había convertido en el círculo vicioso de crecimiento económico mediocre e incierto, acompañado de procesos de deterioro social y degradación ambiental sostenidos, con que se inaugura este siglo nuevo. 

    Se hace evidente que los valores dominantes en nuestra cultura no bastan para dar cuenta de la crisis en que han venido a desembocar las formas de relación con la naturaleza que esa cultura ha venido propiciando a lo largo de los últimos 500 años. Hoy, por el contrario, nos encontramos en una situación de extrema incertidumbre, que se hace evidente en expresiones como la que afirma que no vivimos en una época de cambios, sino que nos encontramos inmersos en un cambio de épocas. De ahí que para utilizar una frase que fue feliz anteayer, todo lo que hace poco parecía sólido se desvanece en el aire; las respuestas a nuestro alcance se ven privadas de las preguntas que les otorgaban autoridad, y las excepciones de todo tipo se acumulan de un modo tal que, lejos de confirmar reglas que dábamos por sentadas, llaman la atención sobre la necesidad de crear otras, nuevas. 

    En lo relativo a la reflexión en el plano de lo ambiental, Nicolo Gligo al hacer el balance de las perspectivas y desafíos ambientales que el fin del siglo XX le planteaba a América Latina, señala la necesidad de romper con un estilo de desarrollo en el que "las decisiones económicas fundamentales de los países de la región… nacen de las tecnocracias de los ministerios de economía o de hacienda donde la problemática ambiental y la de los recursos naturales es una externalidad que molesta, la que debe de alguna forma salvarse sin que obstruya la gestión económica". Esto, agrega, da lugar a una situación marcada por el conflicto entre una "política ambiental explícita que se origina en los organismos centrales ambientales de la administración pública" y las "políticas ambientales implícitas… casi todas ellas relacionadas con el crecimiento económico", que se originan en otros ministerios o en el poder central, y que son finalmente "las que mandan en los países", privilegiando por lo general el corto plazo sobre el largo plazo de un modo que lleva a tales políticas ambientales implícitas "sean de signo negativo".

    Lo ambiental ha tenido un papel apenas marginal en la teoría del desarrollo, donde ha ocupa una posición subordinada respecto a la prioridad que se otorga al crecimiento económico. De este modo, lo ambiental se ha constituido en el convidado del piedra del desarrollo, un factor aludido y eludido al mismo tiempo que, sin embargo, ha terminado por convertirse en el elemento desencadenante de todas las contradicciones que esa teoría alberga en su seno. Por lo mismo, y más allá, esta elusión de lo ambiental apuntaba a otra de más vasto alcance: la del significado histórico del desarrollismo liberal de la II posguerra, en tanto de marco de relación entre las especie humana y el mundo natural, tal como se expresa en la situación de crecimiento económico sostenido aunque mediocre e incierto- combinado con deterioro social y degradación social constantes, que caracteriza la evolución de nuestros países dentro del sistema mundial de 1980 a nuestros días.

    Lo ambiental ha tenido un papel apenas marginal en la teoría del desarrollo, donde ha ocupa una posición subordinada respecto a la prioridad que se otorga al crecimiento económico. De este modo, lo ambiental se ha constituido en el convidado del piedra del desarrollo, un factor aludido y eludido al mismo tiempo que, sin embargo, ha terminado por convertirse en el elemento desencadenante de todas las contradicciones que esa teoría alberga en su seno. Por lo mismo, y más allá, esta elusión de lo ambiental apuntaba a otra de más vasto alcance: la del significado histórico del desarrollismo liberal de la II posguerra, en tanto de marco de relación entre las especie humana y el mundo natural, tal como se expresa en la situación de crecimiento económico sostenido aunque mediocre e incierto- combinado con deterioro social y degradación social constantes, que caracteriza la evolución de nuestros países dentro del sistema mundial de 1980 a nuestros días.

    El Panorama Mundial del Ambiente 2000, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, señalaba dos tendencias fundamentales en nuestras relaciones con el mundo natural. En primer término, se dice allí, "el ecosistema mundial se ve amenazado por graves desequilibrios en la productividad y en la distribución de bienes y servicios", lo cual se expresa en una brecha "cada vez mayor e insostenible entre la riqueza y la pobreza (que) amenaza la estabilidad de la sociedad en su conjunto y, en consecuencia, el medio ambiente mundial". Y, enseguida, se decía allí que "el mundo se está transformando a un ritmo cada vez más acelerado, pero en ese proceso la gestión ambiental está retrasada con respecto al desarrollo económico y social".

    Más allá de eso, sin embargo, el panorama insinúa un mal mayor. Nos encontramos en verdad ante una situación en que se han derrumbado a un mismo tiempo múltiples premisas, certezas y esperanzas que habían desempeñado un papel de primer orden en la organización y la continuidad de una cultura del desarrollo que disfrutó de amplia hegemonía en los medios académicos y burocráticos latinoamericanos en los Aparatos ideológicos de Estado, en breve- entre 1950 y 1980, con raíces incluso que cabe rastrear hasta fines del siglo XIX. 

    Ese derrumbe tiene expresiones diversas. En lo que hace al impacto visible del desarrollo ocurrido en la región entre 1930 y 1990, el geógrafo Pedro Cunill ha señalado que ese período se caracterizó tanto por "una persistente tendencia a concentrar paisajes urbanos consolidados y subintegrados" como por "una importante ocupación espontánea de zonas tradicionalmente despobladas, en particular en el interior y el sur de América meridional." La secuela ambiental de estas transformaciones geohistóricas, agrega, se expresa en "el fin de la ilusión colectiva de preservar a Latinoamérica como un conjunto territorial con espacios virtualmente vírgenes y recursos naturales ilimitados." Su juicio respecto al futuro de la región, no puede ser más claro: las transformaciones ocurridas en el período, dice, "dañaron, al futuro inmediato del siglo XXI, gran parte de las posibilidades de un desarrollo sostenido y sostenible".

    Aquí, la verdad que no puede faltar es la que se refiere a la contradicción que nos presenta el desarrollo, como mito organizativo, en su estrecha asociación con el crecimiento económico. Esa relación, señalada y enmascarada a un tiempo por la vieja teoría del desarrollo, es la que se refiere al carácter histórico, específico, de ese crecimiento en esta civilización, esto es, a la acumulación incesante de ganancias como objetivo primordial de las relaciones que los seres humanos establecen entre sí, y con el mundo natural, en la producción de su vida cotidiana. El conflicto entre una acción humana encaminada a la reproducción incesante de la ganancia a escala mundial, y las necesidades de la reproducción de la vida a escala de la biosfera global, constituye justamente el núcleo ético de la sustentabilidad que reclama la crisis en que han desembocado las relaciones que hemos venido construyendo con la naturaleza a lo largo de los últimos 500 años y, en particular, de mediados del siglo XIX a nuestros días.

    En efecto, si en lo más esencial la economía es la disciplina que se ocupa de la asignación de recursos escasos entre fines múltiples y excluyentes, es necesario preguntarse cómo se establecen, y se ejercen, las prioridades que orientan esa asignación. En este sentido, toda economía deviene finalmente política y por tanto moral, pues las asignaciones efectivamente hechas de recursos permiten identificar qué intereses son prioritarios y cuáles no lo son. Así planteado el problema, ¿cómo operaría una economía que asigne más recursos a la reproducción de la vida que a la de la acumulación ilimitada de ganancias? ¿Quiénes, y cómo, serían los protagonistas de esa construcción de prioridades nuevas, y cuál sería la organización humana capaz de guiarse por ellas?. 

    No tenemos aún respuestas para esas preguntas, pero tenemos al menos las preguntas. No nos queda sino trascender el pasado para construir el futuro, encarando los problemas que nos plantea el cambio de la era de la economía a la era de la ecología, para utilizar la expresión de nuestro maestro y amigo Donald Worster. Esto, en términos prácticos, significa pasar de la época de la desigualdad organizada a escala mundial para la acumulación incesante de ganancias, a la de la cooperación organizada para garantizar la reproducción de la vida a escala de la biosfera entera. Hemos rebasado ya, quizás sin darnos cuenta, el punto de partida: empezamos a entender la dirección que hará fecunda nuestra marcha. Eso, ya, es un éxito en tiempos como estos.

    HISTORIA DE LA CONTAMINACIÓN

    La contaminación, implica impregnación del aire, el agua o el suelo con productos que afectan a la salud del hombre, la calidad de vida o el funcionamiento natural de los ecosistemas.

    La historia moderna de la contaminación ambiental, registra varios hechos de lúgubre espectacularidad que han despertado, por fin el interés institucional en el problema, los sucesos del Mosa, Donora, Londres, Bahía de Minamata y Poza Rica, para mencionar sólo los de más impacto, al tiempo que alteraron a la opinión pública mundial, han atraído la atención de científicos de las más diversas ramas.

    La muerte de 60 individuos y el establecimiento de un estado de morbilidad de cierta gravedad entre los habitantes del Valle del Mosa, en Bélgica durante los tres primeros días de diciembre de 1930, se debieron exclusivamente a la concentración de emanaciones de esa gran área industrial, a la que se aunaron la conformación fisiográfica del citado Valle y ciertos fenómenos climatológicos.

    Donora ciudad industrial del noroeste de la Unión Americana, al sur de Pittsburg, está situada en un meandro del río Monongahela, que forma una planicie estrecha limitada en uno de sus lados por altas colinas de poca pendiente. Esto favoreció, en los días del 23 al 30 de octubre de 1948, una concentración de las emanaciones de las siderúrgicas, que al coincidir con una inversión térmica, causó un aumento hasta del 90% de las enfermedades respiratorias de los habitantes de la zona y el deceso de muchos de ellos, por efecto de los contaminantes.

    El problema de la ciudad de Londres, se remota a siglos: se sabe que en 1273, Eduardo I decretó el acta de la Hulla, en la que se prohibió su quema excesiva; hacia 1306, un hombre fue ajusticiado en la horca por transgredir este edicto real. En 1952, el problema del smog había crecido enormemente; el uso general de carbón para la calefacción doméstica había sido, desde siempre, el principal causante de la contaminación y, durante la primera semana de diciembre de ese año, sobrevinieron una niebla, una inversión térmica y un anticiclón, provocando una aguada concentración de contaminantes en todo el valle del Támesis.

    Este fenómeno se prolongó desde el día 5 al 9 de aquel mes, y se estima que produjo más de 4,200 muertes, además de las ocurridas en la misma época de años anteriores. Aunque en menor proporción, volvieron a ocurrir muertes colectivas en 1956 y 1962; en la actualidad, el problema de la contaminación atmosférica en humos y polvos ha sido resuelto en Londres en Gran medida, como también lo ha sido a menor escala, el correspondiente a las aguas del Támesis.

    Este viejo problema ambiental alcanzó importancia inmediatamente después de la revolución industrial. En general, puede decirse que adivinó una degradación creciente del medio ambiente, sobre todo, en las áreas ocupadas por núcleos industriales.

    El hacinamiento urbano y la expansión demográfica, revelaron sus primeros síntomas negativos, al aumentar los niveles de contaminación en zonas especificas de los grandes centros de población importantes. La natural y rápida dilución de sustancias tóxicas o extrañas en el aire y en los cursos de agua, empezaron a provocar la pérdida del equilibrio natural que permite la reposición de hábitats limpios.

    HISTORIA DE LA CONTAMINACIÓN EN MÉXICO.

    México tiene también, desafortunadamente, sus episodios trágicos en la historia de la contaminación. En el año de 1953, fue muy conocido el caso de la contaminación del sistema de agua potable de un multifamiliar que había sido puesto en servicio en la ciudad capital, por la entonces Dirección General de Pensiones Civiles de Retiro, hoy Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado; las aguas negras, en efecto, contaminaron las potables y se produjo un brote de infección intestinal aguda en los residentes del inmueble.

    El 24 de noviembre de 1959, en el centro de refinación de petróleo de Poza Rica, estado de Veracruz, hubo un escape de sulfuro de hidrógeno, ocasionado por el deterioro accidental de una instalación de tratamiento de gas natural. Aunque el desperfecto fue corregido a los veinticinco minutos, murieron 22 personas y más de 380 sufrieron diversos daños en el aparato respiratorio, en los ojos y en otros órganos importantes. También fueron grandes las pérdidas de animales y vegetales.

    En agosto de 1962, en la ciudad de Torreón, algunos habitantes de las colonias Miguel Alemán y Eduardo Guerra, acudieron con gran zozobra a las autoridades locales de salud pública, pues aproximadamente el 60% de ellos presentaban diversas afecciones en la piel y otros órganos, particularmente el hígado, u otros síntomas de padecimiento grave. Para entonces ya otras personas habían padecido por intoxicación provocada por contaminación de agua potable con arsénico, procedente de una compañía metalúrgica situada en las cercanías.

    Entre 1964 y 1967, el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la ciudad de Mante, Tamaulipas, informó haber atendido 226 casos de intoxicación aguda con especial daño al sistema nervioso central, ocasionado por plaguicidas organofosforados, utilizados en actividades agrícolas en la región. Gracias a la experiencia y oportunidad del personal médico, sólo hubo de lamentarse la defunción de 7 personas

    .En 1967, en Tijuana, B.C., se produjo la intoxicación grave de 559 personas, en su mayoría menores de edad, de las cuales fallecieron 16. Esta tragedia fue provocada por plaguicidas organofosforados, que al utilizarse para fumigar un camión de transporte de harina contaminaron esta, y en consecuencia, el plan que con ella se elaboro.

    En 1974, en la Comarca Lagunera, hubo 934 intoxicados por plaguicidas utilizados en actividades agropecuarias, lamentándose la pérdida de 5 vidas. A raíz de este suceso, el presidente de la República ordenó la formación de un Comité Nacional para el buen uso de Plaguicidas y Fertilizantes.

    La reacción de los diversos países frente al problema de la contaminación y el deterioro de los ecosistemas ha ido creando un profundo interés por parte de la opinión publica respecto a los problemas del medio ambiente por lo que han

    Convertido a la palabra ecología empezaron a señalar los expertos en un término a menudo mal utilizado.

    Se confunde con los programas ambientales y la ciencia medioambiental aunque se trata de una disciplina científica diferente, la ecología contribuye al estudio y la comprensión de los problemas del medio ambiente.

    PROBLEMÁTICA AMBIENTAL EN EL ESTADO DE MÉXICO.

    Los principales problemas ambientales que genera por una parte la alta concentración poblacional de las zonas metropolitanas y por otra la gran dispersión de la población rural son:

    Debido a la carga poblacional, vehicular y de actividades económicas, las regiones que presentan mayores problemas de contaminación del aire, corresponden en primer lugar al Valle de Cuautitlán Texcoco y en segundo lugar al Valle de Toluca.

    En los últimos diez años las concentraciones máximas de contaminantes se presentaron en 1991 y 1992. Sin embargo, en los años siguientes las concentraciones han disminuido de tal manera que la media de los máximos diarios pasó de 192 puntos de IMECA (índice metropolitano de la calidad del aire), en 1991 a 141 IMECA en 1999.

    Asimismo, los máximos anuales y estacionales han disminuido sus valores de los 400 puntos IMECA que se registraron en 1992, hasta valores menores de 200 puntos en 1999. Los principales contaminantes que rebasan las normas de calidad del aire son: el ozono, el bióxido de nitrógeno y las partículas PM10. La

    Contaminación por ozono es crítica, ya que excede su valor permisible la mayor parte del año.

    La zona metropolitana del valle de Toluca constituye la segunda concentración industrial (participación del 59% en el producto interno bruto) y demográfica del estado; esta zona ha experimentado una transformación paulatina de las actividades económicas, pasando a ser una economía industrial, a una con alta concentración de servicios.

    En la entidad existe un déficit de abastecimiento de agua potable, ya que la cobertura de suministro es de 40.5 metros / segundo que equivale al 90% de la demanda actual, lo cual se tiene que compensar muchas veces con la explotación de mantos acuíferos externos a los de la cuenca del valle de Cuautitlán- Texcoco, que recibe importantes volúmenes de las cuencas del río Lerma (Valle de Toluca) y del sistema Cutzamala. Por otra parte, existe un bajo reuso de aguas residuales. Sólo el 21% del caudal de las aguas residuales domésticas e industriales es tratado y reciclado, en la entidad se generan 32.26 m3/segundo de aguas residuales y se tiene una capacidad instalada de tratamiento de 6.8 m3/segundo, mediante 68 plantas, estimándose que el caudal tratado es de 5.46 m3/segundo.

    En términos hidrográficos, en la Cuenca del Río Pánuco, se estima que cerca del 80% del agua es de mala calidad para usarse directamente en el abastecimiento de agua potable, con fines recreativos o en la conservación de flora y fauna. Sólo un 25% es de regular calidad para uso agrícola o industrial. Esta situación produce no sólo un impacto ambiental negativo, sino que también representa un gran riesgo para la salud de la población.

    En la cuenca del río Lerma, el agua subterránea debe ser tratada para el consumo humano; un 40% aproximadamente tiene calidad regular para el uso recreativo y la conservación de flora y fauna, y un 40% es de calidad buena para uso agrícola e industrial.

    En la cuenca del río Balsas, que comprende la región sur de la entidad, el agua es sin duda, de la mejor calidad en la entidad, por ello cerca del 70% se utiliza principalmente para abastecimiento de agua potable, riego y generación de energía eléctrica.

    En el Estado de México se producen actualmente 12 toneladas diarias de residuos sólidos municipales y se estima que para el año 2005 esta cifra ascenderá a 14,500 toneladas diarias.

    Las talas forestales clandestinas, el abuso en muchos casos en las autorizaciones de los aprovechamientos forestales y el cambio de uso de suelo con fines agropecuarios, constituyen otro factor de pérdida de los bosques del Estado, esta situación se agudiza en las áreas limítrofes con los estados de Michoacán, Puebla, Morelos y el Distrito Federal.

    Aunando a esto, hay que señalar la alta incidencia de incendios en las áreas boscosas del estado, lo cual provoca la baja productividad de las mismas; para el año de 1996 se presentaron un total de 2,771 incendios que afectaron 15,000.3 ha. , de las cuales el 48% eran pastos, 33% arbustos, el 17% renuevos y el 2% superficie arbolada. Esta situación se debe, entre otras razones, a que el Estado de México es de las entidades más pobladas en el área rural y a la practica tradicional de quemar el pasto en las áreas forestales con fines ganaderos.

    POLITICA AMBIENTAL EN EL ESTADO DE MEXICO

    El gobernador del Estado de México Lic. Arturo Montiel Rojas señalo en el Foro de Ciudades Humanas que se realizó en Toluca, Estado de México en noviembre del 2000, y refiriéndose al medio ambiente que "establecer o restablecer el medio ambiente es otro reto que tenemos en el Estado de México en el tanto que la sociedad del futuro vivirá en grandes ciudades y como consecuencia sus problemas serán muchos y solo una nueva participación social, combinada con una imaginativa iniciativa gubernamental definirán las condiciones en las que se de la sana convivencia", en esta ocasión el gobernador Montiel define una línea de acción política

    Al señalar "Pongámonos ahora de acuerdo para profundizar en las relaciones mutuamente respetuosamente que se requieren para que, resguardando la soberanía que a cada uno corresponde defender, acreditemos todos la capacidad de respuesta ala ciudadanía que no distingue jurisdicción o competencia cuando reclama soluciones oportunas y equitativas a los dilemas del desarrollo. Para que el desarrollo tenga como centro al hombre y ofrezca nuevas condiciones de vida especialmente a quienes menos tienen y aspiran legítimamente a las mejores oportunidades" el gobernador marca sus preocupaciones por el estado del medio ambiente.

    La tesis sustentadas con el Gobierno del Estado de México fueron publicadas en un libro que se tituló "visión de un gobierno, discursos e ideas políticas", en edición a cargo de la Coordinación de proyectos del estado de México, a la fecha de su publicación había establecido como ejes principales de la gestión pública los temas relacionados con la seguridad publica y procuración de justicia; del desarrollo económico y de empleo donde ese establecieron las tesis de la Compe-titividad en los centros de trabajo y el turismo, lamentablemente en este eje de gestión no se consideró el aspecto de la protección del medio ambiente aún cuando históricamente se atribuye al desarrollo industrial las acciones de destrucción del medio ambiente.

    Los temas relacionados al medio ambiente se consideraron dentro del capítulo de desarrollo urbano sustentable lo cual ha dejado momentáneamente el tema de protección del medio ambiente al crecimiento de las ciudades, considerando que es el desarrollo urbano y responsable del deterioro ambiental.

    Existe en el Estado de México la creencia histórica de que es el crecimiento urbano el que crea las necesidades que demanda la población, esta creencia obedece a que por una parte en todo el mundo se observa el fenómeno de la metropolización de los países, sin embargo en el Estado de México se aprecia mayormente por el crecimiento desmedido del área colindante con el D.F, una de las concentraciones urbanas más grandes del mundo y por otro lado el crecimiento de la zona metropolitana de la ciudad de Toluca que genera demandas adicionales de agua potable, recolección de basura, transportes, educación y otros.

    El problema se aprecia con toda su magnitud cuando tenemos tasas de crecimiento del 11.5 cada año como es el caso del municipio de Ixtapaluca, se calcula que actualmente inmigran al Estado de México 800 personas provenientes del Distrito Federal y de los estado de Oaxaca, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Michoacán, lo que representa anualmente se asiente en el Estado de México una población de 250,000 habitantes a quien se debe de dotar de suelo, servicios básicos y seguridad, en todos lados se espera la solución de viejas demandas y surgen adicionalmente nuevas necesidades, en el caso de la protección del medio ambiente la población recibe información de los medios de comunicación y de los canales informales, propiciando demanda de información y participación ciudadana.

    En términos de experiencias personales podríamos decir que los grandes promotores de la conciencia ecológica son los que han promovido un cambio cultural y han propiciado que la administración pública haya creado una estructura administrativa como la Secretaría de Ecología, con el objeto de ir resolviendo la demanda ambiental.

    Dentro del ecologismo existen "héroes verdes que son este tipo de personajes mesiánicos que han hecho de la protección al medio ambiente una forma de religión en donde el principio filosófico más importante es cuidar lo que el creador nos dio, esta nueva filosofía aun no esta escrita pero los personajes que la van practicando están entre nosotros trabajando en beneficio del medio ambiente cuya destrucción es un jinete del Apocalipsis recuerda aquella predica bíblica de que antes de la destrucción del mundo habría, guerras, hambruna, enfermedades, etc. Y al final la destrucción se podría pensar entonces que la destrucción será vía perdida de los ecosistemas no lo sabemos dentro de estos ecologistas quijotescos pero realistas se encuentra Luis Hoyo Canfield"

    Para darnos idea del personaje tendremos que pensar en un inmigrante a la Ciudad de Toluca que se hospedo con nosotros en los años cincuenta y adopto Toluca como su tierra natal, de pronto se empezaba a hablar del maestro Hoyo como un maestro de química que empezaba hacer citado por sus opiniones varias, fue en esta forma adquiriendo un carácter de comunicador que sabia explicar en forma sencilla las complejidades científicas.

    A principios de los años 90 Luis Hoyo se encuentra con otra de las ecologistas más destacadas del Estado de México que fue Delia Correa por aquellos años la Maestra Delia Correa había establecido relaciones con el Doctor Mario González Ulloa quien independientemente de haber sido uno de los cirujanos plásticos más prestigiados del país, tenía inquietudes culturales, políticas y sociales, gracias a esta relación se empezó a formar un ambientalismo en el Estado de México que si bien es cierto tenía formas aristocráticas contaba en la Ciudad de Toluca con dos brazos, por una parte con Delia Correa, que representaba un vinculo entre el gobierno, la sociedad civil y que le daba a las relaciones ambientales un sello de servicio social que venía de sus experiencias del sector salud, el otro brazo del ambientalismo Mexiquense lo representaría el maestro Luis Hoyo Quien tenía como importante característica de su personalidad la facilidad de traducir al lenguaje popular los asuntos relacionados con la Química y el medio ambiente, por determinadas circunstancias Hoyo Canfield estaba trabajando con organismos vinculados con las naciones unidas y con el sector salud.

    Gracias a estas relaciones se convirtió en el candidato natural para organizar y fundar el Consejo Consultivo de Protección al Ambiente que rápidamente convirtió en una organización que frecuentemente superaba las actividades que desarrollaba el propio Gobierno del Estado de México, a grado tal que se podría decir que gran parte de la conciencia ecológica que existe en el Estado de México se debe a las actividades que en los años 90 desarrollo Luis Hoyo.

    Cabe hacer la mención de que si bien es cierto a nivel Internacional ya existía una conciencia más o menos clara sobre las crisis en los ecosistemas aún no estaba claro como debería participar la sociedad civil ya que por aquéllos años se esperaba que las soluciones vinieran del sector público, en una ocasión especial, el Gobernador Pichardo Pagaza, comentaba con algunos grupos ambientalistas que quizás hubiera sido conveniente no formar la Secretaría de Ecología que se había convertido en una dependencia en donde se tenían que resolver problemas que aún no estaban claros y crear soluciones para donde la solución de gobierno no estaba capacitada, fue en ese panorama donde Luis Hoyo fue integrando especialistas que asistían consciente o inconscientemente a la sociedad en la comprensión de que el problema ambiental lo éramos todos y que había que romper los estereotipos.

    Estas son algunas razones que han motivado para que la Secretaría de Ecología a través de la Dirección de Concertación y Participación ciudadana, resolvieran que el próximo coloquio sobre reciclamiento que tuviera lugar el día 25 de junio en lo que fue la Casa de las Diligencias para que se congreguen bajo el nombre del maestro ambientalistas y expertos relacionados con este tema de reciclamiento para seguir en la búsqueda de soluciones tendientes a dar a la tierra una oportunidad.

    AMBIENTALISMO POLÍTICO

    Vizcayno Murray señala en su libro la contaminación en México publicado en 1975 por el fondo de cultura económica que "el gobierno de la república, ante la realidad de la contaminación y la degradación de los sistemas ecológicos sentó a partir de 1971 las bases jurídicas y operativas para combatirlas y mejorar el medio humano"

    Vizcayno Murray señala en su libro la contaminación en México publicado en 1975 por el fondo de cultura económica que "el gobierno de la república, ante la realidad de la contaminación y la degradación de los sistemas ecológicos sentó a partir de

    Otro de los factores importantes en la gestión ambiental en el Estado de México fue el partido verde ecologista en razón a que en los años 90´s al hacerse la apertura democracia algunos actores políticos como Jorge González Torres que había estado vinculado con actividades políticas y filantrópicas empezaron a formar movimientos ambientalistas donde empezó a aparecer la idea de que para conseguir cambios sustanciales en el medio ambiente había que participar mas activamente en política en el Estado de México existía previamente un amplio

    movimiento ecologista principalmente en el Municipio de Huixquilucan donde la burguesía que había adquirido importantes propiedades sentía la necesidad d e mejorar su entorno, fue así como Jorge González Torres recluto a Natalia Escudero y a León Konig,

    En el Valle de Toluca intervenimos en el Partido Verde Ecologista de México, que posteriormente se denominó partido Verde Ecologista, en esta acción intervenimos aquellos que no nos habíamos incorporado al sistema político tradicional que estaba representado por el Gobernador Ignacio Pichardo Pagaza y era una forma de llamar la atención para reclamar espacios de participación política y una alternativa posible sin establecer una confrontación directa con el ejecutivo del Estado

    PARTIDO VERDE.

    El Partido Verde Ecologista de México, o el PVEM, es una nueva fuerza en el escenario político de nuestro país anuncian en sus paginas de Internet encabezado por Jorge González Torres, El PVEM fue fundado en 1986 por un grupo de ecologistas dentro del Partido Revolucionario Institucional y otros grupos ambientales. como muchos de los Partidos Políticos en México el PVEM es un "satélite" del PRI. En los años 80, el movimiento ecologista en México creció a una fuerza poderosa.

    Manifestaron que el Gobierno negaba a los intereses ecologistas y a los problemas ambientales que afectan al Distrito Federal y al país entero diariamente. Los dirigentes del PRI pensaron que los ecologistas priístas se alejaran del partido para seguir a Cárdenas y su Frente Democrático Nacional.

    Entonces el PRI financió se decía, a una nueva agrupación Política que tomo el nombre de "Partido Ecologista Mexicano".

    En 1991, el Partido pidió su registro oficial ante el Instituto Federal Electoral (IFE), pero el IFE rechazó su petición porque les dijeron que su agrupación no ofreció una opción política, solo una de ecológica para el electorado.

    En 1992, el PEM modificó su logo y cambió su nombre a "Partido Verde Ecologista de México". Obtuvo su registro como Partido Político en 1993. El PVEM creció a un partido conocido en toda la República y ganó mucha popularidad, que Partidos anteriores jamas pudieron conseguir. Al principio de los 90, el PVEM creció mucho, pero no consiguió representación en las cámaras.

    Independientemente de la presión que ejercían los ambientalistas interesados en la política o no, el Gobernador Pichardo Pagaza con la participación del Ingeniero Agustín Gasca Pliego y van dando forma a la estructura administrativa que requería la gestión ambiental, en ese sentido el 29 de Mayo de 1992 el Gobierno del Estado de México publicaba en su periódico oficial la gaceta del gobierno del estado el decreto correspondiente sobre el reglamento interior de la secretaría de ecología que se integraría precipitadamente con los recursos materiales, personal, expedientes en tramite, archivo, y en general el equipo que hubiera utilizado la comisión estatal de ecología, el decreto respectivo lo rubricaron Ignacio Pichardo Pagaza Gobernador del estado de México, Humberto Lira Mora secretario de Gobierno, Agustín Gasca Pliego primer secretario de ecología y a quien le tocaría darle impulso a esta Secretaría de Ecología así como el secretario de Administración Rafael Arias Valdés.

    Estas primeras actuaciones y el marco jurídico correspondiente de la secretaría de ecología fueron publicados en Septiembre de 1993 y es el antecedente más remoto de un marco jurídico integral relativo a la protección del medio ambiente este documento es consecuencia de las presiones políticas internas que fueron influidas por las preocupaciones internacionales relativas al medio ambiente, la edición del documento intervinieron en forma muy relevante el secretario de ecología Agustín Gasca Pliego, Manuel García Ancira subsecretario de ecología, así como Mario Chaves Pérez, Martín González Hernández, Felipe Nemer Naime, Fernando Portilla Sánchez, Mario Castañeda Siles y Jorge Alvarez Herrera.

    Importante influencia ejercen también en la gestión ambiental las decisiones sobre la gestión ambiental a la postura que ejerce el titular de la Secretaría de Ecología así como los lideres de opinión al interior de la citada Secretaría en este sentido Isidro Muñoz Rivera que represento al político joven informado propicia un clima de entendimiento con los ambientalistas y rompe la política de sus antecesores Agustín Gasca Pliego, Enrique Tolivia, y Laura Pavon al establecer un marco de conciliación y difusión.

    Por su parte Isidro Muños sostenía la tesis que "Debemos hacer frente a los siguientes fenómenos: corrientes migratorias hacia los centros de población que originan fuerte crecimiento demográfico y procesos de urbanización acelerados; bajos niveles educativos de la mayoría de los migrantes; tecnologías de producción y de transporte con alto desperdicio de energía; esquemas de desarrollo urbano inadecuados a las condiciones reales de la población, falta de recursos para la inversión en obras de infraestructura, escasez de recursos naturales vitales como el agua; patrones de consumo altamente generadores de residuos sólidos: falta de tecnologías apropiadas para el manejo fácil y eficiente de los diferentes tipos de residuos, en particular los de carácter peligroso".

    Para las áreas urbanas densamente pobladas, indicaba Muños en ponencia de la legislación Ambiental en el Estado de México, con problemas en el suministro de servicios y con altos índices de crecimiento, sería preferible que se pudieran ofrecer mejores oportunidades en los lugares de origen de quienes integran los flujos migratorios. Una segunda opción sería darles cause hacia otros lugares con mejores condiciones para la recepción de nuevos habitantes. En tercer lugar ubicar ordenadamente a quienes llegan a los municipios metropolitanos.

    El programa Nacional de Medio Ambiente señala dentro de los criterios para un desarrollo urbano sustentable que el crecimiento suburbano extensivo y descontrolado debe dar paso a la densificación y promoción del uso diversificado, eficiente y plurifuncional del suelo, de manera compatible con expectativas de calidad de vida y seguridad; los centros históricos y otras áreas centrales deben ser revitalizadas mediante la promoción de la inversión pública y privada dando particular importancia a programas de vivienda con un claro sentido urbano. Dentro de estas acciones modernización de la urbe debe darse una coordinación efectiva de los planes rectores de transporte y desarrollo urbano, promoviendo la construcción de líneas de trenes ligeros y de trenes elevados, así como de trenes eléctricos suburbanos que conecten la zona central con las ciudades satélites.

    LA LEGISLACIÓN AMBIENTAL EN EL ESTADO DE MÉXICO.

    La solución de los problemas ecológicos, como se muestra en la legislación Ambiental en el Estado de México, es sumamente compleja, porque la contaminación es el resultado de fenómenos más extensos para los que aún no hay respuesta factible a corto plazo; como es el alto índice de la concentración demográfica y económica, el crecimiento alterado de la zona conurbada al Distrito Federal, los insuficientes recursos financieros para crear un sistema eficiente y suficiente de vialidad y transporte colectivo, el bloqueo de los cientos, los elevados costos para el abastecimiento de agua potable y drenaje de las aguas negras e incluso los factores culturales que están arraigados, supuestamente se habla del valle de México, ubicado en una cuenca cerrada y para el caso del Valle de Toluca-Atlacomulco no esta marcado pero ya hay indicios muy altos y que éstos se pueden corregir.

    Se debía aplicar la legislación ambiental, que desde el 29 de diciembre de 1956, el gobierno del estado promulgo la ley para la conservación de los Recursos Naturales Renovables, veinte años después; 31 de enero de 1976, publica la ley que crea el organismo público descentralizado "Empresa para la Prevención y Control de la Contaminación y Control de Contaminantes del agua en la zona de Toluca-Lerma y el Corredor Industrial".

    CRONOLOGIA JURIDICA

    En 1978, en las fechas 3 de agosto y 8 de diciembre se llevan a cabo por acuerdo del Ejecutivo del Estado, la creación de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna y para el segundo caso emite el Reglamento de la ley de Parques Estatales y Municipales.

    La ley protectora de Animales del Estado de México; es divulgado el6 de agosto de 1985.

    El Ejecutivo de estado crea por acuerdo el organismo denominado Comisión Estatal de Ecología el 18 de Febrero de 1988.

    En 1990 el 1ro de marzo, establece la continuidad de los criterios para limitar la circulación de vehículos automotores en los 17 Municipios conurbados al Distrito Federal y en fecha muy reciente la publicó para el reto del Estado (1995), en el mismo año del 90, se llevó a cabo tres acciones en función a la legislación Ambiental, el 13 de junio; se publica el decreto que crea al organismo público descentralizado denominado "Protectora de Bosques del Estado de México" (PROBOSQUE), en sustitución de la Protectora e Industrializadora de Bosques (PROTIMBOS), en junio se lleva a cabo la propuesta del plan de Manejo Integral para el programa de Modernización Forestal de la Entidad, y el 18 de agosto, por acuerdo del Ejecutivo del Estado se crea la Comisión Coordinadora para la recuperación Ecológica de la cuenca del Río Lerma.

    En 1991, se formulan decretos y acuerdos en apoyo para evitar la contaminación y preservar los recursos naturales; el Ejecutivo del Estado establece los criterios para la verificación de emisiones contaminantes de vehículos automotores destinados al servicio público local de carga y pasajeros y otras modalidades en los 17 municipios conurbados al Distrito federal, publicado el 28 de febrero; además se llevó a cabo el acuerdo de la coordinación en material forestal que se celebro con la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, hoy Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y pesca (SEMARNAP) y el gobierno del Estado; el 8 de mayo se decreta la Veda Forestal y Parcial en respecto a las especies forestales en todas sus variedades, ubicadas dentro de los límites del Estado; el 6 de septiembre se hace el resumen de siete proyectos de Desarrollo Forestal; también el 6 de septiembre se hacen reformas al Código Penal; el 14 de octubre se publica la Constitución de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte y la Secretaría de ecología, el 20 de diciembre.

    En 1992 se toman otras medidas, con el afán de llevar una política ambiental, haciendo reformas a la hoy orgánica municipal, 3 de enero el Ejecutivo del Estado emite acuerdo en que abroga diverso que crea el organismo denominado Comisión Estatal de Ecología; el 20 de marzo el Ejecutivo del Estado dispone que se adscriban secretarialmente a la Secretaría de Ecología, los órganos desconcentrados denominados "Comisión Coordinadora para la Recuperación Ecológica de la Cuenca del Río Lerma", "La Comisión Estatal de Parques

    Naturales y de la Fauna" y el organismo público descentralizado denominado "Protectora de Bosques del Estado de México", publicado el 30 de marzo, éste último organismo se incorporó recientemente a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SEDAGRO) 1995.

    Ante lo expuesto, se puede analizar que el Gobierno del Estado de México, ha venido participando desde hace 39 años (1956 – 1995), en apoyo a la Legislación Ambiental.

    Recordamos que las leyes no son la solución total a todos los problemas ambientales, sino la definición de las actividades por realizar, en un periodo de corto o largo plazo.

    Como podemos ver en la gestión ambiental en el caso del Estado de México han influido los actores con una alta calidad moral que lograron generar interés cerca de los gobernantes presentando propuestas novedosas que permitían al sistema político mexicano y concretamente a los gobernantes del estado de México hacer una oferta política de interés para la ciudadanía, tal es el caso de Francisco Vizcaino Murray que fue funcionario encargado de la primera subsecretaría de ecología y que cuando frecuentaba el Estado de México había que ligarlo con funcionarios de la Dirección de Gobernación en virtud de que no había un área similar en el Estado de México, sin embargo el hecho de que Jorge Jiménez Cantú hubiera sido primero gobernador del Estado de México y posteriormente en el régimen de Luis Echeverría, Secretario de Salubridad de Asistencia, fue influyendo en la gestión ambiental del estado de México con los vínculos políticos entre los diferentes actores políticos, estatales y federales.

    MARCO DE ACTUACION LA SECRETARIA DE ECOLOGIA DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE MEXICO.

    La nueva filosofía que era impulsada por el Presidente de la República, Lic. Carlos Salinas de Gortari, quien además pretendía por medio del tratado de libre comercio de norte América poner a México entre los países modernos en el sentido del nuevo concepto del desarrollo social y el mejoramiento del ambiente, ha propiciado la creación de nuevas leyes, fortaleciendo las instituciones a través de modalidades en su organización y estructura del poder federal, todo lo anterior con la firme convicción de procurar la preservación y restauración del entorno en que vivimos.

    En este contexto y para coadyuvar con las acciones emprendidas por el Gobierno de la República, el Ejecutivo del Estado de México, realizó reformas a su ley Orgánica de la Administración Pública en el año de 1991, creando así la Secretaría de Ecología como la dependencia encargada de aplicar la política ambiental en el Estado, sometiendo en el mismo año a consideración del Poder Legislativo Local, la iniciativa de ley de Protección al Ambiente del Estado de México, ordenamiento que fue aprobado en el seno plurilateral del Congreso por votación unánime.

    Por otra parte y en el cumplimiento a lo dispuesto por el Art. 6 de la Ley de Protección al Ambiente en nuestro Estado, con fecha 4 de mayo de 1992, fue integrado el consejo Consultivo de Protección al Ambiente. Organo de consulta y opinión ene esta materia, dependiente del ejecutivo del Estado, el cual realiza además, tareas de concertación entre los sectores de la sociedad y del gobierno, habiéndose aprobado ya el reglamento anterior de dicho órgano.

    El Lic. Ignacio Pichardo Pagaza, Gobernador Constitucional del Estado de México, respetuoso del derecho y sabedor de que el publicar las leyes es un deber constitucional, dispuso la elaboración de la obra por conducto de la secretaría de Ecología con el fin de difundir el marco jurídico que debería normar en la entidad la actuación del pueblo y gobierno en materia de protección al ambiente.

    BIOÉTICA y difusión.

    La bioética multidimencional es completamente contemporánea y surge en el momento oportuno en que se articulan esfuerzos intergubernamentales y regionales para asegurar las condiciones biofísicas idóneas de las que depende la sustentabilidad y diversidad biológica. Los gobiernos de distintas regiones están admitiendo la grave falta de un reconocimiento prioritario a las interdependencias e interacciones de los distintos niveles de expresión de vida, que son los hilos de la red que sustenta la vida para asegurar la armonía, incluyendo la que se busca entre el régimen comercial y ambiental.

    Para incorporar políticas que ubiquen el rol de estas interdependencias, se requiere una labor importante de desconstrucción y reconstrucción de algunos aspectos de los principios y estándares unidimencionales que actualmente se manejan y que deberían de cambiar a una visión multidimencional.

    El reconocimiento explícito y práctico de la falencia en las políticas de conservación para atender a todos los actores del complejo biofísico, significa que hay una transición en la conceptualización de las implicancias de la conservación de la diversidad biológica. Es en este sentido que surge la propuesta de aplicar la bioética multidimencional como un eje conductor de las políticas ambientales y comerciales. La bioética multidimencional permite conocer la trascendencia de las interrelaciones del complejo entramado de la vida y hacer más eficientes las tomas de decisiones así como el fortalecimiento del marco jurídico nacional al respecto.

    La injusticia ambiental no es solo un problema ambiental en el sentido clásico, es una reformulación de las relaciones entre los humanos y con todos los seres vivientes indica Cristina Hurtado del Instituto de Ecología Política de Chile," se trata de cambiar las relaciones de dominio, de explotación del planeta por solidaridad, conciencia de unidad (cada cual es único y necesario al mundo común), de pluralidad de respeto, de participación colectiva, no sólo en consideración de un deber ser sino también y prioritariamente por la toma de conciencia de la relación intrínsica entre ellos y nosotros. Por una comprensión de la relación estrecha que existe entre las condiciones de vida y la coexistencia de la humanidad. El desarrollo sustentable nos parece, entonces como un desafío inmediato e imperioso. Citando una vez más a Lipietz siempre es posible no querer un desarrollo sustentable y contentarse con un después de mí el diluvio, pero este nuevo paradigma para la acción se impone a todo aquel que no juegue a la indiferencia y que esté dispuesto a mirar dos metros más lejos de sí. Es un imperativo ético, pero sobre todo político, de coexistencia; no se trata solamente de mantenerse en conjunto sino de posibilitar hacer del mundo un mundo común".

    Toda la explotación indebida de la naturaleza (naturaleza como aquello que es exterior a nosotros, pero que en gran parte está modificada por nosotros) va unida a relaciones de explotación humana. Porque las relaciones entre los seres humanos son de explotación, de opresión, de dominación, se posibilita mundialmente la injusticia ambiental: las desigualdades enormes en el acceso a los recursos y en las decisiones sobre qué hacer con ellos. Desde hace mucho tiempo que las relaciones de desigualdad entre clases, países y continentes ha sido denunciada, pero lo nuevo que aparece hoy en día, con más claridad es la unidad de la suerte de la tierra y de la humanidad. En relación con la contaminación y a la responsabilidad que países y grupos de personas juegan con ella, demos un ejemplo: Estados Unidos con el 5% de la población mundial acapara un tercio de los recursos del globo y hecha a la atmósfera el 25% del dióxido de carbono responsable del efecto del invernadero. En la India las superficies que se inundan anualmente pasaron de 19 millones de hás en 1960 a 23 millones en 1970, a 49 millones en 1980 y a 59 millones en 1984.Hay que agregar los efectos de la modernización, el monocultivo la pérdida de la variedad genética impulsados por la mayor ganancia de las multinacionales, etc. En las actuales condiciones climáticas, por el efecto de invernadero la temperatura subiría al menos en dos grados en algunas décadas, con los consecuentes deshielos, el aumento del nivel del mar en, al menos, 50cm, con los efectos derivados de este hecho: inundaciones migraciones masivas de los habitantes de los países pobres, etc. Las lluvias ácidas, la desertificación creciente de algunas zonas, las inundaciones de otras, la intensificación del frío o del calor y sus efectos respectivos, la corriente de El niño, de La niña, etc.

    Esta nueva visión de la interrelación entre humanidad y medio ambiente, en consecuencia, de la responsabilidad colectiva que se deriva del modo de vida que llevamos, de qué y como se produce, del exceso de contaminación, ¿se deriva de un antropocentrismo o de un ecocentrismo?, es decir, de una preocupación por las necesidades humanas o de una preocupación por las necesidades humanas o de una preocupación por los ecosistemas. Se critica el antropocentrismo como una expresión de la mala relación que establecen los seres humanos con los otros seres vivos; en este sentido, el antropocentrismo llevaría a una relación de dominio, de omnipotencia, de explotación irresponsable y arbitraria de la naturaleza y de la alteridad, en general; sin respetar la diversidad, los ecosistemas, el dinamismo de la naturaleza, de los cuales los humanos forman parte. De esta manera se plantearía como alternativa el ecocentrismo, el derecho ontológico de todos los seres de la tierra sin excepción, a la existencia y a la perdurabilidad, de los cuales el ser humano no es sino una pequeña parte. Pero, el planeta, con desaparición de la humanidad o no encontrará su equilibrio compensatorio. Lo que importa es este mundo, esta humanidad y su descendencia. E incluso en el caso contrario, esta posición nace también desde una mirada humana que pretende restar prioridad a una de las especies, la especie humana. Es un juicio político, y como tal tiene que confrontarse con otros. Desde mi punto de vista, es necesario redefinir el antropocentrismo, redefinir la relación entre los hombres y de los hombres con los seres del planeta; la naturaleza tiene una historia, específicamente humana y son los humanos los sujetos creadores de los estados de naturaleza. Pero esta redefinición, situación realista de la significación de lo humano en el seno de la tierra, con quien se realiza el metabolismo de la vida, de la existencia, excluye toda relación de dominio y de superexplotación. Redefinir las relaciones entre los humanos y de los humanos con los seres del planeta, involucrado a la humanidad y a las generaciones futuras, como parte de esta tierra, implica tomar conciencia de que las relaciones de los seres humanos con el entorno no son separables de la relación entre los humanos. Puede llamarse tanto antropocentrismo como ecocentrismo, a condición de comprender que la prioridad es de lo humano, pero de todos los humanos, pasados (los rastros que dejaron), los presentes, todos los presentes y los futuros; supone la capacidad de hacer juicios políticos, de reflexionar, de dar sentido a los acontecimientos y tener la voluntad de hacer del mundo, un mundo común. Considerando los derechos humanos y los derechos de los seres vivos como una relación de relaciones, es decir, como múltiples relaciones de unicidad (cada ser es único) y de pluralidad (diversidad) de cada cual, el mundo sólo puede tomar sentido desde la pluralidad de puntos de vistas, desde la ubicación especifica de cada cual.

    Bajo un ángulo socioeconómico la pluralidad, respetuosa del entorno y de la Alteridad, se llamó en los años 70, ecodesarrollo: Los principios del ecodesarrollo apartan todo enfoque reductor. Afirman la primacía de todos los seres vivos, solidarios y no de una minoría: el principio de la solidaridad de las generaciones presentes con las generaciones futuras; la necesidad de un desarrollo social que se base en una relación humana con la naturaleza respetuosa con los principios de la ecología científica. Autonomía de las decisiones de las comunidades humanas, responsabilidad equitativa de las necesidades de todos y todas, prudencia ecológica, resumen el enfoque del ecodesarrollo.

    De aquí que la ecología humana, las relaciones entre los humanos, sus Relaciones con los seres vivos y con la naturaleza, sea esencialmente una ecología política; la ecología política supone, en primer lugar, un juicio, un juicio político, otorgar un sentido; las decisiones aunque tengan una base científica dependen sobretodo de un debate, de la significación dada a los acontecimientos y requiere, por lo tanto, de un espacio público en el cual compartir los puntos de vista, tomar decisiones y responsabilizarse en relación a las generaciones presentes y futuras. En segundo lugar, la ecología es política porque requiere de la participación de todos los concernidos, en el proceso de discusión y de toma de decisiones; y, en tercer lugar, la ecología es política porque apunta directamente a resolver los problemas que atañen a la coexistencia humana. Los seres humanos tienen la posibilidad de tomar conciencia, de dar un significado a sus actos voluntarios, en resumen, de ser responsables. En resumen, política quiere decir tres cosas: que atañe a la coexistencia, que supone decisiones que dependen de un juicio político y de un espacio público de debate, en el cual todos los afectados deben participar desde su particular ubicación. Las decisiones son colectivas, los involucra a todos.

    Hoy día hay mayores posibilidades de tomar conciencia de la urgencia de la justicia ambiental gracias a los fenómenos que la gran mayoría puede constatar : agujero en la capa de ozono, lluvias ácidas, cambios climáticos que van desde alzas de la temperatura, deshielos, recrudecimiento de los fríos, inundaciones, propagación de las algas, contaminación de las aguas, aire, tierra, desaparición de miles de especies animales, artificialización de los modos de vida, con consecuencias más o menos catastróficas y desconocidas ( vaca loca, alzheimer, sida, multiplicación del cáncer y de otras enfermedades, alimentos transgénicos, clonación). Ya no son cambios producidos a partir del conocimiento de las leyes de la naturaleza, es decir, de aceleración, lentificación o combinación de los elementos, sino de destrucción de los ecosistemas. Se hace una serie de experimentos, resulta, funciona, aunque no se sepa, en forma definitiva, porqué y con qué efectos; se sabe el cómo, pero no el por qué y menos, aún, los

    Efectos que tendrá en el futuro de las generaciones humanas y de los seres vivos. El objetivo principal que se opone a la prudencia, no es la búsqueda de un mayor

    Bienestar de la humanidad sino la ganancia, la obtención de dinero, la dominación

    Del mercado. Pero todo esto llegó a un punto de SATURACIÓN: los recursos naturales se agotan, los efectos de la artificialidad no son controlados y las consecuencias posibles afectan prioritariamente a aquellos que no son responsables y que menos contribuyen a su agotamiento: las regiones más pobres, los más desprovistos de medios. Así vemos que en estas relaciones de injusticia ambiental, la prioridad del Sur es la pobreza, las malas condiciones de vida de la gran mayoría de la población, los más desposeídos, los más vulnerables.

    Por.

    Abraham Bastida Aguilar