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Propuesta para un mayor aprovechamiento de los ríos y creación masiva de empleos en México (página 2)


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Asimismo, se han construido sistemas de aprovisionamiento de agua, tan importantes como el "Sistema Hidráulico Interconectado del Noroeste", que transfiere agua de la cuenca del norte de Sinaloa, a la del sur de Sonora; los Acueductos Punta Estrella-San Felipe; Loreto-Nopoló y San José- Cabo San Lucas, en el noroeste del país. También en la Cuenca del Balzas entre otras obras, se construyó el llamado "Sistema Cutzamala"; con una extensión de mas de 300 kms., para llevar hasta 12 metros cúbicos de agua por segundo, a la Ciudad de México.

Finalmente, para no dejar de mencionar otra obra muy importante, que por estar "enterrada" no se aprecia como debería de ser: Se trata del "Sistema de Drenaje Profundo" de la capital del país; que se complementa con el llamado "Emisor Poniente" y con el "Gran Canal del Desagüe", para sacar de la ciudad un volumen aproximado de 50 metros cúbicos por segundo. Esta gran obra por el esfuerzo e inversión que representa, ha sido considerada por técnicos holandeses, como comparable a las obras del "Deltaplan" antes mencionado.

No obstante todo lo anterior, el panorama de la agricultura nacional -salvo excepciones de distritos de riego que han dado origen a poblaciones ricas y donde se practica una agricultura intensiva y mecanizada-, presenta un panorama de subsistencia, con un alto grado de vulnerabilidad ante los factores climatológicos, plagas y acciones depredadoras humanas. Existen aproximadamente 200 millones de hectáreas cultivables en el país, entre bosques, pastizales y siembra de granos y otros alimentos. Las tierras laborables para propósitos agrícolas deben de estar cercanas a una superficie de un poco mas de 25 millones de hectáreas (menos del 15 % del total); de las cuales solamente una cuarta parte, cuentan con sistema de riego.

Justificación de las obras con base en los escurrimientos excedentes, en la desembocadura de los ríos Grijalva y Usumacinta

En primer lugar, se ha tomado en consideración que en los ríos arriba mencionados, los escurrimientos son permanentes, que el régimen pluviométrico de la región es la mas elevada del país, con lluvias durante la mayor parte del año. Los ríos de las dos cuencas, a que se hace referencia, son poco aprovechados para los efectos de regadío agrícola, o no son tan necesarios en esas regiones para tales fines. (Favor de ver el Mapa No. 3).

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El Río Grijalva, que durante su trayecto alimenta varias presas y que produce una buena proporción del fluido eléctrico que se consume en el país, tiene un escurrimiento anual de aproximadamente 40 700 millones de m3.

En tanto que El Usumacinta, casi duplica dicho volumen, al aportar un escurrimiento anual de 72 600 millones de m3. En conjunto la cuenca de ambos ríos, abarca una superficie de 86 300 Km.2; la que se inicia en la Meseta Central de Chiapas y además abarca la mayor parte del Estado de Tabasco y una porción de Campeche.

Dicha información tendría que ser verificada por los especialistas y cuantificar los volúmenes realmente disponibles a la fecha, para ser transportados a través del Canal por construirse; así como los posibles efectos ecológicos, ya que los aluviones provocados por dichos ríos, son los que han formado buena parte de la llamada "Llanura Tabasqueña".

Seguramente la Comisión Grijalva-Usumacinta, tendrá todos los estudios necesarios. Inclusive, recuerdo que hace 4 ó 5 años, se encargó a una compañía holandesa un estudio sobre aprovechamiento de los citados ríos; dentro de la investigación a que antes se alude, se hablaba del control de las grandes avenidas; de la recuperación de tierras inundadas; del desarrollo de las poblaciones de la cuenca y, la posible construcción de muelles para fines turísticos, tratando de captar algunos de los cruceros que se organizan por las islas del Caribe. La idea completa constaría de varias etapas y la obra tendría que prever su paso por otras partes del Golfo, donde también se producen importantes escurrimientos, como los de los ríos Coatzacoalcos, Papaloapan, Tuxpan, Tecolutla, Cazones y Río Blanco (todos ellos en el Estado de Veracruz).

Con este panorama preliminar, podríamos llegar a la conclusión de que en la actualidad estamos dejando ir al mar (solamente en la vertiente del Golfo de México) volúmenes cercanos a los 200,000 millones de m3 anuales (doscientos mil millones de metros cúbicos, entre buena parte de las Llanuras de Sotavento y las Tabasqueñas). Mientras que, en otras partes del país, fallecen seres vivos por la carencia del líquido vital; o bien se padecen enfermedades endémicas y epidémicas originadas por la misma causa.

Desde luego se debe de reconocer que, no sería posible ni con varios canales, poder retener toda el agua que arroja dicho cálculo aproximado; pues además el plancton que llega a la plataforma marítima y las especies marinas, podrían verse afectados de alguna manera. Pero habría que calcular primero, las posibilidades presentes y futuras de aprovechamiento racional de dicho elemento; así como también los riesgos de posibles alteraciones del medio y, en última instancia, decidir qué es lo que mas conviene y lo que más beneficios aportaría para la población.

Regiones más necesitadas de recursos acuíferos

Tras una mirada rápida al mapa que describe las distintas regiones naturales del país, poniendo particular atención a las zonas climatológicas, se detectan tres grandes regiones. Las que por su régimen pluviométrico, tipo de suelo y población que en ellas habitan, requieren de mayores volúmenes de agua:

En primer lugar, la Altiplanicie Mexicana, en la que quedan comprendidas las LLanuras Boreales y la Meseta de Anáhuac. Seguidamente, la Cuenca del Río Bravo, que parte desde las Llanuras del Noreste y seguidamente, las bien conocidas zonas desérticas y semidesérticas de Sonora y de Baja California. (Favor de ver el Mapa No. 4:

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Como ya se ha dicho, en primer lugar está la Altiplanicie Mexicana, que está delimitada al Este, por la Sierra Madre Oriental; al Oeste por la Sierra Madre Occidental; al Sur por el llamado Eje Neovolcánico y finalmente al Norte, por las Grandes Llanuras, las que se prolongan hasta territorio norteamericano.

Esta región comprende una superficie aproximada de 666 mil Km.2; con una altura media sobre el nivel del mar, de 1700 mts. A su vez, esta parte del país se divide en dos subregiones:

a).- LAS "LLANURAS BOREALES". (Región conocida también como "Altiplanicie Septentrional"). Esta Subregión comprende parte de los Estados de Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y parte de Nuevo León.

Sus límites naturales al Este y Oeste, son las mencionadas Sierras; mientras que hacia el sur marca el límite la Sierra de Zacatecas y la de San Luis.

Las Llanuras Boreales presentan un clima extremoso y seco. No existen ríos caudalosos y éstas se dividen a su vez, en comarcas, como la de los Indios Pueblos; la Cuenca del Conchos; la del Bolsón de Mapimí; la de La Laguna y, la del Salado de San Luis. Tal como antes se menciona, el grado de humedad del aire es muy bajo y su clima se clasifica como de tipo "Estepario"; la flora y la fauna es escasa para efectos del consumo humano y para el agostadero.

Estudios recientes afirman que el 85 % de los predios de la región dedicados a la ganadería, presentan signos de sobre pastoreo. La despiadada sequía de1995 y otras posteriores, son la prolongación de varios ciclos anuales, durante los cuales no se han presentado las lluvias; con la consecuente pérdida de miles de cabezas de ganado. No obstante lo anterior, en estas Llanuras crecen plantas a las cuales se les saca provecho, como la cera de candelilla, la fibra de la lechuguilla, la jojoba, palma samandoca y se recurre también a la elaboración de carbón de mezquite, como una alternativa de vida.

Desafortunadamente, las condiciones del clima empeoran y la desertificación aumenta irremediablemente. Los escurrimientos de las cuencas interiores no son suficientes. No obstante, hay ejemplos de importantes logros, como lo hecho en el Río Nazas, el que por el aprovechamiento alcanzado, es digno de destacar; ya que gracias a los trabajos realizados, puede irrigar cerca de 113 mil hectáreas. El río Aguanaval es otro ejemplo, pues contribuye a la fecundidad de la Comarca Lagunera y proporciona riego a 3 500 hectáreas aproximadamente. También contribuyen al bienestar de la región otros ríos como Casas Grandes, Santa María y el Carmen; los cuales permiten el riego de cerca de 10 mil hectáreas.

b).- LA "MESETA DE ANÁHUAC".

Esta región es la más poblada del país y abarca los Estados de Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y el Distrito Federal; así como buena parte de los estados de Jalisco, Michoacán, México, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla. Sus límites naturales ya quedaron enmarcados al principio de este capítulo y se puede agregar que se localiza a una altura promedio de 2,000 msn. (metros sobre el nivel del mar) y que transversalmente la cruzan algunas sierras como la de Monte Alto, Sierra Gorda y el Monte de Las Cruces; lo que crea una subdivisión.

Hacia el Este, la depresión conocida como "El Valle de México" y varios llanos; en tanto que al Oeste, se localiza El "Valle de Toluca" y la zona de "El Bajío". Esta otra región es alimentada por dos cuencas principales: La del sistema Lerma-Chapala-Santiago; que comprende una área aproximada de 125,370 Kms². Así como por la Cuenca del Río Balsas, que también es una de las mas grandes del país, pues comprende una superficie cercana a los 113,000 Kms². Este río corre por un terreno montañoso y cuenta con varios afluentes de importancia, como el Río Mixteco, Amacuzac, Cutzamala y Tepalcatepec.

La masa poblacional excesivamente concentrada, parece ser el factor determinante de la escasez de los principales elementos para las actividades agrícolas, ganaderas y de usos humanos. Asimismo, las acciones destructivas como la deforestación, los incendios accidentales de los bosques y la sobreexplotación de los mantos acuíferos provocada por la perforación de miles de pozos artesianos en el Distrito Federal, que por ahora proporcionan la mayor parte de los aproximadamente 61 m3 por segundo que ahí se consumen. Como se sabe, el resto del agua utilizada en la capital del país, proviene del Cutzamala, del Lerma y de algunas fuentes superficiales del Valle de México.

También los agentes físicos han provocado aridez en ciertas partes de la Meseta de Anáhuac, la principal es la erosión, la que se asegura afecta a mas del 45 % de los territorios de los Estados de Aguascalientes, Jalisco y Michoacán. Del mismo modo, algunas zonas del Estado de Hidalgo, muestran signos de elevada aridez; así como el Valle de Tehuacán, Puebla. En resumen, se podría afirmar que solamente las condiciones ofrecidas por las mencionadas "Llanuras Boreales", justificarían cualquier obra hidráulica, por difícil y costosa que pudiera aparecer.

El segundo elemento, es que la zona mas densamente poblada del país y donde se concentra también más del 50 % de la producción industrial, requiere de volúmenes crecientes de recursos acuíferos, entre otros satisfactores. Desde luego que, está muy claro que donde mas se necesita el agua, es en la región norteña, que ya presenta signos dramáticos de enfermedad, como son: "Los desiertos de las Llanuras Boreales".

OBRAS PROPUESTAS:

Para los efectos de reforzar el presente estudio, considero que viene al caso citar una teoría ya puesta en práctica por nuestros antepasados, en torno al abastecimiento de agua en el Reino de Texcoco; la cual es un legado o herencia, del conocido Rey Poeta, Nezahualcóyotl: "SI NO QUIERES TENER QUÉ SUBIR EL AGUA, NO LA DEJES BAJAR".

Esta tendría que haber sido desde hace mucho tiempo, una premisa a cumplir, pero hasta hace poco más o menos 40 años, se creía que México era el "Cuerno de la Abundancia" y que los recursos acuíferos de la Meseta de Anáhuac y de otras partes del país, eran casi ilimitados.

Uno de los primeros daños irreparables al ecosistema de esta cuenca, fue la decisión de secar el "Lago de Tenochtitlan", después de los desastres ocasionados por la inundación de la Ciudad de México en 1648; ocasión en la que se llegó a proponer cambiar la capital del país, para las llamadas "Lomas de Tacubaya". Otras causas determinantes del actual estado que presenta la cuenca, han sido el centralismo excesivo en la capital, el que aunado a la falta de oportunidades en el interior del país, ha venido provocando la atracción de corrientes migratorias constantes; al grado de provocar la sobrepoblación y la explotación excesiva de todos los recursos naturales del lugar.

Como ya se ha mencionado, el crecimiento de la "mancha urbana", sin la planificación adecuada, ha ocasionado que por necesidades económicas y sociales o de tipo práctico, las zonas pavimentadas y encementadas hayan ido creciendo en grandes proporciones; provocando por lo menos dos problemas adicionales:

El primero, los grandes escurrimientos superficiales provocados por las lluvias y las aguas servidas, han requerido de enormes inversiones en sistemas de drenaje, para sacar del Valle dicho líquido (Sistema de Drenaje Profundo).

El segundo gran problema, es el que se produce por la "falta de alimentación" de los mantos freáticos; con la consecuente necesidad de traer agua de otras partes del país, para abastecer las crecientes necesidades de la ciudad; así como el constante hundimiento de las edificaciones asentadas en la capital de la República. Este mismo fenómeno, se está presentando en otras ciudades como Guadalajara, Monterrey, León y Puebla.

Ante tales problemas, propongo algunas medidas, las que tengo por cierto haberlas hecho del conocimiento público a través de la prensa, pero que sin embargo, no han provocado las reacciones deseables; así como tampoco en las esferas oficiales, que podrían haberse interesado en el asunto:

1.- Una de las acciones que necesariamente se tendrían qué ejecutar a mediano plazo, sería la de sustituir dichas superficies asfaltadas y encementadas, por "ADOQUINES PERMEABLES" en todas las calles y avenidas donde fuera posible o recomendable (tomando en cuenta la intensidad de su uso y el peso de los vehículos que circulen). Con dicha medida, los mantos freáticos se enriquecerían y el subsuelo se constituiría en una gran reserva y en último caso, sus escurrimientos beneficiarían las cuencas adyacentes.

2.- En todas las ciudades del altiplano -pero con mayor urgencia en la capital del país y su zona conurbada-, debería de procederse a la construcción de un "DRENAJE PLUVIAL". En principio, para evitar que el agua proveniente de las lluvias, se vaya a mezclar con las aguas servidas que circulan por el drenaje tradicional. En la actualidad, dichos volúmenes se mezclan irremediablemente con las demás aguas contaminadas por el uso familiar o industrial.

a). Una vez que se hubieran canalizado debidamente los escurrimientos a que antes se hace referencia, se podrían conducir hacia diferentes presas, lagos y canales; lo cual redundaría en una mejoría del ecosistema y contribuiría a embellecer el paisaje del lugar.

b). Desde luego que, no se puede ignorar que proyectos como el que se plantea, podrían causar molestias pasajeras o temporales a los ciudadanos; pero a cambio de ello, se generarían miles de empleos y con el agregado de que se aliviaría en buena medida la carga que soporta el drenaje profundo de la ciudad, a la vez que se evitarían las constantes inundaciones de algunos barrios de la ciudad. Todo lo anterior se lograría si se tomaran tales medidas como algo preventivo, en lugar de esperar a que las necesidades nos rebasen y que las catástrofes naturales causen daños irreparables entre la población de nuestro país.

3.- Otra gran inversión por lo menos en lo que se refiere al Distrito Federal, sería la destinada a detectar todas las fugas de agua, solucionarlas y sustituir la tubería obsoleta, para ahorrar los millones de metros cúbicos que se desperdician por esa causa. Se calcula que más del 30 % del líquido vital, se desperdicia por dicho problema. Si se lograra remediar dichas fugas, tal vez los volúmenes de agua que se traen de otras regiones, disminuirían o bien, se podría incrementar la productividad del campo que por falta de riego se encuentra subutilizado.

4.- Finalmente, otra posibilidad complementaria para la captación de agua y su consecuente ahorro, sería emprender una política sistemática de estímulo, financiamiento y asesoría técnica para que en las viviendas, edificios y empresas, se construyan cisternas que almacenen el agua de lluvia y posiblemente, hasta la utilizada durante la ducha, para su posterior empleo en cuestiones secundarias como en los excusados, lavado de autos y otros. Dicho programa tendría que ser subsidiado, para estimular a los casatenientes para que adopten el proyecto.

En los Países Bajos pude observar una experiencia enriquecedora. El gobierno holandés se propuso disminuir el gasto de energía en el sector de calefacción, para dicho propósito emprendió campañas educativas, haciendo saber que si en cada ventana existente se colocara un "doble vidrio", el calor se conservaría por mucho más tiempo, con el consecuente ahorro. Seguidamente, ofrecía a quien voluntariamente lo aceptara, enviar ventanas de reemplazo (con las nuevas especificaciones técnicas) y trabajadores para instalarlas, a un costo simbólico. Mucha gente se acogió a dicho beneficio.

c).- LA CUENCA DEL RÍO BRAVO.

Considerando que la construcción del que podría llevar entre otros nombres el de "Canal Mexicano", se extendiera hasta las Llanuras del Noreste (que comprende desde los límites con los Estados Unidos, pasando por el Estado de Tamaulipas, hasta la parte media del Estado de Veracruz), se podría calcular la importancia que representaría llegar a proporcionar a la Cuenca del Río Bravo, importantes volúmenes de agua. Cuyas necesidades son muchas, en virtud de la amplia superficie que abarca: Aproximadamente 188,000 Kms²; así como también por la población que concentra y finalmente, por el desarrollo industrial alcanzado. Asimismo, se puede agregar que esta región, presenta un clima seco-estepario y sus escurrimientos acuíferos superficiales ascienden solamente a 6,800 millones de Mts³ anuales; además de que como complemento, se extraen del subsuelo, cerca de 2,500 millones de Mts³; los que sin embargo en ciertas épocas del año, presentan signos de agotamiento y un considerable grado de contaminación.

A través de la Cuenca del Río Bravo, se podría surtir de agua a poblaciones importantes de los Estados de Chihuahua, como Ciudad Juárez y Ojinaga; en Coahuila, Piedras Negras y, en Tamaulipas, las ciudades de Nuevo Laredo, Ciudad Guerrero, Camargo, Reynosa y hasta Matamoros.

d). Por lo que se refiere a las regiones del Noroeste del país, éstas tendrían que ser consideradas de diferente manera, pues las cuencas del Río Colorado, Sonora, Yaqui, Mayo, Fuerte y Sinaloa, son ampliamente explotadas y son pocos los escurrimientos que se pierden al mar; sobre todo si se les compara con los del sureste del país, en su vertiente del Golfo de México.

Los grandes escurrimientos de ríos no completamente aprovechados, se presentan prácticamente a la altura de las llamadas "Llanuras Costeras del Pacífico Centro y Sur", que se calculan en una extensión de 1,750 kms. desde Bahía de Banderas, hasta la desembocadura del Río Suchiate. En esta región aunque desembocan ríos de importantes caudales como el Balsas, Papagayo, Ometepec, Verde, Tehuantepec y el ya mencionado Suchiate (este último sirve de límite con Guatemala); presentan la dificultad de que las citadas llanuras, son muy angostas y están limitadas entre la Sierra Madre del Sur y la de Chiapas; así como por el Océano Pacífico. La excepción la constituye la parte que abarca el Itsmo de Tehuantepec, donde la planicie puede presentar hasta 100 Kms. de anchura.

B). ASPECTOS TÉCNICOS.

Una obra de tal magnitud, requiere de estudios concienzudos, que comprendan todos los aspectos posibles en lo que se refiere a las modificaciones o alteraciones del medio; así como los recursos tanto materiales, como humanos con que se cuenta.

Un canal o un río de las dimensiones requeridas, no se construye de la noche a la mañana, ni tampoco con buenos deseos. Pero yo siempre me he declarado un optimista sempiterno y estoy casi seguro, de que nuestros técnicos cuentan con la suficiente capacidad para dirigir los trabajos; incluyendo la construcción de todas las estaciones de bombeo que se necesitaran para hacer circular el agua y sobre todo, para subirla hasta la "Altiplanicie" y finalmente, conducirla hasta los lugares donde más se necesita.

Como es fácil deducir, mi formación profesional no tiene nada que ver con la ingeniería, pero estoy consciente de que además de la construcción del "Canal" propiamente dicho, se necesitaría ir creando en el transcurso del mismo, depósitos o presas para almacenamiento, control y hasta purificación (en los casos en que se detecten aguas contaminadas); con sus correspondientes esclusas, para dejar correr al mar el agua que no pueda ser aprovechada.

También se debe de prever la posibilidad de que otros escurrimientos menores, puedan ser captados por el Canal; así como que éste no se constituya en un dique de contención de todas las aguas que bajan de la Sierra Madre Oriental, porque además se mantendría azolvado buena parte del año.

Considerando la longitud que podría tener el mencionado "Canal", tendría que haber varias plantas de bombeo y varias líneas (acueductos o tuberías) de conducción de agua, desde dichas LLanuras, hasta los centros de consumo. Dado que no sería recomendable tener solamente una o dos vías de conducción de agua, para surtir a todo el Altiplano, (que como ya se dijo, comprende una superficie de más de 666 mil Kms²); mas bien se tendría que planificar una basta red de distribución, pensando en estaciones o depósitos intermedios, para de ahí continuar su distribución.

Todo lo anterior, es solamente una idea general, la cual tendría que enfrentar las explicaciones técnicas de cómo desviar el agua de los dos grandes ríos del sureste y de los demás que se pierden irremediablemente en el lecho marino del Golfo de México. Seguidamente, se debe de considerar cómo y con qué construir el grandioso "Canal".

Para cada uno de los aspectos mencionados, se necesitaría elaborar "Proyectos Concretos", en los que se contemplen tanto aspectos técnicos, como humanos, financieros, ambientales y otros. Además de lo antes dicho, se deben de tomar en cuenta los otros aspectos ya mencionados: Como el de las plantas de bombeo, del control de las avenidas fluviales y, de las fuentes de energía suficientes, para mover los grandes volúmenes de agua que se necesitan.

En el aspecto económico-financiero, estarían pendientes de calcular costos y posibilidades para la obtención de los cuantiosos recursos que se necesitarían. Finalmente, quedaría por estudiar el impacto social y ecológico que se provocaría en las poblaciones que atravesaría el Canal; así como en los pueblos y ciudades que podrían recibir el agua. Debo de confesar que por el momento, no cuento con respuestas para cada una de las interrogantes antes enunciadas, por lo cual aceptando dichas limitaciones, considero que se tendría que crear una "Comisión Multisectorial" para que se encargara de estudiar el proyecto; pero sin caer en burocratismos, o en confrontaciones diferentes a la naturaleza del bien que se pretende lograr.

No obstante lo anterior, me atrevo a sugerir que conjuntamente con las obras del Canal, se podrían ir instalando "Turbinas de Viento Generadoras de Electricidad", a las que algunas personas les llaman "molinos de viento" (seguramente por los antecedentes de los instalados en Holanda a lo largo de los canales), que como se sabe, los emplean para hacer circular el agua y para evitar las inundaciones. Pero que algunos de ellos, efectivamente servían como molinos de granos. (Favor de ver el Mapa No. 5)

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Dado que el "Canal" correría casi paralelo a la costa, se podrían instalar cientos de dichas turbinas, en los bordos mismos y la altura dependería de la conformación del terreno o de la intensidad de los vientos. También en la "ceja de montaña", ascendiendo por la Sierra Madre Oriental, se podrían instalar el mismo tipo de generadores en el número necesario, para producir la electricidad destinada al bombeo de agua; lo cual sabemos que no tiene efectos contaminantes. Ya arriba, en la Altiplanicie, en los lugares en los que fuera factible, o técnicamente recomendable, se podrían instalar otras turbinas y de no ser posible este sistema, se puede pensar en la energía solar; de lo cual sabemos que hay de sobra en las zonas áridas de nuestro país.

Viene al caso mencionar que, Dinamarca es uno de los países con mayor experiencia en la construcción de este tipo de plantas generadoras de energía eléctrica, las cuales disfrutan de prestigio a nivel internacional; pues se calcula que casi el 80 % de las turbinas instaladas en Europa, son danesas. Sus costos de adquisición son relativamente elevados, como para pensar en comprar cientos de ellas, pero yo creo que este tipo de turbinas se podrían producir en México. Así como las celdas solares que según tengo entendido, ya son hechas por nuestros nacionales.

Sobre el aspecto del financiamiento, se tendría que partir de un cálculo preliminar, para ver si los recursos nacionales pueden solventar buena parte del proyecto o si fuera necesario recurrir a los organismos internacionales, para interesarlos en los beneficios que podría traer la regeneración de varios millones de hectáreas de terrenos hasta ahora improductivos; visto lo anterior tanto en sus aspectos socioeconómicos, como en el mejoramiento del medio ambiente, en particular de la biosfera.

Seguramente que habría varios programas internacionales interesados en apoyar el proyecto, como la "Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, en Países Afectados por Sequías Graves o Desertificación (CNUCD)"; el cual de tener éxito, se podría poner en práctica en otras regiones de nuestro mismo país; así como en otros continentes. De llevarse a cabo un plan de tan grandes proporciones, se trataría de demostrar que con el tiempo, aportaría beneficios al llamado "Cambio Climático Global" y sobre el denominado "Efecto Invernadero".

Así como hace años algunos países nos reclamaron reparaciones por supuestos daños ocasionados por las cenizas que despedía la erupción del volcán "Chichonal". Para este proyecto regenerador y multiplicador de beneficios, tendríamos que encontrar comprensión y apoyo tanto nacional, como internacional. Aún cuando se aceptara que el costo a invertir es inmenso, los beneficios al lograr crear nuevas áreas verdes y regiones boscosas, serían también inconmensurables.

Recientes estudios han demostrado que la desertificación se extiende o avanza en el mundo, en cerca de 2 millones de hectáreas al año; en virtud de lo cual, el tema ha despertado el interés tanto entre gobiernos, como entre los organismos internacionales. A pesar de la politización y de la burocracia existentes en algunos de los órganos de las Naciones Unidas, además de las instancias antes mencionadas, se podría buscar la manera de beneficiarse de programas internacionales, propuestos en el marco de organismos como la FAO y la UNESCO; así como de los estudios y planes con que cuenta el "Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente" (PNUMA) y de algunos organismos no gubernamentales (ONG"s).

Por otra parte, la iniciativa privada de nuestro país, podría interesarse en invertir en la creación de zonas de bosques con fines de explotación industrial; o bien, en la explotación de terrenos hasta ahora abandonados por improductivos, en actividades agrícolas-ganaderas y con el tiempo, en las actividades agroindustriales.

Planteamiento relativo a la ocupación masiva de la mano de obra no ocupada

Este proyecto representa otra gran justificación, basada en la posible construcción de grandiosas obras hidráulicas a lo largo de las llanuras del Golfo de México. El intento por alcanzar el máximo aprovechamiento de los escurrimientos excedentes de los ríos mexicanos, para beneficio de la población del altiplano principalmente, representaría además, la posibilidad de dar trabajo a cientos de miles de mexicanos; dado que: "se podría ocupar tanta gente como se quisiera. Dependiendo de la decisión de usar o no maquinaria sofisticada, o solo herramientas tradicionales o bien, una combinación de ambas posibilidades, pero con un criterio de emplear al mayor número posible de trabajadores".

Viene al caso citar un ejemplo: Como se recordará, durante los tiempos de la primera gran depresión económica de los Estados Unidos (1932), uno de los aspectos más golpeados en la economía capitalista norteamericana, fue el consumo, ocasionado por la falta de poder de compra de los millones de desempleados. Como parte de las medidas correctivas de tal estado de cosas, el gobierno de aquel país contrataba a la gente para que hiciera cualquier trabajo; inclusive se dice que en ocasiones, se les pagaba para abrir zanjas y luego, se les retribuía para cerrarlas.

La derrama económica por el pago de salarios de los miles de trabajadores que se tendrían que contratar, para la construcción del Canal; así como para las demás obras, tendría también amplias repercusiones en otros sectores de la población. Aún cuando fuera necesario contraer deudas, para cubrir los costos de los salarios mencionados, a corto plazo, sería un gasto justificable. Pero a la larga, sería ampliamente recuperable.

Imaginemos que de los varios millones de desempleados, se lograra dar ocupación a cerca de un millón (considerando empleos directos e indirectos), esto por sí solo representaría un alivio a la presión social que significa tener a tanta gente sin trabajo y a sus familias desamparadas. Pero de llevarse las obras hasta sus últimas consecuencias, entonces los empleos se multiplicarían. Además, con propósitos de contribuir a la desconcentración de la masa de población de la Ciudad de México y de otras ciudades también densamente pobladas, se podría ofrecer a todos los que trabajaran en el "Canal", terrenos de cultivo en las zonas que se fueran regenerando; así como apoyo y financiamiento para la construcción de viviendas y otros servicios. También con dichas obras se pretendería arraigar a la población que habita en las zonas áridas y semiáridas; mediante el aprovisionamiento del agua suficiente para usos humanos y agropecuarios. En el caso de que tuviera éxito el proyecto que aquí se propone, se plantearía el estudio de una mejor distribución de la población, creando nuevos asentamientos humanos, sobre todo en los territorios que actualmente se encuentran escasamente poblados y cuyas tierras, se hubieran dotado previamente de todos los recursos, para hacerlas autosuficientes en la satisfacción de sus necesidades básicas y si es posible, que generen excedentes para su comercialización en el país y en el extranjero.

Para los efectos de poder lograr tales proyectos, debemos de imponernos unas metas tan ambiciosas, por lo menos del tamaño de los problemas actuales y si es posible, con una amplitud o visión futurista, que sirva como un rico legado para las generaciones venideras. Parafraseando sobre el mismo asunto se podría agregar el siguiente pensamiento:

"EL HOMBRE ES TAN GRANDE COMO SUS OBRAS"

Finalmente, tenemos qué reconocer que en México, una de sus mayores riquezas es su pueblo, el cual si se lo propone, puede lograr lo que sea. Incluyendo una obra titánica como sería la "regeneración de áreas agrícolas pauperizadas"; hasta la posibilidad no tan remota de lograr "convertir en un vergel buena parte de los desiertos mexicanos".

Otros beneficios derivados de la obra

Considero oportuno señalar que, dependiendo de la anchura y la profundidad a que se construyera el "Canal", éste podría ser empleado como una "VIA ALTERNA PARA EL TRANSPORTE FLUVIAL". (Favor de ver el Mapa No. 6)

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Dicho río o canal, podría estar conectado a partir de Frontera, Tabasco, u otro lugar cercano; con otros puertos que quedarían de paso, como Coatzacoalcos, Nautla, Alvarado, Minatitlán, Tuxpan, Tampico y Altamira. Inclusive, en el caso de que se concretaran los proyectos para la construcción del llamado "Sistema Multimodal del Itsmo de Tehuantepec", ambos sistemas podrían quedar conectados.

En varios países de Europa el transporte de carga por ríos o canales está muy desarrollado y no necesariamente se hace en barcos de gran calado. Se emplean barcos, lanchones, chalanes, lanchas y una gran variedad de embarcaciones que contribuyen a la interconexión de pueblos y ciudades de esta región.

Está claro que de tener éxito una iniciativa como la que aquí se trata, provocaría como reflejo, nuevas exigencias y deseos de progreso; entre las cuales habría que pensar en la posible creación de nuevos asentamientos humanos o polos de desarrollo, debidamente planificados y con todos los servicios necesarios.

Para los efectos del presente, viene al caso traer a nuestra memoria que, a finales de la década de los años setentas y principios de los ochentas, nuestro gobierno estuvo a punto de poner en marcha una gran idea; creo que pudo haberse llamado algo así como: "Plan Nacional de Descentralización Urbana". Posiblemente tenía otro nombre, pero lo importante para este caso es que en dicho Plan, se contemplaba la construcción de 8 a 10 ciudades medias, en distintos puntos del país, con proyecciones de albergar a un millón y medio de habitantes como máximo cada una.

De acuerdo con el proyecto, dichos asentamientos contarían con todo lo necesario, incluyendo corredores industriales, hospitales, escuelas, universidades y todo lo demás que requiere una gran ciudad. Se suponía que tales ciudades se convertirían en "polos de atracción", partiendo de la idea de que, uno de los principales motivos de la emigración de las áreas rurales a las ciudades, es la carencia de recursos naturales y de oportunidades para la superación, para cumplir las metas que aspira alcanzar tanto el individuo, como la familia, para una vida mejor.

En aquellas épocas, se hablaba de que la creación de dichas ciudades, tendría un costo aproximado a los 30 mil millones de dólares. Desconozco las razones por las cuales en el momento oportuno, no se llevó a cabo el proyecto, pero se sabe que en 1982, nos sacudió una de tantas crisis económicas. Entonces, perdimos la oportunidad histórica de resolver en buena parte, uno de los principales problemas que aquejan a nuestro país. Uno de los factores determinantes en dicha ocasión fue la deuda externa, la cual rondaba por los 80 mil millones de dólares. ¿Qué tanto hubieran significado 30 mil millones mas?

No quiero que se piense que mi propósito es lanzar condenas sin fundamento, ni criticar a nadie en particular; porque como se diría en lenguaje popular: "a toro pasado" todos lo habríamos hecho mejor. Pero es un hecho o una realidad, que el problema de la deuda externa, no se ha solucionado y, que por otra parte, los problemas sociales como el desempleo, se han visto agravados en los últimos años.

Grandes Males, requieren Grandes Remedios.

Se podría decir por ejemplo que, con la perforación de 10, 100 ó de 500 pozos, para extraer agua en las zonas áridas y semiáridas del país, no se va a resolver el problema de la creciente sequía. Ello puede representar ayudas, paliativos o mejoras, pero ante el crecimiento poblacional y la mayor demanda de satisfactores, en poco tiempo tales servicios quedarán pequeños.

Además, las inclemencias del tiempo y otros elementos naturales y andrógenos, están incrementando cada vez más las superficies desérticas del país; lo que a su vez provoca degradación de la biodiversidad, disminución de los inventarios ganaderos y la migración de los avezados habitantes de esas regiones; quienes justificadamente, huyen a la búsqueda de una vida mejor. O bien, emigran para tratar de encontrar el mínimo de satisfactores de que se hablaba al principio, para su subsistencia y para llevar una vida digna, sin tener que representar una carga para nadie.

Conclusiones

Como se dice al principio del presente estudio, el propósito de exponer este proyecto y una serie de consideraciones generales, no es el de sustituir lo que en estricto sentido, correspondería proponer a los especialistas en asuntos hidráulicos, en regeneración de tierras áridas, en planificación, en problemas del desempleo, en medios para la generación de energía eléctrica y en muchos otros aspectos, que se irían involucrando en el delineamiento del proyecto que aquí me he permitido sugerir.

Asimismo, deseo reiterar que las ideas expuestas en el transcurso del presente, más que estar basadas en conocimientos técnicos o científicos, tienen como fundamento primordial, el cariño que siento por mi país y el deseo de ser útil a mis semejantes. Así como también, el anhelo de poner al servicio de mejores causas, los conocimientos y experiencias que he tenido la suerte de recoger en primer lugar en la República Mexicana, durante la etapa magisterial y posteriormente, en mi peregrinar por diferentes partes del mundo, durante más de 34 años de formar parte del Servicio Exterior Mexicano.

Cuando me permito poner de ejemplo las grandes obras que se han realizado en otros países; así como destacar factores naturales y aspectos económicos, políticos y sociales, que considero han permitido a ciertas naciones alcanzar un nivel de desarrollo -deseable también para nuestros compatriotas-, lo hago con el propósito de estimular con ejemplos, todo lo que se puede lograr en base al trabajo; así como con unidad, con esfuerzos compartidos, con creatividad, con imaginación y, ¿por qué no? Con sueños e ideales.

Pero vistos estos últimos, como metas u objetivos elevados por alcanzar, pero nunca como imposibles. Quizás se podría decir que las metas son demasiado ambiciosas, por la magnitud de lo que se pretende lograr. Igualmente de la lectura del presente bosquejo, se podría concluir que el autor no tiene idea de las dificultades técnicas que presentaría la posible construcción de un "Canal" de tantos cientos de kilómetros, con su consecuente aprovechamiento para fines de regenerar las zonas desérticas, semidesérticas y urbanas del país. Y mas aún, si se plantea -como una ambición casi desmedida-, al proponer que la obra sirva al mismo tiempo, como una nueva vía de comunicación, a lo largo de las llanuras costeras del Golfo de México.

Por otra parte, argumentaciones de tipo económico, seguramente nos tratarían de demostrar que, el país atraviesa por una situación muy difícil y que aunque fueran deseables obras grandiosas, como la mencionada, no es el momento oportuno para emprenderlas.

En el transcurso del presente trabajo, me he permitido hacer referencia a algunos pensamientos de aceptación universal y a otros que son del dominio popular en nuestro país, con el propósito deliberado de llamar a la reflexión y para que en un momento dado, pudieran servir de apoyo a los escasos argumentos expuestos en el mismo. Pero sobre todo, para reforzar de alguna forma la propuesta, en base a que los grandes ideales y los proyectos ambiciosos, han hecho progresar al mundo. Así como también para justificarlo ante otros argumentos de peso y por la posible carencia de método científico, en cuanto a los planteamientos técnicos de la propuesta.

Si apelando a la humildad y a la autocrítica aceptáramos que si bien razones económicas, políticas, culturales, o de otro tipo; no nos han permitido evitar que nuestra población sufra a estas alturas del siglo XXI, una inmisericorde explotación por sus propios congéneres, en lo que me he atrevido a llamar "Colonialismo Interno". Entonces, debemos de reflexionar en el sentido de que necesitamos cambios que nos aporten una mayor fortaleza espiritual y moral. Requerimos de reformas fundamentales, que nos conduzcan a tratar a nuestros semejantes, como quisiéramos que nos trataran a nosotros mismos.

Cuando logremos una conciencia colectiva de estricto respeto a los derechos de los demás, de estricto respeto a la Ley y, cuando cumplamos con preceptos como: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento y sobre todo, enseñar al que no sabe; habremos dado pasos gigantes, hacia un desarrollo compartido y sostenido. Este último aspecto se puede relacionar con los proyectos aquí presentados, si partimos de la máxima atribuida al sabio chino Kun Fut Tse (Confucio): "Si te doy un pescado, te dura un día. Si te enseño a pescar, te durará toda la vida".

Desde luego que dichos ideales, significan todo un proceso de transformación cultural y de reforzamiento de nuestros mejores valores, lo cual podría lograrse quizás en generaciones. Pero el problema de la falta de los satisfactores esenciales para la vida, no es de ahora, ni tampoco puede esperar a que en forma dirigida o espontánea, la sociedad alcance tales niveles de concientización o de desarrollo moral y cultural.

Los derechos humanos, por todos conocidos, son al mismo tiempo obligaciones de la sociedad (incluyendo muy especialmente a los guías espirituales, a los líderes políticos, a los dirigentes gremiales y a los maestros); así como también son responsabilidad de los gobiernos y de la comunidad internacional.

Recurriendo a todas las instancias mencionadas, considero que se podrían allanar todos los obstáculos que pudieran surgir al proyecto de la construcción del Canal y a la regeneración de tierras en nuestro país, con el enfoque de involucrar al mayor número posible de compatriotas; tanto en los trabajos de planeación de dichas obras, como en la ejecución de las mismas.

Sin olvidar los otros "pequeños proyectos" como el drenaje pluvial, la sustitución de pavimento o cemento por adoquines permeables, la construcción de cisternas en los hogares y centros de trabajo o de estudio; así como la generación de electricidad eoliana o solar.

En el caso de que se lograra algo como lo que se propone, constituiría un ejemplo de cómo los mexicanos si nos unimos en torno a un proyecto noble, podemos llevar a cabo obras grandiosas, a pesar de todas las adversidades de tipo natural o económico que padecemos, o que pudiésemos padecer en el futuro. Adicionalmente, se debe de aclarar que, el solo hecho de llevar agua hasta donde se necesita, no será suficiente para resolver todos los problemas existentes; sino que se tendrá que pensar en la solución de los demás satisfactores, incluyendo "una cultura de la no explotación de humanos por humanos".

En el sureste de la República Mexicana -concretamente en la región de los altos de Chiapas-, tenemos un ejemplo palpable de que sus pobladores, aún estando asentados en unas tierras que cuentan con grandes reservas acuíferas, con un régimen de lluvias durante casi todo el año; así como también rodeados de otras riquezas naturales, no pueden disfrutar de un nivel de vida óptimo; sino más bien, muestran niveles de una precaria subsistencia y en algunos casos, de extrema pobreza. Esta situación se presenta aún en las ricas llanuras ganaderas y en las regiones cafetaleras, donde los jornaleros, no reciben el precio justo por su trabajo. En estos ejemplos se demuestra que muchas veces el mal o el enemigo principal, no está en la tierra, ni en la escasez de recursos; sino en sus propios congéneres, quienes no comparten ni sus conocimientos, ni mucho menos, sus riquezas materiales.

Finalmente, deseo reiterar mi ferviente deseo de que en un futuro cercano, en nuestro país podamos decir con todo orgullo, que todos sus habitantes han logrado resolver sus necesidades cotidianas. Pero que además, podamos demostrar en los hechos, que entre la sociedad, se ha alcanzado un elevado respeto a los derechos de los demás y que como consecuencia de todo ello, nos podamos mostrar ante el mundo, como un país ejemplar.

Mi mayor deseo se que mis propósitos, mis anhelos, mis sueños, sean compartidos por personas con sensibilidad social y con amplios conocimientos sobre nuestro país; pero sobre todo, por personas que puedan reconocer las capacidades creativas de los mexicanos y del derecho de todos, a llevar una vida digna.

ANTONIO PÉREZ MANZANO,

Embajador del Servicio Exterior Mexicano

Bibliografía

"El Desierto, El Gran Olvidado". Ed. Diario "La Jornada", Sección Ecológica. No. 40, México 10 de octubre de 1995;

Meave, Jorge. La Selva Lacandona. Una Joya Verde en Riesgo de Desaparecer. Revista Universidad de México, No. 536-537, Ed. UNAM, México septiembre-octubre de 1995;

México, Noble Caudal. Ed. Secretaría de Agricultura y Ganadería. México, 1994;

México, País Ganadero. Ed. Secretaría de Agricultura y Ganadería. México, 1994;

Plan Nacional de Desarrollo: 1995-2000. Ed. Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

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Sánchez Molina, Antonio. Síntesis Geográfica de México. Ed. Trillas, México, 1990;

Sarukhán José. Diversidad Biológica. Revista Universidad de México, No. 536-537, Ed. UNAM, México, septiembre-octubre de 1995;

Solís Leopoldo. La Economía Mexicana. Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1986;

Valiente-Banuet, Alfonso. La Ecología y los Desiertos de México. Revista Universidad de México, No. 536-537, Ed. UNAM, México septiembre-octubre de 1995.

Currículum Profesional Abreviado

El autor de la presente obra es egresado de la Escuela Nacional de Maestros, generación 1963-1965 y ejerció la profesión magisterial, durante el periodo 1966-1973.

Además de los estudios realizados en la Escuela Nacional Preparatoria, de la Universidad Nacional Autónoma de México, cursó la especialidad de Licenciatura en Relaciones Internacionales, generación 1969-1973, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Ha efectuado cursos de actualización y cuatro Diplomados sobre Relaciones Internacionales, en la Academia Diplomática, del Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos, de la Cancillería Mexicana; así como un diplomado en Derecho Internacional Público, en la Academia de La Haya de Derecho Internacional y otros cursos de especialización.

Asimismo, ha ofrecido cátedra y conferencias en varias universidades del Perú, de Polonia, de Países Bajos. En México en la ENEP Aragón y en la Universidad Anáhuac Norte, donde tiene asignadas las cátedras de Historia de México I y II, Formulación de la Política Exterior de México.

En el año 1973, ingresó por concurso al Servicio Exterior Mexicano, con el rango de Vicecónsul. Su primera adscripción fue Guatemala; después Cuba, Paraguay, Perú, Polonia, Países Bajos, Dinamarca, Trinidad y Tobago, Venezuela y Dallas, Texas.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores ha estado comisionado en dos ocasiones: Durante la primera (1986-1989), ocupó el puesto de Jefe de Departamento de Brasil y Países Australes, de la Dirección General para América Latina y el Caribe. La segunda, en la Dirección General del Acervo Histórico Diplomático (1996-1999), donde se desempeñó como Asesor del Director General y posteriormente, como Jefe-Director de la Unidad de Patrimonio Artístico.

Habiendo sido ascendido a la categoría de Embajador del Servicio Exterior Mexicano, a partir de junio de 2008 (después de 35 años de servicio) procedió a efectuar los trámites para la jubilación.

OTRAS OBRAS DEL MISMO AUTOR

  • "Análisis Breve de la Educación en México". Ed. Imp. Galve, S.A. México, 1984;

  • "Polityka zagraniczna Meksyku: Un Panorama de la Política Exterior de México", Ed. Instituto Polaco de Estudios Internacionales, Polonia, 1987. Publicado en polaco, inglés, francés, ruso y español;

  • "La Diplomacia. Orientación Vocacional y Profesional", Ed. ENEP Aragón-UNAM, México, 1989;

  • "Temas Actuales de Política Internacional". Ed. y Dist. Promotora de Impresión, México, 1992;

  • "El T L C de América del Norte y sus Efectos sobre México. Cuatro Ensayos". Ed. Privada, Copenhague, Dinamarca, 1994;

  • "Safunara y sus Hermanas". Cuento infantil. Ed. Lim. Dinamarca, 1994;

  • "Pepe, El Burócrata". (Novela histórico-costumbrista) año 1995;

  • "El Cónsul Tranzas. Pepe, El Canciller". (Novela histórico-costumbrista) Primera Edición Electrónica, año 2002.

  • "Bolivia Ya Tiene Mar: Conflicto en Dinamarca", Novela Pedagógica, relativa al Servicio Exterior, enfocada a cuestiones jurídicas y de derecho del mar (pendiente de edición).

  • "Experiencias Integracionistas en la Cuenca del Gran Caribe", México, 2009. Pendiente de publicación.

  • Además de lo anterior, ha escrito numerosos editoriales, artículos y reseñas, en la Revista Electrónica Trimestral, de la Asociación de Diplomáticos Escritores "ADE", de la cual es fundador, Editor y Coordinador General.

  • Colabora en la Revista Electrónica "Enlace México Express" y es columnista invitado del diario "EXCELSIOR" de México.

 

 

Autor:

Antonio Pérez Manzano

Dinamarca-México

Embajador de México, en retiro.

Partes: 1, 2
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