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To Brexit or not to Brexit: that is the question (la batalla de los "egos") (página 6)

Enviado por Ricardo Lomoro


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En consecuencia, frente a lo que se quiere hacer creer, es más que evidente que la globalización no exige en modo a alguno a Europa adoptar el modelo social anglosajón ni elevar la "Tercera Vía" de Blair a la categoría de política europea única. Resulta por ello preocupante que la Comisión Europea encabece bajo el título de "Los valores europeos" toda una serie de cuestiones relacionadas con la eficiencia económica que simplemente tiene que ver con la lógica de mercado, pero bien poco con el proyecto de integración europeo en sus aspectos políticos, económicos y sociales. Con ello -seguramente- no se podrá reconstruir el clima de confianza y reconectar a los ciudadanos con la Unión (A Citizen"s Agenda). Con ello no se conseguirán -seguramente- auténticas mejoras que harán a Europa más efectiva, más responsable ante los ciudadanos y más fácil de entender.

Quizá estas reflexiones deshilvanadas sirvan de algo. Después de todo, este breve espacio sólo alcanza para ver la superficie de un fenómeno tan antiguo (la actitud insolidaria y chauvinista del Reino Unido) como lamentable (por lo reiterativo con respecto a la Europa de los mercaderes), pero al mismo tiempo permite ofrecer hechos para que los lectores vayan más allá de esa superficie, si se atreven…

¿Habrá llegado la hora de decir NO a los que dicen que NO?

Después de decantados los efectos de sus traspiés, la Unión Europea (UE) siempre encuentra una salida política para seguir adelante en su proceso de integración, que lleva ya más de medio siglo. Por ello, el "no" de la República de Irlanda al Tratado de Lisboa es otro frenazo institucional de la UE, pero no su final.

Sin embargo, el nuevo rechazo afecta la credibilidad internacional del proceso político de integración más ambicioso de la era moderna. Es un desastre que va a debilitar la posición y la credibilidad de Europa ante el resto del mundo

En su momento la ratificación del Tratado de Maastricht (9 de febrero de 1991), que consolidó la unidad política de la Unión Europea, fue inicialmente rechazada por Dinamarca el 2 de junio de 1992 en un referendo.

Ello obligó a ofrecer a ese país varias cláusulas de exclusión (entre ellas no unir su moneda al Euro) y el 18 de mayo de 1993 un segundo referendo le dio el Sí a la UE. En 2000, Dinamarca rechazó en un referendo formar parte del Euro (la moneda única europea), pero Gran Bretaña y Suecia, dijeron lo mismo.

Y sin embargo el proceso de integración continuó su marcha y llegó al Tratado de Niza (26 de febrero 26 de 2001), que en junio de ese año los irlandeses rechazaron en consulta popular. E igual que había ocurrido con Dinamarca, se le ofrecieron garantías jurídicas al gobierno de Bertie Ahern y al año siguiente, se convocó un nuevo referendo en que fue ratificado.

Dinamarca e Irlanda, dos países considerados pequeños dentro del bloque, son vistas por los analistas como naciones "euro-escépticas", pero en términos jurídicos dentro de la UE, cada país es un voto y tiene igual peso.

Por ello la sorpresa mayúscula fue el "no" en 2005 de Francia y de Holanda -países fundadores de la UE en 1957- a la llamada Constitución Europea, que fue el paso político más osado del grupo y un avance en materia de integración política porque buscaba una "supranacionalidad" en decisiones de política exterior y asuntos internos, que no todos estuvieron dispuestos a aceptar.

Unanimidad por regla

Cuando se trata de asuntos fundamentales como los tratados institucionales, las decisiones de la UE deben ser aprobadas por todos los Estados miembros; por unanimidad. Es decir, que a diferencia de decisiones políticas internas nacionales, las reglas de la mayoría simple, absoluta o cualificada, no se aplican.

El rechazo franco-holandés a la Constitución, obligó a una nueva revisión y otro tratado; el de Lisboa, que es en realidad un texto simplificado que remplazó a la Constitución. Y ahora Irlanda, único país entre los 27 que constitucionalmente debía ratificar por referendo ese texto, le ha dicho "no". Muy pocos de los que votaron se han leído el Tratado de Lisboa. No importa. Irlanda se ha creído que el espectacular crecimiento económico desde que ingresó en la UE ha sido únicamente por sus exclusivos méritos.

"La solución es acelerar el proceso de ratificaciones y cuando los 26 países lo hayan hecho, preguntarle a Irlanda: ¿Qué quiere hacer?", le dijo a BBC Mundo, Alejo Vidal Cuadras, actual vicepresidente del Parlamento Europeo.

Hasta ahora 15 países lo han aprobado y el plazo se vence el primero de enero de 2009, aunque igual que ha ocurrido con otras decisiones de la UE en el pasado, puede extenderse por decisión de su máxima instancia, el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno. Nadie esperaba el nuevo frenazo y la UE no tenía un "plan B" para enfrentar esta nueva crisis porque la premisa es que el Tratado de Lisboa no será revisado. En Londres, el no irlandés ha inyectado nuevos bríos a los euroescépticos que buscan también una consulta popular sobre el Tratado de Lisboa o simplemente su achatarramiento.

Tres rechazos en tres años por consulta popular a su desarrollo, son un aviso serio y una imagen negativa para la UE. "Lisboa era una posibilidad política para recuperar un mínimo de nuestra reputación, pero el gobierno irlandés y su clase dirigente y académica, mostró un gran nivel de incompetencia para sacar adelante este proceso. No entendieron lo que se jugaba", anotó Alejo Vidal Cuadras.

Pero siempre hay una solución, ¿por qué no "invitar" a los euroescépticos (pueden llamarles disidentes, si quieren), comenzando por el Reino Unido e Irlanda (aunque la lista puede ampliarse) a que se retiren del bloque? O sea, decir NO a los que dicen NO. Decir NO a la Europa de los mercaderes. Algo para comenzar…

En mi anterior Paper – United Kingdom: "come back home" (Europe: "go to hell") ¿Última traición de la City a Bruselas? (algunos comentarios sobre la permanente deslealtad y la reiterativa insolidaridad de los "mercaderes" británicos con la Unión Europea), publicado el 14/1/12, decía:

Un referéndum para retirarse de la Unión Europea (¿la hora de la verdad?)

"Interpretación" de las noticias… (el Reino Unido, ¿a favor de la separación?)

Un problema incómodo para Cameron (el dilema de David)

Cuando le eligieron líder del Partido Conservador, prometió a los suyos "recuperar los poderes que habían sido transferidos a Bruselas". Cuando formó un gobierno de coalición con los Liberal Demócratas acordó "examinar el balance de las actuales competencias de la UE". Ahora, David Cameron no puede cumplir ninguna de las dos promesas.

El asunto europeo siempre ha sido un hueso atragantado para los "tories", un tema molesto y en el que sus líderes, sólo cuando no les quedaba más remedio, dejaban su firma en aquellos tratados a los que siempre miraron con especial atención la letra pequeña. John Major lo hizo con Maastricht aunque esta señalaba recientemente (octubre 2011) que todas las condiciones y guías que se habían establecido de forma sabia se ignoraron luego cuando se presentó el euro en 1999.

El Reino Unido siempre ha visto grietas en la construcción de la moneda única y jamás ha mostrado su deseo por unirse a ella. Ya lo había dejado claro Margaret Thatcher en los 80. Sus biógrafos explican que al haber negociado el Acta Única Europea en 1985 parecía como si en algún momento a partir de entonces se hubiera dado cuenta de lo que aquello significaba. Nunca se reconcilió con lo que había firmado y, por consiguiente, nunca modificó la furia con la que defendía lo que escogió para describir como verdades eternas británicas, que ningún europeo tendría la posibilidad de violar: en particular la soberanía parlamentaria y la libra esterlina.

Claro que por aquel entonces había otras prioridades. Ahora no es el caso. La cuestión europea ha acampado en el número 10 de Downing Street, de igual manera que los indignados lo han hecho a las puertas de la Catedral de San Paul, y Cameron se cruza con ella cada vez que entra o sale de casa. Es un "ocupa" desagradable que le recuerda cada día que tiene un problema. Lo que ocurre es que el "premier" está atado de pies y manos y no sabe ni cómo ni cuándo puede afrontarlo.

A sus filas les ha prometido una "reforma fundamental", pero no ha explicado lo que eso significa, cómo va a hacerlo y sobre todo cuándo va a dar el paso. Y el tiempo apremia porque los "rebeldes" ya se están preparando para otra batalla.

La primera la ganaron el 25 de octubre (2011): 81 diputados conservadores desafiaron las órdenes del "premier" y votaron a favor de que se llevara a cabo un referéndum para preguntar a los británicos si querían permanecer en la UE, si querían retirarse o si querían valorar las condiciones de la permanencia. La moción no salió adelante por los votos en contra de los Laboristas y Liberal Demócratas, pero los insurgentes protagonizaron la mayor rebelión conservadora en Westminster desde 1986 y la más importante en la historia contra un "premier" en materia europea.

Significativo además es el hecho de que más de la mitad de los insurgentes había entrado en el Parlamento en las elecciones del año pasado. Si Cameron no hubiera impuesto castigo, mucho más diputados habrían apoyado a sus compañeros, entre otras cosas porque reconocen que es lo que la gente le pide en sus circunscripciones.

Está claro que Cameron tiene razones por las que preocuparse. Además, la guerra no ha hecho nada más que empezar. El grupo de "tories" rebeldes se ha reunido de nuevo para empezar a trabajar en un borrador que quieren presentar en julio del año que viene, para presentar la reforma que su líder promete pero no lleva a cabo. La cuestión de confianza en el líder determina ahora el presente de la formación.

En el pasado, en el Partido Conservador estaban, los pro-europeístas y los euroescépticos. Ahora simplemente la formación se divide entre los que creen en Cameron y los que no.

El panorama es más que nuevo para el de Eton. El "premier" es un hombre de éxito acostumbrado a conseguir todo y de forma rápida. El hecho ahora de que su liderazgo haya quedado en entredicho y que Sarkozy le mande callar en los debates que analizan el euro le sobrepasa. Nunca antes se había encontrado un escenario tan hostil. Siempre había sido todo lo contrario. Entró en los Comunes en 2001, cuatro años después se convirtió en el líder del partido y en 2010 ya tenía en su poder las llaves de Downing Street. Es normal que tenga fama de arrogante.

De hecho en los mentideros se dice que Cameron se rodea sólo de los llamados "Cameronistas", igual que Blair sólo se rodeaba de los "Blaristas". Aunque existe una gran diferencia. El que fuera líder laborista gozaba de gran popularidad y la victoria de 1997 la ratificó luego otras dos veces más con mayoría absoluta. Blair podía ignorar a su partido. Cameron no. El "tory" no puede olvidar que su mudanza al número 10 vino de la mano de los Liberal Demócratas, el partido más europeísta de Reino Unido. Nick Clegg no sólo quiere permanecer en Europa, quiere liderarla.

La solución para solventar sus diferencias podría pasar por romper la coalición y convocar elecciones generales anticipadas. Pero a ninguno de los dos les parece una opción atractiva. Los sondeos le dan a Clegg tan sólo el 10 por ciento de los votos y Cameron acaba de poner en marcha los recortes más draconianos desde la II Guerra Mundial para sacar al país de la crisis. Y he aquí la paradoja de la vida, el "premier" más euroescéptico que ha tenido Reino Unido está más atado que ningún otro con sus vínculos a Bruselas…

Opinión personal (todo lo que quepa en un simple blog)

¿Se animará Cameron a "divorciarse" de la Unión Europea? ¿Tendrá el coraje democrático de dar la voz al pueblo? ¿Lo dejará la City? ¿Llegará la hora de la verdad?

Las "ganas" vienen de lejos… Margaret Thatcher, John Major (y como ellos, casi todos los Conservadores) y muchos Laboristas -todo hay que decirlo- (aunque con la boca pequeña) amagaron (chantajearon) pero nunca rompieron la baraja (patearon el tablero).

Hubo, hay (aunque ahora parezca menos) y habrá (si la Unión no salta por los aires) mucho en juego. Los intereses creados. La Unión Europea (aún con respiración asistida) sigue siendo el patio trasero del negocio bancario del Reino Unido. Business are business. ¿Cómo afectaría a la City que el Reino Unido se retirara de la Unión Europea?

El dilema de Cameron: ¿pragmatismo o euroescepticismo? That is the question…

La historia demuestra que los "valores" del Reino Unido siempre han estado "en línea con el mercado". El "lenguaje de los hechos" confirma que el camino británico al Cielo pasa por la City. Sin negocio bancario no hay paraíso (lo demás, es puro cuento).

En su relación con la Unión Europea podrán pasar de la sempiterna traición (antieuropeísmo), al sempiterno debate (eurofobia), pero continuarán viviendo bajo el mismo techo (matrimonio de conveniencia). Otra cosa son… las infidelidades.

En el capítulo del adulterio cumple un papel fundamental su vínculo con los Estados Unidos. La razón (monetaria) de todos sus desvelos, ensoñaciones y fantasías. El "caballero blanco" que le permite "alimentar" las nostalgias victorianas. Sueño efímero.

Estados Unidos mantiene una "relación especial" con el Reino Unido, siempre y cuando acepte ser el submarino (al servicio de Wall Street) metido en la Unión Europea. ¿Amigos para siempre? Si no hay negocios con el euro-dólar, "bye bye" melancólicos "primeros" victorianos. The United Kingdom "risky business". Un triste despertar.

Por eso el ardoroso antieuropeísmo de Cameron se ha suavizado al llegar al Gobierno. Cuando tuvo que "pasar de las musas al teatro", se acabaron para él "todas las farras", y los "amos del dinero" comenzaron a "marcar su agenda": "Una cosa es no estar en la zona euro y otra muy distinta es salirnos de la Unión Europea. Que ya no estás en campaña, David. En la permanencia, nos va el negocio, David. Repite con nosotros"…

"Por favor David no hagas como Bush padre cuando dijo: "lean mis labios"… ("Déjenme decir esto: mientras yo sea primer ministro nunca nos uniremos al euro. Y tampoco dejaré que se nos absorba en los interminables rescates de países que están en el euro"), que al "euroescepticismo" lo carga el diablo y la City necesita de Europa para mantener sus bonus, stock options, paracaídas de oro y pensiones de privilegio. Cuidadin… que el 10 de Downing Street, no es Eton, Oxford, el Octagon Club, o el Bullingdon Club… Please David William Donald, un poco de moderación y sensatez"…

Otra fantasía trasnochada podría ser la resurrección de la Commonwealth of Nations

La Mancomunidad de Naciones, en el pasado Mancomunidad Británica de Naciones (en inglés, Commonwealth of Nations, antiguamente British Commonwealth of Nations) es una organización compuesta por 54 países independientes y semi-independientes que, con la excepción de Mozambique y Ruanda, comparten lazos históricos con el Reino Unido. Su principal objetivo es la cooperación internacional en el ámbito político y económico, y desde 1950 su membrecía no implica sumisión alguna hacia la corona británica. Con el ingreso de Mozambique la organización ha favorecido el término Mancomunidad de Naciones (en inglés, Commonwealth of Nations) para subrayar su carácter internacionalista. Sin embargo, el adjetivo británico se sigue utilizando con frecuencia para diferenciarla de otras mancomunidades existentes a nivel internacional. La reina Isabel II del Reino Unido es la cabeza de la organización, según los principios de la Mancomunidad, "símbolo de la libre asociación de sus miembros".

edu.red

Mapa de la Mancomunidad de Naciones. Los países miembros aparecen resaltados en azul.

Lista de países miembros (organizados por continente)

África: Botswana – Camerún -Gambia – Ghana – Kenia – Lesotho – Malawi – Mauricio – Mozambique – Namibia – Nigeria – Seychelles – Sierra Leona – Suazilandia – Sudáfrica – Tanzania – Uganda – Zambia

América: Antigua y Barbuda – Bahamas – Barbados – Belice – Canadá – Dominica – Granada – Guyana – Jamaica – Santa Lucía – Trinidad y Tobago – San Cristóbal y Nieves – San Vicente y las Granadinas

Asia: Bangladesh – Brunei – India – Malasia – Maldivas – Pakistán – Singapur – Sri Lanka

Europa: Chipre – Malta – Reino Unido

Oceanía: Australia – Fiyi – Kiribati – Nauru – Nueva Zelanda – Papúa Nueva Guinea – Islas Salomón – Samoa – Tonga – Tuvalu – Vanuatu

Me he tomado la licencia de subrayar los países más importantes (o "emergentes") de esta "heterogénea" comunidad (por decirlo suave). Por mal que esté la Unión Europea actualmente (que lo está, sin lugar a dudas), no hay alternativa "razonable" de sustitución de mercado. Desde luego que la Commonwealth of Nations es la "sede" (por decirlo suave) de muchos de los paraísos fiscales desde donde los principales bancos británicos ofrecen opacos negocios financieros "urbi et orbi". Pero, así y todo…

… Hay que tener estómago, cinismo e hipocresía para sentarse junto a algunos de los "líderes" (mejor llamarlos "déspotas" sanguinarios) asociados a la Mancomunidad. Para ilustrar lo señalado nada mejor que la opinión (en inglés -en el original-, para evitar errores de traducción) de Malcolm Fraser, quien fue tres veces Primer Ministro de Australia (The Commonwealth"s Missed Opportunity – Project Syndicate – 2/11/11).

"Last weekend, representatives of 54 countries, mostly heads of government, attended the bi-annual Commonwealth Meeting. High on the agenda was a report by the Eminent Persons Group (EPG), established to reinvigorate the Commonwealth, strengthen its Secretariat, and transform its approach to human rights. The group included former Australian High Court Justice Michael Kirby, former British Foreign Secretary Malcolm Rifkind, former Malay Prime Minister Tun Abdullah Ahmad Badawi, and Mozamibique"s former first lady (and wife of Nelson Mandela) Graça Machel, among others. The group"s recommendations were unanimous.

But the Commonwealth"s assembled leaders ignored the report"s key recommendation, which concerned the establishment of a Human Rights Commissioner to oversee and report on the actions of member governments. The human-rights performance of Commonwealth countries, both developed and developing, needs improvement in many areas. Unfortunately, some African governments regarded the report as targeting developing countries, though the recommendations would have been just as relevant to certain developed countries that, especially since the terrorist attacks of 2001, have violated basic human-rights protections.

The record of the Commonwealth countries in regard to ethnic minorities can also be substantially improved. In too many countries, minorities, especially indigenous groups, are treated heavy-handedly. Similarly, as refugee flows have altered direction over the last 15 or 20 years, treatment of refugees -enshrined since 1951 in the Convention Relating to the Status of Refugees- needs to be re-examined.

Many Commonwealth countries live on the edge of these particular problems. Some have large refugee camps within their borders. Others receive entire families fleeing persecution and terror in their own countries. More light needs to be shed on this problem.

The standards enshrined in the Universal Declaration of Human Rights need reinvigorating. Openness, transparency, and better knowledge of conditions in particular countries would do much to raise the level of debate – and thus to ensure greater progress. In too many countries, there is an incipient reversion to racism…

Human rights should be a matter on which the Commonwealth stands united, with firmness, resolution, and determination. The Commonwealth should be at the forefront of the continuing struggle to promote accountability for violations whenever and wherever they occur. That opportunity has been lost…

The Commonwealth"s people deserve much better than what their leaders delivered at the Australia summit. If the Commonwealth is to become the vital international body that its national leaders wish it to be, it needs a different temper and more coherent and effective leadership, as envisaged by the Eminent Persons Group"s report. It needs the Human Rights Commissioner. But most of all it needs national leaders who are prepared to act on the basis of conviction and steadfastness of purpose, rather than evading and shirking their responsibilities when divisive issues arise".

Fuera de la Unión Europea hace mucho frío (quid pro quo)

Me encantan los "referéndums" (además están de moda). Creo en la democracia participativa. Es muy importante y provechoso consultar con frecuencia a la ciudadanía. No parece suficiente darle una oportunidad electoral cada cuatro o seis años.

La democracia representativa está sufriendo una transformación. Nadie propone eliminar los órganos representativos como los parlamentos o los gobiernos. Pero en cambio se percibe la necesidad de abrir espacios de participación directa o semi-directa para la ciudadanía. A diferencia de lo que pasaba cuando se creó la democracia moderna, en el siglo XVIII, la gran mayoría de la ciudadanía hoy tiene una formación básica y dispone de tiempo libre para mantenerse mínimamente informada. De hecho la transformación de la democracia participativa ya está teniendo lugar en prácticamente todos los países del mundo, en lo que hablar de participación democrática es siempre considerado un valor positivo.

La democracia participativa es una evolución natural de las democracias representativas de partidos desarrolladas a lo largo del siglo XX. Es un tipo o modelo particular de democracia que propone complementar las estructuras representativas de toma de decisiones con mecanismos de participación directa o semi-directa de la ciudadanía, así como introducir procedimientos, mecanismos u otros elementos que permitan mejorar y hacer más estrecha la relación entre representantes y representados (asegurando una adecuada rendición de cuentas de los primeros a los segundos).

¿Se animarán los políticos ingleses a consultar a sus ciudadanos sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea? ¿Se animarían los políticos europeos a consultar a sus respectivos ciudadanos sobre la permanencia de sus países en la Unión Europa? ¿Se animarían los políticos europeos a consultar a sus respectivos ciudadanos sobre la expulsión de algún país miembro, por desinterés, incumplimiento, insolidaridad, o deslealtad? Cualquier país puede abandonar la Unión Europea -y, por supuesto, la eurozona- si la carga de sus obligaciones se vuelve demasiado onerosa.

Lo que no es democracia representativa y tampoco democracia participativa es el permanente "chantaje", "nadar y guardar la ropa", "estar en misa y repicando", "soplar y sorber a la vez", "estar a las maduras y no a las duras"… (podría seguir poniendo frases populares). Esto es lo que ha hecho (y hace) permanentemente el Reino Unido con la Unión Europea.

Si el referéndum sirve para terminar con este chantaje e indignidad, bienvenido sea. Habrá llegado la hora de la verdad para Gran Bretaña. Please… ¿dónde hay que votar?…

La cosa viene de lejos (el ardiente y pasional antieuropeísmo)

Opinión personal (todo lo que quepa en un simple blog)

En 1973 ingresa el Reino Unido ingresa a la Comunidad Económica Europea (CEE).

A partir de 1975 queda institucionalizado el denominado Consejo Europeo, reunión periódica de los Jefes de Estado y de Gobierno, donde se toman las grandes decisiones estratégicas de la Comunidad.

En 1984 Margaret Thatcher negocia un descuento en la contribución del Reino Unido al presupuesto de la Unión Europea, como mecanismo de compensación por el hecho de que la mayor parte del presupuesto de la UE se destina a financiar la Política Agrícola Común (PAC), de la que el Reino Unido se beneficia muy poco debido a que su sector agrícola es muy pequeño (en términos de porcentaje sobre el PIB). El "cheque verde".

El descuento se calcula aproximadamente como 2/3 del déficit fiscal del Reino Unido con la Unión Europea (UE), es decir 2/3 de la diferencia positiva entre las aportaciones del Reino Unido al presupuesto de la Unión más el que ésta le devuelve en forma de prestaciones y transferencias.

En 1985, los tres países del Benelux, Francia y Alemania firmaron el denominado Acuerdo de Schengen, al que posteriormente se han ido adhiriendo la mayoría de los países comunitarios. Se iniciaba así una ambiciosa iniciativa para garantizar la libre circulación de las personas y la gradual supresión de fronteras entre los estados comunitarios. En Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido, no incluidos en el "espacio Schengen", se aplicarían regímenes especiales de cooperación.

En 1985 son detectados en Gran Bretaña los primeros casos de una enfermedad desconocida entre los animales. Recién a fines de 1986 se la identifica como un raro tipo de encefalopatía espongiforme bovina.

(Recién en 1996 Gran Bretaña admite la posibilidad cierta de que los casos de decesos de personas por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob tengan origen en el consumo de carnes de animales enfermos del mal que se conoce como de la vaca loca.)

Al celebrarse el Tratado de Maastricht, en 1992, el Reino Unido obtuvo una cláusula de exención, denominada "opt-out", que significa que el Reino Unido no está obligado a entrar en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM) e implantar, por lo tanto, el euro.

Con el protocolo social anexo al Tratado, las competencias comunitarias se amplían al ámbito social. El Reino Unido no participa en este Protocolo.

(El Acuerdo Social fue firmado en diciembre de 1991 por once Estados miembros, ya que el Reino Unido no deseó adherirse al mismo. En dicho Acuerdo se precisan, por una parte, los objetivos de la política social en el camino trazado por la Carta Social de 1989: fomento del empleo, mejora de las condiciones de vida y de trabajo, lucha contra la exclusión, desarrollo de los recursos humanos, etc.)

La exigencia de Margaret Thatcher "I want my money back", es decir, "Que me devuelvan mi dinero", que tantos quebraderos de cabeza trajo a los líderes europeos en 1984, sigue siendo un motivo de controversia cada vez que los europarlamentarios se reúnen para debatir sobre los presupuestos de la Unión Europea.

Mientras tanto, los ingleses siguen presumiendo de eurofobia y sintiendo nulo interés por el debate europeo y por las medidas de convergencia económica que adoptaron mayoritariamente los Estados miembros. Un doble juego que no les impide mantener su peso preponderante en las grandes decisiones…

Nubes de humo (insert coin)

Todo vale para intentar retardar la "cuesta abajo" ("la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser"): fingir ser miembros de la Unión Europea (sacando todas las ventajas posibles al mínimo costo y compromiso); actuar como agentes encubiertos de los Estados Unidos en Europa (para lastrar su progreso u orientarlo en beneficio de la alianza atlántica); liberalizar, desregular, privatizar y privilegiar al sector financiero (transformando el Reino Unido en un paraíso fiscal -zona offshore- en la sombra); conceder la residencia a supermillonarios extranjeros (200.000 multimillonarios evasores, muchas veces con fortunas de dudoso origen, dictadores, mafiosos, personajes de la farándula…), cuyos ingresos originados en el extranjero no pagan impuestos en Inglaterra; transformarse en la meca de los juegos de azar (por Internet), legalizando las casas de apuestas online (existían 1,2 millones de jugadores activos por la Red que movían más de 24.000 millones de euros, según datos de marzo de 2008)…

La lista de patrañas, traiciones, falacias, hipocresías, simulaciones, corrupciones, concupiscencias, y connivencias, podría continuar: la "tercera vía" de Blair (¿alguien se acuerda?) las "armas de destrucción masiva" de Irak (¿alguien las encontró?); la batalla de la triple A (aliarse con EEUU, en perjuicio de otros países europeos para mantener -de cualquier manera- la máxima calificación de su deuda pública -podría haber escrito "soberana", pero sería un eufemismo) Brown (el primer ministro hereditario);… y así hasta llegar a hoy, al ciclo Cameron (¿la era del referéndum?).

Una lucha desesperada por evitar que el (obsoleto) transatlántico británico, a la deriva, se hunda, definitivamente, en las profundidades abisales del Mar del Norte.

Incoherencia lógica (referéndum para retirarse de la Unión Europea)

¿Serán los ingleses capaces de votar su propia ruina y la de sus hijos?

No será mejor (para ellos, al menos) seguir "mamando" de la teta europea (aunque se esté quedando seca, de momento) mientras puedan (y los ilusos socios continentales les dejen la mejor "tetada"). Que por intentarlo, no sea…

… Y si de intentar se trata, por qué no continuar actuando como buque de asalto anfibio de las fuerzas financieras de los Estados Unidos en las costas europeas. Como en Normandía… ¡Qué épocas!… ¡Qué gloria!… Aunque ahora habría que llamarlo Día "B" (de bancos), de la operación Wall Street. El éxito del desembarco ha permitido (y permitiría) mantener con vida (y singular éxito) al distrito financiero de Londres (que es de lo que se trata). Lo demás… es puro cuento.

¿Llegará a ser cierto que las economías anglosajonas se las arreglan solas?

Alma, corazón y vida: ¿y por casa cómo andamos? (economía y sociedad)

Opinión personal (todo lo que quepa en un simple blog)

Recordemos el cuento. "Un rey convoca a todos los mejores sastres de su reino para hacerle un traje especial con motivo de su coronación. De entre todos los sastres un tipo vivo con mucha labia y una arrolladora personalidad convence al rey y a sus dignatarios para que se lo encargue. El traje que él diseñaría, dice, iba a ser tan especial que sería verdaderamente mágico. Pero con una advertencia importante: este traje no podrá ser visto por los necios, solamente las personas inteligentes serán capaces de apreciarlo.

En el día señalado para la prueba, el rey contempla la mirada imperturbable y sonriente de sus ministros, ninguno de los cuales quiere parecer necio aunque, por supuesto, nadie ve ningún traje. El rey se pregunta ¿seré yo un necio? -y como tampoco quiere parecerlo premia y felicita al sastre por la maravilla del traje invisible.

Llega el día de la gran fiesta y el rey aparece en público, desnudo. Nadie quiere ser necio y todos le aplauden hasta que destaca la voz de un niño que grita ¡pero si el rey va desnudo!

El rey pierde la compostura e intenta taparse. A partir de aquí todos se dan cuenta de la superchería"…

El "caganer" David Cameron (*) (¡Con esta gente es imposible!)

(*) Un caganer es una figura de una persona defecando que se suele colocar en los belenes, como tradición en Cataluña y en la Comunidad Valenciana (España). Se cree que el origen de esta tradición se sitúa en el siglo XVIII. Tradicionalmente, el caganer era un campesino ataviado con la indumentaria tradicional catalana (faja y barretina). Más modernamente se han realizado todo tipo de versiones del caganer, utilizando a menudo la imagen de personajes populares como políticos o deportistas. Generalmente, esta figura se sitúa en un rincón apartado del belén, intentando que no quede en un lugar destacado. Aunque no se conoce con exactitud cuál es la razón para colocar una figura defecando, se cree que el caganer con sus heces fertiliza la Tierra, por lo que se le considera un símbolo de prosperidad y buena suerte para el año siguiente. La tradición del caganer está aceptada plenamente por la Iglesia. Colocar esta figura en el Belén, traía suerte y alegría; no hacerlo comportaba desventura.

¿Traerá suerte el "caganer" David, y el Reino Unido podrá reemplazar el "paraguas" de la Unión Europea por la "sombra" de los bancos de la City? Hoy por hoy, el sistema bancario en la sombra parece ganarle la partida a la desvaída y desunida Europa… A medida que el buque europeo se encamina hacia las rocas, a los oficiales al mando les están tirando por la borda… Y el euro ha contribuido a crear y mantener la crisis…

Aunque la ruptura del euro sería muy difícil y peligrosa. Las fugas de capitales y los impagos de las deudas en los países que salieran del euro, podrían provocar el hundimiento de muchos bancos y un caos a nivel político y económico… ¿Podrían evitar los bancos británicos, en su caso, que el tsunami les llegue desde la "otra" orilla del Canal de la Mancha? ¿Qué ocurriría si los bancos en la "sombra" de la City llegaran a necesitar del "paraguas" (abandonado por Cameron) de la Unión Europea, aunque más no sea, para intentar mantenerse en pie?… Podría darse el caso que los "avatares" (UE) aplastaran a los "zombis" (RU)… Entonces, ¿alcanzará con la suerte del "caganer"? ¿la fertilidad marginal de la City compensará las pérdidas directas causadas por el abandono de la mutualización europea? ¿mejorará la vida de los ingleses salir de la UE?

En el Titanic europeo quedan pocos botes (aunque la orquesta de Merkozy sigue tocando), ¿podrá el "caganer" Cameron salvar a la City del naufragio? ¿y a su pueblo?…

Regreso al hogar, del "periférico" desubicado (WASP Market) – ¿Abandonará Cameron/City el Titanic de Merkozy a bordo del "helicóptero" de Obama/Fed?

Opinión personal (todo lo que quepa en un simple blog)

El "Santo Grial" de David Cameron ("por mis frutos me conoceréis"…)

Tyranosaurus rex – Coaching dialógico e Inteligencia emocional – Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver tu enemigo – Aurea mediocritas

Etimología para "víctimas" de Twitter (o "analfabetizados" por SMS)

La palabra "grial" etimológicamente viene del latín tardío "gradalis" o "gratalis", que deriva del latín clásico "crater", vaso. En los libros de caballería de la Edad Media se entiende que es el recipiente o copa en que Jesús consagró su sangre en la última cena y que después utilizó José de Arimatea para recoger la sangre y el agua que se derramó al lavar el cuerpo de Jesús. Años después, según esos libros, José se lo llevó consigo a las islas británicas y fundó una comunidad de custodios de la reliquia, que más tarde quedaría vinculada a los Templarios.

El Tyranosaurus medía unos 13 metros de largo y 5 de alto hasta la cintura, pesando entre 6 y 8 toneladas. Tenía un cráneo desproporcionadamente macizo, balanceado por su pesada cola y miembros anteriores pequeños. No está claro si era carroñero o predador nato, pero inclinándonos hacia la segunda hipótesis podemos calificarlo como el más grande predador terrestre de su era. Tenía un grueso y musculoso cuello, y la morfología de su cráneo le garantizaba una visión periférica excelente, lo cual habría sido una buena herramienta para identificar persas. Su mandíbula era capaz de arrancar y desgarrar trozos importantes de la piel de cualquier oponente, y sus dientes de diversas formas contribuirían a ello.

Los procesos dialógicos son, básicamente, diálogos de entre 45 y 90 minutos orientados a conseguir objetivos o solucionar problemas personales, profesionales o empresariales. Son estos procesos dialógicos los encargados de sacar a la luz nuevas formas de hacer y ser para conseguir los objetivos más eficiente y eficazmente.

La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y el conocimiento para manejarlos. Es sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y ajenos.

Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver tu enemigo es un proverbio de origen chino, el cual también podemos encontrar en la forma Siéntate pacientemente junto al río y verás pasar el cadáver de tu enemigo flotando. Este proverbio llama a la paciencia frente a la adversidad como forma de solucionar los problemas o querellas con otras personas.

Aurea mediocritas o Dorado término medio, especialmente dentro de la filosofía de Horacio alude al intento de alcanzar un deseado punto medio entre los extremos o un estado ideal en el que no afecten el exceso y la virtud, sino la justa medida de ambos. Está relacionado con el hedonismo epicureista basado en conformarse con lo que se tiene y no dejarse llevar por las emociones desproporcionadas. Aparece como tema poético por primera vez en Horacio, en Odas II 10. Es el equilibrio clásico, y también se formula como: "in medio stat virtus, quando extrema sunt vitiosa" (la virtud está en el medio cuando los extremos son viciosos).

El annus horribilis de la Unión Europea

(Annus horribilis es una frase latina que significa "año horrible", o, alternativamente, "el año de horrores". Alude a annus mirabilis que significa "año de las maravillas")

El "riesgo moral" y el "bazooka" del BCE (el avance de la insignificancia)

Por primera vez, la confianza de los inversionistas en el proceso europeo en general parece estar colapsando y, a medida que crece la amenaza de una cesación de pagos de deuda soberana, los riesgos de una nueva ronda de contagio financiero aumentan de manera abrupta.

Así pues, y visto que casi nadie espera que los países en problemas desmonten de golpe sus respectivos estados de bienestar y pongan en marcha las reformas precisas -no realizadas en los años previos- para recuperar la confianza de los mercados, el consenso entre la mayoría de analistas, políticos y bancos es que tan sólo queda una opción para evitar la ruptura de la zona euro (quiebra y salida desordenada de países miembros): que el BCE ejerza de prestamista de última instancia y comience a monetizar de forma masiva bonos periféricos.

Para contener la putrefacción, una idea popular es que el BCE debería comprometerse a apuntar a un nivel de rendimiento específico para los bonos italianos, realizando compras ilimitadas de ser necesario, de la misma manera que el Banco Nacional Suizo, o BNS, ha prometido una intervención ilimitada para evitar que el franco suizo se aprecie.

Un gran "bazooka". "Un arma financiera que Europa ha creado para proteger a sus economías de los inversores escépticos que están apostando en contra de ellos". Para salir de la crisis, según Soros, Europa necesita un gran "bazooka" suficiente para convencer a los mercados de que una apuesta contra Fráncfort (donde está la sede del BCE) sea inútil y costosa" (El plan de Soros para salvar el euro -Expansión – 12/11/11)

La experiencia del BNS demuestra que las promesas del banco central de una intervención ilimitada pueden funcionar para estabilizar los mercados, y el costo puede no ser tan alto como se temía. Pero pasar de la teoría a la práctica parece ser enormemente complicado.

De entre todas las opiniones vertidas al respecto, destacan dos: la del primer ministro británico, David Cameron, y la del banco germano Deutsche Bank.

Tras conocerse que Francia y Alemania llevan meses estudiando la posibilidad de crear una zona euro más reducida, lo cual implicaría la salida de algunos de sus actuales estados miembros (los ya rescatados más España e Italia), Cameron señaló el 10/11 ante un grupo de líderes empresariales en Londres que Reino Unido se está preparando para "cualquier eventualidad", incluyendo la ruptura de la moneda única. "Italia es el tercer país más grande de la zona euro. Su estado actual es un peligro claro y presente para la zona euro y el momento de la verdad se acerca. Si los líderes de la eurozona quieren salvar su moneda tienen que actuar ahora, porque cuanto más se tarde mayor será el peligro".

En concreto, Cameron avanzó que la única opción para salvar la situación es una actuación por parte del BCE, convirtiéndose en prestamista de última instancia, algo que apoya París, pero que sigue rechazando frontalmente Berlín, al menos por el momento.

Por otro lado, grandes bancos como Barclays, Goldman Sachs o la patronal bancaria española al completo insisten en la necesidad de que el BCE compre deuda de forma masiva, y así evitar la ruptura de la Unión. Esta opinión es generalizada en el sector financiero, pero llama la atención que hasta el propio Deutsche Bank, una de las entidades más influyentes de Alemania, contemple ya esta salida. En un reciente informe, abre la puerta a que el BCE opte por la monetización masiva de deuda, dada la insuficiente capacidad del actual Fondo y la escasa credibilidad que ha cosechado la intención de reforzarlo mediante su apalancamiento.

Además, indica que el BCE podría eludir la prohibición explícita de comprar bonos, establecida en los tratados fundacionales de la UE, si, como sucede hasta ahora, sigue adquiriendo deuda en los mercados secundarios (sin comprarla directamente a los gobiernos), sólo que multiplicando el volumen de compras. En este sentido, apunta a la posibilidad de adquirir unos 200.000 millones de euros de bonos italianos que, sumados a los 250.000 millones del EFSF, servirían para mantener en pie al país durante los próximos 12 ó 18 meses. El riesgo de inflación es, hoy por hoy, irrelevante, dada la contracción crediticia que se avecina, indica: "La inflación no es el problema número uno de Europa en estos momentos. La presión deflacionaria debería ser la principal preocupación".

Por ello, el banco concluye que, dada la crítica situación existente, el Consejo Europeo otorgará al BCE un nuevo mandato próximamente (noviembre 2011) para que intensifique sus intervenciones en los mercados de deuda. Éste es, precisamente, el intenso rumor que recorre los mercados europeos últimamente, desde el momento en el que la deuda italiana sobrepasó el punto de no retorno.

El comentario más extendido entre los operadores es que en cualquier momento se puede producir una reunión extraordinaria del BCE, en la que anunciarían la adopción de medidas extraordinarias. En concreto, se habla de la posibilidad de que la entidad compre de forma ilimitada bonos italianos tras la formación del nuevo Gobierno en Roma, barajándose incluso cifras de hasta 1 billón de euros. Los consejeros del BCE preguntados sobre esta cuestión no han hecho declaraciones al respecto, asegurando que "ni hoy ni mañana" se producirá tal reunión (sic).

Pero Deutsche no es el único que piensa en esta opción. JPMorgan también lo tiene claro. De hecho, el analista de la entidad Michael Cembalest advierte de que el proceso ya ha comenzado, aunque no de forma tan explícita.

"Hasta la fecha (12/11/11), eso es lo que el BCE ha hecho: de los 1,1 billones de euros extendidos a los bancos europeos y gobiernos (líneas de liquidez y compra de bonos) 970.000 millones han sido proporcionados por el BCE". A ello se suma, además, las recientes renuncias de Axel Weber y Jürgen Stark en el seno de la institución, los halcones alemanes favorables al mantenimiento de la ortodoxia monetaria, y la llegada de Mario Draghi como presidente del BCE, que ha terminado de abrir de par en par esta opción. Así pues, tan sólo cabe esperar una respuesta aún más firme del BCE en este ámbito, según la entidad: la monetización masiva de deuda periférica.

Y es que, en caso contrario, de momento la zona euro se enfrenta a la ruptura: quiebras y salida del euro. Aunque dicha propuesta haya sido estudiada por Francia y Alemania, la reacción ha sido inmediata: Berlín y París niegan esta posibilidad, al tiempo que todas las autoridades de la UE rechazan la opción.

Hoy por hoy (12/11/11)

Existen varias opciones abiertas, según Juan Ramón Rallo: "(…) puesta en marcha inmediata del Fondo Europeo de Rescate con participación muy intensa del FMI (…) aprobación de los eurobonos (…) monetización masiva de deuda por parte del Banco Central Europeo (…) ruptura del euro en dos monedas: un euro fuerte -en el que estarían Alemania, Holanda, Finlandia, Austria, Luxemburgo -y tal vez Francia- y un euro débil que incluyera a todos los periféricos -y tal vez Francia- que se devaluará entre un 30% o 40% con respecto al euro fuerte (…) suspensión de pagos desordenada de países y regreso a las divisas nacionales con sus correspondientes devaluaciones (…) Las salidas no son incompatibles y creo, de hecho, que terminaremos pasando por todas ellas", señala.

La ultima y peligrosa noticia-rumor es la posibilidad de crear una mini-zona euro entre Francia, Alemania y Holanda, que puede parecer una idea muy brillante a los intervencionistas hasta que se den cuenta de que el 68% de sus exportaciones se venden a sus socios europeos y que sus empresas tienen € 1.1 billones de riesgo a refinanciar en los próximos dos años.

¿El annus mirabilis del Reino Unido?

Mientras la Unión Europea se "deshace" en sus dilemas: Prestatarios vs Prestamistas – Austeridad vs Crecimiento – Disciplina vs Solidaridad – Europa vs las Naciones…

… Cameron lo "tiene fácil" (ante tanta insignificancia), pudiendo optar por desempeñar diversos personajes:

El del "Tyranosaurus rex", lanzándose sobre la presa "paralizada" (UE) para depredarla hasta el exterminio. Intentando recuperar el autismo insular y cierta gloria victoriana.

El del "Coaching dialógico" aplicando la "inteligencia emocional", para mejorar la posición relativa del Reino Unido ante una Europa de las Naciones, con una revalidación de la Alianza Atlántica (EEUU).

Sentarse a la puerta de su casa (Downing Street 10) y ver pasar el cadáver su enemigo (la Unión Europea), para gozo de Conservadores y Laboristas… and God Save the Queen.

Adoptar el "Aurea mediocritas o Dorado término medio", actuando con prudencia, generosidad, paciencia, conformándose con lo que se tiene y no dejándose llevar por las emociones desproporcionadas…

Pero antes debería preguntarse si el "decoupling" del Reino Unido puede funcionar.

Es posible que Cameron intente reemplazar a Shakespeare por Maquiavelo, pero puede encontrarse ante el riesgo de "representar" a Huxley /Un mundo feliz), para terminar "muriendo de sobredosis" como Amy Jade Winehouse. (Es sólo una metáfora).

A primera vista el gran enfrentamiento en Europa es entre el pagador y el sur europeo en bancarrota. Para los votantes alemanes, el milagro económico del país tras las Segunda Guerra Mundial fue construido a base de una moneda fuerte, prudencia en las finanzas y exportaciones sólidas. Es difícil para los electores alemanes entender que precisamente estas virtudes están en el centro de la crisis actual.

Sin embargo, Alemania tiene todo que perder si no ayuda al sur y la Eurozona se desintegra. Si Grecia, Italia y otros países caen en default, o cesación de pagos, los prestamistas alemanes y franceses serían los mayores perdedores. Si ellos también abandonan el euro, sería un desastre legal y financiero para todos.

Es más, el éxito de las exportaciones alemanas durante la pasada década se ha desarrollado sobre la base de un tipo de cambio débil más competitivo que entró en efecto al compartir la moneda con el sur de Europa. Sin el euro se podría esperar que Alemania, como refugio seguro, experimente un alza en su moneda con consecuencias devastadoras para la industria del país, que se basa en las exportaciones.

Mientras tanto, fuera del euro los países del sur en Europa verían caer en picada sus monedas, lo que conduciría a aumentos en la inflación y en el costo de la vida tan doloroso como las medidas de austeridad contra las que protestan actualmente.

Sin embargo estas crudas realidades no son ampliamente apreciadas en Alemania o en sus vecinos. Porque el verdadero problema es que no hay nadie que pueda tener la credibilidad para hablar por el interés común de Europa.

Desde sus inicios en los años cincuenta, el proyecto europeo ha sido manejado y controlado por un club de gobiernos nacionales. El proceso político ha sido de regateo tras bastidores con la presentación de los temas al electorado como un asunto de intereses nacionales en competencia. Sin embargo tal regateo es peligroso en una crisis financiera.

Cualquier solución debe ser acordada por los 17 gobiernos y ratificada por los 17 parlamentos en un proceso increíblemente lento. Y cuanto más tiempo toma, más se corre el riesgo que las disputas se vuelvan más amargas, y que la pérdida de confianza de los mercados en el euro sea mayor, socavando la frágil economía europea.

Pero tal como están las cosas, el público europeo está muy lejos de entender los temas o de aceptar que una mayor integración económica y política podría ser necesaria para salvar al euro.

Tristemente, este dilema político podría no tener una solución viable inmediata. Por ahora, parece que a lo único que atinan los "líderes accidentales" es a tratar de empujar algo con una cuerda, y siempre, un paso por detrás de los mercados, que son los que realmente "dictan" la atribulada agenda de la Unión Europea…

Regreso al "Preguntero", para plantear algunas cuestiones pendientes de explicación

Mientras el Reino Unido reflexiona si le interesa o le conviene abandonar el modelo económico de la Unión Europea, que por el momento resulta inestable, desequilibrado, descoordinado y, en última instancia, insostenible, quedan preguntas por contestar:

¿El "decoupling" del Reino Unido puede funcionar?

¿Cuándo se queden solos, de dónde vendrán los euro-dólares? ¿Cómo reciclarán?

¿Cuándo se queden solos, trasladarán el "paraíso fiscal" a Singapur, a Hong Kong (bajo el protectorado chino), a Malasia, a Bahamas…?

¿Cuándo se queden solos, le interesará a los Estados Unidos mantener su "chiringuito" financiero (shadow banking) en la City londinense?

¿Qué harán cuando los bancos zombis entren al "jardín de senderos que se bifurcan"?

¿Qué pasará cuándo descubran que han llegado al lugar del que nunca se vuelve?

En tanto van alcanzando las "respuestas", como viejo corresponsal de guerra (económica), me permito sugerir (humildemente): un prudente cuidado con las fantasías conscientes o inconscientes de omnipotencia, y el narcisismo (una reducción idealizada de quiénes son o, más exactamente, quiénes quisiera ser), tan… "british", por otra parte.

Mientras Cameron lee a Jorge Luis Borges, muy anglófilo, para mayor gloria, y reflexiona sobre los "senderos que se bifurcan", al "Preguntero" la actitud del Reino Unido con la Unión Europea, le recuerda la postura de Cataluña con España, (puro chantaje y simulación). Coacción e hipocresía. Un cuento macabeo. Una trola de mercaderes fariseos. Ellos, a lo suyo (y si cuela, cuela)… "The game is the game"…

(Enero 2016) Con el permiso de ustedes…London calling: ¿tiempo de ruptura?

(Aclaratoria: Todo lo escrito a continuación es anterior a la reunión del Consejo Europeo (febrero), donde -supuestamente- se tratará la solicitud del Reino Unido)

Análisis de alternativas (a partir de la mera sensación térmica)

Arrancada de caballo, parada de burro (maquillaje y manipulación del electorado)

David Cameron, luego de una "ardua negociación" (así lo vendería Downing Street, y la prensa cautiva), consigue algunas "concesiones de mínimo", por parte de la Unión Europea, que le permiten salvar la cara (y "venderlas como un gran éxito" para el Reino Unido) y hacer campaña por el SI (permanencia en la UE), ante el electorado británico.

El SÍ a Europa, les permitiría continuar sus "business", y aquí paz y después gloria.

El Consejo Europeo (en un momento de total falta de liderazgo) cede a la presión de UK

Con un crecimiento económico nonato (o de encefalograma plano), un estado de bienestar en "vías de subdesarrollo", con más de un millón de refugiados (in crescendo) vagando por Europa, sin que ningún país se haga cargo del drama o comparta una solución, amenaza del terrorismo islámico, déficit público incontenible, crisis de deuda soberana, desapalancamiento, deflación, el riesgo de una nueva depresión, con España al borde del abismo… (y sigue la lista de problemas): la Unión Europea ("sin honor y sin barcos"), acepta "por consenso" (¡vaya cinismo!), las exigencias del Reino Unido, y todos tan contentos de haberse "humillado" ante el "hecho diferencial británico". Los presidentes y jefes de gobierno de los países miembro se "felicitarían" de haber mantenido la unidad de Europa (¿qué unidad?), darán por "digna" la "bajada de pantalones" y "divertido" haberle "llenado los dedos de caras" a David Cameron".

El SÍ a Europa, sería "absoluto" y Cameron pasaría a la gloria como Maggie Thatcher.

La Unión Europea le dice NO a Cameron (respetar las reglas del club o marcharse)

En una actitud "sorprendente" (justa y necesaria) los miembros del Consejo Europeo se niegan a aceptar las propuestas del Reino Unido. Todos los socios deben respetar las reglas que se han dado, e Inglaterra ya tiene demasiados privilegios (excepciones), como para solicitar nuevas ventajas. Ni win-win, ni opt-out. Solo "in" or "out".

Sería muy probable que en el referéndum (Cameron no se podría negar a convocarlo) triunfe el NO a Europa, agregando nuevos problemas a la Unión Europea (que perdería un socio importante, aunque desleal e insolidario), y generando un periodo de inestabilidad económica en el Reino Unido, que tendría que asumir los costos y costas del "ultimátum" y el "referéndum".

Si el "egoísmo" ha ido demasiado lejos y debemos hacer caso a la "razón", o si por contra la razón se queda corta para entender ciertas cosas muy británicas (individualismo, nostalgia imperial, insularismo militante, deslealtad con Europa…), lo dejo a la interpretación de cada cual. Yo me mantengo "escéptico" (aunque dentro de cierta "lógica" económica): la City (y sus colaboradores necesarios) votarán por continuar en la Unión Europea (le van los "bonus" en ello), pero aún no es posible saber cómo reaccionarán los ciudadanos de a pie (los convidados de piedra, que viajan en bus or underground, que hacen "get drunk" en los pubs suburbanos, que realizan "hooliganismo" en los partidos de la Premier League, o "jump from the balcony" en Baleares -drink, sex & drugs, included).

David Cameron, Boris Johnson, y los "tories" que le "bailan el agua" (tan señoritos, tan satisfechos, tan campantes), no deben olvidar que "las votaciones las carga el diablo". Y después no vale decir: "donde dice digo, digo Diego". O hacer compaña por el SÍ (tarde y mal), cuando se la pasaron diciéndole NO a Europa (con un desparpajo solo concebible en un "país miembro", cuyas supuestas élites han perdido la vergüenza). Entonces ya será tarde para enfriar ese calentón social y evitar el riesgo de estallido de la Unión Europea. Tal vez no sean los únicos culpables de estas tropelías, cierto, pero sí los más importantes. Como si de una comedia se tratara, más bien una tragicomedia, después del terremoto, vendrán a decir que todo lo hicieron por el Reino Unido o porque la Unión Europea no aceptó una "Europa a dos (o más) velocidades". Pura fatuidad, arrogancia, soberbia, desdén, necedad, hipocresía y banalidad.

¿Ustedes qué votarían si fueran ciudadanos británicos? ¿Ustedes qué votarían si fueran ciudadanos de alguno de los otros países miembro de la UE? La pregunta interesante no es si ocurre o por qué, sino cuáles serán los efectos para el Reino Unido y el resto de la economía de la Unión Europea, en los próximos años.

Lo dicho Señores, ustedes mismos… (pero antes de votar, por favor, lean el Anexo)

– Anexo: ¿Se quedará Reino Unido en la Unión Europea? (la opinión de los que saben)

edu.red

De Open Europe

– Safeguarding non-Eurozone states" rights is key to new EU settlement – here"s ho do it (10 September 2015)

(Experts: Raoul Ruparel, Stephen Booth, Vincenzo Scarpetta)

Open Europe has today published a series of proposals for a new safeguard for countries, such as the UK, which are outside the EU"s single currency to protect them from being outvoted by the Eurozone bloc voting as a caucus – an idea which is expected to be a key part of Prime Minister David Cameron"s EU renegotiation ahead of the referendum.

Open Europe"s briefing argues that if three non-euro states vote against a proposal, the EU should aim for consensus. If this cannot be reached within six months, the proposal should either be dropped or only be pursued by a smaller group of member states. Such a mechanism would not only ensure the rights of non-Eurozone states and protect the single market but continue to enable the Eurozone to take the steps it needs to tackle its enduring economic crisis.

Why is a non-euro safeguard so important?

Eurozone countries now have an in-built majority under the EU"s new voting rules, meaning they can override non-Eurozone countries. The risk of caucusing is far from hypothetical. This was driven home this summer when an EU-wide bailout fund was used to provide bridging loans to Greece despite a clear and concrete agreement in 2010 that it would no longer be used for Eurozone bailouts. The current voting rules meant that Eurozone states were able to push through the loan against the wishes of non-Euro states. Furthermore, they did so because it was more politically convenient to row back on this agreement with other EU states than face their own national parliaments and voters. Both precedents highlight the urgent need for stronger non-euro safeguards.

As the Eurozone pushes ahead with deeper integration -which has been given fresh impetus by the so-called Five Presidents Report and high profile members of the French and German governments in recent weeks- there is a greater risk of Eurozone dominance becoming engrained. The UK"s renegotiation is a huge opportunity for the entire EU to develop a more sustainable relationship between the euro-ins and euro-outs.

Furthermore, the idea that all EU states will join the Eurozone in the short to medium term is misplaced. The depth of the crisis has reduced the appetite of those inside and outside the single currency for enlargement of the Eurozone. There will be a significant group of countries outside the Eurozone for at least a decade, if not indefinitely.

What should be done?

1) Joining the Single Currency should no longer be compulsory

The EU is currently established on the principle that all member states, with the exception of the UK and Denmark which have permanent opt-outs, are bound to join the euro. This risks relegating non-euro states to second-class membership. There should be formal recognition that the EU is a "multi-currency union" – this means removing the obligation for all current and future EU states to join the euro.

2) Introduce new voting rights for non-euro states

Open Europe proposes that if three non-euro states object to an EU proposal on the basis that it would undermine the integrity of the Single Market or breach fundamental EU principles such as non-discrimination, proportionality or subsidiarity, national governments should delay the decision-making process and aim for consensus. If consensus cannot be reached within a six-month time period, the proposal should either be dropped or move to "enhanced cooperation", a mechanism already established in the EU Treaties, whereby a smaller group of member states can proceed without the others. Therefore, the new mechanism would not prevent deeper Eurozone integration.

3) A right to appeal against Eurozone proposals that would discriminate against non-members

Where the Eurozone acts without non-euro states, under "enhanced cooperation", the latter should have a "right of appeal". This would be triggered if three non-Eurozone member states registered objections to any legislation set to be adopted under enhanced cooperation if the resulting law would undermine the single market or discriminate against non-participants. Only a simple majority of both Euro and Non-Euro states would be able to reject such an appeal, allowing a check that could work in parallel to any legal challenge in the European Court of Justice (ECJ).

How could this be achieved?

New voting rights for non-euro countries could be agreed without EU treaty change. They could be written into the existing EU voting procedures in the Council of Ministers and via a separate intergovernmental legal agreement. The changes would require unanimity among national governments, but could only be undone by unanimity (i.e. with the UK"s consent).

Formal recognition of the EU as a "multi-currency union" and a new right of appeal for those not taking part in enhanced cooperation would be best achieved by treaty change but could be subject to a political agreement and a separate intergovernmental legal agreement, pending subsequent treaty change.

The recent comments from the French and German governments suggest that a Eurozone reform process, potentially involving profound treaty changes, could be on the agenda as soon as 2017-2020 and would provide an opportunity to incorporate these reforms in the EU treaties. Nevertheless, the ability of the Eurozone to delay should not be underestimated. No matter what happens this safeguard will allow the rights of the UK and other non-euro states to be protected for the foreseeable future.

Open Europe poses ten questions for the EU referendum Remain and Leave campaigns (16 October 2015)

(Experts: Pawel Swidlicki, Raoul Ruparel)

We have now seen the launch of both the "Remain" and "Leave" campaigns (with two in the latter camp) ahead of the EU referendum. There are a number of tough questions that both sides will have to answer, especially if they are to appeal to all-important swing voters in this referendum. So far, there have been too many clichés, dubious statistics and much preaching to the converted. It remains early days in the campaign, but below Open Europe lays out ten questions or issues which each side will have to answer or counter if they are to present a convincing and honest case.

edu.red

"Britain Stronger in Europe" campaign

 Flawed 3 million jobs figure - It was disappointing to see Lord Rose return to this outdated and discredited statistic, although he did at least caveat it slightly phrasing it as 3m jobs "linked to" trade with the EU. Nevertheless, as Open Europe has explained at length, it is based on a simplistic methodology (equating value added to employment) which dates back over twelve years. It also lacks a clear counterfactual, since the implication is that all trade would stop with the EU if the UK left and these jobs would disappear, which is clearly untrue. The "Stronger In" campaign will need to up its game and come up with fresh, credible arguments if it is to succeed and in particular appeal to swing voters in the EU referendum.

Does each UK household benefit to the tune of £3,000 from EU membership? –Another highly dubious figure mentioned several times during the launch of the campaign. It is based on a CBI assessment from 2013 which found that EU membership benefits the UK by between 4% and 5% of GDP (or £ 3k per household). Open Europe deconstructed the figures at the time and found them wanting. Firstly, the estimate is based on a small and selective literature review (5 papers), the most recent of which was published in 2008. The CBI also increase the overall figure from 2% – 3% of GDP to 4% – 5% of GDP without really explaining why. Secondly, there is also no assessment of how life might look for the UK outside the EU. The implication is that outside the EU, UK households would be £3k each worse off. However, what this world looks like (in terms of trade relationship between the UK and EU) is not clear and therefore we cannot tell if it is credible or not. Thirdly, the household figure suggests benefits are equally shared, when of course they are not, they accrue to certain parts of the economy more than others. As such, the overall percent of GDP figure would at least be a more honest way to present the supposed gains.

EU membership makes every Briton £ 450 a year better off due to lower prices –Another figure liberally bandied about by the Remain camp without a clear explanation of how this has been calculated or in fact any source at all. It is also not clear how this figure relates to the supposed £ 3,000 per household benefit figure cited above. The idea that we get "ten times more out of the EU than we put in" is not only undermined by the flaws in the £ 3k figure but also by the fact that it conflates the wider economic benefits with our direct financial contribution, and ignores things like regulatory costs. Overall, the use of flawed figures makes it easier to undermine the positive economic case which the In camp is trying to make.

Will an emotional argument work? - There was a lot of talk of both pragmatism and patriotism at the launch of the campaign, though with some members leaning more towards the former than the latter. Ultimately, as Open Europe has explained here, the Remain camp is in danger of learning the wrong lessons from the Scottish referendum. Pushing the case that the British people should feel a strong emotional connection to the EU institutions seems an almost impossible sell. Our view remains that the best positive case to make is that of reform and changes to the EU in the UK"s national interest.

Tainted by support for Euro membership? - To its credit, the campaign has tried to move away from many of the usual suspects but has not (yet) quite succeeded. Despite a couple of fresh faces, the explicit and public backing of people such as former Prime Minister Tony Blair, Richard Branson and Roland Rudd, all of whom supported the UK"s membership of the Euro, as well as many groups that did the same, makes it hard for the campaign to distance itself from historical support for Euro membership and the misplaced warnings of disaster if the UK did not join. (See Open Europe"s "They said it" report for a rundown of who said what on the Euro).

What will their position on migration be? - There was not a huge amount of discussion at the launch, but different people presented slightly different views. Lord Rose presented an unashamed defence of EU migration saying that he does not believe it has "in any way been detrimental to the UK". However, the campaign"s Director Will Straw took a more nuanced view, noting that people are "legitimately concerned" about migration and that access in terms of trade often comes with requirements in terms of free movement of people - a point Open Europe has made for some time. It remains unclear where the campaign will fall in terms of its official line, but if their hope is to avoid the issue it is unlikely to work. The more nuanced view and the fact that migration challenges won"t evaporate outside the EU would seem a more sensible approach.

How does the EU boost UK influence and security? - This looks to be a key point of the campaign, though beyond asserting it, the actual argument is yet to be made. Given that the UK is one of the two foreign policy powers in the EU and much of foreign policy remains protected by veto, as is military action (or done via NATO), this case is not as simple to make as it may seem. They also seem to be missing a trick. The key point may not be the UK"s influence in the wider world but its influence over and in Europe. This could well be hurt by leaving and the EU"s approach to foreign policy and security could well change without the UK inside. Certainly, it would become more eastward looking and possibly more submissive vis-à-vis Russia. As such, influence over these vital policy areas of your closest neighbours remains an important asset. The case in this area needs to be explained and made clearly, not just asserted.

Those that back EU reform have to be aware they are at risk of undermining it - Many of those on the Stronger In campaign rightly still back EU reform, including Lord Rose and Baroness Brady. However, the fact that they have already declared themselves for In regardless makes it harder for their statements on reform to be seen as credible. As such, they might see some value for businesses waiting to see how the reform programme turns out, though it"s not clear where they stand on this. Furthermore, many of the pro-EU people and organisations affiliated with the Stronger In campaign have spent a long time rubbishing the Government"s reform programme and the Conservatives" approach to Europe (ignoring the substantial degree of cross-party consensus on the substance of reform). Some continue to do so, largely out of habit, and thereby risk undermining their own case and alienating many swing voters. They are of course welcome to pass judgment on the reform process but should avoid prejudging it.

Would the UK really become a magnet for criminals post Brexit? - At the Stronger In launch, Sir Hugh Orde, the former head of the Association of Chief Police Officers, stressed the benefits of remaining part of the EU"s crime and justice laws, including the European Arrest Warrant, by arguing that, in the event of Brexit, "If I was a villain somewhere else in Europe and I"m escaping justice, I am going to be here because it is going to take a lot longer to get me back". Such apocalyptic scenarios are hard to see as credible – the UK has far-reaching security co-operation with non-EU members, without the need for one-size-fits-all rules and a common court. It would be better to acknowledge that the majority of Britons want to cooperate on crime and justice issues but do not want to hand over democratic control to EU institutions and courts in these fields.

How do they see the world outside? - Or, in other words, what is their counterfactual? The implicit tone of the whole campaign is that there will be no "automatic access" outside and therefore no trading agreement between the UK and the EU. As we have pointed out, while there are no guarantees, this seems extreme. But as we have also pointed out, there is no off-the-peg model which works well for the UK outside the EU. Therefore, rather than implying that all the benefits will evaporate if the UK left, they should engage more specifically with how life might look outside (a big issue for the Out camp as we will explain below).

"Vote Leave" and Leave. EU campaigns 

What model do they support for the UK outside the EU? - This is the crucial question for both factions of the Leave camp. As Open Europe explained in detail in our Brexit report, it is very hard to find a model which balances access for trade (particularly in services) and influence over the rules of the market on the one hand, with ultimate control over migration (i.e. not being subject to free movement) on the other. Achieving some, let alone all, of these objectives would involve a significant post-exit negotiation (most likely a more difficult negotiation than the current talks). Leaving is by no means the end of the world, as our report also showed, but the Leave side needs to face up to the challenges and explain how it might overcome them. If it cannot do this then it might have to accept the uncertainty involved in a Leave vote. Furthermore, as we explained, to prosper after Brexit the UK will likely have to take a very liberal and open trade approach and this may well include remaining open to migration. It is not clear that all or even many in the Leave camp are open to such an approach, for example with Labour for Britain and Leave.EU pushing strong opposition to the proposed EU-US free trade agreement (TTIP).

Would leaving significantly boost UK trading opportunities? - That the EU retains an outdated protectionist perspective which limits the UK"s access to global trading opportunities is one of the crucial arguments deployed by the internationalist wing of the Leave campaign. It is certainly true that negotiations with India have stalled and the EU is not even intending to negotiate a full trade agreement with China, but EU membership and the trade agreements the UK is party to via its EU membership currently cover around 59% of the UK"s global trade, and this could rise to 88% if the EU is successful in its current trade negotiations (much of which is accounted for by TTIP). This therefore begs the question of whether it is worth leaving – and potentially obtaining worse terms with the EU (which would remain our largest single trading partner) – in order to tap into this remaining 15%. The 28 trade treaties and preferential trading agreements covering 55 states which the UK has via the EU would not automatically apply – they may have to be renegotiated. Even if they are not, it means the UK is just accepting the terms gained by the EU not gaining any further influence. Of course, this may well change over time as other parts of the world grow more quickly and develop demand for what the UK specialises in (services) but that is an argument for leaving in 10 or 15 years, not now.

What to do about EU free movement? - While the Leave campaign will try to play down any risk to the UK"s access to the EU"s single market, stopping the free movement of people is the number one motivation for many Leave supporters. As noted above, there is no clear model which combines market access with ultimate control over migration. As the campaign heats up, the Leave camp will have to try to balance the views of voters motivated by migration with the concerns of businesses who would fear losing market access without an FTA, the price of which -as the Swiss model demonstrates- could well be continued free movement. Some Leave supporters may argue that scrapping free movement will allow for greater opportunities for migrants from outside of the EU, but with non-EU migration already standing at 196,000 last year -well above the Government"s "tens of thousands" target without even factoring in EU migration- it is hard to see how there would be much scope for this.

The mechanism for leaving remains a liability - Triggering Article 50 of the Lisbon Treaty is the only way to formally leave the EU, but the dynamics of this are inherently biased against the country leaving. The UK would be excluded from discussions or decisions on its own withdrawal, with no guarantee that it would find the final terms acceptable. Without the UK"s participation in the negotiations, the centre of gravity would swing towards the French-led protectionist block and the deal would have to be approved by the European Parliament, both of which would likely affect the degree of EU market access the UK could secure and on what terms. Furthermore, the negotiations would have to be concluded within two years (absent unanimous agreement to extend them) or the UK leaves without anything. Looking at other FTA negotiations suggests more time could be needed – one of the quickest was the EU-South Korea deal which took four years, while the negotiation of the Swiss agreement took the best part of a decade. The Leave camps need to spell out which mechanism they would use to leave the EU and address how they will deal with its shortcomings.

Dubious EU budget savings claims - Vote Leave claims the UK sends £ 350m a week to the EU and an extra £ 20bn could be saved if the UK were to leave due to its EU budget contribution. Leaving aside the fact that £ 350m per week is £ 18.2bn and not £ 20bn, this refers to the UK"s gross budget contribution before accounting for its rebate and money it receives back. In reality the UK would save £9bn net (based on 2014 figures). It is perfectly legitimate to argue that much of this money is wasted (as we have done frequently) and would be much better allocated by the UK post Brexit. However, this also means it needs to be admitted if the UK is going to spend the money that currently goes to farmers and regions via the EU budget on other things. Would they scrap regional subsidies and agricultural support altogether? If not, then they should only speak about the net figure. To the credit of the Leave. EU campaign they attempt to do this, but use a net figure of £ 12bn. It is not entirely clear where this comes from, but it may be before the UK rebate is applied. Both sides will also have to engage with the fact that trade access may also require some budget contribution and there are limits to what the money can be spent on – so far it seems to have been spent many times over on the NHS, defence and innovation.

Incorrect figure on the UK"s share of votes at the Council of Ministers - Another dubious claim by the Vote Leave campaign which refers to the old system of voting in the Council of Ministers under which the UK had 29 out of 352 votes, or 8.2%. However, since the Council moved to a population-weighted voting system in November 2014, the UK has 12.6% of the votes. The old voting system can still be invoked on a case-by-case basis until March 2017 but this has not happened yet and it is disingenuous to imply this is the default. There is of course a debate to be had about how much influence the UK has in the Council and how it can counteract the Eurozone"s inbuilt voting majority - a consequence of the new voting weights and point which Vote Leave itself has flagged up. It seems incompatible to say the UK has 8% of the votes and the Eurozone has a caucus, as such it needs to make its position clear on this.

How will UK influence be boosted outside the EU? - As we noted above, the Remain camp"s argument on influence and security is a bit weak, but then so is the Leave side"s. It may not lose as much as some claim, but it is not clear exactly how the UK"s influence would be boosted by being outside. The primary example seems to be gaining a seat at the WTO, though it is not clear how much this is worth giving the size of the WTO and the fact that trade will be dictated by what we can negotiate bilaterally with other countries. As noted above, the EU and its FTAs already covers a majority of our trade and may well cover almost all of it in the not too distant future. Another argument could be the UK gaining independent seats on international standard setting bodies. However, this suffers from the fact that the real influence of these bodies is often minimal (enforcement is still done at EU or national level and the rules often change substantially) while the UK actually already has individual seats on many of them (especially in the important areas of financial services).

Be cautious about dismissing reform entirely - While many on the Leave side are happy to quickly and loudly dismiss the reform process and suggest we should all just give up, they should be careful what they wish for. Regardless of what we or they say, the UK may still decide to vote to remain in the EU. If there is no case for reform or process of reform, the UK would be stuck in an unreformed EU – probably the worst of all worlds. Are the Leave camps so entirely confident of winning that they are willing to risk getting stuck in an unreformed EU by dismissing reform entirely?

Supremacy of EU law vs primacy of UK law? - While this sounds like a common-sense argument it is very nebulous – what does the primacy of UK law actually mean? Firstly, EU law is only supreme in certain areas, while the UK maintains vetoes on certain issues. Concern over the European Court of Justice driving integration is valid, but this is why Cameron is seeking reform. Secondly, and more importantly, any trade agreement or international deal involves giving up some level of "primacy of UK law". Nearly all international trade agreements involve the use of independent arbiters and require keeping sectors opened to other countries and restrictions on the regulations which can be imposed. Therefore any trade agreement struck with the EU and with other states would likely still involve sacrificing some primacy of UK law in practice. In all cases it is a balance of giving up some level of control in exchange for access and trade on better terms which delivers economic benefits.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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