- Su vida
- Las condiciones económicas en la época de Marx
- Sus conceptos Básicos
- El concepto Marxista del Estado
- Marxismo – Leninismo
- Comunismo
- Antecedentes históricos
- El comunismo como necesidad histórica
- El socialismo desde el punto de vista marxista
- Social democracia
- Definiciones
- El Estado Fascista
- La psicología de masas del fascismo
Su vida:
Carlos Marx nació en Trier, Alemania, el 5 de mayo de 1818. Su padre fue un abogado judío convertido en protestante. En 1835 comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Derecho de Bonn, y en 1836 los continuó en Berlín, donde se doctoro en 1841. Paralelamente estudio filosofía e historia y tomo contacto con los helegianos de izquierda, dedicándose a fondo a la comprensión del sistema filosófico de Hegel, que ejercía en él una gran influencia. Desde 1841 hasta 1843 colaboro como periodista y jefe de redacción del diario liberal Rhenische Zeitun. Pero por la tendencia democrática revolucionaria del periódico fue censurado varias veces, hasta suprimirlo. En esa época conoce a Feuberbach, helegiano de izquierda que evolucionó hacia el materialismo, otra de sus importantes influencias. También en esos años se familiariza con los escritos de Proudhon, Fourier y Leroux, a quienes luego denominarían socialistas utópicos. En 1844 se traslada a París, en Francia conoce a los socialistas revolucionarios, y se interioriza de los escritos de Saint Simon, quien también ejerce una gran influencia en Marx. En ese año, conoce a Federico Engels, con quien Marx compartió la elaboración de su pensamiento y quien además de ser un importante colaborador, se convierte en fundamental complemento hasta el punto de que muchos de los elementos del sistema marxista se deben a su inspiración. En 1845, Marx escribió con Engels "La Sagrada Familia", obra dirigida contra los hermanos Bauer, helegianos de izquierda y en ese mismo año también redactan la Ideología Alemana, obra que contiene los primeros esbozos del materialismo histórico. En 1845 Marx es expulsado de París y se traslada a Bruselas. En 1847 escribe "Miseria de la Filosofía". También en ese año funda la liga de los Comunistas de Londres y escribe a petición de ella junto con Engels "El Manifiesto Comunista" que sintetiza los principios marxistas. En los años revolucionarios Marx dirigió en Colonia el diario "New Rheinische Zeitung", que fue clausurado al poco tiempo, y después del fracaso de la revolución de 1848, se dirijo a París, en donde fue expulsado por la manifestación del 13 de junio de 1849, entonces marcho a Londres donde paso el resto de su vida.
En Inglaterra alternó su tiempo entre los estudios que fueron base de su obra cumbre "El capital", las actividades revolucionarias, otros escritos y trabajo como corresponsal del New York Tribune. Marx, además estudia en profundidad los clásicos de la economía del período anterior (Quesnay, Smith, David Ricardo), estos son los años de elaboración del Capital, cuyo primer tomo le demando casi dos décadas de trabajo.
En 1859, publico su "Critica de la Economía Política", y más tarde en 1864 fundo la Asociación Internacional de Trabajadores, conocida como la I Internacional, Marx fue el alma de esta organización. Unificando el movimiento obrero de los diferentes países, orientando por el cauce de una actuación conjunta a las diversas formas del socialismo no proletario premarxista, a la par que combatía las teorías de todas sectas y escuelas, Marx fue forjando la táctica común de la lucha proletaria de la clase obrera en los distintos países. Pero ya no podía existir mas en Europa, entonces Marx consiguió que se trasladase a Nueva York. La I Internacional había cumplido su misión y dejaba paso a una época de desarrollo incomparablemente más amplio del movimiento había de desplegarse en extensión, con la creación de partidos obreros socialistas dentro de cada Estado nacional.
En 1867 se publica el primer tomo de "el capital", los otros fueron publicados por Engels después de la muerte de Marx que fue el 14 de marzo de 1883.
En conclusión, su vida fue una constante emigración, Berlín-Paris-Bruselas-Colonia-Londres, en este breve resumen biográfico hemos señalado las principales influencias del pensamiento marxista. En primer lugar los helegianos de izquierda, de quienes Marx tomo la dialéctica como método. Feuerbach, que determinó su acercamiento al materialismo. Los socialistas utópicos y especialmente Saint Simon, quienes contribuyeron a su concepto de socialización y los economistas clásicos que permitieron a Marx una comprensión de la economía política, y del funcionamiento de las relaciones de producción de la época, uno de ellos David Ricardo quien formuló la teoría del valor.
2. Las condiciones económicas en la época de Marx
En 1789 la revolución francesa determinó el ascenso de la burguesía liberal al poder, culminando un proceso de lucha entre esta y el sistema feudal. Unos años antes se había iniciado la revolución industrial en Inglaterra, cuyas consecuencias transformaron los modos de producción, facilitando el avance de la burguesía, que había acumulado importantes riquezas durante la época mercantilista anterior. En Francia se produce una transformación política impulsada por la burguesía. Es así que la burguesía propietaria de las industrias inicio una rápida expansión creando nuevas fabricas que ocuparon a la población campesina que había abandonado los campos. Esta situación dio a lugar a la formación de un proletariado urbano, que fue creciendo a medida que se incrementaba la producción y cuyas condiciones de trabajo estaban sujetas a la ley de la oferta y demanda, a la vez que no había leyes sociales y sindicatos organizados suficientemente para proteger los derechos obreros. El resultado de esta situación eran míseros salarios, que en muchos casos no cubrían las necesidades de la simple subsistencia. Mientras mas adelantos técnicos se introducían en la producción menos obreros se necesitaba y mas miseria había.
Esta situación llevo a Marx a determinar la existencia de 2 clases básicas y contrapuestas en la sociedad; la burguesía propietaria de los medios de producción y el proletariado que solo poseía su fuerza como herramienta de trabajo. Marx llego a 3 conclusiones fundamentales:
- La relación entre el trabajo y el valor de cambio de los bienes que se producen y consumen en la sociedad cosa que lo lleva a formular su teoría del valor-trabajo.
- El concepto de plusvalía que surgen de la relación del salario que se paga al obrero y el valor trabajo por este efectuado
- La lucha de clases que se produce en el seno de una sociedad determinada por las relaciones de producción.
Método dialéctico:
La base de la dialéctica marxista es la helegiana. El método dialéctico de Hegel consiste en que cada manifestación del Espíritu engendra su propia contradicción, que implica una negación de lo afirmado. La manifestación del espíritu es la tesis, esta tesis tiene una contradicción y entonces se produce una antitesis, ahora bien, tanto la tesis como la antitesis se perfeccionan en una síntesis en la que queda absorbido lo afirmado (t) y lo negado (a) convirtiéndose en una nueva afirmación o tesis que inicia un nuevo procesos anterior, hasta llegar a la idea absoluta que es el máximo en perfección. En su filosofía de la historia Hegel parte de los pueblos orientales que se desenvuelven dialécticamente hasta llegar al Estado Ideal.
Carlos Marx criticó el sentido ideal de la dialéctica de Hegel, en la que dice que está totalmente desconectado de la realidad. Marx parte de una concepción materialista. Son las relaciones de producción y de cambio, es decir, las relaciones económicas, las que determinan dialécticamente el curso de la historia, o sea cambio el desarrollo de la idea o espíritu por el del mundo materialista y económico.
Marx termina diciendo que no es la conciencia de los seres humanos lo que determina a su ser, sino el ser social lo que determina su conciencia.
El método dialéctico lo llevo a sostener que el capitalismo industrial (afirmación o tesis) engendra al proletariado (negación) y ambas contradicciones son superadas en la sociedad sin clases. Además, Marx definió al hombre en relación con su dimensión productiva y económica y encontró en la creación del estado, la propiedad y el capital el origen de toda la enajenación humana.
- Materialismo histórico:
El marxismo sostiene que la historia es consecuencia del desarrollo dialéctico de la infraestructura económico-social, causa de los hechos y motor de la evolución de la humanidad. Las relaciones económicas dan origen a las clases sociales y a la infraestructura que determina la formación de una superestructura, integrada por la ética, la cultura, la religión y el ordenamiento jurídico. Esto es así porque según Marx, la ideología de una época es la de la clase dominante. De esta manera, la burguesía al apoderarse del poder, desde su condición de propietaria de los medios de producción (infraestructura) crea un sentido de la ética, una cultura y un ordenamiento jurídico (superestructura) que forman una conciencia favorable al sistema.
En el curso de su desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, y esas relaciones se convierten en trabas de las relaciones productivas. Se abre entonces una era de revolución social, que afecta a la estructura ideológica, de forma que los hombres adquieren conciencia del conflicto. Históricamente, las relaciones capitalistas de producción serían la última forma antagónica del proceso histórico. El modo de producción del capitalismo industrial conducirá a la superación de la propiedad privada, no sólo por la rebelión de los oprimidos sino por la propia evolución del capitalismo, en el que la progresiva acumulación del capital determinaría la necesidad de nuevas relaciones de producción basadas en la propiedad colectiva de los medios de producción. Superada la propiedad privada, el hombre vencería la enajenación económica y a continuación, todas las demás.
La sociedad sin clases alcanzada mediante la praxis (práctica) revolucionaria, sería la síntesis del proceso histórico.
- Propiedad privada:
El marxismo habla de abolir la propiedad de los medios de producción en cuanto ello esta realizada por el trabajo social, y no puede pertenecer a nadie privadamente, ya que tal situación configura un poder en manos de un sector que determina la explotación de otro. Para el marxismo el capital no es una fuerza personal, sino una fuerza social, que se obtiene por medio del trabajo colectivo. Además sostiene que la propiedad de los medios de producción debe ser abolida porque institucionaliza la explotación del hombre por el hombre.
- Valor-Trabajo
Para el marxismo, el valor está determinado por el trabajo que los bienes contienen, y este se mide por el tiempo necesario para producirlo. Según él, sólo el trabajo es lo que posibilita que un bien tenga valor. Con esto quiere decir que hay bienes con un gran valor y cuya obtención ha costado poco trabajo. En conclusión a mayor tiempo de trabajo corresponde mayor valor e inversamente a menor tiempo menos valor. Por eso, una máquina que tiene una gran productividad, proporcionará artículos más baratos, mientras que si el mismo producto es hecho a mano, costará mas caro.
- Plusvalía
Al alcanzar la producción de mercancías un determinado grado de desarrollo, el dinero se convierte en capital. La fórmula de la circulación de mercancías era: M (mercancía)-
D (dinero) – M (mercancía), es decir, venta de una mercancía para comprar otra. La fórmula general del capital es, por el contrario, D – M – D, es decir, compra para la venta (con ganancia). El crecimiento del valor primitivo del dinero que se lanza a la circulación es lo que Marx llama plusvalía. Ese "acrecentamiento" del dinero lanzado a la circulación capitalista es un hecho conocido de todo el mundo y es lo que convierte el dinero en capital, en una relación social de producción determinada. La plusvalía no puede provenir de la circulación de mercancías, pues, ésta sólo conoce el intercambio de equivalentes; tampoco puede provenir de un aumento de los precios, pues las pérdidas y las recíprocas de vendedores y compradores se equilibrarían; se trata de un fenómeno social medio, generalizado, y no de un fenómeno individual. Para obtener la plusvalía, "el poseedor de dinero necesitan encontrar en el mercado una mercancía cuyo valor de uso posea la singular propiedad de ser fuente de valor, una mercancía cuyo proceso de consumo sea, a la par, proceso de creación de valor. Y esta mercancía existe: es la fuerza del trabajo del hombre. Su uso es el trabajo, y el trabajo crea el valor. El poseedor de dinero compra la fuerza de trabajo por su valor, como el de cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para su producción (es decir, por el costo del mantenimiento del obrero y su familia). Una vez comprado la fuerza de trabajo, el poseedor de dinero tiene el derecho de consumirla, es decir, de obligarla a trabajarla durante un día entero, supongamos que durante doce horas. Pero el obrero crea en seis horas (tiempo de trabajo "necesario") un producto que basta para su mantenimiento, durante las seis horas restante (tiempo de trabajo "suplementario") engendra un "plusproducto" no retribuido por el capitalista, que es la plusvalía. Desde el punto de vista del proceso de producción, en el capital hay que distinguir dos partes: el capital constante, invertido en medios de producción (máquinas, instrumentos de trabajo, materias primas, etc.) – y cuyo valor pasa sin cambios (de una vez o en partes) al producto elaborado -, y el capital variable, que es el que se invierte en pagar la fuerza de trabajo. El valor de este capital no permanece inalterable, sino que aumenta en el proceso del trabajo al crear la plusvalía. Para expresar el grado de explotación de la fuerza de trabajo por el capital, tenemos que comparar la plusvalía no con el capital total, sino con el capital variable.
El concepto Marxista del Estado:
Marx dice, que las ideas de una época son las de la clase dominante. En consecuencia el Estado burgués tiene la tarea de asegurar, no solo, las relaciones de producción y la propiedad privada de sus instrumentos, sino la de desarrollar la cultura y educación burguesa. ¿Y que es el gobierno? Para Marx "…El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la burguesía…" "…El Estado no tendrá razón de existir cuando se hayan suprimido las clases sociales…"
La lucha de clases
Todo el mundo sabe que en cualquier sociedad las aspiraciones de los otros, que la vida social está llena de contradicciones, que la historia nos muestra la lucha entre pueblos y sociedades y en su propio seno; sabe también que se produce una sucesión de períodos de revolución y reacción, de paz, y de guerras, de estancamiento y de rápido progreso o decadencia. El marxismo da el hilo conductor que permite descubrir la lógica en este aparente laberinto y caos: la teoría de las luchas de clases. Sólo el estudio del conjunto de aspiraciones de todos los miembros de una sociedad dada, o de un grupo de sociedades, permite fijar con precisión científica el resultado de estas aspiraciones.
El origen de esas aspiraciones contradictorias son siempre las diferencias de situación y condiciones de vida de las clases en que se divide toda sociedad. La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días – escribe Marx en el Manifiesto Comunista (exceptuando la historia de la comunidad primitiva)- es la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o del hundimiento de las clases beligerantes… La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clases. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas. Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado. Desde la Gran Revolución Francesa, la historia de Europa pone de manifiesto en distintos países con particular evidencia la verdadera causa de los acontecimientos, la lucha de clases. Ya la época de la restauración dio a conocer en Francia algunos historiadores (Thierry, Guizot, Mignet, Thiers) que, al sintetizar los acontecimientos, no pudieron por menos de ver en la lucha de clases la clave para la compresión de toda la historia francesa. Y la época contemporánea, la época que señala el triunfo completo de la burguesía y de las instituciones representativas, del sufragio amplio (cuando no es universal), de la prensa diaria barata y que llega a las masas, etc., la época de las potentes asociaciones obreras y patronales cada vez más vastas, etc., muestra de un modo todavía más patente (aunque a veces en forma unilateral, "pacífica", "constitucional") que la lucha de clases es el motor de los acontecimientos. El siguiente pasaje del Manifiesto Comunista nos muestra lo que Marx exigía de la sociología para el análisis objetivo de la situación de cada clase en la sociedad moderna, en relación con el análisis de las condiciones de desarrollo de cada clase: De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía, solo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las demás clases van degenerando y desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto más peculiar. Las capas medias – el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino -, todas ellas luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales capas medias. No son revolucionarias, sino conservadoras. Más todavía, son reaccionarias, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia.
Son revolucionarias únicamente cuando tienen ante sí la perspectiva de su tránsito inminente al proletariado, defendiendo así no sus intereses presentes, sino sus intereses futuros, cuando abandonan sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado. En bastantes obras históricas, Marx nos ofrece ejemplos profundos y brillantes de historiografía materialista, de análisis de la situación de cada clase concreta y a veces de los diversos grupos o capas que se manifiestan dentro de ella, mostrando hasta la evidencia por qué y cómo "toda lucha de clases es una lucha política". El pasaje que acabamos de citar indica lo intrincada que es la red de relaciones sociales y grados transitorios de una clase a otra, del pasado al provenir, que Marx analiza para extraer la resultante de la evolución histórica.
El proletariado como clase revolucionaria
El capitalismo convierte en proletariado a más de la mitad de los individuos de un país, por eso esta clase social al no querer perecer o morir está obligada a hacer una revolución: toma en sus manos el poder (dictadura del proletariado), y convierte los medios de producción en propiedad del Estado. Así acaba con todas las diferencias entre clases el, y de esta forma se llegará al verdadero comunismo
Se considera al marxismo como una teoría cuya iniciación se debe a Carlos Marx. La mayoría de los opositores de esta corriente tienden a formar un cuerpo doctrinario conocido como Marxismo – Leninismo (M–L), el cual se fue articulando con los aportes de diferentes autores. De este modo existiría un marxismo correspondiente a la propia autoría de Marx, y un M–L o escuela marxista, que incluye principalmente el autor inicial, a Engels, Lenin y otros. En el Nuevo Humanismo se tiene en cuenta a esta ideología como corriente, aun cuando se le pueda analizar detalladamente por autor o por diversas posiciones críticas. (Humanismo marxista, Humanismo filosófico y Anti-humanismo).
El M-L es un sistema científicamente fundamentado de conceptos filosóficos, económicos y político-sociales; es la ciencia del conocimiento y de la transformación del mundo, de las leyes del desarrollo de la sociedad, la naturaleza y del pensamiento humano, de las vías para la supresión revolucionaria del régimen de explotación y de la construcción del comunismo, la cosmovisión de la clase obrera y de su vanguardia, los partidos comunistas y obreros.
El marxismo surgió en los años 40 del siglo XIX. Las necesidades de un progreso social que había puesto al desnudo los vicios radicales del régimen capitalista, de todo el sistema de explotación, el despertar del proletariado a las luchas políticas, los grandes descubrimientos en las ciencias naturales y el nivel de las investigaciones históricas y sociales plantearon ante el pensamiento social la tarea de elaborar una teoría nueva, científica, que pudiese responder a las cuestiones suscitadas por la vida. Esta tarea histórica fue cumplida por Marx y Engels, Lenin empezó su actividad científica revolucionaria en la mitad de los siglos XIX y XX, en la época del hundimiento del capitalismo, que había pasado a su ultima fase: el imperialismo, y del surgimiento de la sociedad socialista, defendió el marxismo contra los ataques de sus enemigos y elevo la teoría marxista a un nivel de desarrollo nuevo.
La aparición del M-L es un cambio revolucionario en la historia del pensamiento humano. Es la continuación directa y el desarrollo de los avances del pensamiento social precedente en el terreno de la filosofía, de la economía política y del socialismo. Con el M-L surge por primera vez una doctrina que refleja íntegra y totalmente la realidad objetiva, que ofrece la posibilidad de explicar el mundo y las vías para su transformación: surge por primera vez una ciencia que descubre en el interior de la propia sociedad, la fuerza para realizar dicha transformación radical.
El M-L comprende 3 partes:
- La filosofía-el materialismo dialéctico e histórico
- La economía política
- El comunismo científico
Se puede hablar de la ciencia marxista de la historia, de la doctrina marxista del derecho, de la doctrina de la guerra y la paz, de la estética, de la historia de la literatura, de la pedagogía, etc. Marxista.
En la economía política los fundadores del marxismo concentraron la atención en el análisis de las leyes del desarrollo y el hundimiento de la formación económico-social capitalista; la economía política del socialismo es una rama independiente de la economía política marxista.
En el M-L ocupa un lugar importante la teoría del comunismo científico que pone al descubierto las leyes políticos sociales, y que encarna con el mayor relieve el principio activo contenido en el M-L. Lo principal en el comunismo científico es la teoría sobre la ambición historia de la clase obrera como fuerza llamada a destruir el poder del capital y a encabezar la construcción de una sociedad nueva, la sociedad comunista.
En el M-L es la ideología del proletariado que expresa los intereses vitales de todos los trabajadores. Sus adeptos no se niegan a colaborar, para la defensa de la democracia, de la paz y del progreso social. Como doctrina revolucionaria, el M-L se contrapone al reformista. Si bien reconoce la necesidad de luchar por reformas bajo el capitalismo, el M-L nunca ha renunciado ni renunciara a su programa y táctica revolucionaria.
El Marxismo ha recorrido un largo camino de casi siglo y medio. El primer periodo abarca la formación y crecimiento de la clase obrera en los piases adelantados, la unión incipiente del socialismo científico con el movimiento obrero, la formación y consolidación de los partidos obreros marxistas. El segundo período comienza con la demolición revolucionaria del capitalismo y las transformaciones socialistas. La victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre significa un verdadero triunfo del M-L, que había pasado la prueba histórica decisiva en el fuego de la práctica revolucionaria.
Marx en los años 50-60 del siglo XIX centro su actividad teórica en el estudio de la teoría económica, mientras en las obras y cartas de Engels de los años 80-90 ocupa un lugar especial de elaboración de las concepciones filosóficas. Durante la preparación directa de la revolución socialista de Rusia, Lenin presto gran atención a la elaboración de la teoría marxista sobre el Estado, a la teoría de la revolución social proletaria.
Las ideas del M-L se formaron y desarrollaron en el capitalismo, cuando las clases explotadoras dominantes poseían el monopolio de los medios de enseñanza y de la actividad científica. En la actualidad, el M-L es la ideología dominante en la URSS y otros países socialistas.
La aplicación de la teoría M-L en diferentes piases del mundo y su utilización demuestran la certeza y veracidad de sus proposiciones.
El M-L es una teoría de alcance internacional. En incompatible con la prédica del comunismo nacional y con los intentos de inventar un marxismo nacional cualquiera que sea. La difusión del M-L no puede ser aplicada automáticamente a cualquier país; su aplicación requiere una apariencia minuciosa de las particularidades nacionales, históricas, etc., un análisis profundo de la situación concreta.
Propugna la abolición total de la propiedad privada y el establecimiento de la colectivización de los medios de producción y consumo y el reparto equitativo de todo el trabajo en función de la habilidad y de todos los beneficios de las necesidades.
También debe luchar, por medio de la revolución, para satisfacer las necesidades públicas recayendo en el Estado.
La idea de una sociedad comunista surgió, como repuesta al nacimiento y desarrollo del capitalismo moderno. Esta sociedad sería organizada, de trabajadores libres y conscientes.
El comunismo en la actualidad es indistinto del sistema marxista y se complementa con aportes por Lenin, pero ha sufrido algunas escisiones por Trosky, por Mao Tse-Tung, por "Che" Guevara.
Todos respondieron a diferencias tácticas, conservando lo esencial de marxista y del ideario comunista. Los ideólogos mencionados han logrado dejar herederos activos. Existen además otros expositores, en el campo intelectual.
La organización social de esta corriente, aseguraría el desarrollo de cada ser humano y la utilización de todas sus dotes y capacidades con el mayor provecho para sí y para la sociedad. Además, se harían realidad las relaciones armónicas entre el individuo y la sociedad.
El comunismo primitivo se encuentra, según Marx, en la comunidad tribal, en la que el tipo de propiedad imperante es la colectiva, y el trabajo no persigue la producción excedentaria, sino la estricta subsistencia de la comunidad y de sus miembros. La organización social, muy simple, de fundamenta en la familia, y apenas existe jerarquización.
Antigüedad:
Cristo, puede ser considerado un precursor del comunismo en su predicar igualitarias y de denuncia contra los ricos. Luego en la justicia social cristiana prima el renunciamiento y la humildad, no identifican al comunismo actual.
Platón, propugna la comunidad de propiedad, exigió que los hijos y las mujeres fueran comunes para todos los ciudadanos y establecía clases.
Utopías del Renacimiento:
El término, fue usado por primera vez en Utopía de Tomás Moro. Este pensador postulaba una sociedad de agricultura sedentaria, basada en la familia, en la que no existía la propiedad privada y el dinero no se usaría como medio de cambio.
Tommaso Campanella imaginó una sociedad comunista, tanto en lo referente al régimen de la propiedad como en la comunidad de mujeres e hijos.
La historiografía marxista reconoce en las utopías el origen del comunismo como movimiento contra la nobleza y el clero. En la Revolución de Oliver Cromwell en Inglaterra, se cita, la igualdad de bienes y oportunidades para todos.
9. El comunismo como necesidad histórica:
El término comunista surge cuando Marx y Engels adosan el nombre para el Manifiesto que le encargó la Liga de los Justos, luego transformada en Liga de los comunistas. Engels comenta que el nombre de Manifiesto del partido Comunista fue adoptado para diferenciar su pensamiento de los socialistas utópicos.
Con posterioridad al manifiesto, muchos partidos marxistas se denominaron socialistas y se identifican como adscriptos al socialismo científico.
El manifiesto exponía las leyes del desarrollo social y afirmaba que la historia de la sociedad era la historia de la lucha de clases. Marx y Engels consideraron que el proceso culminaría con el desmoronamiento del capitalismo y la aparición de una sociedad sin clases: el comunismo.
Los objetivos inmediatos de los comunistas serían el derrocamiento de la dominación burguesa, la conquista del poder político por el proletariado y la abolición de la propiedad privada. El establecimiento del comunismo no sería el resultado inevitable de un proceso histórico.
Fases del comunismo:
A la crítica al programa de Ghota, Marx consideró que, entre el fin de la sociedad capitalista y la culminación de revolución proletaria con el advenimiento de la sociedad comunista, se extendería un largo periodo de transición que él denominó sociedad socialista.
Establecidas las condiciones políticas y económicas, sobrevivirían, en la sociedad socialista elementos fundamentales de la vieja sociedad: relaciones económicas, sociales, jurídicas, intelectuales, etc. E n esta primera fase el comunismo no desaparecería todavía la oposición entre el trabajo intelectual y manual, y el insuficiente grado de desarrollo económico y espiritual haría aún necesaria la distribución de los productos de consumo según la cantidad y calidad del trabajo, así como el mantenimiento de las relaciones monetario-mercantiles en la sociedad.
Cumpliendo el periodo de socialista, se restauraría ya la sociedad comunista, se haría realidad la propiedad colectiva y desaparecería cualquier diferenciación entre clases, entre la ciudad y el campo, etc. El trabajo sería una necesidad vital y las fuerzas productivas alcanzarían su más alto desarrollo. Con al desaparición de las clases desaparecería también el estado.
Con anterioridad a al revolución rusa, ningún partido que propugnara la transformación revolucionaria de la sociedad, se denominó a sí mismo comunista. Socialistas o socialdemócrata eran las apelaciones más comunes. No sería hasta 1917 cuando Lennin, adopto para su partido la denominación de comunista.
La aparición de partidos comunista se remonta, a la mitad del siglo XX. Ya en 1864 se fundó, por iniciativa de Marx, la Primera Internacional cuyo propósito era la coordinación de los distintos movimientos revolucionarios y la consecución del estado comunista. La escisión anarquista y el auge de la socialdemocracia alemana, condujeron a la ruina de al Primera Internacional tras la muerte de su creador.
La Segunda Internacional, fundada en 1889, se vio pronto dividida en dos grandes tendencias: la facción moderada de los socialdemócratas defendía en al práctica una evolución pacífica hacia el socialismo mediante el empleo de los cauces parlamentarios; los radicales, que darían origen a los partidos comunistas, estaban dirigidos por Lenin y postulaban la necesidad de la revolución y el establecimiento de la dictadura del proletariado.
Tras el estallido de la revolución y la toma del poder político por los bolcheviques, se dieron el nombre de Partido Comunista de Todas las Rusias. Finalmente, en 1952 se adoptó la denominación de Partido Comunista de la Unión Soviética.
En 1919 fue fundada por Lenin la Tercera Internacional, que tomó el nombre de Internacional Comunista (KOMINTERN). Los partidos que se unieron a ella adoptaron la denominación de comunistas. La Tercera Internacional fue disuelta en 1943.
Tras la segunda guerra mundial, comenzaron a surgir las primeras diferencias en un movimiento que había sido hasta entonces monolítico. Yugoslavia, se distanció de al Unión Soviética, y a partir de 1956 se inició un progresivo alejamiento entre chinos y soviéticos, alejamiento que supuso un golpe definitivo a la unidad de los partidos comunistas.
En Iberoamérica, el Partido Comunista de Cuba desde 1965, se mantuvo una línea afín a la de la Unión Soviética.
Surgieron nuevas vías teóricas y políticas en el movimiento comunista, entre ellas el eurocomunismo, que afirmaba la posibilidad de alcanzar a sociedad comunista dentro de un marco democrático y fue asumido por Italia, Francia, España y Japón.
En 1980 el sistema comunista comenzó a descomponerse en la Europa oriental y en la Unión Soviética. El fracaso se consumó en 1991 con la disolución del Pacto de Varsovia y con la extensión del estado soviético.
El comunismo mundial:
La relación entre el primer Estado comunista y el resto del mundo fue problemática. Occidente, un gobierno comunista siempre constituiría una amenaza y desde su implantación, se intentó destruirlo por la fuerza. El régimen comunista también necesitaba establecer relaciones comerciales y alianzas con otros países.
Entre 1945 y 1975 el número de países comunistas aumentó espectacularmente, porque los movimientos revolucionarios comunistas fueron ganando fuerza en muchos países del Tercer Mundo.
Los rápidos cambios políticos ocurridos en Europa del Este, la URSS y otros lugares del mundo entre 1989 y 1991 redujeron en forma dramática el número de regímenes comunistas existentes. Los gobiernos comunistas que aún perduran siguen leales a las doctrinas de Marx y Lenin, pero difieren en la interpretación de sus principios, objetivos y forma de gobierno.
Concepto:
Se llama socialismo a un conjunto de teorías socioeconómicas basadas en la socialización de los sistemas de producción y en el control estatal de los sectores económicos. Este movimiento abarca el comunismo y anarquismo, y a distintas prácticas políticas que tienen en común abolir las diferencias y conflictos entre clases.
Cabe rescatar, que está ligado al desarrollo de la industrialización y al movimiento obrero.
Su término comenzó a ser utilizado en forma habitual en la primera mitad del siglo XIX por los intelectuales radicales.
Desde la antigüedad han existido teorías de características socialistas que, no eran conocidas con esta denominación. Se trató solamente de pensamientos aislados y determinados por las eternas pretensiones de justicia y sin posibilidades reales de concreción. Para que hiciera su aparición el socialismo moderno, aproximadamente tal cual hoy lo conocemos, hacía falta una evolución en las técnicas de producción y un cambio en las formas de la actividad económica. Este fenómeno lo configuró la revolución industrial originada en Gran Bretaña. Origino un nuevo tipo de sociedad dividida básicamente en 2 clases: la burguesía y proletariado. La burguesía conquistó el poder político en Francia con la revolución de 1789 y después en otros países. El poder de esta, se afianzó al mismo tiempo en que se proclamaban los principios liberales de libertad, propiedad privada e igualdad política.
Las diferentes teorías socialistas surgieron como reacción contra esta situación, con la idea de conseguir la armonía social mediante la transferencia de la propiedad de los medios de producción a la comunidad. Las consecuencias serian la abolición del trabajo asalariado y una gestión socializada en cuanto a la acción económica con el objeto de adecuar la producción económica a las necesidades de la población.
Algunos teóricos socialistas postularon la revolución violenta como medio para alcanzar la nueva sociedad, mientras que otros, como los socialdemócratas, consideraron que las transformaciones políticas debían realizarse de forma progresiva y dentro del marco de los sistemas democráticos y de la economía capitalista o del mercado.
Dentro de estos pueden ser considerados como pioneros Babeuf, con su Conspiración de los Iguales durante la Revolución Francesa y los denominados utópicos, entre los que sobresalieron Claude Henri y Francois Charles Fourier en Francia y Robert Owen en Inglaterra que se oponían al capitalismo por razones éticas y prácticas. Según ellos, el capitalismo constituía una injusticia: explotaba a los trabajadores, los degradaba, transformándolos en máquinas o bestias y permitía a los ricos incrementar sus rentas y fortunas aún más mientras los trabajadores se hundían en la miseria. Mantenían también que el capitalismo no proporcionaba trabajo a toda la población y generaba lujos, en vez de satisfacer necesidades.
Dentro del socialismo se encuentra una rama llamada Socialismo Utópico, el cual intento crear comunidades económicas basadas en los principios socialistas. De los utópicos se han desprendido distintas corrientes a la vez que otros pensadores y organizaciones activistas que actuaron en el siglo XIX. Esta generación posterior está representada, entre otros, por Louis Blanc, Blanqui, y Proudhon en Francia y por el movimiento cartista en Inglaterra, que fue el primero en introducir las ideas de democracia, igualdad y colectivismo en una agrupación obrera de envergadura.
De esta etapa surgen algunas conclusiones:
- Que el socialismo como organización vinculada y fundada en base a la clase obrera es de origen inglés
- Que el socialismo como filosofía, crítica de la sociedad capitalista, que a la vez constituye un conjunto de propuestas para la construcción de un nuevo ordenamiento económico y social, es una creación francesa.
- Que los pensadores socialistas de esta etapa no produjeron un diagnostico certero del carácter del capitalismo, fundamentalmente al plano político moral, intentando convencer a la clase burguesa de las ventajas que significarían para la sociedad la adopción de medidas socialistas; creían que la sociedad humana alcanzaría un alto grado de perfección con el socialismo y que, si esta convicción era transmitida a la clase dirigente, la transformación se podría producir.
13. El socialismo desde el punto de vista marxista
Carlos Marx y Engels crearon una doctrina sólida basada en la síntesis de la filosofía helegiana, la economía clásica británica y el socialismo francés. Marx consideró la sociedad como un todo estructurado en el que los elementos determinantes eran los factores y relaciones de producción y la lucha de clases y vio en la revolución violenta el único medio para imponer la dictadura del proletariado, un nuevo orden que habría de conducir a una sociedad justa, igualitaria y solidaria. Marx denomino a su doctrina socialismo científico y considero utópicas las anteriores teorías socialistas. El marxismo conceptúa al socialismo como el resultado inevitable de las leyes que condicionan el desarrollo del capitalismo.
Marx y Engels evitaron intencionalmente definir el socialismo, al que, fundamentalmente lo presentan como una negación del sistema capitalista en el que el proletariado sería sujeto y el objeto del cambio revolucionario. Se trata de transformar el modo de producción capitalista en uno socialista. Para ello es necesario abolir la propiedad privada de los medios de producción.
Marx y Engels, ni ningún socialista, hablaron de abolir la propiedad privada de uso particular. Solamente se socializará la que es utilizada como instrumento para explotar a otros hombres. El socialismo pretende ser el único sistema que puede asegurar a todos el acceso a una vivienda digna. Este será el punto de partida del desarrollo socialista.
El objetivo más importante del funcionamiento del socialismo fue expuesto por Marx en su obra "Crítica del Programa de Gotha" la cual cita que la táctica del proletariado debe tener presente en cada etapa de desarrollo dos partes:
Una parte, aprovechando las épocas de estancamiento político para desarrollar la conciencia, la fuerza y la capacidad combativa de la clase de avanzada y por otra parte, encauzando toda esta labor de aprovechamiento hacia el "objetivo final" del movimiento de dicha clase.
Esto es lo que permitiría entrar en la segunda etapa, la de la realización comunista. En ella desaparecerá el estado, instrumento que era resabio de las épocas en que la sociedad estaba dividida en clases y se utilizaba para asegurar el dominio de los explotadores sobre los explotados. En esta etapa inicial del socialismo, fue necesario su mantenimiento para consolidar el triunfo revolucionario y la abolición de las clases sociales. Ahora, con la extinción de éstas, ya no será necesario y deberá ser reemplazado por otro instrumento que solamente se encargue de la administración de las cosas. Se impondrá la creatividad humana, el hombre valorará su doble condición de individuo y de miembro de la sociedad, lo que posibilitará e impulsará el crecimiento de los dos términos. Los seres humanos serán valorados por una doble condición: capacidad y necesidad.
En la etapa comunista no se establecerán separaciones entre trabajadores manuales e intelectuales, entre hombres de campo y de ciudad entre hombres y mujeres, etc. La fórmula distributiva será la siguiente: " de cada cual según su capacidad y a cada cual según se necesidad"
El beneficio personal se logra por medio, no sólo del trabajo, sino de la especulación. Además los seres humanos que viven en el capitalismo, no se ven como tales sino en función de las cosas que poseen o de las que quieren alcanzar, para lo cual los otros hombres no son más que meros instrumentos.
No se puede concebir una sociedad en la que para producir se empleen máquinas que trabajan automáticamente y se mantengan las relaciones de explotación que caracterizan al binomio capitalistas-trabajadores. El momento en el que el capitalismo haya desarrollado todas las fuerzas productivas, indicará el tránsito hacia la sociedad socialista.
El socialismo se implanta también en las naciones subdesarrolladas. Aquí juegan otros factores: la oportunidad política, las condiciones extremas de miseria que las hacen posible, un grupo revolucionario eficaz, coyunturas internacionales favorables, etc. Sin embargo, en otros casos, la aplicación del socialismo, pese al apoyo mayoritario de la sociedad, costará esfuerzos mayores.
Marx llamo socialismo a la fase inferior de la sociedad comunista. En consecuencia es comprensible por qué muchos partidos que se llaman comunistas como el PCUS actúan en una república denominada socialistas hacen referencia a líderes como Lenin, conocido como comunista, o se refieren al comunismo como objetivo final.
Del marxismo, o socialismo científico, se han derivado distintas corrientes que se denominan socialistas o comunistas, o en otros casos adoptan el nombre de su teórico principal. A la mayoría se las puede incluir en el socialismo científico o marxismo.
La social democracia ha privilegiado la metodología democrática para implantar el socialismo. Lograría reformas que posibilitarían a la clase obrera un mejor nivel de vida e irían llevando la sociedad hacia el socialismo. En la actualidad la social democracia influye en Europa occidental, pues en su organización hay miembros de América del Norte, América Latina, Asia y África.
La social democracia, pese a sus iniciales declaraciones ortodoxas, ha privilegiado la metodología democrática para implantar el socialismo. Además lograría reformas que posibilitarían a la clase obrera un mejor nivel de vida e irían llevando la sociedad hacia el socialismo. En la actualidad la social democracia influye en Europa occidental, aunque en su organización hay miembros de América del Norte, América Latina, Asia y Afrecha. En el caso de Europa occidental, esta ha abandonado la dictadura del proletariado para insertarse en la lucha parlamentaria y así acercarse a la socialdemocracia.
Otras ramas son:
Trotskismo: Su inspirador fue León Trotski. Es una corriente considerada como marxista clásica. Su teoría de la revolución permanente es fundamental.
Trotski consideraba que la transición al socialismo debía realizare por medio de diferentes conmociones: económicas, políticas y sociales. Esta se radicaría en diferentes estructuras sociales y niveles y en diversas coyunturas históricas. La revolución debe comenzar en una nación y luego se extenderá al ámbito internacional de acuerdo a las distintas coyunturas históricas y realidades socioeconómicas.
Trosky introduce una democratización de la dictadura del proletariado. Esta en la industria, tendrá el control y la gestión de la producción por medio de comités de fábricas, y en el consumo deberán controlar la distribución y precio de los productos.
En Argentina existen dos partidos troskianos: el MAS (movimiento al socialismo) y el PO (el partido obrero).
Maoismo: fundamentado en el pensamiento de Mao tse-tung. Esta adaptado a una revolución prolongada en la que se va destruyendo progresivamente la sociedad anterior, se va construyendo el socialismo. Según Mao es imposible aplicar el socialismo si que el hombre acompañe previamente su evolución. El campesinado esta determinado por una estructura económica agraria.
En Argentina su influencia es escasa y estuvo remitida a la década de 60 cuando se fundo el actualmente extinguido Partido Comunista Revolucionario, surgido del Partido Comunista argentino.
Nacionalismo
Ideología política y social que corresponde el concepto de nación con el de Estado. Aunque tradicionalmente se ha llamado nacionalismo al pensamiento político relativo a la consecución de la independencia nacional, para los pueblos y las etnias, el término también corresponde a la actividad e un Estado. En esta ocasión, el nacionalismo sería la cohesión de los ciudadanos de ese país en base a su procedencia, por encima de diferencias sociales de clase. Ernerst Gellner dio una definición que es la que habitualmente se utiliza: "Principio que afirma que la unidad política y nacional deben ser congruentes".
El nacionalismo surgió con la Revolución Francesa y la formación de los Estados. Así decenas de comunidades europeas no ligadas a los Estados conformados, reivindicaron su derecho a la soberanía, en función de su identidad propia. Movimientos hasta entonces sin definición política, se apresuraron a defender su estatus.
Con la descolonización y el sello que dejó Hitler al concepto de nacionalismo, surgió la expresión "nacionalismo revolucionario" para designar procesos de emancipación nacional de distintas clases.
Nación
Es la comunidad que se piensa a sí misma como sujeto de relaciones sociales, institucionales, históricas, políticas, culturales y, en general, para todas las manifestaciones de la convivencia humana.
En la constitución de esta comunidad autoconsciente, intervienen procesos históricos, étnicos, de conflictividad social, de linealidad y de comunicación lingüística, de estabilidad territorial o, incluso otras variables de raza, religión y demás, sin que ninguno de ellos sea exclusivo o determinante. Es, en definitiva, un proyecto de soberanía, de legitimidad, de supervivencia, de autodefensa, de economía.
La segunda de las interpretaciones, el Estado-Nación, corresponde a las renovaciones políticas surgidas de la Revolución Francesa y el triunfo de la ideología burguesa.
Nazismo
El nazismo es, en su origen, la ideología oficial del NSDAP (Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes) comúnmente conocido como Partido Nazi. Su fundamento no tuvo excesiva elaboración teórica, apropiándose, en gran medida, de las ideas fascistas según las cuales el Estado, para reservar su cohesión y unidad, debía de ser totalitario. Para el nazismo, este argumento fue compaginado con la máxima racista de superioridad de la raza aria sobre el resto. La admiración por la fuerza bruta y el culto al jefe único fueron otras dos nuevas aportaciones del nazismo. La situación social y económica de Alemania después de la Primera Guerra Mundial y el oportunismo de Hitler hicieron el resto. Hitler y el Partido Nazi lograron un apoyo popular de gran magnitud como para animar a Alemania a lanzarse a la conquista de Europa, en lo que fue la Segunda Guerra Mundial.
Desde sectores de izquierda el nazismo ha sido denunciado como un producto inevitable del capitalismo y, sobre todo, como fruto de las tendencias imperialistas de los Estados más fuertes. Según estas impresiones, el germen capitalista que impregna la sociedad hace posible expresiones de este tipo que cíclicamente atenazan a la humanidad…
La filosofía del fascismo.
Antes de analizar la filosofía de este fenómeno, deberíamos primero explicar sus características en líneas generales.
Se ha dicho repetidamente que el fascismo no constituye una doctrina, y se citan las propias palabras de Mussolini: "nuestra doctrina es el hecho", o "los fascistas tenemos el valor de rechazar todas las teorías políticas tradicionales; somos aristócratas y demócratas, revolucionarios y reaccionarios, proletariados y antiproletarios, pacifistas y anitpacifistas. Nos basta con tener un solo punto de referencia: la Nación."
- La desigualdad de clases es natural y provechosa.
- La democracia igualitaria y el sufragio universal suponen la ley del número prevaleciendo sobre la calidad. Son las elites dirigentes las que deben gobernar.
- El Estado tiene absoluta e indiscutible primacía sobre el individuo. Los principios de disciplina, autoridad y jerarquía deben dominar en la organización del Estado. "La nación- dice Mussolini- es creada por el Estado, que da al pueblo, consciente de su propia unidad moral, una voluntad y, por consiguiente, una existencia efectiva".
- La lucha es fundamental para la supervivencia. Se debe vivir peligrosamente para probar la superioridad.
- Las libertades individuales no son derechos, sino concesiones que hace el Estado, siempre y cuando no sean perjudiciales.
- La guerra no es un azote, ni una maldición, sino un ideal; el pacifismo no es sino una muestra de debilidad.
- La teoría marxista de la lucha de clases es falsa; es necesaria la creación de un orden social jerárquico.
- Los principios liberales y democráticos deben ser sustituidos por la exaltación del Estado totalitario, fundado en el sentimiento colectivo y en la mística del jefe.
- Italia debe tener un lugar de primer plano en el mundo, como continuadora de la grandeza romana.
La idea del Estado Corporativo fue uno de los elementos fundamentales de la doctrina fascista, pero de ninguna manera el único. Los restantes pueden ser brevemente definidos así:
- Totalitarismo. El Estado demanda la suma de interés y de la lealtad de sus miembros. No debe existir "nada por encima del Estado, nada contra el Estado". Debido a que el Estado no puede orientarse hacia sus altos fines sino en la medida en que sus miembros estén identificados con un objetivo común, sólo puede haber un Partido Fascista, una prensa fascista y una educación fascista.
- Nacionalismo. La nación es la forma de sociedad más elevada que la raza humana haya elaborado jamás. Tiene una vida y un alma propia, aparte de las vidas y almas de los individuos que la componen. No puede haber jamás armonía de intereses entre dos o más pueblos distintos. El internacionalismo es, por lo tanto, sólo una burda perversión del progreso humano. La nación debe ser conducida hacia la cima de su fuerza si su grandeza mediante el autoabastecimiento, la creación de un ejército poderoso y la consecución de un índice de natalidad de rápido crecimiento.
- Idealismo. La filosofía del fascismo puede ser calificada de idealista en el sentido de que renunciaba a una interpretación materialista de la historia. Según Mussolini, la nación podía convertirse en lo que se propusiera, ya que su destino no estaba de ningún modo sellado fatalmente por su posición geográfica o por el volumen de sus recursos naturales. El idealismo se desarrolla principalmente como una protesta contra el pesimismo característico de los anteriores gobernadores de Italia que argumentaban que el país estaba irremediablemente condenado, por la falta de recursos carboníferos, a seguir siendo una potencia de tercer orden.
- Romanticismo. La razón no puede ser jamás el instrumento más adecuado para la solución de los grandes problemas nacionales. El intelecto humano necesita el complemento indispensable de la fe mística, del autosacrificio y del culto de heroísmo y de la fuerza. "El espíritu fascista es voluntad, no intelecto".
- Autoritarismo. La soberanía del estado es absoluta. El ciudadano no tiene derechos, sino deberes. Lo que las naciones necesitan no es libertad, sino trabajo, orden, prosperidad. La libertad es un "cadáver de putrefacción", un gastado dogma heredado de la Revolución Francesa. El Estado debe ser gobernado por una elite que haya demostrado su derecho a gobernar mediante su fuerza y su superior comprensión de los ideales nacionales.
- Militarismo. La lucha está en el origen de todas las cosas. Las naciones que no se expanden, acaban por marchitarse y morir. La guerra exalta y ennoblece al hombre y regenera a los pueblos perezosos y decadentes.
En la Estructura del Estado Fascista Italiano es característico el mantenimiento de ciertas formas institucionales tradicionales y al mismo tiempo la existencia de instituciones paralelas que, sin suprimir a aquellas, las vacían de contenido.
Continúan el Rey, el Parlamento y el Ejército, pero el poder está en el jefe del Estado, en el Gran Consejo, en el Partido Fascista y en las Milicias.
Existía un verdadero culto al jefe, muy visible en las grandes manifestaciones a las que Mussolini aportaba sus naturales actitudes para dirigirse de modo efectista a las multitudes y provocar en éstas verdaderas explosiones de entusiasmo. La prensa, la radio y el cine se encargaban de mantener este estado de pasión colectiva. La fórmula "Mussolini siempre tiene razón", artículo octavo de los diez mandamientos de las milicias fascistas, es altamente representativa.
La Ley Electoral de 1928 también es ilustrativa. Establecía las "listas de confianza", o sea, un proceso previo de selección de candidatos, a cambio del Gran Consejos y a propuestas de las confederaciones nacionales de corporaciones, lo que significaba que el electorado no tenía opciones entre listas sino que debería simplemente aceptar o rechazar así elaborada.
El partido fascista decidido por la consigna "creer, obedecer, combatir", constituyó la elite dirigente del gobierno y de la sociedad. En 1932 recibió nuevo estatuto que determinaron su estructura jerárquica. Su base eran los "fascios", que se agrupaban en cada provincia en una Federación.
En cuanto a la acción fascista de encuadramiento de la población, ella se manifestaba muy claramente en las manifestaciones juveniles, en la prensa, en la enseñanza y en la política cultural.
- La Opera Nazionale Balilla controlaba los movimientos juveniles, organizándolos con base en la preparación física y militar, así como en la fanática obediencia al jefe. De los cuatro a los ocho años, los niños permanecían a los "hijos de la loba"; a los ocho años pasaban a las "Balilla"; a los catorce años eran "Avanguardisti"; finalmente a los dieciocho años pasaban a las "Juventudes Fascistas".
- Los adultos eran organizados en asociaciones profesionales y sindicatos. También fue destacada la organización dependiente del Partido, la Opera Nazionale Dopolavoro, encargada de organizar vacaciones viajes, y diversiones colectivas de los obreros.
- El Ministerio de Prensa y Propaganda tenía el control total de la prensa.
- La enseñanza estaba sujeta a normas estrictas: "El gobierno exige que toda la escuela en todos sus grados, en toda su enseñanza eduque a la juventud italiana a comprender el fascismo y a vivir en el clima histórico creado por la revolución fascista". Los profesores de la Universidad estaban sometidos a la obligación de prestar juramento de fidelidad al régimen.
- En 1925 fue fundado el Instituto Nacional Fascista de Cultura, destinado a impulsar la política cultural del régimen y desplazar la cultura tradicional.
La psicología de masas del fascismo
El estudio de la eficacia psicológica de Hitler sobre las masas debía partir de la idea de que un führer representante de una idea, no podía tener éxito (no un éxito histórico sino esencialmente pasajero) más que si sus conceptos personales, su ideología o su programa se encontraban en armonía con la estructura media de una amplia capa de individuos integrados en la masa. Un führer no puede hacer la historia más que si las estructuras de su personalidad coinciden con las estructuras de amplias capas de la población, vistas desde la perspectiva de la psicología de masas. Dice Domenach: "es innegable que un cierto número de mitos hitlerianos correspondían o bien a una constante del alma germánica, o bien a una situación creada por la derrota, el desempleo y una crisis financiera sin precedentes".
Como todo movimiento reaccionario, el de Hitler se apoyaba en varias capas de la pequeña burguesía. Se caracterizaba a este segmento social mediante la metáfora de un ciclista: "por arriba curva su espalda, por abajo patalea"("Nach oben buckelt er, nach unten tritt er", según lo citaba P. Reiwald). Con esto se quiere explicar un componente psicoétnico del pueblo alemán: la sumisión hacia quienes están encima y la brutalidad para con los de abajo. Había también un componente místico en las clases medias alemanas, que Hitler aprovechó para proclamar que Alemania era la encargada de cambiar el mundo. Esto, sumado a la proliferación de corrientes intelectuales reaccionarias (Gobineau, Wagner, Chamberlain, quienes ponían el acento sobre todo en la cuestión racial, y otros que apelaban al espíritu guerrero del pueblo alemán, magnificando las gestas teutonas) a fines del siglo diecinueve, creó el caldo de cultivo para la proliferación de este tipo de fenómenos.
Hay algo evidente: cuanto más numerosa e influyente en una nación es la clase media, más probable es que haga su entrada en la escena política como fuerza social. Por otra parte, las contradicciones intrínsecas del fascismo no hacen más que reafirmar su base de masas de clase media. Que los intereses subjetivos de estas masas hayan sido aprovechados por Hitler al incluir en su plataforma la lucha contra el gran capital, y que el fascismo, en su función objetiva, se haya convertido en defensor fanático del imperialismo y pilar del orden económico del gran capital, son hechos que llevan a la convergencia en el nacionalsocialismo.
Para comprender la ideología, la situación del pequeño campesino, del funcionario y del comerciante medio hay que tener en cuenta sus matices económicos, pero fundamentalmente su identidad familiar común. Si nos focalizamos en las clases medias urbanas, vemos que la rápida evolución de la economía capitalista en el siglo XIX lleva a la pauperización de los pequeños comerciantes y artesanos. Ante las grandes industrias, que producen más barato y más racionalmente, las pequeñas empresas están destinadas a desaparecer. Esta situación los llevaría tarde o temprano a confundirse con la gris masa del proletariado.
La pequeña burguesía se rebeló, al fin, contra el sistema, encarnado en el "régimen marxista" de la socialdemocracia. Pero dado el carácter competitivo de los estratos medios, fundamentalmente de los funcionarios del estado, no se observa una identificación de la pequeña burguesía con sus pares o con los obreros industriales, un sentimiento de solidaridad, lo que Marx acuñó como "conciencia de clase".
La conciencia social del funcionario no está determinada por el sentimiento de una comunidad de destino con sus colegas, sino por la actitud cara a la autoridad establecida y a la "nación". Para el funcionario esta actitud consiste en una identificación absoluta con el poder estatal; súbditos con respecto a la autoridad, se convierten en los representantes de esa misma autoridad en sus relaciones con sus subordinados y, por este motivo, gozan de una especial protección moral. Esta identificación con la administración del Estado y la nación, que puede resumirse en la fórmula: "Yo soy el Estado", es una realidad psíquica que nos proporciona uno de los mejores ejemplos de una ideología convertida en poder material. Como resultante de su dependencia material, su personalidad se transforma a imagen de la clase dominante. En palabras de W, Leich: "Por tener los ojos perpetuamente clavados en lo alto, el pequeño burgués acaba por cavar una fosa entre su situación económica y su ideología". Esta "mirada clavada en lo alto" es lo que distingue esencialmente a la estructura pequeño burguesa de la del obrero de la industria en Alemania. En otros países, como EEUU, el "aburguesamiento" de los trabajadores de la industria anula esta distinción.
Para penetrar en el mundo obrero, el fascismo propone la supresión de las clases, o sea la supresión del proletariado, recurriendo al sentimiento de vergüenza que sufre el trabajador manual (el desprecio por este tipo de tareas es uno de los elementos reaccionarios más importantes, al llevar a querer imitar al empleado de oficina). Sumémosle a esto que los trabajadores emigrados del campo traen consigo una ideología de familia rural que es el mejor caldo de cultivo para causas imperialistas y nacionalistas. Otro elemento a tener muy en cuenta es la importancia que revisten los pequeños hábitos diarios, hecho sistemáticamente ignorado por el movimiento revolucionario. Lejos de ser costumbres propias de este estrato social, constituían la expresión visible de que se acusaba recibo de la propaganda nacionalsocialista. La represión de la mujer, el vaso de cerveza bebido en familia, el traje "elegante" de los domingos -todos ellos símbolos del adocenamiento que se estaba produciendo-, penetraban en cada rincón de la existencia cotidiana, mientras que el trabajo de la fábrica y los panfletos revolucionarios no actuaban más que durante unas horas.
De este modo, cuando la crisis económica impactó a esta capa social, su sensibilidad revolucionaria estaba embotada producto de decenios de estructuración conservadora. La afirmación comunista de que la política de la socialdemocracia le había abierto las puertas al fascismo era exacta desde el punto de vista de la psicología de masas. Afirma W. Leich que "a falta de organizaciones revolucionarias, decepcionado por la socialdemocracia y angustiado por la contradicción entre su empobrecimiento y el pensamiento conservador, el trabajador se arroja en los brazos del fascismo".
El fascismo alemán comparado con el fascismo italiano. El racismo.
En cuanto a su filosofía, puede decirse que el fascismo alemán tenía una manifiesta afinidad con su congénere italiano. Ambos movimientos eran esencialmente colectivistas, autoritarios, nacionalistas, militaristas y románticos por definición (en el sentido de su antiintelectualismo). Pero mediaban, no obstante, algunas diferencias manifiestas. El fascismo italiano nunca tuvo una base racial. Si bien es cierto que después de la formación del eje Roma–Berlín, Mussolini promulgó algunos decretos antisemitas, la mayoría de ellos parecen no haber sido cumplidos al pie de la letra. Por el contrario, el nacionalismo hizo del factor racial el pilar central de su teoría, argumentando que la raza aria tenía en los nórdicos sus más perfectos exponentes, era la única en todo el género humano que había hecho contribuciones realmente significativas al progreso de la humanidad. Sostenían además, que las grandes obras y las cualidades intelectuales de un pueblo eran fatalmente determinadas por la sangre. Deducían de ello que ninguna ciencia, literatura i música judía podrían representar jamás a la verdadera nación alemana. Pero la verdadera razón por la que los nazis persiguieron a los judíos parece radicar en el hecho de necesitar imperiosamente una víctima propiciatoria sobre cuyas espaldas descargar la responsabilidad de los graves problemas que afligían a la nación.
Otra de las diferencias entre el fascismo alemán e italiano, reside en el hecho de no haber sido plenamente desarrollado en Alemania el Estado en su forma corporativa. Por supuesto, una y otra forma de fascismo implicaban por igual la abolición del derecho de huelga y el absoluto sometimiento de las actividades económicas al control político, pero en Alemania no existía ninguna forma de representación directa de los intereses económicos en las altas esferas del gobierno. Los miembros del Reichstag siguieron siendo elegidos por el sistema de distritos geográficos y el Estado conservó su carácter exclusivamente político. Finalmente, puede decirse que el nacionalsocialismo era mucho más vehemente y fanático que el fascismo italiano.
Complejidad de los fundamentos de la importancia histórica del fascismo
La importancia histórica del fascismo en cualquiera de sus dos manifestaciones, italiana o alemana, sigue siendo un tema de controversia que divide a los estudiosos de la historia moderna. Algunos argumentan que sólo se trató de un movimiento de entronización de la fuerza por parte de los grandes capitalistas empeñados en rescatar el derrumbe a su agonizante sistema. Pero ni el fascismo de Mussolini ni el nacionalsocialismo alemán mostraron en sus comienzos ninguna inclinación por proteger los interese de los monopolios. El propósito que los animaba era diametralmente opuesto; aunque no debemos olvidar que la toma del poder en ambos casos dependía en alguna medida del apoyo de los terratenientes y capitanes de la industria. Otra de las interpretaciones de fascismo pretende explicarlo como una reacción de los deudores contra sus acreedores.
Otros historiadores del movimiento lo interpretan como una rebelión contra el comunismo. Lo más probable es que el fascismo haya sido una combinación de todos esos factores y de otros que no figuran en la lista. Se podría decir que era un producto del orgullo nacional y de una demanda de fuerza y eficacia para solucionar los problemas de una sociedad caótica, indescriptiblemente complicada por la segunda revolución industrial y por la desilusión y el colapso económico que sucedieron al estallido de la primera Guerra Mundial.
Balza Salazar