Escuela y TV. Una unión a favor de la socialización (página 4)
Enviado por Lic. Yonnier Torres Rodr�guez.
Epígrafe 4. Análisis de los resultados obtenidos en la Observación no participante.
Como contrapartida de la entrevista a expertos y del análisis de contenido, para complementar la entrevista a estudiantes y como apoyo para el análisis de la recepción por parte de alumnos y profesores del aula de las teleclases y videoclases como medios de enseñanza y complementos educativos, se construyó una guía de observación no participante y fue aplicada en cinco clases de materias diferentes a dos centros de enseñanza secundaria de Ciudad de La Habana.
Fueron visitadas dos clases de Historia en la ESBU José de la Luz y Caballero del municipio 10 de Octubre y dos de Español y una de Matemática en la ESBU José Antonio Sucre del municipio Habana del Este. Se seleccionaron estas escuelas pues con anterioridad se habían aplicado entrevistas a estudiantes en las mismas y los directores de los centros no se oponían a recibirme nuevamente y abrirme totalmente las puertas a los objetivos de la investigación, lo cual no hubiera sido posible en otras escuelas por los temores infundados de los cuales hablamos en el epígrafe anterior y no creo necesario repetir.
Para la total comprensión de los resultados que a continuación voy a exponer es necesario aclarar algunos datos estructurales con respecto a la organización de las clases en la Enseñanza Secundaria. A partir del curso escolar 2002-2003, con la decisión de formar cursos emergentes de profesores generales integrales de Secundaria Básica (PGI) se decidió reducir el número de estudiantes en cada aula con el objetivo de que los profesores pudieran atender de forma adecuada los problemas individuales de cada alumno, de esta forma en cada aula se colocaron menos de treinta estudiantes y su ubicaron dos profesores por grupo (o sea cada profesor atiende de forma individual 15 de los 30 alumnos que están en su clase), es por esto que en las observaciones realizadas no solo atendía a las acciones del profesor que estaba frente al grupo, sino de los dos, pues cuando uno hacía una cosa el otro lo apoyaba en otra y de esta forma se complementaban y compartían el trabajo en clase.
Las materias visitadas, que fueron Matemática, Español e Historia, como planteamos en el Capítulo 2 son esenciales para el sistema de enseñanza en Cuba y en el caso de la enseñanza secundaria no se hacen acompañar solo por videoclases sino que son complementadas por consolidaciones o ejercitaciones donde el profesor del aula carece de apoyo audiovisual y asume directamente y de forma frontal el trabajo con los alumnos con el objetivo de afianzar el conocimiento, aclarar las dudas y reforzar la atención a los problemas individuales de cada estudiante. Para cada semana de docencia estas asignaturas quedan organizadas de la siguiente forma:
Matemática 5 turnos de videoclases 2 turnos de ejercitaciones
Historia 5 turnos de videoclases 1 turno de ejercitación
Español 5 turnos de videoclases 2 turnos de ejercitación.
Los expertos que fueron entrevistados para la presente investigación coinciden en afirmar que las teleclases y videoclases están concebidas y estructuradas de tal forma que el profesor del aula cuenta con un tiempo inicial entre los cinco y los quince minutos para introducir brevemente el contenido a abordar en la clase, y luego de la visualización cuenta con otro tiempo entre los cinco y los quince minutos para aclarar las dudas que hayan quedado, hacer un breve resumen del contenido que se trató en clase, etc.
A esto le podemos añadir, en el caso de la videoclase, la utilización de esta con interrupción, o sea, de acuerdo a las necesidades o características de los estudiantes, lo cual le permite al profesor del aula controlar el tiempo con vistas al cumplimiento de los objetivos de la clase, a pesar de orientaciones contrarias (comentadas en el primer epígrafe de este capítulo) determinadas por el MINED sobre la visualización de estos medios sin interrupción. Es por esto que la Guía de Observación está confeccionada de tal forma que se contemplen los tres momentos, la acción del profesor antes de la visualización, durante la visualización y una vez concluida esta, así como la posición y participación de los alumnos durante toda la clase.
En las clases visitadas los profesores del aula revisan la actividad independiente de la clase anterior y comprueban las respuestas elaboradas por los alumnos de forma individual, rectificando los errores que hayan cometido, organizan la disponibilidad de los materiales necesarios a utilizar en clase (libretas, lápices, instrumentos de geometría), recuerdan muy brevemente el contenido abordado en la clase anterior y copian el tema de la nueva clase en la pizarra.
Más no hacen una breve introducción antes de utilizar la videoclase, es el teleprofesor el que se encarga de introducir el contenido luego de exponer el asunto de la clase y revisar la actividad independiente de tarea.
Una vez comenzada la visualización los profesores del aula controlan la disciplina y la atención de los estudiantes hacia el contenido de la videoclase, aclaran las dudas que al momento surjan en las explicaciones del teleprofesor, hacen hincapié en algunos elementos importantes del contenido y controlan que todos los alumnos tomen en sus libretas las orientaciones de las actividades. Sin embargo los alumnos no prestan una adecuada atención a las explicaciones del teleprofesor, muestran interés cuando dentro de la videoclase se presentan materiales audiovisuales, cuando se orientan actividades independientes, se realizan y se revisan de forma directa en el aula o pueden comprobar los resultados comparándolos con los que se obtienen en la videoclase. Tampoco toman nota de lo observado, del contenido al que hace referencia el teleprofesor o aspectos de sus explicaciones, solo copian en sus libretas, previa orientación del teleprofesor y el profesor del aula, los textos o actividades que se presentan en diapositivas y las aclaraciones que hacen en la pizarra tanto el teleprofesor como el profesor del aula.
Los profesores del aula detienen o interrumpen la videoclase para que los alumnos tomen nota de las orientaciones de las actividades, atienden directamente la realización de estas actividades en el aula, comprobando las respuestas y atendiendo las dudas y errores, bajando el volumen del televisor para tomar ellos el rol del teleprofesor y asumir un papel activo ante la realización y comprobación de las actividades, otorgándole a la vez un papel activo a sus estudiantes al permitirles expresar y comprobar de forma directa sus respuestas.
Una vez concluida la visualización al profesor del aula no le queda prácticamente tiempo para darle continuidad al contenido pues en la mayoría de las clases visitadas la orientación de la actividad independiente coincidía con el timbre de cambio de turno y fin de la clase, los profesores del aula solo aclaran rápidamente las dudas que hayan quedado del contenido presentado en clase y aquellas con respecto a la actividad independiente.
Los profesores del aula orientan y controlan de forma adecuada las actividades en clase, en aquellas que fueron observadas podemos percibir una buena preparación y dominio de los contenidos, procuran estos que sus estudiantes participen en clase y comprendan el contenido que se imparte aclarando todas las dudas tanto de forma grupal como individual, sin embargo deben hacer mayor énfasis en la actividad directa con los estudiantes y en la participación activa de estos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, para que no solo participen de las actividades que orientan en la videoclase sino además de las interrogantes eventuales o debates pequeños que establece el teleprofesor con los alumnos del set y no asuman ante esta situación una posición pasiva. También deben ajustar el tiempo y el material audiovisual a utilizar de tal forma que le quede tiempo al concluir la visualización para darle continuidad al contenido.
En las videoclases el contenido que se aborda se suele relacionar con elementos que contribuyan a motivar el interés de los estudiantes y elevar su nivel cultural, de esta forma en las clases visitadas el contenido hacía referencia al cuidado del medio ambiente, a las características de algunos animales, a los logros de la salud cubana, la historia de la cirugía, etc. La relación del contenido con aspectos de la vida cotidiana hacen que el estudiante pueda llevar el conocimiento a la práctica y se sienta más motivado y le preste más interés a lo que va a aprender.
Los elementos de la videoclase que más motivan al estudiante son, sin dudas, los materiales audiovisuales presentados, los videos musicales, los ejercicios o actividades independientes, siempre y cuando puedan realizarlas y revisarlas de forma directa en el aula con su profesor, pues cuando son los estudiantes del set los que contestan las interrogantes que lanza el teleprofesor y el profesor del aula no motiva la participación de los alumnos la motivación desciende. Estos materiales audiovisuales que forman parte de la videoclase además de motivar el interés de los estudiantes, contribuyen a promover reflexiones críticas (que en muchas ocasiones expresan en voz alta los alumnos) y respuestas valorativas ante preguntas que puede hacer lo mismo el profesor del aula, el teleprofesor o la persona que guía (voz en off) el material audiovisual, esto contribuye al proceso de trasmisión de valores como parte de la socialización escolar y a la formación en los estudiantes de una visión crítica, un pensamiento reflexivo y una posición activa ante el contenido que están recibiendo.
En cuanto al uso de los medios de enseñanza, los profesores del aula solo se auxilian de la pizarra al mismo tiempo que transcurre la videoclase para colocar el asunto, tomar algunas orientaciones de actividades y los alumnos más rezagados puedan copiarlas o hacer algunas aclaraciones con respecto al contenido.
Analizando las clases visitadas nos podemos percatar de lo imprescindible que resulta para un adecuado proceso educativo el hecho de utilizar la videoclase o teleclase como medio de enseñanza y no como sustituto del profesor, de hecho atendiendo a las clases visitadas podemos afirmar que las videoclases o las teleclases no sustituyen al profesor sino que lo complementan y apoyan tanto en su labor instructiva como educativa, pues estos asumen tanto un papel de orientador y supervisor como de facilitador e intermediario, entre el contenido que se trasmite en la videoclase y sus alumnos, atendiendo de forma individualizada las dudas e inquietudes y velando por la comprensión cabal del contenido.
En estas observaciones podemos ver como en determinados momentos de la clase los profesores usan la videoclase como medio de enseñanza al visualizar solo los aspectos que no pueden brindarle de forma directa a sus alumnos y detenerla, bajarle el volumen o interrumpirla en el momento de realizar las actividades o de comprobar hasta que punto el estudiante ha comprendido el contenido que se viene tratando, por tanto podemos decir que en las clases observadas los profesores no asumen una posición pasiva sino que tomando el rol del teleprofesor y adecuando el material audiovisual a las necesidades de su grupo de estudiantes, procura que estos mantengan una posición activa y una relación directa en el transcurso de la clase; lo que nos lleva a afirmar que los estudiantes en el transcurso de las clases observadas mantienen una posición activa y son participes de su propio proceso de enseñanza. Sin embargo no nos podemos contentar del todo, pues ante interrogantes eventuales que lanza el teleprofesor y que no son colocadas en diapositivas ni en la pizarra de la videoclase, los profesores no propician la participación activa de sus alumnos y estos se convierten en espectadores de las respuestas que dan los estudiantes del set, perdiendo el interés al no poder expresar sus ideas, dudas o inquietudes.
En la mayoría de las clases visitadas con el final de la visualización termina el turno de clase y el profesor no tiene tiempo para darle continuidad al contenido, las dudas de los alumnos o los elementos incomprendidos tienen que esperar a un nuevo espacio en la consolidación, por tanto se hace necesario una adecuada planificación y estructuración del tiempo de visualización, respetando y dándole el verdadero valor tanto al espacio de introducción del conocimiento como al del resumen final. Sin dudas, como podemos demostrar en las clases observadas es importante que el profesor del aula en el nivel de enseñanza secundaria hagan hincapié en la actividad directa con los estudiantes, procuren que estos asuman una posición activa ante el proceso de enseñanza-aprendizaje, propicien el interés y la motivación ante el contenido y hagan sentirse a los estudiante participes de su propio proceso educativo. Solo teniendo todos estos aspectos en cuenta, como lo hacen los profesores cuyas clases fueron visitadas, pueden funcionar las teleclases y videoclases como herramientas fundamentales, que como apoyo a la labor educativa del profesor, contribuyan a perfeccionar el proceso de socialización escolar.
Epígrafe 5. Resultados Generales.
"Todas las verdades pueden ser percibidas claramente,
pero no por todos, a causa de los prejuicios".
Descartes.
A la hora de estudiar cualquier proceso, fenómeno, situación o cuestión social ningún conjunto de técnicas es suficiente, siempre va a quedar tela por donde cortar y a medida que avance la investigación van a surgir cual espejismos aristas nuevas, puntos de vista, enfoques, situaciones conflictivas, barreras por derribar, canteras por abrir, que al inicio habían pasado ante nuestros ojos desapercibidas. Por muy claro que sean los objetivos, por muy preciso que sea el camino trazado siempre más que "sillas que nos inviten a parar" aparecerán tentativas cajas de Pandora ante las cuales la curiosidad se sentirá presa de la más terrible desesperación, por eso es necesario mantener, aunque suene a utopía, la objetividad, medir las posibilidades y no lanzarse en una carrera desenfrenada hacia objetivos que no estén a nuestro alcance, sé que los resultados generales que a continuación voy a referir van a despertar inquietudes y más de uno quedará insatisfecho y se preguntará por qué no hice más, por qué no exploté más aquella fuente de información o por qué no introduje mi mirada hacia ese otro lugar, cuando lo más importante para un investigador social es tener conciencia de sus limitaciones de tiempo y recursos, si eso sucede, quedaré complacido.
La Televisión Educativa es un fenómeno relativamente nuevo como relativamente nueva es la televisión, más en nuestro país que no es hasta el Triunfo de la Revolución que los profundos cambios económicos, políticos y sociales comienzan a despertar asuntos anteriormente olvidados y la educación, como la salud, la alimentación y toda una serie de necesidades básicas adquieren su verdadera dimensión, es entonces cuando nos damos cuenta de qué es lo que verdaderamente debemos erradicar y cientos de jóvenes se unen a la Campaña de Alfabetización y la educación y la formación de una cultura general integral en el pueblo se convierten en prioridad de la Revolución.
Según los expertos es este el hecho que marca el comienzo de un profundo cambio educacional en nuestro país, la televisión deja de ser un aparato de uso doméstico y se pone en servicio de la educación en los más diversos niveles. Sin embargo no es hasta principios del siglo XXI que el uso de la televisión como medio de enseñanza adquiere su máxima dimensión, quizás porque el país hasta ese momento no contaba con los recursos y el desarrollo económico necesarios para implementar un revolución educacional de esta magnitud, donde se colocan un televisor y un video en cada aula de los niveles básicos de enseñanza y se preparan un gran número de maestros; lo cierto es que al calor de la Batalla de Ideas, como punto cardinal del desarrollo en nuestro pueblo de una cultura general integral y motivado por la necesidad de transformar y actualizar la escuela en pos del perfeccionamiento del proceso enseñanza-aprendizaje, cubrir el enorme déficit de maestros que se comenzó a dar en Cuba a finales de los 90 y principios de este siglo, contribuir a la preparación de los nuevos maestros emergentes que se encargarían de impartir todas las asignaturas en el nivel de Secundaria Básica, y sobre todo, darle la posibilidad a todos los estudiantes del país, con independencia del lugar donde habiten, de tener acceso a una educación de calidad y a todo el desarrollo científico-técnico que va existiendo en el país y en el mundo, se retoma la utilización de la televisión como un significativo medio de enseñanza.
Las ventajas del uso de los materiales audiovisuales como medios de enseñanza se vienen esbozando desde el primer capítulo a partir de las ideas de importantes cientistas sociales de diversas partes del mundo, específicamente en nuestro país y de acuerdo a los resultados alcanzados en la entrevista a expertos, el uso de la Televisión Educativa permite hacer llegar en un momento determinado, a todos los estudiantes, un fenómeno o proceso, situación o aspecto del contenido que no está a su alcance o que de forma directa no lo podrían obtener. Por las posibilidades del lenguaje televisivo el estudiante puede entrar en contacto con ambientes, situaciones e informaciones que no le son inmediatas y que contribuyen a una mejor comprensión del contenido, los estudiantes señalan cómo mediante los materiales que le son incorporados a las teleclases o videoclases pueden ver desde la erupción de un volcán, la formación de un maremoto o los daños que le causa la contaminación al medio ambiente hasta los hechos recreados que ocurrieron en un momento determinado del pasado histórico, o las costumbres y tradiciones que poseían las civilizaciones antiguas ("por ejemplo, los volcanes, en Historia ponen películas que ocurrieron en 1868, cuando la Guerra de Independencia, láminas de bosques, experimentos en Química, en las videoclases de Español nos ponen imágenes de la Ciénaga de Zapata, Camaguey, Holguín, lugares que no tenemos la posibilidad de visitar y por las videoclases podemos conocerlos, la fauna, las especies que allí habitan, y esto contribuye a que comprenda mejor el contenido porque no es solo el profesor explicando, sino con el ejemplo que nos ponen yo entiendo mejor las cosas, veo con mis propios ojos lo que sucede y razono más que con el profesor explicando ahí…)63 .
El total de las videoclases analizadas, sin dejar fuera la teleclase formativa, ante la escasez de medios de enseñanza tradicionales en las escuelas del país, contribuyen a resolver un problema educacional de importancia al auxiliarse de materiales audiovisuales que le permiten al estudiante acercarse al lugar, la realidad o fenómeno al que se hace referencia (tormentas eléctricas, Pacto del Zanjón, Protesta de Baraguá, ciudad de Bayamo, Fragua Martiana, civilizaciones antiguas), esto posibilita una mejor comprensión del contenido, la presencia de las imágenes facilita la asimilación del conocimiento, permite que el estudiante relacione el contenido que está recibiendo con aspectos de la realidad, que descubra la utilidad práctica del conocimiento y la relación intermaterias, todo esto contribuye, por tanto, al perfeccionamiento del proceso educacional y a un adecuado cumplimiento de las principales funciones de la institución escolar, al decir de Durkheim, desarrollar en el niño ciertos valores y determinadas destrezas intelectuales y físicas necesarias para convertirse en parte de la sociedad.
En las videoclases y teleclases el contenido que se aborda se suele relacionar con elementos que contribuyan a motivar el interés de los estudiantes y elevar su nivel cultural, de esta forma en las videoclases analizadas podemos ver como los materiales audiovisuales que se presentan a lo largo de las mismas, sirviéndose en la mayoría de los casos de una factura dinámica y atractiva, estimulan la atención del estudiante y elevan el nivel de motivación mediante la utilización de imágenes interesantes en correspondencia con el contenido que se está tratando, en clases visitadas los estudiantes prestaban un adecuada atención a los materiales audiovisuales presentados en pantalla y mantenían el interés mientras el contenido hacía referencia al cuidado del medio ambiente, a las características de algunos animales, a los logros de la salud cubana, la historia de la cirugía, etc. Esto se puede reforzar utilizando al máximo las potencialidades del medio televisivo y adecuando sus características propias y los recursos de los que se puede valer con vistas al perfeccionamiento de un medio dinámico que, ante todo, para contribuir a una mejor comprensión por parte del alumno del contenido que se le tramite y para contribuir a la labor educativa del profesor, debe captar y motivar la atención del estudiante.
La relación del contenido con aspectos de la vida cotidiana hacen que el estudiante pueda llevar el conocimiento a la práctica y se sienta más motivado y le preste más interés a lo que va a aprender, ponen los alumnos varios ejemplos de cómo utilizan el conocimiento que adquieren en la escuela en la actividades o acciones de la vida diaria: "en Matemática cuando voy al agro, cada vez que vamos a comprar en una tienda, para poder sacar los cálculos, la geometría para poder sacar el área de la tienda, de un área deportiva, en la videoclase de Español nos hablan del medio ambiente, de cómo se está destruyendo, en el formativo a veces te dicen como proyectarte hacia otras personas, como interactuar de buen modo, que se puedan entender bien".64
Otra de las ventajas innegables del uso de la Televisión Educativa es que contribuye sobremanera a la preparación de los profesores, pues tienen en sus manos además de un medio de enseñanza de insustituible valor, un instrumento que le sirve como guía en su desarrollo profesional, un gran número de clases impartidas por profesores especializados y con experiencia, cual espejos frente a los cuales mirarse. Esta es una de las principales razones por las cuales en el nivel de Enseñanza Secundaria un gran número de teleclases se comenzaron a distribuir en formato de video, de esta forma los profesores cuentan de antemano con el contenido que se va a impartir y pueden perfeccionar su autopreparación, así como concebir la estructura propia de su clase y adecuar los materiales audiovisuales a las necesidades y características de su grupo de estudiantes.
Las principales desventajas que posee la Televisión Educativa como medio de enseñanza están estrechamente relacionadas con el soporte en el cual se encuentre la teleclase (trasmitida al aire o en soporte de video). De acuerdo a la entrevista a expertos y a lo expresado por los estudiantes ,la principal desventaja está en que en la teleclase existe un límite de interacción entre los estudiantes y el teleprofesor, este último no puede responder a las necesidades individuales de cada uno de los estudiantes y concibe su clase para una media general, sin acceso a la retroalimentación directa, los estudiantes expresan que comprenden mejor el contenido a través de las explicaciones del profesor del aula, pues al teleprofesor no pueden plantearle las dudas y la relación directa y la interacción la mantienen con quien se encuentra frente a ellos durante todo el día, de la misma forma plantean que quiénes más influyen en su forma de ser y de comportarse son los profesores del aula, por encima de sus compañeros (el grupo de iguales) y de los mensajes o consejos que les trasmiten los teleprofesores a través de las teleclases o videoclases ("comprendo mejor el contenido a través de las explicaciones que me da el profesor del aula, porque al teleprofesor no puedo plantearle mis dudas pero al profesor del aula sí, y él me explica cuantas veces sea necesario")65 . Estas ideas nos llevan directamente a percibir el importante papel que juega el profesor del aula como eslabón principal del proceso de enseñanza-aprendizaje, punto cardinal y elemento insustituible en el proceso de socialización escolar, cuya labor instructiva y educativa es vital cuando de perfeccionamiento educacional estamos hablando, cuestión que en estos resultados generales iremos retomando constantemente.
Las clases trasmitidas al aire son recibidas por todos los estudiantes de un mismo grado a lo largo y ancho del territorio nacional, y esto es una gran desventaja pues los contextos en que se desarrolla la educación en cada lugar del país pueden variar, y la adecuada comprensión del contenido está sujeta a muchos factores, desde la existencia del fluido eléctrico, el contexto cultural en que se desarrolle, la adecuada recepción de la señal televisiva, hasta la posibilidad del profesor de estar presente o no a la hora de la trasmisión de la teleclase. Sin embargo, si la teleclase se encuentra en soporte de video, el maestro puede adecuarla a la situación y a las características de su grupo de alumnos, parar o volver atrás en la clase, verla con anterioridad y auto prepararse, en resumen, utilizarla de acuerdo a sus necesidades.
Haciendo un uso de las videoclases con interrupción en las clases observadas los profesores del aula manejaban las videoclases como medios de enseñanza adecuándolas a sus objetivos y necesidades, de esta forma detenían los carteles para que todos los estudiantes pudieran tomar nota de las orientaciones de las actividades, a la hora de revisar las actividades le bajaban el sonido al televisor para comprobar las respuestas de sus alumnos de forma directa y aclaraban los errores y las dudas. Una vez comenzada la visualización los profesores del aula controlan la disciplina y la atención de los estudiantes hacia el contenido de la videoclase, aclaran las dudas que al momento surjan en las explicaciones del teleprofesor, hacen hincapié en algunos elementos importantes del contenido y controlan que todos los alumnos tomen en sus libretas las orientaciones de las actividades, sin embargo, del trabajo directo con los alumnos y su participación activa en la clase, queda más por hacer, los profesores del aula deben hacer énfasis en esto y prepararse más para que sus alumnos no solo participen de las actividades que orientan en la videoclase sino además, de las interrogantes eventuales o debates pequeños que establece el teleprofesor con los alumnos del set y no asuman ante esta situación una posición pasiva, pues en las observaciones realizadas se constató que no siempre participaban los alumnos del aula ante las interrogantes que lanzaba el teleprofesor, el maestro del aula solo asume el rol del teleprofesor en el momento de realizar actividades debidamente presentadas en diapositivas de powerpoint o en la pizarra y no cuando el teleprofesor fomenta la participación oral de los estudiantes ante una pregunta eventual, hecho que además de reducir el nivel de motivación e interés de los estudiantes, impide que estos mantengan una posición activa en el transcurso de la clase
Otra de las limitaciones de las teleclases trasmitidas al aire que planteaban los teóricos en el capítulo 1, que ratifican los expertos entrevistados y que podemos comprobar en las clases observadas es el ajuste de tiempo de trasmisión de la teleclase y el horario de la escuela, actualmente en la Enseñanza Secundaria la mayoría de las clases se distribuyen en formato de video, sin embargo el problema persiste, pues los profesores del aula no cuentan con el tiempo suficiente para, una vez concluida la visualización, darle continuidad al contenido recibido, aclarar las dudas que hayan quedado, comprobar el grado de asimilación y comprensión del contenido o expresar algún resumen o conclusión de la clase, en la mayoría de las clases observadas la orientación de la actividad independiente por parte del teleprofesor coincidía con el timbre de cambio de turno, no dejando tiempo para más.
Según los expertos el uso de la Televisión y el video no desplaza a los demás medios tradicionales de enseñanza utilizados en el aula, sino que los integra, convirtiéndose en un medio más de alto valor: "la Televisión no es un medio que se pone por encima de otro, ni que desplaza a otros, pues hay momentos de la clase en que el estudiante tiene que hacer uso del libro de texto y del cuaderno de actividades. El maestro tiene que hacer un uso racional de todos los medios, en función de los contenidos y de los objetivos que persiga su clase, con un carácter sistémico, tiene la responsabilidad de saber en qué momento va a usar cada medio de enseñanza y cómo lo va a usar".66 Sin embargo las anteriores afirmaciones de los expertos no se corresponden con la realidad ; en las clases observadas los profesores del aula solo usan la pizarra para tomar el asunto de la clase, aclarar alguna duda o copiar las orientaciones de las actividades para los alumnos que se quedan rezagados, en estos turnos de clase donde se requiere el uso de la videoclase o teleclase el medio de enseñanza que predomina es el audiovisual.
Sale a relucir en la entrevista a expertos que además de las videoclases y teleclases dirigidas a los contenidos específicos de las materias, se implementa un programa formativo para cada grado que contribuye a elevar el nivel cultural en los estudiantes, integrando conocimientos y temas interesantes de acuerdo a los niveles de enseñanza y a las edades. Estos programas llevan a los estudiantes a reflexionar sobre determinadas situaciones dirigidas a la formación de valores, tratan temas relacionados con la educación sexual, la educación vial, los descubrimientos científicos, la vida y obra de figuras importantes de nuestra historia, el cuidado del medio ambiente, etc.
Los estudiantes asienten la importancia del programa formativo para el desarrollo en ellos de una cultura general integral y de una adecuada preparación para la vida, pero sugieren un conjunto de temas que les resultarían más interesantes y los motivarían a prestarle a este programa una atención mayor, entre estos temas están: la educación sexual, los problemas que se le pueden presentar a un adolescente, las modas, la música, la preparación vocacional, en fin, temas de actualidad que los motiven y les resulten de interés pues muchos de los temas que actualmente se están tratando les resultan aburridos, lo cual conforma una opinión prácticamente unánime, corroborada en la mayoría de las entrevistas realizadas a los estudiantes, por tanto el programa formativo, concebido para aumentar el nivel cultural, preparar a los estudiantes en diversos temas que les resulten de utilidad e interés e integrar las materias con conocimientos que se puedan llevar a la práctica diaria, no cumple aún de forma íntegra sus objetivos ("el programa formativo es muy interesante y tiene un nivel de aprendizaje muy amplio, pero a veces resulta aburrido cuando no tratan temas actuales").67
Sugieren además que los temas que se traten estén relacionados con las fechas históricas o días conmemorativos, como el día de los enamorados, y que los conductores del programa sean jóvenes de su misma edad. Las posibilidades del medio televisivo, sus características propias y los recursos auditivos y visuales de los que suele valerse unido a una estructura que difiere de la concebida para una teleclase de una determinada asignatura, hacen del programa formativo una herramienta importante para fomentar en el estudiante toda una serie de conductas ante el estudio, ante el trabajo, ante la vida en sociedad, así como trasmitirle toda una serie de atributos que contribuyan a formarlo como ente activo de la sociedad y agente del progreso social, pero si no se tienen en cuenta los intereses propios de la edad, la estructura didáctica del programa, la calidad artística del mismo, si no se valen de una dramaturgia dinámica, de elementos (ya sean visuales o auditivos) integrados al contenido que se quiere trasmitir para captar la atención del estudiante y motivar su interés, esta posible herramienta infalible sería totalmente inservible.
En las videoclases analizadas los materiales audiovisuales que se presentan a lo largo de la clase estimulan la atención del estudiante y elevan el nivel de motivación mediante la utilización de imágenes interesantes en correspondencia con el contenido que se está tratando (recreación de los hechos, imágenes reales, secuencias de filmes que hacen alusión a ese aspecto del contenido, acciones llevadas a escena por estudiantes de la misma edad), sin agotar rápidamente sus posibilidades y variantes al combinar diferentes elementos visuales y auditivos. Relacionan además el contenido que se está tratando con conocimientos adquiridos en otras asignaturas (Historia con Geografía ; Español con Historia; Matemática con Español), demostrando como los conocimientos y las habilidades adquiridas pueden aplicarse a otras áreas del conocimiento y revelando la importancia práctica del mismo. Esto lo podemos corroborar en las clases visitadas, donde los elementos que más motivan a los estudiantes a prestar una adecuada atención son: los materiales audiovisuales presentados, los videos musicales, los ejercicios o actividades independientes, siempre y cuando puedan realizarlas y revisarlas de forma directa en el aula con su profesor, pues cuando son los estudiantes del set los que contestan las interrogantes que lanza el teleprofesor y el profesor del aula no motiva la participación de los alumnos la motivación desciende. No sucede de la misma forma con las explicaciones del teleprofesor, a las cuales los estudiantes no le prestan una adecuada atención, tampoco toman nota de lo observado, del contenido al que hace referencia el teleprofesor o aspectos de sus explicaciones, solo copian en sus libretas, previa orientación del teleprofesor y el profesor del aula, los textos o actividades que se presentan en diapositivas y las aclaraciones que hacen en la pizarra tanto el teleprofesor como el profesor del aula.
Los expertos afirman que la concepción de la Televisión, de la programación televisiva de manera general y de la Televisión Educativa de manera particular, está hecha sobre la base de la formación de valores, de hábitos de convivencia, de la formación de una personalidad integral, que esté edificada sobre la base de la relación estrecha entre la instrucción y la educación: "Como requisito previo a la hora de concebir la teleclase o la videoclase tiene que estar presente la formación de valores, desde el propio discurso del profesor se trasmiten modos de actuación, se fomenta la reflexión, la valoración, la investigación y la crítica por parte de los alumnos, se le exige al estudiante que sea riguroso a la hora de hacer un ejercicio, que busque la exactitud, independientemente de la materia que se trate cuando esto se integra, la información trasmitida por la teleclase contribuye al proceso de socialización y a la conformación de su personalidad, a su formación laboral, a su formación profesional y social, las clases están elaboradas sobre la base del desarrollo de hábitos, habilidades y convicciones".68
En las videoclases y teleclases analizadas se pone de manifiesto una orientación hacia la formación de valores acordes a los principios de nuestra sociedad, fomentando y trasmitiendo con pensamiento reflexivo el patriotismo, el antimperialismo, el heroísmo, la caballerosidad, la valentía, la firmeza de pensamiento, la intransigencia revolucionaria, y demás cualidades y valores que forman al estudiante como ente activo de la sociedad, tomando como ejemplo hechos, acciones y anécdotas de la vida y obra de importantes figuras de la Historia cubana. Los estudiantes señalan que en las videoclases y teleclases siempre está presente la patria y les hablan de valores como el patriotismo, la honestidad, la sinceridad, la solidaridad, el antimperialismo, "en la escuela además del contenido específico de cada asignatura me enseñan a cómo comportarme en la calle, a ser educado, respetar a los mayores, cuidar mi forma de hablar, en el formativo nos hablan de los modales, ponen conductas positivas y negativas y nosotros valoramos cuáles son las positivas, las que debemos adquirir nosotros"69.Lo cual demuestra el valor innegable que adquiere la Televisión Educativa no solo como medio de enseñanza y apoyo a la labor educativa del profesor sino como instrumento medular que, mediante una adecuada utilización de este por parte de los profesores del aula, contribuye al perfeccionamiento del proceso de socialización escolar al trasmitir con pensamiento reflexivo todo una serie de valores, normas de conducta, tradiciones, costumbres, y demás atributos que forman al estudiante como ente activo de la sociedad y agente del progreso social.
Las principales desventajas del uso de la Televisión Educativa como medio de enseñanza y como apoyo a la labor educativa del profesor no son difíciles de superar cuando el maestro del aula ha estudiado, profundizado en el contenido y está bien preparado para hacerle frente a las posibles dificultades que se puedan presentar. Es esta una cuestión medular.
Si analizamos las clases visitadas nos podemos percatar de lo imprescindible que resulta para un adecuado proceso educativo el hecho de utilizar la videoclase o teleclase como medio de enseñanza y no como sustituto del profesor. En estas observaciones podemos ver como en determinados momentos de la clase los profesores usan la videoclase como medio de enseñanza al visualizar solo los aspectos que no pueden brindarle de forma directa a sus alumnos y detenerla, bajarle el volumen o interrumpirla en el momento de realizar las actividades o de comprobar hasta que punto el estudiante ha comprendido el contenido que se viene tratando. Es esta la tendencia predominante, al asumir los profesores del aula el rol del teleprofesor y orientar y comprobar de forma directa la realización de los ejercicios le otorgan a sus estudiantes un papel activo en el transcurso de la clase y los hacen participes de su propio proceso de aprendizaje. Sin embargo no nos podemos contentar del todo y mucho menos cruzarnos de brazos pensando que todo error ha quedado saldado, pues en otras ocasiones cuando son eventuales las interrogantes que lanza el teleprofesor y no quedan plasmadas ni en la pizarra ni en diapositivas, los que participan de ese intercambio directo son los alumnos del set y no los del aula, provocando así que disminuya el interés al no poder expresar sus ideas, opiniones e inquietudes.
Queda mucho por hacer, de acuerdo a los resultados obtenidos con la aplicación de las técnicas podemos ver que los profesores del aula la mayoría de las veces no cuentan con un tiempo antes de la visualización y después de esta de interacción directa con los estudiantes, para, como está concebido y expresan los expertos, darle una introducción y una continuidad al conocimiento y al contenido tratado, por tanto los profesores del aula deben ajustar el tiempo y el material audiovisual a utilizar de tal forma que cuenten con un tiempo inicial de introducción y les quede un espacio al concluir la visualización para darle continuidad al contenido. De la misma forma deben prepararse mejor para poder aclarar todas las dudas que surjan en el aula y asumir el rol del teleprofesor en todas los momentos que los requiera la clase y no solo a la hora de realizar las actividades, como pudimos constatar en las clases observadas.
De acuerdo a las opiniones de los expertos el profesor del aula es una de las piezas más importante en este tablero, y de su accionar depende en gran parte el éxito o el fracaso del papel socializador de las teleclases y videoclases, de él dependen en gran parte que estos medios de enseñanza contribuyan al perfeccionamiento del proceso de socialización escolar, "el maestro del aula juega un papel importante en el proceso de formación del estudiante y su trabajo adquiere mayor rigor y responsabilidad al insertar los medios audiovisuales en el ámbito escolar, pues es el que sabe cómo guiar a sus estudiantes para que comprendan el contenido que se presenta en la teleclase o en la videoclase, el que luego de la emisión va a aclarar las dudas, a organizar la práctica, la sistematización, la consolidación, que es lo que va a solidificar, a sedimentar el contenido que se enseña. Por lo tanto ante la inserción de la Televisión Educativa en el aula el maestro debe prepararse más, pues no puede esperar que la televisión se lo de todo, tiene que estudiar y profundizar en el contenido que se va a impartir, para responder a las inquietudes de sus estudiantes, sobre todo los Profesores Generales Integrales (PGI) que no cuentan con la experiencia necesaria. El maestro del aula va a mediar entre las teleclases y sus alumnos, por tanto aunque el contenido que se trasmita tenga todos los requerimientos y el teleprofesor esté muy bien preparado, si no lo está el del aula no se dan pasos de avance, el maestro del aula va a ser orientador, facilitador, organizador, supervisor, va a dirigir, guiar y controlar las actividades en el aula, haciendo uso de la Televisión Educativa de acuerdo a las necesidades propias de sus alumnos".70
Según el análisis de contenido los teleprofesores promueven en los estudiantes "la búsqueda de información y la investigación en diversas fuentes sobre temas relacionados con la clase que amplían el grado de conocimientos y el nivel cultural, sobre todo orientan la consulta de diccionarios y libros en las bibliotecas de las escuelas secundarias, la consulta de la enciclopedia Encarta en los laboratorios de computación, la consulta a profesores responsables de otras asignaturas, así como a sus padres y demás familiares trasmitiéndole una actitud responsable e integral ante el estudio e integrando la esfera escolar con la familiar. Promueven además el trabajo con el libro de texto, con el cuaderno de actividades y con la libreta, lanzan interrogantes y orientan actividades independientes para que los alumnos participen en clase promoviendo el debate, la reflexión crítica, la expresión de sus ideas y la participación activa del propio estudiante en el proceso de aprendizaje"71, (sin embargo en las clases observadas nos podemos percatar que los profesores del aula no lo hacen de igual manera, no fomentan la búsqueda de información complementaria en la biblioteca, ni la consulta de diccionarios o la búsqueda de la opinión de otros profesores o familiares), pero si el profesor no controla esto, si no refuerza estas orientaciones y estos conocimientos, si no salda las dudas, si no se coloca entre el teleprofesor y el alumno procurando que se lleven a cabo todas las actividades, que los estudiantes de su aula participen en realidad en su propio proceso de aprendizaje, todo el empeño sería en vano.
Son las teleclases y videoclases elementos insustituibles que, ante la falta de materiales escolares de apoyo en las escuelas, y en compañía del contenido le llevan al alumno los acontecimientos, hechos, fenómenos y situaciones a la primera fila de la clase, trascendiendo el contexto real y las dimensiones de tiempo y espacio, procurando así un aprendizaje completo e integral, de la mano de elementos que eleven el nivel cultural y la preparación de los estudiantes, que los motiven a prestar una adecuada atención e interés hacia el contenido o el conocimiento que van a adquirir, que contribuyan a perfeccionar el proceso de socialización escolar trasmitiéndole al alumno toda una serie de costumbres, normas, valores, tradiciones, formas de comportamiento que pasan a formar parte de su personalidad y lo ayudan, al decir de Durkheim, a formar parte de la sociedad en que le ha tocado vivir, que fomenten la investigación, la reflexión y el pensamiento crítico, formando un sujeto activo que al decir de Berger y Luckman sea constructor de su propia realidad. Lo cual corrobora las hipótesis del presente estudio y demuestra como el uso de la Televisión Educativa contribuye, ante la falta de materiales escolares, a que el estudiante entre en contacto con ambientes que no le son inmediatos y a la adquisición de determinados atributos que lo formen como sujeto activo y como agente del progreso social.
El uso de las teleclases y las videoclases como complemento a la labor del profesor en la Enseñanza Secundaria, contribuye, reforzando la transmisión de valores, costumbres, tradiciones e incentivando el interés, la reflexión crítica y la motivación de los alumnos, al perfeccionamiento del proceso de socialización escolar. Sin embargo, en muchas ocasiones, como pudimos constatar en las clases observadas, en contradicción con lo concebido y expresado por los expertos, los profesores del aula se dejan "reemplazar" por los teleprofesores al no asumir ellos un papel activo ante las interrogantes eventuales o los pequeños debates que el teleprofesor desarrolla en el set y de esta forma la teleclase o videoclase pasa de ser un complemento a ser un sustituto. Es necesario tener esto en cuenta y no pensar que el uso de la teleclase o videoclase como medio de enseñanza se reduce solo a escoger dentro de los materiales presentados aquellos que requiera el grupo de alumnos para una mejor comprensión del contenido, el profesor del aula debe interactuar tanto con su grupo de alumnos como con las explicaciones, orientaciones, interrogantes o debates que establezca el teleprofesor y asumir su rol en cada momento de la clase en que sea necesario, para otorgarle de esta forma al estudiante un papel activo en su propio proceso educativo.
Es la Televisión Educativa un medio de enseñanza y como medio de enseñanza debe utilizarse, tomándolo como instrumento para perfeccionar el proceso educativo de nuestro país, valorándolo en su justa medida como complemento y apoyo a la labor educativa y formadora del profesor dentro del ámbito escolar, como agente de socialización que contribuye a incorporar en el alumno normas, hábitos, costumbres, valores, tradiciones, formas de comportamiento, que harán de él un ente activo y un agente del progreso social, célula indispensable para la construcción y el desarrollo de la sociedad.
Las conclusiones de la presente investigación no se circunscriben solamente a estas cuartillas finales, sino que se han ido presentado a lo largo de la misma, y en este mar de ideas han salido a flote gracias al peso de su propio significado.
No estaba, para nada, Durkheim lejos de la verdad, cuando defendía la importancia de la educación en el proceso de socialización del individuo y la significativa carga que debía asumir la escuela en el desarrollo del mismo, como espacio social de interacción insustituible, donde ciertos valores y determinadas destrezas y habilidades intelectuales y físicas le son traspasadas al sujeto para que pueda formar parte de la sociedad donde le ha tocado vivir. O sea, la escuela tiene entre sus funciones fundamentales, la socialización del niño, es decir, la incorporación, por los seres humanos en formación, de las pautas y normas que traducen los valores al grupo cultural al que pertenecen.
Con el paso del tiempo y gracias a los avances de la tecnología, surgirían nuevos agentes de socialización, además de la familia, el grupo de iguales y la comunidad, que alcanzarían un papel significativo en la conformación de la personalidad del individuo, estos son: los medios masivos de comunicación.
Dentro de estos, la televisión, en un corto espacio de tiempo, pasó a ser la más influyente, convirtiéndose en una fuente importante de transmisión de valores, emociones, sentimientos, normas de conducta, sueños y formas de comportamiento. Con su surgimiento se creó un nuevo lenguaje que vinculaba imágenes en movimiento y sonidos, que se materializaban en un sinnúmero de mensajes, constituyendo a la vez un medio de comunicación, una fuente informativa, un medio de entretenimiento y un agente de socialización formador de conciencias y conductas públicas, entre otras funciones no menos importantes.
La influencia que ejerce la televisión sobre las grandes masas ha sido objeto de alarma y estudio de importantes investigadores del mundo entero, la recepción que el público hace de los mensajes está mediada por sus características socio-culturales y en este proceso adquiere una significativa importancia la acción de los agentes de socialización, que pueden formar en el individuo una visión crítica o no ante lo que está observando. Esta capacidad que tiene la televisión de actuar como agente de socialización puede ser perfectamente utilizable, conociendo sus posibilidades y dominando sus potencialidades, la televisión se puede convertir en un gran aliado para la acción educativa. Teniendo en cuenta los criterios educativos, las nuevas tecnologías, pueden alcanzar una dimensión positiva sobre la educación y la socialización del niño.
Eugenio Fernández plantea que la aplicación de los recursos didácticos acentúa la eficacia del proceso enseñanza-aprendizaje y el empleo creativo de estos diversos apoyos acrecienta la posibilidad de que el alumno asimile más, retenga de mejor manera los conceptos recibidos y ejecute las habilidades enseñadas.72
En la actualidad los medios masivos de comunicación, en especial los audiovisuales, en todas sus gamas y facetas han irrumpido en la educación. La televisión, junto a las nuevas tecnologías en general se ha convertido en un aparato educativo de primera índole. La programación televisiva y de video permiten el desarrollo de actividades de aprendizaje para la adquisición y consolidación de los conocimientos pero, también, constituyen medios de información, que promueven emociones, desarrollan el gusto estético, reafirman valores, todo lo cual implica desarrollar la personalidad del alumno y del grupo en su conjunto, o sea contribuir al perfeccionamiento de la función socializadora de la escuela.
La defensa que concebían Berger y Luckman acerca del carácter activo del sujeto y de su poder de construcción de la realidad, se representan en la capacidad que ha desarrollado el hombre para transformar los medios audiovisuales en vías de enseñanza con características peculiares, los cuales se concretan en una tecnología avanzada que muestra el modo de presentar la información aprovechable en el desarrollo del proceso docente educativo, y por tanto, en como formar la personalidad de la nueva generación.
Educación y Comunicación se vinculan en pos de la formación de un sujeto activo, crítico, creativo y participativo, ante los medios de comunicación social. Sujeto que, volviendo a las ideas básicas de Berger y Luckman, ha de ser agente transformador de su propio destino, apto para desarrollar sus capacidades de reflexión y que, conocedor de códigos y lenguajes (en concordancia con los principios de Jesús Martín Barbero), discrimine lo que de alienante pueda haber en las propuestas comunicacionales, y por encima de lo anterior, proporcione respuestas expresivas y originales, nacidas de sus aspiraciones como individuo y sujeto social comprometido.
" El desarrollo social alcanzado en la actualidad, exige cambios sustanciales en el proceso docente educativo y, por tanto, modificaciones en las diferentes categorías de la didáctica que orientan el proceso. La explotación de los medios audiovisuales, para ponerlos en función del proceso docente-educativo, no es una necesidad de esta época, aunque se perciba con más fuerza ahora, esto ha obedecido al desarrollo de la ciencia y la técnica, por lo que se constituye en una exigencia de la sociedad actual"73.
En nuestro país, actualmente, la televisión, se coloca como un medio de enseñanza indispensable en las aulas en los más diversos niveles, uno de los más importantes, donde se han producido los mayores cambios es la Enseñanza Secundaria. Teniendo esto en cuenta planteo desde las páginas iniciales como objetivo fundamental: analizar los aportes al proceso de socialización escolar del uso de la Televisión Educativa como medio de enseñanza y como complemento a la labor educativa del profesor, durante la Enseñanza Secundaria.
Para cumplimentar esto llevo a cabo cuatro técnicas de investigación, tratando de abarcar con mi mirada la mayor cantidad de ángulos posibles de acuerdo a mis objetivos, recursos y tiempo de trabajo, de este forma trato de analizar los elementos fundamentales del proceso comunicativo: la emisión, el mensaje y la recepción, mediante la utilización de entrevista a expertos, análisis de contenido, entrevista a estudiantes y observaciones no participantes en turnos de clase donde se haga uso de la videoclase o la teleclase.
Las videoclases y teleclases, como elementos básicos de la Televisión Educativa, son medios fundamentales de enseñanza, puntos cardinales de los procesos y transformaciones que en estos momentos se están llevando a cabo en el país con el objetivo fundamental de perfeccionar el sistema educativo buscando en nuestro pueblo una cultura general integral cada vez mayor. Comparando los resultados obtenidos con la aplicación de las cuatro técnicas de investigación, se puede percibir que la Televisión Educativa juega un significativo papel como medio de enseñanza y como apoyo a la labor educativa del profesor y ofrece amplias posibilidades como medio concebido para contribuir al perfeccionamiento del proceso de socialización escolar, lo cual la convierte en un factor insustituible que con fines instructivos y educativos contribuye a estimular el interés y la motivación de los alumnos, su pensamiento independiente, la reflexión crítica, el afán de investigación y la creatividad, lo que permite continuar perfeccionando el proceso de enseñanza-aprendizaje en la búsqueda constante por elevar la calidad educacional.
Afirman los expertos que en la propia concepción de la teleclase y la videoclase está presente la formación de valores y la transmisión al estudiante de toda una serie de atributos: costumbres, tradiciones, formas de comportamiento, normas de conducta que lo forman como ser social e influyen en la conformación de su personalidad de acuerdo a las características propias de la sociedad socialista en la cual ha de vivir, estas ideas las podemos acreditar en las videoclases y teleclases analizadas, donde tanto en diversos momentos de la clase como de forma general en su carácter íntegro, se pone de manifiesto una orientación hacia la formación de valores acordes a los principios de nuestra sociedad, fomentando y trasmitiendo con pensamiento reflexivo el patriotismo, el antimperialismo, el heroísmo, la caballerosidad, la valentía, la firmeza de pensamiento, la intransigencia revolucionaria, y demás cualidades y valores que forman al estudiante como ente activo de la sociedad, tomando como ejemplo hechos, acciones y anécdotas de la vida y obra de importantes figuras de la Historia cubana. Por si quedaran dudas al respecto, los mismos estudiantes nos dan a conocer que además del contenido específico de cada asignatura, en las teleclases los educan en lo referente a las normas de conducta y a las formas de comportamiento que deben asumir tanto en su vida escolar, familiar como social, así como en el cumplimiento de sus deberes como continuadores de las ideas y acciones de nuestros principales líderes, señalando las clases de Historia, Español y el formativo "Crecer para Bien" como aquellas donde estos elementos más se hacen notar.
Uniendo las ideas desplegadas a lo largo de la investigación, el esfuerzo y los resultados obtenidos con las técnicas podemos plantear que el uso de la Televisión Educativa como complemento a la labor del profesor en la Enseñanza Secundaria, contribuye, reforzando la transmisión de valores, costumbres, tradiciones e incentivando el interés, la reflexión crítica y la motivación de los alumnos, al perfeccionamiento del proceso de socialización escolar. Sin embargo, como quedó demostrado en el epígrafe anterior y como veremos más adelante, la clave reside en el modo en que el teleprofesor utilice la videoclase o teleclase, el profesor del aula debe interactuar tanto con su grupo de alumnos como con las explicaciones, orientaciones, interrogantes o debates que establezca el teleprofesor y asumir su rol en cada momento de la clase en que sea necesario, para otorgarle de esta forma al estudiante un papel activo en su propio proceso de aprendizaje.
De acuerdo a los resultados obtenidos en el análisis de contenido, en las opiniones de los expertos y en la valoración que hacen los estudiantes se deja ver el importante papel que en el ámbito educacional (en este caso dentro de la enseñanza secundaria) juega el audiovisual, como medio de enseñanza que contribuye a la labor tanto instructiva como educativa del profesor en el aula y como agente de socialización que incorpora determinados valores, hábitos y formas de comportamiento en el alumno, los cuales le son trasmitidos en el espacio escolar.
Las teleclases, sobre todo las que son distribuidas por las escuelas en formato de video, tienen un papel primordial en la transmisión de conocimientos y en la socialización del estudiante, se hace necesario, por tanto, hacer hincapié y no perder de vista, sobre todo, el uso adecuado de esta herramienta como medio de enseñanza y no como sustituto de la labor del maestro, pues este, como coinciden en afirmar los resultados obtenidos con las cuatro técnicas de investigación, es el que de forma directa le va a trasmitir a los estudiantes, el contenido y los conocimientos, auxiliándose de las imágenes, explicaciones, orientaciones y ejercicios que le brinda el material audiovisual
Es inútil, después de haber comparado los resultados obtenidos con las técnicas de investigación, cuestionarse el alto valor que adquieren las imágenes y los materiales que incorporados a las teleclases o videoclases le permiten al alumno ponerse en contacto con ambientes que no le son inmediatos, presenciar fenómenos, situaciones, ver paisajes geográficos, épocas históricas, que le permitan profundizar en el contenido, adquirir conocimientos y valerse de ellos para el desenvolvimiento en la vida diaria, respondiendo por tanto este medio de enseñanza a las funciones que la escuela como institución social debe cumplir.
Si queremos preservar las ideas que defendían Berger y Luckman sobre el papel activo del sujeto en la construcción de su realidad y no dejar de la mano el rol que debe cumplir el estudiante como ente activo dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje tenemos que hacer hincapié en la importancia de un uso adecuado por parte del maestro del aula de la teleclase como medio de enseñanza, que sea este un medio más y no "el medio en sí", que sea un verdadero apoyo para la significativa labor de educar. Con los resultados obtenidos al aplicar las técnicas de investigación podemos ver como se concibe desde un principio que las teleclases y las videoclases no sustituyan la labor del maestro, sino que funcionen como un medio de enseñanza, como una herramienta de alto valor que contribuya tanto a la tarea instructiva como educativa que juega el maestro en el ámbito escolar, sin embargo todos los factores no confluyen en pos de esta concepción, sobre todo la falta de preparación de la mayoría de los profesores de Secundaria Básica, que al decir de los expertos y como pudimos comprobar en algunas clases observadas, no cuentan con la experiencia suficiente como para utilizar verdaderamente el material audiovisual de acuerdo con las características, las necesidades y el contexto cultural en que se desenvuelve su grupo de estudiantes. Aquí es donde se concentran los elemento negativos y la mayoría de los errores que se cometen con el uso de los medios audiovisuales en la enseñanza, las cuatro técnicas confluyen en afirmar que por mucha calidad, desde todos los puntos de vista (de contenido, metodológica, artística, didáctica) que tenga una clase por televisión, si el profesor no está preparado para utilizarla, si ignora sus potencialidades, sus características y es incapaz de sacarle provecho, todo el proceso preconcebido, todo el desarrollo, toda, la tan añorada perfección, quedaría quebrantada.
Del mismo modo no pueden perderse de vista aspectos esenciales para un adecuado funcionamiento de los materiales audiovisuales como vehículos de transmisión de conocimientos, valores, costumbres, tradiciones, normas de conducta, etc, como es el grado de atención del estudiante hacia lo que debe ver y oir, en este sentido las teleclases, videoclases y especialmente el programa formativo "Crecer para Bien" (sobre el cual han versado la mayoría de las críticas por parte de los estudiantes), deben hacerse valer de las características y potencialidades propias del medio televisivo en función de la creación de un programa que verdaderamente se ajuste a las edades, los gustos e intereses de la audiencia hacia la que va dirigida, en función de la creación de un programa que de veras "enganche" al estudiante y no lo condene al bostezo y al desinterés.
Recordando las palabras de los expertos entrevistados queda mucho por hacer y no nos podemos contentar con los resultados positivos que hasta ahora en nuestro país con el uso de la Televisión educativa se han alcanzado, (resultados estos arrojados por investigaciones realizadas por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas donde se plantea que el uso de la Televisión educativa ha facilitado que el aprendizaje sea para el estudiante más claro y sólido y se ha comprobado el creciente interés de los estudiantes ante determinados temas relacionados con la ampliación cultural y la educación sexual), pues aún errores se cometen, de acuerdo a las observaciones realizadas en las aulas y a pesar del indudable valor que como medio de enseñanza y apoyo a la labor educativa del profesor tienen las teleclases y videoclases como quedó demostrado en el análisis de contenido, aún los estudiantes, de acuerdo a sus opiniones, se aburren ante temas o formas de hacer que no les llaman la atención, mientras que las limitantes propias del medio no dejan de ser obstáculos en el camino, entre ellas las más significativas: la ausencia de interacción directa y retroalimentación entre el teleprofesor y los estudiantes y por tanto la concepción de la teleclase o la videoclase para una media general sin tener en cuanta tanto los aspectos particulares de cada grupo de estudiantes en diferentes regiones del país, como las necesidades o inquietudes de cada alumno y la falta de correspondencia entre el tiempo de duración de la teleclase o videoclase y el tiempo de duración del turno escolar, lo cual trae como consecuencia que el profesor del aula no pueda darle continuidad al contenido. Todo estos elementos nos remiten directamente al rol que debe jugar el profesor del aula, la clave está en el nivel de preparación que posea para hacerse responsable de que su grupo de alumnos pueda acceder a la información (tanto visual como auditiva) que desde la pantalla se le brinda sin perder en ningún momento su posición activa ante el proceso de enseñanza-aprendizaje, los resultados de las técnicas de investigación y la bibliografía revisada nos alertan en este sentido y nos indican el papel del profesor como el eslabón de la cadena que no debe, bajo ningún motivo, quebrarse.
Los resultados alcanzados en nuestro país con la utilización de la Televisión educativa como medio de enseñanza y como parte del programa de formación de una cultura general integral en nuestro pueblo, demuestran el modo en que se puede aprovechar la influencia que ejercen los medios masivos de comunicación sobre las grandes masas, demuestran como los medios masivos de comunicación, y en especial el cine y la televisión, pueden convertirse en armas de lucha contra la ignorancia, contra la desinformación y la contrainformación, contra la esclavitud, contra la globalización de la cultura.
La clave reside en el modo en que se le utilice, los medios masivos de comunicación pueden ser escudos que resguarden la identidad de los pueblos, su historia, sus costumbres y sus tradiciones, ante un mundo que tiende hacia la homogeneidad cultural irradiada desde la condición unipolar y la desigual distribución económica de un planeta que está sujeto a las amarras del mercado y del consumo de masas.
El presente trabajo demuestra el alto valor que, en la actualidad, posee el hecho de concebir y hacer del uso y consumo de los medios y mensajes de la comunicación social, un ámbito de crecimiento que ayude a preparar al sujeto en formación para que asuma una vida responsable en la sociedad, identificado en sus raíces históricas y valores culturales.
Sería mucho pretender el catalogar las líneas anteriores como conclusiones finales, palabras últimas o verdades absolutas, ya que estas no existen, más cuando estamos tratando con fenómenos sociales en constante movimiento, circundados por situaciones cambiantes que viven en una persistente expansión y represión bajo la amenaza de males de fin de siglo que la humanidad no ha sabido eliminar. Son las líneas anteriores pisadas firmes en el umbral de la revolución tecnológica que nos envuelve, quizás sin percatarnos, y que influye y arrastra tras si todas las esferas de la vida humana, entre ellas la educación como una de las que no podemos perder de vista ; son las líneas anteriores huellas sobre las cuales deben detenerse las ciencias sociales y seguir su rastro como quién se siente seguro de descubrir y enarbola todas las banderas que le permitan avanzar sin temor a los obstáculos que en su camino se puedan presentar ; son las líneas anteriores puertas abiertas que la Sociología debe traspasar y repasándolas estamos, sin dudas, quitándole la venda de los ojos para que lejanos horizontes donde se unan la dificultad y el temor dejen de serlo.
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Autor:
Lic. Yonnier Torres Rodríguez.
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