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Así dice Yavé (Lo que la Biblia dice sobre el Mesías) (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Es probable que en otros tiempos esto que escribí terminara siendo catalogado de mil formas siniestras y censurado. Afortunadamente, hoy existe un marco de libertad y de respeto a la diversidad de ideas, que hace posibles: a mí, exponer este ensayo; a usted, conocerlo; a ambos, pensar.

Estoy convencido que alejar cualquier fantasía de nuestra mente y nuestro corazón, permitirá a cada mujer y a cada hombre, acceder a un pensamiento más autónomo y analítico.

La verdad deberá ser el objetivo del nuevo siglo, para que sea posible un nuevo mundo.

* * * * * * *

Nota

Para que este trabajo le sea útil, tenga en cuenta lo siguiente: 1) Lea y cerciórese de la veracidad de todo lo que expongo; tenga presente que muchas de las creencias vigentes se apoyan en nuestra común costumbre de no analizar las cosas profundamente y creer sin buscar los fundamentos; en otras palabras en nuestra inclinación a la comodidad; 2) Encontrará citados muchos textos bíblicos; aunque la lectura de todos ellos puede resultar tediosa, tenga presente que su esfuerzo redundará en un conocimiento preciso de la cuestión que se trate; 3) Nos remitiremos con frecuencia a textos del llamado Antiguo Testamento (porción judía de la Biblia), en particular a los que se conocen como profecías. El objeto será corroborar si estas apoyan o no el carácter mesiánico que se le atribuye a Jesús. Para ello habrá que interpretarlas, es decir: hacer una especulación analítica sobre el mensaje más probable encerrado en ellas. Estas explicaciones no son ni pretenden ser, bajo ningún concepto, revelaciones inspiradas para edificar alguna nueva religión ni un aval a aquellas que puedan ser coincidentes con estas. Se trata, solamente, de una forma de análisis que pretende reflexionar, de la manera más objetiva posible, sobre el contenido de los supuestos oráculos. No son tampoco una valoración a favor o en contra de lo que digan las profecías.

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Algunos elementos bibliográficos que el autor leyó y pueden resultar de interés para el lector

01) La Biblia de Estudio. Dios Habla Hoy. Con Deuterocanónicos.

Sociedades Bíblicas Unidas.

Impresa en Estados Unidos de América 1996.

02) Nuevo Testamento. Edición Pastoral. Traducido, presentado y comentado para las comunidades cristianas de Latinoamérica.

Sociedad Bíblica Católica Internacional.

Talleres Gráficos Pía Sociedad de San Pablo. Chile.

03) Sagrada Biblia. Versión directa de las lenguas originales.

Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga, O.P..

Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid 1977.

04) Santa Biblia Reina Valera. Revisión 1995.

Sociedades Bíblicas Unidas.

Impresa en Brasil. 1998.

05) Guía de la Biblia. Antiguo Testamento.

Isaac Asimov.

Tribuna de Plaza y Jánes. Barcelona.

06) Guía de la Biblia. Nuevo Testamento.

Isaac Asimov.

Tribuna de Plaza y Jánes. Barcelona.

07) Mashiaj. El concepto de Mashiaj y la era mesiánica en la Ley Judía y su tradición.

Jacob Immanuel Schochet.

Kehot Lubavitch Sudamericana. Argentina.

08) Historia de los Concilios.

René Metz.

Oikos Tau. España.

09) Introducción al Antiguo Oriente. De Sumer a la Biblia.

Jean Bottéro, Pierre Chuvin, André Finet, Bertand Lafont, Jean-Maurice de Montremy, Georges Roux.

Grijalbo Mondador. España.

10) Historia de las Religiones: Jeschua.

Juan B.Bergua.

Clásicos Bergua. España.

11) Historia de las Religiones: El Cristianismo. Tomos I y II.

Juan B.Bergua.

Clásicos Bergua. España.

12) La pura verdad acerca de la Navidad.

H. W. Armstrong.

Iglesia de Dios Universal.

13) La Tierra de Canaán.

Isaac Asimov.

Editorial Alianza. España.

14) Apareció un manto atribuido a Jesucristo.

Nota de la sección Cultura.

Diario La Nación. 1999.

15) La lucha por escribir quien escribió primero.

Nato de la sección Enfoques.

Diario la Nación. 23/05/1999.

16) Manual de la Historia Judía.

Simón Dubnow.

Editorial Sigal.

17) El dogma de Cristo.

Erich Fromm.

18) Códigos de Hamurabi.

Horacio N Castro Dassen y Carlos A. González Sánchez.

Ediciones Librería del Jurista. Argentina.

19) El cercano Oriente.

Isaac Asimov.

Editorial Alianza. España.

20) A mis hermanos judíos. El judaísmo tiene razón.

L. M. Choucroun. Rabino Chukrun.

Panamericana SA. Colombia.

21) Moisés y la religión monoteísta.

Sigmund Freud.

Editorial Alianza. España.

22) La religión de los antiguos egipcios.

W. M. Flinders Petrie.

Ediciones Abraxas.

23) La cultura egipcia.

John A. Wilson.

Brevarios del Fondo de Cultura Económico. México.

24) Todos los Papas. Desde San Pedro a Juan Pablo II.

Gustavo Valdés Bunster.

Editorial Oxígeno. Chile.

25) Esquema de la Historia Universal.

H. G. Wells.

Ediciones Anaconda. Argentina.

26) Los Imperios del Antiguo Oriente. Del paleolítico a la mitad del 2do milenio.

E. Cassin y J. Bottéro, J. Vercoutter.

Siglo XXI Editores.

27) Panorama del antiguo Testamento. Mensaje, forma y trasfondo del Antiguo Testamento.

William Sanford Lasur, David Allan Hubbard, Frederic William Bush.

Nueva Creación.

28) Los primeros Cristianos.

Marcel Simon.

Cuadernos Eudeba. Editorial Universitaria de Bs. As.

29) Los hombres de la historia: Jesús.

Etienne Trocmé.

Página 12. Centro editorial de América Latina.

Mateo

Los antepasados 1. 1 Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: 2 Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Arám; 4 Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. 5 Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; 6 Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. 7 Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; 8 Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. 9 Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; 10 Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Josías; 11 Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.12 Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; 13 Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. 14 Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; 15 Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. 16 Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.

(Sobre Mt 1:1-16) Aquí se presentan dos temas para el análisis. Uno de ellos es reconocer que la genealogía expuesta no se puede corroborar, en lo relativo a los últimos nombres de la serie final (que son trece aunque el evangelista hable de catorce). Esto transforma en un acto de fe la creencia de que José fue descendiente de David y por extensión también Jesús (el mismo razonamiento es aplicable para la genealogía presentada en Lucas).

Como hecho adicional tómese nota de las variadas diferencias entre la nómina del redactor de Mateo y la del redactor de Lucas, comenzando por quien habría sido el abuelo de Jesús (Ver Mt 1:16 y Lc 3:23).

El otro tema es atinente al carácter milagroso del nacimiento. Tomando ese hecho como verdadero, ello implica la no-intervención de José y, al no ser hijo suyo, queda descartado el origen davídico (Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo –Mateo 1:18).

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La Virgen 1. 20 . . . el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. 21 Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: 23 La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". 24 Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, 25 y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.

(Sobre Mt 1:20-25) La profecía a la que alude Mateo se encuentra en Isaías 7:14-16 y dice lo siguiente: "Por eso Yavé mismo les dará una señal. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel. El se alimentará de leche cuajada y miel, cuando ya sepa desechar lo malo y elegir lo bueno. Porque antes de que el niño sepa desechar lo malo y elegir lo bueno, quedará abandonada la tierra de esos dos reyes, ante los cuales estás aterrorizado ".

La palabra hebrea que utiliza Isaías para aludir a la madre del niño es "almah". Se aplica a cualquier mujer, sea o no virgen. Hay una palabra hebrea específica para "virgen", es "bethulah". Importa resaltar esta diferencia dado que, como se puede apreciar, a partir de esto podemos inferir con claridad que el texto referido sólo dice que una jovencita, una mujer casadera, está o quedará embarazada (ver distintas traducciones) y tendrá un hijo. Aceptando que el profeta habla guiado por Dios, es imposible que una señal más profunda y espectacular, como sería un embarazo milagroso, quedara mal expresada, existiendo la posibilidad de indicarla con precisión a través de una palabra exacta (bethulah).

No hay en la Biblia una profecía que vincule al mesías con ese requisito.

Fue en la versión griega, posterior a la hebrea, que se reemplazó "joven" por "virgen". Ello pudo haber dado origen a un error de interpretación.

Una lectura serena del párrafo y del contexto en que se expone nos muestra lo que verdaderamente informa el profeta.

Le habla al Rey de Judá, Acaz, que estaba preocupado porque "Rasín, Rey de Siria, y Pecaj, Rey de Israel, subieron contra Jerusalén… y tembló su corazón y el corazón del pueblo" (Isaías 7:1-2). Ante la situación, Isaías le asegura a Acaz que se quede tranquilo porque Dios le dará una señal al propio rey. ¿Cuál sería ésta?. Que una joven (quizá la mujer del propio profeta o la de Acaz) quedará embarazada, tendrá un hijo varón al que llamará Emmanuel y que, dentro de los primeros años de la infancia de éste, Dios destruirá la tierra de esos dos reyes. Estos anuncios reflejan los hechos acontecidos en el año –732 cuando quedó definitivamente destruido el reinado sirio y fue ejecutado su rey. Por su parte Israel quedó desprovisto de todo poder.

Es importante señalar que pretender ir más allá de esta explicación es entrar en mera especulación.

Interpretar, de manera "forzada" la cita de Isaías, como la señal de un nacimiento milagroso, también debería obligar al cumplimiento de lo referente al nombre asignado al niño. "Emmanuel" significa Dios está con nosotros (clara forma con la que el profeta le expresa seguridad y serenidad al rey Acaz, respecto de sus temores). "Jesús", en cambio, deriva del hebreo Josué y significa Dios es salvador. Ni los nombres ni sus significados son coincidentes.

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Los Reyes 2. 1 Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén 2 y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".

(Sobre Mt 2:1-2) El párrafo en cuestión es conocido como Adoración de los Magos, y es la base en la que se asienta la festividad de los Reyes Magos. Se señala como un acontecimiento que muestra la relevancia del nacimiento de Jesús al ser visitado por reyes (magos). Está enmarcado por la señal de una estrella aparecida en Oriente. También se encuentra allí la primera mención del título de rey de los judíos.

Su análisis nos arroja algunas consideraciones importantes.

Se puede leer: "Hemos visto su estrella en el oriente". Cabe preguntar: ¿Esta señal fue anunciada en algún lugar del Antiguo Testamento (en adelante AT) para identificar al mesías?. La respuesta es: no. ¿Se puede entender la omisión de una señal tan importante?, ¿Que no se anticipara la presencia de una estrella tan particular que despertaría la atención en habitantes lejanos?. La respuesta es: no.

Como para el caso de la milagrosa concepción virginal, sin aval bíblico, también aquí nos encontramos con una señal importante, de cierta espectacularidad, que, extrañamente, fue omitida.

Una situación poco vista y, sin embargo, muy llamativa es la presencia de "magos" visitando a Jesús para adorarlo.

La versión 1995 de Reina-Valera, en su Glosario, respecto a la palabra magos y en particular sobre el episodio que nos ocupa dice: "…Los llamados magos de Mateo 2 eran probablemente sabios de los países orientales que se dedicaban al estudio de las estrellas". Con ese comentario se pretende perfilar a los magos de oriente como un grupo de tres estudiosos de astronomía, y desvincularlos así de la astrología o sea: la creencia en la influencia de los astros sobre las personas.

Más ajustada a la realidad es la nota que realiza la versión Nacar-Colunga (edición de Madrid 1976): "Originarios de la Media, donde constituían una clase sacerdotal, los magos habían adquirido gran influencia en Babilonia. Se distinguían por su afición al estudio de la astronomía o, mejor, astrología, que era una ciencia adivinatoria basada en el principio de que la vida de los hombres se desarrolla bajo la influencia de los astros".

Tenemos, entonces, un relato sobre la visita de tres magos para adorar a Jesús. Parece un hecho positivo y revelador de su poder. Sin embargo, antes de afirmar eso, será provechoso leer un fragmento de la Torah, la Ley dada a Moisés, sobre los practicantes de estas ciencias adivinatorias: "Cuando entres en la tierra que Yavé, tu Dios, te dará, no aprendas a practicar las abominaciones que cometen esas naciones. Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería. Tampoco habrá ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos. Porque todo el que practica estas cosas es abominable a Yavé, tu Dios, y por causa de estas abominaciones. Él desposeerá a esos pueblos delante de ti. Tú serás irreprochable en tu trato con Yavé, tu Dios. Porque las naciones que vas a desposeer escuchan a los astrólogos y adivinos, pero a ti Yavé no te permite semejante cosa" (Deuteronomio 18:9-14). Queda totalmente claro que el Dios de Moisés no ve con buenos ojos a los que practican la magia o la astrología. Se puede asegurar que los odia, le parecen abominables.

¿Sería lógico esperar que viera con agrado que vengan a adorar y darle regalos a su mesías?. La respuesta es: no. ¿Hay algún relato en los Evangelios que señale que, antes de ir o después de ver a Jesús, los reyes magos dejaron de serlo y se dedicaron a servir al Dios de la Biblia?. La respuesta es: no. Mateo 2:12 dice: "…se tornaron a su tierra por otro camino". O sea, volvieron a lo mismo, la visita no los afectó en sus vidas personales. No hay ningún indicio de ello.

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Belén no basta 2. 3 Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. 4 Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. 5 En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: 6 "Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel".

(Sobre Mt 2:3-6) Mateo menciona la profecía de Miqueas 5:2, asignándole cumplimiento en el sentido geográfico.

Aunque Jesús hubiera nacido allí, deben tenerse presente al menos dos puntos: a) La lectura del oráculo de Miqueas invita a confirmar o acentuar solamente el origen davídico del mesías, en función de que Belén habría sido la tierra natal de David. No impone la necesidad de un cumplimiento literal en cuanto a lugar físico. b) La profecía no se limita sólo a ese versículo; todo el capítulo hace referencia al mesías y hay otros elementos que deben acompañar la identificación. No debe analizarse aisladamente un texto bíblico.

Sobre esta premisa, tómese nota de los elementos adicionales anunciados en Miqueas, referidos al mesías, que deberían producirse simultáneamente pues no hay ninguna indicación que permita suponer su fraccionamiento en el tiempo: b1) "Por eso, Yavé los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces, el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas" (Miqueas 5:3). Sobre este anuncio, que es el inmediato siguiente del que estamos analizando, podemos extraer algunos indicios importantes. Uno de ellos es que el mesías nacería "en el momento en que dé a luz la que debe ser madre". Y ¿cuándo sería ese momento?, cuando "el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas". También señala que, hasta que llegue ese tiempo, "Yavé los abandonará"; ¿A quienes?. Obviamente se refiere a los judíos a los cuales dirige este oráculo.

La conclusión no parece ser compleja. El mesías, descendiente de David, aparecería en escena en el momento histórico en que los judíos dispersos, regresaran de todas parte para establecerse en la tierra que su Dios les prometió. Adicionalmente, este hecho se produciría tras un período de tiempo en el que, para los observadores, parecería que Dios abandonó a su pueblo. Esto no sucedió en época del nacimiento de Jesús. b2) ¿Cuándo sucederán estas cosas?. Alejándonos de toda presunción agorera, podemos ver en Miqueas 4:1ss, la siguiente respuesta: "Sucederá al fin de los tiempos que la montaña de la casa de Yavé será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Los pueblos afluirán hacia ella y acudirán naciones numerosas, que dirán: "¡Vengan, subamos a la Montaña de Yavé y a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas". Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la Palabra de Yavé… Aquel día – oráculo de Yavé – yo reuniré a las ovejas tullidas, congregaré a las descarriadas y a la que yo había maltratado. De las tullidas, haré un resto, y de las alejadas, una nación poderosa. Y Yavé reinará sobre ellas en la montaña de Sión, desde ahora y para siempre". Obviamente, no hay una precisión sobre el espacio temporal de estos hechos. Pero se asegura que será al fin de los tiempos, lo que indicaría que se trata de una acción final, luego de la cual se establece un reino definitivo.

Es evidente que esto tampoco sucedió en la época de Jesús. Lejos de transformarse Israel en una nación poderosa fue arrasado y disperso. Lejos de que los pueblos (los no judíos) acudieran a la Casa del Dios de Jacob para que se los instruyera en sus caminos, creció como nunca antes el antisemitismo en toda la tierra. No se produjo que el Dios de Israel reine sin interrupción, eternamente, tal como indica el profeta cuando dice: desde ahora y para siempre.

Lo analizado deja claramente expuesto que Jesús no está incluido, ni figura anunciado, en las profecías de libro de Miqueas.

Como comentario adicional a lo expuesto es necesario indicar que la cita de Miqueas 5:2 termina diciendo: "Cuyos orígenes serán de antiguo, de días de muy remota antigüedad". Otras versiones traducen: "Cuyos orígenes se remontan al inicio de los tiempos, a los días de la eternidad". Muchos cristianos creen ver en estas palabras una confirmación de que el mesías habría tenido una preexistencia anterior a la creación, una convivencia con Dios antes de venir al mundo. Sobre esta base asientan la idea de que se trataría del ángel de más alto rango de Dios, o que sería Dios mismo, que tendría en su esencia tres personas: un padre, un hijo y un espíritu santo.

Leyendo atentamente el AT se advertirá que ninguna porción da pautas para establecer la creencia en una personalidad tripartita en Dios ("Oye, Israel, Yavé es nuestro Dios, Yavé uno es" – Deuteronomio 6:4-). Tampoco establece que el mesías será un ángel que bajará del cielo; siempre hace referencia a un hombre ("He aquí que vienen días –oráculo de Yavé- en que yo suscitaré a David un vástago justo, y reinará como rey prudentemente, y hará derecho y justicia en la tierra" –Jeremías 23:5-).

Buscándole alguna explicación, podemos asegurar que la cita en cuestión sólo apunta a afirmar que el Dios de la Biblia tendría pensado, desde el principio, el accionar y la presencia del mesías.

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Salgan de Egipto 2. 13 Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". 14 José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. 15 Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.

(Sobre Mt 2:13-15) Antes de iniciar el análisis, creo importante señalar que, como todos pueden verificar hasta lo visto, es notorio el interés del evangelista Mateo (como el de los otros tres que estudiaremos posteriormente) por avalar con referencias de la Biblia distintos hechos de la vida de Jesús. Son esas citas las que estamos analizando, como lo serán las enseñanzas del propio Jesús. Ello nos llevará a comprender el escaso o nulo sustento Bíblico que poseen.

Respecto de la cita de Mateo 2:15 nos alcanzará saber que hace alusión a Oseas 11:1 que dice: "Cuando Israel era niño* , yo le amé y de Egipto llamé a mi hijo". (* otras versiones traducen muchacho).

El profeta Oseas está anunciando el castigo a Israel por su infidelidad y, en este párrafo, a manera de ilustración poética, hace referencia a su relación con éste como a la de un padre con su hijo, vinculándolo con la salida de Egipto. No hay profecía alguna. Por lo tanto no se aplica a Jesús.

Por otro lado, advertimos que cuando Oseas dice que lo llamó "de Egipto", lo hace en el sentido opuesto al que pretende el evangelista, esto es para sacarlo de allí, de la esclavitud, y no para que vaya allí.

Y si tenemos presente que cuando Israel abandonó Egipto habían pasado ya muchos años en ese territorio, es más ajustado traducir: "Cuando Israel era muchacho", y ello acentúa más la falta de sentido profético que pretende el evangelista.

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Los niños inocentes 2. 16 Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. 17 Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: 18 En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.

(Sobre Mt 2:16-18) Encontramos aquí dos cosas para señalar.

Primero debemos saber que, desde el punto de vista histórico, no se registra una matanza como la relatada por Mateo, en Belén y alrededores, realizada por Herodes u otro. Es un hecho no registrado y es extraño que, tamaña atrocidad, no fuera anotada por algún relato o historia popular, judía o no, de la época. También es llamativo que ningún otro evangelista lo mencione.

Por otro lado, la supuesta profecía que habría tenido su cumplimiento por ese hecho está en Jeremías 31:15 y dice: "Así habla Yavé: ¡Escuchen! En Ramá se oyen lamentos, llantos de amargura: es Raquel que llora a sus hijos; ella no quiere ser consolada, porque ya no existen". Y continúa en los versículos 16 y 17 con lo siguiente: "Así habla Yavé: Reprime tus sollozos, ahoga tus lágrimas, porque tu obra recibirá su recompensa – oráculo de Yavé – y ellos volverán del país enemigo. Sí!, hay esperanza para tu futuro – oráculo de Yavé -: los hijos regresarán a su patria".

De la lectura de las dos partes, la que cita el evangelista y la que omite (los versículos de Jeremías siguientes a eso), queda claro que: a) El versículo 15 de Jeremías es sólo una mención descriptiva sobre el dolor de Israel frente al destierro a Babilonia, expresada de manera metafórica; no es una profecía, es sólo una exclamación de tristeza; b) los versículos 16 y 17 son lo que tienen, sin ningún lugar para dudas, carácter profético, acentuados por la expresión "oráculo de Yavé" que se manifiesta en dos oportunidades. Asimismo, no hacen referencia a ninguna muerte o matanza de inocentes; por el contrario hablan de esperanza para tu futuro.

Queda claro que la cita de Mateo no incluye profecía para este caso y por lo tanto tampoco hay cumplimiento.

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El nazareno 2. 19 Cuando murió Herodes… 21 José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. 22 Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, 23 donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno.

(Sobre Mt 2:19-23) Sólo si forzamos una fuente para poder aplicarla a la última parte del texto, encontramos el capítulo 13 del libro de los Jueces. Tras la lectura tranquila y objetiva del fragmento veremos por nosotros mismos si hay o no profecía y a quién señalaría la misma. Leamos: "El Angel de Yavé se apareció a la mujer y le dijo: "Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo. Ahora, deja de beber vino o cualquier bebida fermentada, y no comas nada impuro. Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos… Entonces Manóaj le preguntó: "Cuando suceda lo que tú has dicho, ¿qué forma de vida tendrá que llevar el niño y cuál será su conducta?". El Angel de Yavé dijo a Manóaj: "Él tendrá que abstenerse de todo lo que le dije a esta mujer: no probará el fruto de la vid, ni beberá vino ni bebida fermentada; no comerá nada impuro, y observará todo lo que le he mandado a esta mujer"… La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció y Yavé lo bendijo. Y el espíritu de Yavé comenzó a actuar sobre él en el campamento de Dan, entre Sorá y Estaol (versículos 3 al 25).

Debemos saber que la particular forma de consagración a Dios que vemos descripta aquí, (abstenerse de derivados de la vid, cosas fermentadas, no cortar la cabellera, etc.), corresponde a una serie de instrucciones, algo más amplias, que figuran en el libro Números, capítulo 6, y son conocidas como Ley del Nazareato. Por dicha Ley el consagrado se llama Nazareo. Esto es distinto y no vinculante con Nazareno que sólo alude a alguien que vive en el pueblo de Nazaret.

En el relato de Jueces dice que no deberá beber vino; sabemos que Jesús sí bebió vino. También indica que salvará a Israel del poder de los filisteos. Sabemos que en la época de los evangelistas los dominadores de Israel eran los romanos. Finalmente podemos leer, a lo largo del relato, que el nombre del anunciado nazareo es: Sansón. La historia completa de este juez de Israel puede leerse íntegramente en Jueces capítulos 13 al 16 inclusive. De nuevo las alusiones del evangelista no se asientan en la realidad del AT.

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El mensajero que va delante 3. 1 En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: 2 "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". 3 A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. 4 Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. 5 La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, 6 y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. 7 Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? 8 Produzcan el fruto de una sincera conversión, 9 y no se contenten con decir: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. 10 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. 11 Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. 12 Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible".

(Sobre Mt 3:1-12) La aparición en escena de Juan el Bautista (pariente de Jesús, según relata Lucas 1:36, 39, 40) es vista por el cristianismo como una presencia necesaria que debía anteceder la llegada del mesías.

La base de ello se sustenta en Malaquías 3:23,24 (4:5,6 en algunas versiones), donde podemos leer: "Yo les voy a enviar a Elías, el profeta, antes que llegue el Día de Yavé, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres, para que yo no venga a castigar el país con el exterminio total".

El profeta Elías a quien se alude en Malaquías aparece en los libros 1ra Reyes 17 a 2da Reyes 2 inclusive. Dos circunstancias le otorgan un perfil singular: fue un celoso defensor de la fe israelita frente a los cultos extranjeros que predominaban en su época (1 Reyes 18:20-40) y su muerte revistió un rasgo especial al ser arrebatado por Dios en carros de fuego (2 Reyes 2:11). Este último hecho es tan peculiar que sólo existen otros dos casos relatados en la Biblia: el de Enoc (Génesis 5:23) y el de Moisés (Deuteronomio 34:5,6).

Como nos muestra el escrito evangélico, el mismo Juan Bautista interpreta las cosas de la manera que las hemos expuesto ya que dice: "…aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo" , apuntando con ello a que estaba asumiendo el papel de "Elías que viene antes del día de Yavé". Otro pasaje, Mateo 11:2,3 y 10, confirma irrefutablemente esta conclusión.

Así las cosas, es importante tener presente algunas consideraciones: a) Como condición principal, para que Juan el Bautista pueda ser el "Elías" que antecede el "Día de Yavé", es necesario que Jesús cumpla con el requisito de ser el mesías; b) Se debe cumplir la totalidad del anuncio profético de Malaquías 3:22-24; y c) Tiene que ser pertinente la cita que, con referencia a Juan el Bautista, hace Mateo respecto de las palabras de Isaías 40:3.

Comenzando por este último punto podemos leer en Isaías 40:1 y 2 lo siguiente: "¡Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice vuestro Dios!. Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano de Yavé doble castigo por todos sus pecados". Estas palabras se aplican al mensaje de la cercana liberación de Israel de las manos del imperio babilonio. Y siguen los versículos 3 al 5 diciendo: "Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino de Yavé, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies! Entonces se revelará la gloria de Yavé y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca de Yavé" . No está anunciando la misión de un profeta al estilo de Elías previa llegada del mesías (adviértase que habla en plural –preparen, tracen-). Está aludiendo, figurativamente, a que hagan los arreglos necesarios como para la llegada de un Rey, Yavé en este caso, que por medio de sacar a su pueblo de Babilonia mostrará su gloria. Téngase presente que este imperio fue uno de los más fuertes e importantes de la antigüedad de lo que se desprende que hacer regresar al pueblo de Israel a su tierra sería una tarea milagrosa digna de honores a su Dios. A eso se refiere Isaías y de ninguna manera tiene el sentido que pretende darle Mateo.

Con relación al ítem b) la lectura atenta de Malaquías capítulo 3, desde el versículo 22 al 24 inclusive, nos muestra que la misión de profeta similar a Elías es: Convertir el corazón de los padres hacia los hijos y viceversa, apuntando a la consagración de las familias en los lazos del amor; y muy especialmente hacer recordar y ayudar a poner en practica la Ley de Moisés, la Torah, contenida en la serie de libros llamada Pentateuco. Esto no sucedió a través de Juan el Bautista. Sabemos que en el año 70 el Templo de Jerusalén fue totalmente destruido y el pueblo judío expulsado. Esto no estaba profetizado sino lo contrario, ya que dice: "Él convertirá …", con lo que se denota que tendrá un éxito significativo en su misión, evitando así la destrucción y la muerte.

Sobre una respuesta al punto a), debemos esperar el análisis de la totalidad del relato de los evangelios de lo que se desprenderá el cumplimiento o no de las señales para el mesías aplicadas a la persona de Jesús.

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El bautismo 3. 13 Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. 14 Juan se resistía, diciéndole: "Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!". 15 Pero Jesús le respondió: "Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo". Y Juan se lo permitió. 16 Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. 17 Y se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección".

(Sobre Mt 3:13-17) Mateo nos presenta a Jesús ya convertido en hombre ante Juan.

La práctica del bautismo citada aquí, función que da su título de "el Bautista" a Juan, no era una costumbre religiosa habitual en Israel. En la Biblia hay solamente dos menciones a hechos de carácter purificador vinculados con la sumersión en el agua (tal el significado de la voz griega para bautizar) que son: 2 Reyes 5:10 y Ezequiel 36:25. Ninguno de los dos marca el comienzo ni la obligación de su práctica.

En cuanto al mensaje que, en el evangelio, emite la voz celestial, el mismo parafrasea un fragmento de Isaías 42:1 que dice: "Este es mi Siervo, a quien yo sostengo, mi Elegido, en quien se complace mi alma. Yo he puesto mi espíritu sobre él para que lleve el derecho a las naciones". Hasta el versículo 7 inclusive, continúa diciendo lo siguiente: "Él no gritará, no levantará la voz ni la hará resonar por las calles. No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Expondrá el derecho con fidelidad; no desfallecerá ni se desalentará hasta implantar el derecho en la tierra, y las costas lejanas esperarán su Ley. Así habla Yavé, Dios, el que creó el cielo y lo desplegó, el que extendió la tierra y lo que ella produce, el que da el aliento al pueblo que la habita y el espíritu a los que caminan por ella. Yo, Yavé, te llamé en la justicia, te sostuve de la mano, te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo y luz de las naciones, para abrir los ojos de los ciegos, para hacer salir de la prisión a los cautivos y de la cárcel a los que habitan en las tinieblas".

Este texto de Isaías 42:1-7, y los del mismo profeta que se encuentran en 49:1-6, 50:4-9 y 52:13-53:12, forman lo que se conoce como "Poema del Siervo de Yavé". Para los cristianos, esta construcción literaria conforma por si sola una profecía que hace referencia al mesías, dando muchas señales que deberían cumplirse y lo identificarían. Por supuesto la aplican a Jesús.

Sin embargo, para este párrafo de Mateo 3:17 que nos ocupa, debo señalar lo siguiente: a) Isaías utiliza la palabra Siervo, no la palabra hijo. Es perfecto que lo haga de esa manera ya que el mesías es un hombre que se identifica por una actitud humilde en cuanto a su sujeción a la voluntad de Dios. Por la lectura del profeta vemos que no tiene nada meritorio en sí mismo pues, como explica Isaías: es Yavé quien lo sostiene, quien pone su espíritu sobre él; quien lo toma de la mano como a un niño para que no se desvíe de su meta; quien lo formó y le dio un destino. No es hijo porque no es un dios ni semidiós, es sólo un humano; es Siervo porque su misión principal es servir al propósito de Yavé; b) Avanzando un poco más observamos que una característica del Siervo es que no gritará, no levantará la voz ni la hará resonar por las calles, lo que marca dos hechos firmes: 1) si no gritará, ni levantará su voz, ni será escuchada en las calles, entonces podemos asegurar que no se trata de una prédica en público y de esa manera vemos que Jesús no encuadra con ese requisito; 2) por lo mismo, deducimos que tendrá una manera de implantar la voluntad de Dios y su Ley, distinta a formas de prédica que habitualmente se observan (quizá, como es de esperar, no se describe a un predicador sino a un rey o gobernante ideal); c) Dice que no desfallecerá ni se desalentará hasta implantar el derecho en la tierra . Ello implica que su tarea abarcaría todo el planeta y que estaría vivo, al menos, hasta que eso sucediera; también dice que su ánimo permanecerá siempre intacto frente a los posibles traspiés, dolores o dificultades que se le presenten. Esta actitud no se ve reflejada en Jesús (ver Mateo 26:38,39; 27:46); d) Dice que lo destina a ser alianza del pueblo y luz de las naciones; no dice que formará una nueva alianza con las naciones o sea los no judíos. Dice que su objetivo es reafirmar la alianza vigente con el pueblo judío y, por ese medio, ser una guía propicia para el resto de los pueblos.

Como podemos ver, nada encaja con la situación de Jesús.

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La tentación 4. 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. 2 Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. 3 Y el tentador, acercándose, le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes". 4 Jesús le respondió: "Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". 5 Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, 6 diciéndole: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". 7 Jesús le respondió: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios". 8 El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, 9 y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras para adorarme". 10 Jesús le respondió: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo rendirás culto". 11 Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.

(Sobre Mt 4:1-11) El presente relato también figura en Lucas con una estructura similar y en Marcos de manera muy breve.

Volvemos a encontrarnos aquí con una situación muy singular, la de Jesús siendo tentado directamente por el propio enemigo de Dios. Esta circunstancia, seguramente relatada a sus discípulos en algún momento, no está anunciada por profecía alguna y, nuevamente, resulta extraña su omisión dado la importancia y espectacularidad del hecho.

Sin embargo, las citas bíblicas que se mencionan asumen de manera indirecta una cierta forma de cumplimiento profético muy particular, toda vez que ante las propuestas del maligno se responde: "También está escrito…", con lo que parecería al lector que aquello escrito estaba previendo, de alguna forma misteriosa, los diálogos de esta confrontación.

Las citas a las que se hace alusión aparecen en: Deuteronomio 8:3, Salmo 91:11,12, Deuteronomio 6:16 y 6:13, respectivamente. Obsérvese que las tres respuestas que habría dado Jesús están contenidas en el libro Deuteronomio. Esto no es extraño dado que el mismo forma parte de la Torah, La Ley, y es propicio el conocimiento de su contenido por parte de un judío religioso.

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Zabulón y Neftalí 4. 12 Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. 13 Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaúm, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, 14 para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: 15 "¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! 16 El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz". 17 A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca".

(Sobre Mt 4:12-17) La cita aludida se encuentra en Isaías 8:23 al 9:2. Una vez más es obligado señalar que la profecía es más amplia, abarca hasta el versículo 7 inclusive. En lo que falta incorporar puede leerse: "Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. Porque todas las botas usadas en la refriega y las túnicas manchadas de sangre, serán presas de las llamas, pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: "Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de paz". Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo de Yavé de los ejércitos hará todo esto".

La profecía se refiere al tiempo de liberación de Israel por parte de su Dios. La porción siguiente a la citada por Mateo, que acabo de transcribir, refiere algunos elementos adicionales que impiden parcializar el texto en cuestión. Por ejemplo dice que "ha nacido un niño" que recibirá títulos extraordinarios. Esto no indica que Zabulón y Neftalí (que simbolizan a Israel) se pongan contentas porque está pisando su suelo un posible mesías. En cambio, sí puede entenderse que se trate de una invitación a la alegría porque se produjo (presumiblemente en Israel) el nacimiento de un ser humano que "tiene sobre sus lomos la soberanía". Agrega al final que "ocupará (tiempo futuro) el trono de David", "ampliará el imperio", "producirá una paz ilimitada" y que se "afirmará y consolidará en el derecho y en la justicia". De qué forma sucederá esto, también lo dice: "Desde ahora y para siempre", esto significa en un solo momento y para la eternidad.

Vemos que estas cosas no sucedieron por intermedio de Jesús.

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La llamada 4. 18 Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. 19 Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". 20 Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. 21 Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca de Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. 22 Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.

(Sobre Mt 4:18-22) La forma de este relato daría la impresión de que la convocatoria de Jesús y la aceptación de la misma por parte de sus futuros discípulos es un hecho que se produjo espontáneamente, sin contacto previo, dándole un perfil extra humano. Es importante saber que la relación se venía gestando desde Juan el Bautista (véase Juan 1:35-51).

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Las multitudes 4. 23 Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente. 24 Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. 25 Lo seguían grandes multitudes que llegaban a Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

(Sobre Mt 4:23-25) Según Mateo y también los otros evangelistas, era moneda corriente, y lo describen de manera constante, que grandes muchedumbres, de todas las ciudades y pueblos, siguieran a Jesús y fueran curados por él, maravillándose de sus palabras (Mt 7:28; 8:16-18; 9:8,35,36; 14: 20,21,24,35; 15:38,39; etc.). Las descripciones que hacen nos muestran una situación excepcional, casi sin precedentes dentro de la historia.

El siglo XX da testimonio sobre la existencia de grupos religiosos, con líderes comparativamente mucho menos carismáticos y poderosos que el Jesús de los evangelios, que han sido seguidos y adorados por sus seguidores. Sus fieles han llegado, incluso, a entregar sus vidas o las de sus familias, otros donado todos sus bienes, otros a ofrecerse para una milicia activa en defensa de sus creencias, etc. Todos hechos tristemente célebres.

Ante esta realidad, resulta inexplicable que en la época evangélica, dominada por una fuerte carga de ansiedad en la espera del mesías anunciado, y ante la asombrosa cantidad de milagros, curaciones y hasta resurrecciones atribuidas a Jesús, todo haya concluido con tan sólo sus discípulos y pocos seguidores más inmediatamente después de su muerte.

Llama poderosamente la atención que ni aún durante el juicio al menos porciones de aquellas grandes muchedumbres que lo adoraban y lo seguían a todas partes no estuvieran presentes para defenderlo o apoyarlo.

También es sugestivo que un rebelde, Barrabás, encarcelado con otros por un asesinato (ver Marcos 15:7), lograra mas fama y apoyo popular.

Muchos cristianos creen que Isaías 52:13 al 53:12 profetiza un Siervo sufriente que anticiparía: el abandono, los dolores y la muerte de Jesús. Un análisis sereno y objetivo nos permite comprender que no es así.

La descripción de Isaías 53:2 dice que se trata de alguien (¿o de algo?) "sin forma ni hermosura atrayente a nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos". O sea, que no resulta agradable a los ojos. No dice que alguien, tras recibir un fuerte castigo corporal, queda irreconocible o deformado. Dice que su apariencia desagrada o quizá impresiona profundamente.

Si esto se refiriera al Mesías, téngase en cuenta que Isaías 52:14,15 dice: "su aspecto no parece ser de hombre" y que eso dará que hablar a la gente causándoles asombro. Si estuviera hablando de un hombre real quizá podríamos suponer que se trata de alguien similar al famoso caso del hombre elefante de Inglaterra. Pero también podemos imaginar que se esté refiriendo a una comunidad con nombre de hombre (Israel podría ajustarse a esta especulación analítica).

Esto último parece estar confirmado por el hecho de que agrega: "Muchos se asombraron de él, así fue desfigurada su apariencia, más que la de cualquier hombre; y su aspecto, más que el de los seres humanos. Así asombrará a muchas naciones. Los reyes cerrarán la boca delante de él, porque verán lo que nunca les había sido contado, y comprenderán lo que nunca habían oído" (Isaías 52:14,15).

Si las naciones se asombran, no son los judíos los asombrados. Aparentemente se trata de una situación en la que los gobernantes no judíos se sorprenderían viendo algo increíble. Permitiéndonos especular libremente, podremos imaginar que la situación del pueblo judío perseguido y recluido en campos de concentración durante la segunda guerra mundial, por las imágenes que conocemos, se ajusta a la descripción que dice: "así fue desfigurada su apariencia… su aspecto, más que el de los seres humanos". Y también se ajusta la mención de Isaías sobre que "las naciones se asombrarán", pues resultaba realmente increíble que lograran ser rescatados, resurgir y finalmente fundar el Estado de Israel en 1948, pocos años después de finalizada la guerra.

Sobre el punto precedente creo importante insistir sobre que estoy realizando una interpretación totalmente especulativa, vinculándola a un proceso historico actual de Israel. El propósito es demostrar que existe otro camino interpretativo diferente del cristiano sobre esta profecía y que se ajusta más al contenido del supuesto oráculo. Dicho en otras palabras, cualquier pasaje profético que encierre algo de ambigüedad, permite ajustar su interpretación hacia nuestras preferencias o propósitos.

El versículo 6 del capítulo 53 dice: "todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino". Pudiera ser que con ello se apunte a describir una situación general sobre una mayoría descarriada. No obstante, es evidente que no habla de seguidores ni de deserción. Justamente, el que diga: todos nosotros, le otorga una carácter general y aplicable quizá al pueblo. Obsérvese que esta interpretación se ajusta a la generalidad a la que refiere el profeta cuando agrega: "El Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros".

Respecto a la profecía de Isaías y su supuesta vinculación con Jesús, quiero resaltar otro hecho curioso. El versículo 9 del capítulo 53, de la versión Reina Valera –Revisión 1995, dice: "Se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte". Para la mayoría cristiana este pasaje adelanta la crucifixión de Jesús entre dos malhechores y su posterior entierro en la tumba propiedad de un judío rico de Arimatea llamado José. Sin embargo, el pasaje de Isaías y los hechos de la crucifixión son exactamente opuestos. No "se dispuso con los impíos su sepultura" sino en la tumba de un rico. No fue entre los ricos en su muerte sino entre dos ladrones.

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La nueva Ley 5. 1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. 2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: 3 "Felices los que tienen espíritu de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. 4 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. 5 Felices los afligidos, porque serán consolados. 6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. 7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. 8 Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. 9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. 10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

(Sobre Mt 5:1-10) Aquí comienza una exposición de Jesús conocida como el "Sermón del Monte", que abarca desde el capítulo 5 hasta el 7 inclusive.

Muchos cristianos lo consideran como el equivalente de la subida de Moisés al monte Sinaí para recibir la Ley (Exodo 19 y ss). Por eso sostienen que aquello fue un arquetipo que insinuaría algo "más perfecto" que vendría después, a través de Jesús.

Muchos cristianos entienden que la prédica de Jesús, sintetizada por Mateo en este sermón, es una forma de "Nueva Ley", reformada, más humanitaria y perfecta.

Respecto a este particular concepto, debemos indagar qué dice la Biblia sobre la Ley de Moisés o saber si apoya el surgimiento de un reemplazo.

En la Biblia encontramos estas respuestas: La Ley de Yavé es perfecta: ella reconforta el alma… Los preceptos de Yavé son correctos: ellos alegran el corazón (Salmo 19:8,9); Todos sus preceptos son indefectibles: están afianzados para siempre y establecidos con lealtad y rectitud. Él envió la redención a su pueblo, promulgó su alianza para siempre (Salmo 111:7,8); La hierba se seca, la flor se desvanece, pero la palabra de nuestro Dios perdura por siempre (Isaías 40:8). Guardarán estas palabras como ley para ustedes y para sus hijos, para siempre. (Exodo 12:24). Guarda y obedece todas estas palabras que yo te mando, para que cuando hagas lo bueno y recto ante los ojos de Yavé tu Dios, te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, para siempre. (Deuteronomio 12:28). Las cosas secretas pertenecen a Yavé nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:25,29). Acuérdense para siempre de su pacto, de la palabra que mandó para mil generaciones. (1 Crónicas 16:15). El consejo de Yavé permanecerá para siempre, y los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones. (Salmo 33:11). Se acercan con maldad los que me persiguen; están lejos de tu ley. Cercano estás tú, oh Yavé; todos tus mandamientos son verdad. Hace mucho que he conocido tus testimonios, los cuales estableciste para siempre. (Salmo 119:150-152).

La respuesta bíblica es concluyente y definitiva: los Mandamientos y la Ley son para siempre, para toda la eternidad. No se autoriza a nadie a cambiarlos. No se ven como una construcción humana que hoy es de una forma y mañana de otra. El pueblo judío, en su carácter de receptor de la Torah (la Ley), entiende que es perfecta y eterna por provenir de Dios.

Puede argumentarse, aún, un supuesto alcance limitado tan sólo al pueblo judío. No dudemos que estarían más obligados por aparecer como el Pueblo Elegido por Dios y como tales deberían configurar un modelo de conducta. Pero esto no excluiría al resto de la humanidad. Obsérvese que el Salmo 119:150-152 (citado en la lista precedente) dice con relación a los no judíos que "están lejos de tu Ley". Esta invocación lleva implícito un anhelo del autor como si dijera: "¡Qué bueno sería que le prestarán atención y la obedecieran!".

La misma línea de pensamiento tiene la cita de Isaías 45:19,22: "Yo, Yavé, digo lo que es justo, anuncio lo que es recto. ¡Reúnanse y vengan, acérquense todos juntos, sobrevivientes de las naciones!… Vuélvanse a mí, y serán salvados, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay otro".

Más claro y contundente aún es Isaías 56:1,6,7: "Así dice Yavé: Observen el derecho y practiquen la justicia, porque muy pronto llegará mi salvación y ya está por revelarse mi justicia… Y a los hijos de una tierra extranjera que se han unido a Yavé para servirlo, para amar el nombre de Yavé y para ser sus servidores, los que observen el sábado sin profanarlo y se mantengan firmes en mi alianza, yo los conduciré hasta mi santa Montaña y los colmaré de alegría en mi Casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre mi altar, porque mi Casa será llamada: Casa de oración para todos los pueblos". Es evidente que Isaías, no se refiere, ni por un solo momento, a una nueva Ley ni a una nueva Alianza. Cuando llama a observar "el derecho y la justicia" está hablando de la Ley. Cuando dice "alianza" se refiere a la que tiene con Israel.

Como hemos visto, está muy lejos del espíritu judío, presente en el AT, la idea de una reforma o reemplazo de la Ley.

Con referencia a las bienaventuranzas, una de ellas dice: "Felices los que tienen espíritu de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos" (algunas versiones traducen "los pobres" o "pobres de espíritu"). Parece mostrar una preocupación y una preferencia de Jesús hacia los pobres. El fragmento dejaría implícito su parecer acerca de que ellos o los que se le asemejan en espíritu, por su sola condición de tales, son merecedores automáticos de la salvación. Seguramente, este discurso llamó la atención de los judíos más tradicionales frente a lo que dispone la Biblia en Levítico 19:15: "No cometerás injusticia en tus juicios. No favorecerás arbitrariamente al pobre (porque es pobre) ni te mostrarás complaciente con el rico (porque es rico). Juzgarás a tu prójimo con justicia".

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Por mi causa 5. 11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. 12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; pues de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron… 17 No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento… 19 El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.

(Sobre Mt 5:11-19) El Rey David, tradicionalmente considerado como el más importante rey de Israel, mostró un espíritu sumiso ante la voluntad de su Dios, al exclamar: "¡Viva Yavé!, ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado Yavé, la roca de mi salvación". (2 Samuel 22:47); y también: "Yavé es mi luz y mi salvación… Yavé es baluarte de mi vida" (Salmo 27:1).

Jonás, luego de aceptar el origen divino y la obligación de su misión, exclamó: "¡La salvación pertenece a Yavé!" (Jonás 2:10).

En el "Poema del Siervo de Yavé" podemos leer el sentimiento que alienta y marca el corazón del mesías: "…Mi causa está con Yavé y mi recompensa con mi Dios." (Isaías 49:4).

Cuando Mateo pone en boca de Jesús las palabras: "…por mi causa", que leemos en este pasaje, o cuando dice: "…tendrán la oportunidad de dar testimonio de mí ante ellos y los paganos" (Mateo 10:18), o cuando exclama: "Vengan a mí los que se sienten cargados y agobiados, porque yo los aliviaré… aprendan de mí…" (Mateo 11:28,29), ¿Puede una persona sincera negar las diferencias existentes (conforme los relatos bíblicos) entre la humildad mostrada en las citas de David, de Jonás y del Siervo de Yavé, y las palabras centradas exclusivamente en sí mismo atribuidas a Jesús?.

Es manifiesta una fuerte inclinación egocéntrica ("Habéis oído que fue dicho… Pero yo os digo… –Mt 5:43,44).

Dice más adelante respecto de la Ley y los Profetas: "No vine a abolir sino a dar cumplimiento" (otras versiones traducen: "a consumarla", "para darle su forma definitiva"). Como pudimos observar anteriormente (al analizar Mateo 5:1-10) son muchas las citas bíblicas que fijan el establecimiento de la Ley para siempre y la no necesidad de reformadores. Veremos que, lejos de acatar su propia declaración ("no vine a"…), Jesús declara incorrectas, nulas o incompletas varias sentencias de la Ley, o se presenta como el intérprete que enseña lo jamás entendido. También, y extrañamente, en otras oportunidades reconocerá el valor de las enseñanzas de los maestros de la Ley y de los fariseos, invitando a sus propios discípulos a que "hagan y cumplan todo lo que dicen" –Mateo 23:1-3.

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Acordar con el adversario 5. 21 Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. 22 Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego… 25 Trata de establecer rápidamente un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. 26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

(Sobre Mt 5:21-26) En la primera parte de estos versículos se alude a las citas de Exodo 20:13 y Deuteronomio 5:17 (ambas corresponden al Decálogo, los Diez Mandamientos). Las personas razonables y sinceras (también en la época de Jesús) saben deducir claramente que si está prohibido matar, junto con mentir, robar, codiciar bienes ajenos, cometer adulterio, etcétera, obviamente, se está instando: al amor, a la justicia, al respeto mutuo y condenando el odio ciego e injustificado que es causa de dolor.

Esto es muy evidente desde el principio mismo de la Biblia cuando relata lo que Yavé le dice a Caín: "¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante?. Si hicieras lo bueno, ¿No serías enaltecido?. Pero si no lo haces el pecado está a la puerta acechando". (Génesis 4:6,7). Resulta muy visible que lo condenable en Caín era el odio que sentía hacia su hermano, y a ello alude Dios llamándolo a la reflexión.

No solamente allí encontramos esa referencia que algunos podrían argumentar como indirecta. También queda claramente expuesto en otros libros: "Me han devuelto mal por bien, y odio por amor". (Salmo 109:5); "El odio incita el ánimo a las peleas, pero el amor cubre todas las faltas". (Proverbios 10:12). El AT se anticipa a Jesús condenando el odio.

Continuando el análisis que nos ocupa, vemos que Jesús fomenta "ponernos de acuerdo con nuestro adversario" (algunas versiones traducen "enemigo"). Observamos que se apunta a evitar las malas consecuencias posibles del no acordar, en una exposición que está desprovista de cuidado moral.

Analicemos lo que dice: "No sea que tu adversario te entregue al Juez, y el Juez al guardia, y te pongan preso". Se deduce que Jesús está haciendo referencia a un adversario que en realidad tiene razón en sus reclamos o a uno poderoso que, más allá de sus razones, por su sólo poder nos puede perjudicar. No existen más posibilidades que esas dos. De otra manera sería imposible que terminemos preso. ¿Cuál es la exhortación que se da?. 1) Si nuestro adversario en realidad tiene razón en sus reclamos, por lo que somos nosotros los malos, nos invita a arreglar para que la persona se calme y nos facilite las cosas. No dice: "Pídanle perdón y devuélvanle lo que es suyo". 2) Si la persona es un poderoso o alguien que pudiera recibir favores de la justicia, nos invita a llegar a un arreglo para que no nos metan preso. No nos invita a "defender las causas justas".

Como queda dicho, es una cita desprovista de carácter moralmente válido, pues ni el amor ni la caridad justificarían una actitud así.

¿Cree Usted que el mesías enseñaría eso?.

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No desearás 5. 27 Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. 28 Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.

(Sobre Mt 5:27) Se alude nuevamente a uno de los Diez Mandamientos: "No cometerás adulterio" (Exodo 20:14, Deuteronomio 5:18).

Muchos encuentran aquí una novedad cuando se dice: "Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón ".

No es así. Más de mil años antes, a continuación del mandamiento (No adulteraras), ya decía: "No desearás… la mujer de tu prójimo…" (Exodo 20:17, Deuteronomio 5:21).

Debemos admitir que gran parte de los preceptos bíblicos son suficientemente específicos y que se deduce con facilidad cuando una cosa incluye la otra. Así, por ejemplo, si un hombre casado mira a otra mujer deseándola, para el punto de vista bíblico, estaría cometiendo infidelidad de pensamiento.

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El juramento 5. 33 Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. 34 Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. 36 No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. 37 Cuando ustedes digan "sí", que sea sí, y cuando digan "no", que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.

(Sobre Mt 5:33-37) Ninguna disposición del AT prohibe jurar. Vemos que Abraham, el amigo de Dios, juró por Él ante Abimelec (Génesis 21:22-24). También Joab (2 Samuel 19:7).

Deuteronomio 6:13 y 10:20 invitan a jurar en el nombre del Dios de Israel.

Obviamente, la Biblia señala que es aborrecible el falso juramento (Oseas 4:1-2, Zacarías 8:17).

Cuando se quiere imponer la fórmula del no juramento y de que el sí sea sí y el no sea no, hay una proscripción del precepto divino. A ello se agrega una falacia: la de que al jurar se estaría haciendo algo impuesto por el diablo, con lo que se quita autoridad a la especificación bíblica.

Como vamos viendo, poco atractivo resulta, desde el punto de vista bíblico, el mensaje de Jesús. Notamos la frecuencia con la que se opone a lo legislado en la antigüedad o como presenta conceptos viejos como si se tratara de normas nuevas.

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No resistan el mal 5. 38 Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. 40 Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; 41 y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. 42 Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda a quien quiere pedirte algo prestado.

(Sobre Mt 5:38-42) Aquí se apunta a lo que conocemos como la Ley del Talión (Exodo 21:22-24, Levítico 24:17-23, Deuteronomio 19:15-21). Es obvio que se esconde una crítica a esa práctica.

Debemos leer el conjunto de leyes aludida, y tener presente su contexto y la época de la historia a la que – conforme la tradición – correspondería su enunciación (alrededor de 3500 años atrás). Se advertirán varias cosas menos difundidas. Se corroborará que con su administración se intentó buscar equidad y justicia a través de la intervención de: jueces, sacerdotes, testificación- bajo juramento- de al menos dos o tres testigos, las ciudades de refugio para aquellos casos de muerte a un tercero sin intención, etc. Más allá de los defectos que pudieran adjudicársele, no parece haber sido creada para administrar injusticia o para avalar la venganza.

La conclusión precedente parece confirmada (por supuesto dando por hecho la obediencia de los destinatarios) por dos citas del libro Deuteronomio: "La justicia, sólo la justicia seguirás". Este mandato ordena la obligatoriedad de ser justos en todos los actos. Y se advierte: "No fuercen el derecho, no hagan distinción de personas, no acepten sobornos" (Deuteronomio 16:19 y 20).

Puede argumentarse que aquello presenta una dureza extrema. Veamos qué se nos ofrece a cambio.

En contrapartida a la Ley del Talión se incita a "no resistir al mal". Los enemigos del bien común pueden darse por muy satisfechos y agradecidos de este singular mandato.

Sin temor a faltar a la verdad, las personas que aman la justicia pueden volver a escribir las palabras de Jesús del modo que ahora lo haré y apreciar un peligroso mensaje: "Permitan que los malvados puedan actuar con libertad. Si los golpean, ofrézcanles sus partes aún no golpeadas para que puedan continuar haciéndolo, así quienes observen concluirán que los violentos ahora tienen inmunidad. Si los roban, ofrézcanles más de lo que se roban, así quienes observen sabrán que ahora los ladrones gozan de impunidad. Si los obligan a hacer algo por la fuerza durante un trecho, háganlo por el doble de lejos, así quienes observen sabrán que los abusadores no tienen más límites. Ahora llegó el momento de darle a todo el que nos pida, lo que quiera, no importa que se trate de la peor persona".

Relea el texto evangélico, en las distintas versiones que desee, compárelo con la recomposición precedente y se verá que lo que dice esta última es lo que avala aquel.

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Amar al enemigo 5. 43 Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; 45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. 46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? 47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? 48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

(Sobre Mt 5:43-48) Jesús, en todos estos casos, hace referencia al AT. Tanto para cristianos como judíos, y aún para él mismo, se estaría refiriendo a la Palabra de Dios. Sin embargo, realiza sus enunciados de forma que parezca como si expresara: "los hombres de la antigüedad dijeron tal cosa".

Debemos ver y reconocer que es un equivalente a decir: "Anteriormente, Dios les dijo esto; pero yo lo repruebo y les digo que a partir de ahora hagan esto otro". Seguramente, esto no escapó al análisis de una gran mayoría de sus contemporáneos judíos.

Con relación al párrafo que nos ocupa, es obligado decir que: No existe mandato bíblico que diga: "Odiarás a tu enemigo".

Cualquier mujer u hombre puede deducir, con tan sólo leer los Diez Mandamientos, que el odio o la falta de respeto a la persona o la propiedad de otro, es contrario al contenido ético de los mismos.

Leyendo la Biblia, pueden apreciarse algunos mandatos de un valor significativo: "No odies en tu corazón a tu hermano", "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", "Si viene un extranjero para habitar en tu tierra, no lo oprimas, trátalo como a uno de tu pueblo, ámalo como a ti mismo" (Levítico 19:17; 19:18; 19:33,34).También se invita a no ser vengativo: "Mía es la venganza y la retribución" (Deuteronomio 32:35). Se alude expresamente a la relación para con los enemigos en las siguientes palabras: "Si encuentras extraviado el buey o el asno de tu enemigo, devuélveselo. Si ves caído debajo de su carga el asno del que te aborrece, no lo dejes abandonado. Ciertamente le ayudarás con él" (Exodo 23:4,5); "Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed dale de beber", "No te alegres de la caída de tu enemigo", "No digas: Yo haré mal; espera en Dios, Él te dará socorro" (Proverbios 25:21; 24:17; 20:22).

A continuación de la falsa premisa que prologa la enunciación de Jesús (Escucharon que fue dicho: …Odiarás a tu enemigo), se señala una nueva ética, tan singular y descuidada como la que acabamos de ver en los versículos del análisis anterior. Dice: "Amen a sus enemigos".

Anteriormente había señalado que, a través de una actitud que implica un abandono en la búsqueda de la justicia, se deje actuar libremente a los malvados. Este es el mejor momento para agregar que, además, se los ame.

Siguiendo esa línea de pensamiento, que va a ser rematada después con otras dos proposiciones: "Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes" y "No juzguen, para no ser juzgados" (Mateo 6:14,15; 7:1) debemos concluir que la idea predominante sería: Amar, perdonar y omitir un juicio veraz a los grandes corruptos, destructores y asesinos, que tiñeron y tiñen la tierra de sangre inocente.

Los conciudadanos judíos de Jesús habían aprendido: "Sé puro ante Yavé, tu Dios", (Deuteronomio 18:13). "Justo es Yavé y ama lo justo" (Salmo 11:7) "Temer a Dios es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa" (Proverbios 8:13).

Estas tres citas nos muestran un punto de vista bíblico sobre el asunto: La obligación de ser puros ante Dios; ser justos y amar la justicia; recordar que no habría justicia si se perdona la iniquidad; aborrecer el mal.

Queda evidenciado que en este punto, como en otros, no hay concordancia entre la propuesta de Jesús y los preceptos bíblicos, que también nos declaran: "No hay paz para los malvados, dice Yavé", "No hay paz para los impíos, dice mi Dios" (Isaías 48:22, 57:21).

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