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Así dice Yavé (Lo que la Biblia dice sobre el Mesías)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  1. Palabras al lector
  2. Algunos elementos bibliográficos que el autor leyó y pueden resultar de interés para el lector
  3. Mateo
  4. Marcos
  5. Lucas
  6. Juan

Ruego a los Lectores

Ruego a los lectores que tengan presente, todo el tiempo, el principio que es el motor de esta obra:

Siento la obligación de cumplir con lo que se establece en el Salmo 119:30:

"He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí"

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"Y si dices en tu corazón: ¿Cómo voy a conocer yo la palabra que no ha dicho Yavé?. Cuando un profeta te hable en nombre de Yavé, si lo que dijo no se cumple, no se realiza, es cosa que no ha dicho Yavé; en su presunción habló el profeta; no lo temas" (Deuteronomio 18: 21,22)

"Dios… quiere que todos los hombres… lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Timoteo 2: 3-4)

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Palabras al lector

Este libro fue escrito pensando en el derecho a la verdad que tienen todas las personas. Aferrado a un desinteresado deseo en darle a conocer a Usted, los errores conceptuales y las falacias que generaron el fenómeno religioso que llamamos cristianismo.

Para mí, no fue fácil decir: me equivoqué. Fue el tránsito por un triste reconocimiento de mi propia ceguera frente a la verdad.

Para cualquier cristiano es difícil admitir que, si se analiza minuciosamente el Nuevo Testamento, se debe reconocer en él una suma de yerros interpretativos y doctrinales sobre el Antiguo Testamento.

Sin embargo, encierra en sí mismo un consejo que invita a investigar sin temores. Se puede leer en 1 Tesalonicenses 5:21 y dice: "Sométanlo todo a prueba y retengan lo bueno". Quien la haya leído, comprenderá su obligación de: buscar sólo la verdad y reconocerla sin demora.

El objeto de este trabajo es mostrar, a través del análisis de los Evangelios, si Jesús fue el mesías que preanunciaba la Biblia.

Se ha dicho y escrito mucho. Pero lo que usted leerá aquí es algo que nadie dijo jamás o, al menos, nunca llegó la información.

Examinaremos el presunto sustento de profecías mesiánicas del Antiguo Testamento para ver si apoyan o no la legitimidad del título atribuido: Cristo, Mesías o Ungido.

Analizaremos diferentes y copiosos párrafos de los evangelios y los confrontaremos con lo que la Biblia (única fuente válida para esta corroboración) dice sobre eso. Si ella no dice o apoya que Jesús haya sido el mesías, decidirá usted qué hacer con esta nueva información.

¿Qué es lo nuevo que voy a decir?. Ya se lo imaginará. Con plena franqueza y seguridad se lo adelanto: Jesús, según la Biblia, no fue el mesías.

¿Por qué tomar sólo la Biblia como fuente?. Porque, como todas las comunidades cristianas reconocen, es el único lugar en el que se profetiza sobre un enviado, aprobado por Dios, que liberará a Israel, será su Rey y gobernará eternamente con paz y justicia todo el planeta.

¿Cómo defino a este trabajo?. Como un estudio independiente de los evangelios; un ensayo de comparación entre las características del mesías bíblico y las del llamado "Cristo" (mesías en griego), que le abrirá un nuevo espacio de reflexión y evaluación. Lo que de ello surja será el resultado del fruto intelectual de cada lector.

¿Puede considerarse anti-religioso o irrespetuoso de la fe?. No. Sólo es una exposición analítica de profecías, un examen de textos y comparaciones sobre los llamados Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, que permiten arribar a una conclusión que puede resultar no esperada o no deseada por muchos cristianos fervientes, pero que ahí está. No fue escrito para lastimar ni ofender a alguien. No debe ser motivo para que alguien lastime u ofenda.

Siempre predominó en mí la idea de un Dios: Único, Todopoderoso e Inmaterial. Siempre amé a ese Dios.

Estudié muchas de las religiones cristianas (Católica, Evangélica, Adventista, Testigos de Jehová, Nueva Apostólica, Cristiana Científica, Mormones, etc.).

Haber tenido acceso a todas aquellas experiencias religiosas me impulsa a respetar profundamente las creencias de cada cual.

Proclamo que es necesario llegar a la verdad de las cosas.

Necesité corroborar el sustento en la verdad que podía haber en la historia de Jesús como el Mesías o Enviado de Dios. Personalmente, estoy convencido que las pruebas que expongo confirman que no lo fue.

Desde luego, no soy el primero. Los judíos, antiguos conocedores de la Biblia, lo sostienen hace dos mil años. Deberíamos preguntarnos qué impide a la mayoría cristiana (individual o grupalmente) acercarse a ellos para conocer con detenimiento el por qué de su punto de vista.

Debe quedar claro que éste no es un mensaje contra Jesús o contra el cristianismo, en ninguna de sus formas. Usted encontrará algunos párrafos que muestran mi punto de vista en contrario a lo que Jesús predica. No dudo que sabrá respetar mi derecho a exponer libremente mis puntos de vista. Sé también que me encontraré con lectores que coincidirán conmigo.

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