- Sobre la moral, la salvación y el papel de las religiones (log).
- Dios y el mal.
- Naturaleza de Dios y la Creación.
- Contra la pseudoteología bakuniniana.
- Sade y la justificación natural del pecado.
- Por qué razón este es el mejor de los mundos.
- Motivos para la persecución de la religión cristiana durante el Imperio.
- "Antisemitismo" en la Iglesia Católica.
- Sobre el "genocidio bíblico" (al hilo de una polémica).
- Pregunta a un experto en asuntos bíblicos.
- Novi barbari (Nuevos bárbaros en la red).
- Jueces de las Escrituras.
- El ateo como hereje.
- Progreso y manipulación.
- Diferencia entre teología y filosofía.
- Sobre el dogma.
- Defensa ilustrada de la fe.
- Fe e imaginación.
1. Sobre la moral, la salvación y el papel de las religiones (log).
tresco> Absolutamente, la religión o ser religioso te aparta de la responsabilidad de crear tu propio camino, para vivir dentro de los dictados "divinos" que indican lo que tienes que hacer con tu existencia: el camino está trazado y a ti sólo te toca seguir o no por él. > Creo que la religión es lo máximo a lo que puede aspirar todo hombre sensato. Has de encontrar un camino, no seguirlo. Si se tratara de seguirlo de buenas a primeras no tendría ninguna dificultad ser cristiano. tresco> A mi me daría asco ser cristiano. > Por qué? tresco> Porque es el reflejo del borreguismo mental que nos ha hecho padecer durante dos milenios, es el resquicio que ha usado el poder para cimentar sus bases entre gente que será premiada en otro mundo y no en este, lo de poner la otra mejilla es una alegoría del poder y su ejercicio ante el débil. > ¿Crees que ser cristiano te exime de responsabilidades? ¿Crees que el cristiano no se siente premiado en este mundo? ¿Crees que hace el bien sólo en vistas a un premio ultraterreno? > Por cierto, el poder es capaz de usar cualquier tipo de ideología. Con eso no me dices nada. "El poder" en sí no es ni bueno ni malo, es su uso lo que lo convierte en más o menos nocivo. tresco> Claro, pero en el caso de nuestra tradición judeo-cristiana, el poder se basa en ella, así como en otras culturas, el mismo poder utiliza otras… lo que me indica que la religión es sólo una fórmula de control. > Si sólo fuera una forma de control toda forma de control sería una religión. ¿Estás dispuesto a aceptar esto? tresco> No, puesto que una religión implica aceptar conceptos que nos has construido mediante tu experiencia, sino que has tenido que tragar por el hecho de vivir dentro de una sociedad que se enmarca dentro de la misma. > Puedes hacer tuya esa experiencia. Toda experiencia es experiencia apropiada. tresco> Entonces, la religión y el cristianismo liquida tu identidad para convertirla en un colectivismo repugnante. > ¿Dices lo mismo cuando lees un libro? ¿Dices lo mismo cuando lees el periódico o ves la tele o cuando votas a un partido? tresco> No, digo lo mismo cuando hablamos de religión, no tiene nada que ver con un libro, puesto que leer un libro no implica seguir ciertos dogmas. > Pero sí con la colectivización de ideas. Además, una cosa son los dogmas y otra muy distinta la fe. Los dogmas sólo son el esqueleto; la fe es la sangre, los tejidos nerviosos y musculares que vivifican el cuerpo. tresco> Nadie te promete el infierno o te dices que eres culpable por leer un libro. El cristianismo inventó el pecado y la culpabilidad, concepto asqueroso en sí mismo. > ¿Crees que todo está permitido y que todo contribuye a nuestro bien, tresco? tresco> Yo creo que la libertad se presenta cuando desaparecen los seres fantásticos que vendrán a salvarte… creo en la libertad del que puede pensar alejado de los dogmas impuestos por una religión que aplasta los sentidos y deja al hombre sólo con la única respuesta a todos sus predicamentos: dios. > ¿Crees que la idea de salvación exime al cristiano de realizar sus obras y de obrar con plena conciencia? ¿No es más bien al contrario, que ha de actuar así para merecerla? tresco> Yo no creo que haya que "salvar" a nadie de nada, eso por un lado y por el otro, todo aquel que renuncie a si mismo por una causa común y que se pierda en el infinito de una masa que le dicte los pasos a seguir no me interesa, como intención de vida. > Si no crees en la salvación es porque crees que tu vida va a ser tan buena tanto si la vives tú como si la vive otro, crees que tu vida es tu objeto, tu propiedad, y no tú mismo. La salvación es ante todo una causa individual, no común, aunque por extensión pueda predicarse de todo el género humano. tresco> No, no creo en la salvación porque no sé de qué tendríamos que ser salvados, quizás de lo único que tengamos que salvarnos sea de los predicadores de dioses y cristos, y de toda la ignorancia que pregonan; y, por último, de la salvación misma. > Has de ser salvado de ti mismo. Si ya estuvieras salvado al inicio de tu vida ésta no sería más que un intervalo de tiempo intrascendente, y tanto valdría vivirla como no vivirla. Sería como elegir entre ir de vacaciones o quedarse en casa, no tendría más relevancia moral. Tu vida pasaría a ser, paradójicamente, algo fungible, intercambiable. Luego toda vida sería igualmente buena, igualmente virtuosa, etc. Resultaría absurdo que te culparas de algo o que culparas a los demás; deberías callar siempre a no ser que quisieras hablar por no estar callado. tresco> Mira, yo no creo en la salvación, no creo en dios ni en el camino que predican los cristianos, es más, me doy cuenta que el daño que le han hecho al hombre occidental es de tal magnitud que no podremos cuantificarlo sino en miles de años más. > ¿Qué daño es ese, tresco? tresco> Por ejemplo, el concepto de culpabilidad ha dañado a muchos hombres, muchas personas se sienten impuras y sucias por actuar de acuerdo a sus instintos y al camino que les indica la carne, viven en la dualidad de querer ser divinos, pero se dan cuenta que son humanos y se sienten culpables por eso. > ¿Y no son sucios a veces tresco? ¿No has llamado "sucio" a nadie? ¿Nunca empleas descalificativos? ¿Te arrepientes de emplearlos ahora que reparas en ello? tresco> Claro, pero sin sentirme cristiano por ello y entendiendo la subjetividad de mi juicio. > ¿Crees que tu moral es tuya como tuyos son tus calzoncillos? ¿Crees que sólo vale para ti? tresco> La moral es personal, de eso no me cabe duda. > En cierto sentido lo es, en tanto que eres responsable de tus actos. Pero en otro sentido no lo es en absoluto, pues un acto es moral no en función de ti sino de un criterio exógeno. Es decir, de una praxis generalizable. tresco> Yo sospecho que el conocimiento humano se hubiese desarrollado mucho más, sin el prejuicio de los religiosos que dejaban todas las respuestas en manos de dios, todo librepensador fue enjuiciado por sus contemporáneos cristianos cuando lo descubierto por él contradecía el pensamiento dogmático-religioso. > Tal vez sí, tresco, pero el desarrollo moral también es un gran logro y no se consigue a cualquier precio. La ciencia nos deja el corazón vacío. El-Cuervo> El desarrollo moral, nos ha traído masacres y atrocidades ¿Hay algún país mas moral que los EEUU? > Usas el término "moral" de forma demasiado vaga. Así puede aplicarse lo mismo a un roto que a un descosido. El-Cuervo> Caes en un fallo básico de principiantes del pensamiento: "que la religión tiene el monopolio de la moral". > Sigo sin saber qué entiendes por moral, El-Cuervo. El-Cuervo> Yo te lo digo: ética. tresco> Yo fui religioso gran parte de mi vida, el cristianismo lo he visto muy de cerca y lo he vivido, ahora puedo decir que no puedo estar más alejado de su camino… he hecho un análisis profundo de lo que me sucedió cuando era cristiano y cuando me creía el cuento de la "salvación", creo que en mi vida me he sentido tan culpable y por el sólo hecho de estar vivo. > Creo que confundes el cristianismo con el nacionalcatolicismo más cutre y vulgar. tresco> No, no confundo nada, las prácticas cristianas y sus fundamentos son repulsivos EN SÍ MISMOS [las mayúsculas son mías]. tresco> La salvación es una patraña, y su idea repulsiva. Yo creo que no hay que salvarse de nada, tal vez actuar correctamente consigo mismo, pero eso no quiere decir que se tenga que ser cristiano o musulmán para ello.
> Tenemos "actuar correctamente consigo mismo" por un lado y "la ética " por el otro. Actuar correctamente consigo mismo + ética vs. salvación El-Cuervo> Digamos que la ética/moral es un conjunto de normas que deciden que acciones están bien y que acciones están mal. Las buenas se desean y se premian, las malas se castigan. Esta es variable según las culturas y los tiempos. > Luego sometes toda moral a un relativismo histórico y espacial infinito, ¿no es así, El-Cuervo? El-Cuervo> Sí, soy un relativista moral, aunque te puedo decir que hay unos pocos principios muy básicos y muy pocos que me parecen naturales y necesarios e independientes de la cultura . Por ejemplo, cuidar de los bebés, asistir al accidentado etc. > Y esos preceptos ¿deberían obedecerse mecánicamente, como el que va a comprar el pan, o los salpimentarías tal vez con un poco de piedad laica, aquella piedad que nos hace llamar al teléfono solidario cuando vemos los anuncios de los negritos pasando hambre? Esa es tu gran moral universal, El-Cuervo? Te diré lo que es eso: un parche para tu maltrecha conciencia . > Aunque te sorprenda, tu visión no es más que un residuo cultural extraviado. tresco> Entonces, lo concreto es que el cristianismo usa el concepto de "culpabilidad" con el que instaura la razón de su existencia, debemos caminar hacia la perfección y a perfección se alcanza dejando de ser "culpable", sólo que por otro lado Cristo dice que "nadie" será ni es "santo" en la tierra , con lo que cierra la posibilidad a dejar de ser culpable = serás "culpable" toda la vida y YO (Cristo) soy la única llave de tu "salvación". > Creo que trivializas la doctrina cristiana, que para ti es poco más que un catecismo escolar. No indagas en las causas de esa culpabilidad y afirmas dogmáticamente la inocencia del hombre. Como no has hecho ese primer paso el concepto de salvación te aparece como ininteligible e impuesto . > Según tú, cuando el hombre se aleja de unos límites estrechos de conducta , que pasarían por ser los que El-Cuervo reconoce como "universales" (cuidar al bebé, etc.), se extravía moralmente (?) y pasa a ser un ser desgraciado y por ende nocivo. ¿No es así? * No hay respuesta * > Tresco, insisto en que decir que tu moral es subjetiva es tan acertado como hablar de un lenguaje subjetivo que sólo usas y entiendes tú para comunicarte contigo mismo. Lo cual es algo imposible, como bien demostró Wittgenstein. tresco> Ni siquiera existe el concepto de moral en la naturaleza , es una invención tan humana como todo lo demás. La moral depende del sujeto, la uniformidad es sospechosa. > La moral es cambiante hasta cierto punto, pero eso no la convierte en algo tan maleable que sea relativo a cada sujeto. Sería como si el lenguaje cambiara en cada interlocutor, de modo que no habría propiamente lenguaje , sino sólo interlocutores. Pero, ¿qué es un interlocutor sin lenguaje? Como ves es abiertamente contradictorio. tresco> En términos humanos, no nos ponemos de acuerdo en un tipo de moral, hay notables diferencias culturales. > Tresco, eres consciente de que cuando actúas no eres el único afectado por tu modo de proceder, ¿me equivoco? Si tresco me da un puñetazo, ¿qué cabrá decir de su moral? Cuando tresco actúa, ¿no espera cierta reciprocidad en las actuaciones de los otros? Probablemente pensará que en una situación distinta él podría ser la víctima, y se esforzará en universalizar sus actos (al modo kantiano) para que no se vuelvan contra él en otro contexto. > La moral surge de este principio reflexivo-abstractivo que es el origen de todo progreso en la conducta colectiva de la especie humana, aunque a tresco le duela admitirlo. tresco> Yo no hablo de bien o mal, sólo hablo en términos de poder, ya que no sé lo que es bueno o malo dentro de una sociedad como la nuestra. Para mí es malo algún proyecto de estado , para otro no. > Entonces con más razón deberías abstenerte de juzgar las sociedades pasadas, ¿no crees? Acabas de caer en tu propia trampa. tresco> Entonces, el bien y el mal sigue siendo una cuestión personal y no universal, ya que dependerá de nuestra percepción particular y de nuestro estado y ubicación. > Luego has de afirmar que el cristianismo, tal como tú lo ves, es algo malo para ti y los que piensen como tú, pero no para el resto del género humano, ¿o no? tresco> Claro, yo hablo por mí y mí mismo. > No es eso lo que has dicho antes, cuando hablabas de "calamidad mundial" y mal "en sí". tresco> Cuando digo que le hacen mal al mundo es un juicio personal. > Es decir, una mentira. Estás pecando de lo mismo de lo que acusas al cristianismo: universalizas tus juicios morales para aplicarlos a una pluralidad. > Cuando hablas y sentencias un periodo histórico como puede ser la Edad Media estás emitiendo juicios universales, aunque no los consideres infalibles. La universalidad refiere a la generalidad, no al grado de certeza; aunque tú pareces bastante seguro … tresco> A qué generalidad te refieres? > A la generalidad de juzgar a un colectivo y no a TI MISMO exclusivamente. Cuando hablas de los cristianos dejas de hablar por ti y sientas un juicio categórico. Si no he leído mal has llegado a considerarlos esclavos y gente repugnante. > Alguien dijo "no juzgues si no quieres ser juzgado". Primero afirmas la completa individualidad del hombre, su absoluta emancipación de los dogmas generalizables, pero luego no te abstienes de aplicar ese tipo de anatemas a otras comunidades que no piensan como tú. Luego juzgas pero no quieres ser juzgado. tresco> Lo que digo es que cada uno tiene una moral propia, dentro de ese punto, juzgar cabe perfectamente. > Así que quieres que CADA UNO tenga una moral propia. ¿Te das cuenta de lo que dices? tresco> No hay ni un atisbo de contradicción en lo que expreso, aunque en tu demagogia cristiana quieras encontrarla. > Pero ya no piensas sólo por ti, piensas por todos. Decir que todos han de tener una moral propia o creer lo que quieran es una simpleza, pues a no ser que te obliguen (y la vida está llena de condicionantes de un modo u otro) nadie cree en lo que no desea creer, a no ser que sea un hipócrita. > Creo que más que argumentos contra la religión (que es ante todo una experiencia más que un conjunto de dogmas fosilizados) tienes un cúmulo de prejuicios contra el hombre .
I.
Dios es infinitamente bueno, ya que: 1) Es Creador de todo lo bueno, que es infinito. 2) Tolera el mal sólo en vistas de la consecución de un mayor bien. En otras palabras, Dios sería malo o no sería infinitamente bueno si, para evitar el mal, nos privara de ese bien mayor (Leibniz). 3) Dispensa bondad sin límite a todos los que quieren participar de ella (léase: a todos los que no pecan contra el Espíritu Santo). 4) Difunde el bien en cualquier tiempo y circunstancia, venciendo toda resistencia exterior (sin anular el albedrío) e iluminando toda tiniebla interior (conservando y perfeccionando la razón). Observa que si Dios fuese "infinitamente bueno" tal como tú lo interpretas, esto es, si no hiciera distinción entre justos e injustos, sería en realidad infinitamente inicuo, pues trataría lo diferente de igual manera. Aunque no lo sepas, acabas de incurrir en un error herético: la apokatastasis o restauración universal (origenismo).
II.
Creo que el mal no es sólo cosmológicamente necesario, sino también éticamente. En efecto, imaginaos un mundo sin dolor, sin limitaciones, donde todo lo que el hombre piensa o hace respondiera a su sola voluntad. Si hoy somos indolentes con nuestros defectos y altivos con los demás, ¡qué intolerable soberbia nos embargaría en un universo de esas características! ¡Y qué difícil sería entonces hacernos mejores, si incluso ahora la práctica de la virtud nos resulta tarea tan ardua e ingrata! III.
Dice la Biblia: "Dios creó el mundo, y vio que todo era muy bueno". Pero, en otro pasaje, sostiene: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios". En esta paradoja se esconde la solución a todos tus enredos. Porque el mal no es otra cosa que la ausencia de perfecciones, y el bien no es otra cosa que su presencia. Por este motivo todo cuanto ha sido creado es bueno, porque participa de las perfecciones de su Creador, y es malo, en tanto que no puede equipararse a Él. No es que de un mal se siga, eo ipso, la consecución de un bien. Ni que de una imperfección derive, sin más, una perfección. Hay que considerar el orden del universo en su conjunto para concluir que todo se dirige al mejor fin. Este "todo" no es un conglomerado abstracto, sino que, desde el momento en que todos participan de él, redunda en la máxima utilidad de cada uno. Es lo que en teología se ha venido llamando el mysterium iniquitatis, que se resolverá por completo al final de los tiempos.
3. Naturaleza de Dios y de la Creación.
Cuando Leibniz dice que sólo lo mejor llega a ser no está pensando en el devenir: piensa en los infinitos mundos posibles que no llegaron a ser, porque Dios eligió el mejor entre ellos. Es decir, al hablar de "lo mejor" filosofa sub specie aeterni, no de un modo histórico o por acontecimientos, ya que se parte de la base que el futuro está hipotéticamente contenido en el pasado. Los mundos que no devienen tienen una realidad ideal y una posibilidad bruta, excluida sin embargo por el principio de razón suficiente. Éste caracteriza al mejor de los mundos. En dicho mundo lo imposible es lo incausado o lo contradictorio: lo primero por defecto de principio, lo segundo por exceso de consecuencia. Además, lo efectivo es siempre real, pero lo real no es siempre efectivo. En el peor de los mundos, a sensu contrario, lo efectivo no es siempre real, pero lo real es siempre efectivo. Esto es, una mezcla de hado y azar: justo lo que Leibniz pretendía combatir, justo lo que Spinoza y el nihilismo defienden. Sobre el mal en el mundo, Leibniz hablaba, siguiendo a los escolásticos, de voluntad antecedente y voluntad consecuente. La voluntad antecedente es la querida por Dios en abstracto, como fin, la que inclina a su sabiduría a optar por el mejor de los mundos (léase: aquel en el que la providencia es efectiva). La voluntad consecuente, en cambio, es aquélla nacida de sopesar todas las circunstancias de un caso concreto. Así, aunque Dios desee el máximo bien, no puede lograrlo sin permitir el mal, de modo que el mal como voluntad consecuente deriva del bien como voluntad antecedente. Dios, pues, permite el mal más inmediato para maximizar el bien. Contra el panteísmo alegamos que Dios está en todo, pero que Dios no es todo, ni el todo es Dios; igualmente, que Dios crea todo, pero que el todo no crea a Dios. O, como dirían los maniqueos: si Dios es todo y el todo lucha contra sí mismo, Dios lucha contra sí mismo. Luego, o Dios no es todo o Dios no es Dios, sino dioses. Pero no pueden haber dioses ni multiplicidad de ningún tipo fuera del todo, luego Dios no es el todo y es uno. Alguien podría imaginar, sin embargo, que el Dios cristiano, como el de los cabalistas, se suicidó al crear. Es decir, Dios era una forma sin materia y una unidad simplicísima antes de la Creación, pero ulteriormente devino infinidad de formas materializadas igualmente eternas, necesarias, etc. ¿Cuál es el error de este planteamiento? Observad: si Dios-espíritu dejara de ser al crear, entonces no podría crear nunca, ya que, al empezar a crear, dejaría de ser Dios. Es necesario conservar la dualidad en todo momento.
4. Contra la pseudoteología bakuniniana.
1) Perfección y creación se contradicen. La perfección, al menos tal y como la entienden los cristianos, es infinitud, mientras que todo lo creado debe ser forzosamente finito. Si no fuera así, al no tener principio ni fin, no podríamos llamarlo creado. 2) De ahí se sigue que la obra de un ser perfecto no ha de ser perfecta, sino inmejorable. Es decir, la mejor entre las posibles. 3) Éste es el mejor de los mundos, ya que de los mínimos principios (razón suficiente) se derivan el máximo número de fenómenos. 4) El problema de tu explicación es que no aclaras qué entiendes por "mejor". Así, presuponiendo que todo es infinitamente mejorable, pareces deducir que Dios no podría haber creado nunca nada, al ser incapaz de decantarse por lo mejor. Un Dios omnipotente e impotente como el que imaginas ¿no es más bien una quimera tuya? 5) La voluntad divina se ejerció de una vez para siempre, estando todo contenido en su providencia. El mundo tiene leyes propias, Dios sólo nos señala los fines morales.
5. Sade y la justificación natural del pecado.
Sade intentó extraer de la Teodicea leibniziana consecuencias libertinas, a saber: si de todo mal se sigue un bien mayor, también es cierto que de todo bien se sigue un mal mayor, de resultados imprevisibles. Luego, según el orden natural de las cosas, la virtud es inútil y conviene pecar, constituyéndonos como dispensadores del mal y procurándonos su goce inmediato (la tesis de Justine, clave de bóveda del sadianismo). Como es patente, Sade invierte de forma ilegítima la hipótesis de Leibniz. Ello le es posible gracias a la concepción mecanicista del mundo que impuso la Ilustración, para la que el universo era una gran máquina finita (La Mettrie, d'Holbach). Al ser finito el orden causal, lo es igualmente el bien, tendiendo todas nuestras acciones al mal supremo, a la oclusión total, a la muerte. La filosofía de Sade anticipa lo que en el siglo siguiente será el socialdarwinismo y, yendo un poco más lejos, el nazismo. Para Leibniz, en cambio, del mal (bien menor) se sigue un bien (bien mayor). De ese bien mayor se sigue, todavía, un bien mayor, para el que aquel es un bien menor, es decir, un mal. Leibniz no justifica el mal a priori, sino que lo redime a posteriori. Esto es, el pecado no estropea la creación, sino al que lo comete. Los pecados, pues, no van contra el orden de Dios, sino contra el orden que Dios dio a los hombres para se hicieran semejantes a Él.
6. Por qué razón este es el mejor de los mundos.
Saludos, cohen Veo que en tu texto hablas de "darle dos hostias a Dios", lo que me hace pensar que estás insatisfecho con el mundo que te ha tocado en suerte vivir. Te copio un fragmento de polémica de otro foro, en el que un usuario me objetaba que pudiera creer en el buen Dios cuando éste nos deja morir de hambre. Dijo: ¿Es demasiado costo ese por acabar con el hambre en el mundo? Contesté: ¿De qué modo, Max? ¿Haciendo llover maná día tras día, mediante un milagro periódico? En ese caso aún seguiríamos en las cavernas, ya que la economía surge a partir de la constatación de que los recursos son escasos. Si no hubiera escasez, el hombre no tendría necesidad de organizarse. Si no se organizara, carecería de todo, no sólo de alimento: también de medicinas, de educación, etc. etc. Harías al hombre totalmente dependiente de la divinidad y sus milagros. Lo privarías, pues, de la razón y de la facultad de resolver autónomamente sus problemas y necesidades. Pero está escrito: ganarás el pan con el sudor de tu frente. Como ves, acabas de empeorar el mundo, degradando a la humanidad a la condición de esclava de lo sobrenatural. Eso sí, con muy pías intenciones.
7. Motivos para la persecución de la religión cristiana durante el Imperio.
Creo que este punto no quedó suficientemente contrastado en el anterior post, así que no estará de más perfilarlo aquí. Se preguntaba Traveler qué motivos discriminatorios movieron a la autoridad romana a perseguir a los cristianos durante el Imperio, periodo éste, según él, de "absoluta tolerancia religiosa". Pues bien, ni existió tal tolerancia -aunque es cierto que las supersticiones se confundían y se había abandonado la pretensión del culto incontaminado- ni, por consiguiente, se quebrantó en la época de las persecuciones. No hay que olvidar que los romanos basaban su civilización más en el derecho que en las costumbres religiosas, formando éstas parte de lo que hoy llamaríamos patrimonio cultural, y durante los romanos, "mos maiorem". Así, se registraron en Roma diversas expulsiones de los sacerdotes egipcios, que, atentando contra el orden público, extendían sus prácticas adivinatorias por la capital (el emperador necesitaba tener controlados a sus oráculos). No en vano existía por aquel entonces un derecho de asociaciones, que las clasificaba en lícitas e ilícitas. Y qué decir del acoso a los judíos, de los que se procuró la asimilación forzosa y que sólo en tiempos de Julio César gozaron de una relativa tolerancia. Pero eso no excluye que se dieran circunstancias nuevas en el cristianismo, que, lógicamente, requerían nuevas formas de actuar. Resumiré esta especificidad en tres puntos, valiéndome de la famosa consigna jacobina, aún arriesgándome a incurrir en un anacronismo que el lector sabrá excusar: 1) Libertad: Dicho valor fue implícitamente glorificado por aquellos que subordinaron su vida misma a las convicciones que profesaban. Por primera vez la libertad deja de ser la condición de no siervo (manumitido) para asociarse, desde Tertuliano, con la redención (re missio). Ésta venía a ser el equivalente espiritual -no sujeto, pues, a autoridad humana- de dicha institución jurídica. 2) Igualdad: La doctrina cristiana concebía a la humanidad en su conjunto, sin hacer acepción de personas o dignidades, bajo la Providencia de un único Dios eterno. De ahí no se sigue que los cristianos rechazaran las jerarquías entre los hombres, sino más bien que las relativizaran en función de una justicia superior (juicio final) que les hacía ver la existencia mundana como transitoria. Dicha doctrina impedía a los cristianos jurar por el genio del emperador (cuya humanidad les era bien patente), participar en las fiestas en su honor, por considerarlas impúdicas y sacrílegas, y ofrecer sacrificios en su nombre, así como intervenir en la vida política y ocupar cargos públicos (cursus honorum). Por el contrario, la misma religión cristiana impedía a sus fieles ser sediciosos o malevolentes, lo que no evitó que la soberanía de Roma se sintiera continuamente amenazada por ellos. 3) Fraternidad: Last but not least, nadie debe olvidar que el cristianismo se propagó por todos los territorios y estamentos sociales del Imperio con asombrosa rapidez. Ello fue debido a tres factores, que actuaron en combinación: su universalismo, la decadencia de los cultos de los gentiles y la unidad política y cultural del Imperio. No se trataba de un culto más, circunscrito a una tribu, sino de una cosmovisión antagonista que rivalizaba con el antiguo sistema de valores paganos. No hay más.
8. "Antisemitismo" en la Iglesia Católica.
Algunos comentarios: 1) Sin conceder que el racismo antijudío haya sido la actitud paradigmática del cristianismo (al igual que el racismo antinegro no se identifica necesariamente con el nacionalismo americano), desapruebo toda política antisemita que la Iglesia haya podido promover o tolerar a lo largo de su historia, actitudes por las que ésta ya ha pedido perdón en repetidas ocasiones. No obstante, no se me escapa que en el medioevo y hasta bien entrada la modernidad el concepto de nación conllevaba unidad de creencias. Resultaba hasta cierto punto normal, pues, (aunque no justificable a nuestros ojos, y tampoco a los de los Padres, que abominaban de las conversiones forzosas) el considerar que blasfemos y apóstatas suponían una amenaza teórica a la soberanía regia. Por trazar un paralelismo, hoy diríamos que un nazi está fuera de la democracia a pesar de que parasite en ella. 2) Apruebo, en cambio, el esfuerzo de la fe cristiana por separarse de la judía y combatirla sin destruirla. Sin destruirla, digo, (al contrario de lo que pretendían gnósticos y maniqueos, y actualmente pretenden ciertos secularizadores ateos) en tanto que la Ley y la Alianza son sus precedentes históricos, integrados en una misma Providencia. En este sentido, la Iglesia católica fue y es mucho más pro-semita que, por ejemplo, la comunidad musulmana, cuyo entronque con la tradición bíblica judía es más retórico y analógico que real. Ahora bien, por este mismo motivo la Iglesia católica no fue ni es más antisemita (entiéndase: contraria a la carnalidad de la fe judía) que antimusulmana o antiarriana, ya que impugna por igual todo aquello que se aparte de la ortodoxia. La fijación de algunos en este punto, promoviendo falsas y satanizantes asociaciones entre los Papas y Hitler, es más sintomática de su propia obsesión que demostrativa de una verdad histórica de fondo.
9. Sobre el "genocidio bíblico" (al hilo de una polémica).
I.
¿Qué idea naïve tienes tú de la historia? ¿Acaso no es ésta una lucha a muerte? La misión de los judíos, aunque se planteara en términos militares, fue ante todo una lucha moral que, con el paso de los siglos, desembocó en una psychomachia de dimensiones universales: el bien contra el mal. Los judíos, no obstante, no eran ajenos al mal, sino que lo combatían tanto en ellos como en los demás. Dios educaba a su pueblo en vistas de la futura educación de la humanidad.
Retrotrayendo en el tiempo "tus" ideales de paz y justicia contribuyes a la distorsión de su génesis, a su "egiptización", como diría Nietzsche.
Sobre la esclavitud: Prefiero una lectura dialéctica de la Biblia, en la que toda liberación exige una esclavitud previa. El que presupone libre al hombre, nada le queda por liberar. E insisto: Dios ataja el mal como el médico cura las heridas, mediante cortes y cauterización, no sólo con buenas palabras. Además, ¿qué necesidad hay de tanta fraseología estúpida (me refiero a los artículos de JRRF) si lo que se quiere demostrar es que Dios es un genocida? Basta con afirmar algo irrefutable: que Él nos hizo mortales, al permitirnos pecar. De modo que toda muerte se debe indirectamente a Él. Pero, ¿qué ganamos con esta conclusión tan insulsa?
II.
El genocidio del que hablas fue una guerra a vida o muerte, como cuando dos náufragos se aferran a una misma tabla de salvación que sólo puede soportar a uno de ellos. El prejuicio es tuyo, pues, al compararla tácitamente con la matanza que los nazis llevaron a cabo sobre civiles inocentes, crimen gratuito e injustificado de cualquier modo que se mire.
Sobre tus comentarios:
Dios no enferma a nadie, ya que el mal no es un acto, sino una intención, y como tal carece de positividad. La voluntad antecedente de Dios es salvar a todos, pero consiente el mal (voluntad consecuente) como medio más idóneo para alcanzar el mayor bien.
Sí existe una "anestesia" para el pecado, y es el consuelo divino a que conduce el arrepentimiento.
La Biblia es un libro escrito por hombres e inspirado por Dios.
III.
Y yo sigo diciendo que las guerras no necesitan justificación, y que siempre son indeseables, aunque a veces resulten inevitables. El pueblo hebreo fue el único que supo darle una significación moral a su historia, que procedía siguiendo un plan. Fue también el más sensible a la miseria humana, y al mismo tiempo el más reacio a la corrupción. Por eso la salvación viene de los judíos.
Los que creemos y estamos en disposición de demostrar que el cristianismo es la religión verdadera, afirmamos también que la Biblia es un texto inspirado y -para su finalidad- perfecto. Si a ti el Quijote te parece más edificante, no tengo nada que añadir, salvo, quizá, que no habría Quijote sin Biblia.
Sobre los errores y contradicciones aparentes de la revelación, cito a Abelardo: "Dudando iniciamos la búsqueda, buscando percibimos la verdad".
IV.
El concepto de "pueblo elegido" no tiene nada que ver con el de "raza superior", y tú los mezclas de continuo. Yahvéh elige al pueblo hebreo en virtud de Su Providencia, cumpliendo la promesa hecha a Abraham por su fe y por sus actos, que se le reputaron justos. Acoge a la estirpe abrahámica bajo su tutela y la corrige con dureza en sus extravíos, es decir, cuando se coloca por debajo de la alianza del patriarca, que es, para entendernos, un estándar moral que sólo los judíos se obligan a soportar. El criterio estrictamente biologista, en cambio, es inmanente, ciego y con pretensiones de objetividad. Como tal se extiende a toda la raza, en todos los tiempos y bajo cualquier circunstancia. Pierde, pues, su dimensión histórica y propedéutica a fin de poder justificar cualquier tropelía en el presente.
10. Pregunta a un experto en asuntos bíblicos.
Saludos JRRF, He leído tus respuestas a las diversas cuestiones planteadas por los usuarios. La impresión que me he llevado ha sido la siguiente: careces por completo de nociones teológicas y, en consecuencia, eres incapaz de ofrecer una interpretación no distorsionada de la Biblia. No tendrás problemas en admitir que un libro de física no puede leerse como uno de cocina, sino que exige conocimientos previos. De modo similar, la Biblia requiere o bien conocimientos esenciales sobre teología (y no pienso en áridos tratados de escolástica, sino en la más elemental hermenéutica), por los cuales se distingue el competente en la materia, o bien la humildad necesaria para aceptar como en depósito aquello que actualmente no comprendemos, actitud que se espera del creyente. Está claro que a ti te faltan ambas cualidades, que suples, no obstante, con la petulancia del entendido y un batiburrillo de asociaciones históricas y semánticas que nada tienen que ver con la intención de los que escribieron la Biblia. Podría decirse que hay dos Biblias: la de todos y la revisada por JRRF, siendo distintas en lo esencial. JRRF, pues, comenta su Biblia, la que a él le conviene, no la Biblia histórica que ha cimentado la fe de millones de creyentes. Aclarado esto, para que nadie pueda pensar que te acuso sin fundamento, tendré a bien el ponerte a prueba. Me gustaría saber qué significación entraña, según tu parecer, el mito del pecado original que aparece relatado en el Génesis. Ya he visto que en el mensaje titulado "Sobre Yaveh" haces tus pinitos teológicos y hablas de "sexo", "envidia", "sabiduría", "tecnología" y autosuperación del hombre como ingredientes principales de ese pecado. Elijo este tema, el del pecado original, ya que no en vano lo encontramos al comienzo de la Biblia. A su luz, como alegoría fuera de la historia, hasta su abolición por Cristo, debe leerse toda la narración ulterior concerniente al pueblo hebreo. Éste, sumido en el pecado y la muerte, aspira a su redención mediante la búsqueda del Dios Viviente. Dios, por su parte, lo utiliza como instrumento o matriz del que ha de ser el Mesías universal, tal como está profetizado. En su progresivo mostrarse, el Ser Supremo se adapta a la sensibilidad y a la capacidad de comprensión de sus interlocutores humanos, siendo primero un Dios de justicia y finalmente un Dios de amor. El amor no excluye la justicia, sino que la perfecciona. La muerte y el crimen, pues, de los que tanto partido sacas en tus collages bíblicos, no son más que una consecuencia del pecado original, atribuible sólo al hombre, aunque Dios lo tolere. Si la muerte no existiera, sería absurdo luchar por la salvación que es la inmortalidad, lucha en la que se halla involucrado el pecado, pero que no tiene el pecado como fin, sino más bien su superación. Te quedas en la burda letra, JRRF. Pero, por si esto fuera poco, ni la misma letra eres capaz de interpretar con solvencia. Porque, ¿cómo es posible que el pecado original sea el sexo, que al fin y al cabo es reproducción, cuando en el primer capítulo del Génesis se registra la siguiente orden de Dios a los hombres: "Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra." (Gn 1,28)? ¿Y cómo va a ser la sabiduría dicho pecado, siendo Dios infinitamente sabio? ¿Es acaso también infinitamente pecador? ¿Cómo va a envidiar, por otro lado, que el hombre se haga racional, si lo creó a su imagen y semejanza? Finalmente, ¿de qué modo podría oponerse Dios al progreso del hombre cuando forma parte de su primer mandato el que éste se sitúe por encima de las demás criaturas y las someta? Todo lo que dices no se sostiene, y ocultas, además, alevosamente los grandes elogios que los libros sapienciales dedican a la sabiduría: "Da al sabio, y se hará más sabio todavía; enseña al justo, y crecerá su doctrina" (Pr 9,9) "Si te haces sabio, te haces sabio para tu provecho, y si arrogante, tú solo lo tendrás que pagar" (Pr 9,12) "El hijo sabio es la alegría de su padre, el hijo necio entristece a su madre" (Pr 10,1) "La lección del sabio es fuente de vida, para sortear las trampas de la muerte" (Pr 13,14) "El que anda con los sabios será sabio; quien frecuenta los necios se hará malo" (Pr 13,20) Por dar sólo una pequeña muestra. ¿Qué tienes que decir ahora, JRRF? Reitero mi pregunta, que yo mismo me he contestado en parte, pero que quiero comparar con la solución que me des: ¿Cómo entiendes el mito del pecado original en la Biblia? Gracias por adelantado.
11. Novi barbari (Nuevos bárbaros en la red).
Leo el siguiente comentario sobre esta página web "antibíblica": <http://pcb.05c.net/> > Es que JRRF no interpreta nada, pone lo que ahí dice. Respondo: Eso es lo que pretende haceros creer a los pelanas que visitáis su página, aunque no descarto que él mismo en su ineptitud se lo trague. Sin embargo, como mostraré, la antiexégesis que presenta está muy lejos no sólo de la alegoría, sino también de la literalidad. Veámoslo: 1) LA SEMIÓTICA DEL TERROR. Se juega con los significados latentes de palabras dotadas de carga emotiva desfavorable ("matar", "destruir", "espada", "esclavitud", etc.), las cuales actúan como gama de predicados intercambiables aplicados a sujetos fijos: Dios, los judíos, los cristianos. Dichas palabras, antes de adquirir ese efecto "revelador", han sido cuidadosamente seleccionadas, descontextualizadas y presentadas en forma acumulativa e inconexa. Como hice notar en otra ocasión, JRRF escribe *su* Biblia con fragmentos de la Biblia común. Olvida a sabiendas la organicidad comprehensiva de todo texto y lo reduce a amalgama de aforismos. De modo que, con una habilidad mínima y poco de admirar, por falaz y deshonesta, es capaz de hacer decir a la letra lo que él quiere que diga y no lo que ésta realmente dice. 2) EL AMBIENTE LÚGUBRE. La lamentable estética de la página donde se exponen las referencias bíblicas, así como el risible estilo panfletario de que hace gala, predisponen al lector a buscar el sentido "oscuro" de todas las citas que lee, aun cuando éstas nada tengan de oscuro. Así, por ejemplo, un pasaje inocente y excelso a mi parecer como "bienaventurados los que sufren, etc.", en ese entorno hostil y receloso, podría leerse -¡qué sé yo!- como una invitación al sado-masoquismo. O, incluso, si se combina el anterior con algún fragmento relativo a las guerras del pueblo hebreo contra las tribus vecinas, bien podríamos columbrar en él la apología del genocidio que cristianos y judíos llevamos perpetrando desde tiempos inmemoriales. 3) EL SESGO PERSONAL. Por último, y esto resulta obvio, es el propio visitante estereotípico de esa página, a saber, el ignorantón, resentido y amante de las emociones fuertes que todo "ateo militante" lleva dentro, el primer interesado en juzgar y condenar sumarísimamente aquello que cree conocer (por si te tienta la réplica: yo *sí* os conozco a vosotros, y demasiado). El orgasmo de descubrir que se sabe lo que se imagina saber es, pues, mucho más poderoso que el verdadero sentido crítico, del que esa web-esperpento carece por completo. Pues bien, en base a estos tres puntos se articula lo que podríamos llamar la "exégesis inconsciente" o, hablando claro, el lavado de coco al que JRRF somete al asiduo sectario. Personaje que, quid pro quo, le ayuda a engrosar su contador de visitas y a reforzar su maltrecha autoestima de paleto. Todo ello, en fin, en perjuicio de la reputación de principios e ideales que muchos consideramos los más nobles, pero que para ese aprendiz de periodista no son más que moneda de cambio para hacerse un lugar entre los mediocres.
Pero bueno, ¿a qué llamáis "errores bíblicos"? ¿Creéis que la Biblia es un tratado de moral? No lo es. La Biblia es la historia de la pedagogía moral del género humano, representado por un pueblo elegido por Dios, el hebreo. Del mismo modo que el médico, según la salud del paciente, aplica una u otra medicina, Dios, el médico del alma, ordenó una u otra cosa según el caso. Así, el Antiguo y el Nuevo Testamento difieren pero no se contradicen, si se interpreta al primero desde el espíritu y no desde la mera letra. Por último, no hay que olvidar que la Biblia es un conjunto de libros inspirados por el Espíritu Santo pero escritos por hombres, no por el mismo Espíritu. Toda imperfección que contengan, pues, fue cometida por los hombres y tolerada por el Espíritu, siempre en vistas a la Providencia, ya que la verdad no puede ni debe revelarse de golpe.
¿La fe es contraria a la sabiduría? ¿Y sois vosotros los legítimos representantes de la verdad? ¿No será más bien que la razón, enseñoreada de sí misma, quiere emanciparse para vivir en su propia nada? Pero dices que en épocas más cultas el número de los ateos se ha visto incrementado. Yo te digo: en paralelo a los ortodoxos, siempre ha habido herejes. Porque, ¿qué es el ateísmo sino el akelarre caótico de todas las herejías? ¿Qué sino la suma de los errores y de las opiniones descabelladas sobre la divinidad, vulgarizadas hasta el extremo? Su extensión es una consecuencia de la Ilustración, que enfrenta al hombre mediocre a tareas que le superan con mucho (v.g., JRRF y Max comentando la Biblia o intentando rebatir argumentos teológicos). El ateo, pues, no se queda en una mera posición pasiva de "abstine, sustine", sino que construye su propia razón teológica. Razón, dicho sea de paso, deficiente hasta el extremo, pero que él, juez y parte, tiene por inmejorable (cfr. con el libre examen de las Escrituras, propuesto por los luteranos). La desacreditación más inmediata del ateo es que todo lo que pueda decir contra Dios, la revelación y la naturaleza humana ya lo dijeron los herejes con muchos siglos de antelación, siendo convenientemente refutados. Por eso los ateos son doblemente ignorantes: en el concepto y en la historia.
Esto me recuerda a una encuesta que leí, y que los ateos pregonan a diestro y siniestro, en la que se sondeaba las creencias de los científicos. La encuesta fue realizada en distintos años a lo largo del siglo XX: 1.914, 1.933 y 1.998. Los resultados (en tantos por ciento) fueron: BELIEF IN PERSONAL GOD 1914 1933 1998 Personal belief 27.7 / 15 / 7.0 Personal disbelief 52.7 / 68 / 72.2 Doubt or agnosticism 20.9 / 17 / 20.8 BELIEF IN IMMORTALITY 1914 1933 1998 Personal belief 35.2 / 18 / 7.9 Personal disbelief 25.4 / 53 / 76.7 Doubt or agnosticism 43.7 / 29 / 23.3 Y mi respuesta fue: ¿No había ciencia antes de 1.998? ¿No la había antes de 1.914? ¿No la habrá dos siglos después? De qué cosas se entera uno… PRIMERA MANIPULACIÓN: muestra sesgada, absolutización de datos relativos. Y, ya que hacéis valer el criterio de las mayorías entre científicos, sin distinguir entre buenos y malos científicos, ¿por qué no lo aplicáis al resto de la población, independientemente de sus conocimientos en la materia? SEGUNDA MANIPULACIÓN: distorsión de la muestra a voluntad, a fin de que los resultados cuadren con vuestras expectativas. Por último, ¿qué vinculación establecéis entre ateísmo y ciencia? ¿Por qué no clasificáis a los hombres de ciencia según su tendencia política: izquierda, derecha o centro? ¿y por qué no según su tipo de alimentación o su promiscuidad sexual? Sería el mismo absurdo. El ateísmo es una moda sociológica, pues, que poco o nada tiene que ver con la ciencia. TERCERA MANIPULACIÓN: falacia de inclusión (petitio principii) en el planteamiento de la pregunta. De nuevo: manipulación y regalo para los oídos de los cientistas. Y en verdad que todas vuestras argumentaciones no distan mucho de ser falacias de ese calibre, fáciles de desmontar para quien sabe verlas. Es normal, pues, y perfectamente lógico que los que adoptan el cientifismo como religión crean desacreditar "la religión de los otros" calificándola en términos de pseudo-cientifismo. Cortan así por el mismo patrón dos cosas esencialmente distintas: las proposiciones simbólicas y las descriptivas. Ésa es la razón autoritaria que tan bien han visto algunos: el logos histórico se piensa a sí mismo como única verdad, incapaz de admitir que el hombre siempre busca la verdad mediante ficciones, no mediante la verdad misma. Tal vez sea este "logos histórico" o historicista el responsable principal de la decadencia de la filosofía. Es decir: la idea de que la verdad se autocontiene y se supera a sí misma, la identificación mística y triádica de verdad, presente y consciencia.
15. Diferencia entre teología y filosofía.
Lo único que distingue a la teología de la filosofía es que aquélla parte de una revelación dada de antemano, que luego intenta explicar por la razón de sus efectos en el mundo, mientras que la filosofía llega a dicha revelación racionalmente. Es decir, los mitos de Platón sobre la vida ultramundana o el motor inmóvil de Aristóteles tienen idéntico estatuto lógico que cualquier revelación, aunque puedan ser más o menos plausibles filosóficamente. El razonar, pues, a pesar del proceder inverso de ambas disciplinas, es su común denominador. Y, si tuviéramos que contraponerlas de algún modo, diríamos que el teólogo fundamenta el pensamiento en la verdad, mientras que el filósofo fundamenta la verdad en el pensamiento. El primero no da base racional a la verdad, que, estimada necesaria, subsiste por mera oposición con respecto a las proposiciones antitéticas; el segundo tampoco se la da al pensamiento, planteado como un acto de libertad.
¿Qué es un dogmático? O mejor: ¿Qué es un dogma? ¿Algo que no puede *en absoluto* ser examinado por la razón, o algo que no debe ser examinado con la *sola* razón? ¿Algo *contrario* a la razón, o algo que por hipótesis *no debe* contrariarse? No se debe, digo, pero ¿se puede? Por ejemplo, ¿*puede* contradecirse seriamente el dogma de que Dios creó el mundo de la nada? Tampoco es posible. Para eso está el dogma, para afirmar sin pruebas concluyentes. Y ahí el monoteísta saca más de dos cabezas de ventaja al ateo y al escéptico, que se conforman con la suspensión ocasional o permanente del juicio (en teoría, aunque no en la práctica). La fe es a la filosofía lo que los números imaginarios a las matemáticas. Hay que presuponer a Dios, porque Dios es indemostrable. Pero sin Él el universo es irresoluble.
17. Defensa ilustrada de la fe.
1. ¿Qué es la fe?
1.1. La fe puede concebirse como el comparsa del dogma o bien como su verdadera causa eficiente. 1.2. Todo dogma es en tanto que fidelizable, pero la fe es en tanto que no es dogmatizable. 1.3. Si la fe fuera una necesidad no sería en absoluto meritoria. Tampoco podría concebirse que hubiera personas sin fe. 1.4. Luego no es una necesidad. La fe es la transformación de lo contingente en necesario y de lo necesario en contingente.
2. ¿Quién juzga la fe? 2.1. La fe no es una creencia, es el acto de creer, del mismo modo que el acto de conocer no es un conocimiento. 2.2. La fe tampoco es una certeza, es la oposición a toda certeza. La fe es intransitiva (sin objeto). 2.3. El dogma es la transitivización de la fe, por así decirlo. El vínculo de la fe a un principio positivo, válido para todos los creyentes. 2.4. La fe es un principio moral y se basa en la acción por encima de todo (la fe no es imitativa). 3. ¿Es necesaria la fe? 3.1. La locura y la manía son el origen de la filosofía 3.2. La razón no puede impulsarse a sí misma. Sin intuición es ciega. 3.3. La fe no es ni una necesidad ni una entelequia finalista, sino un acto libre. 3.4. La fe pura sólo sabe que sabe, nada más. La fe es fe de fe, no es conceptualizable. 3.5. Puede ser que la fe esté canalizada, pero cuanto más canalizada esté menos pura es y más necesita renovarse. 3.6. La fe no es una palabra, es la encarnación del logos. 3.7. La racionalización de la fe es una justificación a posteriori que no la explica totalmente. 3.8. La oposición fe-razón es una falacia ilustrada. La razón es una fe. 4. Acción y libertad. 4.1. No sólo creo en Dios, actúo según Dios. 4.2. La mera creencia es especulación. La fe ha de ser tal que por el hecho de creer ya estés haciendo algo. 4.3. Dios es el que todo lo atraviesa. Primero lo sientes como una luz intermitente, luego se va intensificando. 4.4. Al final no has de llamarla, y ese es el estado de beatitud, la iluminación. 4.5. Todos deberíamos renunciar a nosotros mismos para reconquistarnos. 5. Fe y contingencia.
5.1. Los argumentos son siempre racionalizaciones de la experiencia. 5.2. La explican más o menos bien pero no la justifican en absoluto. Porque es una experiencia contingente. 5.3. He definido la fe como la transformación de lo contingente en necesario y de lo necesario en contingente. 5.4. Lo contingente en necesario porque de un acto de libertad pasamos a un ser en acto, a un determinarnos. 5.5. Lo necesario en contingente, porque de ese modo nos convertimos en variables activas de nuestro destino, que pasa a ser nuestro en tanto que querido por nosotros. 6. Fe y formas.
6.1. La razón es una fe. Ésa debería ser la máxima de todo escéptico consecuente. 6.2. La lógica es carente de acto, la lógica implica inmovilismo. 6.3. Hegel es el vivo ejemplo de la fe como columna vertebral de todo conocimiento evolutivo. 6.4. Fe como proceso hacia autoconciencia y la realización del espíritu.
La fe es al creyente lo que la duda al escéptico: una virtud racional, aunque ella misma no se ocupe de la razón ni necesite ser demostrada. El creyente, pues, duda de la razón cuando ésta contradice la fe. Sin embargo, no le llamamos por ello escéptico o prudente, sino empecinado y fanático. Y, al revés, nadie llamaría fanático a un escéptico por dudar de certezas mudables, sino que éste es cuerdo y equilibrado a los ojos del vulgo, aun cuando, consciente o inconscientemente, dé fe a las cosas más descabelladas. A la fe yo la llamaría la certeza de lo mejor. Aunque Dios no pueda explicarse racionalmente, porque es infinito e inconmensurable, a la fe le basta con refutar todas las argumentaciones que intenten negar su existencia. Tiene, para entendernos, presunción de veracidad, pues eso y no otra cosa significa fe: confianza en lo que es veraz (en la razón suficiente frente a los hechos brutos, en el tiempo lineal frente a la eternidad redundante, en el orden frente al caos, etc.). Los unicornios y toda criatura fantástica con la que los legos suelen comparar la fe en Dios son fruto de la IMAGINACIÓN, es decir, de la mezcla fantasiosa de experiencias. Dios, en cambio, es fruto de la CONCEPCIÓN, para los filósofos, o fautor de la REVELACIÓN, para los teólogos. En cualquier caso dimana del intelecto y de la experiencia directa, llamada mística o iluminativa, no del mero deseo. No creo, en fin, que la Biblia haya podido ser generada por la imaginación. El monoteísmo no puede deducirse de la realidad, del mismo modo que el uno no puede deducirse de lo múltiple, sino más bien al revés: lo múltiple de lo uno. En fin, un escéptico es aquel que pasa toda la vida intentando elegir una religión. El ateo ya ha elegido, aunque no lo sepa.
Daniel Vicente.