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Los proyectos de vida grupal en las Sedes Universitarias de salud (página 2)


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Por lo anterior, el proceso educativo tiene una marcada naturaleza social. La educación formaliza a través de instituciones especializadas y responsabilizadas para ello: la primaria, la escuela secundaria, los institutos de nivel medio superior y la universidad. Instituciones que dan respuesta a las demandas de la sociedad, en sus aspiraciones relativas a la formación de los hombres. Pero no sólo eso. La sociedad también educa a sus hombres a través de factores no formalizados, como son: los medios de comunicación masiva; centros culturales; museos y salas de arte, bibliotecas, los centros de entretenimiento; grupos y asociaciones. Todos actuando con sus mensajes, sus estilos, sobre los miembros de la comunidad, formándolos positiva o negativamente. Es decir, el proceso educativo trasciende los muros de las instituciones educacionales formales y, aunque consciente o no, se quiera o no, las acciones, criterios, estilos de personas, instituciones sociales influyen sobre la población, formando parte de este proceso. (Didáctica de la Pedagogía, 2004)

Muchos de estos factores consideran que la educación de los egresados carece de una correspondencia entre las capacidades alcanzadas y los actuales requerimientos del mundo del trabajo. Esta realidad encierra un reto investigativo para los profesionales de las Ciencias de la Educación en la búsqueda de soluciones teóricas metodológicas que permitan explicar las relaciones sociales y su influencia en la educación de la personalidad de los estudiantes, la remodelación de las concepciones didácticas, de manera que no sólo instruyan sino que también eduquen y desarrollen las capacidades de creación y transformación en un estrecho vínculo con la sociedad, y de la práctica didáctica, una actuación consecuente que garantice al estudiante una formación teórico -práctica sólida, profunda y de amplio perfil.

En el análisis del proceso docente educativo en las diferentes regiones, independientemente de sus diferencias, existe consenso en que se deben explorar nuevos caminos que acerquen la formación al contexto en el que se desempeñan los profesionales. En Europa y en América se desarrollan importantes programas que lo definen como prioridad para lograr calidad en la formación.

Metodológicamente, una de las cualidades aceptadas del proceso de formación profesional es la relación directa que guarda con su proceso de orientación, dirigido a que los jóvenes adquieran una conciencia capaz de elaborar sus propios proyectos de vida personal, aspecto tratado a nivel individual y grupal, lo que ha llevado, en el ámbito universitario, a organizar intervenciones psicopedagógicas que conduzcan a obtener estos objetivos. (Carpio, 2007).

El tema de la orientación educativa ha tenido un amplio tratamiento por autores como: Gordillo (1986), Rodríguez (1993), Álvarez (1994), Bisquera (1996), Echevarría (1997), Soleé (1998), Medrado (1998), Coll (2003), Monereo Carpio (2007). Sus principales coincidencias radican en concebirlo como un proceso multilateral en el que intervienen diversos agentes que bajo influencias determinan o inciden de alguna manera en determinado sujeto o grupo de ellos (Martínez, 2007). En la orientación grupal, se estudiaron antecedentes con las Terapias Grupales de Ayuda de corte Humanista, los trabajos de Pichón Riviere, los principios de trabajo de la Educación Popular y la Teoría de los Colectivos y su aplicación en la obra de Antón S Makarenko y otros pedagogos soviéticos, ideas que marcaron el camino de la integración entre el desarrollo individual y el grupo, los que se toman como sustento en la presente investigación.

En el caso de la Educación Superior Cubana, desde la Reforma universitaria de 1962, la universidad, asumió las características de un modelo interactivo (Núñez Castro, 2005) en el que, el trabajo con el grupo tuvo importantes antecedentes con los proyectos educativos. Estudios de autores cubanos como: Álvarez (1999), Batart (2000); Medina, Guerra y Díaz (2002); Herrera, Brizuela, Boullosa (2004) y Martínez (2007), coinciden con la necesidad de que debe ser guiado por las necesidades sentidas de los propios participantes, quienes deben asumir el cumplimiento de las acciones propuestas para el tratamiento a las deficiencias existentes, resulta de gran ayuda los aportes de la concepción de Ovidio D´Ángelo y los trabajos del CECESS (Martínez, 2007).

En la SUM del MINSAP en Yaguajay el grupo constituye una unidad estructural, donde se atienden las diferencias individuales, el Proceso Docente Educativo está en función del aprendizaje desarrollador teniendo en cuenta los diferentes niveles de desempeño de los estudiantes, atendiendo a sus características psicopedagógicas, heterogeneidad de vías de ingreso y edades.

A pesar de estos trabajos y del amplio tratamiento que tiene la orientación grupal se adolece de una integración entre este y la formación de la personalidad, mostrando contradicciones entre los intereses, necesidades colectivas y las individuales. La práctica ha demostrado que en la SUM, la Filial de Ciencias Médicas y en la Facultad se evidencia formalismo, las actividades docentes se centran en la enseñanza, el profesor es la fuente del conocimiento y los alumnos en su mayoría son sujetos pasivos o receptores del conocimiento, la enseñanza en su mayoría es individual y no grupal, por lo que predomina el modelo tradicional del profesor de Medicina, estas en su mayoría si bien no eran generalizadas, sí afectaron considerablemente el valor de los documentos que en cada año académico se elaboraban, lo que impiden que realmente sea una herramienta de carácter desarrollador de los proyectos grupales.

El contenido de esta tesis incluye un estudio de las actividades dirigidas a la educación política e ideológica, moral, politécnica, laboral, intelectual, física y estética de los educandos, mediante las actividades de los colectivos, la clase y las actividades extracurriculares que son concebidas para la formación profesional desde el Proyecto Educativo, que es la herramienta encargada de lograr el desarrollo del Proyecto de Vida del Grupo, que independientemente del nivel de desarrollo alcanzado es un importante indicador que potencia el crecimiento colectivo e individual de sus miembros.

En los análisis desarrollados en la Sede Universitaria de Salud se evidenció que existen limitaciones en los grupos de alumnos y muy fundamental en el perfil de Higiene y Epidemiología para lograr un proceso de orientación educativa integral que aproveche las condiciones del entorno y los actores locales en su relación con las entidades de salud en su radio de acción como herramienta de desarrollo profesional. Las acciones encontradas en la práctica demuestran que los estudiantes no logran un eficiente proyecto de vida grupal que sustente altos niveles de estudio y de trabajo por una excelencia en la preparación integral.

Conclusiones

La construcción de una estrategia psicoeducativa para potenciar el Proyecto de Vida Grupal en la SUM del MINSAP de Yaguajay permitió la interacción de los diversos agentes del entorno local que favorecen el trabajo del grupo. Se logró una unidad entre la docencia y la asistencia se recogen las particularidades que potencien el proyecto de vida grupal y su papel en la formación integral del grupo, se aplican talleres que fortalecen y elevan el conocimiento de la muestra y a partir de los cuales se construye la herramienta pedagógica que valida las potencialidades aún insuficientemente demostradas en el aprovechamiento del entorno grupal como medio para fortalecer el desarrollo individual.

CAPÍTULO I:

La orientación educativa y su influencia en la estimulación de los proyectos de vida grupal en el proceso de universalización

A nivel internacional, la UNESCO ha planteado el reto de asumir un modelo de trabajo en la Educación Superior que consolide la masificación del acceso sin que conlleve a una disminución de la calidad de la formación profesional. El papel de las dinámicas generadas en los modelos tradicionales de funcionamiento de las universidades ha demostrado insuficiencias visibles en cuanto a los presupuestos metodológicos y la individualización de los procesos sustantivos a partir de las características propias de cada contexto.

Muchas han sido las instituciones internacionales que han puesto sus ojos en la educación superior, pero a pesar de esto las diferencias a nivel mundial son notables, demostrándose la necesidad de lograr un consenso en importantes áreas como la orientación grupal, tema que se aborda en la presente tesis.

Como respuesta a esta situación internacional de transformaciones en este nivel de enseñanza, en Cuba se ha desarrollado desde 1960 un proceso de universalización de los estudios superiores, con el propósito de garantizar la formación de los profesionales en su propio municipio de residencia y para ello se creó en el 2002 una red de sedes y microuniversidades, también llamadas núcleos de la universalización (Carbonell, 2006).

A partir de esta transformación, resultó necesario un accionar común para el logro de la armonía en el trabajo con los estudiantes que tribute a la formación del nuevo profesional, en el que debe primar el enfoque interdisciplinario y el logro de los cuatro pilares de la educación en el siglo XXl, "aprender a conocer, aprender a ser, aprender a convivir y a aprender a hacer, supuestos teóricos en los que el trabajo grupal es fundamental y el que es insuficientemente explotado en las actuales condiciones de las sedes municipales (Martínez, 2007).

La novedosa creación de las instituciones de Educación Superior en los municipios y el proyecto de convertirlos en espacios desde los cuales se logre una formación profesional acorde a las necesidades sociales Castro (2006), Limia (2006), García (2006) y Núñez (2007), evidencia en la práctica que aún quedan conceptos y elementos teórico-metodológicos por abordar. De ahí que la innovación en el tema es de amplia pertinencia. Demostrándose la necesidad de trabajar con el grupo como estimulador del desarrollo y desde él consolidar proyecciones conjuntas que sustenten el trabajo educativo.

Esta línea se fundamenta en la creciente importancia de lograr un proceso educativo integral que combine la formación para la vida como un principio de trabajo del colectivo tutoral, estructura que guía el aprendizaje en este contexto y que en las circunstancias creadas en las sedes municipales son el agente educativo fundamental.

La flexibilidad y la correcta estructuración han caracterizado el modelo de universidad cubano, con una organización y desarrollo del aprendizaje, basado fundamentalmente en el estudiante y con actividades semipresenciales que posibilitan una mayor atención de los profesores a los estudiantes (Horrutinier, 2000). Su principal impacto en este sentido está en una creciente individualización de la orientación educativa que deja en un segundo plano el trabajo grupal. Realidad que en las Sedes Municipales abre un espacio de estudio para las ciencias de la educación.

En la literatura revisada se reconoce que es necesario aprovechar las potencialidades individuales y el contexto para lograr escalar nuevos estadios de desarrollo, siendo necesario una integración social permanente del individuo para lograr una formación integral. En la sede universitaria se aplican múltiples estrategias de trabajo para lograr esta integración que al analizarse muestra resultados prácticos exigiendo la necesidad de construir enfoques teóricos novedosos e integradores, pero las respuestas son aún tentadoras y requieren de una mayor armonía y sistematicidad.

Es así que en el presente capítulo a partir de una amplia revisión teórica y los resultados investigativos del Centro de Estudios de la Educación Superior de Sancti Spíritus (CECESS), se fundamenta la necesidad creciente de trabajar con los grupos y sus proyectos de vida como espacio de formación, que de aprovecharse puede convertirse en un estimulador del desarrollo individual y colectivo insuficientemente explorado en las condiciones de la sede municipal.

En el presente capítulo se fundamentan las ideas que sustentan la importancia de la orientación educativa en la Educación Superior y con especial interés describe las particularidades del trabajo para lograr el desarrollo del grupo y sus proyecciones. Para ello, utiliza el Proyecto de Vida Grupal como concepto psicológico que interviene de manera directa en la dirección educativa del colectivo y que puede dirigir los esfuerzos conjuntos en el desarrollo de los miembros.

En el capítulo se funden de manera interdisciplinaria conceptos pedagógicos y psicológicos para entender el proceso de orientación del grupo y su estructuración conjunta en eficientes estructuras orientadoras de la colectividad. Para lograrlo se fundamentan en los aportes teóricos de los modelos de cooperación que en la práctica son de gran importancia para potenciar la interdependencia positiva y con ello optimizar el trabajo del colectivo de tutores.

  • La orientación como base de la Educación en la universidad. El trabajo con los proyectos de Vida grupal.

Uno de los momentos más importantes en el devenir histórico de la orientación lo constituye el inicio de la pedagogía contemporánea en el siglo XVIII, pues la misma supuso una serie de cambios en la concepción de educación que se tenía y que han tenido una fuerte incidencia en la concepción de la orientación educativa moderna. Relacionado con esto la literatura destaca los aportes de Rousseau (1712-1778); J. Pestalozzi (1746-1827) y F.Froebel (1782-1852), como elementos claves en el desarrollo de la psicopedagogía.

Múltiples autores como Brewer (1970); Beck (1973); Patterson (1974); Roig Ibáñez (1982); Whitley (1984); Rodríguez Espinar (1993); Repetto Talavera (1994) o Bisquerra (1996) han estudiado el surgimiento de la Orientación coincidiendo en señalar su surgimiento en el primer tercio del siglo XX, consolidándose tres grandes corrientes que aportaron los fundamentos actuales para el trabajo de orientación (Carpio, 2007 p.38)

  • El movimiento reivindicativo de reformas sociales en Europa y en los Estados Unidos.

  • El desarrollo del movimiento psicométrico y el modelo basado en la teoría de los rasgos y factores.

  • El movimiento Americano de "Counseling".

En cada uno de ellos se observan coincidencias que permiten definir que orientar, es promover normas que tienen por objeto el esclarecimiento de las posibilidades de aprendizaje, mostrando cambios, tácticas para seguir las rutas con mayores posibilidades de éxito (Solé, 1998). A estos aspectos iniciales se les puede criticar el enfoque que asemeja el proceso a una manipulación. De ahí que en el desarrollo teórico se sustentó la necesidad de una intervención permanente como base del desarrollo (Gordillo, 1986). En este aspecto se coincide que la educación es un proceso complejo de orientación que integra fines y proyectos en un sentido único que sustenta la formación de la personalidad de los individuos, principio que debe ser aún revisado en la práctica pedagógica contemporánea.

La orientación educativa, ha tenido diferentes enfoques y modelos a lo largo de la historia, en los inicios del siglo XX, se veía como la intervención externa de especialistas, asumiéndose históricamente como primer programa de orientación el de Jasses Davis en Detroit, 1898 (Gordillo, 1986), lo que significó el comienzo de una gran carrera en el diseño e implementación de la calidad educativa mediante la orientación.

En los años veinte y con la influencia de la Nueva Escuela, se incluye la orientación educativa en la clase, quedando el profesor como encargado directo del tema. A partir de los cuarenta se institucionaliza, pero sin una integración disciplinar. En los sesenta y bajo el auge de diferentes paradigmas psicológicos, los debates se agudizan y la profesionalización se ve afectada.

En los años setenta se busca incluir la orientación en el currículo y se van delimitando importantes experiencias como el trabajo de los llamados para profesionales (Barawn, 1974; Carkhuff, 1986), que evidenció las ventajas de los espacios colaborativos entre los estudiantes para el desarrollo y la orientación educativa a pesar de que su surgimiento se centra únicamente en la orientación de iguales (Gordillo, 1986).

Las últimas décadas han ido delimitando que la orientación ha dejado de tener un carácter remedial, convirtiendo al orientador en agente de cambio (Gordillo, 1986). Aspecto de gran interés para el trabajo educativo, donde el papel del profesor lejos de supeditarse por medios y modelos no personales, tiene cada día mayor importancia.

La práctica pedagógica ha reconocido que las concepciones sobre la Orientación Educativa, tanto las encaminados a un servicio, como a un programa estructurado y con fines definidos o en una concepción externa de consulta, es inherente al proceso educativo y debe concebirse más que en una tecnología, en una dinámica de integración teórico-práctica para el trabajo del profesor(Álvarez, 1994).

En la Universidad, la concepción actual de los modelos formativos predominantes, son productos de la evolución de las instituciones que en Europa Occidental, principalmente en Palermo, Bolonia, París, Oxford, Cambridge y Salamanca aparecieron durante la Edad Media. Según esta tradición, las universidades se dedican a la búsqueda del conocimiento, de la educación y de la cultura, posición que se ha diversificado con diversos modelos que han enriquecido su trabajo (Morales. 1991) y exige aún más la búsqueda de vías más eficientes para lograr sus objetivos.

A pesar de las diferencias en los modelos de Universidad, se coincide en la necesidad de la orientación como base para el trabajo, quedando las diferencias en las relaciones entre el orientador y el orientado y en las concepciones teóricas que la sustentan. En la Clásica, es más dirigida, donde el orientador es el especialista, en la Científica, que a pesar de ver la necesidad del trabajo del tutor, siempre lo ha asumido a partir de una dirección conductista. La Pragmática, la Productiva y la Crítica que a pesar de sus diferencias, tienen en común que reconocen la necesidad de una relación de intercambio productivo entre el educador, el educando y la comunidad como base de la orientación.

La Educación Superior a nivel internacional presenta junto a estos modelos, una compleja realidad de tendencias como: la diversificación, la internacionalización, las restricciones financieras y la masificación (Morales, 1991) que imponen la necesidad de perfeccionar los sistemas de influencias y su inclusión como variables en la conducción del proceso formativo.

La Universidad actual, se caracteriza por una orientación educativa que adolece de una correspondencia entre la teoría y la práctica, donde muchas veces se declaran principios de educación permanente, mientras se mantienen concepciones excluyentes. Aspecto que debe estar en la agenda de las investigaciones educativas en este contexto, dada la importancia que el tema tiene para el desarrollo integral del ser humano, tanto en su estado actual como en el proyecto futuro de su crecimiento y desarrollo.

En el Trabajo Educativo a nivel superior se destacan los aportes de autores como: Gordillo (1986), Álvarez (1994), Solé (1998) entre otros, pero en el papel de esta en la estructuración de los proyectos individuales y grupales de vida, existen pocas experiencias, elemento necesario para lograr un desarrollo de las nuevas concepciones de la Orientación Educativa en la Nueva Universidad, que lo declara como su objetivo central (Horrutinier, 2000).

En el estudio del tema, se debe partir reconociendo que el Proyecto de Vida Individual, articula la identidad personal y social en las perspectivas de su dinámica temporal y posibilidades de desarrollo futuro, comprendiéndose como un sistema principal de la persona en su dimensionalidad esencial de la vida. Es un modelo ideal sobre lo que el individuo espera o quiere ser y hacer, que toma forma concreta en la disposición real y sus posibilidades internas y externas de lograrlo, definiendo su relación hacia el mundo y hacia sí mismo, su razón de ser como individuo en un contexto y tipo de sociedad determinada. (D'Angelo, 1994).

La formación de los Proyectos de Vida en cada etapa y en especial dentro de la Universidad, parte de consolidar un sistema de influencias que tenga en cuenta la situación social de desarrollo, centrándose en las condiciones de vida del individuo y sus particularidades psicológicas. (Bozhovich, 1976).

El Proyecto de Vida, precisamente, es la estructura general que encauza las direcciones de la actividad y la vida social, de manera flexible y consistente, en una perspectiva temporal que organiza las principales aspiraciones y realizaciones actuales y futuras de la persona, aspecto en el que el grupo se convierte en un espacio vital de desarrollo. En este sentido, Jerome Bruner en su libro: Actual Mind, Posibles World (1986) reconoce que: "cada vez soy más consciente de que la mayor parte del aprendizaje que tiene lugar en la mayoría de los marcos es una actividad comunitaria, un compartir de la cultura" (p.127), siendo de gran importancia el trabajo de orientación grupal, especialmente en las proyecciones que se dan en este, que regulan y aportan importantes significados al comportamiento individual, sustento de importante valor pedagógico en la Educación Superior.

La maduración del grupo como sistema básico de los Proyectos de Vida Grupal es poco trabajado en la literatura, puesto que la mayoría de los estudios que en este sentido se realizan están dirigidos a los proyectos individuales, lo que requiere de un exhaustivo análisis teórico para desarrollar el trabajo con el tema.

En el desarrollo de los grupos, la fase superior estará caracterizada por la estructuración de fuertes metas comunes (Monereo, 2000) con un alto poder afectivo que servirán de base para estructurar Proyectos de Vida compartidos por el colectivo, quedando claramente establecido que ante un desarrollo alto del grupo como unidad y la concertación de los Proyectos de Vida Individual se estructurarán los Proyectos de Vida Grupales (D'Angelo, 1994), afirmación que no niega la existencia de metas comunes desde las primeras etapas de desarrollo y con la que no se coincide literalmente, puesto, que la génesis de estas formaciones colectivas están en los primeros niveles de desarrollo.

Las metas grupales, que son la base de la formación de las proyecciones colectivas, son estimuladas mediante la orientación educativa, por lo que esta tarea es de gran utilidad para garantizar los modelos de formación, debiendo concebirse de manera clara en los sistemas educativos, los criterios que sustentan el desarrollo de los Proyectos de Vida a nivel individual y colectivo, no como un fin del desarrollo grupal e individual, sino como una vía para estos.

1.2 La Nueva Universidad Cubana. Su modelo educativo en el trabajo grupal.

La orientación que sustenta los modelos educativos, es definida desde las propias políticas gubernamentales. Su trabajo tanto a nivel individual como grupal parte de estos principios, por lo que las universidades muchas veces deben evaluarse a partir del conocimiento de los regímenes sociales imperantes (Morales, 1991).

En el caso cubano, desde el propio triunfo de la Revolución en el 1959 se han ido desarrollando diferentes estrategias con el objetivo de lograr una educación de calidad. En el propio año del triunfo se aprueba la ley 680 de Reforma Institucional de la Enseñanza, en 1960, 69 cuarteles de la tiranía son convertidos en escuelas y se crean 96 centros de Educación Técnica Profesional, cerrando esta primera etapa con la Campaña de Alfabetización (1961), que se caracterizó por la crítica y la orientación del sistema educativo (Chávez, 1996). Esta posición estimuló el crecimiento de la atención a la Educación Superior que contaba con una importante historia que se inicia en 1728 con la apertura de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana (García, 1974).

Lo esencial de la Reforma Universitaria Cubana y lo que la hizo perdurar, está en que respondía a necesidades académicas de transformación radical de los métodos y contenidos de la enseñanza y, a la vez, que trascendía lo específicamente docente para convertirse en una exigencia político social de vasto alcance (Hart, 2002). Elementos que se convirtieron en la base de las transformaciones que en los últimos años fue experimentando la Educación Superior Cubana.

La apertura del acceso con equidad, la participación democrática de la sociedad en la educación, la apertura a la diversidad y la coeducación, la atención diferenciada y la gratuidad son características del modelo educativo cubano (Martínez, 2003). Elementos esenciales que sustentaron el nacimiento de la Nueva Universidad Universalizada a partir del año 2002, conceptos que fueron madurando desde los primeros años de la Revolución.

Hoy en día, la universidad, es una institución cuya misión, quehacer y resultados deben estar al servicio del desarrollo armónico e integral del hombre y de la sociedad, por lo que en primer término debe responder y rendir cuenta a la comunidad nacional que la rodea y la sustentan (Ramírez,1993), transformando la orientación educativa en un instrumento al servicio de la comunidad.

Las Sedes Universitarias Municipales, están llamadas a parecerse cada vez más a su localidad, acercarse a las necesidades y vincularse a la gestión del conocimiento en el escenario local, por ello deben ser capaces de ajustarse a los nuevos tiempos, tener un profesional que eduque y forme en sólidos valores y principios de justicia y patriotismo superando las esferas académicas y llegar a un amplio papel humano (Montalvo Pérez, 2006). Para lo cual la orientación educativa tiene que ser diversa y centrada más que en lo académico-laboral, en lo afectivo-volitivo.

Dentro del trabajo educativo, el objetivo fundamental en la Nueva Universidad Universalizada, está en la formación integral de los educandos (VII congreso de la FEU, 2006), formando en ello un correcto sentido de la planificación y proyección de la vida, siendo importante concebir al Proyecto Educativo Personalizado y al Proyecto Educativo de Brigada como un sistema de acciones individualizadas que se estructuran a partir de las necesidades educativas del estudiante o grupo, atendiendo a las dimensiones de la vida universitaria (curricular, extensionista y sociopolítica).

Para que el Proyecto Educativo Personalizado del estudiante y el Proyecto Educativo de Grupo tributen a la conformación de un Proyecto de Vida Individual o Grupal y se conviertan en un instrumento idóneo en su formación personal – profesional y social, resulta necesario que los profesores tutores reconozcan al joven como sujeto activo, logrando una verdadera relación de ayuda mutua y complementariedad entre el estudiante y el profesor tutor como guía y facilitador del proceso, tarea central de la orientación educativa del colectivo de tutores como agentes centrales del proceso docente-educativo, aspecto que en la actualidad debe ser trabajado dada las limitaciones que aún presentan estas formaciones y que el tecnólogo desconoce en gran parte.

Es vital definir que en la orientación, deben combinarse los espacios grupales, los que en un primer momento del desarrollo de la Universalización y dada las características de la semipresencialidad y la heterogeneidad de fuentes se creían difíciles de aprovechar dado el currículo por asignaturas y la movilidad y dinamismo de los diseños de formación. Pero el hombre se agrupa y aparece esa identidad común, que de ser aprovechada, es de gran importancia para los aprendizajes grupales y las metas colectivas, (Bruner, 1986), aspecto clave para concebir las orientaciones en la Nueva Universidad Cubana. Especialmente se reconoce que el grupo es un potencial educativo vital, que mediante la cooperación y el trabajo en equipo puede elevar los resultados del proceso educativo de la Educación Superior Cubana.

Por la importancia del tema, se debe analizar la orientación educativa al grupo como un elemento fundamental en el análisis de la estructuración de las proyecciones colectivas. Para entender su tratamiento es importante definir lo que se asume como grupo y algunos criterios teóricos que fundamentan el trabajo que se desarrolla en la Educación Superior Cubana.

Una definición de grupo sumamente amplia es la que lo caracteriza como un conjunto de objetos (personas, cosas, etc.), de tamaño n sin que el valor de n esté rígidamente determinado. Sin embargo el valor n no puede ser demasiado grande (García, 1998)

El concepto de grupo esta muy relacionado, como se ha visto, con el concepto de sistema. Desde esta óptica se dice que un grupo es un conjunto de componentes (miembros) cuya interacción engendra nuevas cualidades que no poseen los elementos integrantes por separado.

El grupo se considera como un medio muy eficaz para resolver problemas (Litket, 1979; Ponomariov, 1989; Sbandi, 1980) y un eslabón intermedio a través del cual se produce la relación individuo sociedad. Es por ello que la determinabilidad social de la persona humana transcurre en la conducta que impera en un grupo social concreto y está sujeta a las condiciones de este último. (Vorwerg, 1982). La literatura psicológica refleja una amplia gama de conceptualizaciones del grupo que va desde la significación que éste tiene para el desarrollo de la subjetividad (M. Fuentes, 1993) hasta una definición del pequeño grupo (Andreieva, 1984).

La mayoría de los autores que hacen referencia al grupo ven como rasgos comunes que se refiere a un cierto número de personas, que interactúan entre sí y se influyen mutuamente en el proceso de alcanzar ciertas metas comunes, donde todos los miembros son conscientes psicológicamente de ellos mismos y se perciben como un grupo, organizando su comportamiento en relación con las normas y valores implícitamente elaboradas (Shein, 1972; Cartewrighit y Zander, 1968).

Esta forma de ver al grupo contribuye a la comprensión de los fenómenos psicológicos del grupo siendo este considerado como una "comunidad de personas que interactúan en nombre de la finalidad reconocida, comunidad que aparece, objetivamente, como sujeto de la acción" (Sherkovin, 1985).

De ahí que la formación de la comunidad psicológica entre los miembros del grupo está condicionada por la participación de éstos en la actividad grupal conjunta, siendo así que la formación de sus características esenciales como su manifestación ocurren en la actividad, lo cual define al grupo como un fenómeno psicosocial. Estas concepciones permiten comprender la importancia de trabajar la orientación educativa grupal como sistema de influencias pedagógicas de gran importancia. (Guemez Alonso, 2008)

Está comprobado que el trabajo en grupo permite adoptar decisiones, llegar a conclusiones más ricas que aquellas que son producto del pensamiento individual, permite también la creación de hábitos, valores, creencias y el perfeccionamiento de las habilidades que permiten lograr cambios en la conducta de las personas que lo integran.

De ahí que el sistema educativo debe conjugar de manera armónica el papel del grupo. Siendo así que las transformaciones que se gestaron a partir del triunfo de la Revolución, tuvieron como principal objetivo encontrar un modelo propio que permitiera enfrentar el trabajo docente con una armonía entre lo individual y lo grupal. La aún insuficiente respuesta a esta problemática abre espacios de innovación en la actual etapa de universalización de la enseñanza.

El trabajo en grupos se convierte en un importante procedimiento pedagógico, no solo por ser un lugar de trabajo efectivo, sino, además, porque el espacio grupal es el lugar de interrelación de la estructura social y la individual, cuestión de significativa trascendencia en el proceso educativo que hace más efectivo la atención a las individualidades de los estudiantes por parte de los docentes.

En esta experiencia, la preparación de los estudiantes para su incorporación futura al mundo del trabajo, requiere el desarrollo de destrezas y capacidades formales, la formación de disposiciones, actitudes, intereses, pautas de comportamiento y sobre todo aplicar en ellas el pleno dominio en el campo del saber, del conocimiento, adecuado a las necesidades y exigencias de su profesión.

El trabajo con los grupos y en especial potenciar su desarrollo a partir de las proyecciones grupales como base educativa, es un tema que tiene antecedentes en las concepciones de la Teoría de los Colectivos de la Pedagogía de Antón Semiónovich Makarenko (1888-1939). En la experiencia de la escuela de Makarenko se sistematiza con un mayor sentido práctico las ideas de la educación y su papel en el grupo, él concibe la escuela como la encargada de producir a la persona, utilizando la disciplina conveniente.

Describe Makarenko en sus trabajos cómo día a día va logrando formar una colectividad en la que la responsabilidad de cada uno de sus integrantes es el factor fundamental, en este sentido las tareas del grupo asumen un fuerte significado compartido y una interdependencia compleja y positiva en el desarrollo de la actividad.

En la Universalización, potenciar las metas comunes es de gran utilidad puesto que su estructura va consolidando niveles de integración y desarrollo del grupo y la personalidad de sus miembros a través de las estrategias concebidas por el ministerio, no obstante el futuro profesional no posee los conocimientos necesarios para llevarlos al campo del saber-hacer. Es necesario que la Universidad aproveche las metas que son comunes para consolidar este desarrollo individual y del grupo.

Proponer un modelo de desarrollo centrado en el grupo y su papel en el crecimiento individual garantiza una mayor contextualización de los aprendizajes y una mayor integralidad en la educación. En Cuba, el tema tiene sus antecedentes en el trabajo con los Proyectos Educativos de Brigada, que se gestan a partir de la labor del profesor guía, definiéndose como una forma de organización y gestión del año académico, que ofrece un marco general para toda la comunidad educativa, en la que se deben enmarcar y dar sentido a las diferentes decisiones a tomar (Herrera y Brisuela, 2006). Este aporta un espacio de encuentro, reflexión, discusión y consenso con vistas a lograr la unidad e identidad del colectivo, que se consigue formulando y congeniando con todos los factores implicados en el modelo pedagógico (propuesta de metas, principios, objetivos y estrategias).

Diseñar un Proyecto Educativo, significa planear un proceso para alcanzar una meta. En otros términos, implica la realización de varias etapas interrelacionadas de concepción, planeamiento, formulación de acciones, implementación y evaluación. Para las que debe concebirse un programa de orientación que garantice ante la diversidad de intereses los sistemas de influencias individualizados a partir de la tarea común, lo que garantizará el desarrollo individual y social.

El Proyecto Educativo de Brigada, por sí solo no garantiza la aparición de un Proyecto de Vida Grupal, este puede quedar en un plano formal, especialmente si su estructuración parte de tareas preestablecidas en objetivos determinados desde fuera y centrado en resultados cuantitativos generales. Para que realmente se convierta en una concepción interna del colectivo, deben alcanzarse altos niveles de participación, con un diagnóstico claro de la personalidad de sus miembros y las exigencias sociales al grupo.

El resultado de la orientación educativa a nivel grupal, busca consolidar los espacios colectivos dentro de una organización y gestión del año académico, ofreciendo un marco general para toda la comunidad educativa (Herrera Brisuela, 2006). En este sentido, asumir concepciones mecánicas y parámetros estandarizados atenta contra su real utilidad práctica.

El Proyecto de Vida Grupal, parte de concebir la necesidad de una orientación educativa mediante una intervención, pero guiada desde las metas comunes que se van consolidando, con un carácter gradual, sin estándares de años, resultados cuantitativos o simples acuerdos formales, es una formación subjetiva del grupo que parte de la negociación permanente entre los proyectos individuales y las metas comunes bajo la orientación del colectivo de tutores.

A diferencia del Proyecto Educativo, el Proyecto de Vida Grupal es siempre inherente al grupo, impide los formalismos, las metas y sobre todo estimula una interdependencia positiva, que genera mayor unidad y desarrollo del grupo y la personalidad de sus miembros, construyéndose a partir de las potencialidades sentidas por el colectivo y logrando superar lo manifiesto para entrar en el mundo interno del individuo. Para lo cual, se vale de los espacios y objetivos comunes que son la base de la mayoría de los aprendizajes desarrolladores.

La Nueva Universidad Cubana, tiene dentro de sus aportes el de concebir al hombre en su contexto, con sus metas y aspiraciones reales, que potenciadas correctamente son la base de su desarrollo y el de la sociedad. Por ello, la eficiencia de la educación no está solo en las metas planteadas, ni en las proyecciones formales que se logran, sino en la interiorización e integración de éstas en la personalidad de los individuos, en el nivel de desarrollo de la comunicación y las relaciones sociales de los grupos, aspectos que se logran a partir de la estructuración de eficientes Proyectos de Vida Grupales.

  • .El trabajo del tutor y su papel en la construcción del Proyecto de Vida Grupal en las SUM.

El trabajo en la orientación educativa y la labor del tutor como agente encargado de velar por la calidad y sentido del proceso de formación, es una de las experiencias pedagógicas de mayor tradición, el término es concebido en etapas precientíficas de la Pedagogía.

Los antecedentes de la figura del tutor tienen sus raíces en el siglo V y IV a.C. en la figura de Sócrates (469-399 a.C.), con su discípulo Platón y el empleo del diálogo socrático con la máxima "conócete a ti mismo". En la época de Homero son contratados preceptores que dan una formación integral basada en el afecto y el ejemplo, son clásicas las figuras de Fénix, preceptor de Aquiles y mentor de Telémaco. Desde esta época, la función del preceptor con su labor de tutoría es considerada como un método que debía lograr que los alumnos aprendieran por sí solos (Herrera, 2006). Estas concepciones aportan el carácter de guía que mantiene el tutor en la actualidad.

En la Universidad el trabajo del tutor tiene antecedentes en las Universidades Anglosajonas, en el Reino Unido, Australia y Estados Unidos. (Terán Flores, 2004). Dentro de las experiencias que se pueden citar están: la Universidad de Oxford, en la que el estudiante tiene un encuentro semanal con el profesor tutor que le es asignado, los centros de orientación (Counseling Centers y los Academic Advising Centers) existentes desde la década de los años treinta del pasado siglo, el de la Open University, donde los alumnos estudian de forma autónoma los materiales preparados (Herrera, 2006). Aunque es importante destacar que ninguna de ellas sistematiza las particularidades humanistas que requiere el Modelo Cubano de Educación Superior.

En el escenario internacional, la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Tecnología (UNESCO), en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción (1998) recomienda el cambio del proceso de aprendizaje en el que el docente proporcione orientación y consejo, cursos de recuperación, formación para el estudio, así como otros apoyos que tiendan a mejorar sus condiciones de vida.

En Latinoamérica, la tutoría es de reciente aparición y surge con la finalidad de resolver problemas relacionados con la deserción, el abandono de los estudios, la reprobación, el rezago y en general, con la baja eficiencia terminal. El primer Programa de tutorías formal e institucional a nivel de licenciatura se inició en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dentro del Sistema de Universidad Abierta (SUA), en dos modalidades distintas: individual y grupal. (Herrera, 2006).

En general, los modelos de tutoría, centran el trabajo en el tutor como especialista, concibiéndose como un esquema unidireccional, centrándose muchas veces en sus necesidades y las de las instituciones, adoleciendo de un programa integral de atención tutorial con un sentido humanista, ético y centrado en el estudiante que convierta al tutor en un formador y acompañante del Proceso Educativo Integral, que se convierte en la esencia de los cambios que la actual revolución educacional desarrolla.

En Cuba, el trabajo de los tutores muestra importantes antecedentes, tal es el caso del Padre José Agustín Caballero (1762- 1835) maestro y guía de Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Antonio Saco, a los que trasmitió una actitud pedagógica, científica y filosófica o el maestro Rafael María de Mendive y sus vínculos con el apóstol José Martí (Chávez, 1996) que sirven de referentes obligados para el estudio del tema, otro ejemplo de los antecedentes de la labor del tutor en Cuba se asocian a las acciones desarrolladas por los estudiantes de 3ro y 4to años de las Escuelas Normales para Maestros, cuando realizaban su práctica en la escuela anexa bajo la supervisión de un maestro primario o de un profesor de la Escuela Normal (Valdivia, 1987).

La orientación grupal por su parte, tiene una amplia tradición que data desde los inicios de los años sesenta, con la creación de los Consejos Estudiantiles de Curso, que integraban a profesores y estudiantes que velaban por la unidad de propósitos del grupo, planeando, orientando y desarrollando el programa educativo en relación con el plantel, la localidad y las necesidades sociales, con un profesor que se denominaba guía, reconociéndose este grupo como la célula madre en las actividades educativas de orientación a los estudiantes; que al crearse en 1962 la Unión de Estudiantes Secundarios, pasa a llamarse Pleno Estudiantil de Clase, dirigido por un profesor que guiaba los debates (Valdivia, 1987).

Bajo estas concepciones, se reconocía que el profesor guía debía tener: una gran preparación y experiencia, un fuerte compromiso social y político, un gran prestigio y una amplia capacidad organizativa, conocimiento de la vida de cada uno de sus estudiantes, sus aspiraciones, debilidades, sus posibilidades y las del grupo en su conjunto, integrándose a la familia y la comunidad. (Valdivia, 1987). Estos referentes si bien no se desarrollan en la enseñanza superior, son los antecedentes que reconocen la potencialidad que dada las condiciones actuales de la Educación Superior Cubana, pudiera tener la labor coordinada del colectivo de tutores en los grupos de clases que trabaja.

En Cuba en el 2002, aparece un nuevo proceso en la Educación Superior, que busca lograr elevar el acceso y la democratización de este, bajo estándares elevados de calidad y pertinencia (Horrutinier, Hernández Sánchez, 2004). En él, el tutor, es el encargado de dar seguimiento a la vivencia educativa en la escuela, para que en un proceso de reflexión compartida se identifiquen las fortalezas y particulares que estimulen el desarrollo de los estudiantes (Corrales Jiménez, 1993). Su labor debe por tanto trascender más allá de las fronteras de la escuela y adentrarse en la Situación Social del Desarrollo del tutorado, convirtiéndose en un catalizador para alcanzar y desarrollar las potencialidades individuales.

El DrC. José Ignacio Herrera, asume que el tutor es una figura académica que dirige la orientación educativa, en un proceso de integración de acciones ejercidas por los docentes, los compañeros de clases, las organizaciones, la familia y la comunidad, integrándose así la relación Universidad-Sociedad en su contexto de actuación. Teniendo por trabajo la forma organizada del proceso docente-educativo con un carácter sistémico, en el que el alumno recibe especial atención de manera personal y con un carácter activo transformador (2006).

Hasta el momento, se ha visto al tutor como la figura que de manera individual es la guía del aprendizaje. La visión de la vida en colectivo y la formación del estudiante de manera compartida en el estudio y el trabajo, demanda de un tutor capacitado en el trabajo en equipo; siendo el tema una tarea que requiere una especial urgencia en la enseñanza universitaria bajo el nuevo modelo de universalización ya que se observa en los estudiantes el desconocimiento de las acciones que como profesor tutor deben acometer y aún más en el área de salud donde el profesor ejerce la función de profesor tutor en la asistencia y la docencia.

En el trabajo de orientación grupal tiene un importante valor teórico la Teoría de los Colectivos de Antón Semiónovich Makarenko (1888-1939). Es de gran utilidad reconocer sobre los tutores y profesores que: "…allí donde no se unan formando una colectividad…allí no puede haber ningún proceso educacional" (Makarenko, 1977: p, 118), en especial si se quiere preparar al hombre que requiere el sistema social socialista que defiende Cuba. Afirmación que se coincide, es de gran utilidad, sin limitar el aporte individual de educadores o condiciones determinadas que permitan el desarrollo de un individuo o grupo dada la multideterminación del proceso educativo.

La orientación educativa de la Nueva Universidad Universalizada, dota a los profesores tutores de una herramienta donde el papel del grupo asegura la conformación de los Proyectos de Vida Individuales. Aquí interviene el colectivo de alumnos y tutores como eslabón central del proceso docente-educativo, destacándose en el trabajo, el modelo cooperativo, que pone al grupo como eje central en la formación.

Las estructuras de los aprendizajes en los procesos formativos, se han dividido en tres grandes enfoques: individualistas, competitivos y cooperativos (Echeita, 1995); los primeros, se centran en el hombre aislado, obviando el papel social y las relaciones como fuente estimuladora del desarrollo; los competitivos, con una aparente eficiencia, donde algunos vencedores salen altamente beneficiados, pero el resto recibe en diferentes medidas, posibles afectaciones; los modelos cooperativos a diferencia, estimulan y potencian un sano crecimiento del grupo como base para el desarrollo individual, lo que le brinda una gran ventaja para el trabajo en la universidad. Actualmente existen varias experiencias que así lo demuestran.

Es necesario promover la cooperación y el trabajo grupal, ya que éste establece mejores relaciones con los demás alumnos, aprenden más, les agrada la escuela, se sienten más motivados, aumentan su autoestima y aprenden habilidades sociales más efectivas al estudiar (Echeita, 1995). Esto optimiza el proceso de enseñanza-aprendizaje y brinda calidad al proceso formativo en la universidad.

Dentro del paradigma cooperativo se muestran dos estilos, el propiamente cooperativo y el colaborativo. Cada uno representa un extremo del proceso de enseñanza – aprendizaje, que va de ser altamente estructurado por el profesor (cooperativo) hasta dejar la responsabilidad del aprendizaje principalmente en el estudiante (colaborativo) (Panitz, 2001).

En el aprendizaje colaborativo el trabajo grupal apunta a compartir la autoridad, a aceptar la responsabilidad y el punto de vista del otro, a construir consenso con los demás. (Gros, 2000). Por su parte, el aprendizaje cooperativo, mantiene una relación con la orientación del profesor, que estructura tareas que el alumno debe cumplir con retroalimentación constante, aumenta la motivación y la retención, ayuda a los estudiantes a desarrollar una imagen positiva de sí y de sus compañeros (Johnson Johnson, 1989)

Las diferencias esenciales entre estos dos procesos de aprendizaje son, que en el primero, los alumnos son quienes diseñan sus estructuras de interacciones y mantienen el control sobre las diferentes decisiones que repercuten en su aprendizaje, mientras que en el segundo, es el profesor quien diseña y mantiene casi por completo el control en las estructuras de interacciones y de los resultados que se han de obtener (Panitz, 2001).

A pesar de estas diferencias, ambos enfoques coinciden en que el conocimiento es descubierto por los alumnos y transformado a través de la interacción con el medio, para posteriormente reconstruirlo y ampliarlo con nuevas experiencias. Se asume que el aprendizaje en la nueva universidad debe moverse desde una estructuración directa del tutor con sus experiencias, hasta la independencia de relaciones de autoaprendizaje y coaprendizaje de los estudiantes, lo que debe sembrarse con el dominio de los modelos cooperativos y el trabajo en el grupo de estudiantes como factor de desarrollo y crecimiento de los individuos.

Es conocido que las relaciones interpersonales condicionan los aprendizajes escolares de forma indiscutible, tanto en cantidad como en calidad. En el marco del aula, estas relaciones tienen una doble dimensión con interdependencias mutuas: las relaciones profesor-alumno y las relaciones alumno-alumno. En las condiciones del nuevo modelo de educación, estas relaciones adquieren, en las actividades presenciales y en el compartir del autoestudio un especial énfasis, teniendo en cuenta que son el espacio donde se aprende con mayor profundidad y donde se sistematizan los resultados de la formación educativa integral. (Ovejero, 1990).

Es función del colectivo de profesores tutores potenciar la riqueza teórico-práctica del estudiante, con los recursos necesarios que garanticen un aprendizaje de calidad. Se debe potenciar el trabajo y el aprendizaje en grupo, pues como reconoce Gimeno Sacristán (1998): el grupo pequeño informal es el caldo de cultivo en el que se desarrolla la mayor parte de la acción personal individual. En estos grupos pequeños (familia, amigos, etc.) se fragua la personalidad y se adquieren los matices que harán posible la existencia del individuo como ser individual.

El trabajo en grupos y el aprendizaje bajo los modelos cooperativos es de mayor eficacia por las funciones desarrolladoras en el ámbito grupal y de relaciones interpersonales, a partir de la interrelación y vínculos que promueve proporcionando:

  • 1. Oportunidades para aprender a "ponerse en el lugar de otros".

  • 2. Oportunidades de éxito a todos los participantes con mejora del rendimiento y una mayor estimulación al desarrollo de la autoestima.

  • 3. Reducción de estereotipos y prejuicios entre distintos grupos socioculturales, ya que los compañeros son percibidos como fuente de aprendizaje y no como competidores.

  • 4. Mejora en la motivación y las actitudes hacia la materia de estudio, hacia la figura del tutor y hacia la función de la institución formativa.

  • 5. La generación de puntos de vistas similares con un lenguaje común, con normas de funcionamiento grupal que disminuyen el temor a la crítica.

  • 6. Una interdependencia positiva, donde los miembros del equipo se necesitan unos a otros y confían en el entendimiento y éxito de cada persona.

  • 7. Una valoración de la contribución individual, dado que cada miembro del grupo asume su responsabilidad en la tarea.

  • 8. Estimula habilidades personales y sociales como: escuchar, participar, liderar, coordinar actividades, evaluar entre otras.

Se coincide que la colaboración implica grandes potencialidades para el desarrollo actual que exige la Educación Superior Cubana, en especial en el trabajo de orientación educativa con los grupos bajo condiciones de universalización, donde sus características abren una oportunidad educativa de intercambio y crecimiento individual y social. Para ello, se requiere de una coordinación entre los diferentes agentes educativos, donde el colectivo de profesores tutores tiene la importante tarea de dirigir de manera coordinada y bajo un fin único, las influencias educativas, lo que centrará su atención en la formación y estimulación de los Proyectos de Vida Grupales.

Para el trabajo de orientación educativa se tomará como sustento teórico básico, que los proyectos comunes parten de la consolidación de los objetivos grupales y tienen un proceso de formación que es proporcional al desarrollo del grupo, pero en ese mismo orden se considera que estos también van determinando el desarrollo y pueden ser estimulados desde la labor educativa de la universidad, por lo que más que un orden lógico de determinación, forman una compleja unidad de desarrollo. (Febles, 1989)

La enseñanza debe verse como un proceso continuo, de establecimiento de contextos mentales compartidos, fruto y plataforma, a su vez, del proceso de negociación, lo que permitirá verificar las conexiones entre aprendizaje, interacción y cooperación de los individuos que intervienen en el proceso, que se afectan mutuamente mediante el intercambio de proyectos, expectativas y proyectos colectivos, que los conduce al logro mutuo de un nuevo nivel de conocimiento y satisfacción. (Coll Solé, 1990)

El trabajo de orientación educativa en la universalización, tiene un importante papel el desarrollo del grupo con sus características esenciales y el desarrollo de los proyectos individuales, los que son de una responsabilidad personal, bajo la ayuda y seguimiento de los tutores, elemento que se une a la utilización de los escenarios y modelos de cooperación como un factor de desarrollo para los Proyectos de Vida Individual y Grupal.

Es de gran importancia que se estructuren y preparen estrategias psicoeducativas en estos temas, que fomenten la base de un desarrollo de la colectividad y la cooperación, las que deben prepararse bajo los principios de educación permanente para toda la vida expuestos por la UNESCO (1998).

CAPÍTULO II:

Caracterización del contexto de la investigación. Diagnóstico inicial

Durante los meses de marzo del 2008 y julio del 2009 se desarrolló un estudio explicativo bajo un preexperimento pedagógico, sobre cómo potenciar el Proyecto de Vida Grupal en los estudiantes de Higiene y Epidemiología de la SUM del MINSAP de Yaguajay. La utilización de este diseño permitió estimular dicha formación grupal, siguiendo los parámetros de la investigación científica de tipo experimental.

Para el estudio, se mantuvo un diálogo entre los paradigmas cuantitativo y cualitativo, complementando el análisis de la muestra, con las generalidades teóricas, bajo una combinación de enfoques en el diseño, lo que fue complementado a partir del análisis y la triangulación de los resultados obtenidos.

2.1 Población y Muestra del estudio.

Para el trabajo se tomó como unidad de análisis a los estudiantes enmarcados dentro del contexto del proceso docente-educativo de la carrera de Licenciatura en Tecnología de la Salud de la SUM del MINSAP de Yaguajay. La Carrera de cuenta con 21 perfiles a nivel de país, en nuestro municipio se desempeña 13 de estos, entre los que tenemos.

10- Prótesis Estomatológica.

11-Terapia Física y Rehabilitación

12-Administración y Economía

13-12 Servicios Farmacéuticos

En el resto de los perfiles tenemos los estudiantes realizando sus estudios en el FILIAL de Ciencias Médicas Faustino Pérez por no contar con el personal calificado para asumir la docencia de estos perfiles en el municipio, los cuales a partir de 2do año se incorporan a trabajar y a realizar la Educación al Trabajo en su municipio de residencia.

La carrera posee los 5 años académicos, donde existen grupos que pertenecen a la vía de ingreso de trabajadores y pertenecen al CPT, el resto son de diferentes vías de ingreso como: CSJI, Orden 18, IPUEC, Habilitados y por Resolución Ministerial por ocupar cargos administrativos en nuestras unidades de salud, todos estos pertenecen al CRD.

Cuenta con 63 grupos distribuidos en los diferentes años y perfiles, con una matrícula total de 469 estudiantes, a continuación mostramos la tabla que refleja la matrícula general.

Matrícula general de la carrera por perfiles en el municipio:

ESPECIALIDADES

1CRD

2CRD

3CRD

4CRD

5CRD

6CRD

TOTAL

1CPT

2CPT

3CPT

4CPT

TOTAL

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ATENCIÓN ESTOMATOLÓGICA.

 

2

 

10

4

 

16

 

2

7

10

19

ADMINISTRACIÓN. Y ECONOMÍA.

 

10

 

4

6

 

20

3

4

16

8

31

NUTRICIÓN Y DIETÉTICA.

 

 

 

 

7

 

7

 

 

 

 

 

GIS

 

3

4

 

 

 

7

11

18

16

14

59

HIGIENE Y EPIDEMIOLOGÍA.

11

13

8

 

7

 

38

 

 

 

12

12

IMAGENOLOGÍA

4

 

5

17

1

 

27

 

 

 

3

3

LABORATORIO CLÍNICO.

11

 

11

10

8

 

40

3

 

4

15

22

MICROBIOLOGÍA

5

 

 

 

3

 

8

 

 

 

4

4

PROTESIS ESTOMATOLÓGICA.

 

 

1

7

2

 

10

1

 

3

 

4

RSO

 

1

6

10

5

 

22

 

 

 

12

12

SERVICIOS. FARMACEUTICOS

 

5

6

 

3

 

14

 

 

 

27

27

TERAPIA FÍSICA

3

  1

7

19

19

 

49

 

2

 

6

8

TRAUMATOLOGÍA

 

5

5

 

10

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TOTAL

34

40

53

77

66

 

268

18

26

43

114

203

TOTAL General 470

La estructura de la carrera es actualmente la mayor de la sede, y dentro de estas el perfil de Higiene y Epidemiología que cuenta con una población de 51 estudiantes en los cinco años-grupos, divididos en: el primer año con 11 y un Colectivo de 8 profesores, en el segundo con 13 y un Colectivo de profesores de 7 profesores, en el tercero con 8 estudiantes y 5 profesores, en el cuarto con 12 estudiantes y 10 profesores y en el quinto con 7 estudiantes y 4 profesores. No posee profesores a tiempo completo, son profesores a tiempo parciales, y uno de ellos como Jefe de carrera ha asumido la docencia.

En el año anterior, el perfil de Higiene y Epidemiología presentó problemas en el trabajo con los profesores de la asistencia con la docencia, no existiendo una estrecha relación entre ambos al evaluar el diagnóstico integral de la carrera esta fue criticada por la dirección de la Sede.

En el informe de balance del curso anterior se destacó que:

  • 1. El Colectivo de Año tuvo deficiencias en su organización, siendo evaluado con recomendaciones sobre todo en la coordinación y trabajo de los tutores y el profesor guía.

  • 2. Del total de los estudiantes en el curso anterior, cinco pasaron a matrículas pasivas y la asistencia a clases fue del 83.2 %. En esa etapa, dos estudiantes se mantuvieron ausentes en toda la etapa de rotación por lo que pasaron a causar baja por inasistencia, perdiendo el derecho a realizar el examen estatal.

  • 3. La asistencia a los Colectivos de Año estuvo entre el 67 y 78 %.

  • 4. El cumplimiento del Proyecto Educativo no sobrepasó el 62 % y quedó en un plano formal.

  • 5. La asistencia a las actividades es poco representativa, la brigada de la FEU, incumplió en la etapa.

Aspectos que sustentan la necesidad de trabajar con el grupo del perfil, buscando garantizar una formación con calidad en su proceso docente-educativo, adoptándose acciones de intervención en el tema, tomando como alternativa potenciar los conocimientos acerca de los aspectos relacionados con las competencias profesionales donde le es imprescindible la ayuda y guía del tutor .

2.1 La selección de la muestra. Sus características.

Para el diseño e implementación de la intervención se realizó una selección, utilizando un muestreo no probabilística de tipo intencional, teniendo en cuenta que para el preexperimento se requería de un colectivo que evidenciara las principales necesidades del trabajo de Orientación Educativa de la carrera, resumiéndose en:

1-Los tutores en su totalidad son profesores y no alumnos ayudantes.

2- Los profesores en su mayoría no son propios del perfil.

2-El grupo de estudiantes representa la mayor cantidad de fuentes de ingreso que existe en el perfil.

3-El trabajo educativo como grupo superaba el año, elemento que mostraba ya el vencimiento de los primeros pasos en el reconocimiento del colectivo.

Teniendo en cuenta estos criterios se seleccionó el segundo año del perfil de Higiene y Epidemiología, con un Colectivo de 7 profesores, de ellos, 2 son doctores en Medicina, con la especialidad de Epidemiología, un Médico Veterinario, Máster en Epidemiología, una Ingeniera Química y tres son Licenciados en Tecnología de la Salud, el resto está actualmente en proceso de maestría.

El grupo posee una matrícula de 13 estudiantes, integrados por cuatro fuentes de ingreso, con procedencias sociales diversas y niveles de preparación que marcaban una compleja situación de las necesidades educativas del colectivo. Estas son:

  • Ocho son estudiantes habilitados, que tienen 12mo grado y se les realizó un curso de preparación sobre la especialidad para poder matricular en el perfil debido a las necesidades del país en la formación de personal preparado en la vigilancia epidemiológica, esto representa el 61,53 %, cinco de ellos se han presentado a exámenes extraordinarios y tres de ellos a mundial. Es la fuente más heterogénea en edades, entre los 19 y los 46 años, estos estudiantes, son en su mayoría jóvenes que no habían obtenido carrera en la enseñanza preuniversitaria y comienzan a trabajar como operarios de vectores, dándosele la posibilidad de matricular la carrera, la otra parte de estos habilitados son operarios que se les da también esta posibilidad de estudio. Por sus resultados académicos esta es la fuente de ingreso con mayores dificultades en el grupo con un promedio de 3,7 puntos.

  • Tres estudiantes provienen de la vía preuniversitario que representan el 23,07 % de la matrícula, han vencido la totalidad de las asignaturas, sus resultados docentes son superiores al 4,5. Se han presentado dos de ellos a exámenes de premio obteniendo resultados satisfactorios, uno de ellos se presentó al FORUM estudiantil y obtuvo premio.

  • Un estudiante es proveniente del Curso de Superación Integral para Jóvenes, que representa el 7,61 % del total de la matrícula, siendo una de las fuentes de ingreso de menor representación. Sus resultados docentes en el curso anterior y en el primer semestre fueron sobre los 4 puntos.

  • El otro estudiante es proveniente de la Orden 18 y representa el 7,61% de la matrícula. Sus resultados docentes están sobre los 3,75 puntos.

2.2 Métodos utilizados.

A través del diálogo entre las metodologías cuantitativa y cualitativa se usaron una amplia gama de métodos entre los que se destacan:

Como métodos teóricos:

Análisis y la síntesis: se utilizó en comprender el desarrollo de la Personalidad de los miembros del grupo, reconociéndose como se van a ir integrando las particularidades de los Proyectos de Vida Individual y Grupal, en descomponer las influencias y estilos de Orientación Educativa en la SUM del MINSAP de Yaguajay y diseñar bajo su síntesis, una estrategia que desde el colectivo de profesores tutores permita desarrollar el Proyecto de Vida Grupal bajo condiciones de Universalización.

Inducción y deducción: se estudiaron las particularidades de los grupos y los colectivos de profesores tutores del la SUM del MINSAP de Yaguajay y las actividades que influyen en la estructuración de los proyectos grupales para ir deduciendo los diferentes pasos a seguir. A través de las leyes y principios generales de la cooperación, se fueron induciendo particularidades que permiten optimizar el trabajo de Orientación Educativa en condiciones de Universalización y se dedujeron acciones y tareas para lograr mayores niveles de integración y trabajo colectivo. Con los modelos de trabajo tutoral de la literatura consultada, se fueron derivando sistemas de influencias y estilos de trabajo bajo un estudio de las características de las etapas de desarrollo de los sujetos y grupos. Se concluyeron posibles comportamientos y reacciones ante las acciones de orientación, lo que fue guiando el trabajo educativo.

Histórico- Lógico: se analizaron las etapas de la Orientación Educativa y el papel que los grupos fueron tomando a partir de la consolidación del carácter social de la educación. Se estudiaron las teorías sobre el aprendizaje cooperativo y las ventajas que fueron mostrando con respecto a los modelos competitivos e individualistas y se mostró el carácter histórico y la necesidad del modelo de universalización dado los complejos cambios y necesidades de la sociedad moderna.

El método genético: Se utilizó en el estudio del proceso de construcción de los Proyectos de Vida Individual y Grupal, en los que intervienen tanto las interpretaciones y la influencias del profesor tutor, su preparación y trabajo, como los estudiantes y sus sistemas de relaciones. Se estudia el proceso concreto de Universalización para la Educación Superior en Cuba, en las que intervienen diversas concepciones políticas y sociales que sustentan el desarrollo del modelo.

Partes: 1, 2, 3
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