Lectura hermenéutica de las características socio-económicas de la comunidad cristiana (página 2)
Enviado por Germán Enrique Calixto Diaz
______________ . Del movimiento de Jesús a la Iglesia cristiana. Verbo Divino, 1998. En este texto se toman los capítulos dos, tres y cinco, los cuales relacionan la temática de la sociología del movimiento de Jesús, el hecho de, el Dios de Jesús y la realidad social de su pueblo y la evolución de la Iglesia primitiva a la luz de los códigos domésticos.
______________ . Ensayo sobre los orígenes del cristianismo. Verbo Divino, 2001. En este texto se toman los capítulos uno, dos y tres los cuales se refieren al Reino de Dios como religión política de Jesús, a la tensa relación entre Iglesia y Reino de Dios y a la estrategia evangelizadora de Pablo: la religión doméstica.
VIDAL, Cesar. El judeo cristianismo palestino en el siglo I. Trotta, 1995. En este texto se toman los capítulos seis, siete y la conclusión, en los cuales se habla de la composición socio-económica del judeo-cristianismo palestino en el siglo I, la organización de las instituciones comunitarias y las características de la comunidad de bienes jerosolimitana y su duración.
SCHENKE, Ludger. La comunidad primitiva. Sígueme, 1999. En este texto se toman los capítulos uno, cuatro, cinco y once que corresponden a los comienzos de la comunidad primitiva, composición y organización, conciencia y culto y evolución de la comunidad jerosolimitana y palestinense.
CARDONA, Hernán. Los cristianos del 30 al 50 e.c. UPB, 2004. En este texto se toma el capitulo tres que relaciona la promoción de las comidas en común por parte de Jesús y el hecho del por qué Jesús fomentó las comidas en común.
BROWN, Raymond. Introducción al Nuevo Testamento. Volumen 2. Trotta, 2002. En este texto se toma la quinta parte del comentario a la segunda carta a los Corintios, en lo que respecta a la colecta de Pablo a favor de Jerusalén.
Estado de desarrollo del problema
El estado de desarrollo del problema, empieza a ser planteado desde la óptica de Gerd Theissen en donde se observa, en cierta manera, que los factores socio-económicos de la época, los cuales generaron depresión socio-económica, condicionan el fenómeno más destacado del movimiento de Jesús, el desarraigo social o rompimiento de las normas de vida familiar, generadoras de desplazamiento.
Comenta Gerd Theiseen que:
"los fenómenos de desarraigo social los hubo tanto en los movimientos intrajudiós de renovación como en los fenómenos generalmente difundidos de desintegración. Se pueden distinguir tres comportamientos de desarraigo social:
| Comportamiento evasivo | Comportamiento agresivo | Comportamiento subsiditivos |
Fenómenos de desintegración | Emigrantes; recién venidos | Bandoleros | Mendigos; vagabundos |
Movimientos de renovación | Comunidad de Qumrán | Militantes de la resistencia | Movimientos proféticos |
Comportamiento evasivo: Había en Galilea, poco antes de comenzar Jesús su vida pública, desheredados e incluso, posiblemente, hombres sin patria. De esta clase de gente se reclutó también en gran parte la comunidad de Qumrán.
Comportamiento agresivo: Los bandoleros eran en realidad militantes de la resistencia. Se reclutaban entre campesinos que ya no podían pagar sus impuestos y estaban arruinados. Coincidirá su existencia con el gran hambre del los años 46-48 dC y sus funestas consecuencias para gente sencilla.
Comportamiento subsiditivo: La mayor parte de los enfermos y posesos debieron de vivir de la mendicidad. Si se dio entonces una auténtica ola de posesión diabólica, bien pudo coincidir con la crisis de la sociedad judió-palestina".[1]
Estos comportamientos de desarraigo social que llevaban de por si crisis y diferencia socio-económica generó en el cristianismo primitivo,
"dos tipos de predicadores itinerantes que se pueden caracterizar como, carismáticos itinerantes y como organizadores de comunidades, entre los cuales la diferencia decisiva estriba en su actitud diferente ante la cuestión del sustento y la dimensión socio-económica. El primer tipo surgió bajo los condicionamientos sociales del entorno palestino, mientras que el segundo, representado por Pablo y Bernabé, surgió en el paso a la misión al entorno helenístico".[2]
En la experiencia socio-económica de los primeros cristianos regían relaciones de identidad, fraternidad y solidaridad, donde se expresa acogida, reciprocidad generalizada, igualdad y perdón, frutos estos de un compartir de mesa el cual es,
"mucho más que una estrategia para sostener materialmente la misión: es una estrategia para edificar una comunidad sobre valores radicalmente alternativos a los vigentes del honor y el patronazgo. La aceptación del Reino se traduce necesariamente en hospitalidad y apertura de la propia mesa. El Reino de Dios es compartir la mesa de donde se pasa de un sistema de pureza al principio de la misericordia".[3]
A través de este principio de misericordia, sustentado en el compartir de mesa, los integrantes del movimiento de Jesús, pudieron vencer el hambre, lograron hacer tangible la solidaridad, como fruto fraterno de la identidad y del reconocimiento mutuo que había entre los integrantes de la comunidad. Con esto, se sirven todos mutuamente y rechazan de ésa manera, el sistema económico vigente el cual, no les brinda esas posibilidades de solidaridad y menos aún, idénticas condiciones de fraternidad.
Este modelo socio-económico de misericordia, el cual hace que se sientan todos como hermanos, venciendo los prejuicios y discriminaciones y liberándose de numerosas enfermedades, generó comunidades de resistencia, comunidades de esperanza, de hombres y mujeres libres y no coaccionados. Estas comunidades, contrastaron el modelo socio-económico romano que se impuso en Palestina, el cual clasificaba a las gentes en pocos ricos cada vez más ricos y muchos pobres cada vez más pobres.
En estas comunidades de resistencia, que a la vez son comunidades de esperanza, comenta Cardona,
"las comidas en común promovidas por Jesús y su movimiento, fueron, entre varias otras, una respuesta efectiva como comunidades de resistencia a la creciente comercialización impuesta por los romanos y favorecida por la política de Herodes. Estas reuniones de hermandad, se opusieron al cambio del sistema rural agrario de clan, al sistema comercial donde solamente unos se beneficiaban a costa de la mayoría. Las comidas fueron una forma concreta y eficaz de romper barreras, de recuperar la fraternidad, de eliminar la pobreza de las familias y de acoger a los numerosos marginados".[4]
Junto a la pobreza de tipo material que caracterizaba a cierto número de los que integraban las comunidades de resistencia del judeo-cristianismo jerosolimitano, había otro tipo de pobreza que se encuadraba en términos más espirituales y que, quizá, pudo ser traducida más concretamente como humildad, entendida en este caso, como la renuncia voluntaria a los bienes. Al parecer, a la dinámica del desarrollo de una bolsa o caja común, cuyos fondos no sólo se empleaban para cubrir los gastos del mismo grupo compensando los desequilibrios en la comunidad, se financiaban tareas comunitarias como la compra de lugares de entierro. También se destinan a dar limosnas a los pobres, absorbiendo ciertos casos de indigencia y de rescate. Es muy posible que en este proceso de la bolsa o caja común estuviera el núcleo inicial del sistema de comunidad de bienes de Jerusalén.
La pobreza espiritual que conllevaba desde el interior de la persona, al no acaparamiento de los bienes materiales, viviendo una dinámica de entrega y de renuncia por el otro, "no era algo identificable con la miseria, sino más bien con la sencillez de vida y una humildad de espíritu que no cuestionaba necesariamente las posesiones de cada uno aunque sí alimentaba la solidaridad y la ayuda a los demás, y ponía toda su fe en la intervención de Dios".[5]
Esta solidaridad y ayuda mutua contrarrestó la acción Herodes el cual, y como se verá más adelante en el cuerpo del trabajo, impuso unos impuestos de alto gravamen para costear su política de obras descomunales, concibiendo la revolución urbana, es decir, la urbanización de los campos agrícolas, rompiendo la forma tradicional de existencia rural. Esta urbanización de los campos generó altos costos de la tierra y por tanto de los impuestos que se usufructuaban de ella y los agricultores, que eran la inmensa mayoría de la población, imposibilitados de pagar, dejaron sus parcelas, vendiéndolas al mejor postor si lo conseguían y empezando el desplazamiento hacia las urbes, asumieron labores de jornaleros o, incluso, en los casos más dramáticos, se vendieron como esclavos. A esto hay que sumar los tributos de carácter religioso grabados sobre los judíos.
Además de la imposición de los altos impuestos, "simultáneamente se daba una concentración de dinero y de la propiedad en manos de la aristocracia sacerdotal y laical. Sin exageración puede decirse que el subsistir cotidiano era un auténtico problema para la mayoría de la población y la pobreza y el desplazamiento constituía un fenómeno generalizados de masas".[6]
Ante la problemática del subsistir cotidiano, la vida de la comunidad primitiva no se ciñó a los encuentros diarios en las casas. Tales encuentros eran más bien la expresión suprema de una comunión de vida más amplia que mantenían los primeros cristianos. El fruto de la comunión de vida era los encuentros diarios en las casas, en ellas se formaba una verdadera comunión de hermanas y hermanos que recorrían juntos el nuevo camino abierto por Jesús con su mensaje y su enseñanza. En esta vida de comunidad como la describe Lucas en Hch 2,42-47 se presenta la comunidad como realización de las utopías sociales, frecuentes en la filosofía antigua, de una comunidad ideal, tal como se ilustra y se vivencia en las comunidades pre-socráticas y pitagóricas.
Los encuentros diarios en las casas, eran encuentros de pobres por tanto, "la comunidad era sin duda pobre en el sentido real de la palabra. El concilio de los apóstoles decidió organizar una colecta para remediar un estado de hambre y de grandes dificultades económicas en Palestina y en Jerusalén, un amplio programa de ayuda en el que participaron las comunidades paganocristianas paulinas".[7]
Esta participación de las comunidades paganocristianas paulinas, frente a las dificultades económicas de Jerusalén, se convirtió en una gran preocupación de la actividad misionera de Pablo. "Pablo recomendó a las iglesias de Galacia y a la Corintia que pusieran a parte una cierta cantidad de dinero el primer día de cada semana y en 2Cor 8-9 y Rm 15,26 se ve a Pablo recorriendo Macedonia y Acaya recaudando fondos".[8]
El factor explicativo del por qué socorrer a los pobres de Jerusalén era, dice Brown
"el deseo de Pablo de unir a sus comunidades de antiguos paganos con Jerusalén. Los gentiles han participado de las bendiciones espirituales de los judíos, por ello deben compartir también con estos las bendiciones materiales. Así quedara claro que paganos y judíos son uno en Cristo. Tanto psicológica como prácticamente hay pocas cosas en la vida que unan tanto a la gente y a las instituciones como compartir las cuentas bancarias".[9]
Tendencias y perspectivas actuales del tema
Las tendencias y perspectivas actuales del tema parten del hecho, según Rafael Aguirre, de que la solidaridad social tiene su raíz en el anuncio y en la praxis del Reino de Dios el cual, exige al hombre cultivar su capacidad de apertura y acogida de lo trascendente y de agradecimiento de lo gratuito como una experiencia de relacionalidad, es decir, de compenetración de lo inmanente con lo trascendente.
En el anuncio del Reino, la pobreza resulta con frecuencia como consecuencia de la deshumanización y de la intolerancia y muy poco propicia para fecundar virtudes morales. La pobreza es vista como un mal, como algo que causa sufrimiento y se opone al plan de Dios, como producto de la injusticia, de la violencia y expresión de la falta de fraternidad.
La ostentación de la injusticia que rompe los vínculos fraternos, es transformada, menciona Aguirre,
"cuando el Reino de Dios aparece en la conciencia humana, el poseer es sustituido por el don, y lo que importa ya no son los tesoros en la tierra, sino el tesoro en el cielo. El Reino de Dios, como irrupción del amor gratuito y desbordante de Dios, sustituye la lógica de la fuerza y del propio interés por la lógica del don y del amor desinteresado".[10]
Ante esta lógica del don, la ética social que enmarca a los primeros cristianos conllevó a dar cuerpo al ambiente económico, como un ambiente de inclusión convirtiéndose en un paradigma, es decir, en un modelo a mostrar, en un modelo ejemplificador. Esta ética se basa en dos valores fundamentales el amor al prójimo y la renuncia al estatus.
El amor afecta sobre todo a la relación entre grupo interno y grupo externo. Lo que buscó el amor cristiano primitivo fue rebasar esta frontera, transformar la experiencia competitiva social, en una experiencia solidaria, basaba en el amor por medio de la apertura del amor solidario privado doméstico. La renuncia al estatus afecta a la relación entre los que están arriba y los que están abajo, y exige, que las personas renuncien a representar, imponer o poseer un estatus superior, debiéndose suprimir la frontera entre el arriba y el abajo, la frontera entre lo mío y lo tuyo para pasar a la dinámica vivencial de lo nuestro.
En esta dinámica vivencial de lo nuestro, dice Theissen,
"la ampliación del amor más allá del estrecho grupo íntimo, va asociada al juego de las diferencias de rango, estatus y poder, lo mismo cuando se ejercita la misericordia con el débil que cuando se ama a un enemigo poderoso. Este amor recíproco debe actuar también hacia fuera; debe ser la señal de identidad de los discípulos de Jesús, al que todos deben conocer".[11]
Es característico del cristianismo primitivo que "la renuncia al estatus sea condición para tener autoridad dentro de la comunidad. La humildad, actitud propia de los esclavos y dependientes, pasa a ser el rasgo de aquellos que quieran asumir papeles directivos en la comunidad".[12]
El movimiento en torno de Jesús, tuvo su origen en una crisis de la sociedad judeo-palestinense, reaccionando con una revolución no de poder, sino con cambio de valores y actitudes, formulando respuestas a la crisis. El cambio de valores y actitudes que se incubó en el movimiento, fue un cambio transfigurador, renovador de la historia, a partir de la renovación de su contexto vital a través de la conversión individual y social.
El movimiento de Jesús poseía una visión renovadoramente dinámica: aguardaba la transformación del mundo, por medio del Reino de Dios y exigía, el cambio del hombre por medio de la conversión, conversión por la comunidad, con la comunidad y en la comunidad. Proyectaba la visión de una vida digna de ser vivida por medio de su metáfora central del Reino de Dios, y desarrollaba para su realización estrategias de un cambio pacífico basado en la justicia y en la solidaridad.
En este cambio pacífico basado en la justicia y en la solidaridad, menciona de nuevo Theissen,
"la predicación del Reino de Dios no pone entre paréntesis los valores de la clase alta antes al contrario, aborda los temas de la distribución del poder, del prestigio, de los bienes y de la educación. (..) Un fruto del trato de comunión de bienes es la revalorización de la gente modesta por medio de una transferencia de los valores de la clase alta. Personas sencillas son revalorizadas mediante la aplicación de rasgos propios del ideal del soberano, que son la magnanimidad y el establecimiento de la paz".[13]
Enfoque metodológico
Después de distinguir las tendencias y perspectivas actuales del tema, y considerando su estado de desarrollo, para tener una clara idea de la dinámica de ésta investigación, es necesario observar y detenernos un momento en el enfoque metodológico, el cual irá dando claridad cada vez más precisa al desarrollo del tema.
El análisis, literario, histórico, teológico y actualizante de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 que se va a desarrollar consecutivamente tienen un enfoque metodológico hermenéutico bíblico el cual, está al servicio del carácter interpelativo de la Palabra de Dios, al servicio de la historicidad y de la verdad de la Escritura. La hermenéutica puede definirse como ciencia de la interpretación (del autor), de la significación (del texto) y de la explicación (al lector). En ella, no se da una adecuada comprensión de un texto, sino cuando el intérprete ha divisado la cosa que interesa al autor y a sus primeros oyentes.
La comprensión hermenéutica de los textos de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 no significa transponer en la situación actual sencillamente, lo que fue dicho entonces por el autor, sino quiere decir que uno mismo, tiene que entender la situación del texto, en este caso, de la situación de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15, por tanto, la interpretación actualizante de estos textos, es la síntesis de las intuiciones e ideas respecto a los mismos y significa, penetrar la oferta de sentido para la situación de hoy, contenida en un proceso de comunicación de tiempos pasados.
La actualización de los textos bíblicos de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-16 no solo presupone conocimiento bíblico, supone también una reflexión sobre la situación actual, ya que un primer presupuesto para recibir, a partir de la Escritura, una orientación para la existencia y la acción, es la conciencia de las condiciones de la propia vida y de la propia situación, pues una actualización no es una deducción extraída del texto, sino que se lleva a cabo y sucede a partir del encuentro entre el texto bíblico y el lector de hoy.
La actualización de los textos bíblicos de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 es posible desarrollarla y dinamizarla con los procesos económicos, porque su mensaje relativiza y fecunda los sistemas de valores y las normas de comportamiento de cada generación, otorgándole valor a todas las épocas y culturas, aplicando su mensaje a las circunstancias presentes, expresando sus ideas con un lenguaje claro adaptado a la época de hoy.
Frente a esta metodología se puede percibir que las características innovadoras de esta investigación son las de intentar mirar desde una óptica económica, la situación de vida que se presentó en la comunidad cristiana a partir de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 para poder, si es posible, ofrecer elementos para la acción pastoral, en el hoy de las comunidades de vida cristiana y su contexto.
Los textos de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 se toman desde un acercamiento sociológico, ya que todo texto religioso está ligado con relaciones recíprocas a las sociedades en las cuales nacen.
Este acercamiento lo desarrolla la Pontificia Comisión Bíblica diciendo que:
"El acercamiento sociológico da una gran apertura al trabajo exegético y comporta muchos aspectos positivos. El conocimiento de los datos sociológicos que contribuyen a hacer comprender el funcionamiento económico, cultural y religioso del mundo bíblico, es indispensable a la crítica histórica. La tarea que incumbe a la exégesis, de comprender bien el testimonio de fe de la Iglesia apostólica, no puede ser llevada a buen término de modo riguroso sin una investigación científica que estudie las estrechas relaciones de los textos del Nuevo Testamento con la vida social de la Iglesia primitiva. La utilización de los modelos proporcionados por la ciencia sociológica asegura a las investigaciones de los historiadores sobre las épocas bíblicas una notable capacidad de renovación".[14]
El acercamiento sociológico se encamina a conceder a los aspectos económicos e institucionales de la existencia humana, una atención más esmerada que a las dimensiones personales y religiosas.
Aspectos de la investigación
En estos aspectos de la investigación, el impacto de la misma es en cierta manera otorgar, desde una lectura hermenéutica de la comunidad cristiana a partir de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15, elementos que sirvan para fortalecer los puentes de diálogo entre la teología y la economía, para poder enriquecer planes socio-económicos alternos, que contrarresten procesos de endeudamiento y empobrecimiento.
El valor agregado en conocimiento de esta investigación, está en el hecho de enriquecer la visión histórica de la comunidad cristiana y su praxis en el ámbito económico, de modo que, se pueda tener más presupuestos para entrar en diálogo con la economía y fortalecer el dialogo entre la teología y la economía.
La relevancia social de este trabajo, es la de dinamizar procesos económicos alternos que lleven a una opción por los pobres, a una opción preferencial por la justicia, y genere respuestas efectivas, en torno a la praxis de la fe, para las situaciones históricas coyunturales.
Es necesario agregar que en este trabajo, no se busca hacer de manera puntual un análisis exegético de los textos Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15, sino una lectura desde un acercamiento sociológico de los mismos.
Dinámica temática
La dinámica temática de este trabajo de investigación, inicia con la distinción de los elementos literarios de los textos bíblicos de Hch 2,42-74 y 2Cor 8,1-15, como es su contexto, la identificación con sus paralelos respectivos y la comparación de traducciones bíblicas y su estructura. Estos elementos ayudan a captar de manera armónica la relación necesaria que se ha de ejecutar, principalmente en las comunidades de creyentes y luego, a partir de ellas, en todo su contexto social, para convertir la economía en una herramienta capaz de satisfacer las necesidades humanas. Esta satisfacción se desarrolla cuando se pasa del tener al compartir, y del egoísmo a la generosidad, donde se empieza a vislumbrar que lo mío es tuyo y lo tuyo nuestro, a sabiendas de que si "yo estoy bien, tú estás bien" por tanto "nosotros estamos bien".
Pero particularmente no nos podemos quedar con esta distinción de elementos literarios, es necesario además abordar su contexto histórico, establecer cuál fue el trasfondo histórico de las bases y factores socio-políticos en las cuales vivió la comunidad cristiana a partir de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-16.
Para esto se delimitan, sus parámetros y factores socio-económicos, en donde se considera la tierra y la pesca como bases económicas de Israel y además de esto, el fenómeno de desarraigo y la situación de los impuestos, también, el factor social y la identificación de contexto de la comunidad cristiana naciente y su elocuente y paradigmática respuesta desde el compartir de mesa como índole bio-psico-social.
Afrontando este contexto y teniendo clara idea de la situación política y económica de tal momento histórico, la reflexión teológica que tiene como elemento inicial el compartir de mesa como un asunto de alianza doméstica, que de por sí, conlleva a una identidad y fraternidad comunitaria, manifestada concretamente, en el texto de Hch 2,42-47, estructura la comunidad como lugar de identidad, en donde se vivencia por la oración, el Espíritu de unidad, suscitado un éthos en medio de ella. Esta situación, convierte a la comunidad en lugar de fraternidad, donde se ejecuta la vivencia en la ayuda mutua, que conlleva luego a una solidaridad comunitaria que se desarrolla en 2Cor 8,1-15, a partir de la gracia de la colecta, de la vivencia de la generosidad como motor de la misma, de la opción de los pobres como deseo de la colecta, llegando al sentido de igualdad como cumbre de la colecta.
Esta cumbre conlleva a la realización del designio divino de solidaridad sobre la comunidad, como fruto del dar, del recibir y del compartir y que, motivada por la gracia de Dios en el creyente, manifiesta la experiencia de Dios en medio de la comunidad, de un Dios que, no escatimando esfuerzos para levantar al hombre de su postración, devolviéndole su dignidad de hijo, deja su condición de Dios, para asumir la condición del hombre en un completo abajamiento, imprimiendo en el corazón del hombre el sentido de igualdad.
Teniendo el análisis literario, histórico y teológico surge la actualización, contrastando la experiencia socio-económica de la comunidad cristiana a partir de Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 con la situación socio-económica de América Latina en el marco de los documentos de la IV y V conferencia general del CELAM, en donde los obispos observan unas principales problemáticas que aquejan el contexto socio-económico latinoamericano como son el nuevo orden mundial, la política neoliberal, la deuda externa y el fenómeno de la globalización, con sus víctimas y desafíos. Tras esta lectura y las respuestas pastorales que surgen, además de asumir la experiencia de la comunidad cristiana en Hch 2,42-47 y de la colecta en 2Cor 8,1-15, como acciones paradigmáticas de transformación y dinamización social, surgen acciones dinámicas conceptuales que contraponen las principales problemáticas anteriormente mencionadas, con los hechos de la globalización de la solidaridad que propicia el desarrollo de una economía solidaria, como alternativa frente a la economía capitalista mundial.
NIVEL LITERARIO
Encuentro pertinente y necesario, hacer una breve introducción de este nivel situando muy sutilmente, algunos elementos primarios de los textos que durante el desarrollo del trabajo monográfico se irán profundizando y concretizando más puntualmente.
Empiezo pues esta breve introducción anotando como dice Rius-Camps que,
"el sumario de Hch 2,42-47 está enmarcado por la doble mención de los que se han ido adhiriendo al grupo apostólico y está encabezado por la típica fórmula resuntiva de que se sirve Lucas para establecer un contraste. En este primer sumario se presenta la situación en que se encuentra la comunidad, en cuya constitución se han conjugado la acción del hombre y la de Dios. El sumario consta de un epígrafe, de un desarrollo central y de un colofón en el que se resume el tema inicial del crecimiento de la comunidad".[15]
Es mediante este sumario, comenta Vielhauver, que,
"el autor aporta amplias descripciones del estado de la comunidad, su vida religiosa, su unidad interna y su comunión y comunicación de bienes, su consideración en el pueblo por los milagros apostólicos y su crecimiento bajo la dirección de los apóstoles. La empresa de Lucas supone el intento de superar el problema de la relación del cristianismo como entidad histórica con su comienzo cada vez más lejano".[16]
En referencia al texto de 2Cor 8,1-15 se puede mencionar que "Pablo aquí, exhorta a los Corintios a la generosidad por medio de temas que le son muy gratos"[17] haciéndoles asumir, a través de la comprensión de la generosidad, que su pobreza particular experimentada en el ambiente de la comunidad es fuente de enriquecimiento para los demás. Esta fuente de enriquecimiento es una gracia que suscita diligentemente este don en medio de los cristianos.
La comprensión de la generosidad, Pablo la hace notar a la comunidad en el hecho de que "Cristo se ha despojado voluntariamente en la tierra, de su gloria y sus privilegios divinos y ha querido tener parte en nuestras tribulaciones, en nuestra muerte, para enriquecernos con privilegios a los que había renunciado"[18], de esta manera imprime en la conciencia de la comunidad, bajo la irrestricta influencia y sustentación de la gracia de Dios, los sentimientos solidariamente fraternos con los más pobres, desde las posibilidades y disponibilidades de la misma comunidad.
Además, Pablo insiste en que,
"la pobreza existencial de Cristo se manifestó también en la pobreza económica y social con que Jesús de Nazaret se identificó y solidarizó con los marginados y económicamente pobres. De ahí que la riqueza que nos trajo la pobreza asumida y voluntaria del Señor deba ser no solo riqueza espiritual sino también eliminación de la pobreza económica a través de la solidaria redistribución de los bienes".[19]
1.1 Contexto próximo
El contexto próximo del texto de Hch 2,42-47 se refiere a las primeras conversiones, tras el discurso de Pedro a la gente después de Pentecostés (Hch 2,37-41), y al texto de la curación de un tullido por parte de Pedro y Juan en el Templo (Hch 3,1-10).
En el contexto próximo del texto de 2Cor 8,1-15 se describe la estadía de Pablo en Macedonia, donde se encuentra con Tito (2Cor 7,5-16), y el texto de recomendación de los delegados de la colecta (2Cor 8,16-9,5).
1.2 Contexto remoto
Considerando que el contexto remoto del texto de Hch 2,42-47 se refiere a la Iglesia de Jerusalén, primera parte del texto de los Hechos de los Apóstoles, la cual se ubica entre Hch 1,12 y Hch 5,42; el contexto remoto del texto 2Cor 8.1-15 se refiere a la organización de la colecta, la cual se ubica entre 2Cor 8,1 y 2Cor 9,15.
1.3 Identificación de paralelos
Mientras que el texto de 2Cor 8,1-15 no posee paralelos, sin embargo la temática que se expresa en este texto se encuentra en 1Cor 16, Rm 15,26-28 y Hch 24,17, en referencia a los santos como la comunidad de Jerusalén, el cual es un elemento concordante en estos textos, el texto de Hch 2,42-47 tiene dos paralelos Hch 4,32-35 y Hch 5,12-16. "Estos tres resúmenes de redacción heterogénea describen con rasgos análogos la vida de la primera comunidad cristiana".[20]
La forma en que se van a citar los textos bíblicos en esta identificación de paralelos es de forma versicular.
Hch 2,42-47
42. Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.
43. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales.
44.Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común,
45. vendían sus posesiones y sus bienes y se repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
46. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
47. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
Hch 4,32-35
32. La multitud de los creyentes no tenían sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes sino que todo era en común entre ellos.
33. Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban todos de gran simpatía.
34. No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta
35. y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad.
Hch 5,12-16
12. Por mano de los apóstoles se realizaban muchos prodigios y señales en el pueblo. Y solían estar todos con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón,
13. pero nadie de los otros se atrevía a juntarse a ellos, aunque el pueblo hablaba de ellos con elogio.
14. Los creyentes cada vez más en número se adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres,
15. hasta tal punto que sacaban a los enfermos a las plazas y los colocaban en sus lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos.
16. También acudía la multitud de las ciudades a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos y todos eran curados.
Las relaciones que se identifican en los textos anteriormente mencionados parten desde la claridad conceptual y vivencial de la comunidad. Conociendo la comunidad, se identificaron, empezaron a vivir por la comunidad a través de un proceso de conversión, manifestado en la aceptación viva de la fe; identificándose, se comprometieron, viviendo con la comunidad, por medio de un camino de compromiso, en la experiencia dinámica de la esperanza; comprometiéndose, se proyectaron, viviendo en la comunidad, en la conciencia plena de la entrega en la caridad.
Estas tres dinámicas relacionales implican tres caminos:
1. El de la interiorización de la fe, interpretándola
2. El de la fraternidad por la esperanza, argumentándola
3. El de la solidaridad en la caridad, proponiéndola, generando igualmente tres modos sociales que constituyen y son el trípode de la comunidad y estos son:
¿Quién soy yo?
¿Quién eres tú?
¿Quiénes somos nosotros?
Estos tres textos manifiestan una dinámica que va del centro hacia la periferia y que viene abordada por signos, símbolos y significados, los cuales eficientemente expresan el pasado, el presente y el futuro de la comunidad cristiana.
A través de la interiorización, de la fraternidad y de la solidaridad la comunidad comprende su fe y da razón ella, integrándola a su vida, haciendo que la vida sea reflejo de la praxis de una fe transformadora de la realidad socio-cultural, socio-política y en últimas a la realidad socio-económica de modo que reine la igualdad y "como dice la Escritura: El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos" (2Cor 8,15).
La escucha de la Palabra en la comunidad, relacionada y siendo praxis en la comunión fraterna se refleja en el acontecimiento solidario.
Relaciones
Al no haber paralelos en el texto de 2Cor 8,1-15, pero si sentido de solidaridad en la temática paulina referida en los textos 1Cor 16, Rm 15,26-28 y Hch 24,17, no se desarrollan relaciones versiculares, mientras que en Hch 2,42-27 al haber paralelos se desarrolla las siguientes relaciones entre los versículos.
Los versículos 2,45 y 4,34 marcan una "insistencia en la renuncia efectiva de las riquezas, lo cual caracteriza la religión de Lucas".[21] Está renuncia, es fruto de la mentalidad deuteronómica de la tradición de la tierra donde la estabilidad de la misma, está montada sobre la seguridad de Yahvéh y la fidelidad a El, es decir se colocaba a los pies de los apóstoles los bienes, porque había una seguridad en que Dios proveía y además, se vivía la exigencia de la caridad donde no era tener por tener sino, tener para compartir. Lo que genera este compartir es la justicia, o sea la responsabilidad de cada uno con la comunidad, provocando que el hombre actúe con el otro de la manera como se comporta Dios consigo mismo.
Los versículo 4,32 y 5,14 se refieren al término "multitud de creyentes". Esta multitud de creyentes ha tenido una experiencia de Cristo, una experiencia de conversión, que los invita a entrar en comunidad, como el lugar del perdón y de la fiesta, el lugar de la acción del Espíritu.
Los versículo 2,43, 4,33 y 5,12 muestran que, una de las formas de expresar la vivencia actuante de la resurrección de Jesús son los prodigios y señales que realizaban los apóstoles.
Los versículos 2,47a, 4,33b y 5,13b muestran que la simpatía del compartir fraterno genera elogios entre los que no son parte vinculante de la comunidad.
1.5 Comparación de traducciones y estructura
1.5.1 Comparación de traducciones referente al texto de Hch 2,42-47
Biblia de Jerusalén
42. Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.
43. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales.
44. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común,
45. vendían sus posesiones y sus bienes y se repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
46. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
47. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
Biblia del Peregrino, América Latina
42. Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza de los apóstoles, y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.
43. Ante los prodigios y señales que hacían los apóstoles, un sentido de reverencia se apoderó de todos.
44. Los creyentes estaban todos unidos y poseían todo en común.
45. Vendían bienes y posesiones y las repartían según la necesidad de cada uno.
46. A diario acudían fielmente e íntimamente unidos al templo; en sus casas partían el pan, compartían la comida con alegría y sencillez sincera.
47. Alababan a Dios y todo el mundo los estimaba. El señor iba incorporando a la comunidad a cuantos se iban salvando.
Biblia Dios Habla Hoy
42. Y eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y en la oración.
43. Todos estaban asombrados a causa de los muchos milagros y señales que Dios hacía por medio de los apóstoles.
44. Todos los creyentes estaban muy unidos y compartían sus bienes entre si
45. vendían sus propiedades y todo lo que tenían y repartían el dinero según la necesidad de cada uno.
46. Todos los días se reunían en el Templo y en las casa partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón.
47. Alababan a Dios y eran estimados por todos y cada día el Señor hacía crecer la comunidad con el número de los que el iba llamando a la salvación.
Biblia Interlineal
42. Y estaban ocupados asiduamente en la enseñanza de los apóstoles y en la comunión fraternal, en el partimiento del pan y en las oraciones.
43. Y sobrevenía a toda alma temor y muchos prodigios y señales mediante los apóstoles sucedían.
44. Y todos los que creyeron juntamente tenían todo en común
45. y las propiedades y las posesiones vendían y distribuíanlas a todos según, cada uno, necesidad tenía.
46. Y cada día estando asiduamente unánimes en el Templo, y partían de casa en casa el pan, compartían el alimento con alegría y sencillez de corazón,
47. alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo y el Señor añadía a los que eran salvos cada día a ellos
Biblia Cantera-Iglesias
42. Se dedicaban asiduamente a escuchar la enseñanza de los apóstoles, a compartir la vida, a la fracción del pan y al rezo.
43. El miedo sobrecogía a todos, y muchos portentos y señales se realizaban por medio de los apóstoles.
44. Todos los que habían abrazado la fe estaban unidos y tenían todo en común,
45. vendían las posesiones y los bienes, y lo repartían a todos según lo que necesitara cada uno.
46 cada día, asistiendo asiduamente al culto en el Templo con un mismo espíritu, partiendo el pan en casa, participaban en la comida con regocijo y sencillez de corazón
47. alabando a Dios y siendo gratos a todo el pueblo; el Señor, por su parte, iba cada día añadiendo al grupo los que se iban a salvar.
Analizando estas traducciones, se ve en el v.42 que la palabra asiduidad tiene un acento puntual, un acento de perseverancia, de frecuencia, se mantenían firmes en la actitud, se habían acostumbrado, habían adquirido costumbre, la cual es una manera de obrar establecida por un largo uso o adquirida por repetición de actos de la misma especie.
En este sumario se muestra que los primeros creyentes encarnaban la Palabra, la hacían propia, la hacían viva y eficaz, se mantenían firmes en ella y en lo que ella exigía; y es de observar atentamente este mantener, es decir este hacer que lo que vivían y creían no decayera, no se extinguiera, ni pereciera, continuando en la forma que se expresaba a través de la tradición, en la acción repetida del pasado.
Estudiando el versículo 42 se nota que en la Biblia Interlineal y en la Biblia Cantera- Iglesias la palabra "asiduamente" conlleva primero, una ocupación y una dedicación respectivamente, lo que hace notar que éste asiduamente, genera una ocupación dedicada, una toma de posesión permanente e instalada y consagrada.
Comparando estos elementos con el elemento de la Biblia Dios Habla Hoy, que es, "fieles en conservar", se puede notar que la asiduidad se relaciona con la fidelidad que busca mantener y cuidar las prácticas de las costumbres que se refieren en v.42
En el v.43 el temor y el asombro son característicos, entendiendo el temor, φóβος, como un miedo reverencial y respetuoso,
"y puede considerarse especialmente en Lucas como un poder independiente que cae sobre los hombres, los llena, se apodera de ellos, los acosa, viene sobre los hombres y acontece en ellos, Por otro lado, el temor se refiere más frecuentemente a una reacción interna o emoción, que va seguida por una determinada acción o por algo que sucede. Principalmente Lucas acentúa la reacción de asombro y temor al presenciar los actos de Jesús".[22]
El temor y el asombro eran sobrecogedores, es decir, que causaban una profunda impresión, una profunda reverencia ante el misterio de los prodigios, señales y milagros, esto lo hace notar con más claridad la Biblia Cantera- Iglesias.
El temor está referenciado en la Biblia de Jerusalén y en la Biblia interlineal, mientras que el asombro en la Biblia Dios Habla Hoy, y esto particularmente por su contexto latinoamericano, contexto que es más emotivo.
Este temor y este asombro se ven integrados en la reverencia que hace en este caso mención la Biblia del Peregrino.
En el v.44 se ve una diferencia cuando se menciona que, tenían todo en común, y compartían sus bienes entre sí. El primer caso lo reseña la Biblia de Jerusalén, la Biblia del Peregrino, la Biblia Interlineal y la Biblia Cantera- Iglesias, mientras que en el segundo caso lo narra la Biblia Dios Habla Hoy.
En el "tenían", se refleja en cierto sentido que, lo mío y lo tuyo es nuestro, mientras que en "compartir" se refleja que, lo mío es tuyo.
El tener y el compartir muestran unas diferencias que pueden llegar a ser profundas, pues se nota en el primer caso que la propiedad privada no existía, mientras que en el segundo caso la propiedad privada existe y desde ella se comparte.
En el v.45 todos los textos hacen notar que la necesidad de cada uno de los creyentes era una parvedad comunitaria, pero también que cada necesidad se solventaba justamente, equilibradamente.
Mientras que todos los textos sugieren la palabra repartían, como un compartir, la Biblia Interlineal sugiere la palabra distribuían, como una adjudicación.
En el v.46 se ven cuatro tipos de partimientos que son: partían? tomaban, en la Biblia de Jerusalén; partían? compartían, en la Biblia del Peregrino y Biblia interlineal; partían? comían juntos(unidad), en la Biblia Dios habla hoy; partiendo? participaban, en la Biblia Cantera- Iglesias
En el v.47 hay una diferencia entre "los que eran salvos" y "los que se iban a salvar". Las expresiones se encuentran en el primer caso en la Biblia del Peregrino y en la Biblia Interlineal, mientras que el segundo caso se encuentra en la Biblia de Jerusalén, en la Biblia Dios Habla Hoy, y en la Biblia Cantera- Iglesias. En el primer caso, la escucha de la Palabra generaba salvación, mientras que en el segundo caso la experiencia de la comunidad generaba salvación.
Estructura del texto de Hch 2,42-47
En lo que se refiere a la estructura de Hch 2,42-47, los versículos 42 y 47 son los versículos que enmarcan este texto, el 42, "Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones", como la gran apertura eclesiológica, y el 47, "Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se iban a salvar", como la gran conclusión soteriológica, juntos están enmarcados en la experiencia escatológica, que es el principio dinámico mediante el cual el creyente se deja mover por Dios hacia su meta final futura. La plenitud del acontecimiento de Cristo mueve el horizonte escatológico de la Iglesia, y en este horizonte el versículo 42 y 47 adquieren fuerza vital. En este texto el v.42 es el alfa y el v.47 el omega. A través de estos dos versículos se elabora procesualmente la conciencia eclesiológica-soteriológica.
Frente al versículo 42, comenta Levoratti que,
"la didaje o enseñanza de los apóstoles, la koinonía o experiencia de comunitariedad y la eucaristía, es decir, la experiencia de la fracción del pan, son las tres actividades fundamentales de la comunidad después de Pentecostés, en la cual perseveraban todos los discípulos de Jesús; son tres actividades que tiene como contexto fundamental la casa, la cual es, el lugar donde se vive la pequeña comunidad y donde nace la Iglesia doméstica".[23]
Los versículos 43, "El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales" y 46, "Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón", muestran grandemente esta dinámica, del temor inicial se pasa a la alegría continua. El temor y la alegría son las dos fuerzas que mantienen a la comunidad en expectativa escatológica, en continua tensión. Del miedo a la fraternidad se pasa a la fraternidad total, donde ya no eran los apóstoles los que realizaban prodigios y señales, sino que ahora es la comunidad entera la que es un prodigio y una señal de la presencia viva de Jesús.
En el versículo 43, "el hecho de usar el verbo sobrevenía tanto a propósito del temor que invadía a toda la gente como de las señales y prodigios que Dios hacía por medio de los apóstoles, parece indicar que ese temor reverencial nace precisamente de la percepción de los prodigios y señales, que realizaban los apóstoles".[24]
Los versículos 44, "Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común" y 45, "vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno", se podría decir, son los versículos "eje", es decir aquellos que generan el cambio de la visión fraterna, por ser los versículos que manifiestan fuertemente la experiencia solidaria. El miedo se pierde en la común-unidad y en ella florece la alegría. La solidaridad que se muestra en estos versículos es como la fuente del bautismo, en la cual, entra y se sumerge el hombre temeroso y sale empapado el hombre gozoso.
En estos versículos, diserta Rius-Camps,
"se desarrolla ampliamente el inciso relativo a la comunidad de bienes. Todos los creyentes participaban del mismo objetivo; siguen creyendo en la validez de sus estructuras ancestrales y, en concreto, del nuevo Israel que ellos pretenden representar. En lugar del modelo propugnado por Jesús, que es vended vuestros bienes y dadlos en la limosna (Lc 11,41), la nueva comunidad ha elegido un modelo inspirado al parecer en los esenios o en la regla de la comunidad de Qumran"[25]
pero es necesario además agregar que "la inclusión de elementos de bienes compartidos pudo deberse a la transición del relato de Hch 3,1-10 en el que se incluye la desaprobación de los medios monetarios por parte de Pedro".[26]
En el versículo 44, específicamente no se presenta la conversión como el único acto de fe, sino que es ella la que empuja desde una actitud fundamental y continua a "cambiar el estado de desigualdad económica por una nueva y escatológica igualdad. Este hecho no es una acto único de conversión; debe repetirse y variarse en muchas situaciones cambiantes".[27]
En referencia al versículo 46, se comenta que "el Templo es la principal institución del AT que se prolonga en la era cristiana; habiendo servido como escenario para la predicación de Jesús en Jerusalén, lo sigue siendo para la predicación misional cristiana".[28] La función retorica de este versículo, revela una vez más como menciona Rius-Camps que,
"la nueva comunidad no ha renunciado a su pasado judío. Tanto si se reúne en el Templo, como en las casa particulares, la comunidad de discípulos sigue abrigando la esperanza de que muy pronto se realicen las promesas hechas por Dios a Israel. La comunidad tiene dos lugares diversos para sus reuniones: uno para el culto oficial, el Templo; y otro para la celebración eucarística, la casa".[29]
Frente al versículo 47, "cierra Lucas la descripción de la vida de la nueva comunidad de salvados. La constitución de la comunidad de creyentes es ya un hecho, pero los nuevos miembros, sin embargo, al no poseer el Espíritu, no pueden ser considerados todavía como miembros de pleno derecho".[30]
Comparación de traducciones referente al texto de 2Cor 8,1-15
Biblia de Jerusalén
1. Os damos a conocer, hermanos, la gracia que Dios ha otorgado a la Iglesia de Macedonia.
2. Pues, aunque probados por muchas tribulaciones, su rebosante alegría y su extrema pobreza han desbordado en tesoros de generosidad.
3. Porque atestiguo que según sus posibilidades, y aun sobre sus posibilidades, espontáneamente
4. nos pedían con mucha insistencia la gracia de participar en el servicio en bien de los santos.
5. Y superando nuestras esperanzas, se entregaron a sí mismos, primero al Señor, y luego a nosotros, por voluntad de Dios,
6. de forma que rogamos a Tito llevara a buen término entre vosotros esta generosidad, tal como la había comenzado.
7. Y del mismo modo que sobresalís en todo: en fe, en palabra, en ciencia, en todo interés y en la caridad que os hemos comunicado, sobresalid también en esta generosidad.
8. No es una orden, solo quiero mediante el interés por los demás, probar la sinceridad de vuestra caridad.
9. Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza.
10. Os doy un consejo sobre el particular; que es lo que os conviene a vosotros, ya que desde el año pasado habéis sido los primeros no sólo en hacer la colecta, sino también en tomar la iniciativa.
11. Ahora llevadla también acabo, de forma que a vuestra prontitud en la iniciativa corresponda la realización conforme a vuestras posibilidades.
12. Pues si hay prontitud de voluntad es bien acogida con lo que se tenga, y no importa si nada se tiene.
13. No que paséis apuros para que otros tengan abundancia, sino con igualdad.
14. Al presente, vuestra abundancia remedia su necesidad, para que la abundancia de ellos puede remediar también vuestra necesidad y reine la igualdad,
15. como dice la Escritura: El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos.
Biblia del peregrino, América Latina
1. Quiero informarles, hermanos, de la gracia que Dios concedió a las iglesias de Macedonia.
2. En medio de una prueba grave desbordaban de alegría; en su extrema pobreza derrocharon generosidad.
3. Hicieron todo lo que podían, lo atestiguo, incluso más de los que podían.
4. Espontáneamente y con insistencia nos pedían el favor de participar en este servicio a los consagrados.
5. Superando mis esperanzas, ofrecieron sus personas primero a Dios y después a nosotros, según la voluntad de Dios.
6. Así que hemos pedido a Tito que, ya que comenzó, termine entre ustedes esta generosa tarea.
7. Y como tiene abundancia de todo, de fe, de elocuencia, conocimiento, fervor para todo, afecto a nosotros, tengan también abundancia de esta generosidad.
8. No lo digo como una orden, sino que, viendo el entusiasmo de otros, quiero comprobar si el amor de ustedes es genuino.
9. Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza.
10. Les doy mi opinión en este asunto: ya que año pasado tomaron la iniciativa del proyecto y de su ejecución,
11. ahora les conviene llevarlo a término. Así el entusiasmo por proyectarlo responderá el realizarlo, según sus posibilidades.
12. Porque donde hay entusiasmo, se acepta lo que sea, no se pide imposibles.
13. No se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia sino de lograr la igualdad.
14. Que la abundancia de ustedes remedie por ahora la escasez de ellos, de modo que un día la abundancia de ellos remedie la escasez de ustedes. Así habrá igualdad.
15. Como está escrito: A quien recogía mucho no le sobraba, a quien recogía poco no le faltaba.
Biblia Dios habla Hoy
1. Ahora, hermanos, queremos contarles como se ha mostrado la bondad de Dios en las iglesias de Macedonia.
2. A pesar de la pruebas por las que han tenido que pasar, son muy felices; y a pesar de ser muy pobres, sus ofrendas han sido tan generosas como si fueran ricos.
3. Yo soy testigo de que han ofrendado espontáneamente según sus posibilidades, y aún más allá de ellas. Por su propia iniciativa
4. nos rogaron mucho que les permitiéramos tomar parte en esta ayuda para el pueblo de Dios.
5. Y hasta hicieron más de los que esperábamos, pues se ofrendaron a sí mismos, primero al Señor y luego a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.
6. Por eso hemos rogado a Tito que recoja entre ustedes esta bondadosa colecta que él comenzó antes a recoger.
7. Pues ustedes, que sobresalen en todo: en fe, en facilidad de palabra, en conocimientos, en buena disposición para servir y en amor que aprendieron de nosotros, igualmente deben sobresalir en esta obra de caridad.
8. No les digo esto como un mandato; solamente quiero que conozcan la buena disposición de otros, para darles a ustedes la oportunidad de demostrar que su amor es verdadero.
9. Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes, para que por su pobreza ustedes se hicieran ricos.
10. Por el bien de ustedes les doy mi opinión sobre este asunto. Desde el año pasado, no solo comenzaron ustedes a hacer algo al respecto, sino a hacerlo con entusiasmo.
11. Ahora pues, dentro de sus posibilidades, terminen lo que han comenzado con la misma buena disposición que mostraron al principio, cuando decidieron hacerlo.
12. Porque si alguien de veras quiere dar, Dios le acepta la ofrenda de él de acuerdo a sus posibilidades. Dios no pide lo que uno no tiene.
13. No se trata de que por ayudara a otros ustedes pasen necesidad; se trata más bien de que haya igualdad.
14. Ahora ustedes tiene lo que a ellos les falta; en otra ocasión ellos tendrán lo que les falte a ustedes, y de esta manera habrá igualdad.
15. Como dice la Escritura: Ni le sobró al que había recogido mucho, ni le faltó al que había recogido poco.
Biblia Interlineal
1.Y hacemos saberos, hermanos, la gracia de Dios que ha sido dada en las iglesia de Macedonia,
2. que en mucha prueba de aflicción la abundancia del gozo de ellos y la de en profundidad pobreza de ellos abundó para la riqueza de la generosidad de ellos:
3. que según su poder doy testimonio de ello y más allá de su poder espontáneamente
4. con mucho ruego pidiendo nos la gracia y la comunión del ministerio a los santos
5. y no como esperamos, sino que así mismos dieron primeramente al Señor y a nosotros mediante la voluntad de Dios,
6. a fin de rogara nosotros a Tito, para que, conforme comenzó antes, así también acabase en vosotros también la gracia esta.
7. Pero así como en todo abundáis, en fe y en palabra y en conocimiento y en toda diligencia y en el proveniente de nosotros en vosotros amor, ved que también en esta gracia abundeís.
8. No como un precepto lo digo sino mediante la de otros diligencia también la de del vuestro amor autenciticidad poniendo a prueba;
9. porque conocéis la gracia del Señor de nosotros Jesucristo que por causa de nosotros se empobreció rico siendo, para que vosotros con la de él pobreza os hicieseis ricos.
10. Y mi opinión en esto doy; porque esto os conviene, quienes no solo a hacer, sino también a querer comenzasteis antes desde el año pasado;
11. pero ahora también el hacerlo llevad a término, de modo que así como hubo pronto animo del querer, así también haya el llevar a término conforme al tener.
12. Porque si el amino pronto está fijo, conforme a lo que uno tenga es aceptable, no conforme a lo que no tiene.
13. Porque no para que para que para otros haya holgura, y para vosotros aflicción sino que a base de igualdad,
14. en la presente oportunidad la de vosotros abundancia sea para la de ellos escasez, para que también la de ellos abundancia sea para la de vosotros escasez, de modo que haya igualdad,
15. conforme ha sido escrito: El que recogió mucho no sobreabundó, y el que lo poco, no escaseó.
Biblia Cantera- Iglesias
1. Os damos a conocer, hermanos, la gracia de Dios que se ha extendido entre las iglesias de Macedonia,
2. porque, en medio de la gran prueba de una tribulación, la abundancia de su alegría y su extrema pobreza se han desbordado en las riquezas de su liberalidad;
3. porque dieron según sus posibilidades, soy testigo, y por encima de sus posibilidades,
4. pidiéndonos espontáneamente, con mucha insistencia, el favor de tomar parte en la colecta para los santos;
5. y no como habíamos esperado, sino que se dieron a si mismos, primero al Señor y luego a nosotros por ser la voluntad de Dios;
6. de forma que nosotros suplicamos a Tito que terminara con vosotros esta obra de caridad tal como la había empezado antes.
7. Pues bien, sobresalid también en esta obra de caridad como sobresalís en todo: en fe, en dones de la palabra, y del conocimiento, en toda diligencia y en la caridad que tenéis, recibida de nosotros.
8. No lo digo en plan de orden, sino comprobando la autenticidad de vuestra caridad mediante la diligencia de otros.
9. Pues conocéis la obra de caridad de Nuestro Señor Jesucristo: por vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros os hicierais ricos con su pobreza.
10. En esto doy un parecer, pues esto os va bien a vosotros, los que desde el año pasado empezasteis no sólo a hacer la colecta, sino a quererla hacer.
11. Ahora terminad también de hacerla, para que el terminarla sea también como la beuna voluntad del quererla hacer, según vuestros medios;
12. pues si existe la buena voluntad será bien recibida en proporción a lo que tenga, no a lo que no tiene;
13. pues no se trata de que otros tengan desahogo y vosotros apuros, sino por igual.
14. En el momento actual, que vuestra abundancia ayude a su escasez, a fin de que también su abundancia sirva de ayuda a vuestra escasez, para que haya igualdad,
15. como está escrito: el que mucho cogió no tuvo de sobra, y el que poco cogió no anduvo escaso.
Analizando estas traducciones para el v.1 se puede decir que la gracia y bondad de Dios hacia la Iglesia de Macedonia ha sido otorgada, según la Biblia de Jerusalén, concedida, según la Biblia del Peregrino, mostrada, según la Biblia Dios habla hoy, dada, según la Biblia interlineal y extendida, según la Biblia Cantera- Iglesias.
En el v.2 los diversos textos hacen notar un movimiento de fuerza en la generosidad que parte del hecho cernidor de la fe en la prueba y su fruto esperanzador de la alegría, por tanto se ve la siguiente dinámica:
Prueba ? alegría (gozo o felicidad) ? generosidad.
Se observa también que al ser la alegría rebosante, desbordada y abundante de igual modo va a ser la generosidad, pero llama más la atención el término desbordada, que utiliza la Biblia del Peregrino, pues el desbordar implica un romper los límites y anegar toda la superficie que esta alrededor, por tanto, la alegría desbordada implica una generosidad desbordada.
En el v.3 se observa que el hecho de la ofrenda es posible cuando parte del querer poder, es decir, de la emotividad unida a la razón, quieren ofrendar porque pueden, entendiendo éste como acción de dú?aµ?? la cual está asociada frecuentemente en los textos paulinos con ?ó???,
"de manera que se complementan mutuamente. Puesto que la palabra de la proclamación del Evangelio no son palabrerías humanas, sino la Palabra de Dios, resulta que la palabra de la proclamación es una dú?aµ??. Con más frecuencia aún que la palabra y el poder, se asocian entre sí el Espíritu y el poder. Allá donde está el Espíritu, se halla actuando Dios y por eso acontece algo"[31]
y pueden ofrendar porque quieren, es decir actuando voluntariamente.
En el v.4 se puede notar que la colecta es una gracia participativa- comunitaria que se ha de rogar y pedir insistentemente, como lo hace notar la Biblia de Jerusalén y la del Peregrino; no es algo que brota de las fuerzas del hombre, sino de la comunión con la gracia de Dios, en su ???????a, la cual es en Pablo,
"una designación de diversas relaciones comunitarias que surgen por la participación y que se constituyen como una acción de dar participación o tener participación. Si la relación comunitaria se comunica por medio de alguien, entonces surge una relación deudora que obliga a quien recibe participación a responder haciéndose a su vez partícipe".[32]
Cuando hay más unión con la gracia de Dios, se hace más fuerte la gracia participativa-comunitaria de la colecta.
En el v.5 se percibe en los diversos textos que la colecta, además de entrega de bienes, consiste en el compromiso radical de vida con el otro, sustentado en el compromiso radical de vida con el Totalmente Otro, lo cual supera toda esperanza y toda expectativa. Este radical compromiso entendido como díd?µ?, "designa el proceso por el cual un sujeto transmite voluntariamente algo a alguien, o transfiere de tal manera algo que ello quede a disposición del receptor".[33]
En el v.6 se ve que el llevar a buen término la gracia de la colecta, depende en gran medida en quién la ha comenzado y en quién la va a recoger. Esta gracia, "significa no solo la condescendencia del uno sino también la gratitud del otro, desarrollándose una apertura reciproca, libre y no forzada, concedida con ánimo feliz. La acción de Dios se convierte en esta acción realizada por la comunidad, de tal manera que la comunidad es entonces inmensamente rica en esta gracia".[34]
En el v.7 hay dos líneas de movimiento, el sobresalir y el abundar. El "sobresalir" se nota en las Biblias de Jerusalén, Dios Habla Hoy, y Cantera-Iglesias, y se refiere a un exceder una cosa en otras en este caso la caridad como valor y don superior a los demás valores y dones, mientras que el abundar se nota en las Biblias del Peregrino e Interlineal, y se refiere al hecho de haber gran cantidad de una cosa, en este caso la caridad ha de inundar y desbordarse sobre los otros valores y dones.
En el v.8 el interés, el entusiasmo y la disposición, propia hacia los otros se prueba y se comprueba en la demostración sincera de una genuina autenticidad diligente, tal como lo señala la Biblia Interlineal y Cantera- Iglesias, los cuales manejan este par, diligencia ? autenticidad.
En el v.9 se menciona el fundamento del dinamismo solidario de la colecta, conocer la generosidad, la bondad, la gracia, la obra de caridad, de Nuestro Señor Jesucristo, que se muestra con claridad en el himno cristológico de Flp 2,5-11
"Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo. El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de si mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humillo a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgo el Nombre que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos".
El término generosidad, entendido como justicia y rectitud se repite tanto en la Biblia de Jerusalén, como la del Peregrino.
En el v.10 hay tres movimientos el del consejo, éste en la Biblia Jerusalén, el de la opinión, en la del Peregrino, en Dios Habla Hoy y en la Interlineal, y el término parecer en la Biblia Cantera-Iglesias.
En el v.11 se nota que la colecta se realiza y se dispone con prontitud, entusiasmo y conforme al querer y al tener de la comunidad en lo cual, hace mayor énfasis, la Biblia Interlineal y la Biblia Cantera-Iglesias.
En el v.12 la prontitud de buena voluntad, el entusiasmo y ánimo pronto son ideas que comparten todos los textos, pero la Biblia Dios Habla Hoy aplica un motivo final, el hecho de que Dios no pide lo que uno no tiene.
En el v.13 se ve la finalidad central de la colecta, desarrollar y lograr la igualdad. Del desarrollo habla la Jerusalén, la Interlineal y Cantera-Iglesias, mientras del logro la del Peregrino y Dios Habla Hoy.
En el v.14 se muestra la base de la experiencia de la subsidiaridad, la cual genera solidaridad y por tanto igualdad. Es de notar que es la escasez, lo que mueve la experiencia de la colecta, es la necesidad del otro lo que mueve los intereses propios.
En el v.15 se muestra que ni la sobreabundancia ni la escasez eran elementos de vida económicos en la conciencia del pueblo de Israel.
Movimiento literario del texto de 2Cor
8,1-15
En lo que se refiere a la estructura de 2Cor 8,1-15 los versículos 1 y 15 son versículos complementarios que enmarcan todo el texto, ya que la gracia que otorga Dios a la Iglesia de Macedonia es el de apropiarse de la experiencia de la recolección yahvista, que no es más sino la experiencia de cercanía y familiaridad, que posiblemente reelabora la corriente sacerdotal, de Ex 16,18, "Pero cuando lo midieron con el gomor, ni los que recogieron mucho tenían de más, ni los que recogieron poco tenían de menos. Cada uno había recogido lo que necesitaba para su sustento". Esta experiencia desarrolla elementos que son el justo reparto de los bienes y su no acumulación y concentración en pocas manos, y la prevención de la deshumanización del ser humano por su exclusiva dedicación al trabajo.
Frente a los versículos 1 y 15, hay que tener en cuenta que "la fuerza del amor de la comunidad de Macedonia, puesta al descubierto en las colectas, no se debe a su esfuerzo y su virtud, si no a la gracia de Dios que se les ha concedido (.) Las obras del amor de la Iglesia son fruto de la gracia de Dios que opera en ellas"[35], por tanto, la colecta es signo patente de la experiencia de identidad y de fraternidad que se vivía ya al interior de la comunidad, la cual hace posible reunir la riqueza de la virtud en la entrega solidaria de bienes.
Esta entrega solidaria de bienes rememoró la experiencia del Exódo en relación con el justo reparto de los bienes que no permitía generar acaparamiento, ni concentración de bienes en pocas manos, ni menos aún, la deshumanización del ser humano por su dedicación exclusiva al trabajo.
Frente al versículo 2 y 14 se nota un juego de palabras que caracteriza una doble posición en el texto y que lleva a una dinámica complementaria y es la siguiente:
Cuando las comunidades de Macedonia y Corinto, al interior de ellas, se identificaron con la gracia de Dios, manifestada en Jesucristo, desarrollaron procesos de alegría espiritual y abundancia material, los cuales empujaron a los miembros de la comunidad hacia la experiencia de la fraternidad, es decir, hacia la dinámica del don, del darse, sobrepasando los muros de división personal, entrelazando los puentes de unión comunitaria.
Al entrelazar los puentes de unión comunitaria fraterna, la alegría y la abundancia de las comunidades, buscó remediar la necesidad de los otros en su extrema pobreza, impidiendo de este modo la idolatría al dinero, por lo cual conlleva a decir, que la única deuda que se debía generar entre las comunidades es la deuda del amor, el interés por el otro, sabiendo que si yo estoy bien, tú éstas bien, es decir que la necesidad del otro se convirtió en necesidad propia, generando como fruto la alegría común.
Esta alegría común, es una alegría en el ámbito de la igualdad y la generosidad desarrollando procesos de solidaridad fraterna que "exige, movida por el amor hasta el fondo, ver en los necesitados a verdaderos hermanos. Dar sin esperar nada a cambio es el punto de partida, es dar por puro amor. Dar todo. Y ese dar es poner en el pozo común de la solidaridad fraterna que lleva a la igualdad".[36]
De cara al versículo 3, se nota que para los Macedonios, "la pobreza no sólo no fue impedimento para su generosidad, sino que incluso fue motivo de largueza sobrada, pues cuanto más pobres eran, tanto mayor era su entusiasmo en contribuir"[37] y además, relacionándolo con "Rom 15,26 parece dar a entender que la aportación de Macedonia excedía a la de Acaya".[38]
Frente al versículo 4, la gracia de participar en el servicio, fue para los Macedonios oportunidad de participar más efectivamente en la gracia de la misericordia de Dios, a lo cual, "pospusieron con buen ánimo los bienes presentes, confirmando las promesas futuras con la confianza de la fe".[39]
En la panorámica al versículo 5, el don de la entrega a sí mismos, tenía valor como expresión de amor, sustentada en la humildad y en la sabiduría, humildad en la entrega a Dios y sabiduría en la entrega a los hermanos, lo cual conllevo a elaborar una colecta obediente, digna y disciplinada.
En el talante del versículo 6, "Tito parece ser desconocido por la comunidad, por lo que el Apóstol lo presenta (..) lo cierto es que la iniciativa de la colecta parece bastante apagada en Corinto".[40] Este es un "momento oportuno para sugerirles que dieran pasos en un asunto que a Pablo le interesaba mucho".[41]
En el perfil del versículo 7, así como se sobresale en todo, se ha de sobresalir en la generosidad, pasando del mero tener al ser,
"del yo tengo al yo soy, de la objetivación a la subjetivación, de la cosificación del otro a la personalización del otro, de la primacía del tener a la primacía del ser, del poder al compartir, de la cantidad a la calidad, de la pasividad a la actividad, del antagonismo a
la solidaridad, del placer efímero al gozo profundo, del pasado al presente",[42]
siendo auténticos constructores de la historia.
Frente al versículo 8, Pablo expresa que el amor es celo en acción, que la colecta es el momento oportuno para probar la sinceridad de la caridad y aquí, es evidente que "Pablo exhorta a los Corintios para que envíen aportaciones a quienes sufren penuria y alivien las preocupaciones de aquellos, demostrando así su buen espíritu ante Dios y ante los hombres".[43]
Perfilando el versículo 9, se nota que éste, es el eje de este texto, pues es el que fundamenta la solidaridad y el que da, por supuesto, la dimensión cristológica al texto. En este versículo, menciona Elorriaga,
"es fácil hacer la comparación teológica con el despojo que de sí mismo hace Cristo de acuerdo a Flp 2,6-8. Este versículo 9 trata el mismo tema que en Flp 2,5-11, "Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo. El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de si mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humillo a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgo el Nombre que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos", pero centrado aquí en la obra de salvación de Cristo y no, como en Flp 2, en su glorificación última por el Padre".[44]
La experiencia kenótica que se muestra el Flp 2,5-11 es la experiencia que Pablo insinúa a la comunidad Corintia para que la asuman, vaciándose ellos mismos de sus bienes y, así como Cristo se despojo libremente, se despojen también de lo que les pertenece y poseen, y se priven voluntariamente de sus bienes para enriquecer a otros, con la confianza de que este sacrificio privatorio, se verá recompensado, recibiendo un nombre nuevo, confiriéndose por tanto a ellos una cualidad real.
Cabe mencionar además referente a este versículo que, "si todos sabían que Jesús había sido sociológicamente pobre en su nacimiento, podrían también entender que, como Hijo de Dios, había sido rico antes de su nacimiento, Sin negar su subsiguiente compromiso a favor de los pobres".[45]
Pablo en este versículo inyecta un sentido teológico- cristológico a lo que viene diciendo, comentando que "el extremo de la generosidad de Jesús debe ser el paradigma de toda actitud gratuita, generosa y solidaria donde se juegue de una u otra manera la suerte y vida de los hermanos".[46]
Pablo al traer a mención en este versículo el himno cristológico de Filipenses, dice Brown,
"exhorta a los destinatarios en pro de su salvación a que sigan al Cristo exaltado. Más que mirar por sus propios intereses y buscar lo mejor para sí mismos, deben tener el mismo pensamiento que Cristo, quien mostró que el camino hacia Dios no consistía en aferrarse a un escalón elevado de la vida, sino en convertirse en un humilde y obediente siervo de Dios, incluso hasta la muerte en la cruz".[47]
Co relación al versículo 10, Pablo invita a los Corintios a pasar del querer al hacer, al desarrollo del acto concreto de la realidad, actuando según la disponibilidad, evidenciando la buena voluntad por el hecho de querer actuar, "no siendo tanto una cuestión del cuánto sino del cómo. Es la disposición lo que importa y Pablo los invita a completar ese querer que han manifestado completando el hacer para que haya un tener".[48]
De cara al versículo 11, la realización de la colecta conforme a las posibilidades partió desde un ánimo dispuesto a dar, desde una decisión irrestricta, ahora, "no buscando por medio del disimulo, agradar a los hombres y esperar el premio de Dios"[49], sino mantener la experiencia de vida y entrega profunda y total de Jesucristo.
Frente al versículo 12, Pablo cuando dice "con lo que se tenga" estuvo invitando a los Corintios a no esperar tener una gran suma, sino a otorgar lo que tienen, es decir a ser vida y patente la expresión del "danos hoy nuestro pan de cada día", y para expresar una colecta sin coacción, libre y liberadora, sin importar la cantidad cuanto más la calidad.
En el perfil del versículo 13, la colecta no convoca la ruina, sino el compartir la riqueza que se tiene, así sea poca, para mantener la igualdad.
Conclusión del nivel literario
Considerando que, probablemente, entre el final del verano o comienzos del otoño del 57 d.C., según la opinión de Raymond Brown[50]fue escrito el texto de la Segunda Carta a los Corintios y que entre el 70 y el 80 d.C. fue redactado el texto de los Hechos de los Apóstoles es posible agregar que, la experiencia de la colecta de los Macedonios y de los Corintios a los santos de la Iglesia de Jerusalén ya se conociera en todas las comunidades cristianas y por ende fuera sintetizada en Hch 2,42-47.
Esta situación de conocimiento y sintetización muestra, por ende, unos motivos literarios comunes a Hch 2,42-47 y 2Cor 8,1-15 y estos se reflejan en los parámetros de identidad, de fraternidad y de solidaridad por los cuales, la fe vivida y experimentada en la comunidad, se interpreta, se argumenta y se propone, yuxtaponiendo la alegría y la abundancia, la extrema pobreza y el remedio de la necesidad, la generosidad y la igualdad, en los parámetros del trípode comunitario, del quién soy yo, quién eres tú, y quiénes somos nosotros.
Tanto en 2Cor 8,1-15 como en Hch 2,42-47 se percibe una dinámica del centro a la periferia donde la vida comunitaria se abre de adentro hacia fuera y donde el compartir de bienes, además de centrarse en la experiencia sacerdotal, la cual incluye la yavista, y deuteronomista[51]se ve enriquecida por el testimonio de la vida y literatura esenia de la cual Flavio Josefo hace mención diciendo que,
"desprecian la riqueza y entre ellos existe una admirable comunidad de bienes. No se puede encontrar a nadie que sea más rico que los otros, pues tienen una ley según la cual, los que entra en la secta entregan sus posesiones a la orden de modo que no existe en ninguno de ellos, ni la humillación de la pobreza, ni la vanidad de la riqueza, sino que el patrimonio de cada uno forma parte de una comunidad de bienes, como si todos fueran hermanos".[52]
En el texto de 2Cor 8,1-15 se desarrolla de manera arquetípica la ley de santidad expresada en el documento sacerdotal, el cual sintetiza la experiencia yavista, y en el texto de Hch 2,42-47, además de la vivencia sacerdotal se conjuga en cierta forma el ideal deuteronomista de la ley de la tierra, por tanto, al relacionar estos dos textos se nota que el asunto de la colecta y de la repartición de los bienes, son procesos que están encerrados en el ideal de santidad y en el ideal de la tierra. Esto conlleva a que en la comunidad cristiana, las fases de la solidaridad estén enmarcadas en una línea vertical de trascendencia y una línea horizontal de inmanencia, lo cual permite distinguir que todo proceso solidario que se desarrolló en las primeras comunidades fue una consecuencia determinada por la dinámica de la cruz, expresada como vínculo de unidad.
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