Indice1. Introducción 2. El Fundamentalismo 3. Orígenes del terrorismo 4. Grupos Terroristas 5. Organización para la liberación de palestina (O.L.P.) 6. Conclusión 7. Bibliografía
Ante la caída del comunismo, por muchos años considerado como la principal amenaza del mundo occidental, "nuevos enemigos" hacen irrupción en la escena internacional. Puede hablarse, en este sentido, de un cierto consenso en las Relaciones Internacionales al momento de identificar como "nuevos enemigos" al narcotráfico, las migraciones y el terrorismo internacional, dentro del cual cobra importancia el denominado fundamentalismo islámico, por el protagonismo adquirido en los últimos años como una poderosa fuente de desestabilización del sistema internacional. Eso se encuentra en estrecha relación con el creciente proceso de globalización. En "la aldea global", culturas disímiles, costumbres distintas, anteriormente extrañas y lejanas, se aproximan cada vez más, ante el explosivo desarrollo de los medios de comunicación que permiten un contacto más fluido con el resto del mundo. Pero, simultáneamente, ello suele generar sentimientos de desconfianza, y en casos extremos (como sucede con el fundamentalismo islámico) derivar en una "satanización del enemigo", esto es, la condena e intento de destrucción de quienes poseen costumbres distintas o pertenecen a una cultura o religión diferente, por considerarse que sus "características demoníacas" hacen imposible su salvación. Los fundamentalistas dicotomizan la realidad y marcan claramente la separación entre el yo y el no yo, entre el bien y el mal, entre lo que hay que alabar y lo que hay que aniquilar. Encontramos intolerancia, en la política, en los enfrentamientos entre ideologías opuestas, en lo que se ha llamado "fundamentalismo de mercado", en los crímenes del nazismo y otros nacionalismos exacerbados, como los de la antigua Yugoslavia o ETA, en los actuales "skinheads"… También en el racismo y en los enfrentamientos entre seguidores de equipos de fútbol. ¿Por qué cada equipo tiene sus "ultras"? ¿Cómo puede una persona llegar a suicidarse por una ideología? Con este trabajo voy a intentar justificar de alguna manera lo que considero injustificable, la pérdida del valor de la vida en la conciencia de una persona y la trascendencia de las ideologías, tratando de comprender las posturas fundamentalistas de la religión islámica.
Hoy en día, es frecuente oír hablar del fundamentalismo. No obstante, generalmente se carece de una información adecuada de este fenómeno que permita dar cuenta de una correcta comprensión del mismo. Ahora bien, mal conocido y peor comprendido a veces, se podría decir con cierta certeza, que todo fundamentalismo es, desde una percepción conceptual, un intento de dar respuesta radical a una inseguridad existencial. Dicha inseguridad, tal como sostiene Arnold Künzli, procede "de la incapacidad de un determinado sistema sociopolítico para proporcionar sentido, identidad, motivaciones, seguridad (…) Y todo fundamentalismo es radical en la medida en que se retrotrae a sus raíces, a un inicio teórico, lo absolutiza y lo ofrece como único fundamento sólido para la existencia humana", todo pensamiento crítico no será necesario desde el momento en que se trata de buscar una fundamentación última que una vez hallada pasa a ser incuestionable. En la actualidad, siguiendo la tipificación hecha por Tomas Meyer, puede hablarse de cuatro concepciones de fundamentalismo:
En una primera acepción encontramos los escritos de la World´s Christians Association de 1919, redactados por los cristianos protestantes americanos. Así fue que la palabra fundamentalismo se empleó inicialmente para designar a este tipo de fe cristiana. El segundo uso corresponde al racionalismo crítico científico de Karl Popper y Hans Albert, que ponía en tela de juicio el hecho de que haya una sola teoría verdadera para cada disciplina. Una tercera acepción se refiere a las posiciones críticas en contra de las sociedades industriales occidentales. Esta especie de fundamentalismo que defiende las condiciones de vida, incluyendo todo lo referido a la ecología, se encuentra representado por partidos políticos denominados "verdes", que hicieron irrupción en la década de los `80. El cuarto uso surgió a finales de los años `70 y es el que actualmente da el sentido específico que tiene en el lenguaje político occidental. El mismo se refiere al renacimiento del islamismo que ha tenido lugar en Irán a partir de la Revolución de febrero de 1979, que liderada por el Ayatollah Jomeini, produjo la caída del régimen del Sha Reza Palhevi (quien había introducido reformas sociales, culturales, económicas y políticas prooccidentales en el país por el crecimiento del mercado del petróleo) . "El término se lo utiliza aquí para la interpretación del Islam que defiende la pretensión de verdad absoluta del Sagrado Texto (Corán) y de la tradición (Sunna) frente a toda crítica moderna, condena la ciencia moderna occidental y aspira a una unidad de religión y política". A su vez, se opone explícitamente a valores como pluralismo, tolerancia, relativismo, democracia y derechos humanos, propios de la cultura occidental.
Características de los fundamentalismos religiosos:
- Interpretación literal de los textos sagrados, concebidos como infalibles programas de acción para la vida. No hay lugar para la interpretación intelectual.
- rechazo del pluralismo religioso, la tolerancia y el relativismo "debilitan la fe".
- oposición a la secularización y a la modernidad, creen que el adaptarse al mundo cambiante socava las convicciones religiosas..
- promoción de las creencias conservadoras.
- surgen en respuesta a las desigualdades sociales o a la percepción de una crisis social.
Fundamentalismo Islámico La Revolución Iraní puso fin al gobierno de corte occidental del Sha, que con sus políticas favorecía sólo a unos pocos, y llevó a las grandes masas de decepcionados a aceptar una vuelta a los fundamentos religiosos más tradicionales como última alternativa, convirtiéndose así en iniciadora de un profundo proceso de reislamización. Pero también tuvo como objetivo romper con la "yahiliya", que en el vocabulario islámico designa el período de ignorancia y barbarie anterior a la predicación de Mahoma en Arabia. Esta idea se encuentra íntimamente relacionada con el proceso de modernización, el cual expandió la cultura occidental hacia América y Medio Oriente y paralelamente determinó el repliegue de la cultura islámica al penetrarla. Es precisamente a este proceso al que se opone el fundamentalismo islámico. La modernización a la que se vio sometida la cultura islámica se produjo desde afuera y fue considerada por muchos, como suplantación de la propia cultura, de la propia tradición, por una cultura extraña, y de allí la necesidad de un retorno a los fundamentos del Islam. Esta necesidad se materializará a través de los mencionados procesos de reislamización, que llevarán a cabo los movimientos religiosos, cuya dirigencia pasará a diseminarse en la estructura del Estado. Por ello es que en la religión islámica se suele hablar de Estados teocráticos, puesto que se argumenta que la única forma en que se puede salvar el hombre es mediante la conformación estricta de la sociedad a la palabra de Dios. Esto implica, en la práctica, depositar la jefatura política exclusivamente en los musulmanes devotos, e instaurar la ley islámica (shar´ía ) como el derecho del Estado. Temprano en la civilización islámica, los musulmanes utilizaron el Shar´ia como el plan divino para la comunidad islámica, porque al expandirse se hizo necesario crear leyes que pudiesen ser aplicadas a todos los musulmanes dondequiera que se encuentren. Contiene un conjunto de reglas, de rituales y de códigos de la conducta. En relación a esto, lo que interesa destacar, es que los países musulmanes presentan una estrecha relación entre la religión y el Estado. Pero, debe resaltarse que el accionar de estos grupos radicalizados, no se limitó exclusivamente a la toma del poder para lograr sus objetivos, sino que van a traspasar la esfera estatal y la frontera del mundo islámico, efectuando manifestaciones de tipo terrorista en los más diversos puntos del planeta.
Puntos Que Favorecen El Fundamentalismo Islámico El perdón y el castigo: La representación de un Dios severo y castigador es una proyección de nuestros deseos de venganza o de nuestra necesidad social de "orden". Cuando uno finaliza la lectura del Corán llega a la conclusión de que este libro sagrado de los musulmanes es una magna advertencia a la humanidad. La advertencia de Dios es clara: cree en el Dios único y participa de la comunidad de musulmanes cumpliendo la legislación establecida. Si actúas así, por muy pecador que seas, Dios tendrá misericordia. El problema es que también se repite con mucha insistencia que el "Señor está dispuesto a perdonar, pero también a castigar dolorosamente" (C 41,43). La advertencia de un juicio severo es constante. El concepto de revelación: Para que el hombre pueda comprender lo que Dios le quiere revelar, es preciso que Éste le hable con un lenguaje humano. El islam recibe el Corán dictado por medio de un ángel. Cuando se considera que la formulación del texto sagrado ha sido hecha por el ser humano y se sabe que la inspiración respeta las particularidades personales o históricas, es más fácil aceptar que ha de haber cosas que tengan que ser reformuladas a la luz de los nuevos tiempos. Sin embargo, ¿qué pasa cuando se entiende que la revelación se produce por medio de un dictado? El ángel Gabriel es enviado a Mahoma para revelarle el Corán. La belleza poética incomparable del Corán, es uno de los argumentos de los musulmanes para apoyar este concepto de revelación. El musulmán considera autosuficiente el Corán. Ahí está todo y lo único que hay que creer. Todo gran avance de la humanidad puede verse apuntado en el Corán, dicen ellos. En el Corán parece no haber cabida para un estudio interpretativo basado en un estudio del contexto, de la génesis del texto ni del significado de las palabras en su tiempo. La misión de propagar el mensaje: Cuando la predicación pasa a ser un imperativo angustioso (quien no se convierta no se salvará) tenemos puestas las bases para justificar cualquier método evangelizador incluida la fuerza. El islam ha legitimado algunas guerras bajo el alegato de la guerra santa. Se siente llamado a combatir el politeísmo y ateísmo. Religión y política: El islam, no se entiende sin una identificación con el poder, ya que éste debe guiar tanto material, como espiritualmente al pueblo. El Califa asume el poder político y el religioso. El islam tiene muy claro que la religión no es algo vivido individualmente sino un hecho social. Por eso, tiene no sólo leyes referidas al culto sino leyes de organización de la sociedad. El Corán es también un código de derecho civil que regula el gobierno de la comunidad musulmana. Cuando en un Estado hay una gran uniformidad (la gran mayoría son musulmanes) este sistema es sostenible. Pero cuando convive en él una pluralidad de creencias se viene abajo. Entonces, el islam vive en un permanente anhelo de independencia para poder gobernarse con sus normas propias. La identificación con el poder tiene un gran peligro: disponer de la fuerza del Estado para imponer la religión. La violencia puede utilizarse como medio de persuasión.
Fundamentalismo Y Nacionalismo Islam en árabe significa "sometimiento" en el sentido de sumisión a Dios ("Allah"). No se puede hablar de Estado Islámico, no existió en el sentido estricto del concepto. No se debe confundir "Mundo Árabe con el Mundo Islámico". Dentro del movimiento nacionalista árabe se destacó una persona, Gamal Abdel Nasser, uno de los líderes del nacionalismo árabe en Egipto. El objetivo que proponía este grupo fue un viejo anhelo de los pueblos árabe-musulmanes, la "unificación del Mundo Árabe", formar una sola Nación, sin las fronteras trazadas por las Grandes Potencias. Los objetivos del movimiento nacionalista los encontramos en su ideología central: 1. Unificación del Mundo Árabe. 2. Nacionalización de todo lo que pertenecía a empresas extranjeras (en especial las petroleras) 3. Reforma agraria de características profunda e industrialización del campo. 4.Sustitución de importaciones (generando un mercado árabe). Esta alianza se reunió en torno a una idea central y movilizadora, "la unificación del Mundo Árabe en una sola Nación". No obstante los esfuerzos de los nacionalistas, las burguesías dependientes consolidadas por los distintos Estados capitalistas reafirmaron aun más las ideas y obstaculizaron el avance del proyecto, que fracasó. Estados con población árabe- musulmana son: Irak, Egipto, Marruecos, Argelia, Líbano, Arabia Saudita. Por su parte, como objetivo general, el Islam busca la unión del Estado y la Religión, demostrando con esto todo un proceso socio – político – cultural. Estados islámicos son: Irán, Libia, Siria, Afganistán, Turquía, Pakistán, Somalia, India, Sudán, Chechenia, entre otros. El nacionalismo con el Islam tienen fundamentos totalmente diferentes, que no son opuestos sino complementarios.
El Islam Antiguo y el moderno En su libro A History of God, Karen Armstrong escribe sobre el origen de la religión islámica fundada por Mahoma a comienzos del siglo 7. Relaciona su surgimiento con cambios significativos en las circunstancias de la tribu de los koreichitas de la región de la Meca, a la cual perteneció Mahoma, específicamente con un cambio rápido y dramático de una vida nómada en las estepas de Arabia a una vida muy próspera en el comercio de la región de la Meca (en lo que hoy es Arabia Saudita). Asimismo hubo cambios ideológicos correspondientes. Armstrong lo caracteriza de la siguiente manera: "a causa de las grandes transformaciones en su modo de vida, a los antiguos valores de la tribu los suplantó un capitalismo desenfrenado y despiadado". En realidad se trataba de un mercantilismo precapitalista; La gente se sentía vagamente desorientada y perdida. Mahoma entendía que la tribu necesitaba encontrar una ideología que le ayudara a adaptarse a su nueva situación". La religión islámica de aquella época, cuando Mahoma la empezó a formar, recibió una variedad de influencias, especialmente del judaísmo y el cristianismo, que tenían creyentes en la región. A partir de todo eso, Mahoma estableció una nueva religión que combinaba aspectos de esas religiones y tradiciones monoteístas con las tradiciones de las tribus beduinas de Arabia. Sin embargo, el islamismo era una nueva síntesis capaz de trascender y superar las divisiones entre las tribus, uniendo a los árabes. Este aspecto fue muy importante: de las nuevas condiciones de vida habían surgido tanto la necesidad como la posibilidad de unir a los árabes por encima de las divisiones tribales. Como Armstrong sintetiza: Mahoma "les brindó a los árabes una nueva espiritualidad que se ajustaba en forma muy especial a sus propias tradiciones". El Corán se trata de una visión idealizada propia de una persona que vivía en el desierto de Arabia bajo las condiciones materiales y sociales de Mahoma; describe cómo tal persona imaginaría un sitio ideal para pasar la eternidad. Esta visión no representa la visión o la voluntad de algún dios eterno, trascendental, omnisciente, omnipresente y omnipotente, sino la de un ser humano; refleja las condiciones naturales y sociales en que vivía. En la actualidad, el islamismo defiende las antiguas tradiciones que corresponden a las relaciones precapitalistas, pero al mismo tiempo intenta modificarlas o "interpretarlas" de acuerdo a ciertos cambios en las fuerzas de producción y las relaciones productivas correspondientes. Los fundamentalistas islámicos no se proponen imponer literalmente todas las condiciones económicas y tecnológicas de la era de Mahoma. De hecho, utilizan tecnología muy avanzada. No intentan dar marcha atrás sino injertar aspectos de las antiguas tradiciones en la superestructura y también hasta cierto grado en las relaciones de producción y sociales. El resultado es una especie de "híbrido". Bien, en cierta forma existe una analogía entre el papel del Islam hoy día en Irán y muchos otros países, y el desarrollo inicial del Islam en la situación en que Mahoma vivía. La analogía o similitud tiene que ver con la convulsión y la dislocación masiva de la sociedad–y en el mundo de hoy el desplazamiento y la urbanización de enormes cantidades de campesinos (lo que podemos describir como una "tugurización")–y ante esta situación de cambio vemos la atracción del fundamentalismo islámico. En el mundo de hoy, toda esa convulsión, trastorno de la vida tradicional y dislocación se relacionan–objetivamente y en gran medida en la conciencia popular–con el capitalismo occidental y su penetración y dominación del país, con la "modernización". Además, el fundamentalismo islámico ofrece una explicación de todo esto, que a primera vista parece corresponder y ofrecer una explicación y una forma de resistirse a las poderosas fuerzas ajenas que han producido cambios repentinos y violentos en el modo de vida tradicional, a la vez que han perpetuado y profundizado la pauperización de las masas. La desintegración de la Unión Soviética, además de lo acontecido en China con el golpe y la restauración del capitalismo a mediados de los 70, se encuentran entre los principales factores que impulsaron el crecimiento del fundamentalismo islámico como tendencia y su influencia y fuerza material. La tendencia islámica fundamentalista cobra fuerza entre las masas consideradas o declaradas marginadas por las clases dominantes. La tendencia del fundamentalismo islámico cobra mucha fuerza precisamente entre este sector de las masas en los países donde el Islam es una religión importante, en particular la gente desplazada que emigra a los cinturones de miseria o tugurios y que no es incorporada de forma articulada a la economía formal. Mucha gente de esos sectores de las masas formaba la base de apoyo del Ayatollah Jomeini durante el transcurso de la revolución iraní a fines de los años 70 y comienzos de los 80; además, si echamos un vistazo a Turquía, Pakistán, Egipto y varios países más–regiones donde por lo general el Islam es una religión importante–esas capas de masas desplazadas y tugurizadas forman la base actual del crecimiento de los movimientos fundamentalistas islámicos. En gran medida, el hecho de abrazar el islamismo implica oponerse en cierta forma al status quo opresivo o a la religión predominante, que forma parte de ese statu quo opresivo.
Divisiones del Islam Si bien todos los musulmanes toman su inspiración de Mahoma y del Corán, pueden identificarse muchos grupos y movimientos dentro del islamismo. La división más obvia es la que existe entre el islamismo sunita y chiita. Los sunitas (que componen alrededor del 90% de los musulmanes) toman su nombre del hecho de que se fijan tanto en el Corán como en el "sunna" para determinar la conducta musulmana correcta. El "sunna" es el comportamiento o ejemplo de Mahoma y de la primitiva comunidad musulmana. Los chiitas (que forman alrededor del 10% de todos los musulmanes, y residen principalmente en Iraq y en Irán) son "partidarios de Alí." Alí era el yerno y primo de Mahoma y uno de los primeros califas o sucesores de Mahoma como líder del pueblo musulmán. Los chiitas creen que el líder del islamismo debería estar entre los descendientes de Alí. La mayoría de los chiitas cree que el último de estos líderes designados divinamente, está "oculto" en otro dominio de la existencia. Un tercer grupo que debería mencionarse son los sufíes-aquellos musulmanes (tanto entre los sunitas como los chiitas) que buscan una experiencia mística con Dios, antes que simplemente un conocimiento intelectual de Él, y que también se entregan a una cantidad de prácticas supersticiosas. Además de estas divisiones dentro del islamismo, se debe hacer mención también de las actitudes de los musulmanes hacia el contacto con el mundo occidental en los tiempos modernos. Hay dos grandes tendencias que han sido evidentes dentro del islamismo. Una tendencia es hacia algún grado de acomodamiento y ajuste al occidente y a las formas modernas de vida. Esto se ha manifestado en forma más obvia en países como Turquía, que ha instituido mayormente formas seculares de gobierno mientras conserva prácticas religiosas islámicas. La tendencia opuesta es hacia un retorno a un enfoque más tradicional de la vida islámica y un rechazo a las formas occidentales y modernas. La expresión más extrema de esta tendencia se manifiesta en varias formas de fundamentalismo islámico que insisten en la implementación de la ley musulmana (llamada la Sharia) en cada área de la vida. Los fundamentalistas han tenido más éxito en Arabia Saudita, Irán, Paquistán y Sudán, pero están activos en prácticamente cada país musulmán, recurriendo a veces a la violencia y al terrorismo al tratar de implementar su programa.
(psicología, ideología, teología, estados mentales)
Walter Reich (compilador) Terrorismo Sagrado: el islam, un ejemplo contemporáneo – David Rapoport * El problema Aunque todos han observado el fenómeno, hasta ahora nadie ha distinguido las características del terrorismo religioso de aquellas otras correspondientes al terrorismo político o secular. Mi objetivo aquí es discutir aspectos de dicho problema centrando la atención en un grupo que popularmente se conoce como Al-Jihad. Se llamó a sí mismo como "el grupo islámico de Egipto" y su acción mas espectacular fue el asesinato del presidente Answar Sadat en 1981. Su líder, Abd Al-Salam Faraj, escribió una obra titulada "el deber desatendido" que explica la justificación del grupo y que el gobierno consideró como la "constitución" de éste. Ese texto ha ejercido un efecto destacado sobre los estamentos religiosos y sobre la sociedad egipcia. Los intérpretes de la tradición musulmana, describieron el libro como una "defensa islámica válida". Johannes Jansen, que tradujo a Faraj al inglés, se vio sorprendido por su erudición a pesar de que su autor era un electricista sin educación formal religiosa (lo que constituye una pauta habitual en los movimientos islámicos suníes, que a diferencia de los shiítas, son profundamente hostiles al establishment religioso). Charles J. Adams, una autoridad destacada en el Islam, lo describe como un "documento clave para entender el radicalismo islámico en cualquier lugar que se pueda presentar; no se dispone de otra fuente de información de semejante autenticidad y profundidad". En este capítulo se examina el terrorismo religioso no milenario de los musulmanes contra miembros de la comunidad, generalmente otros musulmanes. Debido a que considero que la característica distintiva del terrorismo es el medio empleado, aquí centro mi atención en estos medios. Mi tesis es que la diferencia principal en cuanto a los medios utilizados por el terrorismo religioso y el secular proviene de las justificaciones especiales y los precedentes que cada uno utiliza. El terrorista religioso contemporáneo tiene afinidades importantes con expresiones anteriores, premodernas o antiguas; el terrorista secular (que comenzó a partir de 1880) no tiene precedentes vinculantes, lo que significa que el grupo mismo determina tanto los medios como los fines y actúa en consecuencia. Los medios (es decir, las estructuras organizativas, las armas y las tácticas) se modifican constantemente. En cuanto a los fines, el terrorismo sirve ahora a una variedad de fines muy diversos, incluso, un grupo puede moverse de un tema a otro, en un intento por encontrar alguno que parezca prometerles un mayor apoyo. Por ello, los terroristas seculares han producido una "cultura" en la que los participantes se sienten con libertad para hacer suyas las enseñanzas de cualquiera. Cuando los terroristas seculares cambian sus fines e instrumentos, lo hacen, se supone, para obtener un beneficio. Esa es la razón por la que la necesidad de hacer que el terrorismo sea cada vez mas efectivo predomina en el primer texto moderno sobre terrorismo "El Catecismo Revolucionario" (1817) de Nechaev. Este texto es un estudio de cómo "la revolución puede destruir todo el Estado hasta sus cimientos, exterminar todas las tradiciones imperialistas, todo el orden social y todas las clases existentes". El Catecismo Revolucionario introduce un tipo de discurso que se ha mantenido durante los siglos XIX y XX, pues numerosos sucesores han escrito de acuerdo con un espíritu virtualmente idéntico, como el "Minimanual de la guerra urbana de guerrillas" de Carlos Marighela.
* El deber desatendido y Al-Jihad En el deber desatendido el acontecimiento mas reciente que se discute es la invasión de Egipto por parte de Napoleón. En cambio, Marighela, casi contemporáneo de Faraj, se refiere solo a acontecimientos ocurridos durante los cinco años previos a 1971, fecha de publicación del Minimanual. Faraj se preocupa por la justificación, pero sus justificaciones son irrelevantes para los no musulmanes porque se basan en acontecimientos ocurridos durante el período fundacional del islam y en comentarios de sabios religiosos (ulama). Pero sí se refiere a las tácticas, que es la preocupación de los terroristas seculares. Marighela no da ninguna justificación para la revolución que exige, y la única explicación que ofrece acerca del uso de algunos tipo de violencia es la de que produce resultados. Su texto se ofrece a cualquier persona que quiera derrocar a las dictaduras militares. El último fin de Al-Jihad es un mundo gobernado por la shar´ia. El modelo es el islam inicial bajo Mahoma y sus tres primeros sucesores en el califato durante el siglo VII D.C. Sin embargo no posee una idea clara sobre cómo debe organizarse para conseguir esta aspiración. El segundo artículo de la constitución egipcia de 1971 promete que la shar´ia será la ley de Egipto cuando llegue el momento adecuado. La Jihad es, según Faraj, el medio esencial para revitalizar el islam, algo que pasa a ser responsabilidad de todos los hombres físicamente capaces. Jihad significa "esforzarse en el camino de Dios", y esforzarse significa "luchar, confrontación y sangre". La Jihad estaba concebida para ir contra las comunidades no musulmanas. La perspectiva suní clásica es que la necesidad de la Jihad solo desaparecerá cuando el islam abarque todo el mundo, pero la opinión suní mas reciente es que la Jihad fue diseñada para defender al islam de ataques directos. Faraj revitaliza la noción clásica pero argumenta que el islam no puede cumplir su misión original hasta que la Jihad sea utilizada también para fines internos. En el texto de Faraj queda muy claro que "quienquiera que no gobierne según los preceptos enviados por Dios en el Corán, ése será un no creyente", "los apóstatas o no creyentes son el mismo epítome del mal, los musulmanes están obligados a usar la Jihad contra ellos". La tarea fundamental es deshacerse del enemigo interno porque, sin apóstatas, los enemigos externos son impotentes. En cuanto a la táctica empleada en esta Jihad, Faraj estudia el período fundacional y concluye que lo único que necesita el creyente con pocos recursos es la inteligencia y "el engaño, que equivalen a la victoria con el menor número de pérdidas y por los medios mas fáciles que sean posibles". Aunque declara que está permitida cualquier cosa que funcione admite que hay límites morales, que se refieren a las advertencias (es preferible advertir a la víctima),y a los inocentes que se encuentran cerca (hay dos clases de inocentes: los que no se relacionan con la futura víctima , que nunca deberían ser atacados, y los que dependen de ella, como la familia por ejemplo, que en lo posible no deben ser atacados). Además, en cuanto a la víctima, de ser posible, debería ser humillada antes de matarla y, en cuanto al atacante, es preferible morir que ser prisionero, pues la recompensa es el paraíso.
* El antiguo terrorismo religioso Los antiguos terroristas religiosos creían que sus fines y sus medios se hallaban respaldados por la autoridad divina, que los humanos no tenían derecho a alterar las cosas. Mientras que sus equivalentes seculares modernos se muestran preocupados por el futuro, los ojos de los terroristas sagrados se fijan en el pasado: en los precedentes particulares establecidos en la época mas santa de la religión, el período fundacional, en el que la divinidad y la comunidad se hallaban en comunicación mas estrecha, y en el que se establecieron las reglas fundamentales de la religión. Las formas de actuar en el período fundacional terminaron por santificarse, y las generaciones posteriores interpretan y reinterpretan esos mismos modelos. En el caso del islam resulta problemático aseverar si existen precedentes capaces de configurar el terrorismo religioso, sin embargo, se sabe que, para respaldar sus actividades, los terroristas antiguos citaban declaraciones del Corán, la shar´ia (ley) y el hadith (tradición). Cada religión genera una forma característica de terror. En el islam, luego de la muerte de Mahoma, casi todos los rebeldes han usado el asesinato como instrumento, y además, muchas sectas y grupos estaban comprometidas exclusivamente con él o eran, de hecho, cultos de asesinato (por ej. los nizaríes). Se dice que estos grupos tenían bases aisladas que les permitían llevar una forma de vida casi monástica, y entrenaban a los fidayeen.(los dedicados o consagrados para la Jhiad, los atacantes) desde niños aumentando así la posibilidad de desarrollar en ellos la inmunidad con respecto a los sentimientos personales y ordinarios.
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